Arbitraje Internacional P
Arbitraje Internacional P
Arbitraje Internacional P
Sala de Casación Civil 2020 Sala de Casación Civil 2021 Sala de Casación Civil 2022
Dirección General
Nubia Cristina Salas Salas
Relatora de la Sala de Casación Civil
Análisis y titulación
Nubia Cristina Salas Salas
Relatora de la Sala de Casación Civil
Compilación y edición
Fallong Foschini
Oficial Mayor
Relatoría Sala de Casación Civil
• Índice temático
• Reseña de las providencias
• Índice alfabético
RECONOCIMIENTO DE LAUDO
La parte solicitante presentó copia del laudo que fue emitido por un tribunal
arbitral presidido por la señora Melanie van Leeuwen, que funcionó bajo el
reglamento de la Corte de Arbitraje Internacional de Londres (London Court of
International Arbitration), y tuvo su sede en la capital del Reino Unido. Como el
laudo está redactado en idioma inglés, AAL Group Ltd. aportó junto con su
demanda una copia traducida al castellano, observando las pautas del artículo 251
del CGP. La controversia resuelta por el tribunal arbitral versó sobre las secuelas
patrimoniales de la terminación del contrato para el arrendamiento de helicópteros
MI-171 de AAL Group Limited -como arrendador- a Vertical de Aviación S.A.S., en
calidad de arrendatario para el alquiler de operaciones aéreas en Colombia. Esta
disputa, según la ley nacional, tiene que ver con asuntos netamente económicos,
susceptibles de libre disposición, de manera que podría ser sometida al escrutinio
de la justicia arbitral, conforme a las leyes nacionales. No existen razones que
permitan inferir que el reconocimiento pudiera amenazar o lesionar el orden
público internacional de Colombia, entendiéndose por tal los valores y principios
básicos o fundamentales en que se inspiran las instituciones jurídicas del
ordenamiento patrio, según la sentencia SC8453-2016. Artículo 112 ley 1563 de
2012. (SC4111-2021; 15/10/2021)
Proferido por el Tribunal Arbitral del Deporte con sede en Lausanne (Suiza), en
torno al incumplimiento de contratos de representación comercial del futbolista
colombiano Teófilo Antonio Gutiérrez Roncancio. Orden público nacional e
internacional: la resolución del pleito estuvo precedida de un procedimiento en el
cual intervinieron ambos contendientes, permitiéndoseles ejercer, activamente, sus
derechos de contradicción y defensa y gravitando la decisión de mérito, como ya se
anotó, en diferencias patrimoniales que fueron solucionadas de manera armónica
con nuestra legislación, conminando al contratante incumplido a honrar los
Con fundamento en la causal del numeral 1°, literal d) del artículo 108 de la Ley
1563 de 2012, respecto a la designación de un árbitro no internacional en el
proceso arbitral. Desestimación del recurso en tanto que la autoridad arbitral tuvo
en cuenta lo consignado en la cláusula compromisoria, lo preceptuado en
Reglamento de Arbitraje Internacional de la Cámara de Comercio de Medellín y
debido a que la interesada no invocó -de manera oportuna- la supuesta ausencia
de competencia del citado juzgador. La designación del árbitro estuvo reglamentada
en su integridad por la cláusula compromisoria, la cual nada contenía sobre la
calidad del árbitro. Aunque la libre autonomía de las partes es el principio rector
Que formula Puerto Brisa S.A. frente al laudo arbitral proferido por el Centro de
Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá, en el proceso de
arbitraje internacional que promueve Bedeschi America Inc. contra la opugnadora,
con soporte en las causales previstas en los literales c) y d) del numeral 1º del
artículo 108 de la Ley 1563 de 2012. Las circunstancias que se esgrimen no logran
estructurar ninguna de las causales de anulación invocadas y, por el contrario,
denotan la velada intención de recomponer el resultado desfavorable de una
controversia ya definida por el Tribunal Arbitral Internacional, cuyas conclusiones
jurídicas y probatorias son intangibles para la Corte. 1) aparente extralimitación
del panel arbitral al abordar de manera oficiosa el «análisis de la naturaleza del
contrato suscrito» y cambiar la «tipología» de dicho «contrato de obra en la
modalidad llave en mano», sin contar con la anuencia de «las partes habilitantes
del Tribunal» y olvidando que su competencia se restringía a la verificación del
«cumplimiento o incumplimiento de las obligaciones contractuales emanadas del
acuerdo entre las partes, así como el reconocimiento de los pagos por los
incumplimientos y sus respectivos intereses de mora, mismos que debían ser
SC4111-2021
ASUNTO:
Solicitud de reconocimiento de laudo arbitral extranjero elevada por AAL Group Ltd. La Sala reconoce
el laudo.
Fuente Formal:
Artículos 62, 111 inciso 2º, 112, 113, 115, 116 ley 1563 de 2012.
Ley 39 de 1990.
Fuente Jurisprudencial:
1) Las únicas causas que pueden dar lugar a la negación del reconocimiento de la sentencia arbitral,
[son] congregándolas en dos grupos, según provengan de la actividad desplegada por la parte afectada
con la sentencia, al demostrar la falta de convenio o cláusula compromisoria o vicios de forma en la
integración del tribunal de arbitramento; o, emanen de la decisión que en tal sentido profiera la
autoridad competente del país donde se pide el reconocimiento (…)”: sentencia del 20 de noviembre
de 1992, Gaceta Judicial 2458, tesis reiterada en SC 27 de julio de 2011, expediente 2007-01956-
00.
3) Del mismo modo, que, haya una vulneración de las garantías constitucionales de las partes, se
violenten intereses políticos, sociales o económicos del Estado: SC 7 de septiembre de 2016.
5) Estos laudos, por regla general se edifican sobre la base de acuerdos y tratados mercantiles,
respecto de los cuales, la jurisprudencia de esta Corporación: SC7 de septiembre de 2016. Expediente
No. 2014-02737-00.
8) No compete a esta Corte revisar las normas sustanciales que abrigan una decisión para que
coincidan de manera exacta con las colombianas porque ello significaría que para efectos del
reconocimiento todas las normas deberían ser literalmente iguales a las colombianas, inspiradas en
los mismos principios de nuestra nacionalidad, lo cual de paso traduciría que la Corte irracionalmente
desconocería la soberanía y autodeterminación de otros Estados para otorgarse sus propias leyes,
generando una intromisión política indebida: SC 7 de septiembre de 2016.
9) La exigencia de que el laudo en discusión no contraríe ni atente contra las leyes de orden público
nacional e internacional, como ya se dijo, se refiere a la búsqueda de la defensa de los principios
esenciales “en los que está cimentado el esquema institucional e ideológico del Estado”: SC 27 de
octubre de 2015, rad. 2013-01527-00, reiterando SC-17371-2014.
10) “Cuando una ley extranjera o la sentencia que la aplica, se basan en principios no solo diferentes,
sino contrarios a las instituciones fundamentales del país en que aquellas pretenden aplicarse, los
jueces del Estado pueden, excepcionalmente, negarse a aplicar la ley o el fallo extranjero que se aparta
de esa comunidad de principios (…). Es decir, que la noción de orden público se evidencia en asuntos
de esta índole como un mecanismo de defensa de las instituciones patrias impidiendo la grave
perturbación que significaría la aplicación de una decisión de un juez o tribunal extranjero que socava
11) Los hechos que dieron lugar a su existencia y las consecuencias que se plasmaron en la decisión,
no constituyen una violación grave del ordenamiento jurídico colombiano; por el contrario, existen
acciones legales perseguidas por el laudo arbitral, más concretamente en el artículo 1546 del Código
Civil, el cual establece que en los contratos bilaterales existe la condición resolutoria en caso de
incumplimiento por parte de un contratante.
12) La parte podría pedir, a su arbitrio, la resolución del contrato o el cumplimiento forzoso del
mismo, con la debida indemnización de perjuicios, de acuerdo a la argumentado en las súplicas de
las partes. Por estos motivos, el laudo que se busca sea reconocido reúne los requisitos exigidos por
el Estatuto Arbitral.
ASUNTO:
Solicitud de reconocimiento de la Empresa Broadgrain Commodities Inc., con sede en Toronto,
Canadá, respecto del laudo proferido el 20 de mayo de 2019 por el Tribunal de la Asociación de
Granos y Piensos de Inglaterra, dentro del proceso promovido por la peticionaria contra
Surtiabarrotes Internacional S.A.S., con sede en Barranquilla, Colombia. Las partes involucradas en
esta controversia, Bradgrain Commodities Inc. y Surituabarrotes S.A.S., suscribieron dos contratos
destinados a “la compraventa de lenteja canadiense verde tipo laird”; el primero, con nomenclatura
No. 704154, suscrito el 26 de febrero de 2018 y cuyo objeto fue la venta de 300 toneladas del producto;
y, el segundo, por la misma cantidad, con nomenclatura No. 704216, el 18 de abril del 2018. Las
partes acordaron, en tales negocios, que, en caso de un litigio, se someterían a la jurisdicción y a las
reglas de la asociación GAFTA 125. Broadgrain presentó solicitud de inicio de arbitraje contra
Surtiabarrotes. Dentro del trámite, Broadgrain interpuso demanda arbitral contra Surtiabarrotes,
pretendiendo que se ordene el pago de (i) ciento once mil trescientos dólares ($111.300 USD), por
concepto de daños ocasionados por el incumplimiento de los citados contratos; (ii) quince mil
doscientos treinta y cinco dólares con sesenta y cinco centavos ($15.235,65 USD), por diferencia en
cambio; (iii) intereses de mora sobre las cifras descritas; y (iv) los costos asociados al arbitraje. El
Tribunal emitió laudo en el que dispuso que los compradores pagaran a los vendedores, de manera
inmediata, el monto de USD$111.300 por concepto de daños por el incumplimiento de ambos
contratos, junto con los intereses correspondientes, a una tasa del 3% anual compuesto cada tres
meses, desde el 17 de agosto de 2018 hasta la fecha de pago. Se radicó, ante esta Corporación,
demanda de reconocimiento de laudo arbitral para darle validez en Colombia e igualmente, se adjuntó
copia del libelo, sus anexos, junto con un disco compacto para los respectivos traslados. La Sala
concede el reconocimiento al laudo arbitral internacional.
Fuente Formal:
Artículos 68 inciso 2º, 69, 72, 91, 92, 107, 108, 109 Ley 1563 de 2012.
Artículo 108 numeral 1º literal c) de la Ley 1563 de 2012.
Artículo 116 inciso 4º CPo.
Artículo 1º ley 315 de 1996.
Artículos 38, 40 ley 153 de 1887.
Artículo 108 numeral 1°, literales a), b), c) y d) ley 1563 de 2012.
Artículo 108 numeral 1º literal b) CGP.
Artículo V de la Convención sobre el Reconocimiento y Ejecución de las Sentencias Arbitrales
Extranjeras suscrita en Nueva York el 10 de junio de 1958.
Fuente Jurisprudencial:
1) No se trata, pues, de un recurso para revisar o replantear lo que ya fue objeto de decisión mediante
arbitramento, como en tal caso, entre otras cosas, muy fácil quedaría desnaturalizar la teleología de
acudir a ese tipo de administración de justicia. Si tal se permitiese, ciertamente en nada habrían
avanzado las partes (…). Por el contrario, las causales de anulación del laudo miran es el aspecto
procedimental del arbitraje, y están inspiradas porque los más preciados derechos de los litigantes no
hayan resultado conculcados por la desviación procesal del arbitramento”. (Sentencia 13 de junio de
1990). Posteriormente señalo: “Por esta vía no es factible revisar las cuestiones de fondo, que contenga
el laudo ni menos aún las apreciaciones críticas, lógicas o históricas en que se funda en el campo de la
prueba, sino que su cometido es el de controlar el razonable desenvolvimiento de la instancia arbitral”:
SC de 21 de feb. de 1996, Rad. 5340, SC5677-2018.
2) En lo atinente al primer evento, esta Sala ha dicho que «ante esa competencia delegada que tienen
los árbitros, estos únicamente están llamados a pronunciarse en relación con las especificas materias
que de forma indubitable quisieron las partes sustraer de la jurisdicción ordinaria, y que sean
susceptibles de ser resueltas por medio de arbitraje, motivo por el cual, se podrá anular el laudo
cuando el tribunal de arbitramento decide sobre aspectos no comprendidos en el pacto arbitral; de
tal manera que la configuración o no de dicha causal se determina a partir de una comparación
objetiva entre el contenido del acuerdo arbitral y el objeto de la controversia definida por los árbitros,
amen que cualquier otra consideración implicaría una intervención inadmisible al aspecto sustancial,
que le está vedada al juez de la anulación»: SC5677-2018.
3) En cuanto a que el laudo rebasó lo dispuesto por los contrincantes en el «acuerdo de arbitraje»,
esta Corporación ha dicho que «hace referencia a un exceso en la decisión arbitral, esto es, que los
árbitros resuelven parcialmente por fuera de lo autorizado en el pacto, evento en el cual la valoración
de su configuración o no debe realizarse con idéntico rigor que en el anterior, pero como bien lo
autoriza el propio ordenamiento ‘si las disposiciones del laudo que se refieren a las cuestiones
sometidas al arbitraje pueden separarse de las que no lo están, solo se podrán anular estas últimas’,
permitiendo de esta forma que se mantengan incólumes aquellas determinaciones que sí estuvieron
ajustadas a los precisos senderos convenidos en el pacto arbitral»: SC5677-2018.
4) Adicionalmente, «para determinar el alcance del pacto deberá acudirse a las reglas de interpretación
del negocio jurídico, así como al principio pro-arbitraje, teniendo en cuenta su amplitud o limitación,
al igual que la remisión que hagan las partes a las reglas que han de gobernarlos»: SC5677-2018.
6) «Constituye una exteriorización más del ejercicio de la autonomía de la voluntad, que permite a las
partes convenir libremente el procedimiento al que deberán ajustarse los árbitros en todas sus
actuaciones, ya sea a partir de criterios particulares como son; número y forma de designación y
calidad de los árbitros y su forma de reemplazarlos de ser necesario, idioma que se utilizará en las
actuaciones, aportación de pruebas, práctica de audiencias términos, entre otros, sin que en todo
7) Si es el juzgador quien fija el dechado del pleito, la Corte ha considerado que «los árbitros dirigirán
el arbitraje del modo que consideren apropiado, sin que les resulte forzoso acudir a las normas
procesales que rigen en la sede del arbitraje, salvo que las partes hayan pactado una ley procesal
diferente, pero haciendo efectiva la garantía ius fundamental al debido proceso, atendiendo para ello
los parámetros que en general prevé la ley para el ejercicio de la función arbitral, acorde con las
facultades que se reconocen en los convenios internacionales avalados por Colombia»: SC5677-2018.
8) «Se tiene entonces, que la causal de anulación referida en el literal d) del citado artículo 108 se
puede configurar, cuando el tribunal desatiende injustificadamente aquellas pautas de procedimiento
fijadas por las partes, bien por definición directa o por remisión a un reglamento arbitral, siempre
que la omisión recaiga sobre todo el trámite y no de una actuación determinada, o que con ello se
haya vulnerado el derecho de contradicción y defensa y, pese a ser puesto en conocimiento del
tribunal por el afectado, no se hubieran adoptado las medidas para superar la vulneración, caso
contrario, si estas no hacen manifestación alguna en relación con la mecánica procesal, no habrá
lugar a cuestionamientos posteriores. También se configura cuando sin que medie autorización
expresa de las partes para que se profiera un fallo en equidad, el tribunal procede así, dejando de
aplicar las normas que aquellos acordaron para la definición del caso»: SC5677-2018.
9) El mandato 69 del actual estatuto morigeró la necesidad de esta formalidad, al otorgar efectos
jurídicos a cualquier acto inequívoco de sometimiento a este mecanismo de solución de controversias,
al margen de su forma de expresión. (d) Doctrinariamente se exige que el pacto arbitral sea preciso,
de suerte que no haya vacíos o contradicciones que lo hagan inaplicable, porque en este caso deberá
rehusarse la eficacia de la estipulación por su patología. Los demás defectos son superables en virtud
del principio pro-arbitraje, que obliga a preferir la interpretación que favorezca la validez de este
mecanismo y de prevalencia a la intención de las partes de sustraer la controversia de la justicia
estatal»: SC001-2019.
10) No obstante, a través de este mecanismo extraordinario se puede atacar las omisiones en que
incurre el fallador en cuanto a las pruebas desde el punto de vista formal, es decir, «en lo que hace a
la exclusión injustificada, o incorporación irregular, falta de contradicción, entre otras, y siempre que
se trate de una prueba que resulte relevante para definir el sentido de la decisión, puesto que tal
proceder trasgrede la garantía ius fundamental, que habilita el reclamo a través del recurso de
anulación, teniendo el recurrente la carga argumentativa de demostrar la evidente trasgresión de las
reglas procesales en detrimento de sus garantías» (Ibídem); y (iv) además, el yerro probatorio «debe
tener una incidencia directa en la decisión, sin que pueda, entonces, predicarse vulneración al debido
proceso por la mera discrepancia que pueda existir en materia de ‘interpretaciones normativas y las
apreciaciones probatorias en las decisiones judiciales, por ser ello de competencia de los jueces’ (CSJ
STC de 21 de julio de 1995, exp. N° 2397)»: SC001-2019.
11) «(…) la lectura del artículo 116 de la Constitución invita por igual a enfatizar en ambas notas,
pues al principio de habilitación, en cuya virtud los árbitros ejercen transitoriamente la función de
administrar justicia, en tanto en un caso determinado las partes los han autorizado para ello, se aúna
13) Para abreviar, a partir del 12 de julio de 2012 el arbitramento se considera internacional de
manera objetiva, con independencia de la estipulación de las partes sobre la materia (…)»: SC001-
2019.
ASUNTO:
Recurso de anulación formulado por la sociedad española Pestana Inversiones S.L. frente al laudo
arbitral internacional de 22 de marzo de 2017, aclarado mediante providencia de 13 de junio del
mismo año, promovido ante el Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá,
por las compañías colombianas Sar1 S.A.S., Sar2 S.A.S., Sar3 S.A.S., Sar4 S.A.S., contra la
recurrente, quien reconvino frente a estas y la sociedad Sarasti & Cia. S.A.S. Pestana Inversiones S.L.
solicitó la anulación del laudo, junto con la providencia adicional aclaratoria del mismo, mediante el
cual se le impuso condena en favor de las convocantes, con ocasión del contrato de administración
hotelera suscrito entre las partes. Causales: 1) Invalidez del laudo porque versa sobre una
controversia no prevista en el acuerdo de arbitraje o contiene decisiones que exceden los términos de
este, con fundamento en la causal contemplada en el literal c) del numeral 1º del artículo 108 de la Ley
1563 de 2012. 2) Invalidez del laudo porque el procedimiento que culminó con su expedición no se ajustó
al acuerdo entre las partes, con sustento en el motivo previsto en el literal d) del numeral 1º del artículo
108 del estatuto arbitral. 3) Nulidad del laudo porque «el pacto arbitral que dio origen al proceso no es
válido para que se adelante, con base en este, un proceso arbitral de naturaleza internacional», con
fundamento en la causal prevista en el literal a) del numeral 1º del artículo 108 de la Ley 1563 de
2012. 4) Invalidez del laudo porque la «transformación del proceso de un arbitraje nacional a uno
internacional vulneró los derechos de defensa y al debido proceso de Pestana», con base en el literal b)
del numeral 1º del artículo 108 de la Ley 1563 de 2012. La Sala declara infundado el recurso.
SC5615-2021
Fuente Formal:
Artículos 111, 112, 114 ley 1563 de 2012.
Artículo 292 CGP.
Artículo V Convención sobre el Reconocimiento y la Ejecución de las Sentencias Arbitrales
Extranjeras», suscrita en Nueva York el 19 de junio de 1958.
Artículo 5º literal b, numeral 2º Convención de Nueva York
Fuente Jurisprudencial:
1) Sobre la transición al Estatuto Procesal General vigente –Ley 1564 de 2012-, la Corte afirmó que
«Tal situación no cambia con la aplicación del Código General del Proceso a las solicitudes de
reconocimiento presentadas desde el 1° de enero del año en curso, porque el artículo 605 de dicha
compilación normativa establece que la homologación de laudos arbitrales proferidos en el extranjero
«se someterá a las normas que regulan la materia», es decir, remitió a la reglamentación especial
contenida en la Ley 1563 de 2012, que según su artículo 119 «regula íntegramente la materia de
arbitraje», y que excluye la aplicación de las disposiciones legales sobre exequátur que rigen para las
sentencias proferidas por órganos judiciales de otras naciones, las cuales, en ese estatuto,
corresponden a los artículos 605 a 607»: SC877-2018.
2) «El concepto de “orden público” que en el foro nacional tiene la virtualidad de enervar el
reconocimiento o la ejecución de un “laudo extranjero”, hecho bajo el amparo de la aludida
ASUNTO:
Solicitud de reconocimiento de laudo arbitral presentada por la Sociedad Mercantil Cubana
Importadora y Exportadora de Productos Médicos –Medicuba S.A., respecto de la decisión final
proferida por la Corte Cubana de Arbitraje Comercial Internacional -el 31 de enero de 2014 y el
proveído aclaratorio del 16 de abril siguiente-. La Sala reconoce el laudo.
SC2606-2022
Fuente Formal:
Artículo 113 ley 1563 de 2012
Artículo 111 numerales 1º, 2º ley 1563 de 2012.
Artículo 112 literal a) ley 1563 de 2012.
Artículo 108 literal c) ley 1563 de 2012.
Artículo 112 ordinal iii ley 1563 de 2012.
Artículo 112 literal b) ordinal i ley 1563 de 2012.
Artículo 112 literal b) ordinal ii ley 1563 de 2012.
Artículo 59 inciso 1º ley 1563 de 2012.
2) [E]l concepto de “orden público” que en el foro nacional tiene la virtualidad de enervar el
reconocimiento o la ejecución de un “laudo extranjero”, hecho bajo el amparo de la aludida
Convención de Nueva York, se limita a los principios básicos o fundamentales de las instituciones, a
lo cual servirían de ilustración: la prohibición del ejercicio abusivo de los derechos, la buena fe, la
imparcialidad del tribunal arbitral y el respeto al debido proceso. Por lo tanto, en principio, el
desconocimiento de una norma imperativa propia del “foro” del juez del exequátur, per se, no conlleva
un ataque al mencionado instituto, lo será, si ello trae como consecuencia el resquebrajamiento de
garantías de linaje superior, como las antes enunciadas: SC 27 jul. 2011, rad. 2007-01956-00,
reiterada en SC5615-2021.
ASUNTO:
Solicitud de reconocimiento del laudo proferido el 10 de marzo de 2017 por el Tribunal Arbitral del
Deporte con sede en Lausanne (Suiza), en el juicio n.º CAS 2015/O/4265 que el aquí peticionario y
Eurodata S.A. Marketing Sportivo e Culturale le adelantaron a Teófilo Antonio Gutiérrez Roncancio,
por medio del cual se dirimió el pleito por incumplimiento contractual, en torno a «una demanda de
pago basada en [un vínculo] de agencia entre las partes, relacionada con los contratos de empleo
firmados por el jugador con el Atlético River Plate y con el Sporting Clube de Portugal el 3 de agosto
de 2013 y el 18 de julio de 2015, respectivamente». Se concede la petición.
M. PONENTE : HILDA GONZÁLEZ NEIRA
NÚMERO DE PROCESO : 11001-02-03-000-2019-04242-00
PROCEDENCIA : Tribunal Arbitral del Deporte con sede en Lausanne (Suiza).
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
NÚMERO DE LA PROVIDENCIA : SC2606-2022
CLASE DE ACTUACIÓN : RECONOCIMIENTO DE LAUDO ARBITRAL
FECHA : 17/08/2022
DECISIÓN : CONCEDE
Fuente Formal:
Artículos 68 inciso 2º, 91, 92, 101, 107 Ley 1563 de 2012.
Artículo 108 numeral 1°, literal d) Ley 1563 de 2012.
Artículo 192 Reglamento de Arbitraje Internacional de la Cámara de Comercio de Medellín.
Fuente Jurisprudencial:
1) El arbitramento es un mecanismo alternativo de resolución de conflictos, autorizado por la
Constitución Nacional, mediante el cual las partes de una controversia, en ejercicio de la autonomía
de la voluntad, confían su decisión a unos particulares, que adquieren el carácter de árbitros y
administran justicia en esa específica disputa, a través de un procedimiento preestablecido y en única
instancia que finaliza con el laudo, cuya obligatoriedad han aceptado de antemano, sus efectos hacen
tránsito a cosa juzgada y es susceptible de ser atacado a través del recurso de anulación, y contra la
sentencia que decide este y el mismo laudo, el de revisión, medios impugnativos que por su carácter
extraordinario no permiten reexaminarlo integralmente, sino por las causales previstas taxativamente
en la ley: SC 11 de septiembre de 2012, exp. T. N°. 01862-00.
2) Posteriormente señaló: “Por esta vía no es factible revisar las cuestiones de fondo, que contenga el
laudo ni menos aún las apreciaciones críticas, lógicas o históricas en que se funda en el campo de la
prueba, sino que su cometido es el de controlar el razonable desenvolvimiento de la instancia arbitral:
SC 21 de febrero de 1996, Rad. 5340.
4) Siguiendo el precedente de esta Corporación, que la causal de anulación referida en el literal d) del
artículo 108 de la Ley Arbitral (1563 de 2012), se configura cuando el tribunal arbitral desatiende sin
justificación alguna aquellas pautas de procedimiento fijadas por las partes en la cláusula
compromisoria (o por remisión, en caso así dispuesto por ellas), de tal forma que la omisión recaiga
sobre todo el trámite arbitral y no sobre una actuación determinada: SC 19 de diciembre de 2018,
número de radicación: 2017-03480-00.
5) La prosperidad de la causal prevista en el literal d), artículo 108 de la Ley 1563 de 2012 se
estructura cuando el tribunal desatiende injustificadamente aquellas pautas de procedimiento fijadas
por las partes bien por definición directa o por remisión a un reglamento arbitral, siempre que la
omisión recaiga sobre todo el trámite y no de una actuación determinada, o que con ello se haya
vulnerado – el derecho de contradicción y defensa- y, pese a ser puesto en conocimiento del Tribunal
por el afectado, no se hubieran adoptado las medidas para superar la vulneración, caso contrario, si
estas no hacen manifestación alguna con la mecánica procesal, no habrá lugares a cuestionamientos
posteriores: SC 19 de diciembre de 2018, Rad. No. 20170348000.
ASUNTO:
Fuente Formal:
Artículos 3º parágrafo, 41, 68 inciso 2º, 96, 92 inciso 2º, 104 numeral 2º ley 1563 de 2012.
Artículo 62 literal a) inciso 4º, inciso 2º ley 1563 de 2012.
Artículos 109 numeral 4º, 110 inciso 2º ley 1563 de 2012.
Artículo 365 numeral 8º CGP.
Artículo 116 CPo.
Artículo 108 numeral 1°, literales a), b), c) y d) ley 1563 de 2012.
Artículos 107 inciso 1º, 109 numeral 1º ley 1563 de 2012.
Fuente Jurisprudencial:
1) Ha precisado esta Corporación, que “la intervención judicial en el arbitraje internacional está
acotada a las precisas materias definidas por el legislador, quien consagró excepcionales
instrumentos de intervención y de apoyo, tendientes a remediar defectos garrafales o facilitar el
ejercicio de las atribuciones de los juzgadores temporales, como claramente lo prescribe el artículo
67 de la Ley 1563 de 2012”: SC001-2019.
2) “La decisión arbitral es el resultado de la actividad jurisdiccional que dirime el pleito con carácter
definitivo, obligatorio y con efectos de cosa juzgada, y en ese orden, cobijada con el principio de
inmodificabilidad de las decisiones judiciales, en virtud de la competencia delegada asignada los
árbitros por los contratantes, quedando así sometida la controversia a lo que estos definan”: SC5677-
2018.
3) “La Corte, con el propósito de establecer la naturaleza del recurso de anulación, señaló que su
procedencia ‘está restringida en gran medida y de manera particular, porque sólo es dable alegar a
través de él las precisas causales que taxativamente enumera la ley, con lo que es bastante para
destacar que se trata de un recurso limitado y dispositivo. Su naturaleza jurídica especial así
advertida, sube más de punto si se observa que a través de dichas causales no es posible obtener,
stricto sensu, que la cuestión material dirimida por los árbitros pueda ser reexaminada (…). No se
trata, pues, de un recurso para revisar o replantear lo que ya fue objeto de decisión mediante
arbitramento, como que, en tal caso, entre otras cosas, muy difícil quedaría desnaturalizar la
teleología de acudir a ese tipo de administración de justicia. Si tal se permitiese, ciertamente en nada
habrían avanzado las partes. Por el contrario, las causales de anulación del laudo miran es el aspecto
procedimental del arbitraje, y están inspiradas porque los más preciados derechos de los litigantes
no hayan resultado conculcados por la desviación procesal del arbitramento’ (sent. rev. de 13 de junio
de 1990, G.J. T. CC pág. 284, reiterada en sentencias de revisión de 20 de junio de 1991, G.J. CCVIII,
pág. 513; 21 de febrero de 1996, G.J. T. CCXL, pág. 242; y 13 de agosto de 1998, G.J. T. CCLV, pág.
372)”: SC4766-2014.
6) “El recurso extraordinario de anulación es el medio idóneo para que el juez verifique la adecuación
del laudo a los parámetros constitucionales respecto a las causales que están enfocadas en la
valoración del derecho al debido proceso por posibles errores in procedendo”: SU-033 de 2018,
reiterada en sentencia T-354/19.
7) No obstante, al obrar en sintonía con lo que la doctrina autorizada viene pregonando, en reciente
oportunidad acotó la Sala que, excepcionalmente, “con fundamento en los numerales 1 -literal a)- y
2 -literal b)- del artículo 108 de la ley 1563, será posible que el juzgador extraordinario se adentre en
tópicos materiales, lo cual podrá hacer para determinar la validez del pacto arbitral o para
salvaguardar el orden público internacional de Colombia, sin que por esta senda pueda evaluar la
corrección del fallo proferido”: SC001-2019.
8) “El trámite del recurso de anulación habrá de surtirse con soporte en la normativa del país sede
del arbitraje, en razón del principio de territorialidad, como se reconoce en la Ley Modelo de la
CNUDMI, que sirvió de base para la regulación local del arbitraje internacional, pero ello deberá
hacerse atendiendo los principios generales que en la materia han demarcado los convenios
internacionales, de forma particular la convención de New York de 1958, que impone a los Estados
contratantes reconocer la autoridad de la sentencia arbitral”: SC5677-2018.
9) Artículo 108 numeral 1º literal a) ley 1563 de 2012: “(…) según la ley 1563, deberá tenerse en
cuenta la estipulación de derecho aplicable, pues existe libertad de los contratantes para su
determinación. En ausencia de convención, el sistema normativo residual será el nacional, compuesto
por las disposiciones especiales sobre la materia, así como el régimen general de obligaciones y
contratos, a saber: … “(d) Doctrinariamente se exige que el pacto arbitral sea preciso, de suerte que
no haya vacíos o contradicciones que lo hagan inaplicable, porque en este caso deberá rehusarse la
eficacia de la estipulación por su patología. Los demás defectos son superables en virtud del principio
pro-arbitraje, que obliga a preferir la interpretación que favorezca la validez de este mecanismo y de
prevalencia a la intención de las partes de sustraer la controversia de la justicia estatal”: SC001-
2019.
10) Artículo 108 numeral 1) literal b): El rechazo injustificado de pruebas pertinentes y útiles, la
celebración de audiencias o diligencias en fechas distintas a las programadas, o no notificar oportuna
11) Artículo 108 numeral 1º literal c): El primero, que el laudo trate una controversia no prevista en
el acuerdo de arbitraje, frente al cual, ha dicho la Sala, se determina “a partir de una comparación
objetiva entre el contenido de [dicho convenio] y el objeto de la controversia definida por los árbitros,
amen que cualquier otra consideración implicaría una intervención inadmisible al aspecto sustancial,
que le está vedada al juez de la anulación”: SC5677-2018.
12) Artículo 108 numeral 1º literal c): Por lo demás, la Corte ha sostenido que no es válido denunciar
la “falta de congruencia de la decisión del laudo para con lo planteado en la demanda y esta puntual
deficiencia”, pues este motivo de invalidación “se ocupa de conferir efecto invalidante tan sólo a la
discordancia entre la materia del veredicto del Tribunal y el ámbito de la controversia que las partes
plasmaron como la confiada al equivalente jurisdiccional”, esto es, deben acreditarse “circunstancias
indicativas de resolución por parte del Tribunal de un litigio ajeno a la cláusula compromisoria”:
SC5207-2017.
13) Por lo demás, la Corte ha sostenido que no es válido denunciar la “falta de congruencia de la
decisión del laudo para con lo planteado en la demanda y esta puntual deficiencia”, pues este motivo
de invalidación “se ocupa de conferir efecto invalidante tan sólo a la discordancia entre la materia del
veredicto del Tribunal y el ámbito de la controversia que las partes plasmaron como la confiada al
equivalente jurisdiccional”, esto es, deben acreditarse “circunstancias indicativas de resolución por
parte del Tribunal de un litigio ajeno a la cláusula compromisoria”: SC5207-2017.
14) Por último, cabe recordar que “para determinar el alcance del pacto deberá acudirse a las reglas
de interpretación del negocio jurídico, así como al principio pro-arbitraje, teniendo en cuenta su
amplitud o limitación, al igual que la remisión que hagan las partes a las reglas que han de
gobernarlos”: SC5677-2018.
15) Artículo 108 numeral 1º literal d): En ese sentido, la Sala ha expresado que dicho motivo se puede
configurar: i) “cuando el tribunal desatiende injustificadamente aquellas pautas de procedimiento
fijadas por las partes, bien por definición directa o por remisión a un reglamento arbitral, siempre
que la omisión recaiga sobre todo el trámite y no de una actuación determinada, o que con ello se
haya vulnerado el derecho de contradicción y defensa y, pese a ser puesto en conocimiento del
tribunal por el afectado, no se hubieran adoptado las medidas para superar la vulneración, caso
contrario, si estas no hacen manifestación alguna en relación con la mecánica procesal, no habrá
lugar a cuestionamientos posteriores”, y ii) “cuando sin que medie autorización expresa de las partes
para que se profiera un fallo en equidad, el tribunal procede así, dejando de aplicar las normas que
aquellos acordaron para la definición del caso”: SC5207-2017.
16) “c. La noción de ‘orden público’ en el ‘derecho Internacional Privado’, concuerda con el criterio de
la doctrina, al señalar, que es diferente a la concebida en áreas como el ‘Constitucional’ y el ‘Privado
Interno’, pues en el ámbito de aquel, en el evento de llegar a contrariar principios fundamentales del
ordenamiento jurídico, se erige como una excepción a la aplicación de la ley extranjera cuando se
demanda el ‘reconocimiento y ejecución de un fallo foráneo…’: sentencia del 27 de julio de 2011.
18) “Dentro de la categoría de ‘orden público internacional sustantivo’ se encontrarían los principios
de ‘no abuso de los derechos’, ‘buena fe’, ‘fuerza obligatoria del contrato’, ‘prohibición de
discriminación y expropiación sin indemnización’ y ‘prohibición de actividades contrarias a las
buenas costumbres, como la proscripción de la piratería, el terrorismo, el genocidio, la esclavitud, el
contrabando, el tráfico de drogas y la pedofilia’. “Y en la de ‘orden público internacional procesal’ se
incluyen las garantías fundamentales que permitan asegurar la defensa y un juicio ecuánime, como
el derecho a recibir una adecuada notificación, una oportunidad razonable de defensa, igualdad entre
las partes y un procedimiento justo ante un juzgador imparcial”: SC8453-2016.
19) En materia de arbitraje el orden público internacional de Colombia puede comprender, entre otros
aspectos, “las conductas relacionadas con el ejercicio abusivo de los derechos, transgresiones
manifiestas a los postulados de la buena fe y de la imparcialidad del tribunal arbitral, así como
irregularidades violatorias del debido proceso, debiéndose considerar para la procedencia de este
último supuesto en el ámbito del arbitraje internacional, que no se haya producido la ‘renuncia al
derecho de objetar’ a que se refiere el artículo 66 ibídem”: SC5677-2018.
20) “la hermenéutica del contrato es un tema de juzgamiento exclusivo de la jurisdicción originaria
de los árbitros y que, por lo mismo, tal materia escapa por completo a la competencia que recibió con
ocasión del recurso de anulación”: SC de 28 de marzo de 2008.
22) “[e]ste entendimiento, distante de la interpretación con mayor aceptación -que clama porque la
causal se aplique tanto al desconocimiento de los límites del pacto arbitral, como a la resolución de
asuntos que no fueron planteados por las partes en sus intervenciones principales-, ha sido prohijada
por esta corporación como forma de resguardar el carácter excepcional de las causales de anulación
y de dar prevalencia al principio pro-arbitraje”, ello debido a que “la anulación sólo es procedente
cuando el laudo se adentre en tópicos ajenos al acuerdo arbitral, según el tenor literal de la ley 1563,
23) En definitiva, si bien el laudo opugnado excedió los términos de lo pretendido en el numeral 2 de
la segunda pretensión de condena del libelo inicial reformado, lo cierto es que no desconoció los
asuntos a que se refiere el convenio arbitral estipulado en el anexo No. 1 del contrato APT, por lo que
será dable aplicar aquella regla según la cual “deberá darse prevalencia al arbitraje y rehusar la
anulación del laudo”: SC001-2019.
24) Integran el orden público internacional el principio de buena fe y los estándares que salvaguardan
un mínimo de moralidad en la sociedad: SC de 7 de septiembre de 2016, por lo que prácticas de
“ingeniería fiscal” destinadas a evitar el pago de impuestos en el domicilio de alguno de los
contratantes o en la plaza destinada para el cumplimiento de alguna de las obligaciones pactadas,
son indudablemente censurables desde la perspectiva del “orden público internacional”.
25) La buena fe, ha dicho insistentemente la Corte, impone “la observancia irrestricta de unas reglas
de proceder conforme a la rectitud, honestidad, probidad” y que, por el contrario, “asumir prácticas
distintas a lo éticamente establecido en un momento y lugar determinado por cada grupo social, es
desconocer tal principio”: SC de 24 de enero de 2011, Rad. 2011-00457-01.
26) Precisamente, para evitar lo descrito, ha surgido en los ordenamientos jurídicos la regla o criterio
conocida como la “doctrina de los actos propios” -venire contra factum proprium non valet -, conforme
a la cual, “En virtud de la buena fe objetiva existe el deber de comportarse en forma coherente, de tal
manera que una persona no puede contradecir injustificadamente sus conductas anteriores
relevantes y eficaces, particularmente cuando con ellas se haya generado una confianza razonable en
los otros en el sentido de que dicho comportamiento se mantendrá –expectativa legítima-, deber cuyo
incumplimiento o desatención puede dar origen a consecuencias de diversa naturaleza, tales como la
inadmisibilidad o rechazo de la pretensión o excepción que tenga como fundamento el
comportamiento contradictorio, o, en su caso, la reparación de los daños causados por la infracción
del deber jurídico en esos términos asumido y por la vulneración de los intereses legítimos de aquel
cuya confianza se vio defraudada”: SC10326-2014.
Fuente Doctrinal:
Guía relativa a la Convención sobre el Reconocimiento y la Ejecución de las Sentencias Arbitrales
Extranjeras (Nueva York, 1958), Secretaría de la CNUDMI, Edición de la Guía de 2016, Pág. 48.
Publicada en https://newyorkconvention1958.org/pdf/guide/2016_NYCG_Spanish.pdf
ASUNTO:
Recurso de anulación interpuesto por MONÓMEROS COLOMBO VENEZOLANOS S.A. frente al laudo
internacional del 7 de diciembre de 2020, proferido por el Tribunal de Arbitramento adscrito al Centro
de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de Comercio de Barranquilla e integrado por los árbitros
Jorge Hernán Gil Echeverri, Hernando Herrera Mercado y Álvaro Isaza Upegui, dentro del proceso
arbitral que promovió Nextech Corp. contra la ahora impugnante. MONÓMEROS COLOMBO
VENEZOLANOS S.A. controlante de la sociedad “MONÓMEROS INTERNATIONAL LTD.”, siendo aquélla
manejada a su vez por la compañía “PETROQUÍMICA DE VENEZUELA S.A. – PEQUIVEN”; la primera
tiene su domicilio en Barranquilla, Colombia, la segunda en las Islas Vírgenes Británicas, y la tercera
en Caracas, Venezuela, formuló recurso de anulación contra el laudo extranjero referido, con
SC5679-2021
Fuente Jurisprudencial:
1) La legislación, «…excluyó (…) la posibilidad de que la anulación fuera utilizada como una instancia
adicional al trámite arbitral o que pudiera enarbolarse para criticar las decisiones sustanciales de los
árbitros, cuyos razonamientos resultan intangibles para la justicia ordinaria. La impugnación quedó
limitada, en esencia, a los asuntos procesales -errores in procedendo-, relativos al alcance del pacto
arbitral, debida notificación, derechos de defensa y contradicción, composición del tribunal y trámite
procesal. Así lo señaló esta Corporación: Por regla general, el recurso de anulación tiene por finalidad
proteger la garantía del debido proceso y, por consiguiente, su procedencia está demarcada por
causales asociadas a vicios de procedimiento … mas no de juzgamiento, lo cual impide el estudio o
análisis del asunto de fondo, o la valoración probatoria o los cuestionamientos respecto de los
razonamientos jurídicos expuestos por el tribunal arbitral para fundar la decisión (SC5207, 18 ab.
2017, rad. n.° 2016-01312-00)»: SC001-2019.
3) «La configuración o no de dicha causal se determina a partir de una comparación objetiva entre el
contenido del acuerdo arbitral y el objeto de la controversia definida por los árbitros, amen que
cualquier otra consideración implicaría una intervención inadmisible al aspecto sustancial, que le
está vedada al juez de la anulación»: SC5677-2018.
4) De esta forma, según lo ha dicho la Corte, «la anulación se abrirá paso cuando se pretermita el
trámite, incluida la conformación del tribunal, siempre que los yerros sean sustanciales, por subvertir
el procedimiento o afectar las garantías de los sujetos partícipes, en tanto las demás pifias deben
corregirse dentro de la actuación, amén de la flexibilidad que caracteriza este tipo de actuaciones:
SC001-2019.
ASUNTO:
Recurso de anulación interpuesto por Puerto Brisa S.A. frente al laudo arbitral proferido por el Centro
de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá, en el proceso de arbitraje
internacional promovido por Bedeschi America Inc. contra la opugnadora, que reconvino respecto a
dicha sociedad. Con soporte en las causales prevista en los literales c) y d) del numeral 1º del artículo
108 de la Ley 1563 de 2012, la opugnadora cuestionó al Tribunal por exceder los términos del pacto
arbitral al acometer en su sentencia el «análisis de la naturaleza del contrato suscrito», sin que mediara
solicitud o pretensión en tal sentido, ni en la demanda principal ni en la de reconvención, dado que
ambas partes coincidían en que se trataba de un «contrato de obra en la modalidad llave en mano» y
no de «múltiples quehaceres» como concluyeron los árbitros. Señaló que esa alteración oficiosa de la
«tipicidad del contrato» y la modificación de su «naturaleza», trajo consigo la violación del «debido
Reconocimiento de laudo
Recurso de anulación de laudo