Carta Canta
Carta Canta
Carta Canta
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En el presente trabajo utilizo la quinta edición de lar Tradiciones Peruanas
publicada por la Editorial Aguilar (Madrid, 1964). En las citas, tras la indicación del
título, indicaré la serie, luego el nombre de la tradición y, finalmente, el número de
página que corresponde.
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Compton 21), en los escritos del padre José de Acosta, sobre todo en la
basado.
29 del Libro IX. Y puesto que existe una gran similitud entre lo escrito por
histórica” (111).
texto uno distinto del de Garcilaso. Cambios que por cierto, creo, no se
principal cambio que aporta Palma en esta tradición, es que con ella
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peruanas.
obra.
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En el artículo “Los nombres del Inca Garcilaso: definición e identidad”, Francisco
Solano estudia las posibles motivaciones que pudieron inducir al Inca para cambiar
—a lo largo de sus setentiséis años— su nombre en varias ocasiones: Gómez Suárez
de Figueroa hasta los veinticinco; Gómez Suárez de la Vega por unos meses y
Garcilaso de la Vega hasta el día de su muerte.
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haré una breve pausa para observar con mayor atención lo postulado en
ambos textos.
Sin embargo, en este caso, más que remitirme a esa clasificación —que
Aunque a veces puede parecer que hay una coincidencia entre ambos,
que:
White que,
discourse:
subrayado mío)
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En el presente trabajo utilizo la edición de Ángel Rosenblat, (actualmente la mejor
edición moderna de esta obra del Inca): Comentarios reales de los Incas (Buenos
Aires: EMECE editores, 1943), e Historia general del Perú (Buenos Aires: EMECE
editores, 1944). En las citas, tras la indicación de “Primera parte” o “Segunda parte”
(que usaré para la Historia general del Perú), indicaré el “Libro”, luego el “Capítulo” y,
finalmente, el número de página que corresponde.
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para que sin temor diga la gran fertilidad que aquella tierra
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Según Víctor Frankl, el tópico de “lo visto y lo vivido” es uno de los cinco tipos de
verdad histórica que tuvieron auge con los cronistas de las indias.
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oportuno recurrir a los Comentarios. Dice Garcilaso que los indios, al ver
que ellos havían de hazer” (Primera Parte, Libro IX, Capítulo 17, 255,
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Considero que discutir sobre las posibles motivaciones que pudieron conducir a que
Palma ocultase su verdadera fuente, sería incurrir en el peligroso terreno de las
especulaciones.
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Perú” (Primera parte, Libro IX, Capítulo 29, 273); Palma pondrá “cuando
201).
Don García Hurtado de Mendoza, según Palma. Tal vez, es posible que
indios.
por Cuzco) y el nombre del dueño de los bueyes (Don Antonio Solar por
entonces, a decir de Garcilaso, quienes araban las tierras eran los indios.
sino a una multitud que asombrados acudían a ver cómo sólo tres bueyes
que se hace una inmediata comparación con las máquinas de vapor que
progreso.
semillas que le fueron traídas a Don Antonio Solar junto con las yuntas,
con el fin de demostrar que los indios estaban aptos para recibir la fe
jamás usa en tal personaje. Aunque tal vez parezca nimia la diferencia,
y es que un vezino de aquella Era don Antonio Solar, por los años
hombre noble, tenía una heredad Reyes. Aunque no estuvo entre los
los Reyes. . . (Primera parte, Libro Cajamarca, llegó a tiempo para que
En lo que se refiere a la historia en sí, conviene prestar atención a cómo empieza el conflicto:
la costumbre dellos, con una carta. dándoles una carta para el patrón.
indios.
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Lo que sigue en las dos versiones, es la decisión de comer el fruto escondiendo la carta para
que no los vea. Lo distinto está en que en Palma recién aquí se expresa el conflicto. En cambio, en
Garcilaso, la observación del indio se presenta como una solución lógica y natural ante un problema
sencillo.
paredón, y como no nos vea comer, que he dado con la manera de que
parte, Libro IX, Capítulo 29, 276) caso? Escondamos la carta detrás
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Tal vez resulte aventurado, lo admito, decir que probablemente, Garcilaso, tan
propenso a fabular historias con trasfondo providencialista, quiso presentar a través
de esta breve anécdota su posición respecto al principal fruto proveniente de España:
La fe cristiana. Después de todo, cabe recordar que en sus Comentarios, él
argumenta que el indio, sacado de la bestialidad gracias a los incas, estaba apto para
recibir la fe verdadera. Es más, incluso llega a sostener que estuvieron a punto de
conocer al verdadero Dios. Pero, lamentablemente, tal conocimiento, por propias
manos y sin la presencia de la Iglesia, resulta imposible.
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cambio, son las letras —“los signos convencionales”— las que cumplen
qué eran letras, entendían que las convencionales, sino espíritus, que
como espías que también dezían lo al otro mitayo, pues sin decir
que veían por el camino; y por esto palabra, puso la carta tras la tapia,
Al momento de comer el segundo melón con el fin de encubrir la primera falta, Palma casi
transcribe a Garcilaso:
otro mayor, que se comieron otro carta tras otra tapia, para dar
indios el caballero español semeja bastante al trato de un padre ante sus hijos en falta. Totalmente
distinta es la propuesta de Palma. Allí el patrón está molesto, grita, insulta, juzga y condena.
que esta carta dize que os dieron obsequiarles los primeros melones
canta”, 204)
del Inca, y tiene indios y tierras como el padre de Garcilaso los tuvo. Es
indios. Papel que por cierto, para Palma significa muy poco. Él se
El final es lo que mejor delata la intencionalidad de cada uno de ellos. Mientras que por un
lado Garcilaso culmina haciendo que ambos indios reconozcan la grandeza de los españoles; Palma, por
Salieron diziendo que con mucha Y los pobre indios, después de bien
Libro IX, Capítulo 29, 276) Alcanzó a oírlos don Antonio, y les
gritó:
carta canta.
Por tal razón resulta importante la distinción inicial que hice entre
distinción entre ambos puede resultar difusa. Del primero se conocen sus
ingenio y valor— de cuya falta se les acusaba” (“El sujeto colonial...” 65).
respuesta, parece ser otro. Y parece ser otro, porque de los Comentarios
vez más de uno pueda percibir que no estuvo de acuerdo en cómo ésta
paterna. Cosa que no ocurre con Palma. Él por su parte ha heredado las
sucesivos golpes militares. Por otro lado, cabe anotar, que la endeble
los fines argumentativos del autor, que el indio enunciador sea el sujeto
Aquí es bueno retomar una vez más a Rolena Adorno que nos recuerda
como ella misma dice en otro artículo, el concepto de el otro presenta dos
problemas:
Sin duda, para él, lo son tanto los indios como Antonio Solar. Pero,
la tradición. Estos no son los típicos mitayos referidos por los cronistas.
Debe tenerse presente que estos (los indios) eran presentados como
Palma, por el contrario, los indios lucen acriollados, semejando más los
al indio Inca? Tal vez: “Por ser español no sabía la lengua tan bien como
yo, que soy indio Inca” (Primera parte, Libro II, Capítulo 2, 66, subrayado
mío).
Plan divino que a Palma, por cierto, tiene sin cuidado. Su posición
linaje inca, sigue siendo indio. De ahí que no utilice la palabra mestizo
para calificarse. Y por eso, la única vez que alude a esa su condición
proyecto.
sólo es indio porque su madre fue inca, sino porque, además, nació en
este territorio (su patria), llamado Indias11 por los españoles. Aún más, él
alguna al construir su historia. Nace en las Indias, hijo de una mujer que
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La confusión de Colón originó que se llamase Indias a este territorio.
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vez, en estas tierras, como hijo de un hombre que, como noble español
160).
ambos textos no ha sido del todo completa. En todo caso, este es apenas
difíciles de afrontar.
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OBRAS CITADAS
Acosta, José de. Historia natural y moral de las indias en que se tratan de
Durand, José. “El nombre de los Comentarios Reales”. Revista del Museo
1943.
1964.
1995):371-383.
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