Modos Verbales

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Modos verbales

Te explicamos qué son los modos verbales y cuáles son las características de cada uno: el modo
indicativo, el modo imperativo y el modo subjuntivo.

¿Qué son los modos verbales?

En lingüística y gramática, se llama modo verbal a cierto aspecto de la expresión verbal que
refleja la actitud o el posicionamiento del hablante respecto de lo que dice (la modalidad). Dicho
de un modo más simple, el modo verbal es el propósito comunicativo que el hablante expresa a
través de ciertas formas convencionales del idioma, y que en la lengua española se resumen en
tres:

El modo indicativo, cuando se señala algún aspecto de la realidad o se informa al interlocutor


sobre algo que acontece.

El modo imperativo, cuando se desea modificar la conducta o las acciones del interlocutor, para
que haga algo, diga algo o también para que deje de hacerlo.

El modo subjuntivo, cuando se expresa un deseo, una realidad hipotética o una incertidumbre.

Los modos verbales no deben confundirse con los tiempos verbales, que son la ubicación
temporal de la acción descrita en la oración respecto del hablante (el pasado, el presente o el
futuro, a grandes rasgos), y se pueden expresar de manera distinta dependiendo del idioma del
cual se trate. De hecho, no todos los idiomas tienen los mismos modos verbales que el español,
ya que pueden tener más o menos.

Modo indicativo y ejemplos

El modo indicativo es el más común de los modos verbales en la lengua española: es el que
utilizamos para describir cualquier asunto de la realidad, exterior o interior, tal y como es. De allí
su nombre, pues sirve para indicar, señalar, informar o referir a cualquier aspecto de lo real. En
esto se distingue fácilmente del modo subjuntivo, con el cual expresamos deseos y posibilidades,
es decir, realidades hipotéticas o inciertas.

Dado que el modo indicativo es el más utilizado en español, es el modo verbal que más tiempos
verbales permite, ya que con ellos se pueden expresar un mayor conjunto de matices
cronológicos de la realidad. Estos tiempos verbales son los siguientes:

Tiempo presente

Se refiere al instante en el cual se produce la comunicación, de modo que se trata de un único


tiempo verbal, pero utilizado para expresar varios matices distintos. Por ejemplo:

Ellos van a China de vacaciones.

El perro tiene

La casa está sobre la colina.

Napoleón invade España a comienzos del siglo XIX.

Los esquimales viven en Alaska.

Ya no nos queda café.


Tiempo pasado

Se refiere a una acción ocurrida antes de que se produjera la comunicación entre el emisor y el
receptor. Dependiendo de qué tan antigua sea la acción y qué relación exprese respecto al
presente del emisor, podrá usarse un tiempo verbal u otro. Dependiendo de si requiere o no el
acompañamiento del auxiliar haber, será un tiempo simple (sin auxiliar) o compuesto (con
auxiliar).

Los tiempos del pasado en el indicativo son:

Pretérito perfecto simple o pretérito indefinido. Expresa una acción realizada en el pasado
inmediato y que al instante de hablar el emisor ya se encuentra culminada. Por ejemplo:

Ellos fueron a China de vacaciones.

El perro tuvo

La casa estuvo

Napoleón invadió España a comienzos del siglo XIX.

Los esquimales vivieron en Alaska.

Ya no nos quedó café.

Pretérito imperfecto. Expresa una acción acontecida en el pasado, pero no expresa nada sobre su
inicio o finalización. También expresa acciones regulares en el pasado. Por ejemplo:

Ellos iban a China de vacaciones.

El perro tenía

La casa estaba en ruinas.

Francia invadía España continuamente en el Medioevo.

Los esquimales vivían en Alaska.

Ya no nos quedaba café.

Pretérito perfecto compuesto o antepresente. Expresa una acción acontecida en el pasado, pero
con validez en el presente. Por ejemplo:

Ellos han ido a China de vacaciones.

El perro ha tenido

La casa ha estado en mejores manos.

Francia ha invadido España en numerosas ocasiones.

Los esquimales han vivido en Alaska, Canadá y Groenlandia.

Hemos llegado temprano a todas las reuniones.

Pretérito pluscuamperfecto o antecopretérito. Expresa una acción acontecida en un pasado


remoto, anterior a otra acción también ocurrida en el pasado. Por ejemplo:
Ellos habían ido a China de vacaciones.

El perro ya había perdido el apetito cuando sus dueños llegaron.

La casa había estado en mejores condiciones antiguamente.

Francia ya había invadido España cuando comenzó la independencia suramericana.

Los esquimales habían vivido en Alaska antes de trasladarse a Nueva York.

Habíamos llegado temprano pero tuvimos que volver.

Pretérito anterior. Expresa una acción finita y terminada, inmediatamente anterior a otra pasada, a
la cual está de algún modo vinculada. Es un tiempo muy poco usado en la lengua viva. Por
ejemplo:

Una vez que hubieron cometido el delito, les atrapó el remordimiento.

Cuando hubo amanecido, los ladrones ya no estaban.

Tan pronto como hube aprendido aquella técnica, decidí ponerla en práctica.

Condicional compuesto. Expresa una situación en el pasado, que sin duda habría ocurrido si otra
acción hubiese tenido lugar primero. Por ejemplo:

Ellos habrían viajado a China si les hubiese alcanzado el presupuesto.

El perro habría tenido hambre si no hubiese comido tanto la noche previa.

La casa habría estado en mejores manos si ese señor no la hubiese comprado.

Francia habría invadido España aunque Napoleón no la hubiese gobernado.

Tiempo futuro

Se refiere a una acción que será cometida luego de que finalice la comunicación del emisor, ya
sea inmediatamente o en un futuro lejano. Al igual que los tiempos pasados, los futuros pueden
ser simples (sin auxiliar) o complejos (con auxiliar), y pueden expresar distintos grados de
cercanía temporal en el futuro.

Los tiempos futuros del indicativo son:

Futuro simple o imperfecto. Expresa una acción que está por realizarse, sin dar demasiada
precisión respecto de cuándo. Por ejemplo:

Ellos viajarán a China de vacaciones.

El perro tendrá

La casa estará en mejores manos.

Francia invadirá España nuevamente.

Los esquimales vivirán siempre en Alaska.

Nos quedaremos pronto sin café.


Futuro compuesto o futuro perfecto. Expresa una acción futura que habrá concluido antes de que
otra acción futura se realice. También permite expresar duda respecto de una acción acontecida
en el pasado. Por ejemplo:

Ellos habrán viajado a China antes de que el año termine.

El perro habrá tenido hambre más de una vez desde que nos fuimos.

La casa habrá estado en mejores manos antes del fin de siglo.

Francia habrá invadido España por completo antes de que su ejército reaccione.

Nos habremos quedado sin café cuando por fin cobremos nuestro salario.

Supongo que los esquimales habrán llegado ya a su destino.

Condicional simple. Expresa una situación que acontecería en el futuro inmediato si alguna otra
cosa ocurriera antes. También permite expresar tonos de cortesía al pedir algo. Por ejemplo:

Ellos viajarían a China si les alcanzara el dinero.

El perro no tendría hambre si tuviera comida.

La casa estaría en mejores manos si la compráramos nosotros.

Los esquimales vivirían en Alaska si todavía se pudiera.

Modo imperativo y ejemplos

El modo imperativo, como su nombre lo sugiere, le permite al emisor impartir al receptor una
orden, una sugerencia o una petición. Por lo tanto, los verbos en modo imperativo únicamente
pueden conjugarse en tiempo presente y en la segunda persona del singular o del plural. Son
ejemplos de verbos en modo imperativo:

Pásame la sal, por favor.

Levántate ya, hombre.

Hazme

Tráeme tu cuaderno.

Enorgullécete de ser quien eres.

Cómprame un chocolate.

Corrígeme si me equivoco.

Es importante notar que en el caso de la negación del imperativo, se emplea la partícula “no” y se
conjuga también en subjuntivo: “No me digas eso” o “Nunca me abandonen”. Lo mismo ocurre
para los casos de cortesía (usted, ustedes): “Venga por aquí”, “Pase Ud.” o “Hágame ese favor”.

Modo subjuntivo y ejemplos

El modo subjuntivo le permite al emisor expresar realidades inciertas. Esto puede deberse a que
existe un alto grado de incertidumbre, o de duda, o simplemente porque se trata de un deseo, una
hipótesis o una esperanza. El modo subjuntivo tiene siempre un cierto grado de irrealidad en lo
que dice, ya sea porque es algo imaginario o porque se trata de una percepción subjetiva.

Al igual que el indicativo, el subjuntivo contempla distintos tiempos verbales, que le sirven para
expresar con mayor complejidad la relación entre lo real y la hipótesis, el deseo o la suposición.
Estos tiempos verbales son simples cuando no utilizan el auxiliar (haber) y complejos cuando sí lo
requieren.

Los tiempos verbales del subjuntivo en español son:

Tiempo presente

Transmite un escenario posible o incluso futuro, siempre que exista un margen de incertidumbre
respecto a su realización. Se trata de un único tiempo verbal. Por ejemplo:

Ojalá viajemos a China en vacaciones.

Quizá el perro tenga

Quisiera que la casa esté en mejores manos.

Tal vez me gane la lotería este mes.

No creo que los esquimales aún vivan en Alaska.

Ojalá me comprendas mejor ahora.

Tiempo pasado

Sirve para expresar deseo o expectativa ante un escenario pasado, para indicar cómo pudo haber
sido o cómo nos habría gustado que fuera. El pasado del subjuntivo contempla tres tiempos
verbales distintos, que son:

Pretérito perfecto. Es un tiempo compuesto que se emplea para expresar duda, posibilidad o
deseo respecto de una acción ya acontecida en el pasado o que podría ocurrir en el futuro, pero
que es concreta y completa en sí misma. Por ejemplo:

Ojalá les haya gustado el viaje a China.

El perro seguramente tendrá hambre en cuanto haya regresado del paseo.

Sólo estaré tranquila cuando la casa haya pasado a mejores manos.

Espero que me hayas entendido con esa última aclaratoria.

Es imposible que me hayan visto en la discoteca, yo estaba durmiendo.

Pretérito imperfecto. Es un tiempo simple que puede relacionarse con el pasado, el presente o el
futuro, dependiendo de sus marcadores temporales. Es el tiempo más usual a la hora de expresar
un deseo o formular una esperanza. Por ejemplo:

Ojalá me invitaran a China en vacaciones.

Le traje comida porque no quería que el perro tuviera

Si tan solo nos ganáramos la lotería esta semana…


Dudo que los esquimales volvieran a Alaska luego de vivir en Nueva York.

No creo que la casa estuviera en mejores manos si la compran ellos.

Cómo quisiera que me visitaras mañana en la tarde.

Pretérito pluscuamperfecto. Expresa una impresión subjetiva respecto de una acción pasada,
terminada y previa a la oración principal. En este sentido, se usa mucho para expresar acciones
no cometidas o posibilidades no tomadas. Por ejemplo:

Me hubiera encantado que me llevaras a China.

¡Me hubieras dicho que el perro tenía hambre!

Si me hubieran vendido la casa, hoy estaría en mejores manos.

No creo que nos hubiéramos ganado la lotería esta semana.

Te hubiéramos visitado ayer, pero no estabas en casa.

Yo hubiera querido entenderte mejor en aquel entonces.

¿Te imaginas que los esquimales se hubieran marchado a Nueva York?

Verbos
En gramática, los verbos son un tipo de palabra o categoría gramatical, que expresa
semánticamente una acción, esto es, un movimiento, un accionar, una existencia, estado o
consecución. Es decir, son las palabras con las que denominamos a las distintas acciones y
condiciones posibles. Vendrían a ser algo así como los “músculos” del idioma.

El rol de los verbos dentro de la oración es fundamental, al punto tal que ninguna oración
propiamente dicha carece de ellos, aunque en algunas puedan estar elididos u ocultos. De hecho,
la presencia o ausencia de un verbo principal suele ser el criterio para distinguir entre oraciones y
frases, respectivamente.

Dentro del predicado de la oración siempre hay al menos un verbo, pero también puede haber
varios de ellos. Solamente uno, el verbo principal de la oración, desempeña el papel de núcleo del
sintagma verbal del predicado.

Los verbos principales de toda oración son fáciles de reconocer, pues se encuentran siempre
conjugados, esto es, adaptados morfológicamente al sujeto de la oración, de modo que exista
entre los dos una correspondencia de persona (1era, 2da, 3era) y de número (singular o plural).

Además, en la forma del verbo se toman en cuenta otros aspectos que veremos por separado,
como el tiempo verbal (cuándo ocurre la acción) o el modo verbal (cómo ocurre la acción). A
estos aspectos se les conoce como accidentes del verbo.

la conjugación del verbo


La conjugación en el español, como en la mayoría de las lenguas romances, se basa en la
modificación de la raíz del verbo, mediante sufijos flexivos gramaticales. Para ello sigue una regla
más o menos fija dependiendo de la persona, según la terminación del infinitivo del verbo (-ar, -er,
-ir) y si se trata de un verbo regular o irregular.
La conjugación estándar y regular de nuestro idioma es la siguiente:

Verbos acabados en “-ar” Verbos acabados en “-er” Verbos acabados en “-ir”


Persona verbal
(amar) (comer) (vivir)

1era singular (yo) raíz + o (yo amo) raíz + o (yo como) raíz + o (yo vivo)

2da singular (tú) raíz + as (tú amas) raíz + es (tú comes) raíz + es (tú vives)

3era singular
raíz + a (él ama) raíz + e (él come) raíz + e (él vive)
(él/ella)

1era del plural raíz raíz raíz


(nosotros) + amos (nosotros amamos) + emos (nosotros comemos) + imos (nosotros vivimos)

2da del plural raíz + an raíz + en raíz + en


(ustedes) (ustedes aman) (ustedes comen) (ustedes viven)

3era del plural raíz + an raíz + en raíz + en


(ellos/ellas) (ellos aman) (ellos comen) (ellos viven)

En la variante peninsular del español, o sea, en el español de España, se maneja una segunda
persona plural informal: “vosotros”, que no es usada en ninguna otra región hispanohablante y
que posee su propia conjugación aparte: vosotros amáis, vosotros coméis, vosotros vivís.

Por otro lado, la forma de respeto “Usted” se conjuga tal y como la 3era singular.

Las formas no conjugadas del verbo


El infinitivo es la forma más usual en que pensamos los verbos.
También como en otras lenguas, los verbos principales del español pueden ser simples o
compuestos, dependiendo de si requieren o no de un verbo auxiliar, o sea, de la cooperación de
otro verbo para expresar su sentido apropiadamente.

En nuestro idioma, el único auxiliar existente es el verbo haber (mientras que en otros también se
usa el ser o estar) y cuando aparece junto a otros verbos constituye un verbo compuesto. Por
ejemplo: “he vivido” (haber + vivir), “habrás tenido” (haber + tener), “habrán visto” (haber + ver).

Como se verá, en esos casos se conjuga el auxiliar y no el otro verbo. Volveremos sobre esto
cuando hablemos de los tiempos verbales.

Por otro lado, en español los verbos tienen además formas atípicas, conocidas como verboides o
formas no finitas, en las que el sentido completo del verbo se halla expresado en menor medida,
ya que no se los conjuga, y que son:
 El infinitivo (terminado en -ar, -er o -ir, como amar, comer, vivír), que es la forma usual en que
pensamos los verbos, en abstracto, y en la que operan de manera semejante a un sustantivo:
“Trotar te hará saludable”
 El gerundio (terminado en -ando, -endo, como en amando, comiendo), que sirven para
expresar una sensación de incompletitud en la acción del verbo, o sea, que su acción aún no
está del todo llevada a cabo. Operan como adverbios de modo dentro de la oración: “Ayer nos
devolvimos corriendo”
 El participio (terminado en -ado, -ido, como en amado, comido), que son de uso común en la
composición de los tiempos verbales compuestos (por ejemplo: “aún no he comido”), pero
también se emplean como adjetivos dentro de la oración: “Miguel estaba asustado”.

Como podemos ver, en la lógica de los verbos puede apreciarse la complejidad de un idioma.

Tipos de verbos
La forma de clasificar los verbos del español atiende a diferentes criterios, que veremos por
separado:

Verbos regulares e irregulares. Esta diferenciación se basa en la forma de conjugar cada verbo.

 Verbos regulares: Siguen la regla o la tendencia general del idioma, la que explicamos en la


primera parte de este artículo. Por ejemplo, «comer».
 Verbos irregulares: Requieren de una conjugación aparte, ligeramente distinta, en la que se
altera incluso la raíz del verbo. Por ejemplo, “tener”: yo tengo, tú tienes, él tiene, etc.

Verbos personales e impersonales. Esta distinción se lleva a cabo fijándose en el tipo de


oraciones que cada verbo permite, y específicamente en el hecho de si pueden o no tener un
sujeto lógico oracional.

 Verbos personales: Se conjuga conforme a la persona. Por ejemplo, «amar».


 Verbos impersonales: Se utilizan en tercera persona singular. Por ejemplo, «llover” no puede
realmente conjugarse (“yo lluevo” o “tú llueves” solamente tienen sentido en el lenguaje
poético) y generalmente se usa en oraciones impersonales como “aquí llueve mucho”.

Verbos transitivos e intransitivos. Por su parte, esta distinción atiende a las condiciones
sintácticas en que el verbo aparece y el tipo de complementos que requiere.

 Verbos transitivos: Forman parte de una oración transitiva, en la cual la acción del verbo es
desempeñada por un sujeto-agente sobre un objeto-paciente. Esto significa que estos verbos
requieren un objeto directo o complemento directo sobre el cual recae la acción, y sin ellos,
pierden el sentido. Por ejemplo, “conseguir” requiere de algo que se consigue, porque decir
simplemente “yo consigo” es como no decir nada. “Yo consigo el dinero” en cambio, tiene
sentido, porque hay un complemento directo que es “el dinero”.
 Verbos intransitivos: No admiten ese complemento, y pueden expresarse por sí solos
perfectamente. Por ejemplo, el verbo “dormir” es intransitivo, pues se duerme o se duerme de
algún modo (complemento circunstancial: “yo duermo bien”), pero no se duerme una cosa: “Yo
duermo” es una oración totalmente comprensible.

Verbos copulativos. Se llaman así a los verbos que no expresan acciones, sino que sirven para
denotar condiciones o estados, y por esa razón suelen ir acompañados de un adjetivo, en lugar
de un complemento directo. Por ejemplo, el verbo ser en “Yo soy latinoamericano” o
“Ella es abogada”.

Modos verbales
Junto con las personas y los tiempos verbales, los modos verbales forman parte de los accidentes
del verbo, o sea, de sus formas de aparición. En este caso, el modo del verbo indica la forma en
que la acción del verbo se realiza, o también la actitud del hablante o emisor respecto a lo que se
dice. Dependiendo del modo, variará la conjugación del verbo.

En español existen tres modos verbales, que son:

 Indicativo. Empleado para la comunicación ordinaria, cuando se quiere describir acciones


reales o posibles de realizar. La conjugación que vimos en los apartados anteriores era
siempre en el modo indicativo, aunque pueda variar en su tiempo y persona verbal: “yo como”,
“ella ha comido”, “nosotros comeremos”, “ustedes comieron”, son todos ejemplos de modo
indicativo.
 Imperativo. Este modo se utiliza exclusivamente para ordenarle al receptor del mensaje algo, o
con la esperanza de influir en su conducta de alguna manera. Por ende, no puede conjugarse
sino en segunda persona del singular o del plural. ejemplo: “¡Come!”, “Ustedes coman
tranquilos” o “Coma, maestro”.
 Subjuntivo. El subjuntivo es un modo que sirve para expresar deseos, probabilidades o
situaciones hipotéticas. En ello se distingue del indicativo, y posee una conjugación aparte.
Por ejemplo: “Quizá comas más tarde”, “Hubiéramos comido mejor en la cocina”, “Quiero que
mi perro coma lo mejor”.

Tiempos verbales
El último de los accidentes verbales, el tiempo verbal indica cuándo se cometió la acción, y
modifica significativamente la conjugación para reflejarlo. Esto se lleva a cabo dentro de
un paradigma de tres ejes principales: presente (ocurre ahora mismo), pasado (ya ocurrió) y
futuro (aún no ocurre).

Sin embargo, los verbos se adaptan a estos ejes de manera gradual, o sea, procurando ser lo
más exactos posibles en las distinciones en cuanto a tiempo. Para ello, a menudo deben servirse
del auxiliar haber, tal y como lo explicamos previamente.

Así, a grandes rasgos, tenemos en español los siguientes tiempos:

Presente:

 Presente simple: yo canto


 Condicional simple: yo cantaría

Futuro:

 Futuro simple: yo cantaré


 Antefuturo (futuro compuesto): yo habré cantado

Pasado:

 Antepresente (pretérito perfecto compuesto): yo he cantado


 Pretérito imperfecto: yo cantaba
 Condicional compuesto: yo habría cantado
 Pretérito perfecto simple: yo canté
 Pretérito pluscuamperfecto: yo había cantado

Más en: Tiempos verbales


Ejemplos de verbos
A continuación, una lista con ejemplos de verbos en infinitivo:

 Terminados en -ar: amar, tomar, hablar, cambiar, ubicar, aflojar, sortear, combinar, devorar,
impacientar, empujar, asimilar, rebotar, tontear, flirtear, abrumar, conformar, reconfortar,
aplacar, sanar, redondear, rebanar, ganar, bajar, nadar, caminar, trotar.
 Terminados en -er: comer, correr, perder, palidecer, atardecer, sorber, reverdecer, poder,
coger, deber, beber, meter, saber, toser, entender, ver, comprender, tener, ensombrecer,
perecer, caer, leer, padecer, merecer, parecer, arremeter, verter.
 Terminados en -ir: vivir, dormir, morir, venir, abrir, zurcir, aludir, sufrir, decir, salir, ir, admitir,
parir, seguir, sonreír, partir, construir, redimir, derruir, agredir, añadir, pedir, deglutir, derretir,
reñir, perseguir, urgir, medir, dimitir, impedir, abolir, fingir, asir.

Oraciones con verbos


No es difícil hallar ejemplos de oraciones con verbos, casi todas las que se nos puedan ocurrir
tendrán al menos uno. A continuación, algunos ejemplos:

 Tu madre tuvo un ataque al corazón.


 Yo habría podido verte anteayer.
 Lloverá todo el día de mañana.
 Sabemos a qué te dedicaste toda la vida.
 Quiero que te rías todos los días.
 El público decidirá a quién darle el premio.
 Jugando todo el día no llegarás a ningún lado.
 Hoy estaremos trabajando en la habitación del fondo.

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