Sabotaje
Sabotaje
Sabotaje
SABOTAJE
«Se ha cumplido el tiempo —decía—. El reino de Dios está cerca.
¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!»
Marcos 1:15
Uno de mis autores favoritos es C. S. Lewis. Nacido en Irlanda del Norte en 1898, Clive
Staples Lewis fue profesor de literatura en Oxford y Cambridge, uno de los mas grandes
escritores cristianos del siglo XX, y uno de los mejores teólogos contemporáneos, famoso por
su serie de libros Las crónicas de Narnia y autor de uno de mis libros de cabecera,
Cristianismo puro y simple, publicado originalmente en 1952. En este libro, en el que relata a
la sociedad académica e intelectual de Londres los motivos de su conversión al cristianismo,
Lewis hace la siguiente declaración: “Un territorio ocupado por el enemigo, –así es este
mundo. El cristianismo es la historia de cómo el rey por derecho desembarco disfrazado en su
tierra y nos llama a participar en una gran campaña de sabotaje” .
Jesús es el rey legítimo, aquel que tiene autoridad y legitimidad para gobernar el mundo Pero
es un rey que llega disfrazado, que llega como niño a Belén de Judea y crece en una familia
pobre en la ciudad de Nazareth en Galilea. El Rey de reyes, Señor de los señores, crecía de
incógnito. Al cumplir los 30 años, comienza a llamar a sus discípulos, anunciando que el
tiempo del reino de Dios ha llegado; el reino de Dios esta cerca.
El lenguaje de Jesús no se refiere a cronología. Cuando Jesús dice que “el reino de Dios está
cerca”, no se refiere al tiempo de aquí a una semana, un mes o un año. La afirmación “el reino
de Dios ha llegado” significa que él está aquí, cerca de nosotros, al alcance de nuestras manos.
Jesús es el portador del reino. La llegada de Jesús es también la llegada del reino de Dios.
El reino de Dios implica el reinado de Dios, el dominio de Dios sobre su creación, el tiempo
cuando la voluntad de Dios comenzará a hacerse en la tierra como es hecho en el cielo. Por
esta razón, el anuncio de la llegada del reino de Dios requiere arrepentimiento. Jesús esta
invitando a sus discípulos diciendo: “El reino de Dios ha llegado, el reino de Dios
comenzó, el Rey legítimo y verdadero de ese reino está aquí. Ahora ya no vives mas para hacer
tu propia voluntad, sino para someterte a la voluntad de ese Rey. Ven a ser parte del reino de
Dios”.
Jesús, por lo tanto, no nos esta llamando al cielo después de nuestra muerte. Jesús nos llama
al reino de Dios ahora, mientras aún estamos vivos. El llamado de Jesús exige la consagración
inmediata de todo lo que tenemos y todo lo que somos. Más que eso, la participación en el
reino de Dios implica la consagración de nuestros reinos personales y particulares al Rey
Jesús. Aquí y ahora.
AMEN.