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DIRECCIÓN GENERAL DE
INVESTIGACIÓN EN ACUACULTURA
HISTORIA Y AVANCES
DEL CULTIVO
DE PESCADO BLANCO
Todos los derechos reservados, prohibida la reproducción parcial o total, incluyendo cualquier medio electrónico o magnético, con fines comercia-
les. Esta publicación es de divulgación científica y para fines de investigación.
PRÓLOGO 9
AGRADECIMIENTOS 11
CAPITULO I
RESEÑA HISTÓRICA
Cultivo de pescado blanco del lago de Pátzcuaro.
Una revisión de las investigaciones
del Instituto Nacional de la Pesca
PATRICIA M. ROJAS CARRILLO 15
CAPITULO II
BIOLOGÍA
Los pescados blancos del lago de Chapala.
Características generales
RODRIGO MONCAYO ESTRADA
CARLOS ESCALERA GALLARDO
VIRGINIA SEGURA GARCÍA 51
Análisis cariotípico de un pescado blanco
y de dos charales del género Chirostoma (Pisces:Atherinopsidae):
evolución caríotipica en el Orden Atheriniformes
MANUEL URIBE ALCOCER
PÍNDARO DÍAZ JAIMES 79
Los autores que participaron en la conformación del libro, son especialistas en su tema y la
calidad de las investigaciones integradas en este libro, hace que esta sea la primera vez que se reúne
en un solo documento la mejor investigación científica en torno a este grupo de especies nativas.
El libro que ahora presentamos es resultado del esfuerzo de muchas personas, agradece-
mos particularmente la entusiasta participación y amplia disposición de los autores y de los pesca-
dores del lago de Pátzcuaro. Estamos seguros que a través del trabajo conjunto (como el que
hemos realizado), se abren nuevas vías para alcanzar el objetivo por todos compartido: cultivar el
pescado blanco.
Por otro lado, se describen estudios, con microscopía electrónica, de estructuras anatómicas
que sugieren hábitos principalmente zooplanctófagos, así como condiciones óptimas de salinidad
y temperatura y una evaluación de la actividad proteolítica total y de algunas enzimas proteolíticas
digestivas en el intestino.
Por su parte, el Centro Acuícola Tizapán para la producción de crías de pescado blanco
Chirostoma promelas, situado en la ribera del lago de Chapala, constituye el eje de la política que
el gobierno federal ha instrumentado buscando colaborar en la solución de la problemática de las
pesquerías del lago de Chapala, así como para impulsar el desarrollo de la acuacultura en el
medio rural mediante la siembra y el repoblamiento de este embalse con crías de especies nativas.
RESUMEN
CONCLUSIONES
1. Los esfuerzos del Instituto Nacional de la Pesca han abarcado amplios aspectos de la biología,
ecología, taxonomía, bioquímica, nutrición y fisiología; sin embargo, aún faltan muchos aspectos
por estudiar.
2. Debido a la presencia de más de una especie de pescado blanco, que alcanza tallas mayores
de 20 cm en el lago de Pátzcuaro, su correcta identificación y su respectivo cultivo es el problema
más importante que se enfrenta hasta la fecha. En efecto, las especies reportadas de pescado
blanco presentes en el lago de Pátzcuaro son Chirostoma estor estor, Chirostoma estor copandaro,
Chirostoma humboldtianum y Chirostoma lucius, sin olvidar el fenómeno de la hibridación.
3. Dado que recientemente se inició en el INP la investigación de determinantes ambientales,
que influyen en el fenómeno reproductivo de las especies del género Chirostoma, se llama la
atención sobre este nuevo enfoque que resulta de importancia por las repercusiones en las
pesquerías y en el manejo acuacultural de estas especies.
4. Dado el mantenimiento exitoso de reproductores en laboratorio y la reproducción controlada a
través de fotoperiodo, la obtención de huevos y larvas de manera continua es ya un hecho en el
CRIP de Pátzcuaro, lo que hace que el proceso de producción acuícola se independice, al me-
nos en principio, de la captura de existencias silvestres y propicia el inicio de investigaciones
sobre líneas genéticas de pescado blanco para acuacultura.
LOS AÑOS OCHENTA 5. HERRERA B., E. 1979. Características y manejo del lago de Pátzcuaro,
Mich. Tesis Profesional. Fac. de Ciencias. UNAM. 82 pp.
22. ALAYE R., N. 1993a. El pescado blanco (Género Chirostoma) del lago de
Pátzcuaro, Michoacán. Composición de especies. “Ciencia
Pesquera”. Inst. Nal. Pesca. Sría de Pesca. México (9):113-128.
27. MARES B., L. G.; G. LEÓN M.; S. DE JESÚS H Y F. LEÓN J. 1996. Desarrollo
y crecimiento de larvas de pescado blanco Chirostoma estor
Jordan 1879. Informe Técnico Dic. 1996. INP-CRIP-
Pátzcuaro. Inédito. 11 pp.
30A. ROJAS C., P. M.; S. SERRANO G.; L. G. MARES B.; F. LEÓN J. Y G. LEÓN M. 1998.
Crecimiento de larvas de pescado blanco Chirostoma estor
Jordan. VI Congreso Nacional de Ictología. 21 al 24 de octu-
bre, 1998. Tuxpan, Ver. México.
30B. MARES B., L. G.; P. M. ROJAS C.; J. F.BARBA T.; J. J. MORALES P.; N. HERNÁNDEZ
Z.; S. SABANERO M. 1998. Supervivencia de larvas de pescado
blanco Chirostoma estor Jordan. VI Congreso Nacional de
Ictología. 21 al 24 de octubre, 1998. Tuxpan, Ver. México.
31. MARES B., L. G.; S. SABANERO M.; G. LEÓN M. Y S. DE JESÚS, H. 2001. Do-
mesticación en cautiverio del pez blanco Chirostoma estor.
Informe Técnico. INP-CRIP-Pátzcuaro. Inédito. 11 pp.
33. MARES B., L. G.; R. PEDROZA I.; J. J. MORALES P.; S. SABANERO M.; S. DE JESÚS
H.; G. LEÓN M. Y D. L. VILLAGÓMEZ Z. 2003. Evaluación de dos tipos
de presentación de alimentos en crías de pescado blanco,
Chirostoma estor, en laboratorio. Informe final de investiga-
ción. Inédito. Instituto Nacional de la Pesca. 42p.
34. ROJAS C., P. M.; C. A. MARTÍNEZ P.; E. COTERO A.; H. VALLES; G. LEÓN
M. Y C. ARAGÓN. 2003. Efecto de la temperatura en la determinación
sexual de pescado blanco Chirostoma estor. Informe final de
investigación. Inédito. Instituto Nacional de la Pesca. 31p.
RESUMEN
*
Departamento de Zoología, Escuela Nacional de Ciencias Biológicas,
Instituto Politécnico Nacional. Prol. de M. Carpio y Plan de Ayala, Col.
Sto. Tomás. Del. Miguel Hidalgo. México, D. F.11340 Tel. 5729-6300,
ext. 62424. Fax 5396-3503.
Correo electrónico: [email protected].
REPRODUCCIÓN
Los estudios ictiológicos y limnológicos de los sitios de distribución y de los hábitos alimenticios de
las especies mencionadas (Ordóñez, 1999; Fuentes, 2000 y Nicasio, 2001) han sido el fundamento
para determinar las condiciones de mantenimiento y para inducir la reproducción en cautiverio.
Tomando como base el índice gonadosomático (IGS) (Hernández y Valadéz, 1999) y su relación
con la temperatura, se ha observado que las especies del Alto Lerma presentan un período reproductivo
similar. Se observan organismos maduros a lo largo del año, con máximos reproductivos en marzo-junio
y julio-septiembre y se presentan posteriormente a los máximos incrementos de temperatura, la cual es
el factor regulador de este evento. Asimismo, el análisis histológico de las gónadas de las hembras
describe claramente un desarrollo asincrónico, lo que conduce a la presencia de desoves parciales a lo
largo del período reproductivo. Para C. riojai, se determinaron 12 estadios foliculares diferenciados
claramente por sus características celulares y por sus diámetros (p< 0.05) (Fig. 1).
Figura 1
Relación entre el número de estadios foliculares, la temperatura y el índice
gonadosomático, durante un ciclo anual en C. riojai.
Figura 2
Curva de tendencia a la tolerancia a la salinidad a 22°C durante el
desarrollo embrionario. Cada punto representa el número de larvas
obtenidas.
Durante la fase de embrión libre y el período larval, la alimentación ha sido el problema principal
en el cultivo de charales y peces blancos.
Las primeras semanas de desarrollo son un período crítico para la sobrevivencia, particu-
larmente cuando comienza la alimentación exógena, debido principalmente a limitaciones
morfológicas, como el tamaño de la boca que restringe el número de presas disponibles (Dabrowski
y Bardega, 1984; Watanabe y Kyron, 1994) y a limitaciones fisiológicas relacionadas con el retraso
en el desarrollo de las glándulas digestivas que impide la digestión de alimentos artificiales
(Watanabe et al., 1983; Watanabe y Kyron, op.cit.; Planas y Cunha, 1999). En este sentido, aún
cuando se han diseñado alimentos microencapsulados de cubierta proteínica que la larva puede
ingerir fácilmente, no han sido totalmente eficientes ni aceptados por todas las especies a las
que se les ha proporcionado (Walford et al., 1991) ya que la actividad enzimática en el tubo
digestivo de la larva en ocasiones resulta insuficiente para romper la pared proteínica de la
microcápsula, esto provoca daño al epitelio intestinal y como consecuencia la muerte de la larva
en los días subsecuentes (Rosenlud et al., 1997., Planas y Cunha op.cit.).
En trabajos recientes se ha observado que esta mortalidad inicial se reduce al adicionar
alimento vivo, entre los que se incluye a los rotíferos, quienes promueven una rápida digestión y
asimilación de la cápsula debido al aporte de enzimas proteolíticas contenidas en los mismos
(Walford et al., 1991; Yufera et al., 1995; Fernández Díaz y Yúfera, 1997; Kolkowski et al., 1997).
Esto ha impulsado el cambio de las técnicas acuícola en las últimas décadas, al sustituir los
alimentos formulados por alimento vivo, al menos en las primeras etapas de desarrollo, ya que
estos presentan cualidades que garantizan su ingestión y un óptimo nivel nutricional. En este
sentido, diversos estudios han demostrado que en las primeras semanas de alimentación, no
sólo es determinante el nivel proteínico, sino también el de ácidos grasos polinsaturados,
esencialmente de composición n-3 y n-6, ya que estos influyen en la formación de órganos y
sistemas (Rainuzzo et al., 1997; Koskela et al., 1998; Payne et al., 1998; Ruyter et al., 2000).
Por otro lado, durante el proceso de alimentación no es únicamente importante observar
la cantidad de nutrientes requeridos sino también las características organolépticas del alimento
(color, tamaño, textura y el tipo de movimiento). El comportamiento alimentario que presentan las
crías en respuesta a las características del alimento y a la densidad de las presas favorecen un
mecanismo de selección (Lubzens et al., 1987; Buskey et al., 1993).
Especial énfasis se debe hacer en los estudios de alimentación de las larvas de los
aterinópsidos mexicanos, ya que aunque los artículos alimenticios varían durante su desarrollo
ontogénico, las especies consumidas son propias de cada uno de sus sitios de distribución o al
menos respecto al tamaño, por lo que los componentes de la dieta varían de una especie a otra.
Tomando en cuenta la diversidad biológica de la dieta y la abundancia temporal y espacial de la
productividad secundaria de cada localidad, las tasas de crecimiento y sobrevivencia de las larvas
se incrementarían sustancialmente si se profundiza además en las técnicas de aislamiento,
producción y enriquecimiento del alimento vivo consumido por cada especie.
En ese sentido, el suministro adecuado del alimento vivo tanto en cantidad, calidad
nutricional y accesibilidad durante la fase de alimentación mixta de las larvas es fundamental
para garantizar su sobrevivencia y crecimiento. En la figura 3, se compara el efecto de seis dietas
compuestas por alimento vivo, formulado y sus combinaciones sobre la sobrevivencia de larvas
de C. riojai. Se observa que, tanto el tipo como el tamaño del alimento ejercen efectos diferentes.
Los rotíferos (125-200µ) a diferencia de los nauplios de Artemia (215-325 µ) son accesibles
para las larvas desde el primer día de alimentación exógena, mientras que los nauplios de
Artemia son accesibles sólo para los organismos que tienen un tamaño de boca que les permite
ingerirlos, por lo que algunos organismos mueren por no poder acceder a los nauplios,
36 Instituto Nacional de la Pesca
lo que se refleja en la mortalidad al inicio del tratamiento. Los rotíferos, aunque aceptados
eficientemente, muestran incrementos en peso menores cuando se administran como único
alimento de la dieta; el mayor incremento en la sobrevivencia se observa cuando se suministra
en forma combinada con nauplios de Artemia.
Por otro lado, aunque la sobrevivencia es alta (80%) en el tratamiento con rotíferos, el
incremento en peso es 20% menor al peso de las larvas alimentadas con nauplios de Artemia. En
los tratamientos en donde se combinó la dieta formulada con los rotíferos o con los nauplios de
Artemia, el incremento en peso y en longitud notocordal, aunque ligeramente mayores, no difieren
estadísticamente de los tratamientos donde se suministraron los alimentos vivos como dieta
única, mientras que las larvas que se alimentaron únicamente con alimentos balanceados,
murieron al finalizar el período de inanición.
Figura 3
Sobrevivencia de larvas de C.riojai después de treinta días de nacidos
bajo régimen de cinco dietas (A: nauplios de Artemia, A+R: nauplios
de Artemia + B. rubens, A+B: nauplios de Artemia + alimento balanceado,
R+B: B. rubens + alimento balanceado, R: B. rubens; B=alimento
balanceado).
Así, el efecto de los alimentos combinados es más eficiente que la aplicación individual de
cada uno, probablemente por la combinación de los ácidos grasos o a las cantidades de estos. En
la misma figura 3 se detecta que los puntos cruciales para la sobrevivencia se inician cuando el
saco vitelino es consumido y dependen totalmente del alimento externo. Esto permite explicar que
aún cuando se suministren alimentos microencapsulados desde la alimentación mixta y sean ingeridos,
estos al parecer no son digeridos, debido al incipiente desarrollo del aparato enzimático y, en
consecuencia, las larvas mueren una vez transcurrido el período de inanición.
Figura 4
Distribución por diagramas de cajas de la longitud notocordal de larvas
de C.riojai después de treinta días de nacidos bajo régimen de cinco
dietas (A: nauplios de Artemia, A+R: nauplios de Artemia + B. rubens,
A+B: nauplios de Artemia + alimento balanceado, R+B: B. rubens +
alimento balanceado, R: B. rubens).
Por otro lado, considerando la naturaleza de las dietas, las partículas inertes estimulan
pobremente la actividad depredadora de las larvas. Bajos efectos de las dietas formuladas han
sido atribuidos a la deficiencia de substancias esenciales, estos pueden ser ácidos grasos,
aminoácidos, vitaminas y minerales, individualmente o en combinación. La ausencia de alguna
sustancia en la composición de la dieta disminuye la sobrevivencia y limita el crecimiento (Bergot
et al., 1986) y evita la metamorfosis de las larvas (Fluchter, 1982). Aunque es difícil precisar los
requerimientos nutricionales de las larvas como consecuencia de los rápidos cambios de nutrientes
requeridos y además son difíciles de determinar en estudios nutricionales de rutina, es necesario
abordar y profundizar en esta línea de investigación (Dabrowski, 1984a).
Este mecanismo coincide con las respuestas obtenidas en C. riojai, ya que en los
tratamientos donde se combina el alimento balanceado con el alimento vivo, las magnitudes de
la longitud notocordal y el peso, son ligeramente mayores a aquellos tratamientos donde se
suministró alimento vivo como dieta única y aunque es necesaria su corroboración, es posible
inferir que las enzimas liberadas por efectos de autodigestión del alimento vivo, digieren parcialmente
el alimento balanceado ocasionando este incremento. Efectos similares se han observado en
experimentos de este tipo con larvas de C. humboldtianum, C. jordani y C. estor (Figueroa et al
2000; Ramos et al. 2001).
Por último, los autores abordamos un aspecto que consideramos importante en el proceso de
alimentación, el cual se refiere a la caracterización del desarrollo de la abertura bucal durante las
primeras etapas de vida de los aterinópsidos y que arrojaría mayor información de este proceso.
Figura 5
Longitud y ancho promedio de mandíbula en larvas C. riojai en
comparación con el intervalo de confianza para la longitud y ancho
de los alimentos proporcionados.
CRECIMIENTO DE JUVENILES
En C. humboldtianum se han probado diferentes dietas y técnicas de cultivo en estanques de concreto,
jaulas en embalses abiertos y en policultivos en estanques rústicos (Percastre, 2000; Hernández et al.,
en preparación) donde el cultivo principal ha sido de carpas comunes y herbívoras y a escala piloto.
ÁLVAREZ DEL V., J. 1948. Catálogo de los peces de las aguas conti-
nentales mexicanas. Tesis Licenciatura Biólogo. Escuela
Nacional de Ciencias Biológicas, IPN. México. 617 pp.
ÁLVAREZ DEL V., J. Y L. NAVARRO. 1957. Los peces del Valle de México.
Secretaría de Marina. Dirección de Pesca e Industrias
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DABROWSKI, K.Y BARDEGA R, 1984. Mouth size and predicted food size
preferences of larvae of three cyprinid fish species.
Aquaculture. 40:41-46.
M É N D E Z -S Á N C H E Z , J. F. Y E. D Í A Z -P A R D O .1997. Alimentación,
crecimiento y reproducción de Chirostoma riojai
(Pisces:Atherinidae). Resúmenes del V Congreso
Nacional de Ictiología. Mazatlán, Sin. p. 135.
RAINUZZO, JR.; K. I. REITAN AND Y. OLSEN. 1997. The significance of lipids at early
stages of marine fish: a review. Aquaculture 155 : 103-115.
WALFORD, J.; T. M LIM. AND T. J LAM. 1999. Replacing live foods with
microencapsulated diets in the rearing of seabass (Lates
calcanifer) larvae: do the larvae ingest and digest protein-
membrane microcapsules? Aquaculture 177 : 171-199.
RESUMEN
En el lago de Chapala coexisten tres especies exclusivas de
pescado blanco: Chirostoma lucius, C. sphyraena y C. promelas.
Están consideradas como un grupo monofilético y con una
especiación no alopátrica.
Su distribución en el lago está relacionada principalmente
con la profundidad y turbidez, lo que hace que se localicen hacia
la parte norte, que es la que presenta menos efecto en la disminución
en el nivel del lago, provocando una sobre posición parcial del
hábitat.
Por lo que respecta a su alimentación se puede considerar
que se comportan como consumidores secundarios en tallas
juveniles (carnívoros generalizados), teniendo como base
alimenticia los grupos de cladóceros y copépodos. En la medida
que los peces crecen hay una substitución gradual por
decápodos y peces, hasta llegar al estado adulto donde son
considerados consumidores terciarios (ictiófagos).
El desove del pescado blanco se lleva a cabo en las
orillas con oleaje y presencia de plantas acuáticas arraigadas,
que sirven como sustrato para la fijación de la fresa. Conside-
rando la maduración sexual y época reproductiva, cabe destacar
que existe un desfasamiento entre las tres especies, lo que
explica el proceso de coexistencia.
Figura 1
Los pescados blancos del lago de Chapala. De arriba hacia abajo:
Chirostoma sphyraena, C. lucius y C. promelas
Figura 2
Distribución de Chirostoma promelas, C. sphyraena y C. lucius
Si evaluamos la distribución de las especies dentro del lago, se detecta una sobre posición
parcial del hábitat (Fig.4). Las zonas más comúnmente frecuentadas son los extremos y el
centro del lago, identificándose cierta discontinuidad en las poblaciones de dos de los pescados
blancos. Sin embargo, esta descripción depende directamente de las condiciones de Chapala
y su consecuente variación en los factores físicos y químicos. Un síntoma inequívoco de la
pérdida de volumen es la reducción en el área de distribución y mayor aislamiento de las
poblaciones (Fig. 4).
Figura 4
Distribución de las especies de pescados blancos en el lago de Chapala
comparando dos años (1997 con cota 94.02 y 2000 con cota 91.97).
C. promelas
C. promelas C. promelas
Figura 5
Proporción de las especies de pescados blancos en diferentes décadas.
Más aún, al evaluar con el Índice de Valor de Importancia (Zabi, 1984) la constancia del
dominio de los peces se detecta, en primera instancia, un cambio irregular en la magnitud del
índice (Fig. 6).
Figura 6
Dominancia de las especies de pescados blancos en el lago de
Chapala (IVI=Índice de Valor de Importancia).
Figura 7
Relación longitud-peso de las especies de pescados blancos en el
lago de Chapala en el año 2000. C. lucius (arriba), C. sphyraena
(medio) y C. promelas (abajo).
Figura 8
Relación longitud-peso de las poblaciones de C. lucius en el lago de
Chapala 1984 y 2000. Relación de poblaciones de la presa Guaracha,
en 1984.
ALIMENTACIÓN
Se ha establecido que las especies de pescados blancos del lago de Chapala se comportan
como consumidores secundarios en tallas juveniles (<80 mm de longitud total) y terciarios
ictiófagos cuando adultos (Arregui, 1979).
En el primer caso su alimentación se basa en el consumo de crustáceos representados
por cladóceros (Bosmina, Diaphanosoma y Daphnia) y copépodos. En el segundo caso, estos
grupos van siendo sustituidos por los decápodos y los peces hasta llegar a desaparecer
como alimento (Fig. 9). La ingestión de algunos artículos es de manera incidental en el mismo
proceso de la alimentación, estos son: rotíferos, huevos de peces, algas, restos vegetales y
materia orgánica que no es posible identificar (Torres, 1978).
Una desventaja generalizada para los piscívoros que atraviesan un nicho ontogénico, es
que los adultos están bien adaptados morfológicamente a alimentarse de peces, pero sus
características son problemáticas en los estadios juveniles cuando consumen zooplancton
(Bergman y Greenberg, 1994). Sin embargo, estos depredadores activos cuando alcanzan la talla
de consumo de peces y atrapan, por ende, presas grandes, pueden satisfacerse con pocas captu-
ras al día, a diferencia de los charales que consumen artículos alimenticios pequeños (Bond, 1979).
Figura 10
Artículos alimenticios encontrados en C. lucius en la presa Guaracha y
lago de Chapala en 1984.
Actualmente la dieta de los tres pescados blancos ha variado por las mismas condiciones
ecológicas que presenta el lago de Chapala. Estas han provocado que los hábitat de algunas
especies, que juegan un papel importante en los hábitos alimentarios de los peces, se pierdan.
Como ejemplo está el caso del decápodo Cambarellus, que es un organismo relacionado a la
vegetación flotante y arraigada donde encuentra una fuente de alimento y protección (Pennak,
1978). Al descender el nivel del lago, quedan expuestas las orillas donde los manchones de
macrofitas se desarrollaban, condicionando a estos organismos a dirigirse al bentos, siendo
inaccesibles para los pescados blancos. Como consecuencia, de representar entre el 46 al 100%
de la dieta (Batiz y Ramos, 1985), ahora simplemente no se les encuentra en los estómagos.
Peces
a
a
% Ocurrenci
% Ocurrenci
% Ocurrenci
Peces
Peces
Dap
D p Cy
Cy
Odo Odo
Bos
Dap
Figura 11
Representación tridimensional del contenido estomacal de los pescados blancos de Chapala.
Es evidente que a partir de las tallas medianas, los peces de la familia atherinopsidae son
el artículo alimenticio más importante. Esto también se presenta en el pescado blanco del lago
de Pátzcuaro (C. estor estor) que como adulto prefiere peces del mismo género que él (Rosas-
Moreno, 1976). En el lago de Chapala, particularmente, destaca como presa preferencial el charal
C. jordani, en la lógica que es la especie más dominante de la familia dentro del cuerpo de agua.
Continuando con el análisis, los peces como presa se encuentran poco representados en
el método numérico, pero alcanzan valores altos de volumen y ocurrencia (> 50%).
En C. sphyraena llegan a un 98% en volumen, lo cual refleja el nivel nutricional del artículo
alimenticio (Macdonald and Green 1983). Por su parte, C. lucius y C. promelas consumieron en
forma similar otros grupos de alimento, aunque con poca proporción numérica y volumétrica.
Esto demuestra que ambas especies tienen un comportamiento alimentario semejante, lo cual
se corrobora al quedar agrupados más estrechamente en el análisis de disimilitud (Fig. 12), así
como por su alto valor de traslape de nicho (Tabla 1).
Figura 12
Dendrograma UPGMA apartir de los datos de la alimentación de los
tres pescados blancos del lago de Chapala (técnica Q).
Traslape de Nicho
C. lucius C. promelas C. spyraena
REPRODUCCIÓN
El desove de los pescados blancos de Chapala se lleva a cabo en las orillas con oleaje ligero, de fondos
rocosos o de tepetate y sobre plantas o rocas cubiertas por algas filamentosas o, bien, en raíces de
árboles (Salix) (Guzmán-Arroyo, 1995). Las mismas características las manifiesta el pescado blanco del
lago de Pátzcuaro (Chirostoma estor estor) cuyas zonas de oviposición se distinguen por ser lugares
abiertos y someros, estar libres de vegetación emergente, presentar corrientes de cierta intensidad, o
bien manantiales (Segura, 1997). Con respecto a la selección de los sitios de puesta con la vegetación
sumergida, responde a que el género es fitófilo obligatorio, es decir, los huevos requieren de un sustrato
que permita la fijación de la freza por medio de sus filamentos (Segura, 1997).
Dentro de la descripción de los ovarios de las tres especies se detectan algunas diferencias
(Batiz y Ramos, 1985). En C. lucius se presenta un tejido ovárico negro y grueso en algunas
zonas y en otras áreas es transparente y delgado. Por el contrario, dicho tejido en C. sphyraena
es totalmente negro y las gónadas son más pequeñas. Para la fecundidad absoluta, se encontró
que el número de óvulos se correlaciona más con el peso que con la talla del individuo y la razón
de ello fueron los contrastes en los resultados (Batiz y Ramos, 1985) (Fig. 13).
Figura 13
Relación del número de óvulos con la longitud (izquierda) y con el peso (derecha) para C. lucius en el lago de
Chapala.
Figura 14
Proporción sexual de la especie C. lucius (izquierda), C. sphyraena (medio) y C. promelas (derecha) en el
lago de Chapala.
Para el aspecto de la tasa de fertilidad en las hembras, registrada por Aceves (1989), se
muestra tabla 2:
Tabla 2
Tasa de fertilidad de las especies de pescados blancos de Chapala
(Aceves, 1989).
LT
Especie cm OVIPOSICIÓN
Longitud mínima 17 500 huevos
C. promelas (5)
Longitud máxima 22.5 1100 huevos
LT = Longitud Total
Figura 15
Porcentajes de maduración sexual para las especies de pescado
blanco en el lago de Chapala.
PESQUERÍA
Debido a su gran tamaño y a la calidad de su carne, los pescados blancos de Chapala formaron la
base de una importante pesquería. Los nombres locales que se les atribuyen a las tres especies son:
“ojón” para el C. lucius, “cuchillo” para el C. sphyraena y “hocico o pico prieto” para el C. promelas.
La época de captura estaba condicionada por un periodo de veda cuyo inicio correspondía
al 1º de febrero y su final al 31 de marzo. Sin embargo, es a partir del año de 1998 que se establece
una veda total con base en una caída importante en la captura y un deterioro evidente del lago. La
presentación comercial del producto fue entero fresco y los principales mercados han sido México,
D. F., la zona metropolitana de Guadalajara, la ciudad de Pátzcuaro y las riberas de Chapala.
Las pesquerías en el lago de Chapala pertenecen a la denominada pesca ribereña, con
embarcaciones tradicionales construidas de tablas de pino ensambladas, adaptando la cobertura
con fibra de vidrio por su mayor duración y fuerza (Moncayo-Estrada y Buelna-Osben, 2001). Por
lo general, carecen de estructuras para el traslado y protección del producto, ya que prácticamente
todo se comercializa el mismo día a pie de playa. Entre las principales artes de pesca empleadas
en la captura de los pescados blancos se tenia a la red de manga o manguedora, y las
redes agalleras. Puesto que diferentes autores las han descrito a detalle (Mercado, 1959;
Figura 17
Vista panorámica de la región de El Sabino en el SE de La Palma, Michoacán (izquierda) y de Jamay, Jalisco
(derecha). Ambos sitios fueron parte del Lago de Chapala.
Figura 18
Producción pesquera en toneladas de pescado blanco en el lago de
Chapala (serie de tiempos 1938-1990) y tendencia con ajuste
polinomial de sexto orden (arriba). Además de los niveles históricos
del agua en el mismo lago. (abajo).
Otro análisis que se puede hacer con respecto a la pesquería del pescado blanco, es el
comportamiento estacional de la captura (Fig. 19). Se encuentran valores altos de captura en la
primavera de todos los años, como consecuencia de la mayor demanda del producto en la época
de Pascua, así como la afluencia de turismo a la región del lago.
Figura 19
Serie de tiempo de la captura de pescado blanco en toneladas de
manera mensual en los años 1984 a 1987.
PROBLEMÁTICA
Acerca de los diferentes impactos que afectan negativamente a las poblaciones de pescados blancos
del lago de Chapala se pueden mencionar los siguientes:
9.- Erosión.
La cuenca del lago de Chapala es susceptible a una pérdida anual del suelo de alrededor de 121
000 t, debido a procesos erosivos (SEDUE, 1991). Cada año el lago de Chapala recibe alrededor
de 2 891 243 t de cieno transportado por sus mayores afluentes: Lerma (81.4%); Duero (6%) y Zula
(4.6%), así como varios arroyos dentro de la cuenca del lago (8%) (Zárate-del Valle et al., 2001).
Entre los pescados blancos, y de acuerdo al listado establecido en la Norma Oficial Mexicana
(NOM-ECOL-059-94), sólo C. promelas se considera con el status de amenazado. Sin
embargo, todas las especies habría que incluirlas en la categoría de PELIGRADAS, debido
a los cambios de dominancia y su reducción poblacional. La razón de la propuesta, es
para ir estableciendo una política de conservación adecuada de acuerdo con los
lineamientos legales y así considerar al lago de Chapala como zona importante de
restauración y conservación.
Un plan exitoso para la conservación de la biodiversidad y el manejo de las pesquerías
requiere de un inicial y continuo monitoreo del estatus de los recursos disponibles (poblaciones,
comunidades, etc.). Incluso es importante fortalecer el estudio del comportamiento dinámico
de la comunidad a largo plazo, debido a que hay una fuerte evidencia que señala que los
factores ambientales y los cambios naturales son importantes.
Hay una urgente necesidad para la obtención de mejor información lo cual puede ser
interpretado en términos tanto económicos como ecológicos. Si bien los costos para llevarla
a cabo pueden ser altos, una falla en la información sobre los montos totales de captura es
más costosa en términos de pérdidas de oportunidades para incrementar la seguridad
alimentaria y otros beneficios sociales y económicos (FAO, 1999).
Con la experiencia acumulada (aciertos y errores) y la información actual, se pueden
iniciar acciones generales de planeación y manejo; y, consecuentemente, de protección y
conservación de las especies de pescados blancos. Estas se llevarían a la práctica en los
ámbitos locales y regionales, en la medida que se disponga de información más detallada.
Por lo tanto, urge que las autoridades consideren los resultados de estudios generados a
través de diferentes dependencias e instituciones, con el fin de tener un diagnóstico más
completo y actualizado. El criterio es dar prioridad a las alternativas de solución, por sobre las
necesidades de control.
Se deben estructurar claramente aquellas directrices que guiarán los criterios de
análisis, evaluación y toma de decisiones y acciones.
Establecer, desde la definición de los conceptos en las diferentes dimensiones que
involucran, su aclaración semántica, hasta cómo se quiere visualizar a futuro el lago de
Chapala. La primera consideración sería en qué marco social, ambiental, económico, político y
técnico se van a ubicar todas las tentativas de respuesta para dar solución.
El control del desarrollo de la cuenca y la protección de los ecosistemas acuáticos,
requerirá implementar procedimientos planificados e incluirá alternativas u opciones sociales y
políticas decisivas; teniendo presente que una mínima acción traerá consigo una mínima
recuperación. La estructura dentro de la cual estas opciones se deben implantar es en un
contexto alternativo, considerando la influencia del uso del agua, del suelo y demás actividades
productivas.
La protección y manejo del agua en toda la cuenca Lerma-Chapala, incluye como
una acción prioritaria un control del nivel del lago de Chapala. Sin embargo, esto tiene que
trascender al grado de establecer al propio lago como un usuario más del recurso, con una
escala de niveles máximos y mínimos, cuyo criterio no sea sólo el agua para la ciudad de
Guadalajara, sino para mantener la integridad biótica del ecosistema.
AGRADECIMIENTOS
Manifestamos nuestro profundo agradecimiento a J. Jesús Morales Castellanos por compartir su
gran experiencia como pescador, compañero y amigo. El material analizado fue obtenido gracias
al apoyo del Sistema de Investigación Morelos, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(SIMORELOS-CONACYT clave: 19980506009) y de la Coordinación General de Posgrado e
Investigación del Instituto Politécnico Nacional (CGPI-IPN clave:970468).
ARREGUI M., F. 1979. Plan piscícola del lago de Chapala. Tesis profesional,
Universidad de Guadalajara, Guadalajara, Jalisco. 1-42 pp.
FAO. 1999. Review of the state of world fishery resources: inland fish-
eries. (Food and Agriculture Organization) FIRI/C942 – ISSN
0429-9329.
WINDELL, J. T. AND S. H. BOWEN. 1978. Methods for study of fish diets based
on analysis of stomach contents, 219-254. In T. Bagenal (ed.)
“Methods for assessment of fish production in fresh waters”.
3rd. Edition. Blackwell Scientific Publications, Oxford.
Una versión previa de este trabajo fue publicada como short report en
la revista Ichthyological Research, 49:85-88.
* Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, UNAM. Apartado Postal
70-305, México, D.F. C. P. 04510. Correo electrónico.
[email protected]
MÉTODOS Y MATERIALES
Los especímenes del pescado blanco Chirostoma estor y del charal pinto C. patzcuaro fueron
colectados en el lago de Pátzcuaro (19º32"N y 101º32"W) ubicado en la cuenca del Eje
Volcánico Transversal, con la asesoría y el apoyo logístico del Centro Regional de Investigaciones
Pesqueras de Pátzcuaro (CRIP-Pátzcuaro).
Los especímenes de C. jordani fueron colectados en el lago de Chapultepec en el Valle de
México (20º09’N y 99º30’W). Sólo dos especímenes de C. estor fueron procesados debido al
delicado status de sus poblaciones.
La identificación específica fue hecha con la ayuda de colegas del CRIP-Pátzcuaro, mediante
el uso de las claves abreviadas de Barbour (1973b). Los especímenes estudiados se conservan
en el Laboratorio de Genética de Organismos Acuáticos del Instituto de Ciencias del Mar y
Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Los especímenes fueron procesados mediante la técnica de suspensión hipotónica de células
provenientes de epitelio branquial, seguida de secamiento al aire, de acuerdo a las técnicas
descritas en Uribe-Alcocer y Díaz-Jaimes (2001):
1.- Los especímenes fueron inyectados con una solución acuosa de Cloruro de calcio al 0.1%, de
acuerdo al tamaño del pez: de 5 a 10 cm de longitud, 0.5 ml y de 10 a 15 cm, 0.75 mililitros.
2.- Tres horas después se inyectó una solución de colchicina al 0.1% en el músculo anterodorsal
del pez, en una dosis de 0.1 ml por cada 10 g de peso.
3.- Dos horas después, los peces fueron procesados. Las branquias fueron separadas y sumergidas en una
solución 0.75 M de cloruro de potasio a fin de aplicar un choque hipotónico simultáneamente. Mientras tanto,
las laminillas branquiales se conservaban en la solución hipotónica a 37ºC, se descamaron las células del
epitelio branquial para obtener una suspensión celular. Las partículas de cartílago fueron retiradas.
4.- Después de 30 minutos, la suspensión celular fue centrifugada durante cinco minutos a 800 rpm,
el sobrenadante fue desechado y el botón fue fijado en una mezcla de metanol y ácido acético (3:1).
Se resuspendió después de un reposo de 10 minutos, y este paso se repitió tres o cuatro veces.
5.- El botón celular fue resuspendido de nuevo y se elaboraron las preparaciones dejando caer
dos o tres gotas de suspensión celular en portaobjetos limpios y fríos. Los portaobjetos se dejaron
secar al aire y se tiñeron con una solución de acetoorceína al 2% o en una solución de Giemsa en
amortiguador de fosfatos a pH 7.
6.- Mediante un examen microscópico, se escogieron campos cromosómicos adecuados para
contar los cromosomas y obtener el número cromosómico diploide modal. Los mejores campos
fueron fotografiados para la elaboración de los cariotipos representativos.
7.-Se siguieron los métodos de Levan et al. (1964) para la clasificación de los cromosomas de
acuerdo a la posición del centrómero.Adicionalmente, se obtuvieron los números cromosómicos
publicados de las especies del orden Atheriniformes, a fin de evaluar la tendencias de dispersión
de los números cromosómicos diploides del orden y se analizaron mediante la elaboración de
curvas de distribución de frecuencias.
RESULTADOS
La tabla 1 muestra el número de especímenes procesados de cada especie, su distribución por
sexo, el número de metafases estudiadas para determinar la moda del número cromosómico
diploide, así como el número de cariotipos analizados. La tabla 2 muestra la distribución de los
números cromosómicos encontrados en las especies analizadas.
Tabla 1
Número de especímenes procesados, distribución por sexo y número de metafases analizadas.
Tabla 2.
Distribución de números cromosómicos en los campos mitóticos analizados.
Número 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 TOTAL
C. estor 1 0 4 3 26 1 35
porcentaje .03 0 .11 .09 .74 .03 0
C. jordani 1 0 2 4 6 66 2 1 82
porcentaje .01 .00 .02 .05 .07 .80 .02 .01
C. patzcuaro 2 5 8 95 3 0 2 115
porcentaje .02 .04 .07 .83 .03 .00 .02
sm
st
Figura 1
Cariotipo de una hembra de Chirostoma estor del Lago de Pátzcuaro
(Barra: 5 µm). (m = cromosomas metacéntricos; sm = cromosomas
submetacéntricos; st = cromosomas subtelocéntricos; t = cromosomas
acrocéntricos).
sm
st
Figura 2
Cariotipo de un espécimen macho de Chirostoma jordani del lago de
Chapultepec (Barra: 5 µm). m = cromosomas metacéntricos;
sm = cromosomas submetacéntricos; st = cromosomas subtelocéntricos;
t = cromosomas acrocéntricos.
Figura 3
Cariotipo de un espécimen macho de Chirostoma patzcuaro del Lago
de Pátzcuaro (Barra: 5 µm). st = cromosomas subtelocéntricos;
t = cromosomas acrocéntricos.
Figura 4
Distribución de frecuencias de números diploides encontrados en: a) todos
los informes sobre estudios citogenéticos realizados en el Orden
Atheriniformes; b) en estimaciones por especie; c) en estimaciones por
géneros y d) en estimaciones de las especies estudiadas de la familia
Atherinopsidae.
DISCUSIÓN
Asumiendo que los cromosomas son fundamentalmente conservadores debido a su crítica función
de la transmisión de los caracteres hereditarios, se puede considerar que existe una presión
selectiva intensa para el mantenimiento de su estructura y número, ya que su modificación
pudiera producir fallas durante la división celular o bien durante la reproducción y desarrollo de
los organismos debido a la existencia de gametos desbalanceados. Por esta razón se ha considerado
que el número modal encontrado en los cuatro histogramas de la figura 4 corresponde al número
ancestral diploide del orden Atheriniformes: 2N=48. Este número modal encontrado coincide con
el número generalmente considerado como primitivo en varios grupos de peces. (Roberts, 1964;
Ohno y Atkins, 1966; Ohno, 1970; Ohno et al., 1968; Álvarez et al., 1986; Brum y Galetti, 1997;
Galetti et al., 2000).
Avances del Cultivo de Pescado Blanco 85
La figura 4 muestra también que la mayor parte de los números cromosómicos diploides
fuera de la moda corresponde a valores menores mostrando una tendencia en este orden de
peces a la reducción del número cromosómico diploide que puede ser producida por reacomodos
estructurales, tales como fusiones céntricas robertsonianas o fusiones en tándem. La menor
probabilidad de que dos reacomodos cromosómicos diferentes ocurran en el mismo cariotipo
puede explicar que conforme disminuye el número cromosómico a partir del número
presumiblemente ancestral (2N=48), disminuye también su frecuencia.
En el género Chirostoma las especies C. jordani y C. estor concuerdan en el número
diploide 2N=48 y en el número fundamental NF=68. Las diferencias en sus fórmulas
cromosómicas sugieren que sus cariotipos pudieron haber divergido por pocos reacomodos:
tres inversiones pericéntricas, dos en los cromosomas birrámeos y una en los unirrámeos
para convertir elementos metacéntricos a submetacéntricos y subtelocéntricos a acrocéntricos
respectivamente (o viceversa).
El cariotipo primitivo del género Chirostoma debe haber sido similar al de C. estor, C.
jordani y C. grandocule (Durán González et al., 1997) especies que pertenecen al grupo
“jordani” y, en menor grado, al de C. attenuatum (Álvarez Espíndola, 1994) del grupo “arge”.
C. jordani fue considerado por Barbour (1973b) como la especie más primitiva del grupo “jordani”
por sus similitudes morfológicas y morfométricas con el probable ancestro marino del grupo
Menidia beryllina, y la especie C. estor fue considerada una ramificación temprana del grupo
“humboldtianum” (Barbour, 1973b).
Chirostoma patzcuaro muestra un número diploide menor: 2N=44. El notorio par mayor
de su cariotipo, el par 1, que tiene una longitud relativa señaladamente alta del 10% del total
del juego cromosómico, pudiera ser el producto de una fusión en tándem de dos o más
elementos pequeños, o de una fusión céntrica de dos cromosomas pequeños seguida de una
inversión pericéntrica y de otras fusiones e inversiones similares que causaron la reducción en el
número cromosómico. Algunos otros reacomodos, como inversiones pericéntricas o pérdidas de
material heterocromático, deben haberse dado para que los cromosomas birrámeos se
convirtieran en monorrámeos. En el orden Atheriniformes varios otros casos de notoria plasticidad
cariotípica interespecífica o intraespecífica se han encontrado, por ejemplo en los géneros
Fundulus (Black y Howell, 1978), Ilyodon (Turner et al., 1985) y Odontesthes (Arai y Kioke,
1980; Sola et al., 1988 ).
La marcada divergencia cariotípica de C. patzcuaro, mencionada anteriormente, puede
estar relacionada con su endemismo y con el tamaño relativamente pequeño de sus poblaciones
(Álvarez-Espíndola, 1994; Jiménez-Badillo y Gracia-Gasca, 1995) que pudo haber incidido
en una reducción drástica del tamaño efectivo de sus poblaciones, particularmente en situaciones
como la desecación parcial o la fragmentación de un cuerpo de agua.
Las diferencias entre los cariotipos de C. estor y C. jordani (2N=48) y el de C. patzcuaro
(2N=44) pueden deberse a varios reacomodos estructurales. El esquema más sencillo de su
diversificación sería la conservación de 11 elementos unirrámeos en ambos cariotipos,
acompañada por tres fusiones céntricas o fusiones (fisiones) en tandem, más 10 eventos
que resultaran en la pérdida (o aparición) de brazos cortos, como por ejemplo, inversiones
pericéntricas o pérdidas (o adiciones) de material heterocromático adyacente al centrómero,
que convirtieran 10 cromosomas birrámeos en monorrámeos (o viceversa) (Fig. 5). Los
pasos intermedios entre estas formas cariotípicamente muy divergentes, probablemente
puedan ser encontradas en otras especies del género.
AGRADECIMIENTOS
Este estudio fue financiado por la Universidad Nacional Autónoma de México. Se agradece la
colaboración del personal del Centro de Investigaciones Pesqueras de Pátzcuaro y de Lourdes
Badillo Jiménez, en la identificación específica. Se agradece igualmente la colaboración de Yolanda
Hornelas y de Mónica Domínguez, en diversos aspectos del estudio.
OHNO, S.; V. WOLF AND N. B. ATKINS. 1968. Evolution from fish to mam-
mals by gene duplication. Hereditas 59: 169-187.
RAMAMOORTHY, T.; A. LOT; R. BYE AND J. FA. 1993. Biological Diversity of Mexico:
Origins and Distribution. N. York. Oxford University Press.
Familia Belonidae
Xenontodon cancila 50 — Srivastava y Kaur, 1964
Familia Oryziatidae
Oryzyas latipes 48 68 Ojima y Hitotsumachi 1969
Oryzyas mekongensis 48 — Uwa y Magtoon,1986
Oryzyas melastigama 48 50 Scheel, 1972
Familia Cyprinodontidae
Adinia multifasciatus 32 64 Scheel, 1972
Adinia xenica 32 — Uyeno y Miller, 1971
Aphanius cypris 48 — Karbe, 1961
Aphanius dispar 48 — Karbe, 1961
Aphanius fasciatus 48 — Karbe, 1961
Aphanius iberus 48 — Karbe, 1961
Aphanius sophiae 48 — Karbe, 1961
Aphyoplatis duboisi 48 — Scheel, 1968
Aphyosemion 26 — Scheel, 1972
Aphyosemion 28 — Scheel, 1972
Aphyosemion ahli 36 — Scheel, 1968
Aphyosemion arnoldi 38 72 Scheel, 1972
Aphyosemion australe 30 — Scheel, 1968
Aphyosemion bivittatum 26 44 Scheel, 1972
Aphyosemion bivittatum 30 44 Scheel, 1972
Aphyosemion bivittatum 32 54 Scheel, 1972
Aphyosemion bivittatum 34 54 Scheel, 1968 y 1972
Aphyosemion bivittatum 34 38 Scheel, 1972
Aphyosemion bivittatum 34 50 Scheel, 1972
Aphyosemion bivittatum 34 52 Scheel, 1972
Aphyosemion bivittatum 36 54 Scheel, 1968
Aphyosemion bivittatum 38 38 Scheel, 1972
Aphyosemion bivittatum 38 40 Scheel, 1972
Aphyosemion bivittatum 38 50 Scheel, 1968
Aphyosemion bivittatum 40 54 Scheel, 1972
Aphyosemion bualanum 38 68 Scheel, 1968
Aphyosemion bualanum 40 66 Scheel, 1968
Aphyosemion calliurum 32 — Scheel, 1968
Aphyosemion cameronense 24 44 Scheel, 1972
Aphyosemion cameronense 26 44 Scheel, 1972
Aphyosemion cameronense 28 44 Scheel, 1972
Aphyosemion cameronense 30 46 Scheel, 1972
Aphyosemion cameronense 30 44 Scheel, 1972
Aphyosemion cameronense 32 42 Scheel, 1972
Aphyosemion cameronense 32 46 Scheel, 1972
Aphyosemion cameronense 34 44 Scheel, 1968 y 1972
Aphyosemion cameronense 34 46 Scheel, 1972
Aphyosemion celiae 20 40 Scheel, 1968
Aphyosemion christy 18 36 Scheel, 1968
Aphyosemion cinnamomeum 40 60 Scheel, 1972
Familia Goodeidae
Allodontichthys hubssi 41 — Uyeno et al., 1983
Allodontichthys hubssi 42 — Uyeno et al.. 1983
Allodontichthys sp. 48 — Uyeno et al., 1983
Allodontichthys tamazulae 48 — Uyeno et al., 1983
Allodontichthys zonistius 48 — Uyeno et al., 1983
Allotoca dugesi 26 — Uyeno et al., 1983
Allotoca maculata 48 — Uyeno et al., 1983
Ameca splendens 26 50 Miller y Fitzsimons, 1971
Ameca splendens 26 — Uyeno et al., 1983
Ataenobius toweri 48 — Uyeno et al., 1983
Chapalichthys encaustus 36 — Uyeno et al., 1983
Chapalichthys pardalis 36 — Uyeno et al., 1983
Characodon lateralis 24 48 Uyeno et al., 1983
Girardinichthys multiradius 48 — Uyeno et al., 1983
Girardinichthys viviparus 48 — Uyeno et al., 1983
Goodea atripinnis 48 — Uyeno et al., 1983
Goodea gracilis 48 — Uyeno et al., 1983
Goodea luitpoldi 48 — Uyeno et al., 1983
Hubbsina turneri 48 48 Uyeno et al., 1983
Ilyodon furcidens 48 — Uyeno et al., 1983
Neoophorus sp. 48 — Uyeno et al., 1983
Neoophorus catarinae 46 — Uyeno et al., 1983
Neoophorus diazi 46 — Uyeno et al., 1983
Neoopohorus meeki 46 — Uyeno et al., 1983
Skiffia bilineata 48 — Uyeno et al., 1983
Skiffia francesae 48 — Uyeno et al., 1983
Skiffia lermae 26 — Uyeno et al., 1983
Skiffia multipunctata 46 — Uyeno et al., 1983
Xenoophorus captivus 48 — Uyeno et al., 1983
Xenotaenia resolanae 48 — Uyeno et al., 1983
Xenotaenia whitei 48 — Uyeno et al., 1983
Xenotaenia xantusi 48 — Uyeno et al., 1983
Familia Poecilidae
Belonesox belizanus 48 — Post, 1965
Flatypoecilius maculatus 48 — Freye y Zernhale, 1967
Gambusia affinis 48 49 I tahashi y Kawase, 1975
Gambusia affinis 48 49,48 Yosida y Hayashi, 1971
Gambusia affinis 48 50 Chen y Ebeling, 1968
Gambusia affinis holbroki 48 48 Cataudella y Sola, 1977
Gambusia gaigei 48 48 Campos y Hubbs, 1971
Gambusia holbroki 48 — Post, 1965
Gambusia hurtadoi 48 48 Campos y Hubbs, 1971
Gambusia lumma 48 — Wildrick et al., 1985
Gambusia marshi 42 42 Campos y Hubbs, 1971
Gambusia nobilis 48 48 Campos y Hubbs, 1971
Gambusia puncticulata 48 53,54 Rab, 1984
Gambusia puncticulata 48 53,54 Rab, 1984
Gambusia regani 48 48 Campos y Hubbs, 1971
Gambusia rhizophorae 48 — Wildrick et al., 1985
Gambusia sexradiata 48 — Wildrick et al., 1985
Gambusia so. 48 — Scheel, 1972
Gambusia vittata 48 48 Campos y Hubbs, 1971
Gambusia xanthosoma 48 — Wildrick et al., 1985
Glaridichthys falvatus 48 48 Rab, 1984
Glaridichthys falvatus 48 48 Rab, 1984
Heterandria formosa 48 — Post, 1965
Lebistes reticulatus 46 46 Yosida y Hayashi, 1971
Limia melanogaster 48 — Post, 1965
Mollienesia sphenops 46 46 Rishi y Gaur, 1976
Mollienesia sphenops 48 — Post, 1965
Mollienesia velifera 46 — Post, 1965
Mollienissia latipinna 48 — Post,. 1965
Phallichthys amatis 48 — Post, 1965
Phallichthys pitteri 46 — Wickbom, 1943
Phalloceros caudimaculatus 46 — Wickbom, 1943
Phalloceros caudimaculatus 48 48 Foresti., 1974
Platypoecilus cauchianus 48 — Friedman y Gordon 1943
Platypoecilus maculatus 48 — Freye, 1967
Platypoecilus maculatus 48 — Friedman y Gordon 1943
Platypoecilus variatus 50 — Friedman y Gordon 1943
Platypoecilus xiphidum 48 — Friedman y Gordon 1943
Poecilia caudofasciata 46 — Wickbom, 1943
Poecilia formosa 46 — Rasch et al., 1970
Poecilia formosa 46 46 Prehn y Rasch, 1969
Poecilia latipinna 36 — Chiarelli, 1973
Poecilia latipinna 46 46 Prehn y Rasch, 1969
Poecilia latipinna 48 — Chiarelli, 1973
Poecilia latipunctata 46 — Prehn y Rasch, 1969
Poecilia melanogaster 48 — Post, 1965
Poecilia mexicana 46 — Prehn y Rasch, 1969
Poecilia reticulata 46 — Post, 1965
Poecilia reticulata 46 — Wickbom, 1943
Poecilia reticulatus 46 — Scheel, 1972
Poecilia sphenops 38 — Wickbom, 1943
Familia Atherinopsidae
Atherion elymus 48 50 Arai y Fujiki, 1978
Basilichthys australis 48 57 Gajardo, 1992
Basilichthys microlepidotus 46 62 Gajardo, 1992
Chirostoma attenuatum 48 76 Alvarez-Espíndola, 1994
Chirostoma estor 48 68 Uribe-Alcocer et al., 2002
Presente estudio
Chirostoma grandocule 48 — Durán-González et al., 1997
Chirostoma jordani 48 68 Uribe-Alcocer et al., 2002
Presente estudio
Chirostoma patzcuaro 44 44 Uribe-Alcocer et al., 2002
Presente estudio
Melanotaenia maccullochi 48 — Post, 1965
Menidia menidia 48 66 Warkentine et al., 1987
Odontesthes bonariensis 48 50-52 Sola et al., 1988
Odontesthes bonariensis 48 52 4sm+44st-a Arai y Kioke, 1980
Familia Anoplogasteridae
Scopelogadus microlepis 46 Post, 1965
SCHEEL, J. J. 1968. Rivulins of the old World. Trop. Fish. Hobby Publ.
U.S.A.
RESUMEN
En el presente capítulo se describe brevemente el trabajo que se
ha venido desarrollando en especies, los peces blancos y charales
del género Chirostoma, en el Laboratorio de Genética de la Planta
Experimental de Producción Acuícola (PExPA) de la UAM-I desde
1996 hasta la fecha. Dicho trabajo inicia con el proyecto de tesis
doctoral Variabilidad morfométrica, merística y molecular de espe-
cies del género Chirostoma y el Convenio CONABIO H017 Siste-
mática molecular y poblacional de especies del género Chirostoma
(Pisces: Atherinidae). Proyectos que se realizan bajo la direc-
ción del Dr. José Luis Arredondo Figueroa.
A partir de estos proyectos se han resuelto interrogantes
relacionadas con el estado actual de la variabilidad morfológica y
genética de 16 especies del género (Barriga-Sosa, 2001); análisis
que se ha profundizado en las especies del grupo humboldtianum
(Barriga-Sosa, et al., 2002); además de realizar investigación
sobre la estructuración genética de una de las especies de charales
de mayor importancia económica en el lago de Pátzcuaro (Barriga-
Sosa, et al., en revisión), así como de la especie C. humboldtianum.
Por otro lado, se han caracterizado marcadores aloenzimáticos y
moleculares específicos que permiten realizar una discriminación
práctica para fines de manejo en las especies de peces blancos
(Barriga-Sosa, et al., en prep1) y de charales (Barriga-Sosa, et al., en
prep2). En la actualidad se inicia el desarrollo de marcadores
microsatelitales en la especie C. humboldtianum, para fortalecer los
trabajos antes mencionados y resolver otras interrogantes tanto a
nivel básico como aplicado.
Los resultados del análisis multivariado (análisis de correspondencia, CO) muestran que cinco variables
morfométricas (longitud pedúnculo caudal, distancias del hocico a la primera y segunda aletas dorsales
y a la aleta pélvica, además de la altura de la la primera aleta dorsal )influyen en la separación de
especies del grupo Arge (C. attenuatum, C. a. zirahuen, C. riojai y C. labarcae) (Fig.1). Los resultados
mostraron que con el análisis discriminadamente (AD) de las variables mencionadas se resolvieron
dos funciones discriminantes con niveles de significancia P< 0.05, 95% y con un porcentaje promedio
total de clasificación (C) del 89.9 por ciento.
Figura 1
Gráfico de los factores I y II del análisis de CO para las especies y
subespecie del grupo Arge, 3= C. labarcae, 8= C. a. zirahuen, 12= C.
riojai y 16= C. a. attenuatum.
Por otro lado, para el grupo más numeroso (Jordani), el análisis de componentes principales (CP),
mostró que solamente seis de los 18 caracteres analizados presentaron una varianza mayor al 35%. La
aplicación del AD a las variables mencionadas, mostró que estas no resolvieron funciones discriminantes
con niveles de significancia (P< 0.05, 95%) y el porcentaje total promedio de clasificación (C) fue de tan
sólo el 28%, por lo que los datos morfométricos no fueron informativos en la separación de las 12 especies
del grupo Jordani.
Para los datos de caracteres merísticos, los mejores resultados para el grupo Arge los resolvió el
análisis de correspondencia (CO), mientras que para el grupo Jordani los resolvió el análisis de CP.
Para el grupo Arge, el análisis de CO resolvió casi la totalidad de su varianza en cuatro factores
(98.01%). Los resultados del AD con las ocho variables merísticas mostraron que estas resolvieron dos
funciones discriminantes con niveles de significancia (P< 0.05, 95%) y con un porcentaje promedio total de
clasificación (C) del 98.6%. La distribución de las especies en el gráfico de las dos funciones discriminantes
muestra una clara separación para las cuatro especies del grupo Arge (Fig. 2). Los caracteres que contri-
buyeron de manera más significativa en las funciones discriminantes de las especies fueron: en la primera
función discriminante los caracteres número de branquiespinas (BE), número de escamas de la línea
lateral (ELl) y número de rayos de la primera aleta dorsal (R1D) y los caracteres número de rayos de la
aleta anal (RAA) y número de escamas interdorsales (EID) en la segunda función discriminante.
Por otro lado, para el grupo Jordani, el análisis de CP resolvió una varianza total acumulada
de solamente el 57.09% en dos componentes. Los ocho caracteres merísticos se sometieron a un
análisis (AD) y los resultados mostraron que las ocho variables resolvieron dos funciones discriminantes
con niveles de significancia (P< 0.05, 95%) y con un porcentaje promedio total de clasificación (C)
del 71.1%.
Sin embargo, la distribución de las especies en el gráfico de las dos funciones discriminantes
muestra una clara separación solamente en dos especies (C. grandocule y C. jordani) de las doce
analizadas (Fig. 3). El traslape observado en 10 de las especies se debe principalmente a dos
factores: 1) a que el número de muestra de algunas de estas especies es muy pequeño y no
estadísticamente representativo y 2) a que siete de las especies, los miembros del grupo
humboldtianum, presentan altos niveles de similitud genética y morfométrica (Echelle y Echelle,
1984; Barriga-Sosa et al., 2002), por lo que los centroides de este grupo de especies (10) se
encuentran muy cerca uno de otro.
Figura 3
Gráfico de las funciones discriminantes I y II del AD para las especies
subespecies del grupo Jordani (ver tabla para especies).
Amortiguadores ensayados: G= Tris glicina, pH= 8.5; B= Tris EDTA borato, pH= 8.5; C= Tris citrato,
pH= 6.5; D =Tris citrato, pH= 8; E= Tris citrato borato, pH= 8.2; CA=CAAMP; pH= 7.0; Abr= abreviatura;
Número E.C.= Sistema numérico del código de enzimas; P= Polimórfico; M= Monomórfico; — sin actividad.
El valor promedio de heterocigosidad (He) fue de 0.063. Las especies que presentaron los
valores de He más elevado fueron C. jordani (0.096) y C. e. copandaro (0.094), seguidas por C.
humboldtianum (promedio, 0.085), C. e. estor (promedio, 0.083), C. labarcae (0.082), C. patzcuaro
(0.078), C. chapalae (0.076), C. promelas (0.073) y C. sphyraena (0.070). Las especies C. riojai, C. c.
consocium, C. a. attenuatum, C. c. reseratum, C. a. zirahuen y C. lucius presentaron He intermedia,
mientras que la He más baja se observó en la especie C. grandocule (0.022).
En general, estos valores son más elevados que los reportados por Echelle y Echelle (1984),
lo cual puede estar relacionado con el tipo de enzimas utilizadas en cada uno de los trabajos. En el
presente trabajo las enzimas que presentaron variabilidad fueron solamente Gpi y Pgm (enzimas del
grupo II); mientras que en el trabajo de Echelle y Echelle (op cit.), además de estas enzimas (Gpi y
Pgm), se presentó variabilidad en Ak, Aat, Ck, Gpdh, Es, 6Pgd, Ipo y Ldh (enzimas del grupo I y II).
También podría influir en los datos, la existencia de hibridación, tanto natural como artificial que ocurre
en los lagos de Pátzcuaro y Chapala.
Aunque se observaron diferencias significativas (P <0.05) en las frecuencias alélicas entre
algunas de las especies (Tabla 3), fueron más significativas las diferencias entre muestras de la
misma especie. Las especies que no presentaron diferencias significativas fueron en su mayoría las
especies del Lago de Chapala. Estimaciones preliminares de los estadísticos-F, de acuerdo con Weir
y Cockerham para los organismos incluidos en el presente trabajo aunque no significativas por el
número de individuos analizados muestran una tendencia a la diferenciación genética en las 13 especies
y tres subespecies (21 muestras) analizadas y apoyan los resultados morfométricos, merísticos y
genéticos que sugieren entrecruzamiento y cruzamiento externo entre especies y subespecies. El
promedio de qPOP andqSUBPOP indican una diferenciación genética significativa entre especies y muestras
(0.5672, S.D. 0.1316 y 0.6057, S.D 0.1165, respectivamente). Estos resultados apoyan a los reportados
previamente para siete especies del género (Barriga et al., 2002).
Avances del Cultivo de Pescado Blanco 113
A nivel intra-específico, se observaron diferencias en las frecuencias alélicas y en la variación genética
(He) entre muestras. Por ejemplo, las muestras GJ-96 y GI-97 de la especie C. grandocule presentaron
diferencias significativas en las frecuencias alélicas y en la He entre sitios y entre años, respectivamente.
Barriga-Sosa et al. (2002 y en revisión) han reportado estas diferencias sugiriendo una diferenciación
genética real entre las muestras de Janitzio (GJ-96 y GJ-99) e Ichupio (GI-97). Los mismos autores
reportaron que los loci Gpi-1, 2 y 3 de la muestra GJ-99 no presentan el alelo c observado en la
muestra GJ-96. Y que la muestra GI-97 no presentó los alelos a y d en los loci Gpi-1 y 3.
Tabla 3
Probabilidades combinadas ( P- Fisher, diferencias en las frecuencias alélicas entre muestras) para cada
par de muestras analizadas ( 26 muestras ) correspondientes a trece especies y tres subespecies.
M GJ96 GI97 GJ99 Prom Hum HPtz EPtz ECha EcC LucM
GJ96 ——
GI97 0.000 ——
GJ99 0.142 0.000 ——
Prom 0.000 0.000 0.000 ——
Hum 0.000 0.000 0.000 0.004 ——
HPtz 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 ——
EPtz 0.000 0.000 0.000 0.000 0.002 0.000 ——
ECha 0.000 0.000 0.000 0.761 0.002 0.000 0.000 ——
EcC 0.000 0.000 0.000 0.006 0.040 0.000 0.000 0.002 ——
LucM 0.000 0.000 0.000 0.000 0.219 0.000 0.034 0.000 0.002 ——
LucC 0.000 0.000 0.000 0.889 0.004 0.016 0.000 0.747 0.014 0.000
Con 0.000 0.000 0.000 0.048 0.004 0.000 0.000 0.008 0.000 0.008
Cre 0.000 0.000 0.000 0.999 0.003 0.002 0.000 0.897 0.003 0.000
Att 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.067
Azi 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.003 0.000 0.000 0.000
Jor 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000
Cha 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.025 0.000 0.000
Rio 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.002 0.000 0.000 0.000 0.000
Lab 0.000 0.000 0.000 0.994 0.127 0.026 0.002 0.998 0.124 0.012
Sph 0.000 0.000 0.000 1.000 0.493 0.077 0.009 0.999 0.246 0.048
Ptz 0.000 0.004 0.000 0.079 0.143 0.001 0.429 0.816 0.103 0.464
M LucC C Con Cre Att Azi Jor Cha Rio Lab Sph Ptz
LucC ——
Con 0.013 ——
Cre 0.956 0.170 ——
Att 0.000 0.000 0.000 ——
Azi 0.000 0.000 0.000 0.000 ——
Jor 0.000 0.000 0.005 0.000 0.000 ——
Cha 0.000 0.095 0.001 0.008 0.000 0.000 ——
Rio 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 ——
Lab 0.999 0.083 0.999 0.000 0.000 0.146 0.030 0.000 ——
Sph 0.999 0.179 0.999 0.000 0.000 0.001 0.008 0.001 0.998 ——
Ptz 0.121 0.007 0.051 0.999 0.144 0.002 0.590 0.000 0.457 0.367 ——
M = muestras; GJ96, 99 y GI97 = C. grandocule (Lago de Pátzcuaro, Janitzio-1996, 1999 e Ichupio-1997,
respectivamente); Prom= C. promelas; Hum= C. humboldtianum (6, Lago de Chapala; 6 Lago de Zirahuén
y 8, Laguna Zacapu); EcC= C. e. copandaro; Cre= C. c. reseratum; Att= C. a. attenuatum; Azi= C. a. zirahuen;
Jor= C. jordani; Cha= C. chapalae, Rio= C. riojai; Lab= C. labarcae y Ptz= C. patzcuaro.
El segundo grupo del mismo conglomerado contiene a las especies del grupo Arge,
con excepción de la especie C. chapalae, y es apoyado con valores de bootstrap mayores al
70%. La especie C. riojai se encuentra equidistante entre los dos conglomerados. El segundo
conglomerado lo conforman las poblaciones de la especie C. grandocule y se muestra
equidistante del resto de las especies. La separación de esta especie está relacionada con
la baja variabilidad reportada para la especie en relación con el resto de las especies del
género (Barriga-Sosa et al., 2002). El índice de consistencia mostró que los nodos con valores
de bootstrap mayores del 50% son apoyados con el 47.8%, el 4.3% y el 8.7% de los loci
polimórficos utilizados en el análisis.
La topología consenso generada por Neighbor-joining (N-J) y con las distancias de
coancestría de Reynolds et al. (1983) (Figura 5) es similar, con la separación de los dos
grupos (Jordani y Arge). El conglomerado más numeroso es el que contiene a las especies
del grupo Jordani, (valores de bootstrap del 100% en este nodo) aunque aquí se presenta a
la especie C. riojai, estrechamente relacionada con C. humboldtianum, mientras que el
conglomerado del grupo Arge incluye a la especie C. sphyraena.
La mayoría de los nodos de este árbol presentan valores de bootstrap del 100%, incluyendo al
nodo de las muestras de la especie C. grandocule, el cual se encuentra claramente separado de este
último grupo. Es importante mencionar que un problema que se genera cuando se interpretan los
valores de bootstrap asociados con los árboles de distancia genética es lo que se determina alta
robustez artificial de los nodos, que puede generarse cuando se realiza el bootstrap entre un número
limitado de loci y cuando se observa que el número de permutaciones posibles puede ser menor que
el número de eventos de muestreo con reemplazo (en este caso 1000), dando como consecuencia
una estimación artificial de la varianza muy pequeña (Felsenstein, 1995). Por lo que realizar un muestreo
con reemplazo un número elevado de veces y con un pequeño número de loci (en este caso 8),
podría llevaros a una falsa interpretación de la robustez de los nodos.
Los datos generados con los genes mencionados se encuentran en proceso (Barriga-Sosa,
2001 y en proceso), por lo que a continuación sólo se presentan resultados preliminares. Los
productos amplificados que se obtuvieron para el gen cit B fueron de aproximadamente 490
pares de bases (pb) usando el par de oligonucleótidos (cit B 195-193). De aquí en adelante nos
referimos a este fragmento como cit B-490. Mientras que los fragmentos generados con los
oligonucleótidos (Sar-Sbr) a partir del gen 16S ADNr fueron de aproximadamente 600 pb y a
estos nos referimos en adelante como 16S-600. El fragmento cit B-490 de Chirostoma corresponde
a la parte inicial del gen (posición 11 a 489 de la secuencia de nucleótidos y posición 4 a 140 de
la secuencia de amino ácidos del mismo gen en el pez teleósteo Cyprinus carpio). Dicha
secuencia (420 bp) representa un 36.8% del gen de acuerdo al tamaño promedio del gen reportado
para peces teleósteos. Para comparar la secuencia del Cit b de Chirostoma con la de otros
aterinópsidos, 420 pb fueron sometidos a un alineamiento óptimo en el programa Blast-2
sequences (Tatusova y Medden, 1999). Los resultados muestran que para la optimización
del alineamiento se incluyeron tres inserciones en la especie C. lucius en la posición 7-10 con
relación a la especie C. humboldtianum, además de una adición en la especie Craterocephalus
marjoriae en la posición 303. El porcentaje promedio de identidad nucleotídica observada para
312 pb de las especies de Chirostoma respecto a los aterinópsidos Atherinomus ogilbyi, Atherinosa
microstoma y Craterocephalus, fue del 78.7%. El análisis de las secuencias de dicho fragmento
indican que la proporción de A+T y G+C es cercana al 1:1 (53.7% vs. 46.3%, respectivamente). El
número de sitios variables en el gen de C. estor y en relación con los de los otros aterinópsidos
fue de 72 (23.1%). Siete de estas fueron en la primera posición, seis en la segunda y 59 en la
tercera posición, los cuales se traducen en cuatro cambios de amino ácidos codificados en la
secuencia disponible de los tres aterinópsidos analizados. También se detectó una deleción en la
posición 303 de Craterocephalus marjoriae con relación a los otros aterinópsidos. Aunque es
prematuro hacer conclusiones con relación a la utilidad de dicho gen en el presente estudio, si se
puede definir como un buen marcador para inferir las relaciones filogenéticas de aterinópsidos.
Se pudo observar que el número de transiciones (TÖC y AÖG) y transversiones (AÖT, AÖC, TÖG
y CÖG) en 312 pb de las especies de Chirostoma con relación a los otros aterinópsidos fue del
22-23% (69-72 sitios), con un mayor número de transversiones 13.8% (43) sobre las transiciones
10.2% (32) (Tabla 4).
Tabla 4
Transiciones y transversiones en los nucleótidos del fragmento del gen
cit B de las especies de Chirostoma con relación a los tres aterinópsidos.
C. humboldtianum y
C. lucius 21 11 8 16 5 8
C. estor 22 11 8 17 6 8
Figura 6
Topologías de relaciones entre especies del género y otros Atheriniformes generados con la distancia de
Kimura-2 parámetros: a) Parsimonia y b) Máxima Verosimitud (ML) a partir de 427 pb del gen cit B; c) Parsimo-
nia de 570 pb del gen 16S ADNr. Los valores en paréntesis significan el número de veces que la agrupación
ocurrió en todas las topologías y el número de pasos necesarios para formar ese clado, en ML y Parsimonia,
respectivamente.
Figura 7
Funciones discriminantes I y II de los análisis AD con los caracteres
morfométricos (a) y merísticos (b).
AGRADECIMIENTOS
I NTRODUCCIÓN
La actividad pesquera en el lago de Pátzcuaro posee un profundo significado cultural, social
y de importancia básica para la economía de las comunidades indígenas P’urhépecha
asentadas en su ribera.
Los registros oficiales de captura pesquera indican que la producción pesquera en el lago de
Pátzcuaro disminuye progresivamente a consecuencia del acelerado deterioro ecológico que sufre
la cuenca, la disminución en su calidad del agua, la intensa sobreexplotación pesquera y la interacción
biológica que necesariamente se presenta con las especies introducidas. El pez blanco del lago de
Pátzcuaro tiene uno de los precios más altos en el mercado nacional pesquero, alcanzando hasta
U.S. $25.00 el kilogramo. En el año de 1982 la captura del pez blanco registró un total de 122
toneladas, mientras que en el año de 2002, la captura de esta especie registró un máximo de tres.
La pérdida económica y el creciente riesgo de perder la especie de manera irreversible
motivó que el presente trabajo se orientara de manera prioritaria y permanente hacia el
conocimiento de la sistemática, biología, distribución, abundancia y ecología del pez blanco con
el objeto de generar conocimientos básicos y aplicados que permitieran el desarrollo de cultivos
experimentales en condiciones controladas y semi-controladas; así como generar estrategias
que no solamente rescataran este valioso recurso pesquero sino que también favorecieran una
actividad económica autosuficiente y compatible con la región.
Considerando el alto valor comercial y la progresiva declinación de las capturas del pez blanco
se han realizado numerosos intentos para la reproducción artificial y el cultivo de esta especie
avanzando paulatinamente en el conocimiento y manejo controlado del pez blanco.
Dentro de los estudios que han generado notables avances en el manejo de la especie se
encuentran los de Armijo y Sasso (1979) en ejemplares del género Chirostoma. Durante la etapa
de alevinaje se suministraron cinco dietas incluyendo yema cruda disuelta, yema cocida
suministrada a través de una malla fina, levadura disuelta en agua, cultivo de protozoarios y agua
fertilizada con materia orgánica. A los tres días de absorción del saco vitelino las crías fueron
alimentadas con levadura y, posteriormente, con yema de huevo cocida. La sobrevivencia reportada
para crías alimentadas con levadura y yema cocida fue de 55% en un periodo de 120 días de cultivo.
BIOLOGÍA REPRODUCTIVA
1. Materiales y métodos
a) Colecta de reproductores y fertilización
Se realizaron colectas de reproductores mediante el empleo de una red chinchorro de
pesca comercial con una longitud de 300 metros, tres metros de altura y una luz de malla
de XX. Los ejemplares colectados fueron mantenidos en una tina con agua del lago, aislada
y debidamente cubierta con cartón para evitar el incremento de temperatura. Los individuos
sexaron y se determinó su madurez sexual mediante una ligera presión en su región
abdominal para observar la expulsión de óvulos o semen. Posteriormente, se tomaron a las
hembras maduras y con una ligera presión de su abdomen se realizó la extracción de
óvulos y estos fueron depositados en una charola húmeda. Los óvulos fueron esparcidos
de manera uniforme en el colector para favorecer su oxigenación. Inmediatamente después
se tomaron los machos maduros y de igual forma se obtuvo el líquido seminal dirigiendo la
extracción hacia los óvulos para asegurar la inseminación. Se mezcló el semen y los óvulos
con la aleta caudal del macho, se agregó un poco de agua del lago y se dejaron reposar
durante cinco minutos. Los huevos fertilizados fueron suspendidos en raíces de lirio acuático
previamente esterilizado con una solución al 10% de azul de metileno. Finalmente, se practicó
la disección de los reproductores con el objeto de realizar el análisis de madurez sexual,
observación de espermatozoides y análisis ovárico.
b) Trabajo de laboratorio
Para la incubación en condiciones de laboratorio se llevó a cabo la fertilización artificial con
tres réplicas, los huevos fertilizados fueron colocados en cedazos de 21.5 cm de diámetro
previamente lavados, esterilizados con azul de metileno al 1.0% y transportados en hieleras
con agua del medio, la que se mantuvo a 18°C con ayuda de agua embotellada congelada
para evitar el aumento de temperatura y la muerte de la freza durante el transporte.
2. Resultados
2.1. Aparato reproductor
a) Testículos.
Son estructuras pares dispuestas en sentido longitudinal y suspendidos por el mesorquio,
ubicados en posición dorsal de la cavidad abdominal debajo de la vejiga gaseosa. El tamaño
y color varía según el estadio de maduración y el desarrollo sexual del pez (Segura, 1997).
b) Ovarios.
Como los testículos, los ovarios guardan una posición longitudinal y son pareados, suspendidos
por el mesovario y ubicados por debajo de la vejiga gaseosa. La hembra más pequeña pesó 28.6
g cuya talla fue de 164 mm y la más grande fue de 211.7 g con 300 mm de longitud total. El radio
sexual en esta especie se estableció en 3:1, es decir, tres machos por hembra (Segura, 1997).
c) Gametos.
Las células sexuales masculinas son espermatozoides típicos con un cuerpo dividido en tres
partes: una cabeza redonda y blanca que carece de acrosoma; la parte media que contiene las
mitocondrias y un largo flagelo sin ornamentaciones. Los óvulos son de tipo telolécito con un
vitelo graso y concentrado en el polo vegetativo; el corion es de aspecto liso. Los óvulos son
semiesféricos, su diámetro varía de 1.02 a 1.16 mm, de color amarillo claro y muy transparentes.
En el extremo del polo vegetativo presentan de 2 a 10 filamentos con una longitud de 2.0 cm, en
el extremo opuesto a los filamentos se localiza el micrópilo (Segura, 1997).
d) Fecundación.
La fecundación en el pez blanco es externa, una vez liberado el semen los
espermatozoides son atraídos por una estructura que se insinúa en el corion del huevo
llamada cono de atracción a través del cual penetra un solo gameto. Transcurridos
cinco minutos después de la penetración del espermatozoide al interior del óvulo se
forma el espacio perivitelino, que es una especie de aro que se interpone entre la
membrana perivitelina y el corion con la finalidad de formar la membrana de fecundación
cuya función es evitar la polispermia (Segura, 1997).
Tabla 1
Tiempos de duración parcial y total del desarrollo embrionario para Chirostoma estor estor a 20°C,
Segura (1997).
1. Materiales y métodos
a) Selección de sitios
Para evaluar el potencial de las zonas de ribera sujetas a la rehabilitación de litoral se
seleccionó la ribera de la isla de Urandén de Morelos, en donde las actividades de dragado
y control de la vegetación acuática representan un programa permanente del gobierno del
estado de Michoacán. Por otro lado, existen comunidades indígenas previamente
capacitadas en el manejo de peces bajo condiciones de cautiverio.
Para establecer la zona de reserva del pez blanco se aplicaron los siguientes criterios ambientales:
a) profundidad de la zona litoral, b) exposición a los vientos dominantes, c) corrientes superficiales, d)
calidad del agua, e) nivel de desarrollo de la vegetación acuática y f) vigilancia del sistema experimental.
Se realizaron campañas de reconocimiento para definir los sitios potenciales para el ensayo
experimental. Se seleccionaron diversos sitios, los cuales fueron sujetos a reubicación hasta el año
de 1993 cuando la reserva fue ubicada al norte de la isla de Urandén de Morelos a una distancia
aproximada de 350 metros de la orilla de la isla, con las coordenadas geográficas de 2163350
metros al norte y 221700 metros al este del Sistema Universal Transversa de Mercator (UTM).
El hábitat del área seleccionada se caracterizó por ser una zona de baja profundidad,
cubierta principalmente por plantas acuáticas sumergidas de los géneros Ceratophyllum y
Potamogeton. Estas plantas favorecen el estancamiento hidrodinámico, por lo que fue
necesario su corte y extracción en el interior de la jaula.
c) Sistema de cultivo
El sistema de cultivo consistió de 15 jaulas fijadas a una altura de 0.50 m del piso del lago
de forma rectangular con medidas de 2 m de largo X 1.2 m de altura X 1.5 m de ancho. La
jaula ofreció un volumen total de 3.6 m3 de agua. Los paneles de la jaula fueron construidos
con tela de organza con una abertura de malla de 0.250 milímetros.
Tabla 2
Calidad de agua en la reserva de la ribera sur del lago de Pátzcuaro (1993).
Tabla 3
Crecimiento larvario de crías de pez blanco del lago de Pátzcuaro.
Los resultados sugieren que las dietas naturales son el alimento de mayor preferencia por
los alevines de pez blanco, sin embargo, las dietas artificiales fueron aceptadas y alcanzaron
niveles aceptables de crecimiento.
Tabla 4
Modelo de capacidad de carga para una reserva de crías de pez blanco.
Ve= Velocidad externa a la jaula; Vi= Velocidad interna en la jaula; TRH= Factor de transmisición hidráhulica;
ODd= Cantidad de oxígeno disuelto disponible. La tasa metabólica alimentaria que se asume para crías de
pez blanco es de 0.160 mg de O2/h/g biomasa.
Tomando en consideración la tasa promedio metabólica de consumo de oxígeno de
juvenil de pez blanco propuesta por Vega (1981), además de la concentración de oxígeno
disuelto registrado en el sitio de cultivo, la tasa de renovación hidráulica obtenida en el sistema
de jaulas flotantes y la fecundidad relativa de la especie, fue posible estimar la densidad de
crías que debe mantenerse por cada jaula de cultivo e incrementar sin riesgo la producción
de alevines para el programa de recuperación y cultivo experimental del pez blanco.
En sitios en donde la renovación hidráulica es baja, la producción de crías es de
apenas un poco más de 5,000 individuos por jaula, lo que representa un promedio de
cuatro desoves de pez blanco. Mientras que en sitios en donde la circulación del agua es
intensa pueden llegar a mantenerse hasta medio millón de crías de pez blanco por jaula.
Sin embargo, hasta el momento no ha sido posible registrar en el lago de Pátzcuaro un
nivel de sobrevivencia de esta magnitud en sistemas de incubación de alta densidad, debido
principalmente al creciente deterioro en la calidad del agua del lago.
CHACÓN T., A.; L.G. ROSS AND M.C.M. BEVERIDGE. 1989. Lake Patzcuaro,
México: results of a new morphometric study and its
applications for productivity assessments. Hydrobiologia,
184: 125-132. Bélgica.
RESUMEN
RESULTADOS
En el Centro Regional de Investigación Pesquera de Pátzcuaro (CRIP-Pátzcuaro) se han realizado
investigaciones con el propósito de optimizar el manejo bajo condiciones de cautiverio, así como
en sistemas abiertos para el cultivo del pescado blanco de Pátzcuaro, para cada una de las
etapas de vida de éstos como son: la etapa de huevo, larva y cría, asimismo para el manejo de
etapas juveniles, adultas y etapa de reproducción, los cuales se han trabajado en diferentes
sistemas como: acuarios, canaletas, tanques y estanques, así como el uso de jaulas flotantes en
su medio natural. Se describen a continuación, los logros y resultados que se han obtenido en
este Centro, en las diferentes fases de vida de esta especie.
1
Registro Estadístico de la Oficina de Pesca del 2001, Pátzcuaro SEMARNAP.
Figura 1
Crecimiento en longitud estándar de larvas de pescado blanco del
lago de Pátzcuaro. Datos en clases cada dos días.Fuente: Rojas 2000b
Uno de los obstáculos en el cultivo del pescado blanco son las altas tasas de mortalidad que se
presentan durante las primeras etapas de desarrollo, principalmente en fase de larva, ocurriendo
primordialmente durante el cambio de alimentación endógena a exógena, debido a que los organismos
dependen en este momento de la disponibilidad de alimento en cantidad y calidad en el medio, el que
de no encontrarse en los niveles idóneos provoca el debilitamiento de las larvas cuyo grado extremo
es el punto de no retorno como ha sido descrito por autores como Blaxter (1969) y Braun (1978). Por
tal motivo, a partir de 1990 se realizaron estudios en este Centro de Investigación con el propósito de
atender la fase considerada como el cuello de botella para el cultivo de la especie, por lo que se
iniciaron las primeras experiencias en el establecimiento y desarrollo de cultivos de apoyo (microalgas
e invertebrados) como suministro alimenticio durante la etapa de larva .
Las primeras experiencias en el suministro de dietas vivas fueron a través del suministro de rotíferos
de las especies Brachionus habaniensis y Brachionus calyciflorus , los cuales a fueron a su vez alimentados
con microalgas cloroficeas de los géneros Scenedesmus y Chlorella sp (Mares et al., 1993).
Con el objeto de continuar evaluando la eficiencia en la aceptación, crecimiento y sobrevivencia
durante las fases larvales del pescado blanco, a partir de 1991 se trabajaron los primeros ensayos con
alimentos inertes, suministrando diferentes dietas en las diferentes etapas de vida, sin embargo, los
resultados observados hasta el momento señalan la necesidad de estudiar de forma puntual el proceso
de transición de una alimentación en las larvas a base de dietas vivas durante el primer mes de vida y el
suministro de dietas inertes, ya que autores como Mares (1997), Estrada (1991) y Campos (2000) han
señalado que los porcentajes más altos de mortalidad ocurren durante el primer mes de vida debido a
cambios en la alimentación. Campos (2000) señala además que ello puede deberse a un proceso de
adaptación a los sistemas de cultivo; por su parte, Dabrowsky (1991) menciona que a las larvas de
peces les toma incluso semanas el iniciar una actividad proteolítica después de iniciada la alimentación
exógena. Al respecto Rojas (2000) señala que es posible que en Chirostoma estor estor el inicio o
incremento significativo de actividad proteolítica y síntesis protéica ocurra a partir del día 26 al 40 dado
que en ese periodo se produce la diferenciación de aletas y la osificación, de hecho en este periodo se
desarrollan las aletas pélvicas, la anal y las dos dorsales, lo que sin duda requiere de mayores aportes
energéticos, ésas estructuras, a su vez, le dan mayor capacidad de movimiento para acceder al alimento.
Armijo y Sasso, 30 14 Levadura y yema de huevo cocida. Sobrevivencia del 50% hasta el
1979 día 12. Después se alimentaron
con Daphnia spp aumentando
paulatinamente la mortalidad del
día 25 al 27 hasta ser del 95%.
Mares, et al, 1996 30 Rotíferos y alimento balanceado a partir de Sobrevivencia del 50% con rotíferos
harina de pescado, leche entera y huevo. a los 30 días, con alimento balan-
Combinado alimento vivo por dos semanas ceado la mortalidad fue total al 5 día.
seguido de alimento balanceado de harina de Con el combinado la sobrevivencia
pescado, leche entera y huevo. fue de 13% a los 30 días.
Mares, et al, 1997 30 Con rotíferos con A. balanceado con harina de En el primer caso sobrevivencia de
8.2
pescado como fuente de proteína. Con huevo 45% . En el siguiente tratamiento
y caseína como fuente de proteína También mortalidad total a los 7 días. Con
se probó un microencapsulado para camarón caseína y huevo al noveno día mor-
talidad total. En el último caso mor-
talidad total al noveno día.
Mares, et al, 2000 30 Rotíferos y un alimento a partir de harina de 88.89% a los 15 de la substitución
7.60
pescado. de la dieta inicial.
6.20 Rotíferos y un alimento a partir de huevo y 27.58% a los 15 días de la substi-
caseína. tución de la dieta inicial.
6.85 Rotíferos y un alimento a partir de harina de 18.5% a los 15 días de la substi-
Daphnia sp. tución de la dieta inicial.
Campos, 2000 30 16.6 Rotíferos y nauplios de artemia. 90% durante el primer mes de
272 78.0 El primer mes de acuerdo a régimen anterior vida de ensayos con un lapso de
y posteriormente alimento balanceado 272 días. No la menciona.
TetraMin en hojuela.
Mares, 2003 30 Rotíferos y nauplios de artemia, inicio de ali- 85-90% se considera que la varia-
mento comercial en hojuela. ción se debe a algún factor biológi-
co ya que los lotes proceden de
desoves sin ningún tipo de inducción.
192 52.5 Tratamiento uno: mezcla (A. balanceado, co- 59.3% en 42 días del ensayo.
razón e hígado de res) presentación hojuela.
192 53.1 Tratamiento dos: hojuela. Comercial. 57.6% en 42 días del ensayo.
192 53.6 Tratamiento tres: alimento balanceado para trucha. 52% en 42 días del ensayo.
Los primeros reproductores de pescado blanco (Chirostoma estor estor) que se obtuvieron en el laboratorio
de este CRIP, proceden de la inducción manual al desove y su fertilización con organismos silvestres capturados
en la localidad de San Jerónimo, municipio de Quiroga, en la zona norte del lago de Pátzcuaro. Estos
organismos han alcanzado su fase de madurez sexual y reproducción a los 18 meses de vida,
Tabla 2
Tiempos promedio de sedación y recuperación al anestésico en C. estor
CONCLUSIONES
Las experiencias que se han obtenido a través de estos estudios, ha permitido lograr mayores
tasas de sobrevivencia y más rápidas tasas de crecimiento en las diferentes etapas de vida del
pescado blanco, teniendo una especie más resistente al manejo.
Se ha venido experimentando con diferentes alimentos, naturales o inertes y cada vez se han
obtenido mejores porcentajes de sobrevivencia; inicialmente, se tenía una tasa del 45% en la etapa
de larva a cría (hasta 20 mm promedio de longitud total) y actualmente se obtiene una tasa del 60% de
sobrevivencias para la misma etapa; también se ha superado el porcentaje de sobrevivencia en la
etapa de cría a juvenil (20-50 mm de longitud total) obteniendo actualmente hasta un 85 porciento.
Con respecto a los alimentos inertes probados hasta el momento, los mejores resultados que
se han obtenido para la etapa de larva a cría, se han basado en la combinación de alimento vivo
(Brachionus plicatilis y Artemia salina) por un período de 30 días, seguido de un alimento inerte
(alimento comercial marca Flaked Fishfood presentación hojuela para peces marinos) iniciando la
alimentación exógena al 2º día después de su nacimiento, cuando aún no absorbe el saco vitelino, sin
embargo, los tiempos de transición a las dietas inertes es un factor importante a seguir estudiando.
Los diferentes sistemas de cultivo se han modificado y adaptado para su mejor
funcionamiento y lograr así mejores resultados en cuanto a sobrevivencia y crecimiento.
Considerando la elevada disminución de la captura en los últimos años de Chirostoma estor estor
se hace prioritario establecer lotes de reproductores en cautiverio, los cuales faciliten preservar su acervo
genético y, al igual que ocurre con otras especies, esta actividad deberá apegarse a lo especificado en
la Ley Federal de Pesca y su Reglamento (1999) en el capítulo VI del artículo 129 título II, III y IV en
materia de acuacultura y artículo 130 título I, que regula el flujo de ejemplares de un sitio a otro durante
cualquiera de sus etapas de desarrollo, así como su introducción a cuerpos de agua de jurisdicción
federal entre otros, en el entendido que ello represente una estrategia para su conservación.
Por otra parte, obtener lotes de reproductores, permitirá también, continuar diferentes líneas
de investigación como son la de fisiología, nutrición y patología, entre otras.
La pérdida de las poblaciones naturales de Chirostoma estor estor, dejaría sin duda una
triste huella dentro de la crisis actual por la que pasa la biodiversidad ya que junto con las demás
especies de la familia que habitan en el lago, conforman un grupo ictiológico cuyo origen y
dispersión, se dio en Pátzcuaro.
BRAUM, E. 1978. The Eggs and Larvae Phase. Part ll. En Bagenal,
T. Methods for Assessment of Fish Production in Fresh
Water. Blackwell Scientific Publ. 179-201.
MARES B., L. G.; R. PEDROZA I.; J. J. MORALES P.; S. SABANERO M.; G. LEÓN M.; S. DE
JESÚS H. Y D. L. VILLAGÓMEZ Z. 2002. Evaluación de dos tipos de
presentación de alimentos en crías de pescado blanco,
Chirostoma estor en laboratorio. Informe de avances, noviembre
2002, Inédito. Centro Regional de Investigación Pesquera de
Pátzcuaro. Instituto Nacional de la Pesca. SAGARPA. 35 p.
152 Instituto Nacional de la Pesca
MARES B., L. G.; R. PEDROZA I.; J. J. MORALES P.; S. SABANERO M.; S. DE JESÚS H.;
G. LEÓN M. Y D. L. VILLAGÓMEZ Z. 2003. Evaluación de dos tipos de
presentación de alimentos en crías de pescado blanco,
Chirostoma estor, en laboratorio. Informe final de
investigación. Inédito. Instituto Nacional de la Pesca. 42p.
*
Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa. División de Ciencias
Biológicas y de la Salud. Departamento de Hidrobiología. Avenida San
Rafael Atlixco 186, Colonia Vicentina, Apartado Postal 55-535. Iztapalapa
0940, México, D.F. Fax: 58044738. Correo electrónico: [email protected].
**
Instituto Politécnico Nacional, Escuela Nacional de Ciencias Biológicas,
Departamento de Zoología, Laboratorio de Acuicultura. Carpio y Plan de
Ayala s/n, Col. Santo Tomás, México, D. F.
1) Determinación de la temperatura óptima de incubación de Chirostoma estor. Resumenes del III Congreso Nacional
de Ictiología, Oaxtepec, Morelos.
MÉTODOS Y MATERIALES
Captura, traslado, acondicionamiento y selección de reproductores.
Los peces blancos se capturaron en la Presa Las Tazas, municipio de Jocotitlán, Estado de
México. Donde la especie se encuentran en estado silvestre (Figura 1).
Figura 1
Pez adulto de Chirostoma humboldtianum.
RESULTADOS
A lo largo del año de 2001 se realizaron cuatro introducciones de reproductores de pez blanco, C.
humboldtianum a los estanques de la PExPA. Los resultados de cada transporte e introducción
se presentan en la tabla 1.
Tabla 1
Número de peces transportados en 2001, sobrevivencia (%),
proporción sexual (M/H), longitud total (cm) y peso (g) en promedio.
Sobrevivencia (%) 53 39 40 31
Tabla 4
Comparación del alimento proporcionado a reproductores cada tercer día.
ND No Determinado
En febrero del 2002 se obtuvieron por vez primera desoves y puestas de pez blanco en los estanques
de la PExPA. El estanque experimental presentó el mayor nÚmero de puestas (36). La mayor intensidad
de los desoves se dio entre el 10 de abril y el 28 de junio, aunque continuaron hasta el 15 de julio. Un total
de 18 hembras generaron 61 puestas con cerca de 31,000 huevos con un promedio por hembra de
aproximadamente 1,800 huevos. El porcentaje de fecundidad registrado no presentó diferencias
estadísticamente significativas entre los tres estanques (p= 0.05), lo anterior lo mostró el análisis de cajas
realizado y esta se mantuvo por encima del 80%. El porcentaje de avivamiento de larvas mostró un
comportamiento similar manteniéndose también en promedio por arriba del 80%, (Figura 2).
Nº de huevos
14 - Mar
18 - Abr
21 - Jun
21 - Feb
14 - Jun
14 - Feb
28 - Feb
28 - Jun
21 - Mar
28 - Mar
4 -Abr
25 - Abr
24 - May
7 - Mar
3 - May
12 - Jul
7 - Jun
10 - May
31 - May
17 - May
5 - Jul
Figura 2
Número de puestas y huevos registrados en los estanques de cultivo
en el 2002
DISCUSIÓN
La proporción de sexos de los reproductores capturados (2 a 1 y 4 a 1), deja en claro el papel
que tienen los machos en la estrategia reproductiva. En todos los casos el número de machos
siempre fue mayor que el de las hembras, lo cual refleja la posible competencia entre ellos por
fecundar los ovocitos maduros de las diferentes puestas.
En cuanto a la talla y peso promedio de los peces obtenidos, se eligieron a los peces que no
tuvieran medidas menores de 10 cm de longitud total y 7.0 g de peso respectivamente, lo anterior
para incrementar la posibilidad de que se tratase de organismos que ya hubieran alcanzado su primera
talla reproductiva, sin embargo, es posible el transporte de tallas menores con el mismo éxito.
Cuando los peces blancos son manejados de manera frecuente, sufren un fuerte estrés que se
refleja con una sintomatología característica: pálidos por la secreción de adrenalina y, posteriormente,
adquieren un color oscuro (sobre todo en el cuerpo y en las aletas). Otra observación importante fue
que modifican su conducta de nado en cardumen y en el fondo del estanque. Cuando estos
peces nadan en superficie y de forma aislada, evidencian una posible enfermedad. Por tal motivo,
es importante proporcionar a los peces silvestres un ambiente de silencio y calma, sin demasiada
actividad en su entorno, además de incrementar la salinidad, con sal de mar sin Iodo hasta las 7
g L-1. Según los resultados obtenidos, disminuye la incidencia de enfermedades y el estrés, además
de ayudar a controlar las infestaciones micóticas.
Se sugiere manejar a los peces blancos, con redes suaves de lino o de algodón cuidando
la limpieza de todo el equipo que se utilice; además, se pueden anestesiar con benzocaína al
1.6% para reducir el estrés provocado por el manejo. Los resultados indicaron que este anestésico
funcionó adecuadamente, en virtud de que los progenitores tuvieron tiempos de recuperación de
alrededor de 30 segundos y no se registraron muertes por anestesia.
FDA. 1998. Aquaculture drug. Chapter 11. In: “Fish and fishery
products hazards and Controls Guide” 2nd ed.,
Department of Health and Human Services. pp. 115-132.
Fuente: http://seafood.ucdavis.edu/haccp.com
ANTECEDENTES
Nelson (1994) realizó una revisión de la familia Atherinidae como parte de su tratamiento
sistemático de todos los grupos mayores de peces, encontrando que la mayoría de los miembros
de la familia son marinos, aunque hay algunos de agua dulce. Hay 50 especies confinadas en
agua dulce y otras que en algún momento entran a ésta. La familia está distribuida desde las‘áreas
tropicales hasta las templadas. La última revisión publicada de la familia fue la de Schultz, en
1948 y 1950, donde 25 géneros con 165 especies son reconocidas dentro de cuatro subfamilias:
Atherinopsinae, Menidiiae, Atherioninae, y Atherininae. El género Chirostoma pertenece a la subfamilia
Menidiiae. Este es un grupo confinado en América, que ocurre principalmente en los trópicos, con
muchos miembros de agua dulce en México y en América central, que contienen varios géneros:
Chirostoma, Labidesthes, Menidia y Poblana, en la tribu Menidiini; y Atherinella, Nectarges y
Xenanthjerrina en la tribu Membradini. 18 especies de Chirostoma viven en agua dulce en la porción
sur de la meseta mexicana (Barbour, 1973; Echelle y Echelle, 1984).
Chirostoma estor estor es un pez neártico, encontrado en aguas limnéticas en condiciones de
temperatura que oscilan entre los 18 y los 24°C, pH de 7 – 8.5, dureza del agua de 25 – 150mg/L,
concentración de oxígeno disuelto de 5 a 8mg/L, concentración de amoniaco menor a 0.129mg/L,
concentración de materia orgánica (medida como demanda bioquímica de oxígeno) menor de 5.0mg/
L, fondo arenoso o con grava y orillas con algas filamentosas o con poca vegetación sumergida. (Rosas,
1970; Chacón y Rosas-Monge, 1995).
Durante los primeros días después de la eclosión, las larvas sufren distintos cambios antes de
llegar al estadio adulto (Lagler et al., 1984). Este desarrollo larval se puede dividir en dos estadios;
el prelarval y el postlarval.
La prelarva, la que los pescadores llaman “cría”, se distingue por el saco vitelino. Cuando el
saco es reabsorbido al pez se le conoce como “alevín” o “cría mayor” y a partir de este momento
no sufre ya ninguna metamorfosis (De Buen1, 1940). Después de este momento todas las larvas
de Chirostoma spp son muy parecidas entre sí, pigmentándose más densamente y adquiriendo
después las escamas. Esta casi nula diferenciación, tanto en tamaño como en morfología de las
larvas de las distintas especies de Chirostoma spp, se debe a su origen filogenético y a la temprana
especiación en la cual se encuentran (Barbour, 1973).
Las larvas recién eclosionadas miden en promedio 5 mm de longitud, son transparentes,
destaca notablemente la fuerte pigmentación en sus ojos y una línea de cromatóforos negros
que recorre todo lo largo del cuerpo, muy cerca del borde ventral. Hay una constante apertura de
la boca. El saco vitelino es reducido y presenta gotas de aceite incoloras. La cabeza es más
pequeña en comparación de la longitud del cuerpo, abarcando la mayor parte la región caudal o
post-anal. Los miómeros son muy aparentes y no presentan escamas.
Con el fin de tratar de determinar algunos aspectos de la anatomía bucal de esta especie y esclarecer
con base en ella los hábitos alimenticios de larvas y juveniles, se llevó a cabo la disección y extracción
de mandíbulas, arcos branquiales y dientes faríngeos de larvas, juveniles y adultos de pez blanco
cultivados en el laboratorio. Se realizaron observaciones en fresco de las estructuras y,
posteriormente, se secaron y metalizaron con cobre para tomar fotografías con microscopio
electrónico (Aguilar-Valdéz, en preparación).
En la figura 1 podemos observar el detalle de una placa faríngea, con sólo dos dientes faríngeos
monocúspides, en larvas de 10 días de edad. A partir del día 80 los dientes faríngeos (Fig. 1b) son
numerosos, alcanzando su máxima complejidad hasta el año de edad, en donde ornamentaciones y
haces de dientes se encuentran colocados alternadamente en los arcos branquiales (Fig. 1c), formando
una compleja trama de filtración al cerrarse dichos arcos en los adultos.
Es también bastante evidente que, desde los 20 días de edad, las branquiespinas del
primer arco branquial poseen una longitud notoria, característica de especies que filtran partículas,
como es el caso del género Coregonus (Lagler et. al. 1977). A los 80 días de edad estas
branquiespinas son conspicuas, iniciando notoriamente su ornamentación con pequeñas espinas
(espículas) a partir de los 90 días, como se puede observarse en la figura 2. Sin embargo, no es
sino hasta el año cuando esta ornamentación se completa y estas espinas branquiales se
convierten en ese complejo sistema de filtración altamente ornamentado del primer arco branquial,
como puede observarse en la figura 1c.
En resumen, Chirostoma estor estor tiene una boca pequeña terminal con dientes
mandibulares pequeños monocúspides (Fig. 3), asociados a una dieta de pequeñas partículas
(Trewavas, 1983); estructuras faríngeas con dientes faríngeos agudos unicúspides, así como
dientes y branquiespinas ornamentadas y arcos branquiales ornamentados con haces de pequeños
dientes; todo esto diseñado para el consumo y la filtración de pequeñas partículas desde edades
muy tempranas. Estas estructuras se convierten en un complejo sistema de filtración
zooplanctófago en los estadios juvenil y adulto, lo cual no invalida a la especie a incluir dentro de
su dieta a Astácidos de tamaño mediano y peces, al alcanzar la talla adulta.
a b c
Figura 1
Dientes faríngeos de Chirostoma estor estor de 10 días(a); 80 días (b) y 1 año de edad (c).
Figura 3
Detalles de mandíbula con dientes monocúspides de Chirostoma estor
estor de un año de edad.
Otro de nuestros hallazgos importantes es el haber detectado que la vesícula biliar, de color
verde pálido a verde intenso, es fácilmente observable dos días antes de la eclosión; es decir,
cuando la larva aún se encuentra en el huevo; vesícula cuya presencia acontece en otras especies
por lo menos hasta 8 días después de la eclosión. La coloración de la vesícula viene a ser una
inconfundible señal de inanición de las larvas, característica que empleamos como diagnóstico de
muerte por esta causa y que nos indica que es necesario adicionar una mayor cantidad de alimento
o con más frecuencia.
Figura 6
Huevos de pez blanco Chirostoma estor estor adheridos a fibras de nylon.
Los huevos fertilizados son posteriormente colocados en canaletas con agua salobre a 10‰
(Martínez-Palacios et al., en prensa) y a una temperatura de 25°C, ocurriendo en estas condiciones la
eclosión en siete días (Martínez-Palacios1 et al., 2002). Un día antes de la eclosión, cuando los
huevos están totalmente oculados, se reduce la salinidad a 5‰, lo que permite una eclosión masiva
(de entre el 85 al 90%) con mortalidades sobre huevos fertilizados de sólo un 10 a 15%, puesto que
estas salinidades inhiben el ataque por hongos (Martínez-Palacios et al., en prensa).
Figura 8
Crecimiento de larvas, en longitud total, C. estor estor. mantenidas a
diferentes salinidades, durante 30 días de cultivo. ppt=‰
Figura 9
El efecto de la salinidad sobre la eclosión de huevos de C. estor
estor. Los datos son los promedios de tres réplicas. Los valores con
las mismas letras no son diferentes significativamente.
Basados en estos resultados podemos ahora proponer que la mejor estrategia para el
cultivo de esta especie es incubar a los huevecillos a una salinidad de 10‰ y mantenerlos a esta
salinidad hasta el estadio de huevos oculados, pero inmediatamente después la salinidad debe
ser reducida a 5‰ hasta que la mayoría de los peces hayan eclosionado. Posteriormente hay
que volver a incrementar lentamente la salinidad a 10‰ para reducir el riesgo de infección y
evitar la muerte de los rotíferos B. plicatilis (Martínez-Palacios et al., en prensa). Este protocolo
ha permitido reducir la mortalidad a prácticamente cero durante la incubación y el desarrollo de
larvas y juveniles de la especie, permitiendo tener parámetros ambientales confiables para llevar
a cabo otros tipos de experimentos, como los de alimentación.
Estos resultados nos revelan el carácter eurihalino de la especie, lo cual está claramente relacionado
a sus ancestros marinos y estuarinos, de los cuales el pez blanco evolucionó recientemente (Barbour, 1973).
PRIMERA ALIMENTACIÓN
La primera etapa y a su vez la más crítica en el cultivo de peces es lograr la obtención masiva de
larvas y juveniles con baja mortalidad y mejor crecimiento. El período de transición entre la reabsorción
del saco vitelino (reservas alimenticias) y la primera alimentación de las larvas de peces es crucial
(Watanabe y Kiron, 1994; Martínez-Palacios2 et al., 2002), pues frecuentemente es aquí donde se
presentan altas mortalidades, que según Jones y Houde, (1986) son el resultado de una alimentación
inicial inadecuada. El caso del pez blanco no es la excepción pues, al igual que en el caso de los
peces marinos, se presenta baja supervivencia en las etapas tempranas de desarrollo.
El sistema digestivo de las larvas de peces está adaptado para la digestión de organismos
zooplanctónicos (alimento vivo) pero su capacidad para procesar alimentos artificiales ha sido
ampliamente discutida (Segner et al., 1989). El cambio de alimento vivo a dietas artificiales, fase
conocida como “destete”, es crucial en la larvicultura. En el caso de peces marinos esta fase
puede darse después de algunas semanas de vida, mientras que en peces de agua dulce ésta
puede darse en etapas tempranas; incluso, algunas especies dulceacuícolas pueden recibir dietas
artificiales desde el momento en que las larvas abren su boca (Cahu y Zambonino-Infante, 1995).
180 Instituto Nacional de la Pesca
Aún la larvicultura marina depende en gran medida de los cultivos de alimento vivo, los
cuales requieren de espacio e incrementan los costos de producción (Kolkovski et al., 1993). Es
por ello que se busca reducir o eliminar el período en el que se proporciona alimento vivo y
reemplazar éste por dietas elaboradas. Desafortunadamente el proporcionar dietas artificiales a
las larvas produce menor crecimiento y más baja supervivencia que la alcanzada al proporcionar
alimento vivo. Una posible explicación del poco éxito del uso de dietas artificiales es que el
sistema digestivo de las larvas no se encuentra completamente desarrollado (Hoffer y Nassir-
Uddin, 1985), y que, por lo tanto, no tengan la capacidad de digerir el alimento proporcionado.
Con el fin de establecer un estándar o línea base de alimentación confiable y reproducible
para las larvas de pez blanco, contrario a lo que se obtiene con la alimentación utilizando
zooplancton colectado del lago, y tomando en cuenta tanto el carácter predador de las larvas
como el tamaño de su boca, se llevó a cabo el cultivo masivo de rotíferos de agua dulce y
marinos para proporcionarlos como alimento vivo para las larvas, encontrándose que los rotíferos
de agua dulce (Brachionus rubens) sólo pueden usarse como primera alimentación si se selecciona
a los neonatos (Campos-Mendoza, 2000). Los adultos de Artemia sólo pueden utilizarse después
del quinto día posteclosión larvaria de los peces, ya que el tamaño de los adultos de Artemia
oscila entre 150 a 300 micras. Sin embargo, al implementar el uso de salinidades entre 5 y 10‰
para el cultivo, se abrió la posibilidad de utilizar Brachionus plicatilis, cuyo tamaño oscila entre 90
y 150 micras, por lo que puede ser utilizado directamente como alimento para las larvas del pez
blanco sin requerir la selección de neonatos. Así, se puede proporcionar B. plicatilis a las larvas
de pez blanco, usando hasta 20 rotíferos por mililitro, en densidades de 10 y 20 larvas por litro
(Hernández-González, en preparación). Los rotíferos B. plicatilis se alimentan con microalgas
del género Clorella sp. cultivadas a salinidades de 5 y 10%.
Como se puede ver en la Fig. 11, los rotíferos pueden ser usados para alimentar a las
larvas hasta los 15 días, momento a partir del cual se proporcionan nauplios recién eclosionados
de Artemia salina (puesto que en ese momento el tamaño de boca de los peces es lo
suficientemente grande para su consumo) hasta los treinta días, fecha en la que se inicia el
destete, retirando gradualmente los nauplios de A. salina y proporcionando en su lugar alimento
artificial (Forcada-Arens, 2002).
Figura 11
Programa de alimentación utilizado para larvas de C. estor estor hasta
el destete.
Figura 12
Crecimiento de larvas de pez blanco alimentadas con rotíferos B.
plicatilis durante 15 días, cultivadas a densidades de 10 y 20 larvas/litro.
Figura 13
Crecimiento de larvas de pez blanco alimentadas con rotíferos B.
plicatilis durante los primeros 15 días y posteriormente con Artemia
salina hasta los 30 días cultivadas a densidades de 10 y 20 larvas/litro.
DESTETE
El destete en larvas de pez blanco se inicia a partir de los 25 días posteclosión, con lo que se evita el
uso de A. salina por un plazo mayor de tiempo, reduciendo con esto notoriamente los costos de
producción. El proceso se lleva a cabo de la manera siguiente: Los peces alimentados con nauplios
de A. salina o B. plicatilis son iniciados, a partir del día 25 después de la eclosión, con alimento en
hojuelas (Forcada-Arens, 2002) de tamaños que oscilan alrededor de las tallas de los nauplios de
Artemia (295 a 400 micras), sustituyendo gradualmente al alimento vivo que se venía proporcionando.
El pez blanco de Pátzcuaro tiene una gran selectividad en el tamaño del alimento a consumir;
pues partículas tan o más grandes que el tamaño de la boca son totalmente rechazadas. Además el
alimento debe mantenerse el mayor tiempo posible en la superficie o sedimentarse lentamente, debido
a que las crías, al inicio de su alimentación, no toman el alimento del fondo. Igualmente es necesario
ofrecer el alimento con una alta frecuencia, para que se encuentre disponible.
Esta especie no es voraz cuando empieza a consumir alimento artificial y empieza a serlo
sólo hasta que han pasado varias semanas del destete. Otra particularidad del pez blanco es la
poca capacidad del tracto digestivo para almacenar alimento, debido a la aparente ausencia de
un estómago verdadero y al corto intestino que posee, características que lo convierten
necesariamente en un consumidor frecuente, lo cual es común en especies zooplanctófagas.
JONES, A. AND E. D. HOUDE. 1986. Mass rearing of fish fry for aquaculture.
In: Bilio, M. Rosenthal, H. y C. F. Sindermann (Eds.), “Realism
in Aquaculture: Achievements, constraints and perspectives”.
European Aquaculture Society, Bredene. pp 351-373.
SOLÓRZANO P., A. 1963. Algunos aspectos biológicos del pescado blanco del
lago de Pátzcuaro, Mich. (Chirostoma estor Jordan, 1879). Instituto
Nacional de Investigaciones Biológico-Pesqueras. Dirección
General de Pesca e Industrias Conexas. México. 15 p.
RESUMEN
En el presente capítulo se revisan, con base en la experiencia
de diversos grupos de trabajos de la FES Iztacala UNAM,
algunos aspectos para el establecimiento de cultivos de
Chirostoma humboldtianum.
Se aborda el transporte de ejemplares especificando
alternativas para obtener mejores índices de sobrevivencia de
los organismos. Se examinan algunos trabajos de detección de
bacterias que se han encontrado asociadas a esta especie y que
pueden ser fuente de enfermedades para los consumidores del
producto, por lo cual, se ofrecen posibles tratamientos.
Se relatan también, etapas del desarrollo embrionario de
Chirostoma. Se reportan además algunas experiencias que se
tienen sobre alimentación de la especie para las diferentes etapas
del ciclo de vida. El mayor énfasis versa sobre la reproducción y
crecimiento, describiendo en esta sección, la morfología de las
gónadas de estos organismos y se hace hincapié en los modelos
del control endocrino de ambos fenómenos, detallando las princi-
pales hormonas participantes en dichos procesos, sus sitios de
producción, órganos blanco y sus mecanismos de acción, tanto
a nivel hipotalámico, como hipofisario, gonadal, hepático, etc., y
el grado de conocimientos que de dicho temas tenemos para el
género Chirostoma.
ENFERMEDADES Y TRATAMIENTOS
Algunas infecciones pueden desarrollarse como consecuencia del cambio del entorno al llevar a
los peces a un nuevo sitio, pues se ha roto el equilibrio que existía entre el organismo y su medio,
y organismos del nuevo cuerpo de agua pueden resultar nocivos para los peces. Otra posibilidad
en la aparición de enfermedades en el individuo es que microorganismos oportunistas que se
encontraban en condiciones controladas en su medio anterior, ahora encuentren un ambiente
favorable para disparar alguna enfermedad. En el caso de infecciones virales, poco se puede
hacer y, por el momento, no se cuenta con una buena descripción de enfermedades virales que
afecten a los aterínidos. En experiencias con ejemplares de C. humboldtianum colectados en la
presa de San Felipe Tiacaque, Edo. de México, las bacterias más comúnmente encontradas
fueron Aeromonas hydrophyla, seguidas por el género Hafnia (Perches 2002).
En este trabajo se probó la eficiencia de varios antibióticos, en especial, de ampicilina, carbenicilina,
ceftriaxona, cefalotina, cefotaximina, cefuroxima y otros. La ampicilina sola, fármaco al cual se recurre
con frecuencia por su bajo costo y amplia distribución, actúa deficiente efectividad, por lo que no se
recomienda como una primera opción de tratamiento para infecciones que involucren como agente
responsable a Aeromonas hydrophyla o Hafnia alvei. De ser posible, lo más apropiado es tomar muestras
de los peces para que en laboratorios especializados identifiquen al patógeno y determinen su
sensibilidad a antibióticos para seleccionar el mejor fármaco en un análisis de costo-beneficio.
Los otros fármacos mencionados en el párrafo anterior mostraron poca efectividad (resistencia
del 80% o superior de las cepas de Aeromonas y Hafnia). Entre el grupo de antibióticos más
efectivos encontramos ceftriaxona y cefuroxima, que en sistemas aislados de laboratorio, a
concentraciones de 8 mg/mL del medio de cultivo para ambos antibióticos presentaron efectividad
para Aeromonas, mientras que para Hafnia la combinación de ampicilina y sulbactam 8 mg/mL
fue sumamente efectiva . En este trabajo, las bacterias se aislaron a partir de intestino y no es
improbable que al menos las del género Aeromonas puedan estar asociadas a algunas lesiones
en la piel, hecho que se ha reportado en peces dulceacuícolas de otra especie (Son et al., 1997)
y en las que se presenta también baja sensibilidad a la ampicilina.
En algunos tratamientos, el uso de soluciones de furacin en concentraciones sumamente
bajas (1%), puede ayudar cuando se trata de volúmenes de agua muy grande.
Evidentemente, mientras más grande es el sistema de cultivo, más complejo se torna el diagnóstico
y el tratamiento, amén de que el tiempo en el que se debe atender el problema resulta crucial, por lo
que es muy importante continuar con los esfuerzos para contar con más datos que posibiliten
tratamientos efectivos al menor costo. La condición más ventajosa para un buen desarrollo es una
buena calidad de agua, si bien algunos intentos en aguas de reciclaje muestran resultados promisorios.
REPRODUCCIÓN
En materia de fisiología reproductiva se ha determinado el ciclo reproductivo de la especie (González,
2002), y además existe un número considerable de reportes que indican directa o indirectamente cual
o cuales son las mejores temporadas para la reproducción de acuerdo al cuerpo de agua en particular.
La mayoría de los datos muestran que la primera mitad del año (de enero a junio) y en especial de
marzo a junio-julio, es la época propicia para dicho fin (Gonzalez, 2002; Palacios, 1998; Segura,
1997). Sin embargo, los datos no son homogéneos respecto a si se presentan uno o dos picos
reproductivos en la especie, lo que puede ser el resultado de diversos factores como las técnicas de
captura, variaciones en las estaciones de muestreo, variaciones en factores ambientales, etc.
Figura 1
Modelo de los principales hormonas involucradas en la reproducción en
teleósteos. GnRH, Hormona liberadora de gonadotropinas; NPY,
Neuropéptido Y; SP, Sustancia P; DA, dopamina:GtH-I, gonadotropina I
(=FSH); GtH-II, gonadotropina II (=LH); (+), estimulación; (-), inhibición.
Entre los aspectos importantes de la fisiología reproductiva que deben ser investigados se
encuentra el tipo de hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) que presenta el género, y
dada la diversidad que de este tipo hormonal tienen los teleósteos, es crucial establecer si se
presenta una o varias isoformas en el encéfalo, en especial en el área preóptica y en el hipotálamo,
así como establecer las relaciones morfofuncionales de las neuronas que contienen dicha
hormona con las células gonadotropas.
Morfología Ovárica
Los ovarios en el género Chirostoma son órganos pares con forma de saco que se ubican en la
región abdominal en la parte dorsal del pez. Usualmente presentan un mesorquio pigmentado
de color negro. La pared del ovario en organismos que contienen sólo ovocitos previtelogénicos,
se aprecia con más grosor, especialmente, por la presencia de musculatura lisa. Conforme los
ovocitos avanzan en su desarrollo, la pared parece adelgazarse.
Los datos disponibles para las especies de aterínidos (C. humboldtianum, C. estor) obtenidos
fundamentalmente de observaciones de cortes histológicos de ovarios, nos muestran imágenes
con un patrón de maduración asincrónico, con la presencia de ovocitos en diferentes etapas de
desarrollo, que incluyen desde ovocitos previtelogénicos hasta los ovocitos maduros, pasando
por etapas de ovocito perinucleolar, de vesículas vitelinas, vitelogénesis temprana, intermedia
y completa, antes de alcanzar la fase de madurez y debido al hecho de que parecen tener
algunas variaciones respecto al momento reproductivo, dependiendo del cuerpo de agua del
cual se tomaron los organismos (y, obviamente, la especie de referencia) con frecuencia de
periodos relativamente largos para la reproducción, que implican varios meses, (enero a junio,
(Segura, 1997) para C. estor en Pátzcuaro y para C. humboldtianum en Zacapu, los meses de
abril y mayo (Palacios, 1998); y para esta misma especie de febrero a junio en San Felipe Tiacaque
(González, 2002), por mencionar sólo algunos de los datos disponibles.
Figura 2
Cortes de ovario de Chirostoma humboldtianum. a) Corte donde se
observan dos ovocitos en etapa de vesículas vitelinas de contenido
claro (Vv), y de contenido denso (Ve), filamentos (F), x 400; b) Corte
teñido con Hematoxilina y eosina; etapa de recrudescencia se observan
ovocito previtelogénicos (o) con citoplasma basófilo y núcleos en fase
perinucleolar temprana, Lamelas ovígeras (L), la pared del ovario con
su capa muscular (m), y el pigmento (flecha) y epitelio germinal, x
100; c) Detalle de vesícula vitelina (x 8000) la presencia de material
electrodenso (D). Ovocito en etapa de vesículas vitelinas tempranas.
Figura 3
Fotomicrografía de un corte trans-
versal de testículo de aterínido (C.
jordani). En la región periférica (e)
se encuentran las espermatogonias
y espermatocitos primarios; antes
de la región central se presentan las
espermátides (ep); y en la parte cen-
tral (i) se observan conductos llenos
de espermatozoides (ez), y el tejido
intersticial donde se alojan las célu-
las de Leydig (l); (x 80; H-E).
DESARROLLO EMBRIONARIO
La siguiente etapa es importante, pues, además de que un cierto porcentaje de huevecillos fertilizados
no llega a la eclosión por diversas razones, entre las que podemos encontrar la incompatibilidad
genética o algunos productos de desarrollo teratogénico, algunos factores de carácter ambiental
deben de ser precisados, de forma que las condiciones óptimas para el desarrollo embrionario
sean establecidas. Así, concentraciones de oxígeno, cantidad de luz, (tanto en duración del
fotoperiodo, como en intensidad del mismo) temperatura, pH, osmolaridad, etc., son algunos de
los parámetros que debemos conocer para obtener el máximo provecho del sistema. Es importante
establecer las etapas de desarrollo a determinadas temperaturas. Para el pez blanco de Pátzcuaro
Segura (1997) describe 19 eventos del desarrollo embrionario o etapas que van del Zigoto (etapa
1 (e1), Segmentación (e2), mórula (e3), blástula (e4), epibolia inicial (e5), epibolia media-quillaneural
(e6), epibolia tardía-tubo neural (e-7), tapón vitelino- vesículas ópticas (e8), fin de la epibolia y
diferenciación primaria del encéfalo (e9), formacuiónde corazón (e10), Cúpulas ópticas
(e11),vesículas óticas (e12), inicio del funcionamiento del corazón (e13), primordios de aletas
pectorales (e14), repliegue de la aleta embrionaria (e15), diferenciación del corazón (e16), formación
mandibular (e17) formación complementaria de órganos (e18) y eclosión (e19). Todo el proceso
se realiza en 210 horas a una temperatura de 20°C. Información para las otras especies del
género que tienen importancia comercial no se ha generado.
CRECIMIENTO
La investigación sobre la regulación endocrina del crecimiento de peces es más reciente y
aunque mes con mes se acumulan nuevos datos, en términos generales, se requiere más
investigación para comprender mejor el fenómeno.
Figura 4
Modelo de la regulación del crecimiento en teleósteos. GHRH,
hormona liberadora de la hormona de crecimiento; PACAP, péptido
activador de la adenilato ciclasa dela pituitaria; GnRH, hormona
liberadora de gonadotropinas; DA, dopamina; S, somatostatina 14;
GH, hormona de crecimiento; IGFs, factores de crecimiento similares
a la insulina; (+), estimulación; (-), inhibición.
CONCLUSIONES
Con base en el estado actual de los conocimientos que poseemos, en lo que se refiere a los
aspectos de la reproducción, crecimiento, desarrollo, nutrición, sanidad, manejo y otros, se puede
señalar, a manera de conclusión, que se han logrado avances importantes. Sin embargo, se
requiere mucho trabajo aún para contar con un extenso e importante número de cultivos exitosos,
los que sin duda brindarán múltiples beneficios, con la aplicación de los frutos de la investigación
realizada en México.
LIN, X.W.; LIN, H. R. AND R. E. PETER. 1993. Growth hormone and gona-
dotropin secretion in the common carp (Cyprinus carpio
L.): In vitro interactions of gonadotropin-releasing hormone,
somatostatin, and the dopamine agonist apomorphine.
Gen. Comp. Endocrinol. 89 : 62-71.
YU, K. L.; LIN, X. W.; B. J. DA CUNHA AND R. E. PETER. 1997. Neural regulation
of GnRH in teleost fishes. Pp 277-312. In I.S. Parhar and
Y. Sakuma (ed) ,GnRH neurons: Gene to behavior. Brain
Shuppan. Tokyo, Japan.
RESUMEN
El programa de Reserva de Conservación Ecológica del Pez Blan-
co y Acúmara representa un esfuerzo del gobierno del estado
de Michoacán y que ejecuta a través de la Comisión de Pesca
y comunidades de pescadores del lago de Pátzcuaro para
la protección y conservación de especies endémicas de impor-
tante valor cultural, económico y social de la región, amenaza-
das de extinción, en él se hace un desarrollo biotecnológico en
canales, ocupando un área total de 45 hectáreas de las cuales
cinco corresponden al espejo de agua, en un sistema de cultivo
de ciclo completo a realizar en siete años con metas a corto,
mediano y largo plazo para garantizar una verdadera conser-
vación del recurso amenazado y sobreexplotado como es el caso
del pez blanco y la acúmara.
ANTECEDENTES
Las reservas se originaron en 1981 en la comunidad de Ihuatzio, municipio de Tzintzuntzan, por la Dirección
de Pesca del gobierno del estado, a través de la instrumentación de programas de protección a especies
en peligro de extinción, motivado por los bajos índices de captura debido, entre otras razones, a la presencia
de contaminantes orgánicos e inorgánicos en el lago, la deforestación y, con ello, el azolve, la sobreexplotación
de las especies y el uso irracional de las artes de pesca (agalleras y chinchorros).
La Secretaria de Fomento Rural (1982) le da continuidad y posteriormente, en (1983) la
Secretaria de Desarrollo Agropecuario y Forestal (SDAF) del gobierno del estado. Sus principales
actividades se centraron en:
Proteger el mayor número de huevo de los reproductores del pescado blanco.
Obtener un número creciente de alevines y crías para asegurar la reproducción natural.
Preservar las especies que están sometidas a una sobreexplotación como es el caso del
pescado blanco y la acúmara.
En 1990, con la cobertura del Programa Nacional de Solidaridad se gestiona y se obtienen
recursos y se establece la primera reserva en Urandén de Morelos.
En el periodo de 1990 a 1992 se produjeron y liberaron al lago 1’700 000 crías de pescado
blanco de dos centímetros de longitud total (LT).
Para 1993, con la separación de la Dirección de Pesca de gobierno del estado de la de
Ganadería, se forman nuevas reservas en Oponguio, colonia Revolución e islas Yunúen y Tecuena,
cuya producción a 1994, fue de 3’500 000 crías de pescado blanco de dos cm. de LT y 800 000
crías de 4 a 6 cm. de longitud total.
En 1996, se integran dos reservas más en las islas de Pacanda y Janitzio, las que para
1997 constituyeron la base de operación del programa. Durante el periodo de 1996 a 1998 fueron
liberadas 2´850 000 crias de pescado blanco de 6 a 8 cm. de longitud total.
En 1998, las reservas que venían operando en las diferentes comunidades desaparecen
debido a falta de recursos presupuestares del gobierno del estado.
En 1999, se concentran las reservas en la comunidad de Urandén de Morelos, consoli-
dándose el modelo biotecnológico de esta reserva. Ya para el 2000, se amplia esta reserva con
la creación de un aula rústica para la atención de grupos de los diferentes sectores de la
población y se solicitó a la Comisión de Pesca, la creación de un centro de educación
ambiental, así como la concesión, a la Comisión Nacional del Agua, de un área de 42 hectáreas
aproximadamente, de las cuales cinco corresponden a espejo de agua en canales.
214 Instituto Nacional de la Pesca
La producción de la reserva fue de 1999 al 2000 de 2’000 000 de crías de 8 a 10 cm de longitud total.
Para 2001 se obtiene la concesión por parte de la Comisión Nacional del Agua del área de
chinampearía para la reserva y para la ampliación de la misma. La producción durante este año
fue de 1’500 000 crías de 3 a 4 cm. de longitud total.
Actualmente la Comisión de Pesca del gobierno del estado continúa con el programa
enmarcado en los siguientes objetivos y metas.
OBJETIVOS
Preservar las especies endémicas del lago de Pátzcuaro que están sometidas a
sobreexplotación como el pez blanco Chirostoma estor y la acúmara Algansea lacustris.
Ampliar y fortalecer la reserva, involucrando dependencias municipales, estatales y federales,
para un mejor manejo y administración del recurso.
Establecer unidades de producción constituidas por sistemas de canales para acuacultura y
chinampas para agricultura.
METAS
Corto plazo
Producir 2’500 000 de crías de pez blanco, con una talla de 10 centímetros.
Destinar un 50% de crías de pescado blanco como reclutamiento de futuros juveniles y
otro 50% para liberar al lago.
Crear 13 empleos fijos.
Delimitar el área de la reserva con malla ciclónica.
Promover dos cursos de capacitación y fomentar un programa productivo de cultivo de hortalizas.
Llevar electricidad a la Reserva de Urandén de Morelos.
Mediano plazo
Producir 1’000 000 juveniles de pez blanco hasta una talla de 12-16 centímetros de
longitud patrón.
Construcción y funcionamiento de tres de canales para el confinamiento de crías, juveniles
y reproductores del pez blanco y de la acúmara, para que el programa sea autosuficiente,
sin necesidad de salir al lago a captura.
Largo plazo
Repoblamiento de la zona de canales con organismos de pez blanco. De la producción
obtenida cada año el 50% se libera al lago y el otro 50 % son liberados a los canales de
la reserva.
Figura 1
Panorama de la ubicación de la reserva de pez blanco y acúmara.
ACTIVIDADES DE LA RESERVA
La actividad que realiza en la reserva para el cultivo de pez blanco y acúmara hasta el momento
depende de la captura silvestre de reproductores utilizando el chinchorro exclusivamente en los
canales de la misma y con autorización de la Comisión de Pesca Estatal. La captura de organismos
varía mes con mes, para el pez blanco se detectan hembras maduras a finales de diciembre,
capturándose, en mayor proporción, durante los meses de febrero, marzo y abril.
El proceso global que se lleva a cabo incluye lo siguiente: (Tabla 2).
Tabla 2
Fases de desarrollo del pez blanco
Desove
Se realiza la fertilización artificial en proporción de 2:1 (dos machos por una hembra) con
organismos de 20 a 22 centímetros de longitud patrón (LP). Se realiza la extracción manual
de gametos y su fertilización artificial en colectores tipo charolas. Se utiliza lirio acuático
como sustrato. ( Fig. 2).
Figura 2
Lirio acuático con huevo de Chirostoma estor
Figura3
Incubación de huevo de pez blanco Chirostoma estor
Alevinaje
Proceso que transcurre después del nacimiento del alevín hasta el momento que reabsorbe el
saco vitelino y alcanza una talla mayor de dos cm., dura de 3 a 4 meses que es cuando pasa a la
etapa de cría, los alevines continúan en las jaulas de tela de tricota. (Fig. 4 ).
Figura 4
Corrales de crecimiento de pez blanco Chirostoma estor
Figura 5
Alimentación de las crías con zoopláncton.
Una vez que los organismos alcanzan la talla de siembra, son liberados a los canales para su
crecimiento natural. (Fig. 6).
Figura 6
Liberación de crías de ocho centimetros, de pez blanco
Este procedimiento se realiza cada año, pero no garantiza que las crías liberadas
lleguen a su estado juvenil, pues mientras no exista un área protegida establecida, los lugareños
seguirán extrayendo el producto liberado antes de que alcance la etapa de adulto.
PERSPECTIVAS
Se debe constituir un programa de áreas protegidas, donde se involucre a los habitantes de
las comunidades, gobierno federal, estatal y municipal, siendo necesario completar un sistema
de observación y vigilancia del área y al mismo tiempo impulsar y favorecer proyectos de
investigación relacionado con un programa global para el lago de Pátzcuaro, el cual permitirá
la utilización de los recursos y la verdadera protección a las especies nativas.
ANTECEDENTES
Lago de Chapala
Debido a sus características geográficas, México posee una extensa e importante biodiversidad. El
lago de Chapala, por su tamaño, es el lago natural más importante de nuestro país; refleja esta
condición con una interesante ictiofauna.
Este lago, el cual formó parte hace miles de años del llamado mar interior mexicano, se
encuentra ubicado en la parte sur de la altiplanicie mexicana, dentro de lo que se conoce como
Meseta Central, entre las coordenadas 20° 07´ y 20° 21´ de latitud Norte y 102° 40´ 45” y 103° 25´ 30”
de longitud Oeste. (Fig. 1) (Estrada et al, 1983).
Figura 1
Lago de Chapala
Tabla 1
Especies de Chirostoma existentes en el lago de Chapala.
La explotación de los peces del lago se remonta a la época precolombina por los pueblos que
habitaban en la ribera, pescando especies que aún en nuestros días conservan su importancia.
(BIOTEC, 1990).
La pesca comercial es de tipo multiespecífico y se basa fundamentalmente en 16 especies,
de las cuales diez son nativas, dentro de las cuales las correspondientes a los aterínidos son: los
charales (Chirostoma consocium, C. jordani, C. chapalae, C. labarcae) y las conocidas como
pescado blanco (Chirostoma promelas, C. sphyraena y C. lucius) (SAGARPA, 2003).
Las pesquerías del charal, la tilapia y la carpa son las más importantes en el lago de
Chapala; la del charal es la única de tipo semi-industrial en la zona, se le procesa para presentaciones
en seco-salado, enchilado, empanizado y frito.
Por su parte, la captura de pescado blanco posee una mayor importancia económica
siendo la especie que mayor precio alcanza en el mercado. No obstante, su pesquería ha disminuido
considerablemente, al extremo de que Chirostoma promelas se encuentra en estatus de
“amenazada” de acuerdo con el listado de la Norma Oficial Mexicana (NOM-ECOL-059-94). Aún
en 1976, la mayor captura de pescado blanco correspondía a Chirostoma sphyraena por ser el
más abundante y de mayor talla; a C.promelas se consideraba en segundo lugar, debido a la talla
menor y por su carne con más contenido de grasa (Torres, 1978).
La declinación de las capturas no es sólo de C. promelas; debido a que las pesquerías se
han desarrollado muy rápido, entre otros factores, han provocado que los recursos se encuentren
sobre explotados, incluso con indicios de colapso o extinción (Tabla 2). (Moncayo, 2001, INP,
2002). Así la producción pesquera presentó el máximo nivel histórico de producción de más de
17,000 toneladas en 1981, pero de ese año al presente ha disminuido, registrándose en los
últimos años (1998 y 1999) aproximadamente 3,200 toneladas anuales (SAGARPA).
Otros problemas que enfrenta el lago y que invariablemente afectan a las capturas son;
desecación debido a las prácticas de extracción para riego en la agricultura; alta degradación
por la contaminación de origen doméstico, agrícola e industrial y el mal uso del agua; pérdida
de suelos y crecimiento urbano en la periferia; deforestación; construcción de presas y canales
de riego; proliferación de malezas acuáticas, ausencia de ordenamiento pesquero; entre otros
(Arriaga et al., 2002).
Tabla 2
Captura pesquera en el lago de Chapala (ton)
Especie/año 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001
Bagre 335 154 179 67 84 87 203 74 106 15 29 25 18 25 14 2 1 0 0
Carpa 1100 621 1022 1423 2117 3173 3013 2217 1545 1467 915 877 721 414 490 1091 759 581 166
Charal 2639 1915 2923 3434 3203 4496 4956 3606 2631 1093 815 587 434 477 525 231 130 147 96
Pescado bco 113 60 68 20 17 13 76 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Tilapia 1749 1213 2300 3097 4933 5986 5727 5962 3697 3397 3376 3166 2353 1076 984 637 629 733 178
Total 5936 3963 6492 8041 10354 13755 13975 11859 7979 5971 5134 4655 3526 1192 2013 1961 1519 1461 440
Tabla 3
Antecedentes de producción Centro acuícola Tizapán (miles de organismos)
Figura 2
Localización del Centro Acuícola Tizapán
Hasta 1998, el sistema de abastecimiento de agua provenía del lago de Chapala con una
bomba tipo barqueña, contando con un gasto de 64 l/s a través de un canal de llamada con una longitud
aproximada de 3 km y un ancho promedio de 50 m. En 1998, con la finalidad inicial de abastecer la zona
correspondiente al laboratorio, sala de incubación y alevinaje, fue perforado un pozo con una profundidad
de 120 metros y un gasto de agua de 10 l/s; sin embargo, a partir de ese año el nivel del agua del lago
disminuyó, lo que redujo los aportes de agua al Centro Acuícola, por lo que el pozo se constituyó en la
única fuente de agua, suministrando el líquido a toda la estanquería rústica.
Desde el inicio de los trabajos de reproducción, la zona de captura prácticamente no ha variado (Fig. 4). Esta
se sitúa frente a las instalaciones del Centro Acuícola en su parte norte, con una superficie aproximada de 20
2
km y a una distancia de tres km de la playa; hasta 1999 la profundidad de esta área fue de uno a dos metros,
pero a partir del año de 2000, por los bajos niveles de agua alcanzados en el lago, la zona de captura ha sido
recorrida hacia la parte central del embalse donde las profundidades son menores a un metro.
Figura 4
Zona de captura
CAPTURA DE REPRODUCTORES
A partir de 1996 los trabajos con C. promelas dependen de la captura de organismos silvestres
sexualmente maduros. Inicialmente, cuando el recurso aún era abundante, las labores fueron
posibles gracias al apoyo de la comunidad de pescadores, con sus experiencias sobre los tipos
de artes de pesca, ubicación de las zonas de captura, así como la identificación de cada una de
las tres especies de pescado blanco. En este sentido, inicialmente el proyecto tenía como propósito
trabajar con C. lucius que es la especie de mayor talla, sin embargo, la captura insuficiente desalentó
este propósito, finalmente se optó por C. promelas, conocida localmente como “pico prieto”. La
identificación de la especie se ha realizado por análisis genético y morfométrico por Barriga
(2001) de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa. En el campo, la pigmentación que
presenta C. promelas sobre la mandíbula superior, facilita su identificación, evitando riesgos de
hibridación en los desoves manuales.
PREPARACIÓN DE LA ESTANQUERÍA
El estanque es preparado previa a la introducción del huevo fertilizado. Se aplica Dipterex a una
concentración de 1.0 ppm con el fin de eliminar a los insectos que pueden ser predadores de
huevo y alevines. Se fertiliza con vacaza, a razón de una tonelada por hectárea, para la producción
de zooplancton. Después de la eclosión, el alevín también es alimentado con zoopláncton capturado
de otros estanques del centro acuícola, así como con alimento balanceado para trucha. Debido a
la presencia de alimento natural en el mismo estanque de crianza, se desconoce el grado de
aceptación del alimento artificial.
Captura de reproductores
El comportamiento de C. promelas de seleccionar lugares con menor turbidez, se reflejó al momento
de revisar las redes, ya que se observó una menor captura cuando ellas presentaban adherido una
mayor cantidad de material, principalmente de arcilla y materia orgánica. Además, se notó que el
deterioro en la calidad de agua del embalse provocó altas mortalidades en el proceso de captura,
horas antes de la revisión de las redes, viéndose afectada la viabilidad de los productos sexuales y
provocando bajos o nulos índices de fertilidad en los desoves manuales.
Tabla 4
Captura silvestre de pescado blanco Chirostoma promelas. Centro Acuícola Tizapán.
No. de
HEMBRAS MACHOS crías
No. de organismos Peso Long. No. de organismos Peso Long. Prod
AÑO TOTAL DESOVADOS PROM. (g) PROM. (cm) TOTAL DESOVADOS PROM. (g) PROM. (cm) MILES
1996 173 40 39.4 17.1 129 44 41.4 17.1 10
1997 201 91 35.9 16.9 189 97 34.1 16.5 15
1998 423 83 34.2 16 365 78 32.3 15.6 10
1999 499 108 36.1 16.4 226 101 33.9 16 5
2000 102 5 35.3 16.4 432 5 35.1 15.9 ---
2001 162 62 36 16.3 299 65 34.5 16.1 ---
Total 1,560 389 36.2 16.5 1,251 390 35.2 16.2 40
Producción de gametos
Se determinó el peso individual de diferentes muestras de huevo recientemente expulsado, los
valores observados se situaron en el promedio de 0.72 mg. Con este valor es posible calcular la
producción de huevos de una hembra, midiendo el peso antes y después de efectuar el desove,
así puede decirse que de una hembra de 35.2 g y 16.2 cm de longitud total es posible obtener
aproximadamente 2472 óvulos de manera manual.
Los índices de fertilización del huevo variaron en un intervalo de cero a 87 por ciento
influidos por factores como el utilizar organismos muertos de uno o ambos sexos o bien por la
cantidad insuficiente de óvulos o esperma, entre los más importantes.
El impacto negativo que ha ocasionado la introducción de especies exóticas contra la fauna endémica
en embalses naturales ha constituido un tema constantemente tratado en distintos foros conclu-
yendo invariablemente en la necesidad de aplicar mayores esfuerzos al desarrollo tecnológico
del cultivo de especies nativas, como medio de preservar sus poblaciones y con ello no
afectar los ecosistemas acuáticos.
Como se ha mencionado, el Centro Acuícola Tizapán también dedica esfuerzos a
otras especies (carpa, bagre y rana prieta), además de los trabajos con Chirostoma promelas;
es necesario tomar en cuenta que se dispone de escaso personal y los recursos en general
son insuficientes; por ejemplo, la operación del laboratorio tiene como propósito el de producir
microalgas y rotíferos para la alimentación de los primeros estadios de vida del pez y que,
por falta de recursos, no ha sido posible.
Todo esto ha provocado que los resultados en general no sean satisfactorios y no se
pueda brindar la atención suficiente y necesaria para el cultivo de Chirostoma promelas. A
pesar del posible bajo rendimiento, se considera de suma importancia el lote existente de
esta especie en el Centro Acuícola Tizapán como un recurso que puede ser utilizado para el
desarrollo de proyectos que cuenten con los recursos suficientes para garantizar la generación
de información sobre el comportamiento de esta especie en el ámbito de la acuacultura.
Asimismo, la experiencia y la información desarrollada, al momento, por el personal del centro
son importantes, considerando que prácticamente nadie más ha trabajado con ella.
Con el trabajo desplegado en estos años se contribuye al objetivo de desarrollar la
biotecnología de cultivo de especies nativas y cumple con la visión que debería guiar el
camino de la acuacultura en el país, que es la de integrar las especies nativas al cultivo
comercial atendiendo los intereses de las poblaciones locales sin alterar los ecosistemas al
evitar la introducción de especies exóticas.
Dadas las carencias para la investigación en el centro acuícola y para mejorar los
resultados mediante un mejor aprovechamiento de la infraestructura con la que se cuenta,
es imprescindible el establecimiento de convenios con instituciones que realicen o apoyen
proyectos de investigación.
Por último, tomando en cuenta que la crítica situación por la que atraviesa el lago de
Chapala pone en riesgo a la fauna en él existente, el establecimiento de las técnicas de
cultivo de las especies nativas representa el asegurar su existencia misma.
I NTRODUCCIÓN
“Todo empezó en forma natural, al estar nosotras (Patricia Rojas, Patricia Toledo y yo) tan
cerca del lago de Pátzcuaro y con tantos problemas que ha tenido, como la disminución de la
captura de pescado blanco o los problemas sociales de año tras año cuando viene la veda y que
los pescadores cada vez capturan menos, entonces vimos la necesidad de apoyar, ayudar y
servir al sector pesquero. Así, surgió la idea de trabajar en acuacultura con pescado blanco.
“Iniciamos sin un laboratorio de acuacultura, de ahí empezamos a instrumentar la manera
de trabajar, que fuera lo más económico posible, porque no había presupuesto. Entonces empe-
zamos con un laboratorio donde todas las paredes eran de capote (madera de la corteza de los
árboles), fue muy complicado. Mucha gente que trabajaba en el Centro Regional de Investiga-
ción Pesquera (CRIP) apoyó, algunos sabían algo de albañilería, plomería, electricidad, de tal
forma todos intervinieron para ir formando un laboratorio de dos cuartos, donde en uno de ellos
trabajábamos cultivos de apoyo para el pescado blanco, que eran microalgas y rotíferos. En la
otra área, trabajábamos ya en la incubación del pescado blanco.
“Pero en cuanto a temperatura, no la podíamos controlar porque era un lugar donde entra-
ba bastante aire. Ahí había momentos en que las temperaturas estaban completamente altas y
otros en que estaban bajas, no obstante de que usábamos termostatos y todo lo habido y por
haber. Poníamos en las paredes plásticos y todo lo mejor que podíamos”.
“En cuanto a los trabajos en el lago, la gente Purépecha es muy difícil, no es fácil platicar con
ellos y que tengan confianza, ante todo es muy reservada. Da mucho trabajo llegar con ella para
ofrecerles lo que estamos haciendo, pues muchos de ellos ya no creen en el gobierno federal y
estatal, son más reservados todavía para este asunto, entonces, daba mucho trabajo introducirse
con los pescadores, no obstante que una de las personas que trabajaba con nosotros era de allá,
de una de las orillas del lago. Después, ya tomando confianza, yendo poco a poco a los sitios de
interés, empezamos a trabajar con gente de la parte norte del lago, donde el pescado blanco que
se capturaba era grande, entonces ya hacíamos los desoves, así empezamos.
“Sucedió que trabajamos unos dos años con el CRIP y después cambiamos un poco de la
acuacultura a las pesquerías, de tal manera íbamos al lago donde capturábamos peces, pesába-
mos y medíamos, hacíamos esto durante 1988 a 1989, de ahí vimos la necesidad de identificar
las especies taxonómicamente y trabajamos no solamente con el pescado blanco sino también
con las otras especies del género Chirostoma”.
“Uno de los problemas que enfrentábamos era ir al lago por huevo de pescado blanco, era
un obstáculo porque había que ir con los pescadores que no son tan fáciles de convencer, sobre
todo cuando nosotros somos trabajadores del gobierno”.
“Hago trabajos de sanidad en general y parasitología en particular para pescado blanco. Aquí
hubo un laboratorio de sanidad, estaba trabajando con otro compañero, hicimos trabajos de
parásitos y anestésicos para pescado blanco.” Una vez a un pescado blanco, “le encontramos 17
parásitos visibles a simple vista, en diferentes partes del cuerpo, había Diplostomun, Taenia,
Acanthocephalus. Le hicimos pruebas de sangre, lo que dio como resultado que el pez estaba un
poco anémico porque varias partes donde va a desovar el pescado hay sanguijuelas y, como es
muy voraz el pez, tenía muchas sanguijuelas dentro de la cavidad bucal, por lo tanto la cantidad
de glóbulos rojos había disminuido”.
“Con la Dra. Alaye hicimos un trabajo de hematología de pescado blanco y se sangraron
más de cien ejemplares de pescado blanco, haciéndole una punción cardiaca directa, para obte-
ner una muestra de sangre. Se hacía el conteo de glóbulos blancos, glóbulos rojos, todo lo que
es hematología y hacíamos análisis clínicos. Fue el primer laboratorio de sanidad piscícola, que
empezó a aplicar análisis de humanos a peces, para la detección de parásitos o enfermedades.
Para tal fin, fuimos inclusive a tomar cursos al Hospital Civil de Morelia y también a Salubridad.
“Generalmente aquí trabajamos en forma muy especial por razón de la falta de personal.
Todos los compañeros la podemos hacer de choferes, electricistas, plomeros, herreros, en fin a
lo que se refiera el proyecto, lo que sepamos cada uno de nosotros”.
Con relación al pescado blanco,“fuimos los primeros que hablamos, que se tenía que hacer la
selección mínima en longitud. Sergio Sabanero fue la persona que por la habilidad que tiene,
permitió el sangrado; es decir, obtener sangre directamente del corazón (pues el del pescado
blanco, tiene el tamaño de un granito de arroz más o menos) para que yo hiciera la hematología
inmediatamente. Con la hematología vimos los rangos donde están los glóbulos rojos y blancos,
el tipo de fórmula leucocitaria. Así como los demás peces no tienen neutrófilos, eosinófilos, basófilos
y monocitos, el pescado blanco es totalmente diferente, porque la diferencia filogenética varía
muchísimo pero, no obstante, pudimos establecer una fórmula casi normal y en esa fórmula
encontrábamos un tipo de glóbulos blancos que no estaban presentes en otros peces, en este
caso eosinófilos y basófilos. Así salió otro trabajo publicado en la Revista Ciencia Pesquera.
“En lo que se refiere al futuro de la especie, la selección del material es lo que tiene que
ayudar a tener especies cada vez más puras y la selección se hace para aumentar o mejorar un
carácter positivo que a nosotros nos interesa, así puede ser la longitud, puede ser la resistencia
al manejo, a enfermedades, de tal manera se escoge el carácter genético que más convenga.
Que tal si en una de esas se descubre que es una especie mucho más resistente al manejo, que
no el Chirostoma estor. De las investigaciones que leo de otros países, están muchas enfocadas
a los neurotrasmisores que tiene el pescado blanco, entonces la manera de bloquear esos
neurotrasmisores está el futuro de las investigaciones”.
“Cuando pretendíamos desarrollar los cultivos de apoyo los mejores resultados en el laboratorio
de pez blanco, era en las temporadas primavera y verano, el laboratorio alcanzaba rangos de
temperaturas muy buenos, arriba de 25°C, entonces nuestros cultivos de apoyo crecían muy
bien, pero cuando intentábamos trabajar en otoño o en invierno, en esas estaciones las tempera-
turas eran tan extremas que en el laboratorio estábamos a 5°C, por lo que era una temperatura
muy baja para poder tener resultados favorables, entonces tener condiciones para poder desa-
rrollar esos cultivos de apoyo y poder salvar esta primera etapa de desarrollo, era muy difícil, por
lo tanto se ve que el poder avanzar de manera efectiva en esta especie ha sido muy difícil”.
“Cuando se trabaja en acuacultura, con organismos vivos, no hay horarios de descanso.
Los organismos no saben de vacaciones, tampoco saben de fines de semana, ellos tienen un
requerimiento el cual hay que cubrirlo, lamentablemente no existen las circunstancias para poder
reconocer que estás haciendo ese trabajo”.
“Experiencias en jaulas las llegó a adquirir la Bióloga Georgina Mares. Determinó, por
ejemplo, densidades óptimas de incubación, alevinaje y crianza, utilizando jaulas de tela de organza
o jaulas de mosquitero y en cuanto al suministro de alimento inerte dentro de la etapa de confina-
miento en estos corrales. Pero esto fue solamente para una etapa, no los llevó a tallas juveniles”.
”Las experiencias en el cultivo de pescado blanco han sido muy diversas, cuando estaba en la Granja
de Zacapu, llevábamos huevo de pescado blanco del lago. La captura de reproductores y el desove
los hacían los piscicultores de Pátzcuaro, recuerdo a Emiliano Jerónimo y a Pompilio Jerónimo ha-
ciéndolos, lo fijaban a las raíces de lirio y lo dejaban en una jaula en una orilla; yo pasaba por los lirios
y los llevaba a la granja. En la granja los ponía a incubar en canaletas hechas de tambos de 200 litros
partidos por la mitad, les ponía oxigenación y un flujo de agua lento pero constante. Todo era hecho
con mucho trabajo y participaban muchas personas. En la tarde cuando regresaba a Pátzcuaro, le
encargaba al velador las canaletas y les echaba la bendición. Al día siguiente, la tragedia, después de
tanto trabajo, ¡el velador se había quedado dormido! y todas las larvitas se habían ido por el caño.
” En la Granja de Zacapu, que fue originalmente planeada para pescado blanco y ahora es productora
de crías de carpa, Sonia Pérez Gómez y Leonardo Sasso, primero, y luego yo nos dimos cuenta, por primera
vez, que el pescado blanco podía reproducirse en cautiverio en los estanques rústicos, esto fue por 1980.
”En una ocasión, cuando acabábamos de construir nuestro laboratorio húmedo para acuacultura,
llegó una funcionaria de oficinas centrales, de la Coordinación de Delegaciones Federales del Depar-
tamento de Pesca en el D. F., y nos fue a visitar. Estábamos muy contentas con nuestro laboratorio y
creo que ella también, porque lo único que se le ocurrió decir al ver el lugar fue “qué bonito laboratorio
de palitos”. El laboratorio lo construimos con desechos de aserradero, capote le llaman, en la región
y se refiere a los primeros cortes que se hacen del árbol para quitar la corteza.
”Hicimos un buen equipo de trabajo Gina, Paty Toledo y yo junto con nuestros dos técnicos,
Don Froy y Don Beni (Froylán León Juárez y Benigno Valentín Francisco) para un proyecto de
pesquerías con las especies del género Chirostoma del lago. Salíamos muy temprano todos los
días a muestrear y como hacía mucho frío nos poníamos varias capas de suéteres y chamarras,
más los salvavidas y sombreros, botas de hule, cubetas, etc, etc, nuestra facha era tal que
muchos se reían de nosotras. En una de esas salidas, dejamos los zapatos, porque nos pusimos
las botas en el laboratorio y nos fuimos. Al cabo del muestreo y ya muy cansados y asoleados
todos emprendimos el regreso, como a medio lago se nos terminó la gasolina y tuvimos que
remar hasta la orilla y en contra del viento del sur, por Ucasanástacua creo, de ahí tuvimos que
caminar en botas de hule, durante horas, y cargando todo nuestro vestuario, más las cubetas y
los peces del muestreo hasta llegar a Tzintzuntzan. Llegamos todas ampolladas de los pies.
“En este proyecto aprendimos muchas cosas, entre otras, a pescar. Redeábamos con un
chinchorro de cerca de 100 m de longitud. Desde la lancha tendíamos la red entre todos y para
cobrarla ya en la orilla, dos de nosotras jalábamos en un extremo y la otra con Don Beni o con Don
Froy en el otro extremo, uno de ellos se metía a plomear. A veces el viento estaba tan fuerte que no
podíamos sacar la red y las manos se nos entumían del esfuerzo, pero nunca soltamos el lance,
aunque Don Beni, que era pescador nato del lago, nos regañaba porque no pescábamos bien.
”También aprendimos mucho de los charales y de aspectos que no imaginábamos, como el que se
distribuyeran zonificadamente por sexos (en efecto, en varias ocasiones llegamos a capturar hasta 30 peces
-todos- sólo machos en una orilla de Oponguio) además determinamos la abundancia relativa de las espe-
cies del género Chirostoma en el lago por primera vez. Este trabajo sigue aportando información, como la que
se refiere a la posible influencia de la temperatura en la determinación sexual de estas especies. Para saber
todo esto, tuvimos que hacer la identificación taxonómica de más de 7000 organismos, lo que nos llevó más
o menos tres años y con ello encontramos que había un buen porcentaje de organismos que eran inciertos,
por traslapes en las características de la clave o porque quizá fueran híbridos. También encontramos a C.
humboldtianum en el lago, con una abundancia que lo colocaba en el segundo lugar, después de C. grandocule.
Avances del Cultivo de Pescado Blanco 243
CÉSAR ROMERO ACOSTA
Centro Regional de Investigación Pesquera
Pátzcuaro, Michoacán
“La historia de los últimos 10 ó 12 años de este recurso, nos indica que ha estado disminuyendo
la captura en general, sin embargo el pescado blanco llegó a ocupar uno de los principales
volúmenes de la captura total en el lago y esta proporción ha ido disminuyendo a través del
tiempo. También el volumen de captura disminuyó de 2500 y tantas toneladas que hubo en un
año, a una captura inferior a las 500 toneladas, de donde el pescado blanco llegó a ocupar 150
ton, en aquel entonces y ahora no llega a las veinte toneladas la captura del pescado blanco.
“Para esto se suman también los impactos ambientales, como son la construcción de puentes
en la isla de Jarácuaro, donde por cierto, como contexto de la problemática, la lobina en aquel
entonces tuvo mucha prosperidad y de unos años a la fecha desapareció. Es insignificante la
cantidad de lobina que se estuvo sacando en los últimos cinco años. Aunado a esto, el lago de
Pátzcuaro no se escapa también de la entrada de desechos urbanos, agrícolas e industriales,
que también generan sus impactos ambientales. También hay una serie de parámetros, de ac-
ciones que también influyen como es, el acarreo de los escurrimientos pluviales en las épocas de
lluvias, se va condensando la tierrita que como hay menos bosques, están acarreando muchas
partículas de tierra, entonces finalmente son toneladas por hectárea que llegan al lago, por eso
se está perdiendo profundidad, la parte que era profunda es menos profunda y por lo que se
refiere al nivel está bajando mucho”.
“Ya tengo veinticinco años trabajando, algunos años me dediqué a realizar parámetros
fisicoquímicos de los charcos temporaleros y de los cuerpos de aguas permanentes, en los
temporaleros se iniciaba con un análisis fisicoquímico para ver que especie se tenía que introdu-
cir al embalse y posteriormente se llevaba a cabo el requerimiento o sea para decidir la especie
a introducir, podía ser carpa, tilapias, lobina, trucha arcoiris o pescado blanco. En un lapso de
seis a siete meses, se tenía que realizar la cosecha, se lograban pescados de 300 a 500 grs.,
pesos que permitían un gran número de especies que se metían.
“Se realizaba la cosecha con el chinchorro en presencia de todos los pescadores y se
repartía entre toda la comunidad, pero actualmente una perspectiva que se sugiere es que un
grupo de gentes sea la que lleve la administración y se repartan tanto los gastos como la produc-
ción. Es una necesidad fundamental poder aprovechar esos cuerpos de agua y también una
necesidad que se aproveche el personal que existe en este centro regional, donde existen tantos
conocimientos sobre cómo realizar las artes de pesca, las cosechas y todo lo demás. Es una
cosa muy sencilla, que para los principiantes sólo un año tardarán en aprender y ya al siguiente
año pueden venir por las crías o ir al centro que les dotará de crías y ellos mismos ya van a llevar
una secuencia de por vida.
“Dado que la tendencia de todos los cuerpos de agua, es recibir la influencia de los dese-
chos químicos de las tierras agropecuarias o de los desechos urbanos ...entonces sugiero que
se haga una especie de aprovechamiento según la especie, que se pueda sembrar en cada uno
de los cuerpos de agua. Habrá aguas donde la temperatura es muy elevada y ahí no se pueden
aprovechar ciertas especies.
“Se busca que a través de una administración, que tenga su propio cultivo, en un mes, a
los cinco, seis u ocho meses, antes de secarse el lugar, se aprovechen los cuerpos de agua
temporaleros y los cuerpos como lo es el lago de Pátzcuaro, como lago de aguas permanentes,
en este caso se deben de sujetar estas pesquerías a una administración, pero donde se tenga
conciencia de parte de todos los pescadores, ya sea libres o permanentes que dependen de la
pesca exclusivamente, para lograr un máximo aprovechamiento de los recursos.
“Ya en el laboratorio, de los contenedores mayores empezamos a distribuir las crías. De las canaletas
las traemos a estos contenedores que son de 700 litros y estos más grandes todavía que son de
7000 litros, entonces de ahí nos los traemos y aquí las manejamos en estos contenedores, a veces
cuando no hay una limpieza adecuada o un manejo adecuado, vienen las mortalidades elevadas
por la contaminación de hongos y bacterias principalmente, estos son los problemas que tenemos
en el laboratorio. Hay que estarles limpiando constantemente, hay que estarles sifoneando todo el
desperdicio de alimento, todas las heces que los peces mismos producen en el contenedor.
“A estos contenedores se les instala una bomba que nos sirve para estar filtrando el agua
constantemente, para que las condiciones del agua sean óptimas y que pueda realizarse el cultivo.
En algunos de los contenedores hemos tenido problemas porque, pues no son los adecuados para
este cultivo, puede ser que los peces se nos mueren por el tipo de material con que están construidos,
de ahí los mantenemos a temperaturas entre 22 a 230C, que es la temperatura que estamos mante-
niendo. Es muy difícil para nosotros, mantener una temperatura estable por las condiciones climáticas
del lugar, incluso el laboratorio fue adaptado como laboratorio, porque en forma inicial no era para
este fin, ya que esto se hizo para la instalación de un molino para alimento de peces, entonces se
adaptó para hacer estas pruebas, ...en la mañana muy frío a medio día entre templado y caliente y
por la noche vuelve a bajar la temperatura, entonces es muy inestable y además se paga mucha luz.
“Ese aparato que tenemos allá es un estéreo, que tenemos para relax de nosotros mismos y
para los peces. Hemos visto que con el sonido no es tan estresante el estar aquí encerrados, como
anteriormente lo manejábamos, se decía que el pez blanco apenas lo veíamos y se moría, ahora ya
no, pues hasta música les ponemos, ya no es tanto el estrés que tienen. Ahora con el manejo que
hemos tenido, nos hemos dado cuenta que mientras más manejo le damos más se acostumbra a
este manejo, anteriormente era muy difícil manipular las crías, sobre todo las crías, no se diga los
reproductores que apenas los veía la gente y luego luego se morían. Ahora, hasta música les pone-
mos y más o menos se la pasan tranquilos igual que nosotros aquí en el laboratorio.
“Para desovar el pescado blanco, se necesita que esté vivo el pescado, se hace en forma manual,
cuando desovan solos nada más los echa uno y yá, pero en forma manual se necesitan sacarlos y
hacer el desove, pero rápido para que no se muera, el pescado con el aire se muere rápido,
pegándole el aire al pescado, ¡pass...!, se muere. No es para que esté unos diez minutos en la
mano, el desove es rápido para que no se muera el pescado reproductor, eso es el pescado blanco.
“El pescado blanco, se puede pescar en cualquier tiempo, de día se puede pescar, pero
con mucho cuidado. Hay una red especial que puede capturar el pescado blanco, ya cuando está
capturado con chinchorro o sea el chinchorro que tiene una bolsa, ahí cae todo el pescado ese y
traemos una cuchara especialmente para capturarlo, pero, ¡rápido sacarlo! y meterlo en una tina
con agua para que no le pegue el aire. Pero con mucho cuidado para que no se golpee, porque
si se golpea se muere sólo: En la noche no se puede, bueno sí se captura pero no se puede
agarrarlo, porque se mueve demasiado, solamente de día se puede agarrar para desovar.
“Por lo que me doy cuenta fue como en 1980, cuando siendo delegada la Biól. Rita Sumano, ella vio
la problemática y la necesidad del establecimiento de la veda en el lago de Pátzcuaro, y se observó
que había necesidad de instrumentar una forma de trabajo que no afectara la producción de peces en
el lago. Tal fue como surgió el programa de “Reservas de Especies Nativas del Lago de Pátzcuaro”, a
raíz de ahí fueron comisionados personal de la Secretaría de Pesca en combinación con personal del
Gobierno del Estado. El primer programa se echó a andar en la isla de Urandén. Hubo tres gentes de
la Secretaría de Pesca y personal del Gobierno del Estado, de ahí asumió la responsabilidad la
Secretaría de Pesca. Después el Gobierno del Estado hizo otra reserva, que es la que acabamos de
visitar. Entonces este centro de trabajo que estamos observando aquí en la isla de Janitzio,
“Esta reserva junto a la isla de Janitzio, funciona a través de los desoves manuales, con la finalidad de
fortalecer los desoves naturales en toda la ribera del lago de Pátzcuaro y respondiendo también a la
instrumentación de vedas. Esto funcionaba anteriormente así, se trabajaba con las comunidades y se
buscaba que cada comunidad tuviera su corralito para que hiciera el desove manual. ¿Cómo se
reproduce o cómo se cultiva por medio de corralitos al pescado blanco?. Se hacen corrales de 1.50 x
1.50 x 1.50 m, ahí estamos depositando lirios, los cuales llevan huevecillos del desove, los lirios se
depositan en los corrales de tela de tricot, el alevín ahí nace y crece hasta un tamaño de centímetro y
medio, ahí mismo se mantiene. Ya cuando llega a la talla de 2.5 cm se libera en el lago de Pátzcuaro.
Avances del Cultivo de Pescado Blanco 247
En cuanto al alimento puedo decir que, en los primeros días, cuando deja su bolsa vitelina, se
alimenta con zooplancton, posteriormente, se le da huevo hervido con leche y más adelante ya
se le da alimento balanceado para peces, así es como se mantienen hasta una talla de dos
centímetros y medio para su liberación en el mismo lago.
“Aquí donde se encuentra la reserva hay una profundidad de 4 m, esto es ya orillado, pero,
más en el centro del lago tiene más profundidad. La superficie por toda la reserva tiene 70 m x 50
m. Aquí manejamos ya cuando está en su mero apogeo alrededor de 50 corrales, de 1.50 x 1.50m
x 1,50. Trabajamos en la época de desove que es de febrero, marzo, abril, mayo y junio, es cuando
se hacen los desoves manuales. Se liberan cuando ya tienen dos centímetros, estamos hablando
de unos ocho meses después, casi durante todo el año. Ahorita no hay organismos en los corralitos,
todos están liberados. Antes de que se venga la época de calor, ya vamos a estar previniendo el
trabajo. Se maneja principalmente, acúmara y pez blanco, que son especies nativas de aquí.
“Hay que tener cuidado con ellas, porque son depredadoras de las crías, las ahuyentamos
tronándoles cuetes o con resorteras las corremos.
Nota: es importante observar que no se matan a las aves depredadoras de los peces, se ahuyentan, de tal
forma que se conservan también las especies de aves acuáticas.
“En el Centro Piscícola de Zacapu trabajaba la carpa, la mojarra y el pescado blanco, o de todo
hasta bagre, a eso me dedicaba. Nosotros los piscicultores, a lo que nos dedicábamos era a
redear. Traíamos red de malla chica, pero no era de esa red rasposa sino lisita pues y eso es lo
que traíamos para pescar el pescado blanco. Porque con la red que nosotros le decimos chin-
chorro, pues sí maltrataban, se clavaban ahí en la malla al sacarlos. Se iban vivitos pero empe-
zaban a flotar y en dos o tres días morían, porque se lastimaban. Por ejemplo, ya cayendo una
escama al pescado blanco, de seguro no hay alivio, porque luego ahí se le pega el hongo y ya se
muere. También traíamos una red de aro, para no molestarlos, nada más muestrearlos dentro del
agua. Solamente así lográbamos el pescado blanco, pero, así como para sacarlo afuera, traerlo
como la carpa, nó. Pero no faltaba, siempre se les caían las escamas, aunque los dejábamos ahí
en el agua con la red en el muestreo, se iban después, pero ya flotaban en dos o tres días.
“Ahí en Zacapu, alimento les dábamos, pero ahí mismo sacábamos de unos estanques
fitoplancton. Nos dedicábamos a sacarlo con tela de organza, íbamos y lo vaciábamos en los
estanque donde estaban los peces blancos. Los estanques de fitoplancton eran de doce metros
de largo y de ancho como veinte, creo, de esos estanques eran como 27, ahí le echábamos 12
paladas de estiércol de animales, o sea de vaca, alrededor del estanque, cada ocho días, porque
íbamos a un establo y llenábamos la camioneta en la cajuela y ¡órale!. Pero después llegó otro
biólogo y nos dijo que era más resultado encostalarlo y dejarlo en una esquina, así menos hacía-
mos el trabajo ese, porque a los estanques, nos decían, que estábamos ensolvando mucho, al
echarle tanto estiércol de vaca, por eso ya era mejor encostalarlo, después poníamos un costal
en cada esquina de los estanques. Luego la que más trabajábamos era la carpa.
“En el Centro Piscícola de Zacapu, los peces blancos llegaron a crecer como de 80 a 90 gramos,
llegaron a crecer así cortitos pero gorditos, llegaron a tener 17 cm. Bueno, a esos no los molestábamos, ya los
teníamos nosotros los piscicultores apartados. No le habíamos avisado al biólogo Jefe del Centro Piscícola,
248 Instituto Nacional de la Pesca
que teníamos a los peces ahí en ese estanque, porque pensábamos, no más con avisarle, man-
daba o iba él mismo a muestrearlos aquellos. Nosotros nomás a lo que nos dedicábamos era a
ayudar a muestrear, ahí donde sabían ellos que había pescado blanco. Pero a esos otros los
dejamos ahí, entre compañeros nada más sabíamos que existían, para ver si crecían. Pues fue
nomás lo que alcanzaron a crecer, 17 cm. Cuando supieron los biólogos, después nos dijeron:
¡porqué no nos avisaron que tenían ahí pescado blanco!. Entonces dijimos: no pues, como esta-
ban revueltos con la carpa más se iban a maltratar. Ya por eso los sacamos de esos estanques y
los juntamos acá donde tenían los estanques puro pez blanco. Y no más ya eso era el trabajo de
los biólogos que iban hacer el muestreo. Pero así sacar pez blanco para vender, nunca ha suce-
dido. Estuve en Zacapu a partir de 1982, venía del Centro Piscícola El Rodeo, Estado de Morelos
a Pátzcuaro pero el Biólogo Leonardo Sasso, me llevó para allá en Zacapu. Ahí me quedé.
“Nos dedicábamos a hacer cada quién sus redes, ya ahora todo es industrial. Nos dedicába-
mos hacer de diferente malla, de dedo y medio para pescado blanco; a veces hasta de dos dedos
pero ya muy raro, ya dos y medio y de tres era usado en acúmara. Para conseguir el material,
andaba uno de Janitzio que nos traía, a él le mandaban de México el hilo. Entonces las canoas que
traíamos, eran pura de madera ya ahora son lanchas de fibra de vidrio con motor fuera de borda.
Antes se movían las canoas con puro remo. Casi no usé la red de mariposa, si compré una pero no
me dio resultado, el tipo de red que usé fue red agallera de dedo y medio. Para chinchorro todo
tiempo traíamos de hilaza. Nosotros nos dedicábamos acá a torcer el hilo y secarlo y ¡órale a tejer!,
pero era de algodón, pues eso nomás al no secarlo ó dejarlo mojado se calentaba y se pudría, por
eso siempre ahí donde salíamos pues teníamos que secar ese chinchorro. Ahora son de naylon,
nada más se deja amontonado, luego escurre. Ahorita ya ni andamos a pescar”.
“Fui instructor de pesca, por lo tanto tengo experiencia en pesca en el lago de Chapala anduve
capturando pescado blanco para el desove artificial, primero contraté una red donde estaba traba-
jando con el Biólogo Leonardo Sasso, entonces andando en el agua así, eché una red de doscien-
tos metros y sacamos 6 o 7 pescados blancos. Yo le decía a Leo ¡el pescado blanco no anda donde
anda el charal, en la orilla no, en medio del lago! Y un día le dije a Leo, yo se de pesca ¡déjeme
comprar una red! ...no hay como la red esa de monofilamento del grueso del hilo de un cabello,
finita la red y con esa capturaba pescado blanco donde quiera...compré una red de trescientos
metros, de luz de malla de 2 cm y sacaba de 50, 70 a 80 blancos, entre ellos a veces sacaba hasta
15 o 20 con huevera, así ya maduros y los que no estaban maduros se echaban en un estanque y
ahí se maduraban, entonces los desovaban en el Centro Piscícola de Tizapán, y Leo dijo: ¡yo creía
que no había tanto, pero sí! Todos los días cambiaba una red y la lavaba bien, y todos los días
sacaba 50, 70 hasta 80 blancos y con el chinchorro pues no. Yo sentía que se nos pelaban por la
orilla, se nos iban por entre las piernas, porque andábamos hasta la cintura casi el agua. Pero al
pescado hay que llevarlo con mucho cuidado, con tela de organza. Esto sucedió hace como 5 o 6
años creo, si, ya estaba yo jubilado cuando me llevó Leo allá y el tuvo el permiso para sacar los
huevos de pescado blanco. Leo, Paty y yo anduvimos con los pescadores.
“Un biólogo fue conmigo a una presa, era no se si en septiembre, no se en que mes fue y
ahí las mujeres, dijeron: ¡ahorita todavía no tienen huevo los peces señores!. Sin embargo el
biólogo decía: ¡pues debe de haber!, sucedió que al ir sacando blanco ni uno tenía huevera y dijo
el biólogo: ¡bueno porqué saben más las mujeres que nosotros!. Pues lo que sucede es que ellas
son esposas de los maridos, los maridos pescan el pescado, ellas los destripan y saben cuando
empieza a tener huevera, por eso saben.
El pescado blanco se fue a la presa de La Boquilla, Chihuahua, cuando se llevaron cría de
charal desde Chapala. Entonces un día mi hijo Santiago Alejandro, que ya murió, dijo: ¡mira papá,
no que no hay pescado blanco aquí en Boquilla y este de donde salió!. Ahí donde se estaba derra-
mando el agua, ahí había un charco y ahí había pez blanco. Esto fue en 1991, fue cuando se
derramó la presa La Boquilla, en toda mi vida fue el año en que llovió todo el año, empezó derra-
mando desde agosto hasta febrero, esa vez la presa La Boquilla tuvo agua en cantidad y ahí se
fueron miles de toneladas de pescado, porque tiene 700 m de frente el vertedor, fíjese”.
“Aprendí a pescar con mis abuelitos, porque para mis abuelitos eso fue su vida a puro pes-
car. Entonces yo iba de acompañante con ellos, ya cuando podía ayudarles en algo, enton-
ces ahí fue donde fui aprendiendo lo de la pesca, en cuestión de manejar un chinchorro de
arrastre. Cuando tuve la oportunidad de venir a buscar este trabajo, pues esa fue la expe-
riencia que nos pidieron, si sabíamos pescar, manejar un chinchorro de arrastre, reparación
de redes, porque esas fueron las calificaciones para ingresar a este trabajo donde estamos.
La cosa fue que hubieron exámenes para reparación de redes y experiencia de ser pesca-
dor, entonces con eso obtuve el trabajo.
“Mateo Rosas llegó a Pátzcuaro hasta 1963, yo llegué a Pátzcuaro y empezamos a trabajar unos
estanques, que los hice, pues sabía un poco de albañilería pero no mucho. A Mateo, lo que le
interesaba es que se hicieran esos estanques, eran para amortiguar los nervios del pescado
blanco, porque se incubaban en estanques de 7 x 8 que ahí en el centro los hay todavía. Se
hacía la incubación en estanques de 7 x 7 y de 7 x 8 m, de ahí los sacaban precisamente de esos
estanques que hice yo, eran como 15 estanques, los hice con los muchachos que estaban traba-
jando en el centro y no pues todavía me fui otros días para allá y ya después me llegó ese oficio
para que me presentara hasta nuevas órdenes y ya empecé trabajar con Mateo.
“Cuando llegué con el biólogo Mateo no era el tiempo de los desoves, aunque todo el año
desovaban pero los meses de desove eran diciembre, enero, febrero, y unos días de más, pero ya
pasando los quince días de marzo para delante ya eran muy pocos lo que se reproducían. Hasta que
ya empecé a trabajar con él en los desoves, en la crianza de los alevines y empezamos a reproducir
porque él ya estaba reproduciendo pescado blanco. Iban con los pescadores y hacían desoves arti-
ficiales, ...pero entonces era muy fácil todo, no había plagas, el lirio nada más se sacudía en el agua,
era una agua transparente y a metro y medio se veía el fondo, no había mortandad como últimamen-
te, el agua siempre se mantenía a una temperatura de 22oC, ó variaba de 18 a 22, de ahí no pasaba
y esa es la apropiada para pescado blanco. A esas temperaturas vive muy bien tanto el alevín como
el adulto, así empezamos a trabajar con ellos. Lo que yo hacía era alimentar las crías, les dábamos
leche Nido con huevo de gallina, nomás la yema la cocíamos y la metíamos en la licuadora con la
leche en agua y ya les dábamos por la orilla de los estanquitos, en esos estanques que hicimos de 2
x 4, tenía como unos 60 a 70 cm de profundidad el agua. De ahí se sacaban a otros estanques para
crecerlos de 3 a 4 cm, ya de ese tamaño se sacaban para repartirlos hacia la gente que los solicitaba
o buscaban lagunas donde sembrarlas, pues a eso era lo que yo me dedicaba.
“Después ya empezó a mandarme (Mateo Rosas) a hacer desoves ...siempre se lograba un 20%
del huevecito, porque tanto se moría el huevo pero no mucho, como se morían los alevines cuando
estaban naciendo o cuando estaban empezando a comer. De comer les dábamos la leche con huevo y
luego el zooplancton, para esto había gente que se dedicaba a pescar zooplancton diario, diario,
“Empecé como piscicultor, fui contratado en el Centro Piscícola del Zarco, trabajé mucho
con la trucha durante 1978 y 1979, de ahí me pasaron a Querétaro, donde trabajé con la
carpa, de ahí me regresaron aquí a Pátzcuaro. Soy de la isla de Janitzio, de ahí ya hemos
estado aquí establecidos.
“Antes de entrar como trabajador del Departamento de Pesca, había bastante pescado
blanco, se trabajaba con el pescado blanco, los desovábamos y los metíamos en el corral los
huevecillos depositados en un lirio, cada pescador aportaba su granito de arena para el lago.
Lo que se pescaba pues ya era para la producción de uno y se sacaba al mercado.
“Antes había mucho pescado porque según el lirio ha jugado diferentes papeles, no
se porqué dicen que el lirio es el que acabó todo, haya plagado el lago pero, el lirio juega
todavía papeles importantes, en relación al pescado blanco porque ahí es donde deposita
el huevo, como un lugar aquí cerca del embarcadero para adentro, hay un rincón donde se
produce el lirio, entonces ahí es donde se produce el pescado blanco.
“Ahora cuando se metieron las máquinas pues es muy malo porque metieron las má-
quinas en sitios de desoves, donde estaba desovando el pescado blanco sacaron el lirio con
todo el huevecillo y de ahí fue bajando, fue bajando el pescado blanco y eso fue lo que
sucedió: también al meter la carpa, bueno eso no se introdujo, sino lo que pasa es que,
tenían en corrales como un experimento a las carpas herbívora escamuda e Israel y resulta
que no faltó un travieso por ahí que rompió los corrales y se fueron todas al lago y ahí fue
donde se desparramaron. Ahora es imposible de combatirlas, eso fue como en 1980 y de ahí
fue cuando empezó a bajar más el pescado blanco, porque lógicamente la carpa es la que se
come todo el huevecillo de la trucha, el charal, el pescado blanco, así sucedió pero si había
bastante pescado blanco pues.
“Esa historia la se bastante, pero esa historia me la contaba mi abuelo. Él decía que
había venido un señor, él decía que era un señor, pero ahora lo que les llamamos ellos no
sabían que era, ahora les llamamos buzos.
“Cuando era niño pescaba con chinchorro para capturar el pescado blanco, pero desde entonces ya
dejamos de pescar con el chinchorro y después se empezaron a hacer redes agalleras. Ahora, estamos
pescando el pescado blanco con las redes agalleras, pero no igual como antes con el chinchorro. A
veces agarramos unos cinco o cuatro pescados blancos, porque hay temporadas en que no sale. Así
tenemos que en cuanto a temporada de otro pez como la acúmara, es desde enero, febrero, marzo y
abril, pero está escaseando también ya la acúmara, eso es también lo que se captura con las agalleras.
El pescado blanco es muy poco lo que sale pues. Cada ocho días se completan uno o dos kilos, es lo
que se junta al ir guardando diariamente en el refrigerador, para que no se echen a perder, pues de
otra manera no dura el pescado blanco. Con el refrigerador ya dura de 15 días hasta un mes para
llevarlo después al mercado en Pátzcuaro, donde hay compradores ahí mismo en el mercado.
“He trabajado en “reservas”*, solamente en corrales con desoves de la acúmara. Pero lo
que más hice fue juntar los huevecillos por las orillas del lago, echarlos al corral para que nacieran
los pescados después de 6 a 7 días.
“Para pescar, se pesca en cualquier día, pero más es en la noche cuando se captura el
pescado blanco, antes se pescaba más con el chinchorro, pero cuando supimos que la Oficina de
Pesca prohibía ese tipo de red, las vendimos, pero más antes traíamos esas tradicionales de
hilaza, eso hace como diez años, pues todavía vivía el difunto de mi papá.
“Mi familia me ayuda tejiendo red o reparándolas, aunque ahora ya hay esas de fábrica.
Aparte de pescado blanco lo que más pescamos es la carpa.
“Entre los animales que se comen al pescado blanco está la carpa. Dicen que antes no
había la carpa y ahora es la que se está comiendo al pescado blanco”.
“Del pescado blanco casi muy poco agarro. Tengo como tres o cuatro meses, como que no me
gustó ese trabajo, porque agarro nada más dos o tres blancos, diario pues. Durante la semana los
agarraba yo y tenia medio, tres cuarto kilos, nada más así, como que ya no me gustó ese trabajo.
“Ya agarré ese del charal, un tiempo salió y luego no, pues luego fue variable el tiempo,
pero a lo que me dediqué fue al charal de cinco y seis centímetros. Ahorita me dedico a pescar la
carpa, ese si es mi destino*, la pesco con el anzuelo y con la red que traemos. El año pasado, por
este tiempo aproximándose la fiesta, me dijeron las comisiones que fuera a agarrar las carpas,
esas grandes, porque el pescado blanco, la acúmara y la trucha, se desapareció ya que la carpa
se comió el huevecillo de ellos.
“Mi familia ayuda en tejer el petate, es para sostenerse uno y es donde la familia ayuda
un poquito, luego otro trabajo que tengo que es de albañil, pues ahí le pega uno a lo que es
un trabajo para sostenerse pues.
“Un compañero, me platicó que él si también ha visto el pescado blanco del encanto.
Sucedió cuando fue a tender las redes para el charal, esas redes que son para los más chicos. El
señor ese, tiene como unos ochenta años, ya está grande el señor, este me contó, porque otras
gentes hablaban del encanto ese de ahí, y ese señor me dijo: ¡no pues cálmate porque a mi
también me asustó el pescado blanco!, y creo que es el encanto eso, porque no se, pero ahí era
el paraje para el pescado blanco.
“El señor estaba pescando, estaba quitando el charal de la red, cuando empezó a ver un
animalote que salía de noche, ya como a las once o doce de la noche, empezaba a aparecerse
brillándole los ojos, empezó a hacer así, mientras el señor decía: ¡aaah, carajo que es eso que
brillan sus ojos!, nooo pues empezó a salir el pescado blanco, venía así como encontrándolo, la
canoa la tenía así, entonces el pescado venía así, como encontrándolo, nooo cuando lo vio que
era un pescadote así de chingonono, contó, unos ojotes que traía, le brillaban los ojos al pez,
pues era pescado blanco porque todo estaba blanco y ese lugar era mentado porque ahí salía
ese pescado. Por ahí la gente para ir a pescar hasta ganaban un sueldo, no mas tendían un ratito
y el charal así mira, se salían los huerepo, por eso yo pienso que si ha de haber el grande pues,
el pescado. Ese señor todavía está, me cuenta cuando así nos juntamos y me cuenta.
“Por eso, pescado si hay. Decimos, pescado blanco no hay, pero hay todavía, porque mi
carnal tiene como treinta y cinco redes agalleras, él siempre agarra unos tres o cuatro en una
noche, en la semana los va guardando ahí en el refrigerador y ya cada ocho días, como el día
viernes los trae aquí en el mercado, un kilo, dos kilos.
“El pez charal si anda, nada más que así de chiquitito, pero si hay pescado, por eso los
pescadores que no habían sacado, esos si están agarrando, esos si pueden agarrar un kilo,
dos kilos, porque salen más en la noche, no de día sino de noche, por eso yo pienso que si
hay pescado, nada más que tanto* pescador en el lago, por eso se dice que no hay pescado,
pues ya ahí en la plaza es donde se ve, porque ahí se junta todo el pescado, de cualquier
pescado. Pero, yo pienso que la carpa es la que se comió el huevecillo, porque se desapareció
el achoque, se fue la trucha, la tortuga, nooo pues más antes salía bastante tortuga, pero
ahorita la tortuga, yo ya tengo como cuatro o cinco años que ya no he visto la tortuga, pero
esas salían por allá arriba, por el camino por donde pasan los carros, hasta allá seguían, ja,
ja, ja, se iban a depositar el huevo pues.
*Destino: se le llama localmente al trabajo, a lo que se dedica la gente para ganarse el sustento.
*Mucho.
“Lo que me acuerdo es que desde niño, mi papá y mis abuelos pescaban y yo desde niño ya
andaba tras de ellos, por eso veía como pescaban. Así fui aprendiendo la pesca como ellos pescaban,
ya cuando crecí igualmente yo pesqué. Se pescaba charal y como no tenía chinchorro andaba de
peón, por ahí ya me enseñé y seguí yo también. Pues ya que se acabaron ellos seguí yo a trabajar.
Después en una orilla que salía la acúmara, ahí salía bastante, ahí pescaba yo también.
“El pescado blanco lo pescaba muy poco. De cuando niño, si veía a los señores que si
sacaban pescado blanco, pero ya después ya no, es lo que me acuerdo ver todo eso.
“Ahora hago red agalleras, a eso me dedico. Antes el material yo mismo lo hacía pero hace
como dos años empecé a comprar el material, porque en las redes anteriores se ensartaban
charalitos muy chicos pues, pero ahora ya no sirven esas redes, ahora ya son de fábrica. La red
de fábrica la compro aquí en Pátzcuaro.
“Sobre el pescado blanco, recuerdo que había un paraje aquí en Cucuchuchu, enfrente de
Janitzio, que era una orilla, ahí me decía un tío que en ese lugar es donde salía pescado blanco,
en un lance pescaban no mucho pero si cuatro o cinco docenas en chinchorro de arrastre, pero
ya se tenía ese lugar para pescar pescado blanco, ahora ya no, porque se secó esa parte de la
laguna, ahora es pura piedra ahí, por lo tanto no se puede sembrar”.
“Cuando empecé a pescar, ya de joven agarrábamos charalitos de esos que les decimos tripilla,
en ese entonces se trabajaba como en el mes de mayo, dejaba uno de pescar eso y empezaba
a pescar de noche, entonces salía muy poquito, un poquito de charal y un poquito de pescado
blanco, pero como trabajaba con chinchorro y de peón, pues ya quedaba poquito, así me la pasaba
pues. De pescado blanco salía muy poco, vamos a decir, a veces un kilo, kilo y medio, dos kilitos.
De noche salía porque de día no salía nada. Después me dediqué a otras cosas, ya de pescar
no, no seguí pescando más. Ahorita, ya no ando en la pesca, ya me dedico a otras cosas, como
son las siembras de la milpa, ya no he pescado.
FRANCISCO FRAGA
Pescador
Domicilio Conocido: Ucatzanástacua
Tzintzuntzan, Michoacán
“Lo que he vivido en mi época de niño, de lo que me acuerdo, fue muy bonito. Estaba
cubierto el lago de pescado, con los que uno se divertía al ir a pescar y era que cuando conocimos
la trucha íbamos con el anzuelo, sacábamos el montoncito de truchitas e íbamos a la casa gustosos
y le hacían a uno la comidita con eso. Del pescado blanco lo que yo me acuerdo es que era muy
abundante, nada más que como todo ha cambiado el tiempo, se fue aminorando y ya como el
pescado blanco es muy perseguido, pues para comer es muy rico y hasta como curiosidad dice
uno, ¡ya agarré un pescado blanco!, y ahora háganlo capeadito con huevito y jitomatito y nos lo
comemos a gusto y casi por lo regular, es lo que me acuerdo de mi época en que el pescado
blanco era muy perseguido y muy amable porque todo mundo lo perseguía, por eso ahorita con
el pescado blanco, la época ya ha fallado mucho, porque el pescado salía en todo el lago, pero
últimamente se fue aminorando, por eso de que últimamente vinieron otras especies, tal vez fue
el mal que hizo que ese pescado se fuera acabando, porque ahorita ya no sale, ha fallado mucho,
por eso todo mundo se queja que ya no agarra pescado blanco”.
“Vamos a platicar sobre las experiencias que tuve sobre el pescado blanco. Mi formación fue
en el lago, desde que terminé en la universidad, empezamos trabajando en el lago. Para
trabajar con la gente es bien difícil, porque la calan a uno, para ver si sabe. Me acuerdo de
una época, que íbamos a pescar, para conocer si realmente eran peces blancos o no eran.
Los pescadores me ponían a prueba, decían: ¡a ver Bióloga, usted que es muy fregona, sáquelos
del chinchorro, con las manos sin guantes, aquí nada de guantecitos, ni nada ni que las botas de
hule, aquí hay que meterse descalzos y meter las manos!. Entonces cuando me dijeron, saqué el
pescado del chinchorro, de la bolsa, sin conocimiento, o sea que la experiencia se adquiere en el
campo, no en las aulas ni en la oficina. Al momento de desatar el pescado me pican unos bichos,
que les llaman quemadores o pulgas de agua, pero que les dejan a uno las manos horribles,
quemadas así con ardores. Los pescadores se reían porque yo gritaba, pero entonces poco a
poco, fui adquiriendo experiencia y ya para otra ocasión sabía que no teníamos que meter la mano
así nomás, sino con mucho cuidado ir seleccionando los organismos, que teníamos que estudiar.
“Otras veces me decían, ¿cómo conoce los pescados blancos de los charales?. Pues,
ellos no conocen nada de cosas científicas, que el número de escamas, que las branquiaespinas,
no, no, había que decirles cuestiones naturales que ellos entendieran, así, ¡ah!, pues este es el
fofo (charal fofo) porque está mas panzoncito y no es pescado blanco, este es el pinto porque
está pintito del lomo y aquí lo conocemos como charal pátzcuaro. Bueno para ellos, un pescado
blanco es aquel que tiene la virgen de la salud señalada en la cabeza y no se ponía uno a discutir
con ellos si sí o si nó, ellos decían, mira este aquí tiene la virgen en la cabeza, ¡ah!, este si es
pescado blanco. Poco a poco así fue uno adquiriendo experiencia a través de los años.
“Tengo 23 años trabajando aquí en el lago, muchos de ellos con pescado blanco en
cuestiones taxonómicas, de parásitos, de biología pesquera y a la fecha estoy trabajando en una
reserva de pez blanco y acúmara del Gobierno del Estado.
“Otras anécdotas muy bonitas de hace muchos años: cuando tenía que jalar el chinchorro,
los pescadores querían ponerme a prueba y me decían: ¡Bióloga métase a jalar el chinchorro, a
ver si es cierto!, bueno pues a jalar el chinchorro. Otra que había que meterse al agua, aquí le
llaman plomear o sea meterse al agua, con las manos juntar las relingas y con los pies juntar los
plomos. Una vez estaban chinchorreando los pescadores en Santa Fe de la Laguna, porque por
allá anduvimos, se tenían que hacer los movimientos rápidos y llegó un momento en que no me
pude salir rápido y ¡me sacaron con el chinchorro!, en la bolsa con todo y los peces. Eso les
causó tanta gracia y les cayó bien a la gente, porque no me enojé o porque regresé bien con ellos
y fue como me fueron aceptando poco a poco. A la gente hay que demostrarle que uno le entra,
no nada más llegar a mandar, gritar e insultar, hay que entrarle con ellos, ensuciarse, comer con
ellos. En otras ocasiones, una temporada íbamos por Espíritu (comunidad ribereña del lago de
Pátzcuaro) a pescar, una semana llegábamos, pescábamos y ya nos tenía la esposa del pescador
caldo de pescado, volvíamos a salir, regresábamos a la hora de la comida y otra vez teníamos
que comer caldo de pescado y para variar en la noche después de hacer el lance o trabajar, caldo
de pescado. Una semana o los días que íbamos, por dos años consecutivos, era caldo de pescado.
Yo creo que por eso estamos tan fuertes.
“Son cosas que ahora me acuerdo. ¡Qué bonita época, había mucho pescado blanco,
recuerdo muy bien, en 1983 llegábamos a sacar organismos hasta de 40 centímetros, una cosa
extraordinaria, porque ahorita ya no, un organismo de 25 centímetros es ya trofeo, aunque
hace tres años tuvimos la suerte o la fortuna de sacar un organismo de hasta 40 centímetros
de longitud total, fue maravilloso porque eso ya no se ve. Pues se lo mandamos al jefe,
“Cuando estuve trabajando en la reserva de especies nativas, que fue como en los años
1984 u 85, todos los días nos íbamos muy tempranito con los pescadores, salíamos con un
grupo de piscicultores de aquí del Instituto Nacional de la Pesca, íbamos al lago y trabajábamos
con diferentes pescadores y un día nos dimos cuenta que realmente ellos no sabían que del
huevo del pescado que veían en las orillas, en las raíces de lirios o en algunas plantas, salían los
pececitos. Nos dimos cuenta porque nos sucedió algo muy curioso, en una de esas salidas al
lago recogimos un poco de ese huevo que estaba en las orillas, lo llevábamos en una lata de
sardina o de atún, hacia otra comunidad, y nos fuimos con unos piscicultores y pescadores en la
lancha y en ese trayecto de un lugar a otro, como el huevo que recogimos ya estaba ocultado,
sucedió que hacía mucho sol, lo llevábamos con poquita agua y en el trayecto se calentó mucho,
entonces cuando llegamos a la otra comunidad los pececitos ya habían nacido, entonces se lo
enseñamos a los pescadores y se sorprendieron y descubrieron que realmente de ahí salían los
peces, entonces pensamos que ahora si creerían que haciendo estos desoves de las reservas,
que de ahí iban a nacer peces y el trabajo que estaban realizando era más creíble por ellos.
“Los pescadores también se dieron cuenta de la importancia de recoger ese huevo que se
quedaba en las orillas o de ese huevo que se quedaba en la red con la que pescaban y al que
incluso hasta pisaban cuando salían de pescar. De ahí lo llevaban a cultivarlo, conservarlo en las
jaulas que se ponían en cada comunidad para que ellos los cuidaran y después se liberaran esos
peces y se conservara la especie.
“Los recuerdos de cuando era niño son los más bonitos, sobre todo cuando los vive en una zona
rural como ésta. Recordaba ayer que precisamente parte de lo que ahora ya es solamente azolve,
cuando en mi niñez era una zona productiva enorme de peces. En esta zona de Tziranga y en lo
que aquel entonces pertenecía a mi mamá, la señora Salud Fraga Hernández, era un paraje de la
trucha, que incluso gran número de pescadores de la comunidad de Ihuatzio, venían a esta zona a
pescar, que era una zona de producción de peces, pues en lo que aquel entonces era agua y pez,
ahora es zona de cultivo. Recuerdo que inclusive había zonas que ahorita se pasan caminando, en
aquel entonces nuestros padres ni siquiera nos dejaban arrimar a aquella zona por lo profundo que
estaba el agua. Son recuerdos a la mejor nostálgicos porque difícilmente se puedan volver a ver.
“Recuerdo de mi madre: cuando ella estaba pequeña, el agua había llegado a estas mismas
dimensiones, en donde ella vivía en aquellos entonces, en Ihuatzio o en Santiago Tzipijo que es
de donde nosotros somos descendientes, se podía pasar caminando a la estación o Colonia
Revolución para pasar a Pátzcuaro, ella también nos comentaba que el lago volvió empezar a
tomar su nivel normal, ella decía que el lago tenía ciclos de cincuenta años, donde subía y donde
bajaba, entonces a lo mejor, es una leyenda o es una realidad pero ella lo vivió, incluso nos decía
que en aquellos años, cuando se había secado la zona que le digo que ahora es cultivable, se
daban trigales que rebasaban la estatura de una persona. Entonces son recuerdos bonitos de
productividad, pero bueno hasta ahí nos queda, son recuerdos.
“Sobre el pescado blanco son recuerdos de la gente grande, por comentarios también de mi madre,
ella nos mencionaba que uno de los más grandes pescadores que ha habido aquí en la región e incluso
como iniciadores de producción y de comercio, fue el bisabuelo Florentino Fraga Morales, que prácticamente
a él lo hizo crecer como persona, como ciudadano, pues ella recordaba que en aquel entonces era tanta la
cantidad de peces que se recolectaba, que duraban días y días limpiando el pescado, decía: yo recuerdo
que le hacía trampa a mi padre, en aquel entonces, que siempre trabajábamos juntos con mi abuelo
Florentino, yo le hacía trampa porque siempre había un lugar, un hoyo donde se tiraba la basura, entonces
eran tinas y tinas y tinas de peces que había que limpiar, entonces había ocasiones que iba y levantaba la
basura y ahí echaba los peces porque era una cantidad enorme. Entonces ella recordaba que tenía el lujo
de escoger que pez blanco y de que tamaño quería comer, que había para escoger desde un pequeño
hasta un enorme como de 30 a 40 cm de largo, cosa que ahorita eso solamente en nuestro recuerdo
existe, porque ya con trabajo se sacan los peces blancos, mucho menos tener para escoger, entonces ella
decía esta fue una de las actividades principales. Mi abuelo Florentino junto con mi padre Francisco, de ahí
fue donde levantaron gran parte de la economía porque, en aquellos años la casa de estas dos personas,
se habían constituido como en la casa banco, donde todo el mundo podía acudir a empeñar, a pedir un
préstamo, a solicitar un trabajo, en fin era la casa de comercio más importante en la zona, cosa que bueno
no por todos es bien visto, por algunos sí pero así funcionaba en aquellos tiempos.
“Lo que sé de historia del pescado blanco, es que hace años en este rancho mi bisabuelo, fue
iniciador por este lugar de un chinchorro para pescar pescado blanco y fue una de las fuentes de
trabajo de él y con él fue creciendo poco a poco lo del pescado blanco en aquellos años, estamos
hablando por los años de 1890 o algo así, cuando el pescado blanco había en gran existencia.
Pero aunque no soy pescador del pescado blanco, últimamente lo que se de él es que poco a
poco se ha ido acabando. Hace años, como quince o veinte años, andaban unas personas
levantando como un censo, porque culpaban que la que se estaba comiendo el pescado blanco
era la lobina negra, entonces pasaron por donde estaba trabajando en una parcela, me explicaron
y me dijeron, si yo estaba de acuerdo a que se acabara la lobina, para que le diera chance al
pescado blanco que se siguiera reproduciendo y les mencionaba que yo prefería la lobina, porque
ella no era la que se estaba comiendo al pescado blanco, pero ellos culparon a la trucha o lobina,
el caso es que metieron otro tipo de pescado, ese pescado, la carpa pues. Lo que vi últimamente,
que pesqué una carpa como de unos tres kilos y medio, con un pescado blanco que lo tenía
hasta el buche de esa carpa, o sea que este pescado se está comiendo al pescado blanco, no
solamente como dicen los biólogos o los técnicos verdad, que se come la huevera, no, también
se come al pescado, no solamente al pescado blanco sino que a toda especie de pescado que
existe aquí en el lago, porque a un tiro, que son tiros de aquí del lago este, también se los come.
Pesqué otra carpa con otro pescado en el buche, en la punta de la red y al tiempo de sacarlo, echarlo a
la canoa, vi que traía el pescado adentro de su panza, entonces el pescado blanco, charal y de todo eso,
se está acabando, no tanto por el pescador que dicen que es el pescador el que se los está acabando.
“Cuando crecí mis papás pescaban mucho, nos creció con puro pescado, mi mamá nos enseñó
como preparar un pescado, como limpiarlos, secarlos, prepararlos de diferente manera y hasta
la fecha no se me ha olvidado como preparar un pescado. En el negocio que tengo preparo el
pescado de diferente manera, así la acúmara y el pescado blanco los preparo sin espinas o
sea puro filete, por eso así como me enseñaron así lo estoy haciendo y de algo me sirvió las
enseñanzas de mi mamá y mi papá.
“Para preparar al pescado se le quita la escama con el cuchillo, se le saca la tripa, si se
quiere hacer el pescado así nada más destripado, se le raja hasta la parte que se le llama ombligo,
para que no quede el caldo negro ni amargoso, sino que debe de quedar el caldo blanco. Se le
quita bien la tripa, se le quita una que se le nombra la hiel, porque la hiel es la que amarga.
“Me llama mucho la curiosidad de que cuando mi esposo sale a pescar, los primeros
pescados que agarra son para mis hijos, porque no le veo mucha importancia vender el pescado
y comprarles otra cosa a mis hijos, sino lo que me interesa es que mis hijos coman el pescado,
porque mi esposo no pesca del diario sino nada más en las cuaresmas y es nada más cuando
aprovechamos el pescado, porque en verdad se me hace muy caro el pescado comprado.
“En el pescado blanco se aparece la Virgen de la Salud, pero por la parte de atrás de la
cabeza. Nosotros pensamos que es la virgen de la salud, la milagrosa que manda a los pescados
o sea que al aparecer ella ahí, pues ella los manda. Para encontrar la cruz al pescado blanco, se
le corta a media cabeza. Ya para sacar el filete se va desde la cabeza hacia todo por el espinazo,
con el fin de abrir el pescado.
“Me acuerdo que le ayudaba a mi mamá a limpiar al tiro, porque antes había mucho tiro, al
tiro también se le descamaba, se abría y se lavaba bien, se ponía a secar, aparte de eso ella nos
enseñaba como prepararlo. Después crecimos, falleció mi papá, entonces empezamos a trabajar
el petate, que también con el petate es como crecimos, los petates se vendían aquí en las cuevas,
que queda de Sanabria para adentro, unos se vendían recibiendo dinero y otros a cambio de maíz.
“La historia del trabajo de nosotros como pescadores es desde aquellos años que empezamos a
pescar. Vimos que el pescado blanco no es como luego dice la gente que se está acabando, que
se acabó en aquel tiempo, pues salía más pescado blanco, pero a partir de ese tiempo no quiere
decir que ya se acabó, sino que yo me refiero y le paso este conocimiento de los tiempos, basados
en aquellos que crecimos. En quince, dieciseis años para acá, pues el pescado blanco si ha
habido bastante, hasta por hoy todavía, pero resulta que ahí está un secreto de parte del lago y
de parte de nosotros como pescadores, estas dos partes llevamos una historia muy abarcada.
Por parte de la gente pescadora y la parte que el gobierno rige como aguas nacionales, eso
ni nosotros sabemos que son aguas nacionales pero, los que estamos aquí somos dueños y
sabemos el secreto de nuestro lago. A pesar que mucha gente de nosotros mismos dice que se
está acabando, pero no se da cuenta aunque somos pescadores, no es que se está acabando el
pescado, sino que realmente ahí entra el secreto, tanto el pescador y el gobierno del Estado o
Federal, que empiezan las situaciones, que el lago y el pescado ya se están acabando por culpa
del pescador, ese no es el camino para seguir ya que realmente este lago, porque han de ser
más de dos mil años, ¿quién lo creó?, solamente Dios, entonces este pescado que hay en el lago
es una fuente de trabajo para nosotros como pescadores, por eso en este tiempo sale bastante
pescado, pero en realidad como el pescado es algo muy especial, sabe las trampas, pues sabemos
que, ¿quien es el que quiere morir verdad?. Como dije este pescadito es muy especial, ya que
olfatea la trampa que le pone el pescador, pues claro, seguramente que ese no se ensarta tan fácil,
pero existe desde ese tiempo a este tiempo que ya estamos, definitivamente sigue siendo lo mismo
nada más que el pescadito, entre más y más lo pone uno más alerta por el mismo pescador, pues ya
no hay ninguna otra trampa que digamos, alguna otra clase de red ya sea agallera o que se yo. Hay
un arte de pesca que está adaptado para agarrar al pescado blanco allá en lo hondo y es solamente
la agallera. Entonces en este caso el chinchorro solamente funciona acá afuera, pero la agallera es
especialmente allá, son dos partes importantes en que el pescadito no puede salir y eso ya se opaca
verdad, por eso se dice que ya se está acabando, ¿porqué se dice esto?, por que el pescadito que
existe en este lago es algo muy importante y ahí es donde la gente de parte del Gobierno estatal y
federal, no conocen los secretos de este lago. Si nosotros los que vivimos en la ribera del lago
empezamos, que si la agallera agarra más pescados que el chinchorro, entonces tratamos nosotros
mismos a envidiarnos. Como el pescadito es algo especial, nosotros ya lo sabemos, sin embargo
hablamos tantas cosas como envidias y el pescadito ese es lo que entiende muy claramente, hasta
sabe creo el corazón del pescador y entonces empieza a retirarse y ya no tan fácil se le agarra.
“Entonces en este tiempo que estamos si hay pescado blanco, sabemos sus lugares especiales,
dónde está desovando y en que lugar está su paraje. Llegamos a un tiempo, a partir de los veinte años
para acá, en que llevamos una mirada nosotros como pescadores, que si es cierto que también en ese
tiempo había mucho pescado, pero nosotros ahora los pescadores necesitamos meditar de que es necesario
dejar un poco el lago, como quien dice a que los pececitos se vayan multiplicando ellos mismos,
“Desde que empecé en la pesca, sería yéndome atrás, unos veinte, veinticinco años, al menos mi papá
y yo no nos dedicábamos a la captura de pescado blanco. Anteriormente, nuestra práctica de pescador
era principalmente la captura de la lobina negra o sea la trucha, posteriormente a la falta de la trucha,
ISRAEL CORREA
Pescador y Representante de pescadores
Domicilio: Emiliano Zapata no. 22
San Jerónimo Purenchécuaro
Quiroga, Michoacán
GREGORIO DURÁN
Pescador
Domicilio: Nicolás Bravo no. 28
San Jerónimo Purenchécuaro
Quiroga, Michoacán
“Pues es lo que tenemos aquí, estábamos trabajando bien para nuestra vida, pero cuando
empezaron a bajar ese lirio para acá, de ahí vino fallando el pescado también. Quien sabe
porqué, pero yo iba con otro señor que era mayor que yo, me dice: ese charal que anda
aquí anda siguiendo al lirio para desovar ahí mismo, dentro del lago donde anda el lirio.
“Ojalá mis comentarios sirvan para hacer un trabajo de los que poco hay acerca del pescado blanco.
Empezaré comentando que tengo de conocer el sector de pesca en el lago de Pátzcuaro desde 1973,
“Pues yo tengo poca experiencia, porque hace como doce años que empecé a trabajar en la
pesca, entonces había pescados que les nombramos la trucha y es la que pescábamos más, es
la que valía más, pero ya se acabó y como nosotros nos dedicamos a pura pesca, nada de otras
cosas verdad, porque nuestro trabajo es la pesca, de ahí estamos viviendo y ya que se escaseó
la trucha pues muy poco agarramos. Ahora lo que estamos agarrando es la carpa, aunque mucha
gente dice que no es bueno, pero como nosotros pues agarrando cualquier pescado ya es bueno,
a pesar de que no vale mucho ese pescado. Por otra parte estamos mirando que el lago se está
acabando y no se que se pudiera hacer para conservar el lago, porque está muy sucio y luego
miramos que la carpa es muy problemática para toda la ribera del lago de Pátzcuaro, porque
acaba con todo, pues se llegan a comer ellos mismos los peces.
“Mi papá tenía un chinchorro y pues yo era chico cuando andaba en esa pesca, y hubo un día
que por andar pescando nos hundimos con todo y canoa, luego el aire nos aventó hasta por ahí en la
isla de La Pacanda. Es todo lo que puedo decir porque no tengo mucha experiencia en esto de hablar.
“Esta comunidad antes estaba olvidada, no estaba reconocida ante las dependencias, hace dos, tres,
cuatro años que empezó ya a reconocerse a nivel municipio, a nivel estado, pues aquí hemos sufrido
muchos tropiezos, porque ha habido muchas envidias de otras comunidades, aquí pues, estamos
iniciándonos, no tenemos el agua potable, apenas hicimos el pozo, gracias a los que vienen de allá de
fueras pues, a los ingenieros, los biólogos, una licenciada que nos ayudó bastante aquí para hacer
nuestras aulas. Antes no teníamos, todo esto empezó desde el ochenta para acá, tuvimos las aulas
para la educación de los niños, a partir de ahí ya nos empezaron a reconocer los municipios, a nivel
del estado. Pues ha llegado bastante ayuda, a partir de ahí estamos agradecidos más que nada con
las dependencias, nada más que aquí somos pocos porque se han ido la gente, porque no tenemos
tierras, no tenemos donde sembrar, las tierras están invadidas por un grupo de Puácuaro. Los
antepasados fueron los que nos dejaron sin nada, ellos no quisieron trabajar, nada más se dedicaban
a la pesca porque entonces si había pescado, ahora que no hay pesca estamos lamentando pues,
por ya no poder trabajar en el campo, por eso nos dedicamos a la pura pesca.
“Antes cuando pescábamos había bastante pescado, pero ya últimamente se fue acabando poco a
poquito, poco a poquito, ahora que metieron este pescado grande, no se si de ahí es donde se acabó
lo que le llaman trucha, entonces lo que pescaban eran truchas, pescado blanco, tiros, cheguas, a
esos que les dicen charales son cuerepos y pues eso poco a poco se fue acabando, pero tal vez
también será porque se está acabando el agua, se está secando bastante y el lago se está acabando.
Porque cuando yo me acuerdo había bastante agua, el agua llegaba hasta aquí donde está
la cancha, estaba honda la orilla pero ya últimamente se está secando mucho. Ahora que
ya se está secando, poco pescado está saliendo, pero ya pescado que es de la nueva que
le dicen, porque la mojarra no existía, no se como le dicen ese pescado grande (carpa),
nosotros le decimos nuevo, no se como le llamarán, ¡esa la carpa!, de ahí es donde ya,
poco pescado está saliendo.
“Últimamente ya mi señor tiene como trece años que ya no pesca porque, le robaron
todas sus redes, todo lo que él trabajaba pues. Duró unos días y otro día le robaron la canoa,
por eso simplemente el ya no pesca. Trabaja él en las cosas de cortar chuspata y tule, mientras
trabajamos nosotros las cosas de las artesanías, ese es nuestro destino ya, por eso es que
él ya tiene tiempo que ya...¡no pesca!.
“De artesanía hacemos, tortilleros, alambrados, figuras de animales y diferentes figuras
que hacemos con la chuspata, luego del tule pues el petate. Hay otras clases de figuras que
se hacen del tule, nosotros trabajamos más los alambrados que los traen de por allá, ya
hechos, nada más es de dibujarlos, acomodarlos y entregarlos. Es lo que trabajamos nosotros.
“Para cocinar, hay distintas comidas que se hacen del pescado, porque el pescado
blanco nosotras lo hacemos en filete, lo hacemos en caldo, o se hace dorado nada más. El
pescado lo compro aquí, con la gente que pesca. Mi esposo también trabaja la artesanía.
“Nosotros no hacemos figuras de pescado, lo que conozco es que las figuras de pescado
se hacen con la chuspata, que es diferente al tule, la chuspata es anchita y el tule es redondito,
por eso de la chuspata sale la figura del pescado. Nosotros todavía no agarramos ese trabajo
de hacerlos, porque para eso tenemos que buscar alguien que nos enseñe y nosotros donde
nos estamos enseñando toda esa clase de trabajo es en Puácuaro, porque allá todos son
artesanos, de ahí es donde nosotros nos hemos enseñado poco a poquito, y gracias a todo
eso, hemos ido recuperando..¡lo que perdimos!”.
“Nosotras vamos a vender pescado aquí en Napízaro, nada más vamos a vender y nos venimos
otra vez, para hacerles su almuerzo a los señores, hacemos las cosas ahí en la casa pues. Ellos
van a pescar, traen el pescado y nosotras vamos a vender en Napízaro. El pescado lo llevamos
en cubetas. Hay un tiempo que sale el pescado y a veces no, como cuando llueve nada más
sacan para la comida y a veces ya no vendemos nada. A veces no sacan nada, luego cuando se
acaban las redes las compran otra vez y así van comprando como las van terminando pues.
“Ahora el lago está muy atrazado con el agua, por eso se está acabando, mas antes había más agua,
también ahora hay pura basura ya no hay agua clara, el pescado se está acabando lo que antes
había bastantes y grandes. El pescado tenía cerca de tres cuartas y ahora el más grande que aparece
llega a la mitad del anterior. Lo que recuerdo es del año de 1966, cuando yo empecé a pescar y ahora
tengo 51 años. Pues ahorita está muy difícil agarrar ese pescado que había en aquellos años, de lo
que hubo mas antes del pescado blanco no era muy caro, porque había mucho pescado, pero también
no costaba mucho la compra de alimentos, de grasa para nosotros, pues todo era natural, no había
compra de latas y de nada, hasta comíamos asado o con manteca, pero nada de aceite. Ahora la
lobina negra ya no existe, en esos años si había mucho pescado, de 3, 4, 5, kilos, ahora no aparecen
esos pescados, si acaso se llega a agarrar uno a los tres o cuatro meses, no se mantiene uno con esa
clase de pescado, el criollo pues, ahora ya es pescado que han introducido aquí al lago de Pátzcuaro,
para acabar nuestro pescado, ahora hay carpa, mojarra tilapia y otra clase de pescado que no tiene
casi venta, no tiene precio, no los quieren comprar en la ribera porque, conocen que ese pescado no
tiene plaza ni nada, es para irla pasando, pero cosa de mantenimiento no.
“Hay muchas historias pues, para ver todas esas cosas, cositas, que está muy atrasado
aquí, que todos los que eran pescadores antes, no aparecen ya porque se fueron para el otro
lado por falta de pescado criollo (nativo), se fueron para Estados Unidos, se fueron a Tijuana,
bueno se fueron los paisanos por diferentes lados a conseguir, para mantener a la familia y para
darles estudios a los niños, o los que ya son jóvenes trabajan y estudian pero si no hay bastante
apoyo para ellos no se puede avanzar.
“Desde que me acuerdo el agua estaba en donde está el poste que mantiene el aro y la red de
la cancha y ahora ya se encuentra hasta allá, está muy bajo, fue como en 1972, cuando estaba el
agua hasta acá, ahí en el bordo de la cancha.
“Aquí baja el ganado de diferentes animales, como burros, caballos, reses, ellos hacen su
servicio ahí, o sea orinan y defecan en el agua, ahí se arriman los pescaditos recién nacidos y
empiezan como a jugar, mientras los grandes, hembras o machos están como comiendo el desecho
de los animales, como alimento que no deberían comer, pero no tienen mas alimento que eso,
porque el zacate, no es para que se alimenten esos pescados, por eso comen toda la suciedad
aquí. Como el lago también está enfermo de toda suciedad, el pescado luego también no sirve
para comer, pues en un tiempo se pensó que contagiaba el cólera. Por otra parte se mueren los
pescados de enfermedad y no sabemos de que enferman.
“Antes empezaron a visitarnos los compañeros del CRIP, vinieron y nos solicitaron in-
quietudes sobre que clase de pescado y como se llamaba eso, empezaron ellos a apuntar y
también estudiar, nos daban también a nosotros el estudio por medio del trabajo, luego nos
SE TERMINÓ DE IMPRIMIR EN
DICIEMBRE DE 2003
FUE UN TIRAJE DE 500 EJEMPLARES,
CIUDAD DE MÉXICO
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