Origen de La Aviación PEREYRA

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Origen de la aviación:

Como en tantos otros hitos de la humanidad, la fecha exacta y el pionero que


logró por primera vez remontar vuelo a bordo de un vehículo más pesado que
el aire está envuelto de polémicas.
Quizás, el hecho de que en los tiempos en que nació la aviación moderna
existía una creciente competencia y moda por realizar actos descabellados
(para esos tiempos por supuesto) y proezas, las cuales eran debidamente
notificadas a los medios de prensa antes de ser ejecutadas para poder
convertirse en héroes o mártires de algunas de las causas perdidas de fines del
siglo XIX, como los récords de velocidad en automóvil, los primeros vuelos en
globo o incluso, remontar alguna aparatosa máquina con pretensiones de
avión.
Pero nuestro objetivo es adentrarnos un poco en el origen de uno de los logros
más importantes para la humanidad, incluso, para algunos es el mayor logro de
la humanidad ya que el transporte es la principal herramienta de progreso de
las sociedades a nivel económico y humano, lo que ha puesto al avión en el
podio de los medios de transporte más poderosos y efectivos creados hasta
ahora.
Incluso, aprovecharemos la coyuntura que estamos viviendo con un increíble
expo FIDAE 2012 en Chile donde se pueden disfrutar a los monstruos
voladores más modernos de nuestros tiempos.

Un poco de historia:
El origen de la aviación se remonta al hombre prehistórico, cuando levantó la
vista y observó el vuelo de las aves y nació así su deseo de imitarlas. En
registros de casi todas las épocas de la historia de la humanidad, incluso en la
mitología de varias culturas, el vuelo se encuentra asociado a seres superiores.
El deseo pudo más que todas las limitaciones existentes y así, luego de miles
de intentos, la aviación moderna comenzó a dar sus primeros pasos a partir del
siglo XVIII, cuando algunos inventores diseñaron globos aerostáticos que
lograban elevarse impulsados por aire caliente.
Entrando al siglo XIX se comenzaron a construir los primeros dirigibles capaces
de ser conducidos con normas y elementos similares a los de un barco, incluso,
a nivel lenguaje de manejo.
Mientras tanto, algunos aventureros comenzaban a experimentar con
planeadores que se asemejaban a la estructura de un ave.
Acá es donde nos metemos en los orígenes del avión propiamente dicho y
donde se complejiza definir exactamente al pionero ya que, como comentamos
antes, hubo muchos proyectos en paralelo, algunos con mayor prensa que
otros.

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¿El primer avión o los primeros aviones?
La polémica por el origen del avión, como en muchos otros casos, en parte
puede ser resuelta por el infinito Leonardo Da Vinci que como siempre, también
nos da una mano. El primer diseño de avión del que se tenga registro data de
un dibujo de Leonardo en el siglo XV, aunque no existen registros de que este
prototipo haya levantado vuelo.
De ahí en más, el primer vuelo exitoso de un objeto, que no era un avión, fue el
de Francois de Rozier que junto al marqués de Arlandes volaron con un globo
de papel construido por los hermanos Montgolfier en 1783.
Casi cien años después, luego de miles de globos construídos pero ningún
avión, se conocen registros del vuelo de un planeador sin motor en 1883
comandado por John Joseph Montgomery. En esa misma época, otros intentos
similares fueron realizados por Otto Lilienthal, Percy Pilcher y Octave Chanute.
Pero los planeadores no eran considerados aviones propulsados ni vehículos
más pesados que el aire ya que justamente se elevaban a causa de la
diferencia de temperatura de las distintas capas de aire.
Mientras tanto, Sir George Cayley sentaba las bases modernas de la
aerodinámica, algo imprescindible para entender y diseñar desde el concepto,
un avión capaz de remontar vuelo y sostenerlo. Se conocen varios prototipos
de ala fija diseñados por Cayley desde 1803, incluso un planeador con
capacidad para transportar pasajeros en 1853, pero seguía sin ser un avión.
Desde este punto de partida, a fines del siglo XIX, se producen dos hitos que
son considerados como el inicio de la aviación moderna.

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Tarjeta postal francesa que muestra a Alberto Santos Dumont en su avión, el 14-bis.

El primer avión con todas las letras fue diseñado y creado por el francés
Clément Ader, a quien también se le atribuyen grandes avances en las
telecomunicaciones y la instalación de la primera línea telefónica en Europa en
1880.
El Éole de Clément Ader es reconocido oficialmente el 9 de octubre de 1890
como el primer avión autopropulsado de la historia en funcionar, luego de
aterrizar de un recorrido de 50 metros con despegue incluído. Esta fecha es
reconocida oficialmente como el nacimiento de la aviación en Europa. Dos
años después, Ader repite la hazaña con el Avión II volando 200 metros.
Mientras tanto en Estados Unidos, los hermanos Wright realizan un despegue
tripulado el 17 de diciembre de 1903 que duró 12 segundos con un recorrido de
casi 37 metros.
Sin embargo, en Europa el brasileño Alberto Santos Dumont fue el primer
hombre en realizar un circuito preestablecido bajo la supervisión de
especialistas, periodistas y testigos el 23 de octubre de 1906 logrando
trasladarse 60 metros a una altura de 3 metros del suelo en el 14-Bis, en las
afueras de Paris.
Este logro lo convirtió en la primera persona en realizar un vuelo en un avión
autopropulsado. Todos se preguntarán ¿por qué si los hermanos Wright lo
hicieron 3 años antes? En realidad, el prototipo Kitty Hawk de los Wright no
podía despegar por sus propios medios y debió ser impulsado por una
catapulta hasta fines de 1908, por lo que fue desacreditado su logro ya que el
avión no era “totalmente controlado”, sino que dependía de objetos externos
aún.
Esto no le quita mérito a los Wright ya que, sin su apoyo e incansable
experimentación, el avión moderno podría haber tardado muchos años más en
desarrollarse.
Lamentablemente, uno de los mayores impulsores del vertiginoso crecimiento
del avión moderno fueron las guerras.

Las guerras mundiales, el puntapié para el avión moderno:


En pleno auge de la inventiva y la experimentación alrededor del mundo,
tiempos conocidos como La Belle Époque en Europa, los avances tecnológicos
se conocían a diario y los medios de transporte eran las estrellas de todas las
exposiciones que se realizaban en el viejo continente a causa de su poderío
para unir grandes distancias en poco tiempo.
Durante esta época aparecen el primer concepto de hidroavión diseñado por el
estadounidense Glen Curtiss en 1911, el “Le Grand”, prototipo diseñado por el
ruso Ígor Sikorski en 1912 y el primer cuatrimotor en 1913.

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El período oscuro durante la Primera Guerra Mundial dejó un panorama
desolador para Europa pero un gran futuro para el avión ya que sus pocos
defensores lograron demostrar en pleno combate que estos vehículos suponían
una superioridad verdadera al poder traspasar líneas enemigas para espiar sus
formaciones así como también fotografías estructuras y casi a finales de la
contienda, enfrentarse a objetivos terrestres con pequeñas bombas o combatir
contra otros aviones con armas de mano.
Para comprender la magnitud del desarrollo del avión en esta guerra podemos
decir que cuando comenzó, los primeros aviones a duras penas llegaban a los
100 kilómetros por hora de velocidad. Con la rendición de las potencias
centrales a fines de 1918, los aviones ya lograban velocidades cercanas a los
230 kilómetros por hora y las técnicas de vuelo habían crecido al punto de que
en la actualidad se siguen enseñando en las academias de pilotos de combate
algunas técnicas creadas en esos tiempos.
El fin de la WWI, lejos de desmotivar a los inventores, los llevó a experimentar
aún más sobre el avión. Así es como se generó la inquietud de la limitación que
una hélice podía provocar sobre el vehículo aéreo. Se necesitaba cada vez
más velocidad y control, por lo que ya en 1930, el ingeniero aeronáutico
británico Frank Whittle patenta el primer desarrollo de motor de turbina con
compresor centrífugo. Cinco años después, el alemán Hans Von Ohain patenta
también sus motores de compresor axial de turbina, el cual realiza su primer
vuelo montado en un HE-178 Heinkel el 27 de agosto de 1939 logrando así
convertirse en el primer vuelo a reacción de la historia.

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Heinkel He 178, primer avión de reacción que realizó un vuelo controlado.

Para el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, todas las potencias


participantes del conflicto poseían gigantescas divisiones de aviones pilotados,
bombarderos y aviones de reconocimiento. Incluso en el período de pre y post
guerra nacieron algunas de las fuerzas aéreas más prestigiosas de todos los
tiempos como la Fuerza Aérea Israelí (1948) y la de muchos países de medio
oriente.
El presente y el futuro del avión moderno:
El fin de la WWII dejó un saldo altamente positivo para la aviación y el
desarrollo de aviones modernos. Los vuelos comerciales se convirtieron en el
método más seguro de transporte debido a su muy bajo porcentaje de
accidentes en relación a sus competidores directos, los barcos y los vehículos
terrestres, los aviones a reacción reemplazaron casi en su totalidad a la hélice
y todo tipo de objetos comenzaron a ser transportados por aire a través de las
miles de empresas de correo que utilizan este medio de transporte como el
más eficaz.

SpaceShipOne, financiado por la NASA y Paul Allen es el primer vehículo espacial tripulado de capital
privado.

En la actualidad, y como podemos disfrutar en las notas de la FIDAE que varios


colegas de Betazeta nos brindan cada día, los aviones modernos poseen la
más alta tecnología. Instrumentos 100% basados en electrónica, control de
vuelo automatizado, comunicaciones satelitales e incluso capacidad de
reabastecerse de combustible en pleno vuelo han convertido al avión en el
sueño de aquellos primeros pioneros que alguna vez pensaron en lograr
permanecer eternamente en el aire.

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