Modelo de Intervencion Psicoterapeutica para La Reeducacion de Los Hombres Que Ejercen Violencia

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DELEGACIONES DEFENSORIALES DEPARTAMENTALES

Y COORDINACIONES REGIONALES

LA PAZ CARANAVI
Calle Capitán Ravelo N.º 2329, Calle Tocopilla N.º 4-B,
Edificio Excélsior, Piso 5. Edificio COSAPAC, Piso 1.
Telf.: (2) 2113588 Zona Central Telf.: 2 8243934

ORURO LLALLAGUA
Calle Soria Galvarro N.° 5212, Calle Oruro N.° 29, entre Bolívar
entre Tupiza y León. y Cochabamba.

MODELO
Telf.: (2) 5112471 - 5112927 Telf./Fax: (2) 5821538

COCHABAMBA PUERTO SUÁREZ


Calle 16 de Julio N.º 680, Av. 6 de Agosto N.° 29, entre
(Plazuela Constitución). La Paz y Santa Cruz.
Telf.: 44140745 - 4 4140751 Telf. 67290016

DESANTA
INTERVENCIÓN
CRUZ PSICOTERAPÉUTICA
RIBERALTA

PARA LA
Calle Andrés Ibáñez N.º 241, Av. Plácido Méndez N.º 948,
entre 21 de Mayo y España. Hotel Campos.
Telf./Fax: 3 3111695 3 338808 Telf.:/Fax: 73993148

RBENI
E -E D U C AC I Ó N D E LOS

HOMBRES
TRINIDAD POTOSÍ
Calle Félix Pinto N.° 68, entre Av. Serrudo N.° 143, Esq. Arce,
Suárez y 18 de Noviembre. Edificio Renovación (interior).
Telf.: (3) 4652200 - 4652401 Telf./Fax: (2) 6120805 - 6124744

PANDO TARIJA
Calle Cochabamba N.° 86, detrás del Calle lngavi N.° 789,

QUE EJERCEN
templo de Nuestra Señora del Pilar. Esq. Ramón Rojas, El Molino.
Telf.:/Fax: (3) 842 3888 - 71112900 Telf./Fax: (4) 6116444 - 6112441

VIOLENCIA
YACUIBA MONTEAGUDO
Calle Juan XXIII S/N, entre Martín Barrio Paraíso,
Barroso y Cornelio Ríos. Avenida Costanera S/N.
Telf.: (4) 682 7166 * Fax: (4) 6822142 Telf.: (4) 6473352

DESAGUADERO CHAPARE
Av. La Paz, Esq. Calle Ballivián Calle Hans Grether N.º 10.
S/N, (Ex local Suipacha). Telf./Fax: (4) 4136334

EL ALTO CHUQUISACA - SUCRE


Av. Juan Pablo II N.º 75 Calle J.J. Pérez N.º 602,
(Altura Cruz Papal). Esq. Trinidad.
Telf.: (2) 2153264 - 2153179 Telf./Fax: (4) 6916115
2152352 6918054 - 6913241 - 6410453

Oficina Central: Calle Colombia N.º 440


Zona San Pedro Central (2) 2113600 -
2112600 * Casilla 791

@DPBoliviaOf
MODELO DE INTERVENCIÓN
PSICOTERAPÉUTICA PARA LA REEDUCACIÓN
DE LOS HOMBRES QUE EJERCEN VIOLENCIA

GESTIÓN 2022
Modelo de intervención psicoterapéutica para la reeducación de
los hombres que ejercen violencia

Elaborado por:

Adjuntoría para la Vigencia y Ejercicio de Derechos Humanos de Niña, Niño,


Adolescencia, Mujeres y Poblaciones en Situación de Vulnerabilidad

Edición, corrección de estilo y diseño:


Adjuntoría para la Promoción y Difusión de los Derechos Humanos

Impresión:
……………..

Producción:

Defensoría del Pueblo

Oficina Central: Calle Colombia N.° 440 – Zona San Pedro

Central (2) 2113600 – 2112600

Casilla 791
2022
ÍNDICE
Presentación................................................................................................................................................ 5
Primera Parte - Aspectos Generales
1. Antecedentes......................................................................................................................................... 9
2. Justificación ............................................................................................................................................ 10
3. Objetivos del MIP................................................................................................................................. 11

Segunda Parte - Marco Normativo

1. Sistema Universal de Derechos Humanos ............................................................................ 15


2. Sistema Interamericano de Derechos Humanos ............................................................... 17
3. Marco normativo nacional .............................................................................................................. 18

Tercera Parte – Aspectos institucionales

1. La dirección institucional para la implementación del MIP........................................... 25


2. Recursos humanos y materiales ................................................................................................ 25
3. El equipo de psicoterapeutas especializados y multidisciplinario ............................ 26
4. Respuestas a las instituciones que realizan la derivación de los HEV ................... 27
5. Costos para la implementación del MIP.................................................................................. 28
6. Otras acciones preventivas y de coordinación .................................................................... 29

Cuarta Parte – Aspectos Metodológicos del MIP

1. Principios rectores del MIP............................................................................................................. 33


2. Enfoques para la intervención terapéutica ........................................................................... 33
3. Población meta...................................................................................................................................... 35
4. Criterios de exclusión ........................................................................................................................ 35
5. Requisitos de admisión ................................................................................................................. 36
5.1. HEV derivados por Orden Judicial ..................................................................... 36
5.2. HEV derivados por Orden Fiscal ........................................................................ 36
5.3. HEV derivados por otras instituciones ........................................................... 37
5.4. HEV que ingresan voluntariamente ................................................................. 38

Quinta Parte – Etapas de Intervención

1. Etapa Informativa - La entrevista inicial o de admisión .............................................. 41


2. Etapa de intervención ..................................................................................................................... 42
2.1. Intervenciones individuales ................................................................................. 42
2.2. Intervenciones grupales ........................................................................................ 43
3. Módulos y contenidos para la intervención terapéutica.............................................. 44
4. Etapa de cierre ................................................................................................................................... 47

Anexos

ANEXO N.° 1 - Modelo de Consentimiento Informado .................................................... 53


ANEXO N.° 2 – Boleta de Referencia y Contrarreferencia .............................................. 54
ANEXO N.° 3 – Evaluación para la entrevista inicial .......................................................... 55
ANEXO N.° 4 – GAMs categoría C y D que deben implementar el MIP.................... 57
ANEXO N.° 5 – Contenido de los Módulos para la intervención
psicoterapéutica ....................................................................................................................................... 60
PRESENTACIÓN
Las cifras negras de la violencia contra la mujer nos demuestran –conforme los datos del
Ministerio Público1 – que en la gestión 2022 se registraron 13.416 hechos de violencia
familiar o doméstica; es decir, que a diario 112 mujeres son víctimas de violencia en el
entorno familiar, situación que es el inicio de la espiral de violencia, que trágicamente puede
concluir en el feminicidio.

Cada vez somos testigos de agresiones contra las mujeres que son desarrolladas con
mayor agresividad y extrema violencia, a lo que se suma el incremento de denuncias, que
son reflejo de la baja efectividad de las políticas públicas adoptadas por el Estado boliviano,
que se enfoca únicamente en sancionar penalmente este tipo de hechos, mas no en la
reparación de los derechos, ni mucho menos, en desarrollar acciones de prevención que
incluya la participación de todos los actores del ciclo de violencia.

Bajo esta coyuntura, en la gestión 2021 la Defensoría del Pueblo presentó el Informe
Defensorial “Es con ellos”, en el cual evidenció la necesidad de desarrollar acciones e
implementar políticas integrales destinadas a la reeducación de los hombres que ejercen
violencia, en particular, en hechos de violencia familiar o doméstica.

En ese sentido, con el apoyo y la experiencia de la Fundación Voces Libres y su Programa


Hombres de Paz, se fue construyendo un Modelo de Intervención Psicoterapéutica para que
los Gobiernos Autónomos Municipales y Departamentales, a través de sus instituciones
correspondientes, adopten los lineamientos y parámetros para el desarrollo de la
intervención psicoterapéutica de los hombres que ejercen violencia.

El proceso de construcción del presente documento tuvo una etapa de socialización y


consolidación de aportes de distintas instituciones públicas y privadas a nivel nacional, que
desde su experiencia con el trabajo con hombres que ejercen violencia contra las mujeres
fortalecieron el contenido, la metodología y la aplicación del Modelo de Intervención
Psicoterapéutica.

1
Disponible en https://www.fiscalia.gob.bo/noticia/fiscalia-reporta-que-denuncias-por-delitos-de-violencia-en-bolivia-se-
incrementan-a-16646 (Revisado el 18.5.2022).
La Defensoría del Pueblo, en el marco de sus competencias constitucionales y legales, busca
coadyuvar a través del presente documento en la aplicación de las medidas de protección
de las mujeres en situación de violencia, así como generar condiciones de prevención
estructural. La institución defensorial concibe que, únicamente a través del trabajo e
intervención de los hombres que ejercen violencia, se pueden tener resultados efectivos
para erradicar la violencia contra las mujeres.
1
PRIMERA PARTE
ASPECTOS GENERALES
Antecedentes

1. Antecedentes

En la gestión 2021, la Defensoría del Pueblo elaboró y aprobó el Informe Defensorial “Es
con ellos” Reeducación/resocialización de los Hombres que ejercen violencia: cumplimiento
del artículo 31 de la Ley N.° 348, el cual evaluó aspectos relacionados con la existencia
de políticas públicas, normativa, protocolos, guías u otras, así como los instrumentos de
derivación por los cuales se instruye a los Hombres que Ejercen Violencia (HEV) desarrollar
los procesos de intervención psicoterapéutica.

Dicha investigación evidenció que el Estado boliviano, a través de las instituciones


competentes en la materia –ministerios de Justicia y Transparencia Institucional,
Gobierno, Salud, y el Servicio Plurinacional de la Mujer y de la Despatriarcalización “Ana
María Romero”–, pese a contar con normativa que instruye desarrollar acciones para que
los HEV desarrollen procesos de reeducación, no desarrolló acciones para garantizar el
cumplimiento de la ley, las cuales están directamente relacionadas con las medidas de
prevención estructural, establecidas en la Ley N.° 348.

Dicha omisión se repite en las instituciones de los gobiernos subnacionales –objeto de la


citada investigación–, pues se evidenció que únicamente el 21% de los mismos ha dado
cumplimiento a lo estipulado en los artículos 9.32 y 17.I.13 de la citada ley.

Así también, se llegó a evidenciar que pese a existir normativa respecto al cumplimiento
de la reeducación de los HEV y estar legalmente obligados a su cumplimiento, el Órgano
Judicial y el Ministerio Público omiten efectivizar y garantizar el cumplimiento de esta
medida de protección a mujeres en situación de violencia.

2
Para la aplicación de la Ley N.° 348, los Órganos del Estado, las Entidades Territoriales Autónomas e Instituciones Públicas, en el
marco de sus competencias y responsabilidades respectivas, deberán: Crear y sostener servicios de atención y reeducación integral
especializada para los agresores, así como otras medidas destinadas a modificar su comportamiento.
3
Prevención Estructural: “Comprende todas aquellas medidas de carácter integral destinadas a modificar las actitudes, prácticas,
reacciones, acciones y omisiones que tienen como efecto y consecuencia la violencia contra las mujeres, así como su sustitución por
actitudes en el comportamiento individual (…) a través de la sensibilización y educación (…)”.

9
Respecto al Ministerio Público, seis de las nueve fiscalías departamentales dan cumplimiento
a esta medida, con una efectividad de apenas 19% del total de instrucciones para que los
HEV realicen el proceso de reeducación/resocialización. Con relación al Órgano Judicial,
solo el 70% de juzgados y tribunales de siete de los nueve Tribunales Departamentales de
Justicia determinan esta medida de protección ante hechos de violencia hacia las mujeres.

En ese mismo sentido, se evidenció que sólo el 48% de los gobiernos subnacionales –
intervenidos– brindan el servicio para la reeducación/resocialización de los HEV, que entre
las gestiones 2018 y 2021 han registrado a 3.441 HEV.

Por tales motivos, la Defensoría del Pueblo, a fin de coadyuvar en el cumplimiento del
artículo 31 de la Ley N.° 348, elaboró de forma coordinada con el Centro Terapéutico
Hombres de Paz, de la Fundación Voces Libres, el presente “Modelo de Intervención
Psicoterapéutica para la reeducación de los Hombres que ejercen violencia” (MIP), a fin de
que la metodología desarrollada pueda servir a los Servicios Legales Integrales Municipales
(SLIM) de los diferentes GAMs y a las unidades competentes de los nueve GADs a nivel
nacional, en la incorporación de este tipo de políticas y acciones de prevención ante hechos
de violencia hacia la mujer.

2. Justificación

El presente Modelo de Intervención Psicoterapéutica describe el procedimiento que debe


ser desarrollado por los SLIM4 de los GAMs y las unidades correspondientes en los GADs,
busca coadyuvar en la modificación de comportamientos de los HEV, a partir de un proceso
de intervención que se sustenta en la psicología clínica y se apoya en la intervención grupal,
además de establecer acciones de prevención, a través de la intervención individual.

Se pretende generar en los HEV cambios en sus formas de pensar, de sentir y de actuar;
guiarlos para la implementación de recursos y estrategias que le posibiliten alternativas
diferentes al ejercicio de violencia para resolver problemas de relacionamiento de pareja,
conyugal o paterno-filial, y coadyuvar a cambiar los patrones socioculturales. La intervención
psicoterapéutica que se propone en el MIP, no sustituye la sanción impuesta por delitos
enmarcados en la Ley N.° 348.

Para la aplicación del MIP, la Defensoría del Pueblo identificó a 121 municipios –anexo 4–
catalogados como categorías C y D, conforme a datos del Instituto Nacional de Estadística,
es decir con mayor cantidad de población a nivel nacional, que –además de los nueves

4
En algunos GAMs se tienen integrados los servicios del SLIM/DNA/UMADIS, por lo que, la implementación del MIP deberá adecuarse
según corresponda a la institución competente del GAM.

10
GADs– tendrían las condiciones para implementar dicho servicio para la reeducación de
los HEV.

3. Objetivos del MIP

Objetivo General

a) Generar condiciones que favorezcan al cumplimiento del artículo 31 de la Ley


N.° 348, respecto a la intervención psicoterapéutica para la deconstrucción
de formas de pensar y actuar de los hombres que ejercen violencia familiar o
doméstica.

b) Lograr que la persona que ingresa al programa tome conciencia de su


participación activa en la violencia de género y de sus conductas disruptivas
a fin de comprender la gravedad del hecho e implementar recursos para
un cambio efectivo y duradero en cuanto a su responsabilidad frente a la
problemática.

Objetivos Específicos

a) Propiciar el involucramiento de los HEV en el tratamiento psicoterapéutico, a


través de procesos de asimilación y responsabilidad de los actos de violencia
y de las consecuencias de éstos, mediante la atención psicoterapéutica grupal
o individual.

b) Promover estrategias adecuadas y no violentas para resolver conflictos, a


través de recursos, habilidades y estrategias personales, para el manejo de la
impulsividad y autocontrol de comportamientos de violencia.

c) Visibilizar los constructos socioculturales que sustentan la violencia contra


las mujeres, trabajando en las distorsiones cognitivas y los pensamientos
sexistas.

d) Favorecer y velar por la integridad, seguridad y protección de las mujeres y sus


familias, a través de la intervención especializada con los HEV.

e) Fortalecer el trabajo coordinado con Juzgados, Fiscalías, GAD y GAM y otras


instituciones, frente a las diferentes manifestaciones de violencia ejercida por
los hombres en contra de las mujeres.

11
2
SEGUNDA PARTE
Marco Normativo
Marco Normativo

Para el desarrollo del MIP, se toman en cuenta diferentes normativas de hard y soft law
internacional, así como normativa nacional referente a la necesidad de desarrollar procesos
de reeducación para los HEV contra las mujeres.

1. Sistema Universal de Derechos Humanos

La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer


(CEDAW por sus siglas en inglés), en sus artículos 2.e) y f) y 3, establece que los Estados
Parte se comprometen a:

Tomar todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la


mujer practicada por cualesquiera personas, organizaciones o empresas.

Adaptar todas las medidas adecuadas; incluso de carácter legislativo, para


modificar o derogar leyes, reglamentos, usos y prácticas que constituyan
discriminación contra la mujer.

… tomar en todas las esferas, y en particular en la (…) cultural, todas las medidas
apropiadas, incluso de carácter legislativo, para asegurar el pleno desarrollo y
adelanto de la mujer, con el objeto de garantizarle el ejercicio y el goce de los
derechos humanos y las libertades fundamentales en igualdad de condiciones
con el hombre.

Diferentes Recomendaciones Generales de la CEDAW establecieron acciones para ser


desarrolladas por los Estados, a fin de eliminar la discriminación contra la mujer. Entre
ellas, la Recomendación General N.° 3 instó a “adoptar de manera efectiva programas de
educación y divulgación que contribuyan a eliminar los prejuicios y prácticas corrientes que
obstaculizan la plena aplicación del principio de igualdad social de la mujer”.

15
En ese sentido, la Recomendación General N.° 19 estableció que: “En virtud del derecho
internacional y de pactos específicos de derechos humanos, los Estados también pueden
ser responsables de actos privados si no adoptan medidas con la diligencia debida para
impedir la violación de los derechos o para investigar y castigar los actos de violencia”.

Dicha Recomendación estableció que:

Las actitudes tradicionales, según las cuales se considera a la mujer como


subordinada o se le atribuyen funciones estereotipadas, perpetúan la difusión de
prácticas que entrañan violencia o coacción, como la violencia y los malos tratos
en la familia (…). Esos prejuicios y prácticas pueden llegar a justificar la violencia
contra la mujer como una forma de protección o dominación. El efecto de dicha
violencia sobre su integridad física y mental es privarla del goce efectivo, el ejercicio
y aún el conocimiento de sus derechos humanos y libertades fundamentales (…).
Motivos por los cuales, recomienda a los Estados:

La adopción de medidas apropiadas y eficaces para combatir los actos públicos o


privados de violencia por razones de sexo.

Velar porque las leyes contra la violencia y los malos tratos en la familia (…)
protejan de manera adecuada a todas las mujeres y respeten su integridad y su
dignidad. Debe proporcionarse a las víctimas protección y apoyo apropiados.

Adoptar medidas eficaces para superar estas actitudes y prácticas. Los Estados
deben introducir programas de educación y de información que ayuden a suprimir
prejuicios que obstaculicen el logro de la igualdad de la mujer.

Entre las medidas necesarias para resolver el problema de la violencia en la


familia, deben figurar: Programas de rehabilitación para los culpables de violencia
en el hogar (…) y medidas preventivas, entre ellas programas de información y
educación para modificar las actitudes relativas al papel y la condición del hombre
y de la mujer.

Así también, la Recomendación General N.° 25 estableció que:

La situación de la mujer no mejorará mientras las causas subyacentes de


la discriminación contra ella y de su desigualdad no se aborden de manera
efectiva. La vida de la mujer y la vida del hombre deben enfocarse teniendo en
cuenta su contexto y deben adoptarse medidas para transformar realmente las

16
oportunidades, las instituciones y los sistemas de modo que dejen de basarse en
pautas de vida y paradigmas de poder masculinos determinados históricamente.

Finalmente, la Recomendación General N.° 35 estableció que los Estados deben aplicar las
siguientes medidas:
Adoptar y aplicar medidas legislativas y otras medidas preventivas adecuadas
para abordar las causas subyacentes de la violencia por razón de género contra la
mujer, en particular las actitudes patriarcales y los estereotipos (…).

Programas de prevención que promuevan una comprensión de la violencia por


razón de género contra la mujer como algo inaceptable y perjudicial (…); aborden
la estigmatización que sufren las víctimas y supervivientes de esa violencia; y
desmantelen la creencia generalizada sobre la culpabilización de las víctimas por
la que las mujeres son responsables de su propia seguridad y de la violencia que
sufren.

2. Sistema Interamericano de Derechos Humanos

En el marco de los instrumentos normativos del Sistema Interamericano de Derechos


Humanos, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer (Convención de Belém do Pará) establece en sus artículos 3 y 6.a) y b), que:
“Toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en
lo privado”, que incluye: “El derecho a ser libre de toda forma de discriminación y el derecho
a ser valorada y educada libre de patrones estereotipados de comportamiento y prácticas
sociales basadas en conceptos de inferioridad o subordinación”.

Para lo cual, y conforme los artículos 7 y 10 de la citada Convención, los Estados se


encuentran obligados a “adoptar por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas
orientadas a prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia”, y deben informar a la Comisión
Interamericana de Mujeres “las medidas adoptadas para prevenir y erradicar la violencia
contra la mujer”, para lo cual, se comprometen a:

Actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar la violencia


contra la mujer;

Incluir en su legislación interna normas penales, civiles y administrativas, así como


las de otra naturaleza que sean necesarias para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra la mujer y adoptar las medidas administrativas que sean del caso;

17
Adoptar medidas jurídicas para conminar al agresor a abstenerse de hostigar,
intimidar, amenazar, dañar o poner en peligro la vida de la mujer de cualquier
forma que atente contra su integridad;

Tomar todas las medidas apropiadas, incluyendo medidas de tipo legislativo (…)
para modificar prácticas jurídicas o consuetudinarias que respalden la persistencia
o la tolerancia de la violencia contra la mujer.

Finalmente, en la Ley Modelo Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la muerte


violenta de mujeres (Femicidio/Feminicidio), presentada por el Mecanismo de Seguimiento
de la Convención de Belém do Pará (MESECVI) se estableció que los Estados deben:

Desarrollar campañas de concientización e información para prevenir la violencia contra


las mujeres (…), sus causas y consecuencias, haciendo énfasis en la modificación de los
patrones estereotipados de comportamiento y prácticas sociales y culturales basadas en
conceptos de inferioridad o subordinación de las mujeres en las esferas privada y pública.

3. Marco normativo nacional

El Estado boliviano, en el marco del artículo 15.I, II y III de la Constitución Política del Estado
(CPE), constitucionalizó el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia por razones
de género, y estableció que toda persona –en particular las mujeres– “tienen derecho a no
sufrir violencia física, sexual o psicológica, tanto en la familia como en la sociedad”; para
lo cual “el Estado adoptará las medidas necesarias para prevenir, eliminar y sancionar la
violencia de género, tanto en el ámbito público como privado”, en especial, en el ámbito
familiar, pues es ésta el núcleo fundamental de la sociedad, conforme el artículo 62 de la
norma constitucional.

Así también, el Estado, en el marco de los artículos 113.I y 115.I de la CPE, establece que
“toda persona será protegida oportuna y efectivamente por los jueces y tribunales en el
ejercicio de sus derechos e interés legítimos”, “la vulneración de los derechos concede a
las víctimas el derecho a la indemnización y resarcimiento de daños y perjuicios en forma
oportuna”.

Además, asume como responsabilidad estatal la reinserción social de las personas privadas
de libertad, donde las medidas de seguridad que se les imponen deben estar orientadas a
la educación, habilitación e inserción social, conforme los artículos 74.I y 118.III de la CPE.

18
Ley N.° 348: Es necesario referir que el Estado boliviano, en el marco del artículo 6.6 de la
Ley N.° 348, Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia, define que
Agresor o Agresora es “quien comete una acción u omisión que implique cualquier forma de
violencia hacia la mujer u otra persona”.

El artículo 9.3 de la citada ley establece que para su aplicación los Órganos del Estado,
las Entidades Territoriales Autónomas (ETAs) e instituciones públicas, en el marco de
sus competencias y responsabilidades, deberán “crear y sostener servicios de atención y
reeducación integral especializada para los agresores, así como otras medidas destinadas
a modificar su comportamiento”.

Para lo cual, el Ente Rector y las ETAs, a través de Políticas Sectoriales –artículo 14.6– de
acuerdo con sus respectivas competencias, deberán:

Adoptar medidas específicas destinadas a erradicar toda forma de violencia


contra las mujeres y establecer un nuevo marco social para garantizar el respeto
y una vida digna y libre de violencia, para cuyo efecto deben adoptar programas
(…) de orientación, atención y rehabilitación a los agresores para promover los
valores que adopta la ley y lograr cambios de comportamiento para el respeto
efectivo de los derechos de las mujeres y evitar la reincidencia.

El artículo 31 de la Ley N.° 348 establece que:

La rehabilitación de los agresores, por orden de la autoridad jurisdiccional


competente, será dispuesta por orden expresa con el objetivo de promover
cambios en su conducta agresiva. La terapia no sustituirá la sanción impuesta por
los hechos de violencia.

Los servicios de rehabilitación podrán organizarse mediante acuerdos


gubernativos, tanto en el ámbito urbano como rural, en centros ya existentes o
en el lugar donde el agresor cumple una sanción penal. En ningún caso, la terapia
se prestará junto a la mujer agredida.

Los responsables de estos servicios deberán reportar el inicio, el cumplimiento


o incumplimiento del programa o terapia por parte del agresor a la autoridad
jurisdiccional competente y al Sistema Integral Plurinacional de Prevención,
Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia en razón de Género (SIPPASE).

La Ley N.° 348, en sus artículos 34 y 35.1 establece que los jueces en materia familiar
adoptarán las medidas de protección que consideren adecuadas para garantizar la vida e

19
integridad de la mujer y sus dependientes, entre las cuales se encuentra “ordenar que el
agresor se someta a una terapia psicológica en un servicio de rehabilitación”5.

Así también, el artículo 61 establece que las y los Fiscales de Materia que ejerzan la acción
penal pública en casos de violencia hacia las mujeres, deberán adoptar “las medidas de
protección que sean necesarias, a fin de garantizar a la mujer en situación de violencia y sus
hijos la máxima protección y seguridad. Pedir a la autoridad jurisdiccional su homologación
y las medidas cautelares previstas por ley, cuando el hecho constituya delito”.

En ese mismo sentido, el artículo 68, que modifica el artículo 72 de la Ley N.° 025 del Órgano
Judicial, establece como competencias de los Juzgados de Instrucción y de Sentencia en
Materia contra la Violencia Hacia las Mujeres: “Emitir las resoluciones jurisdiccionales y de
protección que correspondan”, “aplicar medidas de restricción y provisionales al agresor,
y de asistencia y protección a la mujer en situación de violencia” e “imponer de oficio la
aplicación de medidas de protección para prevenir nuevas agresiones”.

Para lo cual, los juzgados y tribunales públicos de materia contra la Violencia hacia las
Mujeres contarán con un equipo interdisciplinario –de las áreas social y psicológica,
especializados en derechos humanos y derechos de las mujeres–, que entre sus funciones
tendrá el “controlar el cumplimiento de terapias a víctimas, agresores y/o familias
dispuestas por la autoridad judicial, informando el avance, abandono o cumplimiento de las
mismas”, conforme lo establecido en los artículos 71 y 72.3.

Ahora bien, en el marco de los artículos 86 y 87.5 de la Ley N.° 348, se establece que
todos los procedimientos administrativos, judiciales e indígena originario campesinos
aplicarán diferentes directrices, entre las cuales se encuentra la “disposición de terapias de
rehabilitación para el agresor, que en ningún caso sustituirán la sanción”.

Ley N.° 1173: Conforme el artículo 14 de la Ley N.° 1173, que modifica el artículo 389 Bis
(Medidas de Protección Especial) del Código de Procedimiento Penal, se establece que:

… las medidas de protección son aquellas que tienen por fin evitar que el hecho
produzca mayores consecuencias, que se cometan nuevos hechos de violencia,
reducir la situación de vulnerabilidad de la víctima y otorgarle el auxilio y protección
indispensable en resguardo de su integridad, ellas pueden ser dispuestas con

5
Medida que se ratifica, en el artículo 14 de la Ley N.° 1173 de Abreviación procesal penal y de fortalecimiento de la lucha integral contra
la violencia a niñas, niños, adolescentes y mujeres, de 8 de mayo de 2019, que establece que la jueza o el juez que tome conocimiento
de delitos –en el marco de la Ley N.° 348–, de oficio o a pedido de parte, de la víctima o de su representante, puede imponer medidas de
protección especial, entre ellas “el ordenar que el agresor se someta a una terapia psicológica en un servicio de rehabilitación”.

20
carácter de urgencia tras haberse establecido la situación de riesgo en la que
se encuentra la víctima y cuando las circunstancias del caso exijan la inmediata
protección a su integridad.

Además de las medidas de protección previstas en el Código Niña, Niño y


Adolescente, y en la Ley N.° 348, la jueza o el juez (…) de oficio o a pedido de
parte, de la víctima o de su representante, sin necesidad de que se constituya
en querellante, podrá aplicar al imputado las siguientes medidas de protección
especial:

Para Mujeres: Ordenar la salida, desocupación, restricción al agresor del domicilio


conyugal o donde habite la mujer en situación de violencia, independientemente
de la acreditación de propiedad o posesión del inmueble, y ordenar que el agresor
se someta a una terapia psicológica en un servicio de rehabilitación, para el
tratamiento reflexivo, educativo o psicológico tendiente a la modificación de
conductas violentas y delictuales.

Ahora bien, conforme el artículo 389 Ter del CPP, en casos de urgencia o tras haberse
establecido la situación de riesgo en la que se encuentra la víctima y cuando las circunstancias
del caso exijan la inmediata protección a su integridad, las medidas previstas en el artículo
389.I Bis del CPP podrán ser dispuestas por:

… la o el fiscal, la servidora o el servidor policial o cualquiera otra autoridad


prevista para la atención a mujeres en situación de violencia y para la defensa
de los derechos de la niñez y adolescencia, que tomen conocimiento del hecho,
excepto las medidas contempladas en los numerales 5, 6, 11, 12 y 13 tratándose
de medidas previstas en favor de niñas, niños y adolescentes, y las contempladas
en los numerales 2, 3, 7, 11, 13 y 15 tratándose de medidas previstas en favor de
las mujeres, las mismas que deberán ser impuestas por la jueza o el juez.

Ahora bien, conforme el artículo 326 del CPP, el imputado en casos relacionados a violencia
contra la mujer tiene el derecho a solicitar Salidas Alternativas, para lo cual, puede acogerse
a: Procedimiento Abreviado, Criterio de Oportunidad, Suspensión Condicional del Proceso o
Conciliación.

Si se aplica alguna salida alternativa, ésta debe ir acompañada de la reparación integral del
daño realizado, estableciéndose en todos los casos el inicio de terapias para los HEV. En el
caso de la conciliación, ésta únicamente procede previo informe del perfil psicológico del

21
agresor, y si en ésta se recomienda al HEV iniciar terapia, se desestima la salida alternativa
de la Conciliación y se aplica la Suspensión Condicional del Proceso.

En ese sentido, a fin de garantizar el cumplimiento del proceso de la reeducación a los


HEV –como efecto de la solicitud de una Salida Alternativa–, se establece que el SLIM,
las organizaciones de la sociedad civil y otras instituciones, estarían encargadas de la
reeducación de los HEV mayores de 18 años de edad, la DNA o el SEDEGES en el caso de
los HEV menores de 18 años de edad y la Dirección General de Régimen Penitenciario, para
aquellos agresores que se encuentren con la medida de privación de libertad, conforme la
categorización desarrollada en la Ruta Crítica Interinstitucional Única para la Atención de
víctimas, en el marco de la Ley N.° 348 del Ministerio Público.

22
3
TERCERA PARTE
Aspectos institucionales
Aspectos institucionales
1. La dirección institucional para la implementación del MIP

Para la implementación del MIP por parte de los GADs y GAMs, es necesario que se designe
a una o un servidor público –con preferencia profesional en psicología–, debidamente
capacitado en el trabajo psicoterapéutico con los HEV, para dirigir, coordinar y supervisar su
correcto desarrollo, quien estará a cargo de:

a) Gestionar convenios, la elaboración de protocolos y coordinar el trabajo con


las instituciones estratégicas como Juzgados, Fiscalía, FELCV y SLIM de otros
municipios y Organizaciones de la Sociedad Civil.

b) Organizar y monitorear el trabajo del equipo multidisciplinario en la atención


terapéutica y el trabajo preventivo.

c) Coordinar la elaboración de informes a solicitud de los juzgados y la Fiscalía.

d) Determinar la apertura de grupos conforme a la demanda de terapia.

e) Supervisar las sesiones de terapia grupal conforme a los planes de terapia del
equipo multidisciplinario.

f) Desarrollar un trabajo permanente de difusión y sensibilización sobre el acceso


al servicio a través de los medios de comunicación, TV, radio y periódicos
locales.

2. Recursos humanos y materiales

Para la implementación del MIP, se debe disponer de un espacio específicamente destinado


a la tarea grupal y/o individual, que cuente con elementos adecuados a tal fin –escritorios,
sillas, pizarras, material didáctico, entre otros–. con el objeto de resguardar la identidad
de los participantes, se deberá tener especial cuidado en no identificar públicamente
cuando se vayan a realizar las sesiones o el trabajo. La referida sugerencia se enmarca en
el sentido de evitar posibles deserciones o abandono del programa por miedo a posibles
enfrentamientos o discriminaciones.

25
Así también, el personal dependiente del GAD o del GAM destinado a la implementación del
MIP deberá haber desarrollado procesos de sensibilización, información y capacitación en la
temática, así como en la metodología de implementación del MIP, para lo cual la Defensoría
del Pueblo coadyuvará en dichas acciones.

3. El equipo de psicoterapeutas especializados y multidisciplinario

Para la implementación del MIP, se recomienda que el personal encargado para dicha
actividad, tenga presente:

a) Respeto por las personas que solicitan información y consultas.

b) La psicoterapia se concibe como un espacio y un lugar que da la oportunidad


de cambiar, los mismos serán desarrollados desde un enfoque de Derechos
Humanos, de Género, de Interculturalidad e Interseccionalidad.

c) La terapia que se practica es experiencial, con técnicas grupales e individuales.

d) El equipo comparte experiencias y conocimientos de forma colectiva.

e) El apoyo mutuo, se reflexiona y plantea de forma colectiva. Así se potencia la


eficacia de la psicoterapia.

f) Tenga presente la filosofía de compartir, tanto con los compañeros de


trabajo, como con las personas que se encuentran recibiendo el proceso de
intervención psicoterapéutica.

g) Desarrollar todas las acciones en el marco de un Código de Ética.

Para una adecuada implementación del MIP, se considera necesario el siguiente perfil del
psicoterapeuta:

a) Título en psicología –área clínica–

b) Experiencia y/o estudios de género y/o Derechos Humanos

c) Experiencia en temáticas de Masculinidades

d) Experiencia en investigación

e) Experiencia en enseñanza y supervisión de grupos

f) Experiencia de enseñanza en temas relativos a la violencia de género y las


masculinidades positivas

g) No contar con antecedentes por violencia contra la mujer

26
Además, deberá contar con las siguientes competencias:

Valores fundamentales:

a) Integridad

b) Profesionalismo

c) Sensibilidad cultural y diversidad de valores

Competencias principales:

a) Conciencia y sensibilidad con respecto a las cuestiones de género

b) Responsabilidad

c) Solución creativa de problemas

d) Comunicación efectiva

e) Colaboración inclusiva

f) Participación de los interesados

g) Predicar con el ejemplo

Competencias funcionales:

a) Alta capacidad de trabajo en equipo

b) Excelentes capacidades comunicativas

c) Compromiso con la temática

d) Capacidad de pensamiento innovador

e) Perspectiva de género

4. Respuestas a las instituciones que realizan la derivación de los HEV

En el marco del cumplimiento de la Intervención Psicoterapéutica, las distintas instituciones


que realizan la derivación de los HEV a los GAD y GAM para su correspondiente intervención,
tienden a realizar diferentes solicitudes de información, respecto al progreso en el cambio
de conductas, motivo por el cual, desde los GAD y GAM se puede brindar los siguientes
informes a solicitud de la Fiscalía y juzgados:

27
a) Constancia de asistencia a petición verbal

b) Informes de cumplimiento de medidas de protección a través de notificación

c) Informe a juzgados a petición verbal y notificación

d) Entrevista de cierre del proceso de intervención terapéutica

e) Impresión de asistencia –biométrico– o del libro de asistencias

f) Seguimiento social para ver los efectos de la terapia y dinámica familiar

g) Otros que requiera el interesado

5. Costos para la implementación del MIP

La Defensoría del Pueblo, en el Informe Defensorial “Es con ellos”, comprobó que los
programas de reeducación tienen una variedad de ingresos para su funcionamiento, ya sea
a través del apoyo de los gobiernos departamentales, municipales, de organizaciones de la
sociedad civil, así como el pago por estos servicios por parte de los HEV.

En ese sentido y porque es sensible el financiamiento de este tipo de programas -los


cuales no deben afectar los recursos destinados en la protección y atención de la mujer en
situación de violencia-, se podría desarrollar y garantizar su continuidad, en el marco de las
recomendaciones de la OMS, que establece que este tipo de servicios sean autofinanciados
con los recursos propios de los HEV que solicitan dicho servicio.

Estos cobros no estarían ajenos a la realidad boliviana, pues la Defensoría del Pueblo
evidenció que en el Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz el proceso de
reeducación es solventado por los propios HEV. Conforme a la información del Colegio
Nacional Oficial de Psicólogos de Bolivia tendría costos aproximados de 150 Bs por sesión
individual, hasta los 2000 Bs por el proceso de un mes.

El monto tendría que ser evaluado por la autoridad nacional competente, mientras
tanto se podría coordinar con los Tribunales Departamentales de Justicia y las Fiscalías
Departamentales para adoptar este tipo de criterios de pago, a fin de fortalecer al
funcionamiento de los SLIM, y para que sea considerado como una multa, en el marco de lo
establecido en el artículo 776 de la Ley N.° 348.

28
6. Otras acciones preventivas y de coordinación

El MIP prevé que, para un mejor desarrollo de acciones, es necesario realizar incidencia con
otras instituciones públicas y privadas, en el marco de las siguientes líneas de acción:

a) Difusión: Prevención de la violencia de género en medios televisivos y


programas radiales.

b) Sensibilización y Concientización: Desarrollar talleres dirigidos a población


masculina de sindicatos de transporte, en las Fuerzas Armadas, entre otras
instituciones, respecto a la problemática de la violencia en razón de género, en
particular la familiar o doméstica.

c) Capacitación: Desarrollar procesos de capacitación a servidores públicos, a


personal de instituciones privadas y de las organizaciones de la sociedad civil.

d) Coordinación intersectorial: A través de la firma de acuerdos interinstitucionales


con el Tribunal Departamental de Justicia, Ministerio Público, FELCV, SLIM de
otros municipios, entre otras instituciones.

e) Uso de TICs: A fin de dar celeridad a los trámites e intercambio de información


interinstitucional, se debe priorizar el uso de las TICs.

6
La imposición de una multa como sanción alternativa o accesoria no sustituye la reparación a la mujer por el daño causado como efecto
de la violencia; no podrá ser mayor de trescientos sesenta y cinco días ni comprender para el cálculo más del cincuenta por ciento (50%)
del salario del sancionado y cuando el salario es indeterminado, se calculará sobre el cincuenta por ciento (50%) del salario mínimo
nacional. El día de privación equivale a un día multa y es revocable ante el incumplimiento. Las multas serán destinadas a los Servicios de
Atención Integral a cargo de los Gobiernos Autónomos Municipales, que constituirán un fondo’ y abrirán una cuenta fiscal exclusiva para
este propósito, debiendo asignar los recursos con carácter preferente a las Casas de Acogida y Refugio Temporal y costos por servicios de
salud. Los fondos no podrán ser destinados a otro fin.

29
4
CUARTA PARTE
Aspectos Metodológicos
del MIP
Aspectos Metodológicos del MIP
1. Principios rectores del MIP

El MIP, a fin de generar cambios posibles y/o significativos en los comportamientos de los
HEV –según caso por caso–, adopta diferentes principios, los cuales deben estar presentes
durante todo el proceso de intervención:

a) Honestidad, respeto, empatía, confidencialidad: Principios de la terapia grupal


e individual.

b) Perspectiva de género: Se garantizará durante todo el proceso la


transversalización de género en toda la metodología y acompañamiento por
parte del equipo.

c) Formación continua del equipo: Que fortalece las intervenciones de los


profesionales –en teoría y práctica psicológica, psicoanalítica o psiquiátrica–
en los procesos de terapia grupal e individual.

d) Convicción, compromiso y procesos de sensibilización en género: En la


deconstrucción y transformación de las personas.

e) Calidad y calidez en el servicio: La atención se desarrolla de forma responsable


y coherente.

2. Enfoques para la intervención psicoterapéutica

La intervención psicoterapéutica es un proceso interhumano, entre un o una psicoterapeuta


–profesional formado para escuchar, observar modos de ser y facilitar cambios internos– y
un HEV, que desarrollará aspectos vinculados a:

a) La violencia es una experiencia cultural aprehendida y la sociedad contribuye


erradamente a creer que es aceptable el ser violentos hacia las mujeres;

b) Los hombres reconocen y aceptan su responsabilidad por la violencia que


ejercen, para lo cual establecen y mantienen el deseo de cambio;

c) Los HEV, por lo general, tienen habilidades deficientes para vivir en forma
no violenta, de ahí que las intervenciones se encaminarán a desarrollar esas

33
habilidades, para limitar el uso de la violencia en sus relaciones; cabe indicar
que, cualquier persona puede ejercer violencia en determinada coyuntura, la
cual se articula con determinadas subjetividades estructurales;

d) El trabajo grupal con HEV puede ser más efectivo que la terapia individual,
dado que compartir las experiencias y escuchar a otros compañeros con mayor
avance en el trabajo personal, puede ayudar en la motivación para el cambio y
facilitar la expresión de sentimientos de culpa y vergüenza, y

e) Dado que el fenómeno de la violencia tiene un sustrato cultural, legal, político,


económico, educativo, psicológico, médico y espiritual, el problema debe ser
tratado desde esta multicausalidad.

El MIP promoverá la adopción de cambios posibles y/o significativos en HEV, para que
puedan poner en marcha recursos y estrategias, que les permitan utilizar alternativas
diferentes a la violencia, para resolver problemas de relacionamiento de pareja, conyugal o
paterno-filial. Se utilizará alguno de los siguientes marcos teóricos:

a) Psicoanalítico: El principal objetivo de la terapia psicoanalítica es tratar el


sufrimiento psíquico del sujeto que acude a un analista, se trata de construir
con el sujeto una ética que le permita el manejo de sus pulsiones y de lo
incurable de sus síntomas, de modo que sean lo menos mortíferos para sí
mismo y para los demás.

b) Cognitivo-conductual: Es una forma de entender cómo piensa uno acerca de sí


mismo, de otras personas y del mundo que lo rodea, y como lo que uno hace
afecta a sus pensamientos y sentimientos.

c) Sistémico: La psicoterapia sistémica comprendida como: “El vehículo para


la activación del cambio. No como un conjunto de técnicas, sino como una
perspectiva de lo humano y una postura ante la gestación del malestar y los
modelos de transformarlo”.

d) Racional-emotiva-conductual: Psicoterapia de corte breve que se propone


revisar las ideas irracionales y patrones de pensamiento asociados a un
malestar emocional, para poder remplazarlas por creencias más productivas.

e) Nuevas Masculinidades: La intervención psicoterapéutica debe realizarse a


partir de la construcción de nuevas masculinidades, a fin de generar cambios
desde los conocimientos y creencias primarias de cada HEV, tomando en
cuenta su propia vivencia y el contexto actual que atraviesa.

f) Psicología Humanista (Gestáltica): La cual se caracteriza por no estar hecha


exclusivamente para tratar enfermedades, sino también para desarrollar
el potencial humano. Ayuda al HEV en su problemática, haciéndole más
consciente de cómo ha llegado hasta el punto en el que se encuentra y cómo
aprender a hacer de otras maneras, devolviéndole la capacidad para afrontar
la vida.

34
3. Población meta

Para la implementación del MIP, por parte de los GADs y GAMs, se establece que la población
meta serán:

a) Hombres derivados por las fiscalías y juzgados por el delito de violencia


familiar o doméstica. (Art. 272 bis del Código Penal).

b) Referidos por otras instituciones de convenio por el delito de violencia familiar


o doméstica. (Art. 272 bis del Código Penal).

c) Hombres que ingresan voluntariamente.

Si bien, el MIP está enfocado para la intervención de todos los HEV –conforme los
parámetros establecidos ut supra–, se debe desarrollar procesos diferenciados cuando
se trate de menores de 18 años, con quienes se priorizará una intervención individual y,
dependiendo el grado de recepción y asimilación de los nuevos parámetros de conducta,
incluirlos en sesiones grupales.

4. Criterios de exclusión

El MIP está enfocado en brindar atención especializada a una población delimitada. En este
caso, solamente a HEV, en el marco del artículo 272 Bis (Violencia Intrafamiliar o Doméstica)
del Código Penal; por lo que quedan al margen de la intervención psicoterapéutica los HEV
relacionados con:

a) Casos derivados por juzgados, relacionados con el delito de violación u otros


delitos de agresión sexual.

b) Casos derivados por la Fiscalía para evaluación o valoración psicológica.

c) Casos con psicopatías o que presenten patología psiquiátrica grave o


descompensada –que deberá ser derivada u otro servicio–.

d) Casos con problemas de adicción, drogodependencia y alcoholismo –que


deberá ser derivada u otro servicio–.

e) Casos con dificultad de comprensión.

f) En casos en que el HEV intervenido con la terapia promueva la inasistencia a


sesiones o la falta de respeto a las y los profesionales, así como, incumplir con
los encuentros sin motivos justificados.

35
Los casos exentos a la intervención del MIP requieren otro tipo de intervención especializada
–previo análisis–, los cuales no se encuentran previstos en el presente documento.

5. Requisitos de admisión

5.1. HEV derivados por Orden Judicial

Los HEV denunciados por Violencia Familiar o Doméstica. (Art. 272 Bis del Código Penal)
beneficiados con alguna medida sustitutiva, que recibieron una orden expresa por parte
del juzgado donde se desarrolla el proceso judicial o que tienen una sentencia, acceden a la
intervención psicoterapéutica presentando los siguientes requisitos:

a) Fotocopia de la Resolución –Suspensión condicional del proceso o de la pena; o


de las Sanciones alternativas–; donde se instruya al HEV desarrollar procesos
de psicoterapia.

b) Fotocopia de cédula de identidad.

c) Toda la documentación se presenta en un fólder amarillo.

d) Firma del Consentimiento Informado, incluyendo el encuadre de reglas y


excepciones en un marco de confidencialidad

e) En caso que corresponda, adjuntar fotocopia simple de antecedentes penales,


o si es derivado de otra institución que brinda el mismo servicio.

Característica de la intervención:

Se crean grupos cerrados de ocho a 12 hombres que participarán de 24 sesiones7. Los HEV
permanecerán desde el inicio hasta la última sesión. En este tipo de intervención, al principio
los HEV asisten para cumplir la orden del juez, es decir, por una motivación extrínseca.

Sin embargo, durante el proceso psicoterapéutico, se provoca que el HEV mude a una
motivación intrínseca, asociada a que algunos reconocen que tienen un problema y asumen
responsabilidad, lo que posibilita un cambio que les permite construir relaciones saludables
en sus familias, y se registran resultados satisfactorios.

5.2. HEV derivados por Orden Fiscal

Los HEV denunciados por violencia familiar o doméstica. (Art. 272 bis del Código Penal)

7
Como mínimo, el número sobre esta base se puede ampliar a sugerencia del psicólogo o a deseo del consultante, para cuestiones legales
–si en caso no sucediera lo antecedido–, podría egresar el caso, elevándose el informe del equipo.

36
que son remitidos mediante orden fiscal –requerimiento-, acceden a la intervención
psicoterapéutica –previa entrevista preliminar– para desarrollar la psicoterapia grupal y/o
individual presentando los siguientes requisitos:

a) Fotocopia de requerimiento o de establecimiento de medidas de protección


ordenado por el Fiscal de Materia.

b) Fotocopia de cédula de identidad.

c) Fotocopia de la denuncia del caso.

d) Firma del Consentimiento Informado, incluyendo el encuadre de reglas y


excepciones en un marco de confidencialidad.

e) Toda la documentación se presenta en un fólder amarillo.

Característica de la intervención: Esta población es más complicada de tratar, en algunos


casos debido a que ellos presumen no haber cometido ningún delito o mencionan que son
acusados por violencia injustamente, pese a que, en la mayoría de los casos, hay elementos
de convicción sobre la comisión de delitos.

Esta actitud se mantiene, generalmente, hasta la tercera sesión o más, y poco a poco ellos
van reconociendo su responsabilidad y el porqué de la necesidad de realizar el proceso
psicoterapéutico. Al llegar a las sesiones entre 12 y 18, ya tienen otra perspectiva de la
vida, de la familia y las relaciones interpersonales basadas en el buen trato y el amor –
dependiendo de cada caso–.

Si el HEV empezó con su intervención por una orden fiscal y en el proceso ingresa a tener
imputación o acusación, se le debe recomendar continuar y concluir con el proceso de
intervención psicoterapéutica.

5.3. HEV derivados por otras instituciones

Al igual que las dos modalidades desarrolladas ut supra, se benefician de este servicio
los hombres que ejercen violencia familiar o doméstica. Para acceder a la intervención
psicoterapéutica, deben presentar los siguientes requisitos:

a) Boleta de referencia y contrarreferencia de la institución remitente –anexo N.°


2–.

b) Fotocopia de cédula de identidad.

37
c) Firma del Consentimiento Informado, incluyendo el encuadre de reglas y
excepciones en un marco de confidencialidad.

d) Toda la documentación se presenta en un fólder amarillo.

Características de la intervención: En este tipo de casos, se interviene a los HEV, que


desconocen la comunicación asertiva y enfrentan malos entendidos en sus relaciones
familiares y con sus parejas afectivas, que pueden derivar en hechos de violencia. Estos
casos son derivados por las/os psicólogas/os de diferentes instituciones, a través de una
boleta de referencia y contrarreferencia. Esta derivación, por lo general, se realiza debido al
cambio de domicilio o por quedar más cerca de la fuente laboral del HEV, a fin de brindarle
opciones para completar su proceso de intervención.

5.4. HEV que ingresan voluntariamente

Los hombres que acuden a este servicio, por lo general, lo hacen a partir de una
recomendación de algún hombre o familiar que tuvo la intervención psicoterapéutica o
porque han reconocido –de cierta forma o en algún punto– que tienen problemas familiares
o domésticos que están afectando su vida y su entorno. Acceden a la intervención
psicoterapéutica, presentando los siguientes requisitos:

a) Fotocopia de cédula de identidad.

b) Firma del Consentimiento Informado, incluyendo el encuadre de reglas y


excepciones en un marco de confidencialidad.

c) Toda la documentación se presenta en un fólder amarillo.

Características de la intervención: Los hombres que solicitan voluntariamente la


intervención psicoterapéutica conforman una población más factible de tratar –pues se
establece una alianza terapéutica de inicio–, debido a que están conscientes o reconocen
que tienen problemas, que requieren ayuda y están dispuestos a recibirla. Por ello, la alianza
para la terapia se desarrolla mejor y se logra cambios posibles en sus vidas personales,
familiares, conyugales o de vida en pareja.

38
5
QUINTA PARTE
Etapas de Intervención
Etapas de Intervención
La implementación del MIP se prevé que sea desarrollada a partir de cuatro etapas, en las
cuales se establecen diferentes acciones para ser ejecutadas por el equipo encargado de los
SLIM o de la Unidad correspondiente del GAD, conforme el siguiente flujograma:

Ingreso

Entrevista inicial

Intervención individual Proceso de seguimiento trabajo


social

Intervención
Grupal Orden Registro
Si Judicial biométrico y
base de datos
No Intervención
Grupal Orden
Fiscal
Elaboración de informes a
Sujeto requerimiento de Fiscalías y
a Juzgados
evaluación

Cierre
Fuente: Elaboración Fundación Voces Libres

1. Etapa Informativa - La entrevista inicial o de admisión

La entrevista inicial que se debe realizar al HEV tiene como objetivo establecer las siguientes
acciones:

a) Conocer el perfil del participante y brindar información del programa.

b) Explicar la propuesta del programa y el beneficio que puede generar para la


persona y su entorno.

41
c) Promover la toma de conciencia de la importancia de concurrir a cada una de
las modalidades del Programa, ya sea individual o grupal.

d) Realizar la Historia Clínica Psicológica.

e) Aplicación de escalas PSI –anexo N.° 3–.

f) La asignación a un grupo psicoterapéutico.

g) Firma de Consentimiento Informado –anexo N.° 1–.

h) Establecer la Ficha Social, datos referenciales.

i) Registro Biométrico-Libro de asistencia.

2. Etapa de intervención

Dependiendo de los resultados emergentes de la Entrevista Inicial y conforme el


criterio técnico del encargado de la implementación del MIP, en el SLIM o de la Unidad
correspondiente del GAD, se podrá desarrollar con el HEV dos tipos de intervenciones: la
individual o grupal.

2.1. Intervenciones individuales

El principal objetivo de la psicoterapia individual es tratar el malestar, problema o sufrimiento


psíquico de una persona que ejerce violencia, además de trabajar conjuntamente para llegar
al origen de estos padecimientos.

Se trata de construir, con la persona, recursos y estrategias que le permitan el manejo y


control de su agresividad, de modo que sean lo menos perturbadores para sí misma y para
los demás. La atención a hombres está orientada a que el sujeto pueda encontrar otra vía
diferente al acto violento, para resolver sus problemas de relacionamiento.

Número y tiempo de sesiones:

Se desarrollan sesiones individuales, con una duración de entre 30 y 45 minutos, en el plazo


de tres meses con una periodicidad semanal –plazos aproximados, pues la misma depende
caso por caso–.

42
Característica de la intervención:

La psicoterapia individual pretende la solución de problemas inherentes a la recuperación


y disminución de los síntomas, la búsqueda de equilibrio emocional y de-construcción
mediante la simbolización del malestar o sintomatología.

Fuente: Elaboración Fundación Voces Libres

2.2. Intervenciones Grupales

Previo al inicio grupal, es recomendable desarrollar una intervención individual, y conforme


se evidencie la aceptabilidad, incorporarlo en la intervención psicoterapéutica grupal,
que es un dispositivo de encuentro colectivo entre personas con una misma nominación
y un psicólogo, el cual busca generar que las personas puedan reflexionar con otras sus
problemas de relacionamiento y sus actos de violencia familiar o doméstica.

Se provoca una reflexión orientada a la deconstrucción de representaciones sociales


y subjetivas con relación a la violencia, orientada a la puesta “en marcha” de recursos y
estrategias personales de afrontamiento de situaciones problemáticas, sin necesidad de
recurrir a la violencia.

43
Número de sesiones:

a) 1 sesión por semana.

b) 24 sesiones para voluntarios y derivados con orden judicial.

c) 18 sesiones para derivados por Fiscalía.

Tiempo de las sesiones:

a) Psicólogo Terapeuta, sesión de 1 hora y 30 minutos, con enfoque de


intervención cognitivo-conductual, sistémica y racional-emotiva-conductual.

b) Terapeuta Alternativa, sesión de 1 hora.

Características de la intervención:

Se pueden definir de la siguiente manera:

a) Mayor aplicación a tratamientos individualizados: Se busca mantener un


contacto más introspectivo y prolongado, para de esta manera conocer sus
problemas psicológicos, sociales y espirituales.

b) Importancia del lado espiritual del individuo: Se presta bastante importancia


al lado espiritual, entendido no solamente como sus creencias religiosas, sino
también desde un punto de vista más global o metafísico.
c) Entender percepciones sobre la aplicación de técnicas de terapia alternativa o
reflexiones sobre temáticas diversas en grupos focales: Se define la discusión,
cuidadosamente diseñada, para que el conjunto de los pacientes comparta sus
percepciones o experiencias sobre un área de interés particular con la guía de
la terapeuta alternativa.

3. Módulos y contenidos para la intervención Psicoterapéutica

Los módulos se trabajan de forma flexible, conforme al avance e intereses de los


participantes y los temas que vayan surgiendo como prioritarios en cada grupo – cada
grupo es una experiencia única–. De soporte se usan los módulos de Frente a Frente y otros
documentos que se consideren adecuados y que puedan fortalecer el trabajar con hombres
que ejercen violencia hacia las mujeres.

44
Asunción de
responsabilidad
mecanismos de
defensa y
cambio aceptación de
perdidas
Masculinidades
Inteligencia
masculinidad emocional

Violencia y
buen trato Re-
hacia la mujer trauma

Distorsiones
Control de la
ira e
creencias
impulsividad
irracionales

Historia en relación Sexualidad


a la violencia,
maltrato, apego

Fuente: Elaboración Fundación Voces Libres

La implementación del MIP tendrá como herramienta de complementación –no limitativa–


el contenido del documento “Frente a Frente. Mi experiencia con el poder hegemónico” –
Guía Terapéutica de Trabajo con Hombres que ejercen violencia de Género de Aritz Pérez,
cuyo contenido se encuentra orientado a provocar cambios posibles y significativos en las
formas de sentir, pensar y actuar de los HEV. Se desarrollan grosso modo los módulos que
son desarrollados en la intervención del HEV, los cuales se encuentran el Anexo N.° 5:

45
46
4. Etapa de cierre

Para el cierre del proceso de intervención psicoterapéutica, el HEV debe solicitar al


responsable del Programa, que se le programe con la o el profesional Trabajador Social una
visita a su domicilio, con una semana de anticipación. Además, se le desarrollará al HEV una
entrevista de cierre del proceso psicoterapéutico.

La visita que realizará la o el trabajador social tiene la finalidad de identificar los cambios
efectuados por la psicoterapia, información que será recabada de su entorno familiar,
la cual será reportada al psicoterapeuta, para que se puedan hacer las intervenciones –
necesarias– a cada caso e informar de las posibles reincidencias –en coordinación con el
terapeuta– a la autoridad correspondiente.

En caso de abandono: La o el profesional Trabajador Social debe indagar las causas, motivos,
razones del abandono de la psicoterapia, ya sea mediante visita domiciliaria o vía telefónica.
Una vez realizada la verificación correspondiente, se debe elaborar una nota e informar al
psicólogo encargado del proceso de psicoterapéutico del HEV.

El seguimiento de trabajo social es fundamental para poder conocer la situación actual del
HEV, entre ellas:

a) Si el HEV está cumpliendo con las medidas impuestas por la autoridad


jurisdiccional –si corresponde al caso–.

b) Su situación familiar o de pareja –ha vuelto con la pareja, nueva pareja–,


posibles reincidencias, situaciones de crisis por divorcio y otros aspectos,
los cuales debe informarse al terapeuta para su intervención y apoyo en el
proceso de crisis.

c) Para informar a las autoridades competentes –a través del informe de


conclusión–, sobre las posibles reincidencias, fortalezas, debilidades de los
resultados de los HEV en el proceso psicoterapéutico.

d) Informar sobre la situación actual del HEV al psicoterapeuta para ejecutar las
acciones necesarias en cada caso –si corresponde–.

47
Una vez realizada la visita domiciliaria se realizará el Informe de conclusión del proceso
psicoterapéutico en coordinación con el psicólogo que realizó la intervención del HEV.
Informe que debe ser remitido en el plazo máximo de 72 horas a la autoridad que instruyó
al HEV desarrollar el proceso psicoterapéutico.

Es importante resaltar que el seguimiento social puede desarrollarse durante el proceso o


a la conclusión, debido a situaciones de crisis o dificultades sociales del usuario. esto queda
sujeto a criterio profesional del trabajador social o a solicitud del terapeuta.

Así también, se debe tener en cuenta que, ante la inasistencia de los HEV a sus sesiones de
intervención terapéutica, se debe poner en conocimiento ante la autoridad judicial o fiscal
que lo derivó, para que se adopten las medidas jurídicas correspondientes, en el marco del
proceso penal.

5. Etapa de seguimiento posegreso

Uno de los cuestionamientos a los programas de intervención psicoterapéutica con HEV es


el de la eficacia de la intervención: ¿Cambian las pautas de comportamiento violento? y los
cambios producidos, ¿se mantienen en el tiempo o la mayoría de las personas que terminan
el programa vuelven a reincidir?

Justamente, una manera de buscar la eficacia de los programas es incluir la fase de


seguimiento posegreso, que es un periodo de acompañamiento terapéutico que se realiza
como última acción dentro de un programa de intervención psicoterapéutica a los HEV, pero
no por eso deja de ser importante. Más bien cobra bastante relevancia por los siguientes
fines, nombrados en la literatura especializada:

a) Consolidar la mejora alcanzada y los cambios conseguidos, favorecer la


permanencia de los cambios y prevenir recaídas.

b) Realizar valoraciones psicológicas para: observar el mantenimiento de los


cambios, en razón a los objetivos terapéuticos propuestos (nivel cognitivo,
afectivo e interaccional). Asimismo, evaluar el impacto y los resultados de la
intervención en cada uno de los participantes.

c) Evaluar la eficacia del programa, para poder realizar ajustes y cambios


correspondientes.

48
La o el profesional Trabajador Social realizará el seguimiento del caso del HEV que concluyó
con el proceso de intervención psicoterapéutica, para lo cual, se coordinará con el psicólogo
que atendió el caso una visita a su domicilio o bien citarlo para una nueva sesión o encuentro.
El seguimiento posegreso se desarrollará: al mes, al tercer mes, a los seis meses y al año de
haber concluido el proceso de intervención.

Mencionar que se pueden realizar llamadas telefónicas al HEV –como estrategia


psicológica– para: saber su situación actual, recordar la asistencia a la sesión, saber el
motivo de inasistencia a la sesión, etc.

En las sesiones o encuentros se deben tomar las siguientes variables y realizar las acciones
correspondientes:

a) Dedicar a fortalecer los procesos de cambio consolidándolos y motivando


a la persona a mantenerse en ese proceso. Para ejecutar esta actividad, se
recomienda utilizar alguna de las actividades del Módulo de Motivación.

b) Factores estresantes que se hayan producido a nivel familiar, social y laboral,


que hayan generado situaciones de crisis. Se debe utilizar estrategias y
técnicas de la intervención psicológica en crisis.

c) Modos de resolución de conflictos empleados. Ante dificultades en la resolución


de conflictos, se deben utilizar las actividades del Módulo Resolución de
Conflictos y Construcción de Soluciones.

d) Indagar sobre los procesos cognitivos y emocionales relacionados con


los conflictos de pareja. Se deben retomar las actividades del Módulo de
Distorsiones Cognitivas y Creencias Irracionales, y las del Módulo Comunicación
y Escucha.

e) Manejo de las emociones y sentimientos, específicamente la ira. Utilizar


las actividades de los Módulos Inteligencia Emocional y Control de Ira e
Impulsividad.

f) Revalorizar y fortalecer los pensamientos que se han producido en relación a


la pareja y a los roles de género. Utilizar actividades que hablen de la igualdad
de oportunidades y derechos, de la ruptura de ideas estereotipadas acerca del
género, incluso de nuevas masculinidades

49
Ante hechos de recaída, ¿Cómo actuar si el HEV en la etapa de seguimiento comete un acto
de violencia contra su pareja o expareja?

Es importante evaluar el riesgo para la mujer y sus dependientes. Se inicia comunicándole al


HEV sobre la situación, asimismo se debe comunicar a instituciones competentes, para que
sean éstas las que inicien o continúen el proceso judicial correspondiente, y así evitar que
el programa actué como denunciante. Si el caso lo ameritara, ante una grave situación de
violencia, se debe realizar la comunicación del episodio de violencia de manera institucional,
acompañado de un informe.

50
A
ANEXOS
ANEXO N.° 1 - Modelo de Consentimiento Informado

53
ANEXO N.° 2 – Boleta de Referencia y contrarreferencia

54
ANEXO N.° 3 – Evaluación para la entrevista inicial

55
56
57
58
59
ANEXO N.° 5 – Contenido de los módulos para la intervención
psicoterapéutica

UNIDAD N.° 1: MOTIVACIÓN AL CAMBIO

1. Objetivo

Fomentar y fortalecer la motivación intrínseca –vinculación voluntaria– para


mejorar su cohesión con la terapia y conseguir un cambio con relación a la violencia.

Hay una relación positiva entre el éxito del programa y que los individuos sean
conscientes de su problema, asuman su responsabilidad y estén motivados por
participar y finalizar la intervención.

Para ello es necesario que se produzca en el individuo un proceso complejo llamado


“cambio terapéutico”, dentro de un programa intensivo y no muy duradero. Debido
a las características de gran parte de la población atendida en Bolivia, este punto
cobra especial importancia.

La mayoría de los participantes, en un principio, muestran una actitud defensiva


y sin motivación, o en su caso es extrínseca –informe positivo, volver con su
expareja, ver a sus hijos, evitar el divorcio, etc.–, la cual en algunas circunstancias,
y sólo al inicio, puede ser buena fortalecer, “aprovechándose” de su momento de
crisis –soledad, separación de su familia, procesos penales, pérdida de poder o
control de su vida, inestabilidad, etc.– para generar un cambio, siempre y cuando,
se tenga claro que con el paso de las sesiones debe cambiar a una motivación
intrínseca, de auto-superación, trabajando situaciones de deseo.

Es importante evaluar qué tipo de necesidades se tiene en relación a la motivación


–sociales, psicológicas, inconscientes, fisiológicas, etc.–, y si la tuviera, su
intensidad, su posible durabilidad y las razones de la misma –autodeterminación,
competencia, afinidad, integración, logro, afiliación e intimidad, poder, intrínseca,
extrínseca, establecimiento de metas y esfuerzo para alcanzarlas, realización
de planes, control personal y autoeficacia–. Clarificar los objetivos generales y
específicos, dentro de un plan de acción, –que no puede ser volver con su pareja,
aunque en realidad en un primer momento sí lo sea– para hacer una intervención
más eficaz, enfocando mejor los objetivos y la superación de los mismos.

60
La motivación debe subrayarse en las primeras sesiones y tenerse en cuenta
durante todo el programa. Es transversal, reforzada en la terapia individual,
intentando mantenerla y minimizar las fluctuaciones –recordando conductas
que abandona o disminuye sus avances o expectativas cumplidas, como: tiene
más responsabilidad, se comunica mejor, toma menos o en esta ocasión pudo
mantener el control–.

2. Voluntariedad y negación del problema

Es importante valerse de estrategias para romper esa barrera, por ejemplo:

a) Se puede empezar hablando de violencias emocionales –verbales


con más facilidad– o económicas, que están más naturalizadas e ir
subiendo la intensidad del diálogo.

b) Basarse en las consecuencias de cualquier tipo de violencia, creando


empatía para poder generar una aceptación de conducta basada en
efectos.

c) La persona puede iniciar de observador y, poco a poco, involucrarle en


las discusiones en base a aspectos que le son más cercanos –siguiendo
la información que se obtiene en la intervención pregrupo–.

d) Que vea el programa como una posibilidad de mejora personal,


generando voluntad de cambio –para luego orientarlo hacia el cambio
de la violencia–.

e) Estudiar la motivación del rechazo, ya que puede ser de muchos tipos:


porque cree que no ha realizado el hecho, perjuicio legal, ideológicos,
aspectos culturales o religiosos, etc.

En cuanto a la comunicación de las temáticas:

Dialogar de otras relaciones de pareja o de hechos que no interfieran con una


denuncia –y más adelante compararlo con la situación actual–, conversar sobre
circunstancias no directamente relacionadas con la violencia, hablar lo mínimo
de la víctima o la ley, gestionar actitudes desafiantes, buscar beneficios en las
terapias –generalmente motivación externa–.

61
Relacionar relatos de otros compañeros con el suyo, análisis de su situación
actual y el significado de su conducta, desmonte de barreras internas, trabajar
la ambivalencia –como un mal signo, sin querer que cambie de opinión, tratarla
como normal en los seres humanos, pero con consecuencias negativas–, generar
aumento de la autoestima, entre otras.

Si no está motivado, no cambia y se cree que no va a hacerlo por las entrevistas


iniciales, hay dos posibilidades:

a) Que se vea favorecido al observar al grupo, relacionarse con sus pares,


verse reflejado o ver cambios en los integrantes –intentar que sea el
grupo el que lo motive y “obligue” a hablar de él mismo, en el caso de
que le contradigan por su poco conocimiento de la violencia, acercarse
a él mediante la empatía para que se cohesione al programa, a través
del facilitador–.

b) Que obstruya la dinámica grupal, circunstancia que se debe evaluar


y evitar, sobre todo, marcando aspectos relativos a la violencia. Si
ocurre esto, se puede aprovechar para aumentar la cohesión grupal,
a través de la empatía y en contra de los comentarios de esa persona,
siendo el mismo grupo el que direccione y rectifique sus expresiones
desafortunadas.

Si esta persona interviene de manera negativa en el programa mediante


descalificaciones, burlas, risas, gestos de desaprobación, etc., intentar su
reorientación mediante las normas grupales, pero si perjudica al grupo es mejor
expulsarlo por beneficio general, marcando que no es el momento para que se
encuentre en el mismo –a pesar de que es posible que si se va del servicio no
acuda a ningún otro lugar manteniendo aún más las conductas violentas–.

3. Ejercicios de Motivación

a) Análisis de qué le gustaría hablar o cosas que pueda mejorar


personalmente –sin sacar el tema de violencia–.

b) Indicar un aspecto y lo importante que es para la vida de la persona,


lo afectado que está por la situación de violencia y, por tanto, cuánto
habría que cambiarlo, cuantificando del uno al 10, con base en su
importancia.

62
c) Comparativa de inconvenientes, ventajas de cambio y “costos” de
seguir en el programa –en qué le puede perjudicar, qué es lo negativo
del programa y por qué–.

d) Lista de problemas.

e) Relacionar aspectos positivos con el cambio que se puede realizar en el


programa. Ejemplo: a veces, al principio, fortalecer motivación externa
para afianzar la cohesión al programa ya que no posee ninguna interna.

f) Cuadro de logros personales, en la familia, en el trabajo, deportivos,


etc., para fomentar su eficacia al analizar su crecimiento y progreso
que se produjo anteriormente, y relacionarlo con la situación actual
al unir las emociones ligadas a esas actividades que han supuesto
superación personal y el deseo de cambio actual.

4. Ejercicios entre sesiones

a) Con base a lo trabajado en las sesiones, observar diferencias entre


él y su persona de apoyo o entorno cercano –incluso que realicen un
ejercicio como el cuadro aclaratorio y comparar–.
b)
Buscar o pedir ayuda para encontrar motivaciones para el cambio.

c) Buscar una imagen de lo que se quiere conseguir. Ejemplo: Una foto de


su hijo riendo o un atleta llegando exhausto a la meta.

d) Observar qué quieren que cambie las personas de alrededor y si difiere


de lo que piensa el mismo.

63
UNIDAD N.° 2: IDENTIDAD Y MASCULINIDADES POSITIVAS

1. Objetivo

Reconstruir y resignificar la idea de masculinidad, ampliando el rango de


conocimiento, percepciones y actuación con uno mismo, con los demás y con
el entorno, para desarrollar relaciones equitativas, en el marco de un poder
democrático.

Este tema es esencial para el buen desarrollo del programa, por ello, se recomienda
hacer una aproximación al mismo, para la intervención con hombres que ejercen
violencia. La masculinidad se basa en una estructura ideológica, donde el sistema
social actúa como vehículo de trasmisión de “verdades” referidas a identidades
muy diferenciadas y separadas por sexos que marcan relaciones y patrones
de conducta fundamentadas en desigualdades, dominación, reproducción y
subordinación.

2. Masculinidades positivas

Vivimos en la zona de confort, donde nos sentimos seguros, buscando la


“comodidad” para “sobrevivir” de la mejor manera posible, con base en una
educación, socialización que nos ha guiado desde el nacimiento. Donde
mantenemos una relación egoísta con nosotros mismos y los demás, dominando
y cosificando lo incongruente con unos valores, atributos o pensamientos, que nos
dirigen, con la justificación de que es para “vivir bien”.

Asumimos que somos creadores de nuestra identidad, “olvidando” nuestra poca/


nula capacidad de introspección. Sin darnos cuenta de la mediocridad personal al
hacerlo, nos basamos en la queja, la resignación para “movernos” por la vida, sin
tiempo para pensar cómo queremos ser, buscar pasiones o motivaciones.

A la vez formamos resistencias basadas en realidades subjetivas, que impiden un


desarrollo personal, “intentando” el cambio, pero sin compromiso al hacerlo y con
el fracaso asegurado, que fortifica la resistencia y convierte a las justificaciones en
fuertes y “reales”. Obligándonos a ser “hombres adultos”, a diferencia de los niños,
intentamos controlar las circunstancias en vez de descubrirlas y aprender de las
mismas.

64
Cuando intentamos o nos obligan a salir de esa zona, en general suelen ser
momentos específicos y transitorios, se entra en momentos de crisis/pánico y
reformulación, que se pueden afrontar hacia un cambio y aprendizaje o como un
retroceso y aumento de la resistencia.
Es difícil ir contra una corriente que nosotros generamos y la sociedad impulsa,
cambiar una posición pensada como natural, y darse cuenta de lo que es importante
para nosotros. Y así poder conseguir una armonía entre habilidad, conocimiento y
afrontamiento de las circunstancias, a través de la interacción con los demás, la
flexibilidad y expansión de nuestra zona de confort, favoreciendo el crecimiento
personal.

3. Consideraciones particulares

a) Es necesario e indispensable que se gire en torno al poder y control.

b) La violencia viene de un desarrollo personal del sujeto; no es repentino,


sino que tiene un trasfondo.

c) Deben formar experiencia y expectativas reales sobre el proceso de


deconstrucción de la masculinidad.

d) Mostrar la masculinidad como autocuidado, desde lo personal a lo


relacional, que realiza incidencia con los demás.

e) El modelo hegemónico es un factor de riesgo, como se puede ver en las


conductas sexuales o de salud, llevando la jerarquización a prácticas
concretas –prostitución, infidelidad, autoridad en el trabajo, goce con
el poder, etc.–.

f) El modelo de hombre invisibiliza la realidad, aumentado así su


resistencia.

g) Esencial el peso de lo imaginario, a veces más que lo real, al generar


tensiones no resueltas.

h) La masculinidad hegemónica está en crisis, por la pérdida de


paradigmas masculinos.

65
i) La determinación y falta de libertad, aparece como necesario para
alcanzar la autonomía e independencia que requiere el ser masculino.

j) Masculinidad hegemónica.

k) Micro machismos.

4. Ejercicios entre sesiones

¿Qué he descubierto que no sabía?

Cosas que nunca he podido hacer como hombre o que nunca me he planteado
hacerlas por ser hombre.

66
UNIDAD N.° 3: VIOLENCIA Y BUEN TRATO HACIA LA MUJER

1. Objetivo

Identificar y reconocer comportamientos violentos contra las mujeres, sus


consecuencias, así como el ciclo de la violencia, marcando una línea base de inicio
y la evolución necesaria para llegar a la meta de la erradicación de la violencia.

Para lo cual, es necesario que los participantes y la o el facilitador compartan el


mismo lenguaje, en cuanto a términos relacionados con la violencia, basados en la
Ley 348, donde se indican 17 tipos de violencia, entre las que podemos destacar:

Violencia Física: Es toda acción que ocasiona lesiones y/o daño corporal, interno,
externo o ambos, temporal o permanente, que se manifiesta de forma inmediata o
a largo plazo, empleando o no fuerza física, armas o cualquier otro medio.

Violencia Psicológica: Es el conjunto de acciones sistemáticas de desvalorización,


intimidación, control del comportamiento y decisiones de las mujeres, que tienen
como consecuencia la disminución de su autoestima, depresión, inestabilidad
psicológica, desorientación e incluso el suicidio.

Violencia Sexual: Es toda conducta que ponga en riesgo la autodeterminación


sexual, tanto en el acto sexual como en toda forma de contacto o acceso carnal,
genital o no genital, que amenace, vulnere o restrinja el derecho al ejercicio a
una vida sexual libre, segura, efectiva y plena, con autonomía y libertad sexual
de la mujer –acoso sexual, extorsiones sexuales, violación, etc. – muchas son
coincidentes con la violencia psicológica, pero con un fin sexual.

Se debe adaptar la definición a términos entendidos por los participantes, con


numerosos ejemplos cotidianos –idealmente de los participantes, ayudados
por el facilitador–. Con cuantiosos argumentos, que sean válidos para ellos,
sin responsabilizar a la mujer; se debe intentar desligar el tema de la posible
“culpabilidad” que para ellos tiene ella, Lo que se debe reconducir para que hablen
desde sí mismos y lo que ellos pueden realizar.

2. Violencia

Se desarrollará la definición –y representación si se viera oportuno, de tipos de


violencia y de buen trato por parte de los participantes, con ayuda del facilitador,

67
añadiendo control y poder–. Se usará el resto de sesiones, mediante reflexión
grupal, individual o con imágenes, para lo cual se debe tener en cuenta:

Variante simbólica: Con relación a las emociones, poder y control. Realizar con
varios participantes una escena, ejemplificando estatuas, en las que representen
algún tipo de violencia. A continuación, los demás componentes del grupo deben
modificar dicha escena para que se convierta en una de buen trato. Para finalizar
se analizan las diferencias, lo que han sentido, por qué era una escena de violencia,
etc.

Variante de representación: Uno de los componentes del grupo se tapa con


una capa, mientras que los demás van escribiendo frases negativas referidas a
la violencia y se las van pegando sobre la capa. Éste al recibir dichos mensajes
debe sentir, no verbalmente, lo que implica cada “golpe”, por lo que su postura
se irá retrayendo y su cuerpo comenzará a desplomarse paulatinamente, hasta
que acabe en el suelo. Con todos los mensajes en su cuerpo, permanecerá cinco
minutos en silencio. A continuación, el grupo cambia los mensajes de violencia por
otros de buen trato, produciendo el proceso corporal opuesto. Se concluye con el
sujeto quitándose la capa simbolizando el cambio.

3. Ejercicio entre sesiones

a) Identificar algunos tipos de violencia que se pueden ver/hacer de


manera cotidiana.

b) Mitos que haya podido escuchar en alguna conversación –¿Qué hizo él,
rebatirlo, fortalecerlo, reírse o callarse? –.

c) Si se produce algún tipo de violencia, identificar las fases del ciclo,


además de percibir cómo se sintió en cada una de ellas y cómo se sintió
la otra persona.

d) Análisis de consecuencias desde la perspectiva de personas cercanas,


preguntándoles, observando sus actitudes, etc.

e) Ver videos o acudir a alguna institución para pedir información sobre


la violencia.

68
f) Listado de acciones violentas que ha realizado con la (ex) pareja –con
la ayuda de una guía de acciones–.

g) Si acepta la violencia, ver cómo se pueden sustituir las acciones,


consiguiendo beneficios equiparables o superiores a los que se
producían al ejercer dicha violencia.

69
UNIDAD N.° 4: HISTORIA CON RELACIÓN A LA VIOLENCIA, MALTRATO,
APEGO Y RESIGNIFICACIÓN DEL TRAUMA

1. Objetivo

A través de la exploración, comprensión y redirección de la violencia que puedan


elaborar relaciones saludables, seguras y coherentes, con ellos mismos y con
los demás, basada en vínculos positivos, a través de su conocimiento personal y
referente al ejercicio actual de violencia.

2. Historia del maltrato

En cuanto a la historia de maltrato, en Bolivia, un alto porcentaje de los hombres


que han ejercido violencia hacia su pareja han reportado haber sido expuestos de
manera directa o indirecta a violencia por parte de su familia de origen. Se hallan
similares datos en las mujeres sobrevivientes de violencia. Desde el inicio del
estudio del maltrato infantil, se ha propuesto la existencia de un denominado ciclo
de transmisión de la violencia familiar, que en la actualidad también se ha tratado
de aplicar a la violencia de pareja.

Así, la familia, al ser un agente de la reproducción social, es también uno de los


principales generadores de conductas interpersonales entre sus miembros, y la
calidad de aprendizaje que se dé en este ámbito va a repercutir en las futuras
generaciones familiares, ya sea de manera positiva o negativa.

La identificación de estos patrones de violencia puede ayudar a evitar que estas


pautas de conducta se sigan perpetuando en el presente y se trasmitan a las
futuras generaciones. En este punto, se debe centrar nuestra intervención para
reducir la violencia, además de unirlo con la resignificación del trauma.

3. Vinculación de la persona con la violencia y actos delictivos

Otro factor de riesgo es la relación con la violencia y con actos delictivos de las
personas durante sus experiencias pasadas o actuales, ya que puede influir en
la naturalización y manejarlo como una resolución de conflicto, al asimilar los
“beneficios” de la violencia –satisfacción, expectativas, identidades asociadas
al poder o reputación, destacar dentro de la exclusión, etc.– o visibilización de
impunidad ante la ley, entre otros. Analizar esta relación y buscar potencialidades
para el cambio, así como conseguir que interioricen los beneficios personales y

70
sociales de una vida sin violencia que sobrepasen a los anteriores, debe ser nuestra
respuesta ante esta “sujeción” con la violencia.

4. Fomentar el apego

Desde la teoría del apego, habitualmente se analiza cómo la calidad de las


conexiones emocionales del niño con sus padres o cuidadores afecta a su
desarrollo adulto. Se debe relacionar cómo éstas podrían influir sobre nuestra
expresión funcional o disfuncional de la ira, la violencia doméstica y de pareja, el
comportamiento delictivo y/o antisocial, incluso la violencia entre grupos.

Por ello, en los casos de un apego no saludable, su evolución hacia uno más seguro
pudiera mejorar las relaciones, desde la creación de un entorno positivo en las
sesiones grupales para poco a poco poder extenderlo a sus relaciones cotidianas,
y así aumentar especialmente, la cercanía, el control y la autosuficiencia en él
mismo, basándose en las respuestas ante la formación del vínculo, más que en
una modificación completa del apego.

5. Resignificación del trauma

El desarrollo y el mantenimiento del estatus se relaciona con el crecimiento


personal desde la aceptación de uno mismo, con un buen auto-concepto, sabiendo
responder, reaccionar para construir un “espacio” seguro –balanza hedónica–,
controlable y con sentido, el cual se puede “dominar”.

Si en algún momento esto no se produce, puede tener como consecuencias


aspectos positivos –evolución personal, retomar buenos hábitos o relaciones,
descubrir fortalezas propias, valorar el apoyo social o mejorar la empatía– o
negativos –estancamiento, creación de pautas no saludables, evitación como
mecanismo de defensa, cambio de objetivos alejándolos de su desarrollo o la
formación de estereotipos que impiden un crecimiento–, donde estos últimos se
deben reevaluar positivamente junto con una regulación emocional, evitando el
displacer.

6. Consideraciones particulares

a) Haber sufrido o vivido situaciones de violencia en la infancia o


adolescencia no justifica ni es causa directa de ejercer actualmente
violencia.

71
b) Buscar “razones” a su comportamiento también hace que aumente la
motivación –vínculos relacionales, historia de maltrato, experiencias
subjetivas pasadas, vinculación con la violencia, patriarcado y
masculinidad hegemónicas, etc. –, pero cuidado con la victimización.

c) Suele ser aconsejable el abordaje de estos aspectos, aunque su


profundización depende de la relación con la violencia actual o su
importancia para elevar la eficacia de la terapia. A veces, es fácil dejarse
influir y profundizar en estos temas para aumentar el bienestar de la
persona y “nos olvidamos” de que el objetivo del programa es erradicar
la violencia.

d) Muchas veces la intervención psicológica más adecuada es la basada


en el diálogo, no para un cambio sino para un redescubrimiento –
aunque hay que basarla en las características de la persona y en cuál
le puede resultar mejor, como en aspectos basados en la frustración
interna o aprendizaje social, entre otros–.

e) Las condiciones generales para una misma comunidad se ven


acompañadas en permanente interacción con la experiencia particular
de cada sujeto, que condiciona la construcción de la persona, creando
huellas de satisfacción y de dolor en cada uno.

f) Es necesario abordar la elección de pareja como un elemento de


conservación de identidad y seguridad, no como una elección personal
basada en su identidad real y proyecto de vida.

72
UNIDAD N.° 5: ASUNCIÓN DE RESPONSABILIDAD, MECANISMOS DE
DEFENSA Y ACEPTACIÓN DE PÉRDIDAS

1. Objetivo

Que los participantes reconozcan y comprendan su responsabilidad en su


violencia sin excusas, manejando pensamientos y actuaciones saludables para el
relacionamiento y crecimiento personal.

Gran parte de los hombres que ejercen violencia de género, en un principio, no


asumen su responsabilidad por los hechos de violencia. Si la hay se justifican con
un factor externo –económicos, laborales, comportamiento de su pareja, intentar
“hacer un bien” por su familia, rasgos de personalidad “incontrolables” etc.–.

Éstos no la asumen porque no saben y de verdad lo creen –falta de habilidades–,


no quieren –necesidad de seguridad, experiencias vividas o creencias personales,
entre otras– o piensan que no les conviene –miedo al cambio, realización de
informes, etc. –. A pesar de ello, resulta un factor primordial para la eficacia del
tratamiento, por ello es importante hacer énfasis en esto, para que consigan
responsabilizarse de las consecuencias de sus conductas y minimizar la
probabilidad de reincidencia, mediante la implicación en los programas.

Dentro de esa responsabilidad, se dan mecanismos de defensa, como alterar la


propia visión de su realidad, para favorecer sus esquemas mentales y no modificar
su coherencia personal.

Se debe tener como premisa fundamental que “la violencia suele ser reaccionaria
a un suceso acontecido, pero somos nosotros los que elegimos cómo responder”.
Esto hay que dejarlo claro, ya que muchos usarán mecanismos de defensa para
excusarse y decir que ella también me pega, que le provoca o que no hace lo que
debería.

73
2. Lista de mecanismos de defensa habituales

74
Muchos de estos mecanismos se apoyan en fantasías creadas para sostener su
identidad y la situación de pareja, e intentan evitar el cambio personal o situacional,
manteniendo su control y su poder. Para afianzarlos y lograr sus objetivos pueden
somatizar, mostrar una conducta agresiva encubierta, aparentar cercanía, aparente
cambio de conducta o pensamiento posterior, etc.

3. Consideraciones particulares

Muchas veces sus mecanismos están apoyados en la sociedad, por lo que es


probable que el grupo, opine de manera similar, y los puede reforzar, debiendo
tener especial consideración para no fomentar resoluciones no saludables.

a) Se suele abordar las disonancias mediante la confrontación –sin


intimidar– y la empatía para generar incongruencias y cambio.

b) Se puede realizar ejercicios de asunción de responsabilidad en las


primeras sesiones, pero es más efectivo realizarlo cuando la conciencia
sobre la violencia es mayor, ya que a veces pierde fuerza al utilizarlo
pronto, por la poca motivación, débil inteligencia emocional.

c) Como facilitador se debe conseguir que contesten preguntas sin usar


mecanismos –contar otras circunstancias, hablar de ella, del pasado,
de acciones favorecedoras, etc.–.

d) Deben asumir su responsabilidad, moviliza un cambio; no asumir


su culpa, paraliza y se rechaza, por lo que pueden empezar a buscar
culpables externos e, incluso, asumir menos responsabilidad.

e) Observar las variaciones de la responsabilidad en base a creencias


momentáneas. Ejemplo: “Yo ya le dije que se fuera, no sé por qué sigue
aquí. Luego se queja”. Explica que vio que se estaban haciendo daño en
la relación y no podían seguir así. Al no aceptar lo que él imponía, se
convierte en justificación para no asumir su responsabilidad.

75
En momentos se puede evaluar su responsabilidad con porcentajes o datos
numéricos, para que ellos se den cuenta que progresivamente aumenta ese
porcentaje y refuercen las conductas saludables.

Con base en el deseo social, en muchas ocasiones guiados por nuestra identidad,
nos basamos en opiniones sociales para llevar a cabo nuestras acciones. Por ello,
un aspecto que se debe explorar es la importancia de los pensamientos sociales
en sus pensamientos y, finalmente, en su conducta. Ya que al desmontar lo que
“esconde” podemos “entrar” directamente en sus creencias irracionales sin las
restricciones del sujeto.

4. Ejercicios entre sesiones

a) Con la persona de apoyo ver alguna serie de televisión para analizar un


problema, considerando las responsabilidades de los personajes.

b) Si en su familia sabe de alguna persona que ha estado inmerso o que


conozca una situación de violencia (preferiblemente en la que el hombre
ha aceptado su responsabilidad), preguntarle sobre la situación.

c) Elección de varios mecanismos de defensa y anotar en qué situaciones


cotidianas los usa y para qué.

d) Pensar en situaciones con la (ex)pareja, que han finalizado de manera


negativa, en las que no tuvo ninguna responsabilidad y otras en las que
piensa que fue el único responsable.

e) Anotar diferentes discusiones con la (ex)pareja y, a partir de ello, realizar


dos columnas analizando la situación. Una enumerando las cosas en
las que no actuó responsablemente para llegar al objetivo común y
otra narrando qué hubiera pasado actuando responsablemente.

f) Acudir a alguna institución que trabaje con violencia hacia la mujer,


para pedir información y su visión de la violencia.

76
UNIDAD N.° 6: INTELIGENCIA EMOCIONAL

1. Objetivo

Que los hombres perciban, valoren y conozcan sus propias emociones, posibilitando
la capacidad de controlarlas –autorregulación y transformación–.

Es necesario incorporar habilidades para acceder y/o generar sentimientos que


faciliten el pensamiento, reconocimiento de las emociones ajenas y control
emocional en las relaciones. Asimismo, es necesario afrontar demandas, presiones
propias o del entorno, mediante el uso del potencial existente en cada persona –
auto-motivación–, desarrollando herramientas para relacionarse socialmente de
manera positiva. Los aspectos relevantes, como la toma de decisiones, solventar
problemas o designación de límites, depende de nuestra inteligencia emocional.

2. Conocimiento, identificación, expresión y control de emociones

Se debe identificar y conocer cómo influyen, prestando atención a lo que se


siente, –dónde, cómo es, cómo me afecta, cuál es su intensidad, cuándo, porqué y
reacciones corporales, cognitivas, conductuales o sociales–, logrando la capacidad
para regularlas, afrontándolas y sublimarlas –transformarlas para fortalecer el
crecimiento personal–, controlando su impacto, mejorando la capacidad de acción,
prevención de causas y consecuencias.

Debe orientarse la comprensión propia, creando una imagen real de nosotros


mismos, para comprender, aceptar y respetar a los demás. Ejemplo: La tristeza
como tal no es necesariamente un estado negativo; por el contrario, puede
desempeñar las funciones necesarias para una recomposición emocional.

Es conveniente que las personas que ejercen violencia “vivan” sus emociones,
además de unirlas a cambios de conducta, debido a que cognitivamente saben
camuflarlas o racionalizándolas, sobrevalorando la razón por ser “objetiva”,
evitando la “subjetividad” de la emoción, reaccionando al sentirse amenazados a
perder control y “perderse” al necesitarlo.

Esto se logra con aprendizaje, práctica y desarrollo, para conseguir discernir entre
lo corporal. Ejemplo: Ira: Cerramos puños, tensamos cuello y hombros, respiramos

77
más fuerte, tomamos más aire, etc., lo situacional, lo emocional y las cogniciones,
así como su relación inequívoca entre ellas, para analizar los aspectos por separado
y observar las incoherencias.

3. Ansiedad

Sentir ansiedad se debe a que pensamos que nos encontramos ante un estímulo
peligroso. A veces, sólo es una percepción basada en creencias que no se ajustan
a la realidad, lo que hace de dicho sentimiento una repuesta desadaptativa.
Entonces, se busca una respuesta que alivie la sensación de miedo, incertidumbre
y tensión, pero en situaciones, por el nerviosismo, no se es capaz de elegir bien, o
incluso los pensamientos relacionados con la ansiedad se mantienen, por lo que
no se consigue disminuirla. Por ello, es importante reconocer lo que provoca en
nuestro cuerpo la ansiedad, durante una situación y actuar en consecuencia.

4. Autoestima equilibrada y “Falsa Autoestima”

Considerando la autoestima como “percepción de cada persona sobre su


valor y competencia como ser humano”, es posible defender la relación de la
conducta violenta tanto con una baja autoestima –sentimientos de inferioridad,
culpabilización de los demás, necesidad de control para mantener su identidad,
etc.–, como con una autoestima elevada –aunque hay más estudios relacionandos
a baja autoestima con violencia–.

Los participantes suelen tener una imagen disgregada de sí mismos que disfrazan
de aparente seguridad, basada en una “falsa autoestima” para representar
confianza y convencerse de sus posibilidades o realizar una autovaloración
distorsionadamente positiva para generar y saberse con seguridad, buscando la
autocomplacencia.

Por ello, es importante generar una autoestima junto con la empatía y en base
al daño que se ha realizado y desde una percepción “objetiva” de nuestras
características y evitando la culpabilidad ajena, hostilidad, hedonismo propio,
hipersensibilidad a la crítica, ver amenazado el estatus o indecisión.

Asimismo, se encuentra muy ligada a la comunicación, debido a la forma de


transmitir los mensajes y de recibirlos, para conseguir aceptarse a uno mismo –
aspectos positivos y a mejorar– dentro de una responsabilidad propia. Por estos

78
motivos, en algunos momentos es necesario realizar algún ejercicio referente a
ello para mejorar la dinámica personal dentro del grupo y el ajuste de realidad de
sus componentes.

5. Empatía

Se conoce por empatía a una reacción emocional elicitada y congruente con el


estado emocional del otro y que es similar a lo que la persona está sintiendo o
podría tener expectativas de sentir, aunque hay que añadir que al mostrarla la
otra persona debe sentirse mejor y conllevar hacia una reflexión personal, ya que
sin ello no tendría valor empático. Se puede afirmar que, si un sujeto es capaz de
empatizar será menos probable que dañe a otros y será más propenso a ayudarles,
mientras que sus déficits han sido identificados como un importante antecedente
y facilitador de la conducta agresiva.

6. Habilidades Relacionadas

Su buen desarrollo genera bienestar, a través de relaciones satisfactorias con


los demás y con uno mismo. Dirigido a reponer, instaurar, desarrollar y potenciar
habilidades básicas y específicas en el individuo, manejando emociones que
perturban y evitando una discriminación defectuosa –alternativas, estereotipos,
tipo y tiempo de respuesta, creencias, etc.–. Adecuar herramientas y procesos
internos –autoconcepto, percepción del ambiente, etc.– a la realidad.

Todos los ejercicios deben estar orientados a la relación. Se puede crecer y mejorar
como persona, si no evoluciona en la relación con el otro, no es la dirección
adecuada.

7. Ejercicios entre sesiones

a) Frases cortas de situaciones que han vivido ese día y cómo se han
sentido respecto a ellas –se pueden apoyar en la lista de emociones,
llevándola consigo durante la semana–.

b) Calcular el número de veces que ha sentido cada emoción.

c) Comparar con la persona de apoyo, si se siente lo mismo que se


expresa.

79
d) Anotar en las acciones principales del día la respuesta emocional ante
ellas.

e) Analizar en circunstancias pasadas de su vida, la evolución de las


emociones.

f) Completar alguna parte de la tabla de emociones del anexo.

g) Realizar alguna actividad positiva, que pueda o debiera implicar una


emoción intensa y analizarla. Ejemplo: Ver película “Intensamente” con
sus hijas.

80
UNIDAD N.° 7: DISTORSIONES COGNITIVAS Y CREENCIAS
IRRACIONALES

1. Objetivo

Conseguir la apertura y flexibilidad de los esquemas mentales, a partir de identificar


y desmontar pensamientos automáticos, consiguiendo cambios de perspectiva
alternativos, para poder afrontar relaciones de manera equitativa.

2. Procesos cognitivos

Producen pensamientos automáticos, queriendo obtener efectividad y simulación


de deliberación, que no responden a la lógica ni a la objetividad, favoreciendo
la desigualdad de poder y el ejercicio de la violencia. Se utilizan de manera
inconsciente, para fortalecer nuestros esquemas mentales y una identidad
congruente con ellos, obstaculizando la consecución de metas, debido al papel de
mediadores que ejercen en el pensamiento.

Abordar desde la situación activadora y desde la creencia, ya que se encuentran


muchas creencias que, en un principio no parecen que puedan derivar en agresión,
pero provocan frustración, tensión y/o ansiedad que genera violencia. Ejemplo:
“Quiero ser alguien que no soy”; “no logro cumplir como hombre”; “quiero estar
tranquilo y no me dejan”.

La forma en que interpretamos la realidad se hace a partir de esquemas mentales


propios, añadiendo pensamientos automáticos, que influyen en nuestro poder
de control –conductas y emociones–, intentando reforzar dichos esquemas, no
“permitiéndonos” ser dueños de nuestra vida. Se debe confrontar para conseguir
autocontrol y una visión realista de lo que sucede.

81
82
3. Características particulares

a) La violencia, en la mayoría de los casos, es reaccionaria a un


pensamiento subjetivo que lleva a una conducta, pero las personas
deciden cómo actuar.

b) Facilita poner ejemplos de cosas que parecían hace unos años como
inamovibles, pero que han cambiado con el tiempo.

c) Identificar temas generales a partir de verbalización o acción, que


se basan en ideas irracionales. Idea: “Mi hijo ha sacado malas notas,
tengo que poner un alto, sino no mejorará”. Tema: desvalorización de
la mujer, límites puestos por el padre como solución, búsqueda de
resultados como definición de la persona y no de causas, etc.

d) Necesario desmotar creencias sobre sí mismo, el entorno y el futuro.

e) El cambio de pensamiento es el primer paso, si no cambia de actuación


será incompleto.

f) Se puede trabajar en base a supuestos, aunque no haya realizado la


acción o probado la solución “sino la golpeo, no aprenderá”.

g) Debe tomar conciencia de la disfunción de sus creencias, para ello él


mismo debe comprobar la no validez de ellas.

h) Las creencias distorsionadas y rígidas favorecen la escalada de


violencia; su contradicción, en momentos de tensión, hace que
aumente la ira y la posibilidad del ejercicio de la misma.

i) En ocasiones, es demasiado ambicioso cambiar sus esquemas


mentales, pero no así flexibilizar los mismos.

4. Ejercicios entre sesiones

a) Autorregistro: Si han asumido la disfuncionalidad de alguna de sus


creencias, pueden realizar un autorregistro para observar el número
de veces que las siguen pensando.

83
b) Escoger varios aspectos de las tablas de anexo y analizarlos con la
persona de apoyo.

c) Conversar con una persona de sexo femenino sobre mitos, ideales,


sobre la mujer, etc. y comparar dicho diálogo con el que se tendría con
un hombre.

d) Intentar llevar a la práctica lo ejercitado en la sesión y ver su


funcionamiento y funcionalidad.

84
UNIDAD N.° 8: SEXUALIDAD: HONOR, AMOR, CELOS E INFIDELIDAD

1. Objetivo

Ejercer la sexualidad de manera abierta y natural, desde su conocimiento,


desmitificando ideas acerca del amor, sus características, reduciendo el poder que
ejerce sobre nosotros y los demás.

Es un tema muy amplio e influyente en aspectos de la identidad masculina, por lo


que se debe abordar de manera profunda, sin olvidar que el objetivo es eliminar la
violencia, no tanto la apertura, desarrollo o amplitud de la sexualidad, aunque la
correlación es sin duda intensa.

2. Heterosexualidad Compulsiva

La sexualidad aprendida como masculina designa términos generales de


comportamientos, prácticas y hábitos que involucran al cuerpo, también designa
relaciones sociales, ideas, moralidades, discursos y significados socialmente
construidos, que marcan un estereotipo dominante del hombre sexual,
heterosexual y que se externaliza. Destaca la virilidad exigida y presión social,
que necesita ser demostrada con rituales de confirmación, como las conquistas
amorosas, desempeño sexual para ser validado positivamente por los otros,
haciendo de la genitalidad el centro de identidad y de la seguridad, mostrando
amor en base al control, al poder y la dominación como placer.

3. Celos e Infidelidad

La idea de mantener el honor, en relación a una masculinidad hegemónica, influye


de manera clara en la violencia de género y su legitimidad. La principal fuente de
deshonor masculina: su sexualidad. Vertebrada en la identidad de hombre y una
socialización diferencial, ligada a la competitividad, necesidad de diferenciación y
superación de los demás o la capacidad de dar placer en las relaciones sexuales
–la idea masculina de placer, real o no, en relación a su pareja–, se ve a la mujer, en
definitiva, como deseo de satisfacción de las propias expectativas y corroboración
de su identidad, tratando a la otra persona, por momentos, como mero conductor
de éxitos.

85
4. Amor romántico

El amor es una construcción cultural y cada período histórico ha desarrollado una


concepción diferente del mismo, de los vínculos que deben existir o no entre el
matrimonio, el amor y el sexo. Incluye la propia felicidad, la del otro y el respeto
por la individualidad.

En ocasiones, el hombre incluye ideas sobre el amor, que no corresponden con la


realidad. Al no afrontarlas, conflictúa la relación, por no saber compartir o asumir
responsabilidad, no manejar la comunicación para solucionar las diferencias, no
poder adaptarse a los cambios en las interacciones y en el vínculo o no tener un
proyecto de vida en común, implicando malestar en el sujeto.

Estas ideas han sido impulsadas desde los estamentos de la sociedad patriarcal
para reforzar el papel pasivo y de subordinación de la mujer respecto al hombre.
También existe la necesidad de cumplir expectativas ilusorias o ideas erróneas –
vivir experiencias muy intensas de felicidad o de sufrimiento; adaptarse a la otra
persona; idealizar a la pareja; el sacrificio es positivo si se hace por amor; perdonar
y justificar todo en nombre del amor; consagrarse al bienestar del otro; satisfacer
todas sus necesidades; compenetración total en gustos o ideas; realizar todo
juntos, todo lo que necesito es a mi pareja, etc.–, donde su imposibilidad de alcance
o su intento continuado sin éxito, implica frustración, ira, ansiedad o agonía.

5. Consideraciones particulares

Es un aspecto importante que no se desarrolla de manera adecuada, por ser


amplio y estructurado en base a la historia personal. En el programa debe ser lo
suficientemente abordado para explicar el ejercicio de violencia en relación a la
sexualidad.

a) Se debe relacionar a las emociones.

b) Vinculada a la masculinidad de forma permanente.

c) Es necesario apoyar que el hombre vea su cuerpo de manera integral y


no fragmentado –razonando=sólo cerebro; sexual=sólo pene–.

d) La sexualidad, en muchos casos, es el epicentro de la virilidad y de las


relaciones interpersonales.

86
e) Deconstruir la virilidad como un aspecto central, basada en la potencia,
desempeño y capacidad, que mantiene la violencia y la desigualdad.

f) Diferenciar entre sexo, sexualidad y relaciones sexuales, con educación


sexual y reproductiva saludable, basada en el placer mutuo y en la
relación con el otro –cercanía emocional, complicidad, intimidad
afectiva, masturbación, sentimientos ligados al placer, deseos,
encuentro con el otro, zonas erógenas–.

g) Conocer el cuerpo, el del otro y su relación entre ambos, pudiendo o no


abarcar la relación sexual.

h) Desligar dependencia, control sexual y amoroso del desarrollo personal


–“la he hecho mujer”, “ha sido mía”–.

i) La inestabilidad de la identidad masculina, la necesidad permanente


de demostrar y afirmar que se es hombre, genera una presión interna
hacia el tener relaciones sexuales –independientemente de un
reconocimiento íntimo de deseos–, transformando al rendimiento
sexual en una meta, un medio para demostrar y afirmar masculinidades.

j) En base al poder que se posee, la interpretación del “no”, de lo posible


o de lo negado es muy relativa y subjetiva.

k) Asociar representaciones saludables en torno a los derechos


reproductivos y derechos sexuales de hombres y mujeres.

l) La sexualidad suele ser dual entre odio y placer.

m) Cualquier falla en el desempeño masculino –pérdida de la erección, en


particular, ausencia de erección– es experimentada por los hombres en
términos profundamente genéricos, plantea la amenaza de la pérdida
de su hombría y provoca en muchos humillación y desesperación.

n) Doble moralidad sexual –quiero que sea más “puta” en la cama, pero si
lo es desconfío; puta en la cama y casta/pura fuera de casa–.

87
o) La búsqueda sexual no es sólo una búsqueda de placer sino el deseo
de calmar su ansiedad, elevar su autoestima y autoreafirmarse como
hombre.

p) La sexualidad influye en cómo nos sentimos, socializamos, cómo


experimentamos el mundo –lo afectivo, la comunicación, lo erótico, lo
reproductivo–.

6. Ejercicios entre sesiones

Principalmente, se ensayan las técnicas abordadas en la sesión, pero también


se puede pedir ayuda a la persona de apoyo o entorno social para encontrar
alternativas y diferentes puntos de vista, que favorezcan una buena relación
interpersonal.

Vulnerabilidad: Se evita a toda costa sentir vulnerabilidad, ya que implica debilidad


e inferioridad. Se ama el riesgo que hace más fuerte la identidad, pero no así el
que da inseguridad. Asimismo, se une a sentimientos que se intentan evitar y no
se controlan, junto con la pérdida de otros, que afianzan nuestra identidad, como
la seguridad, valoración de uno mismo o reconocimiento. Esto produce miedo,
rechazo y defensa ante lo desconocido y lo no deseado.

Soledad: Se aborda dentro este tema, debido a que, en la mayoría de ocasiones,


aparece o se percibe a partir de la pérdida de la relación y del ideal de familia.
Implica una dependencia hacia los demás, impidiendo hacer valoraciones
personales, como la construcción de la autonomía, por dudar de uno mismo. Por
lo que se evita la resolución de conflictos, el cambio o la expresión de emociones,
para evadir lo que supone la soledad, que no es más que encontrarse con uno
mismo frontalmente; sin recursos para hacerlo ni un contexto favorecedor para
digerirlo.

88
UNIDAD N.° 9: CONTROL DE LA IRA E IMPULSIVIDAD

1. Objetivo

Toma de consciencia del estado emocional de ira, para fortalecer, fomentar


y manejar herramientas que favorezcan el autocontrol, principalmente en
comportamientos violentos.

La ira es una emoción, que no se debe evitar u “ocultar”, y se la usa como medio
de adaptación al entorno. Su buen manejo puede llevar al nivel de activación
suficiente para efectivizar los recursos a la hora de resolver un conflicto, pero su
uso no saludable implica numerosas desventajas –malas relaciones de amistad
y/o laborales, desvío de energía, genera pocas alternativas que facilitan una mala
resolución de las situaciones, que no se basan en el crecimiento personal, empeora
la situación, facilita la agresión, esconde problemas de fondo como inseguridad,
vergüenza o insatisfacción–.

2. Ejercicios control de ira

Pautas:

a) El empleo de las técnicas debe ajustarse a los participantes, pudiendo


ser complementarias para una mayor profundización de las mismas.
Se debe ser conscientes de que una interiorización mayor genera la
reducción de la violencia, siempre y cuando el hombre tenga habilidades
suficientes para realizarla. Ejemplo: A veces lo máximo que se va a
conseguir es evitar la conducta, pero se completa el objetivo que es la
extinción de la violencia.

b) En varios ejercicios, se puede comenzar con “Práctica concreta e


imitación” para manejar destrezas concretas basadas en técnicas de
autocontrol, en situaciones expuestas por los participantes, como
autoinstrucciones, sentimientos placenteros, comunicación asertiva,
etc. Empezando por el facilitador y continuando con los participantes,
pudiendo imitar algún recurso usado por el facilitador o por los
compañeros.

89
c) Es necesario hacer una lista de aspectos que causan ira: situaciones,
personas, imágenes, lugares, etc. con la ayuda de un diario de cólera
–autoregistro de aspectos que producen ira y su intensidad– y la
detección de las señales internas de tensión y conocimiento de la
Escalada de ira –pensamiento-emoción-acción–.

d) Todas las situaciones de ira deben producirse de menor a mayor


complejidad e intensidad; llevarlas a lo real después de la práctica en
la sesión.

e) Recurrir a la persona de apoyo dentro del programa sino se es capaz de


manejar la situación y/o perder el control.

f) En muchas de las técnicas, se puede incluir la imaginación, como técnica


reforzante, de acompañamiento o de inicio antes de la simulación, para
representar de manera mental situaciones problemáticas –que con la
imaginación produzcan tensión–, así como de las posibles soluciones
y consecuencias, factores favorecedores, alternativas, etc. Además, la
práctica se debe basar en el role playing o dramatización, como guía
para la regulación emocional.

g) No sólo se debe manejar los aspectos principales que producen ira,


sino también los secundarios, que impiden la extinción y “cargan el
disparadero”.

h) Es conveniente la reconstrucción de heridas pasadas, que al analizar la


naturaleza de la ira se descubre que está relacionada a situaciones no
elaboradas de forma correcta en el pasado y que propician alteraciones.
Ejemplo: Infidelidades anteriores, relacionamiento disfuncional en
pareja. Por lo que se debe controlar esa inyección de ira instalada en el
sujeto ante situaciones concretas.

i) El propósito de las sesiones de entrenamiento es el aumento de una


serie de funciones conductuales –habilidades sociales– y cognitivas
–habilidades cognitivas– que también afectan a la esfera emocional,
consideradas básicas para el proceso de integración social. No

90
pretenden efectuar un cambio básico de personalidad –una empresa
excesivamente ambiciosa–, y tampoco es psicoterapia, a pesar de que
el entrenamiento cognitivo ha resultado ser terapéutico, puesto que
fomenta el ajuste interpersonal y social.

j) Los ejercicios se pueden ajustar y ser válidos para otras temáticas


como empatía, asunción de responsabilidad o distorsiones cognitivas.

3. Características particulares

El terapeuta debe apoyar, no ser invasivo, ya que su papel es temporal.

a) Cada participante con ayuda del terapeuta debe adecuar las técnicas a
sus características personales.

b) Es importante la repetición de conductas para que se conviertan en


hábitos, y frente a situaciones de ira, pueda acceder a las técnicas, a
pesar de las condiciones emocionales desfavorables.

c) El role playing debe ensayarse como una simulación real, no como un


ideal, ajustar las conductas a posibilidades reales de cada integrante,
generando así alternativas diversas, que pudieran servir como ejemplo
para otros participantes.

d) Junto a la persona de apoyo se puede pedir que ejemplifique una


situación real, ya que el participante tiende a minimizar su reacción
ante situaciones de ira.

e) Dos aspectos que se deben abordar son: el inicio con conductas


concretas hacia una generalización –no se va a poder practicar en
todas las circunstancias–; qué hacer ante la posibilidad de recaída u
observación de desviación de conductas alternativas.

f) Algunas técnicas son iniciales para evitar la agresión, pero se deben


fortalecer otros aspectos para evolucionar y conseguir manejar
técnicas más elaboradas, duraderas y responsables. Ejemplo: Al
principio “parada de pensamiento” para aplicar “cambio de posición”.

91
g) Es positivo tener una tarjeta con la técnica que mejor funciona y cómo
realizarla para el momento de tensión.

h) De manera preventiva, practicar la respiración, sentimientos


placenteros, autoinstrucciones, recurrir a la persona de apoyo, etc.
para afrontar mejor la situación de tensión. Ejemplo: Mi pareja ha
hecho algo que me ha sentado mal, mientras yo estaba fuera de casa.

i) Tomar consciencia que los demás pueden pensar de otra manera,


manteniendo respeto, sin que tengamos derecho a enfadarnos por
ello.

4. Ejercicios entre sesiones

Principalmente, se ensayan las técnicas abordadas en la sesión, pero también


se puede pedir ayuda a la persona de apoyo o entorno social para encontrar
alternativas, que favorezcan una buena relación interpersonal. Es más beneficioso
si esto se produce después de que esas personas expongan anteriores ocasiones
en el manejo de la ira que haya conllevado, según ellos –quizá, el participante,
no opina lo mismo, no se le dio importancia o no se acuerda–, a situaciones
desagradables.

92
UNIDAD N.° 10: RESOLUCIÓN DE CONFLICTO Y CONSTRUCCIÓN DE SOLUCIONES

1. Objetivo

Existen patrones de conducta que imposibilitan la resolución de conflictos, y que


impiden que existan alternativas para mejorar la interacción, cambiando el estilo
de afrontamiento, apoyándose en ideas ya abordadas como la identificación de
emociones, cogniciones no distorsionadas, comunicación o empatía.

El conflicto es natural y sobreponerse a él ayuda a madurar, entendiéndolo como


un problema causa preocupación e incomodidad, en el que se puede intervenir
para conseguir un cambio, logrando entrenar y escoger las mejores estrategias
para su resolución positiva. Dando relevancia a las dificultades propias, actuales y
reales, no basadas en una hipótesis, en el futuro o en aspectos que no podemos
controlar, centrándose en la solución no en el problema.

2. Características particulares

Centrar el ensayo sobre un objetivo concreto, controlable y fácil de abarcar. Premisa


de “cuando recoges todo no entiendes nada”.

a) Planificar progresivamente de menor a mayor dificultad.

b) Progresar de situaciones planificadas –guion preestablecido– a


situaciones improvisadas y reales.

c) Pasar de representaciones estructuradas –control máximo por parte del


facilitador–, a semiestructuradas, hasta acabar con representaciones
no estructuradas –totalmente improvisadas–.

d) Llevar a cabo ensayos reales, en los que la conducta sea manifiesta y


pública –en presencia del “entrenador” y de los miembros del grupo–.

e) Reiterar los ensayos para dominar la conducta, evitando factores


que interfieran negativamente en el aprendizaje –cansancio,
aburrimiento–.

93
f) Emplear contextos, situaciones e interlocutores variados y
heterogéneos –fomenta la generalización–.

g) Retroalimentación para verificar y fortalecer desarrollo.

h) Fracasar tan de prisa como pueda, para cambiarlo y mejorarlo, “El


círculo de la recuperación”.

i) Conversar sobre la importancia de la toma de decisión al realizar


cualquier acto.

j) Asimilar que la resolución de conflicto puede que no sea lo “mejor” para


el hombre, si estos sostienen los privilegios que se supone que tienen.

3. Ejercicios y técnicas

94
4. Ejercicio entre sesiones

Principalmente, se ensayan las técnicas abordadas en la sesión, se puede pedir


ayuda a la persona de apoyo o entorno social para encontrar alternativas y
resoluciones nuevas, que favorezcan una buena relación interpersonal. Siendo
más beneficiosos si esto se produce después de exponer situaciones, donde las
resoluciones no hayan sido saludables –el participante no opina lo mismo, no se le
dio importancia o no se acuerda, se debe realizar un análisis–.

95
UNIDAD N.° 11: PATERNIDAD E INSTRUMENTALIZACIÓN DE LAS HIJAS/OS

1. Objetivo

Toma de conciencia que las/os hijas/os son víctimas del ejercicio de violencia,
además de eliminar pautas de maltrato hacia ellos –instrumentalización–,
anteponiendo sus necesidades a las paternas.

El entorno familiar debe proporcionar estabilidad y seguridad para ser capaces


de explorar, practicar, crecer como personas íntegras, pero cuando se produce
violencia, se arrebata ese soporte. Sufriendo ambivalencia entre lo que cuida y lo
que hace daño, sobre todo en los niños/as más pequeños/as, donde es mayor el
agravante.

Los problemas que se producen durante la infancia continúan en la edad adulta,


incluso sin ser ellos las víctimas directas o simplemente siendo conscientes de la
situación de violencia, sin necesidad de verla y oírla, como:

Retraso en el crecimiento, en desarrollo psicomotor o del lenguaje, trastornos


somáticos, de alimentación, sueño, ansiedad, depresión, baja autoestima,
indefensión, estrés postraumático, humillación, vergüenza, culpa, ira, ausentismo
escolar, apatía, agresividad, inmadurez, impulsividad, delincuencias, drogadicción,
angustia emocional, irritabilidad excesiva, reproducción de conductas negativas,
falta de autonomía o confianza, sentimientos de responsabilidad por los actos
violentos, naturalización de la violencia como resolución de conflictos, conductas
desafiantes o antisociales, delincuencia, déficit de atención, futuras relaciones
interpersonales no saludables, falta de empatía, autocontrol o expresión de
emociones, entre otros. Se añade una tabla con algunos ejemplos de consecuencias,
según edades.

Además de consecuencias ante problemas indirectos de la violencia hacia la


madre, como no cubrir sus necesidades, desatención, abandono, huida del hogar,
falta de apego seguro, etc.

96
Si los progenitores se encuentran separados, divorciados o en proceso de hacerlo,
es necesario exponer y abordar información sobre ello, ya que les sugestiona
mucho la idea de que sus hijos/as se van a “traumar” por “romper” la unidad
familiar. Esto implica trabajar mitos –“mi hijo si se queda con ella, no va a ser
hombre”; “tiene que estar con ella, porque conmigo no puede estar por ser un
hombre”; “mira como está el hijo por tu culpa”; “yo a ellos nunca les he pegado,
así que no deben estar enfadados conmigo”; “están apoyando a su madre, porque
les miente sobre mí”; “es la relación dolorosa lo que causa problemas y no la
separación”; “tengo que aguantar hasta que mis hijos sean mayores”; “ella ya no
puede estar con ningún hombre más, su padre soy yo”– y violencias hacia ellos
–control excesivo del dinero para su cuidado, castigos injustificados, sustraerlos
del colegio sin derecho a hacerlo, ignorar, a hijos/as de otra relación, impedir que
vean a sus abuelos, generar conflictos con su madre “por” ellos, amenazar con
quitárselos a su madre, utilizarlos como mensajeros o vigilantes, desvalorizar a la
madre en su presencia–.

2. Características particulares

a) Enfocar la prioridad en los hijos, no como instrumento para “rehacer”


la familia y volver con la expareja.

b) Si es requerimiento judicial depende de la resolución, para ver a los


hijos, en qué lugares y condiciones, etc.

97
c) También se puede incluir un apartado para mejorar la relación con la
expareja, si influye en el desarrollo personal y el de los hijos/as, sin que
interfiera ni desvié el objetivo de reducir/eliminar la violencia.

d) La motivación para el cambio es la característica fundamental.

e) Afianzar el vínculo paterno-filial, ya que mejora mucho la posibilidad de


cambio y desarrollo personal. Evitando la instrumentalización de hijos/
as.

f) Estilos de paternidad.

3. Ejercicios entre sesiones

a) Expresar lo que sienten acerca de lo que están viviendo los/as hijos/


as por la violencia de género. ¿Cómo se sienten? ¿Qué puedes hacer
tú? ¿Los necesitas o ellos a ti? ¿Qué puedes cambiar? ¿Qué quieres ser
para tus hijos? ¿Por qué?, etc.

b) Cómo me ven. Analizar la imagen como padre –hablando también del


pasado–, desde mis hijas/os, la persona de apoyo, los estamentos
judiciales o el entorno.

c) Tabla de acciones para mejorar la relación paterno-filial, teniendo el


epicentro en la salud mental de hijo/a.

d) Explique de qué forma viven los/as hijos/as, la instrumentalización y


cómo esto los afecta.

98
UNIDAD N.° 12: OBJETIVOS, PLANIFICACIÓN DE ACTIVIDADES Y DISTRIBUCIÓN
DE TIEMPO

1. Objetivo

Los tres puntos se encuentran relacionados, teniendo la necesidad de ser


coherentes entre sí, unido a sus creencias, pensamientos, emociones, habilidades
o proyecto de vida. Sin olvidar el contexto, que debe resultar favorecedor.

Hay numerosas teorías que hablan de la realización de objetivos –basadas


en autorrealización, en la felicidad, en el éxito social o en el interpersonal, en
la motivación humana o al logro, en el establecimiento de metas, basado en
jerarquías, etc., que se deben manejar para adecuar la que mejor convenga al
participante–, que ayudan a su clarificación, ya que el participante puede abordar
otros aspectos, manteniéndolos como sub-objetivos, pero siempre y cuando
favorezcan la erradicación del ejercicio de violencia, que es de donde se debe partir,
junto con el sujeto, para establecer sus metas y afianzar su cambio.

Finales Ventajas/
desventajas
Flexibles (¿Es posible?)
Objetivos Intermedios
Operativos (¿Qué pasos?)
Errores (fuera
Inmediatos Estimulantes (¿Qué motivos?) objetivo

condiciones)
De la sesión, programa y en su vida

Tiempo

Realista (¿Tengo ese tiempo? ¿Lo quiero usar para esto?)

Distribución (Cuándo hacerlo)

Obligatorias Dependientes
Urgentes/no urgentes de
Placenteras/no
Actividades placenteras
Flexibles/rígidas Conocimiento y
Individuales/colectivas habilidades
Optativas

99
2. Características particulares

a) Los objetivos deben adecuarse al estado momentáneo, las fortalezas


y aspectos a mejorar del participante.

b) Es necesario tener un plan de vida, que se aleje de ideales, conformismo,


monotonía.

c) La mayoría son pasos para dirigirse hacia el objetivo, cumpliendo


metas pequeñas.

d) Pueden hacer referencia a cualquier aspecto de la vida: emocional,


laboral, social, relacional, etc.

e) Son modificables, para evitar el aumento de tensión y frustración por


llegar a ellos o no conseguirlos.

f) Se debe tener en cuenta la motivación y sus variabilidades, para


adecuarse.

g) No se debe cargar todo de objetivos, deben ser “puntos de sujeción”.

h) Después de manejar esta temática, en su vida diaria no tiene que


seguir el cuadro de manera lineal, pero sí hacer un análisis rápido, que
permita una visión general y si fuera necesario uno más exhaustivo.

3. Ejercicios entre sesiones

Se pueden realizar varios ejercicios, tanto en la sesión como entre las mismas, de
distribución de tiempo, jerarquización de prioridades y de razonamiento, análisis
de la situación, causas y consecuencias, modificación de errores, comparativa de
experiencias entre los participantes, etc. –basados en el cuadro anterior– con
situaciones pasadas o actuales –relacionados con aspectos que ayuden al no
ejercicio de violencia, aunque no tiene por qué estar en relación directa– para
manejar una práctica del sistema, que ayude a resoluciones futuras.

100
DELEGACIONES DEFENSORIALES DEPARTAMENTALES
Y COORDINACIONES REGIONALES

LA PAZ CARANAVI
Calle Capitán Ravelo N.º 2329, Calle Tocopilla N.º 4-B,
Edificio Excélsior, Piso 5. Edificio COSAPAC, Piso 1.
Telf.: (2) 2113588 Zona Central Telf.: 2 8243934

ORURO LLALLAGUA
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entre Tupiza y León. y Cochabamba.
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COCHABAMBA PUERTO SUÁREZ


Calle 16 de Julio N.º 680, Av. 6 de Agosto N.° 29, entre
(Plazuela Constitución). La Paz y Santa Cruz.
Telf.: 44140745 - 4 4140751 Telf. 67290016

SANTA CRUZ RIBERALTA


Calle Andrés Ibáñez N.º 241, Av. Plácido Méndez N.º 948,
entre 21 de Mayo y España. Hotel Campos.
Telf./Fax: 3 3111695 3 338808 Telf.:/Fax: 73993148

BENI - TRINIDAD POTOSÍ


Calle Félix Pinto N.° 68, entre Av. Serrudo N.° 143, Esq. Arce,
Suárez y 18 de Noviembre. Edificio Renovación (interior).
Telf.: (3) 4652200 - 4652401 Telf./Fax: (2) 6120805 - 6124744

PANDO TARIJA
Calle Cochabamba N.° 86, detrás del Calle lngavi N.° 789,
templo de Nuestra Señora del Pilar. Esq. Ramón Rojas, El Molino.
Telf.:/Fax: (3) 842 3888 - 71112900 Telf./Fax: (4) 6116444 - 6112441

YACUIBA MONTEAGUDO
Calle Juan XXIII S/N, entre Martín Barrio Paraíso,
Barroso y Cornelio Ríos. Avenida Costanera S/N.
Telf.: (4) 682 7166 * Fax: (4) 6822142 Telf.: (4) 6473352

DESAGUADERO CHAPARE
Av. La Paz, Esq. Calle Ballivián Calle Hans Grether N.º 10.
S/N, (Ex local Suipacha). Telf./Fax: (4) 4136334

EL ALTO CHUQUISACA - SUCRE


Av. Juan Pablo II N.º 75 Calle J.J. Pérez N.º 602,
(Altura Cruz Papal). Esq. Trinidad.
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2152352 6918054 - 6913241 - 6410453

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