Cultivo de Mashua
Cultivo de Mashua
Cultivo de Mashua
TEMA:
CULTIVO DE MASHUA
FENOLOGIA
Docente: ING. Tapia Aguilar Bernardino
Curso: AGROMETEOROLOGÍA
Puno-Perú
2021
INTRODUCCIÓN
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La pérdida de los conocimientos ancestrales agrícolas que han sido transmitidos de
generación en generación está influenciada por distintos factores, los principales son la
necesidad de tener mayores ingresos a nivel familiar, realizar un mejor uso de la tierra,
incrementar la producción y aplicar un eficiente uso de la mano de obra; además de la
limitada disponibilidad de tierra debido al aumento de la población (Flores, 2011).
La mashua comparado con la papa, el melloco, y la oca presenta una mayor capacidad
antioxidante, con alto contenido de antocianinas y carotenoides. Atributos que hacen de la
mashua un cultivo con un gran potencial, y que podría ser utilizado en la mejora para la
resistencia a plagas, la industria farmacéutica y en la nutrición (Quispe et al., 2015). En el
pasado la mashua fue la base de la alimentación de las poblaciones andinas debido su alto
valor nutricional reflejado en el contenido de proteínas, carbohidratos y vitamina C, por el
alto contenido de glucosinolatos es empleado como medicina en algunos pueblos del
Ecuador (Guerra, 2014). Los glucosinolatos aromáticos que al ser hidrolizados se
transforman en isotiocianatos que poseen propiedades antibióticas, insecticidas,
nematicidas, anticancerígenas y diuréticas, lo que contribuye a sustentar el uso tradicional
de la mashua en la medicina folclórica de los Andes (Manrique, I., Arbizu, C., Vivanco, F.,
Gonzales, R., Ramírez, C., Chávez, O., Tay, D., Ellis, 2014).
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REVISIÓN DE LITERATURA O MARCO TEÓRICO
ANTECEDENTES INVESTIGATIVOS
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púrpura claro verde con entrenudos cortos a medios y diámetros delgados a medios; en la
agrupación a nivel de hoja hay variación en la tonalidad de color manteniendo la forma no
así la longitud y ancho de la hoja; en la agrupación a nivel de floración 14 accesiones
tienen habito de floración moderada con larga duración y escasa a ninguna producción de
frutos con semilla; en la agrupación a nivel de tubérculo a disimilitud de otros órganos se
observan características más marcadas entre las que encontramos el color de la piel, la
forma de la coloración secundaria y el color de la pulpa; en la agrupación a nivel del brote
el color sirve para distinguir las accesiones pero no homogenizarlas siendo el más común
el color amarillo claro con 17 accesiones .
Espin (2013) menciona que el cultivo de mashua tiene 4 etapas fenológicas considerando
que para la primera etapa de la siembra a la emergencia debe transcurrir de 20 a 30 días, la
segunda etapa de la emergencia a la floración debe transcurrir de 100 a 148 días, la tercera
etapa de la floración a la tuberización no tiene un número definido de días y para la cuarta
etapa debe transcurrir de 150 a 280 días, por lo que el cultivo de mashua tiene una duración
de 5 o 6 meses en sus distintas variedades y luego de 8 meses en cosechas tardías.
Testa, Gresta, y Cosentino (2011) alude que el coeficiente de cultivo (Kc) para la etapa
inicial se puede concluir en función del intervalo medio entre los eventos de mojado, la
potencia de evaporación (ETo) y la importancia del evento de humectación. Para elaborar
la curva del Kc de los cultivos se requieren tres valores de punto, se debe dividir el periodo
de crecimiento en cuatro etapas que delinean la fenología de los cultivos (fase inicial,
desarrollo de cultivos, estación media y tardía), se define la longitud de cada etapa de
crecimiento y se establece los tres valores de Kc que corresponden a Kc inicial, Kc medio
y Kc final. Hay que adaptar los valores de Kc a la frecuencia de humectación y
condiciones climáticas de las etapas de crecimiento. Para construir la curva se debe unir
segmentos de línea recta a través de cada una de las cuatro etapas.
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En tanto que Allen, Pereira, Raes y Smith (2006) sustenta que en condiciones normales no
se encuentran limitaciones en el crecimiento de los cultivos, El valor de ETc se determina a
través del coeficiente del cultivo, en el ETo se integra los valores de las condiciones de
tiempo atmosférico en tanto que las características del cultivo son incorporadas en el
coeficiente Kc. La combinación de la transpiración del cultivo y la evaporación del suelo
da como resultado un coeficiente único del cultivo denominado Kc, utilizado en la
planificación de riego, en la elaboración del calendario de riego y en estudios de balance
hídrico.
Por otra parte Ayala (2004) menciona que en los pueblos de la región andina la principal
fuente de alimentación son los tubérculos que poseen un alto contenido de almidones
(carbohidratos) como fuente de energía, pero poseen un bajo contenido de proteínas y
grasas. Para la composición química de los tubérculos andinos hay que determinar energía
(kcal), proteína, grasa, carbohidratos, fibra, ceniza y humedad (%).
Variedad
FAO (2107) sostiene que una variedad es un conjunto de plantas de un solo taxón botánico
del rango más bajo conocido que, con independencia de si responde o no plenamente a las
condiciones para la concesión de un derecho de obtentor, y puede definirse por la
expresión de los caracteres resultantes de un cierto genotipo o de una cierta combinación
de genotipos, distinguirse de cualquier otro conjunto de plantas por la expresión de uno de
dichos caracteres por lo menos, considerarse como una unidad habida cuenta de su aptitud
a propagarse sin alteración. Las variedades o cultivares pueden ser clasificadas en
“variedades modernas” y “variedades tradicionales o de los agricultores”. Las variedades
modernas son el resultado del mejoramiento científico y son caracterizadas por sus altos
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rendimientos y por su alto nivel de uniformidad genética. En contraste, las variedades de
los agricultores o tradicionales (también conocidas como “landraces”) son el producto de
mejoramiento o de selección llevada a cabo por los agricultores. Estas representan mayores
niveles de diversidad genética y son por lo tanto el enfoque de la mayoría de los esfuerzos
de conservación.
De acuerdo con Espin (2013) las variedades de mashua se clasifican según su coloración.
En el Ecuador se han reconocido más de 100 variedades, entre las que podemos mencionar
las siguientes: Quillu-zapallo, Amarilla chaucha, putsu, pulsito, puzongo y putsu redonda.
En el Cañar tenemos: Sucsu mashua, con pintas rosado-rojas sobre la carne amarilla,
“Rodilla de Jesucristo” o “Sangre de Jesucristo”, caracterizada por tener manchas rojas
sobre la carne amarilla, a manera de sangre. En las variedades nativas tenemos: Occe Izaño
de color plomo, Chiara Izaño de color negro, Chupica Izaño de color rojo, Checche Izaño
de color amarillo con ojos azules, Izaño de color amarillo y Wilajachasquiri Izaño de color
amarillo con rayas rojas.
Finalmente Alvarez (1986) citado por Pomachahua (2013) menciona que se han
identificado más de 100 variedades. Debido al color se identifican variedades como
blanca, amarilla, chaucha, morada y zapallo.
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Condiciones climáticas
Por otra parte Malice y Baudoin (2009) sostienen que la mashua se encuentra distribuida
desde Colombia hasta el norte de Argentina debido a las óptimas condiciones
edafoclimáticas para su desarrollo, entre los 2400 hasta los 4300 msnm, y desde hace
algunas décadas es cultivada en algunas regiones de Nueva Zelanda y Canadá. Las
mayores áreas de siembra se encuentran en Perú y Bolivia, donde generalmente se cultiva
en asociación con otros tubérculos.
Según Manrique et al. (2014) la mashua es una especie rústica, la cual crece bien en
temperaturas bajas y suelos pobres, por lo que no necesita fertilizantes. Análogamente
Espin (2013) manifiesta que la temperatura óptima para su desarrollo debe estar entre 12 y
14ºC y puede almacenarse por hasta seis meses en lugares con ventilación y fríos.
Caracterización morfológica
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cualquier ambiente. Las características morfológicas se utilizan para estudiar la
variabilidad genética, para identificar plantas y para conservar los recursos genéticos. Por
lo tanto la caracterización es el primer paso en el mejora- miento de los cultivos y
programas de conservación. Los métodos estadísticos más usados para el análisis de los
datos son la varianza, el coeficiente de variación, correlación lineal, selección por pasos y
análisis de componentes principales.
Monteros (1996) sustenta que la colección de 78 entradas de mashua exhibió una amplia
variabilidad en los caracteres morfológicos como longitud del pecíolo, color primario y
secundario de la piel del tubérculo, distribución del color secundario y formas de
coloración secundaria de la piel del tubérculo, color secundario y distribución del color
secundario de la pulpa del tubérculo; no así en color del tallo, longitud y ancho de la hoja,
relación L/A de la hoja, diámetro del entrenudo, color secundario del envés de la hoja y
forma del tubérculo que, mostro escasa variabilidad
En tanto que Quispe et al. (2015) manifiestan que de 89 accesiones de mashua recolectadas
en 9 distritos de la región del Cusco se analizaron 44 caracteres morfológicos de los cuales
seis fueron excluidos para la caracterización morfológica debido a que en las evaluaciones
preliminares no presentaron variación en el germoplasma (la forma del tallo, pubescencia y
enroscamiento del tallo) ni uniformidad en una misma planta (el color del follaje, de la
estípula y el color de los pétalos). Los caracteres que no aportan en la variación son la
tendencia de los tallos a la fasciación, la forma de hojas, el color del envés y del borde de
las hojas debido a que presentan valores inferiores al 20 % por lo que no fueron
considerados. En tanto que en el análisis de variabilidad se tomó en cuenta el color del
cáliz, el número de estigmas y el número de pétalos orbiculares por su fácil observación.
En el Análisis de Componentes Principales se observó que los 14 primeros componentes
estarían explicando solamente el 75% de la variación total, y presentan valores propios
superiores a 1 siendo la abundancia de follaje, color del tallo, número predominante de
lóbulos por hoja, color del haz de la hoja, color del peciolo, hábito de floración, color del
cáliz, color de la corola superior externa, color de la corola inferior externa, color de la
nervadura de la corola superior externa, color del número de carpelos, número de estigmas
por flor, número de pétalos orbiculares, número de pétalos espatulados, color principal del
tubérculo, forma del color secundario del tubérculo, distribución del color secundario,
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Fenología
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Espin (2013) establece 4 etapas fenológicas para el cultivo, siendo la primera de la siembra
a la emergencia con un tiempo que va de 20 a 30 días, la segunda de la emergencia a la
floración con un tiempo que va de 100 a 148 días, la tercera de la floración a la
tuberización la cual no tiene un tiempo determinado de duración de la etapa y por último la
cuarta fase de la tuberización a la cosecha con un tiempo que va de 150 a 280 días teniendo
una duración de 270 días de ciclo del cultivo con los valores mínimos y 450 días de ciclo
del cultivo para los valores máximos.
En tanto que (Monteros, 1996) sostiene que las fases fenológicas son 4 siendo la primera
de la siembra a la emergencia con un valor promedio de 29,59 días, la segunda de la
emergencia a la tuberización con un valor promedio de 116,56 días, la tercera de la
tuberización a la floración con un valor promedio de 8,56 días y la cuarta fase de la
floración a la cosecha con un valor de 97,57 días teniendo una duración de 252,28 días de
ciclo de cultivo.
Mashua
TAXON NOMBRE
Reino: Plantae
Filo: Angiospermae
Clase: Dicotiledoneae
Orden: Brassicales
Familia: Tropaeolaceae
Género: Tropaeolum
Especie: T. tuberosum
Elaborado por: Miguel Valle 2017
Fuente: Guerra (2014)
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De acuerdo con Bulacio y Ayarde (2012) la mashua es una especie propia de la región
andina que se distribuye desde Colombia hasta el norte de Argentina. Es una especie
utilizada desde la época prehispánica, aunque no tiene la misma aceptación de especies con
características similares es muy utilizada en poblaciones campesinas. Se encuentran dos
subespecies las cuales se diferencian principalmente por la presencia o no de tubérculos.
La especie domesticada y cultivada por su uso comestible es ssp. tuberosum en tanto que
ssp. silvestre Sparre se tiene escasos conocimientos de sus características de campo.
De modo similar Manrique et al. (2014) manifiestan que la mashua, es conocida también
como “añu”, “isaño” o “cubio”, es una planta herbácea perenne que tiene su origen en la
región andina, donde fue domesticada. Las evidencias arqueológicas encontradas sugieren
que sus tubérculos ya eran consumidos desde hace más de 7500 años. Se encuentra
distribuida desde Colombia hasta el norte de Argentina debido a las óptimas condiciones
edafoclimáticas para su desarrollo, entre los 2400 hasta los 4300 msnm, y desde hace
algunas décadas es cultivada en algunas regiones de Nueva Zelanda y Canadá. Las
mayores áreas de siembra se encuentran en Perú y Bolivia, donde generalmente se cultiva
.
en asociación con otros tubérculos.
Del mismo modo Malice y Baudoin (2009) sostiene que la mashua es una planta anual
herbácea de 20-80 cm de altura. Sus tallos son cilíndricos, y tienen de 3-4 mm de espesor
con ramificación, puede variar en color de verde a púrpura-gris con diversos grados de
pigmentación. El color del follaje varía desde el amarillo-verde a verde oscuro. Las hojas
tienen de 5-6 cm de ancho, son tri o penta lobuladas. Los tubérculos son menos variables
de forma que los de oca y el olluco. El color del tubérculo es variable, que van desde el
amarillo-blanco a púrpura-gris y negro. Los ojos del tubérculo (yemas axilares) son
siempre profundos, anchos y estrechos, sin brácteas. Tiene flores profusas y establece
muchas semillas viables con altas tasas de germinación. La mashua es auto-fértil. Las
flores tienen cinco sépalos de color rojo intenso que se unen en la base; los tres mayores
formando un espolón de 1-1,5 cm de longitud. Las semillas pueden ser desecadas a bajos
niveles de humedad en las condiciones ambientales del Altiplano andino y germinan
después de varios meses de almacenamiento. Hasta el momento, las semillas sexuales
actualmente no se utilizan para la conservación de la mashua, que se basa en el
mantenimiento clonal en campos.
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Recuperado gobierno regional de huancavelica comunidades productoras de mashua
Espin, S., Villacrés, E., Brito, B. (2004). Caracterización fisico - química nutricional y
funcional de raíces y tubérculos andinos. In Raíces y tubérculos andinos: Alternativas
para la conservación y uso sostenible en el Ecuador (p. 540). Lima - Perú. Retrieved
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