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Generalidades Del Sistema Endocrino

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Generalidades del sistema endocrino

El sistema endocrino produce varias secreciones denominadas hormonas, que sirven como
efectores para regular las actividades de diversas células, tejidos y órganos del cuerpo.

Sus funciones son esenciales en el mantenimiento de la homeostasis y la coordinación del


crecimiento y el desarrollo corporales y son similares a las del sistema nervioso: ambos sistemas
transmiten información a células y órganos periféricos. La comunicación en el sistema nervioso se
produce a través de la transmisión de impulsos nerviosos a lo largo de las evaginaciones
neuronales y la liberación de neurotransmisores. La comunicación en el sistema endocrino se
produce por medio de hormonas que se transportan a su destino a través de los espacios del
tejido conjuntivo y de los vasos sanguíneos. Estos dos sistemas se encuentran funcionalmente
interrelacionados. El sistema endocrino produce una respuesta más lenta y más prolongada que el
sistema nervioso. Ambos sistemas pueden actuar en forma simultánea sobre las mismas células y
tejidos diana, y algunas neuronas secretan hormonas.

Las glándulas endocrinas no poseen conductos excretores y sus secreciones son transportadas a
destinos específicos a través de la matriz extracelular del tejido conjuntivo y de los vasos
sanguíneos.

A pesar del hecho de que las glándulas endocrinas varían en tamaño, forma y ubicación en el
cuerpo, aún poseen varias características comunes. Las glándulas endocrinas no poseen conductos
excretores; por ende, su secreción se descarga en la matriz extracelular del tejido conjuntivo, a
menudo cerca de los capilares. Desde allí, los productos de secreción (es decir, las hormonas) son
transportados hacia la luz de los vasos sanguíneos (o linfáticos) para su distribución por todo el
organismo. Estos productos de secreción afectan órganos o tejidos diana que están a cierta
distancia de la glándula. Por esta razón, las glándulas endocrinas están bien vascularizadas y
rodeadas por vastas redes vasculares. La excepción es la placenta, donde las hormonas producidas
por el sincitiotrofoblasto pasan en forma directa a la sangre materna que rodea las vellosidades
placentarias.

Hormonas y sus receptores


En general, una hormona se describe como una sustancia con actividad biológica que actúa sobre
células diana específicas. En la definición clásica, una hormona es un producto de secreción de las
células y los órganos endocrinos que pasa al sistema circulatorio (torrente sanguíneo) para
transportarse hasta las células diana. Durante años, este control endocrino de tejidos diana era
una parte central de la endocrinología. No obstante, existe una gran variedad de hormonas y
sustancias hormonalmente activas que no siempre se liberan en la sangre, sino que pasan a los
espacios del tejido conjuntivo.

Éstas pueden actuar sobre células contiguas o difundirse hacia células diana cercanas que
expresan receptores específicos para esas hormonas en particular. Este tipo de acción hormonal
recibe el nombre de control paracrino. Además, algunas células expresan receptores para las
hormonas que secretan. Este tipo de acción hormonal recibe el nombre de control autocrino.
Estas hormonas regulan la actividad propia de la célula.
Las hormonas incluyen tres clases de compuestos.
Las células del sistema endocrino liberan más de 100 hormonas y sustancias hormonalmente
activas que se dividen, desde el punto de vista químico, en tres clases de compuestos:

 Péptidos (péptidos pequeños, polipéptidos y proteínas). Forman el grupo más grande de


hormonas. Son sintetizados y secretados por células del hipotálamo, la hipófisis, la glándula
tiroides, la glándula paratiroides, el páncreas y por células enteroendocrinas dispersas en el
tubo digestivo y el sistema respiratorio.
EJM: insulina, glucagón, hormona del crecimiento [GH], hormona adrenocorticotrópica
[ACTH], hormona foliculoestimulante [FSH], hormona luteinizante [LH], hormona antidiurética
[ADH], oxitocina, interleucinas y varios factores de crecimiento) son liberadas en la circulación,
se disuelven con facilidad en la sangre y, en general, no requieren proteínas de transporte
especiales

 Esteroides. Compuestos derivados del colesterol sintetizados y secretados por las células de
los ovarios, los testículos y la corteza suprarrenal. Estas hormonas (esteroides gonadales y
corticosuprarrenales) se liberan en el torrente sanguíneo y se transportan a las células diana
con la ayuda de las proteínas plasmáticas o proteínas transportadoras especializadas, como la
proteína fijadora de andrógenos.

 Análogos de aminoácidos y ácido araquidónico y sus derivados, que incluyen las


catecolaminas (noradrenalina y adrenalina - derivados de fenilalanina/tirosina) y las
prostaglandinas, las prostaciclinas y los leucotrienos (derivados del ácido araquidónico) que
son sintetizados y secretados por muchas neuronas, así como por una variedad de células,
incluso las células de la médula suprarrenal

Receptores hormonales
El primer paso en la acción de la hormona sobre la célula diana es su unión a un receptor
hormonal específico. Sin embargo, estudios recientes indican que algunas hormonas participan en
respuestas no mediadas por receptor. Las hormonas interactúan con sus receptores expuestos en
la superficie de la célula diana o dentro de su citoplasma o núcleo. En general, se han identificado
dos grupos de receptores hormonales:

 Receptores de la superficie celular que interactúan con las hormonas peptídicas o las
catecolaminas que no pueden penetrar la membrana celular. La activación de estos receptores
como resultado de la unión con la hormona, rápidamente genera grandes cantidades de
moléculas intracelulares pequeñas denominadas segundos mensajeros. Estas moléculas
amplifican la señal iniciada por la interacción hormona-receptor y son producidas por la
activación de las proteínas G asociadas con la membrana (llamadas así por la capacidad de
hidrolizar trifosfato de guanosina [GTP])
Los ejemplos de estos sistemas incluyen el sistema adenilato ciclasa/adenosín monofosfato
cíclico (cAMP) (para la mayoría de las hormonas proteicas y las catecolaminas), el sistema
guanilil ciclasa/ monofosfato de guanosina cíclica (cGMP) (un sistema antagónico de la acción
del cAMP en algunas hormonas proteicas), el sistema tirosina cinasa (para la insulina y el
factor de crecimiento epidérmico [EGF]), el sistema fosfatidilinositol (para ciertas hormonas
como la oxitocina, la hormona liberadora de gonadotrofina [GnRH], la angiotensina II y los
neurotransmisores como la adrenalina) y la activación de los conductos iónicos (para la
mayoría de los neurotransmisores).

 Receptores intracelulares, que están ubicados dentro de la célula, son utilizados por las
hormonas esteroides, las hormonas tiroideas y las vitaminas A y D (fg. 21-3b). Las hormonas
esteroides y las vitaminas A y D pueden penetrar con facilidad las membranas plasmática y
nuclear. En ausencia de la hormona, los receptores esteroides para los glucocorticoides y los
gonadocorticoides (andrógenos suprarrenales) residen en el citoplasma, mientras que los
receptores de estrógeno y progesterona están ubicados en el núcleo. Los receptores inactivos
no ocupados para las hormonas tiroideas y las vitaminas A y D también residen en el núcleo.

Regulación de la secreción hormonal y mecanismo de retrocontrol La


regulación de la función hormonal está a cargo de los mecanismos de
retrocontrol.
La producción hormonal con frecuencia está regulada por mecanismos de retrocontrol del órgano
diana. En general, el retrocontrol ocurre cuando la respuesta a un estímulo (acción de una
hormona) tiene un efecto sobre el estímulo original (célula secretora de hormonas). La naturaleza
de esta respuesta determina el tipo de retrocontrol. Se reconocen dos tipos de retrocontrol: el
retrocontrol negativo ocurre cuando la respuesta disminuye el estímulo original y es mucho más
común que el retrocontrol positivo, el cual ocurre cuando la respuesta aumenta el estímulo
original.

Hipófisis (glándula pituitaria)


La hipófisis y el hipotálamo, la porción del encéfalo a la cual se une la hipófisis, están morfológica y
funcionalmente vinculados en el control endocrino y neuroendocrino de otras glándulas
endocrinas.

Debido a que desempeñan papeles centrales en una variedad de sistemas reguladores de


retrocontrol, con frecuencia se denominan órganos maestros del sistema endocrino. En el pasado,
el control de la secreción hipofisaria efectuada por el hipotálamo se consideraba la función
principal del sistema neuroendocrino. Sin embargo, el campo de la neuroendocrinología hoy se ha
expandido para comprender múltiples interacciones recíprocas entre el sistema nervioso central
(SNC), el sistema nervioso autónomo (SNA), el sistema endocrino y el sistema inmunitario en la
regulación de la homeostasis y las respuestas conductuales a los estímulos ambientales. Por
ejemplo, los ejes neuroendocrinos en el mantenimiento del homeostasis energética se
comentaron en el capítulo 9 (tejido adiposo).

La hipófisis es una glándula endocrina compuesta del tamaño de un guisante que pesa 0,5g en los
hombres y 1,5g en las mujeres multíparas (es decir, una mujer que ha dado a luz dos veces o más).
Se ubica en forma central en la base del cerebro y ocupa una depresión del hueso esfenoides con
forma de silla de montar denominada silla turca. Un pedículo corto, el infundíbulo, y una red
vascular conectan la hipófisis con el hipotálamo. La hipófisis posee dos componentes funcionales

• Lóbulo anterior (adenohipófisis), que es el tejido epitelial glandular.


• Lóbulo posterior (neurohipófisis), que el tejido nervioso secretor.
Estas dos porciones tienen diferente origen embrionario.

Desarrollo de la hipófisis
a. La hipófisis se desarrolla a partir de dos estructuras diferentes: un divertículo ectodérmico del
piso de la orofaringe (bolsa de Rathke) y una extensión descendente del neuroectodermo del piso
del diencéfalo. Esta ilustración muestra la relación entre estas dos estructuras en un embrión de 6
semanas.
b. La hipófisis a las 10 semanas de desarrollo muestra tejido ectodérmico desde la orofaringe en
estrecha proximidad con el tejido nervioso. La bolsa de Rathke está cerca de perder su conexión
con la orofaringe.
c. Las células de la bolsa de Rathke se dividen y se diferencian con rapidez en la porción distal y
rodean el infundíbulo, el cual, junto con la porción nerviosa, forma el lóbulo posterior de la
hipófisis derivado del neuroectodermo.

Irrigación
El conocimiento sobre la inusual irrigación de la hipófisis es
importante para entender sus funciones. La hipófisis está irrigada por dos grupos de
vasos:
• Arterias hipofisarias superiores, que irrigan la porción tuberal, la eminencia media y el
tallo infundibular. Estos vasos se originan a partir de las arterias carótidas internas y
de la arteria comunicante posterior del polígono de Willis.

• Arterias hipofisarias inferiores, que irrigan principalmente la porción nerviosa. Estos


vasos se originan exclusivamente en las arterias carótidas internas. Una observación
funcional importante es que la mayor parte del lóbulo anterior de la hipófisis no posee
una irrigación arterial directa

El sistema porta hipotalamohipofisario provee el enlace crucial entre el hipotálamo y la


hipófisis. Las arterias que irrigan la porción tuberal, la eminencia media y el tallo
infundibular dan origen a capilares fenestrados (el plexo capilar primario). Estos capilares
drenan en venas porta, denominadas venas porta hipofisarias, que transcurren a lo largo
de la porción tuberal y dan origen a una segunda red de capilares sinusoidales fenestrados
(el plexo capilar secundario). Este sistema vascular transporta las secreciones
neuroendocrinas de las neuronas hipotalámicas desde sus sitios de liberación en la
eminencia media y el tallo infundibular directamente hasta las células de la porción distal.
La mayor parte de la sangre de la hipófisis drena en el seno cavernoso en la base del
diencéfalo y después en la circulación sistémica.
Sin embargo, algunos datos señalan que la sangre puede fluir a través de pequeñas venas
porta desde la porción distal hasta la porción nerviosa y desde ahí puede continuar hacia
el hipotálamo. Estas comunicaciones cortas proveen una vía mediante la cual las
hormonas del lóbulo anterior de la hipófisis podrían ejercer un retrocontrol directo sobre
el encéfalo sin tener que completar todo el circuito de la circulación sistémica.

Inervación
Los nervios que ingresan en el tallo infundibular y la porción nerviosa desde los núcleos
hipotalámicos son componentes del lóbulo posterior de la hipófisis (v. más adelante la
sección sobre neurohipófisis). Los nervios que ingresan en el lóbulo anterior de la hipófisis
son fibras posganglionares del sistema nervioso autónomo y tienen función vasomotora.

Adenohipófisis
El lóbulo anterior de la hipófisis regula otras glándulas endocrinas y algunos tejidos no
endocrinos. La mayor parte del lóbulo anterior de la hipófisis posee la organización típica
del tejido endocrino. Las células están organizadas en grupos y cordones separados por
capilares sinusoidales fenestrados de diámetro bastante grande. Estas células responden a
señales del hipotálamo y sintetizan y secretan varias hormonas hipofisarias. Cuatro
hormonas del lóbulo anterior, la hormona adrenocorticotrópica (ACTH), la hormona
tiroestimulante o tirotrófica (TSH tirotrofina), la hormona foliculoestimulante (FSH) y
hormona luteinizante (LH), reciben el nombre de hormonas tróficas debido a que regulan
la actividad de las células en otras glándulas endocrinas a lo largo del cuerpo. Las dos
hormonas restantes del lóbulo anterior, la hormona del crecimiento (GH) y la prolactina
(PRL), no son consideradas tróficas dado que actúan en forma directa sobre órganos diana
que no son endocrinos.

Porción distal
Las células dentro de la porción distal varían en tamaño, forma y propiedades tintoriales. Las
células dentro de la porción distal están dispuestas en cordones y nidos con capilares
entremezclados. El fundamento de las primeras descripciones de las células dentro de la porción
distal radicaba sólo en las propiedades tintoriales de las vesículas de secreción dentro de las
células.
Mediante el uso de mezclas de colorantes ácidos y básicos (fg. 21-7), los histólogos identificaron
tres tipos de células de acuerdo con su reacción tintorial, a saber, basófilas (10%), acidófilas (40%)
y cromófobas (50%). Sin embargo, esta clasificación no contiene información respecto de la
actividad secretora hormonal o del rol funcional de estas células.
Porción distal
Las células dentro de la porción distal varían en tamaño, forma y propiedades tintoriales.
Las células dentro de la porción distal están dispuestas en cordones y nidos con capilares
entremezclados. El fundamento de las primeras descripciones de las células dentro de la
porción distal radicaba sólo en las propiedades tintoriales de las vesículas de secreción
dentro de las células.
Mediante el uso de mezclas de colorantes ácidos y básicos, los histólogos identificaron
tres tipos de células de acuerdo con su reacción tintorial, a saber, basófilas (10%),
acidófilas (40%) y cromófobas (50%). Sin embargo, esta clasificación no contiene
información respecto de la actividad secretora hormonal o del rol funcional de estas
células.
En la porción distal, mediante las reacciones inmunocitoquímicas se identifican cinco tipos
celulares funcionales. Todas las hormonas conocidas del lóbulo anterior de la hipófisis son
pequeñas proteínas o glucoproteínas.

 Somatotrofas (células GH) que se encuentran más comúnmente dentro de la porción


distal y constituyen alrededor del 50% de las células parenquimatosas en el lóbulo anterior
de la hipófsis. Estas células ovoides de tamaño mediano, exhiben núcleos redondeados
ubicados en forma central y producen la hormona del crecimiento (GH; somatotrofina).
Tres hormonas regulan la liberación de GH desde las células somatotrofas. Dos de estas
hormonas son hormonas liberadoras hipotalámicas de efectos opuestos: la hormona
liberadora de hormona del crecimiento (GHRH), que estimula la liberación de GH de las
células somatotrofas y la somatostatina, que inhibe la liberación de GH por estas células.
Recientemente, en el estómago se aisló una tercera hormona, un péptido de 28
aminoácidos llamado grelina.

 Lactotrofas (células PRL, mamotrofas) que constituyen entre el 15% y el 20% de las
células parenquimatosas en el lóbulo anterior de la hipófisis. Éstas son células poliédricas
grandes, con núcleos ovoides que producen prolactina (PRL).
.La secreción de PRL está bajo el control inhibidor de la dopamina, la catecolamina
producida por el hipotálamo. Sin embargo, se sabe que la hormona liberadora de
tirotrofna (TRH) y el péptido inhibidor vasoactivo (VIP) estimulan la síntesis y la secreción
de PRL. Durante el embarazo y la lactancia, estas células sufren hipertrofa e hiperplasia y
determinan que la hipófsis incremente su tamaño. Estos procesos son la causa del mayor
tamaño de la hipófsis en las mujeres multíparas.

 Corticotrofas (células ACTH) también constituyen entre el 15% y el 20% de las células
parenquimatosas del lóbulo anterior de la hipófsis. Estas células poliédricas de tamaño
mediano, con núcleos redondeados y excéntricos, producen una molécula precursora de
la hormona adrenocorticotrófica (ACTH) conocida como proopiomelanocortina (POMC).
La liberación de ACTH es regulada por la hormona liberadora de corticotrofina (CRH)
producida por el hipotálamo.

 Gonadotrofas (células FSH y LH) que constituyen alrededor del 10% de las células
parenquimatosas del lóbulo anterior de la hipófisis. Estas células ovoides pequeñas con
núcleos redondeados y excéntricos producen la hormona luteinizante (LH) y la hormona
foliculoestimulante (FSH). La liberación de FSH y LH es regulada por la hormona liberadora
de gonadotrofina (GnRH) producida por el hipotálamo. Tanto la FSH como la LH
desempeñan un importante papel en los sistemas genitales masculino y femenino

 Tirotrofas (células TSH) que constituyen alrededor del 5% de las células parenquimatosas
del lóbulo anterior de la hipófsis. Estas células poliédricas grandes con núcleos
redondeados y excéntricos, producen la hormona tirotrófca denominada hormona
estimulante del tiroides (TSH), la cual actúa sobre las células foliculares de la glándula
tiroides para estimular la producción de la tiroglobulina y de hormonas tiroideas.
La liberación de TSH se encuentra bajo el control hipotalámico de la hormona liberadora
de tirotrofina (TRH), que también estimula la secreción de PRL. La somatostatina posee un
efecto inhibidor sobre las células tirotrofas y reduce la secreción de TSH.

Además de los cinco tipos de células productoras de hormonas, el lóbulo anterior de la hipófsis
contiene células foliculoestrelladas.
 Las células foliculoestrelladas que están presentes en el lóbulo anterior de la hipófsis se
caracterizan por su aspecto de estrella con evaginaciones citoplasmáticas que rodean las
células productoras de hormonas. Tienen la capacidad de formar cúmulos celulares o
folículos pequeños y no sintetizan hormonas.
Porción Intermedia
La porción intermedia rodea una serie de pequeñas cavidades quísticas que son restos de la luz de
la bolsa de Rathke. Las células parenquimatosas de la porción intermedia rodean los folículos
llenos de coloide. Las células que revisten estos folículos parecen derivar de las células folículo
estrelladas o de varias células secretoras de hormonas.

La función de las células de la porción intermedia en los seres humanos no está aún dilucidada. No
obstante, de los estudios de otras especies se sabe que las células basófilas poseen vesículas
dispersas en su citoplasma que contienen a-endorfina o b-endorfina (un compuesto relacionado
con la morfina). En las ranas, las células basófilas producen hormonas estimulantes de melanocitos
(MSH), que estimulan la producción de pigmentos en los melanocitos y la dispersión de pigmentos
en los melanóforos.
Debido a que en la porción intermedia humana hay una cantidad reducida de MSH, se considera
que las células basófilas de esta porción son corticotrofas.

Porción tuberal
La porción tuberal es una extensión del lóbulo anterior a lo largo del infundíbulo con forma de
tallo. La porción tuberal es una región muy vascularizada que contiene venas del sistema
hipotalamohipofisario. Las células parenquimatosas están dispuestas en cúmulos o cordones
pequeños en asociación con los vasos sanguíneos. En esta región hay nidos dispersos de células
pavimentosas y pequeños folículos revestidos con células cúbicas. Estas células con frecuencia
muestran inmunorreactividad para ACTH, FSH, y LH.

Lóbulo posterior de la hipófisis (neurohipófisis)


El lóbulo posterior de la hipófisis es una extensión del sistema nervioso central (SNC) que
almacena y libera productos de secreción sintetizados en el hipotálamo. El lóbulo posterior de la
hipófisis, también conocido como neurohipófsis, consiste en la porción nerviosa y el infundíbulo
que la conecta con el hipotálamo.

La porción nerviosa, el lóbulo nervioso de la hipófisis, contiene los axones amielínicos y sus
terminaciones nerviosas de alrededor de 100000 neuronas neurosecretoras cuyos somas se
ubican en los núcleos supraópticos y los núcleos paraventriculares del hipotálamo. Los axones
forman el tracto hipotalamohipofisario y son únicos en dos aspectos. En primer lugar, no terminan
en otras neuronas o células diana sino que lo hacen en estrecha proximidad con la red capilar
fenestrada de la porción nerviosa. En segundo lugar, las neuronas contienen vesículas de secreción
en todas sus partes (es decir, el soma, el axón y el telodendrón).

Debido a su intensa actividad secretora, las neuronas poseen corpúsculos de Nissl bien
desarrollados y en este aspecto se parecen a las células de la asta ventral y a las células
ganglionares. El lóbulo posterior de la hipófisis no es una glándula endocrina. En cambio, es un
sitio de almacenamiento para las neurosecreciones de las neuronas de los núcleos supraóptico y
paraventricular del hipotálamo. Los axones amielínicos transportan productos neurosecretores
hacia la porción nerviosa.
En la porción nerviosa existen tres tamaños de vesículas limitadas por membrana:

 Vesículas de neurosecreción con diámetros que oscilan entre 10nm y 30nm que se
acumulan en las terminaciones axónicas. También forman acumulaciones que dilatan
porciones de los axones cerca de las terminales. Estas dilataciones, denominadas cuerpos
de Herring son visibles con el microscopio óptico

 Las terminaciones nerviosas también contienen vesículas de 30nm con acetilcolina. Estas
vesículas desempeñarían un papel específico en la liberación de las vesículas de
neurosecreción.

 Las vesículas más grandes, de entre 50nm y 80nm, que se asemejan a las vesículas de
núcleo denso de la médula suprarrenal y de las terminaciones nerviosas adrenérgicas,
están presentes en la misma terminal que las vesículas limitadas por membrana. Las
vesículas de neurosecreción limitadas por membrana que se agrupan para formar los
cuerpos de Herring, contienen oxitocina u hormona antidiurética (ADH; también llamada
vasopresina)
Cada vesícula también contiene ATP y neurofisina, una proteína que se une a la hormona
por enlaces no covalentes

El nombre original de la ADH, vasopresina, proviene de la observación de que grandes


dosis no fisiológicas aumentan la presión arterial porque favorecen la contracción del
músculo liso en pequeñas arterias y arteriolas. Sin embargo, las concentraciones
fisiológicas de ADH sólo tienen efectos mínimos sobre la presión arterial. La ADH es la
hormona principal que participa en la regulación del homeostasis hídrica y la Osmolaridad
de los líquidos corporales. El efecto fisiológico primario de la ADH en el riñón es la
inserción de conductos acuosos (acuaporinas) en las células de los túbulos contorneados
distales y de los conductos colectores, lo que incrementa la permeabilidad al agua
Hipotálamo
El hipotálamo está ubicado en el medio de la base del cerebro y rodea la porción ventral del tercer
ventrículo. Coordina la mayoría de las funciones endocrinas del cuerpo y sirve como uno de los
principales centros de control del sistema nervioso autónomo. Algunas de las funciones que regula
incluyen la presión arterial, la temperatura corporal, el equilibrio de líquidos y electrolitos, el peso
corporal y el apetito. El hipotálamo sintetiza una gran cantidad de productos de neurosecreción.
Además de oxitocina y ADH, las neuronas hipotalámicas secretan polipéptidos que promueven e
inhiben la secreción y liberación de hormonas desde el lóbulo anterior de la hipófisis.

Estos polipéptidos hipotalámicos también se acumulan en las terminaciones nerviosas cercanas a


la eminencia media y al tallo infundibular y son liberados en el lecho capilar del sistema porta
hipotalamohipofisario para su transporte hacia la porción distal de la hipófisis.

Un sistema de retrocontrol regula la función endocrina en dos niveles: la producción hormonal en


la hipófisis y la producción de hormonas liberadoras en el hipotálamo. La concentración circulante
de un producto de secreción específico de un órgano diana, una hormona o su metabolito, puede
actuar en forma directa sobre las células del lóbulo anterior de la hipófisis o el hipotálamo para
regular la secreción. de las hormonas liberadoras hipotalámicas bajo el nombre de “glándula
tiroides” para obtener un ejemplo del circuito de retrocontrol hipotálamo-hipófisis-tiroides). Los
dos niveles de retrocontrol permiten una sensibilidad exquisita en el control de la función
secretora. La hormona misma regula la actividad secretora de las células en el hipotálamo y la
hipófisis que regulan su secreción.

Hormonas reguladoras

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