Cristo y La Iglesia
Cristo y La Iglesia
Cristo y La Iglesia
“CRISTO Y LA IGLESIA”
CLASE 1 El Misterio Escondido Por Las Edades. (Ef. 3:4-6).
3. Existe Una Gran Falla Entre Los Cristianos Hoy, La Cual Es Que
Todos Quieren Ser Cristianos Individuales. Desean ser buenos y tener celo;
quieren sentarse a escuchar buenos sermones. En pocas palabras, todos quieren ser
cristianos en su individualidad.
a. Pero Dios no desea que seamos simplemente buenos individuos. Él anhela tener
un vaso corporativo que destruya a Satanás y logre Su plan.
b. Dios no quiere que Sus hijos estén esparcidos como un montón de granos de
arena. Él quiere que los cristianos se unan para conformar un nuevo hombre
corporativo.
b. En la esfera del nuevo hombre, ser griego o judío no tiene ninguna validez. El
nuevo hombre es simplemente Cristo. La naturaleza del nuevo hombre es
Cristo. En el nuevo hombre, Cristo lo es todo y está en todos.
5. La iglesia es Cristo
Puesto que la naturaleza del nuevo hombre, la Iglesia, es Cristo, podemos decir que la
Iglesia es Cristo. Veamos dos pasajes, (leer Lc. 12:50-52).
a. ¿Por qué dijo esto el Señor? Él dijo esto porque antes había dicho que echaría
fuego sobre la tierra. Este fuego es el fuego de la vida de Dios. Esto significa
que derramaría Su vida sobre la tierra para que todos los que en Él creyeran
fueran regenerados y recibieran la vida de Dios. Sin embargo, esto sólo podía
cumplirse después de Su bautismo, el cual se relaciona con Su crucifixión.
b. El capítulo 12 del Evangelio de Juan revela que la iglesia se produce por medio
de la muerte y la resurrección de Cristo. Él es el grano de trigo que cayó en la
tierra, murió y produjo muchos granos en Su resurrección, los cuales son la
Iglesia. En estos dos pasajes podemos ver que la iglesia es producida por la
vida de Cristo. Por medio de Su muerte y resurrección, Él vertió Su vida y la
impartió a los creyentes. Entonces estos creyentes son unidos para así constituir
la iglesia. (Juan 12:32)
a. El capítulo cinco nos dice que todos los hombres se encuentran unidos a Adán y
que la vida del Hombre se deriva de Adán. Por causa de la caída de Adán, todos
los hombres han venido a ser pecadores y se han unido al viejo hombre.
b. El capítulo seis nos dice que el viejo hombre debe llegar a su fin, debe ser
crucificado con Cristo. Por medio de la redención que Cristo efectuó, morimos y
resucitamos.
c. El capítulo siete dice que el hombre no debe vivir conforme a la carne, sino según
el Espíritu.
d. El capítulo ocho pasa a explicar cómo podemos vivir conforme al Espíritu.
b. El Cuerpo de Cristo es la nueva creación y no tiene nada que ver con la vieja
creación. Si recurrimos a métodos, tácticas y recursos humanos (los cuales tal
vez utilizábamos antes) para resolver los asuntos de la iglesia, el resultado será
un desastre. Dios no aprueba nada que provenga de la vieja creación, ni
permitirá que nada que provenga de la vieja creación, ni permitirá que nada de la
vieja creación permanezca en la nueva creación.
c. Todo lo que sea de la vieja creación, debe pasar por la cruz y quedarse allí. La
iglesia no recibe beneficio alguno de lo que proviene del viejo hombre. La iglesia
sólo recibe lo que procede de Cristo.
a. El Cuerpo de Cristo pone fin a todo lo que sea de la vieja creación. Él está
poniendo fin a todo lo que sea de la vieja creación, y nos está constituyendo de
todo lo que procede de Cristo para que lleguemos a ser el Cuerpo de Cristo en
la práctica.
En la actualidad, la iglesia está dividida porque los cristianos viven en la esfera incorrecta.
Los cristianos no viven en la nueva creación ni en la realidad del Cuerpo de Cristo.
Solamente viven en la superficialidad de las doctrinas, lo cual pertenece a la vida natural
del hombre y es parte de la vejez del hombre. Si todos los cristianos estuviesen
dispuestos a ser terminados, a abandonar las cosas naturales y a dejar atrás la vieja
creación, y si cada uno de ellos estuviese dispuesto a vivir en la realidad del Cuerpo de
Cristo, no habría más divisiones. Que el Señor tenga misericordia de nosotros para que
podamos ver lo que es el Cuerpo de Cristo. Que la obra de la cruz nos introduzca en el
Cuerpo de Cristo.
CLASE 3 LA DIFERENCIA ENTRE SER UN
CREYENTE Y SER UN MIEMBRO
Efesios 3:3-6; Efesios 4:15-16; Colosenses 3:10-11; Romanos 12:4-5; 1 Corintios 12:4-
16,20,26.
En los dos estudios anteriores vimos que la iglesia es el Cristo corporativo, y también
vimos que a fin de conocer el Cuerpo de Cristo, tenemos que poner fin a nuestra vida
natural.
c. Se requiere de todo Su Cuerpo para manifestarlo a Él. Debemos ver que todo lo
relacionado con Cristo se expresa por medio de Su Cuerpo. Pero esto no es todo.
El Cuerpo de Cristo es la extensión y la continuación de Cristo sobre la tierra.
d. Él pasó más de treinta años sobre la tierra, en los cuales se reveló a Sí mismo. Él
hizo esto como el Cristo individual. Ahora Él se revela por medio de la iglesia. Este
es el Cristo corporativo. Antes, Cristo se expresaba individualmente; ahora se
expresa corporativamente.
e. El cuerpo de Cristo es el vaso corporativo que cumple el plan de Dios. Dios desea
un vaso corporativo, no un vaso individual. No se trata de escoger a unos cuantos
cristianos que tengan celo y sean consagrados, a fin de que trabajen para Él a un
nivel individual. Los vasos individuales no pueden cumplir ni la meta ni el plan de
Dios. Dios escogió la Iglesia, y ella es Su meta. Sólo la Iglesia, que es el Cristo
corporativo, puede alcanzar la meta de Dios y cumplir Su plan.
a. Uno es creyente para sí mismo, pero uno es miembro para el beneficio del Cuerpo.
En la Biblia hay muchas expresiones que tienen significados opuestos, tales como
la pureza y la inmundicia, lo santo y lo común, la victoria y la derrota, el Espíritu y la
carne, Cristo y Satanás, el reino y el mundo, y la gloria y la vergüenza. Todos estos
son términos opuestos. De igual forma,
b. El Cuerpo está en contraposición con el individuo. Así como el Padre es contrario
al mundo, el Espíritu a la carne, y el Señor al diablo, de la misma forma el Cuerpo
es lo opuesto al individualismo.
c. Una vez que uno ve el Cuerpo de Cristo, es librado del individualismo y ya no vive
para sí, sino para el Cuerpo y espontáneamente estamos en el Cuerpo.
b. Es posible que alguien conozca todo el libro de Romanos, y aun así no ser
justificado. De manera semejante, un hombre puede conocer con mucho detalle
todo el libro de Efesios, sin haber visto el Cuerpo de Cristo.
Si nos damos cuenta de que como cristianos no somos más que miembros dejaremos de
ser orgullosos. Todo depende de nuestra visión. Los que logran ver que son miembros,
ciertamente tienen muy en alto el Cuerpo y honran a los demás miembros. No se limitarán
a ver sus propias virtudes, sino que estarán dispuestos a estimar a los demás como
mejores que ellos mismos.
b. La mariposa vuela de flor en flor, siguiendo su propio camino, pero las abejas
trabajan para la colmena.
6. Vida Y Conciencia Del Cuerpo De Cristo. Cuando hay una revelación del
Cuerpo, hay consciencia del mismo, y cuando hay consciencia del Cuerpo, todo
pensamiento y acción individual quedan descartados automáticamente.
Al ver a Cristo somos libres del pecado, y al ver el Cuerpo somos libres de individualismo.
a. Ver el Cuerpo y ser libres del individualismo no son dos cosas separadas, sino una
sola. Una vez que vemos el Cuerpo, nuestra vida y nuestra obra como individuos,
cesan. No es asunto de cambiar de actitud ni de comportamiento; de esto se
encarga la revelación.
b. No podemos entrar en el ámbito del Cuerpo por otro medio que no sea la
revelación. Una visión interior auténtica resuelve todos los problemas.
d. Una de las funciones del Cuerpo de Cristo es proteger a todos los miembros.
Todos necesitamos la cobertura del Cuerpo; de otra forma estaremos
constantemente expuestos a los ataques del enemigo. Un individuo separado está
propenso a ser engañado, así que por esta razón también necesitamos la
cobertura del Cuerpo. Debemos consultar constantemente con nuestros hermanos.
No sólo debemos reconocer que necesitamos al Cuerpo en un sentido general,
sino que también debemos acudir a nuestros hermanos y hermanas de manera
específica, y pedirles ayuda.
a. Llevar la cruz es una realidad para experimentar. Si las palabras del Señor son
vida para nosotros, nada podrá evitar que llevemos la cruz. No importa si
recordamos las palabras o no, en tanto que sean vida para nosotros, ya habrán
venido a ser una ley de vida en nosotros, y no un simple precepto legal. Lo mismo
se aplica al Cuerpo de Cristo; es una ley de vida. Una vez que experimentemos
esta vida, estaremos bajo la operación de la ley de la vida, y descubriremos que la
protección del Cuerpo es una realidad y no una ley externa.
c. Cuando Moisés alzó sus manos para orar por los israelitas, necesitó la ayuda
de Aarón y Hur. Con la ayuda de ellos, los israelitas prevalecieron contra los
amalecitas. Si un hombre tan fuerte como Moisés necesitó la ayuda de sus
hermanos, ¿cuánto más necesitamos nosotros a nuestros hermanos?
d. Muchos fracasan solo por su independencia. hacen cosas sin consultar mi orar
con los hermanos y hermanas. Desconocen la protección que se tiene en el
Cuerpo, y el resultado de esto no es otra cosa que fracaso. Todos necesitamos ver
la realidad de la protección del Cuerpo, escondernos bajo dicha protección y
aceptar su salvaguardia.
b. Todos los miembros son capacitados para ministrar a los otros. Todos los
cristianos deben participar en la reunión y suministrar algo a los demás miembros.
Esta clase de suministración es el ministerio y la función de los miembros. También
es la comunión que se tiene en vida.
1 Corintios 14:26 dice: “¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada
uno de vosotros tiene salmo, tiene enseñanza, tiene revelación... hágase
todo para edificación”.
Conclusión: Debemos ver que todos tenemos parte en la reunión. No es suficiente que
hablemos acerca del Cuerpo; tenemos que expresar el Cuerpo en nuestro vivir. El Cuerpo
de Cristo no es una doctrina, sino una realidad vital. Dios desea que entremos en la vida
del Cuerpo, y no sólo que tengamos la doctrina al respecto. Entonces veremos que somos
miembros del Cuerpo de Cristo, y que necesitamos funcionar en el Cuerpo y abastecer a
los demás miembros a fin de que la vida pueda fluir en el Cuerpo sin ningún impedimento.
CLASE 5 LA UNCION DEL CUERPO
Lectura bíblica: 1 Jn. 2:27; Lc. 3:22; 4:18; Ef. 4:1-10; 30-32; Sal. 133
b. Génesis 8 cuenta que después del diluvio, Noé abrió la ventana del arca y
envió una paloma. Sin embargo, la paloma no encontró lugar dónde reposar
porque toda la tierra estaba llena de agua; así que regresó al arca. (El paso
del arca de Noé a través del diluvio tipifica el bautismo.)
d. El bautismo indica que todo lo que pertenece al viejo hombre natural queda
sepultado.
f. El hecho de que la unción venga después del bautismo, indica que para
poder recibir la unción del Espíritu, nuestra carne primeramente debe
ser sepultada.
g. Cuando somos bautizados en Cristo, pasamos juntamente con El por la
muerte, la sepultura y la resurrección.
h. Por lo tanto, cuando Él fue ungido, también nosotros fuimos ungidos.
Fuimos crucificados, sepultados, resucitados y ungidos juntamente con
El.
2. La Función De La Unción
La unción tiene tanto valor porque la gracia puede fluir por medio de la unción
desde la Cabeza y extenderse por todo el Cuerpo. La función de la unción es
mantener la unidad entre la Cabeza y el Cuerpo, y entre todos los miembros.
a. La unción es la operación del Espíritu Santo en el hombre. La relación entre
el Espíritu Santo, Cristo y la iglesia, se puede comparar con el sistema
nervioso del cuerpo humano.
b. Los nervios dirigen y coordinan todos los miembros del cuerpo. La Cabeza
se comunica con todos los miembros y coordina sus movimientos mediante
los nervios, y por medio de éstos los miembros se relacionan mutuamente.
c. Todos los miembros del cuerpo actúan según lo ordenen los nervios.
Someterse a los nervios es someterse a la cabeza. De igual forma, en el
Cuerpo espiritual, el Espíritu lleva a todos los miembros los pensamientos
de la Cabeza.
a. Debemos entender que los salmos del 120 al 134 son cánticos graduales o
de ascenso.
b. Son los cánticos que los israelitas cantaban tres veces al año, cuando
subían de diferentes lugares para encontrarse con el Señor en Sion, que
está en Jerusalén, la morada de Dios.
c. Aunque estos cánticos son diferentes entre sí, tienen en común el hecho de
que sean cánticos graduales o de ascenso.
e. Salmos 133:1 dice: “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los
hermanos juntos en armonía!” Habitar en armonía es algo corporativo; no
existe barrera ni separación.