Paty J - Mi Ex Marido, Mi Jefe
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Aurora: Paty J.
Sinopsis
—¿Cuáles?
—Se me hizo…
—Amanda, él es…
—Brooks.
—¿Brooks?
—Pero,...
—No me ha despedido.
—Me he despedido.
—¡¿Cómo?!
—Lo amabas.
—Pero…
—Quiero el divorcio.
—Me equivoque.
—Amanda…
Ella alzó su rostro y lo miró, perpleja.
—Un cuento.
—No lo creo.
—Mamá…
—¡Amanda! ¡Volviste!
—Sí, volví.
—Pues a mi no me lo parece.
—Mamá.
Amanda volteó a ver a su pequeña, la
niña se recargaba contra un sillón.
—Sí, Gabriel.
—¡Debiste regresar!
—¿Regresar? ¿A qué? Tú me pediste el
divorcio, tú no querías una familia. ¿Qué
clase de padre le daría a mi hija?
—Mamá.
—Es mi hija.
— Sí.
—Cierra la puerta.
—Debiste…
—¡Me dijiste que no faltara al trabajo o
me demandarias! No podría encontrar un
buen trabajo después de eso.
Amanda suspiró.
— Ni se te ocurra.
— Te ves pálida.
—Sólo es un mareo.
— ¡Gabriel!
—Casi.
—¿Por qué?
—Amanda…
Estaba sola.
No es que le sorprendiera, lo había
intuido. Se vistió con lo primero que
encontró que resultó ser la camisa de
Gabriel y bajo al primer piso donde
escuchaba el ruido.
—¿Proponerme algo?
—De acuerdo.
9
El día de la boda llegó más rápido de lo
que ella hubiera deseado, Gabriel la
había sorprendido queriendo una boda
religiosa y ella había esperado desde el
principio que solo irían al juzgado y
firmarían. Pero, no fue así, la boda fue
pequeña en la vieja iglesia que estaba
cerca de la mansión de Gabriel, ella
había optado por lucir un traje de dos
piezas en vez del vestido largo.
—
No puedo creer que no le hayas enseñado
—
Por si lo has olvidado, he sido yo quien ha
criado a Anthony desde el momento de su
—
¡No podemos dormir en la misma cama!
—
No te ha importado estos días que hemos e
—
Bueno, estoy diciéndotelo ahora mismo
—replicó él muy calmado.
— No… no lo entiendo.
—No, no lo fui.
— ¿Qué?
— No es…
— Sophie es…
—
Ayer hablé con mi abogado del tema de la
Por mucho que quieras convencerme de
que es mi hija, la realidad es que no lo
es, Amanda.
—
Tiene una pierna rota, algunos cortes y mo
Lágrimas de alivio rodaron por las
mejillas de Amanda.
—
Doctor... esas muestras que tienen que tom
—comenzó vacilante—.
¿Podría... sería posible que...? Gabriel
se niega a
creer que Sophie es su hija, pero lo es. Si
ADN...
—Pero, ¿cómo...?
Sólo tendría que mandar una muestra del p
ejemplo.
—¿Llevaste a Sophie al
neurólogo para asegurarte de que
no tuviera daños internos?
11
Quizá fuera mejor que Gabriel no
estuviera compartiendo el dormitorio
con ella. Se tomó su tiempo antes de
levantarse, esperando que las náuseas
remitieran antes de ir al cuarto de su
hija. Cuando llegó allí, ella ya estaba
despierta.
—
Mamá, ¿tú no tienes ningún regalo para pa
—preguntó de repente, volviéndose
hacia ella.
—Ya me lo ha dado—intervino Gabriel
antes de que ella pudiera decir nada —.
Tu mamá me ha dado un regalo muy,
muy especial... el mejor regalo del mundo
.
Ella no se volvió.
—
Bueno, no es sólo por mí por lo que quiero
—respondió ella lentamente, escogiendo
las palabras.
— ¿Es por nuestra hija, entonces? —
inquirió él confundido—.
Sabes que la quiero muchísimo...
—
Pero es imposible... no puedes estar emba
—Lo estoy.
—
Bueno, desde luego éste es un cumpleaños
—dijo.
—Y todavía no ha acabado... —le
recordó ella,—¿Sabes eso que dicen de
que las embarazadas tienen antojos?
Pues yo sólo tengo uno... y eres tú, Gabrie
de hoy, ya sabes lo que quiero —
murmuró besándolo—.
Además, no querrás que tu hijo piense que
quieres a su madre, ¿verdad? —dijo
volviendo a besarlo. Sin embargo, él
interrumpió el beso y la miró
desconcertado.
—
Sin ti este milagro no habría sido posible.
FIN