Entomologia
Entomologia
Entomologia
ENTOMOLOGÍA FORENSE
La necesidad de conocer el intervalo de tiempo que ha transcurrido desde la
defunción de un individuo es una prioridad cuando se investiga un homicidio o
una muerte que se dio en circunstancias desconocidas o sospechosas. El obtener
información oportuna y fiable es vital para incriminar o exonerar a las partes
involucradas, de ahí deriva la importancia de la interpretación de la entomofauna 255
asociada al cadáver, la cual puede ser ignorada por las autoridades que no la
consideran como parte de la evidencia.
Hay centenares de especies de artrópodos que son atraídos por los cadáveres
entre los cuales se encuentran dípteros, coleópteros, isópodos y nematodos, sin
dejar de lado sus estados inmaduros; estos organismos pueden usar el cuerpo
como fuente de alimento directa o para sus estados inmaduros después de la
eclosión, como refugio o como lugar para la reproducción ya sea sobre o dentro
de éste, todo esto dependiendo de sus preferencias o del estado de descom-
posición del cuerpo. Debido a que los artrópodos se encuentran ampliamente
distribuidos y poco tiempo después de la muerte llegan al cuerpo, son útiles
para determinar las circunstancias, lugar y tiempo desde el fallecimiento.
Mégnin estima en 8 días la duración necesaria para el nacimiento de las
larvas; Balthazard afirma haber visto con frecuencia producirse tal nacimiento
en la estación calurosa en menos de 48 horas y hasta en 24; añadiremos que
las sarcófagas depositan en el cadáver larvas ya vivientes que comienzan inme-
diatamente su cometido.
Al cabo de una decena de días la larva ha alcanzado su completo desarrollo, por
lo menos cuando la temperatura es propicia, saliendo entonces del cadáver, inmo-
vilizándose y rodeándose de una concha quitinosa para transformarse en ninfa.
Después de la incubación que puede durar 6-30 días, según las condiciones
atmosféricas, el insecto perfecto sale de su pupa y muy presto siembra nueva-
mente en el cadáver, si las generaciones precedentes no han consumido todas
las partes blandas; alejándose de él, al contrario, si estas partes blandas han sido
transformadas por la putrefacción en adipocira o en sustancia caseosa.
El ciclo completo del insecto puede alcanzar un mes aproximadamente. Még-
nin remonta la muerte a un mes, cuando encuentra pupas vacías en un cadáver.
Balthazard indica que este ciclo puede operarse en una quincena de días en la
estación cálida para las moscas azules y verdes, desde el momento de la puesta
de los huevos hasta el instante en el que el insecto perfecto sale de la pupa.
Todos estos dípteros descritos se encuentran en cantidad considerable en
los cadáveres abandonados al aire libre durante la estación calurosa, fuera de
las habitaciones, en estado de insecto adulto, de larva o de ninfa; en un periodo
más adelantado de la putrefacción no se encuentran más que las pupas vacías.
Si los cadáveres han permanecido en una habitación, son sembrados casi ex-
clusivamente por la Calliphora vomitoria, más excepcionalmente por la Lucilia
caesar, si las ventanas han permanecido abiertas.
No hay moscas más que durante la estación calurosa, desde la primavera
hasta principios de invierno; cuando llegan los primeros fríos, las ninfas, que
no han terminado aún su evolución, sucumben; algunas hembras fecundadas
se esconden en agujeros, donde pasan el invierno, adormecidas, y producen en
la primavera siguiente las primeras generaciones de larvas y moscas.
Se podría afirmar que, si existen en un cadáver vestigios de dípteros, la muer-
te ha ocurrido después de marzo y antes de noviembre; pero ha de tenerse en
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cuenta la mosca azul, que permanece a veces en las casas durante el invierno
y que puede sembrar el cadáver de un sujeto que ha sucumbido fuera de la
estación calurosa.
Si bien las especies descritas anteriormente son las que más frecuentemente
se encuentran en los cadáveres, no son las únicas de los cuatro géneros estudia-
dos, encontrándose también la Sarcophaga arvensis y la Sarcophaga laticrus.
El Dermestes lardarius, gran destructor de las carnes saladas y de las pieles,
cuya talla es de 7 mm, reconocible por 3 puntos negros en la mitad anterior de
los élitros, de color rubio claro; su larva tiene 10 mm de longitud y presenta
anillos de un castaño rojizo provistos de largos pelos.
Otras 2 especies de Dermestes frecuentan también los cadáveres: el Dermestes
frischi, completamente negro y de 7 mm de longitud, y el Dermestes undulatus,
que presenta algunas manchas grises en los élitros y tiene 6 mm de longitud.
La Aglossa pinguinalis pertenece a la familia de las piralas, pequeñas ma-
riposas parecidas a las polillas. Las larvas son blancas, cilíndricas, con anillos
abultados, con 3 pares de patas anteriores escamosas y cinco pares de patas
posteriores membranosas; ponen los huevos en julio.
La Piophila petasionis es una mosca pequeña de 4 mm de longitud, análoga
a las que depositan sus huevos en el queso. Su larva es característica por su
progresión a salto de trucha, bien conocida en el gusano del queso.
La Anthomyia vicina, es un díptero de cuerpo más alargado que el de las
moscas, de 5 mm de longitud, de costumbres rurales. Su larva presenta prolon-
gaciones estiliformes, simples o ramosas, lo mismo que sus pupas.
El Corynetes coeruleus mide 3 mm de longitud, es muy brillante y de un her-
moso color azul de acero. El Corynetes ruficolis posee un coselete encarnado.
2. Segunda cuadrilla. Actúa tan pronto como se hace sentir en el aire libre el
olor cadavérico. Sus componentes son moscas Lucilia y Sarcophaga.
3. Tercera cuadrilla. Interviene 3-6 meses después de la muerte, atraída por
las grasas fermentadas (fermentación butírica). La componen coleópteros
(Dermestes) y lepidópteros (Aglossa).
4. Cuarta cuadrilla. Es atraída por la fermentación caseica o albuminoidea
y se compone de moscas (Anthomia y Pyophila casei) y de coleópteros
(Corynetes).
5. Quinta cuadrilla. La atrae la fermentación amoniacal. Se compone de dípteros
de los géneros Tyreophora, Lonchea, Ophyra y Phora, de coleópteros de la fa-
milia de los sílfidos, y de los géneros Necrophora, Silpha, Hister y Saprinus.
6. Sexta cuadrilla. Absorbe el resto de los humores líquidos dejados por las
anteriores cuadrillas, con lo que se desecan y hasta momifican las partes
orgánicas que aún resistían. Son todos acarianos de los géneros Uropoda,
Trachinotus, etc.
7. Séptima cuadrilla. Aparece cuando ya sólo quedan restos momificados que
258 no dan pábulo a los agentes fermentativos; los obreros de esta cuadrilla
son los mismos que roen los vestidos, tapices, pieles, etc. Son coleópteros
(Dermestes, Attagenes y Anthrenes) y lepidópteros (Aglossa y Tineola).
8. Octava cuadrilla. La componen tan sólo dos especies de insectos que hacen
desaparecer los restos que dejaron los demás: Tenebrio y Ptinus.
Según Mégnin concurren a la desaparición del cadáver las distintas especies
de insectos de una manera sucesiva, siguiendo un orden cronológico. Consti-
tuyen 4 periodos:
1. El primer periodo dura alrededor de 3-4 meses. Se caracteriza por la
presencia de larvas de dípteros: Curtonevra, Sarcophaga, Lucilia y Sar-
cophaga. Por lo demás, de un modo general, cuando faltan los dípteros
de este grupo en un cadáver, se puede deducir que en el momento de la
muerte no había moscas, es decir, que ha ocurrido en invierno, de octubre
a marzo (1ª y 2ª cuadrillas).
2. El segundo periodo dura otros 3-4 meses, se encuentran en el cadáver los
coleópteros del género Dermestes y los lepidópteros del género Aglossa
(3ª cuadrilla).
3. El tercer periodo dura 4-8 meses. El cadáver aparece convertido en una
papilla negruzca, líquida o semilíquida, de olor que recuerda al del queso
podrido. Se aprecian en él larvas de dípteros, como los Phora y Anthomia,
y coleópteros, como los Silpha, Hister y Saprinus (4ª y 5ª cuadrillas).
4. El cuarto periodo dura 6-12 meses. En los restos del cadáver, reducido
casi a polvo, aparecen acarianos, tales como los Uropoda, Trachynotus,
Anthrenes, e insectos como Tenebrio y Ptinus (6ª, 7ª y 8ª cuadrillas).
Según Simonin, cuando un cadáver se descompone al aire libre son nume-
rosos los insectos necrófagos que se suceden a medida que la descomposición
TIEMPO
OBSERVACIONES HECHAS SOBRE EL CADÁVER POSTMORTEM
MÍNIMO
Minutos
Horas
Coagulación de la sangre.
1 3/4 Confluencia de las livideces en el cuello.
1-2 Sensible enfriamiento de pies, manos y cara.
La pupila no se contrae más que por la acción de la eserina.
2
Licuefacción de las cápsulas suprarrenales.
261
2-4 La rigidez aparece en la articulación temporomaxilar.
4 La pupila no se dilata por la acción de la atropina.
4-5 Enfriamiento sensible de la piel.
6-8 Extensión de la rigidez a toda la musculatura esquelética.
8 La rigidez interrumpida artificialmente no se reproduce más.
(continúa)
(continuación)
TIEMPO
OBSERVACIONES HECHAS SOBRE EL CADÁVER POSTMORTEM
MÍNIMO
Horas
36 Principia la desaparición de la rigidez.
Comienza la desaparición del líquido cefalorraquídeo. Globos oculares blandos;
48 midriasis.
Mancha verde abdominal; turgencias venosas superficiales.
Días
Resolución completa de la rigidez (antes si la temperatura es elevada).
3-4
Excepcional presencia de capullos de insectos.
6 Presencia precoz de capullos.
7-8 Presencia precoz de capullos vacíos.
8 Cadáver completamente verdoso.
Plazo habitual para encontrar crisálidas (grandes variaciones según la tem-
10-14
262 peratura exterior).
12 Mancha verde abdominal (en tiempo frío).
15 Flictenas; hinchazón generalizada. Aparición de putrescina y cadaverina.
17 Momificación precoz posible.
Meses
1-2 Inicio de la transformación en adipocira del tejido grasoso subcutáneo.
2-4 Fin de esta transformación.
1-6 Fauna sarcofaguiana (lucilias y sarcófagas).
3-9 Fauna dermestiana (dermestes).
3 Principio de la transformación de los músculos en adipocira.
6 Transformación en adipocira de los músculos faciales superficiales.
10 Fauna corinetiana (corynetes).
Años
1 Transformación en adipocira de los músculos faciales profundos.
2-3 Faunas silfiana y acariana.
2-4 Aparición de hongos en la tumba.
3-4 Desaparición de partes blandas en la tumba.
5 Desaparición de tendones y cartílagos.
5-10 Desaparición de los lípidos del hueso.
10-15 Iniciación de la alteración de la estructura ósea.
50 Las superficies óseas se vuelven porosas.
a b 1 c 2
3 d e 4 f 5
263
6 7
g x 30
8 g x 30
9
g 10 h 11 i 12
1er y 2º periodos: Calliphora (1), gran mosca azul de la carne, cuya larva (a) se nutre de carne;
el capullo quitinoso (b) encierra la ninfa; 3er periodo: insectos cuyas larvas se nutren de grasa
de cadáver o adipocira; Dermestes tardarius (2) y su larva (c); Aglossa pinguinalis (3) o polilla
de la grasa; 4º periodo: insectos que se nutren de productos procedentes de la fermentación
caseosa: Piophila petasionis (4), su larva (d) (verde del queso) y el capullo conteniendo la ninfa
(e); Corynetes ruficollis (5) y su larva (f); 5º periodo: el Necrophorus fossor (6) y la larva de
la Phora aterrina (7) devora las materias proteicas putrefactas; 6º periodo: Acariens, que se
nutren de los últimos humores; Uropoda nummularia (8), Glyciphagus cursor (9); 7º periodo:
Anthremus museorum (10), cuya larva (g) ataca todas las materias orgánicas desecadas; 8º
periodo: Tenebrio obscurus (11) y su larva (h), que se nutre de todos los residuos orgánicos
restantes. Rhizophagus parallelocollis (12), coleópteros de los cementerios, cuya larva (i) […].