Guatemala Despertar Democrático

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Guatemala Despertar Democrático

Por: María del Sol Mazariegos Ramírez


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Resumen
El presente ensayo académico pretende comprender los aspectos que prevalecen en la
actualidad como producto del despertar democrático de finales del siglo XX a nuestros días en
Guatemala y como establecer las condiciones para una democracia independiente y que
procure el respeto a los derechos de los ciudadanos, así como ejerza las leyes para cimentar un
ambiente de justicia, que de paso a un desarrollo social y económico a la población. Se
establece una cronología de los gobiernos democráticos desde 1985 para construir una imagen
más clara del devenir de nuestra sociedad y las aspiraciones a una real y palpable democracia.

Introducción
¿Podría Guatemala aspirar a una verdadera Democracia?
A través del tiempo nos hemos hecho esta pregunta, de forma constante y rayando en lo
obsesivo. ¿Puede Guatemala contar con una democracia plena o considerar estar en el proceso
de una? Los procesos políticos y de transición que el país ha tomado, ha contado con altas y
bajas en los diferentes gobiernos, llegando a dudar si el país cuenta con una real estabilidad
social y madurez política para alcanzar la democracia. A pesar del apoyo internacional y la
intención de establecer un estado con condiciones sociales encaminadas a la democracia,
generalmente se copian modelos de gobierno y diferentes estilos de leyes y Normas que tienen
otros países, contemplando y aprendiendo que definitivamente no ha sido lo mejor para la
nación.
El país ha sufrido diferentes acontecimientos los cuales han golpeado su frágil democracia
y la credibilidad en sus instituciones y gobernantes, incluso las leyes se han visto sujetas a
condiciones y conveniencias de cúpulas económicas y de control estatal. Podrían estar
emergiendo condiciones que hagan que una transición al derecho y respeto legal, así como el
respecto al ciudadano valga la pena esforzarse por alcanzar no solo una autonomía como
nación, sino ejercer una democracia amparada por leyes justas, que permitan a la población
estar unida para trabajar por el desarrollo social y económico de Guatemala.
El despertar de una nación.
Guatemala cuenta con una historia política convulsa, producto de una conquista que trató
de eliminar todo vestigio cultural y místico, hasta la imposición de costumbres y espiritualidad
europea que se asentó en un periodo colonial sustentado en regulaciones y leyes por un
proceso monárquico basado en la explotación. Seguidamente, Guatemala atraviesa el marcado
proceso de castas y mestizaje producto de alianzas y proyectos de control que dieron paso a la
creencia de la independencia liberadora de un gobierno al otro lado del mundo y que
permitiría al pueblo marcado entre indígenas y ladinos aspirar a auto determinarse y dirigirse
políticamente.

La independencia, fue solamente en tinta y papel, pues la dependencia social y liderazgo


nacional radicaba en quienes menos convencidos estaban de prevalecer como un estado
soberano y que a conveniencia de sus economías condujeron al país desde una anexión lesiva
en la extensión territorial, hasta el control militar constante en cada gobierno, hasta finales del
siglo XIX y principios del siglo XX. Sobre pleno siglo XX la historia política del país, fue
una constante sucesión de regímenes impuestos por castas sociales y dominio de cúpulas
militares, quienes en supuestos procesos de elección, se coronaban y vestían con una
“democracia” moldeada a las condiciones de pocos y en detrimento del pueblo.

Son pocos los períodos en los cuales se manifestó libertad y legibilidad en las elecciones a
semejanza de un real proceso de elección libre y corresponde a lo ocurrido entre 1944 y 1954,
que es conocido como “la primavera democrática”. Dicha primavera democrática es la
primera experiencia de este tipo que tiene Guatemala tras la larga y fuerte dictadura de Jorge
Ubico, y de regímenes autoritarios que gobernaron desde su independencia en 1821. Son los
gobiernos de Juan José Arévalo y Jacobo Arbenz Guzmán, quienes dieron bríos de estabilidad
y progreso en aspectos educativos, culturales y económicos.
Debemos realizar una descripción cronológica del devenir político de Guatemala a partir
de la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días para comprender cuanto se ha avanzado
hacia una democracia que si bien no es plena, ha efectuado cabios importantes y ha dado pie a
aspirar a un desarrollo económico real y a mostrarnos como una joven nación que va
alcanzando madurez para ser realmente independiente.
Cronología de la historia política de Guatemala en la segunda mitad del siglo XX
El segundo período histórico en el que se pudieron dar elecciones libres y competitivas
corresponde a las elecciones de 1966. Este período es bastante discutido por cuanto se alude a
una fuerte presión del Ejército en el gobierno de Julio César Méndez Montenegro y a prácticas
para eliminar a la competencia, especialmente de tendencia izquierdista. Autores, como
Francisco Villagrán Kramer1, plantean que las elecciones como tal fueron limpias, de suerte
que él denomina el gobierno de Méndez Montenegro como “El tercer gobierno de la
Revolución”, aludiendo a la revolución de octubre de 1944, año en que se inicia la “primavera
democrática

Sobre los años 70`s del siglo XX, el país experimenta el hartazgo de la población y de
muchos sectores, aunado a condiciones económicas difíciles y de un terremoto que marco a la
nación, guatemalteca, quien enfrenta un cruento conflicto interno que desangra poblaciones
completas y marca profusamente la identidad nacional.

En 1978, tuvo lugar un hecho de violencia que generaría el cuestionamiento moral y legal
del ejército, este hecho fue la matanza de Panzós en Alta Verapaz, pobremente justificada por
los castrenses en un combate contra la insurgencia. El gobierno es fuertemente cuestionado
por el actuar militar y las tantas violaciones a los Derechos Humanos de poblaciones en las
áreas de conflicto. Aun sobre estos años pesaba los daños a la infraestructura y economía del
país como consecuencia del terremoto del 4 de febrero de 1976 que había dejado 1.2 millones
de personas sin techo y presumiblemente veintitrés mil personas fallecidas2.
Como consecuencia del terremoto hubo un fuerte crecimiento en la construcción,
demanda de mano de obra, pero tambien se manifestaron problemas sociales, políticos y
económicos que fueron agudizándose y generando malestar en la población. En 1978, se
realizó las elecciones presidenciales en el que sólo participaban candidatos militares,
resultando ganador el general Fernando Romeo Lucas García, candidato de la coalición
oficialista (PR-PID) y quien asumió la presidencia de la República el primero de julio de 1978.

1
Francisco Villagrán Kramer fue un abogado y político guatemalteco. Fue Vicepresidente de Guatemala de 1978 a
1980. Falleció a los 84 años de edad, en su casa de habitación a causa de insuficiencias cardíacas. Wikipedia
2
Julio Morales, Agencia guatemalteca de Noticias AGN (2021) Guatemala recuerda el terremoto de 1976.
Iniciando el camino a la democracia.
El gobierno del Lucas García fue de una marcada represión y violencia. Cerró la poca
apertura a espacios políticos que había dejado el gobierno de Laugerud García (1974- 1978), y
evito la creación de nuevos partidos políticos y repudio el sindicalismo. El gobierno de Lucas
García se caracterizó por los tantos asesinatos hacia líderes de todo tipo, destacándose los de
Manuel Colom Argueta y Alberto Fuentes Mohr, así como la “masacre” de la embajada de
España. Lucas García finalizó su gobierno en 1982.
Para ese mismo año y, a pesar de la inestabilidad y la guerra interna en su mayor escalada,
se realizaron elecciones presidenciales. Las elecciones se realizaron el 7 de marzo de 1982 y
ningún candidato obtuvo la mayoría, recayendo la responsabilidad sobre el Congreso de la
Republica elegir al nuevo presidente entre los dos candidatos que obtuvieron mayor número
de votos. Se dio como ganador al el General Ángel Aníbal Guevara.
Las elecciones fueron calificadas de fraudulentas, y por ello los partidos y candidatos de
oposición realizaron manifestaciones públicas, mismas que desafiaron las políticas imperantes
del gobierno de Lucas García, situacion que genero desconcierto en la población y temor de
mayor represión. El 27 de marzo de 1982, un grupo de oficiales militares efectuá un golpe de
estado sustentado en realizar nuevas elecciones “limpias y libres”. Se nombró una Junta de
Gobierno integrada por los generales Efraín Ríos Montt (presidente de la Junta) y Horacio
Egberto Maldonado Schaad, y por el coronel Francisco Luis Gordillo Martínez. La Junta
Militar derogó la Constitución Política, disolvió el Congreso y anuló las elecciones del 7 de
marzo, razón por la cual el general Guevara no asumió la Presidencia de la República.
El país recibe el golpe de estado entre angustia y preocupación, vislumbrándose una
temática de control, censura, sustentado en el dominio de las instituciones estatales y la
represión de estos instrumentos sobre el pueblo. El gobierno es asumido por la junta militar
integrada por los generales José Efraín Ríos Montt, Horacio Maldonado Sachad y el coronel
Francisco Gordillo.
Posterior a este golpe de estado queda como único gobernante de facto el general José
Efraín Ríos Montt de quien se puede ahondar muchísimo, considerado el personaje de mayor
incidencia en la política guatemalteca de las últimas décadas, emitió las leyes para la creación
del Tribunal Supremo Electoral, del Registro de Ciudadanos y la Ley de Organizaciones
Políticas.
El 8 de agosto de 1983, Ríos Montt, irónicamente es tambien depuesto por un golpe de
estado de quien fuera su Ministro de Defensa. El general Oscar Humberto Mejía Victores,
justifica este nuevo golpe por la injerencia de la iglesia evangélica en los asuntos de gobierno,
los actos de corrupción en la administración pública, el rompimiento de la cadena de mando
militar y medidas del gobernante en contra de la clase económica menos favorecida y la
represión generalizada de los instrumentos del estado.

Los gobiernos de la nueva “era democrática”


El General Mejía Victores, establece las condiciones para efectuar elecciones libres en
1985, con la intensión de establecer una estabilidad política y militar, para mitigar la
insurgencia y dar una tregua al país.
Llega al poder Vinicio Cerezo como el primer presidente de una nueva “era democrática”,
asumiendo la presidencia en el año de 1986 a 1991 lucho por más de 20 años por crear una
democracia moderna, sufrió mas de 3 atentados en contra de su vida, fue el primer civil
democráticamente electo, contribuyo a una modernización del país, logro reactivar la
economía, estableció el sistema de áreas protegidas, fue creador de los acuerdos de Paz en
Centroamérica, Esquipulas I y II.
Su gobierno se vio empañado por actos de corrupción, nepotismo, despilfarro del erario
nacional y por enriquecimiento ilícito, a pesar de haber creado la Corte de Constitucionalidad
y la Procuraduría de los Derechos Humanos, estos entes se vieron con poco apoyo real en su
gobierno.
Asume al poder el Presidente Jorge Serrano Elías de 1991 a 1993, el periodo de este
Presidente solamente duro dos años y medio, en el inicio de su mandato tuvo conflictos con
grupos populares, sindicales universitarios y estudiantes de secundaria, en 1993 también entra
en conflicto con el Congreso de la República y el Organismo Judicial, y por temor de ser
enjuiciado por corrupción opto por hacer un golpe de Estado el 25 de mayo de ese año.
El 31 de mayo de 1993 Serrano huye a Panamá y la Corte de Constitucionalidad deja sin
efecto el decreto presidencial de las Normas Temporales de Gobierno y ordenaba al Congreso
la elección de un nuevo presidente.
Fue propuesto para asumir al cargo el Presidente de la Corte de Constitucionalidad
Licenciado Epaminondas González Dubon, este prominente Abogado Constitucionalista se
opuso a varias disposiciones del gobierno de Serrano Elías y colabora para establecer las
garantías y la constitución después del fallido golpe de 1993.
Epaminondas González es asesinado por hombres armados frente a su casa el 31 de marzo
de 1994. Del 13 de Junio 1993 al 6 de enero de 1996 llega al poder el Presidente Ramiro de
León Carpio realizo una reorganización del organismo de seguridad, fue un Presidente que
estabilizo la Democracia en el país después del auto golpe de Estado de Serrano Elías, se creó
el FIS, elimino los gastos exhaustivos de la presidencia, por otro lado le falto carácter para
perseguir las ejecuciones extrajudiciales del ejército, pero fue un periodo de muchos logros
para el país.
En 1994 el presidente De León Carpio convocó a un referéndum popular para reformar la
Constitución Política en la cual se redujo el periodo presidencial a 4 años. Esta consulta tuvo
una baja participación de los ciudadanos. El 14 de enero de 1996 asume la presidencia el
ciudadano Álvaro Arzú Irigoyen electo en los comicios de 1995. Siendo éste el segundo
intento de llegar a la Primera Magistratura por el Partido de Avanzada Nacional, PAN. El
binomio presidencial también lo conformaba el doctor Luis Flores Asturias como
vicepresidente.

El Presidente Álvaro Arzú Irigoyen quien con habilidad política y con el apoyo
internacional, cerro un capitulo histórico y sangriento del país de un estéril conflicto interno y
junto con las instituciones del estado, sociedad civil la Universidad de San Carlos, en 1991
puso fin a la guerra interna y se firmó el Acuerdo de Paz firme y duradera, fue cinco veces
Alcalde Capitalino, fortaleció las instituciones democráticas y mejoro la economía nacional
estabilizando la moneda respecto al dólar. Privatizo Guatel y parte del Inde, en negociaciones
que algunos consideraron lesivas para el país. Su relación con la prensa fue siempre tensa y en
algunas ocasiones fue tajante y prepotente, acusando e mandatario de que los medios de
comunicación eran influenciados por la oposición y sectores políticos.

Cabe destacar que si bien la “nueva era democrática” estaba aún dando sus primeros
pasos, Las transiciones de mando presidencial se dieron en el marco de la Paz, así tambien se
ha considerado que en cada elección se ha podido constatar legalidad y sin ningún incidente
violento o lesivo que opaque este ejercicio.

Tanto Alfonso Antonio Portillo Cabrera y Juan Francisco Reyes López tomaron posesión
el 14 de enero de 2000, completando su periodo hasta 2004. Con señalamientos de opacos
procesos y una marcada incidencia política del partido FRG, liderado por el ex golpista Efraín
Ríos Mont y su Hija Zury Ríos, este gobierno se caracterizó por el populismo y el control
político del ejecutivo por sobre otras instituciones.
Nuevamente la transición del mando gubernamental fue ordenada y asumiendo la
presidencia el empresario Óscar Rafael Berger Perdomo y Eduardo Stein Barillas en el año
2004. Siendo un gobierno sin demasiada coyuntura y que sirvió para mantener la estabilidad y
el desarrollo que el país empezaba a mostrar. Álvaro Colom Caballeros y José Rafael Espada
recibieron de Berger la presidencia y vicepresidencia respectivamente en el año 2008.
El gobierno de Álvaro Colom del partido Unidad Nacional de la Esperanza, marco un
periodo de opacas acciones, marcados casos de corrupción y nepotismo, aunado a la constante
injerencia de Sandra Torres, esposa del mandatario que incluso, tras un discutido divorcio,
busco la presidencia en controversiales acciones políticas. Finalmente Álvaro Colom entregó
el poder al Partido Patriota el 14 de enero de 2012.

El pueblo ejerciendo sus derechos.


El binomio Pérez Molina – Baldetti contó con gran apoyo por parte de la ciudadanía en
las elecciones del año 2011, pues de forma populista se empleo el eslogan de “Seguridad y
Empleo”, la población considero la mejora alternativa en una nueva década. No debió pasar
mucho tiempo para que las evidencias de corrupción de la administración salieron a la luz
gracias a las investigaciones de la Comisión Internacional contra la Impunidad, CICIG y el
Ministerio Público, MP, instituciones fortalecidas por gobiernos internacionales y en su
momento sin injerencia estatal.
Ante tales evidencias, denuncias y pruebas, la población inicia una serie de
manifestaciones que van en constante crecimiento, exigiendo renuncias de los mandatarios y
la investigación a profundidad del enriquecimiento de la vicepresidenta y de varios
funcionarios de gobierno. Para el 8 de mayo de 2015 ante las presiones sociales y acusaciones
por su participación en actos delictivos y de defraudación fiscal denominada “la Línea” ,
presenta su renuncia la vicepresidenta Roxana Baldetti quien a los pocos días es aprendida y a
la fecha guarda prisión, con algunas sentencias aún pendientes en su contra.
Se elige al magistrado de la Corte de Constitucionalidad, Alejandro Baltazar Maldonado
Aguirre, para remplazar a Roxana Baldetti, como vicepresidente, acto que es realizado por el
Congreso de la República, de forma ordenada y sin perturbar la estabilidad del gobierno.
Ante más evidencias de corrupción aunada a los desmanes gubernamentales y las pruebas
contundentes que involucraban al mismo presidente Pérez Molina sobre su participación en
actos delictivos y su participación con colaboradores y amigos de una “estructura criminal”,
hizo que la población exigiera su renuncia y fueran procesados por la justicia.

El 27 de agosto de 2015 el país entra en un Paro Nacional como un acto espontáneo en el


cual miles de personas se congregaron en la Plaza de la Constitución en las plazas de las
cabeceras departamentales exigiendo la renuncia de Pérez Molina. Finalmente el 2 de
septiembre el militar retirado renuncia al cargo siendo sustituido inmediatamente por el
vicepresidente interino, Alejandro Maldonado Aguirre, quien fue juramentado en el Congreso
de la Republica el 3 de septiembre de 2015.
Maldonado Aguirre tenía una larga trayectoria política de más de 50 años y tras varios
intentos de conseguir la presidencia en diferentes procesos electorales, consiguió convertirse
en Presidente de la República, de forma transitoria. En su lugar el Congreso nombró al ex
rector de la Universidad de San Carlos, Juan Alfonso Fuentes Soria como vicepresidente de la
República. Ambos finalizaron el periodo presidencial en 2016.
En ese momento la fortaleza del sistema fue puesta a prueba, ya que en ningún momento
hubo amenaza de golpe de Estado como pasara en 1993 y tampoco se necesitaron reformas
para formar un gobierno de transición en forma pacífica.
Tras los acontecimientos de 2015 y el rechazo a la denominada “vieja política” los
guatemaltecos eligieron a Jimmy Morales Cabrera en las elecciones de dicho año. Morales
asumió el 14 de enero de 2016 en una ceremonia celebrada en el Teatro Nacional.
Morales resaltó en su discurso que su gobierno mantendrá el rechazo a la corrupción que
la población manifestó durante el 2015. Además hizo un llamado a la unidad y a la
participación. Como vicepresidente asumió también el ex rector de la Universidad de San
Carlos, Jafeth Cabrera Franco.
La gestión de Morales termina tras una abierta confrontación con la Comisión
Internacional contra la Impunidad en Guatemala CICIG, cuyo mandato no fue renovado,
sumado a un estancamiento de la economía, según señalan los calificadores de riesgo. Otra
brasa caliente que queda en manos del nuevo gobierno es el de un acuerdo incierto de
migración con el gobierno de Estados Unidos.
Jimmy Morales entrego la banda presidencial al doctor Alejandro Giammattei Falla el 14
de enero del 2019, de forma poco ortodoxa, en un principio dilatando el proceso de cambio de
gobierno, para luego de forma controversial, conducirse de forma rápida hacia la cede del
Parlacen en donde fue apuradamente juramentado, con la final de asumir su puesto como
diputado y obtuviera “inmunidad”, ante la persecución jurídica (y en su momento judicial) que
se le presento por los marcados actos de corrupción y desatinos en el gobierno.
Las expectativas ante el nuevo gobierno son aún muchas, especialmente ante los desafíos
de salud, educación y economía mundial que enfrenta el gobierno de Alejandro Giammattei,
quien se convertía en el onceavo mandatario del país en esta “era democrática”.

Conclusiones
Finalmente cabe señalar que el actual gobierno de Alejandro Giammattei no ha sido ajeno
a desatinos gubernamentales, abuso de poder y de injerencia en las instituciones del estado en
los dos años en que ha ejercido su mandato, de esta cuenta se observa un patrón constante en
cada gobierno desde 1985, el cual empaña una democracia joven, que sin dudas, muestra
signos de debilidad, pero que a pesar de ello, persiste el espíritu de aspirar a ejercer con
libertad los derechos y obligaciones de los guatemaltecos.
La democracia como tal, puede en muchos aspectos, parecer utópica, pues como se ha
demostrado en la historia de la humanidad, el gobierno del pueblo, para el pueblo y con el
pueblo, muchas veces se transforma y se convierte en el gobierno que somete al pueblo, vive
del pueblo y desprecia al pueblo.
Pero hay una verdad muy cierta en un refrán o vox populi: “no hay mal que dure 100
años ni cuerpo que lo aguante” y, como nos ha demostrado nuestra historia como país, hemos
podido sobreponernos ante desastres naturales, enfrentamientos fraternos, devenires
económicos e injerencias extranjeras como gobiernos represivos y tiránicos, demostrando que
los guatemaltecos, somos una nación resilente y capaz de sobreponerse y aprender de nuestra
historia. Actualmente la democracia no nos es ajena, ni un sueño de generaciones pasadas y
que ya no es con violencia, sacrificios o mártires que debemos ofrendar, para alcanzar esta
máxima de gobierno que otrora fuera solo de naciones de primer mundo.
Hoy experimentamos que la democracia puede alcanzarse no como muchos creen que es
en base al libertinaje y a hacer lo que nos venga en gana. La democracia se suscribe a la ley y
que esta ley nos permita ejercer nuestros derechos como seres humanos, libres de buscar
nuestro bienestar y sustento, libres de expresarnos sin violencia hacia otros y de esa cuenta con
la obligación de respetar esas leyes y estar sujetos al imperio de la ley y no al imperio de un
presidente, una cúpula social o de un grupo económico que limite las oportunidades de sus
ciudadanos.
Para mejorar la democracia debemos eliminar la corrupción y el nepotismo aplicando el
estado de derecho a través de una comisión nacional contra la corrupción que sea autónoma e
independiente de las instituciones del estado como un cuarto poder efectivo y sin afinidades
políticas, sociales o económicas.
Quizás, finalmente empecemos a vislumbrar los primero rayos de una democracia en
Guatemala y no solo un despertar democrático, debemos levantarnos y fortalecer esa
democracia, como herencia para las venideras generaciones.

Referencias
Galicia, N. (13 de enero de 2019). La transmisión de mando presidencial en la historia. Prensa
Libre. Obtenido de https://www.prensalibre.com/hemeroteca/la-transmision-de-mando-
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de Dialnet: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5047403
Morales, J. (4 de febrero de 2021). Guatemala recuerda el terremoto que en 1976 dejó cerca de 23
mil fallecidos. Agencia Guatemalteca de Noticias AGN. Obtenido de
https://agn.gt/guatemala-recuerda-el-terremoto-que-en-1976-dejo-cerca-de-23-mil-
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- Bien Publico. Obtenido de https://www.prensalibre.com/opinion/guatemala-transicion-
democratica-inconclusa/

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