Vértigo

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TH.

XL, 1985 VALENCIA COMO POETA TRADUCTOR 361

Los ejemplos de autores distintos en cinco idiomas mo-


dernos han demostrado que Valencia con pocas excepciones
se adhiere fielmente al tema, las imágenes y la melodía del
original en sus versiones. Y sin embargo, tiene el singular
talento de dar a su traducción un toque completamente es-
pañol, porque "sintió" el poema primario y luego lo recreó
en su propio idioma. Para lograrlo "hay que apelar a todos
los recursos del léxico para seleccionar las formas que entre-
guen el sentido auténtico del verso de la estrofa; si esto se
logra, traducir equivale casi a producir. Antes que el metro
elegido, priman para el resultado: la comprensión del poema
y la intensidad para sentirlo. La primera se consigue por la
lectura corriente y la interpretación del texto. El sentimiento
es hijo de la capacidad emotiva y estética del traductor, que
origina entonces una verdadera palestra entre pares: de poeta
a poeta" i3. Por el gran talento del poeta como traductor, Va-
lencia ha alcanzado la distinción de haber dado "a inspira-
ciones extrañas carta de ciudadanía y de nobleza en nuestra
lengua" 4 \
SONJA KARSEN
Skidmore College
Department of Foreign Languages and Literatures.

«DE SOBREMESA»: EL VÉRTIGO DE LO INVISIBLE


"Ya el lector no pide al libro que lo
divierta sino que lo haga pensar y
ver el misterio oculto en cada par-
tícula del Gran Todo".
De sobremesa 1

La presencia de la filosofía oculta como configuración de


la cosmovisión modernista ha sido muchas veces olvidada por la

" G. VALENCIA, El vengador de Wilde, pág. 8.


41
A. GÓMEZ RESTREPO, "Literatura colombiana", en Revue Wspanique, 43
(1918), 187.
1
José ASUNCIÓN SILVA, De sobremesa, en Obras Completas, vol. II, cd.

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crítica, omisión que oscurece la profunda comprensión de


la visión del mundo de los modernistas \ Importantes estu-
dios publicados recientemente sobre el modernismo y sus auto-
res, integran al ocultismo como otro rasgo caracterizador del
movimiento sincrético3. La obsesión por lo oculto en los mo-
dernistas tiene varias motivaciones: el rechazo del "cientifi-
cismo ingenuo que se propone desterrar de la realidad toda
irracionalidad, todo misterio" \ la negación de los valores ma-
terialistas y la búsqueda en religiones antiguas de una fe que
reemplace la del cristianismo.
El auge del ocultismo desde la Edad Media ha estado ín-
timamente unido al desarrollo de la ciencia. Así sucede durante
el Renacimiento, que concluye con la revolución científica
del siglo XVII, que dará los primeros medios de triunfo y de
dominio del espacio5. Sin embargo, el hombre, al no poder
responder a muchas preguntas sobre esa realidad, intenta en-
contrar otras respuestas ya no científicas, sino intuitivas, má-
gicas y místicas. Paralelamente en el siglo xix, el desarrollo
de la ciencia no proporciona al hombre la explicación del
enigma del mundo y el misterio de la creación y nuevamente
acude a la filosofía oculta, situación histórica similar entre el Re-

Héctor Orjuela, Buenos Aires, Plus Ultra, 1968, pág. 165. Las citas subsiguientes
en el texto corresponden a esta edición.
1
En 1965 OCTAVIO PAZ dice: "La crítica universitaria generalmente ha pre-
ferido cerrar los ojos ante la corriente de ocultismo que atraviesa la obra de
Darío. Este silencio daña la comprensión de su poesía. Se trata de una corriente
central y que constituye no sólo un sistema de pensamiento sino de asociaciones
poéticas" ("El caracol y la sirena", en Cuadrivio, 3* edic. [México, Joaquín
Mortiz, 1972], pág. 60).
* RAFAEL GunáRREZ GIRARDOT, Modernismo (Barcelona, Montesinos, 1983),
págs. 75, 137, 142, H3 y, especialmente, Cathy Login Jradc, Rubén Darlo and
the Romantic Search ¡or Unily. The Modernist Recourse to Esoteric Tradition,
Austin, University of Texas, 1983.
* SAÚL YURKIEVICH, Celebración del modernismo, Barcelona, Tusquets, 1976,
pág. 39.
" Mi gran deuda con la historiadora inglesa Francés Yates, cuyos libros ilu-
minaron el desarrollo de la filosofía oculta durante el Renacimiento: Giordano
Bruno and the Hermelic Tradition, London-Boston, Routledge and Kegan Paul,
1964; The Occult Philosophy in the Elizabelhan Age, London-Boston, Rootledge
and Kegan Papul, 1964; The Rosicrucian Enlightenment, London-Boston, Routledge
and Kegan Paul, 1972.

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nacimiento y el siglo xix advertida por José Fernández, el


protagonista de De sobremesa, como lo analizaré más adelante.
El refugio en las doctrinas esotéricas en un medio frag-
mentado y determinado por el racionalismo y su mecánica
visión del mundo, llevará a los románticos y simbolistas fran-
ceses a una lectura y fusión de los libros herméticos rena-
centistas, las doctrinas ocultas medievales y los manuscritos
orientales. En 1890 Anatole France puntualiza la importancia
de conocer las ciencias ocultas para poder comprender las
obras literarias de los autores franceses contemporáneos °.
Como analiza John Sénior, lo oculto en la literatura simbo-
lista es una constante 7 : Nerval, Baudelaire, Rimbaud, Ma-
llarmé, Villiers, Huysmans —cuyo Au rebours tanto influyó
en José Asunción Silva — 8 padecieron el vértigo de lo
invisible.
El vértigo de lo invisible, como denominó Anatole France
a lo desconocido y oculto °, azota también a José Fernández.
Vértigos asociados a la muerte de Helena y a sus símbolos
identificadores — las rosas blancas, la cruz y el aleteo de la
mariposa blanca— vividos por José Fernández como las res-
puestas ante lo inexplicable, lo desconocido: las misteriosas
coincidencias que semejan "un mandato de lo invisible" (pág.
145). Intentaré, en este trabajo, primero explicar la cosmovi-
sión de De sobremesa dentro de los principios de la filosofía
oculta, para luego interpretar la frecuencia de las rosas blan-
cas, la cruz y la mariposa como símbolos representativos de
la filosofía Rosa Cruz.
Es precisamente durante el Renacimiento italiano cuan-
do se produce el reinado de la filosofía oculta de Hermes

" En MIRCEA ELIADE, Occultismo, Witchcraft and Cultural Fashions. Essays


in Comparaúvc Religious, Chicago-London, The University of Chicago, 1976, pág. 51.
7
JOHN SÉNIOR, The Way Down and Out. The Occult in Symbolist Uterature
(Ithaca, New York, Cornell University, 1959).
8
HÍCTOR H. ORJUELA, De sobremesa y otros estudios sobre José Asunción
Silva, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1976, realiza un valioso estudio compara-
tivo entre Au rebours y De sobremesa, págs. 49-57. Para John Sénior "Huysman's
great character Des Esscintcs represents a parody and at the same time a paradigm
of literary occukism" (op. á:., pág. 117).
* Citado por MIRCEA ELIADE, op. cit., pág. 51.

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Trismegisto al descubrirse los antiguos textos Corpus Herme-


ticum y Asclepius, libros filosóficos herméticos que incursio-
nan en el misterio de la creación. El Renacimiento pensó
que el autor era un sabio sacerdote egipcio, Hermes Trisme-
gisto, error clarificado luego cuando se descubrió que fueron
escritos alrededor de los años 100 a 300 d. C. y que los autores
eran probablemente griegos. El nombre Hermes Trismegisto
responde a la denominación griega "Hermes", del dios egip-
cio Thoth a quien a veces los griegos llamaron "tres veces
grande" 10. La determinante presencia de estos textos durante
el Renacimiento, así como la del pitagorismo, se debió tam-
bién a la idea de que lo antiguo era lo puro y santo, que
los pensadores antiguos estaban más cerca de los dioses que los
ocupados racionalistas del presente. Egipto y su religión má-
gica es considerada no sólo como la primera y más antigua
religión hermética en la genealogía del ocultismo, sino la re-
ligión verdadera que el judaismo y cristianismo oscurecieron
y corrompieron n .
La literatura hermética se bifurca en dos ramas, los tratados
filosóficos Asclepius y Corpus Hermeticum y los astrológicos,
alquímicos y mágicos, ramas que no se separan completa-
mente, pues gnosticismo y magia se entrecruzan. En el primer
libro se describe la religión egipcia; en el segundo, Corpus
Hermeticum, los temas principales son la creación del mun-
do, la ascensión del alma hacia lo divino a través de las
esferas planetarias y su proceso de regeneración al alejarse
del mundo material. La fundamentación de las teorías expues-
tas es astrológica: el mundo material está regido por las es-
trellas y los siete planetas. Las leyes de la naturaleza que
informan la religión gnóstica son las leyes astrológicas. Hay
en el Corpus Hermeticum dos tipos de gnosis, la pesimista y
la optimista. Según la primera, el mundo material bajo la

10
FRANCÉS YATES informa que durante la segunda centuria el mundo griego
también buscaba un conocimiento mayor de la realidad que la educación común
no podía proveer; así, se cultiva el Nous o mens, facultad intuitiva del hombre,
como medio de conocimiento del significado del mundo y de lo divino, especie de
gnosis a la cual se llegaba por una disciplina ascética (Giordano Bruno, págs. 2-5).
11
Conceptos vertidos por Giordano Bruno (F. YATES, Giordano Bruno, pág. 11).

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influencia fatal de las estrellas es malo. Se puede escapar de


él a través de una vida ascética que debe evitar todo contacto
con la materia para que el alma iluminada ascienda hacia
el mundo divino, inmaterial. Para la gnosis optimista, especie
de panteísmo, la materia está impregnada con lo divino; la
naturaleza, la tierra, las estrellas son divinas, pues todo es
parte de Dios 12 .
En De sobremesa las gnosis pesimista y optimista se en-
tretejen en la caracterización de José Fernández, ser "miste-
rioso compuesto de fuego y de lodo, de éxtasis y de rugidos"
(pág. 202). Después de conocer a Helena, intenta a través
del amor sobrenatural de ella "la ascensión gloriosa hacia la
luz infinita" cual "una llama donde se han fundido todas las
impurezas de [su] vida" (pág. 202). José Fernández pasa así
ocho meses alejado de toda mujer, proceso de regeneración
y de iluminación que produjo cambios positivos no sólo en
la vida de él sino utópicos planes de transformación y pro-
greso de su país. Esta vida ascética de purificación, propia
de la gnosis pesimista, se funde en José Fernández con la
gnosis optimista. Así es precisamente al inicio de su aleja-
miento del mundo material, en el pueblo suizo de Interlaken,
cuando José Fernández siente la presencia divina en la natu-
raleza que le confiere vida y pulso; aquí su alma la escucha,
la siente y dialoga con ella:

La naturaleza, pero la naturaleza contemplada as!, sin que una voz


humana interrumpa el diálogo que con el alma pensativa que la es-
cucha entabla ella, con las voces de sus aguas, de sus follajes, de sus
vientos, con la eterna poesía de las luces y de las sombras. Cuando
aislado así de todo vano vínculo humano, la oigo y la siento, me pierdo
en ella como en una nirvana divina (pág. 59).

Es posible decantar cinco principios de la filosofía oculta


en De sobremesa. El principio UNO es TODO y TODO es
UNO expresa que así como todas las cosas son Dios, multipli-
cidad de una unidad simple, Dios-Uno es Todo y por lo tanto
puede ser percibido en cada partícula de universo. Este Todo,

12
FRANCÉS YATES, Giordano Bruno, pág. 22.

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escrito con mayúsculas, es lo que espera alcanzar y poseer


José Fernández (pág. 42), como antes lo intentó María
Bashkirtseff. No es fortuito que José Fernández transcriba
parte del diario donde la rusa declara su deseo de fundirse
en el Todo:
Todo toma a mis ojos interesantes y sublimes aspectos, querría verlo,
tenerlo, abrazarlo, besarlo todo, y confundida con todo, morir, no im-
porta cuándo [... 1 morir en un éxtasis para sentir el último misterio,
el fin de todo o ese principio de una vida nueva. Para ser feliz necesito
Todo [ . . . ] (pág. 41).

Y es esta fascinación con la pluralidad cósmica la que le hace


vivir a José Fernández "experiencias opuestas", "visiones en-
contradas del Universo" en un ansia de "vivir la vida" y de
"sentirla en todas sus formas" (pág. 18).
La pluralidad cósmica se enlaza con la teoría de la plu-
ralidad de mundos, concepción de un universo infinito que
Giordano Bruno propagó durante el Renacimiento 13 y que des-
cribiría también Camille Flammarion, astrónomo y filósofo
ocultista francés que influyó en el modernismo14. Según esta
concepción, "el mundo que habitamos no es más que un
átomo en la importancia relativa de las innumerables crea-
ciones del espacio" 15, concepción que es también la de María
Bashkirtseff:

las lecturas científicas le han mostrado el universo como una reunión


de átomos, regida, desde los millones de soles que arden en el fondo
del infinito hasta el centro misterioso de la conciencia humana, por
leyes oscuras e inconmovibles, [.. . ] sí, un torbellino de átomos en

18
El nombre de Giordano Bruno en la historia de! pensamiento y de la
ciencia se debe no sólo a su aceptación de la teoría de Copérnico, sino también
a su concepción de la infinitud del universo: "And this infinite universe of his,
Bruno peopled with innumerable worlds all moving through the infinite space,
thus finally breaking down the closed mcdiaeval Ptolemaic universe and initiating
more modern conceptions" (F. YATES, Giordano Bruno, pág. 244).
" ENRIQUE ANDERSON IMBERT, l^a originalidad de Rubén Darlo, Buenos Aires,
Centro Editor de America Latina, 1967, pág. 24.
15
CAMILLE FLAMMARION, La pluralidad de los mundos habitados, 4 ' edic,
París-México, Bouret, 1907, pág. 24.

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que las formas surgen, se acentúan, se llenan, se deshacen para volver


a la tierra y renacer en otras formas que morirían a su vez arrastradas
por la eterna corriente [... ] (pág. 38).

Todo el párrafo denso en ideas exuda los principales concep-


tos sobre la pluralidad de mundos habitados: la tierra como
un átomo más dentro de una pluralidad de mundos o de
soles poblado por seres vivientes quienes después de un ciclo
concluido, renacen otra vez en la tierra para luego seguir
el círculo eterno.
El segundo principio oculto asienta que lo de arriba es
lo mismo que lo de abajo: "What is below is like that which
is above, and what is above is like that which is below, to
accomplish the miracles of one thing" 16. Esta correspondencia
entre arriba y abajo se logra, informa Flammarion, gracias
a la conquista del microscopio que "ha venido a abrirnos las
puertas de la vida oculta" 17. Son las investigaciones, expresa
José Fernández, las que a través del microscopio y del teles-
copio han "encontrado, arriba y abajo, en el átomo y en la
inconmesurable nebulosa, una sola materia, sujeta a las mis-
mas leyes" (pág. 185). Correspondencias que José Fernández
las ve también en las constelaciones del cielo y del mar 1 8 :
"las constelaciones y los planetas resplandecían en el fondo
del azul infinito, el hervidero de soles de la vía láctea era un
camino de luz pálida en la inmensidad y abajo la estela que
dejaba el barco era otra vía láctea, donde entre la fosfore-
cencia verde-azulosa ardía sutil polvo de diamantes" (pág. 59).
El tercer principio, el reflejo del universo en la mente
responde al poder milagroso de Dios de mostrarse a través
de los seres. Nada es invisible, incluso lo incorpóreo. El in-
telecto al pensar se hace visible como Dios al crear. Es decir,
el hombre por su intelecto es divino y gracias a él puede ver
a Dios a través de sus creaciones y penetrar en la naturaleza

" JOHN SÉNIOR, pág. 28.


17
CAMILLE FLAMMARION, pág. 157.
M
Las famosas correspondencias de Swedenborg y Baudelaire se originan
en este principio (J. SÉNIOR, págs. 34 y 97).

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divina del mundo 19 . Si nada es invisible, la imaginación es


real y toda analogía que concibe es factible, pues el intelecto
al ser divino penetra en lo incorpóreo20. Principio que le
permite a José Fernández ver y sentir la presencia de Helena
y luego negar su muerte pues en este universo divino nada
muere:
¿Muerta tú, Helena? [ . . . ] No, tú no puedes morir. Tal vez no
hayas existido nunca y seas sólo un sueño luminoso de mi espíritu;
pero eres un sueño más real que eso que los hombres llaman la
Realidad (pág. 206).

La idea de los sueños como presencias reveladoras de la otra


realidad se conecta en la obra con los juicios acerca de la
percepción parcial de la realidad, el ser humano sólo ve "una
parte de ella, la despreciable, la nula" (pág. 123).
La negación de la muerte de Helena introduce el cuarto
principio oculto según el cual la muerte no es destrucción
sino disolución y renovación:
Living beings do not die, but, being composite bodies they are dissolved,
this is not death but the dissolution of a mixture. If they are dissolved, it
is not to be destroyed but to be renewed. What in fact is the energy
of life? Is it not movement? 21 .

Concepción que se integra con la de María Bashkirtseff citada


arriba en dos proposiciones: las formas de otros planetas rena-
cen en la tierra y todo está siempre en constante movimiento.
El quinto principio por analizar en De sobremesa, el del
Hombre-Mago, se origina en el concepto del intelecto divino
del hombre que le permite penetrar en la naturaleza divi-
na del mundo 22 . Fue Víctor Hugo, el gran poeta romántico

18
FRANCÉS YATES, Giordano Bruno, págs. 31-33.
w
Concepto similar expresado por RUBÉN DARÍO en El mundo de los sueños:
"Hay mucha profundidad en la afirmación antigua del ocultismo de que todo lo
que imaginamos, así sea lo más extraordinario y raro, existe" (en ENRIQUE A N -
UERSON IMBERT, La originalidad, pág. 231).
71
F. YATES, Giordano Bruno, pág. 34.
33
Ibid, pág. 35. Fue Pico dclla Mirándola, científico renacentista, quien pri-
mero formuló este concepto hermético en Europa, "man as a Magus using both

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oculto, quien, partiendo de este principio, propaga el concep-


to del poeta-mago, el enumerador de analogías, el que trans-
mite percepciones no percibidas por otros. En su poema "Les
Mages", él celebra a los poetas que él considera magos, hom-
bres que a través de la palabra evocan en otros la transforma-
ción del alma 23 . José Fernández, el autor de los Poemas del
más allá (pág. 12), siente que está encargado de comunicar
la "verdad desconocida de los hombres y entrevista" por él
(pág. 71), y que "el artista expresa en su obra sueños que en
cerebros menos poderosos, confusos, existen latentes" (pág.
40). Este concepto del artista iluminado que dilucida las "vi-
siones del más allá" (pág. 165), surge nuevamente cuando
anuncia la llegada del "neomisticismo" y de una nueva lite-
ratura poblada de "magas", "místicas sombras" y misteriosas
voces (pág. 165):
Los exploradores que vuelven de la Canaán ideal del arte, trayendo
en las manos frutas que tienen sabores desconocidos y deslumhrados
por los horizontes que entrevieron, se llaman Wagner, Verlaine, Puvis
de Chavannes, Gustave Moreau (pág. 165).

El "neomisticismo" o "renacimiento idealista", cuyo arribo


informa José Fernández, es producto de la investigación de
un grupo de filósofos que "sondea el inefable misterio de la
vida y de las leyes que la rigen", aunque carecen de "categó-
ricas afirmaciones" (pág. 165). Este movimiento ha surgido
por la muerte de la vieja fe y el imperio de las religiones an-
tiguas en París como había sucedido antes en Roma durante
el Renacimiento:
¿Dudas todavía del renacimiento idealista y del neomisticismo, espíritu
que inquieres el futuro y ves desplomarse las viejas religiones? f . . . ]
Mira: del oscuro fondo del Oriente, patria de los dioses, vuelven al
budismo y la magia a reconquistar el mundo occidental. París, la me-
trópoli, les abre sus puertas como las abrió Roma a los cultos d^' Mitra
y de Isis; hay cincuenta centros teosóficos, centenares de sociedades que
investigan los misteriosos fenómenos psíquicos [..-..] la humanidad

Magia and cabala to act upon the world, to control his destiny by science" (F.
YATES, Giordano Bruno, pág. 116).
** JOHN SÉNIOR, págs. 67 y 68.

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está salvada, la nueva fe enciende sus antorchas para alumbrarle el


camino tenebroso! (pág. 166).

Este interés por las religiones antiguas está representado


en la obra por el egiptólogo Mortha, y por Scilly Dancourt,
padre de Helena, que rastrea en la India "la esencia misma
de las religiones, lo sobrenatural" (pág. 156). El profesor
Mortha, a quien acude José Fernández en busca de Helena,
es el autor de Las religiones de Oriente: interpretación de los
textos sagrados, himnos litúrgicos y cultos primitivos (pág.
154). Sus investigaciones se centran en "la ciencia de los orí-
genes y del desarrollo de las religiones" (pág. 156). Él integra
el grupo de actuales investigadores: "sutiles exégetas y con-
cienzudos comentadores [que estudian] los viejos textos sa-
grados y los [analizan] descubriendo en ellos no las palabras
[... ] sino las sabias prescripciones de los civilizadores de las
naciones primitivas y la leyenda forjada por un pueblo de
poetas" (pág. 185). Es el profesor Mortha quien esclarece los
estudios que realiza Scilly Dancourt; su búsqueda, aclara en-
fáticamente el profesor, se aleja de los "últimos charlatanismos
de la fuerza psíquica y de las telepatías, de las sugestiones a
largas distancias y de las apariciones luminosas" (pág. 156),
elementos que mucho pesaron en el desprestigio y relego de
la filosofía oculta y que representan para José Fernández,
"asquerosas parodias, plagios de los antiguos cultos" (pág. 186).
El segundo aspecto conectado a la presencia de la filoso-
fía oculta en De sobremesa es el de los símbolos repetitivos
la rosa, la cruz, la mariposa alada que interpretaré dentro de la
simbología de la doctrina Rosa Cruz. El movimiento Rosa
Cruz surgió en Alemania a principios del siglo xvn cuando
en 1614 se publicaron los manifiestos rosacruces Fama y Con-
fessio cuyo héroe es el misterioso sacerdote C. R. C. o Christian
Rosencreutz, fundador de la orden o fraternidad y a la cual
los manifiestos invitan. El misterio originado por estos ma-
nifiestos anónimos se acrecienta en 1616 cuando se publica
The Chemical Wedding, relacionado con los manifiestos, y cu-
yo autor fue el pastor luterano Johan Valentín Andreae. Estos
manifiestos apelan a una reforma universal a través de la ma-

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gia, la alquimia y la cabala 2 \ El movimiento se integra así


a la tradición hermética cabalística del Renacimiento.
El inglés John Dee, matemático que fomentó el avance
técnico e inspiró el círculo poético esotérico de Sidney du-
rante la época Isabelina, tuvo una influencia determinante
sobre los rosacruces alemanes. En 1583, él es el lider del grupo
alquímico cabalístico de la Bohemia. El movimiento Rosa
Cruz en Alemania refleja ambas etapas de la vida de Dee.
Por un lado es un producto del período Isabelino y de su
inspiración científica, mística y poética. A este ambiente per-
tenece el nombre Rosa Cruz que alude a la cruz roja de St.
George y de los caballeros ingleses de la orden de Garter.
Por otro, Rosa Cruz fue considerada una palabra alquímica
derivada de ros, el rocío de la aurora, y crux, la luz, según
el símbolo que aparece en la Monas hieroglyphica de Dee.
Ambos orígenes ingleses, al influir en el movimiento germano,
fueron traducidos como Rosencreutz26. El movimiento, tal
cual lo concibió Dee, intentaba la unión de todas las religio-
nes; sin embargo, en Alemania adquirió un vivo tono anti-
católico y, más precisamente, antijesuíta.
Para los rosacruces la magia fue un factor dominante en
la interpretación cósmica, cuya actuación en el mundo terres-
tre y celestial era determinante. Gracias a la magia se podía
conjurar a los ángeles, quienes se comunicaban constantemen-
te con los seres humanos. Unida a la magia estaba la alqui-
mia, que no aludía a la transformación de los metales en
oro, sino que simbólicamente era el proceso de purificación
e iluminación espiritual. Así los seres — como los metales —
podían transformar su origen y naturaleza y devenir más no-
bles y virtuosos. La alquimia iluminaba entonces lo que había
estado oculto en la naturaleza al descubrir las virtudes escon-
didas. Pero para los rosacruces este proceso de iluminación no
terminaba con la realización del ser sino que tenía fronteras
universales. Era todo un plan general de reforma científica,
artística y religiosa. Ellos creían que el mundo, cercano a su
desaparición, tenía que recibir una nueva iluminación me-
** FRANCÉS YATES, The Occult Phüosophy in the Elizabethan Age, pág. 89.
a
FRANCÉS YATES, The Rosicruáan Enlightement, pág. 221.

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diante la difusión del desarrollo del conocimiento alcanzado


antes del Renacimiento. Luego la iluminación aspirada era
interna y externa. La interna o espiritual le revelaba al hom-
bre nuevas posibilidades, le enseñaba a descubrir su dignidad
y valor dentro del esquema divino 26 .
Los emblemas del movimiento Rosa Cruz, las rosas, la
cruz, las alas, aluden a la iluminación y ascensión del alma
hacia lo divino. Estos emblemas son los símbolos reiterativos
que inician y cierran De sobremesa y están también referidos
a la purificación del alma de José Fernández. Las rosas y la
cruz aparecen primero mencionados por la abuela de José
Fernández, antes de morir, cuando pide por su salvación
(pág. 48). A partir de este momento los símbolos surgirán
unidos a la imagen de Helena y a los vértigos de Fernández.
El primer vértigo lo sufre al ver que Helena desde el balcón
de su habitación "levantó la mano derecha [... ] trazando
con ella lentamente una cruz en la sombra" mientras le arro-
jaba a él con la izquierda un ramo de rosas "blanco como
una paloma" (pág. 89). De ahora en adelante aparecerán en
la vida de José Fernández estos signos aunados a otros más: la
mariposita blanca vista por primera vez en el camafeo de
Helena la noche que se conocieron (pág. 86).
José Fernández sufre tres vértigos y en dos de ellos estos
símbolos surgen como un mandato de lo invisible. Desde el
primero, descrito arriba, Helena, el ser angelical, será el "hilo
de luz, conductor que habría de [guiarlo] por entre las ne-
gruras de la vida" (pág. 101). Los símbolos surgen nueva-
mente después de una contingencia de tres meses, cuando
Fernández casi sucumbe ante la bella inglesa Costanza (pág.
99). En el último vértigo, los mismos símbolos descubren a
Fernández la tumba de Helena en el cementerio (pág. 205).
Estos símbolos no aparecen en el segundo vértigo de Fernán-
dez que se produce a la misma hora de la muerte de Helena.
Las rosas blancas y la mariposa alada, que son los em-
blemas rosacruces de la iluminación y ascensión del alma, se
transformarán en "ramillos negros" y en "moscas muertas"

" Ibid., pág. 232.

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de "inertes alitas" después de las relaciones de Fernández con


Nelly y las otras tres mujeres. El negro, uno de los colores
alquímicos para representar las fuerzas latentes, la culpa, la
materia, está siempre unido al protagonista.
El estrecho contacto con los ángeles o con los seres espi-
rituales es una nota connotativa de los rosacruces. Es en las
esferas angélicas donde se logra la fusión de todas las religio-
nes y son los ángeles quienes iluminan las actividades inte-
lectuales del hombre 27 . En De sobremesa, Helena, criatura de
pureza y de luz (pág. 84), es una visión angelical (pág. 121)
que José Fernández llama con "una fórmula evocatoria" (pág.
91). Ser sobrenatural y asexual como los querubines (pág. 92),
"incontaminada por la atmósfera de la tierra" (pág. 92), es
también la encargada de iluminar las actividades espirituales
e intelectuales de José Fernández.
Por último, quiero mencionar que la iluminación, tal
cual la entendían los rosacruces, aludiendo a la transforma-
ción del ser así como también a la reforma de la cultura y
civilización, se cristaliza en De sobremesa en el plan de Fer-
nández. Este plan, gestado después de conocer a Helena, as-
pira a una renovación total de su país: política, económica,
social, cultural y artística. Proyecto que se realizaría mediante
un "milagro de transformación" (pág. 68) que resulta ser un
proceso alquímico de iluminación cultural. Mediante este plan
José Fernández pretende convertir el oro de sus minas para
costear "los estudios" de "sabios" e "ingenieros" (pág. 64),
quienes recorrerán el país ascultando sus posibilidades de desa-
rrollo. Él mismo regresará a su tierra y recorrerá las provin-
cias una a una "indagando sus necesidades, estudiando los
cultivos adecuados al suelo, las vías de comunicación posibles, las
riquezas naturales, la índole de los habitantes, todo esto acom-
pañado de un cuerpo de ingenieros y de sabios" (pág. 61).
Quizás lo más sorprendente de este plan sea la visión
edénica de la naturaleza presentada a la manera de la Silva
a la agricultura de la zona tórrida de Bello. Visión paradi-
síaca de los frutos y riquezas de la tierra (pág. 65) que re-

Ibid., pág. 223.

THESAURUS. Tomo XL. Núm. 2 (1985). Gioconda MARÚN. De sobremesa: el vértigo ...
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trotrae al segundo manifiesto rosacruz, Confessio. Aquí la


reforma general semeja un milenarismo, especie de paraíso
que Dios concederá antes del fin del mundo 28 , retorno a la
época dorada de Adán que derramará luz y verdad.
La filosofía oculta en De sobremesa intenta bucear en la
otra realidad "de la cual se asoman y miran los ojos de som-
bra del misterio" (pág. 206). La indagación en una época en
donde la ciencia suprime en los hombres "el sentido del mis-
terio" (pág. 40) y los dioses han muerto (pág. 186), de nin-
guna manera anula el ansia de creer de José Fernández, sino
que es una búsqueda de una creencia en un paisaje desvastado
por el positivismo y la razón. La vuelta al universo rítmico
y analógico oculto, en donde el poeta percibe, oye y siente el
concierto y la armonía de los mundos, le permite superar la
fragmentación de sus creencias. Sin embargo la presencia de
la filosofía oculta en De sobremesa no desplaza al cristianis-
mo 2 9 sino que al integrarlo en creencias más vastas y anti-
guas le permite a José Fernández penetrar en los más
profundos niveles de la experiencia religiosa. Niveles en don-
de se funden todas las religiones en una, intento que los ma-
nifiestos rosacruces realizan en las esferas angélicas.
GIOCONDA MARÚN
Fordham University.

«RESURRECCIÓN» Y «EL TRIUNFO DE LA VIDA»


DOS NOVELAS MODERNISTAS
DE J O S É M A R Í A R I V A S GROOT

Según Octavio Paz, "el modernismo fue la necesaria res-


puesta contradictoria al vacío espiritual creado por la crítica
a
lbid., pág. 57.
** En el siglo XVII en Alemania los rosacruces leen con particular interés La
imitación de Cristo de THOMAS KEMPIS (libro de lectura de José Asunción Silva),
pues encuentran en la piedad cristiana la explicación final del misterio macro-
microcósmico, concepto básico para la armonía del mundo de la filosofía Rosa Cruz,
que considera al hombre como un microcosmos o modelo del mundo (F. YATES,
The Rosicrucian Enli¡htement, págs. 93, 95 y 120).

THESAURUS. Tomo XL. Núm. 2 (1985). Gioconda MARÚN. De sobremesa: el vértigo ...

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