TRABAJO FINAL-grupo 4
TRABAJO FINAL-grupo 4
TRABAJO FINAL-grupo 4
Grupo 4:
Docente:
Lima, 2022
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Tema Subtemas
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
● Comprender los efectos que producen las emociones positivas en el aprendizaje de los
estudiantes.
4. Justificación de la investigación
La educación en el Perú ha tomado muy poco en cuenta el rol de las emociones durante el
desarrollo del aprendizaje, debido a que algunos afirman y sostienen que el ínfimo
aprendizaje proviene de agentes externos y no toman en cuenta lo emocional.
Dentro de los agentes que inciden en el aprendizaje de los estudiantes se debe tomar en
cuenta no solo el factor cognitivo, ambiental u organizacional, sino también el
afectivo-social. En varios casos se observa que los estudiantes tienen mayor predisposición al
aprendizaje cuando gestionan adecuadamente sus emociones al momento de aprender. Sin
embargo, con regularidad son los docentes y los padres de familia quienes han tomado poco
interés sobre las emociones que tienen sus hijos al desarrollar sus estudios.
La situación antes mencionada puede ser provocada por distintas causas, una de ellas es la
poca importancia que se le brinda a los procesos internos de los estudiantes vinculados a la
neuroeducación. Por otra parte, la falta de comunicación entre docentes y estudiantes
conlleva a que muchos de estos ocultan sus emociones al no sentirse en un ambiente de
confianza o en otros casos llegar a ser una persona muy hiperactiva.
Dada la situación antes descrita, se formula esta investigación que tiene un grado alto de
importancia dentro de la educación y que de cierto modo va a contribuir en la formación
docente y por qué no, el de los padres de familia.
2. Marco teórico
2.1. Antecedentes:
está bajo la autoría de Caroll Alejandra Castillo Galdo; este trabajo tuvo como objetivo
principal “determinar la relación de los aportes de las neurociencias a los procesos de
enseñanza aprendizaje” (Castillo Galdo, 2015). Para alcanzar este propósito la investigadora
realizó un estudio explicativo de enfoque cualitativo y con un diseño de teoría fundamentada
de tipo documental, al mismo tiempo sus instrumentos fueron las técnicas de recolección y
revisión bibliográfica de las siguientes variables de estudio: neurociencias, proceso
enseñanza-aprendizaje.
Según las pesquisas bibliográficas de Castillo Galdo desde la antigüedad se sostenía la idea
de que las emociones tenían cierta influencia en el proceso de aprendizaje, sumado a ello en
contextos actuales de enseñanza resulta importante tomar en cuenta la gestión adecuada de
las emociones en las aulas ya que el empleo de estas interviene de manera positiva en la
concentración así como en el desarrollo de habilidades sociales y comunicativas. Además
expone que la OCDE sostiene que el proceso de aprendizaje asociado a una relación positiva
resulta óptimo, por el contrario si el proceso de aprendizaje se relaciona con emociones
negativas los resultados serán pésimos; por ello resalta la importancia de propiciar ambientes
adecuados de enseñanza para mejorar el proceso de aprendizaje de los educandos.
Sin embargo algunos autores sostienen que mínimos niveles de ambientes de estrés y miedo
permiten que el alumno haga uso eficiente de la memoria, su estado de alerta y aumentan su
atención ya que se ve enfrentado a un reto que debe cumplir y en ese proceso se sentirá
motivado para alcanzar un desafío. En este proceso resulta importante el rol del docente
puesto que es quien fomenta ambientes de estrés y miedo moderado para que su alumno
pueda desenvolverse correctamente, asimismo mantendrá el cuidado pertinente para no
sobrepasar los niveles de ambientes negativos ya que el exceso de miedo y estrés conlleva a
resultados negativos en el proceso de aprendizaje.
eliminará factores que no permiten un correcto aprendizaje y una gestión emocional dentro
del aula.
Como consecuencia de lo analizado la autora llega a la conclusión de que existe una relación
entre el proceso de enseñanza-aprendizaje y algunos procesos anatómicos funcionales del
cerebro como la memoria, la plasticidad neuronal; asimismo se descubre la importancia del
juego, la oxigenación del cerebro, el desarrollo de emociones en ambientes adecuados.
Además, se pone en relevancia que detrás de un proceso de aprendizaje hallamos una base
emocional, por eso resulta importante promover las emociones positivas en el aula así como
emociones negativas en bajos niveles para que los alumnos desarrollen su estado de alerta
relajado. Finalmente resalta la importancia de las neuronas espejo en el proceso adaptativo
emocional ya que esta permite el desarrollo de habilidades personales y sociales que serán
una base importante en el proceso de aprendizaje.
Luego del uso de las respectivas herramientas de recolección Mendoza Merino & Mora
Garay ponen en evidencia que de acuerdo con Goleman el sistema límbico es responsable de
la mayor parte del aprendizaje y la memoria del cerebro; además sostiene que la amígdala es
la responsable de las emociones (Mendoza Merino & Mora Garay, 2015). Respecto a las
emociones podemos decir que o son innatas sino aprendidas por lo tanto se adoptan a medida
que nos desarrollamos en contextos sociales, en el primer entorno que es la familia se llegan a
adoptar las siguientes emociones: furia, cólera, miedo, asco, tristeza, sorpresa y alegría; por
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otro lado las emociones tienen un rol comunicativo, de protección y de investigación. Tras
ello podemos notar que nos encontramos frente a muchas emociones negativas, una neutra y
una positiva; por esa razón en los primeros años de vida es importante el papel de los padres
en el manejo de las emociones y en la escuela el rol recae sobre el maestro.
Mendoza Merino & Mora Garay, para su análisis consideraron las siguientes emociones
positivas: alegría, gratitud, serenidad, simpatía y satisfacción personal; asimismo sostienen
que las emociones positivas en general contribuyen a enfrentar retos y cumplir metas; no
obstante recomiendan guardar cuidado en sobrepasar límites emocionales positivos ya que un
efecto negativo sería el exceso de confianza en situaciones críticas. Por último, al poner en
contraste la relación de las emociones positivas y la resolución de problemas matemáticos
mediante la prueba de chi cuadrado llegaron a la conclusión de que ambas variables presentan
una relación directa.
de capacidades que permiten al ser humano enfrentar desafíos y adversidades, las mismas que
están expuestas en el siguiente cuadro:
COMPONENTES SUBCOMPONENTES
Asimismo la autora sostiene que está comprobada la influencia de las emociones en varios
procesos cognitivos relacionados al aprendizaje, por eso es necesario fomentar el adecuado
desarrollo de la inteligencia emocional ya que si no se le da el interés necesario esto trae
como consecuencia un bajo rendimiento académico. Por último, tras aplicar la prueba de
Bar-On en los estudiantes universitarios se determinó que el interés por la carrera elegida
permitió que el rendimiento académico sea superior al rendimiento escolar de los estudiantes;
en cuanto a la adaptación la mayor parte de los alumnos demostró tener capacidad para
integrarse a su nuevo entorno y manejar el estrés lo cual implica más adelante un buen
rendimiento académico. No obstante, la mayoría de estudiantes universitarios sometidos a
prueba mostraron baja autoestima este indicador, más adelante puede influenciar en un bajo
rendimiento académico; y que la prueba en su totalidad arroja una relación directa entre
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Por último, está presente el artículo investigativo de María Victoria Morris Ayca
titulado: La neuroeducación en el aula: neuronas espejo y la empatía docente el mismo que
tiene el propósito de “demostrar si los conocimientos neuroeducativos sobre las neuronas
espejo ayudan a valorar la aplicación de la empatía y comprender la importancia pedagógica
en la práctica docente en el aula” (Morris Ayca, 2014). Para el alcance del objetivo planteado
la autora lleva a cabo un trabajo investigativo de carácter descriptivo con enfoque
argumentativo haciendo uso de la revisión bibliográfica y la observación.
Otro punto importante en esta investigación es la importancia que se le brinda al estudio del
cerebro reptil, el cerebro emocional o sistema límbico, el neocortex, las neuronas y
neurotransmisores durante el proceso de aprendizaje (Morris Ayca, 2014); respecto a ello
resaltan de forma peculiar las neuronas espejos que serán claves en la práctica de la empatía
tanto en los docentes como en los alumnos. En relación con eso podemos describir a las
neuronas espejo como aquellas que permiten al individuo a imitar conductas entre ellas las
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emocionales, es así que la investigadora reflexiona en la creación, por parte del docente, de
ambientes donde primen las emociones positivas en pro del mejoramiento del aprendizaje y
desarrollo de inteligencia emocional o habilidades socio-comunicativas.
Finalmente, lo expuesto lleva a la conclusión de que las neuronas espejo son claves para
entender a los que nos rodean por lo tanto estamos establecidos en una sociedad caracterizada
por la interacción, este tipo de neuronas nos permite captar en interpretar mensajes verbales y
no verbales de los demás individuos, de esta manera se pasa al plano de la imitación y
comprensión del otro dando paso a la empatía. Por otro lado, la empatía permitirá al docente
conocer las emociones de sus alumnos y viceversa; del mismo modo el alumno identificará
las emociones individuales y de los demás; así esta situación permitirá cambio de actitudes
partiendo de lo negativo hacia lo positivo sumando a ello la creación de un buen ambiente de
estudio y el cumplimiento del aprendizaje emocional en la misma medida que el cognitivo.
Antecedente 1 Antecedente 2
Antecedente 1 Antecedente 3
Antecedente 1 Antecedente 4
Antecedente 2 Antecedente 3
Antecedente 2 Antecedente 4
Antecedente 3 Antecedente 4
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estudio, es decir, no fue aleatorio. Por otro lado, en el proceso de recolección de datos se
realizaron entrevistas conformadas por 10 interrogantes abiertas, de tal manera que los
estudiantes pudiesen explayarse y emitir sus experiencias con naturalidad.
Este síndrome afectó distintas áreas a nivel cerebral como la amígdala, manifestándose en los
estudiantes emociones negativas y un descontrol de estas, asimismo impactó a nivel del
hipocampo ya que muchos estudiantes presentaban dificultad para recordar los temas que
habían estudiado, su concentración también se vio afectada durante las clases, y este
síndrome causó daños en la corteza prefrontal reflejándose en algunas decisiones de la
muestra al afrontar situaciones de estrés, ya que más de un estudiante manifestó en la
entrevista que cuando las cosas se salían de control optaban por faltar a clases (Barreto-Osma
& Salazar-Blanco, 2020, p.34). Al respecto, Andreu y Díez (2016) afirman que ser
poseedores de un estrés bueno genera en nuestro interior entusiasmo y motivación para llevar
a cabo un trabajo o tarea con eficacia, dado que se gestionan niveles apropiados de cortisol y
adrenalina.
En los resultados pudo apreciarse que las mujeres presentaron mayor tendencia a sufrir las
consecuencias psicológicas y fisiológicas, por otro lado, en lo que corresponde al estado civil,
aquellos estudiantes que se encontraban casados evidenciaron un grado mayor de fatiga y ello
se incrementaba si eran padres de familia. Definitivamente, el hecho de estudiar y paralelo a
ello asumir distintos roles familiares conlleva a emplear más energía de lo normal y centrarse
en más de una actividad, situación que consecuentemente repercutirá en los distintos ámbitos
dónde el individuo en cuestión se desenvuelva.
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Por otro lado, quedó evidenciado que la emoción enfocada en el resultado que uno quiere
obtener al final de la tarea, en efecto incide en ese resultado. Por ejemplo: la alegría,
confianza e interés que posee un individuo cuando va a redactar un informe, ciertamente
impacta en el producto final.
En definitiva, los resultados analizados aportan a nuestra investigación en la medida que nos
llevan a pensar nuevamente en la autorregulación al momento de realizar una tarea pues va a
permitir que alcancemos nuestras metas académicas no solo por el camino de la cognición,
sino que también por la vía de las emociones. Podemos empezar identificando aquellos
factores que nos estresan y activan nuestro sistema nervioso simpático, por ejemplo:
recuerdos negativos, personas con las que sientes presión en exceso, entre otros. Por tanto,
cobra gran importancia potenciar nuestra capacidad de control y moderación de las
emociones, como plantea la psiquiatra y escritora Marian Rojas Estapé en una entrevista
“Que mi voz interior sirva para apoyarme y no para hundirme” (Aprendemos Juntos 2030,
2021, 3m51s).
A continuación, se presentan dos cuadros comparativos donde se señalan los aspectos en que
coinciden los artículos examinados, así como aquellos puntos en los que pueden discrepar:
Tabla 1.
En lo que concierne a las emociones frente al rol docente, definitivamente concuerdo con la
importancia de la actitud que asuma el maestro durante el desarrollo de sus clases, dado que,
por lo regular, los estudiantes detectan el entusiasmo o indiferencia que los docentes
transmiten al impartir sus conocimientos. Las neuronas espejo actúan frente a ello y en
consecuencia los estudiantes se comportarán respecto a las emociones que sus maestros
irradien.
Tabla 2.
Si bien, en el tercer antecedente se indagó solo en aquellos estudiantes que forman parte de la
facultad de medicina, es necesario reconocer que en general todos los universitarios son
vulnerables al agotamiento emocional, por ende, se requiere la implementación de
mecanismos y estrategias plasmadas en una agenda cuyo objetivo sería la prevención e
involucramiento frente a las consecuencias tanto físicas como psicológicas del Agotamiento
Emocional.
que necesita un individuo para determinar qué tan grande quiere tener un edificio o cuántos
pisos quiere construir (esto se entiende como una forma de crecer) (p. 25-26). Por otro lado,
tenemos nuestra variable: el aprendizaje, que, a pesar de la correcta enseñanza tradicional por
parte de nuestros antepasados, ha generado una especie de memoria cerebral, liberando y
anulando cualquier emoción involucrada, hoy en día la ciencia lo ha desmentido
unánimemente. “No somos seres racionales... Somos seres emocionales que razonan” (López
Rosetti Daniel, 2017, p. 1), esto se basa en que el aprendizaje mismo requiere emociones para
captar información y no solo sobrevivir con ella, sino también tener comprensión de esa
absorción para que de esta manera el cerebro logra llevar a cabo el aprendizaje
Sabemos que las emociones han sido definidas (o intentado serlas) por una variedad
de neurocientíficos, incluidos los neuropsicólogos, siendo la definición más estrecha y
consistente, la de mi artículo “Neurociencia – Neuroaprendizaje” de la neuroducadora
Marilina Rotger (2017), en donde se explica que: “Las emociones son respuestas
psicofisiológicas que se encuentran en el llamado sistema límbico o cerebro emocional,
también llamado mesencéfalo, que se ubica justo debajo de la corteza cerebral e incluye
regiones como el tálamo, el hipotálamo, el hipocampo y la amígdala cerebral, esta última en
mención será fundamental para generar y asociar emociones perteneciente al momento”
(p.23) .
Ahora que hemos aclarado cuál es el órgano básico para manifestar las emociones,
concluimos la definición señalando que estas son inevitables y, como ya hemos mencionado
en la amígdala, son necesarias para la supervivencia, señalando que representan tipos de
emociones que se adaptan a ciertos estímulos del individuo, ya sea la percepción de un
objeto, persona, lugar, etc.
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3.1.1 Clasificación
Emoción Negativa
Se ha demostrado que los estados emocionales negativos resultantes del miedo y las
situaciones de estrés promueven la activación de la amígdala que conduce a la liberación de
adrenalina, noradrenalina y glucocorticoides (cortisol). Asimismo, “la presencia de estas
hormonas desencadena una serie de eventos físicos, como el aumento del ritmo cardíaco y la
sudoración, por lo que el estrés leve o moderado es fundamental para una óptima adaptación
a los desafíos ambientales, y el rendimiento cognitivo se ve afectado, si bien es cierto que
favorecen aprendizaje, tienen un impacto negativo en el aprendizaje y la memoria,
bloqueando los procesos cognitivos” (Elizondo. Rodríguez, Rodríguez, 2018, p. 5)
Emoción Positiva
3.1.2 ENFOQUES
Enfoque Biológico
Enfoque Psicológico
Enfoque Neurodidáctica
Si bien es cierto, la educación tradicional (EBR) ha sido visto como una etapa
“obligatoria” de la vida, en donde el docente de turno te enseñaba a ser memorísticos y
repetitivos, el gran reto de ahora es que el foco no sólo debe estar puesto en aprobar la
escuela, sino en brindarles herramientas y habilidades a nuestros estudiantes para la vida. Así
que enseñemos con emoción porque la memoria emocional no se olvida, como también, todo
lo que enseñemos con motivación requiere de movimiento y la memoria motora tampoco se
olvida.
Ambos procesos (memoria – atención) están relacionados con las emociones porque
dependen de su intensidad, por lo que es necesario proponer métodos o estrategias para lograr
la intensidad y mantener un control preciso. Por ello, las emociones inciden positivamente en
la mejora de la cognición humana.
Necesidades del alumno: el aprendizaje solo puede ocurrir en respuesta a las necesidades del
alumno. Si es lo suficientemente fuerte y se establecen metas claras, el aprendizaje será más
efectivo.
Preparación para el aprendizaje: es esencial para un aprendizaje efectivo y sólo tiene lugar
cuando los niños están preparados para ello.
3.2.1 Teorías
Para Sáez López (2018, p. 13) la teoría del aprendizaje es “un marco conceptual
que describe cómo se absorbe, procesa y retiene la información durante el aprendizaje,
reuniendo influencias experiencias cognitivas, emocionales y ambientales”
3.2.2 Tipología
cuenta la comprensión. El aprendizaje significativo, por otro lado, implica que existe
un conocimiento integral sobre el contexto de los hechos que se están aprendiendo.
9.2.3 ESTILOS
El estilo ASSIMILATOR se caracteriza por su capacidad para crear modelos teóricos; Los
estudiantes que disfrutan de este estilo tienden a ser reflexivos, analíticos, organizados,
metódicos, sistemáticos, lógicos, racionales, secuenciales y rigurosos en sus procesos de
pensamiento.
Es acá donde entra a tallar la variable extraña que es la motivación, en términos desde
su concepción más básica, para luego sumergirme en la complejidad del significado
implícito: “Conjunto de factores internos o externos que condicionan parcialmente las propias
acciones”. Un panorama similar encontramos si consultamos el Diccionario de Psicología de
Consuegra (2010), donde se dice que la motivación se refiere a “estados y procesos internos
que estimulan, dirigen o sostienen la actividad individual” (p. 189).
“Nada se puede aprender o memorizar a menos que haya un calor emocional que lo
sostenga” (Souza, 2017, p. 13), y las emociones emergen cuando la monotonía se disipa. Al
cerebro le gustan mucho las cosas nuevas, está en constante búsqueda de estimulación,
cuando no la encuentra, se sumerge en la búsqueda de nuevas sensaciones (Souza, 2014). “La
novedad presupone aquello que no está de acuerdo con un patrón predeterminado,
demandando así la atención del aprendiz” (Codina, 2014, p. 64).
Cuando se despiertan las emociones, la información es captada por los sentidos, pasa a
través del sistema límbico para su fijación y luego se envía a la corteza cerebral. El autor
concluye que ningún ser humano es completamente racional, primero somos criaturas
emocionales y luego racionales, la curiosidad precede a la atención y la emoción precede a la
curiosidad. La cognición es como una bombilla enfocada en lo que es emocionalmente
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participaron.
Este estudio dio como resultado que los participantes eran conscientes de lo que
sentían, sabían determinar qué situaciones los hacen sentir bien y cuales los hacían sentir mal,
y a su vez poder describir sus emociones en un ambiente donde sintiera confianza. Sin
embargo también se mostró en los resultados que los estudiantes no eran capaces de
reconocer qué emociones sienten sus demás compañeros basándose en el hecho de que se
puede fingir una emoción frente a las personas, evadiendo lo que realmente pueden estar
sintiendo. Según esta premisa se puede estipular que aunque este estudio se base en las
emociones de estudiantes universitarios, esta situación puede estar ocurriendo también en
grados escolares.
El segundo estudio que se realizó fue el de analizar qué tan positivo o negativo es el
impacto del buen humor y la risa es el aprendizaje como parte de la clase y no como
sensación externa al entorno para esto se contó con 458 personas en un promedio de 18 a 29
años, para ellos no se realizó una prueba escrita, si no que se tomó la propia opinión de los
estudiantes por medio de entrevistas en donde se escucharon las palabras de los estudiantes
acerca de este tema y de cómo ellos lo veían desde su punto de vista. Para poder realizar esta
evaluación se dieron conceptos previos acerca de cómo se definiría el concepto de humor y
de risa, dándoles premisas de que la risa es alegría y felicidad y de si se
El anterior estudio tuvo como resultado que el humor y la risa son de suma
importancia en el aprendizaje no solo para el alumnado sino también para el profesorado, ya
que el trato entre estudiante-maestro debe ser cordial pero a su vez poder brindar cierta
confianza a los estudiantes a través de medios como son los estudiados anteriormente, ya que
trae grandes beneficios como reducción de tensión, expansión de la creatividad, mejora la
memoria, entre otros beneficios. Aunque este estudio trajo consigo cierta aceptación, también
trajo críticas las cuales decían que la risa distrae a los alumnos dentro del ambiente educativo
y que para aprender la seriedad debe ser primordial, lo cual fue refutado con los estudios
previamente explicados. Se llegó a la conclusión de que se pueden juntar ambos aspectos
para lograr una armonía en el ámbito estudiantil, el humor y la risa debe estar presente en el
desarrollo de las clases, sin sobrepasar los límites de una enseñanza seria, cuyo objetivo es
que los alumnos comprendan los temas a estudiar.
Finalmente se llega a la conclusión de que es sumamente necesario equilibrar los
estados emocionales con la necesidad de una labor, en pocas palabras; se debe crear una
relación perfecta entre la importancia de lo académico y las emociones, creando así una
conexión positiva en el desarrollo académico de los estudiantes. Es importante realizar
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talleres de evaluación emocional, para así lograr que los estudiantes no solo sean conscientes
de sus propias emociones, sino también poder identificar las emociones de los demás, ya que
influye mucho el trato dentro y fuera del aula ya sea con el docente o los compañeros de
clase.
Asimismo identificar cuales son los componentes faltantes dentro de nuestra aula, esto
es una labor docente, sin embargo, los estudiantes pueden aportar ciertas ideas debido a que
su perspectiva es distinta a la del maestro en cuestión, creando así un ambiente favorable para
ambas partes y que se logre una clase dinámica, acompañada del material cognitivo
necesario. Lo que se busca es tener un equilibrio entre las emociones y el aprendizaje, que
estos no sean trabas al momento de aprender algo nuevo, sino que sirva de ayuda para poder
comprender mejor ciertos conceptos que muchas veces son complicado de entender, como
por ejemplo en el ámbito de las matemáticas, al ser un ambiente rodeado de información se
debe buscar un momento durante la clase para poner en práctica algunos de los factores antes
discutidos, una “broma” que se encuentre dentro de los parámetros del respeto, da un sentido
de dinamismo.
Según un estudio de Mila (2019) en el cual se estudió cómo afectan las emociones en
el estudio de una lengua extranjera en los estudiantes, ya que según estudios antiguos se
detectaron muchos casos de ansiedad lo que llevó a los alumnos a obtener resultados
académicos por debajo de sus objetivos iniciales con el fin de promover la creación de
distintas estrategias que tomen en cuenta la relación cognitivo-emocional, prestando atención
al desarrollo de las clases y de cómo se vayan a desenvolver los estudiantes.
Para analizar el nivel de ansiedad en la que se encuentran los alumnos y futuras
soluciones a este problema se realizó un estudio de carácter cualitativo, ya que fue basado en
las propias experiencias y opiniones de los estudiantes en un contexto natural. Para ello se
planteó una pregunta: “¿Qué ansiedad experimentan nuestros estudiantes universitarios y
cómo lo experimentan?”. Una vez recibidas las respuestas pasaron a ser analizadas guiándose
que que tan específicas eran. También se consultó si la ansiedad era producida debido
solamente a la frustración por aprender el idioma en específico o era también influye el
diseño del curso, el contenido poco didáctico empleado por los profesores al momento de
dictar las clases. Otro de los factores a evaluar fue la convivencia en el aula, si los estudiantes
colaboran en tener un ambiente de respeto y aceptación frente a dificultades que puedan tener
algunos compañeros al momento de aprender un nuevo tema.
Los resultados fueron que algunos estudiantes no son conscientes acerca de que es la
ansiedad y aquellos factores que la causan, otros relacionan sus emociones con sentimientos
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que a los estudiantes les parecio util, organizada y eficaz, les generó sentimientos positivos y
fueron más didácticos al realizar este tipo de tareas
Como conclusión se dice que mientras más difícil resulte una actividad se
experimenta una mayor inseguridad y preocupación de parte del alumnado, es una relación
dependiente del grado de dificultad de una materia. Este estudio nos mostró la cantidad de
emociones que puede experimentar un estudiante al momento de rendir una prueba o
simplemente al estar presenciando el desarrollo de una clase, los sentimientos de angustia
están a flor de piel en cuanto un curso empieza a tornarse dificultoso o tedioso.
Una de las soluciones que se plantea el que de manera obligatoria se implemente un
departamento psicológico en los centros educativos, estos deben realizar una evaluación
continua acerca de las emociones que se desarrollan en el ámbito escolar durante el desarrollo
de las actividades académicas, al mismo tiempo realizar talleres de autoconocimiento
emocional para que los estudiantes puedan identificar sus sentimientos y buscar una solución
para combatir contra aquellos no aportan nada positivo a su formación.
Se recalca que tener emociones negativas o dudas con respecto a los trabajos
realizados no te hace menos que nadie, sino que debes encontrar una solución que te ayude a
combatir contra esos pensamientos y poder dar tu máximo potencial académico acompañado
de asesoría. Además, se aconseja a los docentes a tomar talleres psicológicos para que así
puedan ayudar a identificar si algún estudiante cuenta con ciertos sentimientos y emociones
que puedan afectar su rendimiento académico, también se recomendó realizar sus clases de
manera didáctica , ayudado de ciertas dinámicas o trabajos en grupo donde se busque la
colaboración de todos. Realizar talleres de tutoría para fomentar el buen humor durante el
desarrollo de las clases
Como último estudio a tocar que es el de Correa, Saldívar y López (2015) en el cual
se estudió acerca de cómo el comportamiento académico se ve influido por los diversos
factores psicológicos de entorno emocional y cognitivo en un grupo de estudiantes
Mexicanos. Muchas veces el cómo se comportan los estudiantes dentro del salón de clases se
ve influido por factores psicosociales de naturaleza emocional y cognitiva. Partiendo de ese
punto, se llevó a cabo un estudio en el que participaron 150 estudiantes cuyo objetivo fue
conocer y describir los factores que intervienen en el proceso de motivación escolar. Para esta
investigación se usó un método de investigación cualitativa puesto que se ocupa de las
opiniones, experiencias y sentimientos de los estudiantes bajo la premisa de “Estudiar me
hace sentir…”. Los estudiantes respondieron una serie de preguntas sobre datos generales de
diversas asignaturas.
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Esta frase ayudó mucho en el desarrollo de las pruebas debido a que se puede
relacionar directo al pensamiento emocional de los estudiantes; para que los alumnos
pudieran dar una respuesta primero se les explicó los conceptos pertenecientes a cada
emoción que se encuentra en el formulario a entregar, la idea era que todos sean conscientes
de que tipo de emoción hay y cuales de ellos son buenas o malas dependiendo en el entorno
que te encuentres.
Una vez realizado esto se dispuso a entrevistar a cada estudiante haciéndoles la
pregunta en cuestión a un grupo conformado por 50 estudiantes en un porcentaje de 50%
mujeres y 50% varones, cabe recalcar que este estudio optó por realizarse de esta manera para
poder visualizar también si es que en las instituciones el estereotipo de que las mujeres con
más abiertas emocionalmente que los varones, es algo verdadero o simplemente es un
estereotipo. Para colocar los resultados se usó un mapa de distancia semántica el cual indica
que las emociones positivas (feliz, alegre, bien) se encuentran en mejor porcentaje al de las ;
emociones de negativas (aburrido, enojado, nervioso) que cuentan con una mayoría
significativa de votos, pero aun así se dio un contenido relacionado con el autoconcepto
(estudioso, responsable) que es lo que ellos mismos apreciaban dentro de su ámbito
académico de manera personal.Esto dio como resultado que las emociones que más sienten
los alumnos al momento de aprender son negativas, y esto es propiciado por el ambiente
estudiantil en cual se encuentran. El desarrollo de las clases en un ambiente poco hostil
conlleva a los estudiantes a sentirse de manera negativa.
A pesar de que las emociones positivas si están presentes, se le da más relevancia
aquellas que demuestran tener un efecto negativo en el desarrollo cognitivo de los
estudiantes, las emociones negativas vienen acompañadas de pensamientos negativos para lo
cual se hace falta una ayuda externa a la que se le brinda o en algunos casos ni existe esa
ayuda en el mismo desarrollo de la clase. Muchas veces por factores de tiempo no se puede
desarrollar una clase tan didáctica como se quisiera, o a veces los temas contienen demasiado
teoría que a los estudiantes les parece muy pesado y difícil de entender, lo cual aumenta su
nivel de estrés y de preocupación.
Finalmente se da como conclusión que se deben incluir nuevos metodos de evaluacion
a la hora de analizar el comportamiento emocional de los estudiantes para que cuente con
más herramientas al enfrentar el problema educativo que vive el sistema educativo actual,
teniendo en cuenta que proceso cognitivo y emocional vienen de la mano y no deben
desarrollarse por separado.
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En estos cuatro informes hemos podido notar que las emociones están vinculadas e
influyen mucho en el desarrollo académico de los estudiantes, existen diversos factores por
los cuales se pueden experimentar cientos de emociones al mismo tiempo, el cerebro humano
está capacitado para analizar distintas emociones en un periodo de tiempo y priorizar aquellas
que se consideran más importantes.
Como docentes debemos estar pendientes de la salud emocional de nuestros
estudiantes, hoy en día se ven cientos de casos de niños y jóvenes que se quitan la vida
gracias al estrés tan grande que se propicia en el ambiente educativo. Los maestros no están
informados acerca de cómo detectar un problema emocional a tiempo y lamentablemente no
todos los colegios pueden contar con asesoría psicológica de manera gratuita
Se debe evaluar de manera continua el desarrollo emocional de los estudiantes y
darles un seguimiento adecuado, adaptando las clases que a veces pueden ser tediosas con
ayuda de dinámicas o juegos que puedan contribuir a la enseñanza. La tecnología ha traído
miles de aplicaciones como Kahoot, Quiz, etc; que son solo algunas alternativas para el
desarrollo de clases que pueden salir de una rutina ya establecida y romper con ese círculo
vicioso de que solo debemos centrarnos en que los alumnos deben ir al colegio solo a
estudiar; lo cual es mentira ya que el colegio y la universidad son ambientes de socialización,
la hora de tutoría en las aulas es una labor muy importante, la creación de espacios didácticos
y espacios deportivos ayudan a despejar la mente de diversos pensamientos negativos que
tengamos.
Semejanzas Diferencias
● Todos los artículos tenían como ● Una de las diferencias más grandes
objetivo el identificar la manera en que hubo fueron los tipos de estudio
la que las emociones afectan en el empleados para analizar el mismo
desarrollo cognitivo de los tema. Desde entrevistas a
estudiantes. formularios y respuestas partiendo
● Analizar los factores externos que de una premisa en específico.
influyen en la formación de ● Las emociones que se identificaron
emociones y cómo los estudiantes dependen de las distintas pruebas
lidian con estas al momento de realizadas y del ambiente en el cual
desarrollar sus rutinas universitarias. se encontraban.
4.2 ¿Qué efectos producen las emociones negativas en el aprendizaje de los estudiantes?
Durante mucho tiempo las emociones individuales de cada persona le han dado un
contexto y significado al aprendizaje permitiendo una mejor asimilación de la información
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para crear sus propios patrones de aprendizaje. En esta línea, las emociones negativas dentro
del cerebro, casi siempre se han identificado como una amenaza destructiva en el sistema
cognitivo y esta no ha variado en cuanto nos referimos al aprendizaje. Muchos estudios
neurocientíficos han logrado identificar el bloqueo del aprendizaje generado por las
emociones negativas; sin embargo, refuerzan que estas emociones son una de las bases más
importantes por las que se sujetan la memoria y el aprendizaje. Asimismo, es importante
reconocer si solo existen eventos perjudiciales para aquel proceso a través del cual se
adquieren y desarrollan habilidades.
Desde la neuroeducación se puede decir que “las emociones negativas han tenido
poco espacio y, cuando lo han tenido, muchas veces han sido emociones caracterizadas por el
antiguo principio de La letra con sangre entra” (Ibarrola, 2014). Es por eso que el papel que
ha tomado este tipo de emociones en la cognición y el aprendizaje no fueron bien recibidas en
el mundo de la educación ya que han sido un tema tabú con relación al aula y esto solo
demuestra la poca comprensión que muchos docentes captan al poder enfrentarse a los
alumnos. Dicho de otra manera, las principales emociones negativas, ligadas a experiencias
de aprendizajes como “el miedo, el nerviosismo, la preocupación, la tristeza, la ira; actuarían
como obstáculos para el proceso de enseñanza-aprendizaje” (Araya-pizarro, 2020). Estos
obstáculos pueden ser el punto de quiebre a las capacidades ejecutivas de los lóbulos
frontales creando así nuevos trastornos de déficit de atención, por lo mismo que las
emociones actúan como un instrumento de control. Lo más curioso es que estas emociones
son completamente inevitables que se pueden experimentar en cualquier momento,
generando una cantidad de estímulos inconscientes que reconstruyen los diferentes
mecanismos de aprendizaje para regresar al punto de inicio de las conexiones y como efecto
retrasa el procesamiento de la información.
Según detalla la doctora Begoña Ibarrola en su libro Aprendizaje emocionante:
Neurociencia para el aula, se concluye que “cuando las emociones perturbadoras se instalan
en un aprendiz, sea la causa la que fuere, interfieren con su capacidad para aprender”
(Ibarrola, 2014, p. 104). Con esto, se remarca el efecto perjudicial de las emociones negativas
en el proceso enseñanza-aprendizaje que repercute de manera sustancial al curso cognitivo,
menoscabando la ejecución de los mecanismos cerebrales como un foco disruptivo. En
relación con lo mencionado anteriormente, un estudio realizado en la universidad nacional
Hermilio Valdizan explica que la mayoría de docentes piensan que los alumnos solo se
relacionan con el interés hacia el aprendizaje y no perciben que ese aprendizaje tiene un
vínculo fuerte con el lado emocional. De ahí surge la duda de cómo lidiar con los problemas
40
emocionales que obtienen los alumnos en las aulas y sobre todo desde donde inicia el bajo
rendimiento académico producto de un mal aprendizaje. Es por eso que esta investigación
desarrollada por (Abal, Atanacio y Fretel, 2021) intentan responder “la relación existente
entre los estados emocionales negativos y el aprendizaje significativo de los estudiantes de la
I.E. “Santiago Antúnez de Mayolo” de Shulluyacu - 2019” (p. 17) por medio de análisis que
revelan la intensidad o frecuencia de emociones como la ira, miedo, tristeza y confirma si
estas son independientes del aprendizaje.
Para esto se utilizó el método experimental que permitirá revelar la relación entre las
dos variables mencionadas junto a formatos como las guías de entrevistas, fichas y guía de
observación para tener un contacto más cercano a las experiencias que evidencian en el
momento exacto de su loción emocional. Las conclusiones a las que se llegaron, luego de
extraer la información de las técnicas de procesamiento de datos, resaltan que “los estudiantes
con emociones negativas de ira, miedo y tristeza obtienen bajos calificativos en su
rendimiento académico [...] logrando disminuir la concentración y la atención de los
estudiantes en todo el proceso de aprendizaje” (Abal et al., 2021). Asimismo, se concuerda
que para obtener enseñanza excelente es necesario que los docente presten más atención, no
solo a las acciones agradables que manifiesten sus alumnos, por el contrario, intentar
comprender que el alumnado expresa emociones negativas que perjudican la armonización de
una óptima relación entre las estrategias motoras y la enseñanza - aprendizaje.
Ahora, dentro de los resultados de esta investigación no solo se mostraron las
emociones que me mencionaron en las líneas anteriores, sino también el sentimiento que uno
tiene cuando presencia que otro compañero sacó una buena calificación; esto, trae consigo la
envidia, un término que la psicóloga-neuroeducadora, doctora Ibarrola, lo desarrolla
perfectamente en una entrevista titulada Las emociones son las guardianas del aprendizaje
haciendo mención a que la envidia directamente el aprendizaje, generando “el aprendizaje
competitivo, estar pendiente de los demás, porque te estas comprando y eso te genera tensión
que es imposible que te relajes y que te centres en lo tuyo” (Ibarrolla, 2021) , muchas veces
se obvia este estado emocional porque se cree que es un mero capricho. Sin embargo, allí
radica la importancia de que el profesorado intenta distinguir entre los estados emocionales
negativos y positivos.
En cuanto al ambiente en el que se desarrollan los alumnos, hay una gran diferencia
entre aprender dentro del aula o fuera de ella; de la misma manera, algunos estados
emocionales tienden a generarse con más frecuencia en distintos entornos y peculiarmente
las emociones negativas no son una excepción. En la siguiente investigación titulada
41
afectan a los adultos dentro del ámbito académico porque se piensa que solo ellos al tener
más edad pueden se pueden controlar pero esto es completamente falso porque dificulta la
atención y la memoria provocando un bajo el bajo rendimiento producto de la desviación del
aprendizaje. En cuanto a lo mencionado, el artículo investigativo titulado Influencia de las
emociones negativas en el aprendizaje de información científica por parte de los residentes
(Kremer, Mamede, Van den Broek, Schmidt, Nunes y Martins, 2019). examina hasta qué
punto las emociones negativas llegan a activar actitudes de de evitación hacia el
procesamiento del material de aprendizaje en los internos.
Para analizar los resultados se implementó por un modelo didáctico demasiado
interesante que consiste en evaluar al residentado en tres tareas continuas muy parecidas a
las labores académicas que se dispone diariamente. Este esquema inicia con la Tarea de
cebado que permitió a los participantes dividirse en dos grupos para ver un video que
interviene en manifestar la expresión de sus emociones negativas. Se resalta esta parte, ya
que, algunos autores sustentan que un videoclip o video muestra “aquello que sentimos,
aquello que nos produce alegría, tristeza o cualquier otra emoción, es lo que verdaderamente
recordamos” (Soto, 2021); en otras palabras, sucede porque dentro de nuestro sistema
límbico, la amígdala, forma recuerdos de emociones procesando y guardandolos para que
próximamente sean recordados, en este caso, el aprendizaje medido por estados emocionales.
Sumando a lo anterior, se resolvió la segunda tarea que era leer un texto médico titulado
Daño oxidativo durante el reposo cardiaco y la reanimación cardiopulmonar tomándose en
consideración los conocimientos previos que el estudiante residente tiene para medir el nivel
de concentración; luego de terminar el texto, se les pidió que rellenaran una prueba utilizando
un modelo similar a la escala de likert llamado “escala de compromiso cognitivo situacional”
(Kremer et al., 2019) que es un instrumento ideado para evaluar las implicaciones con las
tareas de aprendizaje); y por último, luego de terminar con la segunda prueba, se les pidió que
recordaran todo lo que había leído del texto y que lo escriban, ya que cuando más eficaz se
haya aprendido, mejores conceptos va a recordar. y mediremos qué tan influyente es nuestra
variable independiente.
Los resultados fueron extraídos gracias a dos instrumentos donde la primera, prueba
de Chi-cuadrado, nos muestra el contraste de lo que uno piensa con el verdadero resultado
que se muestra, y, la prueba t independiente, es para ver si el sexo, la edad produce un cambio
significante en nuestra variable dependiente. Esto último sirvió para concluir sobre la
disminución del aprendizaje que se asocia con el corto tiempo que el residente emplea para
procesar el material asignado; entonces, “este estudio proporciona evidencia experimental de
43
un efecto adverso sustancial de las emociones negativas, como las provocadas por situaciones
comunes durante el entrenamiento, en el aprendizaje de los residentes”(Kremer et al., 2019),
posiblemente se activaron las actitudes de evitación o capturaron parte de los recursos
cognitivos de los residentes logrando dificultar el procesamiento de información de
aprendizaje. Incluso, es razonable esperar que los médicos en formación tengan que soportar
cargas adicionales, ya que los residentes a menudo experimentan comportamientos
intimidatorios o humillantes por el personal superior.
Hasta ahora solo se ha evidenciado pruebas que reflejan que las emociones negativas
son completamente perjudiciales para el desarrollo del aprendizaje; de hecho, muchos
investigadores le han dado poca importancia a los “obstáculos” emocionales negativos,
puesto que, a menudo estos estados emocionales son caracterizados por el impedimento del
éxito estudiantil; dicho de otra manera, la mayoría de las veces se intenta insistir
precisamente en eso, en que son «negativas» y en que tenemos que tratar de evitarlas porque
nos son desagradables y, dentro del sector educativo, solo se obtendría reprimir la atención
cognitiva. Subsiguiendo, según (Salas, 2019) dice que “en el fondo, las emociones negativas
son realmente más importantes que las positivas [...] porque, paradójicamente, son las que
más duran” (p. 81) y esto sucede por el simple hecho de que las emociones negativas
impactan con mayor reciedumbre a diferencia de las emociones positivas que están por
debajo del nivel de fuerza mostrado en el sistema límbico. Muchas de las emociones positivas
se quedan reservadas en el hipocampo pues una de sus funciones es actuar con regulación
emocional a las respuestas emotivas automáticas, mientras que los estados negativos tienden
a estar acumulados en la expresividad a largo plazo, situándose en la amígdala.
De ahí que, tratar de suprimir las E.N. solo traería consigo una serie de consecuencias
fatales en el rendimiento académico por tanto que nunca se conocerá su verdadero efecto en
el aprendizaje. Por consiguiente las emociones negativas son esenciales para la vida puesto
que nos ayudan y preparan a enfrentar y salir de una situación amenazante y peligrosa para
nosotros. La amenaza vista desde el plano educativo, nos ayudará a retomar el equilibrio
emocional en los estudiantes ante los excesos de estados reprimidos sin resolver. En síntesis,
nuevos estudios y desde un punto de vista neuroeducador, revelan que las emociones
negativas no son del todo desfavorables para los procesos cognitivos que involucran a la
enseñanza-aprendizaje. El debate por las emociones negativas sigue siendo fuerte, mucho se
dice que el miedo, como estado emocional negativo, no permite la expresión verbal
espontánea ante el auditorio estudiantil y menos delante del maestro evaluador. Por ello,
nuevamente queda determinado que psicológicamente este tipo de emociones son
44
momento, ha pasado por aquellos enfados al reprobar o sacar una calificación baja y muchas
veces esas emociones han resaltado la labor de nuestro sistema cerebral para atender con
mucha más precisión la capacidad de evaluación, regulación de los propios procesos y
productos cognitivos con el propósito de hacerlos más eficientes en situaciones de
aprendizaje.
Si bien es cierto, en la pandemia, ha existido una serie de complicaciones en materias
educativas, es por eso que la incertidumbre ha logrado posicionarse como una causa a los
estados emocionales negativos; dado que, (Bueno y Forés, 2022) nos dice que “los seres
humanos, delante de lo nuevo, de los cambios y de las incertidumbres, tenemos la tendencia a
movernos entre estos dos polos aparentemente opuestos: el miedo y la curiosidad” (p. 1).
determinando una elaboración desventajosa ante un proyecto mental que dificulta conexiones
neuronales cognitivas. En el siguiente artículo Aprendizajes vividos por la pandemia: qué nos
aporta la neuroeducación, de dos neuroeducadores, David Bueno y Anna Forés, nos dice que
el ser humano, en pandemia, aprendió a frecuentar el miedo y la curiosidad ante los cambios
y las novedades porque existe un temor para aquello que no conocemos y por lo mismo,
podemos llegar a perder el control de las emociones pero que; sin embargo, al obtener este
miedo, existe algo que nos presiona a protegernos.
Dicho de otra manera, el miedo tiene una arraigo impulsivo fundado en la amígdala,
al lado del tálamo; mientras que, la curiosidad, es el efecto de esta emoción porque incluye un
agregado con algunas emociones neutras y positivas. Pero los autores remarcan que “la
curiosidad, sin embargo, no implica aceptar las novedades por el simple hecho de serlo, sino
que siempre encierra preguntas” (Bueno y Forés, 2022), de ahí que se puntualice la
reflexividad: Será beneficioso para mi aprendizaje, cómo lo puedo regular, qué significa esto,
cómo lo puedo utilizar, etcétera. Las diferencias primordiales entre respuestas apoyadas en el
temor o curiosidad suponen una argumentación reflexiva, pues la “reflexividad forma parte
de las funciones ejecutivas, aquellas que ejercen control cognitivo del cerebro y gestionan la
corteza prefrontal”(Bueno y Forés, 2022). Entender que gracias al miedo y la curiosidad,
logran tener un mejor desenvolvimiento con la corteza prefrontal que permite cuestionarnos
situaciones de la cual las emociones negativas no entren en un estancamiento produciendo
incertidumbre en el aprendizaje.
Es por eso, el desarrollar la mirada resiliente respecto a las emociones negativas nos
ayudarían a encontrar situaciones obstaculizadas donde logremos implementar la superación
como estímulo emocional siendo el miedo, tristeza, la mejor opción para reconducir los
resultados más proactivos neuronales a un mejor análisis cognitivo. Se concluye con esto que
46
los estados emocionales vividos en pandemia no son ninguna excepción y no tiene ninguna
dependencia con las áreas del aula; en el mismo caso, en ambos se desarrollará
progresivamente el impulso a la superación.
4.3 ¿Qué efectos producen las emociones positivas en el aprendizaje de los estudiantes?
conocimientos aprendidos se guarden por mucho más tiempo en nuestra memoria de largo
plazo, lo que conlleva a que el escolar pueda recordar en cualquier momento los
conocimientos necesarios para aprender nuevamente.
Ahora, la neuroeducación no solo permite comprender los procesos emocionales que
ocurren dentro de nuestro cerebro, en los que se involucra el hipocampo, área encargada de
activar nuestra memoria de largo plazo, sino que a partir de su propuesta incita a que se
generen ambientes emocionalmente positivos, pues de esa manera se generarán efectos
favorables en el proceso de aprendizaje, porque, en comparación con las emociones
negativas, todo lo que se aprende por refuerzo negativo se tiende a olvidarse rápidamente,
más en cambio, aquello que se aprende por refuerzo positivo,se guarda por mucho más
tiempo en nuestra memoria de largo plazo, como ya se venía mencionando anteriormente; y a
eso se le suma otros beneficios que le permiten una mayor motivación y participación dentro
de las aulas favoreciendo así, un buen rendimiento académico que es otro efecto de las
emociones positivas en el aprendizaje.
Todo esto es demostrado mediante un estudio realizado por Gaibor y Cruz (2022) en
una escuela de educación básica superior, que no solo incluyó a los alumnos dentro de la
investigación, sino también a los profesores en la comprensión de las emociones que
experimentaron sus alumnos antes y después de haber sido aplicado un programa de
capacitación docente en el área de matemática, que dicho sea de paso, es el curso al que
muchos estudiantes le tienen un grado alto de temor, ya sea por la dificultad que se les
presenta a la hora de aprender o por la poca motivación que tienen por parte del docente
durante el proceso de aprendizaje que se deriva en la ínfima comprensión del curso.
Por un lado, este programa de capacitación docente tenía por objetivo “garantizar a
los estudiantes la oportunidad de desarrollar su potencial y mejorar su rendimiento
académico” (Gaibor y Cruz, 2022, p. 54) generado a partir de emociones positivas reflejado
en un “clima de confianza”, a través de la risa, el uso de instrumentos que permitan una
mayor didáctica dentro del aula y ´por ende, una mejor comprensión del curso, además, de
considerar los equívocos de los estudiantes como un componente del proceso de aprendizaje.
Por otro lado, la validez de este programa se realizó mediante la recopilación de los nuevos
promedios obtenidos luego de la aplicación del programa, evidenciando que las emociones
positivas-tranquilidad, curiosidad y confianza-generadas por los docentes tuvieron un
impacto positivo en el aprendizaje de las matemáticas. Por tanto, el “estímulo de las
emociones positivas en los estudiantes puede reforzar la motivación en el estudiante y, por
consecuencia su aprendizaje” (Gaibor y Cruz, 2022, p. 59). Esto permite vislumbrar que las
50
emociones positivas propiciadas por prácticas docentes trae consigo efectividad en los
estudiantes, porque, les permite no solo aprender el curso en ese instante, sino también el de
motivarlos para poder mejorar su capacidad cognitiva.
Asimismo, hoy en día, la neuroeducación rebate los modelos tradicionales de
aprendizaje, los cuales han formado parte de la enseñanza durante mucho tiempo y no han
incluido el lenguaje de las emociones durante este proceso. En relación a esto y sumando al
estudio anterior, una investigación realizada, por Villavicencio y Bernardo (2016) en Filipinas
pone de manifiesto que las emociones positivas permiten predecir el rendimiento académico
de los estudiantes, incluido el uso de la autorregulación y la autoeficacia, condicionantes que
a través de la teoría de ampliación y construcción, quien sostiene que las emociones positivas
desarrollan un buen desempeño del aprendizaje se analizaron los efectos de las emociones
positivas en los estudiantes. Igualmente, es necesario mencionar que la realización de este
estudio sólo consideró las variables emocionales “disfrute” y “orgullo” de los estudiantes, en
contraste con la ansiedad que experimentaron durante una clase de trigonometría, las cuales
fueron medidas a través de cuestionarios que siguieron una escala likert y procesadas
mediante un análisis de regresión múltiple jerárquico, que a grosso modo, permite explicar
qué variable independiente explica una variable dependiente.
Las conclusiones a las que llegó el estudio de Gaibor y Cruz (2022) junto a los de
Villavicencio y Bernardo (2016) guardan relación a causa de que en ambas investigaciones la
hipótesis que las emociones positivas generan un buen desempeño académico se vio
notablemente demostrado. El primer estudio, a través del desarrollo de la estimulación de
emociones positivas pudo demostrar que estas no solo favorecen, sino que mejoran el
rendimiento académico de los estudiantes, lo cual fue evidenciado en las calificaciones
obtenidas al final del curso de matematicas, hecho muy similar con en el siguiente estudio,
que por medio de las calificaciones obtenidas al término del ciclo se pudo predecir cuales
iban a ser los efectos de las emociones positivas en el aprendizaje. De ahí, la importancia de
las emociones positivas dentro de los espacios escolares pues ayudan a que los alumnos
tengan un buen proceso de aprendizaje, seguido de un buen desempeño académico y
demostrado en las calificaciones obtenidas por los estudiantes. Por ello, Guillen (2017)
sostiene que “cuando en el aula se respira un clima emocional positivo [...] se fomenta un
aprendizaje activo en el que se sabe protagonista” (p.38).
Sin embargo, la experimentación de emociones positivas llega a depender en gran
medida de las asignaturas que el alumno desarrolle. Un estudio, que analiza las emociones de
los estudiantes, nos permite sostener que en asignaturas como las ciencias naturales se
51
generan emociones positivas dependiendo de los estados emocionales que estos presenten, en
los que incluye la valoración que estos asignan al curso y la motivación que tengan por
aprender (Acedo, Cortés, Mero y Borrego, 2014). En ese sentido, esto se relaciona mucho
con la neuroeducación, pues la disposición del profesor frente a su alumno, al igual que su
metodología, siempre que ocasionen emociones positivas en los estudiantes, favorecen y
condicionan un mayor aprendizaje de la asignatura; y esto no es de sorprender, porque
muchos estudiantes que presentan un aburrimiento sostenido por parte del docente o la clase
no aprenden del todo bien y en algunos casos extremos puede ser motivo de deserción
escolar, un hecho alarmante dentro de las escuelas.
Ahora, si bien se identifica que hay procesos de aprendizaje más exitosos por las
emociones positivas, algunas de estas emociones principalmente las que están relacionadas
con la inactivación, como el placer o la relajación, pueden generar el efecto contrario si no se
manejan o regulan favorablemente. Una de las áreas de aprendizaje, que conlleva un aumento
en el grado de dificultad es la química, Sen encontró que el logro en este curso no solo
depende de factores cognitivos, sino que también de la regulación de sus emociones en los
que se incluía la valoración por parte de los alumnos sobre las tareas y las convicciones que
tenían sobre su aprendizaje (Sen, 2016). Este estudio no permite contrastar la investigación
de Acedo et al. (2014) que argumenta que las emociones positivas derivan en el buen
aprendizaje del área de ciencias; sin embargo, es bueno mencionar que ambos estudios
difieren en que el primero no consideró la regulación de las emociones y valoración del curso
dentro de su investigación a diferencia de este último, pero que en ambos casos si se
examinaron las emociones tanto positivas y negativas que experimentaron los estudiantes, lo
que les permitió concluir las diferencias significativas en ambas asignaturas.
Al igual que el estudio realizado por Sen, uno realizado en Alemania y que tuvo a
bien investigar el efecto del estado emocional en los resultados de aprendizaje multimedia,
permite evidenciar que no necesariamente las emociones positivas generan un impacto
favorable en el aprendizaje. Lo particular de este estudio fue la inducción de emociones en
los estudiantes antes de ser sometidos al proceso de aprendizaje multimedia en el área de
biología. Las emociones que se consideraron dentro de la inducción fueron la alegría, la
tristeza y una emoción neutra que derivó en controlar los estados emocionales que
experimentaban los alumnos antes de aprender. Este proceso de inducción se realizó durante
dos etapas; en un primera etapa se le pidió a los grupos experimentales que iban a ser
inducidos a emociones positivas y negativas que rememoran un evento feliz o triste de su
vida como si lo estuvieran viviendo en aquel instante; seguido de ello, en la segunda etapa,
52
escuchando piezas musicales se les solicitó que detallaran lo mas explicito posible los
momentos recordados, esto con el fin de poder cumplir exitosamente el propósito de inducir
emociones (Knörzer, Brünken y Park, 2016).
Los resultados de este estudio evidenciaron que las emociones positivas inducidas
tuvieron un efecto inhibidor sobre el aprendizaje multimedia al que fueron sometidos los
estudiantes. Los investigadores Knörzer et al. (2016) explican que aquello se debió a dos
motivos; el primero referido a la absorción de capacidad cognitiva, porque, los estudiantes no
pudieron procesar los aprendizaje multimedias debido a que, la inducción se dio a través de
recuerdo autobiográfico que permitió la activación de la memoria episódica, asimismo, los
estudiantes calificaron de dificultosa las actividades, pues presumiblemente aquellas personas
que están en un estado emocionalmente positivo tienden a suponer que su fracaso se debe a
causas extrínsecas a ellos; el segundo motivo lo explica la desviación de la atención que
presentaron durante el aprendizaje multimedia, ya que, esto pudo ser demostrado a través de
las computadoras que tienen incluido un programa de seguimiento ocular que les permitió a
los investigadores saber en qué momentos no estaban mirando fijamente la pantalla.
Si bien es cierto que este estudio nos permite rebatir un poco la idea de que las
emociones positivas desencadenan efectos favorables, las conjeturas que se le puede realizar
a esta investigación es si ocurren los mismo efectos cuando estas se dan de una manera
espontánea, sin la inducción por parte de alguien, porque como sabemos las emociones no se
pueden controlar a nivel cerebral, a diferencia de los sentimientos que son expresados
fisiológicamente y que depende de cada uno si expresarlas o no. De ahí que, la educación
emocional sea otro de los pilares que apoya la neuroeducación para un mayor
desenvolvimiento de los estudiantes en los espacios escolares, en los que se incluye a los
docentes como coadyuvadores de poder transformar aquellas emociones negativas en
positivas, para una mejora en el aprendizaje.
Esto último, lo demuestra un estudio realizado por Vierhaus, Lohaus y Wild (2016) el
cual investiga la “interacción de las experiencias emocionales y las estrategias de
autorregulación a lo largo de los años escolares” (p. 14) mediante el análisis de la emoción
positiva “disfrute” relacionado con la resolución de problemas que es un método dentro de
esta investigación para poder afrontar el estrés escolar, que a propósito, es una de las
emociones negativas que está muy presente dentro de los ambientes educativos. Esta
regulación emocional fue medida por cuestionarios que consideraron pequeñas situaciones
posibles que pudieran experimentar los estudiantes durante una clase escolar referida al
estrés. Las conclusiones a las que se llegaron, luego de analizar los distintos cuestionarios,
53
permiten afianzar la idea de que la regulación emocional impide que las emociones negativas
sobrepasen a las positivas siempre y cuando se utilicen las estrategias necesarias para su
regulación y por ende, las emociones positivas propiciarán un buen aprendizaje que generará
en el estudiante las condiciones necesarias para un buen desempeño académico. Por ello, las
emociones positivas son el pegamento necesario para poder aprender exitosamente, y por
tanto, un ambiente favorable llega a potenciar las predisposiciones que tiene el estudiantes
con relación a una asignatura o materia específica y como sostiene Vierhaus et al. (2016), al
igual que Villavicencio y Bernardo (2016) líneas más arriba, la regulación emocional de los
alumnos debe ser atendida por los docentes, pues estas se traducen en un buen aprendizaje y
con ello se generan efectos favorables.
A resumidas cuentas, la siguiente tabla nos muestra las investigaciones revisadas
mencionando qué factores se analizaron para concluir que las emociones positivas ocasionan
efectos favorables y no tan favorables en el aprendizaje, además, de evidenciar que efecto
mostraron luego de experimentar las emociones positivas.
Tabla 1.
Las emociones
positivas son
importantes durante
Descriptivo Escar y Morales Influencia de las el proceso de
(2016) emociones durante aprendizaje, ya que,
el aprendizaje. no generan
interferencias
durante este proceso.
Influencia de las
emociones positivas
en el aprendizaje de Las emociones
las matemáticas positivas derivan en
Aplicada y Gaibor y Cruz después de aplicar un buen
descriptiva (2022) una formación rendimiento
docente en la académico de las
comprensión de las matemáticas.
emociones.
Las situaciones
Los factores que emocionales
desencadenan las positivas propiciadas
Descriptiva y Acedo, Cortés, Mero emociones durante por el docente
correlacional el aprendizaje de contribuyen a un
y Borrego (2014)
física y química. buen aprendizaje
de las ciencias
naturales.
Las emociones
positivas
Evaluar las relacionadas con el
Descriptivo y Sen (2016) emociones durante placer generan
correlacional el aprendizaje del efectos
curso de química. desfavorables en el
aprendizaje de la
química.
El aprendizaje
multimedia se vio
afectado por las
Análisis del emociones positivas,
Descriptivo y aprendizaje debido a la
Knörzer, Brünken y
correlacional multimedia, luego desviación de la
Park (2016) de la inducción de atención y la
emociones. capacidad de
absorción cognitiva,
lo que generó poco
aprendizaje.
El fomento de
emociones positivas
Aumento de la generan un buen
Descriptivo y Vierhaus, Lohaus y emoción positiva del desempeño
correlacional logro y la regulación académico de los
Wild (2016)
emocional en los estudiantes, siempre
estudiantes. que se desarrolle un
afrontamiento de las
emociones
negativas.
Fuente: Elaboración propia
55
Conclusiones
(Eylin Maria Zabaleta Torres)
La evidencia presentada nos lleva a concluir que ciertamente existe una relación
directa entre las emociones, tanto positivas como negativas, y el aprendizaje; esta relación se
lleva a cabo desde las aulas preescolares hasta las aulas universitarias. Esto quiere decir que
el rol de las emociones es una herramienta fundamental en cualquier etapa de la vida del ser
humano puesto que las emociones son producto del aprendizaje y porque estudios
neurocientíficos defienden que el cerebro en su totalidad nunca deja de aprender, la única
barrera que se presenta es el modelo educativo que se imparte en los contextos pedagógicos;
frente a ello resulta necesario que se brinde importancia a la gestión adecuada de las
emociones empezando por el docente quien debe tener un amplio conocimiento acerca de la
neurociencia para que haciendo uso de ciertos principios que este campo le otorga pueda
impartir una educación de calidad donde el ambiente sea adecuado para el maestro y sus los
alumnos.
objeto clave para empezar a involucrar aún más las conexiones neuronales del cerebro con la
amígdala. Esto será posible gracias a la ayuda de la neurociencia que permite conocer de
manera biológica la relación facultativa entre emoción y razón (aprendizaje); la
neuroeducación, por su lado, intenta complementarnos estas estrategias didacticas para que
nuestras emociones negativas no se encuentren en zona de confort y no poder extraer buen
reconocimiento en nuestra escolaridad.
(Saavedra Sánchez Ronny Jeffrey)
En síntesis, las emociones positivas ocasionan muchos efectos favorables en el
aprendizaje de los estudiantes; sin embargo, algunos estudios que enlazan el factor emocional
positivo con otros aspectos confrontan esta opinión. Por un lado, estas emociones permiten
que los tres componentes necesarios para aprender-atracción, curiosidad y motivación- se
activen conjuntamente facilitando que la información aprendida sea guardada por mucho más
tiempo en nuestra memoria de largo plazo, involucrando al hipocampo, lo que acrecienta una
mejor memoria en contraposición con aquellos que aprenden bajo emociones negativas, como
el miedo. Asimismo, propicia que los alumnos puedan comprender mucho más las
asignaturas favoreciendo así, un buen desempeño académico dentro de las aulas, que es
evidenciado en los promedios académicos. Pero, para lograr ello es necesario que los
docentes no sólo comprendan las emociones, sino que generen estímulos y ambientes
emocionalmente positivos a través distintas estrategias metodológicas que le permitan al
estudiante sentirse a gusto dentro de las aulas. Por otro lado, en algunas asignaturas como la
química no sólo se considera el factor emocional positivo para un buen aprendizaje, sino
otros aspectos, como el grado de dificultad que éstos le asignan al curso, sumado que la poca
regulación emocional de emociones positivas ligadas al placer o relajación, llegan a ocasionar
efectos contraproducentes en el aprendizaje de los estudiantes, puesto que, no permiten una
mayor capacidad cognitiva, además, de desviar la atención en estos. Por ello, es necesario la
labor docente pues cumple un papel importante durante este proceso de aprendizaje en el cual
las emociones positivas siguen siendo hoy en día el pegamento necesario para un buen
aprendizaje.
58
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