Islotes Pancreáticos

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ISLOTES PANCREÁTICOS

El páncreas (pan-, de pán = todo, y -creas, de kréas = carne) es una glándula


endocrina, como también una glándula exocrina. Cumple las dos funciones (función
endocrina y exocrina), y se denomina como una glándula mixta.

Es un órgano aplanado que mide cerca de 12,5-15 cm de largo, el páncreas se localiza


en el marco duodenal, la primera parte del intestino delgado, y tiene una cabeza, un
cuerpo y una cola.
Casi el 99% de las células del páncreas se disponen en racimos llamados ácinos.

Los ácinos producen enzimas digestivas, que fluyen al tubo digestivo a través de una
red de conductos. Diseminados entre los ácinos exocrinos hay 1-2 millones de pequeños
racimos de tejido endocrino llamados islotes pancreáticos o islotes de Langerhans.

Abundantes capilares irrigan a las porciones exocrina y endocrina del páncreas.

TIPOS CELULARES EN LOS ISLOTES PANCREÁTICOS

Cada islote pancreático incluye 4 tipos de células secretoras de hormonas:

1. Las alfa o células A constituyen cerca del 17% de las células de los islotes
pancreáticos y secretan glucagón.

2. Las beta o células B constituyen cerca del 70% de las células de los islotes
pancreáticos y secretan insulina.

3. Las delta o células D constituyen cerca del 7% de las células de los islotes
pancreáticos y secretan somatostatina.

4. Las células F constituyen el resto de las células de los islotes pancreáticos y secretan
polipéptido pancreático.
Las interacciones de las 4 hormonas pancreáticas son complejas y no están
completamente dilucidadas. Sí sabemos que el glucagón eleva el nivel de glucosa
sanguínea y la insulina lo baja.

La somatostatina actúa de manera paracrina inhibiendo la liberación de insulina y de


glucagón de las células beta y alfa vecinas. También puede actuar como una hormona
circulante disminuyendo la absorción de nutrientes desde el tubo digestivo. Además, la
somatostatina inhibe la secreción de la hormona de crecimiento. El polipéptido
pancreático inhibe la secreción de somatostatina, la contracción de la vesícula biliar y la
secreción de enzimas digestivas por el páncreas.

REGULACIÓN DE LA SECRECIÓN DE GLUCAGÓN E INSULINA

La acción principal del glucagón es la de elevar el nivel de glucosa sanguínea cuando


cae por debajo de lo normal. La insulina, por otro lado, ayuda a disminuir el nivel de
glucosa cuando está muy alto. El nivel de glucosa sanguínea controla la secreción de
glucagón e insulina por retroalimentación negativa.

1 El nivel bajo de glucosa sanguínea (hipoglucemia) estimula la secreción de glucagón


en las células alfa de los islotes pancreáticos.

2 El glucagón actúa en los hepatocitos acelerando la conversión de glucógeno en


glucosa (glucogenólisis) y promoviendo la formación de glucosa a partir del ácido
láctico y ciertos aminoácidos (gluconeogénesis).

3 Como resultado, los hepatocitos liberan glucosa hacia la sangre más rápidamente, y el
nivel sanguíneo de glucosa se eleva.

4 Si la glucosa sanguínea sigue subiendo, el nivel de glucosa sanguínea alto


(hiperglucemia) inhibe la liberación de glucagón (retroalimentación negativa).

5 La glucosa sanguínea alta (hiperglucemia) estimula la secreción de insulina en las


células beta de los islotes pancreáticos.

6 La insulina actúa en varias células del cuerpo acelerando la difusión facilitada de


glucosa hacia las células, especialmente las fibras de músculo esquelético, acelerando la
conversión de glucosa en glucógeno (glucogenogénesis), aumentando la captación de
aminoácidos por las células y la síntesis de proteínas, acelerando la síntesis de ácidos
grasos (lipogénesis), disminuyendo la conversión de glucógeno en glucosa
(glucogenólisis) y disminuyendo la formación de glucosa a partir de ácido láctico y
aminoácidos (gluconeogénesis).

7 Como resultado, el nivel de glucosa sanguínea cae.

8 Si el nivel de glucosa cae por debajo del normal, la glucosa sanguínea baja inhibe la
liberación de insulina (retroalimentación negativa) y estimula la liberación de glucagón.

Si bien el nivel sanguíneo de glucosa es el regulador más importante de la insulina y del


glucagón, varias hormonas y neurotransmisores también regulan la liberación de estas
dos hormonas. Además de las respuestas al nivel de glucosa sanguínea recién descritas,
el glucagón estimula la liberación de insulina en forma directa; la insulina tiene el efecto
opuesto, suprimiendo la secreción de glucagón. A medida que el nivel de glucosa
sanguínea decae y se secreta menos insulina, las células alfa del páncreas se liberan del
efecto inhibitorio de la insulina y pueden secretar más glucagón. Indirectamente, la
hormona de crecimiento humano (hGH) y la hormona adrenocorticotrófica (ACTH)
estimulan la secreción de insulina porque elevan la glucosa sanguínea.

La secreción de insulina también está estimulada por:


• La acetilcolina, el neurotransmisor liberado por las terminaciones axónicas de las
fibras nerviosas parasimpáticas del nervio vago que inervan los islotes pancreáticos

• Los aminoácidos arginina y leucina, que estarían presentes en la sangre en niveles más
altos luego de una comida con contenido proteico.

• El péptido insulinotrópico dependiente de glucosa (GIP),* una hormona liberada por


las células enteroendocrinas del intestino delgado en respuesta a la presencia de glucosa
en el tubo digestivo.

De esta manera, la digestión y la absorción de alimentos que contengan tanto hidratos


de carbono como proteínas estimulan mucho la liberación de insulina.

La secreción de glucagón está estimulada por:

• Un aumento de la actividad del sistema simpático del SNA, como ocurre durante el
ejercicio, y

• El aumento en los aminoácidos sanguíneos si el nivel de glucosa está bajo, lo cual


podría ocurrir después de una comida que contuviera principalmente proteínas.

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