Unidad 3
Unidad 3
Unidad 3
Los contratos de arrendamiento se regulan en el Código Civil, entre los artículos 1.542 y 1.604, que te
mostramos a continuación.
Además, existe legislación específica para los arrendamientos de fincas urbanas que se destinen a
vivienda o a usos distintos del de vivienda. Es la Ley 29/1994, de 24 de noviembre, de Arrendamientos
Urbanos, que puedes consultar a continuación.
En el contrato de arrendamiento de cosas una de las partes se obliga a dar a la otra el goce o uso
de una cosa por tiempo determinado y precio cierto (artículo 1.543 del Código Civil). Es conocido
como contrato de alquiler.
No todos los bienes, puesto que los bienes fungibles, a causa de que se consumen con el uso, no pueden
ser materia de este contrato.
A mantener al arrendatario en el goce pacífico del arrendamiento por todo el tiempo del contrato.
Si el arrendador o el arrendatario no cumplieren las obligaciones expresadas, podrán pedir la rescisión del
contrato y la indemnización de daños y perjuicios, o sólo esto último, dejando el contrato subsistente.
¿Cuál es la duración de un contrato de alquiler de vivienda?
En los contratos de plazo superior a cinco años el arrendatario sólo podrá desistir del contrato
siempre que hubiere durado como mínimo cinco años y dé un preaviso de dos meses de
antelación.
No existe requisito legal de forma. Se puede adquirir un modelo oficial de contrato de arrendamiento en el
estanco en papel timbrado (aunque es un modelo genérico donde no se incluyen cláusulas específicas
acordadas por ambas partes).
En el contrato de arrendamiento de obras o servicios, una de las partes se obliga a ejecutar una
obra o a prestar a la otra un servicio por precio cierto (artículo 1.544 del Código Civil).
El contrato de ejecución de obra, cuyo ejemplo sería la construcción de una casa o la confección
de un traje.
El contrato de prestación de servicios, refiriéndose el Código Civil al servicio de criados y
trabajadores asalariados y al transporte. Un ejemplo sería la contratación de un criado doméstico –
ésta es la nomenclatura usada por el Código Civil- destinado al servicio personal de la casa.
En un principio puedes pensar que el contrato de arrendamiento de servicios es igual que el contrato
de trabajo. Pero no es así, encontramos algunas diferencias, ente las que destacamos:
Por último, el contenido del contrato de arrendamiento de servicios es más libre, pudiendo incluir
todos los acuerdos adoptados por ambas partes, siempre que no sean contrarios a la ley.
Caso práctico
Carlos Ruíz Gamero, asistente a la dirección de la empresa CYL, S.L., informa a su superior de que
necesitan nuevas máquinas para la empresa. Ha consultado la contabilidad del último ejercicio y ha
observado que la empresa no tiene fondos suficientes para afrontar actualmente dicha inversión. Tampoco
las entidades financieras le ofrecen crédito.
Carlos informa a su director de que pueden formalizar un contrato de arrendamiento financiero con una
sociedad de leasing, a la que le especificarán los tipos de maquinarias que requieren, para que se hagan
con ellas. De esta forma, se benefician de no tener que afrontar de una sola vez la gran inversión
requerida, sino que irán pagando cuotas de alquiler por el uso del bien poco a poco. Aunque no lo tengan
en propiedad, acordarán establecer la opción de compra dentro de 5 años, de forma que lo puedan
adquirir fijando un precio en el que se tengan en cuenta las cuotas depositadas durante todo ese periodo.
Además, Carlos se ha informado de que las cuotas pagadas por el alquiler son fiscalmente deducibles y,
aunque tengan que pagar IVA, éste lo pagan poco a poco, en cada cuota, y no de una sola vez como lo
tendrían que haber hecho si hubieran adquirido el bien.
Los elementos personales que intervienen en un contrato de leasing son los siguientes:
Al final del contrato, el usuario del bien puede decidir renovar el contrato de arrendamiento financiero, no
renovarlo o ejercitar la opción de compra, es decir, adquirir finalmente el bien en propiedad. La opción de
compra se debe ofrecer de forma obligatoria. La sociedad de leasing no puede negarse a que se ejercite
dicha opción de compra en las condiciones estipuladas en el contrato.
La opción se podrá ejercitar al final del contrato por un precio, denominado valor residual, que
obligatoriamente debe figurar en el contrato de arrendamiento financiero.
¿Dónde se regula?
No hay una regulación de este tipo de contrato en el Código de Comercio ni el Código Civil, por lo que hay
que acudir a regulaciones específicas. Su definición la encontramos en la Ley 26/1988, de 29 de julio,
sobre Disciplina e Intervención de las Entidades de Crédito, puesto que las sociedades
de leasing están sometidas a la supervisión y control del Banco de España. Existen también
referencias al contrato de arrendamiento financiero en la Ley de venta a plazos de bienes muebles
y la Ley del impuesto de sociedades.
Este contrato no es recomendable para particulares, porque el precio que hay que pagar por el mismo
está sujeto a IVA al tipo general, es decir, al 18 %, lo que provoca que sea más caro usar este tipo de
financiación.
Este tipo de contrato es muy interesante y cada vez más utilizado. A continuación te ofrecemos una
presentación, donde además de aclarar el concepto de leasing, podrás conocer las clases existente y su
tratamiento fiscal.
Caso práctico
Luna, la alumna en prácticas de CYL, S.L., vendió su coche por motivos económicos. Cuando termine su
formación en la empresa, va a iniciar un negocio con su compañero de prácticas, Alejandro. Entonces,
necesitará contar con vehículo propio para poder desarrollar su empresa, por lo que busca otras
soluciones. Como las entidades financieras no les ofrecen más crédito para adquirirlo en propiedad, baraja
otras soluciones como:
Finalmente Luna se decide a alquilar un vehículo para la empresa realizando un contrato de renting,
puesto que la cuota a pagar será algo inferior y no correrá con los gastos del coche. Además, las cuotas
de alquiler son 100 % deducibles, por lo que también se beneficiará de un ahorro fiscal.
Normalmente, son objeto de este tipo de contratos los vehículos, maquinaria o mobiliario. Aunque,
actualmente, se está usando mucho para otros tipos de productos, como los equipos informáticos, que
requieren nuevas tecnologías -puesto que un alquiler ofrece mucha más capacidad de adaptación a las
mismas que una tradicional compra y le permite una más rápida renovación de los bienes-.
Arrendador: empresa que alquila o sociedad de renting, que pone a disposición el bien elegido
para su uso (en caso de no poseerlo, lo compraría a otra empresa proveedora).
Arrendatario: empresa o particular que usa el bien a cambio de un precio.
Renting a corto plazo: destinado a alquileres puntuales (por ejemplo, el alquiler de una grúa para
realizar una obra determinada).
Renting a medio plazo: destinado a alquileres de bienes por una duración superior al año. No se
suele dar renting a muy largo plazo, puesto que una de las ventajas que ofrece es la renovación de
bienes y ésta no sería posible con una larga duración del contrato.
¿Dónde se regula?
No está regulado específicamente en nuestro ordenamiento jurídico. Por lo que seguirá las disposiciones
generales incluidas en el Código de Comercio y en el Código Civil.
El contrato de seguro es un contrato mercantil que se regula por la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de
Contrato de Seguro. Su finalidad es cubrir posibles perjuicios que se puedan ocasionar por la
incertidumbre del hecho futuro, por lo que debe existir un posible riesgo que cubrir.
El contrato de seguro es aquél por el que el asegurador se obliga, mediante el cobro de una
prima y para el caso de que se produzca el evento cuyo riesgo es objeto de cobertura, a
indemnizar, dentro de los límites pactados, el daño producido al asegurado o a satisfacer un
capital, una renta u otras prestaciones convenidas (artículo 1 de la Ley 50/1980, de 8 de octubre,
de Contrato de Seguro).
El asegurado: es la persona titular del área de interés que da cobertura al seguro, es decir, sobre
cuya persona o bienes van a recaer las consecuencias del siniestro. Es quien recibirá la
indemnización que se pueda producir en un futuro.
Normalmente, el tomador contrata el seguro para sí mismo, por lo que coincidirían la figura de tomador y
asegurado. No obstante, no tienen por qué ser la misma persona, puesto que se pueden contratar seguros
que cubran los riesgos de otra persona.
Caso práctico
El Director de la empresa Castilla y León Vende S.L., ha contratado, en una compañía de seguros muy
prestigiosa, un seguro privado de asistencia sanitaria para el asistente a la dirección, Carlos Ruíz, que
cubre los posibles gastos médicos y de hospitalización del mismo.
La prima es el precio del contrato de seguro y que se estima en función del riesgo.
SEGUROS CONTRA DAÑOS: en los que se incluyen, entre otros, los seguros contra
incendios, contra el robo, de transportes terrestres, de crédito o de responsabilidad civil.
SEGUROS DE PERSONAS: como son los seguros de vida, de accidentes o de enfermedad y
asistencia sanitaria.
Reflexiona
La póliza del contrato deberá contener, como mínimo, las indicaciones siguientes:
1. Nombre y apellidos o denominación social de las partes contratantes y su domicilio, así como
la designación del asegurado y beneficiario, en su caso.
2. El concepto en el cual se asegura.
8. Duración del contrato, con expresión del día y la hora en que comienzan y terminan sus
efectos.
El tomador o el asegurado deberán emplear los medios a su alcance para aminorar las
consecuencias del siniestro, es decir, no intentar perjudicar o engañar al asegurador.
Caso práctico
El asistente a la dirección de CYL, S.L., Carlos, está saturado por la gran cantidad de facturas que tiene
que gestionar. Además, en tiempos de crisis económica, aumentan los impagos y los retrasos en los
pagos. Carlos dedica gran parte de su tiempo a gestionar dichas facturas y propone a su directivo realizar
un contrato con una compañía de factoring para que sea ésta quien se encargue de la gestión. Aunque
tengan que pagarle por ello, van a ver muy reducida su labor contable y administrativa y, además,
reducirán los riesgos derivados de los impagos.
¿Qué es el factoring?
El factoring es una fórmula de financiación para las empresas. Consiste en la cesión de los derechos
de cobros recogidos en sus facturas a otra empresa, denominada compañía de factoring o empresa
Factor, la cual se encarga de gestionar su cobro a cambio de una contraprestación, asumiendo los
riesgos derivados de su impago.
Mediante el contrato de factoring se produce un cambio en la titularidad de los créditos, pasando de una
empresa a la compañía de factoring o empresa Factor.
Obtener financiación, puesto que la compañía de factoring le anticipa el importe de los derechos
de cobro que le cede.
A cambio, debe pagar una contraprestación a la compañía de factoring consistente en una comisión por
los servicios administrativos y unos intereses por la financiación (por el anticipo del vencimiento de pago
de las facturas de sus clientes). La compañía de factoring debe ser una entidad financiera (banco, caja de
ahorro, cooperativa de crédito o establecimiento financiero de crédito).Para saber más
Además de los anteriores, nuestro ordenamiento jurídico contempla otros tipos de contratos como los
siguientes, de los que te vamos a ofrecer su definición.
Contrato de permuta.
La permuta es un contrato por el cual cada uno de los contratantes se obliga a dar una cosa para
recibir otra (artículo 1.538 del Código Civil).
Contrato de sociedad.
La sociedad es un contrato por el cual dos o más personas se obligan a poner en común dinero,
bienes o industria, con ánimo de partir entre sí las ganancias (artículo 1.665 del Código Civil).
Contrato de mandato.
Por el contrato de mandato se obliga una persona a prestar algún servicio o hacer alguna cosa, por
cuenta o encargo de otra (artículo 1.709 del Código Civil).
Contrato de préstamo.
o Alguna cosa no fungible para que use de ella por cierto tiempo y se la devuelva, en cuyo
caso se llama comodato.
o O dinero u otra cosa fungible, con condición de devolver otro tanto de la misma especie y
calidad, en cuyo caso conserva simplemente el nombre de préstamo (artículo 1.740 del
Código Civil).
El comodato es esencialmente gratuito, mientras que el simple préstamo puede ser gratuito o con
pacto de pagar interés.
Contrato de depósito.
Se constituye el depósito desde que uno recibe la cosa ajena con la obligación de guardarla y de
restituirla (artículo 1.758 del Código Civil). Sólo pueden ser objeto del depósito las cosas muebles.
Contrato de fianza.
Por la fianza se obliga uno a pagar o cumplir por un tercero, en el caso de no hacerlo éste (artículo
1.822 del Código Civil).
Son contratos de garantía con los que se asegura el cumplimiento de una obligación,
comprometiendo:
Por el contrato aleatorio, una de las partes, o ambas recíprocamente, se obligan a dar o hacer
alguna cosa en equivalencia de lo que la otra parte ha de dar o hacer para el caso de un
acontecimiento incierto, o que ha de ocurrir en tiempo indeterminado (artículo 1.790 del Código
Civil).
Contrato de transacción.
La transacción es un contrato por el cual las partes, dando, prometiendo o reteniendo cada una
alguna cosa, evitan la provocación de un pleito o ponen término al que había comenzado (artículo
1.809 del Código Civil).
A modo de ejemplo, los actos de compra-venta realizados por Internet se entenderán que son contratación
electrónica. Pero también se consideran contratos electrónicos la aceptación de un convenio de
colaboración, la contratación de servicios o la aceptación de una política de privacidad o las condiciones
de uso de una red social a través de Internet.
Y las restantes normas civiles o mercantiles sobre contratos, en especial, las normas de protección
de los consumidores y usuarios y de ordenación de la actividad comercial.
Para que sea válida la celebración de contratos por vía electrónica no será necesario el previo acuerdo de
las partes sobre la utilización de medios electrónicos. Bastará con cumplir los requisitos legalmente
establecidos de consentimiento, objeto y causa. Ahora bien, en los contratos celebrados mediante
dispositivos automáticos hay consentimiento desde que se manifiesta la aceptación.
Además, cuando se exija que el contrato o cualquier información consten por escrito, este requisito se
entenderá satisfecho si se contiene en un soporte electrónico (es decir, se equipara el soporte electrónico
a la forma escrita).
Por otro lado, si los contratos deben ir acompañados de ciertos requisitos formales, como su elevación a
escritura pública o su inscripción en algún Registro, dichos requisitos seguirán siendo exigibles para que el
contrato tenga validez.
¿Cuál será el lugar de celebración de los contratos tramitados por vía electrónica?
Aquellos en los que intervenga como parte un particular se presumirán celebrados en el lugar en
que éste tenga su residencia habitual.
Aquellos otros contratos electrónicos entre empresarios o profesionales, en defecto de pacto entre
las partes, se presumirán celebrados en el lugar en que esté establecido el prestador de servicios.
Caso práctico
Carlos, el asistente a la dirección de CYL, S.L., quiere formalizar un contrato mercantil a través de
Internet. El problema lo encuentra, no tanto en la forma que ha de tener, sino en la prueba de que se ha
perfeccionado. Para equiparar los efectos de una firma manuscrita, acude al certificado electrónico. El
administrador de la empresa lo solicitó y está instalado en el ordenador de Carlos, quien tiene autoridad
para usarlo. A través del certificado de firma electrónica, se identifica legalmente y puede firmar
digitalmente el documento, teniendo plenos efectos jurídicos.
A nivel nacional, existen distintas normas que, conforme a la directiva europea, regulan
específicamente la firma electrónica. Entre ellas, destacamos la Ley 6/2020, de 11 de noviembre,
reguladora de determinados aspectos de los servicios electrónicos de confianza.
La firma electrónica es el conjunto de datos en forma electrónica, consignados junto a otros o asociados
con ellos, que pueden ser utilizados como medio de identificación del firmante.
Por otro lado, la firma electrónica avanzada, también conocida como firma digital, es la firma electrónica
que cumple los siguientes requisitos:
Está vinculada a los datos, de forma que permite detectar cualquier cambio ulterior de los datos
firmados.
Y ha sido creada por medios que el firmante puede mantener bajo su exclusivo control.
Es importante diferenciar la firma electrónica de la firma electrónica avanzada, puesto que, jurídicamente,
van a tener efectos distintos. Para que una firma electrónica sea equiparable con la
firma manuscrita debe:
Ser una firma electrónica avanzada.
Estar basada en un certificado reconocido, que veremos a continuación.
La firma electrónica avanzada que cumple estos requisitos también es conocida como firma electrónica
reconocida.
El certificado electrónico es el instrumento utilizado para usar la firma electrónica, ya que verifica y
da a conocer al usuario como firmante en el ámbito telemático. Debe ser expedido por un proveedor
de servicios de certificación, es decir, por una entidad autorizada, para que tenga plenas garantía y
seguridad.
En este caso también diferenciamos entre certificado electrónico y certificado electrónico reconocido,
teniendo este último que cumplir otros requisitos de seguridad que hacen que ofrezca mayor garantía
(debe ser expedido por un prestador de servicios de certificación que cumpla los requisitos establecidos en
la Ley en cuanto a la comprobación de la identidad y demás circunstancias de los solicitantes y a la
fiabilidad y las garantías de los servicios de certificación que presten).
Permite la firma digital de documentos electrónicos de todo tipo, desde simples correos
electrónicos a contratos mercantiles, teniendo el mismo efecto jurídico que una firma manuscrita.
Permite realizar todo tipo de trámites por Internet, ya sean públicos o privados, garantizando la
identidad de quien los realiza. Algunos ejemplos son: presentación y liquidación de impuestos,
banca electrónica, consulta de multas de circulación o consulta e inscripción en el padrón
municipal.
A las empresas, además, les permite realizar otros servicios avanzados (como facturación
telemática o voto electrónico en Juntas de accionistas) o servicios de tercera parte de
confianza (como la custodia documental)
¿Qué tenemos que hacer para obtener el certificado electrónico y poder firmar electrónicamente?
En España existe una entidad pública de certificación, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, que es
un proveedor de servicio de certificación quien, gratuitamente, a través de su proyecto de Certificación
Española (CERES), permite autentificar y garantizar las comunicaciones a través de Internet, creando un
entorno seguro.
1. Solicitar por Internet el certificado, a través de la página web de la Fábrica Nacional de Moneda
y Timbre (pueden solicitarlo personas físicas o jurídicas).
3. Descargar el certificado.
No obstante, además de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, existen otras entidades que están
autorizadas para expedir certificaciones electrónicas en nuestro país.
Es el certificado de identidad pública español, ya que es el documento nacional de identidad que acredita
electrónicamente la identidad personal de su titular y permite la firma electrónica de documentos.
Es expedido por el Cuerpo Nacional de Policía, dependiente del Ministerio de Interior. Este último actúa
como proveedor de servicios de certificación.
Tanto el certificado electrónico como el DNI electrónico son dos métodos de firma electrónica.
El DNI electrónico contiene los certificados electrónicos de autenticación y de firma electrónica. A través de
un chip que lleva incorporado permite guardar de forma segura información y procesarla internamente.
Caso práctico
Luna, la alumna en prácticas en CYL, S.L., va a presentar el Impuesto de la Renta de las Personas
Físicas por Internet. Para ello ha acudido a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre y ha obtenido el
certificado de firma electrónica o digital que ha instalado en su ordenador. Para ello ha tenido que ofrecer
una serie de datos personales. Luna ahora está algo inquieta y temerosa, porque no sabe el tratamiento y
uso que le pueden dar a los datos que ella ha ofrecido.
El tratamiento de los datos personales que precisen los prestadores de servicios de certificación para el
desarrollo de su actividad y los órganos administrativos en el ejercicio de sus funciones deben estar
protegidos, de forma que:
Únicamente se pueden recabar datos personales directamente del titular o previo consentimiento
explícito de éste.
Sólo se pueden recabar datos en la medida necesaria para la expedición y el mantenimiento del
certificado.
Además, los datos no podrán obtenerse o tratarse con fines distintos sin el consentimiento explícito
de su titular.
A nivel europeo, se deben cumplir los requisitos establecidos en el Reglamento (UE) 2016/679
del Parlamento Europeo y el Consejo, de 27 de abril de 2016, relativo a la protección de las
personas físicas en lo que respecta al tratamiento de sus datos personales y a la libre circulación
de estos datos.
Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y el Consejo, de 27 de abril de 2016, relativo a la
protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de sus datos personales y a la libre
circulación de estos datos.
Está regulado por la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y
garantía de los derechos digitales que se destina además de adaptar el ordenamiento español al
Reglamento general de protección de datos y completar sus disposiciones (Reglamento (UE) 2016/679).
Garantizar los derechos digitales de la ciudadanía conforme al mandato establecido en el artículo 18.4 de
la Constitución
El derecho fundamental de las personas físicas a la protección de datos personales, amparado por el
artículo 18.4 de la Constitución, se ejercerá con arreglo a lo establecido en el Reglamento (UE) 2016/679 y
en esta ley orgánica.
¿Cuáles son los principios de protección de datos que recoge esta Ley? Están recogidos en el Título
II. de la Ley Orgánica 3/2018.
Exactitud de los datos: Conforme al artículo 5.1.d) del Reglamento (UE) 2016/679 los datos serán
exactos y, si fuere necesario, actualizados.
Deber de confidencialidad: Los responsables y encargados del tratamiento de datos así como
todas las personas que intervengan en cualquier fase de este estarán sujetas al deber de
confidencialidad.
Consentimiento de los menores de edad: El tratamiento de los datos de los menores de catorce
años, fundado en el consentimiento, solo será lícito si consta el del titular de la patria potestad o
tutela, con el alcance que determinen los titulares de la patria potestad o tutela.
Tratamiento de los datos por obligación legal, interés público o ejercico de poderes
públicos: El tratamiento de datos personales solo podrá considerarse fundado en el cumplimiento
de una misión realizada en interés público o en el ejercicio de poderes públicos conferidos al
responsable.