1) Rafael Trujillo gobernó la República Dominicana de 1930 a 1961 como dictador, colocando brevemente a familiares como presidentes para aparentar democracia.
2) Trujillo creó una policía secreta llamada SIM para reprimir la oposición política mediante tortura.
3) A finales de su gobierno, Trujillo ordenó el secuestro de un académico estadounidense, lo que llevó a EE. UU. a romper relaciones diplomáticas de forma definitiva. Trujillo fue finalmente ases
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1) Rafael Trujillo gobernó la República Dominicana de 1930 a 1961 como dictador, colocando brevemente a familiares como presidentes para aparentar democracia.
2) Trujillo creó una policía secreta llamada SIM para reprimir la oposición política mediante tortura.
3) A finales de su gobierno, Trujillo ordenó el secuestro de un académico estadounidense, lo que llevó a EE. UU. a romper relaciones diplomáticas de forma definitiva. Trujillo fue finalmente ases
1) Rafael Trujillo gobernó la República Dominicana de 1930 a 1961 como dictador, colocando brevemente a familiares como presidentes para aparentar democracia.
2) Trujillo creó una policía secreta llamada SIM para reprimir la oposición política mediante tortura.
3) A finales de su gobierno, Trujillo ordenó el secuestro de un académico estadounidense, lo que llevó a EE. UU. a romper relaciones diplomáticas de forma definitiva. Trujillo fue finalmente ases
1) Rafael Trujillo gobernó la República Dominicana de 1930 a 1961 como dictador, colocando brevemente a familiares como presidentes para aparentar democracia.
2) Trujillo creó una policía secreta llamada SIM para reprimir la oposición política mediante tortura.
3) A finales de su gobierno, Trujillo ordenó el secuestro de un académico estadounidense, lo que llevó a EE. UU. a romper relaciones diplomáticas de forma definitiva. Trujillo fue finalmente ases
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El 16 de agosto de 1952 se juramentó quien sería su tercer presidente,
su hermano Héctor Bienvenido Trujillo. Mientras, Trujillo, quien
ostentaba el cargo de embajador dominicano ante la OEA, realizó varios viajes por América y Europa. En 1957 se celebraron las elecciones presidenciales para el periodo 1957-1962 con Héctor Bienvenido Trujillo y Joaquín Balaguer como candidatos a la presidencia y vicepresidencia, respectivamente. Ante la gran presión internacional y en afán de aparentar cierta democracia, Trujillo hizo renunciar a su hermano Héctor Bienvenido en 1960. El 3 de agosto de ese mismo año tomó posesión Joaquín Balaguer en sustitución de Héctor Bienvenido. Este sería el último presidente del dictador. Estos recursos fueron utilizados por Trujillo para engañar a los demás países y así mantener su dictadura con una falsa imagen de democracia a la vista de la comunidad internacional. Trujillo jamás dejó de gobernar efectivamente Dominicana desde que asumió el poder en 1930. A finales de los años 1950, durante el régimen de Trujillo se creó una especie de policía secreta denominada Servicio de Inteligencia Militar (SIM) la cual tuvo como finalidad la represión política. La organización contó con varios agentes secretos y funcionarios de la dictadura con Johnny Abbes como jefe. Abbes se encargó en muchos casos de llevar a cabo las órdenes de represión y tortura de Trujillo, aunque muchos aseguran que a veces Abbes actuó por cuenta propia. El SIM atemorizó a la población en general mediante la tortura y contó con varios lugares para llevarlas a cabo, como la Cárcel del 9 y la Cárcel de la 40. Trujillo alentó las relaciones diplomáticas y económicas con los EE. UU., pero mantuvo relaciones tensas con parte de América Latina, especialmente con Costa Rica y Venezuela. Mantuvo relaciones amistosas con Franco en España. A nivel internacional el régimen priorizo a través de la policía secreta atentados contra figuras opositiras preeminentes en el exterior, entre ellos el atentado al presidente venezolano Rómulo Betancourt, en 1960, y el secuestro del español Jesús de Galíndez Suárez, en Estados Unidos, el 12 de marzo de 1956. Hacia el final de su gobierno, su relación con los Estados Unidos volvió a deteriorarse. El 12 de marzo de 1956 por órdenes de la dictadura fue secuestrado el exiliado español Jesús de Galíndez, profesor de Columbia University y quien en ese entonces residía en Nueva York, representante del gobierno vasco en el exilio. Galíndez había escrito una tesis doctoral sobre la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo y este, al enterarse, lo mandó secuestrar, haciéndolo desaparecer más tarde. Este hecho hizo que los Estados Unidos rompieran las relaciones definitivamente con la dictadura. El 22 de diciembre de 1958, en la frontera domínico-haitiana entre Jimaní y Malpasse, Trujillo y François Duvalier firmaron un acuerdo de mutua protección. El acuerdo estableció, entre otras cosas, que ninguno de los dos gobiernos permitiría en sus respectivos territorios actividades subversivas en contra de alguno de ellos, ni que los exiliados políticos realizaran propaganda sistemática incitando al empleo de la violencia en contra de sus respectivos Estados. Ese mismo año, cuando Trujillo se dio cuenta de que Fidel Castro estaba ganando terreno, empezó a apoyar al régimen dictatorial de Fulgencio Batista proveyéndole de dinero, aviones, equipamiento y hombres. Trujillo, convencido de que Batista vencería a Castro, se sorprendió mucho cuando este se presentó como un fugitivo, después de ser derrocado. Trujillo mantuvo a Batista hasta agosto de 1959 como un «prisionero virtual» y luego del pago de una cantidad estimada entre tres y cuatro millones de dólares, finalmente el dictador pudo viajar a Portugal, país que le había concedido un visado. El dictador fue utilizado por el gobierno estadounidense para intentar derrocar al entonces naciente gobierno revolucionario de Fidel Castro.35 Por su parte, Fidel Castro amenazó con derrocar a Trujillo, y este respondió aumentando el presupuesto para la defensa nacional. También, se organizó una legión extranjera para defender a Haití, ante la posibilidad de que Castro invadiera primero la parte oeste de la isla [cita requerida]para derrocar el régimen de François Duvalier. A partir de 1959, Trujillo comenzó a interferir cada vez más en los asuntos internos de otros países vecinos. Trujillo expresó un gran desprecio por el presidente de Venezuela Rómulo Betancourt, quien era un abierto oponente del dictador que había estado asociado con los conspiradores dominicanos. Trujillo desarrolló un odio obsesivo y personal hacia Betancourt y apoyó numerosos planes de los exiliados venezolanos para derrocarlo. Debido a esto, el gobierno venezolano llevó el caso en contra de Trujillo a la Organización de Estados Americanos (OEA). Esta situación enfureció a Trujillo, quien ordenó a sus agentes extranjeros colocar una bomba en el coche de Betancourt. El intento de asesinato, llevado a cabo el 24 de junio de 1960, hirió pero no mató al presidente venezolano cuando se dirigía a un desfile militar en el paseo Los Próceres de Caracas. El atentado contra Betancourt puso a la opinión mundial contra Trujillo. Indignados, los miembros de la OEA aprobaron por unanimidad romper relaciones diplomáticas con el gobierno de Trujillo e imponer sanciones económicas a la República Dominicana. La relación con el dictador se había convertido en una vergüenza para los Estados Unidos y las relaciones diplomáticas se rompieron de manera irreconciliables después del incidente de Betancourt. Los exiliados dominicanos celebraron un congreso en la Universidad de La Habana y conformaron el llamado «Frente Unido de la Liberación Dominicana» con Ángel Morales como presidente. Su principal móvil fue gestionar ayuda militar ante los gobiernos democráticos de América Latina y el Caribe para utilizarla contra la dictadura de Trujillo. Entre los miembros figuraba el cuentista y político dominicano Juan Bosch, quien asumió las gestiones internacionales y viajó a varios países para reunirse con sus respectivos presidentes. El 19 de junio de 1950 se realizó un segundo intento fallido para derrocar al régimen trujillista, terminando los expedicionarios apresados o carbonizados en un contraataque del ejército dominicano. El 14 de junio de 1959, varios hombres armados comandados por Enrique Jiménez Moya aterrizaron en Constanza con la finalidad de derrocar a Trujillo. Días más tarde, el 20 de junio, desembarcaron en Maimón unos 144 hombres dirigidos por José Horacio Rodríguez en la provincia de Puerto Plata, quienes llegaron en una lancha llamada «Carmen Elsa». Luego de varios días de combate en contra del régimen, los expedicionarios fueron derrotados y trasladados a la Base Aérea de San Isidro, donde fueron torturados. Algunos sobrevivieron, pero luego la mayoría fueron fusilados. Ese mismo año se formó en el país un grupo político de izquierda llamado Movimiento 14 de junio, compuesto por jóvenes que procuraban un cambio hacia la democratización del país. El movimiento contó con Manolo Tavárez Justo y su esposa Minerva Mirabal como líderes. El régimen de Trujillo se ensañó contra la mayoría de los miembros del grupo y el SIM se encargó de perseguir, encarcelar y torturar a sus miembros. Cuando John F. Kennedy tomó posesión como presidente de los Estados Unidos el 20 de enero de 1961, ya los planes de la CIA para derrocar a Trujillo estaban en marcha. A pesar de eso, el presidente Kennedy envió al diplomático Robert D. Murphy para que se entrevistara con Trujillo y lo persuadiera de que se retirase del poder. Murphy llegó a Santo Domingo el 15 de abril de 1961, siendo el cuarto y último emisario del gobierno estadounidense que trató de convencer a Trujillo para que se retirara del poder, planteamiento que fue ignorado por el dictador. Para el complot del 30 de mayo, el gobierno de los Estados Unidos ofreció su apoyo en armas y logística a quienes buscaban poner fin a la dictadura, pero no mantuvo su apoyo luego del magnicidio del tirano. Si bien el plan puso fin a la vida de Trujillo, también supuso la muerte de casi todos los involucrados, al quedar aislados sin apoyo internacional. El martes 30 de mayo de 1961, a las 9:45 de la noche, en el kilómetro 9 de la carretera de Santo Domingo a San Cristóbal, el auto en el que viajaba Trujillo fue ametrallado en una emboscada urdida por Modesto Díaz, Salvador Estrella Sadhalá, Antonio de la Maza, Amado García Guerrero, Manuel «Tunti» Cáceres Michel, Juan Tomás Díaz, Roberto Pastoriza, Luis Amiama Tió, Antonio Imbert Barrera, Pedro Livio Cedeño y Huáscar Tejeda. El vehículo recibió más de 60 impactos de bala de diversos calibres, de los cuales siete impactaron el cuerpo del dictador causándole la muerte. Su chófer, Zacarías de la Cruz, recibió varios impactos, pero no perdió la vida, aunque fue dado por muerto por los ajusticiadores.