Percusión Medica
Percusión Medica
Percusión Medica
PERCUSIÓN
Percutir es dar golpes. Estos a su vez producen sonidos que son audibles y vibraciones
que son palpables.
Mediante la percusión se distingue si los tejidos por debajo contienen aire o son más
sólidos. La penetración que se logra es de unos 5 a 7 cm. Estructuras más profundas
habitualmente no se logran distinguir. Si el panículo adiposo es grueso, se requerirán
golpes más fuertes para distinguir diferencias en la constitución de los tejidos
subyacentes. En general, se percute desde las áreas de mayor sonoridad hacia las
de menor sonoridad. También es importante comparar sectores homólogos (por
ejemplo, un lado del tórax con el otro) y hacerlo con una técnica equivalente.
Para comenzar a entrenarse, conviene practicar golpeando con la punta de los dedos
distintos objetos vecinos: el escritorio, un muro, un libro, etc. En todos ellos se genera
un ruido diferente. Los constructores usan este método para distinguir entre muros
sólidos y tabiques. En las viñas, se usa para reconocen el nivel del vino en los toneles
(la zona de más arriba que está vacía, suena hueca y donde está el vino, el ruido es
opaco)
Tipos de sonidos.
Ruido hipersonoro (o hiperresonante): es como el sonoro, pero de tono más alto. Por
ejemplo, se escucha al percutir pulmones enfisematosos o cuando existe un
neumotórax.
Ruido timpánico: es de una frecuencia más elevada. Por ejemplo, se puede escuchar
al percutir un neumotórax a tensión, o el estómago lleno de gas después de tomar una
bebida gaseosa.
Ruido mate: ruido opaco que se genera al percutir estructuras macizas. Por ejemplo,
se escucha al percutir la base de un pulmón con una neumonía, o al percutir sobre el
muslo de una pierna. Una variante del ruido mate es la matidez hídrica, que es un ruido
más seco, o más duro, que se escucha sobre los derrames pleurales extensos.
Formas de percutir
Con el entrenamiento se irá identificando el tipo de ruido que se genera al percutir sobre
distintas superficies. Poco a poco, se va adquiriendo una rutina respecto a la fuerza que
conviene aplicar con el dedo plexímetro al apoyarlo, y con el dedo percutor, al golpear.
Otro aspecto interesante es la posibilidad de lograr con el pulpejo del dedo plexímetro
una sensación táctil respecto a la consistencia de las estructuras ubicadas más abajo.
Esta capacidad no se da en forma generalizada, pero es factible de entrenar. Conviene
percutir suavemente.