Alcoholismo
Alcoholismo
Alcoholismo
Muchas personas
quieren saber los tipos de alcoholismo y sus consecuencias para poder identificar o
identificarse con un patrón de adicciones y descubrir si, efectivamente, ellos mismos son
alcohólicos o alguien de su entorno. La realidad sobre qué tipo de alcoholismo hay solo
puede identificar un problema, y es el alcoholismo en general.
Por norma general, puedes contactar y realizar una primera visita gratuita en un centro de
adicciones para evaluar tu caso o el de un familiar para un posible tratamiento de
adicciones.
Veamos primero cuando se considera alcohólico una persona, es decir, echemos un
vistazo al término «persona alcohólica definición» para poder aclarar algunos términos y
saber cuándo se considera alcohólica una persona.
Tipos de Alcohólicos
No todos los que beben habitualmente tienen por qué convertirse en alcohólicos.
¿Existen individuos con mayor predisposición que otros a caer en el alcoholismo? Sin
duda sí.
Abundan los estudios que demuestran que los hijos de alcohólicos tienen más
posibilidades de convertirse, a su vez, también en alcohólicos.
Esta predisposición tiene que ver, según se ha comprobado en distintos trabajos, con
factores sociales y ambientales, pero también con factores genéticos.
Entonces, ¿alguien puede estar “condenado” a ser alcohólico? Ni mucho menos. La
predisposición, tanto genética como social o ambiental, no deja de ser un condicionante,
más o menos influyente, pero nunca absolutamente determinante.
Del mismo modo, mucha gente genéticamente condicionada a tender al sobrepeso lo
controla sin problemas gracias al ejercicio y una dieta sana.
¿Cuántos tipos de alcoholismo existen, entonces? Jellinek describió los tipos de
alcohólicos clasificándolos en cinco grupos. Las categorías de Jellinek son antiguas (1952)
pero su clasificación ha tenido mucha influencia en modelos posteriores.
Si deseas conocer qué tipos de alcoholismo hay, Jellinek los definió según el carácter del
alcohólico y su comportamiento. Éstos, son:
Alcohólico ALFA: Es el tipo de bebedor al que podemos caracterizar como enfermo
psíquico. El alcóholico alfa presenta una dependencia del alcohol psicológica, pero no
física. No existe, por tanto, síndrome de abstinencia. El consumidor mantiene el
control sobre el consumo, pero no lo abandona porque utiliza la sustancia para paliar
algún dolor emocional o psíquico.
Alcohólico BETA: Bebedor excesivo regular. Tampoco existe dependencia fisiológica.
Los factores socioculturales son determinantes. Presentan complicaciones
alcohólicas como gastritis, cirrosis hepática, etc.
Alcohólico GAMMA: Bebedor Alcoholómano. Existe dependencia fisiológica, pero
también una gran importancia de los factores psicológicos, que son los más
importantes. En estos casos son relativamente frecuentes largos periodos de
abstinencia.
Alcohólico DELTA: Bebedor alcoholizado. Dependencia fisiológica y psicológica. Los
factores sociales son determinantes, son bebedores sociales incapaces de largos
periodos de abstención. Es un perfil de progresión lenta.
Alcohólico EPSILON o DIPSOMANIA: Bebedor episódico. el estado habitual de
abstinencia o consumo moderado se interrumpe por episodios de ingesta masiva de
alcohol.
Cuando una persona se considera alcohólica, lo ideal es llevar a cabo un tratamiento
para alcoholismo, con un proceso de deshabituación al alcohol. La mayor parte de los
alcohólicos que solicitan tratamiento, son personas de edad media, que tienen un trabajo
estable, un núcleo familiar no desestructurado, y seguridad social.
Al tratarse de alcohólicos socialmente integrados, los procesos de deshabituación y
reinserción se confunden, puesto que no ha llegado a producirse una verdadera
marginación social que infiera con las distintas etapas del alcoholismo.
Una vez el paciente está desintoxicado, hay que plantearse qué sentido tiene realizar un
seguimiento de su evolución. Cabe la posibilidad de que, a mayor cantidad de
tratamiento, mejor respuesta terapéutica.
En una muestra de 308 alcohólicos en seguimiento durante un año, se observaron
porcentajes de abstinencia muy superiores entre los pacientes que continuaron en
tratamiento frente a los que lo abandonaron. Del mismo modo, la utilización de grupos
psicoterapéuticos mejoró sensiblemente el pronóstico de los pacientes.
Una vez el paciente se halla abstinente de bebidas alcohólicas, es preciso fijar los
objetivos que se persiguen mediante el programa terapéutico. Aunque existen programas
dirigidos a obtener un consumo moderado de bebidas alcohólicas, deben ser de uso
exclusivo con pacientes jóvenes que presenten abuso de alcohol pero no reúnan los
criterios diagnósticos del síndrome de dependencia alcohólica.
Los verdaderos alcohólicos deben ser incluidos en un programa terapéutico orientado a la
abstinencia.
No obstante, la abstinencia no es un fin sino un medio. Los objetivos finales del
tratamiento pueden resumirse en tres:
Aprender a vivir en abstinencia en una sociedad consumidora de bebidas alcohólicas,
de forma que dicha abstinencia se convierta en un hábito cotidiano que se pueda
mantener sin esfuerzos espaciales.
Comprender la vinculación patológica establecida con el alcohol y adquirir conciencia
de enfermedad. Desde esta perspectiva, el paciente puede asumir su biografía,
entendiendo que en muchas ocasiones su conducta no era más que el síntoma de su
enfermedad.
Recuperar las responsabilidades perdidas en el ámbito familiar, laboral y social.
Los instrumentos terapéuticos a utilizar en esta fase del tratamiento pueden dividirse en
tres grandes grupos:
Farmacológicos: interdictores del alcohol, fármacos que disminuyen la apetencia por
el alcohol, tranquilizantes menores, antidepresivos, neurolépticos, y medicación
coadyuvante, como el complejo vitamínico B.
Psicológicos, como la psicoterapia individual y grupal.
Institucionales, como los pisos intermedios, los talleres ocupacionales, los hospitales
de día o los hospitales de noche.
¿Qué es el alcoholismo?
Las adicciones a sustancias tóxicas son enfermedades crónicas que
afectan al cerebro y a la conducta, caracterizadas por la dependencia a
una o varias drogas nocivas para el organismo, en este caso al alcohol.
Existen dos tipos de alcoholismo: