Trabajo de Electiva Iii
Trabajo de Electiva Iii
Trabajo de Electiva Iii
TEMA I.
CARACT
ERISTIC
AS DE
LA
Docente:
COMUN Alumno:
Ing. Roberto Chacón.
Roa, Frank Eduardo
ICACION C.I:27.377.277
POR
El Piñal mayo del 2021.
SATELIT INTRODUCCION
Este trabajo tiene como eje central los Enlaces
Satelitales, y dentro de dicho tema se ha hecho
hincapié en las Características de
E. las Comunicaciones por Satélite.
El trabajo comienza con una breve descripción de
lo que se entiende por Satélite y Sistema Satelital,
para luego profundizar los Modelos de Enlace del Sistema Satelital, que son
tres: el modelo de subida, el transponder y el modelo de bajada. Se acompaña
a cada uno de los modelos con un diagrama a bloques simplificado que los
describe.
Posteriormente se analizan las Orbitas Satelitales, describiendo en primer lugar
el satélite orbital o no síncronos, para luego seguir con
los satélites geoestacionarios, donde se han incluido los parámetros típicos de
una órbita geoestacionaria y las ecuaciones que permiten el cálculo de dichos
parámetros. El tema de las órbitas satelitales concluye con los Patrones
Orbitales, donde se hace un análisis de la velocidad y del tiempo que un
satélite esta visible, en los sistemas de alta, media y baja altitud, por último se
describen los tres tipos de órbitas posibles: Ecuatorial, Polar, e Inclinada.
Luego se ha hecho una descripción completa acerca de la Longitud y Latitud,
para poder abordar el tema de los Ángulos de Vista, que son: el ángulo de
Elevación y Azimut. Aquí se proporciona una definición de dichos ángulos y se
analiza la atenuación de una onda radiada cuando el ángulo de elevación es
demasiado chico, también se incluye un diagrama para el cálculo de dichos
ángulos.
Por ultimo dentro del tema Clasificaciones de los Satélites, Esparcimiento y
Asignaciones de Frecuencia, se analizan brevemente los satélites spinners y
estabilizadores de tres ejes (dentro de lo que sería las Clasificaciones).
También se habla de la separación espacial que debe existir entre los satélites
y de que depende dicha separación.
Finalmente se nombran las frecuencias de portadoras más comunes y se
proporciona un cuadro con las distintas bandas de frecuencias para uso
satelital.
DESARROLLO
¿Qué es una órbita?
En física, la órbita es la trayectoria descrita por un cuerpo alrededor de otro, en
torno al cual gira por acción de una fuerza central, como lo es la fuerza
gravitatoria en el caso de los astros celestes. Se trata de la trayectoria que
traza un objeto al moverse en torno a un centro de gravedad por el cual es
atraído, en principio sin llegar nunca a impactar con él, pero tampoco a alejarse
del todo.
Las órbitas son desde el siglo XVII (cuando Johannes Kepler e Isaac Newton
formularon las leyes físicas básicas que las rigen) un concepto importante para
el entendimiento del movimiento en el universo, especialmente en lo que atañe
a los astros celestes y también a la química subatómica.
Una órbita puede tener diversas formas, ya sea elíptica, circular o elongada, y
puede ser parabólica (con forma de parábola) o hiperbólica (con forma de
hipérbola). Del modo que sea, toda órbita comprende los siguientes seis
elementos keplerianos:
Inclinación del plano de la órbita, representado con el signo i.
Eje semieje mayor, o la mitad del diámetro más largo, representado con
el signo a.
Tipos de orbitas
Las órbitas se clasifican de diversas maneras en base a su forma, su altura con
respecto a la superficie de la Tierra y la zona del espacio que ocupan. De esta
manera, tenemos una primera clasificación en:
Órbita terrestre: Aquella que se circunscribe al entorno de la Tierra y de forma
repetitiva describe una trayectoria cerrada a su alrededor.
Satélites geoestacionarios
Los satélites geoestacionarios son satélites artificiales que se encuentran en
órbita sobre el ecuador terrestre, con la misma velocidad angular que la Tierra,
es decir, permanecen inmóviles sobre un determinado punto sobre nuestro
globo. Un solo satélite geoestacionario puede proporcionar comunicaciones
confiables aproximadamente a un 40 % de la superficie terrestre. La velocidad
orbital de los satélites geoestacionarios que circundan la Tierra es de
aproximadamente 10 900 kilómetros por hora.
Los satélites permanecen en órbita como resultado del equilibrio entre las
fuerzas centrípeta y gravitacional. Si un satélite viaja a demasiada velocidad, su
efecto centrífugo supera a la gravedad de la Tierra, y el satélite se sale de
órbita y se pierde en el espacio. La órbita geoestacionaria es un caso particular
de la órbita geosíncrona, que está situada en el plano ecuatorial.
Los satélites geoestacionarios permanecen casi estacionarios con respecto a
una determinada estación terrestre. En consecuencia, las estaciones terrestres
no necesitan costosos equipos de rastreo.
Estos satélites están disponibles para todas las estaciones terrestres dentro de
su sombra el 100% del tiempo. La sombra de un satélite abarca todas las
estaciones terrestres que tiene una trayectoria visual hacia ellos, y que quedan
dentro de la distribución de radiación de las antenas del satélite.
No hay necesidad de cambiar de uno a otro satélite geosíncrono; en
consecuencia, no hay interrupciones causadas por los tiempos de
comunicación.
Son despreciables los efectos del desplazamiento Doppler (cambia las
longitudes de ondas de las señales recibidas).
Satélites no geoestacionarios
Los sistemas de lanzamiento para satélites en órbitas terrestres bajas (LEO)
precisan una capacidad de propulsión mucho menor que los sistemas
geoestacionarios y tienen una mayor flexibilidad en sus diseños. Por ejemplo,
algunos sistemas de lanzamiento LEO se transportan a bordo de aeronaves
para mejor su capacidad de carga útil. Otros están diseñados para poner varios
satélites o constelaciones en una órbita determinada, reduciendo así el número
de lanzamientos y los costes generales.
El diseño básico del lanzador de los sistemas de lanzamiento no OSG es
similar al de los satélites geoestacionarios cuando es necesario poner en
órbitas no OSG múltiples satélites o cargas útiles grandes. Puede ser necesario
añadir o quitar etapas del cohete en función de los requisitos de carga útil y de
órbita.
Los sistemas de lanzamiento no OSG han disfrutado de un largo periodo de
operaciones desde el primer satélite terrestre, el Sputnik, en 1957. Se han
producido nuevos desarrollos para aumentar la fiabilidad y reducir el coste de
estos sistemas de forma que, actualmente la industria de satélites de
comunicaciones dispone de varios sistemas nuevos o modificados.
Algunos ejemplos de sistemas de lanzamiento del tipo LEO son el Atlas 1
(Estados Unidos), el Aussroc (Australia), el Capricornio (España) o la serie de
ESA/CNES (Europa) entre otros.
Bandas de Frecuencia
La comunicación por satélite es un tipo de radiocomunicación o comunicación
inalámbrica y, por tanto, debe competir con otras señales existentes en el
espectro radioeléctrico.
En la siguiente figura se pueden ver las diferentes bandas de frecuencias, así
como los usos típicos de cada una de ellas:
La porción del espectro más atractiva para las comunicaciones por satélite se
encuentra en las bandas entre 1 GHz y 30 GHz.
El uso de letras para designar bandas de frecuencia probablemente proviene
de la II Guerra Mundial, utilizadas como una forma simple de referencia. Hoy en
día la designación con letras de las bandas de frecuencia continua siendo
popular. No obstante, la UIT-R no considera estas letras sino las propias
bandas de frecuencia y los servicios proporcionados en ellas.
Es importante conocer que cuanto más baja en frecuencia es una banda,
mejores son las características de propagación en esa banda. Otra
característica es que cuanto más alta en frecuencia sea la banda, mayor ancho
de banda disponible.
Los servicios móviles por satélite (MSS) están localizados en las bandas L y S,
donde la propagación es más favorable. Aun así, el ancho de banda disponible
entre 1 GHz y 2,5
GHz, donde las aplicaciones MSS están autorizadas, debe compartirse no solo
con otras aplicaciones MSS, sino con todos los tipos de difusión de radio y
también con otros servicios punto a punto. La competencia por esta zona del
espectro es grande debido a sus excelentes características de propagación
tanto espacial como terrestre.
Por otro lado, servicios de banda ancha, como RDSI de banda ancha y otros,
se pueden acomodar en frecuencias por encima de 3 GHz, donde existe unas
diez veces más ancho de banda disponible.
Hay que tener en cuenta también que al aumentar en frecuencia nuestra
comunicación, se encarecen los dispositivos utilizados, así como la necesidad
de potencia a transmitir, aunque permite la utilización de antenas receptoras
más pequeñas.
Banda L
Corresponde a frecuencias entre 1 GHz y 2 GHz. Con un ancho de banda
espectral de 1 GHz, inicialmente solo se dedicaron 30 MHz tanto para el enlace
ascendente como para el descendente por la UIT-R. El primero en utilizar la
banda L fue COMSAT con sus satélites Marisat.
Las primeras estaciones terrenas de comunicaciones móviles por satélite
(MSS) requerían antenas parabólicas que debían apuntarse al satélite. El
equipamiento era además muy voluminoso, complejo y caro.
Las antenas de la banda L son monopolos pequeños y que no requieren
apuntarse hacia el satélite. Un ejemplo claro sería las antenas de los teléfonos
móviles o las utilizadas en los coches. Desde un punto de vista global, la banda
L representa un problema de regulación, no un problema técnico. Existen más
usuarios y servicios para esta banda del espectro que espectro disponible para
ello.
Banda S
La banda S fue adoptada al principio para comunicaciones espaciales por la
NASA y otras agencias espaciales. Esta banda, que tiene un bajo nivel de ruido
y forma parte de la banda de microondas del espectro electromagnético es
utilizada por radares meteorológicos y algunos satélites de comunicaciones.
Debido a su mayor frecuencia, la banda S sufre de mayores pérdidas
atmosféricas. Los satélites LEO y MEO son los que mejor rendimiento obtienen
de esta banda, ya que la distancia recorrida por la señal es menor que en el
caso de los satélites GEO.
Banda C
Considerada en su día como obsoleta, la banda C es ahora una de las más
desarrolladas. La UIT-R incrementó el ancho de banda asignados a los enlaces
ascendentes y descendentes desde los 500 MHz a los 800 MHz.
La banda C guarda una buena relación entre sus características de radio
propagación y el ancho de banda que proporciona. Las características de los
servicios resultan excelentes debido a las modestas perdidas por lluvia y por
centelleo ionosférico. Un punto en contra está en el tamaño de las antenas de
las estaciones terrenas que deben utilizarse.
Banda X
Las agencias gubernamentales y usuarios militares establecieron sus
aplicaciones fijas en la banda X. Desde un punto de vista práctico, la banda X
puede proporcionar una calidad de servicio comparable a la banda C; no
obstante, los equipos necesarios son más caros.
Además, las estaciones terrenas militares son inherentemente caras, debido a
sus exigencias de fiabilidad y seguridad. En este momento, la banda X también
es compartida por aplicaciones terrestres de microondas, complicando de
nuevo la coordinación en la asignación de frecuencias.
Banda Ku
Esta banda se encuentra entre los 12 y los 26,5 GHz. Debido a la mayor
permisividad de las regulaciones en la banda Ku han favorecido su utilización
por dos tipos de servicios interactivos como las comunicaciones telefónicas y la
transmisión de datos. Las redes VSAT de bajo coste son un ejemplo de
servicios que utilizan esta banda. En esta banda de frecuencias debemos tener
en cuenta la mayor atenuación por lluvia, por lo que en previsión de estos
fenómenos, tanto las estaciones terrenas como los satélites deben transmitir
con mayor potencia.
Banda Ka
El espectro disponible en la banda Ka es relativamente abundante y por tanto
atractivo para servicios que no encuentran sitio en frecuencias inferiores.
Existen 2 GHz disponibles tanto para el enlace ascendente como para el
descendente.
La banda Ka es quizá la última en ser explotada con fines comerciales. Desde
un punto de vista técnico, la banda Ka representa grandes retos, el mayor de
todos es la gran atenuación por lluvia que sufre. Esto se puede solucionar
aumentando la potencia transmitida o la sensibilidad del receptor (aumentando
el diámetro de la antena) para ganar un margen de ganancia en el enlace.
Otras técnicas que se podrían aplicar a la vez que éstas o en sustitución de
ellas sería reducir la tasa de transmisión de datos durante periodos de lluvias,
transferir la información a bandas inferiores, como la Ku o la C, o utilizar
diversidad de espacio como medida de redundancia. La consideración de la
banda Ka para una aplicación implica encontrar la mejor combinación posible
de estas técnicas.
Multiplexación
En telecomunicación, la multiplexación es la técnica de combinar dos o más
señales, y transmitirlas por un solo medio de transmisión. La principal ventaja
es que permite varias comunicaciones de forma simultánea, usando un
dispositivo llamado multiplexor. El proceso inverso se conoce
como demultiplexación. Un concepto muy similar es el de control de acceso al
medio.
Existen muchas estrategias de multiplexación según el protocolo de
comunicación empleado, que puede combinarlas para alcanzar el uso más
eficiente; los más utilizados son:
Antenas
Una antena, al ser un elemento de un circuito, tendrá una distribución de
corrientes sobre ella misma. Esta distribución dependerá de la longitud que
tenga la antena y del punto de alimentación de la misma. Este detalle es
importante puesto que una vez que tengamos diseñada nuestra
antena, dependiendo del punto en el que la alimentemos, tendremos distinta
impedancia. Así por ejemplo, si tenemos un cable de 50 ohmios para alimentar
una antena, nos interesará alimentarla por un punto que presente impedancia
cercana a 50 ohmios para tener las mínimas perdidas por desacoplo de
impedancias.
En realidad hay muchos tipos de antenas y cada una utiliza una parte distinta
de la longitud de onda, así que dependiendo de la aplicación que
queramos, del tipo de antena que queramos utilizar y de más factores
utilizaremos una medida u otra. Luego ahora podemos ver de forma
gráfica, que si suponemos que nuestra antena son solo los elementos radiantes
y que el punto en el que los hemos separado es el punto de alimentación de la
antena, el módulo de la intensidad en el punto de alimentación varía y
lógicamente, también varía la impedancia que presenta la antena. Veamos
como se distribuye la corriente en función de la longitud de la antena y su
diagrama de radiación en la siguiente tabla. En ella se indica el ancho de haz a
-3 dB, la directividad , la resistencia de radiación en el punto de máxima
corriente y la resistencia en el punto de alimentación de la antena .
Como podemos ver, no por tener una antena más larga logramos radiar
mejor, lo único que conseguimos es variar el diagrama de radiación y la
impedancia que presenta. En esta tabla vemos que una antena vertical de 5/8
longitudes de onda es una de las mejores, de las representadas, para hacer
contactos a larga distancia puesto que es la que tiene el lóbulo de radiación
más bajo y es la que presenta la directividad más pronunciada.
Patrón de Radiación
Polarización de la Antena
Antena Yagi
Por tal razón se utiliza la denominada antena yagi de banda ancha, la cual
puede cubrir varios canales a la vez aunque sacrificando la ganancia. Para
considerar una antena yagi de banda ancha es necesario, entonces, hacer
ajustes en las distancia entre los elementos para obtener, junto con el ancho de
banda deseado, la ganancia óptima. En la figura siguiente se proporciona las
dimensiones para óptima ganancia de una antena yagi de tres elementos.
Para clasificar las ondas de radio se toman como medida los múltiplos de diez
en la longitud de onda. Por lo tanto la ondas de VHF tienen una longitud de
onda entre 1 Metro y 10 Metros mientras que las de UHF tienen una longitud de
entre 10 Centímetros y un Metro. Como la relación es que la frecuencia es igual
a la velocidad de la luz dividida por la longitud de onda, entonces tenemos que
la banda de VHF va desde los 30 Mhz a los 300 Mhz y la de UHF va de los 300
Mhz a los 3 Ghz.
Acceso Multiple
El acceso múltiple por división de frecuencia , también conocido
como FDMA (acrónimo en inglés de Frequency Division Multiple Access) es
una técnica de multiplexación usada en múltiples protocolos de
comunicaciones, tanto digitales como analógicos, principalmente de
radiofrecuencia, y entre ellos en los teléfonos móviles de redes GSM.
En FDMA, el acceso al medio se realiza dividiendo el espectro disponible en
canales, que corresponden a distintos rangos de frecuencia, asignando estos
canales a los distintos usuarios y comunicaciones a realizar, sin interferirse
entre sí.1 Los usuarios pueden compartir el acceso a estos distintos canales por
diferentes métodos como TDMA, CDMA o SDMA, siendo estos protocolos
usados indistintamente en los diferentes niveles del modelo OSI.
En algunos sistemas, como GSM, el FDMA se complementa con un
mecanismo de cambio de canal según las necesidades de la red lo precisen,
conocido en inglés como frequency hopping o "saltos en frecuencia".
Su primera aparición en la telefonía móvil fue en los equipos de
telecomunicación de primera generación (años 1980), siendo de baja calidad
de transmisión y una pésima seguridad.La velocidad máxima de transferencia
de datos fue 240 baudios.
CONCLUSIÓN
Para concluir acotamos que el sistema de comunicación por satélites ha sido
uno de los grandes inventos del siglo XX, permitiéndonos a los seres humanos
propagar información con una mínima perdida de está, en tiempo real a
grandes velocidades y a mayores distancias, ya que la cobertura es amplia y
muy segura, por lo tanto la capacidad de trasmitir la información a grandes
distancias no es pobre, permitiendo la disponibilidad de proveer a cualquier
persona a nivel mundial del servicio que se le quiera prestar (televisión, radio,
teléfono). Un sistema de comunicación satelital es muy útil para el desarrollo de
un país, ya que esto (dependiendo del tipo de satélite), le permite a un país
desarrollar su capacidad tecnológica a plenitud, permitiéndole obtener nuevos
hallazgos en materia energía y minas (hidrocarburos), explotando aún más las
riquezas del país que aplique este tipo de tecnología, el uso de sistemas
satelitales permite a un país prevenir a su población de desastres ecológicos
gracias a los satélites meteorológicos que estudian los cambios climáticos en la
corteza terrestre. Asimismo permite como en el caso de nuestro país
Venezuela, llevar el sistema de telefonía y televisión satelital a los lugares más
recónditos del país, permitiéndoles a las personas de clase baja disfrutar de
estos servicios a un precio muy accesible para ellos, ya que contamos con
nuestro propio satélite de comunicación el Venesat-1 ó Satélite Simón Bolívar,
sino se contara con un satélite propio el costo de estos servicios sería más
elevado afectando la economía de un país.