Via Dolorosa 1.1

Descargar como pdf
Descargar como pdf
Está en la página 1de 4
puede ya detenerme en ge nundo?... iAh, hijo mio, td, ta que me acompafiado en mi Via Crucis, res quien me detiene en la tierral... u amor y el titulo de Madre que acepté de los moribundos labios de Jesus... Tengo que comprar, en union de sus méritos, una a una, y Para ti, todas las gracias... Tengo que dar la vida de mi Hijo... Tengo que dar la vida por ti en este dilatado martirio de soledad, al cumplir gozosa la voluntad divina... Y estoy aqui; aqui me tienes repitiendo, feliz, estas hermosas palabras: "iHe aqui la esclava del Senor!",,. Lleguemos, pues, que quiero agotar todas mis ternuras de Madre para conmoverte y salvarte!... iOh Maria!... iGracias! iGracias! Con toda la intensidad de mi amor, con mis pecados: iCrucificale, crucificale!. 30 Pero ahora te digo a ti, Madre del alma: icrucificame, crucificame! En expiacioén de mis pecados y para ser menos indigno de llamarme "al hijo de tus dolores". Madre mia, etc., Etc. Oraci6on final Y ahora, Virgen Santa, éa donde vamos? A un departamento del Cenaculo, hijo mio, a encerrar mis dolores que no caben en mil mundos... A llorar sin testigos mi soledad... A contemplar arrobada estos recuerdos que en mis manos llevo: los clavos, la corona, la esponja y la lanza que traspaso el centro mismo de todos los amores. Cargo conmigo mis recuerdos y mis l4grimas, mis tormentos y mi soledad..... éPara qué quiero mas? 31 ¢para qué la vida, si ha muerto el que la formaba? épara qué toda la fuerza de mi alma quiero agradecer tus dolores y tu soledad: quiero amar a Jesus, como tu lo amaste, con toda la medida de la cruz, con todo el fuego de tu amante pecho, con toda la pureza oe obi iy antes la muerte que serte infiel! Por las amargas lagrimas que en este Via Crucis derramaste a la vuelta del calvario, por el martirio sin nombre que la ausencia te deparé con dolores inconcebibles, ten piedad de este corazon mio tan humano, tan material, y manchado. Haz que entonces escuche de tus purisimos labios lo que dijiste a un alma: "éPara qué te entristeces tu, que me consolaste en mis dolores? iAlégrate, que te salvaras!... Asi sea, Maria: envuélveme en tu manto ensangrentado y... ibendiceme! Amen. 32

También podría gustarte