LITERATURA

RESUMEN DE LA ILIADA
INTRODUCCIÓN
La Iliada es el más bello y conmovedor poema épico griego. En magistral forma que
el tiempo no ha 1ogrado deslucir, los hexámetros homéricos vienen cantando desde
el siglo IX antes de Cristo el himno a los héroes griegos ‘y troyanos, a los dioses y
semidioses del Olimpo, a la dorada tierra de Ulises y Penélope.
Pero, siendo eso mucho, no lo es todo en el poema atribuido a Homero. La lijada, al
tiempo que narra con la misma fuerza con que lo haría un testigo, el choque de
griegos y troyanos, la muerte de Patroclo, el enfrentamiento de Aquiles y Héctor,
también delínea las ideas filosóficas y religiosas de la antigüedad helénica, su
sentido ético y su patriotismo. Densamente el poeta revive, junto al episodio militar,
él paisaje griego; describe el aire de olivares y viñedos. Surge a veces, en mitad de
las batallas, el humo de las piras dibujando rostros vivientes en el mármol de las
estelas funerarias.
La suma y yuxtaposición de historias (de amor, de heroísmo, de muerte, de fe...)
parece confirmar el criterio de que La Iliada no es obra de un poeta sino de muchos
poetas anónimos; que en su creación participaron muchos bardos populares
—rapsodas— que contaron de pueblo en pueblo la historias de los héroes y los
dioses de la tierra amada. Lo que hace de todo esto un poema unitario es el cordón
umbilical común del tema y de los personajes. Nosotros creemos que fueron
menester muchos, muchísimos años, para que la magia popular, su inspiración y su
sensibilidad fueran tallando primorosamente las leyendas y los mitos que
configuraban la cosmovisión de los hombres de la antigüedad de Grecia y Troya
(Ilión).
Pensamos que el ciego poeta errante fue uno de los iniciadores del poema y que
luego los declamadores y poetas populares llamados rapsodas cantaron
reiteradamente los distintos fragmentos, y que en este pasar de voz en voz y en este
contacto con numerosos auditorios, fue enriqueciéndose, puliéndose, el poema
épico. Igual que lo sucedido con los poemas de gesta hispanos. Igual que van
redondeándose, atersándose, las piedras arrastradas por los ríos serraniegos.
Se atribuye al Legislador Licurgo el haber sido quien primero reunió los poemas de
Homero que se hallaban dispersos en poder de los rapsodas. La posteridad debe a
Pisístrato el que bajo su gobierno y por su gestión hayan sido configuradas
definitivamente la Iliada y la Odisea.
¿Qué se puede decir de un poema como la Iliada, cuyos versos invaden desde hace
tantos siglos el cerrado coto de ¡a inmortalidad? Pensamos que tal vez muy poco.
Tal vez es bastante para quien no es un crítico, señalar la profunda y respetuosa
admiración que le produce la fuerza de sus personajes, vivos sin tiempo ni espacio:
Aquiles, Patroclo, Héctor, Príamo… o el riquísimo mundo de ensoñación de los
pueblos que protagonizaron las historias.
Siete ciudades griegas disputan a Esmirna, ciudad de la Jonia, el honor de haber
visto nacer a Homero.
DESARROLLO DE LA OBRA
EL JUICIO DE PARIS
La guerra de Troya se remonta a un incidente ocurrido durante las bodas de Peleo,
soberano de los mirmidones, y Tetis, una de las nereidas. Eris, la diosa de la
discordia, irrumpió en el suntuoso banquete organizado para la ocasión y arrojó a
los invitados una manzana de oro que decía “a la más bella”, Zeus pidió a Paris, hijo
del rey Príamo de Troya, que eligiera entre las tres diosas que aspiraban a la
manzana: Era, Atenea y Afrodita.
Paris eligió a Afrodita y a cambio ésta la prometió el amor de la mujer más bella del
mundo: Helena, esposa de Menelao, rey de Esparta.
EL RAPTO DE HELENA
Seguro gracias a la protección de Afrodita, el joven Paris raptó a la bella Helena de
Esparta y se la llevó a Troya, lo que provocó la furia de su esposo el rey Menelao.
Apoyado por los griegos, Menelao organizó un poderoso ejército comandado por su
hermano Agamenón, rey de Micenas, que embarcó rumbo a Troya para vengar la
afrenta, rescatar a Helena y llevarla de vuelta a casa.
EL SITIO DE TROYA
Tras pasar a cuchillo a todos los habitantes de los alrededores, los griegos sitiaron
las murallas fortificadas de Troya durante diez largos años. A pesar de ello, la
ciudad parece inexpugnable. La Iliada de Homero comienza justo antes del final
del conflicto, con un altercado entre dos valientes griegos, el rey Agamenón y
Aquiles (hijo del rey Peleo y de Tetis).
LA CÓLERA DE AQUILES
La disputa entre Aquiles y Agamenón sobre la doncella cautiva Briseida ilustra la
fragilidad de la alianza entre los líderes griegos. Cuando Agamenón arrebató a la
esclava y se negó a devolverla, Aquiles retiró a los mirmidones de la batalla y se
encerró encolerizado en su tienda.
LA BATALLA DE LOS GRIEGOS CONTRA LOS TROYANOS
Aprovechándose de las divisiones entre los griegos, los troyanos asestaron una serie
de reveses a sus atacantes. A la vista de lo que parecía una derrota inevitable,
Agamenón accedió a devolverle Briseida a Aquiles a cambio de que regresara al
campo de batalla. Sin embargo, el orgulloso guerrero se negó.
LA MUERTE DE PATROCLO
Aquiles permitió a su leal amigo Patroclo guiara el ejército de los mirmidones
durante el asalto a los troyanos. Patroclo luchó valerosamente pero murió a manos
del príncipe Héctor, hijo del rey Príamo de Troya.
TETIS Y AQUILES
Afligido por el dolor a causa de la muerte de su amigo, Aquiles recibió de su madre
Tetis nuevas armas, fraguadas por el dios Hefesto, para sustituir las perdidas por
Patroclo durante la batalla. Así rearmado, Aquiles volvió a la guerra, se reconcilió
con Agamenón y los Esfuerzos de ambos invirtieron el curso del conflicto.
HÉCTOR Y AQUILES
Finalmente, Aquiles se vio cara a cara con Héctor, el más temido guerrero del
ejército troyano, y logró vencerle atravesándole la garganta con una lanza. Pero su
sed de venganza no se vio satisfecha, por lo que se negó a devolver el cadáver del
prín cipe a su familia.
FUNERAL DE PATROCLO
Después de la trascendental victoria de los griegos, Aquiles organizó el funeral de
su amigo Patroclo. Fue un grandioso acontecimiento marcado por los sacrificios
animales y humanos, y por juegos en los que se repartieron opulentos premios.
PRÍAMO Y AQUILES
Tras el funeral de su amigo, Aquiles conservó el cadáver de Héctor durante doce
días de terribles afrentas, como arrastrarlo por el exterior de las murallas hasta la
pira funeraria de Patroclo.
Finalmente. Las súplicas del rey Príamo, padre de Héctor, apiadaron a Aquiles,
quién devolvió el cadáver del príncipe a su familia. Con este episodio concluye la
Iliada de Homero. (Las consecuencias de la guerra de Troya también se relatan en
La Eneida de Virgilio y en La Odisea de Homero).
LA MUERTE DE AQUILES
Con el fin de vengar la muerte de su hermano Héctor, Paris, el segundo hijo del rey
Príamo, lanzó una flecha mortal al talón de Aquiles, el único punto vulnerable del
héroe griego. Cuando era un niño su madre lo había sumergido en el río Éstige para
hacerlo inmortal; las aguas lo hicieron invulnerable menos en el talón, por donde lo
había sostenido su madre.
EL CABALLO DE TROYA
La muerte de Aquiles obligó a los griegos a cambiar de estrategia en el asedio de la
ciudad de Troya.
Construyeron un enorme caballo de madera y dentro del mismo se escondieron los
soldados más valerosos, mientras que el ejército griego se retiraba con el fin de
prepararse para el asalto final. Al observar la retirada de los griegos, los troyanos
salieron de la ciudad para recoger al caballo de madera.
Algunos creyeron que los griegos lo habían dejado allí como ofrenda a la diosa
Atenea y que les protegería.
EL CASTIGO DE LAOCONTE
Otro troyano más cauteloso, Laoconte, sacerdote de Apolo o de Poseidón, advirtió a
sus conciudadanos de los peligros de meter el caballo dentro de las murallas de la
ciudad. Dos horribles serpientes salieron del mar y estrangularon a Laoconte y a sus
dos hijos. Este incidente disipó todas las dudas de los troyanos, que lo interpretaron
como una señal del cielo para ignorar la advertencia de Laoconte y llevaron el
caballo al corazón de la ciudad.
EL INCENDIO DE TROYA
Al anochecer, los guerreros griegos salieron del caballo, abrieron las puertas de la
ciudad a sus camaradas, la capturaron e incendiaron. La derrota de Troya quedó
sellada con la muerte del rey Príamo a manos de Neoptólemo, el hijo de Aquiles.

FIN

FIRMA DEL ESTUDIANTE: ___________________________