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RECURSOS

HIDRICOS,MODERNIZACIONYCOMUNIDADATACAME
LACOYUNTURADELOSAÑOS30
DR. JOSÉ ANTONIO GONZALEZ PIZARRO*
Unlversldad Catdlica del Norte.
Escuela de Derecho,~nrofaagasta.

El tema que nos ocupa se centra en los pro- gias se fomentará un proceso de industrializa-
yectos modernizadores que se plantearán en el ción, con antelación a la emergencia de la Corfo,
transcurso de los años 30 y cuya importancia y al rescate de una actividad económica desper-
es dual. Una primera mirada se extiende a lo filada pero que era necesario sostenerla: la agri-
concerniente al uso del agua que venía ejer- cultura, por tener los espacios y los recursos hu-
ciéndose por las distintas comunidades aleda- manos pertinentes no solo del interior, pues el
ñas en los distintos cursos de aguas en la pre- sector podía, conjuntamente con las distintas
cordillera, sea en las proximidades de Calama quintas y huertas de Antofagasta, paliar lo fun-
y por consiguiente de los ríos Loa y San Salva- damental ante la crisis: el aprovisionamiento de
dor, como las ubicadas en los ayllus y villorios los recursos básicos perecibles, máxime cuando
cercanos al gran Salar de Atacama, con los ríos el Gobierno había cerrado en 1930 el libre tránsi-
y afluentes, como ser, San Pedro, Salado, Vila- to de productos agropecuarios desde el noroeste
ma, etc. Pero, el interés se debe también a que argentino. Estos proyectos agrícolas serán asumi-
constituye una etapa intermedia o bisagra en- dos por la administración de Arturo Alessandri,
tre lo prescrito por el Reghnento de Regadíos de 1932-1938 y, en este marco, veremos de qué ma-
1895 que regularizaba a los usuarios al interior nera las distintas instituciones estatales darán
de Calama y las modificaciones que se tendrán cuenta de los proyectos de intervenir los cursos
en el Reglamento establecido en 1960. de aguas, a través de diques, nuevas bocatomas,
Es en los años 30 cuando se asiste a los efec- desviaciones de afluentes, para poder optimizar
tos catastróficos de la crisis minera salitrera que el aprovechamiento hídrico en los distintos cam-
azota a las provincias de Tarapacá y Antofagas- pos de la actividad humana. Aquí se exhibió el
ta, sumadas las secuelas de la crisis mundial; esfuerzo ingenieril más importante hasta enton-
todo lo cual condujo a un replanteamiento glo- ces, solo comparable con las realizaciones técni-
bal de las actividades productivas por parte de cas aplicadas en el área precordillerana con los
las autoridades regionales y de las instituciones mismos objetivos entre los anos 1960-1961.
empresariales de Antofagasta encaminadas a Este proceso que apuntó a una modemiza-
esbozar una estrategia económica que permitie- ción vertical desde el Estado, centró su visión
ra no solo asumir las consecuencias de los ciclos en la demanda de aguas desde los centros ur-
salitreros, en este caso el terminal del sistema banos costeros y de los núcleos productivos lo-
Shanks, sino que postulara otros pilares donde calizados en la depresión intermedia y en el
apoyarse para paliar el panorama social y eco- litoral. Proceso que, paradójicamente, será cap-
nómico de lo sobrevenido. Entre estas estrate- tado tangencialmente por los primeros ar-
queólogos y hombres interesados por el patri-
monio cultural de la comunidad atacameña.
L
Este trabajo forma parte del Proyecto Fondecyt N” 1981080, Importa registrar aquello pues, a nuestro en-
am 1999. tender, pudo plantearse en los años que de-
marcan nuestra exposición las bases de un de- solucionaría en noviembre de 1932 y durante el
sarrollo más armónico entre los recursos hídri- gobierno de Alessandri Palma se volvió a alen-
cos, la población que había usado preferencial- tar la importación de ganado argentino, al ser
mente aquellos para sus tareas agropecuarias, liberado de tales gravámenes, al tenor del Tra-
y los planteamientos modernizadores de obras tado Comercial de 3 de junio de 1933, reafirma-
públicas que afectarían a estas mismas. Máxi- do en el Protocolo Adicional al Tratado de
me cuando en la época se reparó en los even- 1933, rubricado en 1938l. Este factor, sumado
tuales efectos de la aducción de las aguas por con la demora de la conclusión del Ferrocarril
las empresas mineras en los ríos cuyos cauda- de Antofagasta a Salta, que había empezado a
les estaban establecidos en la reglamentación construirse en la década de 1920 y que final-
de los primeros lustros del siglo XX. mente se inauguraría en 1948*, desalentaba el
Estas notas de investigación forman parte aprovisionamiento de los productos agrope-
de un proyecto en curso que aguardamos, con cuarios para la ciudad y su hinterland.
el procesamiento de la nueva documentación Este diagnóstico incidía no solo sobre la ca-
adicionada, podrá ir despejando las transforma- lidad de vida sino que también sobre la cares-
ciones graduales de los usos de las aguas en la tía de la misma que, por aquel entonces, se
provincia de Antofagasta, que, habíanle caracte- agravaba por la dificultad de infraestructura
rizado desde fines del siglo XIX, sea en el con- para las poblaciones periféricas de Antofagasta
sumo gratuito residencial para la ciudad capital que, huelga decir, agrupaban a un sector im-
de provincia o en términos generales a princi- portante de los vecinos. En este sentido, cabe
pios del siglo XX en el uso consuntivo de las advertir que el aprovisionamiento de agua
aguas bajo un régimen diferencial, proyección de para la ciudad de Antofagasta tenía dos canali-
algunos lineamientos consuetudinarios o positi- zaciones: una, era el tendido de cañerías de la
vos de la legislación colonial, hasta ir desdibu- empresa del FECC. de Antofagasta a Bolivia
jándose estos rasgos a medida que se orientaba que desde noviembre de 1888, como heredera
la reglamentación de aguas hacia un proceso de de las concesiones otorgadas a la Compañía
codificación. Estas notaciones las hemos centra- Huanchaca, tenía a cargo el abastecer y vender
do, como advertíamos preliminarmente, hacia el agua potable a la ciudad y entregar gratui-
la situación de la actividad agraria, las obras tamente esta a las dependencias de beneficen-
viales en los cursos de aguas en el contexto de cia, educacionales, reparticiones públicas y
la precordillera atacameña y loína y, por ende,
castrenses. Desde julio de 1904 tenía el uso y
nos referiremos sucintamente a dos temáticas:
goce de las aguas de Palpana y de las aguadas
de Ujuna Grande, Puquios y Siloli3. La otra, la
1. La actividad agrícola y los recursos hídri- obligación de la Municipalidad en conformi-
cos en la estrategia económica regional, y

2. Los planteamientos técnicos sobre los re-


cursos hídricos. Cf. Jose Antonio González Pizarro, “Esquema de periodf-
ración histórica de las relaciones entre el noroeste argentino y
el norte de Chile”, 111Encuentro Chileno-Argentino de Es-
1. ACTIVIDAD AGRfCOLA Y RECURSOS HfDRICOS tudios Históricos, Buenos Aires, abril de 1999. En prensas
EN LA ESTRATEGIA ECONÓMICA REGIONAL en Revista de Estudios Trasandinos, Afro 111,N” 4.
Cf. Jose Antonio González Pizarro, “El FF CC. de Antofa-
gasta a Salta: Regmnalización e lntegrnción”, Actas del II
El panorama de Antofagasta en los prime- Seminario Internacional de Integración Subregional,
ros años de la década del 30 era de desorienta- Universidad Nacional de Jujuy-Universidad Católica de
ción. A los efectos de la crisis salitrera y mun- Salta, 1994; y los artículos “El ferrocarril que dio vida u la
dial se unía el cierre de la frontera para los región” y “El desarrollo de In complernentación económica”
en Noa y Norte Grande, Crónica de dos regiones inte-
productos agropecuarios argentinos, dado los gradas. Embajada de Chile en Argentina, 1999, pp. 87-93
enormes derechos de importación que se apli- y 150-154 respectivamente.
caron. Una dimensión de ello la tenemos, por Vid. José Antonio González Pizarro, “Apuntes parn una
ejemplo, cuando en 1920 el ganado ingresado reconstrucción de la normat~ua de las aguos en el norte chile-
al norte de Chile era de 30.466 vacunos y 1.842 no. Desde el reglamento paro el consumo gratuito de agulgua
potable de Antofagasta de 1926 hasta el proyecto de ley sobre
caballos procedentes desde Salta, principal- agua potable de la provincia de Tarapacd y Antofagnsta de
mente. Y, ahora, en 1930 la exportación solo al- 1943”, Revista de Derecho de Aguas, Universidad de
canzó a 160 animales. El problema tarifario se Atacama, 1998, Vol. 9, pp. 55-63.
dad con la legislación vigente de hacer frente a Blanche6, su Comité de Defensa de Antofagasta
la implementación de infraestructura necesaria había esgrimido, en los inicios de la adminis-
para proveer a la población de agua potable4. tración de Alessandri, todo un proyecto de es-
En este contexto se constata la fuerza del trategia económica que hacía confluir los apor-
sentir regionalista de Antofagasta que desde tes privados, nacionales y extranjeros, con las
vieja data había vinculado los esfuerzos de la medidas legales y económicas de parte del ES-
actividad empresarial particular con la proble- tado para poder articular una regeneración
mática de la cuestación de impuesto, el agua y económica regional.
los recursos naturales y, ahora, veía cumplirse Lo aseverado en líneas superiores permitirá
una suerte de autoprofecía de desconfiar de los comprender los cómo y por que vuelven a posi-
organismos centrales políticos, sea con la pos- cionarse los temas hídrico y agrícola en la es-
tergación del FF.CC. trasandino norte, las ba- trategia regional de ámbito privado y público.
rreras aduaneras a los productos agropecuarios Centrando las directrices en la reactivación
argentinos, la tenaz oposición de las provincias de la minería, y en un amplio plan de obras
agrarias chilenas y de la Sociedad Nacional de viales, puentes, caminos, que favoreciera la sa-
Agricultura 5, etc. Su Comité Civilista Constitu- lida de la producción del interior hacia el lito-
cionalista había desmoronado a la última Junta ral, la estrategia económica regional visualizó
Militar de Gobierno del año 32, la del general un mayor impulso en la agricultura para mejo-
rar las condiciones de vida de la población y
por ende en el uso del recurso hídrico7. Y aque-
llo coincidió con determinadas propuestas pro-
venientes desde Calama y alrededores hacia el
gobierno provincial. Y también con la acción
4
edilicia de D. Humberto de Ramón Correa, en-
En las poblaciones obreras del centro-norte de la ciudad,
fundamentalmente las poblaciones “Norte”, “Orienté’, tre 1935 y 1938, principal animador en Antofa-
“Miramar”, el aprovisionamiento de agua se distribufa gasta de una apuesta por aquel sector produc-
en dos sectores: el bajo, por las cafierías del FECC. de tivo. Inquietudes que hermanaban a la ciudad
Antofagasta a Bolivia, y el sector alto, donde la Munici-
palidad debió hacer las inversiones de un tendido de
con las preocupaciones de Iquique por la mis-
caiiería central que alimentara nueve pilones, o de una ma época, aunque las condiciones eran disími-
bomba centrffuga y motor eléctrico, para hacer llegar el les. La coincidencia era que frente a la deca-
agua a los sectores altos y consecutivamente realizar la dencia o a los periodos cíclicos de la actividad
venta de agua. Archivo Municipalidad de Antofagasta,
Libro de Actas, Volumen 32, sesiones 24 de agosto y 10
salitrera era necesario paliar el problema so-
de septiembre de 1937. Tambibn, Archivo de la Intenden- cial, haciendo retornar hacia el interior a los
cia de Antofagasta, Volumen 95 (1931). Oficio de la Junta pampinos con experiencia agrícola y explotar
de Vecinos de la Población Obrera Norte, de 1931 s/f., las tierras feraces de quebradas o vegas, pero
exigiendo la aplicación del D.S. 768, de 22 de febrero de
1929, que se refiere al mejoramiento de los barrios popu- para esto era imprescindible contar con el re-
lares; Oficio del administrador general del FF.CC. de curso hídrico que, desde fines de la década de
Antofagasta a Bolivia, de 1 de abril de 1931, al Intenden- 1910, algunas de sus fuentes habían sido ex-
te, donde se le indica “que la instalación de servicios de
agua potable en la población Oriente es un trabajo que
propiada, desviada o concedidas para el abas-
no reportará utilidad alguna a esta Empresa”, por lo que tecimiento residencial de las grandes urbes*.
sugería convenir un contrato con los duerios de propie- Este mismo aspecto había empezado a tener
dad para un arranque domiciliario.
La Municipalidad asumió dos empr&titos en el curso
del silo 1932 por un valor total de $300.000 para enfren-
tar la higienizaci6n y provisión de agua potable para las
poblaciones obreras, Norte, Oriente y Miramar. Vid. Ar- 6 José Antonio González Pizarro, “ideas e imdgenes del pro-
chivo de la Intendencia de Antofagasta, Volumen 110 ceso de regionalización y regionalismo en Antofagasta. Una
(1932), “Proyecto de obras que seria posible realizar du- perspectiva histórica”, Revista Anuario de la Facultad de
rante el curso del presente afro, con fondos municipales Ciencias Jurídicas, Universidad de Antofagasta, año
destinados al pago del servicio de sus dos emprktitos, 1998, 215.225.
Antofagasta, 11 de junio de 1932”. 7 Una exposición de las politice regionales de reactiva-
5 Cf. Jose Antonio González Pizarro, “Espacio y política en ción económica, excluida la agrícola, la presentamos en
Antofngasta. La percepción del desierto y la jorjación del sen- “Las estrategias económicns regionales en lo dkada de 1930
timiento regionnlista, 1880-1930”, en Viviana Conti (Edito- en Antojagasta”, XIII Jornadas de Historia de Chile, Viña
ra), Una Tierra y Tres Naciones. El Litoral Salitrero entre del Mar, agosto 1999.
1830 y 1930. Editorial Universidad Nacional de Jujuy, 8 Hacia 1926 se corrió la noticia de una supuesta iniciativa
Argentina. En prensa. gubernamental de irrigación entre Coquimbo y Tarapa-
una fuerte discusión al interior del segundo go- En efecto, hacia 1934 el Ministerio de Agricul-
bierno de Alessandri Palma de hacer reposicionar tura comisionó a su personal técnico del Servi-
la actividad agrícola en la economía nacional. La cio Provincial de Atacama y Coquimbo infor-
producción había bajado un 17% a consecuencia mar sobre las potencialidades agrícolas de
de la crisis de 1930 y el déficit triguero en 1933 Antofagasta y de qué forma se podía intensifi-
era de 600.000 qq. En 1936 Alessandri da a cono- car dicho rubro. A fines de ese año, se visitó y
cer un Plan de Fomento Agrícola9. se levantaron planos de los sectores agrícolas
La visión del alcalde De Ramón era tender de Calama, Chiu-Chiu, San Pedro de Atacama,
a un aprovechamiento de los inmensos recur- Toconao y Quillagua, concluyéndose que los
sos agrícolas del interior de la provincia. Así dos principales problemas eran el mejoramiento
podía descansar el aprovisionamiento de la de las aguas y el embalse de ellas y subsanados
zona en base a las enormes extensiones del de- estos “se aumentaría la superficie explotada en
partamento del Loa, con los oasis de Calama y forma considerable y se ampliaría el número
San Pedro de Atacama, incorporando más tie- de especies vegetales que hoy se cultivan y que
rras a las zonas de cultivo. Era una forma de necesariamente tiene que ser muy restringido
garantizar uno de los pilares para que la re- pues solo se pueden cultivar actualmente en
gión tuviera “vida propia”. Luego, el uso de esas regiones aquellas plantas muy resistentes
las aguas servidas de Antofagasta debía reci- a las sales que arrastran las aguas de regadío.
clarse para la ampliación de los jardines, con Para el cultivo se cuenta con suelos de buena
huertos de higueras, diversas hortalizas que clase, clima apropiado y agua suficiente. Falta
podrían no solo mejorar el consumo local sino pues suprimir el exceso de sales en las aguas y
que la dación de una “buena vida a la pobla- embalsarlas para poder disponer de ellas opor-
ción” solucionaría el éxodo de sus habitante al tunamente, cosas estas... relativamente fáciles
tenor de la bonanza y crisis de la mineríalO. La y de poco costo”12.
posición del alcalde antofagastino era en cierta De acuerdo con el informe técnico respectivo
manera retornar los planteamientos visionarios se sugería asignar un agrónomo en Antofagasta
del Comité Pro Colonización Agrícola de Anfofa- para poder ” orientar desde un principio la agri-
gasta, esbozados en un Informe de 1928. Estas cultura regional, hoy un tanto atrasada por el
iniciativas van a ser respaldadas por la Caja mismo abandono en que se la ha mantenido”, y
de Colonización que ante el déficit de divisas las mejoras que debían aplicarse para solucionar
salitreras propendía a ejecutar un programa las dos vallas de este sector económico, no ascen-
para agricolizar Antofagasta”. dían a más de 4 a 5 millones de pesos, cifra infe-
Estas ideas eran coherentes no solo con un rior a lo presupuestado para la provincia de Ta-
incremento de la actividad del Estado en la es- rapacá , que totalizaba 27 millones. La diferencia
fera productiva, sino que una zona como An- estribaba que lo contemplado para Antofagasta
tofagasta, cuya producción dependía de las cir- no estaba presupuestado, “ni un solo centavo”.
cunstancias de los mercados internacionales, La asignación del agrónomo ayudante D.
debía esperar del Gobierno las inversiones ne- Eleuterio Herrera como Agrónomo provincial
cesarias para incentivar la actividad agrícola. de Antofagasta a partir de 1935 , quien había
complementado los informes del agrónomo
provincial de Atacama - Coquimbo, Bravo Val-
divieso13, permitió encauzar las preocupacio-
~6. El Estado habia expropiado, para el caso de Tarapa-
cá, las aguas de Chintaguay en el valle de Quisma en
1912, mientras los agricultores de Matilla en 1935 recla-
maban la pérdida considerable de agua para sus planta- 12
ciones a favor del abastecimiento de Iquique. Vid. Luis Archivo de la Intendencia de Antofagasta, Vo1 148
Castro C., “Estrategias de desarrollo y su relación con el (1934), “Informesobre la convenrencia de efectuar algunas
problema del aguo: Tarapacá 1886-1937”. en Primer Semi- mejoras agrícolas en la provincia de Antofagarta”, La Sere-
nario Internacional de Integración Subregional , Iquique, na, 26 de noviembre de 1934, rubncado por Augusto
noviembre de 1993. Bravo Valdivieso, agrónomo provincial.
9 13 Eleuterio Herrera, agrónomo ayudante, a cargo de la
Cf. René Millar Carvacho, “Politicas Agrarias 1932- 1941”,
ponencia expuesta en XIII Jornada de Historia de Chile, provincia de Antofagasta, habia redactado un informe a
Vifia del Mar, agosto de 1999. principios del ario 1934 al Ministro de Agricultura. Bra-
vo Valdivieso dirigió copia del informe citado en nota
Io El Debate, Antofagasta, 20 de junio de 1935. 12, al Intendente de Antofagasta, D. Luis Cabrera, en la
11 El Debate, Antofagasta, 16 de noviembre de 1935. misma fecha.
nes de las autoridades de la zona, principal- jado en varios artículos en la prensa regional.
mente del Intendente y del Gobernador de Ca- Con su rúbrica había llevado a redactar deter-
lama, como de otras instituciones, como la Caja minados artículos amén de una intensa labor
de Crédito Agrario, hacia la búsqueda de solu- divulgadora y educacional en su localidad.
ciones pragmáticas. Las iniciativas en este periodo se concen-
A instancias de Eleuterio Herrera, que solici- traron hacia la precordillera, donde las propias
tó que la Caja de Crédito Agrario extendiera sus presiones políticas por propender a una solu-
beneficios a los agricultores de Antofagasta y ción socioeconómica urgía a la atención de lo
dispusiera que el agente de la zona norte de di- expuesto por el Ministerio de Agricultura. Ya
cha repartición hiciera la visita respectiva, la In- en 1933 la Asamblea Radical de Calama asocia-
tendencia solicitó al gerente de la Caja en San- ba la decadencia de San Pedro de Atacama con
tiago la diligencia respectiva. Sin embargo, en la disminución del tráfico de ganado argentino
atención al recargo de trabajo del agente, el sub- y como medida para solventar la cesantía y
gerente jefe de Sucursales de la Caja de Crédito creciente miseria del distrito señalado, apunta-
Agrario planteó que el propio agrónomo pro- ba a que debía reforzarse la agricultura para lo
vincial, “aprovechando uno de sus viajes y con cual “se hace necesario y urgente que el señor
el conocimiento que tiene de la zona estaría en Intendente recabe del Supremo Gobierno la
mejor situación para indicar la política que con- pronta realización de las obras del tranque de
vendría seguir.. . la conveniencia de informar en San Pedro de Atacama”i5.
principio a nuestro agente en La Serena sobre En 1933 se constituyó la Colonia Agrícola de
las necesidades agrícolas de Antofagasta, en la Calama, conformada por cesantes que, acogidos
seguridad de que la Caja proporcionaría las fa- al Decreto Ley 256, de 20 de mayo de 1931, ha-
cilidades que se solicitaran en cuanto fueran bía tramitado su reconocimiento legal y pedía al
viables y compatibles con los intereses de dicha Intendente ayuda pecuniaria para el estableci-
provincia”. Y así ocurrió, el agrónomo provin- miento de aserraderos. No se sabe cuál fue la
cial detalló un informe sobre las necesidades, evolución de esta Colonia, constituida por 119
haciendo notar a la autoridad política que “el personas, distribuida en 27 hombres, 23 muje-
suscrito empeñado en defender los intereses res, 65 niños y 4 madres (sic)16.
agrfcolas de la provincia de Antofagasta, infor-
A mediados del año 1939 se plantearon dos
mará con detalle al Sr. agente de dicha institu-
proyectos de regadíos y colonización a la In-
ción en La Serena, sobre la conveniencia absolu-
tendencia, uno referido al valle de San Pedro
ta que existe del crédito agrario, para los
de Atacama y otro concerniente a la pampa de
agricultores de la provincia de que trato. Los
Toconao.
fundamentos que se expondrán abogando por
esta necesidad, estimo que tendrán suficiente En cuanto al primero, se hacía notar que el
mérito para lograr que la Caja de Crédito Agra- propio Intendente en su visita al poblado de-
rio extienda sus operaciones de tanto beneficio bi6 haber percibido que su agricultura era “ru-
para la agricultura hasta dicho territorio”‘4. dimentaria” de rendimiento “deficiente”, a
Se debe tener presente que en la zona exis- consecuencia de la “mala calidad y escasezde
tía consenso en incentivar la agricultura y en agua y la pésima distribución de los riegos” (des-
este sentido gravitaron tanto el empeño del In- tacados nuestros). Esto último cuestionaba lo
tendente D. Luis Cabrera como del Goberna- sancionado en el Reglamento de regadío de
dor de El Loa Carlos Souper. Un rol notable le 1895, aunque, también, puede apreciarse que
cupo al director de la Escuela Granja de Quilla- concebía dos problemas copulativos que de-
gua Luis H. Díaz cuyo entusiasmo se vio refle- bían abordarse en el marco de las prioridades
del uso consuntivo de las aguas: el obstáculo

11 Archivo de la Intendencia de Antofagasta, Vo% 148, “Ex-


pediente 1935. Ministerio de Aericultura”. Oficio del
&gu5nomo provincial de Antofagasta al Intendente, Co- l5 Archivo de la Intendencia de Antofagasta, Vol. 147 (1933),
piapó, 12 de marzo de 1935; Oficio del subgerente jefe “Minuta de los puntos que la Asamblea Radical de Cala-
de Sucursales de la Caja de Credito Agrario, Santiago, 27 ma tratará con el saTor Intendente de la Provincia”.
de marzo de 1935, al Intendente de Antofagasta; Ohcio l6 Archivo de la Intendencia de Antofagasta, Val. 147
del agrónomo provincial, Copiap6, 3 de abril de 1935, al (1933), Oficio de la directiva de la Colonia Agrícola de
Intendente. Calama, de 13 de octubre de 1933, al Intendente.
150 JoS A. GONZ.,~LEZ

de la salinidad del agua y la poca variedad de provincia de Antofagasta podrá contar a breve
cultivos conjuntamente con la necesidad de plazo con esta feliz realidad”r7. Una porción de
arredrar la superficie sembrada, en términos la población de los oasis se hallaba en el mine-
intensivo como extensivos. Quizás, pueda con- ral y esto era una posibilidad de recuperar la
jeturarse, que el meollo de la finalidad de tales experiencia que como agricultores poseían.
proyectos modernizadores, en el panorama na- Mientras los proyectos enmarcados en pro-
cional, era el alterar también la jerarquización mover una modernización de los sistemas de
del aprovechamiento de las aguas en San Pe- regadíos y cultivos en los oasis de San Pedro
dro de Atacama, al tenor del Reglamento de de Atacama, cuestionaban no solo formas con-
1895. suetudinarias de relacionarse con el paisaje y
El proyecto argumentaba que “el subsuelo el valor que poseía el recurso hídrico al inte-
del valle está cruzado por corrientes de agua rior de las comunidades y que salvaguardaba
provenientes de los deshielos de la cordillera. el Reglamento de Regadíos de 1895, no obstan-
Estas corrientes subterráneas que van de N.E. a te, empezó una mutación gradual en la distri-
S.O. varían de profundidad y de volumen, bución de los predios de los oasis y el uso de
pero siguiendo el curso natural de las aguas, las aguas que se percibirá más tarde, al irrum-
estas se encuentran en mayor abundancia en pir la otra modernización de principios de
la hondonada del valle, en el punto denomina- 1960, cuando todavía funcionaba el ancestral
do Tambillo, y a una profundidad máxima de 3 sistema de canales de regadío de San Pedro de
metros. Como los pozos que en la actualidad Atacama que mezclaba las aguas de los ríos
hay en Tambillo arrojan poco agua, estimo que San Pedro y Vilama y que favorecía la sección
el problema podría resolverse abriendo una de riego de los ayllos de Conde Duque, San
zanja transversal, en la cual pudieran ser cap- Pedro, Tchécar, Séquitor, y que bajo el Juez de
tadas el mayor número de corrientes, cuyo vo- Aguas y el organismo Junta de Riego de San
lumen total sería elevado en dirección a la Pedro de Atacama tomaban las decisiones más
pampa Alana que es el sitio indicado para importantes en cuanto al riego y productivi-
nuestro objetivo. La pampa Alana es una am- dad. Mientras tanto, frente a la modernización
plia meseta de unos 20.000 hectáreas de super- sugerida reflejo de una racionalidad instru-
ficie aproximadamente, cuyo suelo está consti- mental, los atacameños se refugiaron en lo de
tuido por una profunda capa de arena siempre, sus entidades protectoras, de sus ce-
arcilloso-calcárea. Verdad que estas tierras son rros y deidades que les permitírían la provi-
pobres en substancias minerales, pero son tie- sión suficiente de aguas’*.
rras vegetales aptas para todo cultivo que solo Distinta fue la asunción del incentivo de la
esperan ser regadas para fructificar. El agua de agricultura en la ciudad de Antofagasta, donde
Tambillo es ‘potable’, ligeramente salobre y se fortaleció la entrega de terrenos hacia la sali-
apta para todo consumo, según análisis efec- da norte de la ciudad, kilómetro 13, y hacia el
tuados por el químico señor Humberto Rivera sector de la quebrada de Carrizo donde se eje-
Medina, ex Alcalde de Calama. Por consiguien- cutó un plan de fortalecimientos de quintas, re-
te, con esta agua es lógico que se obtendría re- parándose en cierta forma la pérdida de los es-
sultados muy superiores a los actuales “. pacios de quintas que había poseído la urbe en
El segundo proyecto, regadío y coloniza- el sector suroriental de su perímetro urbano.
ción de la pampa de Toconao, consistía en la
desviación de los ríos Vilaco, Alitar y Quilpia-
co donde “canalizando las partes más areno-
sas, se podría obtener un caudal 10 veces ma-
yor, aproximadamente, que el del río Toconao,
es decir, que con esta agua se podría regar una l7 Archivo de la Intendencia de Antofagasta, Val. 207
(1939), “Proyecto de regadío y colonnoción del valle de Sm
extensión mínima de 300 hectáreas”. Pedro de Atacama”; “Proyrcto de regadio y colonimción de la
Esta incorporación de nuevas tierras para el pampa de Toconao”, Antofagasta, 15 de septiembre de
1939.
cultivo interesaron vivamente a los dirigentes
18 Vid. Lautaro Núfiez, Cultura y Conflicto en los Oasis de
de los Sindicatos de Chuquicamata, quienes se San Pedro de Atacarno, Ed. Universitaria, 1992; Victoria
mostraron partidario de llevarlos a cabo. Con- Castro-José Luis Martínez, “Poblaciones indfgenos de lo
cluía el mentor de estos proyectos -Luis Nava- Prooincia de El Loa”, Texto a incluirse en Culturas de Chi-
rro- que con el apoyo de la Intendencia, “la le. Tomo II. Etnografía, Editorial Andrés Bello.
RECURSOS
HÍDRICOS,
,MODE.~~ZAC~~N
Y COMUNIDAD
ATACAMEIC’A.
LA COYUNTURA
m LOS~~30s 30 151

2. LOS PLANTEAMIENTOS TÉCNICOS SOBRE las mineras por sobre las agrícolas. No fue en
LOS RECURSOS HfDRICOS todo caso una expulsión violenta, pero sí una
sinopsis de lo que vendría después cuando el Es-
El impulso de la agricultura iba estrecha- tado desplie ue nuevos bríos de presencia en la
mente ligado con el mejoramiento de las aguas precordillera 5O. Así, se pudo seguir observando
y la ejecución de determinadas obras viales, las solicitudes de concesiones de aguas para el
para optimizar el sistema de regadío. La falta uso de actividades mineras, v.gr., la petición de
de revestimiento de los canales de regadíos Max Friedemann, por la Sociedad Azufrera “Po-
empeoraba en los oasis de San Pedro de Ataca- lán” que, en mayo de 1934, pidió a la Intendencia
ma la distribución de las aguas y poder cubrir una merced de agua para usos industriales en el
adecuadamente las distintas secciones de rega- río Loa y en los riachuelos Blanco, Cacijza, Chall-
dío, sin contar con la escasez del bien hídrico. huiri y Polán. E incluso, en determinado momen-
A esto se sumaba la pérdida de agua por eva- to, en 1933, se planteó la posibilidad de que el
poración 0 por infiltraciones. mineral de Chuquicamata pudiese dejar de utili-
zar las aguas del río Salado, cuyas obras de des-
La situación de los recursos hídricos en el
viación en ejecución en ese año afectaban a las
interior de la provincia mostraba la tensión en
comunidades agrícolas. Sin embargo, la Gerencia
el uso consuntivo de estos aunque existía un
de Chile Exploration Co. (Chilex) fue explícita
régimen diferencial que privilegiaba el abasteci-
en considerar que las obras de desviación “ten-
miento de agua potable para las ciudades, des-
pués para las oficinas salitreras u otros estable- drían que ser de carácter indefinido para com-
cimientos ubicados en la pampa, seguidamente pensar los gastos de instalación tanto de la cañe-
las destinadas a la elaboración del salitre, las ría como de la planta beneficiadora de minerales
que se pidan para fines industriales de cual- en la cual se aprovecharían las aguas del río sala-
quiera naturaleza, donde se incluían las vincu- do... Las aguas se usarían todas las veces que
ladas con las minas, para continuar con las so- fuera posible hasta que se perdieran por evapo-
licitadas con fines de regadío y concluir con las ración”. Y en cuanto a la posibilidad de desviar
pedidas para la generación de fuerza motriz. las aguas de la vertiente Tatio al río Curti, para la
Esto lo consignaba el Reglamento relativo a gerencia del mineral no era de interés por la
las mercedes que se soliciten en el río Loa y poco agua existente en el Tatio que no compensa-
sus afluentes y en las aguadas y vertientes de ría la desviación. Para el gerente general del mi-
la provincia de Antofagasta, de octubre de neral de Chuquicamata había que precisar que
1913. El Reglamento sobre concesión de mer- “las obras aludían al arroyo del salado que nace
cedes de aguas en el río Loa, sus afluentes, en los géyseres de Copacaya y no al río salado
aguadas y vertientes de la provincia de Anto- que resulta después de la unión con los ríos Cas-
fagasta, de 26 de marzo de 1920, señalaba que pana y Toconce”21. Dicha consideración salva-
a las zonas de riego de Chiu-Chiu, Calama y guardaba los derechos consuetudinarios indíge-
Quillagua se les destinaba un equivalente a 1,5 nas sobre el río Salado.
litro por segundo por cada hectárea19. La cautelación de los derechos sobre las
Importa detenerse en nuestra opinión en tres aguas condujo, como expondremos m6s ade-
aspectos: uno, la práctica de solicitar nuevas con- lante, a discusiones tknicas que enfrentaron a
cesiones de aguas para las actividades mineras, los ingenieros peritos en la zona con los infor-
como ser azufreras y borateras o cupríferas, con mes evacuados por el Ministerio de Fomento.
el consiguiente desalojo de los atacameños co-
muneros en las nacientes del río Loa, máxime
cuando las disposiciones legales privilegiaban
otras actividades económicas, fundamentalmente 2o José Luis Martfnez C., “Relaciones y negociaciones entre las
sociedades indigenas de la región ntacameña, y el Estado y la
sociedad chilenos. Siglos XIX y XX”, Proposiciones, afro
1994, Val. 24, p. 206.
21 Archivo de la Intendencia de Antofagasta, Val. 147
(1933), Oficio de L. Kemp, gerente general interino, de
19 Vid. Alberto Tala J,- José Antonio González l?,” Admisi- Chile Exploration Company, Calama, 18 de julio de
bilidad jurídica de un esiatuto diferencial para el régimen de 1933, al Gobernador de El Loa, Carlos Souper; Oficio de
las aguas continentales en la Segunda Región de Chde”, Re- Bur Wheeler, gerente general de Chile Exploration Com-
vista de Derecho, Universidad Católica del Norte, Co- pany, Calama, 8 de agosto de 1933, al Gobernador de El
quimbo, afro 3,1996, pp. 101.176, en especial 131-142. Loa, Carlos Souper.
Conexo con lo aseverado anteriormente, al Decreto Ley N” 160, de 1924 (para que) pro-
hay un segundo aspecto a considerar que dice cedan a inscribir sus derechos en el Rol de
relación con la escasez de estudios o informes Aguas del Departamento de Riego; y deja sin
técnicos sobre los recursos hídricos en la zona efecto todos los decretos sobre caducidad de
y sobre los cuales, en el decenio que nos intere- derechos de agua”24.
sa, se querían aplicar transformaciones signifi- Esto nos conduce a observar que el panora-
cativas sobre los cursos naturales de estos. ma de las concesiones de aguas no agrícolas en
En este sentido, se debe consignar que la la cuenca del río Loa era el siguiente:
preocupación estatal por las mediciones técni- Respecto del río San Pedro, se tenían las bo-
cas de los ríos del interior de Antofagasta se catomas de Siloli a beneficio del F.C.A.B. para
correlacionan con la dictación de las reglamen- el consumo de agua potable en Calama y Anto-
taciones antes mencionadas que las afectaban. fagasta, concesión que venía del siglo XIX, la
Así, por ejemplo, la Dirección de Obras Públi- Chilex tenía la bocatoma de Inacaliri para agua
cas instaló estaciones de aforo en el curso del potable, concedida el 14 de junio de 1927, con
río Loa y en sus principales afluentes, San Pe- 87,5 I/s; bocatoma San Pedro para agua indus-
dro, Salado y San Salvador. Se sabía que el río trial adquirida el 14 de junio de 1927, con 87,5
San Pedro es constante en su régimen, a partir l/s. La Compañía Salitrera Anglo Lautaro, te-
de los aforos de 1906, 1913 y 1916. No obstante, nía cuatro bocatomas concedidas entre fines de
algunas estaciones limnimétricas, habilitadas 1929 y 1932, que totalizaban más de 150 l/s.
en 1913 en Conchi, Yalquincha y San Pedro se En lo concerniente al río Sun Salvador, la
mantuvieron en actividad algunos años, siendo Compañía Sudamericana de Explosivos tenía
abandonado el control hacia 1931 y reinstala- la bocatoma Ojos de Opache, concedida en
das en 195P. 1924 con 250 l/s.
Uno de los pocos estudios sobre caudales En lo que atafíe al río Salado, la Chilex tenía
del río Loa y sus afluentes era el del ingeniero dos bocatomas en Toconce , concedidas en 1920
civil Gustavo Lira, Aguas del Río Loa, de 1921. y 1927, que le reportaban agua potable 50 l/s,
La frecuencia de estudios técnicos se incremen- mientras la fiscal Dirección de Obras Sanita-
to a partir del año 1948, con la aparición del rias, tenía la bocatoma de Linzor (Toconce)
Estudio Hidrológico Loa en la Isla, del también para cubrir el aprovisionamiento de agua pota-
ingeniero civil Pablo Kleiman. ble de Tocopilla y Oficinas Salitreras, desde an-
Es interesante anotar que en el periodo se tes de 1916, ocupando 114 l/sz5.
debatieron dos proyectos de Código de Aguas, En este escenario se deben insertar las pro-
uno de 1930 y otro en 1936, sobre los cuales se puestas de modernización que afectarían a las
ha pronunciado de modo concluyente Vergara distintas cuencas y ríos de la precordilleraz6.
Blanco23.
A esto se puede agregar que los principales
ríos habían sufrido una creciente explotación 24 Alejandro Vergara Blanco, “Fuentes y principios del Dpre-
de sus aguas, principalmente desde la década cho contemporáneo de Aguas”, en Derecho de Aguas, op.
de 1920, concesiones que habían sido “protegi- cit. Tomo 1, 161.
das” por la Ley N” 5.671, de 7 de septiembre *5 Supra nota 22, Estudio de los Recursos Hfdricos de la
de 1935, que había otorgado un plazo especial Cuenca del Río Loa. Anexos. Anexo V “Mercedes de
agua no agrícola en la cuenca del rfo Loa”.
a los propietarios de mercedes y concesiones
26 De acuerdo con Wulf Klohn, el sistema hidrográfico del
de aguas “que no hubieren dado cumplimiento río Loa es la hoya m6s extensa de Chile, que surge al
reunirse el Loa Superior con el río San Pedro Inacalari,
donde se debe incluir el rfo Salado del Loa, el rfo Salado
Chico, río Toconce, ríos Curti y Caspana, rfo Hojalar, río
Piedras Grandes, afluente del Hojalar, río San Salvador.
n Vid. Sección Hidrologfa y Riego. Departamento de A su vez, en el Salar de Atacama, se tiene al rio Atacama
Obras Civiles Universidad de Chile por Convenio con el o San Pedro de Atacama, el más caudaloso y de mayor
Departamento de Recursos Hidráulicos Corporación de longitud, que toma su nombre despu& de la reunión del
Fomento de la Producción, Estudio de los Recursos Hf- río Salado con el rio Grande, mientras este último, se
drices de la Cuenca del Rfo Loa, Santiago, Chile, mayo forma por la conjunción de los ríos Jauna y Putana. Es-
1973,40 y 102. tán los ríos Vilama, originado por la unión de los rfos
23 Alejandro Vergara Blanco, “Historio de In Codficoción del Puritana y l’uripica, el Sapar, Honar, Potor, Aguas
Derecho de Aguas”, en Derecho de Aguas, Edit. Jurídica, Blancas o Hecar, río Catarpe, río Iticuna, río Lampasar,
1998, Tomo 1, 217-230. río Soncor, formado por los ríos Talabre y Patos, río So-
Para el Ministerio de Agricultura el proceso Para Bravo Valdivieso, las obras de desali-
de modernización debía centrarse en el mejora- nización no costarían nada al Estado pues la
miento de las aguas y embalse de ellas. Chilex, al modificar los métodos de explota-
En cuanto a los embalses el mejoramiento ción del cobre, captaría las aguas salobres ani
del sector agrícola de San Pedro de Atacama tes que estas caigan al río Salado. Para él, el
debía contemplar la construcción de dos tran- Ministerio de Agricultura debía favorecer la
ques: uno sobre el río Atacama y el otro sobre concesión de esas aguas al mineral de Chuqui-
el río Vilama. Se estimaba que la primera obra camata , bajo la condición de “previo un estu-
debía acumular la cantidad de 4 a 5 millones dio detallado y minucioso, por los servicios
de metros cúbicos y el segundo de 1 a 2 millo- técnicos correspondientes, de los ríos y arroyos
nes de metros cúbicos. Para el agrónomo pro- cuyas aguas se cederían a la Compañía y con
vincial informante, se permitiría regularizar el algunas condiciones tales como el vaciamiento
riego en los terrenos actualmente en aprove- de aquellas aguas ya servidas por Mineral en
chamiento y aumentar la superficie cultivada. sitios donde no pueden volver nuevamente al
En el sector agrícola de Toconao, “además de río Loa, la cantidad mínima y máxima de
ser fácil la construcción de una serie de peque- aguas que se captaría y la cesión al Fisco de las
ños tranques sobre el río de este nombre, se cañerías al término de la concesión”28.
pueden vaciar en él las aguas del río Altar, con Sin embargo, no todas las reparticiones pú-
lo cual se podría aumentar en forma apreciable blicas pudieron sopesar debidamente las inno-
la superficie regada. Para esto bastaría con vaciones que aconsejaban y conciliar los intere-
construir un canal de fondo y paredes revesti- ses de los variados usuarios de los recursos
das, cuya construcción no es difícil, pues los hídricos. En las observaciones críticas evacua-
vecinos de Toconao lo construyeron hace años das en abril de 1933 por el ingeniero civil Gus-
pero sin revestimiento y el agua corrió durante tavo Harfargar al Intendente de la Provincia
una semana, pero debido a la permeabilidad sobre el informe redactado por la Dirección Hi-
del terreno el canal se rompió”. En su concep- dráulica del Ministerio de Fomento, se puede
to, en el sector de Toconao “debería estudiarse percibir la importancia de las nominaciones de
la desviación del río Sapaleri, con cuyas aguas los distintos ríos y arroyuelos, a veces con
se regaría Tambillo, que es una localidad ubi- igual denominación, en la precordillera, para
cada entre San Pedro de Atacama y Toconao”. comprender las razones de los agricultores de
Y en lo que afectaba al mejoramiento de las San Pedro de Atacama y de los vecinos de Ca-
aguas hacía notar que solo las plantas más resis- lama.
tentes a las sales, como la alfalfa y el maíz, eran Para el Ministerio de Fomento era necesario
los principales cultivos. La presencia de sales no- “construir a partir de Chiu-Chiu poco más aba-
civas se debía a la unión del río Salado con el Loa jo, siempre antes de la convergencia del río Sa-
en Chiu-Chiu, pero fundamentalmente las sales lado, un canal de regadío para los terrenos de
provenían del arroyuelo del Salado, con su cultivo de Calama, que capte las aguas del río
afluente el Tatio o el arroyuelo de Caspana con Loa. El objetivo era mejorar la calidad del agua
su afluente la quebrada de Copacaya. y no necesariamente la superficie regada”29.
El agua salobre había constituido una pro-
blemática que había interesado a los ingenieros
y empresarios a buscar una solución, desde el
siglo XIX27.
28 Supra nota 12.
24 Archivo de la Intendencia de Antofagasta, Vo1.147, Infor-
me, “Desvración del arroyo del salado afluente del Lon”, San-
tiago, 13 de abril de 1933. Informe del ingeniero civil,
caire, río Calar o de Peine, río Tilomonte o Tulán. kd. Gustavo Harfargar, al Gobernador de El Loa s/f. Que-
Wulf Klohn, Hidrograffa de las zonas desérticas de Chi- dan fuera de este estudio las consecuencias que la hidro-
le. Contribución al Proyecto CHI-35. Investigaciones de geoquímica ha establecido respecto a que las obras de
los Recursos Hidráulicos en el Norte Grande. Programa maneja de aguas efectuadas en el río Loa han desmejora-
de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Santiago de do su calidad para riego aguas abajo, en particular en el
Chile, 1972. valle de Quillagua. Cf. Hugo Alonso Carballo-Sonia Ore-
27 Cf. José Antonio González Pizarro, “Derecho y uso con- llana González, “La hidrogeoquímica en el conocmiento y
suntivo de las aguas. La salinidad dei agua continental y los manejo de hovas u su avlicación RI Norte de Chile”. en Actas
proyectos hidráulms defines del siglo XIX y principios del s. III C&& G&lógiCo Chileno, 1982, Conce&ión, Tomo
XX en la Región de Antofagasta”, en vías de publicación. II, E60-E76.
Y un tercer aspecto envuelve el choque de glés nacionalizado chileno, quien inauguró el
racionalidades y/o cosmovisiones sobre el or- interés científico por el patrimonio arqueológi-
denamiento espacial donde las aguas constitu- co de San Pedro de Atacama, trabajando en To-
yen una parte integrante de la ideología andi- conao, en Vilama y en el Pukara de Quitor
na. En síntesis, mientras la racionalidad como tambibn en el ayllu de Tchecar en San
modernista imperante en los funcionarios téc- Pedro de Atacama. La publicación de Latcham
nicos del Estado o en los profesionales de las Arqueología de 2a Región Atacamer?a, editada por
empresas o independientes apuntaba hacia el la Universidad de Chile, en 1938, constituyó la
conocimiento de las leyes físicas para el mane- advertencia más nítida sobre la necesidad de
jo del espacio, en la perspectiva causalista, la conciliar la tradición, los derechos consuetudi-
visión de los usuarios aborígenes del sector, narios de la etnia, con las necesidades del pro-
acogía el respeto al uqhu-pacha, la realidad in- greso del 1itoraP.
visible pero latente y, por ende, era una con- La década de 1930 constituyó en materias
cepción que no instrumentalizaba el paisaje y hídricas un cambio del accionar por parte del
los cursos de las aguas, pues era el curso de la Estado, en tomar un rol más activo en el conoci-
vida. Comprender esto permitirá apreciar el miento de las actividades agrarias ligadas estre-
sentido del derecho y lo que era la “moderni- chamente con el uso consuntivo de las aguas. La
zación” para unos y otros. Esto no significaba, vieja concepción liberal del Estado estaba dan-
empero, que los atacameños no hicieran uso de do paso a un Estado preocupado en planificar
los instrumentos legales ara preservar sus de- una estrategia económica más integral donde,
rechos consuetudinarios3 t en materias de infraestructura y de obras viales
Estos proyectos y trabajos de obras en la asumía una intervención creciente para apoyar
zona de la cultura atacameña pronto llamaron a las fuerzas productivas privadas de la zona a
la atención de los hombres involucrados con el realizar sus labores. En este predicamento, es
patrimonio de aquella etnia. Así, el abogado posible percibir la tensión entre la visión mo-
David Bascuñán advirtió a su colega Aníbal dernista, que conlleva una visión del mundo,
Echeverría y Reyes, el principal conocedor de del Derecho, del trabajo, que estrechaba los in-
la lengua kunza junto con el sacerdote franc6s tereses en estas materias entre el Estado y las
Emilio Vaïsse, de las excavaciones realizadas iniciativas privadas, y la concepción andina,
por el alemán F. J. Ruderhausen quien, al pare- propia de la mentalidad indígena atacameña,
cer, contaba con el permiso del Gobernador de con sus propias axiologías no solo en el Dere-
El Loa31. La preocupación en cuestión habrá cho, en el trabajo sino en la estructura social y,
que contextualizarla con los estudios llevados por supuesto, respecto de los recursos hídricos.
a cabo por el arqueólogo Ricardo Latcham, in-

30 Para una visión de las dos concepciones sobre el uso del


Q Ricardo Latcham ya había recorrido en la decada de 1920
agua en las racionalidades instrumental occidental y na-
la zona precordillerana, haciendo notar su conocimiento
tural simbólica indfgena, remito a José Antonio Gonzá-
del Area. en cuanta ocasión fuese pertinente, criticando lo
lez Pizarro: “El régimen jurídico prehispdnm sobre las
concerniente a la dominación incaica que traia el libro de
aguas y su insercidn en el Derecho Indiano. Algunas obser-
José T. Medina, Los aborigenes de Chile, llamando la
vaciones”, en Seminario “Realidad y Proyección del De-
atención de “atribuir a los incas todo aquello que llevaba
recho de Aguas”, Universidad de Antofagasta, Facultad
el sello de superioridad sobre lo común... Nuestras inves-
de Ciencias Jurídicas, Servicios Gráficos, Antofagasta,
tigaaones propias, la de Uhle y otros de tiempos moder-
1998,39-62.
nos han probado de una manera fehaciente que existían
Los habitantes de los oasis de ascendencia atacamefia en el país, en &pocas anteriores a la invasión incaica, otros
habfan inscrito propiedades en el Registro de Propieda- pueblos de cultura más o menos avanzada y que los arte-
des del Conservador de Bienes Raíces de Calama, sobre factos generalmente atribuidos, sin mayor examen, a los
las cuales tenían derecho inmemorial o como decía una incas, pertenecieron en gran parte a estos pueblos desco-
inscripción “son duefios desde antes de la vigencia en nocidos u olvidados, pero que eran nativos del suelo chi-
este territorio del reglamento del Conservador de Bienes leno”. Cf. Ricardo E. Iatcham, “Los aborígenes de Chile por
Rafces”, Cf. Notario Público y Conservador de Bienes José Totibio Medina. Su valor cient@o en la actualrdad”, Re-
Raíces del Departamento de El Loa, Copia Reg. P. B.R. vista Chilena de Historia y Geografla, año XII, Tomo XL-
Ano 1932, Fjs. 217, de Sacramento Panire y Otros. Agra- VII, 3er Trimestre 1923, 302-307. De igual forma, lo referi-
dezco al Sr. Jose Monrroy L. esta información notarial. do por Ricardo Latcham sobre “Feo. San Romdn; La lengua
31 Archivo de la Intendencia de Antofagasta, Val. 147,Ofi- cunza de los naturales de Atacama”, Revista Chilena de His-
cio de D. Bascuñán, Santiago, 28 de mayo de 1935, a toria y Geografía, Ario XII, Tomo XLI, 1’ Trimestre 1922,
Aníbal Echeverrfa y Reyes. No 45, p. 123

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