DOPOOLITEIA
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DOPOOLITEIA
Autor - Editor
Carlos Rojas Sifuentes
2
¿Cuántas
lecciones
oraciones
sanciones
ejecuciones
revoluciones
palabras
serían necesarias
para que desaparezca el mal del mundo?
3
EL ORDEN DE LAS COSAS
4
QUIÉN
Cuál es mi lucha.
Cuál es mi compromiso.
Cuáles son mis logros.
Cuáles mis resultados.
Qué camino he transitado.
A qué meta he llegado.
Dónde están los productos.
Dónde los beneficios.
Dónde los beneficiados.
Cuál es mi especialidad.
Qué cosa puedo hacer.
Para qué se me llama.
Quién me reclama.
A quién inspiraré mañana.
Quién es el hombre
que no sabe nada, pero
vive mejor que el maestro,
el filósofo o el poeta.
El mundo anda mal dispuesto.
La riqueza no es riqueza,
porque está mal distribuida.
Y ya nos estamos yendo a la mierda,
ahora mismo, aquí.
5
IMPOSIBILIDAD
6
NI PERDÓN NI OLVIDO
7
UTOPÍA
Volver a la utopía,
al sueño prohibido,
al ideal satanizado.
Hurgando en el silencio,
apartando de la voz
el vacío que deja el miedo,
desanudando el sendero,
corrigiendo el porvenir.
Alcanzar la grandeza
de la gota infinitesimal,
que, multiplicada en su caída
horada la solidez y la perennidad.
Y no volver para conceder,
llegar para reclamar,
venir y no regresar jamás.
Volver a la utopía
y a la certidumbre del compromiso
con la razón universal,
aunque se caigan los ídolos,
aunque nos rasguen los bolsillos,
aunque se nos desarme el horario
y nos resten privilegios de estación.
8
La utopía es el inicio y el fin del sueño,
y volver no es sino desandar,
comenzar, si lo exige, todo de nuevo;
vaciar el costal y reordenar los nombres,
desconceptualizar los términos,
juntar los límites del quehacer humano
y derrumbar barreras de exclusión.
9
Y volver, a partir de ese punto,
a descifrar la utopía
y renacer en el sueño universal.
Volver a la utopía
que nunca ha terminado.
Prepararnos para el designio humano
y reconocernos seres vivos
en armonía con el mundo natural,
diferentes en formas de dominio,
pero, dominantes por igual,
creadores de cultura, de necesidades,
de temores y de cuanto Dios
ha urgido nuestro eterno cuestionar.
Reclamantes de fe,
evolucionados para seguir dominando,
y autoevolucionados para consumir.
Librepensadores de la exclusión,
ambiciosos en la posesión,
e injustos en la repartición.
10
Nunca como hoy hay tanto
para tan pocos
y apenas nos caen migajas.
La existencia es una batalla
de placeres insatisfechos
y deseos no procurados.
Hoy como nunca,
la jungla está abierta
y se permite de todo,
menos joder a Dios,
él no tiene luchas que librar.
Su existencia es una lucha perdida.
11
TIEMPO DE POESÍA
12
PERÚ
13
Participando de su diversidad.
Encontrando sus muchas virtudes.
Recogiendo lo mejor de su legado.
Uniéndose a nuestra visión de futuro.
14
SUEÑOS DEL POETA
15
No tengo para ti reproches,
tú estás en todo lo que soy,
pero deploro que hoy tu gente
se nutra de tu frustración
y se abandone a la indiferencia,
mientras la realidad nos engulle.
¡En qué país de mierda hemos
convertido al Perú los peruanos!
16
CORRUPCIÓN
17
Pero la corrupción lleva alas y anda en coche del
año.
Usa la palabra como instrumento de convicción,
y extiende su mano a todos los que se quieran
someter.
Ama el capitalismo salvaje, el fascismo, y le gusta
surfear
usando su tabla de inversiones y proyectos viables,
sobre las grandes olas que millones de infelices
forman
con su constante flujo de ilusiones desmedidas.
18
Yo no soy de aquí, soy de un lugar lejano,
porque vine huyendo de los míos,
que ahora ya no son más lo que eran.
Ellos son fieras domadas por la corrupción.
Tal como la encarnación de un obeso macho,
cebado por bocanadas de sucio poder,
que vive mirándose el tamaño del pene.
19
LOS HUESOS DEL DICTADOR
La injusticia se nutre
de la indiferencia y del olvido.
20
A INCENDIAR EL FUEGO
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solo habrá lugar para reparar el daño que hicimos y
el que dejamos hacer,
preparando profundos cimientos, con sólidos
bloques de eternidad.
22
NO HAY
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HOJA EN BLANCO
Antes de la palabra,
solo sueños, desenfrenos,
ansiando sorbos de libertad.
Después de la palabra,
deseos: que mis sueños
puedan volar por doquier.
24
REPROCHE
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PETICIÓN
Perdónenme amigos:
por no haber traído las manos manchadas de sangre
del explotador, del corrupto, del traidor del pueblo.
Perdónenme, por no haber llevado la indignación en
una bala,
y en la voz tener apagado el reclamo de mi gente.
Perdónenme, por no haber sido una mujer oprimida
que un día levantó la cara y le dijo que no es no
al miserable macho patriarcal.
Perdónenme, por no haber sido un niño que se
rebela
contra un libro que lo pretende esclavizar.
Perdónenme, por no haber sido un negro cimarrón,
bailando alrededor de la cabeza del cruel amo.
Perdónenme, por no haber sido un indígena
rebelde, haciendo tragar su látigo al despreciable
gamonal.
Perdónenme, por no haber salido a caminar sobre el
arcoíris,
y por no decirle al mundo que es buena la
diversidad,
y mejor aún aquello que nos reúne en la diferencia.
Perdónenme, por no espantar curas y no
desacralizar iglesias,
por dejar que nos domine nuestra propia creación.
Perdónenme, por seguir creyendo en las leyes de los
hombres.
Perdónenme, por seguir creyendo en esta y no en
otra humanidad.
26
PARA CUANDO
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MISERABLES
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DE QUÉ MORIR
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donde tiene el patrón sucursal de su empresa.
Puede que lo mate el gobierno, de tanta espera,
de aquello que jamás llegará a su mesa
o puede que sean los amigos, olvidando su foto
en algún oscuro rincón de su pasado.
O tal vez muera de oportunidades perdidas,
en las letras inacabadas de un libro,
apartado ya del camino a la inmortalidad.
Puede, en suma, que muera
de vulgares consecuencias,
de extraordinarias causalidades
o de motivaciones insospechadas.
Pero una cosa es segura:
No habrá para él una muerte poética.
Manuel Sifuentes no morirá de poesía.
30
¿DE QUIÉN SON LAS CALLES?
31
cuando ya no hay más padres sobre la tierra
y en las esquinas asoman los monstruos, que del
cielo van cayendo.
Indefensos se preguntan dónde están los que como
ellos parecidos son.
De quién son estas calles que huelen a inocencia
quemada.
La que ellos están empezando a percibir y por ello
descubren el llanto.
32
Las bestias se reproducen, ya deambulan por las
calles.
Ya no hay sobre ellas quienes antes había y
desnudaban su brutalidad.
Los ojos, que se mantuvieron caídos, ahora se
levantan y miran a los muros,
pintados todos de los sueños de quienes no pudieron
soñar.
33
que no supo distinguir entre la realidad y la pesadilla
de las bestias,
que despertaron cuando más de uno las materializó,
y ese fue tal vez el motivo.
De quién son las calles ahora y de quién serán los
edificios mañana.
Los monstruos se mueven y algunos ya prefieren
subir, mientras otros
siguen bajando de las nubes, en las gotas que no son
de lluvia sino de transición.
De un mundo que se voltea para mostrar su interior
aún delicado e incorruptible,
donde no habrá bestias presentes o pasadas, ni
siquiera el recuerdo de la evolución.
34
En líneas siguió el resquebrajamiento, largo como es
el más largo de los continentes.
35
DECLARACIÓN DESDE UN LUGAR EN EL
VIENTO
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No una vida sino muchas entrelazadas bajo los pies
del que viene luego,
dejando huellas indelebles en la masa, que a veces
penetran en el hemisferio.
Y unos cuantos apenas erigiéndose por encima
como humanos indecibles.
Y la vida que se cree ser el lío que estos imbéciles
dicen que es la vida.
37
Ahora,
que otro venga a cagarse sobre las nubes, en esta
tarde de frío estival.
38
UN PUEBLO
39
EL TIEMPO TRANSCURRIDO
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NADA…
41
CAMINAR
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HUMANIDAD
Y yo no me animo a mirarte,
a levantar las manos para tocarte,
a entregarte una sonrisa siquiera.
Y sigues de largo, a otro país,
a otra espera de nunca acabar.
Mientras mi humanidad se regocija
de no andar sobre tus calzas,
sin apenas darme cuenta que
no podría disfrutar de este día
si no hubiese amanecido
sobre tu ausencia,
sobre tu hijo muerto,
sobre tu país destruido.
43
Si alguna vez te hablan
de la humanidad,
diles que es un lugar
donde se esfuman los temores
y una mano amiga se extiende
para entregarte su protección.
44
MISIÓN DE LA PALABRA
45
Y la muerte tiene la cara del señor obispo,
del oligarca que se compró pobres explotados,
del uniformado que recita las leyes arrodillado,
del maestro que repite el relato hegemónico,
del poeta que se traga la palabra en silencio.
46
No andará el miedo pisando vuestras sombras,
cuando los impulsen razones y sentimientos.
Y al finalizar la tarde, ya ungido el soberano,
por el sudor que brote de las jornadas de lucha,
todos los que fuimos ajenos, seremos nosotros,
como lluvia que se reúne y encuentra su cauce
abriéndose paso entre los restos del pasado,
y al caer la noche, nos abrazará un poema,
hecho con las voces del pueblo.
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NO TU MUERTE
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Y ese corazón decepcionado
detendría en ese momento
su atormentada pulsación,
de saber que le da vida
a una cobarde existencia,
que, con su afán de supervivencia
ofende a todos aquellos que
han agotado su último aliento
para liberarnos de aquella muerte
que es vivir sin humanidad.
49
OBLIGACIÓN
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Pero, si un día sales a protestar
para buscar otras normas, otro orden
y otros valores que sirvan al pueblo
y tengan un rostro humano,
te llamarán subversivo o terrorista,
irán a buscarte a tu casa
y querrán volarte en mil pedazos,
porque las reglas de la libertad
no las pone cualquiera,
solo el que ha ganado la batalla
o maneja el ministerio de economía.
Y eso lo sabe el presidente, el hijo del vecino,
y los dueños de este circo,
que, aunque aún no lo sepan
también son esclavos de su oficio, solo que,
ellos han guardado lo suficiente en la despensa
para soportar incluso el gran cambio,
de no tener más animales en las pistas
para tener solo humanos amaestrados.
51
PENA DE MUERTE A LA MUERTE
52
¿DÓNDE ESTÁ EL PODER?
Hoy ha muerto.
Y convenimos en que,
para el simple humano,
lo más dañino es la propia vida
cuando es juguete de un poderoso señor.
Y que,
lo realmente valioso es la muerte,
cuando nos libera del miserable opresor.
53
DESEO
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RECONOCIÉNDOTE
Luego entra,
y como si estuvieras
nuevamente frente a ti,
observa a los otros
¿Son humanos?
¿Tienen algún valor?
¿Existen?
Así,
Cuando deambules
por entre la gente,
en ellas
obsérvate a ti,
y si algo vales
dales ese valor,
y si ellos existen,
verás que por ellos
seguirás existiendo
tú.
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LA INERCIA DE LOS HOMBRES
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SI YO FUERA BLANCO
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SIN UNA FLOR
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TODOS ENVEJECEMOS
Todos envejecemos
El que duerme contento en el palacio
El que no sabe cuántos palacios tiene
El apañador de pederastas
El que vive de las ofrendas
El que envía jóvenes a la guerra
El monarca, que vive del trabajo del pueblo
El fabricante de sillas y el pintor
El artista y el que te lleva la contabilidad
John Lyndon, James Newell y Reginald Kenneth
Dwight
El emérito, el sultán y la reina del pop
Todos envejecemos
Mao, Marx y la reina Victoria ya no están
Ronald Reagan y Ceaușescu también envejecieron
El que mandó matar para beneficio propio
El que mando matar para beneficio de su pueblo
El que fue revolucionario y ahora duerme la siesta
El que sueña que no hay más revoluciones
Los que acumulan sueños en su almohada
Los que le roban a la gente sus ilusiones
Todos envejecemos
Menos los que decidieron no vivir
O se los llevó muy pronto la vida
Ellos no son más lo que pudieron ser
Y nosotros seguimos esperando que amanezca.
59
UN DÍA
Un día me matarán.
Llegarán de noche,
ocultos por el temor
de ver su sombra
y sus consecuencias
o llegarán sin cuidado,
a plena luz del día,
con los ojos despiertos.
Y tomarán mi tiempo,
mi espacio,
mis sueños,
mis posibilidades,
que,
por la mano
del asesino,
para siempre
acabarán.
Un día me matarán,
y no será un día
para recordarlo.
60
POEMA
61
IMAGEN DEL APREMIO
(En la foto premiada de una tea humana)
Un pueblo, un dictador,
una protesta,
un conspirador.
Muchas protestas,
mucho dictador.
El pueblo en el medio,
el pueblo agredido,
el pueblo agresor
y en respuesta
a tu atrevimiento,
las llamas te cubren
como grave afrenta.
Corres para vivir
y ya no te perteneces.
Ahora sirves
a unos y a otros,
como una imagen
de ti
envuelto en llamas,
infalible arma
para tumbar al opresor.
Por eso ahora
eres un premio,
uno internacional,
que no te concierne
a ti,
pero te quiere a ti
como una tea ardiente,
una que precisamente
no quieres ser,
y no deseas llevar
62
como una condecoración,
porque no hay
revolución
ni verdad
ni religión,
que justifique
que antes
te hayan arrancado
la piel
y ahora quieran
arrancarte la palabra.
63
UNO
Un señor
Un hijo de puta
Un malnacido
Un señor
Uno que lleva saco y corbata
Que acude a misa los domingos
Un señor
Un maldito
Un serio caballero
Que va con bastón
Que todavía usa sombrero
Uno que pinta canas
Que cuando llueve
Usa paraguas y sacón
Un señor muy alto
Recto y espigado
De buen talante
De recio andar
De figura señera
un rufián cualquiera
Ese señor
Que camina
Con paso elegante
Sin hacer tronar los zapatos
Con pantalón de estación
Y camisa del color
Que no desentona
Un señor
Un ser indigno
De buena presencia
Y buen aroma
Siempre sonriendo
Y alterando a las hembras
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Sin billetera
Ni monedero
Solo llevando tarjeta
Y crédito seguro
Grande y absolutamente
Despreciable
Y aunque amable
Lleva el color del alma
Maquillada por el lujo
La ropa cubre
La hondura de su mal
El mal olor de su ser
Viene superado por el perfume
Y su sonrisa
Es una ventana opaca
Y engañosa
Que esconde a un miserable
Ese que pronto
Morirá
Y la ciudad se encargará
De enterrarlo
Azucarando su pasado
Endulzando su imagen
Diciéndonos a todos
Que no hay muerto malo
Y que este hijo de puta
Tampoco lo es.
Pero sí que lo es...
Vaya que los es.
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PIEDRA ROJA
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¿Y qué creen?
Al subir a buscar la verdad en las alturas,
se toparon con una empresa transnacional
que tiene una provechosa concesión del Estado,
para extraer las susodichas piedras y venderlas
en pequeños bloques, con agregados de color,
y recubiertas de una fina capa de laca protectora,
con las que se construirán pequeñas capillas,
que puedan proteger a los hombres
que requieren olvidar a diario sus mentiras,
invocando al espíritu de la cantera,
amansado ahora por una naciente religión…
67
INTENTA SER
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UNO DE NOSOTROS
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como una despreciable ameba,
como un microbio destructor
como un miserable traidor…
70
CIUDAD MÍA, DESPOJOS DE MONTAÑA Y
MAR
71
En este lugar del mundo, tan vacío,
penden de un hilo las luces del día.
En unas horas llegará la oscuridad
y después de una larga noche
no habrá un sol que quiera retornar
para ver los despojos de la estulticia.
72
RECLAMO
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Entonces, díganme cómo es que se mantiene
dominada a la gente,
si no es con la violencia que se ejerce negándole una
buena educación,
recortándole sus derechos a una justa remuneración
por su trabajo,
a la salud, a una vivienda digna, a la recreación, a la
vida familiar.
A vivir bien, como lo hacen los que hallaron la forma
de exprimir largamente
la leche de la madre tierra, que no alimenta por igual
a toda la humanidad.
A vivir bien, como lo hacen los pastores, obispos,
funcionarios y políticos.
Como viven los profesionales, que se sirven del
pueblo, esquilmándolo.
Como los que sirven a los empresarios,
amordazando a los trabajadores.
74
LA CIUDAD MÍA
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Por eso imaginamos un cielo ajeno y amamos la
niebla,
que nos encierra en nosotros mismos, sin más.
En mi ciudad nada es previsible ni confiable,
solo la poesía, que viene de la infeliz melancolía,
de tratar de recordar un pasado diluido por el
tiempo
o de saber que siempre se pueden dibujar unos
sueños
que se disfracen de blancos veleros y se aventuren,
tan lejos como puedan, de las rutas del tedio y la
cotidianeidad.
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MIGRANTE INDESEADO
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Mañana te regresarán a casa,
aunque ya no te pertenezca,
y volverás a sufrir marginación
y profunda desesperanza,
sin que de ello aparezca
señal alguna de solución.
No obstante,
sabes bien
que lo seguirás intentando…
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AQUÍ
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AJENIDAD
Todos
alguna vez
hemos sido,
somos
o seremos
migrantes,
de una tierra
o de otra.
En nuestra piel,
en nuestra sangre,
en la huella
de nuestros zapatos,
en nuestra mirada,
en nuestros sueños.
Todos
somos
migrantes
o lo seremos
cuando la tierra
deje de ser nuestra.
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EL POLÍTICO
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Sin embargo,
ayer se irguió
un nuevo político
parado sobre sus patas traseras,
andando como si tuviera
dos pies,
y quiso calmar a los cánidos
con palabras como:
justicia, orden, paz, solidaridad, dignidad, amor,
orgullo,
integridad, unión, entereza,
repartición más justa de la riqueza.
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DANDO VUELTA A LA TORTILLA
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Yo no quisiera que veas la sonrisa
del que disfruta nuestra infelicidad
pero, espero que tú sepas, hijo,
que vivimos en los bordes de la razón
haciendo posible la explotación.
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LA SIESTA DE UN SUEÑO
85
TRIVIA
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YO
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LO QUE VENDRÁ
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YO NO
Yo,
ya no quiero pintar ventanas
para que otros las abran.
Quiero desandar mis propios caminos.
Abrir, no una, sino muchas puertas para huir
de este encierro que adormece mi estancia.
Quiero tomar cuatro piedras y lanzarlas a los vitrales
de este palacio que atrapa mi conciencia,
de esta inagotable celebración a la cotidianeidad.
Abrir mis ojos, desnudar mi entendimiento
y derretir mis sueños de azúcar y sal,
rebasando los límites que impone la
autocomplacencia.
Y cada mañana horadar en el muro que oculta el sol,
que hace sombra a mis huellas inconclusas.
Y cuando ponga un pie afuera
podré al fin recibir la luz sin intermediarios,
como lo hace la naturaleza:
el músculo,
el hueso,
el ojo,
la piel.
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ILUSIÓN
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SER Y NO SER
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NO MI CIUDAD
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PODER
93
REVISITAR
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Quédate y mira cómo cambia el cielo y se pone azul,
cómo se pintan de celeste los edificios al frente.
Lo veo todos los días desde la cama de este hospital
y puedo cerrar mis ojos para dormir, cobijado por el
día.
Tú no tienes que irte, yo me quedo aquí, asómate,
cuando llegue la tarde volveremos a repetir las frases.
Todos los días haremos de este cuarto una torre,
para iluminar la tierra y sus estrechos caminos.
Llévate el rostro al sueño y no duermas más.
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MI REVOLUCIÓN
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INDICE
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33. La inercia de los hombres
34. Si yo fuera blanco
35. Sin una flor
36. Todos envejecemos
37. Un día
38. Poema
39. Imagen del apremio
40. Uno
41. Piedra roja
42. Intenta ser
43. Uno de nosotros
44. Ciudad mía, despojos de montaña y mar
45. Reclamo
46. La ciudad mía
47. Migrante indeseado
48. Aquí
49. Ajenidad
50. El político
51. Dando vuelta a la tortilla
52. La siesta de un sueño
53. Trivia
54. Yo
55. Lo que vendrá
56. Yo no
57. Ilusión
58. Ser y no ser
59. No mi ciudad
60. Poder
61. Revisitar
62. Mi revolución
98
El autor:
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