Como Se Manifiesta La Gracia de Dios y Como Alcanzarla

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Como Se Manifiesta La Gracia De Dios y Como Alcanzarla.

La gracia de Dios es la cualidad que Dios entrega a los hombres. La gracia de Dios es la
dádiva, un regalo que transciende de lo sobre natural, y es inmerecido, a Dios le place
entregar. Más allá de la salvación la gracia es el poder de hacer lo que con tus fuerzas
sería imposible hacer, es la forma que usa Dios para dotar a los creyentes de talentos y
capacidades que reflejan el poder de Dios, y no el poder de hombre. Es la esencia de Dios
en un creyente, es lo magnifico, es lo extraordinario, es aquello que para el hombre es
imposible pero para Dios es posible, ese lugar donde eres revestido por un poder único.

La gracia de Dios es aquello que se otorga de manera gratuita por el Dios celestial,
ocasiona placer, delicia, y da belleza a la personalidad, los actos y palabras son
transformados por la gracia de Dios. Aquel que posee la gracia de Dios trasmitirá a su
alrededor eso que muchos no saben definir, eso que lo hace único, eso que ocasiona
ganas de estar con esa persona, de pasar horas conversando con esa persona, eso lo hace
la gracia de Dios.
regalo de Dios

La gracia de Dios se manifiesta en la forma en que Dios usa a los creyentes para llevar
sanidad al enfermo, liberar al cautivo, echar fuera demonios, es por la gracia que eso es
posible. Cuando eres lo que jamás pudieras ser con tus fuerzas es por la manifestación de
la gracia de Dios en tu vida. La gracia de Dios se manifiesta cuando tienes carisma, atraes
la bendición de Dios y impartes de ella a tu alrededor. Cuando viene gracia a tu vida es un
poder mayor, único y magnifico que Dios desata para que seas instrumento en el reino, y
no te gloríes, sino que sea para él toda gloria.

Es el brillo que Dios deposita en una persona, y la hace admirable, apacible, pese a que
quizá no tenga un físico atractivo, ese brillo dentro, que la hace hermosa en su interior,
irradia en su exterior y lo hace afectuoso, lo hace único, eso es la gracia de Dios, tener la
habilidad de irradiar en todos los lugares donde llegue, porque es notorio que en su vida
esta Dios. Eso es la manifestación de la gracia de Dios.

La gracia es el imán que Dios entrega a una persona para que se convierta en un magneto,
con el propósito de Atraer la bendición de Dios a su vida, y tener favor a su alrededor, de
todos las personas que se acerquen. Es la forma extraordinaria que Dios deposita en la
vida de un creyente para llenarlo de poder, de agrado, de dominio, de fe, de
condiciones….
Como obtener la gracia de Dios.

pedir a Dios en oración entrar en los tesoros de la gracia de Dios, ¿Como puedes entrar en
los tesoros de la gracia de Dios?. Aquellos que tienen fe; como leemos en Romanos 5:1-2,
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos
firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”.
La gracia de Dios tiene niveles; esos niveles de gracia solamente tienen acceso los que
tienen mayor humildad. Santiago 4:6 en este versículo esta la validación de la palabra.
Pero El da mayor gracia. Por eso dice: Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los
humildes." lo que denota despojarse´de toda soberbia y orgullo para poder obtener la
gracia de Dios.
La Gracia de Dios se alcanza con humildad.
¿Por qué necesitamos la gracia de Dios?

En primer lugar, debemos reconocer que, como leemos en Romanos 3:23, “todos
pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”, y que además, “la paga del pecado es
muerte” ejemplos de la gracia de dios en la biblia: (Romanos 6:23). En otras palabras, el
pecado, o infracción de la ley (1 Juan 3:4), conlleva un sentencia, que es la pena de
muerte. Sin embargo, Jesucristo pagó esa pena por nosotros por medio de su sacrificio.

Fue el sacrificio de Cristo, el derramamiento de su sangre, lo que hizo permitir que Dios
nos diera el regalo de su gracia; como dice Romanos 3: 24, podemos ser “justificados
gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús”. Por lo tanto,
la gracia de Dios se recibe a través de Jesucristo, y, si no la recibiésemos, moriríamos
como consecuencia de nuestros pecados sin la oportunidad de tener vida eterna.
Diferencia entre la Gracia de Dios y la misericordia.

Aparte de la palabra “gracia”, existen otras que suelen utilizarse para expresar de alguna
forma la gracia de Dios, aunque no son exactamente lo mismo. Está principalmente, la
misericordia, y también el favor, la clemencia, y la bondad. Tanto en el Antiguo como en el
Nuevo Testamento tenemos la gracia y la misericordia. Sin embargo, en el Antiguo
tenemos más misericordia que gracia; en tanto, en el Nuevo, tenemos más gracia que
misericordia.

La misericordia es la compasión hacia alguien en su desdicha, en su necesidad e


impotencia. La misericordia mueve la mano de Dios para socorrer esa necesidad
específica. Cuando los hijos de Israel gemían en Egipto a causa de la servidumbre, y
clamaron, Dios oyó su gemido y se acordó de ellos (Ex. 2:23-25). En Jueces 2:18 dice que
Jehová Dios levantaba jueces de tiempo en tiempo a los israelitas, por los gemidos a causa
de quienes los afligían. Dios se duele del dolor y la aflicción de su pueblo y acude en su
ayuda.

La gracia, en cambio, es un regalo no merecido de parte de Dios al hombre, que va más


allá que la misericordia, porque le habilita para que pueda salir de su condenación y vivir
conforme a las demandas de Dios. La misericordia no capacita al hombre para vivir una
vida santa; en cambio, la gracia sí provee del poder para hacerlo. La misericordia socorre
al desdichado, pero luego éste queda a expensas de sus propias fuerzas; la gracia, en
cambio, extiende su mano, levanta y sostiene al hombre en un nivel de vida que agrada a
Dios.
Por eso es la gracia y no la misericordia la que fue hecha por medio de Jesucristo. La
gracia se ve brillar sólo en algunos momentos de la antigüedad, como en el pacto de Dios
con Abraham (Gén. 15:5-21), y con David (2 S. 7:14-16); pero en todo el período de la ley
Dios no puede manifestar su gracia (excepto a un “pequeño remanente”, Rom. 11:2-6),
porque la ley no es de fe, sino de obras.

Incluso la misericordia, en los días del Antiguo Pacto, aparece condicionada. En Éxodo
20:6, por ejemplo, lo está a quienes guardan los mandamientos y aman a Dios; a los que
obedecen la ley (Dt.7:12; 30:3; 1 R.8:23); a los misericordiosos (2 S.22:26). Y cada vez que
se habla de una misericordia no condicionada, se refiere al Israel futuro, no al presente
(como en Miqueas 7:18-20).

Tanto la gracia como la misericordia se aplican en especial a la relación de Dios y su


pueblo, pero también a la relación del hombre con su prójimo, cuando uno de ellos está
en una situación de solvencia y otro en situación de necesidad. Así, por ejemplo, en el
caso de la gracia, se dice que José halló gracia en los ojos de su amo Potifar (Gn. 39:4);
Rut, en Booz (Rt. 2:10); Ester, en Asuero (Est. 2:17); Daniel, en el jefe de los eunucos (Dn.
1:9); y Nehemías, en Artajerjes (Nh. 2:5,8).

La gracia de Dios y la misericordia.

Respecto de la misericordia, se dice que José, estando en la cárcel, pide al jefe de los
coperos que use de misericordia para con él (Gn. 40:14), que Rahab pide misericordia a los
espías para la casa de su padre (Jos. 2:12); y que David pide misericordia de Saúl (1
Samuel. 20:8), etc. En los tratos del hombre con su prójimo, la gracia de Dios se
transforma, ya sea en amor, ya sea en misericordia. Porque la gracia tiene una sola
dirección, de arriba hacia abajo, de Dios hacia los hombres.

En cambio, el amor puede ser –además de vertical, de Dios a los hombres y de los
hombres hacia Dios– horizontal, en las relaciones del hombre con su prójimo. Así que, los
que conocen la gracia de Dios tienen amor, y también misericordia.

Dios demanda la misericordia. La misericordia se extiende desde aquel que ha recibido


misericordia hacia aquel que aún no la ha recibido. Oseas, el profeta, dice: “Porque
misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos” (6:6). El
Señor Jesús toma esta palabra en más de una oportunidad para aplicarla a los fariseos que
se escandalizaban porque el Señor comía con publicanos y pecadores (Mt. 9:13), y que
condenaban a los discípulos porque cogían espigas en día de reposo (Mt. 12:7).

El Señor nos enseñó a perdonar misericordiosamente a quienes nos ofenden (Mt.


18:33,35), y a usar de misericordia, además de diezmar –como hacían, exclusivamente, los
escribas y fariseos (Mt. 23:23)–. Pablo y los demás apóstoles también lo enseñaron (Rom.
12:8; Col. 3:12). De modo que en la Biblia tenemos la misericordia, pero sobre todo
tenemos la gracia, que expresa aún mejor el maravilloso carácter de Dios, manifestado en
el Señor Jesucristo. Que el Señor nos ayude a conocerla mejor, y a vivirla.

"La gracia en la vida del creyente es multiforme. La gracia hace posible que caminemos
con Dios y nos da poder para hacer Su obra. Dios solo es la causa de la gracia, aun cuando
Él requiere que los cristianos apliquen fielmente los medios que Él ha puesto a su
disposición para crecer"

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