Proceso de Cementacion
Proceso de Cementacion
Proceso de Cementacion
La cementación es la precipitación de un metal desde una solución acuosa, que se produce por
efecto de la presencia de otro metal. En este proceso el metal precipitado usualmente se
deposita o "cementa" sobre el metal añadido.
El proceso se basa en el potencial de electrodo que tengan los metales involucrados. El metal
con potencial de electrodo más alto, tiene mayor tendencia a la oxidación, y pasará a la
solución desplazando al metal que tenga un menor potencial positivo.
Lo anterior ocurrirá de este modo siempre y cuando las soluciones sean diluidas y el ión del
metal no se encuentre formando complejo. Cuando hay complejos involucrados, los datos de
potencial de electrodo pueden cambiar drásticamente.
Una vez obtenidas las soluciones de lixiviación ricas en cobre, éstas son sometidas al proceso
de cementación con hierro haciendo uso de las técnicas y alternativas que se indican a
continuación.
Precipitación con bateas o canaletas gravitacionales
De esta forma y por efecto de la pendiente de la batea, las soluciones escurren hacia el
extremo de menor altura, manteniendo un contacto permanente con la chatarra, logrando que
se produzca la cementación.
Cabe recordar que por efectos de eficiencia del sistema, se requiere un flujo continuo y una
velocidad de escurrimiento suficiente para que el consumo de chatarra no aumente, ya que a
mayor tiempo de cementación, aumenta considerablemente los requerimientos de chatarra.
Estos equipos fueron desarrollados en Alemania en la década del 60, y se les conoce como
"fall-trommels". En Chile, fueron utilizados en la Mina La Cascada entre los años 1972 y 2000, y
en Mantos Blancos desde 1991 a 1996.
Cada reactor de estos equipos está formado por una botella de acero cilíndrica, cerrada y con
un extremo semi-esférico. Su capacidad alcanza a los 33 metros cúbicos y tiene un eje
inclinado a unos 25 grados por encima de la horizontal. A su vez, el reactor cuenta con los
mecanismos necesarios para rotar lentamente sobre el eje a unas 0,3 rpm, similar a la rotación
que mantienen los camiones que transportan cemento.
La gran ventaja de estos reactores en relación al uso de las bateas, es que logran mantener la
chatarra en movimiento permanente, con lo que el cobre depositado se despega
continuamente, generando nuevas superficies de precipitación y pudiendo así alcanzar grandes
rendimientos.
Precipitación con equipos rotatorios continuos
A partir de los diseños originales de lo alemanes, en los años 60 se desarrolló en Chile una
serie de reactores cilíndricos, pero horizontales, de diversas dimensiones, inicialmente hechos
de madera y con sistemas de movimiento similares a los de un molino de bolas, que giran
sobre su eje a una frecuencia muy baja, correspondiente a una vuelta por cada 3 a 5 minutos.