Percusión Medica

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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

CENTRO UNIVERSITARIO DE SAN MARCOS


CARRERA DE MEDICINA
AREA CURRICULAR: CIENCIAS CLINICAS
UNIDAD DIDÁCTICA: PROPEDÉUTICA MÉDICA

PERCUSIÓN
Percutir es dar golpes. Estos a su vez producen sonidos que son audibles y vibraciones
que son palpables.

Los sonidos pueden ser de distinta intensidad, frecuencia, duración y timbre. La


frecuencia o tono) se refiere al número de vibraciones por segundo y determina si un
sonido es más agudo o es más grave. El timbre es lo que permite diferenciar la
procedencia de un sonido. Depende de varios aspectos, como la combinación de las
frecuencias o la caja de resonancia. Gracias al timbre se distingue si una nota "do"
procede de un piano o de un violín.

Mediante la percusión se distingue si los tejidos por debajo contienen aire o son más
sólidos. La penetración que se logra es de unos 5 a 7 cm. Estructuras más profundas
habitualmente no se logran distinguir. Si el panículo adiposo es grueso, se requerirán
golpes más fuertes para distinguir diferencias en la constitución de los tejidos
subyacentes. En general, se percute desde las áreas de mayor sonoridad hacia las
de menor sonoridad. También es importante comparar sectores homólogos (por
ejemplo, un lado del tórax con el otro) y hacerlo con una técnica equivalente.

Para comenzar a entrenarse, conviene practicar golpeando con la punta de los dedos
distintos objetos vecinos: el escritorio, un muro, un libro, etc. En todos ellos se genera
un ruido diferente. Los constructores usan este método para distinguir entre muros
sólidos y tabiques. En las viñas, se usa para reconocen el nivel del vino en los toneles
(la zona de más arriba que está vacía, suena hueca y donde está el vino, el ruido es
opaco)

Tipos de sonidos.

Consideremos la diferencia en el sonido que se genera al efectuar un golpe con la punta


de los dedos sobre una pierna o sobre el tórax. En el primer caso se escucha un ruido
más opaco, más “mate”; en el segundo, el ruido es más “sonoro”. La consistencia de
los tejidos en el muslo es compacta; en el tórax −sobre el área pulmonar−, se refleja el
contenido del aire en los pulmones. Si se llega a producir una condensación en un lóbulo
del pulmón, o se desarrolla un extenso derrame, se escuchará un ruido mate sobre esas
zonas, y no el ruido sonoro normal. De esta forma, se distingue, mediante la percusión,
un pulmón de sonoridad normal, o se reconoce si en alguna zona esta condición se ha
perdido.

Entre los ruidos que se generan, destacan:

Ruido sonoro (o resonante): es el que se escucha, por ejemplo, al percutir el tórax


sobre pulmón normal.

Ruido hipersonoro (o hiperresonante): es como el sonoro, pero de tono más alto. Por
ejemplo, se escucha al percutir pulmones enfisematosos o cuando existe un
neumotórax.

Ruido timpánico: es de una frecuencia más elevada. Por ejemplo, se puede escuchar
al percutir un neumotórax a tensión, o el estómago lleno de gas después de tomar una
bebida gaseosa.

Ruido mate: ruido opaco que se genera al percutir estructuras macizas. Por ejemplo,
se escucha al percutir la base de un pulmón con una neumonía, o al percutir sobre el
muslo de una pierna. Una variante del ruido mate es la matidez hídrica, que es un ruido
más seco, o más duro, que se escucha sobre los derrames pleurales extensos.

Formas de percutir

Hay dos tipo de percusión: directa e indirecta.

Percusión directa: es cuando el golpe se aplica directamente sobre la superficie que


se examina. Se efectúan golpes breves, precisos, con la punta de los dedos de una
mano, haciendo juego de muñeca de modo que la mano caiga libremente. Es útil para
evaluar la sonoridad pulmonar.

En ocasiones se efectúa la percusión directa para detectar si se desencadena dolor.


Por ejemplo, cuando se sospecha una pielonefritis, se efectúa una puñopercusión sobre
las fosas lumbares (el golpe se aplica con la mano formando un puño).

Percusión indirecta: Es la más usada. En este caso se apoya un dedo −habitualmente


el dedo medio de la mano izquierda en personas diestras y de la mano derecha en los
zurdos − sobre la superficie a examinar. Conviene ejercer algo de presión con el dedo
de modo que quede bien apoyado, especialmente a nivel de la articulación
interfalángica distal. A este dedo se le llama el plexímetro. Con la otra mano, y
específicamente con la punta del dedo medio (dedo percutor), se efectúan golpes cortos
y en series de 2 a 3 golpes, sobre la articulación interfalángica distal del dedo
plexímetro. Conviene lograr un adecuado adiestramiento para que exista un libre juego
a nivel de la muñeca y los golpes se generen por el movimiento que se produce a este
nivel (este "movimiento de muñeca" es muy importante). El dedo percutor permanece
con la firmeza necesaria para aplicar el golpe en forma adecuada. Este golpe se aplica
en forma perpendicular al dedo plexímetro (ángulo de 90º) y con la punta del dedo
(conviene tener la uña corta).

Con el entrenamiento se irá identificando el tipo de ruido que se genera al percutir sobre
distintas superficies. Poco a poco, se va adquiriendo una rutina respecto a la fuerza que
conviene aplicar con el dedo plexímetro al apoyarlo, y con el dedo percutor, al golpear.

Con más experiencia es legítimo practicar algunas variaciones. Algunas personas


prefieren aplicar el golpe sobre la falange media o la distal, en vez de la articulación
interfalágica; otros percuten más fuerte o más suave, etc. Lo importante es dominar el
método de modo de obtener el mayor provecho. Con la percusión es factible delimitar
zonas de distinta sonoridad. Para distinguir entre un área sonora a una discretamente
mate (submatidez), conveniente dar golpes suaves.

Otro aspecto interesante es la posibilidad de lograr con el pulpejo del dedo plexímetro
una sensación táctil respecto a la consistencia de las estructuras ubicadas más abajo.
Esta capacidad no se da en forma generalizada, pero es factible de entrenar. Conviene
percutir suavemente.

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