Robo 13
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Alfonsina Storni
AlfosinaStorni.jpg
Información personal
Nombre de nacimiento Alfonsina Carolina Storni Lopez Chavez Ver y
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Nacimiento 29 de mayo de 1892
Bandera de Suiza Capriasca, Suiza
Fallecimiento 25 de octubre de 1938
(46 años)
Bandera de Argentina Mar del Plata, Argentina
Causa de muerte Suicidio Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Cementerio de la Chacarita Ver y modificar los datos en
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Nacionalidad argentina
Información profesional
Ocupación Diarista, poeta, periodista, escritora y profesora Ver y
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Área Poema Ver y modificar los datos en Wikidata
Movimiento Modernismo
Género Poesía
Firma Signature of Alfonsina Storni.png
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Alfonsina Storni (Capriasca, 29 de mayo de 1892-Mar del Plata, 25 de
octubre de 1938)1234 fue una poetisa y escritora argentina vinculada con
el modernismo.5
Índice
1 Trayectoria
1.1 Infancia y juventud
1.2 Viaje a Rosario
1.3 Trabajos previos
1.4 Carrera docente
1.5 Poeta en Buenos Aires
1.6 Relación con Horacio Quiroga
1.7 Un nuevo camino para la poesía
1.8 Poesía en prosa
1.9 Los nervios
1.10 Años de equilibrio
1.11 Enfermedad
1.12 El final
2 Críticas
3 Reconocimientos
4 Véase también
5 Notas y referencias
5.1 Referencias
6 Bibliografía
6.1 Usadas como referencia
6.2 Lecturas adicionales
6.3 Traducciones
7 Enlaces externos
Trayectoria
Infancia y juventud
Viaje a Rosario
En 1901 la familia se trasladó nuevamente, esta vez al Barrio Echesortu,
de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, por motivos desconocidos.
Llevaron consigo algunos ahorros con los que Paulina abrió una pequeña
escuela domiciliaria, y pasó a ser la cabeza de una familia numerosa,
pobre y sin nadie que la manejara. Los alumnos abonaban un peso con
cincuenta cada uno y llegaron a ser cincuenta; sin embargo, la ganancia
de setenta y cinco pesos mensuales no permitía una vida cómoda.15
Carrera docente
En 1909 dejó el hogar materno para terminar sus estudios en Coronda. En
esa localidad se dictaba la carrera de maestro rural, en la Escuela
Normal Mixta de Maestros Rurales.20 En el registro de inscripciones
aparece la leyenda «Alfonsina Storni, 17 años, suiza». Fue aceptada por
su entusiasmo, porque no tenía certificado de estudios primarios y
tampoco aprobó el examen de ingreso, pero la escuela recién abría y
necesitaba alumnos, según declaró la señorita Gervasoni, directora del
establecimiento, quien además dijo que Alfonsina mostraba interés en
progresar. Además, la nombraron celadora a cambio de un sueldo de
cuarenta pesos. La pensión donde se alojaba le costaba veinticinco pesos,
lo que la obligaba a mantenerse con los quince pesos restantes. Este
alojamiento era propiedad de Mercedes Gervasoni de Venturini, la hermana
de la directora del colegio. Es posible que Alfonsina cobrara una beca
estatal de treinta pesos, gestionada por el diputado Mardoquio Contreras,
pero este hecho no está comprobado.7
En 1910 comenzó a realizar viajes los fines de semana sin que nadie
supiese adónde iba y de dónde conseguía el dinero. Alguien se dio cuenta
de que viajaba a Rosario. En la ciudad de San Lorenzo, durante la
celebración del aniversario de la batalla de San Lorenzo, le pidieron que
cantara. En un escenario adornado de banderas argentinas entonó la
«Cavatina» de El Barbero de Sevilla de Rossini. Le pidieron un bis y en
un momento de silencio alguien afirmó en voz alta que era la muchacha que
cantaba en Rosario en un lugar de dudosa reputación, a lo que el público
respondió con risas. Al regresar a la pensión escribió en una nota:
«Después de lo ocurrido no tengo ánimos para seguir» y se perdió de
vista. La nota fue hallada por la esposa del comisario, que fue a su
habitación a la hora de la comida para ver por qué no llegaba. Salió la
familia a buscarla y la encontraron en un barranco llorando. El comisario
le palmeó la espalda y se tranquilizó. Por la noche recuperó el humor,
pero esta escena pudo ser el presagio de lo que pasaría treinta años
después.22
Amado Nervo, el poeta mexicano paladín del modernismo junto con Rubén
Darío, publicó sus poemas también en Mundo Argentino, y esto da una idea
de lo que significaría para ella, una escritora sin reconocimiento aún,
el haber llegado hasta aquellas páginas. En 1919, Nervo llegó a la
Argentina como embajador de su país, y frecuentó las mismas reuniones que
Alfonsina. Ella le dedicó un ejemplar de La inquietud del rosal, y lo
llamó en su dedicatoria «poeta divino». Vinculada entonces a lo mejor de
la vanguardia novecentista, que empezaba a declinar, en el archivo de la
Biblioteca Nacional uruguaya, hay cartas al uruguayo José Enrique Rodó,
otro de los escritores principales de la época, modernista, autor de
Ariel y de Los motivos de Proteo, ambos libros pilares de una
interpretación de la cultura americana. El uruguayo escribía, como ella,
en Caras y Caretas y era, junto con Julio Herrera y Reissig, el jefe
indiscutido del por ese entonces nuevo pensamiento en el Uruguay. Ambos
contribuyeron a esclarecer los lineamientos intelectuales americanos a
principios de siglo, como lo hizo también Manuel Ugarte, cuya amistad le
llegó a Alfonsina junto con la de José Ingenieros.41
Eran épocas de crisis, en las que la poesía no alcanzaba para vivir. Para
complementar sus actividades, Storni escribía gratis para el periódico La
Acción ―de tendencia socialista― y en la revista Proteo ―de tendencia
latinoamericanista―. Buscó un trabajo más rentable y consiguió ser
directora en el colegio Marcos Paz, en la calle Remedios de Escalada y
Argerich. La escuela, perteneciente a la Asociación Protectora de Hijos
de Policías y Bomberos, funcionaba en una casa rodeada de un gran jardín,
y además tenía una biblioteca con más de dos mil libros que le permitió
completar sus lecturas.42Poco después de conseguir dicho empleo se mudó a
una casa en la calle Acevedo 2161, que se encontraba más cerca del
establecimiento, junto a su hermana. Cuando asistía a los encuentros
literarios dejaba a su hijo Alejandro ―de cinco años―26 con la hermana,
su amiga Josefina Grosso y Josefina, la hija de esta última, que jugaba
con él para entretenerlo.43