Clasificación de Los Contratos

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DERECHO ROMANO II INNOVA

CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRATOS

 CONTRATOS VERBIS O VERBALES

1. Per aes et libram (por el cobre y la balanza): este contrato se formalizaba ante
cinco testigos y se utilizaba una balanza (libram) y un pedazo de cobre (aes) para
formalizar la obligación.

En el caso de que el objeto del contrato fuera la transmisión de la propiedad, se le


denominaba mancipatio.

Cuando se trataba de un préstamo en dinero, el deudor u otra persona quedaba como


rehén en poder del otro contratante hasta el cumplimiento total de la deuda, a esto se
le denominaba nexum.

2. Dictio doti: Consiste en una determinada declaración verbal que hacia la mujer que
iba a casarse, si era sui iuris o bien por el ascendente varón o por el deudor de
aquélla, de constituir dote.

3. Promissio iura liberti: El exesclavo (liberto) se obligaba frente a su antiguo patrón,


mediante un juramento a prestarle determinados servicios.

4. Stipulatio: En este contrato existían ciertas palabras, habiendo congruencia en la


pregunta realizada por uno de los sujetos, y la respuesta ofrecida por el otro,
quedando así perfeccionada la obligación, por ejemplo, decía “el acreedor: ¿Spondesne
dare centum? ¿Prometes dar cien?, y el deudor respondía spondeo, lo prometo,” la
pregunta y respuesta debían ser acordes, de lo contrario el negocio no existía.

En esta misma figura jurídica, se podían pactar intereses que el deudor debía pagar en
relación con el contrato (estipulación de intereses), asimismo, se crearon las penas
convencionales por incumplimiento a la obligación y también nacieron las fianzas
estipulatorias, llamado esto, comúnmente, fiador, lo cual era una garantía para cubrir
con el cumplimiento del contrato, si no pagaba el deudor originario, el fiador tenía que
responder a la deuda.

 CONTRATOS LITTERIS

Contratos litteris: Estos son los llamados contratos escritos, los que se clasificaron de la
siguiente manera:

1. Nominia transcriptitia. Eran los contratos que se insertaban o incluían en los libros de
contabilidad del acreedor, y al igual que el deudor, tenía que obligarse en ellos.

2. Singrafos y quirógrafos. En los primeros, se formalizaba por escrito tanto por el


acreedor como por el deudor, y a cada uno se le entregaba un original. En el caso de los
segundos, únicamente se realizaba un solo contrato, y de modo exclusivo quedaba en
poder del acreedor.

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 CONTRATOS RE O REALES

Contratos re o reales: Aquí se perfecciona la obligación cuando se entregaba el objeto,


pues cuando así era, desde ese momento se formalizaba el negocio jurídico; entre los
contratos más destacados en el Derecho Romano, se encuentran los siguientes: mutuo,
comodato, depósito y prenda.

1. Mutuo. También conocido como préstamo de consumo, es el contrato por medio del
cual una persona, denominada mutuante, transmite a otra, nombrada mutuario, la
propiedad de determinada cantidad de cosas fungibles, teniendo obligación el mutuario a
devolver, dentro de cierto plazo, una cantidad igual de cosas del mismo género y
cantidad. El requisito para celebrar tal contrato, era que el mutuante fuera el dueño del
bien o bienes, objeto de la transacción.

2. Comodato. Es un instrumento mediante el cual, una persona llamada comodante


entrega a otra, denominada comodatario, un bien mueble o inmueble de manera gratuita,
para que éste la use y la devuelva en el plazo convenido en el contrato. Se perfecciona el
contrato una vez que el comodante entrega el bien al comodatario, conservando este
último la propiedad y la posesión; además era el responsable de lo que le pasara al bien
en el caso de pérdida, deterioro o robo.

3. Depósito. Se pude definir como el contrato por virtud del cual una persona, denominada
depositante, entrega una cosa a otra, nombrada depositaria, para obligarse a cuidarla,
custodiarla, de modo gratuito, y a devolverla en cuanto la solicité el depositante. Sólo se
podía dar en depósito un bien mueble, se podía pactar entre las partes que el bien se
devolviera a una tercera persona. El depositante podía reclamar daños y perjuicios que
pudiera ocasionarle al objeto el depositario, por su negligencia. Cuando se resguardaba un
bien mueble, que requería ciertos cuidados especiales, el depositante estaba obligado a
entregarle gastos para su manutención.

4. Prenda. Es cuando un deudor o un tercero, entrega un bien al acreedor, denominado


acreedor prendario, para que la guarde como garantía de su crédito y la restituya después
de haber dado total cumplimiento al negocio jurídico. El acreedor prendario estaba
obligado a custodiar el bien y a restituirlo, no debía de usarlo, pues de hacerlo cometía
hurto de uso (fortum usus). Si el deudor no cumplía con su obligación, este acreedor
podía vender el objeto y devolver el remanente, si es que lo había.

 CONTRATOS CONSENSU O CONSENS

Contratos consensu o consens: son los llamados consensuales, y para su validez no


necesitan formalidad alguna, ni entrega del bien, sino que se basan en el acuerdo de las
partes, tanto entre presentes, como entre ausentes, y lo celebran de forma tácita, verbal o
por escrito; encontramos los siguientes:

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1. Compraventa. Donde un vendedor se obliga a transmitir al comprador la posesión


pacífica y duradera de un bien, mediante el pago de una cantidad de dinero. La
cosa siempre tenía que ser lícita, encontrarse dentro del comercio, tanto bienes
corpóreos como incorpóreos. Se podían vender cosas futuras y el contrato puede
existir siempre y cuando se logre el nacimiento de este bien comprado.

En este contrato, si es que se pagaba en dinero, se tenía que cumplir con lo siguiente:

a) El pago debe ser una suma de dinero.

b) Debía ser determinado.

c) El precio debía ser verdadero.

d) El precio debe ser justo respecto al valor del bien comprado.

2. Locatio conductio. Este tipo de contrato tiene origen al momento en que persona
se compromete a proporcionar, a otra, el goce temporal de una cosa no
consumible, o bien, a ejecutar a favor de ella, un determinado trabajo por medio
de una retribución periódica y en dinero. La clasificación de este tipo de contrato
es la siguiente:

a) Locatio conductio rerum (arrendamiento).

b) Aparcería (arrendamiento de un predio rústico).

c) Locatio conductio operarum (contrato de trabajo).

d) Locatio conductio operis (contrato de obra).

3. Mandato. Es un contrato por conducto del cual, una persona denominada


mandante, le encarga a otra, nombrada mandatario, que realice determinado acto
por cuenta y en interés de aquél. Los elementos de este contrato son tres:

1. El acuerdo entre las partes.

2. Que fuera gratuito, sólo en el caso de médicos y abogados, éstos podían recibir una
retribución.

3. El mandante debe tener interés pecuniario en la ejecución del mandato. Los deberes
del mandatario eran: cumplir el mandato de acuerdo con las instrucciones del mandante,
rendir cuentas a este último, y responder por los daños y perjuicios, por su dolo o culpa.
Los deberes del mandante eran: pagarle al mandatario por los gastos realizados con base
en el cumplimiento del acto, y responder por los daños y perjuicio que, como
consecuencia del mandato, hubiere sufrido el mandatario.

4. Sociedad. Era cuando dos o más personas, llamadas socios, se obligan a poner en
común sus bienes o trabajo para el logro de un fin lícito y de interés común. En este

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contrato ya se contemplaba el reparto de las utilidades, toda vez que las ganancias de los
socios eran repartidas en partes iguales y las pérdidas se aportaban en la misma
proporcionalidad. Los socios tenían los siguientes derechos:

a) Dirigir los asuntos sociales, pero se podría designar a un representante para administrar
la sociedad.

b) Participar en las ganancias.

Esta figura jurídica no tuvo mucho desarrollo, toda vez que los paterfamilias eran los que
administraban los bienes patrimoniales. La sociedad se disolvía por consentimiento de las
partes, por la muerte, por convenio, por renuncia, y cuando alguno de los socios
demandaba su disolución.

 CONTRATOS INNOMINADOS

Contratos innominados: Estos contratos, como ya se mencionó, son los que no tienen un
nombre específico dentro de la ley. Los contratos innominados se agrupan en:

a) Doy para que des (Do ut des), consiste en un dar una determinada obligación.

b) Doy para que hagas (Do ut facias), una parte se compromete a dar alguna cosa, y la
otra a prestar un servicio.

c) Hago para que des (Facio ut des), una parte se compromete a prestar algún servicio, y
la otra a dar alguna cosa.

d) Hago para que hagas (Facio ut facias), es el intercambio de prestación de servicios.

Los principales contratos innominados son los siguientes:

1. Permuta. Se origina cuando un contratante transfiere a otro la propiedad de un bien,


para que le transmita la propiedad de otra.

2. Aestimatum (contrato estimatorio). Una persona entrega a otra una cosa estimada o
tasada en cierto precio, con el fin de venderla, y entregue al dueño el precio fijado,
quedándose con la diferencia, si la hubo. Este negocio era frecuente entre comerciantes.

3. Precario. Este contrato nació, sobre todo, de las tierras que dejaban disfrutar los
patronos a sus clientes. Tales relaciones podían revocarse en cualquier momento por un
simple acto del patrono.

4. Transacción. Consistía en las concesiones recíprocas que se hacían las partes para
evitar un litigio futuro o concluir un pendiente.

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LOS PACTOS

Es un acuerdo entre dos personas, donde una estaba ligada hacia la otra con el fin de
disolver o transformar la obligación contratada. Los pactos se clasificaban de la siguiente
manera:

1. Adyectos: Esa obligación era ligada a un contrato de buena fe, al momento de su


celebración para modificar sus efectos.
2. Pretorios: Se describían como se enuncia:
3. Constitutum. Es el acuerdo entre las partes para modificar una obligación fijada en
un contrato.
4. Receptum argentari: Un convenio en el cual un banquero prometía pagar a un
tercero, cierta cantidad de dinero por cuenta de su cliente.
5. Receptun nautarum, cauponum, stabulariorum. Armadores de buques, hoteleros o
posaderos y dueños de establos, se hacían responsables de las cosas confiadas a
su guarda.
6. Pactos de juramiento: Dos sujetos que tuvieran controversias, judicial o
extrajudicial, decidían resolverlo mediante juramento de uno de ellos.

Pactos Legítimos

Algunas Constituciones imperiales otorgaban una acción ex lege para exigir el


cumplimiento de ciertos pactos, a saber:

La promesa del dote (sancionado por Teodosio II en 428 d. C). La simple promesa de
constituir la dote no realizada en la forma de la dictio dotis o de la stipulatio, vincula a la
parte que la hizo a constituirla de modo que, si no cumplía, podía ser demandada en un
juicio.

La promesa de donar (desde Justiniano en el año 530 d. C.). El emperador Justiniano


dispuso la convención mediante la cual una persona se obliga hacia la otra a hacerle una
donación, creando un vínculo obligatorio tutelado de acción directa para constreñir al
promitente a efectuar la traditio de la cosa objeto de la donación.

El pacto de compromiso (sancionado por Justiniano), era el acuerdo de las partes de


aceptar la decisión emitida por un árbitro en un pleito. De este acuerdo nacía un actio (in
Facttum) si el laudo era suscrito por las partes o no, se impugnaba en un plazo de 10 días
a partir de su pronunciamiento. También se concedía una exceptio pacti ex compromisso.

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