Clasificación de Los Contratos
Clasificación de Los Contratos
Clasificación de Los Contratos
1. Per aes et libram (por el cobre y la balanza): este contrato se formalizaba ante
cinco testigos y se utilizaba una balanza (libram) y un pedazo de cobre (aes) para
formalizar la obligación.
2. Dictio doti: Consiste en una determinada declaración verbal que hacia la mujer que
iba a casarse, si era sui iuris o bien por el ascendente varón o por el deudor de
aquélla, de constituir dote.
En esta misma figura jurídica, se podían pactar intereses que el deudor debía pagar en
relación con el contrato (estipulación de intereses), asimismo, se crearon las penas
convencionales por incumplimiento a la obligación y también nacieron las fianzas
estipulatorias, llamado esto, comúnmente, fiador, lo cual era una garantía para cubrir
con el cumplimiento del contrato, si no pagaba el deudor originario, el fiador tenía que
responder a la deuda.
CONTRATOS LITTERIS
Contratos litteris: Estos son los llamados contratos escritos, los que se clasificaron de la
siguiente manera:
1. Nominia transcriptitia. Eran los contratos que se insertaban o incluían en los libros de
contabilidad del acreedor, y al igual que el deudor, tenía que obligarse en ellos.
CONTRATOS RE O REALES
1. Mutuo. También conocido como préstamo de consumo, es el contrato por medio del
cual una persona, denominada mutuante, transmite a otra, nombrada mutuario, la
propiedad de determinada cantidad de cosas fungibles, teniendo obligación el mutuario a
devolver, dentro de cierto plazo, una cantidad igual de cosas del mismo género y
cantidad. El requisito para celebrar tal contrato, era que el mutuante fuera el dueño del
bien o bienes, objeto de la transacción.
3. Depósito. Se pude definir como el contrato por virtud del cual una persona, denominada
depositante, entrega una cosa a otra, nombrada depositaria, para obligarse a cuidarla,
custodiarla, de modo gratuito, y a devolverla en cuanto la solicité el depositante. Sólo se
podía dar en depósito un bien mueble, se podía pactar entre las partes que el bien se
devolviera a una tercera persona. El depositante podía reclamar daños y perjuicios que
pudiera ocasionarle al objeto el depositario, por su negligencia. Cuando se resguardaba un
bien mueble, que requería ciertos cuidados especiales, el depositante estaba obligado a
entregarle gastos para su manutención.
En este contrato, si es que se pagaba en dinero, se tenía que cumplir con lo siguiente:
2. Locatio conductio. Este tipo de contrato tiene origen al momento en que persona
se compromete a proporcionar, a otra, el goce temporal de una cosa no
consumible, o bien, a ejecutar a favor de ella, un determinado trabajo por medio
de una retribución periódica y en dinero. La clasificación de este tipo de contrato
es la siguiente:
2. Que fuera gratuito, sólo en el caso de médicos y abogados, éstos podían recibir una
retribución.
3. El mandante debe tener interés pecuniario en la ejecución del mandato. Los deberes
del mandatario eran: cumplir el mandato de acuerdo con las instrucciones del mandante,
rendir cuentas a este último, y responder por los daños y perjuicios, por su dolo o culpa.
Los deberes del mandante eran: pagarle al mandatario por los gastos realizados con base
en el cumplimiento del acto, y responder por los daños y perjuicio que, como
consecuencia del mandato, hubiere sufrido el mandatario.
4. Sociedad. Era cuando dos o más personas, llamadas socios, se obligan a poner en
común sus bienes o trabajo para el logro de un fin lícito y de interés común. En este
contrato ya se contemplaba el reparto de las utilidades, toda vez que las ganancias de los
socios eran repartidas en partes iguales y las pérdidas se aportaban en la misma
proporcionalidad. Los socios tenían los siguientes derechos:
a) Dirigir los asuntos sociales, pero se podría designar a un representante para administrar
la sociedad.
Esta figura jurídica no tuvo mucho desarrollo, toda vez que los paterfamilias eran los que
administraban los bienes patrimoniales. La sociedad se disolvía por consentimiento de las
partes, por la muerte, por convenio, por renuncia, y cuando alguno de los socios
demandaba su disolución.
CONTRATOS INNOMINADOS
Contratos innominados: Estos contratos, como ya se mencionó, son los que no tienen un
nombre específico dentro de la ley. Los contratos innominados se agrupan en:
a) Doy para que des (Do ut des), consiste en un dar una determinada obligación.
b) Doy para que hagas (Do ut facias), una parte se compromete a dar alguna cosa, y la
otra a prestar un servicio.
c) Hago para que des (Facio ut des), una parte se compromete a prestar algún servicio, y
la otra a dar alguna cosa.
2. Aestimatum (contrato estimatorio). Una persona entrega a otra una cosa estimada o
tasada en cierto precio, con el fin de venderla, y entregue al dueño el precio fijado,
quedándose con la diferencia, si la hubo. Este negocio era frecuente entre comerciantes.
3. Precario. Este contrato nació, sobre todo, de las tierras que dejaban disfrutar los
patronos a sus clientes. Tales relaciones podían revocarse en cualquier momento por un
simple acto del patrono.
4. Transacción. Consistía en las concesiones recíprocas que se hacían las partes para
evitar un litigio futuro o concluir un pendiente.
LOS PACTOS
Es un acuerdo entre dos personas, donde una estaba ligada hacia la otra con el fin de
disolver o transformar la obligación contratada. Los pactos se clasificaban de la siguiente
manera:
Pactos Legítimos
La promesa del dote (sancionado por Teodosio II en 428 d. C). La simple promesa de
constituir la dote no realizada en la forma de la dictio dotis o de la stipulatio, vincula a la
parte que la hizo a constituirla de modo que, si no cumplía, podía ser demandada en un
juicio.