CONICET Digital Nro. B
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EdUNLPam - Año 2016
Cnel. Gil 353 PB - CP L6300DUG
SANTA ROSA - La Pampa - Argentina
Resumen
Esta tesis se propone contribuir al estudio de la frontera
internacional argentino-paraguaya en el marco del proceso de
integración del Mercosur desde las disciplinas de las Relaciones
Internacionales y la Geografía política y social. El objetivo es
analizar las transformaciones sociogeográficas producidas en el
paso internacional Posadas (Argentina)-Encarnación (Paraguay) a
partir del año 1990 y explicar su influencia en las representaciones
sociales sobre la frontera y sobre la construcción identidad/alteridad
de las sociedades fronterizas. En el contexto integracionista del
Mercosur, las obras de la represa hidroeléctrica Yacyretá y la
construcción del puente internacional San Roque González de
Santa Cruz marcaron profundamente el espacio fronterizo Posadas-
Encarnación: aumentaron las prácticas sociales ligadas al comercio
fronterizo y los controles en el paso internacional se agudizaron.
Esto generó tensiones locales a ambos lados de la frontera que se
manifestaron, desde 1992, mediante los cortes del puente
internacional.
Introducción general
El objeto principal de este libro es la frontera. En tanto espacio
social (Bandieri, 2001) la frontera está atravesada por múltiples
territorialidades superpuestas que, en ocasiones, generan
tensiones. Frases como “la frontera es la nación”, “trabajo en/de la
frontera” o “desgraciadamente estamos en la frontera” justifican su
protagonismo para las personas que trabajan en ella, que la viven,
la re-significan, la sufren o simplemente la transitan. Como objeto de
estudio y desde la perspectiva de la Geografía Política, podemos
definir la frontera internacional como el conjunto espacial que
incluye el límite internacional del Estado y la franja de territorio
adyacente a ambos lados (George, 1974). Desde el punto de vista
de la tradición de la Geografía Humana francesa, la frontera es
asimismo un elemento político marcado en el territorio (Bailly y
Béguin, 1982). Como límite no es un signo dado e inalterable sino
que es dinámico, porque es el resultado de una contrucción
humana, una más dentro de las prácticas de territorialización de los
hombres. La frontera es una “marca en el espacio” (Nordman,
1998:30) que deriva de las complejas relaciones de los hombres en
su afán de apropiación territorial para extender su poder político
(Raffestin, 1974) sobre otros grupos, para delimitar su espacio de
soberanía y de control. En palabras de Foucher (1991), las fronteras
son “estructuras espaciales elementales que tienen por función la
discontinuidad geopolítica” y la demarcación del territorio en
unidades jurídicas y soberanas diferenciadas. Ahora bien, una vez
creada, los efectos de las fronteras no operan solamente en el orden
político o jurídico sino también en el ámbito social, especialmente en
la construcción/afirmación/reproducción de prácticas,
identificaciones, representaciones sociales, etcétera. Utilizar la
frontera como unidad de análisis implica tener en cuenta dos
instancias, una línea y un área que la bordea a ambos lados.
Algunos autores conciben la frontera exclusivamente desde su
connotación de separación, como si fuese sinónimo de línea de
delimitación (Emmerich, 2003:11). Esta línea significa un corte en el
territorio, algo que ha quedado trunco, que marca sólo la división, la
diferencia y el límite. Pero también, si resaltamos el área que bordea
la línea como un área de interfaz o de transición, podemos observar
un espacio de contacto, de permeabilidad, de relaciones sociales,
en donde el límite –que puede ser a la vez temido, ignorado,
transgredido– se transforma en el elemento aglutinador de dichas
relaciones, un lugar de encuentro. El espacio fronterizo será, a lo
largo de este libro, el concepto utilizado para dar cuenta del límite,
del área a los dos lados del límite y de los modos de cruce para la
vinculación entre una y otra.
Desde una escala local, sobre la margen izquierda del río Paraná se
encuentra la ciudad de Posadas, capital de la provincia de Misiones.
El departamento Capital, sumando sus ciudades más importantes –
Posadas y Garupá– tiene 324.756 habitantes según el Censo de
2010, de los cuales 304.114 (Anuario Estadístico 2008, IPEC)
habitan en la ciudad de Posadas que es el centro administrativo,
económico, cultural y político de la provincia.
NOTAS:
1.1. Introducción
A lo largo de los siglos las ciudades de Posadas y Encarnación
fueron habitadas, abandonadas, convertidas en frentes militares, de
colonización, de ocupación, hasta conformar dos ciudades capitales
de provincia de dos países distintos: la República Argentina y la
República del Paraguay. La ciudad de Posadas fue fundada en el
año 1614 por el padre jesuita San Roque González de Santa Cruz.
Tuvo, en aquel momento, una vida efímera pues fue trasladada a la
orilla de enfrente del río Paraná, al sitio donde hoy se encuentra la
ciudad de Encarnación (fundada en 1615). Según cada período
histórico, Posadas y Encarnación estuvieron gobernadas y
administradas por poderes de diferente naturaleza: imperiales,
coloniales, jesuíticos, revolucionarios, nacionales. Las dos ciudades
fueron en algunos momentos un solo pueblo unido por un puerto
natural y otras veces dos pueblos enfrentados en luchas
independentistas, pero siempre, a lo largo de su historia, han
funcionado como un nodo de circulación estratégico en la
articulación regional entre el Atlántico y el interior de Sudamérica.
Esta configuración territorial ha fomentado una vida en común
nutrida de intercambios cotidianos, interacciones, movilidades,
relaciones de parentesco, sociales, laborales: una verdadera vida de
frontera, donde los habitantes de uno y otro Estado necesitan del
vecino. Una vida en donde el trazado, delimitación, demarcación de
los límites y el control de las fronteras ha jugado un papel
fundamental en la configuración y las dinámicas sociales y
espaciales del presente.
(…) estructuras espaciales elementales, de forma lineal, que tienen por función la
discontinuidad geopolítica y el marcado, de referencia, sobre tres registros de lo real,
de lo simbólico y de lo imaginario. La discontinuidad acciona sobre las soberanías, las
historias, las sociedades, las economías, los Estados, incluso también –pero no
siempre– sobre los idiomas y las naciones”. (Foucher, 1991:38, traducción propia).
Luego de ser un frente militar por tanto tiempo (primero, con Manuel
Belgrano, apenas declarada la Revolución de Mayo, luego con José
Artigas, después con los soldados paraguayos en la Trinchera de
San José o de la Rinconada y, finalmente, con el Batallón 24 de la
Guerra de la Triple Alianza) y mientras se transformaba en un frente
pionero, esto es, un frente de colonización socio-económica
productiva con la promoción de la inmigración extranjera (pasando
de un front a un frontier, el área de Posadas fue separada de su
vecina Encarnación por un límite internacional. El área adyacente al
río Paraná en la franja Posadas-Encarnación se delimitó a partir del
“Tratado de Límites entre la República del Paraguay y la Argentina”,
firmado en Buenos Aires el 3 de febrero de 1876. Este tratado fija la
línea de frontera (delimitación) que establecerá, en lo sucesivo, las
incumbencias políticas, jurídicas, económicas y sociales de cada
Estado. Dicho Tratado estableció, entre otros aspectos:
“Artículo I: La República del Paraguay se divide por la parte del Este y Sud de la
República Argentina por la mitad de la corriente del canal principal del Río Paraná,
desde su confluencia con el Río Paraguay, hasta encontrar por su margen izquierda
los límites del Imperio del Brasil (…)” (Tratado de Límites entre la República del
Paraguay y la Argentina, del 03/02/1876).
(…) que la iniciativa individual es impotente, cuando no está apoyada por la fuerza
colectiva; en una palabra, que la acción del Estado tiene que hacerse sentir en estas
apartadas regiones, para llevar allí la actividad humana y despertar un mundo de
riquezas. (Peyret, 1881:11).
Las mujeres van y vienen constantemente de un lado al otro del río, a llevar frutas, a
negociar, a vender, a comprar. En el mercado no hay más que mujeres descalzas,
envueltas en su tipo y, con el cigarro en la boca, con el niño al pecho, agachadas al
lado de sus montoncitos de naranjas, de mandioca, de caña de azúcar y otras
fruslerías. Eso constituye indudablemente un vicio social: es necesario que el Estado
intervenga para hacerlo desaparecer” (Peyret, 1881:164).
De Villa Encarnación pasan diariamente a este lado más de cuarenta mujeres, con
cargueros de mandioca, naranjas, miel, batatas y raspaduras, mascote [sic] de azúcar
y fariña [sic]; con esto abastecen a esta población, pues los naturales son tan
holgazanes que no trabajan ni cultivan la fecunda tierra en que viven (Hernández,
1887:48).
(…) si damos un paseo por el puerto, notaremos allí un continuo embarque de gentes
de la vecina orilla, mujeres principalmente, cargadas éstas con cestas de mercancías
diversas, (…) Es imposible imaginar gente más alegre y bulliciosa que aquélla. Así
también no se oyen allí sino carcajadas, palmoteos y exclamaciones de todo género
en guaraní. La francachela entre hombres y mujeres, suele en aquel lugar pasar los
límites de lo que sería lícito describir… (De Bourgoing; 1894:374 y 375).
En holocausto del amor a la patria sacrificaron el fruto de sus amores: el hijo; dejaron ir
al padre, al esposo y al hermano; dieron sus joyas y abandonaron sus hogares y se
transformaron en obreras de todos los talleres. (…) Piedra sobre piedra fueron
colocando con solicitud maternal (…) ¡Benditas sean las mujeres que reconstruyeron
la patria! (Centurión, 1948:409-410).
Lo que deben hacer los gobiernos, y con ellos todos los hombres progresistas, todos
los amantes de la patria y de la humanidad, es propagar entre esos pueblos
rezagadísimos, el idioma, y con él, las ideas de los pueblos civilizados, a fin de que
desaparezca de una vez la barbarie con todo su séquito de preocupaciones vetustas, y
que el guaraní quede en el museo de los arqueólogos literarios, con el tupi, el
quinchúa [sic], el vascuence y otros idiomas pre-históricos (Peyret, 1881:45).
Art. Nº 2: “Estrechar los vínculos de todo orden con Uruguay, Paraguay, Bolivia y Perú,
especialmente mediante las obras de infraestructura física, creando intereses comunes
que aseguren nuestra preeminencia y eviten la expansión brasileña hacia el Oeste.”
(…) la acción argentinizante de la periferia del territorio nacional tiene tres nortes
insoslayables: a) la urgencia de poblar las fronteras –vacías u ocupadas por
extranjeros– con argentinos nativos que se arraiguen y constituyan un verdadero
vallado humano a pretensiones extrañas; b) alcanzar una efectiva cohesión interna con
un adecuado desarrollo de una infraestructura de circulación y de comunicaciones, y c)
implantar un régimen educativo que abroquele a nuestros pobladores contra cualquier
influencia foránea. Es evidente que en gran parte de la periferia nacional la existencia
de un hito no es suficiente elemento de demarcación: sólo la presencia argentina, real
y tangible, es instrumento idóneo de delimitación (Rey Balmaceda, 1979:355).
NOTAS:
2.1. Introducción
Este capítulo tiene como objeto describir las trasformaciones
territoriales y político-económicas más importantes producidas
desde 1990 hasta el año 2010 en el paso Posadas-Encarnación,
desde las escalas local, binacional y regional sudamericana. Como
anticipamos en la introducción, centraremos nuestro análisis en tres
acontecimientos: la construcción e inauguración del puente
internacional San Roque González de santa Cruz, la integración
regional del Mercosur y la política económica argentina a partir de
1990. Desde la perspectiva local, el puente internacional San Roque
González de Santa Cruz se enmarca en las obras de infraestructura
realizadas en ambas ciudades en el marco de la Empresa
Binacional Yacyretá (EBY) y, juntas, evidencian un cambio en el
espacio fronterizo: por un lado, aumenta el movimiento de personas
y bienes (relaciones sociales que trascienden los límites de los
países) y, por otro, los paisajes y los conflictos sociales en una y
otra orilla se comienzan a asemejar con las obras de una misma
empresa. En la escala bilateral y regional, los acuerdos entre la
República Argentina y la República del Paraguay viabilizaron, desde
la década del setenta, diferentes tipos de cooperación fronteriza que
fueron allanando el camino hacia la integración regional. En este
sentido, las políticas fronterizas regionales, en el ámbito del
Mercosur, abrieron otros paradigmas de vinculación con los países
vecinos. Estas transformaciones pertenecen a la lógica de la
cooperación fronteriza y tienen la cualidad de favorecer la creación
de espacios fronterizos de gran permeabilidad. El camino de la
cooperación abriría, asimismo, las puertas a la integración
fronteriza. Finalmente, las medidas macroeconómicas adoptadas en
Argentina a partir de 1990, en el marco de estos cambios
normativos y espaciales, tendrán consecuencias también en las
relaciones entre Posadas y Encarnación.
(…) hubieron cinco localizaciones posibles. El fundador del plan, un arquitecto muy
reconocido en el país, Jorge Vivanco, también de la impronta modernista fanática,
bregó, lucho y ganó. Porque ganó la idea de que el puente materializaba la unión de
dos ciudades que siempre estuvieron unidas. Entonces, no debía ser un vínculo
externo con sistemas de acceso alejados de la ciudad. Básicamente le daba
materialidad a ese vínculo de intercambio que tiene que ver con la historia de las dos
ciudades. Pero que, de hecho, debía unir a las dos ciudades desde sus ombligos,
resolviéndose de qué modo se instalaba en la ciudad para no interferir en la vida
misma de la ciudad. Eso es lo que nunca se hizo, un sistema de acceso y el puente
quedó desconectado (de las vías de acceso a la ciudad de Posadas) y ahí quedo[8].
De los objetivos del PTY, aquellos que más importan para este
trabajo por su incidencia en los espacios de vida urbanos de
posadeños y encarnaceños son los últimos dos: el tendiente a
reponer las obras de infraestructura afectadas por la inundación
(rutas, puentes, puertos, vías férreas, etcétera) y el que busca
“recomponer la trama urbana de Encarnación y Posadas”. Este
último objetivo se llevó a cabo con planes posteriores, como por
ejemplo el Proyecto Ejecutivo del Tratamiento Costero (PTC) para la
planificación, dirección y construcción de las obras complementarias
y defensa costera para la ciudad de Posadas dentro del PTY (Millán,
2010). Estas obras de intervención urbana incluyen: inundación
(incluido los puertos de pasajeros de ambas ciudades), planificación
urbana de las áreas costeras de Posadas y Encarnación –mediante
convenios con la Corporación Puerto Madero (Carísimo, 2011)–,
construcción de avenidas costaneras en Posadas y Encarnación y
construcción de nuevas zonas comerciales en Encarnación,
etcétera.
Por lo anterior, a partir del año 2002 han surgido conflictos sociales
(Figura 6) desencadenados a ambos lados del río Paraná a partir de
las “relocalizaciones” que no sólo alcanzaron a más de 7000 familias
sujetas a desalojos en las zonas inundables en Posadas y las más
de 7000 de Encarnación sino también a una serie de actividades
productivas ligadas al río, como pescadores, lavanderas, oleros
(ladrilleros), etcétera, comerciantes, afectando finalmente a más de
30000 personas.
Figura 6: Posadas, 2007: “El progreso es muy lindo pero no a costa
de nuestras vidas y sufrimiento”, manifestaron en la plaza 9 de Julio.
NOTAS:
Porque esto no se da ahora, esto viene desde la conquista, esto es una región.
Nosotros los dividimos con fronteras, pero acá todos saben que esto no es una
frontera, es una región. En la zona de Alba Pose, por ejemplo, se dice que “la frontera
es Nación”. Porque es distinto el criterio que se tiene viviendo acá en la frontera que el
que se tiene en Buenos Aires o en otras ciudades. Esta ciudad ha crecido y se ha
formado al lado del río, y del otro lado estaban los parientes que cruzaron para ver
cómo era y se quedaron y siguieron teniendo nexos, vínculos afectivos muy grandes.”
3.1. Introducción
En el capítulo anterior observamos la manera en la que las
concepciones políticas sobre la frontera fueron transformándose
pasando de las “fronteras cerradas”, excepto para proyectos
energéticos geoestratégicos, hacia las fronteras abiertas mediante
proyectos de cooperación e integración fronteriza, según tres
etapas: desarrollo fronterizo, cooperación fronteriza e integración
fronteriza y sus instrumentos de aplicación como leyes,
reglamentos, los comités de frontera, etcétera. Esta transformación
también se tradujo en modificaciones en el control fronterizo que, en
el paso internacional Posadas-Encarnación, se realiza en las dos
vías de cruce: la terrestre (puente internacional San Roque
González de Santa Cruz) y la fluvial (Puerto Posadas-Puerto Pacú
Cuá).
Presente en
Organismos Año de creación
Tipo de control Misión Centro de
nacionales y normativa
Frontera
Contribuir
decididamente a
mantener la
Gendarmería 1938
Seguridad identidad Puente
Nacional
(terrestre) Nº 19.349 nacional y la internacional
Argentina
intangibilidad del
límite
internacional
Seguridad Prefectura 1896 como Garantizar la Puerto Posadas
(fluvial) Nacional Prefectura seguridad de la
Argentina Nacional vida humana en
Marítima el mar,
inspeccionar
Ley General buques,
18.398 y la Ley mantener el
de la Registro
Navegación Nacional de
20.094 Buques y
habilitar al
personal
navegante,
prevenir la
contaminación
de las aguas,
reflotar buques,
asistir a las
comunidades
costeras,
etcétera
Valorar,
clasificar,
1877 como
verificar y
Dirección
controlar la
General de
entrada y salida
Rentas
de mercaderías
Dirección Código y los medios en Puente
Fiscal General de Aduanero de que son internacional y
Aduana (DGA) 1981 (Ley transportadas, puerto Posadas
22.415) y su asegurando que
Decreto se cumplan las
Reglamentario normativas y
1.001/82 disposiciones
aduaneras
vigentes
Coordinar las
acciones
necesarias a los
efectos de
asegurar el
acatamiento de
las normas
sanitarias
2007 reglamentarias,
Sanidad de referidas al Puente
Salud
frontera Decreto ingreso y/o internacional
1343/2007 egreso del país
de personas,
cosas y
productos y/o
material
biológico con
fines de
diagnóstico e
investigación
-chocolates.
-féculas envasadas.
-café soluble.
-cigarrillos y cigarros.
A partir del año 94, cuando se decide en el año 93 hacer un ensayo de sanidad animal
(…) se arman lo que se llaman barreras internas sanitarias. (…) Entonces, a partir del
año 94 a este puente concurrieron cuatro profesionales y seis técnicos para armar lo
que se llamó la barrera sanitaria. (…) En un comienzo estaban separados: los
organismos vegetales a cargo del Instituto Argentino de Sanidad y Calidad Vegetal
(IASCAV) y el SENASA. En un determinado momento se ensamblan en un solo
organismo. (Nuestra función) era controlar productos cárnicos que pudieran vehiculizar
el virus de la fiebre aftosa. Nada más que eso: no había problema. Pero al unirnos con
el IASCAV se nos suman otras cosas que no había antes: ¡no había ningún control al
ingreso de plagas fitosanitarias! (“M”, ex SENASA, 23 de julio de 2010).
Tenemos un promedio de 20.000 personas por día que transponen la frontera, de ida y
vuelta. Se intensifica en los feriados largos, en la época de vacaciones. (…) El
colectivo internacional, sumando entrada y salida, son 200 veces por día que cruza
(…) Ha quedado muy chico el puente, para la gran cantidad de personas que
cruzan…; (“B”, DNM, 14 de julio de 2010).
(…) las personas que se dedican a este tipo de venta ilegal de artículos van desde el
electrodoméstico y productos electrónicos… o, no hay concretamente un tipo de
mercadería que se dedican… es más la oferta y la demanda. Y lo que se puede pasar
y vender… hay que estar atento a todo, porque es un perjuicio fiscal en definitiva y hay
que tratar de contrarrestar.
Por otro lado, el ómnibus internacional, una vez que llega al Centro
de Frontera, se detiene del lado extremo izquierdo, donde todas las
personas deben descender y lo hacen de modo apresurado porque
desean realizar rápidamente los controles migratorios para continuar
su viaje en el mismo ómnibus. Teniendo en cuenta que el ómnibus
siempre llega al puente con su capacidad máxima de pasajeros,
estos corren hacia una puerta donde rápidamente se forma una fila
de unas 40 personas. Esta puerta está franqueada por un vallado
metálico amarillo que literalmente encauza a los pasantes hacia el
control, es imposible evitarlo. La puerta comunica a una sala de
forma rectangular donde están dispuestas, desde el año 2007
inclusive, cinco ventanillas de control migratorio. El control es rápido
e informatizado y, una vez finalizado, los pasajeros salen por una
puerta trasera. Allá ya no está el ómnibus internacional en el cual
vinieron, sino que tienen que esperar unos minutos hasta que llegue
el siguiente, que también está completo, los hace descender y luego
hace ascender a aquellos que ya realizaron el control.
Lo más cotidiano es el tema de lo que acá se llama “pasera”, que es la persona que
ingresa al país con mercadería que se llama, popularmente, contrabando.
Generalmente traen escondida la mercadería, hay que revisarlas, a veces se ponen
nerviosas, se enojan, pero es algo muy cotidiano que acá lo viven todos los
organismos, no sólo nosotros (“L”, SENASA, 21 de julio 2010).
La provincia de Misiones es una cuña que está insertada entre Brasil y Paraguay, y
con Paraguay, debido a la diferencia cambiaria todavía hay un comercio desigual,
entonces entra mucha mercadería del Paraguay. Y acá, en el puente
fundamentalmente, se da mucho lo que es el contrabando hormiga, como se lo
denomina en la zona. Las paseras son gente que trae poca cantidad de mercadería y
la pone acá en Posadas e intenta venderla. Es más un comercio transfronterizo que
una infracción. Pero la Aduana en su Código autoriza determinados montos y
determinadas frecuencias con las que pueden venir esa gente acá: no pueden traer
mercadería que sea de otros países, ni pueden realizar la venta acá en Posadas… (…)
Lo hacen desde que está la frontera misma. Es permanente. El tránsito de frontera
tiene realidades distintas de lo que uno puede contemplar en la letra fría de la ley. (…)
nosotros las conocemos a todas! (“C”, Gendarmería, 15 de julio 2010)
No está dentro del léxico aduanero la flexibilización en cuanto a las normas, son frías y
estrictas. (…) Los controles dependen del estado sintomático de la Cámara de
Comercio local, que es la que más se siente perjudicada por el ingreso de
mercaderías. (…) el intercambio comercial tradicional de las paseras no iba en
desmedro de la economía regional, pero ahora con el puente eso ha cambiado y la
Aduana se encuentra en una lucha constante para impedir ese ingreso de
mercaderías.
En la entrevista realizada en 2010, el funcionario de alto rango de la
Aduana, indagado acerca de los problemas en la economía
posadeña por el contrabando, mostró su opinión sincera sobre la
magnitud de estos conflictos:
4.1. Introducción
La operatoria administrativa en los pasos internacionales argentinos
se ha modificado de acuerdo con las transformaciones en la
normativa. En el paso Posadas-Encarnación, la inauguración de un
puente internacional como vía terrestre de conexión y las obras del
Plan de Terminación de la Represa Yacyretá cambiaron y unificaron
no sólo la organización territorial de este espacio fronterizo sino
también las tensiones sociales a ambos lados del límite
internacional. Ahora bien: ¿Cuál ha sido la consecuencia de los
cambios en los controles fronterizos respecto de las relaciones
sociales entre las ciudades de Posadas y Encarnación? ¿Cómo se
han manifestado las tensiones en el área desde 1990? ¿Quiénes
han sido los actores de dichas tensiones? En este capítulo
pretendemos explicar las prácticas del comercio fronterizo más
relevantes del nodo estratégico Posadas-Encarnación y sus
consecuencias en el plano del comportamiento de los actores y su
circulación fronteriza. Específicamente, buscamos identificar y
caracterizar los actores del comercio fronterizo y sus prácticas
sociales y espaciales, las que, a lo largo de los últimos años han
generado tensiones y disputas materializadas en los cortes del
puente internacional San Roque González de Santa Cruz.
(…) nos invita a especificar los agentes que llevan a cabo la acción de identificar. Y no
presupone que tal acción de identificar (aún realizada por agentes poderosos, como el
Estado) deberá necesariamente resultar en la igualdad interna, la distintividad, el
sentido de igualdad grupal que pueden intentar alcanzar los emprendedores políticos.
La identificación –de uno mismo y de los otros– es intrínseca a la vida social,
“identidad” en el sentido fuerte no lo es (Brubaker, 2001:75).
personas (llamados comúnmente paseros) que se ocupan de pasar bienes a través del
límite interestatal, entre sitios próximos claramente establecidos. Los paseros hacen
un trabajo por cuenta de terceros a cambio de muy bajas remuneraciones (Benedetti,
2011: 46).
Este tipo de contrabando o comercio hormiga es característico de
los espacios fronterizos y también del nodo Posadas-Encarnación y
es realizado por algunos de los actores del comercio fronterizo.
a) Las “paseras”
En mayo de 1934… (se) hizo construir la Feria o Mercado del Norte, para reemplazar
la famosa “Placita del Puerto”, cuyos sórdidos puestos al aire libre, atendidos en su
mayoría por “villenas” (paseras) constituían un verdadero atentado a las buenas
costumbres, el orden y la higiene… (Brañas, 1975:87, en Schiavoni, 1993:34).
La Placita es una tolerancia política inadmisible, por parte de los distintos gobiernos.
Toleran que esa gente esté vendiendo, lo mismo que La Salada (de Buenos Aires), es
inadmisible. (…) Es un grado de ineficiencia por parte del Estado, que no se entiende.
Pero es así (…) porque se sabe que esa gente no paga leyes sociales, no paga
impuestos, venden mercadería robada y los toleran. ¿Por qué? Porque no saben qué
hacer con esa gente. (…) Una vez vino un ministro de economía a Posadas y nos dijo
que hiciéramos un trato: - Nosotros mañana cerramos la Placita, vamos con la Policía
y (…) la demolemos con topadoras. Pero ustedes se comprometen a tomarlos a todos
ellos de empleados, que se quedan en la calle. Nosotros le dijimos: - En primer lugar
no podemos tomarlos porque son paraguayos, ilegales. Segundo, cuando vayan con la
topadora le van a largar 4400 gurisitos que viven en el Barrio, porque yo vivo ahí –en
el lugar lindo, sobre la barranca, los conozco a todos. Todos viven del contrabando
(A.T., mayo 2009).
Los mercados paraguayos fueron, como observamos, uno de los
primeros espacios urbanos en disputa con el “otro”, el que vive en la
otra orilla del río Paraná. Los mercados y sus alrededores, sus
calles aledañas, sus esquinas, las plazas o plazoletas adyacentes,
todos estos espacios se van transformando en emblemáticos para el
comercio fronterizo y, especialmente, para las paseras paraguayas.
Entre el paso internacional, ya sea la vía fluvial o la terrestre, y los
mercados paraguayos se va dibujando un mapa de la circulación de
las paseras que, como veremos en el próximo capítulo, hace al
trabajo y la vida cotidiana de la frontera. El ómnibus internacional
recorre gran parte de estos espacios, otros son caminados, otros
son destinados al descanso, a las comidas, a los encuentros
sociales, etcétera. Todos son, de alguna manera, territorios en
disputa entre el comercio formal posadeño y el comercio informal
proveniente de Paraguay. Disputa que se ha manifestado, en varias
oportunidades, sobre el puente internacional.
Por otra parte, a partir del año 2000 las personas afectadas por las
obras de la Empresa Binacional Yacyretá –lavanderas, pescadores,
residentes de las áreas a relocalizar, trabajadores a quienes se les
adeudan sueldos, etcétera– comenzaron a utilizar la modalidad de
bloqueo del Puente Internacional San Roque González de Santa
Cruz.
Pescadores y lavanderas
Quejas por falta de respuesta de la
25/04/01 argentinos perjudicados 7 horas
EBY por sus trabajos afectados
por la EBY
4 días con
Perjudicados por la EBY apertura Reclamos por pago de
22/12/03
argentinos cada una indemnizaciones por relocalización
hora
Plenaria Popular
Realización de Asamblea de la
22/10/04 Departamental de 3 horas
totalidad de afectados por la EBY
Paraguay
Los reclamos de las paseras serán puestos en duda por este diario
(“La protesta era la misma de siempre: los paseros cansados, según
ellos, de la discriminación del lado argentino”) (El Territorio,
27/05/98) o suavizadas. Por ejemplo, en un bloque del puente,
mientras el diario paraguayo La Nación aclaraba que “la
Gendarmería (Argentina), aparte de decomisar las mercaderías, les
maltratan física y sicológicamente, y luego les envían de vuelta a
Encarnación (a las paseras)” (La Nación, 25/03/04), el diario de
Posadas titulaba, sobre el mismo corte y el mismo reclamo, “Queja
por trato en el puente San Roque” (El Territorio, 26/03/04),
atemperando el reclamo de estas mujeres paraguayas.
Para este diario, mientras las paseras se manifiesten cortando el
puente internacional serán categorizadas como exaltadas, mal
educadas e indígenas (por insultar “en guaraní”) que cometen
delitos. También los adjetivos para calificar la forma de
manifestación empleada otorgaban a “la noticia” un tono negativo y
condenatorio. La protesta en sí, el corte del puente, es un hecho
criticado por la prensa posadeña. En 1992, año en que comenzaron
los cortes, un artículo del diario El Territorio planteó la posibilidad,
como casi imposible, de que sean los comerciantes posadeños los
que, para hacer escuchar su reclamo, corten el puente:
(…) hicimos una campaña sumamente agresiva, sacamos avisos en los diarios, en la
televisión, en la radio, hicimos el corte y todo. Planteamos que se suspenda el ITC
(Impuesto a la Transferencia de Combustible), que a los diputados misioneros los
íbamos nosotros a calificar de héroes si votaban a favor y de traidores si votaban en
contra (A.T., mayo del 2009).
La decisión de cortar el puente fue, como veremos en profundidad
más adelante, un “último” recurso para hacerse escuchar. Sus
tradicionales maneras de ejercer presión política no estaban dando
los frutos esperados y decidieron optar por una nueva modalidad de
protesta y de acción colectiva: el corte del puente internacional que
fue, para algunos de los comerciantes entrevistados, “una patriada”
(T.B., abril 2009).
Y… para nosotros allá (en Paraguay) hay menos trabajo, porque antes nosotros
traíamos la mercadería para vender y vendíamos mucho porque la gente no se iba,
pero con el puente la mayoría ya se van todos y compran allí (en Paraguay), entonces
nosotros no traemos nada para vender, le traemos a la dueña y ella nos paga el paso
nomás (Marcia, pasera, 4 de mayo de 2009).
Y, ahora hay mucha gente, yo antes trabajaba mejor, traía y dejaba y ganaba más,
ahora es muy difícil porque hay demasiada mucha gente que viene, porque es más
fácil venir ahora, algunos vienen en auto, hay más competencia (Emilia, pasera
“vendedora”, 6 de agosto de 2010).
Aumentan las posibilidades laborales y eso genera, a su vez, un
aumento de la competencia entre las paseras. Claro que ese cambio
lo viven solamente las paseras con más de veinte años en la labor
del cruce. Para las más jóvenes, el puente ha significado una salida
laboral más, una alternativa siempre presente. Sin embargo, la
posibilidad de trabajar “por” el puente está teñida de malestar para
las paseras paraguayas: su trabajo, como veremos mejor en el
próximo capítulo, implica pasar por los controles fronterizos. Cada
día, varias veces por día, existe para ellas un momento de tensión
que deben superar para obtener su sustento: el control. Todas las
entrevistadas coinciden en que en el control no pasan un buen
momento: “En los controles nos hacen lío con todo, todo lo que
pasemos. Hoy estaba feo y esta semana va a estar feo todo el
tiempo. Porque el señor se fue de vacaciones, el señor que es
bueno y nos deja pasar. Esta semana va a ser bravo con nosotras”
(Augusta, pasera, 19 de julio de 2010). El puente significó, entonces,
mayores controles y mayor contacto con los funcionarios del control
fronterizo, que no siempre se realiza en buenos términos.
NOTAS:
5.1. Introducción
Las transformaciones en los contextos geográficos y políticos en el
paso internacional Posadas-Encarnación modificaron las prácticas
de comercio fronterizo entre las dos ciudades. Además de la
aparición de nuevos actores (taxistas y moto-taxistas, fleteros,
paquitos, etcétera), la tradicional práctica comercial de las paseras
paraguayas experimentó un considerable aumento con la
inauguración del puente internacional. Esta práctica cuenta, desde
hace muchos años, con espacios de referencia en las dos ciudades
(áreas comerciales, mercados, plazas y espacio público en general),
con una red de relaciones donde se ponen en juego saberes y
estrategias del “cruce” fronterizo. Mientras que en capítulos
anteriores se indicó una categorización -una identificación realizada
por los “otros” poderosos, en términos de Brubaker (2001) como el
Estado y la prensa escrita- de la figura de la pasera en Posadas y
de su labor comercial, este capítulo trata sobre auto-identificación de
la pasera en tanto sujeto social de la frontera. Nos interesa poder
describir su trabajo, las formas de cruce fronterizo, sus espacios de
referencia y cómo afectan su práctica comercial los cambios
espaciales y económicos antes descriptos.
Nombre y Antigüedad
Nacionalidad y Lugar de Tipo de
fecha Estado civil en el
edad residencia pasera
entrevista trabajo
No
Eliana Encarnación Casada, marido
Paraguaya, 47 especifica
(barrio San ocupado, seis verdulera
27/04/09 años Isidro) hijos
cantidad
de años
Casado, marido
Paraguaya, no
Marcela ocupado, hijos (no Pasera
responde Encarnación diez años
27/04/09 especifica intermediaria
(aprox.30)
cantidad)
Paraguaya, no
Jacinta Coronel Bogado Pasera
responde Viuda, 15 hijos 40 años.
27/04/09 (zona rural) intermediaria
(aprox.60)
Paraguaya, no Encarnación
Amanda
responde (barrio San Juan Viuda, 5 hijos vendedora 20 años
01/05/09
(aprox. 75) San Miguel)
Encarnación
Jazmín Paraguaya, 54 Casada, marido
(barrio vendedora 20 años
01/05/09 años ocupado, 3 hijos
Carmelita)
Argentina, no
Anónima Casada, marido
responde Paso de los
N° 2 desocupado, 3 vendedora 20 años
(aprox. 50 Libres
04/05/09 hijos
años)
Casada (no
Paraguaya, no Encarnación
Marcia especifica Pasera No
responde (barrio San
04/05/09 ocupación del inermediaria responde
(aprox. 60) Pedro)
marido), 10 hijos
Mara Paraguaya, No
Casada, marido
responde Cuatro Potreros verdulera 4 años
ocupado, 3 hijos
07/05/09 (aprox. 30)
Anónima Paraguaya, 50 Encarnación Casada, marido vendedora 15 años
N° 4 años ocupado, 4 hijos, (cigarrillos)
08/05/09 uno fallecido
Anónima
Paraguaya, 29 Soltera, jefa de vendedora
N° 5 Encarnación. 15 años
años hogar, 4 hijos (cigarrillos)
15/05/09
Anónima
Paraguaya, 32 Soltera, jefa de Pasera
N° 6 Encarnación 17 años
años hogar, 4 hijos intermediaria
15/05/09
Mini Argentina, no
Soltera, jefa de Pasera menos de
responde(aprox Posadas.
hogar, 2 hijos intermediaria un año
26/07/10 35)
Paraguaya, no
Tamara Soltera, jefa de
responde, Encarnación vendedora 27 años
06/08/10 hogar, 7 hijos
(aprox. 55)
Emilia Paraguaya, 53 San Miguel Casada, no vendedoras 42 años
06/08/10 (distrito de especifica
Camburetá) ocupación del
marido, 6 hijos
Anónima
Paraguaya, 30 Soltera, jefa de Pasera
N° 7 Encarnación 12 años
años hogar, 2 hijos. intermediaria
12/08/10
Casada, no
Anónima especifica
Paraguaya, 40 Pasera
N° 8 Encarnación ocupación del 20 años
años intermediaria
12/08/10 marido, 5 hijos, 2
nietos
Anónima
Paraguaya, 45 Casada, marido Pasera
N° 9 Encarnación 20 años
años ocupado, 4 hijos intermediaria
12/08/10
De las tres paseras entrevistadas, una era una mujer joven nacida
en Posadas que trabajó como empleada doméstica hasta
septiembre del 2009. Cuando la entrevistamos en el mes de julio del
2010 ya se había iniciado como pasera para tener un ingreso.
Necesitaba mantener a sus dos hijos y era jefa de hogar. Estaba
buscando otro trabajo de mejor paga y mejores condiciones
laborales, pero debía realizar algunos cruces semanales para
sobrevivir. Ella nos cuenta:
-Me trajo una amiga porque estaba sin trabajo y no sabía qué hacer, yo ya tenía una
nena y empecé. Trabajé unos cinco años, después dejé otros cinco años y después
ahora volví. Yo estaba trabajando de doméstica y no me cubría. Tengo una nena de 16
años que va a segundo año, y con esto saco más que como empleada. Esto no es
para siempre, a veces te pasan cosas malas como hoy, que perdí una bolsita de cosas
ajenas en el colectivo, y tuve que pagar 40 pesos, a la señora que estaba al lado mío
le tuve que pagar. Hoy no fue un buen día” (Mini, 26/07/10).
Las otras dos paseras eran madre e hija, ambas residían en Paso
de los Libres (Provincia de Corrientes, a más de 300 kilómetros de
Posadas) y realizaban el cruce por Posadas-Encarnación una vez
cada dos meses o en épocas de las fiestas de fin de año (“Navidad,
fiesta de año nuevo y de los reyes magos”). Ambas eran casadas y
jefas de hogar, dado que sus maridos eran desocupados. Su caso
es interesante porque relataban que, además de realizar los
controles fronterizos en el paso Posadas-Encarnación, en el
ómnibus de larga distancia que las lleva a Paso de los Libres
siempre estaba la posibilidad de ser revisadas en los controles de
ruta de la Gendarmería Nacional Argentina, es decir, podían ser
sometidas a un doble control: “-Te quitan la mercadería en la ruta
hacia Paso de los Libres, viene la gendarmería a controlar y a veces
perdés todo. Y en la terminal también hay control a veces” (Anónima
N° 3, 04/05/09).
Paseras Cruzan por las lanchas, por el puerto Mercancías en poca o gran
“verduleras” cantidad: frutas y verduras, maní,
Arman puestos en las inmediaciones maíz, harina de maíz, porotos
del Mercado o realizan venta
ambulante casa por casa Cruce por la lancha para evitar los
controles del SENASA
Vuelven por el Puente, en ómnibus,
sin mercadería
Conocimiento de medios de
transporte de ida y vuelta hacia el
Mercado Central de Posadas (a 6
km del centro)
“Hay días que la Aduana no te deja pasar, nos vamos, volvemos hasta que después
hay un lugarcito en que podemos, pero son días…en todos los trabajos hay días
malos. Pero nosotras sobrellevamos todo, una vez que pasamos para acá ya es otro
ambiente, otro clima… a veces no nos dejan pasar, y nos tenemos que volver…pero
eso es normal. Cuando no nos dejan pasar, volvemos a Paraguay, con nuestras cosas,
y tenemos que esperar. Por ahí hay un cambio de guardia y pasamos…Y por ahí, si no
hay cambio de guardia, bueno, buscamos…buscamos la vuelta, con maña…hacemos
bolsos más chiquitos y todo eso…y pasamos de a poco, si a veces no podemos pasar
con uno así (me muestra un bolso grande) hacemos uno chiquitito, y así vamos y
volvemos, con paciencia…Pero es así…” (Tamara, 06/08/10).
Finalmente, los lugares del confort están definidos por dos acciones
cotidianas realizadas por las paseras en Posadas: la alimentación y
la compra. Cerca de los mercados paraguayos existen restaurantes
de comidas rápidas o “minutas” –hamburguesas, empanadas,
milanesas, etcétera– en donde las paseras almuerzan, cerca de las
14 horas. Es común ver también grupos de paseras almorzando “al
paso” en las veredas de las calles laterales del Mercado Modelo o
en una plaza. Se las escucha hablando en guaraní, conversando y
riendo. Antes de regresar a Encarnación, las paseras realizan sus
compras del hogar para aprovechar la diferencia de precios en
artículos específicos como: harinas y aceites.
“-(Vengo) Todos los días, a veces menos, a veces me quedo y trabajo en la huerta. Yo
llego con mi mercadería y voy a los clientes del mercado, yo no me quedo todo el
tiempo acá. Vengo a esperar que me paguen o que busquen su mercadería, también
traigo para vender casa por casa, a algunos clientes conocidos, pero sólo a la mañana.
Después ya vengo al mercado y espero. Recorro cerca del supermercado, dos o tres
cuadras nomás, no voy lejos. Hago una vueltita nomás y ya vengo” (Lina, 19/07/10).
El sistema creado por las paseras para lograr realizar, cada día, un
cruce exitoso implica la coordinación de un grupo de saberes
propios y compartidos:
“-Y cuando tenemos problemas nos mandan de vuelta, con todita la mercadería,
volvemos a Paraguay, bajamos todito y esperamos un rato y después volvemos otra
vez. Algunas veces tenemos suerte y la señora se fue al baño entonces ahí sí
pasamos. Así podemos escapar. Los gendarmes no tienen ningún derecho para
hacernos nada. Sólo si escapamos nos agarran los gendarmes, pero solamente eso.
Algunas veces escapamos, nos mandan de vuelta y escapamos caminando. Una vez
yo escapé a pie. Y algunas veces pasamos y algunas veces nos agarran otra vez la
aduana. Si el gendarme es buenito te deja pasar, sino te manda de vuelta (…)
Nosotras pasamos hasta el mediodía, porque ella (la funcionaria del SENASA) llega
después del mediodía, con el SENASA pasamos hasta el mediodía.” (Lina, 19/07/10).
Todas excepto una tenían hijos. La que menos hijos tenía con dos,
mientras que la que mayor número de hijos contaba con dieciocho, y
todas se jactaban de darles de comer, incluso algunas de educarlos,
con su trabajo diario, como Tamara: Tengo siete hijos. Seis varones
y una nena. Y gracias a Dios ya soy abuela. Pero sigo trabajando
porque me gusta! Yo no tengo marido, soy madre soltera. Y gracias
a Dios crié a los siete, con el trabajo de la frontera” (06/08/10). Los
miedos y las angustias a las que se exponen diariamente con su
actividad estaban, según ellas, justificadas por la gratificación de
mantener a sus hijos.
De esta manera, las “paseras”, las que niegan llamarse paseras, las
revendedoras y las verduleras, no se identifican con un nombre sino
con la misma condición de ser mujeres trabajadoras que cruzan la
frontera todos los días para alimentar a sus hijos. Sus ansiedades y
miedos descansan en esta necesidad de llevar algo de comer a sus
hogares, a sus numerosos hijos. Y cuando nos explican cómo
sortean todos los días los obstáculos de los controles aduaneros,
cómo soportan los maltratos, cuáles son sus tácticas para “pasar”
más mercaderías, dejan ver en sus palabras las temporalidades
circulares de su trabajo y, también, de su resignación: deben
superarlo para poder trabajar: “-Prefiero cruzar por el puente porque
es más rápido. Problemas hay siempre, es de siempre. En el puente
y en la lancha hay problemas. A veces venimos y no nos dejan
pasar, pero venimos igual porque ahí está nuestro puchero, tenemos
que venir igual.” (Jacinta, 27/04/09). Laurena nos cuenta,
angustiada: “-No hay trabajo en el Paraguay… y a donde vamos a ir
a parar si cuando no hay trabajo, adonde, decime? Tiene que ir al
país ajeno, a rebuscarse, si no hay trabajo (…) Nosotras tenemos
que callar, a dónde vamos a ir llorar? no hay a donde ir a llorar. A mí
nunca me maltrataron, porque cuando me retan me callo”
(Laureana, 30/04/09).
“-Ahora vivo acá [por Posadas], yo estoy radicada acá. (…) No, yo no tengo qué decir
muchas cosas de la gente de Posadas porque para la mi la gente de acá es como si
fuera…tengo menos allá en el Paraguay, tengo más gente acá en Posadas. Con la
gente de Argentina, yo no tengo nada malo que hablar, no puedo decir nada, porque
de maravilla se porta la gente conmigo (…) y por eso me radiqué acá, porque era
como si yo nacía acá. Hice todos los trámites para radicarme, por todos lados. Donde
me dicen: andate allá, ahí me voy. Los hice yo solita!” (Florencia, 10/08/10)
Para concluir, nos gustaría retomar las ideas centrales del capítulo.
En primer lugar comprobamos que en la práctica comercial de la
pasera entre Posadas y Encarnación existen diferentes roles que
implican una heterogeneidad de labores en su trabajo cotidiano
(característico en los sujetos sociales postmodernos). Pese a tener
distintas modalidades, el trabajo de la pasera conlleva un uso,
apropiación y generación de lugares de circulación, de venta, de
compra, de descanso, de espera, de encuentros. Estos lugares van
moldeando la creación de un espacio transfronterizo en los
intersticios que quedan entre la prohibición y el permiso. También
observamos que las prácticas y los lugares se alimentan del “saber
circular”, un saber que es aprendido en la práctica misma y ha sido
enseñado por generaciones.
NOTAS:
6.1. Introducción
El puente internacional fue objeto de bloqueo en los años noventa
no sólo por las paseras paraguayas sino también por ciudadanos
argentinos que también fueron afectados por los cambios en los
contextos geográficos y políticos del paso Posadas-Encarnación.
Este capítulo trata sobre la construcción de las representaciones
sociales sobre la frontera y la identidad/alteridad fronteriza del otro
sujeto social del comercio fronterizo que ha organizado y realizado
dos cortes en el puente San Roque González de Santa Cruz: los
comerciantes posadeños agrupados en la Cámara de Comercio e
Industria de Posadas (CCIP). Nuestro objetivo en esta oportunidad
es identificar, describir y explicar las representaciones sociales
sobre la identidad/alteridad y sobre la frontera de los comerciantes
posadeños agrupados en la CCIP que participaron de la “lucha” de
la década del noventa. Este capítulo se divide en cuatro apartados.
El primero trata sobre la situación de los comerciantes de la CCIP
previa a la década del noventa y cómo éstos comenzaron a percibir
el inicio de las tensiones: los comerciantes de Posadas tenían, antes
de la inauguración del puente internacional y de la creación del
Mercosur, una situación económica y social privilegiada, lo cual los
hacía pertenecer a una clase media-alta o alta posadeña. A partir de
1990 varios factores coadyuvaron a que esta situación cambiara en
detrimento del sector comercial de Posadas. En el segundo
apartado se describen los momentos de lucha –según el término
utilizado por los mismos protagonistas– o protesta y movilización de
los comerciantes posadeños agrupados en la Cámara de Comercio
e Industria de Posadas en la década del 90 y se analizan en función
de las discusiones actuales sobre las protestas y los movimientos
sociales en Argentina, sobre todo poniendo el acento en el piquete
como forma de protesta social. En el tercer apartado se analiza la
construcción identitaria (que marca, asimismo, una noción de
alteridad) que aparece en la auto-identificación de los comerciantes.
Finalmente, el cuatro apartado explica las representaciones sociales
sobre la frontera profundizando el análisis sobre cómo se insertan
estas representaciones en la dimensión simbólica de la frontera. En
los últimos párrafos se remarcarán las conclusiones principales del
capítulo.
(…) nosotros íbamos a Buenos Aires y nos decían: -mirá, vienen los ricos. Todos
éramos ricos, teníamos departamentos en Buenos Aires, coches, Punta del Este. Ese
era un determinante de que todos los comerciantes misioneros…eran muy pocos los
comerciantes que no anduvieran bien (P. S., abril de 2009).
allí (con el puente) se origina el conflicto y se agudiza cada vez más. Con el puente…
se llega a la hecatombe, vos agarrás el auto, comprar en frente lo que te da la gana y
volvés, es más cómodo. Uno iba en el auto, ya era un estrato social más alto, clase
media y alta la que empezó a ir a comprar lo que se te ocurra (T. A., Mayo de 2009).
El uno a uno fue arrasador! Por eso mismo nuestra lucha fue, en
esa época, la más destacada de la Cámara de Comercio. ¿Por qué?
Porque nosotros estábamos en una crisis terminal, el comercio
estaba realmente muy mal (…) cruzaban 300.000 personas por mes
(a realizar compras a Encarnación). ¡Era, en ese momento, la
población entera de Posadas que cruzaba cada mes. Entonces…
sumado a todo lo que se contrabandeaba! (B. J., julio de 2010).
Otro de los cambios que perjudicaron la realidad del sector
comercial e industrial de Posadas fue el inicio del Mercosur, sobre
todo aquello que tiene que ver con los cambios en el control
fronterizo, como ya describimos. La flexibilidad en los controles, la
falta de personal y las políticas laxas de integración fronteriza en los
inicios de la década del noventa alertaron a los comerciantes sobre
las consecuencias negativas del Mercosur. Antes de la firma del
Tratado de Asunción 1n 1991, la CCIP y algunos comerciantes
individualmente se pusieron en contacto con grupos de
comerciantes y empresarios encarnaceños para realizar negocios
de manera conjunta, pero las tratativas no prosperaron. Según los
comerciantes de la CCIP, los encarnaceños estaban interesados
solamente en garantizar la flexibilidad de los controles fronterizos.
“Imposible. Imposible, estuvimos tres años reunidos acá y allá y
nosotros intentábamos la manera de hacer negocios con ellos y
ellos lo único que querían era que se flexibilicen los controles en el
puente” (T. A., mayo de 2009).
(…) se preparó una movilización muy importante, la Cámara hacía convocatorias con
apertura al resto del comercio. Cada reunión parecía una asamblea y así,
democráticamente, se iban informando sobre gestiones que se iban haciendo y se iban
pidiendo propuestas. Y de esa asamblea previa surgió de hacer un corte del puente
como una forma de llamar la atención en el espacio internacional. Y como no nos
escuchaban nos íbamos a hacer escuchar. Y se decidió hacer un acto, pero
justamente en la entrada del puente, de manera que el acto de hecho produjera el
corte (B. T., abril del 2009).
Porque que quede claro: este tema del 1 a 1, de la convertibilidad, daba muchos votos.
Entonces la Cámara iba en contra de los votos, quería industria, quería desarrollo (…)
Y la gente común disfrutaba del 1 al 1. La gente accedió a un bienestar que no les
correspondía, no por su situación como seres humanos, sino por su situación
económica (P. S., abril de 2009).
el hecho llamado corte fue lo mismo: se cortó la circulación. Pero en el hecho fáctico,
el hecho real, el hecho concreto, ellos (paseras y taxistas) hacían cortecitos y nosotros
hicimos un “cortón”, que llamó al Ministro de Interior, Corach, vino el gobernador, vino
el juez, no le dimos bola al juez, se armó un despelote, hubo piñas con los policías…o
sea: estuvo bravo (P. S., julio 2010).
Ellos (paseras y taxistas paraguayos) son como los piqueteros. Ellos cortan y no pasa
nada, ahora cuando cortamos nosotros hubo de todo. Nosotros éramos conscientes
que iba a ser algo muy importante, tan es así que cuando las columnas se acercaban
para la movilización, intentaron frenarnos con la policía…no se reprimió, pero tuvimos
que hablarles y explicarles que nosotros íbamos a seguir, y se ve que la policía tenía
instrucciones…era el sector empresario, no íbamos a hacer ningún desmán, pero
estábamos firmes e íbamos a lograr nuestro objetivo (B. T., abril del 2009).
El corte fue una patriada, que uno la recuerda con cierto cariño. No éramos tan
jóvenes, yo ahora tengo 60 años (…) Otras directivas de la cámara fueron más
complacientes o menos contestatarios. Yo tengo el agrado de decir que como grupo
humano fuimos más combativos (…) yo conduje un poco esa primera movilización, yo
tuve un rol protagónico (B. T., abril del 2009).
-Unos eran más combativos que otros y de allí la gran fantasía de nuestro amigo T. A.,
que él siempre quiso agarrar y venir con un camión y …era un hombre muy combativo
al frente…
Yo soy de Capital Federal, pero hace 30 años que estoy acá y no me arrepiento, al
contrario, yo me siento más misionero que porteño, porque aprendí a quererlo y me
siento mejor acá, porque vivo mejor y porque yo creo que esta provincia donde gracias
a Dios se llenó de inmigrantes con vocación de trabajo (…) me pregunto que hubiesen
podido hacer en esta provincia esos inmigrantes laboriosos, los polacos, los alemanes,
con buenos gobiernos, con gobiernos pujantes, con gobiernos que no dependieran del
poder central. ¡Nosotros pagamos la luz más cara del país, el gas más caro del país!…
(B. J., julio de 2010).
Los empleados públicos…no quiero identificar con nombre y apellido, ni siquiera con
las instituciones, pero los empleados públicos, los sábados: allá vamos (por
Encarnación)! Y son los que de lunes a viernes nos hacían las inspecciones para
cobrarnos impuestos. ¿Querés algo más gráfico e insultante a la inteligencia que eso?
¿A ver cuánto te puedo sacar para ir a gastar a donde vos sufrís?…era tenebroso (P.
S., julio de 2010).
Todo lo que tenga que ver con la otra orilla tiene para ellos el sabor
amargo de la crisis económica. El hecho mismo de cruzar sin
incluso comprar nada en la otra orilla significa para ellos una
traición, una traición no sólo a su entidad como sector empresario
sino como los artífices de una resistencia, la “patriada” que
sostuvieron durante su “década de sufrimiento”. La frontera es una
situación desventajosa, no grata, un espacio que les ha traído
situaciones desagradables. El único espacio fronterizo que han
utilizado fue el puente internacional pero no para cruzarlo sino sólo
para cortarlo, para marcar que ni la frontera ni el puente les sirve.
NOTAS:
la frontera fue precisamente el borde, el confín entre el espacio claro y el bosque, (…)
la frontera estaba allí donde se interrumpían las condiciones apropiadas para la
subsistencia. Ha sido la frontera, desde sus orígenes, una franja de transfiguración, de
mutación del paisaje donde existe un cambio, una transformación (De Marco,
1987:122).
Por otra parte, con respecto al trabajo “en la frontera” de las paseras
paraguayas, registramos una división sexual del trabajo. En los
trabajos de las migraciones internacionales desde la perspectiva de
género, la mujer ha ocupado una posición en el ámbito doméstico
familiar –en tanto mujer del hombre “migrante”– o desde el ámbito
laboral informal de baja calificación, como empleadas domésticas,
niñeras, lavanderas, cocineras, costureras, vendedoras ambulantes,
etcétera. En estos casos, la mujer queda circunscripta al ámbito
doméstico, ya sea en tanto madre o esposa, o como trabajadora
contratada para labores domésticas. Pero el caso de la pasera
paraguaya reviste cierta ambigüedad: aunque reconocemos que la
pasera no es un sujeto “migrante” (ni permanente, ni temporario)
sino un sujeto en circulación transfronteriza constante, su relación
de género con el ámbito laboral merece un análisis más amplio. En
este aspecto creemos que es menester una profundización desde la
perspectiva de la geografía de género, en futuras investigaciones,
que den cuenta del elemento cultural y espacial del trabajo de la
pasera paraguaya, analizando su relación con los hombres del
hogar (ya sean hijos o maridos), su motivaciones laborales, su
independencia económica y su espacio de poder en la vida
doméstica. Porque interpretamos que el trabajo de la pasera
paraguaya implica, en primer lugar, un empoderamiento de la mujer
en tanto trabajadora y proveedora del hogar, pese a las condiciones
laborales de informalidad y precariedad en las que se encuentra. Y,
en segundo lugar, la pasera paraguaya, mediante su trabajo, sale
del mundo de lo doméstico hacia el espacio público –tanto como
pueden ser las calles, las plazas y las esquinas de dos ciudades– en
donde ocupa un lugar reconocido dentro del mercado de trabajo.
1) Censos
5) Acuerdos Mercosur
7) Internet
www.eby.org.ar
http://www.mercosurabc.com.ar
http://www.gendarmeria.gov.ar/
http://www.afip.gob.ar/aduanaDefault.asp
http://www.migraciones.gov.ar/accesible/
http://www.prefecturanaval.gov.ar/web/es/html/portada.php
http://www.senasa.gov.ar/
http://www.mininterior.gov.ar/
http://www.msal.gov.ar/
http://www.vialidad.gov.ar/
Bonetti, E.; Bruera, S.; Gatto, F.; González Posse, E.; Laurelli, E.;
Lombarda, M.; Rofman, A.; Sarachaga, D.; Velga, D.; y Vera, T.
(1991). Frontera, integración y después… El desarrollo regional
integrado: un aspecto específico de la integración nacional.
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Sassen, Saskia (1991). The global city. New York, London, Tokyo.
Princeton: P.U. Press.
B) Entrevistas paseras:
1. ¿Cuál es su nombre?
2. ¿Qué edad tiene?
3. ¿En qué lugar vive? ¿En qué parte? Y antes, ¿donde vivía?
16. ¿Tiene clientes fijos a los cuales visita en la ciudad? ¿Qué les
lleva? ¿Les hacen pedidos?
19. ¿Usted piensa que puente cambió en algo las relaciones entre
las ciudades? ¿Para bien o para mal?