Estado Madurativo

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 5

Estado madurativo

Hoy escribo sobre algo de vital importancia cuando se trabaja con el deporte base como lo es el
estado madurativo de los deportistas. Un aspecto a tener en cuenta es la diferencia entre edad
biológica y edad cronológica que podemos encontrar en un deportista joven: la edad cronológica
es de la que hablamos siempre, el tiempo desde el día de nacimiento hasta la actualidad; la edad
biológica tiene que ver con la madurez fisiológica. Como sabéis, niños de una misma edad
cronológica (13 años por ejemplo) pueden tener una edad biológica diferente (uno 12 años
mientras que el otro “ha desarrollado” más rápidamente y tiene 14 años). Esto suele ocurrir en el
deporte base. En todos los equipos pueden verse, sobre todo a estas edades de 12 a 16 años,
niños y niñas que, teniendo la misma edad, aparentan una muy distinta.

El Peak Height Velocity (PHV) es el momento en el tiempo en el que una persona aumenta de
manera considerable su crecimiento. Suele ocurrir justo antes de la pubertad. En niños a menudo
ocurre en la edad de 14 años y en las niñas a los 12. La altura máxima normalmente se alcanza a
los 18 años los chicos y a los 16 las chicas. Como veis, las niñas maduran fisiológicamente unos dos
años antes que los niños. Hay que tener en cuenta que esto sólo es orientativo, ya que
precisamente de esto estamos hablando hoy, de las variaciones personales que pueden darse en
estos procesos de crecimiento, por lo que pueden darse casos de personas que sigan creciendo
hasta los 20 o 21 años.

En cuanto al peso, sigue una evolución similar a la altura, aunque ligeramente retrasada (medio
año aproximadamente). Es decir, primero se crece en altura y unos meses después se gana el peso
que compensa esa ganancia en altura. Una diferencia entre géneros la encontramos en el
crecimiento muscular, que aumenta paralelamente al peso hasta la pubertad, momento en el que
los chicos experimentan un pico debido a la testosterona (hormona eminentemente masculina). El
pico de crecimiento de la masa muscular ocurre en chicos entre los 18 y 25 años y en chicas entre
los 16 y 20. La testosterona para los chicos y los estrógenos para las chicas son las que determinan
que, una vez alcanzada la madurez, las mujeres tengan relativamente a su peso un 10% más de
masa grasa que los hombres. Por otro lado tenemos el sistema nervioso: el equilibrio, la agilidad y
la coordinación mejoran conforme lo hace este sistema, por tanto, los movimientos más rápidos y
precisos no se desarrollan completamente hasta que se produce la completa mielinización de las
fibras nerviosas, lo que acelera la velocidad de transmisión de los impulsos eléctricos. Recordemos
que la mielina es una sustancia que forma parte de los axones de las neuronas, que es aislante a la
electricidad, permitiendo, de esta manera, que los impulsos nerviosos “salten” del espacio que hay
entre una vaina de mielina a otro, permitiendo una conducción eléctrica más rápida. La
mielinización ocurre sobre todo durante la niñez pero se mantiene hasta más allá de la pubertad.
¿Por qué es importante todo esto de la madurez?

Porque la medida de la madurez podría aplicación específica en la clasificación de los niños para
practicar deporte durante la adolescencia. Es decir, ¿no sería más idóneo formar grupos en
función de la edad biológica de los niños? El nivel seguramente sería más parejo, con posibilidades
de éxito semejante en las tareas.

Saber el estado madurativo es el punto de partida para saber en qué medida el ejercicio físico
influye en la maduración del niño y también para saber cómo afecta un estado madurativo al
rendimiento del niño.

Al conocer el PHV y el estado madurativo de un niño podemos tener una idea sobre el potencial de
crecimiento de dicho niño, lo que tendría una especial aplicación a la hora de detección de
talentos.

Enlazando con la idea anterior que relaciona estado madurativo y detección de talentos, podría
ser que un niño destaque en un deporte simplemente por haber alcanzado el 95% de su desarrollo
total y, por tanto, ser fisiológicamente superior al resto de compañeros. Ante esta situación podría
caerse en el error de seleccionarlo como talento, sin tener en cuenta el potencial de crecimiento
que aún le resta, y que podría ser insuficiente en el rendimiento de élite. O esta misma idea, al
contrario: un niño con retraso en su edad biológica respecto a la cronológica que, a pesar de ser
tener un buen bagaje técnico y táctico, no destaca porque sus compañeros son físicamente más
fuertes, lo que hace que no sea seleccionado como un talento, pero que en un par de años podría
igualarse o incluso superar físicamente a sus compañeros.

Hemos hecho un breve repaso sobre el desarrollo, el crecimiento y la madurez, sin tener en cuenta
el sistema cardiorrespiratorio o los sistemas metabólicos. Queda “mucha tela que cortar” aún
sobre este tema, pero la idea era dar una visión general sobre lo que vemos a simple vista del
estado madurativo en los deportistas jóvenes y sus consecuencias o aplicaciones. En los próximos
días escribiré otra entrada donde contaré cómo se le puede dar aplicación práctica a este asunto.

Referencias:

Kenney, WL., Wilmore, JH., & Costill, DL. (2012). Physiology of sport and exercise. Estados Unidos:
Human Kinetics.
Método para estimar los años desde el PHV (madurez)

En la entrada anterior hicimos un repaso general sobre la evolución madurativa en lo que a


tamaño se refiere. Hablamos de edad biológica. Un método preciso para hallar la edad biológica es
mediante el cálculo de la edad ósea. Normalmente este método no estará a nuestro alcance y es
costoso. Por eso, os presento una alternativa que he conocido este año a través del Minor in Sport
Performance and Enhancement que estoy estudiando en Nijmegen (Holanda) y he utilizado en un
equipo de baloncesto sub-16. Básicamente lo que hace es estimar la “maturity offset”, que viene a
ser el estado madurativo de los niños (tiempo en años desde el PHV) usando variables
antropométricas (altura, altura sentado, longitud de piernas y peso). Recordemos que el PHV
(Peak Height Velocity) es el momento de la vida de un individuo en el que su tasa de crecimiento
aumenta considerablemente (sin tener en cuenta los primeros años de vida, ya que a la edad de 2
años los niños a menudo miden la mitad de la que será su altura adulta). Esto suele ocurrir justo
antes o durante la pubertad.

Para llevar a cabo esta estimación hará falta, como ya he dicho, saber algunos parámetros
antropométricos (todos en centímetros): altura, altura sentado (desde el extremo superior de la
cabeza hasta el plano de sustentación) y longitud de las piernas (resultante de restar la altura
sentado a la altura). También hay que saber el peso (Kg) y la fecha de nacimiento de los
deportistas. Es importante realizar las mediciones rigurosamente con una técnica de medida
adecuada para que los resultados sean lo más válidos y fiables posible. Para aplicar las fórmulas
hay que saber la edad exacta a día de la medición de las variables antropométricas. Ésta se obtiene
de: ((día del mes las mediciones – día de nacimiento) / 365) + ((mes de las mediciones – mes de
nacimiento) / 12) + (año de las mediciones – año de nacimiento). Tras saber estos datos, sólo
quedaría aplicar las siguientes fórmulas aportadas por Mirwald et al. (2002).

En chicos:

Maturity offset= -9,236 + 0,0002708 x (Longitud de piernas x Altura sentado) – 0,001663 x (Edad x
Longitud de piernas) + 0,007216 x (Edad x Altura sentado) + 0,02292 x (Peso / Altura x 100).

Según los autores, esta fórmula presentó un R = 0,94 (R2 = 0,891).

En chicas:
Maturity offset= -9,376 + 0,0001882 x (Longitud de piernas x Altura sentado) + 0,0022 x (Edad x
Longitud de piernas) + 0,005841 x (Edad x Altura sentado) – 0,002658 x (Edad x Peso) + 0,07693 x
(Peso/Altura x 100).

Para la fórmula de las chicas R = 0,94 (R2 = 0,890).

Los autores del artículo dicen que el estado madurativo puede ser estimado con un error de ±1
año en el 95% de los casos, lo que sería suficiente para llevar a cabo una clasificación de estado
madurativo. Hay que tener en cuenta la dificultad del asunto, puesto que no hay ningún método
infalible ni cien por cien preciso. Además otros métodos requieren de unos recursos y un material
del que en la gran mayoría de ocasiones no dispondremos. Por tanto, considero este método
como muy útil para tener una idea del estado madurativo de nuestros deportistas.

Aquí os dejo la tabla del equipo de baloncesto sub-16 en el que he aplicado el método. El PHV se
obtiene de restar el resultado de "maturity offset" a la edad calculada. Así obtenemos la edad a la
que el deportista tuvo (o tendrá, si el resultado de "maturity offset" es negativo) el PHV. En este
caso, todos los jugadores han pasado el PHV (porque el resultado de “maturity offset” son
números positivos), pero los datos remarcados en color verde señalan a los jugadores que lo han
superado hace menos de un año, por lo que su velocidad de crecimiento aún debe de ser
importante. En cambio, al final de la tabla aparecen jugadores que tuvieron el PHV hace más de 2
años. De estos deportistas no se espera mucho más crecimiento.

Como veis en esta gráfica, en el mismo equipo tenemos, por ejemplo, a Steff, cuyo estado
madurativo es muy superior a la media (en años), y a Martijn, que recientemente ha pasado su
PHV. Ya en la anterior entrada mencioné algunas de las aplicaciones prácticas que podía tener este
hecho.

Esto es todo en esta entrada, espero que os haya gustado, que la apliquéis y que me dejéis saber
qué tal os ha ido.
Referencias:

Mirwald, R. L., Baxter-Jones, A., Bailey, D. A., & Beunen, G. P. (2002). An assessment of maturity
from anthropometric measurements. Medicine and Science in Sports and Exercise, 34(4), 689-694.

Kenney, WL., Wilmore, JH., & Costill, DL. (2012). Physiology of sport and exercise. Estados Unidos:
Human Kinetics.

También podría gustarte