Romeo y Julieta Mi Adaptación (83) - 220927 - 095436
Romeo y Julieta Mi Adaptación (83) - 220927 - 095436
Romeo y Julieta Mi Adaptación (83) - 220927 - 095436
ACTO PRIMERO
ESCENA PRIMERA
PREGONES
VENDEDOR 1: ¡Pescados, pescados de plata!
VENDEDORA 2:¡Aquí las rosas de Verona! ¡La fragante mercadería! ¡Compre flores!
¡Vendo alegría!
VENDEDORA 3: ¡Las uvas, las verdes manzanas! ¡Las naranjas y las bananas!
VENDEDOR 4: ¡Tapices de Samarkanda! ¡Alfombras de Paparandanga!
SANSON Pongamos la ley de nuestra parte. Que comiencen ellos. Me morderé el dedo
pulgar delante de ellos. Esto es una ofensa. A ver si la soportan.
ABRAM Señor, ¿se muerde por nosotros el pulgar?
SANSON Señor, me estoy mordiendo el dedo pulgar.
ABRAM Señor, ¿se muerde por nosotros el pulgar?
SANSON No, señor, no me muerdo el pulgar por ustedes, señor. Pero me muerdo el
pulgar, señor.
GREGORIO ¿Quiere pelea, señor?
ABRAM ¿Pelea, señor? No, señor.
SANSON Pero si usted lo quiere señor, estoy con usted. Saquen la espada, si son
hombres
GREGORIO Acuérdate de tu golpe maestro. (Se baten)
1
BENVOLIO ¡Apártense, idiotas (les baja las espadas con la suya). ¡Guarden las espadas!
¡No saben lo que hacen!
(Entra Tybaldo).
TYBALDO ¿Tú espada en mano entre estos viles siervos? Vuelve, Benvolio: ¡enfréntate
a tu muerte!
BENVOLIO Sólo quiero la paz, guarda tu espada o con ella apartemos estos hombres.
TYBALDO ¿Espada en mano, hablas de paz? Yo odio esta palabra paz como al infierno,
como a ti y los Montescos. ¡Ven, cobarde! (Se baten)
(Van hacia una esquina y se entretienen con una vendedora o conversando) (Entran
Capuleto, Paris y un sirviente)
2
CAPULETO Sólo me queda ella, pero, cortéjala, querido Paris: tú debes conquistar su
corazón. Por antigua costumbre hay una fiesta en mi casa, esta noche, y he
invitado a muchas de las gentes que más quiero y si tú vienes serás el
predilecto. Vamos, sigamos juntos, (dirigiéndose a un sirviente y dándoleº
un papel). Y tú ándate por las calles de Verona, encuentra a las personas que
aquí nombro y diles que en mi casa las espero.
SIRVIENTE ¡Mandarme a mí a buscar a estos, cuyos nombres están escritos en esta lista!
Si no sé leer los nombres que tienen escritos aquí? Voy a pedir consejos.
ESCENA TERCERA
Habitación en casa de los Capuleto. (Entran la señora Capuleto y el Ama).
(Entra Julieta).
3
SEÑORA Ama, ¿qué edad tiene mi hija?
AMA Apostaría mis cuatro dientes a que no cumple aún los catorce. Cumplirá
catorce años en la víspera de San Pedro, ¡Lo tengo en la memoria!¡Dios te
guarde! Fuiste la más preciosa que críe, y si te alcanzo a ver ya desposada
me harás feliz...
SEÑORA Ese era mi tema, de matrimonio te quería hablar. ¿Te sientes tú como para
casarte?
JULIETA Es un honor que no he soñado aún
SEÑORA Piensa en tu matrimonio. Aquí en Verona más jóvenes que tú, ya son
madres, y si no me equivoco, por esta edad, en que eres aún doncella, yo era
tu madre. Escúchame, es muy simple. Te pide por esposa el noble Paris.
AMA ¡Y qué hombre!, mi muchacha, si parece que fuera el mundo, un hombre tan
bonito que parece recién hecho de cera.
SEÑORA No hay flor en el verano de Verona como él.
AMA ¡De verdad, es una flor!
SEÑORA ¿Qué dices tú? ¿Te gustará? Lo verás esta noche en nuestra fiesta. ¡Observa
sus facciones armoniosas! ¡Dímelo ahora! ¿Aceptarás a Paris?
JULIETA ¡Voy a ver, porque viendo se conmueve el amor, pero el vuelo de mis ojos
no irá más lejos de lo que tú digas!
AMA ¡Ya llegaron los invitados! ¡Todos preguntan por la señorita! Vamos a
arreglarte.
(JULIETA baila con PARIS. Hace despliegue de toda su gracia y belleza. Mientras sus
BENVOLIO y MERCUCIO bailan con otras damas, ROMEO queda hipnotizado mirando a
JULIETA)
ROMEO (A un Sirviente) ¿Quién es esa señora que enriquece con su preciosa mano a
aquel galán? (Se supone Paris).
SIRVIENTE No sé, señor.
ROMEO ¡Oh, ella enseña a brillar a las antorchas! ¡ Es para la tierra demasiado bella!
¿Amó mi corazón hasta este instante? ¡Que lo nieguen mis ojos! ¡Hasta
ahora nunca vi la belleza verdadera!
4
TYBALDO ¡Me parece un Montesco, por la voz!¿Que este infame se atreviera a venir
enmascarado a escarnecer nuestra solemne fiesta? ¡Por el nombre y honor de
mi familia no pecaré si aquí lo dejo muerto!
CAPULETO ¿Qué sucede, sobrino, qué te enoja?
TYBALDO Aquél es un Montesco, un enemigo nuestro, un villano que ha llegado aquí.
CAPULETO ¿No es el joven Romeo?
TYBALDO ¡Es el mismo Romeo, ese villano!
CAPULETO Mi buen sobrino, déjalo tranquilo, se porta como un noble caballero.
TYBALDO ¡Tío, es una vergüenza!
CAPULETO ¡Vamos! ¡Vamos! -Que peleador eres, no es verdad? ¡Sé lo que digo,
tranquilízate! (Volviéndose a los Sirvientes). ¡Más luz! ¡Más música!
¡Alegría, muchachos!
TYBALDO: (Enojado) ¡Me voy!
(Salen todos y ROMEO toma de la mano a JULIETA llevándola al centro del escenario)
(Entra el Ama).
AMA Señora, vuestra madre quiere hablaros. (Sale, como escapando JULIETA).
ROMEO (Al Ama). ¿Quién es su madre?
AMA ¡Su madre es la señora de esta casa!
ROMEO ¿Es una Capuleto ¡Oh, qué alto precio pago! ¡Desde ahora soy deudor de mi
vida a una enemiga!
BENVOLIO ¡Fuera! ¡Vamos! ¡La fiesta ya se acaba!
ROMEO ¡Lo temía! ¡Más grande es mi desdicha!
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(Salen todos, menos Julieta y el Ama).
ACTO SEGUNDO
ESCENA PRIMERA
Una callejuela junto a los muros del jardín de los Capuleto.
(Entra Romeo).
ROMEO ¿Cómo puedo ir más lejos si queda aquí mi corazón? (Trepa el muro y salta
hacia adentro).
BENVOLIO ¡Romeo! ¡Primo mío! Saltó el muro de este jardín. ¡Mi buen Mercucio,
llámalo!
MERCUCIO Muy bien, voy a llamarlo: ¡Romeo! ¡Caprichoso! ¡Loco! ¡Amante! ¡Yo te
conjuro por los ojos claros de Rosalina, por sus labios rojos, por su alta
frente y por sus finos pies!
BENVOLIO ¡Vas a enojarlo si te está escuchando!
MERCUCIO No se puede enojar. Yo le pido en nombre de su amada que aparezca.
BENVOLIO Mejor vamos, se habrá escondido entre los árboles. Su amor es ciego y busca
las tinieblas.
MERCUCIO Si amor es ciego, no daré en el blanco. ¡Ah! ¡Pícaro Romeo! Buenas noches,
yo me marcho a mi cama a dormir porque la hierba es demasiado fría.
Bueno, ¿nos vamos?
(Salen).
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ESCENA SEGUNDA
Jardín de Capuleto.
(Entra Romeo).
(Julieta aparece en una ventana, arriba, sin darse cuenta de la presencia de Romeo).
ROMEO ¡Silencio! ¿Qué ilumina desde aquella ventana la oscuridad? ¡Es Julieta, es
el sol en el oriente! Surge, espléndido sol, y con tus rayos mata a la luna
envidiosa. ¡Es ella en la ventana! ¡Es la que amo! ¡Oh, cuánto diera porque
lo supiese! Habla, aunque nada dice, no me importa, me hablan sus ojos, les
respondo a ellos. ¡Ved como su mejilla está en su mano! ¡Ay, si yo fuera el
guante de esa mano y pudiera tocar esa mejilla!
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reservada hubiera sido, es cierto, pero yo no sabía que escuchabas mi pasión
verdadera. Ahora, perdóname, y no atribuyas a liviano amor lo que te
descubrió la oscura noche. Dulce Romeo, si me quieres, dímelo
sinceramente.
ROMEO Señora, por la luna que de plata corona esta arboleda, yo te juro...
JULIETA No jures por la luna, tan inconstante, no sea que tu amor cambie como ella.
ROMEO ¿Por quién voy a jurar?
JULIETA No jures y, si lo haces, jura por ti, por tu gentil persona, que yo te creeré.
ROMEO Te juro que mi amor…
JULIETA No jures, aunque tú eres mi alegría. Esto es demasiado rápido, demasiado
imprevisto y temerario. Este botón de amor tal vez dará una flor maravillosa
cuando otra vez tú y yo nos encontremos. ¡Adiós! ¡Adiós! Dulces sueños.
ROMEO ¿Y así me dejas lleno de deseos?
JULIETA ¿Qué deseos quisieras ver cumplidos?
ROMEO Cambiar tu juramento por el mío.
JULIETA Ya te di mi amor sin que me lo pidieras.
ROMEO ¿Y me lo quitarás, amor mío?
JULIETA Sólo para entregártelo otra vez. Escucho un ruido adentro. ¡Adiós, mi amor!
(El Ama llama desde adentro). ¡Ama, ya voy! Y tú, espérame. ¡En seguida
vuelvo! (Se retira).
ROMEO ¡Oh, dulce, oh dulce noche! Pero temo que todo sea un sueño
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ROMEO ¡Baje el sueño a tus ojos, y la paz baje tu corazón! ¡Me gustaría ser el sueño
y la paz que te acaricien!
ESCENA TERCERA
FRAY LORENZO Debo llenar de plantas esta cesta: malezas venenosas, flores puras
que rezuman un líquido precioso. La tierra es madre y tumba de la
vida. Dentro del tierno cáliz de esta flor residen el veneno y la salud.
Como en la planta viven en el hombre dos fuerzas, la bondad y la
dureza.
(Entra Romeo).
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MERCUCIO ¿Dónde diablos estará este Romeo? ¿No volvió a casa anoche?
BENVOLIO A casa de su padre, no. Hablé con su criado.
MERCUCIO Es claro que esa mujer de corazón duro, esa Rosalina, tanto lo
atormenta que acabará por volverse loco.
BENVOLIO Tybaldo, el pariente del viejo Capuleto, le ha mandado una carta a
casa de su padre.
MERCUCIO ¡Caramba! Eso es un desafío.
BENVOLIO Romeo le contestará. Desafío por desafío.
MERCUCIO ¡Ay, pobre Romeo, ya está muerto! Lo apuñalearon los ojos de una
muchacha. ¿Te parece que pueda batirse con Tybaldo?
BENVOLIO ¿Tybaldo? (Despectivo). ¿Quién es Tybaldo después de todo?
MERCUCIO Para empezar te diré que es algo más que el Príncipe de los Gatos.
Oh, es un bravo capitán de la galantería. Te provoca a duelo con la
misma facilidad con que tú cantas un estribillo. Sabe guardar el
tiempo, la distancia y la proporción. Te da una mínima para que
descanses y luego, una, dos, tres, y a tu pecho! Es un carnicero con
botones de seda. ¡Ah, que inmortal pasada! ¡La punta reversa! ¡El ay!
(Entra Romeo).
(Entra el Ama).
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ROMEO Dile que encuentre un pretexto esta tarde para ir a confesarse a la
celda de fray Lorenzo. El nos confesará y nos casará.
AMA ¿Esta tarde, señor? Allí estará. ¡Que Dios lo bendiga!
ROMEO Dale mi amor a tu señora.
AMA ¡Por supuesto, mil veces!
ESCENA QUINTA
(Entra Julieta).
JULIETA Eran las nueve cuando mandé al ama, me prometió volver en media hora.
Tal vez no lo encontró. Pero no es eso. No puede andar, es coja y vieja, por
eso es lenta. Hay tres horas, tres largas horas desde las nueve a las doce, y el
ama no regresa todavía.
(Entra el Ama)
JULIETA: ¡Dios mío! ¡Ya llegó! ¿Ama adorada qué noticias me traes? ¿Lo encontraste?
Si son malas noticias, por favor dilas alegremente y si son buenas no me las
des con esa cara de vinagre.
AMA Estoy cansada. ¡Aguárdame un minuto! ¡Ay, me duelen los huesos, qué
carrera!
JULIETA Cambiemos tus noticias por mis huesos, ama querida, habla, te suplico.
AMA ¡Jesús! ¡Qué apuro! ¡Espérate un instante!, ¿No te das cuenta que estoy sin
aliento?
JULIETA ¡Tienes aliento para decirme que te falta aliento!¿Son buenas o son malas tus
noticias? Respóndeme
AMA ¡Bueno! ¡Qué mal has elegido! ¡No sabes cómo escoger un hombre!
¿Romeo? No, no es el hombre para ti, aunque tiene mejor cara que ninguno
y sus manos, sus pies, su figura. ¡Uffff! No tienen igual. No es la flor de la
cortesía, pero, te aseguro, que es suave como un corderito. Chiquilla mía, vas
bien encaminada.
JULIETA ¡Pero ya todo eso lo sabía yo! ¿Qué ha dicho de nuestro casamiento?
AMA ¡Jesús!, cómo me duele la cabeza; siento que se me parte en mil pedazos. ¡Y
por acá mi espalda, ay, ay, mi espalda! ¡Qué corazón de piedra el que tú
tienes para mandarme de una parte a otra a corretear hasta caerme muerta!
JULIETA ¡Cuánto lamento que no te halles bien! Amita mía, dime, amita mía, ¿qué te
dijo mi amor?
AMA Tu amor me ha dicho, como honrado caballero que es, amable, bondadoso y
de buena presencia, y te lo aseguro, como virtuoso.... ¿Dónde está tu madre?
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JULIETA ¿Qué dónde está mi madre? Mi amado ha dicho ¿en dónde está tu madre?...
AMA ¡Virgen Santa! No te enojes... ¿Es éste el bálsamo para mis dolores? ¡Lleva
tú tus recados, desde ahora!
JULIETA ¡Qué enredo! Dime, ¿qué dice Romeo?
AMA ¿Tienes permiso para confesarte?
JULIETA Sí.
AMA Entonces, corre donde fray Lorenzo; en su celda un marido está esperando
para hacerte su esposa. ¡Corre a la celda!
JULIETA ¡Corro a la felicidad! ¡Adiós, ama querida!
ESCENA SEXTA
ACTO TERCERO
ESCENA PRIMERA
BENVOLIO ¡Vámonos, buen Mercucio, te lo ruego! ¡Hace calor! Andan los Capuleto
sueltos, y si con ellos nos hallamos habrá pelea.
MERCUCIO ¡Vamos, vamos! No seas cobarde.
BENVOLIO ¡Por mi cabeza! ¡Aquí vienen los Capuleto!
MERCUCIO ¡Por mis talones! ¡Me tienen sin cuidado!
TYBALDO ¡Sigan a mi lado! ¡Yo quiero hablar con ellos! ¡Buenas tardes, señores! ¡Una
palabra con uno de ustedes!
MERCUCIO ¿Y una sola palabra con uno de nosotros? ¡Hay que agregarle algo, digamos
una palabra y un golpe!
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TYBALDO ¡Estoy listo para eso, si me dan la ocasión! Mercucio, tú te pusiste de
acuerdo con Romeo.
MERCUCIO ¿Acordes? ¿Nos tomas por músicos?¡Aquí tengo el arco de mi violín! (Se
toca la espada). ¡Con él te haré bailar!
BENVOLIO ¡Aquí hablamos en medio de las gentes, vámonos! ¡Aquí todos los ojos nos
observan!
MERCUCIO Deja que nos observen. Es para eso que tenemos los ojos en la cara. ¡Yo no
me moveré por darles gusto!
(Entra Romeo).
MERCUCIO ¡Estoy herido! ¡Ya me despacharon! ¡Maldita sean vuestras dos familias! ¿Y
ése se fue? ¿Y no le tocó nada?
BENVOLIO ¿Cómo, estás herido?
MERCUCIO ¡Sí, un rasguño! ¡Válgame Dios, pero con esto basta!
ROMEO ¡Valor! ¡La herida no ha de ser tan grave!
MERCUCIO No. No es tan honda como un pozo, ni tan ancha como puerta de iglesia,
pero es bastante. ¡Cumplirá su fin! ¡Pregunta por mí mañana y verás qué
tieso estoy! ¡Maldita sean vuestras dos familias! ¿Por qué diablos te metiste
entre nosotros dos? ¡Me hirió por debajo de tu brazo!
ROMEO ¡Quise hacer lo mejor!
MERCUCIO Ay, llévame, Benvolio, a alguna casa o me desmayaré. ¡Malditas sean
vuestras dos familias! ¡Por culpa de las dos soy desde ahora carne de
gusanos! ¡Ya me dieron lo mío! ¡Qué familias! (Sale, ayudado por
Benvolio).
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ROMEO ¡Este Mercucio, familiar del Príncipe y mi mejor amigo, ha sido herido de
muerte, por mi causa! Está manchado mi honor por la insolencia de Tybaldo,
por Tybaldo que desde hace una hora es mi primo. ¡Julieta, mi Julieta! ¡Tu
belleza me vuelve débil!
(Entra Benvolio).
(Entra el Príncipe con su séquito, el viejo Montesco, Capuleto, sus esposas y otros).
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PRINCIPE ¡Y por su ofensa que Romeo sea desterrado del país! Si es encontrado
aquí, debe morir. ¡Llévense el cadáver de Tybaldo y respeten las
órdenes que he dado! (Salen).
ESCENA SEGUNDA
JULIETA ¡Oh, noche, protectora del amor!¡Oh, noche, ven! ¡Ven tú con mi Romeo!
¡Oh, aquí llega mi ama y me trae noticias. (El Ama entra con actitud de
enorme preocupación) ¡Ay de mí! ¿Qué ha pasado? ¿Por qué estás
restregándote las manos?
AMA ¡Ay, qué día! ¡Está muerto, muerto, muerto! Se acabó todo, ¡Todo se acabó!
¡No existe, lo mataron, está muerto!
JULIETA ¿Qué demonio eres para atormentarme? ¡Este suplicio es un infierno!
¿Romeo se mató? Si dices «sí» será esta sílaba un veneno para mí.
AMA ¡Yo vi la herida con mis propios ojos -que Dios me ampare- sobre su ancho
pecho! Un cadáver sangriento, lastimoso, pálido. Tybaldo ha muerto. Lo
mató Romeo. ¡Romeo debe irse, desterrado!
JULIETA ¡Dios mío! ¿Fue la mano de Romeo la que esparció la sangre de Tybaldo?
AMA ¡Así es! ¡Así es! ¡Ay, qué maldito día! ¡Que a Romeo le caiga la deshonra!
JULIETA ¡No hables mal de mi esposo! Oh, Romeo¿qué causa te llevó a matar a mi
primo? ¡El primo infame que quería asesinar a mi marido! ... Mi marido está
vivo, el que a Tybaldo quiso matar, pero Tybaldo ha muerto. ¡Romeo, mi
Romeo desterrado!¡No hay medida, no hay palabra que exprese ese dolor!
(Llora amargamente)
AMA Márchate a tu alcoba, voy a salir en busca de Romeo para que te consuele.
¡Sabré hallarlo! ¡Vendrá a verte esta noche tu Romeo!
JULIETA ¡Ay, encuéntralo, encuéntralo, y entrega este anillo a mi claro caballero!
¡Que venga! ¡Le daré mi último adiós! (Salen).
ESCENA CUARTA
Una sala en la casa de los Capuleto (Entra el viejo Capuleto, su mujer y Paris).
CAPULETO Tan tristes son las cosas que han pasado, señor, que aún no hablé a
mi hija. Es tarde ya, no bajará Julieta, y si no fuera por acompañarte
yo me habría acostado hace una hora.
PARIS ¿Cómo hablarle de amor con tantas penas? ¡Señora, adiós! ¡Que no
me olvide su hija!
SRA. CAPULETO Mañana ya sabremos lo que piensa. ¡Esta noche está muy triste!
CAPULETO Conde Paris, me atrevo a prometerle la mano de mi hija. Estoy
seguro de que ella sólo hará lo que yo diga. ¿Qué día es hoy?
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PARIS Lunes, señor.
CAPULETO ¿Lunes? ¡Bien, el jueves se casará con este noble conde! Nada de
pompa. Dos o tres amigos porque, comprenderás, es tan reciente la
muerte de Tybaldo, nuestro primo, que pensarían mal de un gran
festejo. ¡Media docena de invitados, basta! Pero, ¿tú , estás de
acuerdo con el jueves?
PARIS ¡Ay, señor, que mañana sea jueves!
CAPULETO Ándate, pues. ¡Será el jueves, entonces! ¡Y tú, mujer, antes de irte a
la cama sube a ver a Julieta, y la preparas para la fecha de su
matrimonio! ¡Adiós, señor! ¡Buenas noches! (Salen).
ESCENA QUINTA
(Entra el Ama).
AMA ¡Señora!
JULIETA ¿Ama?
AMA Viene a tu pieza tu señora madre.¡Ten cuidado! ¡Apunta el día!
(Sale).
JULIETA ¡Ventana, entonces, deja entrar el día y que salga la vida!
ROMEO Un beso más, y bajo. ¡Adiós! ¡Adiós, amor mío! (Desciende).
JULIETA Ay, ¿nos encontraremos otra vez?
ROMEO No lo dudes, ¡y todas esas penas se endulzarán cuando las
recordemos!
JULIETA ¡Dios mío, es como si te viera, estás abajo, como un muerto en el
fondo de una tumba! ¿O mi vista me engaña o te ves pálido?
ROMEO ¡Así también, mi amor te ven mis ojos! ¡El dolor bebe nuestra sangre!
¡Adiós! (Sale).
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JULIETA ¡Suerte! ¡Suerte!
SRA. CAPULETO (Desde adentro). Hija mía, ¿te levantaste ya?
JULIETA ¿Quién es? ¿Mi madre? ¿Aún no se acuesta, o ya se levantó? ¿Por
qué razón puede venir a verme? (Entra la madre).
SRA. CAPULETO ¿Qué te pasa, Julieta?
JULIETA No estoy bien.
SRA. CAPULETO ¿Todavía llorando por tu primo? ¡Basta! ¡El dolor es prueba de
cariño, pero tanto dolor es tontería!
JULIETA ¡Yo tengo que llorar lo que he perdido!
SRA. CAPULETO ¡Hija mía, temprano, el jueves próximo te esperará en la iglesia de
San Pedro el joven y gallardo conde Paris: ese día este noble
caballero te hará feliz haciéndote su esposa!
JULIETA ¡Ay, por San Pedro no puedo ser una feliz esposa! ¿Por qué este
apuro para desposarme? Quiero que digas a mi padre que no quiero
casarme todavía.
SRA. CAPULETO ¡Aquí viene tu padre! ¡Vea decírselo, y tú misma verás cómo lo
toma!
(Entran Capuleto y el Ama).
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ACTO CUARTO
ESCENA PRIMERA
Celda de Fray Lorenzo. (Entra Fray Lorenzo y el conde Paris).
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ESCENA TERCERA
JULIETA ¡Sí, Ama, ese vestido es el mejor, pero te ruego que me dejes sola. Necesito
hacer muchas oraciones.
ESCENA QUINTA
ACTO QUINTO
19
ROMEO Si es así, desafío a las estrellas. ¡Parto esta misma noche hacia
Verona!
BALTAZAR ¡Ten paciencia, señor, te lo suplico! ¡Estás tan pálido y desencajado
que se lee en tu rostro la desgracia!
ROMEO ¡No te equivocas! ¡Haz lo que te digo! ¿No traes para mí cartas del
monje?
BALTAZAR No, mi señor.
ROMEO ¡No importa! ¡Vete ahora! ¡Yo te sigo! (Sale Baltazar).¡Contigo
dormiré esta misma noche, Julieta!, ¡Buscaremos la manera! Hace
poco, recuerdo, un boticario vivía por aquí era tan miserable que
vendía incluso los venenos que están prohibidos! ¡Este mismo infeliz
debe vendérmelo y con mi muerte pagada correré hasta la tumba de
Julieta!
ESCENA TERCERA
PAJE (Aparte). ¡Pobre de mí! ¡Tiritando de miedo y tener que quedarme entre las
tumbas! (Sale).
PARIS ¡Oh, dulce flor! ¡Voy a cubrir con flores este lecho nupcial en donde
yaces! ¡Todas las noches regaré estas flores con agua dulce o con, el
llanto mío! ¡Llanto nocturno y flores en tu cripta, éstos son los
regalos que te ofrezco! (Se escucha un silbido del Paje). ¡Me avisa el
paje que alguien se aproxima!¿Qué pies malditos llegan esta noche a
interrumpir el rito del amor? ¿Y qué? ¿Con una antorcha? ¡Con tu
manto oh, noche, escóndeme por un momento! (Sale).
20
PARIS ¡Y bien, yo desafío tu mandato y te detengo como un criminal!
ROMEO ¿Me provocas? ¡Defiéndete, muchacho! (Se baten).
PAJE ¡Voy a buscar los guardias! ¡Se pelean!
(Sale. Cae Paris).
PARIS ¡Me muero! ¡Por piedad, abre la tumba y colócame al lado de Julieta!
(Muere).
ROMEO ¡Lo haré! ¡Te juro! (Se acerca al cuerpo de Julieta)
¡Amor mío, mi esposa, la muerte secó tu respiración, pero aún no
domina tu belleza! ¡Aún no te conquista! Ah, Julieta, ¿por qué sigues
tan bella? ¡Estoy pensando que tal vez te ama la muerte! ¡Ojos, dadle
la última mirada! ¡Brazos míos, llegó el último abrazo! ¡Labios,
sellad con este beso puro un pacto eterno con la muerte ansiosa!
¡Amor mío, salud! (Bebe). Buen boticario, es rápido el veneno y mi
agonía termina con la muerte y con un beso. (Muere).
(Julieta se despierta)
JULIETA ¿Qué es esto? ¡Es una copa aún apretada en la mano ya fría de mi
amor! ¡Ah, fue veneno el que causó su muerte! ¿Por qué te lo bebiste
todo, ingrato, sin dejar una gota para mí? ¡Voy a besarte para que tus
labios si han guardado una gota de veneno me maten con el beso que
te doy! (Lo besa). ¡Están tibios tus labios todavía!
EPILOGO
PRINCIPE Ya me enteré de todo. En esta fosa por fin descansan los enamorados.
Ellos sólo buscaron el amor el odio ajeno los llevó a la muerte. ¿Y
ahora donde están los enemigos?¡El castigo ha caído sobre todos!
21
CAPULETO ¡Con igual esplendor haré a Romeo otra, junto a la estatua de su
esposa! ¡Ay, pobres víctimas del odio nuestro! En la paz enlutada de
este día el doloroso sol no se levanta. Salgamos de este sitio para
hablar de estos amargos acontecimientos. De los que del rencor
participaron unos tendrán perdón y otros castigo. Jamás se oyó una
historia tan doliente como esta de Julieta y Romeo.
22
Líneas PRINCIPE
PRINCIPE Ya me enteré de todo. En esta fosa por fin descansan los enamorados.
Ellos sólo buscaron el amor el odio ajeno los llevó a la muerte. ¿Y
ahora donde están los enemigos?¡El castigo ha caído sobre todos!
23
Líneas PARIS
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24
Después de la conversación de ROMEO y BALTAZAR en Mantua
ROMEO
BALTAZAR
ROMEO
BALTAZAR (Sale)
PARIS Este es el desterrado de Verona, Romeo Montesco, el asesino del
primo de mi amada. ¡Debo detenerlo! (Se adelanta). ¡Alto!¡Bandido
condenado, te detengo ¡Debes morir! ¡Ven conmigo! ¡Obedece!
ROMEO ¡Me dices la verdad! ¡Debo morir! ¡Para eso he venido, buen
muchacho!¡Por Dios! ¡Ándate pronto!
PARIS ¡Y bien, yo desafío tu mandato y te detengo como un criminal!
ROMEO ¿Me provocas? ¡Defiéndete, muchacho! (Se baten).
PAJE ¡Voy a buscar los guardias! ¡Se pelean!
(Sale. Cae Paris).
PARIS ¡Me muero! ¡Por piedad, abre la tumba y colócame al lado de Julieta!
(Muere).
25
Líneas FRAY LORENZO
FRAY LORENZO Debo llenar de plantas esta cesta: malezas venenosas, flores puras
que rezuman un líquido precioso. La tierra es madre y tumba de la
vida. Dentro del tierno cáliz de esta flor residen el veneno y la salud.
Como en la planta viven en el hombre dos fuerzas, la bondad y la
dureza.
(Entra Romeo).
ROMEO Buenos días, padre.
FRAY LORENZO ¡Bendiciones! ¿Qué voz temprana y suave me saluda? Hijo mío,
algún mal te intranquiliza si dejaste, tu lecho tan temprano o ¿no se
ha acostado aún nuestro Romeo?.
ROMEO Así es y, sin embargo, mi descanso fue más dulce.
FRAY LORENZO ¡Dios te perdone! ¿Viste a Rosalina?
ROMEO ¿A Rosalina, padre? No, por cierto. Me olvidé de ese nombre y sus
tristezas.
FRAY LORENZO ¿Dónde estuviste entonces, hijo mío? ¡Sé sencillo, en tu relato!
ROMEO Estuve en la fiesta de mi enemigo y allí de pronto recibí la herida del
amor. Amo sin medida a la hija del rico Capuleto. Como es suyo mi
amor, su amor es mío y para nuestra unión sólo nos falta que nos
unas en santo matrimonio hoy mismo. ¡Ayúdanos!
FRAY LORENZO Qué cambio es éste, ¡santo San Francisco! ¿Olvidaste tan pronto a
Rosalina?
ROMEO No me retes, la que yo amo ahora me devuelve confianza por
confianza y el amor por amor. No así la otra.
FRAY LORENZO Joven voluble, ven conmigo vamos, voy a ayudarte para ver si el
matrimonio que me pides puede cambiar en puro amor este odio de
familias.
ROMEO ¡Vamos andando, me siento impaciente!
FRAY LORENZO ¡Con calma y con cordura! Tú ya sabes: ¡quien apurado vive, apurado
muere! (Salen).
26
Después de la pelea de los padres con JULIETA
ACTO CUARTO
ESCENA PRIMERA
Celda de Fray Lorenzo. (Entra Fray Lorenzo y el conde Paris).
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