Criterios para Análisis y Selección de Textos de Literatura (Mara Ferreira)
Criterios para Análisis y Selección de Textos de Literatura (Mara Ferreira)
Criterios para Análisis y Selección de Textos de Literatura (Mara Ferreira)
Criterios
para análisis
y selección de
textos de
literatura 1
infantil
..
••
A
ctualmente, una gran cantidad de obras infantiles y juveniles es lanzada
en el mercado. Sumándolas a las historias clásicas ya conocidas y a las
recientes publicaciones de años anteriores, el profesor que realice un trabajo
con literatura tendrá para su escuela, una variedad considerable de obras, algunas muy
buenas, pero la mayoría de calidad dudosa.
U na rápida mirada a las secciones infantiles de las librerías o de las bibliotecas
permite evaluar las dificultades que se presentan en aquel que pretende seleccionar
..
un buen acervo de literatura para sus alumnos. Allí se encuentran libros de los más
diferentes formatos y materias, con ilustraciones coloridas y atrayentes, figuras que
muchas veces se mueven, algunos con recursos sonoros: se aprieta un botón y el libro
se llena de música, o se oye la voz de los personajes. En general, la narrativa en sí es
menos importante que la parafernalia audiovisual ofrecida al lector.
Siendo así, ¿qué criterios se debe utilizar para garantizar una buena selección
que lleve al niño a interesarse por la historia y a buscar, después, nuevas lecturas?
..
¿Cuáles son los libros realmente significativos y cuáles los descartables?
' }ARDIM, Mara F. «Critérios para análise e selec;:ao de textos de literatura infantil». En SARAIVA,J. A. Lite~atura e a!fabetizarao.
Porto Alegre: Artmed Editora, pp. 75-81. Traducción de Patricia Vilcapuma Vinces.
MARA FERREIRA JARDIM
2
WERNECK, Regina. «Ü problema da ilustm;:ao no livro infantil». En KHEDÉ, Sonia Salomao (org.).'Llteratura infantojuveniL·
umgénero polémico. Porto Alegre: Mercado, 1986, p. 153.
CRITERIOS PARA ANÁLISIS Y SELECCIÓN DE TEXTOS DE LITERATURA INFANTIL
3
FRAN<;:A, M. y E. Franc,:a. A roupa nova do rei. Rio de Janeiro: Nova Fronteira, s. f.
4
PENTEADO, Maria Heloisa. Lúcia-já-vou-indo. Sao Paulo: Ática, 1987.
5
ALMEIDA, Fernanda Lopes de. Gato quepulava em sapato. Sao Paulo: Ática, 1986.
MARA FERREIRA JARDIM
6
BAMBERGER, Richard. Como incentivar o hábito da leitura. Sao Paulo: Ática, 1987.
CRITERIOS PARA ANÁLISIS Y SELECCIÓN DE TEXTOS DE LITERATURA INFANTIL
deja llevar por la fantasía. Es la edad de los cuentos de hadas. Aún prevalece en el
texto poético el gusto por el ritmo y por las rimas.
La fase siguiente se entiende de los 9 a los 12 años. Beinlich la caracteriza como
un periodo en que el niño construye «una apariencia práctica, realista, ordenada
racionalmente, delante de un fondo mágico-aventuresco seudo-realísticamente
enmascarado». Continúa el interés por los cuentos de hadas y sagas, pero el lector
comienza a buscar historias de aventuras.
Sigue la fase del «realismo aventurescm> o «de la lectura no-psicológica
orientada para el sensacionalismo» (de 12 a 14 ó 15 años). En ese periodo, el
preadolescente, progresivamente, toma conciencia de la propia personalidad.
Predominan entre los jóvenes las demostraciones de agresividad, la rebeldía y la
formación de pandillas. Los intereses generales de lectura giran en torno de los
libros de aventuras, de los romances sensacionales, de los libros de viajes y de las
historias sentimentales.
La quinta y última fase corresponde a los años de madurez o de «desarrollo
de la GSfera estético-literaria de la lectura» (de 14 a 17 años). En ese periodo, el
lector ya es capaz de valorizar, más allá de la trama, la forma y el contenido de las historias. El
interés por el mundo exterior comienza a ser substituido por la participación en el
mundo interior y en el mundo de los valores. La lectura pasa a ser mucho más
diversificada y abarca historias de aventura del contenido más intelectual, libros de
viajes, romances históricos, biografías, historias de amor, actualidad, literatura
comprometida, etc.
Esa y otras clasificaciones propuestas sirven apenas como indicadores
para las lecturas de los niños, ya que en ellas el lector es tratado colectivamente, sin
considerarse las características y el desarrollo individual, que podrían acarrear
intereses diversificados. Conviene, además, resaltar que la mayoría de los trabajos
que buscan apuntar la relación entre franja de edad e interés de lectura datan de las
décadas de 70 y 80 y que, de aquellos años hasta la actualidad, los niños han sido
expuestos a nuevas situaciones de lectura (a través de la televisión, por ejemplo)
capaces de determinar alteraciones significativas. En los días de hoy, niños muy
pequeños están acostumbrados a ver dibujos animados con tramas bastante complejas;
muchos de ellas acompañan novelas televisivas o ven filmes dirigidos al público
adulto. Tales experiencias deben dejar marcas y acelerar la capacid,ad de lectura,
modificando el cuadro antes expuesto. Es natural que niños y niñas, acostumbrados a
MARA FERREIRA JARDIM
ver las intrincadas aventuras de «Ets» (extraterrestres), Tortugas Ni1gasy cosas por
el estilo, encuentren poco interesantes las tramas flojas de los libros infantiles,
normalmente considerados adecuados para su franja de edad.
En la determinación de los intereses de lectura, el sexo del lector también
es necesario que sea considerado, ya que los niños tienden a identificarse con
historias en que actúen héroes masculinos, ocurriendo lo inverso entre las niñas.
En la selección de un acervo de libros para ser trabajados en la sala de clase, el
profesor debe buscar el equilibrio presentando opciones para ambos sexos.
La función más importante del libro infantil es despertar el interés y el
imaginario del niño. No se puede olvidar que, en virtud de su origen y trayectoria
estrechamente ligada a la escuela, hasta hoy la literatura infantil no perdió sus
características pedagógicas. Muchos autores insisten en escribir historias de semillitas,
nubecitas, gotitas de agua, crisálidas transformadas en lindas mariposas, familias
de microbios y bacterias que en el fondo no pasan de clases de ciencias o lecciones
de higiene, disfrazadas de literatura infantil. Ahora, esos libritos podrían hasta tener
su utilidad cuando el profesor desea pasar informaciones específicas sobre germinación,
ciclo de las aguas, estaciones del año o cualquier otra cosa. Nunca cuando la
propuesta es llevar al niño a la verdadera literatura.
Más grave es el caso de textos que pretenden transmitir enseñanzas morales
o padrones de comportamiento, en general, conservadores. Son narrativas o poemas
fácilmente identificables, en los cuales hay siempre un niño o un bichito desobediente y
travieso que acaba por ser castigado por sus hechos y es llevado a arrepentirse de la
conducta <<indebida». El propio título ya revela el contenido del libro: O carneirinho
sujo (El carnerito sucio), O coelhinho desobediente (El conf!fito desobediente), O cachorrinho figao
(Elperritofugitivo).
Lo ideal es que el profesor evite la inclusión de ese tipo de obras en su
selección. Con todo, si eso no fuera posible, es importante que al lado de ellas aparezcan
otras, de tendencia más emancipadora, como Maria-vai-com-as-outras (María-se-va-
con-las-demás), de Silvia Orthof, Pedro e o lobo (Pedritoy el lobo), la bellísima fábula rusa,
musicalizada por Sergei Prokofiev, y Os músicos de Bremen (Los músicos de Bremen), de
los hermanos Grimm. En esas narraciones, niños y animales osan quebrar las reglas
impuestas y alcanzan el éxito.
En una buena selección de libros no pueden faltar los cu,cmtos de hadas
tradicionales. Por lidiar con lo mágico, lo maravilloso, esos cuentos son ideales
CRITERIOS PARA ANÁLISIS Y SELECCIÓN DE TEXTOS DE LITERATURA INFANTIL
divierte a los niños, sin caer en la infantilización del lenguaje poético y sin echar
mano del lirismo y de la reflexión sobre el mundo. En fin, una buena poesía intenta
recuperar la manera lúdica y espontánea de las primeras experiencias con parlendas,
canciones de ronda, bromas y juegos infantiles, sin necesariamente caer en la obviedad
de las rimas fáciles y de las frases hechas, abriendo entrelíneas incitantes a la creación
del lector.
Fanny Abramovich, en Literatura infantil.·gostosuras e bobices (1989), tiene un
capítulo sobre poesía, cuya lectura es recomendada a aquellas que se interesan por
el asunto. Para una mayor profundización teórica, el profesor puede consultar además el
libro Poesía Infantil (1986), de Maria da Glória Bordini.
Por último, es preciso recordar que la buena literatura es independiente de
rótulos: la buena literatura infantil es aquella capaz de encantar lectores de todas
las edades.
BIBLIOGRAFÍA
ALMEIDA, Fernanda Lopes de. Gato quepulava em sapato. Sao Paulo: Ática, 1986.
BAMBERGER, Richard. Como incentivar ohábito da leitura. Sao Paulo: Ática, 1987.