“¡Lo siento, chicos!

Se nos acabaron los Playstations – esto es todo lo que nos

queda…

“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a

otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la
unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la
medida de la estatura de la plenitud de Cristo…” (Efesios 4:11-13, RVR1960)

INTRODUCCIÓN:

Hermano, Hermana: Te doy la bienvenida a este curso cuatrimestral en el Instituto

de Aprendizaje Vida Abundante (IAVA).

En este curso estudiaremos acerca de lo que enseña la Palabra de Dios, en relación

a los DONES ESPIRITUALES o Dones del Espíritu Santo, como también son
llamados.

Es lógico suponer que en un tema tan extenso tendremos que enfocarnos, la mayor
parte del tiempo en lo que dicen las Sagradas Escrituras. Sin embargo también
estudiaremos diversas posturas doctrinales tomadas de la experiencia espiritual
que varios “comentaristas bíblicos” han tenido en sus encuentros devocionales con
el Espíritu de Dios.

Nos adentraremos en lo que quiere decir la Biblia en relación a tres tipos de

manifestaciones espirituales que menciona la Primara Carta a los Corintios, en su
capítulo doce; ya que se habla de dones, ministerios y operaciones. Para esto, sin tener

1
necesidad de aprender griego, conoceremos por medio del Diccionario de Strong, lo
que el Apóstol Pablo quiso decir con estas tres palabras, en el idioma original del
Nuevo Testamento.

También estudiaremos, de acuerdo a la Palabra de Dios, un don llamado

técnicamente glosolalia o xenoglosia, esto es “el Don de Lenguas”. ¿Qué es en
realidad este don? ¿Cómo se manifestó en los tiempos de la iglesia primitiva?
¿Existe este don en la actualidad?

Otro asunto importante que estudiaremos, tiene que ver con la necesidad de que
cada cristiano “conozca” el don que ha recibido de parte de Dios, en el momento de
haber sido sellado con el Espíritu Santo de la Promesa (Efesios 1:13, RVR1960).

Finalmente, estudiaremos de que manera los dones que cada hijo de Dios posee
han sido provistos por Nuestro Padre Celestial para la edificación del Cuerpo de
Cristo que es la Iglesia (1 Corintios 12), y los pondremos a trabajar.

DEFINICIÓN:

Lo primero que tenemos que hacer es definir la palabra DON. Después

definiremos la frase DON ESPIRITUAL.

La RAE define la palabra DON, de la siguiente manera: Dádiva, regalo o presente

(material o inmaterial), en especial el que un ser superior hace a alguien.

Otra definición de la RAE es la siguiente: Cualidad o habilidad que alguien posee.

La International Standard Bible Encyclopedia dice lo siguiente con respecto a la

definición de “dones espirituales”: La palabra charisma (χαρίσμα), con una única
excepción (1 Pedro 4:10), ocurre en el Nuevo Testamento solamente en las
Epístolas Paulinas, y en la forma plural (charismata) es empleada en un sentido
técnico para denotar a los dones extraordinarios del Espíritu otorgados a los Cristianos
para equiparlos para el servicio de la iglesia.

De manera que, una buena definición para dones espirituales sería: los regalos que
Dios da a sus hijos cuando reciben a Cristo en su corazón, y que ellos utilizan para
el crecimiento y la edificación de Su Iglesia.

LOS DONES ENUMERADOS EN LA BIBLIA.

En la Palabra de Dios hay varias listas de Dones del Espíritu. Leeremos los pasajes,
destacaremos los dones, y finalmente, estudiaremos los dones presentados, uno
por uno.

2
“De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si
el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el
que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte,
con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con
alegría.” (Romanos 12:6-8, RVR 1960; énfasis añadido).

El don de Profecía: (προφητεία; prophetēia) (Romanos 12:6; 1 Corintios 12:10; 1

Corintios 12:28-29), bajo este don, podría ser incluida la exhortación (Romanos 12:8;
compárese con 1 Corintios 14:3). El don de Profecía fue otorgado en Pentecostés a
la Iglesia en su conjunto (Hechos 2:16, ss), pero en una medida particular sobre
ciertos individuos que fueron conocidos de forma distintiva como profetas. Solo
unos pocos profetas cristianos son directamente mencionados – Judas y Silas
(Hechos 15:32), los profetas de Antioquía (Hechos 13:1), Agabo y los profetas de
Jerusalén (Hechos 11:27, ss), las Cuatro hijas de Felipe el Evangelista (Hechos 11:9).
Pero 1 Corintios muestra que había algunos de ellos en la Iglesia de Corinto; y
probablemente eran encontrados en cada comunidad Cristiana. Algunos de ellos se
movían de una iglesia a otra (Hechos 11:27, ss; Hechos 21:10). Es evidente que las
funciones del profeta deben haberse entrecruzado con las del apóstol, así que
encontramos al mismísimo Pablo descrito como un profeta, mucho tiempo antes de
haber sido llamado al apostolado (Hechos 13:1). Y aún así había una distinción
fundamental. Mientras que el apóstol, como hemos visto, era uno “enviado” al
mundo “no creyente”, el profeta era un “ministro” para la iglesia creyente (1
Corintios 14:4, 1 Corintios 14:22). Comúnmente su mensaje era uno de “edificación,
y exhortación, y consolación” (1 Corintios 14:3). Ocasionalmente era empoderado
para hacer un anuncio autoritativo de la voluntad divina en un caso particular
(Hechos 13:1 y ss). En ocasiones “aisladas” lo encontramos prediciendo un evento
futuro (Hechos 11:28; Hechos 21:10 y ss).

El don de servicio: (διακονίαν; diakonian). Esta palabra propiamente significa

servicio de cualquier tipo; (Lucas 10:40). Es usada en el cristianismo para describir
el servicio que se presta a Cristo como el Amo. Esta palabra (diakonía) es aplicada a
toda clase de ministerios en el Nuevo Testamento, mostrando que todos los que
participamos en un ministerio cristiano, somos siervos de Cristo; y es usada
particularmente para referirse a esa clase de cristianos que basados en la raíz de
esta palabra, fueron llamados diáconos, esto es, aquellos que se encargaban del
cuidado de los pobres, los que proveían para las necesidades de los enfermos, o los
que supervisaban los asuntos externos de la iglesia. En los siguientes pasajes, se
usa (la palabra diakonía) para describir el ministerio o servicio que Pablo y los otros
Apóstoles otorgaron en su trabajo público; Hechos 1:17; Hechos 1:25; Hechos 6:4;
Hechos 12:25; Hechos 20:24; Hechos 21:19; Romanos 11:13; Romanos 15:31; 2
Corintios 5:18; 2 Corintios 6:3; Efesios 4:12; 1 Timoteo 1:12.
En unos pocos lugares esta palabra (diakonía) es usada para referirse a la función

3
que los diáconos realizaban; Hechos 6:1; Hechos 11:29; 1 Corintios 16:15; 2
Corintios 11:8. En este sentido, la palabra “diácono” (διάκονος; diakonos) es más
comúnmente usada, para describir la función que se realizaba al proveer para las
necesidades de los pobres y para administrar las ofrendas de la iglesia. No es fácil
decir en qué sentido la palabra diakonía es usada aquí. Opino que el Apóstol Pablo
no se refería a aquellos que fueron apropiadamente llamados diáconos, sino a
aquellos que tenían la función del “ministerio de la Palabra”; cuya actividad era
predicar y por consiguiente, servir a las Iglesias. En este sentido la palabra es
frecuentemente usada en el Nuevo Testamento, y la conexión parece demandar la
misma interpretación aquí.

El don de la Enseñanza: (διδασκαλία; didaskalia) El don de profecía o predicación

está subdividido en “enseñanza” y “exhortación”; uno de ellos pertenece a los
“maestros” o doctores, el otro a los “pastores”; como se presenta en Efesios 4:11, no
significa que se esté hablando de diferentes oficiales (ancianos) y oficios
(ministerios), sino que se está hablando de diferentes ramas del mismo oficio; y el
talento de uno de los servidores puede inclinarse hacia uno de los oficios, y el
talento de otro servidor puede inclinarse hacia el otro oficio; y, de acuerdo a esto,
cada ministro en su predicación pondrá mayor énfasis en el don que le es más
característico: si su don es el de la enseñanza, que se ocupe constantemente en él
con toda sobriedad; es importante aclarar que la “enseñanza” no se otorga como
un don para la escuela, sino un don para la edificación de la iglesia; no es enseñar
los asuntos divinos como los hombres enseñan lógica, retórica, u otras artes y ciencias,
en la escuela; la “enseñanza” es una instrucción de la iglesia y sus miembros en las
doctrinas del Evangelio, con el propósito de establecerlos y edificarlos en su fe;
Véase 1 Corintios 12:28; principalmente reside en una forma doctrinal de predicar,
abrir, explicar y defender las doctrinas de Cristo, en distinción con la parte práctica
del ministerio de la palabra, y la administración de las ordenanzas, en las cuales el
pastor es empleado así como en esto.

El don de la exhortación: (παράκλησις; paraklēsis) Esta es la otra rama de la

profecía o predicación, la cuál es más práctica, y reside en dar una palabra de
exhortación a los santos, según el caso particular de cada uno; porque así como los
profetas eran maestros, (Hechos 13:11); también eran “exhortadores”, (Hechos
15:32); y una considerable rama del ministerio, la cuál es principalmente el trabajo
del pastor, así como es “enseñar”, también es “exhortar” a todo tipo de personas,
jóvenes y viejos, ricos y pobres, prominentes y humildes, y tenerlos bajo su
cuidado, con toda paciencia y doctrina.

El don de dar: (μεταδίδωμι; metadidōmi) Aquí inicia la subdivisión del oficio

(ministerio) del diácono en sus diversas ramas, “dar”, “presidir”, y “mostrar

4
misericordia”: “el dar” no quiere decir, dar lo nuestro, o realizar obras de caridad, lo
cual es común a todos los miembros de la iglesia, quienes deben, liberalmente
contribuir a ayudar al alivio de las necesidades de los pobres; sino impartir o
distribuir el dinero de la iglesia en la adquisición de bienes propios, lo que se debe
hacer “con simplicidad”; con toda fidelidad e integridad, sin fraude o malversación
de los bienes de la iglesia, con imparcialidad, y sin acepción de personas, liberal y
abundantemente, según el significado de la palabra aquí usada (ἁπλότης;
haplotēs); Véase 2 Corintios 8:2.

El don de presidir: (προΐ́στημι; proistēmi) Los diáconos son “los que ayudan a los
que administran”, como lo expresa 1 Corintios 12:28, quienes asisten al pastor en el
gobierno de la iglesia; su actividad tiene que ver con observar las conversaciones
de los miembros de la iglesia, y amonestar a aquellos que son rebeldes y que
caminan desordenadamente, apoyar para que se solucionen las diferencias entre
miembros, y preparar los asuntos que serán presentados ante la iglesia; un diácono
es προισταμενος (proistamenos), “uno que va antes de”; y guía a otros por medio
de su ejemplo, su conducta y su conversación; o como lo presenta la traducción
Siríaca, ‫דקאם ברישא‬, "el que permanece a la cabeza" en los asuntos de la iglesia; y
para el manejo de ella, debe usar toda su sabiduría, consideración, cuidado y
diligencia.

El don de misericordia: (ἐλεέω; eleeō) Es probable, dice Calvino, que esto se refiera
a aquellos que cuidaban a los enfermos, a los ancianos y a los necesitados; no que
les proveyeran por caridad, sino que les atendieran en sus aflicciones emocionales,
y que cuidaran de ellos. A los diáconos fue encomendado el deber de distribuir las
ofrendas, y a otros el deber de la ayuda personal. Esto difícilmente puede ser
llamado un oficio (un ministerio), en el sentido técnico de la palabra; y aun así no
es improbable que ellos fueran designados para esta actividad por la iglesia, y que
se les solicitara que la realizaran. No había hospitales ni casas de asistencia. Los
cristianos sentían que era su deber proporcionar atención personal a los enfermos;
y tan importante era su función, que fue destacándose y cobrando notoriedad en la
dirección general de la iglesia.

Contesta las siguientes preguntas:

5
 1. Define la frase dones espirituales, usando tus propias palabras.
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________
2. ¿Cualquier persona puede recibir un don espiritual? Si. No. ¿Por qué?
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________
3. ¿Para qué nos proveyó el Padre Celestial con dones espirituales?
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________
4. ¿Cuál es el pasaje en el que aparecen los primeros dones espirituales que
estamos estudiando?
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________
5. ¿Sabes cuál es tu don espiritual o te identificas con alguno de los que hemos
estudiado hasta el momento?
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________

LA SEGUNDA LISTA

La segunda lista de charismata aparece en la Primera Carta del Apóstol Pablo a los
Corintios:

“Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay

diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de
operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a
cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es
dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el
mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por
el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro,
discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro,
interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo
Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.” (1 Corintios 12:4-
11, RVR 1960; énfasis añadido).

En el pasaje anterior se destacan tres palabras que se tienen que estudiar por

6
separado, y que nos darán más luz para una mayor comprensión de este complejo
tema de los Dones Espirituales.

 DONES
 MINISTERIOS
 OPERACIONES

LOS DONES

“Ahora bien, hay diversidad de dones…” (χαρίσματα=charı́smata) de dones

espirituales, como se menciona en 1 Corintios 12:1 los cuales brotan de la gracia
gratuita, de la buena voluntad y del placer de Dios, y no son deudores a los
méritos de los hombres; y por consiguiente aquellos que tengan la mayor cantidad
de ellos (de dones) no deben alardear, como si los hubieran adquirido con sus
propios medios, o sentirse orgullosos por poseerlos; y aquellos que han recibido
una menor cantidad deben sentirse contentos y agradecidos; porque aunque los
dones son diversos, algunos hijos de Dios tienen una mayor cantidad de ellos, y
otros una menor cantidad, pero nadie posee todos (solo Nuestro Señor Jesucristo
los poseía todos); y lo más importante es que todos los creyentes poseemos alguno,
aunque no hay dos cristianos que sean idénticos en las cuestiones espirituales.

LOS MINISTERIOS

“Y hay diversidad de ministerios…” (διακονία=diakonia) estos ministerios

también son llamados oficios en la iglesia, son ministrados por diferentes personas,
como apóstoles, profetas, pastores o maestros y diáconos; los cuales fueron
empleados en plantar y formar iglesias, ordenando ancianos, predicando la Palabra,
administrando ordenanzas, y cuidando de los pobres; así que diversos dones
fueron otorgados a los creyentes, y no todos ellos tienen el mismo ministerio.

LAS OPERACIONES

“Y hay diversidad de operaciones…” (Ενεργηματων=Energematon). Son

influencias milagrosas que ejercemos en otros; como la expulsión de demonios, la
aplicación de castigos extraordinarios, como en el caso de Ananías y Safira
(Hechos, capítulo 5), o Elimas, el mago (Hechos 13), etc., la sanidad de diversas
enfermedades, la resurrección de los muertos, etc.: todos estos procedían de Dios el

7
Padre, que es la fuente de toda bondad y poder, y el proveedor inmediato de todo
don bueno y perfecto.
En los tres versículos analizados (1 Corintios 12:4-6) encontramos “más que una
referencia indirecta” a la doctrina de la sagrada Trinidad.

LOS DONES DE LA SEGUNDA LISTA

El Don de Palabra de Sabiduría: (λόγος σοφία=logos sophia)

El término palabra es la clave. Se deriva del término griego logos. Logos significa “la
materia de, el sujeto de, la esencia de.” Puesto que los dones del Espíritu son
estrictamente del Espíritu de Dios, entendemos que la palabra de sabiduría es una
expresión de Dios. No es sólo una expresión de sabiduría. La sabiduría a la cual se
refiere el autor en este versículo viene directamente de Dios. Es la sabiduría de Él.

Por tanto, a través del don de la palabra de sabiduría, el Espíritu Santo le da al

creyente un poco de la sabiduría divina.

La expresión “palabra de sabiduría” se refiere a una porción pequeña. También

aparentemente se refiere a un tipo de sabiduría especial para una necesidad
particular. Podríamos decir que es un poco de la sabiduría de Dios expresada en el
tiempo oportuno.

Explicación e ilustración de la palabra de sabiduría

Debemos comprender que la palabra de sabiduría es totalmente sobrenatural.

Pablo dice: “Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría” (1
Corintios 12:8). No se obtiene en la escuela. Tampoco porque se es sabio por
naturaleza. Se obtiene sólo por medio del Espíritu Santo.

Para ayudarnos a comprender este don, la palabra de sabiduría, haremos varias

preguntas.

¿A quién se le da la palabra de sabiduría? . . . repartiendo a cada uno en particular como

él quiere” (1 Corintios 12:11).

En cierto sentido todo creyente tiene la oportunidad de ser usado en la

manifestación de cada don. Permítame explicar. Todos los dones están en el
Espíritu. Ahora bien, si el Espíritu está en el creyente, de igual manera sus dones.
Sin embargo, la decisión de cuál don o dones el Espíritu manifiesta a través del
creyente queda enteramente bajo su discreción.

Los dones del Espíritu residen en el Espíritu Santo. Son manifestados por el
Espíritu a través del creyente; por ello se dice que son dados al creyente.

8
(Véase Mateo 22:15-22; Véase 1 Reyes 3:3-15; Véase Marcos 6:2; Hechos 6:3; 6:10)

En Hechos 15:5-27 se encuentra un ejemplo muy claro de la palabra de sabiduría. La

iglesia primitiva se enfrentaba a un problema muy serio. Se trataba de los gentiles
recién convertidos. Para tratar de solucionar el problema, los líderes de la iglesia se
reunieron con otros creyentes. Platicaron mucho sobre el problema. Algunos tenían
una idea, otros tenían otra. Finalmente habló Jacobo, uno de los líderes. Después de
su discusión, “pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia. . .”

Ahora notemos estos pasos:

Un problema serio (versículo 5).

Reunión del cuerpo de creyentes (versículo 6).

El grupo trata de resolver el problema (versículos 7-12).

El Espíritu Santo, a través de Jacobo, da la respuesta en una palabra de sabiduría

(versículos 13-21).

La palabra de sabiduría condujo a todo el grupo a una decisión (versículo 22).

En estos versículos se destaca la idea de que la palabra de sabiduría fue dada por el
Espíritu Santo. La palabra de sabiduría necesitaba alcanzar a la gente. El Espíritu
Santo estaba en Jacobo y a través de él manifestó la palabra de sabiduría a la iglesia.
Por tanto, la iglesia recibió el don de la palabra de sabiduría.

El don de Palabra de Ciencia: (λόγος γνῶσις=logos gnōsis)

Definición de la palabra de Ciencia

“A otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu…” (1 Corintios
12:8).
Ciencia significa conocimiento, “saber.” Como dijimos en el estudio de la
palabra de sabiduría, el término palabra se deriva del término griego logos.
Logos significa “la materia de, el sujeto de, la esencia de…” La palabra de
conocimiento, por tanto, es una expresión de conocimiento. ¿Pero del
conocimiento de quién?
Recordemos de nuevo que todos los dones del Espíritu se dice que son del
Espíritu o por el Espíritu. La palabra de conocimiento es dada por el mismo
Espíritu que dio la palabra de sabiduría, el Espíritu Santo.

Puesto que el Espíritu Santo es la tercera persona de la Deidad, tiene acceso a

todos los vastos tesoros del conocimiento. Una palabra del latín describe
cuánto conocimiento tiene Dios. Es la palabra omnisciente. Esta a su vez se
deriva de dos términos: Omni, que significa “todo” y scient, que significa

9
“conocimiento”, “saber.” Al unir los términos queda la palabra compuesta
que significa “todo conocimiento.” Por tanto, decimos que Dios todo lo sabe.
A través de la palabra de conocimiento el Espíritu Santo capacita al creyente
para expresar un poco del conocimiento ilimitado de Dios. En otras palabras,
Dios hace que el creyente diga lo que éste no sabe por el uso de sus propias
habilidades. El Espíritu Santo le da la palabra que debe expresar. Esa palabra
llega a ser conocida como el don de conocimiento para el creyente o para el
cuerpo. Es un don para el cuerpo, porque los intereses del cuerpo están de por
medio, incluso cuando se le dirige a un inconverso.
Explicación e ilustración de la palabra de conocimiento
El bautismo en el Espíritu Santo incrementa el poder de Dios en la vida del
creyente. “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el
Espíritu Santo. . .” (Hechos 1:8). Ese poder se manifiesta a través de los dones
del Espíritu. Cada don del Espíritu muestra el poder de Dios. En el día de
Pentecostés la iglesia primitiva recibió el poder de Dios. Desde ese día en
adelante, por todo el libro de Hechos, se manifestó ese poder.
Ahora pasaremos a estudiar la forma en que se manifestó el poder de Dios
en la palabra de conocimiento.
Hombres llenos del Espíritu y la palabra de conocimiento

En todo el libro de Hechos se registran manifestaciones de la palabra de

conocimiento. Como usted lo notará, en cada caso en que el creyente expresó la
palabra de conocimiento, se refirió a un dato que no había manera de que
supiera, excepto por el Espíritu.
 Lea Hechos 5:1-10. Pedro sabía que Ananías y Safira habían mentido al
Espíritu Santo. También sabía que secretamente habían acordado mentir.
 Véase Hechos 8:23. San Pedro sabía que Simón abrigaba amarga envidia
y pecado en su corazón.
 Lea Hechos 9: 1-18. Ananías (no el de Hechos 5) sabía algunos datos
acerca de Saulo por el Espíritu.
a. Sabía dónde estaba Saulo (versículo 11).
b. Sabía que él estaba orando (versículo 11).
c. Sabía que Saulo había recibido una visión (versículo 12).
d. Sabía que Saulo era un vaso escogido (versículo 15).
e. Sabía que Saulo sufriría por causa del Señor (versículo 16).

 Véase Hechos 10:19. Pedro sabía que los tres hombres habían ido a verlo en
nombre de Cornelio.
 Lea Hechos 27:13-44. Pablo sabía que los miembros de la tripulación del
barco azotado por la tormenta no se salvarían si no permanecían en la
embarcación.

¶ Lea Juan 4:7-19. ¿En cuáles versículos expresó el Señor la palabra de

10
 conocimiento?

CONTESTA LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:

6. Según nuestro manual, ¿qué NO DEBEN hacer los creyentes que hayan
recibido una mayor cantidad de dones espirituales de parte de Dios?
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__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
7. ¿Cómo debe sentirse un creyente que haya recibido UNA MENOR
CANTIDAD de “dones espirituales”?
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__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
8. ¿Cuál es la cita bíblica en la que aparece la “segunda lista de dones
espirituales”?
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
9. ¿Cuáles son LAS TRES PALABRAS que hablan de las manifestaciones de
los dones espirituales, y que aparecen en 1 Corintios 12?
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
10. Define con tus propias palabras el don de “Palabra de Sabiduría”.
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________

11. Define con tus propias palabras el don de “Palabra de Ciencia”.

__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________

El don de la Fe: (πίστις= pistis)

“…a otro fe, por el mismo Espíritu” algún otro será distinguido por la simple
confianza en Dios; y su “dotación” es también provista por el mismo Espíritu.
Muchas de las personas más útiles en la iglesia son distinguidas principalmente
por su confianza en las promesas de Dios; y frecuentemente logran más por medio

11
de la oración y su fe en Dios que otros que se distinguen por su sabiduría y
conocimiento. Una “piedad humilde” y confianza en las promesas divinas, una
porción de “fervor”, intrepidez (espiritual), y el celo que resulta de semejante
confianza; esa creencia de que todos los obstáculos que se oponen al “evangelio”
deben ser, y serán vencidos; y que Dios asegurará el avance de su causa,
frecuentemente harán muchísimo más en la promoción de Su Reino que las más
espléndidas “dotaciones” de aprendizaje y talento. De hecho, si un hombre
estuviera dispuesto a hacer el bien a la mayor escala posible, hacer lo máximo que
pudiera para “salvar a las personas”, lo conseguiría de la mejor manera buscando
esa “fe simple” en la ayuda y las promesas de Dios, y después, bajo la influencia de
estos elementos, ocuparse con “fervor” en hacer lo que pudiera. La “fe” es una de
las más grandes provisiones de la vida cristiana; con todo, aunque todos deberían
obtenerla, es una de las más raras provisiones. Quizás es despreciada por muchos,
porque debería ser obtenida por todos; porque es un regalo en el cual el pobre y el
humilde serían tan reconocidos como el hombre de talentos espléndidos y
profundo conocimiento.

Citas para meditar: Marcos 9:24; Mateo 8:26; Mateo 14:31; Mateo 16:8; Mateo
17:20; Hebreos 11; Juan 20:19-29; Romanos 1:16-17.

El don de Sanidad: (χάρισμα ἴαμα=charisma iama)

A otro los dones de sanidad por el mismo Espíritu; de sanar todo tipo de
enfermedades y dolencias: este poder Cristo se lo dio a sus discípulos, la primera
vez que los envió a predicar el Evangelio, lo cual repitió cuando renovó y amplió
su comisión (la de los discípulos) después de su resurrección; y el cual fue ejercido
con grande impacto, en algunas ocasiones solamente con cubrir a los enfermos con
su sombra, como en el caso de Pedro, (Hechos 5:15), en algunas ocasiones
imponiendo las manos en ellos, como en el caso del padre de Publio y otros que
fueron sanados por Pablo (Hechos 28:8), y en otras ocasiones, por medio de la
unción con aceite, (Santiago 5:14). Ahora estos dones fueron otorgados en común,
por el Espíritu, en Apóstoles, Profetas y Pastores, o en los Ancianos de la Iglesia, en
esos tiempos primitivos: (la copia Alejandrina, y la Vulgata Latina traducen “por
un mismo Espíritu”).

El don de hacer milagros: (ἐνεργήματα δυναμέων=energēmata dunameōn)

A otro, el hacer milagros – Algunos comentaristas de la Biblia han mostrado algo
de perplejidad tratando de diferenciar este don, del que es mencionado en 1
Corintios 12:9, que es llamado el don de sanidades. Es evidente que el Apóstol se

12
refiere en 12:9, al poder de hacer milagros para sanar enfermedades empecinadas o
violentas. La expresión usada aquí (12:10), “el hacer milagros” (ἐνεργήματα
δυναμέων; energēmata dunameōn) se refiere probablemente a los tipos de
milagros mas “extraordinarios” e “inusuales”; a aquellos que con anterioridad
fueron definidos como el poder de sanar enfermedades. Esto podría referirse a lo que
Nuestro Salvador menciona en Marcos 16:18, donde él dijo que ellos tomarían
serpientes en sus manos, y que si bebían algo mortífero, no los dañaría; y
posiblemente también se refería al poder de resucitar a los muertos. Era bien
sabido que los Apóstoles poseían este poder; y posiblemente también otros de los
creyentes de la iglesia primitiva los poseyeran. Por todo lo dicho, es claro que
había una diferencia aún entre los que tenían el poder de hacer milagros, y que este
poder fue conferido en un grado más eminente en algunos creyentes que en otros.
De hecho, las dotaciones extraordinarias otorgadas a los Apóstoles y a los Cristianos
de la Iglesia Primitiva, parecen haber sido medidas en un grado notable de
acuerdo con la regla de que las dotaciones “ordinarias” son otorgadas a todas las
personas en general. Aunque todas las personas tienen entendimiento, memoria,
imaginación, fuerza física, etcétera, algunas han recibido estas “dotaciones”
(habilidades, cualidades o talentos) en un grado más eminente que otros; y alguna
persona muestra esas cualidades más que otra. Aun así, estos talentos son
otorgados a todas las personas por el mismo Dios. De la misma forma sucedió con
las dotaciones extraordinarias conferidas a los Cristianos de la Iglesia Primitiva.
Compárese con 1 Corintios 14, especialmente 1 Corintios 14:32.

El don de discernimiento de espíritus: (διάκρισις πνεῦμα= diakrisis pneuma).

A otro, discernimiento de espíritus – Compárese con 1 Juan 4:1. Este don debe
referirse al poder de escudriñar los secretos del corazón; de saber cuáles son los
propósitos del hombre, sus puntos de vista y sus sentimientos. Podría referirse ya
sea al poder de determinar por medio de cual espíritu un hombre habla,
pretendiendo estar inspirado, saber si está verdaderamente inspirado o si es un
impostor; o podría referirse al poder de “ver” si una persona es sincera en su
profesión de fe cristiana. Que los Apóstoles tenían este poder, es aparente si
estudiamos el caso de Ananías y Safira, Hechos 5:1-10, o si estudiamos el caso de
Elimas, Hechos 13:9-11. Es evidente que donde se poseía el don de profecía e
inspiración, y donde podía conferir grandes ventajas a aquellos que lo poseyeran,
habría muchas personas deseosas de poseerlo; y que sería de gran importancia para la
joven iglesia, con el propósito de evitar una imposición, que hubiera este poder que
los ayudaría a detectar a los impostores.

El don de lenguas: (γένος γλῶσσα = genos glōssa) A otro, diversos géneros de

lenguas; Por lo cual esas personas podían hablar todo tipo de idiomas, los cuáles
nunca habían aprendido, entendido o estaban acostumbrados a ellos: esto le
prometió Cristo a sus discípulos, cuando los envió al mundo a predicar el

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evangelio, Marcos 16:17, y eso anticipa una objeción que, de otra manera, ellos
habrían hecho, acerca de cómo serían capaces de predicar a todos, y que esas
personas les entendieran, si no estaban acostumbrados a los idiomas de todas las
naciones; un ejemplo de esto lo tenemos con los Apóstoles en el día de Pentecostés,
Hechos 2:4 y que continuó muchos años después con ellos, y con otras personas en
las iglesias locales; Véase 1 Corintios 13:2.

El don de interpretar las lenguas: (ἑρμηνεία γλῶσσα = hermēneia glōssa)

A otro, interpretación de lenguas – Es el poder de interpretar idiomas extranjeros;
o de interpretar el idioma que podría ser usado por los “profetas” en sus
comunicaciones; Véase la nota a 1 Corintios 14:27. Esto era evidentemente una
facultad diferente del poder de hablar un idioma extranjero; aún así podría ser
igualmente útil. Sería posible que algunos pudieran haber tenido la capacidad de
hablar idiomas extranjeros, pero que no estuvieran informados del significado, y
que los intérpretes fueran necesarios con el propósito de expresar el sentido de la
información a los oyentes. O podría haber sucedido que en una congregación
desordenada, o en una asamblea formada por miembros que hablaban diferentes
idiomas, una parte entendiera lo que fue dicho, y fuera necesario que un intérprete
lo explicara a la otra parte de la asamblea. Véase la nota a 1 Corintios 14:28.

(χαρίσματα, charı́smata):
1. Dones conectados con el Ministerio de la Palabra:
(1) Apostolado.
(2) Profecía.
(3) Discernimiento de espíritus.
(4) Enseñanza.
(5) La palabra de ciencia.
(6) La palabra de sabiduría.
(7) Diversidad de lenguas.
(8) Interpretación de lenguas.
2. Dones conectados con el Ministerio del Servicio Práctico:
(1) Realización de Milagros.

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 (2) Dones de sanidades.
(3) Gobierno.
(4) Ayuda.

EL DON DE LENGUAS:

El primer acontecimiento de hablar en lenguas se produjo en el día de Pentecostés;

lo encontramos en el libro de los Hechos 2:1 al 4. Los apóstoles salieron y
compartieron el evangelio con las multitudes, hablándoles en su propia lengua,
"¡Les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios!" (Hechos 2:11). La
palabra griega traducida "lenguas", literalmente significa "idiomas". Por tanto, el
don de lenguas es hablar en un idioma que una persona no conoce, a fin de
ministrar a alguien que habla ese idioma. En 1ª Corintios capítulos 12 al 14, donde
Pablo habla de dones milagrosos, comenta, "Ahora pues, hermanos, si yo voy a
vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablase con
revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?" (1ª Corintios 14:6). De
acuerdo con el apóstol Pablo, y de acuerdo con las lenguas descritas en Hechos,
hablar en lenguas es valioso para aquel que escucha el mensaje de Dios en su
propio idioma, pero es inútil para todos los demás, a menos que sea interpretado /
traducido.

Una persona con el don de interpretar lenguas (1ª Corintios 12:30) podría
entender lo que una persona que habla en lenguas está diciendo, aunque no
conozca el idioma que está siendo hablado. El intérprete de lenguas comunicaría
entonces el mensaje del que habla en lenguas a todos los demás, de manera que
todos pudieran entender. "Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en
oración poder interpretarla" (1ª Corintios 14:13). La conclusión de Pablo en cuanto
a las lenguas que no fueron interpretadas es poderosa, "Pero en la iglesia prefiero
hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que
diez mil palabras en lengua desconocida" (1ª Corintios 14:19).

¿Es el don de lenguas para hoy en día? 1ª Corintios 13:8 menciona que cesa el don
de lenguas, aunque conecta el cese con la llegada de lo "perfecto" en 1ª Corintios
13:10. Algunos apuntan a una diferencia en el tiempo de los verbos griegos que se
refieren a profecía y el conocimiento "cesar" y el de las lenguas "cesando", como
evidencia de que las lenguas cesan antes de la llegada de lo "perfecto". Mientras
sea posible, esto no es explícitamente claro a juzgar por el texto. Algunos también

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apuntan a los pasajes tales como Isaías 28:11 y Joel 2:28-29 como una evidencia de
que hablar en lenguas era una señal del juicio venidero de Dios. 1ª Corintios 14:22
describe las lenguas como una "señal para los incrédulos". De acuerdo con este
argumento, el don de lenguas era una advertencia para los judíos de que Dios iba a
juzgar a Israel por rechazar a Jesucristo como Mesías. Por tanto, cuando Dios de
hecho juzgó a Israel (con la destrucción de Jerusalén por los romanos en el año 70
d. C.), el don de lenguas dejaría de servir para su propósito establecido. Mientras
este punto de vista es posible, el propósito principal de que las lenguas se cumpla
no necesariamente exige su fin. La Escritura no afirma concluyentemente que el
don de hablar en lenguas ha cesado.

Al mismo tiempo, si el don de hablar en lenguas estuviera activo en la iglesia de

hoy en día, se realizaría de acuerdo con la Escritura. Sería un idioma real y
comprensible (1ª Corintios 14:10).

Tendría el propósito de comunicar la Palabra de Dios con una persona que habla
otro idioma (Hechos 2:6-12). Sería de acuerdo con el mandato que Dios dio a través
del apóstol Pablo, "Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más
tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable
para sí mismo y para Dios (1ª Corintios 14:27-28). También sería en obediencia a 1ª
Corintios 14:33, "Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz, como en todas las
iglesias de los santos".

Dios definitivamente puede dar a una persona el don de hablar en lenguas para
facilitar la comunicación con una persona que habla otro idioma. El Espíritu Santo
es soberano en la distribución de los dones espirituales (1ª Corintios 12:11).
Solamente imagínese cuánto más productivos podrían ser los misioneros si no
tuvieran que ir a una escuela de idiomas, e instantáneamente fueran capaces de
hablar a la gente en su propio idioma. Sin embargo, Dios no parece estar haciendo
esto. Las lenguas no parecen ocurrir hoy en día en la forma que lo hacían en el
Nuevo Testamento, a pesar del hecho de que sería sumamente provechoso. La
vasta mayoría de creyentes que afirman practicar el don de hablar en lenguas, no
lo hacen en acuerdo con las Escrituras mencionada anteriormente. Estos hechos
conducen a la conclusión de que el don de lenguas ha cesado, o es al menos una
rareza en el plan de Dios para la iglesia hoy.

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CONTESTA LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:

12. Menciona tres citas bíblicas que se relacionan con la fe:

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13. ¿Cómo definirías el don de sanidad, usando tus propias palabras?
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14. Menciona algunos ejemplos tomados de la Biblia, de lo que llamamos el don
de hacer milagros.
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15. Define el don de discernimiento de espíritus.
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16. ¿Cuál fue el aspecto sobrenatural del “don de lenguas” según lo descrito en
Hechos 2?
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17. ¿Qué es el don de interpretación de lenguas?

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18. Menciona los dones conectados con el Ministerio de la Palabra:
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19. Menciona los dones conectados con el Ministerio del Servicio Práctico:
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20. Comenta si ya sabes cuál es el don espiritual que has recibido y porque lo
piensas así:
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¡DIOS TE BENDIGA SIEMPRE!

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