Patrones de Interacción Madre-Hijo en Niños Maltratados
Patrones de Interacción Madre-Hijo en Niños Maltratados
Patrones de Interacción Madre-Hijo en Niños Maltratados
ISSN: 0185-4534
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Sociedad Mexicana de Análisis de la Conducta
México
RESUMEN
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ABSTRACT
En los últimos años, una línea de investigación sobre maltrato físico infantil
estudia la naturaleza interactiva de los procesos involucrados en esta proble-
mática y subraya la importancia del estudio de su desarrollo y mantenimiento
(Ammerman, 1990; Reid, Taplin y Lorber, 1981; Wolfe, 1987). Los resultados
de los estudios realizados bajo esta perspectiva coinciden en identificar una
serie de comportamientos en la participación de la madre y del hijo en situa-
ciones de interacción.
Con relación a la conducta materna, diversos estudios realizados tanto en
ambientes naturales (Boshua y Twentyman, 1984; Lorber, Felton y Reid, 1984)
como en condiciones de laboratorio (Oldershaw, Walter y Hall, 1986; Whipple y
Webster-Stratton, 1991), encuentran que las madres maltratadoras muestran
más conducta aversiva (Vg. regaños, desaprobaciones, gritos, amenazas) que
las madres no maltratadoras. No obstante, otra serie de estudios señalan que
la diferencia entre el comportamiento de estos tipos de madre no radica en su
conducta negativa, sino más bien en el aspecto positivo. En otras palabras,
las madres maltratadoras son menos positivas que las que no lo son. Sin
embargo, investigadores como Lahey, Conger, Atkenson y Treiber (1984) y
Boshua y Twentyman (1984) indican que no existen diferencias en los patrones
de comportamientos maternales positivos ni en los negativos. Otros estudios
reportan diferencias con relación a las instrucciones que las madres maltra-
tadoras proporcionan a sus hijos, encontrándose que éstas aplican el doble
de instrucciones que las madres normales (Cerezo, 1995; Cerezo, D´Ocon y
Doltz, 1996; Cerezo y D´Ocon, 1995; Oldershaw, y cols., 1986).
Por lo que concierne al comportamiento infantil, se señala que los ni-
ños maltratados generalmente muestran comportamientos hostiles y de ais-
lamiento en relación con sus pares (Cerezo, 1995). Pero también en este
rubro se encuentran resultados discrepantes: mientras que un grupo de in-
vestigadores reportan altas tasas de conducta inadecuada (Vg. desobedecer,
repelar) otros estudios señalan que en niños maltratados (Cerezo y D´Ocon,
1995; Oldershaw y cols., 1986) no existen diferencias significativas entre
estos y niños sin problemas de maltrato (Burgess y Conger, 1978; Lahey,
y cols., 1984; Lorber, y cols., 1984; Whipple y Webster-Stratton 1991). Lo
mismo acontece con el comportamiento neutral o positivo: Si bien las tasas
obtenidas muestran de manera consistente bajos valores para los niños mal-
tratados, cuando se comparan con su contraparte, los niños normales, no se
encuentran diferencias significativas (Cerezo y cols., 1996).
A pesar de tales discrepancias, los hallazgos de la investigación han
permitido delinear propiedades de la regulación del comportamiento diádico
en este tipo de parejas. En general, se consideran los siguientes factores: (a)
Instrucciones: se dice que las madres maltratadoras carecen de habilidades
para imponer sus órdenes, emplean una tasa elevada de instrucciones sin
conseguir la obediencia del niño y, en consecuencia, provocan una serie de
secuencias instruccionales del tipo orden-oposición-orden-oposición que pro-
picia secuencias aversivas (Lorber y cols., 1984). (b) La conducta aversiva
(Vg. regañar, amenazar, humillar) característica de las madres maltratadoras,
está relacionada con tasas altas de conducta inadecuada por parte del niño
(Vg. desobedecer, conducta oposicional, agredir) (Lorber y cols, 1984; Older-
shaw y cols., 1986; Wipple y Webster-Stratton, 1991). (c) Conducta maternal
inapropiada, la cual se manifiesta tanto en relación con la conducta prosocial
del niño, como con la conducta negativa del mismo. De hecho, el comporta-
miento maternal inapropiado ha sido la variable más importante para clasi-
ficar a las madres con historia de maltrato físico (Cerezo y cols., 1996) y (d)
Cuando se evalúa la relación entre conducta maternal inapropiada y conduc-
ta inapropiada del niño se observa que, conforme se repiten estos episodios,
la probabilidad condicional de que la madre emita conducta inapropiada dis-
minuye significativamente después de la conducta inapropiada del niño.
Además de la caracterización anterior, existen otras consideraciones
que es necesario tomar en cuenta. En primer lugar, estos resultados han
sido obtenidos considerando un solo miembro de la pareja, ya sea la madre
o el niño, lo que proporciona una aproximación incompleta del fenómeno
bajo estudio. Por otra parte, en los pocos trabajos que han empleado una
perspectiva interaccional sus resultados señalan, de manera general, que
las madres maltratadoras se comportan en forma aversiva hacia sus hijos de
manera inoportuna. En otras palabras, sus intervenciones aversivas carecen
de relación con lo que el niño hace o dice. Esta condición sitúa al niño en
un contexto interactivo impredecible con importantes implicaciones para su
conducta, tales como un elevado riesgo de psicopatología y, en particular,
de conducta antisocial (Cerezo y cols., 1996; Reid, y cols., 1981). Ante esta
situación se considera pertinente realizar estudios que incluyan a los dos
miembros de la díada madre-niño, a fin de conocer con mayor detalle cómo
se regulan sus intercambios y cuál es el manejo del reforzamiento positivo y
negativo en dichos intercambios.
Por las razones previas en el presente estudio se evalúa a las díadas
en una situación de interacción. El propósito específico fue comparar díadas
madre-niño con historia de maltrato físico y díadas madre-niño sin historia
de abuso infantil en dos situaciones, académica y juego libre. El objetivo fue
establecer si existen diferencias en el tiempo asignado a diversas conductas
por la madre y el niño, la distribución de las consecuencias aplicadas por el
adulto sobre las conductas negativas y positivas del niño; y el tipo de rela-
ciones de contingencia.
Se seleccionaron las dos condiciones de observación anotadas debido
a que se ha reportado que representan situaciones extremas en las interac-
ciones madre-niño. En la actividad de juego las madres son más didácticas
y verbales, se observan ajustes en las interacciones entre ambos y parece
propiciar un mayor involucramiento de la madre con sus hijos. Además, el
juego del niño parece ser alentado por la estructuración paternal debido a su
importancia educativa (Yogman, 1982, Pedersen, 1980; Power, 1985). Por
otro lado, en la situación académica, los intercambios son menos frecuentes
pero más conflictivos y se observa que los padres carecen de control sobre
la conducta del niño en la realización de la actividad (Levin, Levy-Shift, Appel-
baum-Peled, Katz y Komar, 1997; Rosemond, 1990).
MÉTODO
Participantes
Cinco díadas madre-hijo, con historia de maltrato físico, dos niñas y tres ni-
ños, y cinco díadas madre-niño sin historia de maltrato, dos niñas y tres ni-
ños, con un rango de edad entre los seis y los nueve años; con una media
de 7.8 años para el grupo de maltrato y una media de 7.6 años para el grupo
control. Las díadas con historia de maltrato físico infantil fueron canalizadas a
través de la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (USAER)
de la SEP y del DIF-Pachuca, por el equipo de profesionales encargados de
detectar, confirmar y canalizar a los niños con este tipo de problemática. Las
díadas sin historia de maltrato, determinadas como tal por el equipo de la
USAER, se seleccionaron de una escuela primaria oficial del sur de la ciudad
de México. En general, se intentó que ambos grupos fueran comparables en
términos de edad, género, escolaridad y nivel socioeconómico.
Escenario
Cada grupo de díadas fue video grabado en escenarios diferentes. Para las
díadas con historia de maltrato físico infantil (Grupo Maltrato), las sesiones
de observación se realizaron en una cámara de Gesell del Centro de Servi-
cios Psicológicos de la Facultad de Psicología de la UNAM y en un cubículo
ex profeso del DIF-Pachuca. Dichos escenarios se acondicionaron con una
mesa de 80x80 cm. de una altura de 60 cm., dos sillas, juguetes diversos
(como muñecos, mecano, carros etc.), cuadernos para colorear y juegos de
mesa, para cada una de las sesiones.
Para las díadas sin historia de maltrato (Grupo Control) las sesiones de
observación se llevaron a cabo en el comedor familiar, contemplando los
mismos materiales que las díadas con historia de maltrato físico.
Materiales
Procedimiento
Las grabaciones de las díadas se llevaron a cabo por medio de una cámara
de video sostenida por un trípode, colocado a tres metros de la mesa en la
cual se encontraban la madre y el niño, para el Grupo de Maltrato, y en la
esquina de la sala de la casa para el Grupo Control. Las diez díadas se ob-
servaron en 3 sesiones de 30 minutos, en dos condiciones de observación
con una duración de 15 minutos cada una. De esta forma, se obtuvieron un
total de 90 minutos de grabación, 45 por cada actividad, por cada díada. Las
condiciones fueron las siguientes:
ACADÉMICA. Esta condición se programó con actividades supervisadas
por la madre de acuerdo al nivel escolar de cada niño. De esta manera se
pidió a las madres que supervisaran la tarea que correspondiera a su hijo en
cada una de las sesiones a fin de que la elaboraran juntos.
JUEGO. En esta condición se dio la libertad al niño de elegir el tipo de
juego, (Vg. damas chinas, palitos chinos, serpientes y escaleras, lotería, me-
canos) dado que el objetivo de esta situación era observar las interacciones
de cada díada, sin algún tipo de regla o demanda en particular.
Estas actividades se programaron de tal manera que tres sesiones de
15 minutos fueron para la actividad académica y tres sesiones con la misma
duración para la de juego, efectuándose cada sesión de grabación en ese
orden.
Sistema de Observación
La codificación del total de los videos de las díadas se realizó por dos ob-
servadores independientes, el registro fue de tipo continuo con estimados
en tiempo real. En una primera reproducción de los videos se registró la
conducta de la madre y, en una segunda, la del niño. Con ese fin se utili-
zó un programa de cómputo en lenguaje Pascal diseñado para este tipo de
estudios (Torres, Zarabozo y López, 1991) el cual posibilita la obtención de
archivos individuales con la duración de las categorías y su secuencia a lo
largo del tiempo de la sesión de observación. La codificación se realizó de
la siguiente manera: se aplicó el mencionado programa el cuál generaba un
archivo con las categorías y códigos de la misma. Para ello, se asignaba una
tecla numérica del teclado de la computadora a cada categoría. De acuerdo
al comportamiento observado se presionaba la tecla correspondiente, efec-
tuándose el conteo de la duración de cada categoría, este procedimiento se
continuó hasta finalizar con la sesión video grabada.
Catálogo Conductual
Reducción de datos
Para llevar a cabo el análisis de los datos se realizaron los siguientes pasos;
en primer lugar los archivos en tiempo real fueron transformados en secuen-
cias de comportamiento, de acuerdo con un muestreo temporal segundo a
segundo. En segundo lugar, los dos archivos de datos obtenidos, uno de la
madre y otro del niño, fueron combinados en uno solo, de forma que una se-
cuencia de comportamiento fue la variable correspondiente a la madre y otra
al hijo. Estos datos fueron analizados por medio del paquete estadístico Sys-
tat, con el propósito de obtener tanto los tiempos dedicados por las madres
a los diferentes comportamientos considerados por el catálogo conductual,
como para determinar las interacciones madre-niño significativas.
Resultados
ciadas a los grupos Control y Maltrato. Por otro lado, en lo que se refiere a la
categoría de Conductas Negativas, las madres del Grupo Maltrato dedicaron
mayor tiempo en la condición Académica que en la de Juego, mientras que
las madres del grupo Control lo hicieron en la misma medida en ambas condi-
ciones. También puede observarse que, en general, éstas últimas emplearon
menor tiempo en la categoría Negativas que las madres del grupo Maltrato.
Por último, la evaluación indica que las madres, en general, supervisaron
más al niño en la condición Académica que en la de Juego. En la Tabla 1, se
pueden consultar los detalles relacionados con estas comparaciones.
Tabla 1. Media del tiempo (en minutos) dedicado a cada una de las con-
ductas por las madres de los grupos Maltrato y Control en las condiciones
Académica y Juego. Entre paréntesis se presenta la desviación estándar.
Con el propósito de conocer cómo los niños distribuyen las conductas Ac-
tivo y Aversiva (resultante de la combinación de Desobedecer con Repelar), a
través del tiempo, se llevó a cabo un procedimiento similar al del análisis an-
terior: se sumaron los tiempos, en minutos, dedicados a cada una de ellas.
Como en el caso de las conductas de las madres, se aplicaron evalua-
ciones ANOVA para cada una de las categorías del niño en un diseño mixto
con Grupo como factor entre-sujetos y Condición como factor intra-sujeto. Se
encontraron efectos principales de Condición para las categorías Obedecer
(F[1,8] = 7.17, p<.03) y Activo (F[1,8] = 14.96, p<.01). Las evaluaciones ante-
riores indican que los niños emplearon un mayor tiempo en la conducta Obe-
decer en la condición Académica que en la de Juego y que ocuparon mayor
tiempo en Activo en la condición de Juego que en la Académica. Ninguna de
estas diferencias se asoció con el factor Grupo. En la Tabla 2 se muestran
detalles estadísticos de estas comparaciones.
Tabla 2. Media del tiempo (en minutos) dedicado a las conductas Obe-
decer, Aversiva y Activo por niños de los grupos Maltrato y Control en las
condiciones Académica y Juego. Entre paréntesis se presenta la desviación
estándar.
Conducta Materna
Infantil Malt Cont Malt Cont Malt Cont Malt Cont Malt Cont
Figura
Grupo 1.
maltrato Grupo control
Grupo Maltrato Grupo Control
�
Ra
.06
Ra
.07
Ap .20
.11
Ob In .65
.07
Ob
De .84
.13
Ap
.07
In .17
.84 Ds
.57
Re
.04
De Ra .57
1
Ds
Re .42 Re
In .52
.12
.85
Su Ra
.95
Figura 1.- Diagrama de estado de las conductas de las díadas de las dos
muestras en la condición académica. Conductas de la madre: Ra = Razona-
mientos, Ap = Aprobar, In = Instrucciones, De = Desaprobar, Re = Regañar,
Su = Supervisar. Conductas del niño: Ob= Obedecer, Ds= Desobedecer, Re
= Repelar, Ra = Realizar la actividad
.06 Ra
In Ob
.87 .44 Ob
.12
.97
In .55
De Ds
.50
.50 .18
Re Am Re
1
Figura 2.- Diagrama de estado de las conductas de las díadas de las dos
muestras en la condición de juego. : Ra = Razonamientos, In = Instruccio-
nes, De = Desaprobar, Re = Regañar, Am = Amenazar. Conductas del niño:
Ob= Obedecer, Ds= Desobedecer, Re = Repelar, Ra = Realizar la actividad
Por otra parte, ante la desobediencia infantil la madre observa una alta
probabilidad de proporcionar instrucciones (lo que también ocurre ante la
conducta de obedecer del niño) y, por último, cuando la madre desaprueba
se presenta una probabilidad moderada de que el niño repele.
En lo que concierne a las díadas control, emergen dos patrones interac-
tivos, en el primero se observan probabilidades moderadas de que ante la
obediencia infantil la madre responda con razonamientos o instrucciones. En
el segundo, se observa una probabilidad baja de que el niño repele ante una
amenaza materna, pero cada vez que éste repela la madre lo amenaza.
Discusión
REFERENCIAS
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APÉNDICE
Conductas de la madre
Conductas niño