MD.UnidadDidácticaGrupo(08)Esp.

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RESÚMENES

EDUCACIÓN INFANTIL

UNIDAD 16

LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESPACIOS Y DEL

TIEMPO. CRITERIOS PARA UNA ADECUADA
DISTRIBUCIÓN Y ORGANIZACIÓN ESPACIAL
Y TEMPORAL. RITMOS Y RUTINAS
COTIDIANAS. LA EVALUACIÓN DE LOS
ESPACIOS Y DEL TIEMPO
TD000798_16(01)
 RESUMEN UNIDAD 16

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ......................................................................................... 3 
1. ORGANIZACIÓN DE LOS ESPACIOS Y EL TIEMPO ................................. 5 
1.1. ORGANIZACIÓN DE LOS ESPACIOS .............................................................. 6 
1.2. ORGANIZACIÓN DEL TIEMPO ........................................................................ 7 
2. CRITERIOS PARA UNA ADECUADA DISTRIBUCIÓN Y
ORGANIZACIÓN ESPACIAL Y TEMPORAL ............................................. 8 
2.1. DISTRIBUCIÓN Y ORGANIZACIÓN DE ESPACIOS ......................................... 8 
2.2. DISTRIBUCIÓN Y ORIENTACIÓN DEL TIEMPO ........................................... 10 
3. RITMOS Y RUTINAS COTIDIANAS ....................................................... 11 
3.1. LA ALIMENTACIÓN ....................................................................................... 11 
3.2. EL CONTROL DE ESFÍNTERES DESDE EL PUNTO DE VISTA
EVOLUTIVO .................................................................................................... 12 
3.3. OTRAS RUTINAS ........................................................................................... 13 
4. LA EVALUACIÓN DE LOS ESPACIOS Y DEL TIEMPO ........................... 14 
4.1. EVALUACIÓN DE LOS ESPACIOS ................................................................. 14 
4.2. EVALUACIÓN DEL TIEMPO .......................................................................... 15 
CONCLUSIONES ...................................................................................... 17 
BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................... 19 

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 RESUMEN UNIDAD 16

INTRODUCCIÓN

El ámbito organizativo se refiere al conjunto de normas de actuación y disposi-

ción de todo tipo que sistematizan y rigen la vida del aula y que permiten la
creación de un clima, de una atmósfera psicológica positiva que hace posible el
trabajo, el aprendizaje y la convivencia fructífera y solidaria.

Entre los elementos, tiene especial interés el referido a la distribución del tiem-
po y espacio. Distintas investigaciones avalan la importancia de las interacciones
del sujeto con el contexto en el que está situado.

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 RESUMEN UNIDAD 16

1. ORGANIZACIÓN DE LOS ESPACIOS

Y EL TIEMPO

Es conveniente hacer una referencia a determinados modelos organizativos por

la influencia que, actualmente, los principios concebidos por ellos tienen.

 La Casa dei Bambini, de María Montessori. Para esta autora, la pre-

paración del ambiente es esencial. Para que el niño lo domine, todo
debe estar en orden y este orden se refleja tanto en el tiempo como en
el espacio. Por eso debe respetarse el lugar donde estén las cosas y el
orden de las actividades del día, marcando un horario que sirva de
orientación.

 Escuela materna de Rosa y Carolina Agazzi. Para ellas el horario y el

espacio se distribuyen teniendo en cuenta el hogar materno y, por ello,
las actividades se planifican con el fin de no interferir con el ritmo de la
familia.

 Lécole dÉrmitage, de Decroly. Su acción educativa se basa en pro-

porcionar al niño un ambiente adecuado, así como en estimular las ac-
tividades necesarias en orden a procurar una buena adaptación a los
ambientes en los que el niño deberá desenvolverse fuera de la escuela.

 Regio Emilia y la pedagogía de Loris Malaguzzi. Entre sus aportacio-

nes destaca la importancia del espacio ambiental descubierto como
lenguaje silencioso que puede sugerir ideas, socialización, propuestas y
bienestar.

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EDUCACIÓN INFANTIL

1.1. ORGANIZACIÓN DE LOS ESPACIOS

El espacio como escenario de acción-interacción debe adaptarse a las necesi-

dades y características de los niños y las niñas.

La organización de los espacios debe caracterizarse por las siguientes notas:

 Proporcionar un ambiente individualizado. Se concreta en aspectos

tales como que cada niño dispone de su cuna, cada niño tiene un cajón
para guardar sus cosas o los objetos de higiene están claramente dife-
renciados.

 Proporcionar un ambiente socializado. Este ambiente se reconoce

en aspectos como: la clase como lugar de encuentro para la totalidad
de los niños, salas de confluencia de los miembros de la comunidad
educativa o espacios para la confluencia de grupos reducidos.

 Proporcionar una atmósfera de comodidad y seguridad. Entre los

aspectos que configuran este ambiente destacan los suelos adaptados
a niños que aún no saben andar, colchonetas o condiciones apropiadas
de seguridad del edificio.

 Considerar a los niños con necesidades especiales. A tal efecto se

deben tener en cuenta la inexistencia de barreras arquitectónicas, ele-
mentos que faciliten los desplazamientos, materiales específicos para
niños con minusvalías sensoriales…

 Diversificar espacios. Algunas de las actividades que requieren espa-

cios diferenciados son aquellas a las que habitualmente se les suele
llamar rincones.

 Rincón de juego simbólico.

 Rincón de juego dramático.

 Rincón de construcciones.

 Rincón de expresión plástica.

 Rincón de experiencias.

 Rincón de actividades tranquilas.

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 RESUMEN UNIDAD 16

 Instalaciones adecuadas a los niños. El ambiente del aula debe per-

mitir la actividad autónoma, el libre desplazamiento, la accesibilidad al
material preciso y la resolución de necesidades. Para conseguirlo, un
centro de Educación Infantil debe contar con:

 Lugar de encuentro padres-niños-educadores.

 Diversas salas.

 Seminarios.

 Servicios (higiénicos, sanitarios, alimenticios).

 Patio exterior.

 Espacios para los apoyos al alumnado con necesidades específi-

cas de apoyo educativo.

1.2. ORGANIZACIÓN DEL TIEMPO

El tiempo escolar, al que podríamos definir como la oportunidad, ocasión para

la planificación y realización de las actividades educativas, constituye un pro-
blema organizativo de primer orden, y de su correcta planificación y precisión
dependerá la adquisición de los objetivos.

Debe cuidarse al máximo la planificación de la jornada escolar, que ha de consi-

derar las necesidades y peculiaridades de los niños y niñas, respetando tiempos
de actividad con tiempos de descanso, los de relaciones en grupo con los indivi-
duales.

Cada sujeto ha de disponer del tiempo necesario para crecer y desarrollarse, de

acuerdo con sus ritmos individuales. Así, en la planificación de las rutinas diarias
se deberían considerar diferentes fases:

 Toma de contacto en la entrada del centro.

 Preparación de las actividades.

 Desarrollo de las actividades.

 Tiempo para el recuerdo-simbolización.

 Recogida y ordenación de los materiales empleados.

 Tiempo de la despedida.

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EDUCACIÓN INFANTIL

2. CRITERIOS PARA UNA ADECUADA

DISTRIBUCIÓN Y ORGANIZACIÓN ESPACIAL
Y TEMPORAL

2.1. DISTRIBUCIÓN Y ORGANIZACIÓN DE ESPACIOS

Los criterios pedagógicos que deben tenerse en cuenta con respecto a la or-
ganización de una escuela infantil serían, según Gairin Sallan (1989):

 La adaptabilidad que se refiere a la posibilidad de que un edificio

pueda admitir cambios.

 La flexibilidad hace referencia a las posibilidades de variación de un

espacio, lo que supone conseguir espacios convertibles y moldeables.

 Variabilidad. Locales de distintas dimensiones permiten más posibili-

dades de agrupamiento y utilización del edificio.

 Polivalencia. Se refiere a que los distintos espacios tengan una varie-

dad de funciones.

 Comunicabilidad. La comunicación interna debe favorecer los despla-

zamientos de forma directa y fácil.

Además de estos criterios pedagógicos, deben tenerse en cuenta una serie de

variables físicas, como son la ubicación, la estructura, la distribución de espa-
cios, la iluminación y la ventilación.

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 RESUMEN UNIDAD 16

A pesar de la diversidad existente, sería interesante detenernos a analizar dos

formas de organización: por talleres y por rincones, por ser las más utilizadas
en la Educación Infantil.

La organización del aula por rincones supone una distribución espacial en la

que se adscriben determinadas zonas del aula o unas áreas o técnicas de traba-
jo concretas; así, existe el rincón de la literatura, de la plástica, del juego simbóli-
co, etc. En estos rincones o zonas se aglutina el material destinado a esos traba-
jos concretos. En ocasiones puede haber un cierto espacio donde los niños rea-
lizarán actividades relacionadas con esa área. Esta organización suele ir asocia-
da con fórmulas de educación personalizada y programación individual.

La organización por talleres es una modalidad más compleja, que suele afectar al
conjunto de la programación y supone una alternativa más distanciada de la clásica
división de contenidos y actividades de áreas. Se fundamenta en una concepción
basada en el activismo y afianza los aspectos prácticos y los trabajos en equipo.

Una vez hechas estas consideraciones, se podrían analizar los criterios de or-
ganización de los espacios. Estos serían:

 Se ha de potenciar la manipulación de objetos, el aprendizaje que im-

plique actividad mental por parte de los alumnos y alumnas.
 Se ha de organizar en torno a la primacía del pequeño grupo de juego,
que facilite la comunicación e interacción entre iguales.
 Es necesario ofrecer al niño diversas situaciones que impliquen la posi-
bilidad de elegir entre diversos materiales.
 Se ha de favorecer la integración de la diversidad con la propuesta de
actividades.
 Conviene aumentar las áreas positivas de hacer sobre las negativas de no
hacer, lo que implica un mayor número de interacciones entre iguales.
 Los niños y niñas han de participar en la toma de decisiones que de-
terminarán la disposición de las zonas de trabajo en el aula.
 Para decidir dónde situar las diferentes zonas de trabajo, tendremos en
cuenta las particularidades de cada una de ellas.
 Los límites entre una zona y otra deben estar más o menos definidos y
debemos procurar que no haya material o mobiliario innecesario.
 Si disponemos de un espacio claramente reducido, limitaremos el nú-
mero de zonas de trabajo con la finalidad de que todas sean útiles y
tengan el espacio y material suficiente.

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EDUCACIÓN INFANTIL

2.2. DISTRIBUCIÓN Y ORIENTACIÓN DEL TIEMPO

En la planificación temporal se tendrá en cuenta no solo los objetivos estableci-

dos, sino también los distintos criterios. Seguidamente analizamos cada uno de
ellos.

 Criterios psicopedagógicos.

 Las características psicoevolutivas de los niños. Como conse-

cuencia de ellas, el niño no solo tiene unas necesidades sino que
tiene una forma diferente de percibir el tiempo. Así, es necesario
alternar la realización de ejercicios individuales, los trabajos en
grupos reducidos y experiencias en gran grupo.

 Evitar la fatiga y favorecer la concentración. Los diferentes ti-

pos de actividades deben intercalarse de tal forma que se evite la
fatiga en los niños, escogiendo, además, los momentos más ade-
cuados del día para el desarrollo de cada actividad.

 Tener en cuenta el periodo de adaptación. Se debe contem-

plar un periodo de adaptación al comienzo del curso, con activi-
dades que se repiten a lo largo de todos los días de la semana.

 La diversidad. La organización temporal en infantil rompe el

molde de la rigidez, inflexibilidad, uniformación. Es necesario que
cada niño encuentre y tenga su tiempo para actuar y terminar lo
comenzado.

 Tener en cuenta sus ideas e intereses. Toda la organización tem-

poral debe dar cabida a las ideas que los niños irán planteando.

 Ser bidireccional. Es decir, el trabajo ha de estar repartido de

forma que exista un momento para cada ocupación y, al mismo
tiempo, debe dejarse un margen suficiente a la improvisación y
espontaneidad.

 Criterios climáticos.

 Estaciones del año.

 Ubicación del centro.

 Criterios culturales.

 Tradiciones y fiestas populares.

 Peculiaridades de la región, localidad, barrio…

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 RESUMEN UNIDAD 16

3. RITMOS Y RUTINAS COTIDIANAS

Entendemos por rutinas el hábito de hacer algo de forma mecánica, sistemática
y continua en el transcurso de los días.

Los hábitos o rutinas permiten a los niños fijar secuencias y modos de hacer,
que les otorgan gran seguridad y confianza en sí mismo y percibir pautas de
estructuración temporal.

La adquisición de autonomía progresiva en actividades cotidianas como la ali-

mentación, el sueño, el control de esfínteres, la limpieza, etc., tiene una extraor-
dinaria importancia para el niño en su etapa de desarrollo de cero a seis años.

3.1. LA ALIMENTACIÓN

La alimentación es un complejo proceso de desarrollo psicológico. Para Ajuria-

guerra significa al mismo tiempo alimentarse, saciar una necesidad, surtir placer
y relacionarse con los demás.

Lézine insiste en la necesidad de que el adulto respete los diferentes ritmos,

que el niño participe en su alimentación y en la conveniencia de una regularidad
y estabilidad en la actitud hacia la conducta alimenticia del niño y en relación
con él.

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EDUCACIÓN INFANTIL

En relación al horario, es necesario saber que el niño debe comer cada cuatro
horas. Así desayunará antes de ir a la escuela, a media mañana tomará algo
antes de salir al patio, almorzará a mediodía en casa o en la escuela, a media
tarde tomará una merienda y, por la noche tomará la cena.

En cuanto a los hábitos, debe procurarse que el niño adquiera los siguientes:

 Normas higiénicas y culturales que se cuidarán tanto en casa como en

la escuela.

 Lavarse las manos antes de cada comida.

 Los niños deben comer a su ritmo, con tranquilidad y masticando bien.

 Deben interesarse por preparar la mesa, secarla, limpiarla una vez que
han terminado, en cuanto su madurez se lo permita.

 Deben lavarse los dientes después de comer, a partir de los 2 años.

 Los niños se deben ir centrando en el acto de comer y en la relación

que establecen con los demás durante la alimentación.

 Se han de acostumbrar a terminar lo que les ponen en el plato, a co-

mer de todo y a masticar bien.

3.2. EL CONTROL DE ESFÍNTERES DESDE EL PUNTO

DE VISTA EVOLUTIVO

Para conseguir un control tanto de la micción como de la defecación, se precisa

un nivel de desarrollo físico, motórico, cognitivo y afectivo.

El niño debe controlar con cierta precisión su cuerpo para conseguir controlar
sus esfínteres, lo que no suele suceder durante el día hasta el año y medio y de
noche hasta aproximadamente hasta los 3 años.

El niño debe comprender la situación y lo que los adultos esperan de él. Y este
es un proceso cognitivo que requiere de muchas experiencias previas y que va
consiguiendo progresivamente. Y debe tener también una seguridad y estabili-
dad afectiva suficientes como para abordar la tarea del control esfinteriano con
tranquilidad, sin tener tensiones emocionales.

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 RESUMEN UNIDAD 16

Los problemas en el control de esfínteres son la enuresis, o descontrol de la

micción, y la encopresis, o descontrol de la defecación. El primero es mucho
más habitual, pero el segundo es más conflictivo y es indicativo de que el niño
tiene problemas que proyecta mediante la encopresis.

La tolerancia o exigencia del adulto con respecto a la conducta esfinteriana del

niño tiene una fuerte repercusión en la adquisición del control.

Los padres no deben exigir al niño mayor control del que puede tener por sus
posibilidades madurativas. Si exigen demasiado, frustran al niño, al darse este
cuenta de que no responde a las expectativas del adulto.

Las primeras veces que colocamos al niño en el orinal lo hacemos cuando ya se

mantiene bien sentado, empieza a entender la situación y a controlarse motóri-
camente, y lo hacemos a unas determinadas horas, que por experiencia sabe-
mos que son aquellas en las que el niño siente la necesidad fisiológica.

El niño tarda bastante tiempo en solicitar ir al lavabo. Generalmente lo pide

cuando ya siente la necesidad, y por eso, todavía se moja encima. Poco a poco
va controlando su espera y puede acudir al cuarto de baño, desvestirse y no
mojarse.

3.3. OTRAS RUTINAS

Otras actividades cotidianas que el niño debe ir consiguiendo realizar de forma

autónoma son:

 Vestirse: primero desvestirse y luego vestirse.

 Limpieza: primero de manos y cara, luego de dientes, saber sonarse,

saber ducharse.

 Orden: arreglar sus juguetes, sus ropas, sus trabajos escolares, saber-
los recoger, ordenar, empezar y acabar los trabajos, etc.

Todas estas actividades implican el desarrollo de la conducta motora, del con-

trol espacial-temporal, de la comprensión de la situación, de las ganas de practi-
car y colaborar con los adultos, etc.

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EDUCACIÓN INFANTIL

4. LA EVALUACIÓN DE LOS ESPACIOS

Y DEL TIEMPO

4.1. EVALUACIÓN DE LOS ESPACIOS

Las dimensiones, forma, disposición, distribución, climatización, etc. son varia-

bles físicas a evaluar.

Por otro lado, las zonas de trabajo, los colores, el alumbrado, la ornamentación,
son elementos que ha n de establecerse con sumo cuidado.

Conductas como el miedo, la agresión y la apatía, así como la atracción interper-

sonal, la participación, la colaboración o la motivación, nos darán información
sobre las condiciones espaciales, al estar estas muy relacionadas con variables
espaciales.

De forma más concreta, los ítems que deben evaluarse con respecto a las
condiciones físicas de la escuela serán:

 La distancia de la escuela al núcleo comunitario.

 Distancia de las vías de circulación y de conducciones eléctricas o de gas.

 Superficie por alumno para las aulas y para patios.

 Conducciones de seguridad e higiene.

 Dependencias que posee el centro a nivel interno y condiciones de estas.

 Zonas externas que posee y su estado.

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Con respecto al aula, se podrían sugerir, entre otras, las siguientes:

 ¿Favorece la libre iniciativa del niño y su creatividad?

 ¿De qué espacio se dispone?

 ¿Se permite al niño autoevaluar sus logros y aprender a distribuirse el

trabajo?

 ¿Los rincones son lo suficientemente amplios para permitir el movi-

miento?

 ¿Están decorados estos espacios con elementos que estimulen al niño?

 ¿El clima es propicio para que el niño se sienta seguro y se sepa apre-
ciado y valorado?

 ¿Es una continuación del ambiente familiar?

 ¿Favorecen las diferentes áreas de trabajo el desarrollo personal, así

como la cooperación?

4.2. EVALUACIÓN DEL TIEMPO

Los siguientes ítems podrían servir para evaluar la distribución temporal:

 ¿Se adapta el desarrollo psicológico del niño?

 ¿Se adapta a la complejidad de las tareas?

 ¿Se tiene en cuenta los valores sociales y las circunstancias ambientales?

 ¿Se respetan los ritmos individuales para la realización de rutinas?

 ¿Existe tiempo para el trabajo individual y en grupo?

 ¿La planificación temporal permite la libre expresión del niño?

 ¿Se cuida la sucesión de ejercicios y actividades de forma que no sean

algo tedioso y sin sentido?

 ¿El niño conoce básicamente como se distribuye el tiempo y las formas

escolares?

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CONCLUSIONES

Los distintos ambientes en los que los niños viven, participan en su proceso de
desarrollo y aprendizaje. El ambiente escolar no funciona como escenario está-
tico de los fenómenos educativos, sino que es modelador activo de la acción
didáctica.

Por ello, es fundamental que cualquier planteamiento metodológico tenga en

cuenta el diseño ambiental en cuanto a la organización del espacio y el tiempo,
de tal forma que sea capaz de estimular la interacción entre iguales y con adul-
tos, la manipulación, la observación de fenómenos y a la vez ofrezca un marco
de seguridad afectiva y emocional.

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 RESUMEN UNIDAD 16

BIBLIOGRAFÍA

 DÍEZ NAVARRO, M. C.: Mi escuela sabe a naranja: ser y estar en la escuela

infantil. Graó. Barcelona, 2009.

 LAGUÍA PÉREZ, M. J. y VIDAL ALTADILL, C.: Rincones de actividad en la es-

cuela infantil. Graó. Barcelona, 2008.

 PARRA, J. M.: La educación infantil: su dimensión didáctica y organizativa.

Grupo Editorial Universitario. Granada, 2005.

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