Caliban 20 ESP
Caliban 20 ESP
Caliban 20 ESP
Revista Latinoamericana
Revista
de Latinoamericana
Psicoanálisis
de Psicoanálisis
|1
Federación
Psicoanalítica
Índice
Revista Latinoamericana
de Psicoanálisis de América Latina
4 | Índice Índice | 5
236 Textual
270 De Memoria
278 Bitácora
286 Agradecimientos
10 | Calibán - RLP, 20(1), 8-13 - 2022 La vida social de las palabras, Carolina García Maggi | 11
El siglo XXI se inicia con el eclipse de las utopías, luego de una era de violencias Desde el primer paso, Tradición e invención, se han editado diecinueve nú-
y revoluciones que naufragaron. Aun así, imaginar una sociedad deseable, alucinar meros, y podemos decir que no estamos en el mismo punto. Tampoco lo está el
esa quimera escandalosa (Barthes, 1976-1977/2002), sigue desvelándonos. Utopía mundo, y las revistas acompañan los tiempos.
es la invitación de la sección Dossier. Los textos toman diferentes ángulos de abor- El psicoanálisis es una operación de lectura, de rereading, tomando la idea de
daje, desde proyectos utópicos como la arquitectura de Lina Bo Bardi, la partici- estas librerías emergentes de textos usados, reforzando esa transmisión y pasaje que
pación de grupos religiosos en los gobiernos latinoamericanos y la posibilidad de se precisa hacer entre autores y lectores, entre analistas de diversas regiones de una
convivencia, pasando por la fuerza ética de los proyectos sociales en el movimiento latinoamérica postergada, colonizada y multicultural. Precisa sus rereadings y sus
andino. Se aborda el área del aprendizaje y un largometraje que retrata las expe- propias lecturas, que no sean repeticiones. Así, Calibán se resiste al encuadramiento,
riencias de emprendedores sociales. a la pedagogía o a cierto paternalismo sobre el lector. La habitan múltiples estilos y
Esta vez Textual nos trae una entrevista al reconocido dramaturgo urugua- géneros, vive de la diversidad y de los contrastes. Un estilo polimorfo y de la poikilia,
yo Sergio Blanco. En una conversación arriesgada y muy íntima, los temas van desde los ensayos más doctrinales hasta los textos cortos de debate, testimonios,
pasando desde el lenguaje, la ficción y la experiencia psicoanalítica hasta los apor- crónicas y un espacio para el encuentro con las disciplinas humanas.
tes del psicoanálisis a la cultura y la época. Los pasajes y puentes en la trasmisión escrita son tan simbólicos como frági-
Clásica & Moderna nos lleva a la figura de Hélio Pellegrino en el decir de Je- les. El intramuros es un obstáculo permanente, un laberinto en el que se pierde el
remías Ferraz. El relato transita por trazos de su vida y obra, pincelando la sensi- psicoanálisis por los desfiladeros de la burocracia y las contiendas partisanas más
bilidad y maestría de este analista brasileño. La articulación del psicoanálisis con infértiles. Pretendemos estar más cerca de la aspiración de Freud de esa “especie
la cuestión ética y político-social muestra la vigencia y actualidad de sus contri- de comunismo intelectual, donde no se controle ansiosamente lo que se ha dado y
buciones. Este trabajo es un aporte firme y valiente para cuestionar lo apolítico, la lo que se ha recibido” (Freud, 1907, citado en Murillo, 2018, p. 63).
neutralidad y el silencio de los analistas en nuestras instituciones. La obrería calibánica es el trabajo silencioso de un equipo cada vez más grande y más
Ciudades Invisibles vuelve con una nueva crónica y nos lleva a Panamá en el cosmopolita. Es un trabajo artesanal, de una manufactura editorial a gran escala.
relato de Yolanda Varela. En la historia deseante de la ciudad, en su vida social y Es también el trabajo dedicado con los diseñadores, buscando la imagen vi-
cultural, se inserta el trabajo cotidiano de numerosos psicoanalistas. Con la con- sual de cada número. Y es hacerla avanzar gracias a los movimientos artísticos de
formación reciente de la Asociación Panameña de Psicoanálisis, se abren senderos nuestro tiempo y región. Artistas maravillosos y de prestigio, como Cristina De
y nuevos enlaces en la región. Middel, Boltanski, Hugo Aveta, Oscar Muñoz, W. Kentridge estuvieron en estos
La sección De Memoria está dedicada a dos queridas colegas: Mónica Armes- últimos números, haciendo de cada revista una pieza única.
to, de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), y Marlene Araújo, de la So- Calibán es resultado de estos esfuerzos, con la mirada puesta en producir un
ciedade Psicanalítica de Porto Alegre (SPPA). Cláudio Laks Eizirik les dedica un contenido crítico, diverso y plural que enriquezca nuestra disciplina.
conmovedor homenaje a estas distinguidas colegas que han tenido una presencia Y, así, seguir escribiendo esa pregunta que no ha sido contestada.
relevante en nuestro ámbito psicoanalítico.
Con el recuerdo a estas queridas psicoanalistas, en tiempos de gran dolor por Carolina García Maggi
la pérdida de tantos seres queridos y vidas humanas, será nuestro compromiso Editora, Calibán - RLP
sostener las palabras y elevar el recuerdo para atravesar juntos duelos traumáticos
como los que hemos vivido.
Referencias
Nuestros diez años
Barthes, R. (2002). Cómo vivir juntos. Siglo XXI. (Trabajo original publicado en 1976-1977).
En este 2022, Calibán celebra sus primeros diez años. Una década no es poco para Baudelaire, C. (1992). Paraísos artificiales. Losada. (Trabajo original publicado en 1860).
una publicación. Ponerla en pie y hacerla andar solo ha sido posible con un gran Freud, S. (1992). Estudios sobre la histeria. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 2). Amo-
trabajo colectivo y un equipo que se renueva. rrortu. (Trabajo original publicado en 1893-1895).
Lacan, J. (1981). El seminario de Jacques Lacan, libro 1: Los escritos técnicos de Freud. Paidós. (Trabajo
Calibán surge como un proyecto editorial con un estilo propio de transmisión. original publicado en 1953-1954).
Una revista-artefacto que apuesta a potenciar el psicoanálisis en clave latinoameri- Leclaire, S. (1994). El país del otro. Siglo XXI. (Trabajo original publicado en 1991).
Leff, G. (2011). Juntos en la chimenea. Peele. (Trabajo original publicado en 2007).
cana, bajo la idea de mostrar lo mejor de nuestro pensamiento y hacerlo dialogar. Lemebel, P. (2018). No tengo amigos, tengo amores. Alquimia.
Un psicoanálisis alternativo, con capacidad de respuestas divergentes y novedosas, Murillo, M. (2018). ¿Qué es la época? Psicoanálisis, historia y subjetividad. Entre Ríos.
Traverso, E. (2011). La historia como campo de batalla: Interpretar la violencia del siglo XX. Fondo de
a los establishments o adoctrinamientos, tal como surgía del manifiesto calibánico Cultura Económica.
en 2012, cuando todo estaba por hacerse. Yourcenar, M. (1982). Con los ojos abiertos: Entrevistas con Matthieu Galey. Emecé. (Trabajo original
publicado en 1980).
12 | Calibán - RLP, 20(1), 8-13 - 2022 La vida social de las palabras, Carolina García Maggi | 13
Argumentos:
¿Cómo haremos para vivir juntos?
14 | | 15
Desde muchos discursos y escenarios se han intentado desentrañar
los móviles y las circunstancias de estos asesinatos. Hay, evidentemente,
factores políticos, sociales y económicos. Aquí se intentará una lectura,
parcial y limitada, desde el psicoanálisis, porque ninguna de las explica-
ciones alcanza para desentrañar lo sucedido en Juárez.
Helí Morales* Una pregunta insiste: estos crímenes ¿son obra de “desviados”, “per-
Calibán -
RLP, 20(1), versos sexuales”, “psicópatas” o asesinos seriales? Eso responden las auto-
16-23
2022 Violencia a cielo abierto: ridades. Eso se repite en los medios de comunicación; eso falsea lo acon-
tecido.
Feminicidio y crueldad Si se analiza el modus operandi de muchos de esos crímenes, se pue-
den señalar distintos tiempos. Primero, se realiza un secuestro que des-
emboca en la desaparición de una mujer. Después, se le asesina. Y, por úl-
timo, se arroja su cuerpo a cielo abierto. Entre la desaparición y el hallazgo
1. Introducción de su cadáver, puede pasar un mes o un año. Durante ese lapso de tiempo,
a las mujeres se le infringen violaciones sexuales tumultuosas, mutilacio-
El psicoanálisis se presenta como un discurso. Es un discurso en acto. Su fundamento es una clínica
nes, torturas y vejaciones de todo tipo.
que atañe al sujeto. A sus dolores, síntomas, heridas e infinitos. Es una praxis de los quebrantos
A estas mujeres se les somete a brutales acciones. Primero, se les priva
del sujeto. Pero esta dimensión clínica no agota su enunciado discursivo. Ni los alcances de sus
de la libertad. Después, de su cuerpo. Al final, de su vida. Estos tres ver-
incidencias. Desde sus laderas textuales y doctrinales, pueden realizarse análisis del campo de lo
bos, desaparecer, violar y asesinar, transparentan un biopoder macabro.
social porque ese es también su campo. Freud lo sentenció en su fundamental texto de Psicología de
El acto de biopoder no solo atañe al control del cuerpo, sino a la capa-
las masas y análisis del yo (1971/1977): “En la vida anímica del individuo, el otro cuenta, con total
cidad de asesinar. Es una isla humana de poder ilimitado que implica la
regularidad, como modelo, como objeto, como auxiliar y como enemigo, por eso desde el comienzo
voluntad de dominar la vida y la muerte del otro a través del cuerpo. La
mismo la psicología individual es simultáneamente psicología social” (p. 67). No hay yo sin otredad.
violación es el uso y abuso del cuerpo y la existencia.
No hay sujeto sin el Otro, como no hay singularidad sin alteridad.
Rita Segato señala en La escritura del cuerpo de las mujeres asesinadas
Freud radicaliza la reflexión de esta dialéctica del sujeto con la otredad en sus textos llamados
en Ciudad Juárez (2016), texto iluminador y agudo en sus análisis, y de
sociales. Allí muestra la fecundidad del psicoanálisis en el análisis de lo colectivo. También de lo
donde se retoman cuestiones que aparecen en este escrito:
político. Un punto a destacar es que, salvo Tótem y tabú (Freud, 1913 [1912-1913]/1991), esos escri-
tos surgen después de la puesta en acto de la pulsión de muerte. La evidencia doctrinal y clínica de Uso y abuso del cuerpo del otro sin que este participe con intención o
la pulsión de destrucción le permite hacer una deconstrucción radical de los procesos y los meca- voluntad, la violación se dirige al aniquilamiento de la voluntad de la víc-
nismos que atraviesan al sujeto y las sociedades. Su texto cumbre al respecto es El malestar en la tima, cuya reducción es justamente significada por la pérdida de control
cultura (1930 [1929]/1986). Incluida en la tradición que surge de allí, es que se presenta la siguiente sobre el comportamiento de su cuerpo y el agenciamiento del mismo por
reflexión y análisis sobre la dolorosa situación de los feminicidios. la voluntad del agresor. (p. 38)
2. México lindo y qué herido Es el ejercicio desgarrador de un Otro colocado como absoluto que
comienza con la desaparición. La desaparición abre un tiempo a la vio-
Este país es un territorio hermoso. Habitado por muchas culturas, es un mosaico de lenguas re- lencia extrema. Después, comienza el segundo momento, en el que se
gionales e historias diversas. Pero también es un espacio de violencia. A los colores de sus merca- ejerce, vía la invasión del cuerpo, una destrucción de la subjetividad. La
dos, los moja un rojo coagulado. México es uno de los países con más feminicidios en el mundo. violación es una tortura sexual. Estamos ante la evidencia de un acto
Entre muchas localidades bañadas de sangre de mujeres, destaca Ciudad Juárez, Chihuahua, de crueldad; es la imposición del goce del Otro que arrebata la libertad,
en el norte del país. Territorio comandado por el narcotráfico e intereses empresariales muy mar- secuestra la existencia, arranca el cuerpo y destruye la vida.
cados. Es la frontera no solo entre este país y el gigante del norte, sino entre la pobreza y la opu-
lencia. El poder y la desposesión. La vida y la muerte. 3. La pulsión trastocada
Desde 1993 se han registrado 1773 asesinatos de mujeres con tortura sexual. Ante ello, las
autoridades han buscado la explicación de este fenómeno aduciendo homicidios pasionales, crí- Freud señala que hay dos modalidades de la pulsión: la de muerte y la de
menes sexuales, violencia intrafamiliar o injerencia de bandas de narcos. vida. La pulsión de muerte, que primero colocó del lado de las pulsiones
de yo, pugna por regresar a un estado anterior. La vía de este retorno
* Escuela de la Letra Psicoanalítica. Fundación Social del Psicoanálisis.
16 | Calibán - RLP, 20(1), 16-23 - 2022 Violencia a cielo abierto: Feminicidio y crueldad, Helí Morales | 17
es la destrucción. La de vida, o pulsión sexual, busca fundamentalmente unión y conjunción. El en cautiverio desde hace muchos meses y se rifan al azar un momento
punto se complica cuando la pulsión de muerte se erotiza. Freud le llama sadismo. En esta po- tenebroso. Todos violan a una mujer y, antes de matarla, hay un último
sición, la destrucción se libidiniza. En el acto sádico, el primigenio masoquismo se vuelve hacia hombre que la viola en el momento en que la estrangulan porque cuan-
fuera como voluntad de poder. Este arrojo, evidentemente inconsciente, ha tomado parte de la do se muere hay una contracción violenta de la vagina. A este momento
pulsión sexual y está sexualizada. Allí, la destrucción puede empujar a los caminos de la crueldad. de máxima crueldad le llaman el vuelo del ángel.
Además, hay una dimensión de energía pulsional mortífera que no está libidinizada y se presenta Esta atrocidad delata que este ataque artero a las mujeres secues-
como pura destrucción en una satisfacción feroz del narcisismo omnipotente. Se busca someter y tradas forma parte de una acción de una colectividad determinada. La
destruir tomando al otro como objeto de la satisfacción del poder. función de esta violencia es expresar control y poder. El cuerpo de la
Por su parte, Lacan señala que, en esa posición, el deseo sadiano se presenta como voluntad de mujer es un agregado macabro. Es un mendrugo de carne, un ser desub-
goce. La angustia es exigida a quien se toma de rehén. El acto sádico hace de su ejercicio concor- jetivizado que se ofrece como sacrificio para la demostración de un po-
dancia con una ley tenebrosa. La violencia de ese acto consiste en intentar arrancarle justamente der del control de la vida y la muerte. Estos asesinatos y violaciones son
su condición de sujeto a aquel sobre quien se ejerce y arrinconarlo como objeto de desecho. El rituales en los que las mujeres son arrebatadas de su cuerpo como tri-
agente violentador se encarna como ley. En ley de la violencia que desestima y mancilla la ley buto fatídico de vinculación y cohesión del grupo delictivo. Secuestrar,
social. Hay quien se coloca como agente de ese crimen de despojar a alguien de su condición violar y asesinar gestaría una fratría, un lazo fraterno entre hombres.
humana y lo ejerce buscando un goce que no sabe que ni siquiera le pertenece. La perversión Entre hombres y la muerte. “Quienes dominan la escena son los otros
del deseo como sádico le impide ver a quien lo ejerce que ni siquiera sabe al servicio de qué goce hombres y no la víctima, cuyo papel es ser consumida para satisfacer la
ejecuta su acción. Pero no es al servicio del suyo. Esa es su ceguera. Lo que se busca en el acto demanda del grupo de pares” (Segato, 2016, p. 41).
sádico es el goce del Otro. Se sostiene sin saber el goce del Otro en el rito sangriento. Su agente El punto de horror es este: la pulsión sexual, Eros atañe a la vida.
se transforma en un fetiche negro del Otro. Y ese Otro puede cobrar sin que el perpetrador de la Vincula y promueve la relación con los otros. La pulsión de vida es la
violencia sea consciente; el desvarío de la estatura de Dios. El Otro puede devenir un Ser supre- fuerza que hace lazo. Aquí, la pulsión de muerte hecha crueldad, contra-
mo de Maldad (Lacan, 1962-1963/2007)1. Sí, esa es la violencia que se realiza en la violación. El ria a su función y usurpando la de la vida, construye una ligadura social.
violento sostiene, sin saber, una teología negra. El violador se ubica realizando el goce de un dios La pulsión sexual une, la de muerte separa. Pero, aquí, la pulsión de
oscuro. Con ello, ofrece en sacrificio al sujeto violentado, intentando verificar la existencia del muerte es lo que conjunta, reúne; enlaza. La muerte hace goce de gozne.
Otro. Peor: su goce es hacerse el agente de ese dios maligno, colocándose a sí mismo en esa po- El goce es la sexualización social de la muerte. No se busca principal-
sición de arrancarle al sujeto su subjetividad y su cuerpo. Su acción precipita al sujeto lastimado mente la satisfacción sexual corporal, sino la sexualización del goce de
al lugar de desecho para sacrificarlo a una ley obscena. No se trata de diagnósticos y patologías; muerte. Se libidiniza el goce de poder que promueve la crueldad.
lamentablemente, es una posición que se puede ocupar según ciertas condiciones de estructura.
Subjetiva o social. 5. Crueldad a cielo abierto
La muerte y la desaparición no comienzan ni terminan en Ciudad
4. Este Otro Juárez. América Latina ha sido prueba dolorosa de ello.
Esto abre espacios para pensar lo impensable, pero la dificultad se agudiza cuando se comprueba En los años sesenta se implantaron en Sudamérica regímenes milita-
que estos actos de destrucción van dirigidos a mujeres, que son acciones que se repiten y que exis- res apoyados por Estados Unidos a partir del llamado Plan Cóndor. En
ten ciertas características que no permiten explicarlos solamente en un sujeto aislado. Se puede distintos países se realizó una violenta persecución de disidentes, ciuda-
señalar que estos asesinatos, violaciones y desapariciones de mujeres también son la expresión danas democráticas, obreros, campesinos, líderes políticos, periodistas,
de una estructura simbólica (Segato, 2016, p. 44). Esta estructura hace de Otro. Opera en los abogadas y, también, psicoanalistas. A partir de acciones violentas, se
mecanismos del establecimiento del Otro como ley. Como una ley bastarda. Estamos ante una intentó terminar con lo que los gobiernos de facto llamaron “elementos
legalidad otra, al margen de la ley social que opera como sistema de destrucción e impunidad. Se subversivos” (Calveiro, 2007). En Argentina, por ejemplo, entre 1976
trata de otro sistema social paralelo al legal. Estaríamos ante un Otro siniestro. Una estructura y 1980 existieron 340 campos de concentración, y se calcula que hubo
que opera enlazando a una cierta comunidad criminal. Este ejercicio del Otro oscuro se presen- 30.000 “desaparecidos” políticos (p. 223). Esos campos de encierro y
tifica en el ritual de la violentación. Allí se escenifica un sacrificio al Otro ejecutado a través de muerte operaban al margen de la ley. Para intentar borrar los homici-
un placer que enlaza la muerte como condición. La destrucción como fuente de placer negro. dios, los milicos y sus grupos paramilitares escondían los cuerpos de
Que convoca la angustia del sujeto violentado como signo de una delectación innombrable. Un las y los ciudadanos asesinados. Sin cuerpo del delito, no habría crimen
ejemplo. Hay testimonios de algo indescriptible. Muchos hombres violan a mujeres que tienen que perseguir. Los enterraban o los arrojaban al mar con los pies meti-
dos en botes de cemento para que se fueran al fondo de las aguas. Y de
la historia.
1. Especialmente las clases del 16 de enero, 27 de febrero y 6 de marzo de 1963.
18 | Calibán - RLP, 20(1), 16-23 - 2022 Violencia a cielo abierto: Feminicidio y crueldad, Helí Morales | 19
En México, la violencia viene de grupos del crimen organizado y facciones políticas que utilizan este acto. Los indios nacidos en estas tierras y los negros traídos de África
la muerte para silenciar. La llamada guerra contra el narcotráfico trajo destrucción y desolación en para los trabajos forzados y por el diezmo de los lugareños no solo fueron
los pueblos y las ciudades. También en el campo. Hoy en México se calcula que de 1964 a la fecha acorralados, sino que se mezclaron con los criollos y los peninsulares para
ha habido 73.000 “desaparecidos” y se han encontrado 3998 fosas clandestinas llenas de cuerpos configurar el nuevo rostro étnico y cultural de la América de los siglos por
(Animal Político, 13 de julio de 2020). venir. El mestizo tiene un origen mixto. En general, de madre indígena y
Una de las características más abominables es que las desaparecidas en Ciudad Juárez, una padre vinculado a la península europea. Mujer tinte floreciente de tierra y
vez asesinadas, no son escondidas, sino arrojadas como desecho al aire libre. En la violencia hombre ojos del color del mar. Un hombre ausente cuya mirada apuntaba
militar de las dictaduras sudamericanas, en los asesinatos del crimen organizado y los grupos de más allá del horizonte. Ausente de presencia y de corazón. Y, por ello,
poder en México, se ocultaban los cuerpos. Se los hacía “desaparecer”. Sea en fosas clandestinas también un padre violento que despreciaba lo que estos lares le ofrecían.
o arrojado al mar, como se señaló, el cuerpo del delito debía ser disimulado, tapado; encubierto. Violento con sus mujeres y también con sus críos. Su violencia no solo
Desaparecido. Se realizaba una doble desaparición. Primero, como ciudadano; después, como fue física. También existencial. Sin amor por la mujer de piel morena que
cuerpo mancillado. usaba para sus deseos carnales, la indiferencia era el precio que pagaban
Aquí, los cuerpos de las mujeres violadas y mutiladas son arrojados a cielo abierto. Son res- los hijos nacidos de tal “unión”. El mestizaje, en la mayoría de los casos, es
tos visibles, trofeos horrorosos, pruebas infames del biopoder masculino de un microfascismo el resultado de una gestación sexual más que de un acto amoroso. En este
regional. Son pruebas siniestras de una soberanía terrorífica sobre el cuerpo de las mujeres. Son escenario surge una expresión que cala hondo en el sentir y el dolor de la
dramatizaciones públicas de un acto predatorio. Se asiste al espectáculo de la renovación violenta cultura mexicana. Uno de los insultos más agraviantes que se pueden pro-
de los votos fálicos de los asesinos. ferir es aquel de “chinga tu madre”. Sí, porque recuerda ese origen violen-
Esta violencia sin encubrimiento hace escritura. Los cuerpos de estas mujeres tienen la firma to. La mujer mexicana no era amada, era chingada. La chingada es el mito
de sus ejecutores. Esa es la función de arrojarlas a los terrenos baldíos. Están las firmas de los de- viviente de la madre violada. El hijo de la chingada no es un hijo de puta.
predadores. Pero no se sabe sus nombres. Firma borronea nombre. No solo se ignora los nombres A la chingada no le pagaron, le pegaron (Morales, 2003)2. No la surtieron
de muchas de esas mujeres, fundamentalmente, no se sabe el nombre de los asesinos que escriben de víveres, sino de golpes. Se la surtieron de muertes. Chinga tu madre,
sobre esos cuerpos la ignominia de su poder. Su poder es hacer visible su poder. Los cuerpos de hijo cabrón, y comete incesto violentando a tu progenitora para recordar-
estas mujeres están escritos con la pólvora y la daga de un goce que se hace firma involuntaria e le la infamia de su cuerpo abierto por una ley mancillada como ella. La
inteligible. El poder los hace ciegos de sus signaturas. Son crímenes, contra mujeres anónimas, de mujer aparece como el espacio para chingar. Para chingársela. Para ma-
asesinos sin nombre. dreársela; madre dársela. Para violarla, para matarla. Origen maldito que
Estos asesinatos no pueden tener lugar sin la participación de agentes del Estado y el Gobierno. muchos recrean abusando del poder físico, militar, económico o gremial.
No son asesinatos anónimos, son actos de impunidad rampante. Muchos grupos de derechos hu- Desde el español del siglo XVI que suspiraba por la dama de ultramar
manos, periodistas, visitadoras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), investigadoras pero se chingaba a la india, hasta los criminales escondidos tras la fratría
universitarias, colectivos de mujeres y activistas feministas han denunciado la complicidad de poli- homicida, se asesina, viola y mutila a mujeres de piel morena, cabello os-
cías, comandantes, jefes de sector, militares y hasta diputados y senadores de los partidos que hasta curo y ojos brillantes.
ahora han estado en el poder. No se sabe quién asesina, si son narcos o sicarios pagados por los Es por eso que hay miles de voces que claman porque a estos asesina-
poderes fácticos, pero se sabe que sin la complicidad de la policía y las autoridades, esto no podría tos les llamemos crímenes de Estado. Los femicidios son los asesinatos de
tener lugar. mujeres por su pareja masculina o algún personaje individual que tiene
algún vínculo mas o menos cercano con ella. De lo que aquí se habla es
6. Ellas de feminicidios. No se trata solo del asesinato de un sujeto particular, el
atentado es a un grupo vulnerable localizado y localizable. Se trataría de
Además, las mujeres a las que principalmente se ataca tienen características parecidas: morenas,
un feminicidio si este se entiende, como hace Rita Segato (2016), como
mestizas, pobres, emigrantes de otros estados, trabajadoras humildes de maquiladoras y fábricas, es
decir, mujeres vulnerables a quienes nadie protege. Ni la ley ni la sociedad. Y, muchas veces, a quien el asesinato de una mujer genérica, solo por ser mujer y por pertenecer
nadie espera. Son las mujeres sometidas por la pobreza y el colonialismo. Sí, las mismas que desde a este tipo, de la misma forma que el genocidio es una agresión genérica
y letal a todos aquellos que pertenecen al mismo grupo étnico, racial,
la Conquista de Mesoamérica fueron chingadas. La conquista del Nuevo Mundo no solo implicó lingüístico, religioso o ideológico. (p. 47)
la violencia del encuentro de ejércitos desiguales. No solo la imposición de una lengua extranjera y
dioses venidos de otros idiomas y otras tierras Santas y conquistadoras. Perdón, evangelizadoras. No El concepto de feminicidio surge como tal en 1990 del texto Speaking the
solo se experimentó el enfrentamiento entre la ambición económica europea y el desmoronamiento unspeakable, de Diana Russel y Jean Caput, pero toma vuelo histórico desde
de la transición cósmica y religiosa de los grupos originarios. El mestizaje es el nombre geográfico
de la otra violencia silenciosa. La mayor parte de la población americana se configuró a partir de
2. Especialmente, el capítulo 12: “El padre y la historia”.
20 | Calibán - RLP, 20(1), 16-23 - 2022 Violencia a cielo abierto: Feminicidio y crueldad, Helí Morales | 21
antes, ya que, en 1976, en el Primer Tribunal Internacional de Crímenes contra las Mujeres, inaugurado ha sido víctima de violencia sexual. En su forma más extrema, 9 mujeres
por Simone de Beauvoir en Bruselas, 2000 mujeres de 40 países dieron testimonio, documentaron y son asesinadas cada día. La pregunta que insiste desde el psicoanálisis es
abrieron a cielo abierto sus dolores y sus historias. por la incidencia de la pulsión de muerte en estos asesinatos. Mas radical:
Por todo ello es que hoy, de la pluma de Marcela Lagarde y apoyada por miles de mujeres, se avanza desentrañar, aunque mas no sea parcialmente, el enigma feroz de la cruel-
para que el feminicidio sea declarado ya, por la ONU y por los gobiernos de todos los países, como cri- dad contra las mujeres. Contra esas mujeres. Sobre todo, las habitantes de
una ciudad fronteriza. El proceso lamentablemente es el mismo: secues-
men de lesa humanidad.
tro, tortura sexual y muerte. Lo siniestro es que es realizado por un grupo
al que reúne la muerte. Un microfascismo de biopoder. La pulsión de vida
7. México roto une; la de muerte, separa. Pero, aquí, es justamente la pulsión destructiva
México es un país bañado por la sangre de los feminicidios, solo superado, según el Ob- la que hace lazo entre esos hombres.
servatorio de Igualdad de América Latina, por Honduras, El Salvador, República Dominicana, Descriptores: Pulsión de muerte, Crueldad. Candidato a descrip-
Guatemala y Argentina. Se estima que cada año son asesinadas 66.000 mujeres en el mundo. En tor: Feminicidio.
América Latina, doce mujeres son asesinadas por día. Un informe de ONU Mujeres revela que 14
de los 25 países del mundo con las tasas más altas de femicidios y feminicidios son latinoameri- Abstract
canos, con un total de 2089 mujeres asesinadas en 25 países de la región en 2014.
Mexico is a beautiful country. Also, very dangerous. Especially for wo-
En México, entre 2007 y 2016 fueron asesinadas 22.482 mujeres, según el Instituto Nacional men. In 2018, the UN published that 6 out of 10 Mexican women have su-
de Estadística y Geografía, es decir, en promedio, cada cuatro horas ocurrió la muerte violenta ffered violence and 41.3% of women have been victims of sexual violence.
de una niña, joven o mujer adulta. Las causas fueron por mutilación, asfixia, ahogamiento, ahor- In its most extreme form, 9 women are murdered every day. The question
camiento, o bien degolladas, quemadas, apuñaladas o por impactos de bala (Muedano, 22 de that insists from psychoanalysis is about the incidence of the death ins-
octubre de 2017). tinct in these murders. More radical: unravel, at least partially, the fero-
También se establece que, en el último año, en todo el mundo la violencia contra las mujeres cious enigma of cruelty against women. Against those women. Above all,
ha aumentado en un 152%. Según la ONU, cada día hay un promedio de 7,3 mujeres que pierden the inhabitants of a border town. The process is unfortunately the same:
la vida violentamente. kidnapping, sexual torture and death. What is sinister is that it is carried
out by a group brought together by death. A microfascism of biopower.
En 2018, la ONU (25 de noviembre de 2018) publicó, mediante ONU Mujeres: “En México,
The life drive unites, the death drive separates. But here, it is precisely the
al menos 6 de cada 10 mujeres mexicanas ha enfrentado un incidente de violencia; 41.3% de las
destructive impulse that makes a bond between these men.
mujeres ha sido víctima de violencia sexual y, en su forma más extrema, 9 mujeres son asesinadas
Keywords: Death drive, Cruelty. Candidate to keyword: Feminicide.
al día” (párr. 4; destacado propio).
En los últimos seis años se ha declarado alerta de género en los siguientes estados de la Re-
pública Mexicana: Veracruz, Estado de México, Morelos, Michoacán, Chiapas, Nuevo León, Si- Referencias
Animal Político (13 de julio de 2020). En México hay más de 73 mil desaparecidos y más de 3 mil
naloa, San Luis Potosí, Colima, Guerrero, Oaxaca, Durango, Quintana Roo, Campeche, Jalisco, fosas clandestinas. Animal Político. https://www.animalpolitico.com/2020/07/mexico-73-mil-desapa-
Nayarit, Zacatecas, y el año de 2019, también en la Ciudad de México. recidos-fosas-clandestinas/
Calveiro, P. (2007). La experiencia concentracionaria. En C. E. Lidia y H. Crespo (comp.), Argentina
En 2019, 3142 mujeres han sido asesinadas en México durante los primeros diez meses de ese 1976: Estudios en torno al golpe de estado. Colegio de México.
año, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, pero de ellas, Freud, S. (1977). Psicología de las masas y análisis del yo. En J. L. Etcheverry (trad.),. Obras completas
(vol. 18). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1921).
solo 26% se investiga como femicidio o feminicidio. Freud, S. (1986). El malestar en la cultura. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 21). Amo-
Además, no hay registros que permitan dimensionar los asesinatos que se comenten, ya que rrortu. (Trabajo original publicado en 1930 [1929]).
Freud, S. (1991). Tótem y tabú: Algunas concordancias en la vida anímica de los salvajes y de los neu-
las autoridades no reportan los homicidios o consignan las muertes como suicidios. róticos. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 13). Amorrortu. (Trabajo original publicado
en 1913 [1912-1913]).
Habría mucho mas que decir de lo indecible. Aquí solo se esbozaron algunos puntos que Lacan, J. (2007). El seminario de Jacques Lacan, libro 10: La angustia. Paidós. (Trabajo original publi-
desde el psicoanálisis se pueden vislumbrar. Pero cada palabra, cada acto, cada movimiento que cado en 1962-1963).
Morales, H. (2003). Sujeto en el laberinto. De la Noche.
apunte a develar los mecanismos de violencia de género y a desentrañar y frenar el asesinato de Muedano, M. (22 de octubre de 2017). Imparable, el crimen contra las mujeres; cifras del Inegi. Excel-
mujeres debe ser bienvenido. sior. http://www.excelsior.com.mx/nacional/2017/10/22/1196308
Organización Mundial de la Salud (OMS) (25 de noviembre de 2018). La violencia contra las mujeres
No se puede terminar este texto sin decir: ¡Ni una más! O, como dice en Argentina: ¡Ni una no es normal ni tolerable: Garantizar los derechos humanos de las mujeres y las niñas es trabajo de
menos! todas y de todos. ONU Mujeres México. https://mexico.unwomen.org/es/noticias-y-eventos/articu-
los/2018/11/violencia-contra-las-mujeres
Segato, R. L. (2016). La escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez: Territorio,
soberanía y crímenes de Segundo estado. En R. L. Segato, La guerra contra las mujeres. Traficante de
Resumen Sueños.
México es un país hermoso. También muy peligroso. Sobre todo, para las mujeres. En 2018, la Recibido: 28/5/2021 Aprobado: 5/9/ 2021
ONU publicó que 6 de cada 10 mujeres mexicanas han sufrido violencia y el 41,3% de las mujeres
22 | Calibán - RLP, 20(1), 16-23 - 2022 Violencia a cielo abierto: Feminicidio y crueldad, Helí Morales | 23
lo humano, es decir, lo humano, y no se excluye que esta pulsionalidad
bárbara sea necesaria para el desarrollo y para la ley de la evolución,
aunque no fuera más que por la tensión que ella induce y que impulsa
a vivir y a perdurar. El apocalipsis es también historia. La humanidad
nunca fue, salvo en ciertas mitologías, únicamente humana, ilusión y
Calibán - ficción que los hechos, cada día, hacen volar en pedazos. En particular,
Maurice Corcos*
RLP, 20(1), hoy, con las consecuencias de la pandemia de Covid-19.
24-39
2022 ¡El nacionalismo y el socialismo han hecho sus “terribles experimen-
tos”! ¿Qué terminará engendrando el triunfante neoliberalismo econó-
¿Hacia dónde vamos? mico actual, que, como los demás ismos, no cree sino en los hechos, los
que confunde con certezas, y que se muestra también totalitario en tanto
totalizante? Que las certezas no sean las mismas al pasar de un ismo a
Cambio de visión - cambio de acción… ¡hacia nuevos otro y que deriven de nuevas “comprensiones” de lo humano y de nuevas
paradigmas! ¿Cómo existir de otra manera? Nuevas actitudes al respecto no cambia nada el fondo de la cuestión: la creencia
“libertades” y nuevas “servidumbres”… ¡hacia nuevos en una verdad única, primera, total y final es siempre la fuente de una ca-
sentimientos de existencia! tástrofe. Planteemos, contra todos los ismos, que no habrá verdad última
pues nunca hubo verdad primera. El futuro próximo dirá si esta ideo-
logía sometida a la deflagración económica secundaria a la pandemia
convertirá a la sociedad en Moloch devorando a los débiles.
Yo soy el imperio al final de la decadencia Debemos al estalinismo el advenimiento de sociedades de autocon-
que mira pasar a los grandes bárbaros blancos.
Paul Verlaine trol (Elias, 1939), autocensura y autolimitación. El perseguidor se ubica
(se introyecta) en nuestro interior, y ya no persigue, piensa por noso-
Algunos transmiten las cosas haciéndolas intangibles tros: “Un jefe en el interior”, como decía Montaigne. Solo los disidentes
y conservándolas; otros transmiten situaciones rebeldes sabían (y sufrían por ello) que el padrecito de los pueblos los
haciéndolas manejables y liquidándolas. dirigía desde el exterior, con el apoyo de colaboradores celosos dispues-
Walter Benjamin
tos a obedecer la mínima orden, cualquiera fuera su naturaleza o cali-
dad, dictada por el verdadero jefe mafioso. El fantasma del poder total
Introducción y del dominio absoluto del autoproclamado padre no fue, como se ima-
ginan, más que un engaño. Al despertar de su segunda muerte, habrá
Si el siglo XX, el siglo por excelencia de las atroces guerras mundiales, fue el anunciador y el or-
dejado seres humanos demacrados, sin referencias, repitiendo los gestos
ganizador de exterminios de pueblos y, a través de ellos, del origen del hombre (en tanto sujeto),
mecánicos que sesenta años de estalinismo habían inscrito en su ser,
debemos pensar y temer que el siglo XXI no sea religioso en el sentido entendido por Spengler y
porque la coherencia de una persecución institucionalizada (pero in-
Malraux, sino teológico y teleológico. Es decir que se centrará en el fin del Hombre, y no en el fin
teriorizada desde mucho tiempo atrás) elude siempre la pregunta: ¿por
de la humanidad y de la historia: su utilización como objeto más o menos descompuesto, “tipo
qué fue posible todo aquello? Ninguna dictadura se sostiene ni perdura
puzzle”, en diferentes funciones, diferentes comportamientos, sin tomar en cuenta el aglutinante
si no encuentra, en lo más profundo de la banalidad de cada quien, un
erótico y afectivo, consciente e inconsciente, o, por lo menos, el sostenimiento de un respeto y
candidato a la servidumbre voluntaria. ¿Toda sociedad totalitaria se nu-
a fortiori de una amistad que permita a los hombres persistir en la construcción de una comu-
tre, en un momento u otro de su evolución, de la complicidad tácita de
nidad fraternal. ¿Catastrofismo? En su tiempo, a Freud se lo consideraba pesimista porque, al
estas masas llamadas laboriosas? El soplo libertario que ha comenzado
desarrollar su concepto de pulsión de muerte, había negado (entristecido por ello) el poder de
a recalentar los países del Este no podrá dejar de preguntarse sobre las
la cultura sobre la bestialidad de los instintos. Y sí, hoy la cultura universal es objeto de un asco
ruinas de este asesinato de una sociedad si quiere perdurar y evitar una
que las masas expresan alto y claro, y que se les presenta cada vez más como una mistificación de
nueva tentación totalitaria, tranquilizadora por su coherencia.
la que hay que desprenderse para permitirse actuar según sus instintos. El “tiempo de los asesi-
Debemos a las sociedades occidentales las estructuras subterráneas
nos”, anunciado por Rimbaud (1886/2012, p. 376) y profetizado por Lautréamont, su hermano
de autoridad y de dominación que instituyen una pseudolibertad, siem-
de Montevideo, es un tiempo de desarrollo del ser, hay que admitirlo, como de la humanidad. El
pre enmarcada en consentidos mojones que protegen al sujeto de expo-
instinto elemental de destrucción y lo “neocultural de exterminación” es lo inhumano dentro de
nerse a las contradicciones que residen en toda opción: ¡los dominamos,
pero es por su bien! Just do it. El ambiente de advenimiento de un nuevo
*Psiquiatra. Psicoanalista. Jefe del Departamento de Psiquiatría de Adolescentes y Adultos Jóvenes del Institut Mutualiste Montsouris.
24 | Calibán - RLP, 20(1), 24-39 - 2022 ¿Hacia dónde vamos?, Maurice Corcos | 25
totalitarismo económico es de temer si le creemos a Hannah Arendt (1951): “el sistema totalita- advierte que, entre los pobres, los “locos” serán los primeros olvidados.
rio… existe cuando el hombre se transforma en superfluo”1. Cuando el Hombre se convierte en Los “locos”, es decir, aquellos que no avanzan psíquicamente, demasiado
un objeto como cualquier otro y es la función lo que prima. Es que una cierta idea del hombre, preocupados por su discurso interior (“yo es otro” e “incluso muchos
un cierto derecho imprescriptible del hombre a la existencia y a construirse un destino antes que otros”), aquellos que se “complacerían” en la regresión como los pobres
ser solo el fruto (echado a perder o podrido) de una fatalidad trágica ha desaparecido. Como se “complacen” en el asistencialismo.
precisó a menudo Gilles Deleuze (1986), con el siglo XIX y Nietzsche, “Dios ha muerto”… lo que Parece confirmarse, en este comienzo del siglo XXI, que el hombre
no significa tanto que Dios no exista como que el concepto de Dios no está… Con el siglo XX no nace ni bueno ni malo, pero que se convierte muy pronto en lobo
y Foucault, “el hombre ha muerto”, lo que no quiere decir que el hombre ya no exista, sino que del hombre si no es educado y civilizado, es decir, humanizado. Parece
existe de otra manera. demostrado también que las leyes naturales de la biología y de la eco-
¿Hacia dónde vamos? En Occidente, los transhumanistas consideran muy seriamente el im- nomía, y las cifras de las constantes que conllevan suplantan a aquellas
plante de chips en el cerebro para rendir mejor, la incorporación del dictador interno habrá de- artificiales de la psicología y de la ética, y de las palabras multisignifi-
venido una realidad tecnológica. Hemos ingresado en una era de destrucción de la razón por cantes que vehiculizan. Parece, por último, que cada vez más el “loco” es
parte de la razón razonante y el pensamiento calculador, y en la civilización del conformismo definitivamente etiquetado como enfermo biológico inadaptado a las le-
generalizado con normas cada vez más numerosas. yes del mercado, y siempre con el riesgo de deslizarse a la delincuencia.
Ante este riesgo de caer en la biometría social, la educación y la cul-
tura se oponen siempre para ofrecer al hombre una salida creativa para
1. ¿Qué tienen en común la ciencia y la cultura? desprenderse de la fatalidad, obligándolo a y exigiéndole promoverse
un destino. Oposición constructiva y no antinómica frente a la nece-
Pocas cosas, ya que marchan por caminos paralelos y saben ambas que no pueden ni deben saria modelización de la complejidad. In fine, modelización aceptable
responder a las mismas exigencias..., sean de rendimiento, sean de creatividad…, y entonces no en tanto no reduce la complejidad humana, sino que hace inteligibles
pueden ellas solas definir lo humano sin el riesgo de caer en el cientificismo, por un lado, o en el ciertos aspectos, dejando que el cuerpo social pueda modificar ciertos
racionalismo humanizante, por el otro. desarrollos allí donde ningún cálculo es posible, ni siquiera admisible.
Pero, a pesar del desdén que muestra la primera por la segunda y (por reflejo defensivo de No hemos aprendido la lección de Maurice Merleau-Ponty
sumisión) la contaminación de la segunda por parte de la primera, que nunca termina de bajar (1960/1961):
la cabeza. Y en consecuencia, ya casi no sueña. Así es como ha llegado el tiempo de la ultracul-
tura, la cultura oficial, comercial, científica, adaptada, gracias a los algoritmos, a los gustos del El pensamiento “operatorio” deviene una suerte de artificialismo
consumidor, premasticada y sin sorpresas. Simon Leys (2001) recordaba que la cultura, como absoluto, como puede verse en la ideología cibernética […] Si este
la humanidad misma, es necesariamente una por definición…, es la famosa cultura general que género de pensamiento toma a su cargo al hombre y la historia […],
trabajan la filosofía, el Hombre, y que no tiene nada que ver con los gustos y los colores de unos se dispone a construirlo a partir de algunos índices abstractos […].
y de otros, que no se discutirán jamás. Dado que el hombre se convierte verdaderamente en el manipula-
La arrogancia de “nuevo rico” de la ciencia ante aquello en lo que la cultura clásica y universal dor que piensa ser, se entra en un régimen de cultura en el que ya
ha podido contribuir al desarrollo de la humanidad es propiamente enloquecedora, en tanto no no hay ni verdadero ni falso en relación con el Hombre y con la
retiene las lecciones del pasado que han mostrado las derivas colectivas de una ciencia sin con- Historia, en un sueño o una pesadilla del que nada sabría desper-
ciencia que transforma el mundo. Bien puede verse en esto una de las numerosas cosas reveladas tarlo. (p. 194)
por la pandemia de Covid-19: frente a la muerte que merodea y a la que no es posible engañar, y la
dura realidad de la vida que aplasta, los bienes culturales no se consideran de primera necesidad La evolución de una cultura en crisis, masivamente masticada antes
en relación con las mercancías que hay que solicitar para comer. Paralelamente, fue totalmente de ser regurgitada y predicada por una escritura mediática, enloquecida
necesario frenar, en la precipitación y “cueste lo que cueste”, las olas infecciosas y sanitarias, sin por su facilidad de estimulación frente a la irrupción de los aconteci-
anticipar la ola psi que hoy se abate sobre la población afectada. Evidentemente, hay que consi- mientos (y con tendencia a tratar estadísticamente la información, an-
derarlo y admitirlo…, pero si no se tiene en cuenta el discurso interior de los Hombres frente a tes que a decodificarla), engendra identidades negativas, locas por sus
la adversidad, las controversias y la negatividad que comporta, se propicia una grave decepción. multiplicidades anonimizadas, reduciendo a los sujetos y a las personas
Era sabido que, en la economía neoliberal, la cuestión de la pobreza y los pobres no era central; la a individuos y muy pronto a números, agregando y homogeneizando a
consigna move forward [“hacia adelante”] impide ocuparse de aquellos que quedan atrás, pero se todos los singulares en un mismo plural.
1. N. del E.: En español, p. 613 de: Arendt, H. (2006). Los orígenes del totalitarismo. Alianza. (Trabajo original publicado en 1951).
26 | Calibán - RLP, 20(1), 24-39 - 2022 ¿Hacia dónde vamos?, Maurice Corcos | 27
2. ¿Qué tienen en común las ciencias humanas y la economía? de sus ideologías, esos viejos demonios que desde siempre las han ame-
nazado, es saludable.
A escala colectiva, la lógica económica ha suplantado a la ética, los planes de guerra económica También lo sería no sumarse el rebaño de psicoanalistas que ata-
o de paz económica invitan a la sumisión e instituyen en muchos algo más que la servidumbre can sin un argumento válido los progresos realizados en el estudio de la
consentida...: la esclavitud voluntaria. La esclavitud de los pobres por parte de los ricos, aquellos biología cerebral y desdeñan los beneficios terapéuticos de los medica-
que han comprendido que el dinero llama al dinero y que el dinero trabaja solo..., solo para ellos. mentos. Freud no tenía miedo, y el desdén era ajeno a su pensamiento
El problema hoy es que si el becerro de oro sigue estando allí, parece menos sustancioso, y suscita curioso: él esperaba que hubiera biología (y religión) en los institutos de
aun más el apetito de predadores caníbales y hambrientos ‒sálvese quien pueda‒, pero rico y formación de psicoanalistas y deseaba el financiamiento público de los
poderoso. ¿Cuánto tiempo más durará esta era comercial con los tiempos de penuria por venir, lugares de atención del sufrimiento mental.
cuando ya no es la oferta la que crea la demanda, sino la demanda la que crea la oferta? Las neurociencias quieren liquidar la noción misma de inconscien-
La evolución ideológica de las “ciencias humanas”, que no soportan más ser blandas, se asienta te reduciéndolo a un preconsciente cognitivo, y no imaginan siquiera
sobre el economicismo duro de la biología, del cognitivismo y de la etología; ha comenzado su que la conciencia racional no es más que una ilusión. Esta anulación
trabajo de socavamiento, negando la alteridad pasional, antes que lingüística, del Hombre en la va evidentemente a la par con la del papel de lo sexual en aquellos que
especie animal, así como desconociendo que estas ciencias del pensamiento y de lo imaginario no pueden concebir que la conciencia reflexiva se sumerja en el Eros y
trabajan sobre lo informe y lo indeterminado, lo evanescente y lo efímero, lo incierto y la sorpre- que la generosidad de un corazón esté indefectiblemente ligada a la de
sa, el azar, la contingencia y la resiliencia. la carne. Es que el inconsciente es el lugar en el que trabajan el ello, la
Y he aquí que, apoyadas en antiguos paradigmas, vienen a confundir efectivo y afectivo, ubres sexualidad y el mensaje del otro. Esta mixtura constituye la pura sub-
y senos…, ¿mamá y madre? El bebé que no está ligado solo instintivamente a su madre, pero la jetividad del ser. Los fantasmas inconscientes, contrariamente a lo que
ama, conoce la diferencia… o la indiferencia. plantean los freudianos más ortodoxos, no buscan hacer más feliz o go-
Infiltrando el campo de las ciencias humanas, el economicismo y el biologismo han salido del zoso al hombre. Esta mélange pulsional de Eros y Thanatos busca, en
campo de validez de las teorías que las definían y las fundaban. Y nada les impide, entonces, de- principio, mantener al hombre en una continuidad feliz o infeliz con
sarrollar la potencia del instrumento que utilizan ‒el cálculo‒ y elaborar un campo probabilista, aquello que ha prevalecido en su nacimiento. Es su articulación con el
cuando no absolutista, para los más dogmáticos de sus partidarios, “jugando” literalmente con las Yo y el Superyó la que da un resultado neurótico, psicótico o límite.
medianas (sic), las desviaciones típicas (re-sic) y las grillas de distribución (re-re-sic), conceptos, Las psicologías del aquí y ahora, tanto cognitivas como del apego,
por lo demás, poco dominados por el hombre aún hoy. Someterse a la ley de las cifras y del bio- entusiasman: ¡el sujeto ya no tiene inconsciente ni historia! Se las apa-
logismo más que al espíritu de las palabras (que conforman el espíritu de las leyes)… ¿No están ñan para protegernos de nuestra inquietud por lo humano gracias a teo-
estas a punto de caer en un abismo de materialismo y de racionalismo frente al cual la salida de rías, ideologías infiltradas de la moralidad o de la inmoralidad de quie-
emergencia de lo religioso compasivo vuelve a ser el último recurso? Visión también mágica y nes las concibieron. La moralina de Nietzsche, que quería ser Dionisio
tranquilizadora, brillante de miles de reflejos de calidades divinas de esta solución de facilidad de y no el crucificado, que quería gozar y no ser consolado para tener un
lo religioso, cualquiera sea la máscara con la que pueda cubrirse. destino y no estar sometido a una fatalidad trágica. Bajo el pretexto de
Después de la genética, que ha decepcionado, las neurociencias triunfan, tranquilizan y con- la imparcialidad de la ciencia, aquellas nos permiten, a falta de vivir lo
suelan ‒a falta de poder curar‒ a aquellos que allí buscan religiosamente la gracia de las certezas, real, clasificarlo con ayuda de escalas que han llegado a excluir, aislándo-
menos contingentes y peligrosas que las de la historia colectiva y las de las pequeñas historias la, toda desviación (locura trágica y pasión incendiaria incluidas en tal
personales. Aquellas posan con tanta arrogancia como inocencia, cuando no han sostenido en lote, todos los momentos en los que el sujeto se desprende de sí), y a de-
psiquiatría ninguna de las promesas que sobrevenden: que solo importa la objetivación de los finir una normalidad vacía, tan insípida como ilusoria, en un mundo de
hechos, fuente de eficacia, y que las “opiniones”, “ideas”, “hipótesis” sobre el sujeto humano no personas sanas idénticas, un mundo en el que el referente es el hombre
son de su dominio, que es el del individuo. Osan pretender que cada una de sus investigaciones estadístico que crea hombres-copias. Si debemos aceptar que la ciencia
no es un encuadre metodológico focalizado en un punto, que depende de otros múltiples puntos cambia de referencias en su desarrollo, hay que preguntarse: ¿sigue ha-
no indexados y estabilizados; osan decirnos cómo emergen y qué son nuestros pensamientos, y se biendo hoy una “ciencia” humana? ¿Y cómo excluir a los individuos de
ponen pronto a señalar los valores morales de los puntos cerebrales, y sueñan con adecuaciones las generalidades y los arquetipos que el cientificismo define? La norma
de las funciones celulares y de las funciones sociales: ¡nueva exploración lunar y demarcación ya no es filosófica y religiosa, se ha convertido, con la medicalización de
de los espacios sinápticos infinitos que nos aterran de parte de los “policías del alma”!, y no de la sociedad y la victimización de sus sujetos, en médica y jurídica. Téc-
detectives salvajes, y de magos soñadores, que no renuncian al conocimiento intuitivo que no es nica y pragmatismo que no impiden la expresión de “lo diabólico”. Por el
magia, sino identificación… médium afectivo, transferencia. Cojear se ha convertido en pecar ‒ contrario, ¿lo exacerban? ¿Cómo, por qué subversión de la ética médica,
cuestionamiento que ya Freud (1920) hiciera en su día a los creyentes que buscaban en la ciencia los psiquiatras franceses han podido aceptar sin reaccionar las clasifi-
un catecismo‒. Criticar el tropismo religioso de las neurociencias, querer laicizarlas separándolas caciones anglosajonas de enfermedades mentales y los cuestionarios de
28 | Calibán - RLP, 20(1), 24-39 - 2022 ¿Hacia dónde vamos?, Maurice Corcos | 29
investigación que se multiplican y son los hermanos y hermanas (¿mayores?) de los autocues- portamiento reputados como biológicamente dependientes y conside-
tionarios que pululan en las revistas y despachan en cinco preguntas un perfil de personalidad, rados parte integrante de una conducta marcada por una “carrera”, es
un quantum de autoestima, un temperamento libidinal, los gustos culinarios y no sé qué más… decir, por un devenir que responde a una trayectoria casi definida por la
aparte de uno mismo? No reconocen el inconsciente (el propio y el del otro) o lo someten a la biografía, agravada o atemperada por algunos factores pronósticos posi-
rigidez de una lógica infiltrada de moral recubierta de respetabilidad social y de legalismo, su- tivos o negativos, y a veces recuperada (para no desesperar demasiado)
primiendo toda la genialidad humana de la ambigüedad. Desconfiemos de las “bellas almas que por la fabulosa salida superior prometida a algunos elegidos: la resilien-
son a veces comerciantes de cánones”. Mundo cognitivo puro que anuncia la inteligencia artificial cia. Exit que subyace a la ruptura del lazo social en la delincuencia…
y el transhumanismo, ambos singularmente carentes de lo que hace al pensamiento humano, es ¡como la rebelión, por cierto desordenada y mórbida, ante una sumisión
decir, el artificio mismo… Ya no se pueden decir la histeria o el pathos. Y para que este lo exprese, interna y externa!
habrá que esperar el retorno de aquello que molesta a sus asuntos tan bien aceitados: lo afectivo, ¿Por qué, entonces, esta nueva cuestión?
la sexualidad, la violencia. Entonces el sujeto releerá a Montaigne y a Freud para reconocerse y Porque llegará el día en el que, en el espíritu de los políticos, los pro-
volverá a tener miedo de sí mismo, no tanto por su violencia potencial frente a otros, sino por su fesores, los jueces o los médicos, ya no será la enfermedad la que se vi-
vacío, su fisura, sus fallas y el riesgo de incoherencia y de desorganización. Explorará en sí “los virá como amenaza, sino el enfermo…, de modo que… allegro barbaro.
territorios del mal, allí donde el hombre se debate consigo mismo y con lo desconocido” (Bolaño, Porque hoy muchas cosas hay que temer, desde que son víctimas de
2004, p. 269). una misma estigmatización por parte de una sociedad que le encarga a
Hoy ya no interesa más el enfermo, sino la enfermedad; tampoco el sujeto, sino su com- la ciencia focalizar en ellos el miedo de las buenas conciencias puritanas
portamiento; ni el delincuente, sino su acto. Enfermedad y comportamiento sin determinantes y morales.
psicosociales y cuyo devenir ya no depende de los condicionamientos sociales, sino de la mera Y es así que solamente ciertas orientaciones, debidamente pre-
gestión pragmática de eso que ahora se ha convenido en denominar handicap. He aquí una gra- supuestadas, construyen cadenas de causalidad que evitan atribuir la
ciosa palabra neutra que no lo estigmatiza a uno, sino que lo anonimiza secamente y lo hace menor responsabilidad al entorno social y cultural, mientras que es un
entrar en una vasta bolsa de maldad que responde mágicamente a todos los problemas psicoso- hecho probado que las primeras causas de los trastornos psiquiátricos
ciales sin tomarlos en cuenta y, por lo tanto, sin buscar una solución. Handicap (handy cap)… son las condiciones socioeconómicas y culturales.
hacer una colecta, asignar una ubicación para discapacitados, entrar en un protocolo unívoco de De todas formas, una vez demostrado el determinismo genético, no
acondicionamiento. Ciertamente, los pragmáticos se lo dirán: sin esta apelación, no hay recursos será menos verdadero que deberemos atender vulnerabilidades poligené-
asignados, y sin recursos, no hay atención al paciente. ¡Pero cuanto juicio en esta corrección! ticas recesivas de penetración variable, dependientes en cuanto a su expre-
¿Para cuándo los grandes dispositivos sociales para los deprimidos y los psicóticos, los adictos a sión de factores epigenéticos, como los factores ambientales... Al final, debe-
la sensación y los esclavos de la repetición, análogos o equivalentes a los desarrollados para los remos “gestionar” estados mentales en riesgo. A menos que, y es un riesgo
no videntes e hipoacúsicos? no desdeñable, en un afán de prevención, cuando los científicos tengan los
La libertad proviene del saber…, pero del saber científico sensible. Este está cada vez más medios, se plantee la cuestión fundamental de eliminar (diagnóstico prena-
pervertido por cuestiones económicas, y su verdad normativizada por la academia se impone tal) a todos los “vulnerables” o de modificar la genética de los “enfermos”
a los responsables, encantados de poder administrar los problemas a gran escala, y no caso por mentales, como se hará con los pacientes diabéticos o con los enfermos de
caso. Qué importa lo que todos los clínicos comprueban cada día en su terreno y que desconocen mucoviscidosis ‒asimilando, ideológicamente, enfermedades orgánicas y
ciertos investigadores que no han visto jamás un paciente: existe un campo de posibles devenires, afecciones mentales‒. Es decir, reemplazar, en el marco de una fiscalidad
no ilimitado, pero siempre sorprendente; no hay estructuras definitivas, sino dinámicas con lí- mental, un gen defectuoso por una copia sana, de la que bien querríamos
neas de seguimiento y líneas de fuga; el equilibrio psíquico y somático es siempre una cuestión de saber con anticipación cómo podrá integrarse con sus compañeros de cé-
composiciones individuales de la relación de uno consigo mismo y de uno mismo con los otros lula; sería interesante que esta copia se hiciera mutar rápidamente para
(como la felicidad); la adaptación por amputación no es curación, sino huida en la curación; e enseñarle las reglas del decoro…, en particular, el respeto por los espacios
incluso, si el handicap existe, depende (en cuanto a su expresión y su devenir) del momento y de privados; a menos que el nuevo gen del que se habrán anticipado sus incon-
la situación dados, y sobre todo de la respuesta de las personas “sanas”. venientes de inhospitalidad sea suficientemente fortificado (upgradeado)
para resistir…, a riesgo de que esto le ocasione mutaciones…, entonces se
3. ¿Qué tienen en común los “enfermos mentales” y “los delincuentes”? habrá desplazado la problemática del reencuentro y de la distancia (écart)
narcisista-objetal al nivel genético.
¿Por qué estas dos cuestiones que venimos de plantear colindan con tanta insistencia en nuestras La naturaleza naturalizante y la razón razonante, los dos motores del
sociedades occidentales y dan lugar a un tratamiento (muy poco) económico, (apenas) social y socius que buscan transformar lo real imprevisible en realidad estable,
(absolutamente) no cultural de la “delincuencia”? Esta es objeto de categorizaciones locamente han acabado por privar al Hombre de la posibilidad de jugar y, por lo
taxonómicas y responde a las leyes de seguridad para una mejor gestión de los problemas de com- tanto, de soñar, al punto de “delirar”, salvo entre los ganchos publici-
30 | Calibán - RLP, 20(1), 24-39 - 2022 ¿Hacia dónde vamos?, Maurice Corcos | 31
tarios, ordenándole no hacerle demasiado caso a su imaginación, salvo que esta tenga un viso para explicar la fatalidad trágica que cae sobre ellos…; el hada verde, la
comercial. El sapiens-demens del que hablaba Edgar Morin (1973) está siendo desterrado. Pues si absenta que deja su lugar la heroína, la cocaína, el crack. Pero nadie se
hay una característica singular de los “delincuentes” es, justamente, que estos tienen muchos fan- inyecta todas esas nefastas drogas por atavismo hereditario, necesidad
tasmas, y no imaginación; se cuentan a sí mismos y a los otros, por necesidad, que han conocido biológica o placer perverso constitucional, como algunos llevan a creer.
y vivido muchas historias (forzosamente un poco crudas) a falta de haber tenido una historia…, Al contrario, lo que es seguro es que con ese tipo de drogas se deli-
una que sea algo coherente y continua, o a falta de que se les haya hecho vivir una muy afectuosa, ra raramente más de una vez. Uno queda rápidamente “fijado” con sus
historia mixta de dos siempre dolorosa y difícil de contar. Demasiadas historias, y siempre decep- ideas obsesivas. Si es que hay goce, no será más que en el primer viaje.
cionantes, impidiéndoles ser sujetos de una historia, obligándolos a ser sujetos-objetos de muchas Sus actos locos y salvajes están “fundados” en el interior. Un interior
otras historias que no son las suyas. Historias transgeneracionales no elaboradas en la familia y menos enfermo que vacío de una experiencia satisfactoria del mundo,
que ellos albergan, habitan y decoran bien o mal, en sus ciudades-guetos, donde viven todos los un interior “delirante” en hueco [creux] en el infinito del blanco del ser,
días y todas las noches historias extraordinarias, a veces banales, a veces surreales, las mismas de tan ávido de fondo y de colores. Fundado, y no justificado ‒o tal vez
las ficciones de la tele y el cine de las que se nutren e… imitan. Ya no se sabe quién empezó…, y ya matizado‒, por la respuesta que el exterior le brindará –comprensión o
no importa, porque lo esencial es, lo he dicho antes, decorar el vacío. Todas estas historias vistas indiferencia–, y que resultará determinante en su devenir.
en la tele y repetidas en el hall del edificio son otros tantos testimonios fantasmales de las historias La más perniciosa de las esclavitudes que la dictadura de la razón,
que nadie les ha contado para tranquilizarlos antes de dormir. hoy predominante, puede introducir es la de llevar a consentir ‒o abs-
Nada de una versión angelical, sin embargo, ya que su rol de fantasía, que no es un imaginario, tenerse de‒ soñar.
suele no ser creativo…, como no es tan fácil reconstruirse, reinventarse a sí mismo tal como uno Frente a los delincuentes…, se recurre a los enésimos planes, aunque
lo sueña, en una proximidad demasiado estrecha con su propio pasado. Sus fantasmas ‒como a la opinión ya no se deja engañar, para poder ajustar las tuercas y hacer
todo el mundo, pero a una escala muy distinta de intensidad‒ les sirven menos para imaginarse que reine el orden social.
soñar otro destino que para evitar tomar conciencia de los hechos en bruto. Y es la mejor droga, El orden en el comportamiento, por qué no... ¡legítima defensa!
100% psíquica, para abrumarse y confundirse, más que para soñarse. Y como es una droga dura ¿Pero el orden en el desengaño y el dolor? Esto no hace más que empeo-
porque es insaciable, el recurso a las drogas químicas para contener la droga de la avidez de estos rar las cosas, esta regresión sin contenido ni enseñanza, ya que obliga al
fantasmas es casi una necesidad. sujeto a probar demasiado temprano la futilidad amarga de un orden
La toma de conciencia de los hechos duros, cuando no es filtrada y tamizada por el imagina- absurdo, en tanto no corrige su misterioso desorden interior.
rio y por un sistema extremadamente fuerte de creencias heredado de las tradiciones familiares Ya se sabe cómo termina esta dictadura de la razón y el orden: estig-
y sociales (transformadas en sabiduría), es una toma de conciencia en seco, que deja al alma en matizando y eliminando a todos los monstruos. A todos aquellos que
blanco y puede volverlo a uno violento. Lo real ‒y no la realidad, como “no la duda, sino la certe- han nacido no con una aberración natural, que hoy se detecta con una
za” (Nietzsche, 1908/2005)‒ es lo que puede volver loco. ecografía (antes de que los mate el diagnóstico prenatal), sino una que
¿Cuándo? Cuando se superponen [télescopent] lo real de su condición ‒decidida por la so- muy tempranamente han heredado y no pueden controlar, y deberán
ciedad adulta‒ y la verdad de su espacio interior. Los delincuentes carecen singularmente de esperar en eco a ser tratados de manera aberrante.
imaginación, así se enfrentan más abruptamente a lo real…, mientras un mínimo de confianza Las personas ordenadas no quieren saber que el horror es humano y
frente a los demás suele ser inexistente por antiguas y profundas razones. Ellos no se construyen que toda repugnancia existe en la naturaleza; se pasan la vida evitando
una realidad aceptable, sosteniendo ciertas ilusiones, como las personas sanas o suficientemente pensar en eso y han comprendido intuitivamente que uno no está enfer-
neuróticas, mediante el sabio andamiaje de una verdad ficcional a partir de materiales brutos mo cuando no tiene tiempo de estarlo…, de engañar la corteza. Hacen
pero consistentes de lo real. No derrapan radicalmente como los enfermos mentales hacia una la apología de la reacción, responden con un clic al recibir un mail…
realidad delirante sustitutiva y compensadora de un real deficiente, siempre repetitivo y nunca Sobre todo, evitan pensar, confrontarse (aunque fuera un minuto) a una
providencial. Ellos afrontan, “bestialmente” o inocentemente ‒o incluso ingenuamente, como página o a un silencio que su candor defiende. Pero no responder así
niños imprudentes‒, lo paralizante de lo real, sin encontrar recursos o rescates más que en al- no es negar (sino renegar) que determinados adolescentes sean nues-
gunas drogas salvadoras y en actos de afirmación de sí en contra o dentro de lo negativo de la tros hijos, es cerrar deliberadamente los ojos a esta verdad tan difícil de
destructividad, alterando o cortando la cadena generacional, desafiliándose en el fracaso, a falta admitir.
de poder hacerlo (afiliarse y diferenciarse) en el éxito. No historizados, más que incapaces de Así corren ellos sin detenerse por miedo de mirar lo que tienen “de-
devenir históricos, vienen (es para asombrarse) a alimentar las crónicas de sucesos periodísticos, trás”, que los amenaza tanto más en la medida en que es su historia in-
reducidos, como están, a no poder atravesar más que impasses, y no el pasillo opuesto que bor- fantil, forzosamente perversa, a fuerza de inocencia curiosa, es decir, de
dea menos peligrosamente la vida de los otros. Y su itinerario de vida en estos impasses parece indeterminismo abierto, y que corre el riesgo, al pedirles cuentas sobre
tan bien trazado que el naturalismo simplista de Zola (el sujeto reducido a su inscripción social, aquello en lo que se han convertido, de no ser tierna con sus deseos
lejos del héroe de Stendhal) y el racismo de Gobineau y de Carel retornan bajo formas científicas civilizados.
32 | Calibán - RLP, 20(1), 24-39 - 2022 ¿Hacia dónde vamos?, Maurice Corcos | 33
Ese cinismo o esa bajeza moral de ideas sin sentimiento, de pensamientos sin música, que pu- El vacío de esta libertad sin límite que da tanto miedo, cuando no es
lulan en este tiempo de crisis cultural golpearán a los más débiles y a los más desfavorecidos, los aterradora, inhibitoria y hasta abrumadora, y que se resuelve en actos de
enfermos mentales y los delincuentes. A cada uno de ellos le será consagrado un capítulo de este descarga ciegos, sin correspondencia interna o externa, probablemente
libro, que intentará expresar el pensamiento (si es que es un pensamiento) que cae sobre ellos y que incluso sin goce interno o externo (una violencia de pobre, de apacigua-
corre el riesgo de terminar por determinarlos, a ellos que tanta necesidad tienen de reconocimiento miento inmediato, de autogestión, como el recurso a la droga, sin fin
y a quienes se ofrecerá, a falta de simpatía ‒y no empatía, oh, esa antipática palabra hoy de moda, de lucro), abre el camino a la contingencia. De toda esta apertura y esta
ni compasión, palabra obsoleta‒, es decir, de posible identificación o adhesión laica a un sentido libertad irresponsable, sin significación y a fortiori sin interiores, surge
común, una correspondencia en una grilla de lotería metodológica. un sentimiento de futilidad y pronto de desinterés e indiferencia. Luego,
Lo real ya no es una creación en una sociedad con la solidaridad disgregada y con hombres de deriva en deriva, en una opaca oscuridad blanca, el sujeto vuelve, re-
descompuestos sin un armazón de personalidad, como datos en bruto. Y parece cada vez más montando hacia atrás, a aferrarse a un resto del pasado. Percibe entonces
sospechoso, a los ojos de los modernos eficaces, querer poner algo de arte en su existencia para que si fuera así, hacia adelante, sería para huir de ese pasado traumático
imaginarla mejor y transformarla en verdadera-vida, y así sobre-vivir… o vacío. Entonces, el destino final de ese retorno al desorden o caos pri-
¿Hay todavía en el mundo un ideal potente que vuelva lo real maravilloso, fantástico para los mitivo es la destructividad por ausencia de “valores”, en el sentido del
más jóvenes? Ya no tenemos derecho, en este positivismo descabellado, a nuestra zona de ilusión, “sentido común”. La libertad se convierte, para algunos que solo pueden
pues el mundo y los objetos del mundo han perdido su gracia (en el sentido cabal, ético, y no volverla contra ellos, sin la posibilidad de distanciarse en la emoción
estético, de la palabra), y nosotros estamos desencantados. y, a fortiori, en la reflexión, en libertad de destruirse; para otros, más
La vida se ha vuelto una farsa, una tragedia estúpida, lo grotesco merodeando. Ya no hay fies- astutos, en libertad de eludir las leyes, de desobedecerlas porque “sin
ta, solo hay fechas y repeticiones de aniversarios y conmemoraciones vacías de sentido, ausentes pruebas no hay delito”… La actualidad, tanto en los suburbios en los
como estamos de un lazo con lo irreal en lo real. El carácter irreal de la vida está atemperado por que todo se paga cash como en los guetos de ricos en los que todo es
la ilusión…, fuerza movilizadora esencial. inversión sobre el tiempo que queda por vivir, lo demuestra.
En este automatismo que gira en el vacío, sentimos el malestar porque oímos tal vez el cas-
tañeteo metálico del mecanismo de una compulsión estéril que nosotros fabricamos y que se
Conclusión
autogenera y se refuerza sin nosotros, y acaba por ser una fuerza autónoma. Así, la servidumbre
voluntaria con esta fuerza se abate sobre nosotros y nos anestesia, a tal punto que ya no sabemos Pero, para saber adónde vamos, preguntémonos cómo hemos llegado
más manifestarlo: nos hemos convertido en colaboracionistas, nos rehusamos a dejarnos afectar, hasta aquí.
tocar, transformar por el otro por temor a perder, así, la identidad. Pero es necesario ir más allá, Quizás un desencanto2 del mundo, una pérdida de la capacidad de ilu-
la psicología no es la economía de mercado, y es necesario prestar atención a que las reglas mo- sionarse y de reinventarse, que no considera al pensamiento y lo imagina-
rales o los valores estéticos no queden triturados en los engranajes económicos de una psicología rio más que en circuitos cortos y demasiado simplistas. ¡No hay necesidad
cuantitativa. Es necesario, lo antes posible, no reponer el aceite de los engranajes del sistema, sino de pensamiento entre el impulso y el acto si solo hay un cable eléctrico
aceptar los espacios de incertidumbre en su seno y otras ilusiones, pues nada nos protegerá de desnudo (como un cuerpo descarnado) entre la sinapsis y el comporta-
otro modo contra los sistemas de pensamiento cerrados, que ya no logran pensar, salvo “a golpe miento! ¡Ojo con los espiritualistas! ¡Ya no hay alma, no hay espíritu…, no
de cincel”. Es el famoso “clinamen” de Borges (1941), que recordaba que un sistema sin juego (en hay sentido, no hay verdad! E, incluso, si el sentido persiste en ser extraído
los dos sentidos del término) solo puede atascarse. de la coraza de los comportamientos, no lo queremos…, ya no lo quere-
Mientras más nos encerremos en un sistema instituido como “verdad” (¡cualquiera sea este!), mos…, no nos ha servido de protección alguna. Mejor será incorporar esa
más autorizará este únicamente respuestas significativas en el interior del sistema, y tanto más concepción anglosajona del acto puro, del acto que no remite a ningún
estaremos dispuestos a la destructividad. La producción produce solamente lo inanimado. El sentido, que excede al sujeto mismo, sin lazo con su pasado ni con sus
sistema producirá, no creará. Para crear lo animado, hacen falta trabajo y creatividad. anticipaciones futuras… El sujeto anglosajón devino y sigue siendo hoy el
El intelectualismo libertario nos ha dicho que la voluntad o el deseo no tienen dueño y que modelo dominante ‒el que vemos en la tele y en el cine‒ para lo mejor y
somos libres de seguirlos, sin advertirnos que hacía falta tener los medios psíquicos para asumir- para lo peor, motorizado como sus correligionarios por una ideología de
los y para sobrevivir a su empuje: la pulsión no puede conducir a la civilización, salvo que esté la que no ignoraremos sus aspectos importantes, positivos, en particular
inhibida, sublimada ‒Freud, una vez más‒. Los lacanianos que han surfeado en esta corriente no en todos los dominios técnicos, pero de los que subrayaremos aquí sus di-
han criticado a Lacan, que decía de uno de sus pacientes que no podía hacer otra cosa que suici- mensiones negativas para nosotros en términos de desarrollos culturales
darse (despectivo e idiota), y no han escuchado al riguroso Deleuze, que se interrogaba sobre el y en lo que concierne a las nuevas transacciones de las costumbres.
hecho de que al seguir “aparentemente” su deseo, buena parte de los toxicómanos han acabado
como “suicidas a lo tonto”.
2. Ver: Castoriadis et al. (1990/7 de julio de 2019).
34 | Calibán - RLP, 20(1), 24-39 - 2022 ¿Hacia dónde vamos?, Maurice Corcos | 35
Se impone, se afirma, se asume, desdeña la crítica… Desconoce la historia, no se arraiga más
que día a día en la geografía de las vastas llanuras que conquista como eterno pionero. Como
Bismarck, sabe que la única cosa que no varía en la historia es la geografía… Entonces, se dispone
a ocupar todo el terreno. Respondiendo como una marioneta a esta ideología, el sujeto moderno
obedece a la ley del percepto…, pero sus experiencias enlatadas no resultan en ninguna reflexión
conceptual, la que no podría sino retardar su progresión, y avanza y piensa après-coup, a posterio-
ri. Tiene entonces crisis de angustia o de locura que intenta dominar mediante comportamientos
ascéticos después de haber cedido a la sociedad de sobreconsumo, pero…, círculo vicioso, no
puede contenerse de etiquetarlos él mismo: ataques de pánico y acumulación de estrés, como
los médicos de la tele le dicen en los anuncios. Pánico, estrés, miedo… Jamás angustia en estado
puro… ¡Sigamos! Pérdida de la capacidad de jugar con el miedo. Ningún espacio de reflexión,
ninguna huella del pasado del tiempo…, un presente perpetuo. Conquista, absorbe, transforma
todo como los ancestros lo hicieron por necesidad en Ellis Island…, no se deja transformar en
nada por el pensamiento del otro, sobre todo si es desordenado, loco.
¿Entonces, el deseo, magnificado por la vieja cultura europea, ya no será lo que era? Aunque
se diga y se insista en ello, haría falta una crisis cultural (de lo simbólico) o una mutación gené-
tica fuera de lo normal para abatir ese carburante del impulso vital que es el deseo. Pero tal vez
ese eslabón, ese médium entre los dos motores que son el cuerpo y el espíritu, no teniendo más
lugar donde posarse, ha perdido su potencialidad pasional (“cuerpo y alma”) ante la fuerza de las
estructuras, y ya no pueda oírse en una economía de mercado en la que el comercio amoroso es
una variable biológica confusa como las demás, o peor, el índice de una debilidad innata. Fluyen-
do entonces al interior del ser hasta hacerse inconsciente, el deseo nacido de la libido, totalmente
ocupado en no preocuparse sino de sí mismo, no favorecería ya la irrupción del acontecimiento
exterior que podría calmarlo, y solo puede impulsar al ser a la morosidad de no ser más que
consigo, de no ser más que sí mismo. Yo ya no es otro ni múltiples otros…, no es más que otro.
O peor, exacerbando lo más tenebroso que el sujeto tiene en sí, lo lleva a la violencia narcisista,
identitaria o al sadomasoquismo. Las nuevas leyes de la cultura y de la economía que construyen
nuestras sociedades narcisistas y materialistas nos obligan a asumir, primero y ante todo, la conti-
nuidad, en detrimento de la toma de riesgos, de la apuesta a aferrarse a algunas oportunidades
que la vida nos brinda para expresar nuestra libertad, para vivir la ilusión movilizadora sin de-
masiado miedo. Solo hay una posible inflexión del destino soñando con otro destino…, salvo que
se viva al margen de la sociedad.
El Hombre, “ese junco pensante que puede decir no”, única criatura que puede negarse “a ser lo que
es” (Camus, 1951)… y se detiene cuando corre el riesgo de sumergirse en la barbarie hasta la locura,
¿ya no es libre de llevar una existencia afirmativa, ya no tiene el coraje? ¿Está obligado a someterse o se
condena a abstenerse? ¿Tiene miedo del poder y de la autoridad, o los ha aceptado hasta introyectarlos
para así evitar apropiárselos y confrontarse a las responsabilidades que toda opción impone?
¿O es que responde a los vientos de los tiempos? ¿Adhiere a estos por necesidad o por temor?
¿Su avidez sin fin es una experiencia interior que avala una verdad social? Y si esta experiencia
interior es la de un vacío que jamás podrá completarse por una falta originaria que lo mantendrá
siempre insaciable, entonces… esta avidez generada por ese vacío interior y en eco con el socius
generará comportamientos predatorios que destruirán los vínculos interhumanos y, por lo tanto,
el mundo. Pero ese vacío interior es menos originario que, a falta de cultura precoz, el testimonio
de un desarrollo mecánico sin tutor afectivo y solidario de lo humano que hay en nosotros.
Esta avidez no releva de ninguna compulsión autodestructiva ni de ninguna hipotética pulsión de
muerte que sostendría móviles arcaicos. ¡No hay intencionalidad alguna en este fenómeno económico,
36 | Calibán - RLP, 20(1), 24-39 - 2022 ¿Hacia dónde vamos?, Maurice Corcos | 37
mecánico! No hay significación y, menos aun, sentido…, a lo sumo, un mecanismo. Banalidad de la de su dimensión reflexiva y colmada por la incorporación de una ley
humanidad como rebaño que, a falta de ejercer lo que la diferencia del animal, advierte, aunque algo maquinal que los absuelve. Su falta profunda es haber tolerado una re-
tarde, que ha perdido su vida perdiéndose el encuentro con la vida de otros. No hay vida sin el otro. pugnancia tal de la cultura y que con su disolución haya desaparecido el
No hay tranquilidad…, salvo la de la muerte en el retiro y el aislamiento. contraveneno esencial de la bajeza de los instintos.
Entonces, a todos aquellos cuyo rechazo activo de las injustas leyes comunes constituye un acto Descriptores: Tecnología, Cultura, Instinto. Candidato a descrip-
de afirmación de sí frente al riesgo de pasivización de la obediencia ciega, ¿debería decretárselos disi- tor: Finalidad del hombre.
dentes o locos? Abstract
¿Todos aquellos que no tienen los medios psíquicos de aceptar para sí esta servidumbre vo-
How did we get here and, above all, where are we going? These present ti-
luntaria, garante de una adaptación social, se harán, a fuerza de resistencia, más locos y más
mes are decidedly reminiscent of times we thought we had overcome, and
violentos?
the return of machine-men dictating their technological and digital laws
¿Todos aquellos que amputen, a fuerza de colaboración, la aspiración a la libertad, elemento to men servile to algorithmic facilities. Men without qualities, who coun-
esencial de la condición psíquica de todo ser humano, implosionarán? terbalance their consented passivity with an active brutality to the point of
Pues el poder técnico de los hombres les permitirá casi, mecánicamente, exterminarse mutua- cruelty, failing to agree with their conscience. A conscience emptied of its
mente hasta que quede el último. Ese subhumano en el que se ejerce la inhumanidad del hombre reflective dimension and filled by the incorporation of a machine law that
‒¡no su animalidad!‒ demanda una “ración” de muerte cada día. La muerte misma se convierte, absolves them. Their deep fault is to have tolerated such a repugnance of
más que en un daño colateral o un componente que es necesario tomar en cuenta, en una pro- culture and that with its dissolution the essential antidote to the baseness
ducción, una productividad. of instincts has disappeared.
Tenemos una relación con la muerte, pero no la tenemos con la nada. Sin embargo, es una Keywords: Technology, Culture, Instinct. Candidate to keyword:
cosa que existe… y contra la que hay que unirse para crear. La nada no es la noche que nos ha Man’s purpose.
precedido o aquella que nos seguirá… La nada es lo inhumano en la vida y la muerte en la vida.
Es la lección de Freud: es necesario poder pensar contra lo inhumano y la muerte para vivir bien.
Todo artículo que no implica un verdadero compromiso personal es evidentemente una im- Referencias
postura, en la que el autor oculta (a cubierto por la sacrosanta objetividad “científica”) sus verda- Arendt, H. (1951). The origins of totalitarianism. Schocken Books.
Bolaño, R. (2004). Entre paréntesis. Anagrama.
deros intereses e intenciones. Por lo tanto, con frecuencia, sus teorizaciones no son más que sutiles Borges, J. L. (1941). El jardín de los senderos que se bifurcan. En J. L. Borges, El jardín de los senderos
que se bifurcan. Sur.
defensas de sus propias neurosis… infantiles, de cultura y de clase. Una impostura duplicada en Camus, A. (1951). L’Homme révolté. Gallimard.
complicidad si su texto se conforma a la moda del momento y al deseo supuesto de sus lectores, Castoriadis, C., Rosanvallon, P., Nordon, D., Colombo, E., Bureau, L., Iliopoulos, N., Pallis, C., Barbier, R.,
Raynaud, P., Jahanbegloo, R., Furth, H., Gagnon, G., Curtis, D. A. y Descombes, V. [kaloskaisophos] (7 de
ambas cosas sabiamente dictadas por los algoritmos en boga (apego seguro, resiliencia…), o no julio de 2019). Cerisy-1990-Castoriadis-04-Rosanvallon. Vimeo. https://vimeo.com/channels/agorainternatio-
hace más que seguir dócilmente el discurso político ambiente…, siempre del lado del mercado de nal/346072244 (Trabajo original publicado en 1990).
Deleuze, G. (1986). Cours du 04/03/1986. En G. Deleuze, Sur Foucault: Le pouvoir. https://www.webde-
los poderosos, dejando creer que es para garantizar mejor la estabilidad de las instituciones. Dicho leuze.com/textes/277
de otra manera…, los Hombres del norte, ricos y prósperos, que nos inventan un nuevo futuro no Elias, N. (1939). Über den Prozeß der Zivilisation. Verlag Haus zum Falken.
Freud, S. (1920). Jenseits des Lustprinzips. Internationaler Psychoanalytischer Verlag.
deben olvidar buscar también al sur de ellos mismos. Leys, S. (2001). Protée et autres essais. Gallimard.
Merleau-Ponty, M. (1961). L’oeil et l’esprit. Les Temps Modernes, 184-185. (Trabajo original publicado
Este artículo, espero, habrá sabido evitar recetas publicitarias y no se cuidará (si es que de en 1960).
alguna manera eso fuera posible) de ser político. Siempre sabiendo que el discurso político está Morin, E. (1973). Le paradigme perdu: La nature humaine. Seuil.
Nietzsche, F. (2005). Ecce homo. Edimat. (Trabajo original publicado en 1908).
dirigido por esencia hacia lo colectivo, mientras que el del psiquiatra atiende a cada individuo, Rimbaud, A. (2012). Iluminations. En A. Rimbaud, Œuvres complètes. Flammarion. (Trabajo original
y que el segundo no puede, cuando se expresa en el ágora, conformarse con ser una correa de publicado en 1886).
transmisión del primero. Debe, por el contrario, discutirlo sin cesar, reafirmando que toda mo- Traducción del francés: Gastón Sironi
delización humana es falsa y que no hay medicina más que para lo particular; tanto es así que Recibido 19/07/21 Aprobado 02/09/21
cada quien tiene una visión singular del mundo y vive en una realidad subjetiva, y no en un real
universal, y que, en última instancia, eficacia no es eficiencia.
Resumen
¿Cómo hemos llegado aquí, y, sobre todo, adónde vamos? Estos tiempos presentes recuerdan
decididamente tiempos que creíamos superados, y el retorno de los hombres-máquinas dictando
sus leyes tecnológicas y digitales a hombres serviles a las facilidades algorítmicas. Hombres sin
cualidades, esclavos de la cantidad, que contrapesan su pasividad consentida con una brutalidad
activa hasta la crueldad, a falta de estar de acuerdo con su conciencia. Una conciencia vaciada
38 | Calibán - RLP, 20(1), 24-39 - 2022 ¿Hacia dónde vamos?, Maurice Corcos | 39
para citar a Nietzsche‒. Un rostro que corrobora lo que tantos discursos
piadosos y edificantes intentan desmentir: que el hombre sigue perfec-
cionando ese rol de “lobo del hombre” que le adjudicara Hobbes. Es la
misma perspectiva que sostiene la observación que treinta años de prác-
tica analítica le permitieron formalizar a Freud (1930/1979): la fuente
Calibán - Alberto C. Cabral* principal de malestar que afecta a los hombres proviene de la relación
RLP, 20(1),
40-49 misma con los otros hombres.
2022
Pero volvamos a la pregunta que formulan los editores de Calibán.
El perdón y sus límites en una Para intentar una respuesta, me voy a apoyar en una afirmación
freudiana: “el psicoanálisis farà da sé”1 (“lo hará por sí mismo”; Freud,
época de desbordes: 1911/1997, p. 337). Freud la esgrimía para rechazar el sostén en una
racionalidad ajena (la filosofía, las ciencias) y subrayar, en cambio,
A propósito de un caso clínico la conveniencia de recurrir a conceptos propios para formalizar los
hallazgos de nuestra práctica.
¿Cómo haremos, entonces, para vivir juntos? Con autonomía
respecto de nuestras buenas o malas intenciones, y con el rigor propio
Voy a comenzar por compartir algunas reflexiones que me despierta la provocativa convocatoria de los determinismos de estructura…, diríamos que el discurso
para este número de Calibán: ¿Cómo haremos para vivir juntos? Es un interrogante que podemos capitalista, tal como lo formalizó Lacan (1972/1978), “farà da sé” (p.
inscribir en un escenario macro, pero también micro: aquel en el que corresponde ubicar, 11). Ocurre que tanto la ausencia en su escritura de un límite al goce
como veremos, esa ceremonia de reconciliación particular que es el perdón. Me voy a servir, (contrariamente al discurso del Amo, que sanciona una separación
a continuación, de un material clínico publicado recientemente por la psicoanalista argentina entre $ y a, el discurso capitalista promueve la conjunción de ambos
Eva Giberti para ubicar algunas cuestiones en debate respecto al perdón y, en particular, las términos del fantasma), como la circularidad ininterrumpida que le es
resonancias clínicas que de ellas se desprenden para nosotros, analistas. propia (Lacan lo considera, por ello, el “más astuto” de los discursos)…
le otorgan una condición autosustentable que determina que ‒en su
Grandes laboratorios, desbordes y discurso capitalista dominio‒ “todo ande sobre cojinetes, no puede andar mejor” (p. 14). Es
lo que permite a la producción capitalista “hacer durar su duro deseo”2
Contrariando la expectativa esperanzada que ‒en los albores de la pandemia‒ transmitían algu-
(Lacan, 1970/1993, p. 55), esto es, perpetuarse. El empuje, entonces,
nos de los textos de la recopilación Sopa de Wuhan (Agamben et al., 2020; en particular, el de Sla-
cada vez más desregulado al goce, alimentado por la oferta renovada e
voj Žižek), el panorama que nos brinda el tiempo transcurrido no autoriza una mirada optimista.
incesante de objetos de consumo ‒lo que Lacan evocaba también como
Es que estos largos meses pandémicos se obstinan en reescribir (con mayúsculas, para que sus re-
“el ascenso al cenit social” (p. 19) del objeto a‒, hará por sí mismo la
lieves resulten más nítidos) las desigualdades y asperezas propias del lazo social contemporáneo.
proeza de permitirnos “vivir juntos”, a despecho de este marco de in-
La convocatoria de Calibán recoge una preocupación compartida ante este incremento, en el
equidades exacerbadas.
contexto de la pandemia, de muchos de los rasgos inquietantes de nuestra época. La violencia po-
¿O acaso no lograron ya, después de la Segunda Guerra Mundial,
licial y parapolicial con que se ha intentado disciplinar explosiones sociales de repudio a políticas
un “milagro” equivalente, al reciclar para la vida en común a las
elitistas y abusivas, así como la intolerancia exacerbada ante minorías étnicas y poblaciones vulne-
corporaciones (entre ellas, los laboratorios Bayer, pero también Kodak,
rables han sido moneda frecuente en nuestros países, al norte y al sur del Río Bravo.
Krupp, Volkswagen y tantas otras) que sostuvieron la maquinaria
En este verdadero reverso del Jardín de las delicias que dibuja la escena contemporánea, el compor-
industrial del régimen nazi y que incluso se beneficiaron con la mano
tamiento de los grandes laboratorios ocupa sin dudas un lugar protagónico. Es que la angustia colectiva
de obra esclava provista por prisioneros de guerra? Pfizer, Johnson &
ante la expansión del virus ha desnudado la contraposición entre el Bien Común y la lógica del máximo
beneficio que guía a las grandes corporaciones. De nada han servido, al respecto, los llamamientos y
exhortaciones de diversas personalidades: primó el derecho a la propiedad privada de las patentes por
1. Freud parafraseó, en realidad, al revolucionario italiano G. Mazzini (aun cuando hay quienes
sobre los reclamos a favor de una legislación renovada, que permitiera que las vacunas fueran objeto de atribuyen el enunciado original al rey Carlos Alberto de Saboya). Formulada en el contexto de la
una distribución equitativa y, en última instancia, razonable e inclusiva a escala planetaria. guerra que principados italianos libraban contra Austria (1848-1849), la consigna “L´ Italia farà
da sé” apuntaba a rechazar la “ayuda” interesada que ofrecía Francia, que aspiraba ‒a cambio de su
A contramano de una ilusión humanista siempre agazapada en nuestro interior, este escena- “apoyo”‒ a anexar territorios pertenecientes a la corona de Saboya.
rio de injusticia redoblada se empecina en proyectar su rostro “humano, demasiado humano” ‒ 2. Lacan evoca aquí un verso de P. Eluard: “el duro deseo de durar”. Pido disculpas al lector no
familiarizado por lo condensado de mis referencias a estos desarrollos de Lacan. Junto con la
bibliografía que cito en el texto, la clase 17, del 4 de abril de1990, del seminario El Banquete de los
analistas, de J.-A. Miller (2000), puede brindar una buena guía de acceso a esta temática.
* Asociación Psicoanalítica Argentina.
40 | Calibán - RLP, 20(1), 40-49 - 2022 El perdón y sus límites en una época de desbordes: A propósito de un caso clínico, Alberto C. Cabral | 41
Johnson, AstraZeneca y un puñado de grandes firmas privadas3 no tendrán, seguramente, di- na”, respecto de aquellas que promueven una renuncia voluntarista o
ficultades para seguir conviviendo con nosotros…, pese a su comportamiento voraz en estos aun hipócrita. Es que amplía el horizonte de la escucha más allá de los
tiempos oscuros. límites de la voluntad, pero también de la buena o mala fe consciente del
sujeto, donde se detiene la ética tradicional.
El perdón y los “laboratorios íntimos” Al hacer audibles sus fundamentos inconscientes, torna comprensi-
ble ‒por ejemplo‒ el calvario (en rigor, el escenario de goce vengativo)
Ajustemos ahora el lente de nuestro zoom para obtener una mayor definición. Podremos enton-
en que se convierten continuidades vinculares asentadas en reproches
ces posar nuestra mirada, ya no en la gran industria farmacéutica, sino en los laboratorios ínti-
interminables, que brotan de un perdón frágil, o pseudoperdón, que lla-
mos en que se verifican las leyes que rigen la “microfísica del poder” (Foucault, 1977/1979): esto
es, en los vínculos familiares y en los lazos amorosos. maremos neurótico. Esto es, sostenido en la represión de un odio sub-
sistente y amenazado, entonces, por los embates de su tercer tiempo: el
En este ámbito más reducido (en el que operan los así llamados ceremoniales de reconcilia-
retorno de lo reprimido. La “renuncia” a la hostilidad, en este marco,
ción, de los que ‒como veremos‒ el perdón es parte) se verifica una tendencia similar a la que
tiene entonces un carácter precario: queda expuesta a retornos del goce
registramos en el plano macro. Es así como los reportes de ONG y oficinas gubernamentales de
vengativo, anudado a retoños del sadismo edípico.
nuestros países dan cuenta de una multiplicación, durante la pandemia, del número de femici-
Dejo planteada ‒tan solo‒ en este punto, la conveniencia de avanzar
dios, así como de diferentes episodios de violencia, acoso y maltrato.
en una formalización más rigurosa de la noción de juicio de condena-
Son situaciones que convocan, en los particulares involucrados, todo el abanico de respuestas
ción (Verurteilung), que designa en la reflexión freudiana ‒precisamen-
posibles de rencor y de odio frente al perpetrador. Sabemos que estos emergentes pasionales
te‒ un más allá de ‒“un desenlace mejor que” (Freud, 1910 [1909]/1999,
cuentan con distintas vías de tramitación. Cada una de ellas abre a inscripciones diferentes en la
p. 24)‒ la represión. Constituye un operador teórico que puede contri-
memoria individual, que habilitan construcciones de futuros también disímiles. Es por eso que
buir a esclarecer las condiciones metapsicológicas que hacen posible un
cobra importancia el abordaje de la disposición siempre presente al sometimiento, a la venganza
perdón genuino (Cabral, 2020).
y al resentimiento, así como el análisis de la viabilidad, la eficacia y los límites del perdón: ese
“recién llegado” (ver más adelante) entre los ceremoniales de reconciliación.
Precisar sus tiempos lógicos y sus dinámicas particulares es objeto ‒en los últimos años‒ de El perdón y lo imperdonable: Un caso clínico5
una atención renovada en el campo de la filosofía, del derecho y de las ciencias políticas. Con Vamos a internarnos ahora en un caso clínico publicado recientemente
cierta morosidad, los analistas nos estamos sumando a un debate del que tenemos mucho que por Eva Giberti (13 de agosto de 2020), una reconocida psicoanalista
aprender, así como perspectivas propias que aportar. Es que algunas de nuestras categorías (deseo argentina6. Tiene el mérito de llamar la atención, a partir de una historia
inconsciente, goce, represión, juicio de condenación4) pueden ayudar a resolver impasses con los breve y bien planteada, sobre lo que la autora evoca como el “inmenso,
que tropiezan estudiosos de otras disciplinas. universal problema de la culpa y el perdón” (párr. 3), una afirmación
Para la observación analítica, tanto en la decisión de perdonar como su rehusamiento (al que que propone ya un punto para la reflexión. La “universalidad” de la pro-
aludimos con lo imperdonable) están sostenidas posiciones subjetivas singulares: a ellas recon- blemática de la culpa (como la del deseo) es clara para los analistas,
ducimos los ricos estudios que otras disciplinas abordan en un plano descriptivo. Tomemos un pero… ¿ocurre lo mismo con el perdón?
ejemplo. Se acepta que el perdón supone la voluntad de relanzar un vínculo dañado por el agravio La moderna psicología experimental tiende a responder afirmativa-
perpetrado por un Otro. La infidelidad en una pareja constituye un ejemplo paradigmático: pero mente esta pregunta. Es lo que sostiene el libro Más allá de la venganza:
puede tratarse de la ruptura unilateral de los códigos que sostienen una relación interpersonal. Se La evolución del instinto del perdón [Beyond revenge: The evolution of the
acepta, también, que ‒a diferencia de la mera disculpa‒ el perdón requiere una doble renuncia por forgiveness instinct], de Marcel McCullough (2008), director del Labora-
parte de la víctima: a la venganza, pero también al rencor contra el perpetrador. torio de Psicología Experimental de la Universidad de Miami). Elevado
La reflexión ética ha subrayado el carácter necesariamente “genuino” de esta doble renuncia, (¿o rebajado?) a la condición de instinto…, el perdón cobra entonces un
sin atinar a precisar los parámetros que pueden hacerla viable. Es aquí donde la aproximación alcance universal, inescindible de la condición humana.
analítica permite discriminar las condiciones subjetivas que hacen posible una renuncia “genui-
5. Mis comentarios a este caso clínico formaron parte de mi presentación en el reciente Symposium
de la Sociedad Psicoanalítica de Caracas (23 y 24 de abril de 2021), al que asistí como invitado. La
3. Al momento de escribir estas líneas, se divulgó un estudio de la Fundación ProPublica, que revela que las veinticinco personas más ponencia fue publicada en la revista Trópicos, de la Sociedad Psicoanalítica de Caracas (Cabral, 2021).
ricas de Estados Unidos pagan proporcionalmente menos impuestos que el asalariado medio del país: una tendencia que precede a (pero 6. Eva Giberti es una psicoanalista de larga y rica trayectoria que, junto con su incesante tarea clínica
que se incrementó con) la pandemia. En este grupo selecto, figuran Jeff Bezos (fundador de Amazon), Elon Musk (Tesla y SpaceX) y el y docente, ha desarrollado una labor pionera de difusión del psicoanálisis, acompañada de una
inversor y financista Warren Buffett. ProPublica es una agencia de información sin fines de lucro, radicada en Manhattan y dedicada participación activa en defensa de los derechos humanos y en movimientos feministas, así como en la
al periodismo de investigación: desde su fundación, en 2008, varios de sus integrantes han recibido el Premio Pulitzer, entre otras lucha por el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo y el matrimonio igualitario. La revista
distinciones (Kingdon y Davison, 9 de junio de 2021). Nómadas, de la Universidad Central de Colombia, recorre en una cálida semblanza los hitos más
4. Prefiero la traducción de Ballesteros (“juicio de condenación”) a la de Etcheverry (“juicio adverso”) porque me parece que evoca más significativos de su carrera (Giberti et al., 2006). Sin que mediara una relación personal previa, semanas
fielmente lo enérgico del “acto psíquico” descripto por Freud. antes del Symposium de la SPC le acerqué mi ponencia: se mostró muy reconocida y agradecida por el
hecho de que su texto sirviera de base para relanzar el debate sobre estas cuestiones.
42 | Calibán - RLP, 20(1), 24-39 - 2022 El perdón y sus límites en una época de desbordes: A propósito de un caso clínico, Alberto C. Cabral | 43
La psicología positiva (Jewell, 7 de agosto de 2014) transita esta mis-
ma vía y promueve también el perdón como la opción universal para
renunciar a la venganza y “dar vuelta la hoja” ante daños y abusos diver-
sos. Sorprende que algunos psicoanalistas abreven en esta perspectiva y
reivindiquen el perdón como el recurso necesario y obligado para elabo-
rar un daño y superar resentimientos neuróticos. En estos planteos, no
acceder al perdón supone un desacuerdo patológico con el deber-ser: ya
sea el programado por el instinto o el prescripto por el mandato moral.
La respuesta de Freud a la pregunta del periodista estadounidense G.
S. Viereck (1928 [1927]/1995) marca una diferencia radical.
44 | Calibán - RLP, 20(1), 24-39 - 2022 El perdón y sus límites en una época de desbordes: A propósito de un caso clínico, Alberto C. Cabral | 45
debió cumplir por ello una condena de varios años. La madre fue la denunciante, y el testimo- Los juristas han intentado responder la misma pregunta que atribu-
nio de la hija (ya púber) refrendando ante el juzgado la presentación materna fue crucial en el la a Giberti…, como podría ocurrir con cualquiera de nosotros, coloca-
proceso. do en la misma situación. Orientado por los desarrollos de H. Arendt
Hete aquí que, cumplida su condena, el padre recupera la libertad. Contacta a la hija y esta (1958/2016) en torno a los daños que, por su magnitud, no son pasibles
acepta reiniciar el trato con él, pese a la indignación de la madre. Se trata del primer roce entre de resarcimiento, el discurso jurídico ha avanzado en la tipificación de
ambas, que hasta ese momento han sido muy “compañeras, se contaban todo” (párr. 2). Pero lo aquellos que considera imperdonables y, por lo tanto, imprescriptibles.
que en realidad precipita la consulta de la madre es el inminente casamiento de la joven. La lógica propia de este discurso requiere de la objetivación: los rasgos
Ocurre que la familia del novio, muy creyente, planea una ceremonia religiosa clásica. Quie- que definen estos daños deben ser válidos “para-todos”. Esto es, para-toda
ren a la novia ingresando al altar de la mano de su padre, seguida por la madrina, esto es, la víctima que los hubiera padecido.
madre, otrora denunciante del violador. El novio y su familia ignoran la historia previa, hasta La aproximación psicoanalítica, en cambio, no trabaja con “hechos”
ahora ocultada por la joven. Esta le ruega a la madre que no se oponga a la planificación: al fin objetivos: apunta, en cambio, a alojar la significación particular que “el
y al cabo, ella ‒la víctima‒ había perdonado a su padre. ¿Por qué entonces no podía hacerlo su hecho” adquirió para el sujeto. Y verifica una y otra vez que el sentido y
madre también? la magnitud del daño experimentado constituyen dimensiones exquisita-
“¿Hay hechos imperdonables?” (párr. 6). Eva retoma y hace suya esta pregunta de la madre, mente subjetivas, dependientes del momento y de la escenografía edípica
y nos instala de un plumazo en el núcleo vivo de otro de los debates actuales sobre el perdón. singulares en que se inscribió el evento para el sujeto, así como de las
Para el filósofo estadounidense C. Griswold (2007), se trata de una “virtud moral”. No perdonar resignificaciones de las que pudo ser objeto, en función de experiencias
supone, entonces, una moralidad precaria. En la misma dirección se inscribe la tesis de J. Kriste- ulteriores ‒entre ellas, la analítica‒ (Cabral, 2020). Podríamos decir, evo-
va (1987/1997): “el perdón es la tercera vía, la única salida, entre el sometimiento y el homicidio cando a Ferenczi (1928/1981): el “hecho” se inscribe en la escala definida
vengativo” (p. 128). por la “ecuación personal” de cada quien.
Pero si respondemos afirmativamente la pregunta de marras, y en línea con la orientación Seguramente por eso ‒volviendo a nuestro caso‒ la ecuación personal
freudiana admitimos la existencia de hechos imperdonables…, el perdón ya no sería la “única no sea la misma para ambas protagonistas. La subjetivación y la cuanti-
salida”. Perdería el prestigio de representar la opción ética excluyente, frente al desfallecimiento ficación del daño han de haber sido seguramente diferentes. La madre
moral implicado tanto en el sometimiento como en el rencor vengativo. Y recuperaría su espesor ‒atravesada por el clivaje subjetivo que la hace también mujer‒ puede ha-
ético ese límite a la reconciliación que puede levantar lo imperdonable... berse sentido, además, engañada por su pareja. El padre no fue para ella
Podemos vislumbrar el alcance ético de la decisión de no perdonar en el testimonio de una solo el abusador de su hija, sino también el hombre que le fue infiel con
mujer sudafricana. En una de las audiencias de la Comisión de Verdad y Reconciliación, durante otra. Y la hija, junto con el odio contra el padre abusador, ha de haber
el juicio al miembro de la policía política que había dado muerte bajo tortura a su marido, con- sentido también culpa: por haberlo traicionado al denunciarlo en compli-
cluyó su alegato así: “Un tribunal o un gobierno no pueden perdonar. Sólo yo podría hacerlo. cidad con su madre y, en un plano más profundo, por las resonancias de
Y no estoy aun preparada para perdonar” (Cabral, 2020, p. 25). Reparemos, de paso, en el rigor goce convocadas por el abuso.
con que el testimonio diferencia ‒intuitivamente‒ los dos escenarios en juego: el macro (las de- En la misma línea, la indignación actual de la madre no ha de recono-
cisiones y disposiciones de un gobierno) y el micro (el laboratorio íntimo, subjetivo, en que cada cer solamente raíces “éticas”. Son aquellas en las que parece detenerse Gi-
particular elabora los emergentes de rencor anudados al daño experimentado). berti, que nos comenta que la madre estaba “horrorizada por la situación
Giberti (13 de agosto de 2020) nos transmite el impacto que le produce la pregunta de la de mentira” (párr. 4) promovida por su hija. Podemos suponer que su
madre, que la fuerza a encontrar respuestas. Estas se multiplican, en el curso de la entrevista, indignación ha de corresponder también al registro de traición, ahora por
parte de una hija con la que hasta el momento ha funcionado en bloque.
Una hija que ‒como bien advierte la analista‒ racionaliza como perdón
en un giroscopio demencial, proponiendo argumentos semejantes y equivalentes para avalar una u
su posición culposa frente al padre, al que fantasea haber destruido en
otra elección. (párr. 1)
alianza edípica con su madre.
“Esta madre consultante, ¿debería aceptar vestirse como madrina para
¿Era injusto no perdonar? ¿Y si en, los avatares de los años, el padre se hubiese arrepentido y buscara
esa boda? Semejante dilema no puede quedar en manos de la modista”
genuinamente el perdón de su hija? ¿Qué experiencias tenemos con violadores que han cumplido
(párr. 6-7), nos dice con ironía Giberti. Tampoco en las del analista, pensa-
su condena? Sabemos que, en libertad, vuelven a violar... ¿Deberíamos dar por válida la supuesta
mos por nuestra parte. Es que este está relevado de entregar una respuesta
redención del personaje? O sea, creer en un violador que [...] había reaparecido en el justo momento
(se trataría de “su” repuesta) a los dilemas éticos de su analizante.
en que podía incorporarse a la vida de la hija. (párr. 4)
No por ello le espera un camino menos arduo…, pero para él más
apasionante. Consiste en brindar el marco adecuado para acompañar a
quien lo consulta a verificar el “escrutinio” de su propio deseo. Es una
46 | Calibán - RLP, 20(1), 24-39 - 2022 El perdón y sus límites en una época de desbordes: A propósito de un caso clínico, Alberto C. Cabral | 47
bonita expresión de Lacan (1960/1988): el deseo del sujeto es un punto de llegada, al que se arriba limits in recent years. Analysts are slowly joining these exchanges, from
habiendo practicado un relevamiento “sin proscripciones” (sin las proscripciones que instala la re- which we have much to learn but also our own perspectives to contribute.
presión: estamos extremando la metáfora de Lacan) de sus inclinaciones, conscientes y, sobre todo, The analysis of a clinical case published by the Argentine psychoanalyst Eva
inconscientes (p. 358). Se trata de establecer si las mociones libidinales, que apuntan a relanzar el Giberti allows us to locate some of the ethical and clinical problems that
vínculo pese al daño sufrido, se sobreponen genuinamente al odio reprimido contra el perpetrador. these situations pose to us.
Solo entonces se podrá apuntar a un perdón genuino. Y resulta claro que a nuestra joven prota- Keywords: Repression, Judgment of condemnation, Forgiveness.
gonista le resta mucho por transitar para arribar a ese punto. Es por eso que Giberti habla de “lo que Candidates to keywords: Analyst position, Unforgivable.
ella denominaba perdón” (párr. 3). En nuestros términos, se trata de un perdón neurótico, asentado
en la represión.
Queda abierta, para la joven, la opción de discriminar el lugar del genitor y el lugar del padre. Referencias
Es una distinción que le permitiría habilitar de pleno derecho a otros sujetos con la función pater- Agamben, G., Žižek, S., Nancy, J. L., Berardi, F., López Petit, S., Butler, J., Badiou, A., Harvey, D., Han,
B.-C., Zibechi, R., Galindo, M., Gabriel, M., Yañez González, G., Manrique, P. y Preciado, P. B. (2020).
na para recibir de ellos el don simbólico que ilusiona ‒aun‒ obtener del genitor en la ceremonia Sopa de Wuhan. ASPO.
nupcial. Es que, en la escenografía fantaseada, se trata justamente de que un padre pueda ‒por Arendt, H. (2016). La condición humana. Paidós. (Trabajo original publicado en 1958).
Cabral, A. C. (2019). Lacan y el grupo analítico: Usos y destinos del goce de la exclusión. Revista Uru-
fin‒ entregarla a otro hombre…, en lugar de retenerla como objeto de goce, como hiciera su genitor guaya de Psicoanálisis, 129, 98-111. (Trabajo original publicado en 2018).
mediante el abuso perpetrado. Cabral, A. C. (2020). El perdón y sus límites. Teseo.
Cabral, A. C. (2021). El perdón y sus límites: A propósito de un caso clínico. Trópicos, 26(2), 59-68.
Y queda abierta, para la madre, la opción de procesar sus deseos vengativos de mujer engañada, Ferenczi, S. (1981). Elasticidad de la técnica analítica. En S. Ferenczi, Obras completas (vol. 4). Espasa
Calpe. (Trabajo original publicado en 1928).
que perpetúan el resentimiento contra su expareja. Es lo que le permitiría ‒tal vez‒ acotar los lími- Foucault, M. (1979). Microfísica del poder. La piqueta. (Trabajo original publicado en 1977).
tes de lo que ahora vive como imperdonable: límites que para un analista son siempre el punto de Freud, S. (1979). El malestar en la cultura. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 21, pp. 57-
140). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1930).
llegada de un trabajo elaborativo. Transitarlo y lograr que el daño revista como “cosa juzgada” suele Freud, S. (1997). Carta a Jung del 30 de noviembre de 1911. En N. Caparrós (ed.), Correspondencia de
apaciguar al sujeto: permite un “dar vuelta la hoja” más efectivo que el que se obtiene con el recurso Sigmund Freud: Expansión: La internacional psicoanalítica (vol. 3). Biblioteca Nueva. (Trabajo original
publicado en 1911).
voluntarista a las buenas intenciones. Freud, S. (1999). Cinco conferencias sobre psicoanálisis. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras completas
(vol. 11, pp. 1-52). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1910 [1909]).
Giberti, E. (13 de agosto de 2020). La culpa y ¿ el perdón? Página/12. https://www.pagina12.com.
Resumen ar/284744-la-culpa-y-el-perdon
Giberti, E., Escardó, V., Invernizzi, H., Maffia, D. y Maldavsky, D. (2006). Eva Giberti: Trayectoria
Lejos de haberse atemperado, los desbordes y manifestaciones de violencia y exclusión que ya le institucional, científica y cívica. Nómadas, 25, 222-237.
habían valido a nuestra época la denominación de “Era de la indignación” (Haidt, 2018) parecen Griswold, C. (2007). Forgiveness: A philosophical exploration. Cambridge University.
Haidt, J. (2018). La era de la indignación. Letras Libres, 197, 12-18.
haberse exacerbado en tiempos de pandemia, tanto en los escenarios macro de nuestras comuni- Hobbes, T. (1990). Leviatan. Universitat de Valencia. (Trabajo original publicado en 1651).
dades como en los laboratorios íntimos (familias, vínculos amorosos) en que rigen las leyes propias Jewell, L. (7 de agosto de 2014). El perdón o la venganza: ¿Cuál es la respuesta? Positive Psychological
News. https://es.positivepsychologynews.com/news/louisa-jewell/201408072829
de la “microfísica del poder” (Foucault, 1977/1979). Es por eso, seguramente, que las diferentes Kingdon, C. y Davison, L. (9 de junio de 2021). Elon Musk, Jeff Bezos y otros multimillonarios pagan
pocos o ningún impuesto. El Financiero. https://www.elfinanciero.com.mx/millonarios/2021/06/09/
prácticas de reconciliación estén cada vez más solicitadas, en el ámbito público (amnistías, políticas elon-musk-jeff-bezos-y-otros-multimillonarios-pagan-pocos-o-ningun-impuesto/
de reparación) como en el privado (perdón). Es por eso, también, que estudiosos de distintas disci- Konstan, D. (2010). Before forgiveness: The origins of a moral idea. Cambridge University.
Kristeva, J. (1997). Sol negro: Depresión y melancolía. Monte Ávila. (Trabajo original publicado en
plinas profundizan en estos años el debate en torno a sus condiciones de posibilidad y sus límites. 1987).
Los analistas nos estamos sumando, morosamente, a estos intercambios, de los que tenemos mucho Kristeva, J. (2000). El genio femenino: Hanna Arendt. Paidós. (Trabajo original publicado en 1999).
Lacan, J. (1978). Conferencia de Lacan en Milán. Lacan in Italia. La Salamandra. (Trabajo original
que aprender, pero también perspectivas propias para aportar. El análisis de un caso clínico publi- publicado en 1972).
cado por la psicoanalista argentina Eva Giberti permite situar algunas de las problemáticas éticas y Lacan, J. (1988). Clase del 22 de junio de 1960. En J. Lacan, El seminario de Jacques Lacan, libro 7: La
ética del psicoanálisis. Paidós. (Trabajo original publicado en 1960).
clínicas que estas situaciones nos plantean. Lacan, J. (1993). Psicoanálisis: Radiofonía & televisión. Anagrama. (Trabajo original publicado en 1970).
McCullough, M. (2008). Beyond revenge: The evolution of the forgiveness instinct. Jossey-Bass.
Descriptores: Represión, Juicio de condenación, Perdón. Candidatos a descriptores: Posición Miller, J.-A. (2000). El banquete de los analistas. Paidós.
del analista, Imperdonable. Viereck, G. S. (1995). Reportaje a Freud (B. Castillo, trad.). Conjetural, 31, 69-79. (Trabajo original
publicado en 1928 [1927]). https://www.conjetural.com.ar/revistas/31.pdf
Far from being tempered, the overflows and manifestations of violence and exclusion that had already
earned for our time the name of “Era of indignation” (Haidt) seem to have been exacerbated in times
of pandemic, both in the macro scenarios of our communities, as well as in the intimate laboratories
(families, love ties) in which the laws of the “microphysics of power” (Foucault) govern. That is why,
surely, the different reconciliation practices are increasingly in demand, in the public sphere (amnes-
ties, reparation policies) and in the private sphere (forgiveness). It is also for this reason that scholars
from different disciplines have deepened the debate around their conditions of possibility and their
48 | Calibán - RLP, 20(1), 24-39 - 2022 El perdón y sus límites en una época de desbordes: A propósito de un caso clínico, Alberto C. Cabral | 49
También pertenece a esa oleada el largometraje dirigido por George
Clooney, Cielo de medianoche, lanzado simbólicamente el día 23 de di-
ciembre de 2020, casi en vísperas de Navidad. Impulsado por una buena
dirección de arte y efectos especiales, el filme se convirtió en el más visto
simultáneamente en 77 países, por medio de la plataforma de streaming
Calibán - Alexandre Socha* que lo produjo1. Sería una exageración considerarlo una gran obra cine-
RLP, 20(1), matográfica, incluso en comparación a sus congéneres. No obstante, el
50-59
2022 largo de Clooney consigue recuperar fórmulas antiguas en una trama que
Notas sobre el fin del mundo evoca plásticamente algunas de las pesadillas contemporáneas. Repleto de
largos silencios y ambientes desérticos, el filme parece haber sido hecho a
medida para el momento de su lanzamiento, la pandemia de SARS-Cov-2
y la experiencia de cuarentena derivada de ella.
Después de aquel diluvio quiero ver la paloma,
Después de que un accidente ha contaminado el aire y tornado inviable
y nada más que la paloma salvada una vez más.
la existencia en el planeta Tierra, toda la población es evacuada a una colo-
Ingeborg Bachmann
nia espacial en el recién descubierto planeta K-23. El científico Augustine
decide permanecer en la estación meteorológica, aislado en el Círculo Polar
Ártico, intentando establecer contacto con los tripulantes de una nave es-
pacial que está en camino de regreso a la Tierra. El objetivo de Augustine
1. El sueño de un “nuevo comienzo” es avisarles de la tragedia ocurrida e interrumpir los planes de retorno, ha-
ciéndolos alterar la ruta nuevamente hacia K-23, acompañando el destino
Pertenece al sentido común la idea de que las obras de ficción científica revelan más sobre el mo-
de la nueva colonización. La trama se divide, así, en dos núcleos narrativos
mento en que fueron hechas que sobre el futuro que buscan retratar.
paralelos que se tocan en la escena final; el primero, con Augustine en el
Pasados algunos años o décadas, aquel futuro tan verosímil en la época tiene por hábito volverse
Círculo Polar, y el segundo, con la tripulación de la nave espacial Aether.
caricaturesco y estereotipado. El futuro de 2021, tal como fue retratado en 1970 o en 1950, es una bella
Aunque sea una adaptación del libro Good morning, midnight publi-
imagen de las estéticas y las mentalidades que circulaban en esas respectivas décadas. No podría ser de
cado en 2016 por Lily Brooks-Dalton, el largometraje suena como em-
otra manera; al fin y al cabo, es solo con la lectura del presente inmediato que el vidente hace sus pre-
blemático del vivir pandémico. La soledad, la búsqueda del contacto a
visiones; el mañana cambia todo el tiempo. Las obras de ficción científica son, por lo tanto, alegorías o
distancia y la interminable espera dan la tónica del clima emocional; y por
devaneos sobre el presente, como formaciones oníricas que emergen de los residuos diurnos dejados
si fuera poco, claro, las temáticas del riesgo de contagio a través del aire,
por la cultura y por las coyunturas sociopolíticas. Por medio de su realidad fantástica, es posible tener
el confinamiento y la finitud. En una época en la que los viajes de turis-
acceso a las ranuras de la vida cotidiana, no siempre visibles a simple vista, en las que se incluye el
mo espacial comienzan a volverse realidad, la coincidencia con cuestiones
modo en el que nos relacionamos individual y colectivamente.
suscitadas por la actual pandemia instala una sensación de Unheimlich,
Dentro del vasto género de ficción científica, las obras que incluyen viajes espaciales suelen go-
cobrando contornos menos fantasiosos de lo que quizá nos gustaría.
zar de gran popularidad, sobre todo en la industria cultural cinematográfica. Aun para el espectador
medio es fácil reconocer en esas narrativas ciertas repeticiones en la trama. Antes que constatar una
falta de creatividad artística, tales repeticiones revelan algo sobre el propio género. Son una especie 2. La supervivencia
de sueño recurrente con elementos que instauran topos ficcionales propios: perderse o estar a la deri-
El historiador Christopher Lasch (1981/1986) sostiene que el modelo
va en el vasto espacio sideral, peligros por incidentes naturales como lluvias de meteoros o desechos
implícito en las discusiones sobre la formación de colonias espaciales
espaciales, el espíritu aventurero concomitante al ansia de volver a la tierra, etc.
no se distancia mucho del modelo de ocupación y de colonización de
En algunas de las películas realizadas en la última década parece haber una notable reincidencia
las Américas y de África, el “nuevo mundo” para el europeo del siglo
de uno de esos viejos argumentos narrativos en particular, el de la catástrofe ambiental. En esa versión
XV. Los territorios “vírgenes” (inhabitados, según la sensibilidad euro-
futurista del diluvio universal, la Tierra se ha vuelto un lugar inhabitable y la humanidad debe partir en
céntrica de los colonizadores) son oportunidades de nuevos mercados,
busca de un nuevo comienzo. Deteriorada por la acción de la propia raza humana y frente a la inminente
de crecimiento y de supervivencia a un medio viciado y ya agotado en
amenaza de extinción, se lanza al espacio en busca de nuevos territorios para su repoblación. Entre las
sus recursos:
obras recientes que incluyen en su trama algún nuevo comienzo tras un desastre, podemos destacar:
Gravedad (Cuarón, 2013), Interestelar (Nolan, 2014), Misión rescate (Scott, 2015) y Ad Astra (Gray, 2019),
entre otras.
1. Información tomada de Pipoca Moderna (31 de diciembre de 2020).
* Sociedade Brasileira de Psicanálise de São Paulo.
50 | Calibán - RLP, 20(1), 50-59 - 2022 Notas sobre el fin del mundo, Alexandre Socha | 51
da por diferentes analistas alrededor del mismo período. El “antiana-
Es la fascinación de nuevas fronteras, espirituales o geográficas, lo que fundamenta la apelación de lizando” de Joyce McDougall o el “normótico” de Christopher Bollas,
este tipo de pensamiento. La preservación es impopular porque rechaza la psicología de la frontera
por ejemplo, trazan un funcionamiento psíquico que, si no idéntico, es
bastante próximo al psicodiagnóstico social realizado por el historiador.
y el sueño de expansión ilimitada. El supervivencialismo, por otro lado, revive el viejo sueño del
Partiendo de una descripción vívida de la transferencia con tales
imperio, la esperanza de una civilización en declive que puede volver a vigorizarse a través de la
analizandos, McDougall (1978/1983) reconoce que
conquista, de la expansión y de la severa disciplina de un medio ambiente primitivo. (p. 76)
52 | Calibán - RLP, 20(1), 50-59 - 2022 Notas sobre el fin del mundo, Alexandre Socha | 53
Para Bollas (1987/2015) existiría en todos nosotros una especie de “pulsión a la normalidad”, subjetividad, el autor señala: “Todo lo que antes era vagamente conside-
caracterizada por el entorpecimiento de la subjetividad y una concepción de sí mismo como rado ‘personal’ se reconfigura de manera de facilitar la invención de sí
objeto en medio de un mundo de objetos. Reclutado en exceso, ese funcionamiento normótico mismo a partir de un aglomerado de identidades que existen solo como
común resulta en un proceso de desimbolización de los contenidos psíquicos, pasando a con- efectos de dispositivos tecnológicos temporarios” (p. 67).
figurarse como enfermedad normótica: una “aversión a acoger el elemento subjetivo en la vida, Como un reverso de la disposición reflexiva proveniente de los esta-
sea que exista dentro de sí, sea que exista en el otro” (p. 169). Tal como el rechazo a la alteridad dos subjetivos, el proceso de mecanización de la subjetividad promueve
señalado por McDougall, Bollas sugiere que el normótico, al no percibirse como sujeto, tampoco un self identificado con objetos: las más de las veces, un objeto de consu-
percibe al otro de esta forma. Utiliza con desenvoltura las etiquetas sociales y los signos de la mo para el gran mercado interpersonal. Siguiendo la lógica productiva,
cultura; se trata con frecuencia de un analizando inteligente, productivo y cortés, pero desprovis- también la obsolescencia programada incide sobre ese self objetificado,
to de cualquier vida psíquica imaginativa que pueda considerarse significativa. No solo el vivir debiendo mantenerse constantemente renovado. En la corrida por likes
creativo se encuentra ausente, sino la propia subjetividad y su densidad emocional. Por medio de y matches, es imprescindible adherir al discurso de la moda y retrans-
un vaciamiento de sí, se opera una fuga hacia la sanidad, reiterando la máxima winnicottiana de mitirlo tanto cuanto sea posible. Las imágenes, los temas del perfil y las
que “somos realmente pobres si somos meramente sanos”. palabras de orden tienen, no obstante, corto plazo, y deben ser pronta-
mente sustituidas por otras; poco importa si son contradictorias o no
4. Del Yo-robot al Yo-smartphone respecto de las anteriores. “Se bloquea” y “se desbloquea” con la misma
rapidez de un objeto de consumo (sea este una marca, un establecimien-
Tanto el normótico de Bollas como el antianalizando de McDougall son perturbaciones que per-
to, un servicio o una figura pública), en un proceso que parece seguir
tenecen al espectro de una normalidad “patológica”. Digamos, una enfermedad por exceso de
una moral esfinteriana4, en una modalidad segura y suelta, ayudando
normalidad adaptativa, muy distante del conflicto neurótico y de la represión de la sexualidad.
a impulsar el flujo acelerado de nuevas mercaderías y, finalmente, del
Otras descripciones clínicas con fenomenología semejante se realizaron en décadas anteriores,
propio sujeto como mercadería.
de las que se destacan en particular la personalidad “como si”, propuesta por Helene Deutsch2, y
En la medida en que, para muchas personas, casi toda relación in-
la noción de “falso self”, concebida por D. W. Winnicott3. No cabría en estas notas diferenciar las
terpersonal durante la pandemia de SARS-Cov-2 pasó a ser mediada
descripciones de McDougall y Bollas de las realizadas anteriormente por Deutsch y Winnicott,
predominantemente por aplicaciones y redes sociales, la situación an-
pero una mirada detenida sobre cada una de ellas revela posicionamientos irreconciliables desde
teriormente descripta parece haberse acelerado aun más en un camino
el punto de vista teórico y clínico; sus divergencias conceptuales superan en mucho las aparentes
sin retorno. El secuestro del discurso en torno al virus y las restricciones
afinidades.
impuestas por la cuarentena trajeron, además de eventuales angustias
De todos modos, Deutsch (1934/1942) consideraba que las personalidades “como si” eran
claustrofóbicas o persecutorias, una atrofia de la vida subjetiva. Como
relativamente raras. Aun cuando la discusión sobre sintomatología fuese en sí relevante como re-
si pensar y sentir pasaran a adquirir la misma bidimensionalidad de la
flexión psicoanalítica, un analista tendría pocas oportunidades de encontrarse con tal analizando
pantalla del celular y de la computadora por donde nos comunicamos
en su consultorio. Tal vez Deutsch no habría hecho esta misma afirmación en la década de 1980,
con el mundo externo en este período. Este es el relato de muchos anali-
y es menos probable aun que la hiciese en tiempos actuales, cuando los múltiples matices de un
zandos, que revelan cómo el empobrecimiento representacional deja en
existir inauténtico parecen diseminados en todas partes, en proliferación pandémica.
su rastro un vacío afectivo crónico, puntuado por momentos de apatía o
Se habla con frecuencia sobre los impactos en la subjetividad contemporánea –así como sobre
de una ansiedad difusa. Aquí, el guión de Yo-máquina se torna indicati-
la creación de nuevas subjetividades– promovidos por las redes sociales y por todo el aparato
vo menos de separación y ligazón que de una elisión de ambos.
tecnológico que las sustenta. Nuestra relación con smartphones, tablets, relojes inteligentes y toda
suerte de aparatos portátiles amplifica la representación previa del Yo-máquina. Más que prótesis
o meras extensiones del individuo, estos dispositivos son incorporados e instauran en el vivir
5. ¿Un nuevo comienzo?
humano nuevas temporalidades y espacialidades, propias del funcionamiento de las máquinas. Todavía es pronto para evaluar las consecuencias dejadas por la devas-
En su libro 24/7: El capitalismo tardío y el fin del sueño, Jonathan Crary (2014) defiende el sueño tación del modo de vivir anterior a la pandemia. Podemos suponer, no
y el soñar como las últimas fronteras de resistencia en la interacción entre el ser humano y la obstante, que se volverá uno de los acontecimientos de inflexión en la
máquina. Respecto de los efectos de los dispositivos electrónicos y los medios digitales sobre la historia del siglo XXI. No solo una ruptura en la continuidad de patro-
nes ya conocidos de circulación y convivencia, sino una sacudida repre-
2. La personalidad “como si” es presentada por Deutsch por primera vez en una conferencia de 1934 y publicada en el célebre trabajo de
1942, Some forms of emotional disturbance and their relationship to schizophrenia. El tema fue retomado por la autora en 1966 con el
trabajo Clinical and theorical aspects of “as if ” characters. 4. Expresión acuñada por Ferenczi y recuperada por Melanie Klein en Estadios tempranos del con-
3. Winnicott se dedicó expresamente al estudio del “falso self ” recién a partir de la década de 1960, aunque el concepto ya se encontraba flicto edípico (1928/1996), junto con su formulación de un superyó arcaico severo, vinculado a los
claramente delineado en 1949, por ejemplo, en La mente y su relación con el psiquesoma y otros artículos de posguerra. impulsos sádico-anales y sádico-orales de la primera infancia.
54 | Calibán - RLP, 20(1), 50-59 - 2022 Notas sobre el fin del mundo, Alexandre Socha | 55
sentacional inédita para la humanidad. Tanto por la dimensión global que asumió cuanto por la Independientemente de en qué vaya a convertirse, el duelo por la
velocidad casi simultánea del contagio en todos los lugares, en una metáfora computacional se práctica clínica prepandemia podrá no ser fácilmente elaborable por los
operó con ella un verdadero bug del milenio. psicoanalistas, reticentes como somos a los cambios, como señala Ferro.
Es comprensible, por lo tanto, la atracción popular ante narrativas míticas de nuevos comien- Hasta muy poco tiempo atrás, se discutía si un trabajo realizado cara a
zos, como la del filme Cielo de medianoche (Clooney, 2020), que captan una verdad emocional de cara debería de hecho llamarse análisis, o si dar el número de celular al
su tiempo y permiten la inscripción mnemónica de lo traumático. Visualmente, el filme opone analizando comprometería la neutralidad analítica. Hoy, tales cuestio-
al estrechamiento físico de las paredes del cuarto las imágenes del vasto espacio sideral, en su nes suenan anticuadas, han perdido lugar frente a otras más punzantes
grandeza adimensional. Con un juego de inversión, proyecta el sondeo de un universo interno que desafían el método y el mantenimiento del encuadre. El futuro trae-
desértico y desprovisto de vida humana, un ambiente inhóspito, repleto de amenazas catastrófi- rá otras nuevas cuestiones, en un movimiento que depura aquello que
cas. En ese sentido, la preocupación por el futuro de la humanidad es en gran medida correlativa consideramos innegociable para favorecer el crecimiento psíquico. La
a la preocupación por el futuro de nuestra propia humanidad, nuestra capacidad de sentirnos dimensión ritual del encuentro analítico es parte integrante de él, un ar-
humanos. En otros términos, la preocupación por una especie humana es, a fin de cuentas, una tificio que le confiere la previsibilidad y la confiabilidad necesarias para
preocupación por la supervivencia psíquica. que las irrupciones transferenciales encuentren su espacio y su tiempo
Pero, como ya se dijo, las narrativas de fin del mundo también suelen ofrecernos sueños de procesual. No obstante, ese ritual analítico es, paradójicamente, malea-
un nuevo comienzo. A semejanza del new beginning, cuya necesidad apremiante Michel Balint ble y pasible de establecerse de maneras distintas, tanto como lo permita
reconocía operando vía regresión en análisis, tampoco el colapso ambiental viene desprovisto de el grado de libertad interna del analista para experimentar ajustes nece-
un impulso vital por descubrir y ocupar5 nuevos territorios. ¿Servirá la colonización de un nuevo sarios con cada analizando.
planeta como imagen metafórica para el anhelo del nacimiento de nuevas formas de relacionar- En el prefacio al libro de Masud Khan, un analista reconocido tanto
nos con el mundo alrededor? ¿Para recuperar cierta disponibilidad emocional en las relaciones por la agudeza clínica como por actitudes y declaraciones cuestionables,
cotidianas y una participación política en su sentido amplio? André Green (1984), señala, de forma sutil, la condición de un doble
Así como todos los otros, el cotidiano de la clínica psicoanalítica también fue bastante afec- riesgo permanente que involucra el trabajo en análisis: “No existe analis-
tado por la migración hacia la atención a distancia. Incluso quienes no realizaron esa migración ta que no se sienta doblemente amenazado por la esclerosis del conser-
sufrieron sus efectos, directa o indirectamente. En el momento actual, en el que la vacunación vadurismo y por la agitación que lo impele a sobrepasar los límites nece-
en masa se insinúa a pasos lentos en el horizonte global, la vuelta al trabajo presencial comienza sarios al despliegue del proceso psicoanalítico” (p. 16). En otras palabras,
a ponerse en práctica por muchos psicoanalistas, al menos parcialmente. La idea de abandonar los peligros de perder la función y el lugar analíticos por arriesgarse en
definitivamente la colonia temporaria de lo online para recuperar la antigua casa perdida como si “desvíos” son, quién sabe, equivalentes al de perderlos por un culto a
nada hubiese ocurrido en el medio puede ser, como mínimo, seductora. Pero, apartándose de una la inmovilidad. Tampoco nosotros, psicoanalistas, somos inmunes a la
solución melancólica, es probable que constatemos que el viejo consultorio haya sido permanen- mentalidad de supervivencia descripta por Lasch (1981/1986), rondan-
temente alterado. La opinión de Antonino Ferro (2021) sobre los cambios operados en el setting do furtivamente el reencuentro con nuestros divanes y butacas.
analítico durante la pandemia carga algo de perentorio: En Cielo de medianoche, el mundo al cual la tripulación de la nave
espacial Aether anhela volver no existe más. No hay regreso posible. De
Me parece que la llegada del modo remoto cambió completamente nuestra mirada en relación con aquel quedan apenas recuerdos de escenas cotidianas grabadas en vi-
el análisis y que lo que dejó de hacerse en estos últimos cien años, cuando tuvimos un psicoanálisis deos biográficos para que cada tripulante alimente su nostalgia durante
muy parecido a él mismo, muy anquilosado, terminó aconteciendo gracias a esta tempestad que se el largo viaje. Augustine mismo, a semejanza del planeta Tierra, debili-
abatió sobre nuestra manera de trabajar. (p. 168) tado por una enfermedad en etapa terminal, intenta conectarse con la
nave espacial en la que se encuentra Sully, cosmonauta embarazada de
una niña; en su vientre una nueva vida que crecerá en un nuevo lugar.
Mariano Horenstein (2020) da otro paso en esa dirección, sugiriendo que el único modo de
¿Será ese el mensaje final de Augustine y el motivo que lo hace perma-
garantizar la pertinencia del psicoanálisis a los nuevos tiempos sería volverlo anfibio, es decir,
necer en el mundo antiguo, el de comunicarles a sus hijos e hijas, nietos
capaz de respirar bajo y sobre el agua de la tempestad. Con esa imagen que evoca nuevamente
y nietas, sus descendientes, que ya no hay adónde volver? ¿Les quedará
las fantasías de diluvio, Horenstein sostiene que lo analógico y lo digital en la situación clínica no
a ellos transmitir, por lo tanto, que la saeta de la historia tiene solo una
necesariamente se oponen, y pueden incluso complementarse o potenciarse mutuamente. Para el
dirección? En su mirada distante, el hombre de barba larga y cana pare-
autor, hasta en el trabajo con un mismo analizando se abre el espacio para esa alternancia, donde
ce, de hecho, decirnos silenciosamente “sigan hacia adelante, allá donde
“el modo remoto y el presencial se suceden sin solución de continuidad, como si fuesen escritos
la vida continúa...”.
en una cinta de Moebius” (p. 30).
5. En el sentido del Besetzung freudiano, también traducido como “catexia” o “investimiento”.
56 | Calibán - RLP, 20(1), 50-59 - 2022 Notas sobre el fin del mundo, Alexandre Socha | 57
Resumen
El presente trabajo reúne breves comentarios acerca de los desafíos abiertos por la actual pande-
mia de SARS-Cov-2 para la clínica psicoanalítica. Por medio de narrativas de ficción científica
que abordan catástrofes y nuevos comienzos, busca articular la concepción de “mentalidad de
supervivencia” (Lasch, 1981/1986) con dilemas ligados a la subjetividad contemporánea desde
un punto de vista cultural e individual. En sus reflexiones, la interacción entre ser humano y
máquina se asume como mediadora en los relacionamientos interpersonales e intrapsíquicos.
Este proceso en curso y sus consecuencias alcanzan la práctica clínica psicoanalítica con mayor
énfasis a partir de la atención remota realizada durante la cuarentena.
Candidatos a descriptores: Ficción científica, Supervivencia psíquica, Pandemia.
Abstract
This paper brings together brief comments about the challenges opened by the current SARS-
Cov-2 pandemic for the psychoanalytic clinic. Through science fiction narratives that address
catastrophes and new beginnings, it seeks to articulate the concept of “survival mentality” (Lasch,
1981/1986) with dilemmas linked to contemporary subjectivity from a cultural and individual
point of view. In its consideration, the interaction between human being and machine is assu-
med as a mediator in interpersonal and intrapsychic relationships. This ongoing process and its
consequences reach the psychoanalytic clinical practice with greater emphasis on the remote care
provided during quarantine.
Candidates to keywords: Science Fiction, Psychic Survival, Pandemic.
Referencias
Bachmann, I. (2020). O tempo adiado e outros poemas. Todavia.
Bollas, C. (2015). A doença normótica. En C. Bollas, A sombra do objeto. Escuta. (Trabajo original publicado en 1987).
Brooks-Dalton, L. (2016). Good morning, midnight. Random House.
Cameron, J. (director) (1984). Terminator [producción cinematográfica]. Cinema ‘84, Euro Film Funding, Hemdale y Pacific Western
Productions.
Clooney, G. (director) (2020). Cielo de medianoche [producción cinematográfica]. Anonymous Content, Netflix, Smokehouse Pictures,
Syndicate Entertainment y Truenorth Productions.
Crary, J. (2014). 24/7: Capitalismo tardio e os fins do sono. Cosac Naify.
Cuarón, A. (director) (2013). Gravedad [producción cinematográfica]. Warner Bros., Esperanto Filmoj y Heyday Films.
Deutsche, H. (1942). Some forms of emotional disturbance and their relationship to schizophrenia. The Psychoanalytic Quarterly, 11(3), 301-
321. (Trabajo original publicado en 1934).
Ferro, A. (2021). Estar na linha: Qual elasticidade e qual invariância para o setting psicanalítico? En A. de Staal y H. B. Levine (ed.), Psica-
nálise e vida covidiana: Desamparo coletivo, experiência individual (pp. 163-172). Blucher.
Gray, J. (director) (2019). Ad Astra [producción cinematográfica]. New Regency Productions, Bona Film Group, CAA Media Finance,
Keep Your Head, MadRiver Pictures, Plan B Entertainment, RT Features y Twentieth Century Fox.
Green, A. (1984). O outro e a experiência de “self ”. En M. Khan, Psicanálise: Teoria, técnica e casos clínicos. Francisco Alves.
Horenstein, M. (2020). Analizar como un avatar. Calibán, 18(2), 17-33.
Klein, M. (1996) Estágios iniciais do conflito edipiano. En M. Klein, Obras completas de Melanie Klein (vol. 1, pp. 214-227). Imago. (Trabajo
original publicado en 1928).
Lasch, C. (1986). O mínimo Eu: Sobrevivência psíquica em tempos difíceis. Brasiliense. (Trabajo original publicado en 1981).
McDougall, J. (1983). O antianalisando em análise. En J. McDougall, Em defesa de uma certa anormalidade: Teoria e clínica psicanalítica.
Artes Médicas. (Trabajo original publicado en 1978).
Nolan, C. (director) (2014). Interestelar [producción cinematográfica]. Syncopy, Lynda Obst Productions, Government of Alberta, Alberta
Media Fund y Atvinnuvega- og nýsköpunarráðuneytið.
Pipoca Moderna (31 de diciembre de 2020). O Céu da Meia-Noite pode virar maior sucesso de todos os tempos da Netflix. Terra. https://
www.terra.com.br/diversao/cinema/o-ceu-da-meia-noite-pode-virar-maior-sucesso-de-todos-os-tempos-da-netflix,9c7f91e2a32506a-
88fc8489dfb96d422ph7gmnnq.html
Scott, R. (director) (1982). Blade runner [producción cinematográfica]. The Ladd Company, Shaw Brothers, Warner Bros., Blade Runner
Partnership, Michael Deeley Production y Ridley Scott Productions.
Scott, R. (director) (2015). Misión rescate [producción cinematográfica]. Twentieth Century Fox TSG Entertainment, Scott Free Produc-
tions, Genre Films, International Traders, Kinberg Genre y Mid Atlantic Films.
Verhoeven, P. (1987). Robocop [producción cinematográfica]. Orion Pictures.
58 | Calibán - RLP, 20(1), 50-59 - 2022 Notas sobre el fin del mundo, Alexandre Socha | 59
La catástrofe tiene, entre otras aristas, la de “objetalizar” a un sujeto,
congelándolo en un significante desasido de una cadena de significa-
ción, enfermos vs. sanos, sin posibilidad de interpelación por parte del
sujeto. Un esclavo de las etiquetas provistas por un Amo del que no se
puede escapar.
Calibán - Adrián Liberman L.* Esta devastación catastrófica, que he denominado oscuridad, es la
RLP, 20(1),
60-67 que me propongo comprender en algo. Incompletamente, por supuesto,
2022 pero desde la perspectiva de la subjetividad y el Inconsciente, que es mi
marca como psicoanalista.
Para iluminar la oscuridad Si puedo lograr algo en este intento, es porque aspiro a contribuir a
la transformación de la lógica de la catástrofe en una lógica del aconte-
que nos separa cimiento.
Entiendo por ello un evento un conjunto de los mismos que, pro-
viniendo del registro de lo Real, cuestionan y permiten el surgimiento
de nuevas posibilidades subjetivas, que no hubieran aparecido de otra
Luz de la calle, oscuridad de la casa.
Refrán popular venezolano manera.
Iluminar la oscuridad que nos separa es para mí la metonimia de un
deseo de contribuir a que el psicoanálisis sea no solo epistemológico,
sino propositivo también.
La cachetada llegó. Y la recibimos en pleno rostro. No provino esta vez de Copérnico, Darwin o
Entonces, para acometer la tarea propuesta, intentaré hacerlo usan-
Freud. Lo hizo una secuencia de proteínas en forma de virus, microscópico y feroz. El horizonte
do la figura topológica de la banda de Moebius, en la que el afuera y el
perfilado por los cambios que se desprendían de la Revolución de la Digitalización y la Inteligen-
adentro se intercambian, asignando al primer término el contexto en el
cia Artificial de pronto quedó en suspenso o desapareció abruptamente. Los goces sin cortapisas
que el psicoanálisis se practica y el segundo a lo que compete al psicoa-
prometidos por el Yo epocal de pronto se vieron carentes de sentido.
nálisis y sus practicantes.
La irrupción del Covid-19, con su cortejo veloz de padecimiento, multiplicación exponencial
y muerte nos colocó brutalmente frente a la vulnerabilidad y la fragilidad de nuestra condición
Puertas adentro
humana, esa que tanto tratamos de desmentir sobre la ola de la tecnología y sus búsquedas fáus-
ticas, que tanto prometen y tan poco cumplen. Las consecuencias aún en desarrollo de la pandemia tienen y tendrán
Nuestra ignorancia inicial, que aún es mucha, sobre la naturaleza del virus y las exigencias reverberaciones en el psicoanálisis como ciencia de la subjetividad, su
doxa (teoría) y su praxis (técnica), y también en su ética.
que nos hizo para preservar la existencia tiene todavía consecuencias devastadoras en nuestra
Uno de los más notorios es la pregnancia que van ganando los sig-
subjetividad. nificantes provenientes de lo social, lo económico, político y biológico
Mientras escribo esto, desde un país que ha vacunado a la mayor parte de su población, am- (entre otros órdenes de la experiencia humana), en su papel de confor-
plias partes del planeta se encuentran inermes con la única certeza que se enfermarán, pero sin madores de la subjetividad.
saber cuándo y cuánto. Aunque ya el dataísmo y la digitalización venían tensionando dife-
Al principio de la pandemia, se intentó entender lo que el Real del virus presentificaba desde rentes aspectos de lo que creemos saber, el virus se agrega en su poder
la lógica del trauma. Esto es la idea de que lo que el Covid-19 aparejaba era un estímulo de una de vórtice que organiza o no el advenimiento del Sujeto.
intensidad tal que el Yo se veía sobrepasado en su capacidad para asimilarlo, y por ello la angustia La pandemia, como acontecimiento, como Real que expone la insu-
copaba el escenario mental. Y una vez que cesara, se retornaría a la “normalidad”, al “business as ficiencia de los significantes con los que contamos, eleva de modo expo-
usual”, sin mayores consecuencias. nencial la disrupción que la digitalización ya venía haciendo en nuestra
práctica. Se hace imposible sostener la disociación entre el “allá y enton-
Mientras el tiempo pasó y se nos hizo evidente que nuestra ignorancia sobre el tema era mu-
ces” con el “aquí y ahora conmigo” que muchos usaban para sostener el
cha y que las medidas draconianas de parálisis, aislamiento y suspensión de casi todas las activi- carácter “extranjero” del acto y proceso analíticos.
dades no daban frutos, nos desplazamos de la lógica del trauma a la de la catástrofe. Esto nos demanda un esfuerzo activo de colocarnos en la encru-
Este último término alude a una destitución subjetiva, a un desarbolamiento de los referentes cijada con otros discursos, a rozarnos con otros saberes, a rozar nues-
que nos proveen de consistencia imaginaria y simbólica. De personas se pasó a ser casos, porta- tra ciencia con otras, en búsqueda de conjunciones o disyunciones. No
dores asintomáticos, vectores, entre otras denominaciones. como licencia, sino como necesidad. Y quizás a partir del hecho común
de compartir con otros intelectuales el mismo estado de perplejidad en
el que estamos sumidos.
* Sociedad Psicoanalítica de Caracas.
60 | Calibán - RLP, 20(1), 60-67 - 2022 Para iluminar la oscuridad que nos separa, Adrián Liberman L. | 61
En esta línea se inscribe que a trompicones estemos entendiendo que el Covid-19 no solo deja El Otro es una amenaza. Si bien es cierto que la percepción del Otro
secuelas en el organismo, sino que marca neurológicamente y psicológicamente a muchos, quizás siempre está sujeta a la cuestión de si es un semejante o un rival (Freud, 1913
de manera indeleble. [1912]/1991), y esta es un vector permanente de nuestros vínculos, la ubi-
Mientras las marcas del virus van acomodándose para encontrar una etiqueta nosológica,
cuidad del virus ha producido que el Otro como amenaza no sea pregunta,
como “covid prolongado” o “síndrome postcovid”, la presencia concreta o fantasmática de la peste
sino certeza. La medida de distanciamiento social, de cuarentenas globales,
ha ido adquiriendo recurrencia creciente en el decir de casi todos.
de internación de los casos graves como precaución necesaria se traduce en la
Así, súbitamente, los analistas experimentamos el despoblamiento de los consultorios, la im-
vivencia que cualquier cercanía es potencialmente letal.
posibilidad del encuentro cuerpo a cuerpo con el analizante, porque persistir en ello no sería celo
Esta ubicación del prójimo en la categoría de antagonista letal ha
por el encuadre, sino una desmentida masiva, una negación obturante y mortal.
tenido manifestaciones de todo tipo. Desde el empobrecimiento del
Experimentamos la urgencia sincrónica con las resistencias y enigmas que producen que los
mundo objetal de muchos, a la devastación de vínculos de pareja, fami-
tratamientos a distancia ya no se vuelvan excepción, sino la norma. Al ritmo de las olas de conta-
liares, hasta manifestaciones sociales como la sinofobia y la xenofobia
gios y estadísticas, dentro de las agrupaciones psicoanalíticas nos vemos llevados abruptamente a
en muchos lugares. Buena parte de la humanidad ha hecho una regre-
repensar lo que denominamos como actos analíticos y los alcances de estos.
sión convirtiéndose en un grupo que funciona bajo el supuesto básico
Desde el empuje de lo Real hemos tenido rápidamente que confrontarnos con que el ejercicio
de “ataque y fuga” (Bion, 1961/1990), impedido de establecer ningún
del psicoanálisis requiere de un dispositivo en el que haya alguien que hable en transferencia y un
vínculo que no suponga la aniquilación del Otro.
otro que problematice el deseo que se asoma en su decir. Los demás pilares sobre los que colocá-
El roce con los demás puede conducir a la muerte, el Otro deja de ser
bamos la especificidad de nuestro acto prueban ser optativos o hasta prescindibles. Que el acto
enigmático para constituirse en la certeza de un desastre.
analítico pueda ejercerse en múltiples circunstancias y lugares puede ser sentido como estímulo,
El desasimiento, la desatadura, la desunión son características de
ampliación del espectro y alcance del gesto freudiano. O como un desmoronamiento que se lleva
Tánatos, pulsión de muerte (Ons, 22 de julio de 2021). Pero, paradóji-
por delante lo que trabajosamente se ha edificado durante un siglo de acertar y equivocarse.
camente, requerimos de desunirnos para sobrevivir, romper el contacto
Nuevas maneras de atender las demandas de nuevos padecimientos que hacen que lidiemos
de los cuerpos para seguir respirando. Es como dice Lou Reed (1992),
con la ambivalencia de maneras novedosas de pensar nuestro oficio, de agruparnos y de inter-
cantautor estadounidense: “Para curarte deben matarte”.
cambiar aparecen. Sin mucho tiempo para el duelo por lo conocido, nos vemos impelidos a dis-
El futuro también es trauma. El porvenir, la “nueva normalidad” de
tinguir a cada momento que distancia física no es siempre equivalente a distancia emocional.
la que aún no sabemos nada, excepto que no será “normal”, es avizorada
Pero también la oscuridad que nos separa está conformada por nuevos desafíos. Aparecen
por muchos como una certeza que lo único que podemos hacer es em-
nuevas melancolías, la angustia encuentra nuevas declinaciones (Soler, 2001) puestas en la vi-
peorar. La aceleración obligada de sustituir ocupaciones completas por
vencia constante de fragilidad existencial, en la presencia ubicua de una peste que resiste a la
robots, el trabajo remoto, la caída del trabajar como proyecto sublima-
historización. A la colocación dentro de una cadena de significantes, pues todos los días están
torio tienen resultados devastadores en la cualidad deseante. ¿Para qué
sumidos, analista y analizante, en oleadas infinitas de versiones y controversias sobre lo que cree-
intentar, si lo que viene solo puede ser peor? La imposibilidad de hacer
mos entender acerca del virus y su naturaleza.
lazos, el placer y la sublimación en retirada dejan montos crecientes de
Si bien es cierto que a cada momento el analista pone a prueba el estado de la teoría y del mé-
pulsión de muerte, presentificada en el “no hay nada que hacer”. De allí
todo con el que se maneja, hoy se ha vuelto patente que la comprensión de la subjetividad y sus
que la afánisis, la desaparición del deseo y su empuje, la melancolía re-
avatares debe ser la de la época y el contexto en la que se aborda.
fractaria a todo, la romantización de las narrativas distópicas sean el
Y esto marca, para mí, la exigencia de preguntarme por el valor y lugar que el ejercicio analí-
cortejo sintomático que aqueja a grandes masas. Se están incubando
tico tiene dentro de la cultura y la sociedad en la que nos inscribimos.
generaciones de zombies aburridos, vacíos, porque ser otra cosa no en-
Se trata del psicoanálisis como “social” para ser o no reivindicación de aquello que ese hereje
traña ninguna ventaja. El desamparo temprano vivido por el niño hoy se
de Erich Fromm (2003) sostenía, ironías de la Historia….
intercambia por el desamparo temido y sentido como inevitable.
Si la psique funciona por las experiencias vividas, también lo hace
¿De qué está hecha la noche? por las que espera tener.
El trabajo remoto y el ideal de autoexplotación. Las posibilidades
La caracterización que sigue es parcial y arbitraria, proviene de algunos aspectos que he podido dis-
tecnológicas permitieron que muchas personas dejasen de desplazarse
cernir, pero, como sujeto atravesado por la castración, lo que enumeraré es una edición de algo que no
a sus trabajos para ejecutarlos desde sus hogares. Esto borró las distin-
puedo abarcar por completo. Se nutre de mi casuística, que como analista siempre es poca en relación
ciones físicas y simbólicas entre la labor y el ocio. La distinción entre un
con la población y lo que instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organi-
ámbito y otro se difuminó o desapareció. Aunque inicialmente puede
zación Panamericana de la Salud (OPS) o los Centros para el Control y la Prevención de Enfermeda-
ser visto como una ventaja, hay personas que ya no pueden distinguir
des (CDC, por sus siglas en inglés) en los Estados Unidos ofrecen en sus comunicados.
la contemplación, el ocio, de la productividad (Han, 2010/2012). Así, el
62 | Calibán - RLP, 20(1), 60-67 - 2022 Para iluminar la oscuridad que nos separa, Adrián Liberman L. | 63
peso del ideal de la productividad, de la autoexplotación dada por la indistinción del tiempo y el • Legitimar, frente a las comunidades de practicantes y frente a la
espacio para el placer, la intimidad o el pensar aplasta con una ubicuidad similar a la que tiene cultura en la que nos hallamos, que nuestra práctica puede llevarse a
el virus. Las secuelas de lo anterior son muchas: disminución de la privacidad y la intimidad, cabo en la distancia física, y aun así ser eficiente. Que barrera geográfica
deterioro de relaciones entre parejas o entre genitores e hijos, síndrome de burn out, agotamiento no es similar a barrera afectiva, y en tanto haya interlocución, trans-
crónico, entre otras cosas. ferencia y problematización del deseo inconsciente, hay un dispositivo
Aumento en las adicciones y abuso de opioides. El desmantelamiento de los referentes analítico en ciernes con posibles efectos sobre la subjetividad. Así, qui-
vitales que encauzan pulsiones y deseos producto de la pandemia ha tenido que ver con que zás debamos preguntarnos menos por la forma que por el fondo de los
los comportamientos de abuso de sustancias hayan aumentado en casi todas las latitudes. El de dispositivos que implementamos, y si responden a la ética del deseo o
opioides ha sido distintivo en Estados Unidos, pero el uso de alcohol, marihuana y tabaco ha sido no.
detectado en otras partes. La soldadura imaginaria que un sujeto puede hacer con una sustancia • Insistir en que el fanatismo, la xenofobia, el fundamentalismo de
o actividad, o varias, en la demanda que le haga soportable lo insoportable, se ha multiplicado, todo signo son enmascaramientos del miedo travestidos en agresividad.
constituyéndose en un mayor problema de salud pública del que ya era antes. Y para ello los mensajes habrán de redundar, como sabemos que es ne-
Suicidio. Darse muerte a sí mismo; este pasaje al acto por el que algunos optan siempre es cesario hacer para que lo dicho haga efecto.
fuente de enigmas para los psicoanalistas. Pero, digresiones aparte, hemos asistido al aumento • Arrojar alguna luz sobre la oscuridad pasa por la asunción de ne-
ominoso del suicidio dentro de rangos etarios diversos, incluyendo adolescentes y niños. cesitar acudir a la plaza pública, al sitio donde cada quien puede enun-
Depresión y ansiedad. Las consecuencias lesivas de la pandemia están marcando un sesgo ciar de viva voz aquello que está en su cabeza. Porque el abandono de la
hacia la tristeza, muchas veces devenida en melancolía, y la ansiedad, como eco de la incertidum- misma solo permite que un bárbaro ocupe el lugar que dejamos libre, y
bre del presente y el futuro. Estos afectos se mezclan, en muchos, en diversas cuantías y maneras. para ello es necesario permanecer alerta y deseosos de tejer lazos.
Pero lidiamos con una humanidad triste y ansiosa, arrastrada de súbito a duelos masivos y a la • Ayudar a entender la idea de la responsabilidad compartida, que
duda creciente acerca de contar con proyectos que permitan la realización de deseos, más allá de el bienestar y salud de todos depende de la consideración de cada uno
la supervivencia en su sentido lato. para que ello tenga lugar. Colaborar en la imbricación de que puede so-
brevivirse a lo que nos hacen, pero no a lo que hacemos a otros.
• Modificar lo siniestro, presentificado hoy por el virus y sus efectos,
¿Cómo iluminar la oscuridad que nos separa?
pero mañana por otro acontecimiento; iluminar la oscuridad que nos se-
En este apartado pretendo, desde el ángulo de conveniencia de un psicoanalista convencido de la para es entender que el psicoanálisis es un bien público, aunque el público
necesidad epistémica y ética del deseo por analizar que me anima, enumerar algunas propuestas no siempre lo sepa. Restañar nuestras heridas es tarea de todos.
para incidir en el escenario descrito.
• No pueden mantenerse las disociaciones artificiales entre consultorios, institutos o agru- Resumen
paciones, y el dolor ubicuo que la pandemia produce. Como toda actividad humana, el ejercicio
del psicoanálisis también está en cuestionamiento. Sostener a rajatabla los aspectos canónicos de El autor caracteriza la pandemia por Covid-19 como una bofetada nar-
la práctica, sin hacer espacio a su viabilidad, conduce a la negación y al repliegue narcisista. El cisista que la humanidad recibe. Esta puede ser entendida mediante la
afrontamiento de una situación que amenaza en devenir estructural pasa por el duelo por soste- lógica del trauma o la catástrofe. Sus efectos, múltiples, se traducen en un
ner la neutralidad como vértice de nuestro hacer. No es una vacilación de la misma la que se nos estado de oscuridad en el que todos estamos sumergidos.
exige (la cual siempre está, en alguna medida, en el marco de nuestro acto con el analizante). Es Se describen algunos de ellos, tanto hacia dentro de la práctica analí-
un abandono de la misma por una deliberada quiebra de picas en favor de hacernos oír. tica como en el contexto social en el que esta se ejecuta.
• Hacer un esfuerzo activo e insistente por rescatar la palabra como herramienta para dirimir Finalmente, se hace una serie de propuestas para que los psicoanalis-
conflictos. Si la palabra desaparece como instrumento para enlazar representaciones, afectos y tas ayuden a iluminar la oscuridad que nos separa, colocándola bajo la
fantasmas, solo queda la barbarie y la locura. La palabra ayuda a atar lo que la pulsión de muerte lógica del acontecimiento, de la posibilidad de la emergencia de nuevas
desata. La situación actual, en la que lo Real amenaza con avasallar los recursos simbólicos para posibilidades subjetivas.
asimilar, los psicoanalistas necesitamos insistir en el lugar y valor de la palabra como herramienta Descriptores: Ética, Psicoanálisis, Trauma.
humanizante. Esto incluye el hacer presencia deliberada ahí donde nuestro decir puede ser di-
fundido ‒medios, redes, etc.‒, así como pasar a hacer ofertas de análisis, en lugar de esperar por
la llegada de demandas. Hacernos oír, pero, paralelamente, estar dispuestos a oír otras formas
discursivas, esas que nos advierten de los peligros inherentes a creer que solo estamos bien entre
nosotros mismos.
64 | Calibán - RLP, 20(1), 60-67 - 2022 Para iluminar la oscuridad que nos separa, Adrián Liberman L. | 65
Abstract
Referencias
Bion, W. R. (1990). Experiencias en grupos. Paidós. (Trabajo original publicado en 1961).
Freud, S. (1991). Tótem y tabú. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 13, pp.
1-164). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1913 [1912-1913]).
Fromm, E. (2003). Lo inconsciente social. Amorrortu.
Han, B.-C. (2012). La sociedad del cansancio. Herder. (Trabajo original publicado en
2010).
Reed, L. (1992). Sword of Damocles. En L. Reed y M. Rathe (prod.), Magic and loss
[álbum]. Sire.
Soler, C. (2001). Declinaciones de la angustia. Xoroi.
Ons, S. (22 de julio de 2021). La ética de las consecuencias. Página/12. https://www.
pagina12.com.ar/356317-la-etica-de-las-consecuencias
66 | Calibán - RLP, 20(1), 60-67 - 2022 Para iluminar la oscuridad que nos separa, Adrián Liberman L. | 67
Una mañana al despertar de un sueño intranquilo, Gregorio Samsa
se encontró en la cama transformado en un insecto monstruoso.
(Kafka, 1915/1979, p. 5)
Desafinados: La peste,
68-79 Nosotros estamos limpios, arreglados, indemnes y nos rodea el coro
2022 de los leprosos, de los desplazados, de los náufragos que han vuelto
el otro, el psicoanálisis y al estado salvaje. La víspera eran como nosotros, nosotros éramos
como ellos, pero les sucedió algo que no nos sucedió a nosotros y
todos nosotros ahora formamos parte de dos humanidades separadas. (p. 26)
68 | Calibán - RLP, 20(1), 68-79 - 2022 Desafinados: La peste, el otro, el psicoanálisis y todos nosotros, Silvana Hernández Romillo | 69
o meditación, o las dos cosas, mejor, sin olvidar los aeróbicos, zumba o saltar a la cuerda ‒por Las palabras y las personas
alguna razón que no recuerdo, carezco de cuerda para saltar en mi casa‒, tome bebidas calientes,
cocine en casa. En un minuto libre, corro a revisar mis paquetes secos, y compruebo que la leva- Las palabras nombran y crean el mundo. Y, luego, dirigen el mundo. Las
palabras conforman un paradigma dentro del cual significamos; si cada
dura está vencida. Debe haber más cosas vencidas, pero ahora no me da el tiempo para revisar
tanto logramos retirarnos un poco y mirar las palabras que elegimos,
todo. Sigo escuchando, dicen: “Invéntese nuevas rutinas”. Sí, estoy en eso, una nueva rutina es
descubrimos que hay un sistema que está operando para hacernos creer,
escuchar todos los consejos sobre las nuevas rutinas: coma fruta y verdura de estación, pero no al igual que las imágenes de la televisión, que si uno toma cierta bebida,
vaya a la feria de frutas y verduras. Contradicciones de cada día, que quizás solo los buenos hu- seguro va a ser bonito y exitoso. Las palabras son armas ideológicas,
moristas pueden retomar. instrumentos políticos que generan efectos, sin prisa y sin pausa.
Entonces, evoco aquella famosa paradoja: “Sé libre”. ¿Cómo hacer para no contagiarnos del fu- En estos tiempos, supuestos especialistas del ámbito son llamados
ror de dar consejos ni caer en dañinas generalizaciones? No todas las casas, no todas las familias, no para que aporten consejos acerca de cómo llevar adelante la cuarente-
todas las personas somos eso que escuchamos que somos cuando nos dan consejos de cuarentena na: disfrutar el tiempo libre, pensar más sobre uno mismo, y hasta nos
para padres, para adultos mayores, para diabéticos, para adolescentes, para padres de adolescentes, aconsejan buscar en esas reflexiones lo que realmente cada uno desea
para bebés. El afán de generalizar esconde un intento de borrar lo singular de cada uno, es un acto para su vida. ¡Lo que cada uno desea para su vida! ¡Eureka! Eso sí, in-
tercalado con el informativo de la noche. La subestimación está en alza.
de violencia premeditado que el capitalismo se ha encargado de dejarnos como herencia maldita:
Insistencia de certezas provenientes de ese otro/otros que intentan arra-
beba, coma, compre y finalmente… ¡saque un préstamo! Que después pagará con la sangre de su
sar la posibilidad de pensar juntos.
frente. Estamos siendo tratados como un rebaño no pensante, como soldados frente a sus supe-
riores, como miembros sumisos de alguna congregación. Se diría que nos subestiman con cierto
Nosotros mismos detrás de nosotros mismos, ocultos
placer. O quizás no es más que una continuación de la práctica ruin del capitalismo que en tiempo
Debe espantar mucho más
de crisis se vuelve un poco más evidente. Volviendo a lo del inicio: “Sé libre”.
El asesino escondido en nuestro apartamento
He escuchado y leído a virólogos de los que he aprendido, vengo releyendo a mis escritores de
sería un horror menor.
siempre y alguno nuevo, me han interesado los desarrollos de un grupo de jóvenes economistas
(Dickinson, 1891/2013, p. 25)
que investigan acerca de pobreza y desigualdad, voy captando algo más y a la vez experimento un
profundo temor por la crisis financiera que se viene, más bien que se les viene a los más jóvenes,
que están empezando su práctica profesional, a los más pobres, a los estudiantes, a nuestros hijos, Recorriendo lecturas, descubro este poema. Emily Dickinson, una
a los trabajadores independientes, al gremio de la cultura y al de la construcción, a los empleados poeta que vivió la mayor parte de su vida en aislamiento.
de la industria del turismo, algunos de los cuales son estudiantes. No sé si es que estoy más sensi- ¿Qué nos atemoriza? Algo del otro en nos-otros, algo que hemos de-
ble por no poder ver a mis hijos y mis nietos, pero no logro contener las lágrimas. cidido dejar fuera, expulsar para construir el personaje que será objeto
Debería comprar algo en el almacén de la esquina, de lo contrario, el almacenero puede que- de las más duras críticas. Las trazas de individualismo, xenofobia y capi-
brar, y con él sus dos empleados irían a la calle. Uno acaba de ser padre de una niña, me lo co- talismo están en nuestros interiores, interiores personales y colectivos.
mentó el mes pasado con una amplia sonrisa. Pero no quiero salir de casa, salir una vez por día Escenas pasionales y fundamentalistas son guiones que se repiten una y
alcanza; si me cuido, descuido la economía del país. Sigo leyendo semanarios, artículos políticos, otra vez en toda la extensión de la geografía humana. Algo oscuro, algo
intento entender, ¿qué es lo importante en este escenario mundial? de la crueldad asoma y dice en silencio cómplice.
Hace muchos años, una amiga muy querida nos contó una anécdota de su nieta, relato que se Mientras escribo estas líneas, me llega un excelente artículo de Ma-
ha quedado en mí como una joya. Una niña pequeña cuenta su primera clase de ballet. Por esos riano Horenstein (21 de marzo de 2020):
tiempos, uno de sus sueños era ser bailarina, se deleitaba mirando los pasos, los brazos de cisne,
los rodetes ajustados en jóvenes cabezas erguidas, mientras su cuerpito hacía figuras de lo más
Un virus poco más letal que una gripe –o incluso menos, pero repli-
graciosas ensayando pas de deux. Fue a su primera clase; la maestra les habló a todas las niñas de
cable a escala universal– desnuda la fragilidad extrema de la especie
la belleza del ballet, de ese camino que estaban iniciando en el mundo del baile y de la música.
humana. Una infraestructura sanitaria desbordada e insuficiente es
Luego, en un sentido más práctico, mirando también a los acompañantes, padres, abuelos que
apenas uno de los modos en que esa fragilidad se revela. También
habían ido a llevar a las pequeñas futuras bailarinas, les dijo que lo importante era que vinieran
aparece cuando los líderes muestran sus propias inconsistencias,
cómodas a la clase, con alguna calza, algo sencillo y práctico para los movimientos, y que el tutú
haciendo imposible ignorar que el rey está desnudo. También cuan-
‒con un guiño en sus ojos, lo dijo‒ sería para mucho más adelante, que, por ahora, lo importante
do advertimos que el otro a quien necesitamos es al mismo tiempo el
‒les reiteró‒ era que fueran cómodas. Al volver a su casa, la niña se encontró con su madre recién
otro que puede contagiarnos. (párr. 1)
llegada del trabajo, quien le dijo: “Mi amor, contame, ¿cómo te fue en tu primera clase de ballet?,
¿qué te dijo la profesora?”. Y la niña le contestó, radiante: “La profesora dijo que lo importante es
el tutú”.
70 | Calibán - RLP, 20(1), 68-79 - 2022 Desafinados: La peste, el otro, el psicoanálisis y todos nosotros, Silvana Hernández Romillo | 71
El cachorro humano nace, abre los ojos y crea el mundo. Durante un largo tiempo, el vínculo aquellos con quienes tenemos un contacto más estrecho, todo se po-
con el otro es de íntima cercanía, dependencia de amor que funda los vínculos, genera sentimien- tencia. Pese a los intentos de nombrar al peligro como extranjero, es el
tos entre padres, hijos, hermanos, y luego esos vínculos viajan a la geografía social, la maestra, prójimo el peligroso, aquel con quien trabajamos o a quienes amamos;
el amigo, el colega y las organizaciones sociales en las que nos inscribimos y que a la vez nos nuestros hijos, nietos, hermanos.
contienen. Este es el punto donde la experiencia interroga: el otro ¿semejante o
En un universo de deseos, aquella imperiosa necesidad del otro que nos proteja nos lleva a enemigo? (Gil y Viñar, 1998).
ilusionarnos con un otro sin falla, dueño del poder de salvarnos, esa ilusión que se deposita en
los padres y luego se va trasladando a otros mayores. Mientras vamos creciendo, nuestros corazo- Ponerse en el lugar del otro: Una tarea imposible
nes algo maltrechos encuentran una esperanza en los viejos sabios de la tribu, internalizados en
El desamparo en su vertiente psicosocial nos instala en zonas de preca-
ideales y utopías. El ideal del yo también nos protege. Me pregunto si el llamado universo de las
riedad, donde el ser humano vive la experiencia de vulnerabilidad en
redes funcionaría hoy como el viejo sabio de la tribu, el que contiene todas las palabras, todos los
su sentido más árido y triste. Pobreza, hambre, ausencia de libertad y
saberes en espléndidos tutoriales al alcance con un simple doble click.
justicia, con todos los efectos emocionales que podamos imaginar.
Sigue planteando Horenstein:
Desde esta situación, múltiples actores sociales ponemos en marcha
dispositivos para acercarnos a las personas en situación de desamparo.
En situaciones críticas, depositamos en otros –ya no nuestros padres, aunque sí nuestros gober- Instituciones estatales y privadas, así como toda persona con sensibili-
nantes, nuestras instituciones– el ejercicio de la función de cuidado, de definir el límite a partir del dad por el otro, generan movimientos de acercamiento esperando pro-
cual algo ha de hacerse o evitarse. Esa apuesta de que haya otro, figura de la ley ‒médico, presidente porcionar una ayuda a nuestros miserables. Recuerdo el realismo fantás-
o protocolo‒ que proteja es otra ilusión necesaria, porque ese otro al que precisamos sostener para tico en la gran novela Pichis, de Martín Lasalt (2016).
poder sostenernos, se enfrenta a la misma perplejidad, está inerme ante la misma angustia que Me interesa pensar ese movimiento hacia el otro, el pobre, el loco, el inmi-
nosotros. [...] Ver que ese otro capaz de salvarnos está tan desvalido como los que precisamos ser grante, y aun, en un sentido amplio, podría ser el otro en cualquier relación.
salvados es fuente de angustia y parálisis, e intentamos todos los modos posibles de desmentir esa Considero que en esos movimientos estamos atravesados por prejuicios,
evidencia. (párr. 7) creencias y valores que hemos naturalizado sin darnos cuenta.
El otro es inabarcable, diverso, heterogéneo. Para ser otro, para po-
der ser otro, se resiste a mí ‒a mi búsqueda, a mi intento de conocerlo‒.
La desmentida es un mecanismo psíquico que todos ponemos en marcha en lo cotidiano; por
El otro no está del todo disponible para mí, y esa no del todo disponi-
ejemplo, cada vez que nos sentamos a comer, debemos olvidar por un rato que a unas cuadras
bilidad podría ser una definición de “otro”. Asimismo, entre dos sujetos
hay niños necesitando alimentos que a nosotros nos sobrarán en la cena; ese particular olvido nos
siempre hay un malentendido estructural, un malentendido que nos
permite alimentarnos y disfrutar en familia la mesa preparada con esmero, vivir sin que la angus-
permite sostener la tensión propia de la relación humana, dar lugar a lo
tia nos estrangule las acciones a cada momento. Pero si la desmentida se desata, en lo singular y
que nunca será del todo entendido. Acerca del concepto de malentend-
en lo social, escuchamos en nuestro interior esas voces que, por ejemplo, dicen: “A mí no me va a
do en los vínculos:
pasar porque yo no estoy metido en nada…”. “A nosotros, no, no nos va a pasar” (¿porque nosotros
no comemos los bichos que comen los chinos…?). El acto comunicativo es, por definición, ambiguo e incompleto, ya
La desmentida aliada con la maldad puede generar las decisiones y acciones más atroces que que se sostiene en una continua interpretación a la búsqueda de
se pueda imaginar. Evoco Y por mi vinieron, de Martín Niemöller (17 de septiembre de 2020), a elementos faltantes. (Hernández, 1998, p. 245)
Hanna Arendt en La banalidad del mal (1963/2013). El concepto de malentendido, en tanto describe un funcionamiento
Con la pandemia vuelven situaciones de discriminación y xenofobia… ¿que nunca se fueron? vincular caracterizado por la ilusión de compartir iguales sentidos
Escucho a un conductor en un programa radial, frente a la noticia del crucero australiano bien- y significados, implica la ilusión de un “bien entendido futuro”, lo
venido en Montevideo después de haber sido rechazado en otros puertos: que equivaldría a un entendimiento absoluto obturante de la alte-
ridad. (p. 250)
Que no baje a nuestro puerto nadie de ese ni ningún crucero, lo ideal sería que se habilitara La isla
de Flores. Que se pongan allí unas tiendas de campaña y se los atienda. Lo mismo que pasó en la Philip Roth en su novela Pastoral americana (1997/2013), dice:
pandemia de la gripe española, en ese momento se hizo eso. Pero que, a Uruguay, no entren.
Suena demasiado parecido al discurso de los europeos rechazando a los migrantes africanos.
En un caso en el que es una epidemia lo que está en juego y la vía de contagio es a través de
72 | Calibán - RLP, 20(1), 68-79 - 2022 Desafinados: La peste, el otro, el psicoanálisis y todos nosotros, Silvana Hernández Romillo | 73
En cualquier caso, sigue siendo cierto que de lo que se trata en la vida no es de entender bien al Me llamo Brodeck y no tuve nada que ver [...] Pero me obligaron,
prójimo. Vivir consiste en malentenderlo, malentenderlo una vez y otra y muchas más, y entonces, me dijeron “Tú sabes escribir, tienen estudios”. [...] Además. Tienes
tras una cuidadosa reflexión, malentenderlo de nuevo. Así sabemos que estamos vivos, porque nos la máquina […] No me pregunten su nombre, nunca lo supimos.
equivocamos. (pp. 53-54) Enseguida empezaron a llamarlo con motes inventados en dialecto:
… Pero para mí siempre fue Der Anderer, el Otro, quizás porque,
además de venir de no se sabía dónde, era diferente, y de eso yo sí
Como en el sueño, donde no es posible una traducción de su significado ‒y donde siempre
que entendía; a veces, debo confesarlo, incluso tenía la sensación
nos encontraremos con el ombligo del sueño‒, también entre las personas se experimenta esa
que éramos la misma persona. (pp. 11-12)
imposibilidad de traducción literal.
En nuestra praxis psicoanalítica, el otro mantiene un grado de opacidad permanente que nos con-
duce a seguir explorando los aspectos inconscientes que nunca serán del todo conocidos. En esa línea, Claudel, a través de su personaje, el escribidor, el que posee la má-
el concepto de empatía, planteado como elemento central en algunas líneas, genera riesgos. Empatía quina de escribir, nos conduce a la palabra que, paradójicamente, es
significa ponerse en la situación emocional del otro. Y con esa definición volvemos a la pregunta ini- la que da nombre y la que más nos cuesta nombrar en estos tiempos:
cial: ¿Es posible ponerse en el lugar del otro? Acá se integra la noción de poder; si considero ocupar el la muerte, el miedo a la muerte. Mientras contamos los muertos a la
lugar del otro, hay una fuerza de dominación, si pienso que sé lo que el otro necesita y desea, entonces hora del informativo, se silencia nuestro miedo íntimo, singular y nunca
se deja de oír la voz del otro que hable de su necesidad y su deseo. Si me muevo convencido de hacer el todo confeso, imposible de ser dicho en su totalidad. El miedo a la
un bien con la empatía, estoy dentro del paradigma de la beneficencia, un modelo unidireccional, en muerte no es un producto del coronavirus, quizás ha aparecido con más
el que el “grupo de expertos”, que supuestamente sabe lo que es bueno, propone estrategias. fuerza en lo manifiesto, por las imágenes que vemos de otros países, por
Ponerse en el lugar del otro es, en todo caso, un gesto asintótico, una búsqueda, un movi- la característica rapidez del contagio. El miedo a la muerte es dicho a
miento permanente, incansable. Un motor encendido rumbo al fracaso, fracaso bienvenido para través de otros miedos: al contagio, al contacto, a la enfermedad.
la producción de vínculos con otro, otros. He encontrado pocos relatos acerca de la vivencia propia de la muer-
En palabras del escritor Andrés Neumann, refiriéndose a la traducción y a las relaciones amorosas: te como el de Paul Guimard, en su peculiar novela Las cosas de la vida
(1967/1994). Luego de un brutal accidente, contado por el protagonista
y a la misma vez por un narrador externo, el cuerpo del hombre cae
Estaría el ideal completo de transparencia, de traducción literal: entender completamente a la otra
destrozado sobre el campo, al costado de la ruta. Mientras sigue el relato
persona, reflejarte en ella, unirte y ser uno solo ‒ejercicios entre la violencia y la ingenuidad‒, y
a dos voces, el protagonista se dice:
estaría la otra manera de ver la traducción, que es cómo negociamos entre tus prejuicios y los
míos, cómo hacemos para querernos desde horizontes lingüísticos y emocionales distintos. Y esa
especie de lengua franca precaria, esa franja de posible entendimiento muy delicado con el que a Quisiera que me ayudarais, Bertrand, tú, Helene, Aurelia, Bob, el
duras penas podemos comunicarnos, serían el amor o la poesía. (Neumann, citado en Platero, 11 médico, el mundo entero, porque es horrible morir, no es, como
de mayo de 2018, párr. 2-3) se dice vilmente, el destino de todos, cada vez es un drama terri-
blemente particular. Para mí, soy único, no soy un hombre entre
miles de millones que va a morir. Os lo suplico, haced algo, venid
Entre letras aquí, hablad, compadecedme. ¿Hay algo más importante que lo que
va a sucederme? ¿Qué es la humanidad si no contiene su aliento
Pensando en la noción de otro es que me dirijo ahora a Philippe Claudel en El informe de Brodeck
cuando un hombre revienta? Haced algo, todos, uno de vosotros
(2007/2015), una obra mayor de los últimos años, que en este momento particular conmueve y
tiene miedo. (p. 102)
ayuda a pensar. Mínimos detalles en cuanto a dónde y en qué tiempo viven los personajes, suma-
dos al pulso certero de un relato lento, recorriendo detalles y arribando como al pasar al dolor de
las sombras humanas hacen de esta novela un lugar de horror y de ¿esperanza? Der Anderer ‒el Luego llegará la ambulancia, y el enfermero que se acerca a auxiliar-
Otro, en alemán‒ ha sido asesinado, y Brodeck recibe el encargo de realizar un informe sobre lo. La voz exterior describe cómo encuentran el cuerpo, el llamado al
lo sucedido. El culpable, los culpables, todos y ninguno; preguntar a los otros, querer saber-no hospital para que preparen el quirófano 7, el traslado. El hombre se dice:
querer saber: he aquí los hilos conductores de la trama magistralmente presentada por Claudel.
Así comienza el relato:
74 | Calibán - RLP, 20(1), 68-79 - 2022 Desafinados: La peste, el otro, el psicoanálisis y todos nosotros, Silvana Hernández Romillo | 75
No estoy muerto. El médico no había mentido. Estoy en el hospital. Van a ocuparse de mí. Van a Apostar por la palabra. Por el psicoanálisis y la literatura, entrelaza-
ocuparse de hacerme vivir. Tienen todo lo necesario. He abierto los ojos y recuperado mi lugar en dos. Cada tanto vuelvo a Julia Kristeva en su particular decir:
la vida [...]. Los milagros de la medicina… he visto seres humanos. Creo que lloro y la alegría me
trastorna [...] Emerjo de esa marea negra a la que me abandonaba [...] No olvidaré mientras viva el
El psicoanálisis y la literatura son la misma cosa ‒dice, y traza una
sabor de esa bocanada de luz, ni esa silueta blanca y difusa que se inclinaba sobre mí, benevolente
conciliadora pausa antes de proseguir‒. Salvo que una publica, y la
fantasma que me ha devuelto a un mundo del que casi había salido ya. (p. 106)
otra guarda su descubrimiento para vivir mejor. Pero es la misma di-
námica psíquica, que consiste en barrer todo lo que es palabras can-
sadas y modos de vida aburridos, contar un nuevo aliento, cambiar
Los desafinados de siempre
el modo de hablarse a sí mismo y de nombrar las cosas y ligarse a los
Al llegar a Estados Unidos, Freud anunció: “No saben que les traemos la peste” (citado en Rou- otros. Algunos logran darle un lugar a esa experiencia del lenguaje e
dinesco, 3 de septiembre de 2016, párr. 1). Frase que convendría no estar pronunciando en estos inscribir esa recreación de la intimidad y de lo personal en una tradi-
momentos, alude a ese lado duro del psicoanalizarse, por captar, cada tanto, que no somos dueños ción cultural como la literatura. Hacer una obra que se sitúa después
de nuestras decisiones y menos aun especialistas en verdades del alma. Galileo fue condenado a de Balzac, o Dostoievski o Cervantes, formar parte de una memoria
muerte por plantear que la Tierra se mueve alrededor del Sol e, intentando salvar su vida frente al cultural… para eso toman la fuerza de pulir su lenguaje, buscar un
tribunal que lo juzgaba, se retractó; cuentan que, al salir, entre la gente que aguardaba ansiosa el editor, ir a la televisión a publicitar su libre. Otros no dan ese paso, y
resultado del juicio, musitó en voz baja: “Eppur si muove” (“Y, sin embargo, se mueve”). se contentan con volver a casarse, o cambiar de profesión, o dejar de
Los psicoanalistas solemos hablar en voz baja también, y leer entre líneas, así como tomar los beber, o simplemente estar enamorados habiendo pensado que eran
desechos que nadie quiere, refuse, o que son objeto de reprobación: los lapsus, los actos fallidos, incapaces de amar. El laboratorio donde sucede ese click es el mismo.
los sueños. Los chistes, en esa explosión de imágenes que genera identificaciones en los oyentes (citada en Libertella, 2012, pp. 14-15)
y permite soltar las ocurrencias de quienes escuchan ‒ocurrencias en otros ámbitos censuradas‒
también son formaciones del inconsciente.
Si aun después de tanto recorrido, ante una crisis o un tormento-
Los psicoanalistas vamos siempre a contracorriente y, en tiempos de crisis social, también:
so dolor, me pidieran consejo o palabra de experto, o aun me pidieran
escuchamos en atención flotante, analizamos la resistencia, acompañamos el sufrimiento, inter-
“quédate en casa”, quisiera tener siempre a mano la respuesta del céle-
pretamos los sueños y, como siempre, generamos nuevos interrogantes. Quizás hay algo novedo-
bre escribiente de Herman Melville (1853/2009), “preferiría no hacerlo”,
so en la transferencia: algunos analizandos tienen sueños de angustia en transferencia porque su
para luego seguir el diálogo hacia donde nos lleve.
analista es población de riesgo.
Los psicoanalistas, los desafinados de siempre, tenemos cierto instrumento para hacer trabajar
la incertidumbre que es definición de lo humano ‒me pregunto: ¿decir que ahora la incertidumbre Resumen
nos invade es como decir que antes no teníamos incertidumbre? ¡ilusiones!‒ para explorar, asociar,
Este trabajo fue escrito en abril de 2020, en pleno estallido de la pan-
entretejer con algún aspecto de la historia personal: mudanzas, exilios, separaciones; temporales de
demia por Covid-19. En el mismo se propone un diálogo entre música,
la vida, luchas perdidas, todo junto en este tiempo que no pasa, el tiempo del inconsciente.
literatura y psicoanálisis, a partir de evocaciones y asociaciones promo-
Hemos dejado de recibir en el consultorio, intentando mantener las sesiones por teléfono o
vidas ‒y, a la vez, interferidas‒ por la situación mundial. Al modo de
vías similares, con algunos hallazgos. Desde las instituciones psicoanalíticas vamos construyendo
un puzzle sin modelo, se establecen contactos que abogan por sostener
dispositivos nuevos para trabajar en la comunidad, lo cual nos reúne, nos sostiene en el intercam-
la posición psicoanalítica, considerando los efectos de lo sorprendente,
bio y producción de nuevas hipótesis. La posibilidad de psicoanálisis nos contiene; esa insistencia
que deconstruye los terrenos cedidos a la obviedad y a la empatía. El
de caminar por un pretil, de explorar desde el vínculo analítico, de enamorarnos de la interpreta-
psicoanálisis es una disciplina que apela a la escucha de lo inconsciente:
ción de los sueños. Ello nos convoca también en tiempos de honda crisis social. En una geografía
la otra escena, dimensión de otredad, siempre extranjería que se capta al
de catástrofe globalizada, ¿cómo estamos pensando acerca del psicoanálisis?
mismo tiempo que escapa de una posible aprehensión totalizadora. En
un proceso de asociación controladamente libre, la autora, acompañada
El análisis, la experiencia más íntima, la más insólita, la más difícil de transmi- por autores de su preferencia, escribe implicada en la dura crisis social,
tir, incluso de decir, aunque sea lo opuesto a lo inefable y su imprecisión, la más y desde allí genera nuevas asociaciones.
reticente a cualquier saber, a cualquier discurso dominado. Una experiencia Descriptores: Psicoanálisis, Literatura, Malentendido, Otro.
que sigue siendo a menudo opaca aún para aquellos que se someten a ella: ana-
lista y paciente. (Pontalis, 2000, p. 18)
76 | Calibán - RLP, 20(1), 68-79 - 2022 Desafinados: La peste, el otro, el psicoanálisis y todos nosotros, Silvana Hernández Romillo | 77
Abstract
This piece of work was written in April 2020, in the midst of the Covid-19 pandemic outbreak.
In it, a dialogue between music, literature and psychoanalysis is proposed, based on evocations
and associations promoted ‒and, at the same time, interfered with‒ by the world situation. In
the manner of a puzzle without a model, contacts are established that advocate sustaining the
psychoanalytic position, considering the effects of the surprising, which deconstructs the land
given to the obvious and empathy. Psychoanalysis is a discipline that appeals to listening to the
unconscious: a dimension of otherness and being foreign that is grasped at the same time that
it escapes from a possible totalizing apprehension. In a controlled free association process, the
author, accompanied by authors of her choice, writes involved in the harsh social crisis, and from
there she generates new associations.
Keywords: Psychoanalysis, Literature, Misunderstanding, Other.
Referencias
Arendt, H. (2013). Eichmann en Jerusalén: Un estudio sobre la banalidad del mal. Lumen. (Trabajo original publicado en 1963).
Carrère, E. (2011). De vidas ajenas. Anagrama. (Trabajo original publicado en 2009).
Claudel, P. (2015). El informe de Brodeck. Salamandra. (Trabajo original publicado en 2007).
Delgado Azorín, J. (16 de agosto de 2019). João Gilberto, el mito “desafinado”. https://letraslibres.com/cultura/joao-gilberto-el-mito-de-
safinado/?_gl=1*mhhe10*_ga*MzkwMzAyNjg2LjE2MzY3MzA2OTY.*_ga_ZQXQHPSDC3*MTYzNjczMDY5NS4xLjEuMTYzNjczMD-
Y5Ny4w
Dickinson, E. (2013). No se necesita ser un cuarto para estar embrujada. En A. Berenguer (trad.), 50 Poemas. Ministerio de Educación y
Cultura. (Trabajo original publicado en 1891).
Guimard, P. (1994). Las cosas de la vida. Tiempos Modernos. (Trabajo original publicado en 1967).
Kafka, F. (1979). La metamorfosis (C. Aira, trad.). Libros del Zorro Rojo. (Trabajo original publicado en 1915).
Gil, D. y Viñar, M. (1998). ¿Semejante o enemigo?: Entre la tolerancia y la exclusión. Trilce.
Hernández, S. (1998). Malentendido. En C. Pachuk y R. Friedler (ed.), Diccionario de psicoanálisis de las configuraciones vinculares. Del
Candil.
Horenstein, M. (21 de marzo de 2020). Del “peligro extranjero” a la necesidad de cuidar a los demás de uno mismo. Clarín. https://www.
clarin.com/cultura/peligro-extranjero-necesidad-cuidar-mismo_0_2sqIiIzTD.html
Lasalt, M. (2016). Pichis. Fin de Siglo.
Libertella, M. (2012). Julia Kristeva. Relaciones, 341.
Melville, H. (2009). Bartleby, el escribiente. Emecé. (Trabajo original publicado en 1853).
Niemöller, M. (17 de septiembre de 2020). La declaración universal y la poesía. Amnistiacatalunya.org. http://www.amnistiacatalunya.org/
edu/es/clic/clic-niemuller.html
Platero, S. (11 de mayo de 2018). El centro vacío. La diaria.
Pontalis, J.-B. (2000). Ventanas. Topia.
Roth, P. (2013). Pastoral americana. Debolsillo. (Trabajo original publicado en 1997).
Roudinesco, E. (03 de septiembre de 2016). La América freudiana: 1906-1960. Virtualia. http://www.revistavirtualia.com/articulos/614/
misceaneas/la1960amerifreudiana-1906-1960
78 | Calibán - RLP, 20(1), 68-79 - 2022 Desafinados: La peste, el otro, el psicoanálisis y todos nosotros, Silvana Hernández Romillo | 79
De todos modos, es preciso encarar y debatir con seriedad estos pro-
blemas, puesto que aunque la noción de identidad sea una presencia ex-
tranjera en el campo psicoanalítico, su presencia se impone y su com-
prensión nos parece absolutamente necesaria. No podemos negarnos a
testimoniar, también en nuestro campo, la ambivalencia de la identidad
Calibán - Tiago da Silva Porto* en cuanto a lo que ella determina en la existencia social, la dualidad entre
RLP, 20(1), los polos de opresión y de liberación que también constituyen al sujeto.
Articulaciones posibles
80-87
2022
2.
dentro del campo de las
Los analistas son frecuentemente convocados a transitar sobre la pro-
diferencias identitarias blemática generada por las fronteras identitarias, que se yerguen no
solamente en el campo de la sexualidad humana, sino también en el
campo social y político del sujeto que sufre y se presenta a su escucha.
1. La dimensión traumática del campo social altera todo el campo
Una de las marcas de la contemporaneidad es la permanente alusión e interrogación sobre las identificatorio que modela las manifestaciones de la singularidad sub-
identidades. Aludir a una determinada identidad es inscribirse en un proceso continuo en bús- jetiva impresa en la sexualidad de cada individuo, punto esencial del
queda de una redefinición que genere la posibilidad de reinventar la propia historia. Las iden- trabajo analítico y, en consecuencia, del constructo de la metapsicología
tidades podrían ser tantas como fueran necesarias para justificar nuestra propia singularidad y psicoanalítica. Esto quiere decir que, en ciertos campos de la cultura,
para, de ese modo, demarcar el territorio de nuestro narcisismo. Ser designado por una identidad la performatividad de los cuerpos en tensión determina fuertemente el
y poder convocar otras tantas en la búsqueda de una singularidad son dos operaciones bien di- juego identificatorio constitutivo de lo Sexual más allá de la clásica tra-
ferentes, pero que se confunden, lo cual puede generar enormes conflictos. Zygmunt Bauman ma edípica.
(2004) nos alerta que ser inscripto en una determinada identidad supone en sí mismo una violen- En ese sentido, Frantz Fanon (2008), al destacar la blanquitud de los
cia, mientras que inscribirse manifiesta la intención de una sustentación política del sujeto. teóricos del psicoanálisis, lanzó la provocación de que la organización
sexual edípica freudiana no es aplicable a los negros, puesto que Freud,
Las “identidades” flotan en el aire, algunas son de nuestra propia elección, pero otras son infladas y en su metapsicología, no tomó en consideración la dimensión traumá-
lanzadas por las personas a nuestro alrededor; es necesario estar en alerta constante para defender a tica del racismo: “Las personas olvidan constantemente que la neurosis
las primeras de las últimas. (p. 19) no es constitutiva de la realidad humana” (p. 134).
Evidentemente no cabe aquí descartar la dimensión edípica en la
¿Cómo es posible definir o circunscribir una identidad de género, de raza o sexual? Estamos constitución de la sexualidad humana ni tampoco desarrollar un revi-
constantemente interrogándonos sobre quiénes somos y cuál es el vínculo que nos une a aquellos sionismo de la obra freudiana. Pero sí proponer no desconsiderar y, más
que nos son próximos, parecidos, vecinos, detentores de los mismos privilegios que nosotros o aun, problematizar la tensión irreductible entre las narrativas de poder
sometidos a las mismas violencias y discriminaciones, que ejercen los mismos derechos o están y las otras narrativas posibles de posiciones identitarias que tienden a
obligados a los mismos deberes. ser silenciadas.
Definitivamente, la identidad no es un concepto único y estable. La identidad de la que habla Michel Foucault ya señalaba, en su Historia de la sexualidad 1: La
la filosofía no es la misma que la que tratan los antropólogos y sociólogos. Lo que sabemos es que voluntad de saber (1976/2021), ese campo de tensión en el cual se ubica
el concepto de identidad no pertenece a la terminología del psicoanálisis. El campo teórico del el psicoanálisis. Por un lado, hace una crítica del psicoanálisis, ponién-
psicoanálisis parte de un cuerpo fragmentado y desorganizado, en una concepción antiidentita- dolo del lado de la psiquiatría como uno más de los discursos de poder
ria del sujeto. El Yo puede querer adherir a las identidades, pero el inconsciente está marcado y es que procuran la regulación de los cuerpos. Por otro, sin embargo, re-
movido por infinitas identificaciones que desestabilizan al sujeto. conoce en el método analítico la sustentación de un campo de fuerzas
Por tanto, no hay un negro, una mujer, un gay o ningún otro individuo con su identidad en que puede resistir al sometimiento, en tanto el psicoanálisis convoca y
análisis, y sí un sujeto: sujeto de deseo, sujeto del inconsciente, cuya unicidad se supone como una hace hablar al inconsciente de ese cuerpo regulado y silenciado, en un
falacia a partir de sus identificaciones. En definitiva, parece claro que la introducción del concepto movimiento francamente subversivo.
de identidad en este campo nos pone frente a una serie de problemas teóricos y clínicos. Desde el punto de vista de su ética, justamente, el psicoanálisis supo-
ne un sujeto responsable, y no un individuo enteramente determinado.
En este sentido, se pretende para todo proceso analítico una rectifica-
* Sociedade Brasileira de Psicanálise de São Paulo. .
80 | Calibán - RLP, 20(1), 80-87 - 2022 Articulaciones posibles dentro del campo de las diferencias identitarias, Tiago da Silva Porto | 81
ción subjetiva que tienda a la búsqueda de la implicación del sujeto en su singularidad, con sus Visualizar este fenómeno de multiplicación de identidades solamen-
elecciones y formas de goce, procurando apartarlo del lugar de sometimiento, ya sea el motivado te como una conquista, impregnarlo de positividad multiculturalista y
por su genética, por los designios de la historia o por el deseo del Otro. asociarlo frecuentemente a una propaganda virtuosa de la tolerancia no
De todos modos, le corresponde al psicoanalista reconocer que esta singularidad también toma en consideración, como vimos anteriormente, que gran parte de
ocupa un lugar de sometimiento atravesado por lugares identitarios previos al sujeto ‒lo que va a estas identidades están generadas a partir de discursos de poder violen-
determinar la mayor o menor precariedad de su existencia‒ y que el sostén de tal existencia está tos y excluyentes, y de la necesaria articulación de grupos identitarios de
ligado no solamente a las fuerzas pulsionales, sino también a condiciones sociales y políticas. mayor vulnerabilidad. Los cuerpos que habitan estos últimos son des-
La elección de determinados grupos identitarios que pasan a ser designados como cuerpos tinados forzosamente a la abyección, puesto que son construidos histó-
abyectos ‒y, por lo tanto, que son elegidos para ser mantenidos estratégicamente en condiciones ricamente y mantenidos de ese modo como estrategia de colonización
de vida y existencia precaria‒ se genera a partir del horror y la negación de la percepción de la y dominación.
propia precariedad inherente a lo humano por parte de otros grupos detentores del poder y del Por lo tanto, cabe reflexionar si, en alguna medida, la idea de tole-
discurso hegemónico (Porto, 2016). rancia no busca mantener a los cuerpos abyectos restringidos y cris-
Judith Butler (2009/2015) propone una nueva ontología del sujeto, en la cual, a la observación talizados en esa misma posición, sin posibilidades de movimiento e
psicoanalítica de que la aprehensión por parte del sujeto de su propia vulnerabilidad en relación integración. La desobediencia de ciertas identidades frente al supuesto
con el Otro altera el juego pulsional e imprime consecuencias profundas en la subjetividad, se normal/universal apunta a un llamado de atención para que sus particu-
debe sumar que toda esta trama y sus personajes no operan por fuera de un determinado esce- laridades no solo no sean vistas como patológicas o desviadas, sino que
nario social y político. puedan cobrar el estatuto de un discurso legítimo de la diferencia, con
derecho a la expresión y existencia de sus cuerpos en una vida mejor.
El “ser” del cuerpo al cual esa ontología se refiere es un ser que está siempre entregado a otros, a Las estrategias identitarias, entonces, son desarrolladas por los sujetos
normas, a organizaciones sociales y políticas que se desarrollan históricamente a fin de maximizar como medio de encontrar un mejor posicionamiento dentro de las fuer-
la precariedad para algunos y minimizar la precariedad para otros. (p. 15) zas que operan en las relaciones sociales.
El pensamiento del teórico político Ernesto Laclau (2005) nos ayuda
En este sentido, cabe pensar que los grupos identitarios que presentan vidas con mayor preca- a pensar un destino posible para que la convivencia de esta multiplici-
riedad se constituyen a partir de relaciones antagónicas de poder, de movimientos de exclusión y de dad de actores, que a veces arrastran diferencias antagónicas, se pueda
una continua jerarquización social. Pero que, sin embargo, estos mismos grupos son potentes agen- dar, por un lado, sin eliminar la existencia de sus particularidades, y por
tes de transgresión, que se rebelan contra su lugar social, insistiendo en no respetar sus fronteras otro, sin dejar de reconocer la tensión irreductible de este juego.
(Porto, 2016). La identidad, por lo tanto, emerge como la idealización del sujeto de una vinculación Laclau apunta a la construcción de escenarios capaces de conjugar
a partir de una idea de diferencia construida en una fuerte oposición simbólica; es decir, las identi- las diferencias dentro de un pacto democrático radical, en el que se ge-
dades se constituyen por relaciones conflictivas de antagonismo frente a otras identidades. neren los medios para que todos puedan disfrutar de una vida mejor.
Frente a este escenario de tensiones antagónicas, ¿cómo haremos para vivir juntos? Es fre- Para ello, no es suficiente reconocer la tensión entre las diferencias, sino
cuente que se aluda a la tolerancia como instrumento para administrar esta tensión. Tolerancia es que también es necesario que los grupos identitarios involucrados avan-
un concepto complejo, de implicancias éticas, religiosas y de relaciones de poder, que puede rápi- cen en el sentido de rearticular las relaciones de poder y resignificar las
damente mezclarse con ideas de compasión, comprensión y amor al prójimo. La tolerancia como diferencias, no desde la tolerancia, sino hacia la incorporación de estas
acción revela en sí una asimetría de posiciones entre quien tolera y quien es tolerado. Remite a la diferencias en un “universal”, en una democracia plural.
idea de soportar el dolor y de resistir a la tensión, lugares que son virtuosos, pero muy alejados El psicoanálisis se muestra compatible con la idea de esta democra-
del sujeto contradictorio forjado por discursos también contradictorios que se juegan en grupos cia plural, en la medida en que, en su ética, se esfuerza para generar una
identitarios complejos, parciales y fragmentados. nueva forma de vínculo entre los sujetos, un vínculo que reconoce a los
Parece despegado de la realidad pensar que la violencia de un grupo identitario hegemónico sujetos como divididos y que no sueña con una reconciliación imposi-
sobre otro grupo identitario vulnerable será superada por la buena voluntad de los primeros. ble, puesto que comprende el carácter irreductible de la violencia y del
antagonismo.
3. Para Laclau, la sociedad está formada por una infinidad de identi-
dades, todas constituidas a partir de relaciones discursivas antagónicas
La contemporaneidad nos presenta un escenario en el cual sus actores se mueven en un gran
que son tanto contingentes como precarias. Las identidades son contin-
campo de fuerzas y donde observamos el surgimiento constante de nuevas identidades que bus-
gentes porque no están predeterminadas por una objetividad a priori.
can legitimar sus prácticas específicas, originadas en parte por la demarcación de nuevas dife-
Y son precarias puesto que, aunque una identidad y su discurso logren
rencias y nuevas posibilidades de inclusión, pero, en mayor parte aun, por la desarticulación o
hacerse hegemónicos, no lo serán para siempre.
fragmentación de un mismo grupo identitario.
82 | Calibán - RLP, 20(1), 80-87 - 2022 Articulaciones posibles dentro del campo de las diferencias identitarias, Tiago da Silva Porto | 83
En su obra La razón populista, Laclau (2005) recorre varios autores
y demuestra que la masa no es anárquica, sino que posee una lógica
propia y compleja. De acuerdo con el autor, fue Freud, con su Psicología
de las masas y análisis del Yo (1921/2010), quien obtuvo el avance más
radical en ese campo, al privilegiar los lazos emocionales en la forma-
ción de los grupos por medio de procesos identificatorios.
En el pensamiento de Laclau, las nociones de identificación y de
equivalencia en la formación de los grupos son orientadoras. Según él,
las masas están compuestas por sujetos equivalentes que son organiza-
dos a partir de identificaciones con un discurso que el líder sostiene en
forma contingente.
El concepto central en la obra de Laclau es el de discurso. Se trata
de un complejo de elementos que van más allá de la palabra y la es-
critura. El discurso es un espacio constitutivo de relaciones y prácticas
articulatorias. La relación establece un juego de articulaciones entre las
diferencias, en tanto las diferencias constituyen y son constituidas por
la práctica articulatoria, lo cual significa que algo es lo que es solamente
en relación con lo que es diferente.
No hay, por lo tanto, un elemento, una esencia previa que constituya
las relaciones entre los grupos sociales, puesto que es la propia práctica
discursiva la que va a establecer los elementos con sus características y
límites identitarios.
Para Laclau, toda la política se despliega en el campo del discurso.
Nada existe por fuera del campo del discurso, ni existe ninguna sus-
tancialidad en los lugares identitarios. Cabe pensar, entonces, que toda
identidad está conformada por una articulación discursiva que se da a
partir de su propio antagonista, es decir, de otro discurso de fuerza que
niega, que amenaza la existencia de todos los elementos que constituyen
tal identidad. Por lo tanto, la negatividad también es constitutiva de toda
identidad.
Laclau propone pensar la constitución de un pueblo y de una de-
mocracia radical a partir de un “universal” que articula las diferencias a
través de los conceptos de significante vacío y hegemonía.
El autor llama significante vacío a un discurso puramente diferen-
cial, cuya totalidad, en cierto modo, depende de cada “acto individual
de significación”. En otras palabras, los significantes vacíos constituyen
una cadena de discursos articulados entre sí que, aunque sean distin-
tos unos de otros, se unen en un determinado momento y conforman
una totalidad hegemónica. El significante vacío surge de la necesidad de
nombrar un objeto que es imposible y a la vez necesario. La hegemonía
discursiva para Laclau supone una deconstrucción temporaria o abso-
luta de los campos identitarios para valorar el campo relacional de las
identificaciones.
Los elementos de este universal no poseen ninguna relación a priori
entre sí. Esa totalidad se conforma a partir de una “demanda común” de
diferentes grupos identitarios que construyen un discurso común para
84 | Calibán - RLP, 20(1), 80-87 - 2022 Articulaciones posibles dentro del campo de las diferencias identitarias, Tiago da Silva Porto | 85
oponerse a algo excluido, externo a él. Establecer los límites de esta totalidad implica establecer, Resumen
simultáneamente, la diferenciación con una “otra cosa” que es exterior a esa totalidad y que, por
El campo teórico del psicoanálisis parte de un sujeto fragmentado y des-
representar otro discurso, debe ser excluida. Un ejemplo de ello sería cuando varios grupos di-
organizado, por lo tanto, de una concepción antiidentitaria del sujeto.
ferentes dentro de la sociedad civil se unen, a pesar de sus diferencias, porque tienen en común
Sin embargo, los psicoanalistas no pueden dejar de tomar en considera-
una demanda democrática frente a un gobierno autoritario. “Es mediante la demonización de un
ción que las identidades atribuidas al sujeto, en su dualidad de opresión
sector de la población que la sociedad alcanza el sentido de su propia cohesión” (p. 94).
y liberación, son agentes que implican y demarcan su subjetividad más
Cabe destacar que estos elementos son diferencias articuladas, que mantienen sus demandas
allá del juego pulsional. Este trabajo procura analizar algunas de las for-
particulares, pero que, durante la relación de articulación que los involucra, las suspenden en
mas en las que se constituyen las identidades, sus implicaciones en la
forma temporal. Es ello lo que vuelve posible que grupos identitarios antagónicos entre sí se
vulnerabilidad de algunos grupos y las formas posibles de articulación
junten, en determinadas circunstancias, en un mismo discurso frente a un enemigo común. En
entre las diferencias más allá de la tolerancia, a partir del pensamiento
Brasil sucedió algo así a comienzos de los años ochenta, con el movimiento Directas Ya, en el cual
de Ernesto Laclau.
varios movimientos sociales y partidos políticos de diferentes orientaciones se unieron, suspen-
Descriptores: Identidad, Identificación. Candidato a descriptor: E.
diendo sus diferencias y sosteniendo un discurso hegemónico común que buscaba enfrentar a la
Laclau
dictadura militar.
Por tanto, este “universal” es siempre contingente y no tiene contenido previo propio. No
tiene un a priori. Es un significante vacío. Abstract
De esta manera, Ernesto Laclau propone pensar las tensiones y contradicciones entre lo uni-
The psychoanalytic theoretical field is based upon the concept of a frag-
versal y lo particular, partiendo del presupuesto de que el universalismo es siempre un particula-
mented and disorganized subject, thus carrying an anti-identity concep-
rismo impuesto a otros particularismos.
tualization of the subject. However, psychoanalysts cannot ignore that
Lo universal es una construcción social que tiene siempre su origen en un particular, es decir,
identities attributed to the subject, in their duality of oppression and
cualquier contenido de cualquier diferencia tiene la potencialidad de ocupar el espacio vacío de
freedom, will be agents that implicate and mark the subjectivity beyond
ese todo. Para ello, es necesario determinar el todo dentro del cual se constituyen esas identidades
the circuit of the drives. This paper seeks to analyze how identities are
y sus diferencias, es decir, la totalidad debe estar presente en cada acto individual de significación.
formed, the implications in the vulnerability of certain groups and the
Por ende, lo que unificará las diferencias en torno a este universal será un conjunto de “de-
possibilities of articulation of differences beyond tolerance, based on the
mandas equivalentes”, que dejarán en pausa las diferencias que estén por fuera de estas demandas.
work of Ernesto Laclau.
El campo de la política es un campo de administración y sustentación de conflictos, no de su
Keywords: Identity, Identification. Candidate to keyword: E. Laclau.
resolución. El narcisismo de las pequeñas diferencias impide que se forme una hegemonía. Los
movimientos de identidades vulnerables, como el movimiento negro, el movimiento feminista, el
movimiento LGBTQIA+ deberían suspender en forma contingente sus particularidades frente a Referencias
una política oficial de violencias sobre sus cuerpos, en nombre de la construcción de un discurso Bauman, Z. (2004). Identidade: Entrevista a Benedetto Vecchi. Zahar.
Butler, J. (2015). Quadros de guerra: Quando a vida é passível de luto? Civilização Brasileira. (Trabajo
hegemónico, de una pauta de oposición común. original publicado en 2009).
El pueblo se genera a partir de una multiplicidad de sujetos, y es necesario atravesar el impasse Fanon, F. (2008). Pele negra, máscaras brancas. EDUFBA.
Foucault, M. (2012). História da sexualidade 1: A vontade de saber. Graal Ltda. (Trabajo original pu-
de la suspensión de las identidades en pro de las identificaciones. Identificaciones en torno a un
blicado en 1976).
discurso hegemónico, a una universalidad contingente. El pueblo aquí no es una expresión ideo- Freud, S. (2010). Psicologia das massas e análise do Eu. En P. C. Souza (trad.), Obras completas (vol. 15,
lógica, sino una relación entre agentes sociales. Se trata de un instrumento que tiene por objeto pp. 13-113). Companhia das Letras. (Trabajo original publicado en 1921).
Laclau, E. (2005). La razón populista. Fondo de Cultura Económica.
dar una unidad al grupo. Porto, T. S. (2016). A incômoda performatividade dos corpos abjetos. Revista IDE, 39(62), 157-166.
El pueblo generado a partir de una hegemonía contingente establece así, para Laclau, una
Traducción del portugués: Alejandro Turell
democracia radical y plural. Radical en el sentido de buscar una nueva positividad de lo social, Recibido: 15/8/2021 Aprobado: 10/11/ 2021
basada en el respeto al derecho de la igualdad de todos los grupos subordinados. Y plural por
reconocer que esta nueva positividad de lo social nunca puede ser plena, puesto que está conti-
nuamente atravesada por una precariedad constitutiva, en la cual la igualdad debe ser siempre
limitada y complementada por la demanda de libertad.
86 | Calibán - RLP, 20(1), 80-87 - 2022 Articulaciones posibles dentro del campo de las diferencias identitarias, Tiago da Silva Porto | 87
Vivimos y seguramente viviremos con nuevas sospechas, nuevas
amenazas, nuevas soluciones y nuevas esperanzas. Esto no significa
negar ni desmentir los efectos de nuestro presente sobre la vida de las
generaciones futuras, sino incorporar lo que está sucediendo al futuro;
¿cómo hacerlo si el futuro es lo incierto?
Calibán - Mirta Goldstein* La transmisión transgeneracional del trauma pandémico actual
RLP, 20(1),
seguirá siendo eficaz en los niños que padecen los distanciamientos
¿Cómo haremos para
88-93
2022 vinculares y en sus hijos como miedo, angustia, pánico. Los sueños y
síntomas recogerán los fantasmas actuales, y esto debido a que la trans-
vivir juntos y separados?: misión transgeneracional es inconsciente, aun cuando nos esforcemos
88 | Calibán - RLP, 20(1), 88-93 - 2022 ¿Cómo haremos para vivir juntos y separados?: Reflexiones sobre la estupidez humana y el malestar social, Mirta Goldstein | 89
Tanto la vinculación como la desvinculación con los otros y con lo Otro dependen de esos cro y la apariencia, la sugestión y la mentira, por ello su conducta resulta
grados de estupidez, a sabiendas de que el sadismo es una forma de vínculo, en tanto “se goza”. psicopática y hasta sádica.
Por otra parte, separación no es expulsión ni segregación. Justamente, dentro del psicoanálisis Son canallas aquellos para quienes la relación con el inconsciente y
entendemos por separación la operación que realiza el sujeto respecto de sus Otros primordiales, la verdad se halla en déficit por desestimación. Si no hay creencia en que
y respecto de la cual Lacan funda al sujeto del deseo. ¿Puede haber un deseo estúpido o la estupi- el síntoma puede ser descifrado en su verdad de goce, entonces el gozar
dez forma parte de la alienación a Otro sin castrar? del canalla no solo lo excluye de la transferencia, sino también del Otro
Freud (1913/1991) se refirió a la estupidez diciendo que “no hay en la vida nada más costoso Sexo como aquel que introduce la diferencia radical. Si el varón despoja
que la enfermedad y... la estupidez” (p. 134). Nos resulta accesible, por conocido, qué denomina- a la mujer de subjetividad, esta queda expuesta a las figuras obscenas del
ba Freud enfermedad o neurosis, pero no tanto qué denominaba estupidez. La neurosis, que no es pedófilo, el violador y el femicida, quienes la objetualizan cruelmente.
sin repetición y síntoma, atonta al sujeto, lo vuelve juguete de un destino; sin embargo, algo más Cruel proviene de crudo, sin elaborar, sin cocinar, y la pulsión sin dique
quiso expresar Freud cuando se refirió a la estupidez. Por mi parte, infiero que ya pensaba en la es cruel, sin compasión.
relación entre “otros”, veta social que estaba desde los comienzos en su descubrimiento. El dilema clínico de si un canalla es analizable o no queda librado a
Al otro ya no se lo puede designar en singular, sino que requiere de la pluralidad, pues no hay la decisión de cada analista. La pregunta apunta a la posición ética del
otro sin otros; desde el espejo y la mirada materna hay otros rostros, otros gestos, otras voces, psicoanálisis en la cultura, y no solo a una supuesta ética individual de
otros sentidos y significados. cada analista. Si bien puede quedar librado al deseo del analista, este
La estupidez se refiere al lazo con los otros y al daño que puede ir contra sí mismo o contra deseo no garantiza la analizabilidad.
esos otros; a veces hay consciencia de daño y otras no hay consciencia del desorden y las rupturas Por mi parte, pienso que el psicoanálisis no debería negarle análisis
que la estupidez promueve y provoca. Lamentablemente, “los seres hablantes intentan amenguar a un canalla porque se caería en una toma de posición no neutral, sino
el dolor de su propia estupidez recurriendo a las promesas, que si bien pueden ser necias también identificada con la moral o la justicia. La salida de la transferencia de
son imprescindibles para no perder el sentido vital de la existencia” (Goldstein, 2020, párr. 79). un analista en caso de que un canalla lo consulte puede depender de las
A nuestra consulta acuden sujetos entorpecidos por las promesas, creyentes sin sospecha de resistencias del analista en tanto su propia historia se halla involucra-
ello, que se aferran al Otro y resultan engañados. Todos los seres hablantes somos engañados, es da. ¿Un hijo de torturador podrá analizar a un torturado? ¿Un nieto de
una condición de nuestra crianza y de nuestra inserción en el lenguaje. Algunos acceden a apro- víctimas del Holocausto podrá analizar a un nazi? La respuesta solo la
piarse de su decir, otros quedan entrampados en el discurso totalista. podemos encontrar en los propios análisis de los analistas en cuestión y
Lacan habló de la debilidad mental, es decir, del que queda atontado ante el Otro sin castrar, en la elaboración de la propia historia transgeneracional.
y de la necedad. Propongo, entonces, la apuesta al análisis, a sabiendas de las dificul-
En el seminario 20, Aun (Lacan, 1972-1973/1985), se refiere a la necedad en términos de: tades transferenciales del canalla y del insensato, y también con la ad-
“no querer saber nada de eso” (p. 9). Por lo tanto, hay un rehusamiento del saber que asemeja la vertencia de que aparecerán baluartes inanalizables. A la vez, propongo
necedad a la desmentida. reflexionar respecto de la ética, que a veces se toma como un universal,
¿En quienes ubicamos desmentidas? En el crédulo, el fanático, el creyente, el obsecuente; hay y bien sabemos que hay distintas versiones respecto del bien y del mal.
otros personajes cuyo daño al otro es mayor, intencional, y por ello los dividimos en canallas y en Spinoza, Kant, Badiou nos ofrecen, entre otros, distintas versiones res-
crueles. De lo que no son conscientes estos sujetos es de la estupidez, es del goce que los habita. pecto de la Ética, con lo cual nos autorizan a cuestionar un “para todos”
Así, la perversidad del canalla la ubicamos en el cínico, el corrupto y el tirano, y dentro de las único de la misma.
figuraciones de la crueldad incluimos al torturador, genocida, pedófilo y abusador sexual. ¿Dónde ubicar al genocida? Quizás es el punto más extremo del sá-
Estas figuraciones pueden ser desarrolladas desde el plano individual y psicopatológico, o dico, punto extremo de la increencia en el Otro inconsciente y en los
desde la dimensión social y el grado de ruptura con el lazo con el semejante. Lo que los distingue otros.
es su relación con la castración, la que puede estar reprimida, desmentida o forcluida, y su rela- Es claro que en la clínica nos enfrentamos a la patología del narcisis-
ción con un goce no interdicto. mo y la pulsión de muerte; en la vida real nos enfrentamos a la moral y
Si la estupidez es la completa falta de vergüenza, y la vergüenza es la marca de un goce infantil, a la ética, a lo perdonable aunque castigable y a lo imperdonable, como
entonces la estupidez neurótica deviene de reprimir o desmentir una satisfacción pulsional y una los actos de lesa humanidad.
creencia o fantasía omnipotente o narcisista; este sujeto puede devenir militante sacrificado por ¿Hay consciencia, en el canalla y en el cruel, de una ética que abarque
una causa o entregarse a una impulsión que lo conduzca a morir, a veces como por accidente. el lazo con los otros en tanto que otros? Es difícil pensarlo así, por ello
El tonto tropieza con su propia torpeza, se hace daño, en cambio el canalla comete actos an- prefiero decir que no hay en ellos consciencia de su propia estupidez.
tisociales que dañan a los otros. ¿En qué medida hay algo necio en el ser hablante? En la medida en que,
El canalla, al intentar atrapar al otro en su deseo, lo angustia. Canalla y cínico desmienten la hablando, genera malestar, odio, impotencia. Hablando se hace lazo y, por
angustia en sí mismos para reencontrarla en el prójimo o fuera de sí; ambos hacen uso del simula- hacer lazo con los otros, el sujeto se equivoca y daña o agrede y destruye.
90 | Calibán - RLP, 20(1), 88-93 - 2022 ¿Cómo haremos para vivir juntos y separados?: Reflexiones sobre la estupidez humana y el malestar social, Mirta Goldstein | 91
Otra manera de leer la regla fundamental freudiana es proponerle al analizante: diga neceda- Abstract
des, lo que se le ocurra, lo sin importancia. La diferencia entre producir necedades en el comien-
The text aims to invert the question, “What will we do after the pande-
zo de análisis y al finalizar el análisis es que al principio hay sufrimiento, y al final debería devenir
mic?” and formulate it like this: “How did we get to our time in terms
levedad del ser, falta en ser, acceso simbólico a la imposibilidad de completud y a la carencia de
of civilization?”
consistencia absoluta.
On the other hand, living together refers to: the couple, the family,
El sujeto puede devenir en tonto si posterga indefinidamente su acto o si se apresura en con-
the friends, the peoples, the societies, the ethnic groups, the religions?
cluir y yerra, pero también puede devenir sabio si apuesta a que algo pueda darse o no darse, al
Living together supposes ideological, ethical, and aesthetic responses
azar, a lo no completo; final de análisis es también una apuesta a que, de lo Real, algo cese de no
and these bring us closer and separate us, that is what segregation is
inscribirse como imposible, y el sujeto se apropie de las oportunidades de la cultura, la historia, la
about, but mainly exogamy.
tradición, y se separe simbólicamente de sus respectivos mandamientos.
Living apart includes ties ‒ geographic, political, economic, sexual,
El final de análisis no es más que alcanzar un goce de la vida que sostenga un deseo no canalla
transsexual, interdisciplinary?
y consciente o advertido, que a veces puede presentarse estúpido. ¿Estamos próximos a pensar el
Faced with this opening, the text links reality with human stupidity
goce como estúpido? Sí, salvo que el sujeto hacia el final del análisis encuentre un “hacer diferente
and its most eloquent figures such as the fool and the scoundrel.
con la estupidez”.
The cultural malaise that Freud referred to connotes a question of
Lacan avanza un trecho más y enlaza la necedad con algo que podemos llamar sabiduría, que
structure, that is, there is no bond without discomfort, but the structure
no es el saber. Por un lado, necio es aquel que se encierra en su propia cosmovisión, pero, hacia
of the malaise that involves the death drive leaves the inclusive and se-
el final del análisis, sabio es quien, habiendo aceptado sus necedades, hace algo con alguna de
gregatory formations of its ties free to each modality of bond.
ellas y la eleva a la condición de su íntima sabiduría, es decir, deja de estar encerrado en la idiotez
Keywords: Exogamy, Stupidity. Candidates to keywords: Social un-
neurótica y se abre al lazo social y a un decir verdadero, siendo verdadero aquello que no daña.
rest, Post-pandemic.
Freud devela que también los pueblos repiten, apresados por sus mitos originarios. A veces,
denominamos esta repetición cultura y tradición.
Luego, me atrevo a definir la cultura como la transmisión de mitos originarios con los cuales Referencias
se identifica el niño en un tiempo del sujeto en el que aún no puede hacer algo diferente con lo
que recibe del discurso parental. Luego, ya en la niñez hallamos el germen de la mayor estupidez Duby, G. (1995). Año 1000, Año 2000: La huella de nuestros miedos. Andrés Bello.
Freud, S. (1991). Sobre la iniciación del tratamiento. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras
humana: la obsecuencia al Otro y el negacionismo de la vulnerabilidad y el dolor psíquico. completas (vol. 12, pp. 121-144). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1913).
Volviendo a una de mis preguntas: ¿Cómo ha llegado el ser hablante hasta este tiempo? Elab- Goldstein, M. (2006). Xenofobia, terror y violencia: Erótica de la crueldad. Lugar.
orando aquello que expulsó como extraño de sí y haciendo de lo éxtimo una invención. ¿Eros? Goldstein, M. (2007). Las enfermedades de la cultura: Totalitarismo, banalización y an-
tisemitismo. OSA.
Goldstein, M. (2011). ¿Te amarías a ti mismo como a tu prójimo?: Reflexiones psicoanalíti-
cas sobre la deslegitimización de la civilidad. Académica Española.
Resumen Goldstein, M. (2019). El sujeto de la creencia fanatizada. Revista de Psicoanálisis, 76(4), 49-65.
Goldstein, M. (2020). Reflexiones sobre la necedad. La época, 26. https://laepoca.apa.org.
ar/Revistas/26-Dilemas-y-horizontes-de-las-practicas-y-la-formacion-psicoanaliticas/
El texto pretende invertir la pregunta ¿Qué haremos pospandemia? y formularla así: ¿Cómo he- Reflexiones-sobre-la-necedad
mos llegado hasta nuestro tiempo en términos de civilización? Goldstein, M. (2021). El virus de la diferencia sexual. La época, 28.
Por otra parte, vivir juntos se refiere a ¿la pareja, la familia, las amistades, los pueblos, las so- Lacan, J. (1984). Reseñas de enseñanza. Hacia el Tercer Encuentro del Campo Freudiano.
Lacan, J. (1985). El seminario de Jacques Lacan, libro 20: Aun. Paidós. (Trabajo original
ciedades, las etnias, las religiones? Vivir juntos supone respuestas ideológicas, éticas, estéticas, y publicado en 1972-1973).
estas nos acercan y nos separan, de eso se trata la segregación, pero, principalmente, la exogamia. Lacan, J. (1988). El seminario de Jacques Lacan, libro 7: La ética del psicoanálisis. Paidós.
(Trabajo original publicado en 1959-1960).
Vivir separados incluye lazos ¿geográficos, políticos, económicos, sexuales, transexuales, in-
terdisciplinarios? Recibido: 21/7/2021 Aprobado: 7/9/2021
Ante esta apertura, el texto liga la realidad con la estupidez humana y sus figuras más elocuen-
tes, como el necio y el canalla.
El malestar cultural al que se refirió Freud connota una cuestión de estructura, es decir, no
hay lazo sin malestar, pero la estructura del malestar que involucra a la pulsión de muerte deja
libradas a cada modalidad de vínculo las formaciones inclusivas y segregatorias de sus lazos.
Descriptores: Exogamia, Estupidez. Candidatos a descriptores: Malestar social, Pospande-
mia.
92 | Calibán - RLP, 20(1), 88-93 - 2022 ¿Cómo haremos para vivir juntos y separados?: Reflexiones sobre la estupidez humana y el malestar social, Mirta Goldstein | 93
Pregunta que, además, desde la circunstancia actual, apela a una en-
crucijada entre tiempos. Más allá de nuestro tiempo, la propuesta alude
a un futuro. Y es posible entender que implica una intención, y entonces
pone en juego los intrincamientos del deseo. Esto no descalifica una
orientación, siempre y cuando su dimensión no se banalice en una apa-
Calibán - Gustavo Sogliano* riencia idealizada, para no pensar ingenua. El deseo aquí, es el de una
RLP, 20(1),
utopía imprescindible, ¿imposible? Deseo que siempre encierra en sí
94-103
2022 ¿Cómo haremos para vivir mismo una falta.
A priori, supone la orientación de un hacer. Pero este hacer implica
juntos? O sobre un “decir” un plural: ¿cómo haremos? Condicionado ‒no digo determinado‒ por
94 | Calibán - RLP, 20(1), 94-103 - 2022 ¿Cómo haremos para vivir juntos O sobre un “decir” del futuro, Gustavo Sogliano | 95
Disposiciones pulsionales, vivencias de la primera infancia, lo opresivo de las renuncias seña- ¿Cómo hacer para estar juntos si el lazo social puede ser de ominosa
lando el pensar y el hacer como el de sujetos implicados, y entonces también implicantes. Hacer amenaza, si su orientación parece desenlazar, cuando el miedo es at-
que implica renuncia y que requiere, por sobre todo, un nivel ético2, el que la amenaza y el miedo mósfera de subjetivación, más allá de la pandemia? Miedo que, históri-
parecen muchas veces diluir. El hoy, condicionado por las distintas formas de amenaza, que siem- camente ‒podría decir bíblicamente o mitológicamente‒ ha constituido
pre llevan sobre sí una sombra mortífera, acotando el pensar, cuestionando los términos del sen- un método de dominación.
tido que conlleva al “juntos”. Más que buscando el o los juntos, volviéndose hacia una dimensión Las carencias sostienen discursos, entraman desamparos origina-
donde la búsqueda es dominante, sea la preservación o el placer de lo inmediato. rios, aseguran la dependencia, determinando a veces irreversiblemente
Freud se refiere a nuestra cultura. ¿Pero cuál es nuestra cultura? Acotación mediante, nuestra orientación y posibilidad. La búsqueda de lo que soy ‒o de lo que puedo
cultura parece referir en especial al devenir histórico, político, filosófico de determinante influen- ser‒, inscripto desde un discurso subjetivante de pertenencia a una de-
cia europea y judeocristiana. terminada expresión cultural o religiosa, regulando las formas del deseo
Y es en nuestra cultura, y aun más allá de ella, tanto en 1927 como en este tiempo, que la y del encuentro con el otro.
pregunta nos enfrenta a una larga enumeración de penurias humanas de distinta índole y des- El desamparo social, en sus distintas formas históricas, siempre ha
asosiegos visibles, de desigualdades y sus consecuencias. Algunas parecen ser ya históricamente encontrado ‒probablemente, buscado o requerido‒ movimientos iden-
consustanciales a las sociedades y la condición humana. tificatorios. La recurrencia muchas veces a una profética protección ma-
Y si nos referimos a nuestra globalizada Latinoamérica, las diferencias culturales y geopo- sificadora, muchas veces homogeneizante, tendiente a la exclusión o a
líticas son profundas. Su esencia y sus expresiones son reconocibles. Existen entidades históri- diluir la diferencia. Podemos pensar que la búsqueda y el encuentro po-
co-culturales o étnicas atravesadas por diferencias históricas, colonialismos y, más recientemente, sible para estar juntos se podría orientar en el sentido de la pertenencia
nacionalismos, que hacen parecer difícil el encuentro. Mayoritariamente las divisiones sociales al grupo, a un determinado grupo, en el encuentro con una alianza o co-
son cada vez más definidas, en un mundo donde se perfila nítidamente la desigual distribución lectivo que provea protección. El pretexto es el de una ansiada sensación
de la riqueza, sostenida en axiomas del neoliberalismo. En lo interno de cada Estado y a nivel de seguridad, siempre efímera, en tanto las formas de riegos subsisten
mundial, el interés político o económico puede llevar a rápidas y esquemáticas simplificaciones en sus distintas presentaciones. Por supuesto, incluido el “riesgo” del
ideológicas, apoyadas en intereses sectoriales de lograr el gobierno, el poder o ambos. encuentro con el otro, en su alteridad, diferencia e incertidumbre.
He escuchado plantear este tiempo pandémico como de transición. Pero ¿transición La búsqueda de un amparo puede ser dependencia condicionante e in-
entre qué? consciente. En los riesgos, la exigencia que implica vivir, es donde resuena
¿Cuál es el “idioma” que, aceptando babélicas diferencias, puede traducir encuentro, dismi- nuestra precariedad, que buscando protección puede condicionar las for-
nuyendo las desigualdades? Desigualdades que, por el contrario, muchas veces parecen atribuirse mas de vivir, limitando ‒mejor, prescribiendo‒ el modo del estar juntos.
a disponibilidades o capacidades personales, y así legitimarse. El diálogo político es aún una En todo caso habrá que diferenciar protección de sometimiento. Entonces,
aspiración viable, pero no auténticamente visible. vuelve la pregunta: ¿juntos con quién, de qué manera, entre quiénes?
No obstante, ¿las necesarias y permanentes búsquedas, algunas ya históricas, podrán hacer Parece difícil pensar que es nuestra cultura la que devuelve al mar o
diluir las más agobiantes desigualdades, cuando, como señala R. Castel (2003), “hay grupos condiciona el existir en campamentos de refugiados a quienes huyen de
en situación de movilidad social descendente, cuya común condición se degrada. Constituyen la guerra, de la miseria o de las distintas formas de abuso condicionan-
un terreno privilegiado en el que se desarrolla el sentimiento de inseguridad, y que es indis- tes, particularmente, aquellas generadas por ambiciones económicas
pensable volver a analizar para dar cuenta de la dimensión colectiva de este sentimiento” (p. 63; que solventen el poder. Muchas empresas o corporaciones tienen más
destacado propio)? poder y dinero que algunos Estados.
Es que el privilegio de unos requiere del detrimento de otros, embargando el futuro de unos ¿Puede ser “juntos”, cuando los países más poderosos inauguran el
y otros. Aun el encierro privilegiado empobrece. ¿Es este el lazo social subjetivante? Parece estar home office, la call o la key performance, de un mundo globalizado y a
allí, en una secuencia constitutiva y constituyente en cada uno de nosotros y desde nosotros. la vez inabarcable, donde las distancias ilusoriamente parecen desapa-
El sujeto no solo es resultado de la estructuración psíquica, de su matriz ante la precariedad recer, en tanto se desdibuja a una dimensión de pantalla, más allá de lo
del infans humano. Su condición incluye una dimensión que nos trasciende en secuencia interge- laboral, el encuentro posible? Afuera, en la calle, de forma anónima o
neracional, en una cultura atravesada por las distintas formas en las que las sociedades se expre- invisible, por lo menos en la aún colonizada Latinoamérica, se instala
san, articulando discursos y premisas. Es el lazo constitutivo donde las formas de presencia del la indigencia ante la escindida indiferencia del tapabocas. El desarrollo
otro/Otro articulan fundacionalmente la construcción subjetiva, que requeriría de la expresión y tecnológico no ha apaciguado la desigualdad, salvo algunos programas
el reconocimiento ético. excepcionales y acotados puestos en marcha3. Tampoco ha diluido la
concentración de poder. El enorme crecimiento deja expuesto una do-
lorosa contracara.
2. Retomaré algunas consideraciones sobre la ética.
3. Me refiero aquí al programa socioeducativo Ceibal, puesto en marcha en Uruguay en 2007.
96 | Calibán - RLP, 20(1), 94-103 - 2022 ¿Cómo haremos para vivir juntos O sobre un “decir” del futuro, Gustavo Sogliano | 97
La violencia del desamparo, la invisibilidad, la expulsión y la indiferencia o el vacío discursivo
de la demagogia son formas de violencia social, generadoras de sociedades divididas, desde don-
de retornan circuitos de violencia.
Mientras, leo una noticia en la que dieciséis trabajadores paraguayos estaban en Brasil, en
régimen de esclavitud, produciendo para Uruguay. Seguramente, versión periodística, que no
sorprende, aunque tampoco es posible alcanzar su veracidad. No obstante, sabemos de los con-
tenedores donde se produce buena parte de la ropa que compramos y usamos sin pensar en las
condiciones en las que se produce o en los derechos laborales de los trabajadores. Parecen, más
que formas de la explotación, formas cercanas a un exterminio de poca exposición. La desmenti-
da de la desigualdad es tan operante como la de la diferencia. Seguramente este no es el “juntos”
posible o pensable. Su enunciación busca más alivio que cambio.
Y recuerda el contundente tratamiento que da Freud al tema del prójimo en el capítulo 5 de El
malestar en la cultura (1930 [1929]/2004b):
el prójimo no es solamente un posible auxiliar y objeto sexual, sino una tentación para satisfacer en
él la agresión, explotar su fuerza de trabajo sin resarcirlo, usarlo sexualmente sin su consentimiento,
desposeerlo de su patrimonio, humillarlo, infligirle dolores, martirizarlo y asesinarlo. (p. 108)
Parece estar lejos constituir ese otro sujeto que reciba el mensaje que emite una foto solicitada
en el encuentro de junio o el silencioso “grito” de Münch, que continúa sin ser escuchado. Escu-
char y reconocer que gritan “esos otros” requiere tiempo, pero el “tiempo es oro”, y el oro, poder.
El dolor y la angustia por los otros tienen poco sponsor la demanda que surge de la muerte en
su dimensión de exposición y cotidianidad informativa y visual es un suceso naturalizado.
Por otro lado, las formas de la soledad van dejando cada vez más en un encierro virtual,
donde la convivencia con otro/otros parece una ansiada posibilidad tendiente a desdibujarse. En
este tiempo pandémico, además, el otro es el posible portador del virus. ¿Lo continuará siendo
cuando el peligro de origen “chino” disminuya?
Es en la obra citada, El porvenir de una ilusión, que Freud (1928 [1927]/2004c) advierte que tos, en un devenir social y vital. Agregaría que sin remitir a un orden de
“quien ceda a la tentación de pronunciarse acerca de un futuro probable de nuestra cultura hará alienación identificatoria o normativizadora.
bien en tener presente […] la incerteza inherente a toda predicción en general” (pp. 5-6). Para obtener el poder sobre los suyos, Cronos mata; también para
La condena de lo incierto parece requerir de la búsqueda de una certeza del poder, dejando en continuar en él. El orden, si lo hay, es aquí por efecto de la amenaza y el
suspenso condicionante vitales posibilidades. miedo. No es este un orden legítimo o legalizador. Tampoco el de la arbi-
trariedad que mortalmente representa Creonte en Antígona.
Del posible quehacer psicoanalítico En Tótem y tabú (Freud, 1913 [1912-1913]/1991), para dar fin a la
posesión omnipotente por parte del padre de la horda, se requiere del
Si hay una manera de estar juntos en los escenarios de nuestras ciudades visibles, donde el lazo
parricidio, mito de un origen, instaurando, dentro de la fratria de perte-
social subjetiviza, será en el modo en el que el discurso dé cuenta inicialmente de la alteridad
nencia, ley y culpa. Se funda aquí algo que implica a la sociedad, al nue-
como límite primero, en recíproca resonancia con un concepto de diferencia, que es referida aquí
vo “estado”, dice Freud en El malestar en la cultura (1930 [1929]/2004,
en primer lugar a un otro4. Desde ahí, es posible una ley y eticidad que trascienda al sujeto. Legi-
p. 98). Entendido como mítico inicio de la organización social, para-
timización que retorne al sujeto en un movimiento moebiano, desde una sociedad que establezca
dojalmente se inaugura también con un asesinato. Aun así, orientación
condiciones éticas. Este es el espacio o la atmósfera de nuestro trabajo ‒tanto en el escenario de
hacia un orden que se establece sobre la prohibición del empuje (Drang)
trabajo individual como plural‒, el que surge de un psicoanálisis que dé cuenta de estos concep-
pulsional.
4. Más allá de las diferentes implicancias, por ejemplo, de género, como también las que pueden surgir desde las distintas dicotomías
psicoanalíticas descriptivas y metapsicológicas.
98 | Calibán - RLP, 20(1), 94-103 - 2022 ¿Cómo haremos para vivir juntos O sobre un “decir” del futuro, Gustavo Sogliano | 99
Es esbozo de un orden ético, y digo esbozo en tanto no pienso la ética como emergente de la Aceptar la alteridad implica a nuestras posibilidades psíquicas, más
culpa. El saber de Edipo genera ‒culpa mediante‒ castigo autoinfligido. El reconocimiento del aun cuando, resultado de su propia estructuración, el sujeto es unas ve-
otro, como también el de la diferencia, es generador de angustia o, peor aun, ceguera. No es posi- ces intrusivo, otras de aproximación indiscriminada y otras de amena-
ble validar que la ética y el reconocimiento del otro surjan desde el miedo o la punición. Hablo de zante ausencia ‒que es diferente de la distancia‒, ausencia que también
una ética en el sentido del lugar y cuidado del otro y de sí. De la generación de un contrato inter- es captura o cercenamiento identitario. El escenario, en el mejor de los
humano, tal como S. Bleichmar (2016) cita de E. Lévinas (1993). Bleichmar, que en este sentido casos, es el de las expresiones de la angustia.
se refiere a un orden edípico que implica, más allá de la prohibición del incesto, la no apropiación “La soledad del psicoanalista” titulaba Marcos Lijtenstein en 1984 un
del cuerpo del otro. Si esta regulación ética es huella, el espacio que da lugar al otro adquiere artículo publicado en la Revista Uruguaya de Psicoanálisis. En él relata
registro psíquico, y es en este sentido que su efecto también puede alcanzar dimensión social. momentos, vivencias de la posición analítica. Ver, crear, estar, requieren
Volviendo a Freud (1928 [1927]/2004a), “ético es quien reacciona ya frente a la tentación sustraerse de las demandas internas o externas. Sustraerse, que no es
interiormente sentida, sin ceder a ella” (p. 175). Agrega que no es a través del reproche o el arre- desconocerlas. Agregaría que también de los discursos preestablecidos
pentimiento en que se “arreglan” las cosas de una manera ética, y en este caso, agrega: “No ha que pueden hacer inaudibles las diferencias, prefigurando las formas de
realizado lo esencial de la eticidad, la renuncia, pues la vida ética es un interés práctico de la la normalidad. En nuestro quehacer, procuramos eso. Trabajamos desde
humanidad” (p. 175). el conflicto, lo sostenemos, como también la angustia, aunque a veces lo
Atravesamiento social, en su enlace con el registro de la psicosexualidad infantil reprimida y podríamos eludir y recaer en una posición ilusoria de poder que am-
estructurante. Definiendo diferencia, alteridad, y conflicto. Ligando la dualidad pulsional. pare nuestra soledad. Si el discurso subjetivante no incluye la posibili-
La capacidad libidinal y ética contrarresta la destructividad, ámbito este que se despliega en la dad de “renuncia”, sostiene la omnipotencia narcisista. La inclusión del
cotidianidad de nuestro trabajo y que apela a la construcción de un discurso social humanizante. otro exige una renuncia, un silencio. Si no hay renuncia, el terreno de
Captación del otro como alteridad no como posesión implica respetar al otro en su diferencia y la exclusión o la indiferencia adquieren distintas expresiones desde lo
especificidad. La ética leviniana como encuentro con el otro en la aceptación de la incertidumbre individual hasta la dimensión social.
o el enigma que ese otro es. El aislamiento y el miedo inhabilita un hacer con, junto al otro, com- Freud llamaría satisfacciones sustitutivas a las formas en las que la
prometiendo el deseo a un encierro ensimismado o indiferente. sociedad propone el disfrute como forma de calmar la angustia y el do-
La precariedad registra los modos de la presencia-ausencia del otro/Otro en un anudamiento lor, enmascarándolo. Las formas del vacío exigen siempre la vuelta so-
simbólico que lo condiciona en estructura identificatoria. La función simbólica hace nexo en bre un sí mismo requirente de la ilusión de una satisfacción ‒cualquiera
enlace social. sea su dimensión‒ permanente.
La incógnita es en relación con la implicancia pulsional, cuál es su meta, cuál es su objeto, cuál Quizás sea aquí que las representaciones de la alteridad y diferencia
es la satisfacción en que empeña su búsqueda, cuáles son las formas del reencuentro en que puede ‒aquí como reconocimiento de la castración‒ dan cuenta o van cons-
albergar al otro o excluirlo. Siempre habrá una tensión entre mi lugar y el del otro. Narcisismo truyendo al sujeto narrante de su historia vivencial psíquica en un entre
y amor de objeto, en cada sujeto, puesto en juego en cada encuentro, también el psicoanalítico, en transferencia. No podemos trabajar sin incluir, en silencio, palabra o
parece reintroducir el modelo económico freudiano, catexis libidinal, el yo, el objeto. gesto en nuestro decir de este saber. Como tampoco eludir el conflicto
El desasosiego por la incompletud busca resarcimiento de distintas formas. Algunas concu- siempre presente y de difícil sofocación. Decir, o escucharlo, desde el
rren en búsquedas de apoderamiento. O su resonancia social de totalitarismo, totalidad y omni- silencio o la textura de la palabra. Decir silencioso en el trabajo de re-
potencia. Vuelvo a Freud, nuevamente en El malestar en la cultura (1930 [1929]/2004): creación transferencial. Movimiento que viabiliza lo vital y también lo
posible del “juntos”.
Es la transferencia la atmósfera donde no solo se repiten o reviven
es un fragmento de la realidad efectiva lo que se pretender desmentir; el ser humano no es un ser
las vicisitudes estructurantes, sino también el espacio en el que se reins-
manso, amable, a lo sumo capaz de defenderse si lo atacan, sino que es lícito atribuir a su dotación
cribe un “entre” que fundamenta o habilita escenarios. Radica aquí un
pulsional una buena cuota de agresividad. (p. 108)
posicionamiento no menor: el lugar del psicoanálisis. Si hay un hacer en
psicoanálisis, es el hacer-no hacer de la transferencia. Espacio del silen-
He tomado aquí, brevemente la noción de desmentida para dar cuenta de un sistema de- cio, habilitando palabra de presencia humanizante. Voz en un proceso
fensivo que pienso que va más allá de lo que en su fundamento explica. Generalmente usada que se abre al ir reconociendo el dolor, lo diferente, la presencia del otro/
en relación con el complejo de castración, nos permite también un simultáneo conocimiento y Otro en su incertidumbre. Paradójica construcción de una trabajosa no-
desconocimiento de la realidad, podríamos decir de transitar por un mundo hostil. ción de juntos, producida en un tiempo y espacio. En el poco a poco,
Más allá, el prójimo sigue siendo las más de las veces esquivo, errático, desconocido. Dando palabra a palabra, en este particular “entre” y forma de estar juntos que
lugar al territorio de las vacilaciones del encuentro, donde se actualiza la huella del devenir vi- se conjuga en un encuadre, que no es ajeno a la construcción de cada
vencial. forma recreada o recreante de convivencia. Formas de un estar juntos
que no sea apariencia.
100 | Calibán - RLP, 20(1), 94-103 - 2022 ¿Cómo haremos para vivir juntos O sobre un “decir” del futuro, Gustavo Sogliano | 101
Quizás más paradójica aun sea en el espacio del encuadre virtual. La imagen de alguna mane- Abstract
ra niega la dimensión corporal. ¿Se inhibe así el despliegue transferencial? ¿La distancia virtual es
This article tries to approach the question that Calibán proposes for this
un riesgo diluyente del análisis? Aún es pronto para responder; me inclino a pensar que depende
issue. It is proposed to make a link, a provisional perspective between the
de cada encuentro.
social bond and the analytical function. Open dialogue and approaches to
Y, en lo social, ¿el requerimiento de distancia diluye el encuentro o lo puede sostener? Recor-
the subject, transit through different uncertainties and questions. What is
dando a don A. Yupanqui en “A qué le llaman distancia”, la distancia no es la que impide o habilita
being together? Is it possible to be together? How many are its meanings?
los modos de estar juntos.
What is its dimension? The possibility of transmitting a response that
En La expulsión de lo distinto, Byung-Chul Han (2017) plantea un futuro en el que, frente
opens up the dimension of the future is questioned. The future is a direct
a la posible ausencia o carencia de alguien que escuche, se producirá el surgimiento de una
sequence of a past and present. The current socio-political and cultural
profesión a la que denomina “oyente” y que plantea como respuesta emergente ante una
perspective adds new questions regarding the human possibility of “toge-
sociedad progresivamente narcisista y, por consiguiente, orientada a la búsqueda de una
ther”. Aspects already highlighted by Freud in The Future of an Illusion.
apariencia de poder o disfrute, en los distintos sentidos que le demos. Agrega que hay en
From the psychoanalytic function, the search for an ethical position, in
cada posibilidad de escucha una actividad en la que el otro se aloja. Cercana, entonces, a la
transference, will be giving an account of otherness and difference. Legiti-
construcción del espacio psicoanalítico, establece la escucha como búsqueda y posibilidad
mization that returns to the subject in a moebian movement, from a so-
de una forma de estar juntos, que a la vez es, y de manera contradictoria, excluyente de todos
ciety that establishes ethical conditions. This is the space or atmosphere
los otros a los que no está accesible el otro que escucha… o el análisis.
of our work -both in the individual and plural work scenarios, which
Surgirán preguntas y distintas opciones de respuestas. Ambas guardan o sostienen una
arises from a psychoanalysis that accounts for these concepts, in a social
forma de relación con nuestro posicionamiento en el que provisionalmente se entreteje el deseo
evolution. Beyond, the limited or delimited dimension, the uncertainty
en nuestro quehacer. La transmisión de una posición ética es trabajo psíquico, tanto en la dimen-
of the daily what-to-do, conditions, but does not deny an orientation.
sión del análisis singular como en el trabajo en cada comunidad, en cada espacio donde es posible
Where illusion was, reason must come, but there can be no reason wi-
“irradiar”5 escucha psicoanalítica. Más allá de la dimensión limitada o acotada, la incerteza del
thout illusion, the illusion of a future that shows a possibility.
quehacer cotidiano condiciona, pero no niega una orientación. Donde ilusión era, razón debe ad-
Keywords: Uncertainty, Illusion, Ethics, Drive, Alterity, Transfer.
venir, pero no puede haber razón desprovista de ilusión, la ilusión de un porvenir que dé cuenta
Candidates to keywords: Inequality, Difference.
de una posibilidad.
Resumen Referencias
El presente artículo intenta aproximarse a la pregunta que propone Calibán para este número. Se Bleichmar, S. (2016). La construcción del sujeto ético (vol. 1-2). Paidós. (Trabajo original publicado en
2006).
propone realizar un enlace, una perspectiva provisoria entre lazo social y función analítica. Abrir Calvino, I. (2002). Las ciudades invisibles. Siruela. (Trabajo original publicado en 1972).
diálogo y aproximaciones al tema, tránsito por diferentes incertidumbres e interrogantes. ¿Qué es Castel, R. (2015). La inseguridad social: ¿Qué es estar protegido? Manantial. (Trabajo original publicado
en 2003).
estar juntos? ¿Es posible estar juntos? ¿Cuántas son sus significaciones? ¿Cuál es su acotación? Se Han, B.-C. (2017). La expulsión de lo distinto. Herder.
cuestiona la posibilidad de trasmitir una respuesta que abra a la dimensión del futuro. El futuro Freud, S. (1991). Tótem y tabú. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 13, pp. 1-167). Amo-
rrortu. (Trabajo original publicado en 1913 [1912-1913]).
es secuencia directa de un pasado y presente. La perspectiva sociopolítica y cultural actual agrega Freud, S. (2004a). Dostoievski y el parricidio. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 21, pp.
nuevas interrogantes a propósito de la posibilidad humana del “juntos”, aspectos ya puestos de 171-194). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1928 [1927]).
Freud, S. (2004b). El malestar en la cultura. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 21, pp.
manifiesto por Freud en El porvenir de una ilusión. Desde la función psicoanalítica, la búsqueda 57-140). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1930 [1929]).
de un posicionamiento ético en transferencia estará dando cuenta de alteridad y diferencia, legi- Freud, S. (2004c). El porvenir de una ilusión. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 21, pp.
1-56). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1928 [1927]).
timización que retorne al sujeto en un movimiento moebiano, desde una sociedad que establezca
Lévinas, E. (1993). Entre nosotros: Ensayos para pensar en otro. Pre-Textos.
condiciones éticas. Este es el espacio o la atmósfera de nuestro trabajo ‒tanto en el escenario de Lijtenstein, M. (1984). La soledad del psicoanalista. Revista Uruguaya de Psicoanálisis, 62, 96-102.
trabajo individual como plural, el que surge de un psicoanálisis que dé cuenta de estos conceptos, Yupanqui, A. (1960). A qué le llaman distancia. En A. Yupanqui, A qué le llaman distancia [LP]. Odeon.
en un devenir social‒. Más allá de la dimensión limitada o acotada, la incerteza del quehacer co- Recibido: 15/7/2021 Aprobado: 10/12/2021
tidiano condiciona, pero no niega una orientación. Donde ilusión era, razón debe advenir, pero
no puede haber razón sin ilusión, la ilusión de un porvenir que dé cuenta de una posibilidad.
Descriptores: Incertidumbre, Ilusión, Ética, Pulsión, Alteridad, Transferencia. Candidatos a
descriptores: Desigualdad, Diferencia.
102 | Calibán - RLP, 20(1), 94-103 - 2022 ¿Cómo haremos para vivir juntos O sobre un “decir” del futuro, Gustavo Sogliano | 103
la consiguiente aparición de síntomas. ¿Estamos hablando de nuevos
síntomas o de subjetividades contemporáneas?
Cíclicamente nos preguntamos en los espacios científicos sobre la
Calibán - Claudia María Tapia Muñiz*
RLP, 20(1), vigencia del psicoanálisis. Pienso que el psicoanálisis está llamado a res-
104-119
2022
El malestar en la cultura y las ponder desde una perspectiva que contemple la dimensión social de la
subjetividad, manteniendo de manera seria el compromiso de ocupar
un lugar importante como interlocutor válido dentro de los grandes
subjetividades contemporáneas: discursos, teorías y ciencias humanas. Y esto además responde a una
necesidad de los mismos psicoanalistas, puesto que diariamente nos ve-
La apuesta del psicoanálisis** mos interpelados en la intimidad del consultorio, como analistas, por
nuestros pacientes, y como analistas en tanto personas también inmer-
sas en la cultura.
104 | Calibán - RLP, 20(1), 104-119 - 2022 El malestar en la cultura y las subjetividades contemporáneas: La apuesta del psicoanálisis, Claudia María Tapia Muñiz | 105
El hombre se ha convertido en una suerte de dios-prótesis, por así
citado en Zito Lema, 1976/1993, p. 107). Entiendo que así ubica la constitución de la subjetividad
decir, verdaderamente grandioso cuando se coloca todos sus órganos
en una dimensión interaccional simbólica.
auxiliares; pero estos no se han integrado con él, y en ocasiones le
dan todavía mucho trabajo. Es cierto que tiene derecho a consolarse
2. El malestar en la cultura contemporánea
pensando que ese desarrollo no ha concluido en el año 1931 d. C.
Freud (1930/1992a) ubicó tres fuentes del sufrimiento humano: la hiperpotencia de la naturale- Épocas futuras traerán consigo nuevos progresos, acaso de magnitud
za, la fragilidad de nuestro cuerpo y nuestra incapacidad de regular nuestras relaciones (familia, inimaginable, en este ámbito de la cultura, y no harán sino aumentar
Estado y sociedad). Todas resultan irrefutables y, en mayor o menor medida, ajenas al control del la semejanza con un dios. Ahora bien, en interés de nuestra indaga-
hombre. Me llama especialmente la atención el fracaso de las instituciones y organizaciones en lo ción no debemos olvidar que el ser humano de nuestros días no se
que se refiere al bienestar común. ¿Debe ser que también ahí hallamos la injerencia innegable de siente feliz en su semejanza con un dios. (pp. 90-91)
nuestra constitución psíquica?
Así mismo, describió diversos caminos para la evitación del displacer y atemperar el malestar. Es importante discriminar que los avances de la tecnología no son el
Entre ellos está la posibilidad del extrañamiento y el alejamiento del mundo exterior, el recurso problema en sí, sino el uso y el lugar que ocupan en el intercambio hu-
a las sustancias tóxicas, y destaca la neurosis, que al menos le promete al hombre satisfacciones mano. Lacan (1975/1992) se refiere a los objetos letosas (condensación
sustitutivas. en francés entre objetos y ventosas), haciendo referencia a la no relación
Lo que propone Freud sin duda es vigente. Sin embargo, hay complejidades que adquieren con otro, sino con objetos de goce que “engordan” el narcisismo a con-
consistencia al pensarlas epocalmente. Aquí es cuando vale la pena plantearnos si el psicoanálisis dición de “chuparlo” como sujeto.
puede ser contemporáneo. En la línea de las ideas de Agamben (2011), podemos plantear que en Milmaniene (2014) describió ciertas tendencias de la subjetividad
psicoanálisis se puede ser verdaderamente contemporáneo señalando las oscuridades de la épo- de la sociedad postmoderna, caracterizándola con tres características
ca. Al diferenciar lo actual y lo contemporáneo, se nos abre un horizonte operativo a la función de importantes:
la escucha del analista: lo contemporáneo asociado a una condición de desfasaje/anacronismo en 1. La declinación del padre de la ley. Describe una propensión a la
relación con la actualidad de la moda. Dado que la mirada del analista no quedaría enceguecida ausencia de figuras paternas consistentes, que impongan un límite sub-
por los brillos de la época, conserva su disposición para registrar las oscuridades particulares de jetivante, ordenen el caos pulsional y propicien la salida exogámica.
la época, ecos del malestar humano (Cabral, 2017). 2. La exclusión de las cosas del amor. Tendencia de los sujetos a evitar
Una manera de señalar las opacidades de la época es anotando y reflexionando sobre los esce- el registro de la falta, inherente al campo desiderativo, refugiándose en
narios y modelos de intercambio, el tipo de subjetividades y modos de goce. Parte del escenario los goces solitarios.
que involucra la modernidad es la oferta de los aparatos de la ciencia y el brillo de la tecnología. 3. La supresión de la dimensión de la falta. A través de la oferta de ob-
¿Qué uso y qué lugar le estamos dando a los objetos tecnológicos en el intercambio social? jetos de consumo que estimulan y reciclan la apetencia de goce, se tien-
He observado que hoy en día se designa nativos tecnológicos a las generaciones que nacen en de a suprimir el “dolor de existir”, inherente a la dimensión de la falta. /
entornos en los que está totalmente inserta la utilización de la tecnología. A principios de 2010 Considero que estas características están íntimamente relacionadas
se realizó una experiencia en la que colocaban objetos típicos de la generación anterior (VHS, con el dolor intrínseco de vivir vinculado al atravesamiento de la castra-
Betamax, discos de vinilo) ante niños, y ellos, a pesar de contar con todas las herramientas para ción. Retomo entonces el malestar en la cultura y los diversos métodos
explorar, no lograban entender para qué servían esos objetos. Podemos desprender de esta ex- para buscar el placer y evitar el sufrimiento. ¿Podríamos equiparar el
periencia que hay una ruptura generacional marcada por la inclusión de las tecnologías en la alejamiento y desinterés por el mundo externo o el empleo de las dro-
vida cotidiana. Y de esta manera ha quedado demarcada una manera de acceder al mundo y de gas con la utilización de la tecnología para eludir el malestar? La res-
relacionarse con otros. puesta no la encontraríamos enumerando o ampliando los caminos ya
Quiero rescatar una experiencia de la vida cotidiana. Unos amigos vienen a casa a cenar, y su hija descriptos por Freud, sino prestando atención al modo de intercambio
de un año deambula por el living. Reclama para que los adultos la atiendan, pero, al no recibir atención que se impone. Vemos una tendencia fuerte de los sujetos que quedan
exclusiva, se dirige a la pantalla de televisión. Al ver la pantalla frente a sí, en un nivel que más o menos capturados en la alienación consumista, intentando tapar los dolores
coincide con su altura, reacciona deslizando sus dedos sobre la pantalla, con la intención de elegir un existenciales ligados a la castración con objetos de consumo, que exa-
video (seguramente asociando el uso táctil de una tablet con la pantalla de la televisión). Pero al ver cerban la misma falta que pretenden taponar. Podemos delimitar lo que
que el aparato no le responde, se enoja y despliega una rabieta. Pienso que ella tiene naturalizada una podríamos llamar subjetividades producto de un discurso imperante.
manera de interactuar con el mundo, donde el aparato funcionaría como apaciguador de la frustra- Dice Sibilia (2005/2006) que incluso los conceptos de saber y de te-
ción por la espera y una extensión de su cuerpo destinado a satisfacer sus demandas. ner se han modificado con los criterios capitalistas, acomodándose en
Ya Freud en 1930 nos ofrecía una explicación para esto: esta sociedad de control en la que estamos inmersos… El nuevo capita-
lismo lanza y relanza nuevas subjetividades; los modos de ser constitu-
106 | Calibán - RLP, 20(1), 104-119 - 2022 El malestar en la cultura y las subjetividades contemporáneas: La apuesta del psicoanálisis, Claudia María Tapia Muñiz | 107
yen mercancías muy especiales alimentando un consumo de aceleración constante, vinculados Entonces, tenemos:
a cambios volátiles del mercado. El propio consumidor pasa a ser un producto de venta con su
identidad digital, siendo un producto comprado y vendido en todos los casos (pp. 33-35). a. Discurso del amo. Es el discurso del inconsciente. Viene a ser “el
discurso matriz”, pues a partir del mismo se generan los otros discursos,
rotando sus elementos. Aquí el lugar del agente es ocupado por S1, que
A. El lazo social y los discursos: El discurso capitalista hace referencia al amo antiguo. El significante amo (S1) representa al
sujeto para otro significante (S1), pero este trabajo significante produce
Toda formación humana tiene como esencia y no como accidente, la de refrenar el goce. La cosa
al objeto a como excedente. El saber en cuestión es un “saber hacer”
se nos aparece así de desnuda, y no ya bajo esos prismas o lentes que se llaman religión, filoso-
artesanal que puede articularse como episteme y ser transmisible. Al
fía, o incluso hedonismo, pues el principio del placer es precisamente el freno del goce.
amo no le interesa saber, sino que la cosa funcione, no se hace preguntas
Lacan, discurso de clausura de las Jornadas sobre la psicosis en el niño
(tiene el saber del esclavo) y aspira a que el saber haga totalidad.
108 | Calibán - RLP, 20(1), 104-119 - 2022 El malestar en la cultura y las subjetividades contemporáneas: La apuesta del psicoanálisis, Claudia María Tapia Muñiz | 109
d. Discurso universitario. En el lugar del agente está el saber. El saber (S2) “ha ido a parar al Lacan (1972/13 de marzo de 2006) lo describe como un discurso
lugar del orden, del mando, al lugar ocupado en un principio por el amo” (Lacan, 1975/1992, p. “locamente astuto, pero destinado a estallar” (párr. 190). La locura que
55). No alude necesariamente al discurso de una institución de enseñanza o de un integrante de menciona no estaría relacionada con una identificación imaginaria,
la misma, sino a un vínculo social que se estructura desde el saber, donde podemos diferenciar sino con la relación directa con la satisfacción (lo que nos habla de las
que no es lo mismo el amor al saber que el deseo de saber. dificultades para establecer transferencias verídicas). Por un lado, los
objetos ofrecidos nunca terminan de satisfacer y caducan rápidamen-
te, entonces aparece el desamparo (la depresión encabeza el ranking de
S2 → a
enfermedades). Y, por otro lado, pareciera como que un objeto tendría
‒‒‒ ‒‒‒ que satisfacer a todos por igual, borrando las diferencias (Ons, 2012).
S //
1 S/ Si en la época victoriana el psicoanálisis cuestionó la pretensión de
igualación de los ideales en sus ambiciones hegemónicas, hoy también
le compete realizar ese cuestionamiento respecto a las perspectivas que
Todo sujeto capaz de emitir un discurso rota necesariamente por los cuatro, ya que no hay
intentan homogeneizar los goces.
modo de vivir sostenido en uno solo de ellos. Así mismo, es importante anotar que cada uno
Soler (2007) se pregunta qué lugar le asigna el capitalismo contem-
de ellos guarda en su combinatoria una imposibilidad específica: el discurso del amo nos habla
poráneo al hombre y la mujer postmodernos:
de lo imposible de gobernar; el discurso de la histérica, o discurso del analizante, habla sobre lo
imposible de hacer desear; el universitario, sobre lo imposible de educar; el del analista, sobre
lo imposible de analizar. Se trata de asumir, por ejemplo, en el caso del discurso del amo, que se Un lugar muy poco sexuado. Si bien pareciera que vivimos en una
puede gobernar, no sin un resto, porque no se puede gobernar todo lo real, que es lo imposible de época de liberación sexual, el trasfondo es en realidad el empobreci-
simbolizar. Siempre hay una pérdida. miento de la vida sexuada de cada uno. Incluso por imperativos de
Es distinto el caso del llamado discurso capitalista, introducido por Lacan en una conferencia cómo tiene que ser la sexualidad de cada uno. Antes que seres sexua-
en la Universidad de Milán, en 1972, aunque no lo desarrolló como los cuatro discursos que le dos, el hombre y la mujer son seres consumidores de sexualidad, ya
preceden. Si los cuatro discursos se producen a partir de rotaciones en torno al discurso del amo, que deja por fuera la pregunta por su posición sexuada.
en el discurso capitalista el significante amo y el sujeto dividido intercambian sus lugares, y queda
este último como agente, y el amo como verdad.
B. El consumo y las modalidades de goce
Es así que, para enmendar el tiempo libre, tenemos lo que hoy llamamos
S/ S2 el mercado del entretenimiento (Netflix, Playstation, Facebook, etc.). Y,
↓ ‒‒‒ ↓↓ ‒‒‒ ↓ a la par, aparece el mercado del aburrimiento, que ofrece múltiples fár-
macos, drogas y apps, puesto que la sociedad actual siempre está ofer-
S1 // a
tando algo. Las plataformas y compañías de entretenimiento eligen qué
contenidos producir basándose en algoritmos. Esto quiere decir que el
También es determinante el circuito circular que se arma: desaparece la relación entre el producto ofertado
S/ está diseñado para un grupo particular de personas
agente y el Otro, y si en los otros discursos la verdad quedaba siempre fuera de circuito, ahora se que comparten preferencias específicas ya estudiadas. De esta manera,
encuentra regida por el sujeto. el mercado no responde a los deseos y necesidades de las personas, sino
Además, si cada discurso se define como una forma de lazo social (de acuerdo a las “parejas”), que nos dice qué necesitamos y qué debemos desear. Esto es importan-
aquí lo que se afirma es una relación con el objeto de la satisfacción, lo que hace que el lazo social te, puesto que se presenta bajo el efecto de imperativos de goce. En las
quede excluido. Es por ello que puede decirse que el discurso capitalista no es propiamente un series de televisión pasa todo lo que la fantasía perversa elabora, pero
discurso. no nos atrevemos a ejecutar. Cabe señalar, en este punto, que la fantasía
Si cada discurso, en definitiva, era un modo de hacer algo con el goce, el discurso capitalista ha ido cediendo su función activa productora de escenas fantasmáticas.
desemboca en un goce desregulado. Muestra con claridad un circuito donde está ausente el límite, ¿Qué lugar le ha quedado reservado a las ensoñaciones diurnas y al fan-
alguna barrera al imperativo de gozar dictado por el superyó. taseo como instancia privada para procesar la frustración?
A diferencia de los otros discursos, este no hace lazo social, puesto que no son las palabras las El sujeto termina atrapado entre la necesidad y la satisfacción mo-
que median entre un sujeto y otro. Permite grandes reuniones, conexiones, pero en sí mismo el mentánea, de objeto en objeto, con el fin de zurcir el sufrimiento ante
resultado es conectar cada individuo productor-consumidor con los objetos que el capitalismo la castración. En las redes sociales todo está a la vista, se muestra lo que
fabrica. se come, lo que se hace, dónde uno está. Por ello, la reserva es un valor
110 | Calibán - RLP, 20(1), 104-119 - 2022 El malestar en la cultura y las subjetividades contemporáneas: La apuesta del psicoanálisis, Claudia María Tapia Muñiz | 111
desechable. Y con ella va de la mano la desaparición de la vergüenza como uno de los síntomas de Un ejemplo claro de ello es el imperativo de mostrar en tiempo real a
la actualidad, asociado a la muerte de la mirada de Dios (Miller, citado en Ons, 2012). El capita- los seguidores de las redes sociales lo que se logra, qué lugares se visita,
lismo trae el imperativo de decir todo y mostrar todo. A contramano, encontramos la vergüenza qué se come, con quién se está, etc. Las redes sociales no son herra-
como guardiana de una reserva, preserva lo íntimo, hace límite. Podemos preguntarnos si, cuan- mientas que dan más libertad, sino un espacio en el que, a medida que
do ella se borra, no queda eliminado de alguna manera el otro en su diferencia. se exhibe más, el sujeto podría consumirse intentando mostrar aun más.
Freud (1905/1992f) citó la vergüenza y el pudor como diques tempranos, topes a la satisfac- La máxima visibilidad se torna un imperativo, puesto que “todo lo que
ción pulsional. Ambas serían formas de reprimir que algo no sea dicho o velado para que un resto no está prohibido se vuelve obligatorio” (Lacan, 1966/2003, p. 599), y es
pueda ser mostrado por una vía que no sea la del imperativo. a través de una inducción imaginaria (Soler, 2007) que se amplifica su
Por un lado, la sociedad exige que los individuos se conviertan en consumidores responsables, efecto a niveles de masa: basta con ver a uno que aprovecha algo, para
gestores de su vida, y por el otro funciona como un agente “infantilizador” del sujeto. Los viejos que los demás crean que también lo deben aprovechar.
quieren parecer jóvenes y los jóvenes adultos se niegan a envejecer. El propósito crucial del consu- Intentaré puntualizar algunos imperativos epocales que acechan a los
mo no es satisfacer necesidades, sino convertir al consumidor en producto. sujetos de la cultura:
Debord (1967/1995) pensó algo que es fundamental en esta época: ubicó un nuevo valor que ya no • Ser feliz. La felicidad como deber, desligada del campo desidera-
es el ser ni el tener, sino el aparecer. De ahí la importancia mediática y el afán por aparecer a cualquier tivo y más ligada al ideal del yo. Se aspira a la felicidad como un estado
precio y de cualquier manera (“modificación” del cogito cartesiano: soy visto; luego, existo). Vivimos estable o, en el peor de los casos, permanente. Dice Freud (1930/1992a):
en la sociedad de la exposición (Chul Han, 2012/2017). Lo que caracteriza a la modernidad es el em- “Si una situación anhelada por el principio del placer perdura, en nin-
pleo del propio cuerpo al servicio del mundo como imagen y su representación como una máquina. gún caso se obtiene más que un sentimiento ligero de bienestar; estamos
Tal es así que, en el campo de las neurociencias, encontramos la analogía del funcionamiento mental organizados de tal modo que sólo podemos gozar con intensidad el con-
a la de una computadora. O cuando se quiere dar cuenta de un estado de excitabilidad, se dice que traste, y muy poco el estado” (p. 76).
alguien está “eléctrico”, aludiendo a un cuerpo que no parece humano. También cuando se habla de • Ser original/ocurrente. Exigencias al servicio de una imagen de sí
“máximo rendimiento” o se dice que “es una máquina”. Y avocarse a algo con energía es tener “pilas”. mismo como hombre-máquina, productor de objetos que capturen la
O dejar caer la demanda de otro significa que uno “se colgó”. atención de un público. Culto a la novedad.
Pienso en el bombardeo de publicidad, la sobreexposición estimular, tanto en el campo de lo • Ser transparente, mostrar. Se requiere una administración comple-
privado como en la vida de relación. Ya, en 1669, Blaise Pascal anticipaba en su obra Pensamientos ja: por un lado, se tiene que mostrar para cultivar y mostrar la imagen.
las precisiones de Freud en el Proyecto (1950 [1895]/1992c). Nos explica que, en el extremo de la Y, por otro lado, está el riesgo de que esa mirada ajena no devuelva ad-
exposición estimular, se produce un alejamiento del campo sensible que podríamos ubicar como miración, sino rechazo. En el tránsito del estadio del espejo, la mirada
puro goce. Dice: que devuelve el otro se transforma rápidamente en fuente de rechazo.
• Ser/parecer. Parecer es más importante que ser. En siglos anterio-
Nuestros sentidos no se dan cuenta de nada extremo: demasiado ruido, ensordece; demasiada luz, ofus- res el valor estaba ubicado en el mundo interno.
ca; […] demasiada verdad, nos pasma… No sentimos ni el calor extremo, ni el frío extremo. Las cuali- • Ser delgado. Un imperativo conducido por imágenes que nos ha-
dades excesivas nos son enemigas, y no sensibles, no las sentimos ya, las padecemos. (p. 65) blan de un ideal del yo consumido, desprovisto de sexualidad.
• Ser rápido. Por un lado, el empleo del tiempo bajo una lógica redi-
c. Los imperativos epocales del superyó tuable es hacer honor al rendimiento capitalista. Por otro lado, si alguien
emplea tiempo en pensar en algo, rápidamente ello otorga un significa-
Desvalimiento, lenguaje y dependencia del Otro sientan las bases del superyó, que, íntimo y ex-
do definitorio para el pensador: si cambia mucho de ánimo, es bipolar;
tranjero, hace oír sus voces más imperativas e insensatas. Dice Gerez Ambertin (1999): “se trata
si soñó con una relación homosexual, entonces es gay; si fantaseó con
del imperativo a gozar que, cómplice de lo peor del padre precipita al fracaso y aniquilamiento”
huir, entonces no es feliz donde está.
(p. 11). El superyó, devenido imperativo, gobierna y ordena irracionalmente.
La ausencia de límite da cuenta de la carencia de barreras que regu-
La declinación del padre de la ley y de los ideales ‒mencionado anteriormente como una de las
len los imperativos del superyó. El utilitarismo y ubicar al otro como un
características de la sociedad postmoderna‒ tiene consecuencias. Nos dice Freud (1930/1992a):
objeto de consumo imposibilita el lazo amoroso, donde el empleo del
“el padre desmedidamente blando e indulgente ocasionará en el niño la formación de un superyó
tiempo tiene que ser algo capitalizable. Por ejemplo, pienso en X, una
hipersevero, porque ese niño, bajo la impresión del amor que recibe, no tiene otra salida para la
paciente joven que vino al análisis a poder perder.
agresión que volcarla hacia adentro” (p. 126). El superyó contemporáneo comanda los impera-
Paciente: “Vine acá a perder el tiempo…, a relajarme, a tomar siesta,
tivos del deber gozar al servicio de la pulsión no regulada. Es así que el deber queda desligado de
ir a la plaza…”. Está saliendo con J, y piensa que no vale la pena recla-
los valores e ideales, entonces el imperativo se convierte en una demanda de realización en el
marle cuando la deja plantada porque no espera una pareja constituida
presente, sin posibilidad de espera.
con él. Con él pasea, toma la merienda, sale con gente de su edad. Se
cuestiona por los sentimientos:
112 | Calibán - RLP, 20(1), 104-119 - 2022 El malestar en la cultura y las subjetividades contemporáneas: La apuesta del psicoanálisis, Claudia María Tapia Muñiz | 113
de propia miseria, sin preocuparse porque lo comprendan, produce un
Siempre fui muy limitada con los sentimientos..., los sentimientos porque sí. Siempre pensé que los sen- efecto. Lo que diferencia al analista del santo es que, si el analista sus-
timientos tenían que ser por algo, que tienen que tener un por qué… Porque ese chico es lindo, porque pende la utilidad del encuentro para sí, es con el fin de autorizarse en el
me hace crecer, porque me puedo proyectar con él. ¡Los sentimientos se sienten, nada más! deseo del analista, que le posibilita la escucha en transferencia. Además,
el santo será canonizado a su muerte, en cambio el analista no tendría
tan fácilmente esa oportunidad.
Si hay algo que el discurso capitalista erradica es una figura donde se puede amar porque sí,
Es el analizante quien hace al analista, en el sentido de confirmarlo o
y no solamente porque implica una ganancia objetivable. La función del obstáculo es elevar al
no en su lugar. O sea, en el a posteriori de una praxis en la que vale el solo
objeto con el fin de que lo imposible se transforme en lo prohibido. Así, el obstáculo, la imposi-
después, muy diferente del acopio de información, saberes anticipados y
bilidad y la pérdida cumplen una función de límite, y remiten al atravesamiento de la castración.
garantizados, ideales de la tecnociencia y el capitalismo.
Esta posición subjetiva, este modo de no-lazo social que configura el discurso capitalista, no es
Soler (2007) responde, en relación con la utilidad:
un síntoma en sí. Son modalidades de relación que tienen diferentes presentaciones sintomáticas
en los motivos de consulta: depresión, desorientación vocacional, ataque de pánico, búsqueda de
Entiendo al analista como el desecho de la operación, en tanto ese
pareja, psicosomatosis, ausencia de deseo sexual, trastornos de la alimentación, drogas… Muchas
beneficio no se devuelve del lado de su nombre. Y en realidad creo
de ellas se refieren a un superyó que insta a consumir o un sujeto que encuentra su libido consu-
que eso, quizás, es más insoportable ahora que 50 o 100 años atrás.
mida al servicio de los ideales epocales.
Quiero decir, más insoportable en el régimen del discurso capitalis-
La apuesta sería hacer de ello un síntoma para ser pensado en análisis. ¿Puede el psicoanálisis
ta actual. Porque no debemos olvidar… que los analistas pertene-
facilitar propiciar este pasaje?
cen (también) al conjunto del discurso capitalista; y que caen de la
misma manera, bajo la presión de los valores del discurso capitalis-
ta… ¡Éxito en todo! profesional, amoroso, familiar, competitividad,
3. La apuesta del psicoanálisis
lucha para mostrarse, lograr aparecer en las pantallas de televisión,
en los medios… Y los analistas están bajo el mismo empuje (de un
A. La utilidad del psicoanálisis
discurso sin trascendencia que no sobrepasa los objetivos indivi-
Pienso que es una marca de nuestra época preguntarnos por la utilidad de las cosas. En relación
duales)… Quizá eso explique un poco la propensión actual… Creo
con el psicoanálisis, encontramos por lo menos dos posiciones desde las que podríamos pregun-
que el beneficio no es para el psicoanálisis. (p. 235)
tarnos por su utilidad.
En principio, tenemos a un paciente que consulta con la expectativa de aliviar un padecimien-
El beneficio seguramente está del lado del analizante, más allá de la
to. Sin embargo, una respuesta del psicoanálisis enfocada desde la utilidad es un terreno riesgoso;
cura de los síntomas, claramente. Si bien Freud advirtió sobre el furor
al menos, la utilidad inmediata e inocente. En cambio, es frecuente encontrar técnicas psicote-
curandis, el psicoanálisis nunca se desentendió del tema de su efectivi-
rapéuticas que responden directamente a la demanda del consultante, implican más al cuerpo
dad. Una efectividad comprometida con la entrada en análisis propia-
en sesión, van directo al motivo de consulta o incluso en las que el paciente no se va de la sesión
mente dicha, con un sujeto implicándose en el proceso y asumiendo
angustiado. Y es curioso que a medida que estas prácticas toman ciertos conceptos del psicoa-
su responsabilidad con el síntoma. Esto no se condice con la ética del
nálisis para fundamentarse, ganan mayor credibilidad (terapia de vidas pasadas, constelaciones
discurso capitalista.
familiares, la astrología de hoy incluye términos ligados al psicoanálisis, etc.). El psicoanálisis
falla de entrada ante esta demanda, la inmediata e inocente.
Por otro lado, si pensamos que existe un analista en tanto hay un paciente en transferencia, B. Psicoanálisis como acto subversivo
uno tendría que pensar que personalmente no debiera servirle al analista. Mucho menos en la di- El psicoanálisis es un acto contracultural y subversivo, solo por el hecho
mensión de su narcisismo, puesto que se trata de una relación particular que desde el inicio aspira de que no es un acto capitalizable en el sentido de la acumulación (de
a su disolución. Es una de las profesiones imposibles, no solo porque ‒parafraseando a Freud‒ “se información, de entendimiento, de cosas, de adaptación, de bienestar).
puede dar anticipadamente por cierta la insuficiencia del resultado”, sino también porque, en el Creo que, si el psicoanálisis sirve para algo, es para humanizar, restitu-
mejor de los casos, al final el analista quedará desprovisto tanto de la mirada idealizante de su yendo la palabra, frustrando (en el mejor de los sentidos) y posibilitando
paciente como de depositario de un saber. Al final, no le quedaría nada al analista. la elaboración simbólica.
Lejos de proponer al analista como un “buenudo”, en Psicoanálisis: Radiofonía & televisión En cada época imperan ideales sociales que los sujetos deben cum-
Lacan (1970/1993) equipara analista y santo en cierto sentido. El santo tiene un deseo propio, plir, y el síntoma vendría a ser el reverso de los mismos. Entonces pode-
por fuera de la Iglesia. Tiene un rasgo de desapego respecto de los valores de goce de su tiempo, y mos pensar en el síntoma como todo aquello que hace que algún tipo de
en cambio se ocupa obstinadamente de su relación con el Otro divino. Él hace, y desde un lugar ideal fracase, que interviene, tanto en el plano de lo individual como en
el plano de lo colectivo.
114 | Calibán - RLP, 20(1), 104-119 - 2022 El malestar en la cultura y las subjetividades contemporáneas: La apuesta del psicoanálisis, Claudia María Tapia Muñiz | 115
En el capítulo anterior decía que el propósito crucial del consumo no es satisfacer necesidades, más cercano a un convencimiento que proviene del exterior, como con-
sino convertir al consumidor en producto. Por lo tanto, no ser mercancía ofertable es no pertenecer secuencia, de una voluntad ajena, como en el periodismo o la ciencia...,
a esa lógica. Y es por ello que, como respuesta a la decepción por no poder cumplir con estas exi- en consonancia con la sugestión.
gencias, vemos con frecuencia la aparición de estados depresivos y desvalorización. La convicción freudiana se produce desde uno acerca del afuera, como
El psicoanálisis es la cura por la palabra, ayuda a asumir el costo de vivir. Una práctica donde lo in- resultado de un trabajo. La noción de trabajo en Freud la podemos ano-
tangible, que es la palabra, adquiere materialidad y abandona su condición de objeto de consumo para tar en “trabajo del sueño”, “trabajo del análisis”, “trabajo asociativo”, “tra-
convertirse en un objeto de intercambio. El psicoanálisis fundamentalmente propicia que el sujeto haga bajo de interpretación”… Siempre alude a proceso, recorrido, camino;
algo diferente con su malestar, habilitando que el goce del síntoma sea canalizado de una manera distinta. que no es llevado a cabo por alguien, sino en alguien.
También puede resolver y suprimir el síntoma, pero no como objetivo sino por añadidura. El analista no es un espectador, no da testimonio de “hechos”, sino
Freud (1890/1992e) desde el inicio de su obra lo planteó así: del modo en el que logró obtener su propia convicción. Una prueba que
no deja afuera al sujeto, puesto que el sujeto es indisociable del lugar de
Ahora empezamos a comprender el “ensalmo” de la palabra. Las palabras son, sin duda, los prin- testigo de la emergencia de lo inconsciente, o sea, el Zeuge en el alemán
cipales mediadores del influjo que un hombre pretende ejercer sobre los otros; las palabras son de Freud. Y esta convicción, así como la cura, se produce por añadidura.
buenos medios para provocar alteraciones anímicas en aquel a quien van dirigidas y por eso ya no Cito a Freud (1916/1991b):
suena enigmático aseverar que el ensalmo de la palabra puede eliminar fenómenos patológicos,
tanto más aquellos que, a su vez, tienen su raíz en estados anímicos. (p. 124)
El convencimiento no se alcanza con tanta facilidad, o cuando se ha
llegado a él tan sin esfuerzo, pronto se evidencia falto de valor e in-
C. Las pruebas del psicoanálisis: La convicción freudiana consistente. Sólo puede pretender convencimiento quien, como yo
lo hice, ha trabajado durante muchos años con el mismo material
Entendí que en lo sucesivo pertenecería al número de los que “han turbado el sueño del mundo”… y no
y ha vivido, él mismo, estas experiencias nuevas y sorprendentes...
me estaba permitido esperar objetividad ni benevolencia. Pero como mi convicción sobre la justeza glo-
Ni siquiera a nuestros pacientes les exigimos un acto de convenci-
bal de mis observaciones y de mis inferencias se afirmaba cada vez más, y no eran menores mi confian-
miento o de adhesión al psicoanálisis. (p. 223)
za en mi propio juicio y mi coraje moral, el desenlace de esa situación no podía ser más que uno.
Freud, Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico
Lo que Freud nos está diciendo es que el analista, y retomo a la idea
del santo, se ocupa de producir efectos y testigos de lo inconsciente, no
Se ha trabajado mucho sobre la eficacia del psicoanálisis. Sin embargo, no es un tema cerrado, crédulos. Muchas veces se piensa el análisis como un acto de fe en la
puesto que tenemos la responsabilidad de dar cuenta de la clínica y sus efectos. Intuyo más bien que existencia del inconsciente, similar al de un creyente en una religión.
existe un desencuentro entre las respuestas que puede dar el psicoanálisis y las preguntas que las Donde religión alude a un estado de ilusión en el que el neurótico se
ciencias y la sociedad nos exigen. Tanto las pruebas como la efectividad son instancias demandadas resguarda, una posición religiosa. Es creyente de la religión del Otro, en
por la sociedad a las grandes disciplinas de lo humano para dar cuenta de sus efectos. el sentido de sostener la ilusión de un dios no castrado que proveerá am-
Sigamos las reglas del discurso capitalista, que desde una ética utilitarista mide el valor de una paro (Freud, 1927/1992b). En ese sentido, la cura analítica vendría a ser
praxis por la posibilidad de esta de ofrecer pruebas. Pienso en las pruebas que se manejan en el una “educación para la realidad”. Y podríamos agregar “la realidad de la
ámbito periodístico, forense o científico: fotos o videos donde se pueden ver “hechos”. Son prue- castración del Otro”. La desilusión del Otro en la cura analítica estaría de
bas que se captan en el afuera y se presentan para convencer. ¿Cómo podríamos pensar esto en un la mano con la convicción, la caída del sostenimiento en la creencia de
campo donde la premisa es el a posteriori y la fuente de las pruebas es un inconsciente atemporal, que existe una ley superior que organizaría lo Real.
donde no hay contradicción y está poblado de lenguaje simbólico? La convicción freudiana habla, en cambio, de un proceso que se da
La respuesta estaría del lado del término alemán Überzeugung, traducido como “convicción”. desde uno acerca y hacia el afuera. Esa es la prueba que ofrece el psi-
Fue empleado por Freud a lo largo de toda su obra. Nunca obtuvo un estatuto de concepto, a coanálisis, implicando al sujeto como testigo de algo a advenir. A esa
pesar de que la ubicó como la “aptitud ideal” a obtener en el análisis para ser analista (Freud, demanda “inmediata e inocente” el psicoanálisis le responde que no
1937/1991a). vivimos en el orden de la necesidad, porque sería la biología como des-
Es una palabra compuesta, que deriva del sustantivo das Zeug (“las cosas”, “la materia”) o tino, cuando sabemos que lo que verdaderamente demandamos está en
der Zeuge (“el testigo”). El verbo zeugen significa “engendrar, declarar, dar evidencia/testimonio”; otra dimensión.
sería algo así como ser testigo de una evidencia que se genera en uno. Überzeugung vendría a ser el
convencimiento/la convicción que se produce en alguien como consecuencia de un proceso en el
que llega a admitir algo como convincente. En cambio, en castellano el acto de convencer estaría
116 | Calibán - RLP, 20(1), 104-119 - 2022 El malestar en la cultura y las subjetividades contemporáneas: La apuesta del psicoanálisis, Claudia María Tapia Muñiz | 117
Resumen Freud, S. (1991c). Conferencia 23: Los caminos de la formación del síntoma. En J. L. Eche-
verry (trad.), Obras completas (vol. 16). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1917).
Así como la teoría y la praxis psicoanalíticas se fundaron en el cuestionamiento de las normas Freud, S. (1991d). Conferencia 35: En torno de una cosmovisión. En J. L. Echeverry
(trad.), Obras completas (vol. 22). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1933).
morales y sociales imperantes de su época, es tarea de los analistas contemporáneos cuestionar y Freud, S. (1992a). El malestar en la cultura. Amorrortu. En J. L. Echeverry (trad.), Obras
observar tanto los brillos como las opacidades de la cultura a la que pertenecen. completas (vol. 21). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1930).
Freud, S. (1992b). El porvenir de una ilusión. En J. L. Echeverry (trad.), Obras completas
Intento dar una aproximación de lo que tiene el discurso psicoanalítico para decir en este
(vol. 21). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1927).
nuevo contexto cultural, y me inclino a pensar en la conformación de subjetividades sujetas a un Freud, S. (1992c). Proyecto de psicología. Tomo En J. L. Echeverry (trad.), Obras comple-
discurso imperante, en lugar de hablar de nuevos síntomas. A partir de los imperativos epocales tas (vol. 1). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1950 [1895]).
Freud, S. (1992d). Psicología de las masas y análisis del yo. En J. L. Echeverry (trad.), Obras
del superyó, podemos comprender el funcionamiento circular del discurso capitalista, que insta completas (vol. 18). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1921).
a consumir objetos y a objetalizar al otro, un no-lazo social que desemboca en un goce desregu- Freud, S. (1992e). Tratamiento psíquico (tratamiento del alma). En J. L. Echeverry (trad.),
lado, donde está ausente el límite. Obras completas (vol. 1). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1890).
Freud, S. (1992f). Tres ensayos para una teoría sexual. En J. L. Echeverry (trad.), Obras
El psicoanálisis, como un acto contracultural y subversivo sostiene una apuesta: está lla- completas (vol. 7). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1905).
mado a humanizar, restituyendo la palabra, frustrando y posibilitando la elaboración simbó- Gerez Ambertin, M. (1999). Las voces del superyó. Lugar.
Lacan, J. (1992). El seminario de Jacques Lacan, libro 17: El reverso del psicoanálisis. Paidós.
lica. Una experiencia dialógica donde la palabra no es un objeto de consumo, sino un objeto
(Trabajo original publicado en 1975).
de intercambio. Lacan, J. (1993). Psicoanálisis: Radiofonía & televisión. Anagrama. (Trabajo original pub-
Descriptores: Malestar, Cultura, Subjetividad, Consumo, Psicoanálisis. licado en 1970).
Lacan, J. (2003). Escritos 2: La dirección de la cura y los principios de su poder. Siglo XXI.
(Trabajo original publicado en 1966).
Abstract Lacan, J. (13 de marzo de 2006). Traducción de la Conferencia de Lacan en Milán del 12
de mayo de 1972. https://www.elsigma.com/historia-viva/traduccion-de-la-conferencia-
de-lacan-en-milan-del-12-de-mayo-de-1972/9506 (Trabajo original publicado en 1972).
Just as psychoanalytic theory and praxis were founded on the questioning of the Lacan, J. (2007). El seminario de Jacques Lacan, libro 7: La ética del psicoanálisis. Paidós.
prevailing moral and social norms of its time, it is the task of contemporary analysts to (Trabajo original publicado en 1964).
Milmaniene, J. (2014). Iluminaciones freudianas: El psicoanálisis en la sociedad de con-
question and observe both the brightness and the opacities of the culture to which they
sumo. Biblos.
belong. Ons, S. (2012). Comunismo sexual. Paidós.
The article tries to give an approximation of what psychoanalytic discourse has Pascal, B. (2016). Pensamientos. Universitaria. (Trabajo original publicado en 1669).
Roudinesco, E. (2000). ¿Por qué el psicoanálisis? Paidós. (Trabajo original publicado en
to say in this new cultural context, and I am inclined to think about the conformation of 1999).
subjectivities subject to a prevailing discourse, instead of talking about new symptoms. Sibilia, P. (2006). El hombre postorgánico. Fondo de Cultura Económica. (Trabajo original
From the epochal imperatives of the superego we can understand the circular publicado en 2005).
Soler, C. (2007). ¿Qué se espera del psicoanálisis y del psicoanalista? Letra Viva.
functioning of capitalist discourse, which urges to consume objects and objectify the Vegh, I. (1999). Los discursos y la cura. Acme Agalma.
other, a social non-bond that leads to deregulated jouissance, where the limit is absent. Zito Lema, V. (1993). Conversaciones con Enrique Pichon Rivière sobre el arte y la locura.
Cinco. (Trabajo original publicado en 1976).
Psychoanalysis, as a countercultural and subversive act, holds a commitment: it
is called to humanize, restoring the word, frustrating and enabling symbolic elaboration. A dialo-
gic experience where the word is not an object of consumption, but an object of
exchange.
Keywords: Malaise, Culture, Subjectivity, Consumption, Psychoanalysis.
Referencias
Agamben, G. (2011). Desnudez. Barcelona: Anagrama.
Cabral, A. (1997). La ilusión, la creencia y la cura analítica. Revista del Psicoanálisis, 54(1), 7-13.
Cabral, A. (2007). A abordagem freudiana da ilusão e da crença: A posição religiosa e a posição do analista. Revista de
Psicanálise, 14(3), 541-555.
Cabral, A. (2017). El analista contemporáneo. Inédito.
Chul Han, B. (2017). La sociedad de la transparencia. Herder. (Trabajo original publicado en 2012).
Debord, G. (1995). La sociedad del espectáculo. Cuattrocento. (Trabajo original publicado en 1967).
Dufour, D. (2003). El arte de reducir cabezas. Paidós.
Freud, S. (1991a). Análisis terminable e interminable. En J. L. Echeverry (trad.), Obras completas (vol. 23). Amorrortu.
(Trabajo original publicado en 1937).
Freud, S. (1991b). Conferencia 16: Psicoanálisis y psiquiatría. En J. L. Echeverry (trad.), Obras completas (vol. 16).
Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1916).
118 | Calibán - RLP, 20(1), 104-119 - 2022 El malestar en la cultura y las subjetividades contemporáneas: La apuesta del psicoanálisis, Claudia María Tapia Muñiz | 119
El Extranjero
120 | | 121
Calibán -
RLP, 20(1), Christian Laval* Estado y democracia radical que ha surgido la pandemia. Y es en esta ocasión que se
122-129 ha redescubierto una gran “verdad” sociológica: una sociedad es primero solidaridad
2022
¿Habitar o dominar? entre sus miembros. La sociología de Durkheim (1893/2005) ha jugado en este campo
un papel de fundamento científico, ya que es ella la que ha hecho del concepto de soli-
daridad el principio mismo de la vida social. Por solidaridad, los teóricos solidaristas
de fines del siglo XIX, a instancias de Léon Bourgeois (1851-1925), tenían una con-
cepción más amplia: entendían a la vez la interdependencia objetiva de los individuos
La pandemia del coronavirus ha engendrado desesperación y esperanza, en pro-
entre sí desde el nacimiento a la muerte, la deuda moral que cada uno tenía hacia los
porciones variables según países e individuos. Por cierto, el imaginario neoliberal
demás y la forma política que debía tomar la sociedad una vez consciente de los lazos
de la competencia individual y de la empresa de uno mismo mostró una particular
de reciprocidad que vinculaban a los individuos entre sí. Contra el neodarwinismo
inadaptación a la lógica viral, que reposa sobre los mecanismos sociales más elemen-
que reinaba entre muchos miles de intelectuales a fines del siglo XIX, los solidaristas
tales, y sobre todo sobre el vínculo que los humanos mantienen unos con otros. Por
tenían la intuición de que la vida de cada ser humano no era una lucha contra todos los
otra parte, algunos gobernantes se vieron obligados, aunque fuera de mala gana, a
demás por la supervivencia, sino una larga cadena “de lazos de dependencia recíproca,
reconocer que solo la solidaridad social, en ausencia de medicamentos y de vacu-
que lo ligan a sus semejantes, a la raza desde la cual surge, a los otros seres vivos, al
nas, podía detener la extensión de la enfermedad y evitar muertes. Pero hoy se ve
medio terrestre y cósmico” (Bourgeois, 1896/2008, p. 64). Léon Bourgeois escribía en
claramente que ese momento solidarista era excepcional y no correspondía más que
ese sentido: “Así los hombres están, entre ellos, ubicados y retenidos dentro de lazos de
a una urgencia en un momento de sorpresa y estupefacción. Lo habitual retomó el
dependencia recíproca, como lo están todos los seres y todos los cuerpos, sobre todos
mando: una vez más es el liberalismo que se impone, se trate de la competencia por
los puntos del espacio y del tiempo. La ley de solidaridad es universal” (p. 65). Esta ley
las vacunas, de medidas fiscales que favorecen a las empresas o de diversas formas
concierne a todos los aspectos de la vida, el trabajo, los sentimientos, las opiniones.
de refuerzo de la coerción policial y judicial sobre la población. El guion es incluso
La dimensión de la salud no se ignora, todo lo contrario, esta constituye incluso una
demasiado conocido: la crisis sanitaria desemboca en una crisis económica y social,
gran preocupación de la época. Léon Bourgeois agregaba: “[El hombre] vive, y su salud
la cual ofrece a los gobernantes la ocasión de tomar medidas siempre más coerci-
está constantemente amenazada por las enfermedades de otros hombres cuya vida, en
tivas sobre las libertades individuales y colectivas, a veces regresivas en cuestiones
contrapartida, está amenazada por las enfermedades que él mismo contraerá” (p. 64).
de derechos laborales. Lo que pasó tras la crisis financiera mundial de 2008 parece
Es exactamente lo que los teóricos de la salud pública, al mismo momento, van a desa-
reproducirse: la crisis es a la vez un pretexto y un impulso para acentuar la domi-
rrollar. La salud es un asunto colectivo, y es entonces una verdadera política basada en
nación capitalista sobre la sociedad. Pero una sociedad no se reduce a la política
la categoría de solidaridad lo que puede mejorar el estado sanitario de una sociedad.
gubernamental. La cuestión es saber si esta crisis pandémica puede dar nacimiento,
La argumentación de Henri Monod1, director de Asistencia e Higiene públicas, en una
de parte de la población o de una gran parte de ella, a otro tipo de respuesta, capaz
obra publicada en 1904, es particularmente clara:
de poner en cuestión a largo plazo la dominación capitalista. Nosotros aquí aposta-
mos a que no son nulas las chances de que eso suceda. Por un lado, la solidaridad ha
recibido una legitimidad social que no tenía desde hacía mucho tiempo; por otro, la La salud pública es quizá el campo en el que el hecho social de nuestra dependencia mutua, de la
perspectiva ecológica es hoy ampliamente compartida entre la población y abre la solidaridad humana, se manifiesta con la mayor evidencia. A cada instante, cada uno de nosotros,
posibilidad de un cambio radical de paradigma en el que la habitabilidad del mundo sin que haya dudas, influye sobre la salud, sobre la vida de seres humanos que no conoce, que no
prevalecería sobre la dominación y la explotación de la naturaleza. conocerá jamás; seres que no conoceremos nunca, o que han desaparecido hace mucho tiempo,
influyen a cada instante sobre nuestra salud, sobre la salud de aquellos que amamos, sobre las con-
diciones esenciales de nuestra felicidad. (p. 1)
La mutua dependencia de los humanos
La crisis de la representación política es general, y marca el fin de un ciclo histórico Y esta dependencia mutua de nuestra salud se extiende a todo el universo, como
en el que la soberanía del Estado se fundaba sobre la nación y la ciudadanía. En todas demuestran las epidemias: “No está de más decir que esta preocupación es un de-
partes se ve afectada, tanto por las lógicas de la globalización financiera y productiva ber para el ciudadano, pues la solidaridad sanitaria no conoce fronteras” (p. 1). To-
como por las aspiraciones populares a una mayor autonomía democrática. Esta cri- davía en los años treinta, el especialista en enfermedades infecciosas Charles Nicolle2
sis política universal, que es también la de la “forma Estado”, engendra por un lado (1933/1939) llegaba a decir: “Las enfermedades infecciosas son una lección de solida-
“monstruos” gubernamentales que hibridan neoliberalismo y fascismo, y por otro, ridad entre los hombres” (p. 21). Y precisaba:
movimientos de opinión y de formas de activismo que aspiran a reinventar los modos
de organización de la sociedad. Es en este contexto muy polarizado entre violencia de
1. 1843-1911.
* Profesor Emérito de Sociología, Université Paris Nanterre.
2. 1866-1936.
122 | Calibán - RLP, 20(1), 122-129 - 2022 ¿Habitar o dominar?, Christian Laval | 123
fractura de la competencia no comprenden los dirigentes políticos y los observado-
El conocimiento de las enfermedades infecciosas enseña a los hombres que son hermanos y solida- res mediáticos. Estas reacciones nacionalistas, identitarias, estatistas y xenófobas que
rios. Somos hermanos porque el mismo peligro nos amenaza, solidarios porque el contagio nos viene abarcan a sectores completos de la población buscan restaurar una comunidad arcaica
con mayor frecuencia de nuestros semejantes. Somos también, desde este punto de vista, sean cuales de semejantes que tengan la misma creencia, la misma nacionalidad, la misma lengua,
sean nuestros sentimientos hacia ellos, solidarios de los animales, sobre todo de los animales domés- los mismos orígenes. Esta regresión identitaria en torno a un Estado fuerte y auto-
ticos. Los animales suelen portar los gérmenes de nuestras infecciones y, por otra parte, las pérdidas ritario, exacerbada con creciente frecuencia por gobiernos manipuladores, pretende
que causan las enfermedades en la ganadería golpean duramente la economía humana. ¿No sería luchar contra la disolución de los vínculos sociales, cuando en realidad viene a agravar
esta una razón suficiente, pragmática, egoísta para que los hombres miraran con consideración a los la lucha de las poblaciones entre sí. Hasta la crisis sanitaria, se podía dudar de una
seres que los rodean, una razón mayor para que entablaran una tregua con sus propias discordias y se posible interrupción de estos dos procesos complementarios que se alimentan uno al
unieran fraternalmente contra el enemigo común? (p. 22) otro y se combinan cada vez más. ¿Deja la tragedia global una nueva oportunidad para
esta toma de conciencia solidaria que propone ver un “mundo común”, más allá de las
fronteras nacionales?
La nueva legitimidad solidaria
No volveremos aquí sobre la larga historia de las instituciones de salud pública desde
aquella época y a escala mundial. Retengamos un hecho fundamental: un cierto núme- La crisis de la dominación
ro de autores desde fines del siglo XIX ha estado a contracorriente del nacionalismo, Pero quizás haya otra consecuencia posible de la crisis pandémica, menos visible, más
que dominaba ya los espíritus, haciendo de la salud un inmediato asunto mundial. difícilmente discernible, que demuestra no solo la urgencia de repensar los víncu-
Son ellos quienes han estado en los orígenes de los organismos de lucha contra las los entre los humanos, sino también la de volver a cuestionarse los vínculos entre los
epidemias y de la Organización Mundial de la Salud. Es esto lo que redescubrimos hoy humanos y sus entornos o, más precisamente, las relaciones entre los humanos y las
con la pandemia de Covid-19. Por cierto, lo descubrimos de manera bien paradójica, condiciones naturales de su existencia. La cuestión que plantea la pandemia al mismo
e incluso negativa, porque los Estados se dividen, se critican, llegan apenas con mucha tiempo que el calentamiento climático es la relación que mantenemos con la tierra, a la
dificultad a coordinar respuestas frente a la crisis sanitaria, e incluso participan de una que llamamos nuestra. ¿Qué relación mantenemos con nuestra tierra? ¿Y en qué me-
competencia descarnada por la compra de insumos médicos o por la producción de dida estamos autorizados a decir que es nuestra? Parece, en efecto, que el virus recién
una vacuna. Pero al margen del recrudecimiento de este nacionalismo médico y vacu- se ha difundido entre los seres humanos luego de haber franqueado “la barrera de las
nal, está el redescubrimiento de nuestra interdependencia generalizada a escala mun- especies”, y que este paso solo ha sido posible por los efectos de la actividad productiva
dial. Por otra parte, esto no concierne solamente a la salud. El calentamiento climático sobre el medio ambiente (deforestación, urbanización, vulneración de la biodiversi-
como, en otra esfera, los riesgos financieros globales son otros factores que están a dad, etc.). La relación entre la crisis sanitaria y la crisis climática, cuyas consecuencias
punto de dar nacimiento a una nueva aspiración cosmopolítica. ¿Qué engendrará la más graves están aún por llegar, es fácil de establecer: en todos los casos, es el sistema
contradicción manifiesta entre una realidad mundial de riesgos climáticos, sanitarios económico desenfrenado que lleva a la destrucción de la vida en nuestra tierra. El lazo
o financieros, y las respuestas estrictamente nacionales, inspiradas en el peor naciona- occidental moderno con la tierra o el territorio se caracteriza por una misma obsesión,
lismo? Difícil decirlo, pero tal vez pueda enunciarse la hipótesis según la cual los po- la de la apropiación, la conservación, la explotación. Carl Schmitt en un texto de 1953
líticos en funciones de gobierno deberán tener en cuenta cada vez más eso que puede hacía derivar el término nomos, del verbo griego nemo, “tomar”. La apropiación sería
denominarse la “legitimación solidarista” de los políticos, en la misma medida en que el acto primero y principal de la relación de los humanos con su ambiente. Poco im-
una cantidad mucho mayor de personas pueden hacerse más sensibles a la dependen- porta aquí la validez de la etimología, lo importante es que esta remite al mito occiden-
cia mutua de las poblaciones, más allá de las fronteras nacionales de los Estados. tal típico según el cual nosotros no tendríamos otras vinculaciones posibles con la na-
No obstante, esta conciencia solidarista de que formamos un mundo común viene turaleza fuera de la apropiación y la explotación. Esta vinculación estaría en la base de
a confrontar las dos lógicas dominantes y aparentemente contrarias de nuestro tiempo, la dominación que ejercemos sobre la tierra, como la que se ejerce sobre los hombres.
la de la competencia mundial y la de la comunidad exclusiva que pretende encarnar Porque poseer un territorio, pequeño o grande, es también dominar a los que allí se
el Estado nacional. La competencia neoliberal fragmenta las sociedades en el interior hallan y allí tienen que vivir. Dominium e imperium son categorías cuyos destinos es-
y las opone unas contra otras en el exterior. Ningún “mundo común” puede existir tán históricamente atados. Los occidentales han forjado instrumentos de dominación
allí donde la competencia brutal por la apropiación y la acumulación de riquezas se de humanos sobre humanos, y también de humanos sobre no humanos. Explotación
haya erigido en ley del mundo. Esta lógica de competencia generalizada es incapaz económica, subordinación social, desprecio cultural, racismo, guerra, represión: tal es
de enfrentar el desafío de los grandes problemas que se plantean a la humanidad, así la forma en la que el mundo se ha conformado. La esperanza del siglo XIX era mitigar
como es incapaz de resolver las fracturas entre las clases, entre las naciones, entre las la dominación de los hombres por parte de los hombres, recargando la dominación de
religiones. El neoliberalismo aparece claramente como un principio de fractura más los hombres sobre la naturaleza. En realidad la segunda ha intensificado la primera.
que de unificación. Pero engendra también reacciones cuya relación con los efectos de El fracaso del capitalismo industrial es total, y sin embargo prosigue con la destruc-
124 | Calibán - RLP, 20(1), 122-129 - 2022 ¿Habitar o dominar?, Christian Laval | 125
ción metódica de las condiciones de vida. La dominación caracteriza, por cierto, la
influencia del conocimiento y de la dominación técnica sobre la naturaleza, así como
la célebre frase de Descartes (1637/1978) nos invita a pensarla ‒“nos deja como seño-
res y dueños de la naturaleza” (p. 168)‒, pero también las relaciones del Estado con el
territorio y la del propietario particular con su bien. La separación entre naturaleza y
cultura, que la antropología contemporánea refiere como un rasgo occidental singu-
lar3, reposa hoy sobre una relación de dominación exclusiva codificada en el derecho
público como en el derecho privado. El mito occidental de la dominación a través de
sus figuras públicas y privadas, el Estado y el propietario principalmente, se ve hoy
desafiado por procesos que escapan a la “apropiación” de la que hablaba Schmitt. Ni
el calentamiento climático, ni la destrucción de la biodiversidad ni los fenómenos de
pandemia pueden verse contrarrestados por la reafirmación de la dominación estatal
y privada.
126 | Calibán - RLP, 20(1), 104-129 - 2022 ¿Habitar o dominar?, Christian Laval | 127
teriales, intelectuales y religiosas. La lengua latina nos ha hecho un presente extraordi- poblaciones” de los Estados, decidida por unanimidad en la Asamblea General de las
nario al no oponer lo material y lo espiritual, la producción y la protección, el uso y la Naciones Unidas, en 2005? Al dejar a cada Estado el arbitrio para ponerla en marcha,
inteligencia, el mantenimiento y el respeto. La ecología, en su sentido completo, debe sin sanciones posibles, puesto que ningún Estado quiere dejarse juzgar por la comuni-
ser tanto una política general como un arte de habitar la naturaleza y la cultura. Mon- dad internacional, esta decisión de la 60ª Cumbre Mundial de la Organización de las
taigne hablaba de “la cultura del alma” al traducir a Cicerón, el inventor de la metáfora Naciones Unidas, que por otra parte solo concierne a genocidas y crímenes contra la
cultura animi. Prácticas alternativas de campesinos, cooperativas de consumidores, humanidad, se mantiene inoperante. Entre una organización internacional basada en
asociaciones de ciudadanos, zonas autónomas, experimentaciones de todo tipo: las Estados que permanecen celosos de su dominio exclusivo y una organización mundial
nuevas artes de habitar la tierra y la ciudad, y las nuevas artes de habitar la cultura se de lo común fundada sobre la cooperación, habrá que decidir. Y nosotros no tenemos
fusionan ya en muchos lugares. Lo que se está gestando a través de prácticas y movi- un siglo para esperar.
mientos sociales y culturales es la gran ecología, que abarcaría todos los aspectos de
habitar el mundo. Félix Guattari (1989) ha brindado una idea de esta ecología: dado
que todas las dimensiones de la vida están amenazadas por el capitalismo globaliza-
do, conviene articular diferentes ecologías, la del entorno natural, la de las relaciones Referencias
sociales y la de las subjetividades. Él apelaba a la “ecosofía”, definida como “sabiduría Arendt, H. (2008). La crise de la culture. Gallimard. (Trabajo original publicado en 1961).
Bourgeois, L. (2008). Solidarité: L’idée de solidarité et ses conséquences sociales. Le Bord de l’Eau. (Trabajo original publicado en 1896).
del habitar”. El principio de lo común es el principio ecológico por excelencia, dado Dardot, P. y Laval, C. (2013). Commun: Essai sur la révolution au XXIe siècle. La Découverte.
que reposa sobre la idea de una obligación de cada uno ante las condiciones de habi- Descartes, R. (1978). Discours de la méthode: Sixième partie. En R. Descartes, Œuvres. La Pléiade. (Trabajo original publicado en 1637).
Descola, P. (2015). Par-delà nature et culture. Gallimard.
tabilidad del mundo. Pero ¿qué relación hay entre esta gran ecología de lo común y la Durkheim, É. (2005). De la division du travail social. PUF. (Trabajo original publicado en 1893).
pandemia actual? Guattari, F. (1989). Les trois écologies. Galilée.
Monod, H. (2016). La santé publique: Législation sanitaire de la France. Hachette. (Trabajo original publicado en 1904).
Nicolle, C. (1939). Destin des maladies infectieuses. PUF. (Trabajo original publicado en 1933).
Schmitt, C. (2007). Prendre, partager, paître: La question de l’ordre économique et social à partir du nomos. En C. Schmitt, La guerre civile
mondiale. Ère. (Trabajo original publicado en 1953.
La sociedad mundial de lo común
Traducción del francés: Gastón Sironi
Puede percibirse a través de la crisis sanitaria eso que la humanidad más necesita: una
organización social y política en la que la salud, pero también la educación, la cultu-
ra, sean bienes comunes preciosos y sin precio, al cuidado y a disposición de todos.
Esta perspectiva es precisamente la de lo común4. Es común aquello que una decisión
colectiva hace efectivamente común. Hacerlo común es hacer que un recurso, un ser-
vicio o un espacio sean accesibles a una comunidad, en función del reconocimiento de
un derecho de los humanos y del respeto debido a los no humanos. Una vacuna debe
considerarse como un “bien común mundial”, en función del vínculo políticamente
establecido entre ella y el derecho fundamental a la salud de todo ser humano. Es
posible por transposición imaginar lo que podría ser una sociedad mundial de esta
suerte y el tipo de instituciones que serían necesarias para determinar y hacer respetar
normas mundiales imperativas en materia de salud, como en otras cuestiones, sobre
todo aquellas que afectan al medio ambiente. Y el primer medio es la obligación social
que cada uno debe respetar de hacer todo lo necesario para proteger a los demás de
las enfermedades o de los daños ambientales. La pandemia es testimonio de la necesi-
dad de una Organización Mundial de la Salud dotada de una autoridad indiscutible y
eminente en su dominio. Los fenómenos vinculados al cambio climático pronto harán
surgir la urgente necesidad de una organización mundial del clima. A su turno, serán
la salud, el clima y tantos otros sectores los que deberán organizarse políticamente a ni-
vel común mundial. Se dirá que ello sería interferir en la soberanía de los Estados. Sin
embargo, este principio de soberanía es una creación histórica que ya no responde a las
necesidades del mundo actual. Pues ¿qué queda de la “responsabilidad de proteger las
128 | Calibán - RLP, 20(1), 104-119 - 2022 ¿Habitar o dominar?, Christian Laval | 129
Extramuros
130 | | 131
Calibán - Luis Bibbó*
RLP, 20(1),
La institución precede al individuo singular y lo introduce en su orden, presentán-
132-141 dole su ley y su lenguaje particular, lo que determina un conjunto de constricciones
2022
y renuncias. De esta manera, cada integrante se verá obligado a tener que encontrar
aquello que le dé un lugar singular en las lógicas institucionales.
Expresiones de la angustia en los Y entre otras fuentes de angustia propias de la tarea, se encuentra la constatación,
ineludible, de la distancia existente entre el ideal y la realidad. Distancia que remite,
equipos técnicos: El sufrimiento en última instancia, a lo que falta. Desencuentro con algo perdido que nunca se tuvo
(Braunstein, 2005, p. 64) y que, siempre que la decepción no supere lo tolerable, se-
institucional guirá siendo buscado, reactivando, a través de este mecanismo, el compromiso con la
meta institucional.
Pero la integración a una institución no implica solo pérdida y frustración. En línea
con el pensamiento freudiano que establece la prioridad del otro en la constitución del
No hay nada más universal
sujeto, según una operación de afuera hacia adentro (Freud, 1921/1976, p. 67), pode-
y universalizable
mos decir que nos estructuramos como humanos también, y fundamentalmente, por
que las dificultades.
nuestra inserción institucional.
Pierre Bourdieu, 1995
La institución oficiando de sostén ofrece modelos de identificación y pertenencia
que, además del beneficio narcisista que esto supone, permiten mantener unidos a sus
Los equipos técnicos multidisciplinarios, en especial los de aquellas instituciones que, integrantes. El “soy de…” o “pertenezco a la familia de…”, “tengo la camiseta puesta
por disposición de las políticas públicas, deben encargarse de lo que lo social excluye, de…”, así como los síntomas compartidos y las alianzas inconscientes, implican rela-
tienen múltiples fuentes de sufrimiento. ciones complejas que sostienen la identidad. La tarea, el rol, el hacer en un grupo de
La ubicación de estas instituciones próximas al ideal, capaz de desafiar el narci- trabajo activa la dinámica del reconocimiento, que se capitaliza en el orden de lo sin-
sismo de los profesionales, contrasta de manera cruda con su posición como sede de gular, pero que opera en la producción colectiva. El hacer ante la mirada de los otros
reciclaje de lo excluido, desautorizado o impensable. Las instituciones se organizan en señala una zona especialmente sensible que puede oficiar de escenario de variados
torno a un imposible y, por lo mismo, no podrán dominar plenamente el objetivo que conflictos de los equipos o, en determinadas circunstancias, refugio de dramas per-
reciben como encargo social (Tizio, 2002, p. 203) ni evitar la emergencia de malestar. sonales.
De las múltiples fuentes de sufrimiento, la angustia, en su dimensión institucional, El pensar juntos es una de las funciones centrales de las instituciones y una de las
no suele ser reconocida. Se advierten fácilmente las dificultades, pero las explicaciones más disfrutables, probablemente porque se trata del reencuentro con la experiencia
que se elaboran se agotan en personas o circunstancias particulares, sin alcanzar el del espacio transicional (Kaës, 2005, pp. 339-340). Ese pensar con otros proporciona
nivel institucional. un soporte de representaciones comunes y matrices identificatorias. Toda institución
Propongo un recorrido por las formaciones sintomáticas más comunes a través de requiere, para la identificación “narcisista”, de una imagen de sí misma suficientemente
las cuales se expresa el sufrimiento institucional. idealizada, de una “representación del propio origen” y, proyectándose al futuro, de
una utopía imaginaria (Kaës, 1989/2002, pp. 18, 61).
La angustia ineludible A su vez, la institución cumple funciones defensivas contra las ansiedades que
Incorporarse a trabajar en una institución, cualquiera que sea, siempre resulta perturbador1. moviliza. Jaques (1965) fue uno de los primeros en señalar que las instituciones re-
La integración a un equipo obliga al técnico a tener que vencer el obstáculo de su propio fuerzan los mecanismos de defensa contra la recurrencia de las tempranas ansiedades
narcisismo para aceptar ser una parte de. “En la institución [dice Kaës (2004)] somos sujetos paranoides y depresivas (p. 460). La institución, a la vez que permite el cumplimiento
parciales” (p. 655). Herida narcisista que rompe la ilusión monocentrista, obligándonos a imaginario del deseo, a la manera del sueño, es el lugar y la posibilidad desde donde se
aceptar que una parte de nosotros no nos pertenece en propiedad (Kaës, 1989/2002, p. 17). El arman las defensas contra esos deseos.
proceso de identificación con la meta institucional opera como violencia primaria2. La existencia de vínculos jerárquicos y otros horizontales permite que las dinámicas
de funcionamiento se expresen, según las transferencias que entren a jugar, en torno al
eje de lo edípico o de lo fraterno.
Los jefes activan transferencias parentales que, dependiendo de sus cualidades y
* Asociación Psicoanalítica de Uruguay.
1. El “hecho institucional mismo” es una de las fuentes de sufrimiento (Kaës, 1989/2002, p. 54)
movilidad, podrán funcionar como activadoras de la productividad y la creatividad o,
2. “Sufrimos del hecho institucional mismo en razón de los contratos, pactos y acuerdos, inconscientes o no, que nos vinculan por el contrario, como inhibidoras, con generación de sufrimiento.
recíprocamente en una relación asimétrica, desigual, donde se ejerce necesariamente la violencia, donde se experimenta necesariamente
la distancia entre por un lado las exigencias restrictivas y los sacrificios o abandonos de los intereses del Yo, y por el otro los beneficios
En el eje horizontal se juega lo fraterno (Kancyper, 2004, 2014; Kaës, 2008),
esperados” (Kaës, 2005, p. 37). ordenando las prácticas y los discursos propios de los lazos horizontales. Son efec-
132 | Calibán - RLP, 20(1), 132-141 - 2022 Expresiones de la angustia en los equipos técnicos: El sufrimiento institucional, Luis Bibbó | 133
to de lo fraterno, en su vertiente trófica, el desarrollo de la solidaridad y el sostén Síntomas orientadores de sufrimiento
narcisista recíproco. Estas funciones resultan fundamentales para que los equipos
Podemos tener indicadores de sufrimiento institucional escuchando a los miembros o
que trabajan en contextos críticos puedan hacerse cargo de los encargos sociales
a partir de conductas institucionales sintomáticas.
que recaen sobre ellos.
Algunos de los síntomas orientadores de la existencia de sufrimiento en la ins-
Sin embargo, hay múltiples situaciones que pueden determinar que lo fraterno se
titución son: por un lado, la parálisis o el aturdimiento, acompañados de sentimien-
exprese a través de la rivalidad, la agresión y el odio entre los pares, dificultando o
to de que no pasa nada, que siempre es lo mismo, pura rutina y repetición o, por el
hasta impidiendo la tarea.
contrario, la agitación y el activismo improductivo consumido en tareas secundarias
Las pinceladas dadas hasta aquí muestran la complejidad de la realidad psíquica
y burocráticas. Otras manifestaciones son la aparición de ideas fijas que se repiten in-
(Kaës, 2004, p. 655) en la institución, de los conflictos que, naturalmente, se movilizan
sistentemente, odios manifiestos, ataque a las propuestas innovadoras y, por supuesto,
por la cualidad propia de su estructura, dando cuenta de un movimiento impulsado
manifestaciones somáticas.
por el deseo instituyente. La angustia, en este contexto, resulta ineludible (Casas, 2012,
p. 61), opera de motor asegurando la continuidad del movimiento representacional
desiderativo y la capacidad de sublimar. La angustia es soporte para el deseo tam- Manejo de los conflictos en las instituciones: De las defensas protectoras al
bién en las instituciones, y el deseo es relanzado para calmar la angustia (Garbarino, sufrimiento desorganizador
1980/2012, p. 25). Aunque resulte paradójico, es necesario admitir que las institucio-
Los conflictos están presentes en todas las instituciones y no necesariamente resultan
nes las necesitamos al tiempo que las sufrimos.
patógenos. Según como sean procesados, los conflictos pueden dinamizar la actividad
institucional o, por el contrario, obstaculizarla, generando sufrimiento importante. In-
Cuando la angustia se transforma en obstáculo
tentaré mostrar, a través del análisis de algunas situaciones ‒que quienes trabajan con
En la vida institucional pueden generarse situaciones, transitorias o estables, capaces grupos podrán fácilmente reconocer‒, cómo una organización defensiva puede estar
de anular el movimiento y, por lo tanto, la disponibilidad del equipo para la sublima- al servicio del buen funcionamiento del equipo o, por el contrario, tornarse patógena
ción. Esto ocurre en un registro mayoritariamente inconsciente para los participantes. y generadora de síntomas.
El sufrimiento no reconocido como tal activa mecanismos de defensa institucionales. De acuerdo con Bleger (1966), el sufrimiento se torna patológico cuando la institu-
Entonces, la práctica cotidiana se impone como natural –“acá la cosa es así”‒ y se des- ción no es capaz de reconocerlo, significarlo, simbolizarlo y, por lo tanto, de encontrar-
plaza hacia los pliegues de la latencia institucional, donde se sostiene como impensado le alternativas de tramitación. Aquel malestar que no logró ser reconocido retorna a la
e impensable, pero con capacidad de producir efectos. En tales situaciones, la angustia institución en una escena en la que se confunde la realidad psíquica con otros órdenes
pierde su potencial transformador y se convierte en obstáculo, reconociéndose como de realidad. Se pierde así la capacidad de pensar, deteriorándose el funcionamiento y
tal en la medida que dificulta la tarea primaria de la institución. A pesar de que este el logro de las metas definidas por la tarea primaria. Bleger observó que “la institución
malestar corresponde a un proceso colectivo que abarca a toda la institución y del cual tiende a adquirir la misma estructura y el mismo sentido que el problema que se pro-
los técnicos son apenas parte, predominan las explicaciones individuales. La queja, el pone resolver” (p. 91), mimetizándose con los problemas que trata.
cansancio, la desmotivación, las infracciones o la automatización de la tarea son algu- Si bien es posible describir un nivel de sufrimiento universal, cada ámbito especí-
nas de sus expresiones que se agotan en explicaciones circunstanciales o personales, fico de trabajo plantea sufrimientos particulares. Christophe Dejours (1988) ‒psicoa-
sin que se pueda percibir en ellas la dimensión institucional. nalista francés, especializado en medicina del trabajo‒ plantea que lo característico de
El sufrimiento institucional es tan complejo como la institución misma. Para ser cada ámbito de trabajo es la constitución de lo que él llama “ideologías defensivas del
precisos, la institución no sufre, sufren sus integrantes, de su relación con la insti- oficio”, que tienen como función defender, minimizar o impedir la percepción cons-
tución, dentro de esa relación (Kaës, 1998, p. 37). Corresponde aclarar que no todo ciente de aquello que genera sufrimiento en ese ámbito particular de trabajo; por ejem-
sufrimiento psíquico que se manifiesta en la institución tiene el valor de síntoma de su plo, los policías, los médicos. Las defensas características de cada ámbito de trabajo
funcionamiento. Ella también gestiona sufrimientos que no son suscitados por el vín- tienen un carácter protector, y a partir de ellas se construyen los colectivos.
culo que organiza, por la vida institucional, aun cuando el discurso manifiesto pueda
adjudicárselo.
Lo multidisciplinario y el ideal de coincidencia
Kaës considera que el rasgo específico de la patología institucional corresponde a
la indiferenciación de los espacios psíquicos, que él lo expresa como sufrimiento de lo La mayoría de las instituciones tienen conformación multidisciplinaria. Están inte-
inextricable. “Sufrimos [dice Kaës (1989/2002)] de no comprender la causa, el objeto, gradas por técnicos de distintas disciplinas y por personal no técnico (administrativo,
el sentido y el sujeto mismo del sufrimiento que experimentamos en la institución” de seguridad, etc.). Esto implica la existencia de una pluralidad de prácticas, cada una
(p. 57). con sus propios presupuestos, herramientas y funciones, lo que significa, por un lado,
una oportunidad para el enriquecimiento de la tarea, pero también una condición
potencialmente problemática.
134 | Calibán - RLP, 20(1), 132-141 - 2022 Expresiones de la angustia en los equipos técnicos: El sufrimiento institucional, Luis Bibbó | 135
Cuando las cosas funcionan más o menos bien, prima la tendencia, común a cualquier el trabajo de campo le demandará, deberá compensarla con esfuerzo, entusiasmo y
agrupamiento humano, a evitar las tensiones, a mantenerse estable. Uno de los mecanis- vocación de servicio. El sentimiento de “estar en la guerra con un tenedor” es la expre-
mos para lograrlo es homogeneizar lo heterogéneo. René Käes señala en su trabajo “Rea- sión más frecuente que adquiere la angustia en estas situaciones, dando cuenta de la
lidad psíquica y sufrimiento en las instituciones” (1989/2002) que “una gran parte de las cualidad que la sostiene: soledad, desamparo, peligro. El técnico se siente perdido en
cargas psíquicas está destinada a hacer coincidir en una unidad imaginaria los órdenes un mundo que le resulta ajeno y hostil, sin saber en quién confiar. Las directivas de sus
lógicos diferentes y complementarios, para hacer desaparecer la conflictividad que contie- superiores no siempre son claras y en general resultan insuficientes. Esta angustia pro-
nen” (pp. 30-31) y producir “la ilusión de la coincidencia a fin de mantener el sentimiento mueve tres tipos de respuestas: nuclearse con los pares, volcarse a la profesión de base o
de cohesión” (Kaës, 2004, p. 660; destacado propio). Un socioanalista mexicano, Fernan- la insensibilidad. Dependiendo de su procesamiento, estas respuestas pueden resultar
do González (1991), llama a este fenómeno la generación de un malentendido que busca útiles o, por el contrario, incrementar el sufrimiento.
mantener la unidad. La expresión de este sentimiento es algo así como “estamos todos en El agrupamiento entre los técnicos refuerza los lazos, favoreciendo el investimento
lo mismo, buscando lo mismo”. Este imaginario lleva a considerar que el sufrimiento tiene narcisista de la tarea y la construcción de espacios psíquicos comunes y comparti-
un sentido unívoco. dos de sostén y evacuación del sufrimiento. Pero cuando este nucleamiento resulta
La ilusión de coincidencia, aunque siempre fallida, puede presentarse, en algunas excesivo, produce escisiones institucionales con aislamiento defensivo de los cuerpos
oportunidades, sin fisuras. Este es el caso de algunas versiones oficiales de la vida ins- profesionales. El resto de los operadores, cuando no son técnicos, comentan que los
titucional que esconden o proscriben las versiones alternativas. Este funcionamiento profesionales viven encerrados sin que se pueda saber cuándo están y qué es lo que
que se apoya en la convicción de saber “cómo son y deben ser realmente las cosas” realmente hacen.
ofrece resistencia a toda propuesta de cambio y está en la base de muchas posturas La segunda defensa, recurrir a la profesión de base, ayuda al técnico a darle con-
expulsivas, tanto de ideas como de miembros. sistencia a su identidad profesional, permanentemente amenazada de dilución, y a
Algunas veces, esta convicción que dejó por el camino a aquellos miembros que reorientar su trabajo. El riesgo, con el exceso, es que se promueva un activismo pro-
se atrevieron a cuestionar las bases de la coincidencia puede producir un proceso de fesional negador del contexto y la complejidad de la institución. Cuando esto ocurre,
inversión de objetivos3. Cuando esto sucede, se mantiene la coincidencia entre los inte- aumentan las posibilidades de fracaso, que terminan por reforzar el malestar y la des-
grantes, pero se desvían los objetivos de la tarea primaria. Tal situación puede llegar a ilusión. Por ejemplo, cuando se realizan intervenciones de probada eficacia con otras
pervertir el objetivo original (rehabilitatorio, asistencial, educativo) en la medida que poblaciones o en otros ámbitos que, en determinados contextos, terminan fracasando.
todos los agentes institucionales resulten atravesados y capturados por otro interés O, en general, cuando el técnico acude a su disciplina anulando la duda para que su
común, por ejemplo, el monetario. La coincidencia, en estos casos, limita la capacidad asistido entre en alguna categoría conocida por él.
de pensamiento y la percepción de los límites éticos, hasta llegar a la corrupción como por último, cuando la angustia amenaza con resultar intolerable, un recurso de
cultura. procesamiento inconsciente es la pérdida de sensibilidad ante situaciones dolorosas. Al
En otras oportunidades, a pesar del malentendido, las prácticas contrapuestas se anu- igual que los anteriores, este recurso, funcional en principio, termina anestesiando a
lan mutuamente. La debilidad del pacto de negación4 (Kaës, 1989/2002, p. 51) rompe el los profesionales y bloqueando su creatividad.
consenso entre los intervinientes, dejando en evidencia que no están “todos en la misma” y
que uno de los discursos tiene la supremacía. Por ejemplo, cuando se organizan actividades Dificultad para pensar-se
superpuestas o en desconocimiento de otras, determinando que una de ellas no se pueda
Las continuas demandas que los técnicos deben atender, mayoritariamente de carácter
realizar. O cuando dentro de una misma institución existen sectores con metas muy con-
urgente, los hacen sentir “bomberos” sin capacidad de planificar. Cuando en la institu-
tradictorias: algunos preocupados por las repercusiones en el medio, otros por los usuarios
ción predomina la imprevisibilidad, desapareciendo la cotidianidad, decían Berenstein y
y otros por los decisores económicos.
Puget (1988), se anula la posibilidad de hacer proyectos y pensar en un futuro.
La falta de espacios donde poder ir pensándose durante la marcha suele menosca-
La guerra con un tenedor
bar la confianza que el equipo tiene sobre la legitimidad de su tarea. La proliferación de
En general el técnico que ingresa a trabajar en este tipo de instituciones dispone de protocolos que brinden seguridad a los actos de trabajo suele ser la respuesta observa-
su formación universitaria de origen, pero como esta pocas veces coincide con lo que ble que delata la falta de confianza en la producción colectiva. El aumento exagerado
de procedimientos desvirtúa la esencia de la tarea y limita la iniciativa.
El malestar no verbalizado ni reconocido suele trastocar los encuadres y roles
de los profesionales, quienes, sin explicitarlo, se van desviando de su función para
3. Bleger, Illich y Racamier (citados en Kaës, 2004) señalaron que las instituciones de cuidados están sometidas a un proceso de inversión
de su objetivo terapéutico (p. 661). Kaës llama desvío institucional al hecho de que una institución, cuya tarea es cuidar, termine por ser llevados a actuar la ambivalencia, que siempre está presente, comportándose
desviarse de sus objetivos y su funcionamiento para transformarse en una institución de no cuidados. como “salvadores”, “jueces” o “verdugos”. En oportunidades, la ideología manifiesta
4. El pacto de negación es un concepto de Kaës que da cuenta del acuerdo que establecen sin saberlo los sujetos de una pareja, un grupo o
una institución, destinado a mantener inconsciente todo aquello que pueda cuestionar el vínculo. El pacto de negación dice qué es lo que
que sostiene la tarea y la posición de los técnicos se desarticula y pierde consistencia,
hay que dejar afuera para juntarse.
136 | Calibán - RLP, 20(1), 132-141 - 2022 Expresiones de la angustia en los equipos técnicos: El sufrimiento institucional, Luis Bibbó | 137
permitiendo que se expresen prejuicios sobre los usuarios en los que se desconoce su orden simbólico, que trascienda a los individuos, no se produce, por lo que se funciona
condición de semejantes. Dice Lapassade (1975, citado en Barriga, mayo de 1979): “la en un eterno comenzar.
institución es el inconsciente político de la sociedad” (p. 45). Los equipos técnicos en las instituciones públicas, por el papel de mediación (Lou-
rau, 1980) que desempeñan, son muy sensibles a los cambios políticos. La alternancia
Por diferentes vías, el equipo técnico en este tipo de instituciones ve amenazada su capacidad de de administraciones suelen acompañarse de una suerte de “borrón y cuenta nueva”
pensar. Se produce, como lo describió Bion (1957/1996), un verdadero ataque a la función de vin- que desconoce lo realizado por la gestión anterior. La confianza en que “ahora vamos
cular que alcanza a los pensamientos mismos. El riesgo de tales estados es quedar atrapados en a empezar a hacer las cosas que corresponden” que circula entre los mandos medios y
ellos sin poder reconocerlos. altos recién llegados no logra convencer ni conmover a los actores de la primera línea.
Lo tanático
La angustia crónica
Cuando una institución expone a sus miembros a experiencias muy angustiantes, sin
Los técnicos que trabajan durante años en instituciones que brindan servicio a po- proporcionarles en contrapartida experiencias satisfactorias ni mecanismos de defensa
blaciones excluidas cuando no encuentran vías alternativas de tramitación suelen de- utilizables para protegerse contra las mismas, corre el riesgo de que la decepción de sus
sarrollar alguno o varios de los síntomas de lo que Ulloa (1995) llamó “cultura de la miembros se vuelva contra ella. Si la institución no cuenta con recursos para ofrecer
mortificación”, que una vez instalada se delata por el mal humor y el sentimiento de seguridad, gratificación o posibilidades de realización, termina produciendo empobre-
fatiga crónica. Dice: “En estas condiciones disminuye y aún desparece el accionar críti- cimiento en sus miembros y la falta de interés por la tarea aleja aun más la toma de
co y mucho más el de la autocrítica. En su lugar se instala una queja que nunca asume conciencia de la conflictiva institucional. Surgen entonces los síntomas ya mencionados,
la categoría de protesta […] tienden a esperar soluciones imaginarias a sus problemas destacándose los comportamientos individualistas, psicopáticos o ventajeros.
sin que éstas dependan de su propio esfuerzo” (pp. 239-240; destacado propio). Ulloa En casos extremos, pero no infrecuentes, la pulsión de muerte adquiere expresiones di-
finamente plantea que tampoco hay transgresiones, sino infracciones. La infracción es rectas, concretas y, por lo tanto, dramáticas. Los mecanismos defensivos que se activan
el “sacar ventaja” el “a río revuelto”, en cambio la transgresión tiene un potencial trans- apuntan básicamente a la sobrevivencia, bajo la forma de “sálvese quien pueda”. Las
formador. En forma conservadora, se naturaliza lo instituido, aceptando lo dado sin escisiones y proyecciones masivas promueven convicciones sobre bases inexistentes,
cuestionamientos. Otros indicadores observables cuando se instala la “cultura de la como infructuosos intentos de sostén al desprenderse las amarras simbólicas, lo que
mortificación” es la desaparición de la valentía, que da lugar a una actitud de resigna- fomenta la conformación de bandos que alcanzan hasta a los profesionales.
ción acobardada y a una merma de la inteligencia. Todo esto ocurre en un clima de En estas condiciones es difícil sostener el contrato de apuntalamiento mutuo (Pinel,
“mala onda” como el que todos hemos percibido alguna vez al entrar en una oficina 1989/1998) necesario para enfrentar la tarea, que supone la existencia de vínculos de
pública. Pero la consecuencia más significativa, en la medida que tiende a perpetuar la reconocimiento, apoyo y confianza mutua. En su lugar, encontramos un medio hostil.
situación, es que “el sujeto se encuentra coartado, al borde de la supresión como indivi- donde la palabra, reducida a signos utilitarios destinados a una comunicación instru-
duo pensante” (p. 239). mental y telegráfica, deja de ser confiable.
Las autoridades, preocupadas por la eficacia y la eficiencia del servicio y sin lograr El desborde de los mecanismos defensivos da lugar a vivencias y funcionamientos
comprender la actitud de los técnicos, suelen reaccionar aumentando las exigencias y paranoicos que infiltran todos los intersticios institucionales, donde ningún lazo de
los controles burocráticos. Estas medidas, que no están dirigidas a las causas del fenó- solidaridad parece posible. Allí nadie puede creer en nada, y todos sufren.
meno, refuerzan el malestar, favoreciendo lo organizacional sobre lo institucional. En
tales circunstancias se generan condiciones para la aparición de conductas abusivas, Para finalizar
que en principio quedan limitadas a situaciones anecdóticas periféricas, pero que a la
En la actividad de los equipos técnicos, en especial los que trabajan con la exclusión
larga tienden a naturalizarse y transformarse en estructurales.
social, la angustia –reconocida o no‒ está siempre presente. La angustia puede funcio-
Si no se producen cambios capaces de renovar la esperanza en el proyecto, los técnicos
nar como motor para el trabajo o adquirir un carácter patógeno, generador de sufri-
incrementarán su sentimiento de encierro y su deseo de irse, dejar el servicio, recuperar la
miento que compromete la tarea primaria de la institución.
libertad.
El efecto más nocivo que puede adquirir la angustia es el ataque a la capacidad de
pensar, que suele expresarse por parálisis o por actuación automatizada, acompañada
La angustia y la temporalidad
de decepción, desgano y pérdida de interés por consultar o pedir ayuda
En la dinámica de estas instituciones, el tiempo suele estancarse en una acronía. Se La salida de esta situación de encierro muchas veces se efectúa a través de una
observa una desestimación del pasado e incredulidad en el futuro. Como no se puede respuesta individual, como el abandono –fuga‒ de la institución, en busca de mejores
historizar ni recurrir a la lógica del a posteriori, el conocimiento producido suele per- oportunidades. A nivel colectivo, la respuesta puede ser variada, pero el camino de
derse a medida que se retiran las personas, sin posibilidad de capitalización. Algo del
138 | Calibán - RLP, 20(1), 132-141 - 2022 Expresiones de la angustia en los equipos técnicos: El sufrimiento institucional, Luis Bibbó | 139
Abstract
This paper explores the various expressions of anxiety showed in multidisciplinary technical
teams, particularly those working in institutions that welcome, manage or treat all that which
society excludes.
Anxiety is always present in these institutions ‒ whether acknowledged or not. This paper
proposes a journey through the most common symptomatic formations through which institu-
tional anxiety and suffering are expressed and attempts to address the dynamisms at play.
Candidates to keywords: Institutional anxiety, Technical team, Multidisciplinary team, Team
anxiety.
Referencias
Barriga, S. (mayo de 1979). El análisis institucional y la institución del poder. Comunicación leída en la Tercera Semana de
Psicosociología, Universitat Autònoma de Barcelona, Barcelona.
Berenstein, I. y Puget, J. (1988). Psicoanálisis de la pareja matrimonial. Paidós.
Bion, W. (1996). Diferenciación de la personalidad psicótica y no psicótica. En W. Bion, Volviendo a pensar. Hormé.
(Trabajo original publicado en 1957).
Bleger, J. (1966). Psicohigiene y psicología institucional. Paidós.
Bleger, J. (2002). El grupo como institución y el grupo en las instituciones. En R. Kaës, J. Bleger, E. Enriquez, F. Fornari,
P. Fusitier, R. Roussillon y J. P. Vidal, La institución y las instituciones: Estudios psicoanalíticos. Paidós. (Trabajo original
publicado en 1970).
Bordieu, P. (1995). Trasmitir un oficio. En P. Bordieu y L. J. D. Wacquant, Respuesta: Por una antropología reflexiva. Gri-
jalbo.
Braunstein, N. (2005). Las pulsiones y la muerte (collage). En N. Braunstein (ed.) La re-flexión de los conceptos de Freud
en la obra de Lacan. Siglo XXI.
Casas, M. (2012). La ineludible angustia. Revista Uruguaya de Psicoanálisis, 114, 59-68.
Dejours, C. (dir.) (1988). Plaisir et souffrance dans le travail (vol. 1-2). AOCIP.
la creación solo podrá retomarse si el equipo previamente recupera la capacidad de Freud, S. (1976). Psicología de las masas y análisis del yo. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 18). Amorrortu.
(Trabajo original publicado en 1921).
pensar. Garbarino, H. (2012). Las diferentes concepciones psicoanalíticas de la angustia. Revista Uruguaya de Psicoanálisis, 114,
El sufrimiento institucional puede funcionar como un analizador natural privile- 15-26. (Trabajo original publicado en 1980).
giado de la problemática institucional y, de esa manera, constituirse en oportunidad, González, F. M. (1991). Una institución carcelaria: Ilusión y malentendido. En F. M. González, Ilusión y grupalidad: Acerca
del claro oscuro objeto de los grupos. Siglo XXI.
pero para que esto sea posible, es necesario cierto reconocimiento de que el malestar Jaques, E. (1965). Los sistemas sociales como defensas contra las ansiedades persecutorias y depresivas. En M. Klein, P.,
percibido trasciende lo individual y mantiene algún tipo de nexo con el acontecer Heimann y R. Money-Kyrle (ed.), Nuevas direcciones en psicoanálisis: La significación del conflicto infantil en la pauta de
la conducta adulta. Paidós.
institucional. Kaës, R. (1998): Sufrimiento y psicopatología de los vínculos institucionales. En R. Kaës, A. Correale, E. Diet, B. Duez, O.
A partir de allí, el equipo ‒en conjunto o, más frecuentemente, a través de alguno Kernberg y J.-P. Pinel, Sufrimiento y psicopatología de los vínculos institucionales: Elementos de la práctica psicoanalítica
de sus integrantes‒ podrá solicitar ayuda y establecer un diálogo con alguien externo, en institución (pp. 13-58). Paidós.
Kaës, R. (2002). Realidad psíquica y sufrimiento en las instituciones. En R. Kaës, J. Bleger, E. Enriquez, F. Fornari, P.
un tercero de apelación (individuo o institución) capaz de introducir en el grupo una Fusitier, R. Roussillon y J. P. Vidal, La institución y las instituciones: Estudios psicoanalíticos (pp. 15-67). Paidós. (Trabajo
lógica-ley diferente. original publicado en 1989).
Kaës, R. (2004). Complejidad de los espacios institucionales y trayectos de los objetos psíquicos. Psicoanálisis, 36(3),
655-670.
Kaës, R. (2005). La palabra y el vínculo: Procesos asociativos en los grupos. Amorrortu.
Resumen Kaës, R. (2008). Le complexe fraternel. Dunod.
Kancyper, L. (2004). El complejo fraterno: Estudio psicoanalítico. Lumen.
El trabajo explora las diversas expresiones que adquiere la angustia en los equipos técnicos multi- Kancyper, L. (2014). Cuatro funciones del complejo fraterno y un nuevo tipo de transferencia: La amistad de transferen-
disciplinarios; en particular, en los que se desempeñan en instituciones que reciben, administran cia. Revista de Psicoanálisis de la Sociedad Peruana de Psicoanálisis, 13, 21-47.
o tratan aquello que lo social excluye. Lourau, R. (1980). El Estado y el inconsciente. Kairós.
Pinel, J.-P. (1998). La desligazón patológica de los vínculos institucionales en las instituciones de tratamiento y reeduca-
En estas instituciones, la angustia –reconocida o no‒ está siempre presente. El trabajo propo- ción. En R. Kaës, A. Correale, E. Diet, B. Duez, O. Kernberg y J.-P. Pinel, Sufrimiento y psicopatología de los vínculos insti-
ne un recorrido por las formaciones sintomáticas más comunes, a través de las cuales se expresa tucionales: Elementos de la práctica psicoanalítica en institución (pp. 59-89). Paidós. (Trabajo original publicado en 1989).
la angustia y el sufrimiento institucional, e intenta una aproximación a los dinamismos en juego. Tizio, H. (2002). Sobre las instituciones. En V. Núñez (coord.), La educación en tiempos de incertidumbre: Las apuestas de
la Pedagogía Social. Gedisa.
Candidatos a descriptores: Sufrimiento institucional, Equipo técnico, Equipo multidisciplina- Ulloa, F. (1995). Cultura de la mortificación y proceso de manicomialización: Una reactualización de las neurosis actua-
rio, Angustia en los equipos. les. En F. Ulloa, Novela clínica psicoanalítica: Historial de una práctica. Paidós.
140 | Calibán - RLP, 20(1), 132-141 - 2022 Expresiones de la angustia en los equipos técnicos: El sufrimiento institucional, Luis Bibbó | 141
Vórtice:
Transgresión en análisis
142 | | 143
Calibán -
RLP, 20(1),
Eloá Bittencourt Nóbrega* y Wania Maria Coelho Ferreira Cidade* personal, sustentando una postura moral, pues el colega Alberto Cabral, en una charla espon-
144-146 “eso se debe a su obediencia frente al sistema tánea, citando a Lacan, “el deseo del analista
2022
normativo, no obstante sus ilegalidades” (p. es el deseo de diferencia”. Este no es, definiti-
Transgresión en 352). En cuanto la transgresión se mueve hacia vamente, un lugar de confort.
la creatividad, hacia lo nuevo, hacia la alteridad, En esta sección, Alejandro Beltrán, psicoa-
análisis la perversión se apega al yo, se vuelve hacia sí,
se reproduce lo instituido. Se busca algo que no
nalista mexicano, discute la noción de baluarte
a partir de una situación clínica con una pa-
sacuda las construcciones que creamos a lo lar- ciente y del lapso transcurrido en su supervi-
go de los tiempos, sin importar si hace síntoma, sión. El autor trae la noción de baluarte de los
No sufoco criado da minha própria mudança pero objetivando su mantenimiento para apla- Baranger y propone la idea de reducto para
Uma mucosa com vazio e falsas esperanças car las inquietantes diferencias. enfatizar la responsabilidad del analista y su
No aperto do casulo da minha própria criação Siguiendo en el sendero del pensamien- motivación inconsciente de establecer un lugar
Pensando em morte inevitável, me preparo pra morrer na solidão to de Birman, en el campo psicoanalítico, fuera del campo analítico. Luego, su propues-
Uma rachadura aparece, uma luz que me aquece la transgresión y la normalización están re- ta se orienta a denominar reducto a la primera
Abri meus olhos, desde então tudo me entorpece presentadas por la división y la oposición versión de baluarte, como funcionamiento in-
O peso some, o corpo para, dispara de las instancias psíquicas ‒el ello, el yo y el trapsíquico, y lo atribuye a las fantasías omni-
Me deparo voando com um par de asas superyó‒, evidenciando la polarización y la potentes del analista. Termina diciendo que el
Paraliso com o som de um pulso forte conflictividad de la subjetividad. De esta for- paciente contribuye a deshacer las defensas del
Descubro que a visa é possível, mas preciso ter sorte1. ma, “sería preciso perforar los registros del analista. Es interesante lo que estaba contenido
Jup do Bairro y Damasco, Transgressão, 2020 yo y de la conciencia, permeados como están en el lapso entre locura y deber, que parece ser
por el sistema normativo, para que la trans- el eje central del texto.
gresión como fantasma se transformara en En favor de la acción solidaria y del tra-
gesto, incidiendo así en la textura del mundo bajo del psicoanalista con la comunidad, la
La transgresión está asociada a todo lo que a la normalización. Así, podemos pensar en
como acto” (p. 356). psicoanalista Marly Terra Verdi, de São José
no se conforma, lo que rompe con los domi- modos de transgredir a partir de las fronteras
Para finalizar, tenemos la oposición cons- do Rio Preto (San Pablo, Brasil), propone una
nios, lo que abre espacios y garantiza nuevos entre transgresión y perversión que Joel Bir-
tante de las fuerzas pulsionales, entre pulsión reflexión crítica sobre los mitos y los mode-
sentidos, lo que engendra la falta en medio man (2006) enuncia como “dos registros que
de vida y pulsión de muerte, en la que “a través los tradicionales del psicoanálisis para funda-
de la unificación, descubriendo lo que está no se confunden ni se superponen” (p. 352).
de la insistencia de la pulsión de muerte, todo mentar que, desde Freud, lo social inscribe el
por ser, pero también lo que es sintomáti- De esa forma, el gesto transgresor sería aquel
aquello que ya había sido homogeneizado en psicoanálisis y en él está inscripto. Para la au-
co: la reproducción de lo mismo y de toda la que sobrepasa los límites de las reglamenta-
el registro del yo narcisista por la pulsión de tora, no hay cómo existir e incluso representar
coherencia. La transgresión permite la dis- ciones subjetivas, pero siempre en un intento
vida sería nuevamente fragmentado, exigien- actos y fenómenos humanos fuera de lo social.
continuidad, el descentramiento del yo, ex- de encontrar otras maneras de subjetivación,
do otras formas de enunciados semánticos, En el contexto de la clínica psicoanalítica, la
periencia que Foucault (1963/2001) afirma al indicando un “registro ético” (p. 352), consi-
cognitivos y afectivos” (p. 363). autora indaga por qué la inclusión de lo so-
citar la investigación de Bataille: “que tiene el derando la singularidad y la diferencia. La ex-
Esto es lo que permite al psiquismo man- cial se considera una transgresión al encuadre
poder de poner todo en causa (en cuestión), periencia transgresora parte inequívocamente
tener un juego transgresor, de rearticulaciones psicoanalítico y sostiene que la comunidad
sin reposo admisible” (p. 34). de la discontinuidad y de la ruptura.
permanentes por la introducción de ruidos y psicoanalítica, al desatender los aspectos so-
En la esfera social y globalizada, la trans- La perversión, a su vez, reproduce los sis-
exigencias de otras ligazones que marcarían la ciales, los transformó en síntoma inconsciente
gresión es una cuestión importante como temas normativos y, por consiguiente, las ac-
singularidad y la producción de diferencia en del psicoanálisis, de las instituciones y de los
gesto de resistencia posible para hacer frente ciones calculadas, minimizando pérdidas. El
la subjetividad. Está así puesta a condición de propios psicoanalistas.
a las distintas formas de violencia y de des- perverso busca el mantenimiento de un poder
desamparo, de incertidumbre y de extrañeza Sandra Bear, psicoanalista de Venezuela,
precio a los derechos humanos, una oposición
en la experiencia del sujeto. utiliza el marco teórico bioniano para desa-
De este modo, podemos correr riesgos rrollar la idea de que la búsqueda de la verdad
por el gesto transgresor, pero creemos que la en psicoanálisis es una fuerza creadora, trans-
* Sociedade Brasileira de Psicanálise do Rio de Janeiro.
1. En el ahogo creado por mi propia mudanza/ una mucosa con vacío y falsa esperanza/ en lo abierto del capullo de mi propia creación/ pen- subjetividad tal vez busque un movimiento gresora en el sentido de subvertir la habitua-
sando en muerte inevitable, me preparo a morir sin comunicación/ una rajadura aparece, una luz me enardece/ abrí los ojos, desde entonces que afirme la existencia, “algo del orden de la lidad de la vida de la persona, aunque se trate
todo entorpece/ el peso vuela, el cuerpo para, dispara/ me deparo volando con un par de alas/ me paraliza el sonido, un pulso fuerte/ descubro
que la meta es posible, mas preciso la suerte. afirmación del deseo” (p. 350). Como ha dicho de un camino doloroso. Por el contrario, un
144 | Calibán - RLP, 20(1), 144-146 - 2022 Transgresión en análisis, Eloá Bittencourt Nóbrega y Wania Maria Coelho Ferreira Cidade | 145
análisis basado en otros propósitos, y no en la a regresar o a permanecer endogámicamente Calibán - Alejandro Beltrán*
RLP, 20(1),
búsqueda de la verdad, estaría desvirtuando, bajo la protección del ámbito familiar. Habría 147-149
2022
transgrediendo su existencia y sentido. Este en ellos una dificultad para el desdoblamiento
enfoque se lleva a la institución psicoanalíti- transferencial que la virtualidad no ofrece del Sobre reductos y
ca, y discute el modo en que esta reglamenta mismo modo. Y es precisamente por eso que
el análisis didáctico. Para ella, esta verdad es
la prioridad, más que la de categorías de ana-
recomienda particularmente la incorporación
de esta negación de retorno a la presencialidad derrumbes
listas didactas, que debería primar en la expe- en el trabajo transferencial, atendiendo lo abo-
riencia analítica durante la formación. minable de los sucesivos cambios que aconte-
Cíntia Xavier de Albuquerque, colega de cieron a través de la pantalla y aquello que esta
Hace más años de los que quisiera reconocer, Así, pasaron los primeros meses de las sesio-
Brasil (Brasilia), presenta un texto franco y refleja de ellos mismos.
me encontraba cómodamente supervisando nes con Denise, entre la desesperanza y la burla
sensible en relación con varios puntos que son El autor Carlos Fernando Motta, psicoana-
con Roberto Gaitán, quien fuera Director del agridulce por su propio pesar. Pero no fueron
(o deberían ser) de interés del analista en su lista brasileño de Río de Janeiro, inicia su tex-
Instituto de Formación de la Sociedad Psi- esos vaivenes los que me orillaron a consultar a
práctica clínica y sobre su lugar en el mundo. to articulando sus ideas sobre la transgresión
coanalítica de México (SPM) y figura central en Roberto para que me ayudara a pensar el caso.
Ella llama la atención sobre el hecho de que en una asociación con abordajes de Foucault.
nuestra Sociedad, hasta su fallecimiento. Desde En la más reciente sesión, Denise llegó llorando
somos psicoanalistas insertos en distintas A esta comprensión vincula el movimiento
la hermosa vista que se apreciaba en el ventanal inconsolable, sus manos temblaban, me dijo que
culturas, localizados en distintos continentes, transgresor que ocurre en la clínica psicoana-
de su consultorio, hasta la cordialidad con la le era imposible tenderse en el diván. Tenso, pues
aprendemos juntos, intercambiamos expe- lítica, casi siempre ligado a la perversión. El
que aceptaba mis interpretaciones e, incluso, ella me había movido el encuadre sin siquiera
riencias al mismo tiempo que mantenemos colega también llama la atención hacia el po-
la sarcástica sonrisa que se dibujaba momen- preguntarme, se sentó en el sillón frente a mí
nuestro oficio solitario, compartido apenas der del analista otorgado por el estatuto de la
tos antes de señalarme que me había “volado” para, de inmediato, ponerse de pie de un salto,
con nuestro par analítico. La autora sugiere transferencia y por el imperativo de una ética
sobreinterpretando o me había quedado corto y comenzó a caminar de un lado a otro sin de-
que esa realidad siempre –y, sobre todo, aho- que regule la relación del analista con este po-
en mis intervenciones, nuestros encuentros cirme qué había sucedido. Miré este ir y venir en
ra, transgredida– debe llevarnos a reflexionar der. Evoca a Lacan para sostener que el punto
solían ser para mí un momento profundamente silencio durante varios minutos, pensando qué
sobre la ética del psicoanalista dentro de lo crucial y ético del trabajo del analista es correr
satisfactorio en la semana. era lo que yo debía hacer.
singular y de lo común a todos nosotros. Para el riesgo de –sirviéndose de Eros– abrirse a
Era, pues, uno de esos días de supervisión, Repentinamente Denise se detuvo y con de-
ello, alerta la autora, no hay momento mejor y la transgresión de la ley simbólica que rige al
y yo reseñaba ante Roberto el perfil de una pa- dos temblorosos trató de abrir su bolso y me dijo
más curioso que la pandemia que afectó nues- análisis. El autor prosigue con la comprensión
ciente que hacía solo unos meses había llegado a “Tengo que fumar, necesito un cigarrillo”. En ese
tras vidas, nuestro setting, nuestras costum- lacaniana del deseo del analista, para concluir
mi consultorio. La llamaré Denise, por el origen momento desperté de mi letargo y le dije: “No, tú
bres y creencias. que lo fundamental en cuanto a la transgre-
francés de su familia. Mujer excepcionalmen- sabes que aquí no se puede fumar”. Me miró como
La autora y psicoanalista uruguaya Sandra sión es aquello que se da a partir del analista,
te atractiva, vino a consulta por un motivo que si no me reconociera y detuvo la exploración del
Press parte de la descripción de las medidas por el pasaje del deseo del analista a deseos del
desde entonces encuentro una y otra vez en mi interior del bolso. Aproveché la pausa para pedirle
y los efectos de la pandemia en la población, analista, con la marca de actuación, muchas
práctica clínica: una desazón por la creciente que se sentara y me dijera qué era lo que estaba
particularmente en niños y adolescentes en veces deliberada.
certeza de que el matrimonio no era para ella. sucediendo. De manera mecánica, se dejó caer
etapa escolar. Destaca la preocupación por las
Esta contundente convicción de un destino, en el sillón y me relató cómo había conocido a un
consecuencias emocionales con las medidas
Referencias que para ella era terrible, no dejaba de asom- hombre en una reunión y lo había llevado a su de-
de cierre (aislamiento social) y reapertura que
Birman, J. (2006). Arquivos do mal-estar e da resistência. Civili- brarme en cada sesión que teníamos, pues era partamento, donde tuvieron relaciones sexuales
fueron sucediéndose de acuerdo a las nuevas zação Brasileira.
evidente su belleza física y su conversación con- ‒hasta ahí, nada nuevo, era una actividad que se
olas de la pandemia. El objetivo de su trabajo Foucault, M. (2001). Prefácio à Transgressão. En M. Barros da Mo-
tta (ed.), Estética: Literatura e pintura, música e cinema (vol. 3). juntaba un fino sentido del humor; su cultura y repetía casi cada semana‒; se quedaron dormidos,
es discutir las dificultades que se han presen- Forense Universitária. (Trabajo original publicado en 1963).
anécdotas me hacían entender que, por su origen y cuando Denise despertó, no encontró al hombre
tado con el retorno de los pacientes al trabajo Jup do Bairro y Damasco, F. (2020). Transgressão. En Jup do
Bairro, Corpo sem juízo [álbum]. Deck9. social y su trabajo, tenía oportunidades, más que y descubrió que este en algún momento se había
analítico presencial, tras la negación en favor
sobradas, de conocer a hombres que ella podría metido a la cocina, abierto el refrigerador y comi-
de Eros que significó el uso adaptativo de la Traducción del portugués: Gastón Sironi
considerar adecuados. Pero esto no sucedía; “es do varias cosas. Había dejado trastes sucios y la
virtualidad para dar continuidad al trabajo
como una maldición gitana”, me decía cuando comida sin guardar, y se había ido sin despedirse.
analítico. Observa, en las nuevas circunstancias
estaba de buen humor, o “es que ya estoy vieja y “¿Te das cuenta qué soy ahora? Dejo que
para retornar, una fuerte resistencia en pacien-
jodida”, cuando estaba desesperanzada. los hombres entren hasta la cocina y me
tes más frágiles, vulnerables a la transgresión,
* Sociedad Psicoanalítica de México.
146 | Calibán - RLP, 20(1), 144-146 - 2022 Sobre reductos y derrumbes, Alejandro Beltrán | 147
desechen como un plato a medio comer”, el superyó disciplinar y la locura, ese lugar donde tos diferentes. Lo interpersonal es un concepto la subjetividad es un pliegue en el continuo,
y prorrumpió en sollozos. En ese momen- descubrí uno de los riesgos de la práctica analíti- heredero de la convicción en la existencia de la lo que evidentemente modifica el concepto
to descubrí, al mirar el reloj, que la sesión ca. El dolor crudo de Denise me impactó de tal persona autónoma, quien, por compulsión in- de aparato psíquico. La perspectiva radical
casi había terminado. Le dije que seguiría- forma que construí un reducto con los lugares terna o contrato social, se vincula con el otro, de este concepto supondría que el así llamado
mos pensando lo que había sucedido y que comunes de la técnica analítica. A diferencia del poseedor asimismo de una autonomía idénti- aparato psíquico es una construcción en ese
seguramente resolveríamos todo esto que baluarte, que es una construcción en el campo, ca. Es, entonces, un concepto que forma parte pliegue y su investigación es posible si se le en-
tanto le dolía. Denise se levantó y me pidió propongo el término reducto para designar el es- del liberalismo que postula al individuo como tiende como un fenómeno intersubjetivo. Así
usar el baño para recomponer el maquillaje. fuerzo del analista para establecer un lugar fuera centro y eje, y lo social y comunitario como un como Winnicott dijo que no existía un bebé
“Estoy hecha un desastre”, me dijo con un del campo, intento por defender su propia sub- añadido ‒aunque necesario‒ que violenta la na- sin una madre, podemos decir que no hay psi-
intento de sonrisa. Cuando salió, ya esta- jetividad de los embates del otro. Sigo la termi- turaleza independiente y esencialmente egoísta quismo sin una práctica que involucre a por
ba Juan, mi siguiente paciente, en la sala de nología militar propuesta por los Baranger para de la persona. Inconscientemente, algunos psi- los menos dos para constituirla. No se trata de
espera. Mientras acompañaba a Denise a la resaltar que, si bien el reducto pretende estar coanalistas han continuado este paradigma al que la antropología sustituya al psicoanálisis,
salida, pude ver cómo Juan la devoraba con afuera, está condenado a convertirse en parte de postular el aparato psíquico como un reducto sino de que un pensamiento radical evidencie
los ojos cuando ella pasó a su lado. Sentí una la conflictiva que emana del campo; sin embar- individual y el afuera como: 1. estímulo al de- que la “mente individual” es un reducto que
punzada de enojo que se magnificó cuando go, es de responsabilidad exclusiva del analista, sarrollo interno; 2. fuente de lo traumático; 3. defiende la lógica del individualismo metafísi-
Juan, nada más poner la cabeza en el diván, de sus objetos internos y sus supuestos básicos, pantalla para la proyección de lo interno. Así, co del liberalismo.
me dijo “Oye, doc, tu paciente está buenísi- decantados en mandatos institucionales. el afuera es fuente de lo circunstancial y, como Es consecuente, entonces, que sostenga que
ma, pásame su número, ¿no?”, a lo que seco le Entre la locura y el deber, se da una oportuni- accidente, su importancia se mide en cuanto a la ayuda del analista en la empresa de desmon-
contesté “Ya sabes que la información de mis dad o un desastre en cada análisis. Desmontar el suma o resta al desarrollo individual. Si bien tar sus propios reductos, acuda el analizante, y
pacientes, tú incluido, es confidencial”. Juan reducto dependerá del trabajo del propio analista, algunos autores confunden interpersonal con en acto de paciencia, permita que el analista se
me contestó con un avergonzado “Claro, cla- a diferencia del baluarte, cuya deconstrucción se intersubjetivo, son elementos de paradigmas desenrede y desmonte sus propias defensas. Y,
ro, solo bromeaba”, e intentó comenzar desde da en pareja. En la obra de los Baranger (M. Ba- diferentes. Una forma de plantear esta diferen- de vez en cuando, uno tiene la suerte de contar
otra vertiente su sesión. ranger y W. Baranger, 1969; Baranger et al., 1982), cia la encontramos en la propuesta que consi- con alguien como Roberto Gaitán.
Cuando terminé, Roberto Gaitán me mi- podemos seguir la descripción del baluarte, prim- dera lo intersubjetivo como una tercera tópica
raba con una de sus sonrisas sarcásticas, pero ero como un fenómeno intrapsíquico, para luego (Brusset, 2006). Pero una tercera tópica tendrá Referencias
esta vez guardó silencio, me removí incómodo ser explicado como una construcción de la pareja, sentido solo si es parte de una crítica al modelo
Ahmed, S. (2014). The cultural politics of emotion. Edin-
en el sillón y le pregunté qué pensaba. Ladeó la tal y como ahora se le conoce (de León de Ber- solipsista o positivista del individuo: el sumar burgh University.
cabeza y me preguntó: “¿Por qué te pusiste tan nardi, 2009; Urribarri, 2019). Propongo retomar topologías sin esa crítica solo creará aberracio- Baranger, M. y Baranger, W. (1969). La situación analítica
como campo dinámico. En M. Baranger y W. Baranger,
estricto?”. Descolocado, pues me parecía obvio, la primera noción de los Baranger y denominarla nes epistemológicas. Problemas del campo psicoanalítico (pp. 129-164). Kargi-
le respondí que era lo que debía hacerse, pero reducto, una parte constitutiva de la fantasía om- Para comenzar a resolver ese problema eman.
por una extraña presunción, lo dije en francés: nipotente del analista, que sustenta la ilusión de metapsicológico, es imprescindible aclarar Baranger, M., Baranger, W. y Mom, J. (1982). Proceso y
no proceso en el trabajo analítico. Revista de Psicoanálisis,
“Pues actué /com il fu/”1. Me volvió a sonreír y lo intrapsíquico, por eso se construye de teoría y que la propuesta intersubjetiva supone un 39, 527-549.
me dijo que continuábamos la próxima. Mien- técnica. Es decir, es fundamental para el analista alejamiento de la idea de que las emociones y Brusset, B. (2006). Métapsychologie des liens et troisième
tras yo rumiaba lo sucedido esperando el eleva- romper con su propio mito de lo intrapsíqui- demás constelaciones subjetivas son datos psi- topique. Revue Française de Psychanalyse, 70, 1213-1282.
León de Bernardi de, B. (2009). Introducción al trabajo de
dor, Roberto salió de su consultorio corriendo co, reducto donde surge la ilusión de un aparato cológicos, y las plantea, en cambio, como pra- Madeleine y Willy Baranger: La situación analítica como
y me dijo “No te podía dejar ir así: es /com il fó/, psíquico. Así que el paso del campo interpersonal xis (Ahmed, 2014; Lutz y Abu-Lughod, 1990) campo dinámico. Revista Uruguaya de Psicoanálisis, 108,
198-222.
tu dijiste otra cosa, búscalo”. del primer concepto de los Baranger (M. Barang- y el sujeto como parte de la construcción de Levi-Strauss, C. (1968). Mitológicas 1: Lo crudo y lo cocido.
Presento el relato lo más crudo posible, en er y W. Baranger, 1969) al campo intersubjeti- esas prácticas. En cuanto a práctica, el acen- Fondo de Cultura Económica. (Trabajo original publica-
el sentido que Lévi-Strauss (1964/1968) le da al vo (Baranger et al., 1982) no es solo un cambio to cae no en la metafísica de la verdad indivi- do en 1964).
Lutz, C. y Abu-Lughod, L. (1990). Emotion, discourse,
término, dejando al lector la libertad de constru- conceptual, es posibilidad para desmantelar la dual, sino en la construcción del evento en y and the politics of everyday life. En C. Lutz y L. Abu-
ir una segunda mirada (Baranger et al., 1982), y preconcepción de que existe eso llamado aparato durante la constitución del dispositivo en cada Lughod Language and the politics of emotion (pp. 1-23).
mostrar así el intersticio que existe entre comme psíquico solipsista, atesorado aún por buena parte sesión. Así, el tema del adentro y afuera del Cambridge University.
Urribarri, F. (2019). El pensamiento clínico de Madeleine
il fou y comme il faut, entre el deber dictado por de la institución analítica. sujeto deja de ser un problema de territorio y Baranger: Historización y transformación del campo
Dejo para otra ocasión el desarrollo de esta frontera, defensas de una concepción militar analítico contemporáneo. Calibán, 17, 186-196.
idea, pero avanzo para mayor claridad: lo in- mecánica, cuya expresión singular es la idea
terpersonal y lo intersubjetivo poseen estatu- de reducto. En cambio, se puede plantear que
1. Pido al lector paciencia con la transliteración de la expresión
francesa. Los motivos pronto se descubrirán.
148 | Calibán - RLP, 20(1), 147-149 - 2022 Sobre reductos y derrumbes, Alejandro Beltrán | 149
Calibán - Marly Terra Verdi * ¿El psicoanálisis debe incluir lo “social”? Todos deberíamos sentirnos responsables
RLP, 20(1),
150-152 por todos. Y nosotros, psicoanalistas, debería-
2022 Esto es inevitable, puesto que lo social incluye
mos rever nuestras formas de pensar los múl-
el psicoanálisis y atraviesa todas sus dimen-
tiples aspectos de la vida social, incluyendo la
¿Incluir lo social en siones: la teoría y la práctica, la persona del
psicoanalista y la del psicoanalizando. No hay
propia noción de inconsciente. Si este contie-
ne todos los aspectos rechazados por nuestra
manera de existir o incluso representar actos
psicoanálisis transgrede y fenómenos humanos por fuera de lo social.
consciencia, tendríamos que pensar que la no
consideración de los aspectos sociales llevará
Es en ese sentido que decimos que uno de los
el encuadre psicoanalítico? mitos psicoanalíticos es pensar al ser como
a que se vuelvan un síntoma inconsciente del
psicoanálisis, de los psicoanalistas y de sus
individual. Como decía Aristóteles (trad. en
instituciones.
2011), el hombre es un ser político. Por eso, es
Claro que el psicoanálisis, a su vez, repro-
fundamental dejar de negar y omitir lo social,
duce un síntoma de la realidad que vivimos.
y poder incluirlo en nuestra reflexión.
¿Por qué la acción solidaria de los psicoanalistas ticamente en seres individuales y muchas veces Estamos inmersos en un modelo cultural e
Sin embargo, en la mayoría de nuestras
ha sido considerada transgresora? ¿Qué es lo nos olvidamos de que no existimos por fuera de ideológico que separa y nos hace creer libres y
instituciones, la formación psicoanalítica se
que se transgrede al ayudar a la comunidad nuestro entorno. autónomos, como si la vida de cada uno fuera
limita, en general, a los aspectos y análisis in-
que nos rodea? Freud plantea en varios de sus trabajos la independiente de todo lo demás.
dividuales, dejando por fuera de sus espacios
En particular, creo que transgredimos al- incidencia de los aspectos sociales en la propia Pensar que podemos actuar como si nada
la política y las comunidades a las cuales per-
gunos mitos del psicoanálisis; mitos construi- constitución de la mente, particularmente al in- tuviéramos que ver con el sufrimiento vivido
tenecemos.
dos a lo largo de más de cien años de existencia vestigar las protofantasías, o fantasías origina- socialmente, como si no debiéramos reflexio-
Hoy en día, cuando una pandemia global
de teoría y práctica psicoanalíticas. A partir de rias, donde aborda cómo cada uno de nosotros nar, teorizar y trabajar psicoanalíticamente
nos une a todos en un mismo destino de fra-
Freud, el psicoanálisis se ha volcado principal- carga con las vivencias de toda la especie, así para ayudar a todos aquellos que sufrieron lo
gilidad humana, demostrando que determina-
mente hacia el estudio del funcionamiento de como con la historia de nuestros antepasados. traumático de las grandes pérdidas, del miedo,
dos hechos nos afectan a todos y confirmando
la mente individual. Los dos textos paradigmáticos en los que de la falta de condiciones físicas o psíquicas,
que somos siempre parte de la comunidad hu-
Los mitos, según Joseph Campbell (1980), Freud investiga lo social son Tótem y tabú, de además de las económicas, es escotomizar el
mana y del destino de nuestro país, de nues-
son aquello en que creemos y da sentido a 1912, y Psicología de las masas y análisis del yo, propio psicoanálisis. Si nos quedamos aho-
tra ciudad y de nuestro entorno, la puesta en
nuestra experiencia de estar vivos. Por lo tan- de 1921. En el primero, además de proponer un ra pensando solamente en nuestra atención
cuestión de los modelos tradicionales puede
to, el psicoanálisis, como todo lo que vive, mito central acerca de cómo nos constituimos on-line y en nuestra práctica privada, estare-
resultar oportunidad importante para un des-
está también constituido por mitos. Uno de antropológicamente a partir de la horda primi- mos contribuyendo a una escisión generadora
pertar psicoanalítico.
ellos ‒que se contrapone a la solidaridad en su tiva, Freud teoriza sobre la existencia en cada de una especie de “agujero negro”.
Debemos reflexionar sobre la noción de
sentido más amplio‒ es que su comprensión uno de nosotros de un aparato especial capaz Como psicoanalistas, tenemos que pen-
individualidad, no existimos separados de la
concierne al interior de un sujeto, aquel que de reconocer los aspectos inconscientes en los sar cómo insertar lo social en nuestra teoría,
naturaleza y, fundamentalmente, separados de
atendemos en nuestros consultorios y con el otros. En el segundo, quizás el más importante integrando algo que siempre supimos: que la
la naturaleza humana. Como dice el líder indí-
que buscamos ser profundamente solidarios, texto social de Freud, afirma, ya desde su pri- mente se constituye por medio de vínculos y
gena brasileño Ailton Krenak (2020):
prestando nuestra mente analítica para que mer párrafo, que toda la psicología es inevita- que la transferencia es un fenómeno de vín-
transfiera en ella sus contenidos inconscien- blemente psicología social y que el psicoanáli- culos profundos. Precisamente, se trataría de
tes. Creemos, entonces, en el mito de un su- sis reconoce siempre en la mente individual la Fue esa perspectiva la que me hizo afirmar que asumir que lo social constituye lo mental y que
jeto individual, a pesar de saberlo constituido presencia de los múltiples otros que la consti- no somos la humanidad que creemos ser […]. el encuentro de dos mentes supone en sí mis-
desde el nacimiento por sus experiencias de tuyen. Asimismo, en relación con la guerra, en Destruir el bosque, el río, destruir los paisajes, mo la interacción de una multitud.
vínculo. artículos como ¿Por qué la guerra? (Freud, 1933 así como ignorar la muerte de las personas, de- Necesitamos releer a Bion (1961/1983),
Winnicott afirma que no existiría eso que [1932]/1955b) reflexiona acerca de cómo nos muestra que no hay parámetro de cualidad al- Winnicott (1958/2000) y otros autores psicoa-
llamamos bebé, puesto que este solo existe vin- configuramos y reaccionamos ante nuestros guna en la humanidad, que eso no es más que nalíticos que han sabido dirigir sus miradas a
culado y compartiendo con su madre aquello semejantes con aspectos destructivos que nos una construcción histórica no confirmada por la los fenómenos grupales, puesto que es notorio
que se volverá su mente o, más precisamente, llevan, con frecuencia, a interactuar con el am- realidad. (pp. 42-43) cómo el trabajo con grupos, parejas y familias
como afirma Winnicott (1958/2000), su psico- biente atacando en el afuera lo que nos pertur- ha quedado marginado hasta hace poco tiem-
soma. A pesar de ello, seguimos creyendo mí- ba interiormente, y viceversa. po, o todavía sigue siéndolo, en nuestras so-
* Sociedade Brasileira de Psicanálise de São Paulo. ciedades psicoanalíticas.
150 | Calibán - RLP, 20(1), 150-152 - 2022 ¿Incluir lo social en psicoanálisis transgrede el encuadre psicoanalítico?, Marly Terra Verdi | 151
Calibán -
Pero además quiero aquí hacer énfasis para descubrir cómo podemos progresar ha- RLP, 20(1),
Sandra Bear*
en otra cosa, aun menos discutida: el trabajo cia la realización de acciones reales en nues- 153-155
2022
con los desamparados. Es nuestra responsa- tras comunidades.
bilidad llevar hasta ellos nuestra formación
y atención, abriendo a una discusión acerca
de nuestro papel social con las minorías, que Referencias
La no-tolerancia a la
en realidad son mayoría, y no tienen acceso a
nuestros consultorios.
Aristóteles (trad. en 2011). Ética a Nicômaco. UNB. (Obra
original del siglo IV a. C.).
Bion, W. R. (1983). Experiências com grupos: Os funda-
verdad como transgresión
Otro aspecto central es el valor que cree-
mos tener debido a nuestra formación ana-
mentos da psicoterapia de grupo. EDUSP; Imago. (Trabajo
original publicado en 1961).
Campbell, J. (1980). O poder do mito. Palas Athena.
y la verdad como
lítica, que es importante, sin duda, pero que
muchas veces contribuye a inflaciones narci-
Freud, S. (1995a). Linhas de progresso na terapia psicana-
lítica. En J. Salomão (trad.), Edição standard brasileira das
obras psicológicas completas de Sigmund Freud (vol. 17).
transgresión creadora
sistas que involucran inflaciones económicas, Imago. (Trabajo original publicado en 1919 [1918]).
puesto que el mito acerca del valor de cobrar Freud, S. (1995b). Por que a guerra? En J. Salomão (trad.),
por el trabajo clínico raya con cierto cinismo Edição standard brasileira das obras psicológicas completas
de Sigmund Freud (vol. 22). Imago. (Trabajo original pu-
que esconde la real atracción por los tres peli- blicado en 1933 [1932]). La verdad existe sin necesidad de ser contem- la idea de la separación, y aparecen recuerdos
gros señalados por Freud (1930/2010): “poder, Freud, S. (1995c). Psicologia de grupo e análise do ego. plada, mirada, escuchada; simplemente es para y sueños relacionados con el maltrato entre los
En J. Salomão (trad.), Edição standard brasileira das obras
éxito y riqueza” (p. 14). quien pueda percibirla. Me refiero a la verdad padres. A tal punto llegaba su terror que una
psicológicas completas de Sigmund Freud (vol. 18). Imago.
En 1919, en su artículo Nuevos caminos de (Trabajo original publicado en 1921). inmaterial, la de los afectos, la de los conflic- de nuestras sesiones telefónicas coincidió con
la terapia psicoanalítica, Freud afirmó que el Freud, S. (1995d). Totem e tabu. En J. Salomão (trad.), tos, la de las fantasías. El analizando desplie- una pelea entre los padres y su inhibición no
Edição standard brasileira das obras psicológicas completas
psicoanálisis debería hacer ese recorrido, esa de Sigmund Freud (vol. 13). Imago. (Trabajo original pu- ga su verdad, su mundo privado; lo muestra le permitió hablar, solo pudo escribir por el ce-
travesía, que le permitiera ser llevado a todos, blicado en 1913 [1912]). como puede, a veces salta a nuestra vista su lular, sintiéndose como una niña, en estado de
incluso gratuitamente. Cien años después, to- Freud, S. (2010). O mal-estar na civilização. En P. C. de verdad-realidad (García, 2013), y logramos al- regresión importante.
Souza (trad.), Obras completas (vol. 18). Companhia das
davía estamos al inicio de esas reflexiones y, Letras. (Trabajo original publicado en 1930). canzarlo, y en otras ocasiones estamos sordos En ambos casos, la pequeñez o insuficien-
en Brasil, recién comenzando un movimiento Krenak, A. (2020). A vida não é útil. Companhia das Le- ante ella, y no por eso su verdad no es. cia para alcanzar y pensar ciertos conteni-
tras.
de psicoanalistas que intenta pensar, atender e ¿Por qué una existencia podría no tolerar dos verdaderos limita, enceguece, empobre-
Winnicott, D. W. (2000). Da pediatria à psicanálise. Artes
inaugurar ese territorio. Médicas. (Trabajo original publicado en 1958). la verdad? Si la verdad nos alimenta, nos per- ce el Yo, su alma. La intervención analítica
Me gustaría mencionar aquí el proyecto mite evolucionar, aun cuando sea ingrata. Al- tuvo el efecto de una “idea mesiánica” (Bion,
Traducción del portugués: Alejandro Turel
S.O.S Brasil, movimiento creado por Alicia gunas ideas al respecto… 1965/2001), la cual aterroriza por su potencial
Beatriz Dorado de Lisondo, que reunió a psi- Puede ser que la mente no haya crecido lo transgresor y transformador del establishment
coanalistas de todas partes de nuestro país suficiente como para contener ciertos conteni- (Bion, 1965/2001) interno; es el terror al cam-
para atender psicoanalíticamente, en moda- dos mentales que le son dolorosos, angustian- bio, que se teme catastrófico. “Es catastrófico
lidad breve, on-line y gratuita, a bebés y sus tes, incómodos de tener dentro; siendo así, en el sentido estricto de un acontecimiento
familias, así como niños, adolescentes y los ciertas verdades no se pueden mirar, ya que vi- que produce una subversión del orden o sis-
adultos que los cuidan. Este trabajo surge de ven de manera inaccesible para el ser. Es como, tema previo de las cosas” (Bion, 1965/2001, p.
la constatación de que existen miles de huér- por ejemplo, el caso del niño que no puede re- 25) y, sin embargo, es necesario en el camino a
fanos de la pandemia y que tendremos en el presentarse la migración de su hermana, es mu- la verdad-realidad última incognoscible (Gar-
futuro un enorme contingente de gente trau- cho para él, se atragantaría; ni siquiera puede cía, 1973/2008a, p. 268), la O, en términos de
matizada por duelos no elaborados. hablarlo ni jugarlo en su análisis. O la situación Bion (1965/2001), a la cual nos aproximamos
Este proyecto surge de un movimiento de una joven analizanda que, para ocultar su a partir de K, integrando trozos de verdades
conjunto que quiere que los psicoanalistas de terror a la soledad, mantiene una relación de que pertenecen al ser, aun cuando en su ma-
Brasil, y esperemos que de América Latina pareja maltratante, sin percatarse realmente yoría no se puedan contener.
toda, acerquen la escena psicoanalítica a la so- de ello. Al poco tiempo de iniciado su análisis, En otras vivencias, la no-tolerancia a la
ciedad, lo cual incluye sus aspectos políticos, comienza a poder acceder a su terror ante el verdad no es ingenua, no es tan simple en su
abandono y al repudio de su relación de pareja, proceder, es enrevesada. Se evidencia, como
lo que evoluciona hacia crisis de ansiedad ante en los ejemplos previos, la insuficiencia de
152 | Calibán - RLP, 20(1), 150-152 - 2022 La no-tolerancia a la verdad como transgresión y la verdad como transgresión creadora, Sandra Bear | 153
mente y la incapacidad para tener, y mucho Cuando personalidades como las antes aunque en otro sentido, por intentar modificar
menos reconocer dentro de sí, realidades que descritas dirigen instituciones, lo que abunda el estado de cosas existente, en cuyo caso sería
no satisfacen; en estos casos, se utiliza una su- es, entonces, la adherencia a preceptos y esta- una transgresión creadora, transformadora,
puesta verdad que place mucho más y, además, tutos, haciéndolos cumplir a otros, alienando necesaria para no continuar transgrediendo,
oculta “la realidad última” (Bion, 1965/2001), al grupo. Se sustituye el pensar por una nor- en el sentido literal del término, el vertex úl-
lo que corresponde a una falacia. mativa rígida que protege del terror ante la timo del análisis.
En este tipo de existencia podrían discrimi- posibilidad del cambio de lo establecido y del Al enfocar, intentando captar la confi-
narse, además, aquellas que hacen daño con su lugar que se ocupa, es un como si. Preocuparía guración de hechos que agrupa la dificultad
accionar, donde pareciera que lo maligno no si se tratara de una institución psicoanalítica, de mantener presente realidades ásperas, el
cabe dentro de ellas y requieren verterlo fuera, donde se estaría transgrediendo el fin origina- lente nos muestra individuos e instituciones
alivianar su carga para, inevitablemente, vol- rio del psicoanálisis, la verdad, por privilegiar con rasgos de vulnerabilidad, rigidez e inca-
ver a cargar con su pesado arsenal destructivo, la permanencia del establishment. pacidad de contener la realidad objetiva cam-
dado lo inconsciente no tramitado. Continuando con la reflexión sobre la biante. Se observa escasa capacidad negativa
La ilustración clínica es la de una madre intolerancia a la verdad en los institutos de (Bion, 1965/2001), que conllevaría toleran-
que atiendo, la cual, ante los intentos de dife- formación psicoanalítica, concibo una cir- cia a la incertidumbre, sin acción ni evasión
renciación de su hija adolescente, se reviste de cunstancia particular de ello cuando se limita (García, 1973/2008b, p. 260). En su lugar, la
una armadura de madre abnegada, una men- y condiciona quién puede analizar a un can- mentira arropa cuando la verdad se vivencia
tira, y cuando es invadida por intensos senti- didato durante su formación para ser psicoa- amenazante.
mientos envidiosos ante el ser naciente de su nalista. Esta normativa omite peligrosamente Trabajo arduo el de la dupla analítica, que
hija, quien intenta una existencia separada y que lo fundamental para poder analizar es la tiene como fin ser y estar honestamente, sin
diferente a la de ella, “desenfunda un puñal” capacidad analítica, y no el rango dentro de engaño, en realidad, de la mano de la búsque-
que normalmente mantiene oculto. El análisis la organización. Estimo que si la esencia y el da de la verdad.
de la envidia y de su destructividad ha contri- fundamento del análisis es la O, la verdad-rea-
buido a disminuir la intensidad y frecuencia de lidad última, no es inherente y exclusiva fun- Referencias
la violencia, y ha ido permitiendo que la hija ción didacta, y debería circunscribirse esta Bion, W. R. (2001). Transformaciones. Promolibro. (Trabajo origi-
nal publica en 1965).
se vaya fortaleciendo y discriminando cuándo última a funciones docentes (como su propio Freud, S. (1975). Análisis terminable e interminable. En J. L. Et-
la madre tiene puesta la armadura de la menti- nombre lo indica), no terapéuticas. El análisis cheverry (trad.), Obras completas (vol. 23). Amorrortu. (Trabajo
original publicado en 1937).
ra, y así protegerse de ella. Lo establecido entre ‒el único análisis, el personal, el verdadero‒ es
García, A. (2008a). Función y dis-función didáctica. En A. García,
ambas, el statu quo destructivo, ha sido trans- el que se realiza “sin deseo” de analizar a un Pensamientos en psicoanálisis. Miguel Ángel García. (Trabajo ori-
gredido gracias a la fuerza vital transformadora candidato, analizando lo que trae a sesión la ginal publicado en 1973).
García, A. (2008b). Un aporte a la selección. En A. García, Pensa-
de la verdad tramitada en el análisis, a pesar del persona, lo que transfiere, lo que no dice. Si se mientos en psicoanálisis. Miguel Ángel García. (Trabajo original
sufrimiento que ello le conllevó. debe tener presente que quien está en el diván publicado en 1973).
García Fernández, A. (2013). Introducción a la obra de W. R. Bion:
También se observa no-tolerancia a la verdad es un candidato, se pierde la no-saturación im- Variaciones sobre el tema. Biblioteca Nueva.
cuando no se ha desarrollado una existencia di- prescindible para captar al otro e impregnarse
ferenciada del entorno; en estos casos, pareciera de su verdad.
que el “nacimiento psíquico” no ha ocurrido, se ¿Por qué no puede el aspirante a analista
mimetizan con lo validado por el otro, por lo desplegar su ser ante el analista que desee?
que ni siquiera cabe el concepto de verdad o el ¿No llevaría este impedimento a mantener la
de mentira, ya que el ser no se tiene a sí mismo, categorización jerárquica de sus miembros?
la subjetivización está ausente. Abunda el com- ¿No se transgrede el fin originario freudiano1
placer, el repetir las interpretaciones del analista cuando se condiciona la elección del analista?
como propias; es una pseudoexistencia, y ame- Esta reflexión puede ser a su vez transgresora,
naza el peligro de un pseudoanálisis repleto de
conceptos y teoría de la técnica, privado de la
verdad como experiencia emocional. 1. “No se olvide que el vínculo analítico se funda en el amor a
la verdad, es decir, en el reconocimiento de la realidad objetiva,
y excluye toda ilusión y todo engaño” (Freud, 1937/1975, p. 249).
154 | Calibán - RLP, 20(1), 153-155 - 2022 La no-tolerancia a la verdad como transgresión y la verdad como transgresión creadora, Sandra Bear | 155
Freud le habría escrito en una carta a Ferenczi interpretativo clásico con los que han surgido
en 1928 que sus recomendaciones sobre la téc- en los últimos veinte años, que no forman un
nica eran “esencialmente de naturaleza negativa” conjunto homogéneo? ¿Cuántos colegas pro-
(Freud, citado en Bittencourt, 2004, p. 89), que ponen el modelo clásico y fácilmente se con-
todo lo positivo él lo había dejado al tacto de los tradicen? ¿Qué es lo que de hecho hace cada
analistas y que estos fueron tan obedientes que uno de nosotros en nuestras clínicas?
no percibieron la elasticidad de las reglas y se so- Pienso que no hay momento mejor y
metieron a ellas como a tabúes, privilegiándolas más curioso para reflexionar sobre estos te-
y dejando en segundo plano a los analizandos. mas: en plena pandemia, con nuestro setting
Esto llama la atención y preocupa: si el psicoa- totalmente alterado, cuando transgredimos
nálisis es, en su origen y siempre, transgresor en continuamente, en el sentido de ir más allá,
el sentido de la búsqueda máxima de la singula- de atravesar, para seguir trabajando con nues-
ridad, ¿en qué medida nosotros, psicoanalistas, tros pacientes. Y lo hacemos por ellos y por
nos hemos formado –en el sentido de formación nosotros, es fundamental la conciencia de esta
en psicoanálisis– todo lo libres y creativos po- verdad. Precisamos trabajar, tenemos muchas
sible? ¿En qué medida hemos sido sellados por necesidades materiales también. ¿Por qué casi
nuestros maestros transmisores del saber, ellos no hablamos de esto? ¿Cuántos analistas es-
Cíntia Xavier de Albuquerque*
mismos marcados por otros maestros de otras taban frontalmente en contra de la atención
culturas? Sellos inevitables, pero merecedores de online antes de la pandemia? ¿Quién no recu-
atención y reflexión. pera sesiones? ¿Quién no atiende una vez por
Aquí no puedo dejar de mencionar algo semana? ¿Quién no utiliza el modelo clásico y
Calibán -
RLP, 20(1),
156-158
Transgresión en que me dijo hace más diez años un colega
psicoanalista de Río de Janeiro: “Por supuesto
otras formas de trabajar?
Nuestra escucha cambió y eso es lo que me
análisis
2022
que cambio el horario de las sesiones cuando parece realmente precioso. Fue más allá de lo
mis pacientes me lo piden y puedo. ¡Vivo en que era, transgredió: hoy escuchamos mejor
una ciudad en la que los pacientes van de la los mecanismos de defensa psicóticos. Los nú-
playa, con los pies llenos de arena, a su se- cleos psicóticos nos asustan menos, nos hacen
sión de análisis!”, o “¡En Río todo el mundo retroceder menos; logramos aproximarnos
Para comenzar, el Yo no es el señor de su pro- Hay que dejarse llevar en un movimiento pen-
se abraza, los pacientes nos abrazan, es parte mucho más a la locura privada del paciente y
pia casa. El señor es el inconsciente, que puede dular levísimo, pero perceptible. El punto de
de nuestra cultura!”. Y entonces recuerdo algo a la nuestra, estamos próximos a los estados lí-
llegar a conocerse parcialmente si el Yo traba- equilibrio es, de hecho, una pequeña zona.
que no sé si era o no verdad... más de una vez mite, al carácter polimorfo de la neurosis adul-
ja en la búsqueda del saber sobre sí mismo. Si Con todo, cada ser tiene su singularidad y la
oí decir que Donald Meltzer no se cambiaba ta y de las transferencias. Vemos que nuestros
trabaja en alianza analítica. En caso contrario, búsqueda es conjunta, pero particular. Aquí
el blazer con el objetivo de mantener el setting pacientes cambiaron mucho, modificados por
las resistencias y la censura no permitirán también la transgresión creativa impulsa hacia
inalterado. Y fue de parte de un colega argen- la cultura. Nosotros también estamos insertos
avances significativos. No basta desear. Es algo que está más allá.
tino que oí, hace quince años, que él ponía su en la cultura. ¿Cómo no cambiaríamos?
preciso ir más allá, atravesar barreras, trans- Sometidos a la cultura (educación, Estado,
celular a disposición de sus pacientes más frá- Me acuerdo bien de cuán difíciles fueron
gredir: la transgresión creativa, el surgir de lo religión) que pretende uniformizar y formatear
giles y destrozados y decía: “Llámeme”. Cultu- los tiempos de cuestionamiento de la técnica
no sabido revelado por la dupla analítica. La al hombre, pero marcados por nuestro poten-
ras y rasgos de personalidad, la fog londinense, clásica. Tiempos en los que la frase “Eso no es
transgresión que permite que se manifieste cial transgresor, vivimos en la obediencia y en la
la playa carioca, Buenos Aires... psicoanálisis” era común. Muchos de los más
una mayor libertad y, quién sabe, junto con desobediencia a las normas, en el ímpetu de ir
Green (1972/2001) resalta, en un tex- experimentados resistían, sí, los cambios; los
ella, un mayor confort interior. más allá o paralizados por los miedos y las in-
to magnífico, que los cambios siempre han más jóvenes permanecían intimidados, inse-
Vivimos en constante movimiento y, como hibiciones del desarrollo. Somos psicoanalistas
ocurrido en psicoanálisis, pero que ahora los guros y constreñidos. Pero la clínica, soberana,
saben quienes practican yoga, el equilibro de insertos en distintas culturas, las propias y las
mayores cambios son del analista. Situaciones que retrata la vida, fue imponiéndose. Se co-
las fuerzas es inestable: en las posturas inver- de los colegas de diversos continentes, con los
que en el pasado eran conducidas de determi- menzó a hablar de la “persona real del analis-
tidas sobre la cabeza, de nada sirve forzar un que compartimos experiencias de intercambios
nadas maneras hoy pueden recibir otros en- ta”. ¿Y que era antes el analista? ¿Una imagen,
equilibrio estable. El yogui inflexible se cae. científicos durante décadas. Según Bittencourt,
caminamientos. ¿Cómo conciliar el método la pantalla en blanco, el espejo? ¿Dónde parece
* Sociedade de Psicanálise de Brasília.
156 | Calibán - RLP, 20(1), 156-158 - 2022 Transgresión en análisis, Cíntia Xavier de Albuquerque | 157
haber habido un gran equívoco en la compren- y Coelho Junior, 2000). Pienso que ambos son Calibán - Sandra Press*
RLP, 20(1),
sión de esto? Por lo que se sabe, Freud siempre importantes y organizadores. También se nece- 159-161
fue una persona muy real con sus pacientes, a sitan prescripciones, recomendaciones y prohi- 2022
158 | Calibán - RLP, 20(1), 156-158 - 2022 Retornos de pandemia: Reflexiones sobre el reencuentro con lo transgresor en el setting, Sandra Press | 159
el de una numerosa demanda de consultas turante (Casas de Pereda, 1999), aquella que y objeto sucumbían ante sus fantasmas mor- Circunstancias que renuevan preguntas
para niños y adolescentes por diferentes ma- sabe y no sabe acerca de la ausencia, muer- tíferos. Indiscriminados ante la inquietante sobre nuestro posicionamiento analítico y é-
nifestaciones de angustia, como crisis con te, separaciones, pero que es habilitante para extrañeza proyectada en las pantallas, lo omi- tico, que dejo aquí delineadas, en particular
agorafobias, fobias sociales, fobias escolares, construir teoría, asociaciones que sustituyan noso se perpetuaba reflejado en las imágenes por aludir a modos de acting out o pasajes al
somatizaciones, depresiones, anorexias, au- lo ausente operando creativamente. Durante (Press, 2020). acto (García, 2003) en momentos en los que la
tolesiones, dificultades de conducta y fraca- el ominoso período de la ola de pandemia, Efecto que sugiere, a posteriori, que la amenaza a la vida, la separación y los duelos
sos académicos. En este inicio de salida del contribuyó a favor de Eros para seguir dis- asunción de la propia imagen no necesaria- estuvieron a la orden del día. Así como abun-
aislamiento, el retorno a clase muestra ya no ponibles en el intento de no sucumbir ante el mente fue jubilosa, replicándose ahora como dan solicitudes para poner palabra y elaborar
miedo, sino conflictos que recrudecen con desvalimiento. doble siniestro (Lacan 1948/2000b) que ob- lo acaecido, lo que no halló palabra ‒lo desli-
alto grado de sufrimiento. El efecto de lo vi- Pero ahora, al dar comienzo al retorno a serva con crueldad desde afuera. Meses de gado, lo traumático originario‒ vuelve a decir
vido se hacía sentir como angustia y sínto- los consultorios, algunos pacientes o padres encierro ponen en primer plano ahora atra- presente.
mas, al tiempo que veíamos serias regresio- comienzan a mostrar que la virtualidad se pamientos especulares, cercanías incestuosas
Referencias
nes en los pacientes. ha transformado en herramienta resisten- ambivalentes revividas en términos de fusión
Braun de Bagnulo, S. (2003). Agresividad y transferencia
Simultáneamente, advertimos que algu- cial. “Es lo mismo”; “Tiene que estudiar”; con objetos primarios. negativa. Revista Uruguaya de Psicoanálisis, 97, 50-59.
nas instituciones escolares y liceales parecían “¿Podemos por Zoom?”; “Es más cómodo”; Asimismo, el lugar de corte del setting ana- Campalans Pereda, L. (2021). Cazando mamuts: Breve (y
desmentir lo transitado en este dramático pe- “No lo puedo llevar”... son algunos de los lítico viene siendo cuestionado en su supuesto temeroso) ensayo sobre el miedo. En L. Campalans Pe-
reda, Escritos pandémicos 2020/21. Autores de Argentina.
riplo. Docentes, escolares y liceales se encuen- argumentos que comienzo a escuchar. La saber, poniendo de relieve complicidades in- Casas de Pereda, M. (1999). Desmentida: Su efecto estruc-
tran con un sinfín de exigencias que definen transgresión viene cobrando otro matiz y conscientes de padres e hijos que perpetúan tural y su dimensión patogénica. En M. Casas de Pereda,
la aprobación del primer semestre del año tras se monta sobre lo habilitado en tiempos de lo transgresor del deseo en esta cercanía a su En el camino de la simbolización, producción de sujeto psí-
quico. Paidós.
pocas semanas de clase. restricciones. Pacientes que presentan ma- objeto de goce. García, J. (2003). Cuando Eros tienta a Thanatos: Algunas
Los analistas, que hemos idealizado la yor vulnerabilidad y dificultad para salir a La salida del confinamiento obliga a defusio- ideas en torno a las llamadas reacciones terapéuticas ne-
gativas y la transferencia negativa, vinculados a los con-
“solución” paliativa del trabajo por plata- la exogamia son quienes reclaman continuar narse para admitir otras leyes, introducidas por ceptos de “acting out” y “pasaje al acto”. Revista Uruguaya
formas, encontramos ahora diversas difi- on line. el tercero académico y por el encuadre analítico. de Psicoanálisis, 97, 74-94.
cultades. La sublimación pulsional en los Se hallan cómodos en el refugio incestuo- Los fantasmas proyectados en pantallas, de Lacan, J. (2000a). El estadio del espejo como formador de
la función del yo (je) tal como se nos revela en la expe-
espacios extrafamiliares y la función tercera so/ambivalente del hogar, donde el cuarto, la impotencia, miedo o persecución emergen en riencia psicoanalítica. En J. Lacan, Escritos 1. Siglo XXI.
que estos vectorizan al ofrecer figuras iden- cama, el pijama señalan con mayor claridad transferencia1. ¿Efecto del discurso social-polí- (Trabajo original publicado en 1949).
tificatorias alternativas se vieron seriamente el gran beneficio que acarrea la erotización o tico sanitario? ¿Afecto primordial significable? Lacan, J. (2000b). La agresividad en psicoanálisis. En J.
Lacan, Escritos 1. Siglo XXI. (Trabajo original publicado
menoscabadas. violencia para el goce sintomático. Coinciden- (Campalans Pereda, 2021) ¿Retorno de lo igual en 1948).
El consultorio establece con su setting este temente, muchos han tenido dificultades para reforzado en cuarentena? Pavese, C. (s. f.). Vendrá la muerte y tendrá tus ojos. Ma-
terial de Lectura. http://www.materialdelectura.unam.
otro espacio, territorio con función de corte sostener el período académico o las sesiones Creo observar que esta renovación de la mx/index.php/poesíamoderna/16-poesia-moderna-ca-
para sustentar o fortalecer la estructura sim- por Zoom. Las pasaron mayormente con las transferencia exige preguntarse por la sig- t/55-021-cesare-pavese?showall=&start=19 (Trabajo ori-
bólica. La transferencia de la dupla pacien- cámaras apagadas y transmitían que ver y ver- nificación de esta negativización (Uriarte, ginal publicado en 1948).
Press, S. (2020). Reflexiones en torno al des-amparo y a la
te-analista in situ no necesariamente es la mis- se en la pantalla les era insostenible. El Zoom, 2003), expresada en el rechazo al retorno depresión temprana en la clínica psicoanalítica con niños.
ma que por vía virtual. Nos hallamos dejando reproduciendo en la pantalla como espejo, al presencial o en las solicitudes de disminu- 33° Congreso Latinoamericano de Fepal, Fronteras, Mon-
de lado evocaciones transferenciales que pro- niño o joven mirando y mirándose al tiempo ción de la frecuencia, más aun en circuns- tevideo.
Uriarte, C. (2003). La transferencia negativa y la negati-
vienen del saludo, la gestualidad y mirada, la que es mirado, desenmascaró algo en ellos al tancias de gran descalabro psíquico o re- vización de la transferencia. Revista Uruguaya de Psicoa-
lágrima o el estremecimiento. Vale decir, de ponerse a prueba dispositivos yoicos: las ima- gresiones que han hecho colapsar la vida de nálisis, 97, 9-28.
lo que se entreteje al estar y angustiarse con y gos que habitan identificaciones primordiales estos niños y jóvenes. Vemos desplazarse lo
junto al otro. (Lacan,1949/2000a). ominoso al setting y un goce fortalecido que
Esta consideración me traslada al título de Los pacientes más jaqueados por sus fra- ahora inhabilita la función y deseo del ana-
este número, al que le agrego: ¿Cómo haremos gilidades narcisistas, vulnerados por vivencias lista en este nuevo contexto.
para trabajar juntos? Para retornar, privilegiar tanáticas insoportables, no lograron sostener
la premisa de la importancia de la presencia la actividad ni sesiones por Zoom. A ciertos
del otro para un análisis en transferencia. niños o jóvenes se les desvanecía la alteridad 1. Me estoy refiriendo a la idea que plantea Sylvia Braun de Bag-
nulo (2003) cuando sostiene que “si el analista pasa a contener las
El trabajo en virtualidad nos exigió un ante la ausencia del otro, ante la falta de la pre- cualidades agresivas del paciente […] [el paciente] puede sentir la
esfuerzo de desmentida estructural- estruc- sencia real. Sin la percepción del semejante, yo necesidad de volver a atacar o de apartarse del analista para pro-
tegerse” (p. 51).
160 | Calibán - RLP, 20(1), 159-161 - 2022 Retornos de pandemia: Reflexiones sobre el reencuentro con lo transgresor en el setting, Sandra Press | 161
Calibán -
Carlos Fernando Motta* lugar de objeto-causa. En cuanto al sujeto di-
RLP, 20(1), dad sexual del inconsciente. Y no sería ético
162-165 vidido, este está en la estructura del discurso,
2022 devolver a las profundidades los fantasmas
no es autor del discurso, no habla a partir de
que convocamos.
un significante que lo identifique. Si hay un
El psicoanalista concentra en sí, por la
poder, es el poder del lenguaje. Y Freud va a
transferencia, en sus caras imaginarias, sim-
agenciarlo por la asociación libre y por la aten-
Transferencia y transgresión ción flotante para constituir lo que Lacan lla-
bólicas y reales, la función de causa al hacer-
se semblante del objeto a. Así como inicial-
ma discurso analítico.
mente sustenta, modulando su respuesta, las
Hay una diferencia fundamental entre
ilusiones y demandas amorosas que la neu-
ley social y figura social del padre, en de-
rosis fomenta para recusar la castración del
clive en la modernidad, con la estructura
Otro. Y en su función simbólica, encarna
del lenguaje. El padre simbólico es el padre
la suposición de saber que es el pivote de la
En el sentido común, la transgresión está li- el sentido común, solo como infracción‒ pasa muerto. Lo que hace contrapunto interpre-
transferencia. Un saber que el analista, en su
gada a un universo de situaciones en las que a pensarse como transformadora y vital en su tativo entre la muerte de Dios y la debilidad
posición ética, sabe que no es suyo, sino que
el individuo rompe de forma deliberada un relación con el poder. Movimiento transgresor de la ley simbólica, relacionada por Foucault
es el saber insabido del inconsciente, que el
límite establecido por el pacto social. Ya en ese que reacciona ante el poder normativo y disci- (1963/2009) con el surgimiento de la trans-
discurso analítico a través de su dispositivo
nivel del acto deliberado de infracción y rup- plinador. Transgresión que busca, en la ruptu- gresión en la modernidad, con lo que Freud
permite producir y decantar.
tura, la transgresión se situará en el ámbito de ra del límite, el goce. busca en Tótem y tabú (1913 [1912]/2012),
El analista busca manejar la transferencia,
la conciencia del sujeto que sabe y conoce le En tanto ruptura de límite, la sexualidad, en el asesinato del padre como momento de
no en función de sus deseos o ideales, hacia la
ley que quiere violar. lo pulsional, el erotismo, lo compulsivo, lo instauración de la ley.
influencia o la sugestión, sino hacia la aper-
En psicoanálisis, la transgresión puede ser mortífero serán fuerzas centrales en esta re- Lacan, al inicio del seminario La transfe-
tura al inconsciente, acogiendo en su escucha
referida al dispositivo analítico, como efrac- lación entre límite, transgresión y goce. rencia (1960-1961/1992), al comentar que, en
lo que esa escucha convoca. Al no responder
ción a los límites que aseguran la posibilidad y En la clínica psicoanalítica, la transgre- psicoanálisis, en el inicio fue el amor, contra-
a la demanda, abre, por la falta, la dimensión
la dirección del trabajo analítico. sión permanece referida principalmente a la pone a Freud y a Breuer para decir: “Eso es
inconsciente del deseo del sujeto.
En su artículo Prefacio a la transgre- perversión. No se trata aquí de la relación in- lo importante. El pequeño Eros, cuya malicia,
“Servirse de él [Eros], ¿para quê?” (p. 17).
sión, que aborda la obra de Bataille, Foucault trínseca entre ley y deseo, como en la neurosis, en lo más repentino de su sorpresa, golpeó al
Es el punto crucial, ético, que puede abrirse a
(1963/2009) cuestiona la efectividad de la ley sino de voluntad de goce, que en su búsqueda primero y le obligó a huir, encuentra a su amo
la transgresión. Transgresión del analista, no
simbólica. Da a la transgresión otro estatuto, transgresora pone en escena la irrisión de la en el segundo, Freud. ¿Y por qué?”1 (p. 17).
solamente de una regla o norma, sino de la ley
relacionándola con la muerte de Dios. Falen- ley y la efracción de los límites, no solo nor- Y continúa:
simbólica que rige el análisis, lo que lleva al
cia de la ley simbólica que pone al individuo mativos, sino los que representan la ley de la
cuestionamiento del lugar del analista y de su
frente al vacío de ese Otro, pérdida del límite castración. A diferencia de Breuer, y por la causa que fue-
deseo.
de lo ilimitado, pérdida que lo confronta con La cuestión del poder del analista está se, la actitud que adopta Freud le convierte en el
su acto y su destino, en una mezcla de omni- en la base de una crítica de Foucault al psi- amo del temible pequeño dios. Opta, como Só-
¿Qué ha de ser del deseo del analista para que
potencia y desamparo. coanálisis como continuidad del poder y crates, por servirle para servirse de él. Aquí, en
opere de manera correcta? Esta pregunta, ¿pue-
Para Foucault, en virtud de la falencia de de la regulación del discurso médico-psi- este servirse de él, de Eros ‒todavía teníamos que
de quedar fuera de los límites de nuestro campo,
la ley simbólica y por la necesidad de control quiátrico a través de transferencia. Pero si subrayarlo‒, empiezan para nosotros los proble-
como en efecto pasa en las ciencias [...] en las que
social, habría en la modernidad una prolife- la transferencia otorga al analista un po- mas. Porque servirse de él, ¿para qué? (p. 17)
nadie se pregunta nada respecto al deseo del físi-
ración de normas, cuyos límites serían trans- der, en el momento en que el analizando
co, por ejemplo?2 (Lacan, 1964/1998, p. 17)
gredidos para crear enseguida otros límites y lo pone en el lugar del Otro y le atribuye La pregunta condensa toda la cuestión éti-
nuevas transgresiones. “La muerte de Dios no un saber sobre su sufrimiento, se torna im- ca del psicoanálisis, pues no hay análisis sin
nos restituye a un mundo limitado y positi- perativa una ley que regule la relación del transferencia, sin la actualización de la reali-
vo, sino a un mundo que se desencadena en analista con ese poder. Las reglas y normas
la experiencia del límite, se hace y se deshace referentes al dispositivo analítico son ex-
en el exceso que la transgrede” (p. 31), afirma presión del fundamento ético. 2. N. del T.: Traducción de E. Berenguer. La traducción de esta
1. N. del T.: Traducción de E. Berenguer. La traducción de esta cita y de la siguiente corresponde, respectivamente, a las pp. 17-18
Foucault. Lacan, en su retorno a Freud, busca el res- cita y de la siguiente corresponde, respectivamente, a la p. 17 y la y la p. 18 de: Lacan, J. (2008). El seminario de Jacques Lacan, libro
La transgresión ‒al contrario de como la ve cate del deseo y del campo de una falta que p. 18 de: Lacan, J. (2008). El seminario de Jacques Lacan, libro 8: La 11: Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Paidós.
transferencia. Paidós. (Trabajo original publicado en 1960-1961). (Trabajo original publicado en 1964).
funcione como causa. Ubica al analista en el
* Sociedade Brasileira de Psicanálise do Rio de Janeiro.
162 | Calibán - RLP, 20(1), 162-165 - 2022 Transferencia y transgresión, Carlos Fernando Motta | 163
Y prosigue: “por una razón muy sencilla: Referencias
el problema de la formación del analista lo
postula. Y el análisis didáctico no puede servir Birman, J. (2008). Genealogia da transgressão. Cadernos
de Psicanálise-SPCRJ, 24(27), 79-98.
para otra cosa como no sea llevarlo a ese pun- Dostoiévski, F. (2005). Os irmãos Karamázov. Ediouro.
to que en mi álgebra designo como el deseo (Trabajo original publicado en 1879).
Foucault, M. (2009). Prefácio à transgressão. En M. Fou-
del analista” (p. 17).
cault, Estética: Literatura e pintura, música e cinema. Ditos
Freud coloca la cuestión de la ética psicoa- e escritos (vol. 3, pp. 28-46). Forense universitária. (Traba-
nalítica en referencia al límite al cual el análi- jo original publicado en 1963).
Freud, S. (2012). Totem e tabu. En P. C. de Souza (trad.),
sis podría llevar, límite correlativo al lugar y a Obras completas (vol. 11). Companhia das Letras. (Traba-
la acción del psicoanalista. Para Freud, el le- jo original publicado en 1913 [1912]).
cho de rocas de la castración. Para Lacan, todo Lacan, J. (1992). O seminário de Jacques Lacan, livro 8: A
transferência. Jorge Zahar. (Trabajo original publicado en
análisis llevado a su fin produce al analista. 1960-1961).
Que el sujeto se determine a ocupar ese lugar Lacan, J. (1998). O seminário de Jacques Lacan, livro 11: Os
quatro conceitos fundamentais da psicanálise. Jorge Zahar.
de analista es una elección. Lo fundamental es
(Trabajo original publicado en 1964).
el advenimiento del deseo del analista produ-
cido por el cambio de posición de analizando
a analista.
Esto es lo que se plantea como cuestión
para el psicoanálisis ya que lo fundamental
de la transgresión es que se produce a par-
tir del analista, como ruptura, violación, se-
ducción, erotización, influencia, sugestión,
posesión; la transgresión se caracteriza en
todas esas circunstancias por el pasaje del lu-
gar del analista al lugar del sujeto, del deseo
del analista a deseos del analista, teniendo,
a diferencia de las reacciones contratransfe-
renciales, la marca de la actuación, de una
actuación deliberada, lo que caracterizaría
propiamente a la transgresión.
164 Calibán
164 | - RLP, 20(1), 162-165 - 2022 Transferencia y transgresión, Carlos Fernando Motta | 165
Incidente:
Discriminación
166 | | 167
Calibán - Cecilia Moia* Calibán - Ignácio A. Paim Filho*
RLP, 20(1), RLP, 20(1),
168 - 2022 169-175
Discriminación
2022
Racializar el psicoanálisis:
Romper las fronteras
“Un incidente no es un accidente, es un hecho que acontece en el curso de un asunto y que
modifica y toca en algo su devenir” (Moia, 2019, p. 111): con esta frase, se inauguraba esta alienantes de la blanquitud
sección. Cuando la persistencia de una temática que llega a nuestra editorial insiste, es que
reclama su visibilización, y ello nos llama y nos provoca a albergarla, a escucharla.
La blanquitud es un constructo ideológico en el cual el blanco
En esta perspectiva, desde la sección Incidente, Ignácio A. Paim Filho, Wania Ma-
se ve y clasifica a los no blancos a partir de su punto de vista.
ria Coelho Ferreira Cidade, Jorge Bruce, José Galeano, y Lúcia Maria de Almeida
Implica ventajas materiales y simbólicas
Palazzo toman la palabra y se pronuncian en referencia a la discriminación y su reper-
para los blancos en detrimento de los no blancos.
cusión en nuestras instituciones psicoanalíticas.
Tales ventajas son fruto de una desigual distribución de
Las sociedades adoptan normas hegemónicas que dictaminan valores y creencias que se
poder (político, económico y social).
transforman en los estándares de validez y de referencia. Estos valores hegemónicos ‒blanco,
Priscila E. da Silva, 2017
católico, cisgenérico, heterosexual y sin discapacidad (able-bodied)‒ son lo que se considera
“normal”. Desde esta lógica, siempre estará lo que es estándar y lo que queda por fuera, y con
Nunca he concebido que debiera avergonzarme por
ello la idea de normalidad y lo que quede también por fuera de ella.
mi linaje o, como se empezaba a decir, por mi raza.
Cabe la pregunta: ¿qué se hace con lo que queda por fuera? Una respuesta inme-
Freud, 1925
diata es: se lo discrimina. ¿Por qué? Por angustia. La angustia hace sintonizar lo más
íntimo con lo más colectivo. Ese movimiento puede incluir a toda la sociedad, en una
epidemia ‒¿pandemizable?‒ de rechazo al otro. Cada uno puede devenir un extran-
La problemática del racismo asola la cultura brasileña desde su origen colonial y
jero para el otro. Y todo eso puede convertirse en violencia por la incertidumbre que
esclavócrata, a comienzos del siglo XVI, hasta nuestro tiempo, contexto explorado
ese otro nos genera y también devenir en miedo, miedo de ese otro encarnado en el
de forma emblemática por Jessé Souza en su libro Como o racismo criou o Brasil, de
diferente, y solo hay lugar para el debate a la medida del odio hacia ese otro con sus
2021. En él, el autor narra la relación intrínseca del racismo y sus desdoblamientos
consecuentes políticas y estrategias de seguridad represivas.
en la composición del Estado brasileño, que se reflejará en las precariedades so-
Pero nuestra sección retoma una vez más el compromiso inicial de un quehacer
ciales, económicas y políticas, con resonancias importantes en las configuraciones
con lo que insiste o, como en esta oportunidad, se relanza con el interrogante de qué
de subjetividad que marcan nuestra historia y, de forma más desgarradora, la de la
se hace con lo que queda por fuera. O tal vez con aquello que me habita, ese odio de
población negra.
sí mismo que deviene odio al otro. Por eso hoy se ve poblada de temas que insisten
En ese sentido, vivimos un presente colmado del pasado traumático del ra-
en el campo del pensamiento analítico y de nuestras instituciones en relación con la
cismo en la esclavitud y de la esclavitud en el racismo, en una repetición ininte-
época en la que vivimos.
rrumpida. Problemática trabajada exhaustivamente –a pesar de toda la letalidad
Porque en los diferentes movimientos de la humanidad siempre se producen manifes-
practicada bajo el yugo de la falacia de la democracia racial, una negación que
taciones con las que el psicoanálisis dialoga, confronta; en definitiva, a las que no puede
revela una afirmación ominosa– por los colectivos negros, siendo estos los grandes
ignorar si quiere existir. Ante la discriminación, el psicoanálisis debe establecer su posición
responsables de las transformaciones ocurridas en la comprensión y la puesta en
por formar parte de la cultura que la produjo, por haberla sufrido y soportado desde sus
práctica de medidas antirracistas, frente a esta cuestión estructural que atraviesa de
orígenes, porque no queda eximido de ejercerla en el seno de sus instituciones.
forma horizontal y vertical el orden social brasileño.
Ampliamos una vez más nuestro espacio de publicación más allá del temático,
Mientras tanto, el pueblo blanco –creador y ejecutor del racismo estructural–,
esperando con ello alcanzar mayor proximidad con los anhelos de nuestros autores y
cuando trabajó esa temática, por un largo tiempo lo hizo desde el vértice del co-
que sus voces sean escuchadas, leídas por aquellos que se sientan convocados a dialo-
lonizador esclavócrata, es decir, mediante una mirada que comprende el racismo
gar con ellos. Siéntanse invitados.
como un problema del pueblo negro.
Siendo así, su pensamiento sobre el racismo estaba asentado en el principio de
Referencias un observador neutro, que tenía en el negro su objeto de estudio e investigación.
Este contexto es compatible con la lógica de las idealizaciones oriundas del Yo-
Moia, C. (2019). Incidente. Calibán, 17(1), 111.
168 | Calibán - RLP, 20(1), 168 - 2022 Racializar el psicoanálisis: Romper las fronteras alienantes de la blanquitud, Ignácio A. Paim Filho | 169
ideal inventada por la perversidad del blanco cuando creó al negro. Sí, el negro dolor insoportable que significa para el continente europeo, y para sus descendien-
es una invención del blanco que sigue siendo reeditada por este, constantemente. tes, enfrentarse con el gigante continente africano y con su pueblo, con sus múlti-
Invención que tiene como meta la racialización de ese otro, que es colocado en ples y diversas riquezas, materiales y simbólicas: el miedo blanco (Azevedo, 1987),
el lugar de un no humano, o un humano de segunda línea. Por lo tanto, alguien presente en los orígenes y los destinos del racismo estructural.
sobre quien tengo el derecho de ejercer todo mi poder tiránico en nombre de con- Siguiendo con esta proposición, tenemos que el racismo tiene su existencia via-
vertirlo en un ser “civilizado” o, mejor, un ser subalterno del que puedo disponer bilizada y sustentada –en el transcurrir del tiempo y el espacio– en la historia de la
de acuerdo a mis intereses, buscando generar, perpetuar y prolongar las “ventajas humanidad, debido al poder intrínseco que comporta la blanquitud. Poder que de-
materiales y simbólicas para los blancos en detrimento de los no blancos” (Silva, termina una única forma de ser, de estar, de ver, de escuchar y de sentir en el mun-
2017, pp. 27-28). Es en esa dirección que razonará Mbembe (2018) y nos convo- do. Siendo así, pensar en el racismo implica, ante todo, pensar en la blanquitud y
cará a reflexionar respecto de la pertinencia de un pensamiento crítico sobre la sus eternos privilegios, que circulan entre un saber consciente e inconsciente. Con
razón negra: todo, destaco que ese “no saber inconsciente” no lo exime de la responsabilidad
transgeneracional que lo constituye como sujeto y forma parte de la comunidad
compuesta por la raza blanca: “Cada individuo participa, así, del alma de muchas
Pero el negro no existe en tanto tal. Es constantemente producido. Producirlo es
masas: su raza, su estamento, su comunidad de credo, su comunidad estatal, etc.”2
generar un vínculo social de sujeción y un cuerpo de extracción, es decir, un cuerpo
(Freud, 1921/2020, p. 207). Este escenario de un Estado blancocéntrico –asentado
enteramente expuesto a la voluntad de un señor y del cual nos esforzamos por obte-
en un conjunto de metas delirantes, que apuntan a un incandescente falocentris-
ner el máximo de rendimiento. (p. 42)
mo– está empeñado en viabilizar las mejores condiciones para facilitar la trayecto-
ria de quien forma parte de él. A los no blancos, vistos como extraños o exóticos en
El cambio de esta perspectiva blancocéntrica comprometida con principios su propio país, les queda el destino de vivir segregados, expoliados o exiliados a las
eurocéntricos, con su patrón de universalidad, comienza a ser rediseñado en Bra- periferias, y apartados de los lugares de poder: “La ausencia o la baja incidencia de
sil a partir de la segunda mitad del siglo XX por pensadores negros como Alberto personas negras en espacios de poder no suele provocar incomodidad o sorpresa
Guerreiro Ramos (1957/1995), Edith Pizza (2000), Maria Aparecida Silva Bento en personas blancas” (Ribeiro, 2019, p. 33). ¿Por qué?
(2002) y Lourenço Cardoso (2010), que ponen en primer plano la cuestión de la Esta breve narrativa busca conectarnos con la letalidad de la blanquitud de una
necesidad de racializar el pueblo blanco. forma amplia, reafirmando que ella es la causa, y el racismo, su consecuencia. Esto
En este proceso se hace explícito el hecho de que el racismo es un problema implica un ejercicio de poder violento, en beneficio de lo que considera sus dere-
del blanco y refleja la torpeza de su identidad, su psicopatología social (Fanon, chos, que se manifiesta en el silenciamiento (apagamiento simbólico y efectivo de
1952/2008). Modelos identificatorios que construyen y son construidos bajo la los cuerpos negros), así como también en el epistemicidio, con sus apropiaciones
óptica de una psicología de las masas conectadas con la supremacía blanca, que el indebidas del legado de la negritud. Pienso que ahora es momento de refinar to-
despótico padre de la horda primitiva freudiana representa de manera ejemplar. dos nuestros sentidos y observar nuestras instituciones. En esa conexión surgen
Por lo tanto, es responsabilidad de los blancos, por sobre todo, trabajar en busca interrogantes: ¿Por qué el psicoanálisis siempre silenció o como máximo emitió
de la resolución de esa llaga blanca que la blanquitud otorgó a los seres humanos murmullos sobre este problema que nos toca a todos? ¿Podemos formar analistas
con la creación del ideario de raza, con su jerarquización. Coyuntura que está comprometidos con un hacer ético sin trabajar las implicancias de la blanquitud
amparada, en parte, en una proposición paranoide basada en la proyección “lo en los orígenes y el destino del racismo en nuestros institutos? Y, finalmente, ¿no-
cancelado adentro retorna desde afuera”1 (Freud, 1911/1976d, p. 95). Retorna por sotros, analistas, estamos dispuestos a asumir la responsabilidad por la ruptura del
la transformación en lo contrario, que hace del cuerpo negro el receptáculo y el pacto narcisista (Bento, 2002) que el psicoanálisis efectuó con la blanquitud?
revelador de lo abolido en el alma del blanco: su innegable fragilidad, marcada El psicoanálisis, como todos sabemos, nace y se desarrolla de manera más ple-
por el repudio a la feminidad (Freud, 1937/1976b, p. 285). Este mecanismo, que na en un primer momento en el continente europeo, marcado por movimientos
busca desconsiderar el lugar del complejo de castración como organizador del de rupturas en relación con lo que estaba establecido. Freud soportó muchas ve-
sujeto y del orden cultural, cobra proporciones avasalladoras. Los dos elementos ces vivir al margen del mundo científico del que era originario. Como decía, ser
postulados por Freud, que son repudiados, se refieren al temor de la sumisión del judío y psicoanalista requiere la necesidad de desarrollar capacidades para “pa-
hombre a otro hombre y, en la mujer, a la envidia del pene. Yendo más allá de las sar a la oposición y renunciar a la aquiescencia de la ‘compacta mayoría’”3 (Freud,
cuestiones de género, comprendo que ese temor y esa envidia sean resultantes del
2. N. del T.: Traducción de J. L. Etcheverry. La traducción corresponde a la p. 122 de: Freud, S. (1979). Psicología de las masas y análisis
1. N. del T.: Traducción de J. L. Etcheverry. La traducción corresponde a la p. 66 de: Freud, S. (1979). Puntualizaciones psicoanalíticas del yo. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 13). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1921).
sobre un caso de paranoia (Dementia paranoides) descrito autobiográficamente. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 12). 3. N. del T.: Traducción de J. L. Etcheverry. La traducción corresponde a la p. 264 de: Freud, S. (1979). Alocución ante los miembros de la
Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1911). sociedad B’nai B’rith. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 20). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1926).
170 | Calibán - RLP, 20(1), 169-175 - 2022 Racializar el psicoanálisis: Romper las fronteras alienantes de la blanquitud, Ignácio A. Paim Filho | 171
1926/1976c, p. 316), con su violencia desubjetivante. En ese sentido, el psicoaná- en todos sus continentes. Momento apropiado para operacionalizar el juicio de
lisis siempre tuvo vocación para el exilio en relación con las verdades preestable- existencia y el juicio de condenación, en detrimento del juicio de atribución –re-
cidas que refutan el lugar de la interrogación, en pro de afirmaciones alienantes, conocer al racista que nos habita– en pro de hacer advenir “acciones intelectuales”
con sus territorios definidos. Revelar el malestar en la cultura siempre estuvo en (Freud, 1925/1976a, p. 299) de cuño...
los presupuestos freudianos. Con todo, el psicoanálisis –y los psicoanalistas–, en su Si así fuera el caso, ese problema renegado por todos nosotros necesita –para
proceso de constituirse como una ciencia universal, conquistando continentes, se su resolución– de un trabajo colectivo, desde nuestros divanes hasta la Asociación
dejó enredar, extrañamente, en las tramas erigidas por la supremacía de lo indivi- Psicoanalítica Internacional (IPA, por sus siglas en inglés). Tengo la expectativa de
dual en detrimento de lo colectivo, como primado del sistema capitalista: “cuerpos que la IPA asuma, conjuntamente con las sociedades y federaciones, su papel de
de extracción” (Mbembe, 2018, p. 42). Escenario coherente con una cultura atrave- protagonismo, buscando la resolución del apartheid que la blanquitud viene ope-
sada por exacerbaciones de demandas de ideas narcisistas blancocéntricas: vulne- rando en tierras psicoanalíticas por más de un siglo: macro punto ciego, racismo
rabilidad de un pensar y un hacer ético. Al adquirir tal condición, el psicoanálisis institucional que se hace presente de forma sistémica en nuestras teorías y en el
se vio imposibilitado de desarrollar una escucha para el sufrimiento colectivo que ejercicio de nuestro oficio, con repercusiones nocivas en el trípode de la formación
el malestar del racismo estructural de la blanquitud, con sus mecanismos de poder, analítica. Es tiempo de romper con las fronteras analíticas de la blanquitud...
instituyó sobre el pueblo negro. En sintonía con ese enredo tanático, Neusa Santo Partiendo de estos objetivos dados –con sus preminentes subjetividades, ausencia de
Souza (1983/2021) enuncia: “Saberse negra [negro] es vivir la experiencia de haber población negra, más ausencia de estudios sobre esta problemática de forma sistemá-
sido masacrada en su identidad, confundida en sus perspectivas, sometida a exi- tica, junto con la indiferencia atemporal–, podemos refrendar el hecho de que el pacto
gencias, compelida a expectativas alienadas” (p. 46). Y esta intelectual negra nos narcisista con la blanquitud ha estructurado nuestras instituciones: “Al centro señores
dice más: “Pero, también, y sobre todo, la experiencia de comprometerse a rescatar sentados/ viendo la cosecha del algodón blanco/ recogido por manos negras”5 (Ben Jor,
su historia y recrearse en sus potencialidades” (p. 46). Hay allí un certero indicador 1974). Tal coyuntura revela la faceta racista del psicoanálisis y de los psicoanalistas, con
para el trabajo a hacer por el psicoanálisis. sus fronteras que delimitan y albergan la fuerza letal y alienante de la blanquitud –que
Mientras tanto, se hace necesario subrayar que las cuestiones raciales, incluso tiene por ideología el principio que dice “yo soy porque vos no sos”–, en detrimento de la
las referidas al antisemitismo –“nunca he concebido que debiera avergonzarme por fuerza erótica de la negritud: “yo soy porque nosotros somos” (filosofía Ubuntu6). Ante
mi linaje”4 (Freud, 1925/1976e, p. 19), no fueron objeto de un estudio, en mayor esta constatación, irrefutable, debemos comenzar a desarrollar medidas de reparación
profundidad, en el pensamiento de Freud. Probablemente por su temor de que el que puedan llegar a viabilizar el acceso de negras y negros a la formación analítica: “Yo
psicoanálisis fuese considerado una “ciencia judaica” y, por lo tanto, excluido del quiero ver/ cuando llegue Zumbi/ lo que va a acontecer”7 (Ben Jor, 1974).
universo “caucásico”. ¿Y nosotros a qué le tememos? ¿A convertirnos en una “cien- Con esa adquisición, podemos crear un terreno fértil para el desarrollo de un psi-
cia negra” y, por lo tanto, correr el riesgo de verla excluida del universo sustentado coanálisis decolonial: deconstrucción-construcción, reconstrucción, en sintonía con
por una Weltanschauung imantada por la cosmovisión de la blancura? un descentramiento europeo, en provecho del pluricentrismo que el conocimiento
Frente a estas constataciones, tenemos ayudas más que relevantes para atre- del saber de matriz africana comporta. Como nos dice Freud: “La vida cambia. El
vernos a hacer un ejercicio de escucha y denuncia de ese escenario en nuestras psicoanálisis también cambia. Estamos apenas en el comienzo de una nueva ciencia”8
instituciones, en busca de transformaciones. Como sabemos, en consonancia con (Freud, citado en Viereck, 1957 [1926]/1990, p. 125). Contexto propicio para racia-
el imperialismo de esa blancura, nuestras casas psicoanalíticas tienen una mayoría lizar el psicoanálisis, el resignificar, en ese a posteriori, el volverse negro, junto con
maciza de blancos y blancas, y una minoría ínfima de negros y negras, inversamen- el significar, en ese a priori, el volverse blanco, evocando nuevas e inquietantes cua-
te proporcional a la realidad de la población brasileña (56,4% de negros). Creo que lidades de nuestro sentir (Freud, 1919/2010, p. 329), transponiendo los restrictivos
este escenario de exclusión de negros y negras –así como de los no blancos– del márgenes impuestos por la estética unívoca de la blanquitud...
territorio psicoanalítico es un fenómeno universal. Siendo así, tiene sentido –aun- En esa dirección, la de “una nueva ciencia” en busca de acciones reparadoras,
que siniestro– la creación de un mecanismo de negación de esa percepción: no tenemos dos proyectos en ejecución en Brasil: uno de ellos, en la Sociedade Bra-
queremos saber la verdad material e histórica de blanquitud/racismo presente en sileira de Psicanálise do Rio de Janeiro (SBPRJ), y otro en la Sociedade Brasileira
los más diversos segmentos que componen el contexto psicoanalítico: “mecanis-
mos que impiden que el sujeto blanco oiga verdades incómodas, que, tomadas en
serio, arruinarían su poder” (Kilomba, 2019/2008, p. 204). Entretanto, hago una
5. “Ao centro senhores sentados/ vendo a colheita do algodão branco/ sendo colhidos por mãos negras”.
advertencia: ese “no querer saber” es portador, con su fuerza endogámica, de una 6. Filosofía de origen africano que, en una libre interpretación, compromete el trabajo para la construcción de una humanidad irrestricta.
autodestructividad que inevitablemente compromete la vitalidad del psicoanálisis Tal búsqueda se funda en un vínculo fraterno, que tiene en la fuerza de lo colectivo su horizonte pautado por una ética social. Creencia en
la potencialidad transformadora de los ideales compartidos en comunión.
7. “Eu quero ver/ quando Zumbi chegar/ o que vai acontecer”.
8. N. del T.: Traducción de M. Á. Arce. La traducción corresponde al párr. 58 de: Viereck, G. S. (18 de septiembre de 2020). Entrevista a
Sigmund Freud, por George Sylvester Viereck. Apertura. https://www.aperturapsicoanalisis.com/entrevista-a-sigmund-freud-por-george-
4. N. del T.: Traducción de J. L. Etcheverry. La traducción corresponde a la p. 9 de: Freud, S. (1979). Presentación autobiográfica. En J. L.
-sylvester-viereck-1926/ (Trabajo original publicado en 1957 [1926]).
Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 20). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1925).
172 | Calibán - RLP, 20(1), 169-175 - 2022 Racializar el psicoanálisis: Romper las fronteras alienantes de la blanquitud, Ignácio A. Paim Filho | 173
de Psicanálise de Porto Alegre (SBPdePA), que podrán servir de referencia. Am- Zumbi es señor de las guerras
bos, con sus especificidades, tienen en común el establecimiento de condiciones es señor de las demandas
que están rompiendo, efectivamente, con la fuerza endogámica de la blanquitud, Cuando Zumbi llega
en beneficio de la exogamia que la negritud comporta. Estos proyectos hacen es Zumbi el que manda
conexión en cuerpo y alma, mediante resignificación, con el ideograma adinkra Yo quiero ver9.
sankofa (san, “retornar”; ka, “tomar”), representado por un pájaro que vuela ha-
cia adelante pero tiene la mirada hacia el pasado. Retorno al pasado como fuente
de adquisición de sabiduría y transformación del legado de los ancestros, que Referencias
produce las condiciones, en el momento presente, para lanzarse en nuevos vue-
Azevedo, C. M. M. de (1987). Onda negra, medo branco: O negro no imaginário das elites século XIX. Paz e Terra.
los en dirección al futuro. Presente que, asentado en repeticiones que llevan a la Ben Jor, J. (1974). Zumbi. En J. Ben Jor, A tábua de esmeralda [álbum]. Phonogram.
rememoración y a la perlaboración, genera expectativas en la construcción de un Bento, M. A. S. (2002). Branqueamento e branquitude no Brasil. En I. Carone y M. A. S. Bento (org.), Psicologia social do
racismo: Estudos sobre branquitude e branqueamento no Brasil (pp. 25-58). Vozes.
nuevo tiempo, conjugando el futuro en el presente. Tiempo de escuchar y realizar Cardoso, L. (2010). Branquitude acrítica e crítica: Supremacia racial e o branco anti-racista. Revista Latinoamericana de
las demandas de Zumbi. Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 8(1), 607-630.
Por ese camino debemos seguir la recomendación irrefutable de Angela Da- Fanon, F. (2008). Pele negra, máscaras brancas (R. da Silveira, trad.). EDUFBA. (Trabajo original publicado en 1952).
Freud, S. (1976a). A negativa. En J. Salomão (trad.), Edição standard brasileira das obras psicológicas completas de Sigmund
vis: “no basta con no ser racistas, tenemos que ser antirracistas” (Davis, citada en Freud (vol. 19). Imago. (Trabajo original publicado en 1925).
Lynch, 2012). Reparación basada, en un primer momento, en el reconocimiento Freud, S. (1976b). Análise terminável e interminável. En J. Salomão (trad.), Edição standard brasileira das obras psicológi-
cas completas de Sigmund Freud (vol. 23, pp. 239-287). Imago. (Trabajo original publicado en 1937).
público de nuestra deuda; impagable en sentido pleno, pero pasible de resarci-
Freud, S. (1976c). Discurso perante a Sociedade B’nai B’rith. En J. Salomão (trad.), Edição standard brasileira das obras
miento con el pueblo negro. En un segundo momento, estructurar, de forma psicológicas completas de Sigmund Freud (vol. 20, pp. 315-320). Imago. (Trabajo original publicado en 1926).
efectiva, programas que cumplan la función de hacer la apertura de nuestros Freud, S. (1976d). Notas psicanalíticas sobre um relato autobiográfico de um caso de paranoia (dementia paranoides). En
J. Salomão (trad.), Edição standard brasileira das obras psicológicas completas de Sigmund Freud (vol. 12). Imago. (Trabajo
territorios en términos económicos, políticos y educacionales –hasta entonces original publicado en 1911).
blindados para ese pueblo–, con las medidas consiguientes que consoliden su Freud, S. (1976e). Um estudo autobiográfico. En J. Salomão (trad.), Edição standard brasileira das obras psicológicas com-
permanencia, no como extranjeros, sino como ciudadanos legítimos. Señalo: no pletas de Sigmund Freud (vol. 20). Imago. (Trabajo original publicado en 1925).
Freud, S. (2010). O inquietante. En P. C. de Souza (trad.), Obras completas (vol. 14). Companhia das Letras. (Trabajo
somos el otro del blanco. Es tiempo de que las manos negras usufructúen los lu- original publicado en 1919).
cros de la cosecha del algodón... Freud, S. (2020). Psicologia das massas e análise do Eu. En M. R. Salzano Moraes (trad.), Cultura, sociedade, religião: O
mal-estar na cultura e outros escritos. Obras incompletas de Sigmund Freud. Autêntica. (Trabajo original publicado en 1921).
Con el objetivo de seguir trabajando por un psicoanálisis no pautado por la blan-
Kilomba, G. (2019). Memórias de plantação: Episódios de racismo cotidiano. Cobogó. (Trabajo original publicado en 2008).
quitud, registro un recorte de la canción Zumbi, de Jorge Ben Jor (1974): Lynch, S. (directora) (2012). Libertem Angela Davis [película]. Realside Productions; De Films En Aiguille; Direct Ciné-
ma; Direct 8; La Région Île-de-France; Canal+; The Ford Foundation; Black Entertainment Television (BET); Overbrook
Entertainment; Roc Nation.
Mbembe, A. (2018). Crítica da razão negra (S. Nascimento, trad.). N-1.
Angola Congo Benguela Pizza, E. (2000). Branco no Brasil? Ninguém sabe ninguém viu. En L. Huntley y A. S. A. Guimarães (ed.), Tirando as
Monjolo Cabinda Mina máscaras: Ensaios sobre o racismo no Brasil. Paz e Terra.
Ramos, A. G. (1995). Introdução crítica à sociologia brasileira. UFRJ. (Trabajo original publicado en 1957).
Quiloa Rebolo Ribeiro, D. (2019). Pequeno manual antirracista. Companhia das Letras.
allí donde están los hombres. Silva, P. E. (2017). O conceito de branquitude: Reflexões para o campo de estudo. En T. M. P. Muller y L. Cardoso (ed.),
Branquitude: Estudos sobre a identidade branca no Brasil. Appris.
Souza, J. (2021). Como o racismo criou o Brasil. Estação Brasil.
Souza, N. S. (2021). Tornar-se negro: Ou as vicissitudes da identidade do negro brasileiro em ascensão social. Zahar. (Tra-
De un lado caña de azúcar
bajo original publicado en 1983).
de otro lado cafetal Viereck, G. S. (1990). O valor da vida: Uma entrevista rara de Freud. En J. Maúgüe, M. Carone y P. C. Souza (ed.), Sigmund
al centro señores sentados Freud & O gabinete do Dr. Lacan. Brasiliense. (Trabajo original publicado en 1957 [1926]).
viendo la cosecha del algodón blanco
recogido por manos negras Traducción del portugués: Gastón Sironi
[...]
9. Angola Congo Benguela/ Monjolo Cabinda Mina/ Quiloa Rebolo/ aqui onde estão os homens.// De um lado cana de açúcar/ do outro lado
cafezal/ ao centro senhores sentados/ vendo a colheita do algodão branco/ sendo colhidos por mãos negras// [...]// Quando Zumbi chegar/ o que
vai acontecer/ Zumbi é senhor das guerras/ é senhor das demandas/ Quando Zumbi chega/ é Zumbi é quem manda// Eu quero ver.
174 | Calibán - RLP, 20(1), 169-175 - 2022 Racializar el psicoanálisis: Romper las fronteras alienantes de la blanquitud, Ignácio A. Paim Filho | 175
Calibán -
RLP, 20(1),
Wania Maria Coelho Ferreira Cidade* Es de ese modo que introduzco la colonización: el encuentro de los europeos
176-181 con los africanos que impone de inmediato, por parte del primer grupo, la segre-
Racismo, violencia y trauma
2022
gación de ideología racista y enfrenta a unos contra otros. Surge allí el negro y, por
consiguiente, el blanco, uno a partir del otro. Un encuentro marcado con sangre,
violencia, marcado por el tráfico y la intención de desubjetivación de los pueblos.
Una historia de voces torturadas, lenguas rotas, idiomas impuestos; de
De ese encuentro marcado por el racismo surge, justamente, la raza, la división de
discursos impedidos y de los tantos lugares a los que no podíamos entrar,
los hombres entre superiores e inferiores, la destitución de la humanidad de unos
ni tampoco pertenecer para hablar con nuestras voces. […] En el ámbito
para el beneficio de los otros. “El negro nace [entonces] del trauma” (Mbembe,
del racismo, la boca se torna el órgano de opresión por excelencia…
citado en de Oliveira, 2020, p. 105).
Grada Kilomba, 2019
Los colonizadores europeos, autodenominados civilizados y superiores, llegan a
África para el ejercicio del secuestro, el robo, la posesión y, en ese proceso, proceden
a despojar a mujeres, hombres y niños de su humanidad. Fue el carácter del poder
económico, de la crueldad sobre el cuerpo del otro y de la fuerza del hombre blanco
Nuestros pasos vienen de lejos… Provienen de una larga travesía, sangrienta y trau-
en esa guerra desigual lo que creó a la esclavizada, al esclavizado, lo que impuso
mática. Parto de este lugar que enuncia mi palabra como un estribillo que se repite
el silencio a los pueblos, tanto aquellos arrancados de sus tierras como los propios
varias veces y que está grabado. Repito para recordar a mis bisabuelos y abuelos, para
nativos de las Américas. Porque se trató de una violencia que diezmó y también es-
recordar que tenían historia, nombre, apellido, religión, idiomas, familiares y amigos.
clavizó a los pueblos indígenas, y que se perpetúa hasta la actualidad.
Y para recordar que todas esas referencias individuales y sociales les fueron arreba-
Cuando el colonizador llegó a las tierras conquistadas, quiso imponer su cultu-
tadas. Repito también para elaborar. La frase me llega apenas los dedos se acercan a
ra y borrar todo aquello con lo que se encontraba. Usando la fuerza y la crueldad,
las teclas, casi como un cariño hacia aquellas personas que atravesaron el Atlántico
impuso su dominio sobre el otro, escribiendo una historia sangrienta de jerarqui-
en forma tan inhumana y que sobrevivieron a la barbarie. Pero no es una frase mía,
zación de sujetos y de producción de poder, cuyo interés era la dominación. Por
pertenece al pueblo negro y es una forma de honrar a nuestros ancestros.
lo tanto, el racismo estructural y la necropolítica surgen del colonialismo, como
En la clínica psicoanalítica, lo que se repite es el síntoma, expresión de la re-
forma de invisibilizar determinadas vidas y de separarlas por territorios.
presión, en procura de dar sentido a la angustia que rasga el pecho de dolor. Aquí
Nunca intercambié siquiera una palabra con mis abuelos maternos o paternos
repito por persistencia y en la lucha por cambiar el futuro. Repito lo que está mar-
sobre sus orígenes. No eran cuestiones para mi edad cuando yo era chica, y ellos
cado de tal modo que es imposible de olvidar, como expresión reforzada de re-
se fueron muy temprano de mi vida. Sin embargo, fue el encuentro con los niños
sistencia. Hay una frase en la tradición de los pueblos Acã, de África Occidental,
blancos de mi escuela lo que me actualizó de manera viva la historia de mis ante-
que se traduce como “retornar al pasado para resignificar el presente y construir el
pasados. Fue allí, en la entrada en el campo social, que descubrí la diferencia de
futuro”. Curiosamente, en el trabajo psicoanalítico ‒y en la escena transferencial‒ es
existencia y de tratamiento que se generaba por el color de mi piel, el cual actuaba
igualmente el pasado el que se presentifica en la actualidad del analizante, y eso es
como frontera impermeable que suponía distintas formas de aprensión y expe-
lo que posibilita las resignificaciones.
riencias de vida. Éramos todavía niños, pero el propio funcionamiento escolar
Frantz Fanon (1961/2002), psiquiatra de Martinica radicado en Francia, sabía
promovía esta desigualdad y división, apartando a los niños negros del lugar de su-
por su propia experiencia de vida que la violencia social opera también en el sujeto,
jetos y dejándolos meramente como objetos, sin nombre, sin palabra, sin ninguna
invadiéndolo “por una terrible violencia pulsional […]. Esa violencia, en lugar de
importancia en su singularidad. Me pregunto: ¿Qué es eso que insiste a pesar del
ser negada, debe ser organizada como lucha de liberación, lo que permite la supe-
paso del tiempo? ¿Podemos llamarlo compulsión a la repetición? Yo diría que sí,
ración” (p. 14).
valiéndome del texto de Freud Psicología de las masas y análisis del yo (1921/2011),
No es fácil para una persona negra verse apartada de sus semejantes negros y de
en el cual hace una equivalencia entre la psicología de los individuos y la psicolo-
su cultura, y pasar a convivir todo el tiempo solamente con personas blancas, sin ver
gía social, y a partir del cual también aprendemos que el sujeto es comprendido en
la diversidad y el colorido del mundo en su ambiente de estudios y de trabajo.
una forma que está integrada al contexto social en el que vive y por cuya influencia
Al principio tiene lugar el impacto del encuentro con el otro, el pensamiento di-
también se constituye.
verso y el acceso a una multiplicidad de ideas que, al abrir tantas ventanas al mundo,
Por tanto, nuestra cultura está estructurada en forma racista, y esta es una
mitiga la extrañeza; tanta es la alegría de estar en un espacio donde el conocimiento
práctica presente en el ambiente social brasileño, en los comportamientos y en los
circula permanentemente y donde encontramos personas por las que sentimos tanta
valores que nos constituyen. Pero, además, en la medida en que el Estado brasileño
admiración. Poco a poco, sin embargo, vamos viendo que nuestra manera de estar en
nunca se detuvo a reflexionar y generar acciones que apunten a analizar, compren-
el mundo no está allí representada o, peor aun, que es negada.
der y modificar el pensamiento colonial que creó y sustentó el sistema esclavista,
esa cultura se repite y se actualiza en la sociedad.
* Sociedade Brasileira de Psicanálise do Rio de Janeiro.
176 | Calibán - RLP, 20(1), 176-181 - 2022 Racismo, violencia y trauma, Wania Maria Coelho Ferreira Cidade | 177
Denilson de Oliveira (2020) aborda el período actual como un momento de in-
tensos conflictos raciales y de intenso crecimiento de la extrema derecha en Brasil,
planteando que lidiamos con un contexto fascista que se articula con el racismo
estructural y la lógica patriarcal y heteronormativa (de poder blanco). Dice que
para pensar la salud mental de la población negra, tenemos que pensar sus traumas
y sufrimientos, que tenemos que pensar que
los tiempos del colonialismo/colonialidad (Quijano, 2000) [que] aún persisten insis-
ten […] en la forma en cómo […] organizamos nuestros espacios actuales. [Es decir],
los traumas y las heridas coloniales no fueron eliminados. Decir, por lo tanto, que
nuestros pasos vienen desde lejos significa pensar los enfrentamientos y los traumas
como heridas y sufrimientos psíquicos que impactan en la vida de la población negra
y que deben ser pensados en el “contexto de formación del sistema mundo” (Gouveia
Passos, 2018), es decir, […] desde el barco de esclavos. (pp. 104-105)
Calibán-RLP,
178 | Calibán
178 RLP, 20(1),
20(1), 16-17 - 2022
176-181 - 2022 Racismo, violencia y trauma, Wania Maria Coelho Ferreira Cidade | 179
Por otra parte, en una población mayoritariamente negra, puesto que somos una capacidad empática para poder ponerse en el lugar del otro, para volverse hacia el
el 56% de la población brasileña, este número es aun menor cuando pensamos en otro, acogiendo en sí lo diferente. “Empatía con lo diverso, con lo extraño, expresión de
aquellos que nos buscan para analizarse. Otro dato significativo es que los negros hospitalidad incondicional” (Marinho, 6 de diciembre de 2019).
que tuvieron movilidad social y desean tratarse prefieren analistas negros porque Por otro lado, el analista debe alcanzar un desapego identificatorio que le permita
no se sienten reconocidos en sus demandas y referencias culturales e históricas por intervenir con voz propia, y no como portavoz de sus propias identificaciones1.
parte de los analistas blancos. La resistencia, sabemos, circula entre los dos polos de la escena analítica, y una
Tenemos un compromiso ético y social con estas cuestiones, con los problemas palabra que ponga en cuestión estos acontecimientos puede ser la chispa que accio-
que forman parte de nuestras experiencias de vida, con el compromiso en relación ne la transferencia negativa y que exponga la violencia y el trauma, puesto que estos
con los análisis que llevamos adelante y con el psicoanálisis que transmitimos en fenómenos se interconectan y se atraviesan unos a otros.
nuestros institutos. Me refiero al hecho de que lidiamos en nuestra clínica par-
ticular con problemas que nos alcanzan a todos, como la violencia, la pobreza o Mediante palabras puede un hombre hacer dichoso a otro o empujarlo a la desespera-
el racismo, la sujeción al otro o la sujeción del otro, todos estos fenómenos están ción […]. Palabras despiertan sentimientos y son el medio universal con que los hom-
presentes en la experiencia del encuentro analítico, en la cual el lado sombrío del bres se influyen unos a otros. Por eso, no despreciemos el empleo de las palabras en la
par analista-analizante está obligado a emerger. psicoterapia y démonos por satisfechos si podemos ser oyentes de las palabras que se
Poner este tema en el centro del debate es pensar en el pasado y en la violencia intercambian entre el analista y su paciente2. (Freud, 1916 [1915]/2021, p. 11)
que nos asola en el presente. Como nos dice Mbembe (2003/2020), si quisiéra-
mos historizar el surgimiento del terror moderno, inevitablemente tendremos que
La palabra es acto. De este modo, retomo el comienzo del trabajo cuando cito
“tratar acerca de la esclavitud, que puede ser considerada una de las primeras ma-
a Grada Kilomba (2019) diciendo que “la boca es el órgano de opresión por ex-
nifestaciones de experimentación de la biopolítica” (p. 27). Y se refiere a la triple
celencia” (p. 33). Siguiendo con ella, les digo que este es el órgano que ha sido
pérdida que sufría el sujeto esclavizado: “pérdida de un hogar, de los derechos
severamente censurado a través de los tiempos. Hablar es hacer, es la posibilidad de
sobre su cuerpo y del estatuto político” (p. 27).
cambiar la vida de nuestros hijos, nietos y bisnietos.
El psicoanálisis nos convoca a la búsqueda de la libertad, nos convoca a pensar
y ampliar las herramientas para la comprensión de aquello que es humano; por la
escucha psicoanalítica podemos volver permeables las fronteras del psiquismo al
sujeto y al otro, poniendo en escena narrativas no oficiales que expanden el mundo
de ambos, analista y analizante. Referencias
Recibir a alguien en nuestros consultorios es abrirnos a un universo nuevo
Almeida, S. L. de (2018). O que é racismo estrutural? Letramento.
en cada encuentro con la/el analizante. Es abrirnos a la escucha del inconsciente Fanon, F. (2002). Os condenados da Terra. UFJF. (Trabajo original publicado en 1961).
de ese sujeto, reconociendo que trae encarnada en él su historia. En el caso de la Freud, S. (2011). Psicologia das massas e análise do eu. En P. C. de Souza (trad.), Obras completas (vol. 15). Companhia das Letras. (Trabajo
original publicado en 1921).
persona negra, también trae consigo el trauma “de la violenta barbarie del mundo
Freud, S. (2021). Parapraxias. En J. Strachey (ed.), Edição standard brasileira das obras psicológicas completas de Sigmund Freud (vol. 15).
blanco, que es la irracionalidad del racismo” (Kilomba, 2019, p. 40). Sin embargo, Imago. (Trabajo original publicado en 1916 [1915]).
este grupo social raramente llega a los consultorios de psicoanálisis, y más difícil Gondim, R. (2020). Racismo e suas expressões na saúde. En P. Carlos Magno y R. Gouveia Passos (org.), Direitos humanos, saúde mental e
racismo: Diálogos à luz do pensamento de Frantz Fanon. Defensoria Pública do Estado do Rio de Janeiro.
aun es verlo en los institutos de formación. ¿No necesitamos interrogarnos inter- Kilomba, G. (2019). Memórias da plantação: Episódios de racismo cotidiano. Cobogó.
namente y en nuestros grupos por qué esto no es un tema? Marinho, F. (6 de diciembre de 2019). A violência na psicanálise. Simpósio comemorativo 60 anos de fundação da SBPRJ. Pluralidade:
Diversidade e maturidade psicanalítica, Leblon.
Escucho a personas negras que ya pasaron por procesos terapéuticos, al entrar Mbembe, A. (2020). Necropolítica. N-1. (Trabajo original publicado en 2003).
en la problemática del racismo, decir que no han sentido el reconocimiento por Oliveira, D. A. de (2020). Leituras geográficas e fanonianas do racismo, do trauma e da violência psíquica: Alguns apontamentos teóricos.
En P. Carlos Magno y R. Gouvela Passos (org.), Direitos humanos, saúde mental e racismo: Diálogos à luz do pensamento de Frantz Fanon
parte de los psicoanalistas de que sus aflicciones no sean solo individuales o mero (pp. 103-128). Defensoria Pública do Estado do Rio de Janeiro.
producto de sus fantasías, sino repercusiones subjetivas dolorosas que necesitan Passos, R. G. (2018). Holocausto ou navio negreiro? Inquietações para a Reforma Psiquiátrica brasileira. Argumentum, 10(3), 1023.
Quijano, A. (2000). Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina. En E. Lander (org.), La colonialidad del saber: Eurocentrismo
de un cuidado particular y que provienen también de un sufrimiento colectivo que y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas. Clacso.
refleja una dura realidad.
Es preciso que exista una escucha sensible a lo que se moviliza en torno a las ex-
periencias emocionales de estas personas que están cotidianamente afectadas por la
acción del racismo para que las mismas puedan cobrar sentido. La única verdad que
nos interesa es la verdad del analizante, que emerge del encuentro. Nos importa afinar
la escucha más allá de lo dicho para que surja el deseo con su singular representación. 1. Comunicación personal con Alberto Cabral durante el Congreso de Fepal 2020, Montevideo.
2. N. del T.: Traducción de J. L. Etcheverry. La traducción corresponde a la p. 15 de: Freud, S. (1991). Conferencias de introducción al
Este es el retrato posible que el analizante ofrece al analista, el cual a su vez necesita de psicoanálisis. En J. L Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 15). Amorrortu.
180 | Calibán - RLP, 20(1), 176-181 - 2022 Racismo, violencia y trauma, Wania Maria Coelho Ferreira Cidade | 181
Calibán - Jorge Bruce* lidades perturbadas por una violencia contra el otro despreciado, insignificante,
RLP, 20(1),
182-185 perdimos de vista ‒si acaso alguna vez lo tuvimos en la mira‒ que el virus, ahora
2022
La otredad maligna** que está de actualidad este organismo biológico o programa informático, inserta-
do en las profundidades de nuestros sistemas, estaba alojado en todos nosotros.
Donde nosotros alude a los psicoanalistas.
En casa del herrero, cuchillo de palo.
Para decirlo con todas sus letras: nosotros tenemos nuestros otros, a los que
Dicho popular
mantenemos al margen, tal como lo hacemos con los integrantes de los grupos
Otto Kernberg acuñó el término narcisismo maligno, el cual, a su vez, está vincu- LGTBIQ. En el año 2019, Lee Jaffe, presidente de la Asociación Psicoanalítica Es-
lado con los conceptos de narcisismo de vida y muerte, de André Green. En algún tadounidense (APsaA, por sus siglas en inglés), en la inauguración del congreso
lugar en el espectro conformado por dos de esos narcisismos, el de muerte y el ma- de dicha organización pidió disculpas por haber tratado la homosexualidad como
ligno, podemos situar las coordenadas del racismo. Sin olvidar que esta cartografía una enfermedad, contribuyendo de esta manera a la discriminación y causando
psicopatológica está muy lejos de agotar la cuestión, es preciso cruzarla con una efectos traumáticos contra los grupos LGTBIQ. La agencia de noticias Reuters
serie de otros conceptos provenientes de diversas disciplinas, a fin de comenzar a afirma que podría ser la primera organización de salud mental en los Estados
entender de qué modo se ha infiltrado, durante tanto tiempo y sin que en aparien- Unidos que difunde disculpas públicas de esa naturaleza. Pese a que los psiquia-
cia nadie lo advirtiera, el racismo en las instituciones psicoanalíticas. tras desclasificaron a la homosexualidad como una enfermedad mental en 1973
El sociólogo peruano Gonzalo Portocarrero afirmó, cuando nos acercábamos al (debido a las protestas vinculadas a la brutal intervención policial de Stonewall)
bicentenario de nuestra independencia, que el Perú estaba lejos de haber descoloni- y los psicoanalistas estadounidenses lo hicieron veinte años después, nadie había
zado su imaginario. Éramos ‒somos‒ una república que arrastra un pesado lastre co- pedido perdón públicamente por los daños causados, no solo a los homosexuales,
lonial. No somos los únicos en Latinoamérica, y nuestras instituciones, ciertamente, sino a todos los integrantes de la comunidad LGTBIQ. En un artículo periodístico
no han sido la excepción. Sin embargo, hemos vivido durante decenas de años como que publiqué ese mismo año (Bruce, 1 de julio de 2019), señalé que, irónicamente,
si eso no estuviera ocurriendo. Como si los institutos de formación y las sociedades la policía de Nueva York también había pedido disculpas a los homosexuales, solo
psicoanalíticas estuvieran al margen de esa colonización mental. que un mes antes que los psicoanalistas. Michel Foucault habría disfrutado esta
Este no es el único caso en el que nuestras casas matrices se comportan como “coincidencia” en el tiempo de dos organizaciones tutelares, cada una de las cuales
si fueran islas resguardadas de los males que aquejan a nuestras sociedades, en produce un discurso que, como vemos, suele andar a la zaga de los cambios en las
la acepción amplia del término. En muchos sentidos, hemos vivido parapetados sociedades.
tras las murallas imaginarias de una práctica que debía inmunizarnos de las dis- De modo que las discriminaciones a grupos minoritarios ‒en el caso de los
criminaciones ‒no solo la racista, como veremos en un momento‒ que aquejan LGTBIQ‒ o mayoritarios ‒en el del racismo‒ no nos han sido ajenas. Todo lo
nuestros precarios pactos sociales. Como si el hecho de trabajar en contacto con las contrario. Hace algunos años, la Asociación de Psiquiatría de Rio Grande do Sul
pulsiones más disruptivas del inconsciente nos resguardara de los padecimientos (APRS), en Brasil, me invitó a dar una conferencia en la clausura de su congreso
de los simples mortales. Esta arrogancia nos ha cegado1. Lo rescatable es que en anual. El tema era, precisamente, el racismo. Era la clausura del evento, por lo que
los últimos tiempos hemos comenzado a reconocer este estado de cosas. Hemos el auditorio estaba repleto. Desde el estrado observé a los numerosos participan-
despertado de ese sueño dogmático, hemos salido de la caverna platónica y lo que tes, en la bella ciudad de Gramado. En todo el recinto no encontré a un solo preto,
hemos visto nos ha dejado pasmados y avergonzados: ¡éramos tan proclives a la como llaman en Brasil a los afrodescendientes, en su mayoría traídos original-
segregación como el común de los ciudadanos de la polis! mente como esclavos2.
La Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA, por sus siglas en inglés) ha Antes de iniciar mi ponencia, anuncié en público esta observación. En la sala es-
tomado muy en serio estos puntos ciegos, nombrando comités ad hoc contra el taban presentes psiquiatras, psicoanalistas, jóvenes médicos haciendo su internado,
prejuicio y la discriminación. El racismo como patología está progresivamente sa- candidatos de los institutos brasileños: ni un solo afrodescendiente, repito. Al final
liendo del rubro secundario en el que lo habíamos encasillado, como si fuera un de la presentación, llegadas las preguntas, la primera la hizo Claudio Eizirik. Recor-
comportamiento propio de personas o grupos extremistas. Ese es precisamente el dó que, cincuenta años atrás, Jean-Paul Sartre había ido de visita a Río de Janeiro.
mejor truco de su normalización: al adjudicarlo únicamente a casos de persona- Hizo una presentación pública en la que, literalmente, había gente hasta en las ven-
tanas. Lo primero que preguntó el filósofo francés fue: “¿Y dónde están los negros?”.
Tampoco entonces, medio siglo antes, había ninguno en el auditorio.
* Licenciado en Psicología por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Magíster en Psicopatología y Psicoanálisis por la Universidad
de París.
** Algunos párrafos de este texto fueron presentados en el último congreso de Fepal: Fronteras. 2. Se calcula que en Brasil el 49,6 % de la población es afrodescendiente.
1. En las redes sociales ‒Twitter, en este caso‒, siempre fértiles en ocurrencias lingüísticas, alguien acuñó el neologismo agnorant, en inglés.
Condensa la arrogancia con la ignorancia.
182 | Calibán - RLP, 20(1), 182-185 - 2022 La otredad maligna, Jorge Bruce | 183
Algunos años después de la referida ocasión, la asociación de Rio Grande do libro que intentaba desvelar ese punto ciego. Para mi gran sorpresa, se convirtió en
Sul volvió a hacerme el honor de invitarme. El motivo de la invitación era la gra- lo que mi editor (Jerónimo Pimentel, de Penguin Random House) llama un long
duación del primer psiquiatra afrodescendiente de la región, Lucas Mendes de seller, al punto que fue reeditado, tras muchas reimpresiones, en 2019.
Oliveira. Me pedían que supervisara un material clínico (Mendes de Oliveira, 1 Me disculpo por esta vanagloria un tanto vulgar. Permítanme creer que, más
de septiembre de 2018) de dos pacientes afrodescendientes, uno de los cuales era allá de la exhibición narcisista, anida una evidencia: la demanda de un acerca-
psicótico. Ambos eran tratados por el citado colega. El material forma parte del miento a la vieja herida racista desde una posición eminentemente inter e intra-
trabajo de Lucas titulado A identidade afrodescendente no contexto analítico: Estu- personal. La cual, como en los casos de Lucas, sin desconocer la historia de cada
dio de dois casos clínicos (Mendes de Oliveira, 2017). quien, tampoco se desentiende de la Historia que nos engloba a todos.
La sesión transcurre en el cuarto de un hospital. El psiquiatra está acompa- Conceptos tales como negación, desmentida o alucinación negativa, así como
ñado por dos personas ‒un enfermero negro y una enfermera blanca‒, pues el el de identificación con el agresor, son imprescindibles. También, por supuesto, el
paciente presenta signos de gran agitación psicomotora. En algún momento del narcisismo de las pequeñas diferencias. Pero de poco servirán si seguimos forclu-
intercambio, el paciente lo mira a Lucas con esa desconfianza paranoide que todos yendo la existencia de unas coordenadas históricas a las que el psicoanálisis, como
conocemos y le dice con sorna teatral: “Puedes devolverle la bata a la doctora, no cualquier disciplina, no es ajeno. ¿Por qué seríamos la excepción? El esfuerzo, el
necesitan hacer más esta escena ridícula para engañarme. Ya entendí todo. Puedes desafío que supone descolonizar nuestros imaginarios es, a no dudarlo, conside-
irte a tu lugar con tu amiguito” (refiriéndose al otro técnico de enfermería). rable, y levanta resistencias formidables. Si no somos capaces de acercarnos, has-
Como dirían los políticos, el paciente enuncia “su” verdad. A diferencia de aque- ta identificarnos, a esa otredad temida y estigmatizada, lo único maligno seguirá
llos, el paciente, al que Lucas llama Exu, no miente. Por el contrario, enuncia una siendo nuestro narcisismo.
potente verdad social: ¿Cómo lo va a atender un psicoterapeuta negro? Es intere-
sante observar que la paciente del otro caso presentado por Lucas, a la que otor-
ga el nombre Orixá de Nanã, representa la posición opuesta: solo confía en Lucas,
precisamente porque es negro. Con finura, nuestro colega desmonta ambas actitu- Referencias
des transferenciales, sin por ello desconocer el contexto psicosocial de donde estas Borges, J. L. (1965). Milonga de Albornoz. En J. L. Borges, Para las seis cuerdas. Emecé.
Bruce, J. (2007). Nos habíamos choleado tanto: Psicoanálisis y racismo. Universidad de San Martin de Porres.
surgen, impregnado de significados racistas. Me parece que no hace falta enfatizar la Bruce, J. (1 de julio de 2019). La deuda del psicoanálisis con los grupos LGTBI. La República. https://larepublica.pe/
importancia de haber iniciado el proceso de contrarrestar la discriminación, patoló- sociedad/2019/07/01/la-deuda-del-psicoanalisis-con-los-grupos-lgtbi/?fbclid=IwAR1Ge9ywl1ys7nZ6dNpqwQI7SzX-
gica, asocial e ilegal, y constatar sus evidentes beneficios para todos. HuhB744vcfD7e2eowKVLsl-tSGUCainA
Dalal, F. (2002). Race, color and the process of racialization: New perspectives from group analysis, psychoanalysis and
Durante buena parte de nuestra historia como psicoanalistas, hemos funcio- sociology. Brunner-Routledge.
nado como si esa situación no existiera en el ámbito privado de nuestros consul- Freud, S. (1997). El tabú de la virginidad. En L. López-Ballesteros (trad.), Obras completas (vol. 2). Biblioteca Nueva.
torios. Éramos capaces de reconocer la existencia del problema, pero no de ver (Trabajo original publicado en 1918).
Mariátegui, J. C. (1928). Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana. Minerva.
que éramos parte del mismo. Parafraseando a Borges en la “Milonga de Albornoz” Mendes de Oliveira, L. (2017). A identidade afrodescendente no contexto analítico: Estudio de dois casos clínicos. Trabajo
(1965): como si no nos importara. La misma situación que he evocado en el caso de especialización en Psicoterapia de Orientación Analítica, Centro de Estudos Luiz Guedes.
Mendes de Oliveira, L. (1 de septiembre de 2018). Material clínico presentado en la mesa Corpo, identidade e preconcei-
de Brasil, se presenta en el Perú y, a no dudarlo, en la mayoría, sino todas, nuestras to: A propósito de um caso, Jornada CELG 2018, Canela.
instituciones psicoanalíticas latinoamericanas. Entre la alucinación negativa y la Person, E. (2002). Feeling strong. Harpers Collins.
negación, hemos pretendido existir al margen de la herencia colonial. Said, E. (2003). Freud and the non European. Vers.
Para ello nos hemos parapetado en los recintos amurallados de nuestros con-
sultorios, institutos y sociedades. Nuestras armas han sido los mismos conceptos
con los que tratamos a nuestros pacientes, sin advertir que, por mucho que preten-
diéramos ignorar su existencia, el racismo siempre estaba ahí. Es paradójico ‒y se-
guramente no es casual‒ que sea en medio de esta atroz pandemia y el subsecuente
confinamiento que estemos reflexionando acerca de esos límites, de estos bordes
en el interior de los cuales nos sentíamos tan seguros.
Muchas de nuestras repúblicas están celebrando sus bicentenarios por estas
fechas. El Perú será la última en hacerlo, por haber sido el bastión final del virrei-
nato español. Si bien el virus racista es conocido desde hace mucho en las ciencias
sociales ‒José Carlos Mariátegui le dedicó páginas de gran lucidez en sus Siete
ensayos de interpretación de la realidad peruana, en 1928‒, la dimensión subjetiva
que puede aportar el psicoanálisis ha estado a la zaga. En el año 2007 publiqué un
184 | Calibán - RLP, 20(1), 182-185 - 2022 La otredad maligna, Jorge Bruce | 185
Calibán -
RLP, 20(1),
José Enrique Galeano* De esta manera se fueron consolidando distintas teorías acerca de la homose-
186-189 xualidad, que la consideraban, unas veces, como el resultado de un estancamiento
2022
Heteronormatividad, en el desarrollo psicosexual; otras, como una consecuencia de alguna dificultad en
la adquisición de la primacía genital heterosexual o, incluso, como un no reconoci-
discriminación e instituciones miento de la diferencia sexual, entre otras consideraciones. Y de esa forma, a la luz
de esos recorridos teóricos del psicoanálisis, los sujetos homosexuales quedaron
psicoanalíticas como ciudadanos de segunda categoría. Pienso que, así, se ha ejercido contra los
homosexuales lo que Bourdieu (1998/1999) ha denominado “violencia simbólica”,
aquella cuya lógica de dominación se impone sobre el diferente, quedando como
“los otros”, ajenos y extraños, sobre los que se ejerció la discriminación.
Fui invitado a escribir en este espacio de la revista, denominado Incidente, que en
Con base en este recorrido del estatuto de la diversidad sexual en psicoanálisis,
esta edición está dedicado a las discriminaciones en las instituciones psicoanalí-
me pregunto: ¿Cuánto han cambiado desde esos tiempos hasta hoy en día esas
ticas. Como vengo trabajando las cuestiones de género, decidí incluir algunas re-
posturas? ¿Cómo se posicionan las instituciones psicoanalíticas frente a las orien-
flexiones acerca de la discriminación por la orientación sexual en las instituciones
taciones sexuales no heterosexuales?
psicoanalíticas.
Respondiendo a la primera pregunta, pienso que hay cambios significativos
Remitiéndome a la historia, Roudinesco y Plon (2003) hacen un recorrido del
que se pueden observar en estas épocas. Señala Rotenberg (2020) que el libro Ho-
lugar de la homosexualidad en la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA,
moparentalidades: Nuevas familias (Rotenberg y Agrest, 2007) dio fundamentación
por sus siglas en inglés), y comentan que, en 1921, el tema de la aceptación de
científica a lo que ya estaba sucediendo en la cultura: precipitó y jugó un papel
homosexuales dentro de las instituciones dividió a los miembros que dirigían el
fundamental en la aprobación del matrimonio igualitario en Argentina, con varios
movimiento psicoanalítico en esa época. Rank, con el respaldo de Freud, declaró
integrantes de la IPA como autores del libro. Esto muestra el cambio transforma-
que los homosexuales tenían que poder acceder a la profesión de psicoanalistas y
dor en las producciones teóricas que se fueron dando en los distintos espacios,
que no se podía aceptar que fueran perseguidos por la ley. Además, recordó que
producto de décadas de discusiones para despatologizar la homosexualidad y las
existían diferentes tipos de homosexualidad y que había que evaluar cada caso en
identidades trans, así como para darles un lugar como sujetos de pleno derecho
particular. Sin embargo, los berlineses, apoyados por Abraham, consideraban que
para ejercer la crianza de sus hijos e hijas, ya que la diferencia no pasa solo por
los homosexuales no podían ser analistas, puesto que el análisis no los curaba de su
la diferencia sexual, sino por el reconocimiento de la alteridad, es decir, del otro
inversión. Jones también tuvo una postura similar y negó rotundamente el acceso
como semejante. Son muy valiosos, en este campo, los aportes de Glocer Fiorini,
de los homosexuales a la formación psicoanalítica. Bajo esta presión, sumada a la
cuyo libro La diferencia sexual en debate: Cuerpos, deseos y ficciones (2015) muestra
de los berlineses, los miembros del comité que dirigían la IPA cedieron a ese pedi-
una profunda revisión e interpelación contemporánea de la sexualidad y del géne-
do, imponiéndose de esa manera una clara postura de discriminación a personas
ro, y una ampliación del concepto de diferencia, como acceso al campo simbólico
por su orientación sexual. No emitieron ninguna regla escrita sobre el tema, pero
y los lazos sociales.
negaron el acceso a la formación en los institutos a candidatos/as abiertamente
Los espacios del Comité Mujeres y Psicoanálisis (Cowap, por sus siglas en in-
gays y lesbianas, impidiendo, de esa forma, que integraran las sociedades psicoa-
glés) dan cuenta de un trabajo continuo para pensar temáticas referentes al género,
nalíticas de la IPA.
creando un lugar para la deconstrucción de aquellos pensamientos que quedaron
Esta postura conservadora y opresiva frente a la diversidad sexual determinó,
atados a modos socio-históricos de pensar los géneros y la sexualidad, y a una revi-
por mucho tiempo, que las instituciones psicoanalíticas fueran fuertes aliadas de
sión de cuán atravesado han estado el psicoanálisis y las instituciones psicoanalíti-
una cultura patriarcal, atravesada por la heteronormatividad, dejando afuera las
cas por el pensamiento heteronormativo, y de cómo se ha ubicado en el campo de
sexualidades disidentes y adjudicando una serie de argumentos con diferentes
la psicopatología lo que corresponde a la diversidad sexual, como forma de man-
constructos teóricos, ligando homosexualidad y patología.
tener la certeza de las respuestas que nos proporcionan las teorías psicoanalíticas
Como señala Roughton (2014):
conocidas acerca del tema.
Siguiendo con los cambios significativos dentro de la IPA, otro acontecimien-
el método de estudio del psicoanálisis en lo que respecta a la homosexualidad siempre to relevante fue la creación del Comité de Psicoanálisis y Estudios de Diversidad
fue muy engañoso. Las teorías se fueron construyendo con base en relatos de casos Sexual y de Género, consolidado hace pocos años, que muestra el firme compro-
anecdóticos, con frecuencia de pacientes severamente perturbados. La coexistencia miso de un pensamiento contemporáneo para estar a la altura de los tiempos que
entre el padecimiento y la homosexualidad era confundida y las asunciones proble- vivimos.
máticas eran, en seguida, generalizadas en teorías del desarrollo y trastornos aplica- Los cambios mencionados son claros y muestran las transformaciones que han
bles a todos los homosexuales. (p. 155) estado atravesando las instituciones de la IPA en las últimas décadas. Aun así, y res-
* Asociación Psicoanalítica de Asunción.
186 | Calibán - RLP, 20(1), 186-189 - 2022 Heteronormatividad, discriminación e instituciones psicoanalíticas, José Enrique Galeano | 187
pondiendo de esta forma a la segunda pregunta, considero que todavía hay mucho
trabajo por hacer en las instituciones psicoanalíticas, y hago especial referencia,
porque son las que conozco mejor, a las de Latinoamérica.
Compruebo que todavía se escuchan intercambios entre colegas, presentacio-
nes y trabajados en congresos marcados por prejuicios acerca del tema. Además,
en algunos institutos se siguen rigiendo por criterios diferentes para candidatos/
as gays, lesbianas y bisexuales, y todavía se respira un aire conservador en el que
predomina una homofobia internalizada, y, por lo tanto, el clóset sigue siendo el
espacio para esconder una parte de sí mismos/as, a fin de devenir analistas al costo
de disociar sus vidas y volver invisibles sus intereses sexuales y vínculos amorosos.
No hace muchas décadas, se escuchaban relatos de profesionales que intentaban
ingresar a una institución de la IPA de Latinoamérica, pero no eran aceptados por
su orientación sexual, y tenían que migrar a otras instituciones con mayor apertura
para ser recibidos y hacer la formación. Esta experiencia debería ser un termóme-
tro para evaluar la postura explícita e implícita acerca del tema en cada institución
psicoanalítica.
Aún queda trabajo por hacer para que las instituciones de la IPA alojen a las
personas homosexuales y bisexuales como sujetos de pleno derecho, y que quede
así firme y claramente desatada la orientación sexual de alguna psicopatología per
se, reconociéndola como una variante más de la sexualidad humana.
Quisiera, por ello, terminar este breve escrito dando fuerza a mis ideas con
unas palabras de Bruce (2020), en referencia al pedido de disculpas realizado por la
Asociación Psicoanalítica Americana (APsaA), en junio de 2019, por haber tratado
la homosexualidad como una enfermedad, contribuyendo a la discriminación y
causando efectos traumáticos en los grupos LGTBI. Él expresa: “los profesionales
de la salud mental tenemos que reconocer que hemos sido parte, por acción u
omisión, de esa barrera contra los derechos humanos de todos”. Pienso que, de esa
manera, reconociendo nuestras acciones u omisiones, podemos contribuir a rear-
mar instituciones más justas y más inclusivas, en las que puedan habitar diferentes
existenciarios humanos.
Referencias
Bourdieu, P. (1999). La dominación masculina. Anagrama. (Trabajo original publicado en 1998).
Bruce, J. (2020). Siempre estuvo ahí. Trabajo presentado en el 33° Congreso Latinoamericano de Psicoanálisis: Fronteras.
Glocer Fiorini, L. (2015). La diferencia sexual en debate: Cuerpos, deseos y ficciones. Lugar.
Rotenberg, E. (2020). Parentalidad del mismo sexo: Construcción de la categoría de la diferencia. Funcionales parentales,
organizadores del psiquismo del infans. Revista Internacional de Psicoanálisis de Pareja y Familia, 22(1). https://aipcf.net/
revue/wp-content/uploads/2020/07/ROTENBERG_espagnol.pdf
Rotenberg, E. y Agrest, B. (comp.) (2007). Homoparentalidades: Nuevas familias. Lugar.
Roudinesco, E. y Plon, M. (2003). Diccionario de psicoanálisis. Paidós. (Trabajo original publicado en 1998).
Roughton, R. (2014). Una argumentación por la aceptación de psicoanalistas gays. Calibán, 12(2), 153-156.
188
178 | Calibán - RLP, 20(1), 186-189 - 2022 Heteronormatividad, discriminación e instituciones psicoanalíticas, José Enrique Galeano | 189
Calibán - Lúcia Maria de Almeida Palazzo* llegamos a la esquina, próxima a la salida del subte, ella se detuvo; se volvió hacia
RLP, 20(1),
mí y me dijo: “Voy a doblar aquí y tomar el subte. Muchas gracias por haberme
¿En qué punto están los
190-197
2022
acompañado. Me ayudó”. Su mirada era más serena y la mía era de agradecimiento
psicoanalistas?: por aquel momento. Me fui y seguí adelante con más calma, y pude entonces mirar
el mundo a mi alrededor. Me invadió un deseo de llorar y también de seguir con-
Blanquitud. Acción afirmativa. versando con ella. En el camino de vuelta, reflexioné (es una suposición) sobre la
fuerte emoción que nos tomó y sobre la fuerza del inconsciente –en ese encuentro
Nueva acción psíquica entre dos personas desconocidas–, casi imposible de transmitir, desvaneciéndose
en las calles. “Lo inesperado haga una sorpresa”, dice la canción “Eu e a brisa”, de
Johnny Alf (1968 [1967]/1986):
Yo amo la calle. Ese sentimiento de naturaleza toda íntima no les sería revelado
Ah, si la juventud que esta brisa canta
por mí si no juzgara, y razones no tuviese para juzgar, que este amor así de
se quedase aquí conmigo un poco más
absoluto y así de exagerado es compartido por todos ustedes. Nosotros somos
yo podría olvidar el dolor
hermanos, nosotros nos sentimos parecidos e iguales; en las ciudades, en las
de ser tan solo para ser un sueño.
aldeas, en los poblados, no porque suframos, con el dolor y los displaceres, la
ley y la policía, sino porque nos une, nivela y agremia el amor a la calle. Es este
Y ahí entonces quién sabe alguien llegase
mismo el sentimiento imperturbable e indisoluble, el único que, como la propia
buscando un sueño en forma de deseo
vida, resiste a las edades y a las épocas. Todo se transforma, todo varía: el amor,
la felicidad entonces para nosotros sería.
el odio, el egoísmo. Hoy es más amarga la risa, más dolorosa la ironía. Los siglos
pasan, se deslizan, llevándose las cosas útiles y los acontecimientos notables. Solo
[…]
persiste y queda, legado cada vez mayor de las generaciones, el amor a la calle.
João do Rio, 1908
Quedate, oh, brisa, quedate, pues, tal vez quién sabe
lo inesperado haga una sorpresa
y traiga a alguien que quiera escucharte
y junto a mí, quiera quedarse
bien junto a mí, quiera quedarse1.
Comenzaré por una experiencia vivida a mediados de 2020, con la pandemia de
Covid-19 en curso. Yo estaba en cuarentena, trabajando online, sin salir de casa
desde hacía algunos meses. Otros pensamientos me atravesaron una vez que esa experiencia poética resal-
Una mañana tuve que ir al dentista, cuyo consultorio está en Ipanema, y yo vivo tó varios aspectos importantes, desde el alcance del psicoanálisis, que privilegia un
al final de Leblon, un recorrido a pie que dura unos 45 minutos. Quería caminar modelo de aproximación y escucha diferenciado del modelo científico clásico, has-
para respirar aire libre y sentir la sensación de libertad. Sin embargo, me sentí muy ta la experiencia emocional más intensa, con la escucha y la palabra que irrumpe
tensa al salir a la calle y caminé muy rápido, sin mirar nada, sin aprovechar el pai- del inconsciente. Esa mujer perdida en verdad me ayudó a salir de un estado nar-
saje de la playa o del otro lado de la Laguna Rodrigo de Freitas. De regreso a casa, cisista enteramente retraído y desfavorable hacia otro diferente y percibido como
la sensación de peligro fue peor aun porque ya estaba cansada de tanto evitar a las amenazante. No sé quién aprovechó más ese encuentro fortuito en la calle, si ella
personas, recelosa del contacto con el virus, con miedo de que hablaran conmigo, o yo, puesto que ese otro tan extraño y tan familiar, en proceso de duelo, tal vez
miedo del aire que respiraba, casi una paranoia incontrolable. Repentinamente, en busca de un sueño en forma de deseo me ayudó a cambiar de posición interna,
vi a una mujer con máscara que se acercaba a preguntarme la hora. Respondí y cambiar de ritmo, abriendo la posibilidad de cambio.
aceleré el paso para distanciarme de ella, y apenas dirigí la vista a su rostro. Ella A partir de aquel instante, pasé a observar no solo el lindo paisaje de Río, sino
no siguió. Prácticamente se pegó a mí y acompañó mi paso apurado, y dijo: “Estoy también a las personas que transitaban. Me impresionó la cantidad de jóvenes y
perdida, caminando desde hace no sé cuánto tiempo; mi hijo murió”. Tomada de
sorpresa, me quedé perpleja, y entonces me volví a ella y encontré su mirada perdi-
da y sufriente. Desacelerando el paso, le pregunté si tenía a alguien a quien llamar,
1. Ah, se a juventude que essa brisa canta/ Ficasse aqui comigo mais um pouco/ Eu poderia esquecer a dor/ De ser tão só pra ser um sonho.//
algún familiar. Me dijo que no, y seguimos caminando más lentamente, lado a lado, E aí então quem sabe alguém chegasse/ Buscando um sonho em forma de desejo/ Felicidade então pra nós seria.// […]// Fica, oh brisa fica,
pois, talvez quem sabe/ O inesperado faça uma surpresa/ E traga alguém que queira te escutar/ E junto a mim, queira ficar/ Bem junto a mim,
en silencio. Yo no sabía qué hacer. Caminamos juntas por un tiempo y cuando queira ficar.
190 | Calibán - RLP, 20(1), 190-197 - 2022 ¿En qué punto están los psicoanalistas?: Blanquitud. Acción afirmativa. Nueva acción psíquica, Lúcia Maria de Almeida Palazzo | 191
niños, familias pobres –en su mayoría, negros– pidiendo comida, pidiendo una
moneda, miradas perdidas por el desamparo, el abandono y el hambre. Mendigos
que se acercaban cada vez más y más; una cantidad de miserables nunca vista en
esta zona de la ciudad, teniendo en cuenta que la población más pobre se concen-
tra en las periferias y en las regiones distantes de la zona sur. La pandemia expuso
la enorme desigualdad social del país, con hambre y violencia en proporciones
inimaginables, con las fuertes marcas del genocidio de la población indígena y del
pueblo de la diáspora negra; expuso el racismo estructural, marcas que son visibles
en todas partes, aunque no queramos mirar.
Cercada por esa realidad de horror, llegué a casa, casi como fugitiva. A resguar-
do, y todavía bajo el impacto de la vuelta a las calles, pensé cómo podría trabajar
psicoanalíticamente distante del contacto con ese universo chocante que me remi-
tió a los tiempos de la universidad, cuando hice prácticas en favelas de mi ciudad:
Buraco da Lacraia, Buraco do Rato, próximas al cementerio de Caju, entre otras.
Recordé el olor, que me invadía y me impedía almorzar al llegar a casa, de los niños
pidiendo algo para comer y para contar historias. Muchas tristezas y muchas ale-
grías a lo largo de los años.
Este relato no es gratuito, toda vez que nos remite a temas intrincados, ta-
les como blanquitud, acción afirmativa, antirracismo y el nuevo acto psíquico,
este último mencionado en el texto freudiano Introducción al narcisismo (Freud,
1914/2010b), cuando trata la cuestión de la importancia del otro en el nacimiento
del Yo en la expresión del narcisismo primario, ese lugar de majestad que el bebé
ocupa y la importancia de la figura materna, o de quien ejerza esa función, de re-
conocer y dar lugar al otro como sujeto. El nuevo acto psíquico, fundamental en la
estructuración psíquica, se refiere al investimento libidinal materno, una mirada
de reconocimiento del hijo identificado como otro en su subjetividad, es decir, la
fuerza del objeto en la identificación del sujeto, que podrá determinar su destino.
Dar un lugar de importancia al otro que es determinante en la historia de vida de
cada uno de nosotros.
En esa línea de pensamiento, se suman los problemas del contexto actual, en
el que, en Brasil, tenemos una pésima gestión de la pandemia, con más de seis-
cientas mil muertes, principalmente cuerpos negros, indígenas y pobres, víctimas
de la necropolítica, del racismo y del abismo de la desigualdad social. Recurro al
texto freudiano La transitoriedad (Freud, 1916/2010a), escrito en el contexto de la
Primera Guerra Mundial, y a la idea de duelo como proceso natural y necesario
para alcanzar un pacto civilizatorio, proceso de duelo que precisamos realizar de
las identificaciones primarias y de todo aquello que abandonamos o perdemos del
mundo infantil. Dice Freud:
Sabemos que el duelo, por doloroso que pueda ser, acaba de manera espontánea.
Cuando acaba de renunciar a todo lo perdido, se ha devorado también a sí mismo, y
entonces nuestra libido queda de nuevo libre para, si todavía somos jóvenes y capaces
de vida, sustituirnos los objetos perdidos por otros nuevos que sean, en lo posible,
tanto o más apreciables. Cabe esperar que con las pérdidas de esta guerra no suceda
de otro modo. Con sólo que se supere el duelo, se probará que nuestro alto aprecio
194 | Calibán - RLP, 20(1), 190-197 - 2022 ¿En qué punto están los psicoanalistas?: Blanquitud. Acción afirmativa. Nueva acción psíquica, Lúcia Maria de Almeida Palazzo | 195
de que las instituciones psicoanalíticas abran de hecho sus institutos de formación para mi cargo, anoche, en un nuevo trabajo. Hoy, apenas me vio, me preguntó con interés:
negros e indígenas y reconozcan a esos sujetos en el lugar que les es debido, y ya no como “¿Y, doctor, fue poseído?”. Respondí que sí. Él se quedó preocupado con los riesgos
desechos o como un resto con el que no queremos lidiar, del que solo queremos librarnos. de un trabajo que exigiría que fuese a Río. Lo tranquilicé diciéndole que varios cole-
El acceso del negro a los lugares de poder depende, todavía hoy, de la decisión de gas habían sido poseídos junto conmigo y que eso me protegería. Me protegería a mí
los blancos, siendo esa tal vez la mayor evidencia de la blanquitud en su expresión y a mis compañeros. Mañana no perderé la oportunidad de pedirle a Delirio algunos
máxima de poder. ¿Cuánto tiempo le llevará a un negro ocupar un cargo de poder consejos sobre cómo sembrar y regar nuestro jardín para que crezca y florezca como
en la estructura organizacional de las sociedades de psicoanálisis? Si no hiciéramos aquellos que, cotidianamente, él cuida.
nada, si de nuestra parte ninguna acción fuera realizada, estaríamos reproduciendo el
modelo racista estructuralmente perpetuado. Todos tienen derecho a una humanidad
A partir de este episodio, como presidenta pasé a llamar a nuestro equipo el Con-
plena, pero no todos se comprometen y defienden los derechos humanos.
sejo de los Poseídos. En última instancia, somos poseídos por el deseo, poseídos por
En la Sociedade Brasileira de Psicanálise do Rio de Janeiro (SBPRJ) estamos en un
la confianza de que el psicoanálisis es la palabra en acción que libera. Poseídos, segui-
punto de inflexión de la mayor importancia, pues realizamos, en la primera Asam-
mos, en duelo, luchando por un pacto civilizatorio más justo y urgente.
blea General Extraordinaria, en enero de 2021, la votación de la redacción final del
Proyecto racial/social: Acceso ampliado a la formación psicoanalítica en el Instituto de
formación para negros, indígenas y refugiados. Decisiones fundamentales sobre la gra- Referencias
tuidad de la mensualidad, de cursos y de eventos, análisis de formación ofrecido por Alf, J. (1986). Eu e a brisa. En J. Alf, Eu e a brisa [vinilo]. IMS 2002. (Trabajo original publicado en 1968 [1967]).
miembros efectivos, con valores firmados por la dupla analítica y dentro de las posi- Bento, M. A. S. (2002). Pactos narcísicos no racismo: Branquitude e poder nas organizações empresariais e no poder público [tesis de doc-
torado]. Universidad de San Pablo. https://teses.usp.br/teses/disponiveis/47/47131/tde-18062019-181514/publico/bento_do_2002.pdf
bilidades financieras del postulante, entre otros puntos a destacar. Freud, S. (2010a). A transitoriedade. En P. C. de Souza (trad.), Obras completas (vol. 12, pp. 247-252). Companhia das Letras. (Trabajo
En nuestra Sociedad, el debate se inauguró en 2010 con mesas y grupos de reflexión. original publicado en 1916).
Freud, S. (2010b). Introdução ao narcisismo. En P. C. de Souza (trad.), Obras completas (vol. 12, pp. 13-50). Companhia das Letras. (Trabajo
Hicimos una Caravana a África en 2011, en conjunto con el Ministerio de Salud de original publicado en 1914).
Mozambique. Del mismo modo, creamos recientemente la Comisión de estudios críti- Mbembe, A. (2018). Necropolítica: Biopoder, soberania, estado de exceção, política da morte (R. Santini, trad.). N-1.
Palazzo, L. (2021). Em que ponto estão, os psicanalistas? Observatório Psicanalítico, 223. https://febrapsi.org/publicacoes/observatorio/
cos sobre relaciones raciales y pensamiento afrodiaspórico –descolonización del pensa- observatorio-psicanalitico-op-223-2021/
miento–, bajo la coordinación de la expresidenta Wania Cidade, principal responsable Schucman, L. V. (2020). Entre o encardido, o branco e o branquíssimo: Branquitude, hierarquia e poder na cidade de São Paulo. Veneta.
(Trabajo original publicado en 2014).
de los importantes cambios que hoy realizamos. Esta contribución teórica fundamental
Shakespeare, W. (2014). A tempestade. UFSC. (Trabajo original publicado en 1611).
desplazó el eje central europeo hacia una construcción más consistente de nuestras ba-
ses, afincadas en la herencia y el conocimiento de los pueblos originarios. La contri- Traducción del portugués: Gastón Sironi
bución de Wania tiene la mayor relevancia y nuestra gratitud, pues es mujer, negra, y
llegó a la presidencia sesenta años después de la fundación de nuestra Sociedad. Como
siempre dice: “una hermana precisa conocer la vida de otra hermana”.
En agosto de 2021 recibimos el primer grupo con ingreso de candidatos negros y be-
carios, y por nuestra preocupación en fortalecer la acción afirmativa de recepción y per-
manencia de esas personas, y también por la preocupación por el desarrollo del proceso
de formación y compromiso de los miembros de la Sociedad, contratamos una asesoría
para la implementación de acciones afirmativas y relaciones raciales.
Concluiré con otra historia peculiar sobre el actual Consejo Directivo de la SBPRJ,
equipo que construyó y abrazó con empeño nuestro proyecto antirracista, social y a
favor de la democracia. Carlos Pires Leal, uno de los directores, relató el siguiente acon-
tecimiento la víspera de nuestra toma de posesión, en diciembre de 2020:
Ayer por la mañana, andando en bicicleta por las montañas que rodean mi casa, en-
contré al jardinero de una amiga. Se llama Delírio. Por aquellos que defienden la ne-
cesidad de muros à la Trump entre la realidad y la ficción, lo lamento, pero este es
el nombre verdadero de este simpático señor. Se agrega el hecho de que mi amiga,
su empleadora, es una psicoanalista. ¡Qué privilegio poder dialogar diariamente con
Delirio, teniendo un jardín como testigo! Le dije a Delirio que iría a tomar posesión de
196 | Calibán - RLP, 20(1), 190-197 - 2022 ¿En qué punto están los psicoanalistas?: Blanquitud. Acción afirmativa. Nueva acción psíquica, Lúcia Maria de Almeida Palazzo | 197
Dossier:
Utopía
200 | Calibán - RLP, 20(1), 200-202 - 2022 Utopía, Silvana Rea | 201
amenazadas, muchas veces creemos que es Referencias Calibán -
Calibán -
RLP, 20(1), Paloma Porraz*
preciso una medida de fuerza para alcanzar Baggio, K. G. (2021). A integração latino-americana como RLP, 20 (1),
203-207
un bien mayor. Por ello, Claeys (2013) nos ad- ideal utópico em Manuel Ugarte. En M. L. Prado (comp.), 2022
12-42
vierte que la distancia entre utopía y distopía Utopias latino-americanas: Política, sociedade, cultura.
Contexto. 2022
puede ser alarmantemente pequeña. Bauman, Z. (1998). O mal-estar da pós-modernidade. Za-
Pero no podemos perder el horizonte re- har. (Trabajo original publicado en 1997).
volucionario del ideario utópico. Finalmente,
si el sentido de utopía combina lugar ideal con
Berardi, F. (2019). Depois do futuro. Ubu.
Bolívar, S. (1983). Carta de Jamaica. En M. L. Belloto y A.
De la utopía a la resistencia
M. Martinez (comp.), Simón Bolívar: Política. Ática. (Tra-
lo que aún no tiene lugar o lo que no tiene lu- bajo original publicado en 1815).
gar posible, tal vez importen las adquisiciones Claeys, G. (2013). Utopia: A história de uma ideia (P. Ba-
conquistadas durante el camino que seguimos rros, trad.). Sesc.
en dirección a concretarla. Chaui, M. (2008). Notas sobre utopia. Ciência e Cultura,
En este artículo propongo una revisión de los establecieran las bases para una sociedad más
60(1). http://cienciaecultura.bvs.br/scielo.php?script=s-
Y como para el utopista las fronteras son ci_arttext&pid=S0009-67252008000500003&lng=en&n- proyectos utópicos que han existido en Méxi- justa. En América del Sur no podemos dejar
móviles, una utopía puede ser literaria, arqui- rm=iso co y América Latina. Analizo también las res- de pensar en las misiones jesuitas, fundadas
tectónica, religiosa, política. Por ello, presen- Dulci, T. M. S. (2021). O bem-viver como nova utopia
puestas que han dado los artistas modernos a desde principios del siglo XVII, con los gua-
tamos en este número del Dossier los artículos latino-americana. En M. L. Prado (comp.), Utopias lati-
no-americanas: Política, sociedade, cultura. Contexto. este planteamiento desde lo institucional, por raníes en Paraguay y otros pueblos indígenas.
de Paloma Porraz, con los proyectos utópicos Freud, S. (1969). Por que a guerra? En J. Strachey (ed.), un lado, y lo local, por el otro. Puesto que en la Con el tiempo se establecieron también en
de artistas modernos de México y de América Edição standard brasileira das obras psicológicas completas
Latina, y su relación con las resistencias o el de Sigmund Freud (vol. 22, pp. 241-264). Imago. (Trabajo modernidad los artistas han ofrecido sus res- Argentina, Bolivia y Brasil, estas prósperas re-
activismo del arte contemporáneo. Marcelo original publicado en 1932). puestas a manera de proyectos públicos, me públicas jesuitas autosuficientes, que excluían
Freud, S. (2016). Estudos sobre a histeria (1893-1895). En
Carvalho Ferraz trae la arquitectura de Lina pregunto ahora qué respuestas ofrecerán a la a los europeos y protegían a gran cantidad de
P. C. de Souza y L. Barreto (trad.), Obras completas (vol.
Bo Bardi, que rompe con la noción de tiem- 2). Companhia das Letras. (Trabajo original publicado en utopía. En la actualidad ya no se mencionan indígenas de la esclavitud y los trabajos for-
po lineal para conquistar libertad, incluso la 1895). las utopías, sino que se habla de resistencia zados, atrayendo la enemistad de los coloni-
libertad de lo que llama “convivencia colectiva Morus, T. (2011). Utopia. Nova Fronteira. (Trabajo origi-
nal publicado en 1516).
(y, en algunos casos, de activismo) en pro de zadores.
individual”. En la secuencia, Ariel Goldstein Mourão, M. (directora) (2013). Quem se importa [produc- crear un nuevo orden alternativo. Si proponemos una revisión de los proyec-
nos habla sobre el crecimiento y la partici- ción cinematográfica]. Grifa filmes, Mamo filmes. Desde los inicios de la creación de un Nue- tos utópicos en México, tenemos que hablar
pación de grupos religiosos en los gobiernos Novaes, A. (2016). Onze notas sobre o novo espírito utó-
pico. En A. Novaes (comp.), Mutações: O novo espírito vo Mundo, han existido proyectos utópicos. fundamentalmente de Vasco de Quiroga y del
latinoamericanos, y cuestiona la posibilidad
utópico. Sesc. Al llegar los europeos a América, vieron la trabajo de Fray Bartolomé de las Casas. Ellos
de una convivencia cuando los valores son Santos, M. A. [TVPUC] (6 de abril de 2015). Diálogos
muy diferentes. Fernando Calderón Gutiérrez oportunidad de corregir errores que ya exis- construyeron las bases para una forma de or-
impertinentes. Youtube. https://www.youtube.com/wat-
presenta la bruma de kamanchaka, que lleva ch?v=rT9c__ynO2I (Trabajo original publicado en 1995). tían en el Viejo Continente, organizado bajo ganización social diferente y enfrentar así la
depresión al mundo andino, y la fuerza ética Zuboff, S. (2019). The age of surveillance capitalism: The jerarquías injustas, con una gran densidad estructura que pretendía imponer la nueva
fight for a human future at the new frontier of power. Pro-
de los movimientos sociales y sus proyectos file.
poblacional y sufriendo el rebote de la pes- sociedad española. Fray Bartolomé, más que
de convivencia. Lucas Martín aborda el tema te bubónica. Los problemas económicos que construir un lugar utópico, denunció los atro-
de los derechos humanos y su relación con la Traducción del portugués: Gastón Sironi aquejaban esas latitudes eran una situación pellos a los indígenas y pasó a la historia como
política y la utopía en América Latina. Marlo- fértil para que el ser humano imaginara un un valedor de los derechos de los indios. Pro-
va Jovchelovitch Noleto, directora y represen- mundo mejor, en una tierra virgen en donde mulgó Las nuevas leyes para acotar el poder
tante en Brasil de la Organización de las Na-
las cosas se podían reiniciar, logrando un de- de los españoles y proteger a los indígenas
ciones Unidas para la Educación y la Cultura
sarrollo más equitativo. Cabe mencionar que controlando las encomiendas, aboliendo la
(Unesco, por sus siglas en inglés), defiende el
aprendizaje a lo largo de la vida por medio de otro aspecto fundamental característico de ese esclavitud y ordenando que todos fueran li-
la integración entre aprender y vivir, que tie- momento fue la efervescencia en el ámbito re- bres y puestos bajo la protección de la Corona,
ne como uno de sus pilares “aprender a vivir ligioso con la Reforma de Lutero, quien clavó y no de los encomenderos. Los intentos por
juntos”. Y, finalmente, la experiencia de Mara las 95 tesis en la puerta de la iglesia de Witten- imponerlas desataron vehementes protestas
Mourão, directora del documental A quién le burg en 1517, lo cual creó una crisis religiosa de los colonizadores. Fue Vasco de Quiroga
importa [Quem se importa] (2013), un largo- y la autoridad monolítica de la Iglesia católica quien construyó en Michoacán una socie-
metraje sobre emprendimiento social que re- empezó a resquebrajarse. dad utópica. Hoy conocido como Tata Vasco
trata las experiencias de los dieciocho mayores Tomás Moro escribió la Utopía en 1516, por la población indígena, cabe destacar que
emprendedores sociales del mundo.
tres años antes de que zarpara Hernán Cortés aprendió las lenguas originarias y proyectó la
¡Buena lectura!
a México, abriendo la oportunidad de que se organización económica y social de aquellas
202 | Calibán - RLP, 20(1), 200-202 - 2022 De la utopía a la resistencia, Paloma Porraz | 203
comunidades, fundó los Pueblos-Hospitales popular y significación universal (Fernández, un mundo de progreso hacia la emancipación Se torna difícil rastrear una ciudad concreta
de Santa Fe en Michoacán. Con este moti- 1994). Gracias a un expansivo programa de (Haskell, 2020). de este movimiento, al igual que en cualquier
vo redactó una interesante y poco conocida comisiones monumentales de arte público, Este modelo, junto con el relato de la his- utopía, cuya palabra encierra la idea del no lu-
obra: Información en derecho (de Quiroga, artistas como Diego Rivera, José Clemente toria ya oficial, fue repetido en distintos edifi- gar. Quizás la utopía sea una vez más como un
1535/1985) que hoy podríamos considerar de Orozco, David Alfaro Siqueiros, entre otros, cios gubernamentales y educativos a lo largo relato idealista con un pie en la realidad y otro
carácter utópico colectivista, inspirada en las crearon murales de la historia mexicana y del país, a través del muralismo de segundas y en lo imaginario, privilegiando ciertas imáge-
ideas de Tomás Moro (Gómez Rivas, 2018). desarrollaron un vocabulario pictórico fun- terceras generaciones. La utopía dejó de ser el nes sobre otras, discriminando lo que no apa-
Esa búsqueda por crear un paraíso, un damentalmente moderno y mexicano, una sueño de una sociedad más justa y se convirtió recía en el México de esos años y aludiendo a
lugar idílico entre los pueblos indígenas, nos obra que hablara de justicia social e identidad en la narrativa de una revolución institucio- imágenes de otra modernidad.
permite entender las especificidades de las nacional, sin profundizar en las verdaderas nalizada que buscaba homogenizar las dife- En Brasil, también a principios de los
conquistas del continente. Sin embargo, la herencias de la conquista y la revolución en rencias sociales y las injusticias, en pro de la años veinte, un evento alteró en San Pablo el
aspiración de crear una sociedad desde cero México. imaginería que nos hacía sentir que dichas di- curso del arte brasileño: la Semana del Arte
era una ficción: el referente del nuevo orden, La propuesta utópica del político e ideólo- ferencias ya estaban superadas. La revolución Moderna, ocasión en la que el público podía
es decir, de la utopía, era la evangelización go mexicano José Vasconcelos era un nuevo aparecía como “ya hecha”, como si se hubiera ver nuevas aproximaciones a las expresiones
de los indígenas, una idea occidental y euro- México que uniera los valores occidentales con cumplido con ella, aunque la realidad era algo visuales. Así se conformó el grupo modernista
céntrica que partía de la noción de empezar la reivindicación indígena. En su libro La raza muy distinto, muy distante. en el que participaron artistas como Tarsila do
de nuevo, basándose en los valores que ellos cósmica, Vasconcelos (1925/1948) ve una nueva Eventualmente, los artistas buscaron un Amaral, Emiliano di Cavalcanti, Anita Malfat-
consideraban fundamentales. Si bien para los raza mestiza que podríamos considerar latinoa- camino nuevo, plástico y literario, que se opo- ti, Oswald y Mario de Andrade, Victor Beche-
misioneros era necesario imaginar una nueva mericana a partir de las tres raíces: la indígena, nía a la monumentalidad de la escuela mexi- ret, Vicente do Rêgo Monteiro y Lasar Sega-
tierra prometida, los indígenas estaban vivien- la europea y la africana, como manifestación cana identificada con el muralismo. Incluso ll, quienes buscaron la forma de ponerle una
do un encuentro dentro de su propia realidad de la evolución del género humano. Para Vas- llegaron a proponer un proyecto utópico de esencia brasileña a su obra. Un texto impor-
que consistía en el borramiento de su pasado. concelos los conceptos de raza y nacionalidad ciudad, alternativo a la Ciudad de México, tante que circuló a partir de 1928 fue el Mani-
Frente a los horrores de la conquista, los mi- deben ser trascendidos en nombre del destino que llamaron Estridentópolis. Esta era una fiesto antropófago, de Oswald de Andrade.
sioneros se ocuparon de rescatar la historia, común de la humanidad. De allí su frase famo- alternativa al México que veía la modernidad La antropofagia fue una búsqueda moder-
las artesanías, las fiestas, la flora y la fauna, sa, hoy en día lema de la Universidad Nacional como progreso, con influencia de las van- nista de una identidad cultural que promovía
así como las lenguas de la región. Si enten- Autónoma de México, “Por mi raza hablará el guardias europeas (futurismo, dadaísmo, ul- la apreciación de un sentido barroco del “arte
demos la resistencia en este contexto como espíritu”, que muestra la convicción de cómo traísmo) y latinoamericanas, que resaltaban total” como una integración de todas las artes
una oposición al orden que la nueva sociedad la raza nuestra elaborará tendencias de esencia en el Manifiesto estridentista (Maples Arce, s. bajo una perspectiva común. Esta perspecti-
hispánica quería imponer, podríamos pensar espiritual y de libertad. f./1921) la belleza de las máquinas, el humo de va combinaba la crítica de la civilización mo-
que algunos de estos misioneros fueron los En ningún lado fue esto más claro que en las fábricas y derna y la idealización de una utopía tropical.
primeros agentes de resistencia para evitar la la Secretaría de Educación Pública o en la Es- En el catálogo Brazil: Body & soul (Sullivan,
destrucción del mundo conquistado. cuela Nacional Preparatoria, hoy el Antiguo 2001a) de la exposición realizada en el museo
las emociones cubistas de los grandes trasat-
Tras tres siglos de colonia que terminó con Colegio de San Ildefonso, donde se comisio- Guggenheim (2001-2002), varios de los textos
lánticos con humeantes chimeneas de rojo y
el pasado indígena, se pensó que existía una naron importantes murales, en ambos casos hablan sobre la filosofía detrás del modernis-
negro, anclados horoscópicamente […] jun-
nueva oportunidad de transformar el mundo bajo el liderazgo de José Vasconcelos. Estos mo brasileño. Una mitología matriarcal que
to a los muelles efervescentes y congestiona-
después de la Revolución Mexicana. Fue así edificios eran la plataforma idónea para crear combinaba los ciclos de la naturaleza, el cuer-
dos, el régimen industrialista de las grandes
como se entendió que las ideas revoluciona- una obra pública con el fin de educar al pue- po y el deseo erótico que humanizaba la visión
ciudades palpitantes, las blusas azules de los
rias serían la base para construir un nuevo blo, idea con la que congeniaban los muralis- de la tecnología ‒una síntesis que reconectaba
obreros explosivos en esta hora emocionan-
México. Desde las primeras décadas del siglo tas. Los muralistas veían en las imágenes una poéticamente la sociedad moderna hacia una
te y conmovida. (párr. 4)
XX, la expresión de la cultura mexicana pasó valiosa posibilidad de difundir en la sociedad fantasía arraigada a la naturaleza, al erotismo,
por una ruptura total de la tradición. Nació los valores revolucionarios. Así, representaron a la reproducción de una creación poética (Su-
A esta postura adscriben, en México, Ra-
una cultura revolucionaria, que tenía en men- un nuevo mundo social y político que com- llivan, 2001b)‒.
món Alva de la Canal, Leopoldo Méndez,
te la idea del progreso y que prometía cambios binaba una idealización de las imágenes de la Ligado al movimiento literario que rompe
Fermín Revueltas, Germán Cueto, Roberto
en lo más profundo del ser. Por lo tanto, no vida indígena en el campo, al mismo tiempo con el academicismo, este grupo de artistas
Montenegro, Guillermo Ruiz, músicos como
fue solamente una lucha armada terrible, sino que plasmaba el sufrimiento de la explotación viajó a Europa para iniciarse en el arte. Ingre-
Manuel M. Ponce, Silvestre Revueltas, y poe-
un cambio de conciencia que tenía raigambre y pobreza vividas en el pasado, anunciando saron a la modernidad tanto por la influencia
tas como Germán Lizt Arzubide.
204 | Calibán - RLP, 20(1), 203-207 - 2022 De la utopía a la resistencia, Paloma Porraz | 205
de lo que sucedía en Europa como también Las respuestas arquitectónicas a las mo- Toledo siempre estuvo comprometido con Referencias
por el rescate de sus raíces, que se inspiró en dernidades mexicanas fueron diferentes. En las causas sociales. Por ejemplo, hizo cometas
Andrade de, O. (1928). Manifesto antropofago. Revista de
sus propias culturas autóctonas. Así, la mo- México, en esta búsqueda de alternativas idea- con diversos motivos, y en 2014, en su taller Antropofagia, 1, 3-7.
dernidad tanto en Brasil como en México les, pienso en Olinka, la ciudad ideada por el en Oaxaca, hizo una serie que llevaba la cara Fernández, J. (1994). Arte moderno y contemporáneo de
surgió a partir del deseo de crear una síntesis Dr. Atl que buscaba la posibilidad de recon- de los 43 estudiantes de la escuela normal de México (vol. 2). Instituto de Investigaciones Estéticas,
Universidad Nacional Autónoma de México.
entre los dos: la influencia de artistas europeos centrar a las grandes mentes y los grandes Ayotzinapa desaparecidos supuestamente a Fierro, A. (4 de marzo de 2019). Superado por la moder-
y el rescate de lo propio. espíritus artísticos de la época en un espacio manos de las fuerzas criminales y estatales en nidad: Olinka y el Doctor Atl. Arquine. https://www.ar-
Una contribución importante del arte bra- urbano donde ellos pudieran trabajar lejos de el estado de Guerrero, México, ese mismo año. quine.com/superado-por-la-modernidad-olinka-el-doc-
tor-atl/
sileño al arte moderno fue la arquitectura. una sociedad moderna, que Atl veía como me- Siendo un ejemplo activo de lo que es un Gómez Rivas, L. M. (2018). La Utopía americana del obis-
Brasilia (declarada capital de Brasil en 1960) se diocre, utilitaria y vacía de significado. Olinka artista en resistencia, Toledo paró la construc- po de Michoacán don Vasco de Quiroga: Espiritualidad y
economía en los Pueblos-Hospital. Libros de la corte, 16,
convirtió en el prototipo de la utopía en Amé- tendría museos, teatros, esculturas arqueoló- ción de un McDonald’s en el centro histórico. 156-171.
rica Latina, con esta conjunción de lo audaz, la gicas, un estadio construido en el cráter de La Su legado, más allá de los museos, las galerías Haskell, B. (2020). America: Mexican muralism in the Vida
imaginación desinhibida, la riqueza y el amor Caldera, en la Sierra de Santa Catarina, edi- y las bibliotecas, ha servido para fomentar la americana. Mexican muralists remake American art, 1925-
1945. Yale University.
a las curvas. Subirats (citado en Underwood, ficios para investigaciones científicas y para obra de jóvenes oaxaqueños. Maples Arce, M. (s. f.). Manifiesto estridentista. Actual.
2001) observó intenciones similares entre la la exploración del espacio exterior, y un tem- Otro ejemplo que une la resistencia de los http://artespoeticas.librodenotas.com/artes/1571/mani-
antropofagia y la obra de Niemeyer, especifi- plo dedicado al hombre. Nunca se construyó, pueblos originarios con la tradición a nivel fiesto-estridentista-1921 (Trabajo original publicado en
1921).
cando la libertad de un lenguaje formal y la como muchas otras ciudades utópicas. comunitario son los zapatistas. Iniciaron un Martínez Cortés, Z. (2009). Estridentópolis: Una utopía
relación erótica con la naturaleza. En efecto, Curiosamente, frente a estos proyectos de levantamiento en las montañas de Chiapas en urbana [tesis del diploma de especialización]. Universi-
dad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco. https://core.
los alcances del movimiento de Antropofagia ciudad, lo que sí llegó a concretarse en Amé- 1994 para defender su territorio, sus tradicio- ac.uk/download/pdf/289121165.pdf
fueron los trabajos de Oscar Niemeyer, que rica Latina fueron las universidades. Ejemplos nes y sus modos de subsistencia. Mientras que Medina, C. (2018). Olinka: La ciudad ideal del Dr. Atl. El
propuso un nuevo currículum modernista en de esto son Ciudad Universitaria en México en el terreno de lo nacional las utopías latinoa- Colegio Nacional.
Moro, T. (2016). Utopía: Edición conmemorativa 1516-
Río de Janeiro: la teoría cósmica de los oríge- que, como menciona Cuahtémoc Medina en mericanas operaron desde el imaginario mo- 2016. Fondo de Cultura Económica. (Trabajo origina pu-
nes de la arquitectura brasileña. su libro Olinka (2018), tiene una enorme simi- dernista con proyectos hegemónicos de la ciu- blicado en 1516).
Con la colaboración del arquitecto de pai- litud con Ciudad Universitaria por la presen- dad, en la actualidad, en el terreno de lo local Mota, M. (15 de abril de 2019). Olinka, la crónica de un
fracaso. Gatopardo. https://gatopardo.com/arte-y-cul-
sajes Burle Marx y otros artistas, Niemeyer cia de la piedra volcánica y el proyecto de tinte hay una tradición de resistencia incipiente en tura/cuauhtemoc-medina-gerardo-murillo-dr-atl-li-
expresó un barroco integrado que reunía es- nacionalista. Otros ejemplos posteriores son proyectos de menor escala, como obras comu- bro-olinka/
Quiroga de, V. (1985). Información en derecho. SEP Cultu-
pacio, estructura, paisajismo, escultura, pintu- el Centro Nacional de las Artes, en la Ciudad nitarias, bibliotecas, museos, jardines botáni- ra. (Trabajo original publicado en 1535).
ra y las artes decorativas, que podían incluir de México, y el Instituto Superior de Arte, de cos, cambios agrarios de rescate de productos Sullivan, E. J. (ed.) (2001a). Brazil: Body & soul. Guggen-
maderas nativas y azulejos en un espectáculo Cuba, entre otros. ¿Son estas ciudades univer- endógenos… heim Museum.
Sullivan, E. J. (2001b). Modernism. En E. J. Sullivan
deslumbrante de colores y formas curvilíneas. sitarias la única opción que quedó de la utopía Hoy en día, podríamos decir que la resis- (ed.), Brazil: Body & soul. Guggenheim Museum.
Gillo Dorfles usó el término neobarroco para en esta búsqueda de experiencias totales que tencia es la nueva utopía ante los aconteci- Underwood, D. J. (2001). Toward a phenomenology of
describir la arquitectura moderna brasileña: unían las expresiones artísticas y estéticas a mientos del mundo moderno, la destrucción Brazil’s barroque modernism. En E. J. Sullivan (ed.), Bra-
zil: Body & soul. Guggenheim Museum.
“un alumno del racionalismo que se porta nivel cotidiano? del planeta, las pandemias mutantes que nos Vasconcelos, J. (1948). La raza cósmica. Espasa Calpe.
mal” (citado en Underwood, 2001, p. 531). Hoy en día ya no pensamos en magnos amenazan, la desigualdad económica y social, (Trabajo original publicado en 1925).
Para Niemeyer, la utopía está en “el medio am- proyectos de utopías, sino en ejemplos de re- la inseguridad de las mujeres y la indomable
biente en el que vivo, con sus playas blancas, sistencia de distintos individuos y comunida- delincuencia.
sus montañas enormes, sus viejas iglesias ba- des que trabajan desde lo local. Pienso en el Nuestro mundo se ha reducido, la tecno-
rrocas y hermosas mujeres bronceadas” (cita- artista mexicano Francisco Toledo y su volun- logía nos ayuda al informarnos todos los días
do en Underwood, 2001, p. 532). tad de rescatar y recuperar las raíces culturales sobre la situación humana, social y política del
Brasilia fue el sitio donde los rituales utópi- de la ciudad de Oaxaca, sus lenguas, la ecolo- mundo. Más que nunca todos debemos cola-
cos de la conquista espiritual y sus formas má- gía, la gastronomía y las manifestaciones artís- borar buscando el sueño de nuevas utopías.
gicas produjeron de un día para otro la imagen ticas. Su riquísima obra, caracterizada por una
de un lugar futurístico. En la parte funcional, fauna local inagotable ‒saltamontes, lagartos,
Brasilia operaba menos que lo que representa- tortugas, camarones, monos, elefantes‒, es un
ba simbólicamente en relación con la imagen despliegue de alegría de la zona donde nació.
de modernidad que proponía esta ciudad.
206 | Calibán - RLP, 20(1), 203-207 - 2022 De la utopía a la resistencia, Paloma Porraz | 207
Calibán -
RLP, 20(1),
Marcelo Carvalho Ferraz* neal, que no se somete al cronómetro; tiempo tados tomando un poco de sol...”, diría Lina
208-211 del sertón, de los animales y los vegetales, li- (Michiles, 1993); que promueven la libre ob-
2022
gado a los fenómenos de la naturaleza; tiempo servación del movimiento ajeno, como en ca-
de vivir el ocio de forma digna y creativa. En fés, calles y veredas, observación que impone
Lina y el tiempo ese sentido, pasado, presente y futuro pueden el ejercicio del respeto en tanto postura y com-
fundirse, conciliados. portamiento de quien observa y de quien es
Estas reflexiones dejan claro el constante observado. Solo una atención aguda del com-
combate de Lina contra las limitaciones, los portamiento humano y un gran talento, libre
encuadramientos, las “amarras del pasado”, de amarras, podrían ofrecer tales vivencias o
Pero el tiempo lineal es una invención de Occidente, el tiempo no es lineal,
como solía decir, impuestas al mundo occi- sensaciones en proyectos de arquitectura. Lina
es una maravillosa maraña en la que, en cualquier instante, pue-
dental de matriz europea y racionalista, contra afirma: “La arquitectura no es solamente una
den elegirse puntos e inventarse soluciones, sin comienzo ni fin.
los principios que moldean el mundo priorita- utopía, sino un medio para alcanzar ciertos re-
Lina Bo Bardi
riamente a través de la óptica de la producción, sultados colectivos” (Michiles, 1993).
que valorizan solamente el trabajo incesante y Lina proyectaba lejos de modismos, reglas
productivo de los hombres. Lina no se cansaba preestablecidas y cuestiones formales como
de repetir que siempre había procurado una ideas de composición y ejes imaginarios, mo-
En ocasión de la presentación de la exposición arquitecturas. Este encuentro fortuito con el
arquitectura de la libertad, que siempre había dos todavía habituales de hacer arquitectura.
Lina Bo Bardi en China, en 1998, el director Extremo Oriente refrenda, de cierta forma, la
procurado ser libre frente a las cosas, frente al Buscaba soluciones en ejemplos de cualquier
de la Facultad de Arquitectura de la Univer- frase de Lina en la que afirma que el tiempo
mundo. lugar del planeta: desde la antigüedad de los
sidad de Hong Kong, profesor Eric Lye, des- lineal es una invención de Occidente. Pero en
Todo esto puede parecer retórica o fuerza zigurats a la tecnología del ferrocemento de
pués de leer la frase de Lina sobre el tiempo dicha cita Lina quiere decir más: su referencia
expresiva, pero no lo es. Esa voluntad de ser Lelé (el arquitecto João Filgueiras Lima), pa-
que utilizamos en el panel de inauguración a los diferentes tiempos parece ser una manera
libre se lee, se ve y se experimenta en sus espa- sando por la Alhambra o por la tecnología del
(presentada aquí como epígrafe), nos presentó de decir no a muchos aspectos de la civiliza-
cios. Ese estar atentos a la búsqueda de liber- carro de bueyes, que la ayudó a crear la genial
un dibujo que representaba el tiempo según ción occidental, una reverencia al tiempo no
tad es la materia prima de su proyección, de su escalera del Solar do Unhão. Siempre buscó
la dinastía Song del Norte (960-1127). Se tra- cronológico, común a tantos pueblos origina-
creación de arquitectura con rigor y poesía. trabajar con lo que tenía a mano, con los pies
taba de una maraña de líneas que formaban rios y culturas del planeta, partiendo de nues-
Tomemos como ejemplo tres de sus pro- en el suelo desde el punto de vista material y
volutas, sin comienzo ni fin definidos. Líneas tros pueblos indígenas.
yectos de fuerte inserción urbanística e inten- técnico. Era también ambiciosa y osada al bus-
construidas por puntos y trazos discontinuos, En otro momento de reflexión sobre la cul-
so uso colectivo: el Solar do Unhão, en Bahía; car soluciones que sirviesen a sus proyectos, a
con interrupciones que podrían interpretar- tura brasileña, en el libro Tempos de grossura:
el Museu de Arte de São Paulo (MASP) y el sus sueños de espacios plenos de convivencia,
se como una miríada de caminos o como los O design no impasse, Lina (Bo Bardi, 1994)
Sesc Pompeia, en San Pablo. Son espacios que sin las limitaciones del tiempo.
senderos de Guimarães Rosa. Caminos en el dice:
apuestan a la posibilidad de la vida en socie- Cito aquí algunos ejemplos. En el conjunto
tiempo que podrían tomarse libremente.
dad, a la posibilidad de compartir; espacios de Unhão, Lina demuele algunos edificios, tan
El diagrama era la perfecta ilustración Occidente continúa tomando en considera-
que promueven el encuentro, la convivencia antiguos como los que había allí, para abrir una
de la frase de Lina, y la frase, la explicación ción solamente las manifestaciones culturales
y la tolerancia entre diferentes; espacios de plaza al lado del agua, con piso de piedra, que
del diagrama. Sin pestañear, sorprendidos de los grupos del poder central, y no sale de
respeto que refuerzan la creencia en esta crea- recuerda las plazas medievales europeas y hoy
como estábamos con ese encuentro de vi- ese impasse. Pero, a pesar de los esfuerzos por
ción humana sin igual llamada ciudad. Esos recibe encuentros de música, como la ya consa-
siones convergentes del tiempo espaciadas demostrar lo contrario, Brasil es más Áfri-
tres proyectos enfrentan el desafío de atender grada Jam del Museu de Arte Moderna da Ba-
por casi mil años, hicimos un nuevo panel ca-Oriente que Occidente. Portugal tampoco
al instinto gregario que nos habita y nos trans- hia (MAM-BA), que reúne a jóvenes, artistas,
para la inauguración de la exposición, reu- es meramente Europa: es un país Atlántico.
forma en grupos, colectivos, comunidades, músicos, poetas, familias con criaturas en bra-
niendo textos y diagrama. (p. 77)
ciudades y hasta metrópolis. zos, ancianos, sin distinción de clase. Un oasis
Cuento este pasaje de un encuentro tan
Son proyectos que procuran responder las de paz en la metrópolis de Salvador.
significativo de modos de ver, pensar y repre-
Reforzando ese argumento sobre ser más o necesidades humanas de relacionarse en sus as- En el MASP, el disputado arco libre es el
sentar el tiempo, en una dimensión expansiva
menos occidental, recuerdo aquí las innume- pectos universales y locales al mismo tiempo; palco central de manifestaciones de todo tipo,
y liberadora, para ilustrar el modo de actuar
rables veces en las que Lina, citando a Gilberto que buscan atender las demandas del cuerpo: especie de ombligo político de la ciudad. Es
de Lina en la creación de sus espacios, de sus
Freyre, se refirió al tiempo hispánico como una “Veo la arquitectura como convivencia: comer, también un respiro visual, el confort como
clave para comprender el Brasil. Tiempo no li- estar sentados, hablar, caminar, quedarse sen- sorpresa en el medio del ruido de la ciudad,
* Arquitecto, socio fundador del estudio Brasil Arquitetura yprofesor de la Escola da Cidade.
208 | Calibán - RLP, 20(1), 208-211 - 2022 Lina y el tiempo, Marcelo Carvalho Ferraz | 209
un escape para el transeúnte que sale de las es decir, la fábrica recuerda el trabajo, pero geros y alta tecnología (muralla de argamasa Referencias
veredas de la avenida y se adentra en esa es- no un trabajo esclavo, un trabajo libre que armada o ferrocemento).
Bo Bardi, L. (1994). Tempos de grossura: O design no im-
pecie de balcón urbano, abrigo para el sol y la podría ser un esparcimiento. […] Aquí te- Pero quedémonos con aquellos tres gran- passe. Instituto Lina Bo y P. M. Bardi.
lluvia, con piedra y césped. En el arco libre, nemos un centro de convivencia donde tie- des ejemplos, Solar do Unhão, MASP y Sesc Michiles, A. (director) (1993). Lina Bo Bardi [película].
Instituto Lina Bo y P. M. Bardi.
también un oasis en la frenética urbe paulista, nen lugar eventos o actividades generales Pompeia, que acabaron revelándose opuestos TV Cultura (1982). Panorama Fábrica da Pompéia [pelí-
encontramos una pausa en el tiempo del reloj y donde las personas son libres. La gente a la arquitectura-show, o arquitectura del es- cula]. TV Cultura.
urbano. se acostumbró a una convivencia colectiva pectáculo, que tantos simulacros produjo en
Traducción del portugués: Gastón Sironi
También en el MASP, los polémicos caba- individual, extrañamente. Quiero decir, es la las últimas décadas en todo el mundo; arqui-
lletes de concreto y vidrio proyectados para soledad en medio de los otros, lo que es más tectura que parece haberse salido de los sen-
exponer las pinturas de la colección en la nue- difícil de alcanzar, especialmente en Occi- deros o haberse apartado de su fundamento
va sede del museo, inaugurada en 1968, abo- dente, en una sociedad como la nuestra, de original, que es la creación del abrigo, de la
lieron definitivamente la pared como soporte. alborotos y de acontecimientos terribles. casa a la ciudad. Seguramente, podemos afir-
Sacaron las obras del plano bidimensional mar que ese no es el caso del Solar do Unhão,
para colocarlas “sueltas” y libres en el espacio, En esa entrevista, Lina retoma la idea de el MASP ni el Sesc Pompeia, abrigos de escala
creando una coreografía expositiva en la que que la libertad solo puede alcanzarse con la metropolitana, vivos, necesarios y con mucha
los cuadros parecen bailar sobre el suelo y el superación del tiempo cronológico o, al me- vida por delante. ¿Arquitecturas de muchos
espectador forma parte del espectáculo. nos, con la posibilidad de vivenciar momen- tiempos? El tiempo dirá.
En ese mar de pinturas flotantes, Lina ases- tos de nuestra vida cotidiana en los que nos
ta una nueva estocada al tiempo lineal. Es pre- liberamos de él. La libertad de la “convivencia
ciso recordar su alianza con el profesor Bardi colectiva individual”, imagen inventada por
(Pietro Maria Bardi, uno de los creadores del ella que sugiere cierta calidez y confort, ima-
museo), en la osada decisión de organizar la gen que recuerda la situación de una criatura
pinacoteca poniendo juntos a los grandes en brazos durmiendo tranquila en medio de
maestros de la pintura y la escultura, sin se- una fiesta agitada, sintiéndose protegida por
pararlos por escuelas, épocas o estilos. Están los otros.
todos juntos en el presente, actuando en un En el estrato más fino de su arquitectura,
gran concierto. que combina diferentes tiempos, el Sesc Pom-
En uno de sus testimonios sobre el Sesc peia tiene una sutileza que brinda una convi-
Pompeia para un documental de la TV Cultu- vencia por encima de todo. Apunta soluciones
ra (1982), Lina retoma su ataque a Occidente, y rumbos para la construcción de una ciudad
explicitando lo que intentó en el proyecto y lo ideal, como si pudiese existir, sin automóviles,
que ya estaba sucediendo en el recién inaugu- donde las personas son iguales (dentro de sus Representación del tiempo para la dinastía Song del Norte
rado centro de esparcimiento: diferencias) y no tienen un reloj sobre la cabe- (960-1127)
za. En resumen, una ciudad que funciona. Con
El centro de la Fábrica da Pompéia es una certeza, otro potente oasis en San Pablo.
tentativa de crear un punto de reunión que Podríamos citar muchos otros ejemplos de
no sea una imposición cultural o un hecho la obra de Lina que rompen con la noción de
artístico, sino algo que sea un reencuentro tiempo lineal en su estructuración material o
de aquello que hoy está prácticamente per- inmaterial, como la Iglesia del Espíritu Santo
dido, y no solamente en Brasil, que es una del Cerrado, que parece trasladar un peque-
soledad acompañada de otros. El hecho de ño rincón de la Roma antigua a la periferia de
que el centro de la Fábrica da Pompéia sea Uberlândia, o los proyectos piloto para la re-
una fábrica es importante porque en general cuperación del Centro Histórico de Salvador,
la idea de esparcimiento es una idea de olvi- comenzando por la Ladeira da Misericórdia,
do del trabajo, mientras que aquí se buscó que retoma el papel de la muralla en la arqui-
un sentido dialéctico trabajo-esparcimiento, tectura, aunque construida con materiales li-
210 | Calibán - RLP, 20(1), 208-211 - 2022 Lina y el tiempo, Marcelo Carvalho Ferraz | 211
Calibán -
RLP, 20(1), Ariel Goldstein* Constituye así una función de las ciencias so- ya era tratado en el clásico Cien años de sole-
212-216 ciales indagar acerca de los mecanismos de dad (García Márquez, 1967).
2022
construcción de poder en la sociedad, inclui- En un diálogo en la Universidad en Lima
do el poder evangélico. de 1967 entre estos dos protagonistas del boom
Reflexiones sobre el poder Las ciencias sociales, especialmente la socio- latinoamericano, García Márquez señalaba su
logía norteamericana, construyeron su paradig- atracción por “los grandes dictadores, pero esos
evangélico en América Latina ma con la confianza en que la expansión de la dictadores primitivos, llenos de superstición y de
razón puede prevenir contra la caída en nuevos magia, de un inmenso poder” (García Márquez
procesos de irracionalidad de masas y autorita- y Vargas Llosa, 2021, p. 98). En aquella conver-
rismo. La misma preocupación por detener las sación, señalaba con respecto a los otros escri-
fuerzas sociales que atacan la razón y la libertad tores del boom: “estamos escribiendo la misma
La sociología, en tensión con las religiones medios de comunicación de masas habían ex- pareciera estar en la sociología de Gino Germa- novela”. Se encontraban entonces una serie de
propiado la racionalidad del público llevando a ni, Talcott Parsons o Charles Wright Mills. elementos que eran parte de la indagación en la
La derecha católica vinculada al peronismo fue
la ausencia de reflexión crítica o la indiferencia. realidad social y política de la región: lo mágico
uno de los principales adversarios del argenti-
En referencia a la obra de Marx, Wright Mills Una conversación sobre la magia y el y su relación con el poder autoritario.
no-italiano Gino Germani, quien fundó la ca-
(1962/1976) señala: poder en América Latina (1967) En sus distintas novelas, Mario Vargas Llosa
rrera de sociología en la Universidad de Buenos
otorga una importancia fundamental a los per-
Aires y fue su primer director. Por aquella mis- La historia latinoamericana abunda en la exis-
sonajes autoritarios1. Analiza el dominio impla-
ma época, uno de sus cercanos colaboradores, Marx es un moralista laico, un ateo que con- tencia de militares autoritarios de derecha que
cable del dictador Rafael Leónidas Trujillo en
Torcuato Di Tella, señaló que “el estudio cientí- sidera a toda religión un fraude intelectual contaron con el respaldo de la Iglesia Católica,
República Dominicana y Johnny Abbes, el cíni-
fico de la sociedad implica hundir el bisturí de y una trampa política, un medio más de ex- especialmente en el siglo XX: Juan Perón, Alfre-
co jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM)
la crítica en tejidos sensitivos y por lo tanto no plotación, tanto psíquica como material. La do Stroessner o Augusto Pinochet. Desde la pro-
en La fiesta del chivo (Vargas Llosa, 2000). Estos
puede menos que provocar una reacción violen- religión, tal como él la concibe, les impide pia colonización de América Latina, la religión
personajes vuelven a aparecer en una de sus últi-
ta de los afectados” (Di Tella, citado en Germani, a los hombres el advenimiento de la con- católica constituyó un modo de disciplinar y
mas novelas, Tiempos recios (Vargas Llosa, 2019),
2013, p. 257). En aquel contexto de posguerra, ciencia de sí mismos, de sus posiciones en la controlar a los pueblos indígenas. El historiador
donde narra el devenir de Carlos Castillo Armas
con los fascismos como telón de fondo de las sociedad y de sus verdaderos intereses como Halperin Donghi (1998) señalaba que la “Igle-
en el derrocamiento de Jacobo Arbenz en Gua-
indagaciones en ciencias sociales sobre el pasa- hombres. (p. 16) sia conserva el especialísimo lugar que le viene
temala. Allí, Vargas Llosa refleja la preocupa-
do inmediato, Germani se refería a la sociología desde la conquista: instrumento de gobierno y
ción de las damas católicas y las autoridades de
como una “ciencia de la crisis” que podía plan- pieza indispensable del poder político colonial,
En otra reflexión, Wright Mills (1964/1968) la Iglesia guatemalteca en 1950 por el avance de
tear interpretaciones y soluciones racionales. es la única parte de éste que las poblaciones no
señala que pastores evangélicos norteamericanos en el país,
Desde esa perspectiva, las ciencias socia- sienten como totalmente extraña” (p. 66).
y el reclamo a Castillo Armas de buscar la forma
les presentan un conflicto con el ejercicio del En España, Francisco Franco se apoyó en
no es necesario que nos rindamos y que fa- de detenerlos. La reiterada denuncia del régimen
poder de los referentes religiosos, al buscar la Iglesia Católica como fuente principal de le-
briquemos en nuestra propia mente religio- autoritario fujimorista aparece, entre otras, en su
establecer racionalidad en la esfera pública y gitimación de su régimen autoritario. Ante la
nes mundiales de tipo mesiánico. Más bien novela Cinco esquinas (Vargas Llosa, 2016).
descubrir los mecanismos de construcción del crisis de posguerra, encontró en los católicos
debemos tratar de permanecer en estado El actual crecimiento de los pastores y las
poder y las formas de dominación. la base popular de su democracia “católica e
de frustración, atentos, hasta que veamos el iglesias se relaciona con temas estructurales de la
Un influyente sociólogo norteamericano, integral”. El caudillo se ofreció como símbolo
modo de obtener el conocimiento y el poder región que no han sido resueltos. El Estado lati-
Charles Wright Mills, proponía llevar al plano de de la unión autoritaria y católica de la nación
que nos permitan reorganizar el orden so- noamericano es un Estado con profundas fallas,
la conciencia social y la racionalidad los meca- (Roussel, 2020).
cial que nos tiene prisioneros. (Wrigh Mills, y resulta atractivo para distintos sectores sociales,
nismos de dominación y del poder para mejorar El tema de la religión y la magia oscurantis-
1963, pp. 168-169, citado en Horowitz,
la democracia. Para Wright Mills (1963/1964), ta asociada al poder político no constituye un
1964/1968, p. 20)
los problemas que había que investigar eran tema nuevo en América Latina. En la misma
1. Esto probablemente refiere a la pretensión de exorcizar sus
aquellos que colocaban en riesgo los valores de época en que tenía su esplendor la sociología fantasmas, resabio de su padre autoritario, como señala en su
Tiempo más adelante, el sociólogo nortea-
la razón y la libertad, construyendo un debate norteamericana admirada por Gino Germani, autobiografía El pez en el agua (Vargas Llosa, 1993). Resulta, sin
mericano Alvin Gouldner (2000) indicó que embargo, una indagación pertinente los motivos por los cuales
público que pudiera promover sujetos críticos y el boom latinoamericano adquiría notoriedad Mario Vargas Llosa ha sido un crítico implacable hasta hoy con
“todos los poderes vigentes son enemigos de el autoritarismo en la Revolución Cubana, pero ha sido capaz de
una democracia vibrante. Consideraba que los con Gabriel García Márquez y Mario Vargas
los ideales supremos de la sociología” (p. 452). hacer las paces con Keiko, excandidata a la presidencia e hija del
Llosa. Entonces, el tema de la magia y el poder dictador peruano Alberto Fujimori.
* Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe, Facultad de
Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires.
212 | Calibán - RLP, 20(1), 212-216 - 2022 Reflexiones sobre el poder evangélico en América Latina, Ariel Goldstein | 213
pero especialmente los “desafiliados del sistema”, Por otra parte, la defensa de una visión con- les. Para avanzar en la expansión de derechos La tradición conservadora en todo el mun-
la participación en las iglesias como un modo de servadora de la familia, presente en una mayoría democráticos y pluralistas, es necesario esta- do, y también en Brasil, está muy cargada de
pertenencia a una comunidad, así como de disci- de estos grupos, es un modo de politización que blecer algún tipo de tensión con los sujetos valiosas informaciones y preciosos valores
plinarse frente a las adversidades de la vida. Las tiene un potencial afectivo ejemplar contra la de- políticos y los actores religiosos que sostienen sociales para la renovación del mundo, por-
iglesias constituyen, así, un “Estado social infor- nominada ideología de género. Sobre esta base, los modelos familiares tradicionales, pero que que la tradición conservadora es enemiga de
mal” (Spyer, 17 de octubre de 2020) que brinda se formula la afirmación de la comunidad frente no admiten modificaciones en este terreno o la cosificación de la persona. [...] El Sur de
principalmente una restitución afectiva y econó- al neoliberalismo y se colabora en un programa perciben estas modificaciones como un ataque Brasil, que todavía es campesino, familiar y
mica para los desposeídos, así como expectativas populista de derecha (Korolczuk y Graff, 2018). a su modo de vida. Esto sucede con muchos religioso, es un baluarte de la tradición con-
de futuro. Esa presencia ganada en el mundo po- A su vez, la familia funciona como un núcleo de grupos evangélicos en América Latina, pero servadora y es donde existe el Brasil mejor
pular es aquello que sus autoridades llevan luego reproducción del poder evangélico y un modelo también con los católicos del Opus Dei o los realizado. (de Souza Martins, citado en Fa-
a la política. de liderazgo de éxito afectivo y económico en el judíos ortodoxos en Israel y Estados Unidos. chin, 2020, párr. 73)
cual se ven reflejados los fieles en el marco de la No obstante, es preciso reflexionar también
¿Podemos vivir juntos? “teología de la prosperidad”3. sobre fuertes divisiones que existen en las cos-
En Europa y Estados Unidos, esto también
Cuando los valores son distintos, preocupa movisiones del mundo entre sectores del ámbito
Los pastores y las iglesias proveen de una estruc- tiene lugar cuando el mundo rural conserva-
la posibilidad de una convivencia, en especial urbano y rural en América Latina. En el ámbito
tura organizacional y de bases populares a una dor y que se percibe “excluido” presenta va-
en términos de las libertades de decisión, que urbano, suelen prevalecer concepciones más li-
derecha que en América Latina, con el fin de lores en conflicto con aquellos sostenidos en
son justamente el punto de conflicto entre los berales ligadas a reivindicaciones que han sido
las dictaduras, fue perdiendo sus redes cliente- las grandes ciudades cosmopolitas y abiertas
movimientos feministas y las iglesias evan- llamadas posmaterialistas, e incluyen la militan-
lares tradicionales, heredadas de los regímenes a una mayor diversidad de culturas. De este
gélicas. La libertad de elegir la religión que se cia feminista por nuevos derechos. En el ámbito
autoritarios (Loxton, 2014). Las políticas socia- modo, el modo de vida rural se convierte en
profesa o los líderes con los que se identifica rural, prevalece una forma de vida más cerrada
les de los gobiernos progresistas establecieron un reservorio de tradiciones que son una de
corresponde a cada ser humano. Esto puede ser al mundo y que encuentra en las instituciones
una crisis en las redes clientelares heredadas del las bases de sustentación preferencial de la de-
más conflictivo cuando la movilización de estos tradicionales su reproducción. Sin embargo, es
autoritarismo, como sucedió en el Nordeste de recha a nivel mundial.
grupos evangélicos o católicos pentecostaliza- interesante la reflexión del profesor José de Sou-
Brasil, donde la reducción de la asistencia que
dos impide los avances en derechos clave para za Martins, cuando señala:
brindaban los partidos conservadores dio lugar
revertir desigualdades históricas.
a la adhesión por el llamado lulismo y el Partido
Allí debe conformarse una alianza entre
de los Trabajadores (PT) (Singer, 2009).
sectores de una ciudadanía crítica que sirva de
Sin embargo, estas iglesias también han
límite frente al avance de estos grupos. Pareciera
establecido alianzas con pretendidos gobier-
que la unidad de aquellos que quieren preservar
nos de izquierda como Andrés Lopéz Obra-
el valor del Estado laico haciendo una pedagogía
dor (México), Nicolás Maduro (Venezuela) o
social permanente de los valores de la libertad y
Daniel Ortega (Nicaragua). En este sentido,
la razón es un elemento insoslayable.
desempeñan el papel de proveer de base y es-
Las alianzas entre gobiernos de derecha y
tructura a políticos que precisan de apoyo. El
grupos religiosos conservadores pueden verse
modo de ejercicio de la política sin condicio-
alrededor del mundo. No son monopolio de
namientos por parte de estructuras superiores
los evangélicos. Mientras parece necesario que
(como sucede en la Iglesia Católica con el Va-
avancen los valores pluralistas como forma de
ticano) les permite desarrollar su acción con
preservar la convivencia democrática en so-
una mayor plasticidad y adhesión2.
ciedades cada vez más diversas, esto entra en
conflicto con los valores religiosos tradiciona-
216 | Calibán - RLP, 20(1), 212-216 - 2022 Luces en la kamanchaka, Fernando Calderón Gutiérrez | 217
en evidencia la crisis de familias patriarcales; de las principales fuentes de acumulación del Culturalmente la principal mutación es la cada vez más economías familiares más com-
los movimientos ecológicos, que no solo re- capital financiero global, sino que ha producido instalación de la sociedad red como principal plementarias y diversificadas que van, entran
sisten a la degradación del medio ambiente, importantes transformaciones en la economía, forma de comunicación social, y que con la y salen, y que entre todos complementan una
sino que también argumentan que el ser hu- en la cultura, en la política, en las redes sociales pandemia se ha multiplicado. Vivimos en una reproducción mínima que tiene sus límites
mano ya no puede vivir destruyendo la na- y en la vida cotidiana latinoamericanas y de todo sociedad red. La red y la calle se entrelazaron crecientes con la pandemia y la crisis social
turaleza y que resulta fundamental construir el mundo. Esta economía extractiva informa- de una manera brutal. Esto está asociado con que desató.
otra forma de convivir con la naturaleza y cional criminal además ha penetrado la justicia, una tendencia a la individualización, al con- Los cambios en la religiosidad son tam-
entre los mismos seres humanos. Los movi- las fuerzas armadas y los servicios de inteligen- sumo, a la tecnosociabilidad, y también se ha bién relevantes. Un dato fantástico es que ha
mientos de los pueblos originarios, que tan cia internos y externos. A nivel de la economía reforzado por la cultura de la diáspora, de los aumentado la religiosidad en la crisis global
solo en Latinoamérica son 826, reivindican mundial, por ejemplo, en Europa se lavan entre migrantes que se comunican en las redes. Este (p. 160). En América Latina también ha au-
sus identidades ecológicas y su derecho a ser 300 y 500 billones de dólares al año (p. 75). ¿Qué es otro fenómeno central: migrantes al inte- mentado la religiosidad, pero ha bajado la re-
diferentes. Da la impresión de que una buena economía legal puede hacer eso? Entonces, ese rior de los países, entre países de la región y ligiosidad católica. Hasta en Montevideo han
parte de la humanidad aspira a vivir con una es un núcleo central de la economía mundial, de la región, hacia Estados Unidos y Europa, aumentado los religiosos. Bajó la legitimidad
dignidad integrada que, si no es global, no pero ¿quién va a decirles a los poderes financie- principalmente, pero también Australia y Ca- de la religión católica y también hay una crisis
será posible. Pero también, como en todo fe- ros que reconozca y actúen genuinamente con- nadá. Lo interesante aquí es que lo que orga- de la institución cultural más importante de
nómeno colectivo, estos movimientos tienen tra este lado oscuro de sus ganancias? Porque, niza todo esto es una nueva tecnosociabilidad, poder religioso en la región. Asimismo, han
sus límites y pueden encerrarse en sí mismos además, plantea problemas éticos brutales. Por asociada con el acceso a las redes de informa- subido los evangelistas de una manera brutal.
e impedir la alteridad, la igualdad en la dife- eso, también el mismo proyecto de moderniza- ción y comunicación. América Latina está ya La respuesta que generó la Iglesia católica fue
rencia, que es la fuerza cultural integrada de ción de estas democracias en sociedades avanza- en el promedio mundial. Pero, aun más, si ha- el carisma papal con Francisco.
un cambio emancipador. das está en una confusión ética. blamos del uso de los grandes sistemas de co- En Latinoamérica, con la democracia, se
En el libro que escribimos con Manuel El tercer cambio es la nueva urbanización. municación como Google, América Latina es han reafirmado y valorizado las identidades
Castells, La nueva América Latina (Calderón La conclusión más simple es que América La- el lugar donde más se consume (p. 119). Pro- originarias y las identidades afrodescendien-
y Castells, 2019), la tesis central es que tanto tina se ha vuelto un continente principalmente ducimos escasas redes informacionales, pero tes. Además, han cambiado la legitimidad del
el modelo neoliberal como el modelo neode- urbano. El 80% de la población vive en ciuda- consumimos más que todos. Ese es un cambio multiculturalismo junto con una demanda
sarrollista estaban agotados o tienen serios lí- des, y la mayoría de ella en macrociudades (p. enorme, y en el centro está la individualiza- de convivencia intercultural instalada ya en
mites para reproducirse. Asimismo, que este 102). El único lugar del mundo que tiene un ción, con varias luces y muchas sombras. América Latina. Hay que resaltar un hecho: en
agotamiento habría producido cambios en 2% más es Estados Unidos, que tiene un 82%. Otra mutación que resalta es la crisis del todas partes hay una valorización de los pue-
el Estado y generado una crisis del sistema Somos la segunda región del mundo con patriarcado. Ya no existe el monopolio cen- blos originarios y afrodescendientes. Es un
político. Sin embargo, lo más interesante no mayor población urbana y, curiosamente, vi- tral del hombre como centro de organización, buen logro, a pesar de la importante presencia
solamente son los límites y la crisis de estos vimos de recursos naturales que provienen del ya no predomina la familia mononuclear. de un racismo duro que ha tenido Latinoamé-
modelos de desarrollo, sino los cambios que campo. Hoy día, las redes familiares están constitui- rica desde siempre.
suscitaron en la propia sociedad, la economía Las ciudades han tenido un proceso de das “por nosotros y los otros”, son más ho- Otra transformación fundamental es la
y la cultura latinoamericana. Vale la pena re- transformación brutal. Seguimos siendo el rizontales, y ahí, si bien se ha incrementado emergencia de nuevos movimientos sociocul-
saltar algunos. continente más desigual de la tierra. Los ni- el papel y el trabajo de la mujer tanto fuera turales. De un lado, los movimientos sociales
El primer cambio estructural relevante fue veles de desigualdad son brutales. Y esto está como dentro del hogar, su rol organizador de jóvenes que demandan de manera práctica
a nivel de empresas, pues se generó un nuevo asociado también con estos fenómenos de de la reproducción familiar es fundamental. valores éticos. Reclaman ética en la política,
tipo de economía globalizada que nosotros lla- descomposición y recomposición social y Este es un cambio demográfico. Sobre eso se gestionan en las redes los conflictos sociales
mamos “extractivismo informacional” (pp. 54- conflictos pluricéntricos. No hay una ciudad han dado movimientos feministas. Esto es históricos referidos a la desigualdad, al trabajo
56), el núcleo de la economía latinoamericana. estructurada como en el pasado, más bien se muy importante porque la familia es lo que y a la institucionalidad, pero también sobresa-
Esto quiere decir que se introdujeron tecnolo- han fragmentado los territorios. La especula- vincula al individuo con la estructura social. len movimientos de género −principalmente,
gías de información, comunicación, produc- ción está en el centro de la reproducción urba- La hipótesis sería que, con esta pandemia, el movimientos de mujeres y LGBT−, y nuevos
ción, comercialización y financiación a escala na, el capital financiero especulativo está en el peso de la familia y de las redes sociales ha movimientos ecológicos, en buena medida
global. El segundo tipo de cambio es la nueva centro de la vida económica urbana, así como multiplicado su importancia y se ha expandi- vinculados a los pueblos originarios y a una
economía criminal. El salto que ha tenido en las migraciones, las recomposiciones sociales do el trabajo en la red. El trabajo se organiza opinión pública ecologista a nivel global.
los últimos treinta o cuarenta años es brutal en y los nuevos conflictos gestionados informa- en casa, se estudia en casa, la casa reproduce la
múltiples sentidos. No solo ha pasado a ser una cionalmente por jóvenes. sociedad. Y, aunque vayan y vengan, tenemos
218 | Calibán - RLP, 20(1), 217-221 - 2022 Luces en la kamanchaka, Fernando Calderón Gutiérrez | 219
Todo es confuso y experimentamos una solutos. La cuestión actual parece que está en
crisis de la subjetividad cotidiana que, como pensar cómo se delibera para alcanzar un mí-
se mencionó, denominamos kamanchaka. Vi- nimo de gobernabilidad sistémica; obviamen-
vimos el tiempo de la kamanchaka, como di- te, reconociendo que la misma democracia es
cen los mineros andinos cuando una terrible un campo de conflicto institucional por natu-
niebla aparece y penetra su vida, su trabajo y raleza inconcluso.
su espíritu. Si te mueves, es riesgoso; si no te Hay que pensar, entonces, en medio de la
mueves, también. Lo único que queda es resis- pandemia, la cuestión de una gobernabilidad
tencia y paciencia. Lo interesante es que esta sistémica consociativa. Esto quiere decir reco-
figura no solo es propia de la cultura andina; en nocer los umbrales mínimos en los cuales se
Alemania, por ejemplo, existe el viento Föhn, puede estar de acuerdo con el funcionamiento
que tiene efectos similares; y aunque la ciencia de las instituciones eficaces y legítimas. ¿Cuá-
ya estudió las características físicas y geológicas les son los umbrales mínimos para la econo-
del fenómeno, los alemanes se deprimen y te- mía? ¿Qué es lo que no se puede hacer? Esto
men a la esquizofrenia y al suicidio. En las islas es clave para que funcionen las instituciones,
Canarias también sopla una extraña bruma, y para que funcione la comunicación. ¿Cuá-
los canarios se encierran en sus casas y rezan. les serían estos fundamentos básicos para
En Francia esta el mistral: un “ventfou”. Estos respetar la dignidad humana? A todo eso se
vientos locos soplan en todas partes. llama gobernabilidad sistémica constructi-
Da la impresión de que la visión solamente vista, acuerdos sistémicos mínimos de corto
liberal de la democracia es insuficiente. Es ne- plazo para que la dinámica del conflicto no
Los movimientos de mujeres brasileños,
mundial muy complicado. No hay lugar en el cesaria, pero es insuficiente. Parece que lo que se convierta en una polarización catastrófica.
argentinos, colombianos y chilenos, entre
mundo donde no se haga política en este nue- puede cambiar y producir una transformación No para resolver el tema del Estado, no para
otros, han repercutido hasta en la India. En-
vo espacio de comunicación digital. En el libro política en sociedades cada vez más complejas resolver el tema de la acumulación de capital,
tonces, hay una expansión y conexión entre
se analiza lo que han sido las tecnoverdades, y diversas es una política deliberativa y conso- o los roles estratégicos de los empresarios o
los nuevos movimientos sociales que aún no
se analiza cómo es la publicidad, la comuni- ciativa. Una nueva politicidad que le dé sentido cualquier otro problema, sino para lograr un
se han transformado en fuerza política. La
cación, la construcción comunicacional de la renovado a la vida social y reconstituya un mapa mínimo de confianza común para enfrentar
otra cara de la moneda es que han estallado y
corrupción, cuáles son los juegos de poder de lo posible. Esta es una política de intercambio esta tormenta y sembrar, “petit a petit”, un fu-
se han generado protestas de sectores medios
en la comunicación y el enorme poder de las entre diferentes, pero asociada al concepto de turo mejor.
conservadores de jóvenes en Brasil, Bolivia,
transnacionales de comunicación. agencia. Esto quiere decir que el proceso delibe- Es muy importante comprender el nue-
Perú, Colombia, etc. Una de las pocas veces
Hoy día están en el centro de la evaluación rativo propio de una nueva politicidad vincula vo campo de lo posible de la política y, sobre
en la historia en la que se rompe el monopolio
ciudadana. Pero también resaltan el enorme el resultado de lo que se delibera con el proce- todo, detectar los rasgos del nuevo momen-
de la izquierda en la calle. Es un tema serio, y
poder de las nuevas redes de comunicación. dimiento para conseguir esa meta. Como decía to que se inicia y dibuja los nuevos patrones
no queremos entrar a un menosprecio ideoló-
En síntesis, el espacio público ha cambiado. Vattimo, no es cuando tenemos la verdad que de un futuro inmediato. Esto quizás permita
gico, sino tratar de entender esos fenómenos.
Hacer política tradicional y no tener recursos nos ponemos de acuerdo; es más bien cuando constituir genuinos espejos latinoamericanos
Pero han estallado en todas partes y no enten-
para una campaña de publicidad condena al nos ponemos de acuerdo que encontramos la para hacernos nosotros mismos y actuar en la
demos a Bolsonaro ni a Trump sin estos movi-
fracaso, y eso es lo que han reproducido tam- verdad. mundialización con mejores chances.
mientos, por cierto, resultados de la crisis glo-
bién la corrupción en el sistema político y en El otro gran desafío de la política delibe-
bal multidimensional. Y cuando nombramos
el Estado. Entonces, tenemos, al final, serios rativa es su carácter psicocultural, que tiene
a Bolsonaro, nos referimos a un cambio fuerte Referencias
problemas de descomposición estatal. Al final que ver con un principio de alteridad, referido
en la cultura política no solo en Brasil, sino en Calderón, F. (2002). La reforma de la política: Deliberación
de todo esto se ha instalado una polarización a la “equidad en el acto de habla” (Calderón,
América Latina. Se ha armado así un nuevo y desarrollo. Fundación Ebert Nueva Sociedad.
y una crisis de confianza entre gobernantes y 2002, p. 64) entre diferentes y estudiar cómo Calderón, F. y Castells, M. (2019). La nueva América Lati-
campo de conflicto político en lo cultural.
gobernados. Se ha instalado la política del es- es realmente la comunicación y cómo, dentro na. Fondo de Cultura Económica.
Un nuevo espacio público está estructura-
cándalo, de la judicialización de la política; se de ella, uno cambia y modifica su opinión,
do por la comunicación digital, y en el centro
viene reinstalando una relación amigo-enemi- puesto que, en democracia, salvo los valores
de esto está la política. Este es un fenómeno
go en la cotidianidad. de los derechos humanos, no hay valores ab-
220 | Calibán - RLP, 20(1), 217-221 - 2022 Luces en la kamanchaka, Fernando Calderón Gutiérrez | 221
Calibán - Lucas Martín* caron por necesidad hacia unos derechos huma-
RLP, 20(1),
222-226 nos que, hasta un momento antes y en nombre La revolución democrática y la aventura
2022
de la Revolución, habían rechazado como parte de la alteridad (utopía)
del ocultamiento de una dominación “burgue-
Utopía, democracia y derechos sa”, entre ambas facetas, digo, nuestra experien- Para establecer un lazo entre utopía, de un
cia histórica reconoce en los derechos humanos lado, y democracia y derechos humanos, del
humanos en América Latina un primer paso en la recuperación de la política. otro, es menester recuperar la “apertura a la
La reivindicación del “derecho a tener derechos” alteridad” (Abensour, 2010) que define al im-
‒para tomar prestada la famosa expresión de pulso utópico, esto es, recuperar de un olvi-
En las páginas que siguen, me propongo in- las grandes utopías, constituyéndose –siempre
Hannah Arendt‒ frente a regímenes de terror do forjado por la denuncia de la utopía aquel
terrogar el vínculo entre utopía, democracia según Moyn– en el relevo de estas, aunque sin
que habían abolido la política, la enunciación de distanciamiento respecto de la realidad que
y derechos humanos a la luz de experiencias la dimensión política de sus predecesoras. Pe-
derechos en el espacio público y desde un lugar permite imaginar un mundo mejor. Rescatar,
históricas latinoamericanas en las que, a mi simista en cuanto a una idea de progreso de
distinto del poder (la sociedad civil) abría el ho- dicho de otro modo, la ciudad inexistente y
entender, se han puesto en juego esos con- los derechos humanos, Moyn atribuye a la
rizonte hacia la recuperación de la política y de anhelada, el u-topos y el eu-topos, de su deriva
ceptos. Parto de la idea de que estos concep- noción de utopía un sentido moral, ajeno a la
la democracia como un régimen diferente: como en el mito o la fijación en el topos que han ati-
tos son principalmente enarbolados desde la realidad política, propio de soñadores (Benha-
una forma de sociedad en la que el Poder, el De- zado un persistente “odio de la utopía” (Aben-
izquierda. Es por ello que serán las experien- bib, 2013).
recho y el Saber, de acuerdo con la aguda des- sour, 2010). Un odio nutrido de experiencias
cias llevadas adelante bajo ese signo político Si nos mantenemos en el registro histórico
cripción de Claude Lefort (1983/1985), aparecen pretendidamente utópicas como la URSS de
las que también serán sometidas a crítica –a y posamos los ojos sobre América Latina, po-
de modo desimbricado1. Esto es, básicamente, los gulags o la Cuba castrista. Conviene en-
una crítica trabajada desde la teoría política‒. demos reconocer que la invocación de los de-
que cualquiera puede interpelar al Poder en tonces separar la utopía del mito.
En primer lugar, propondré una lectura polí- rechos humanos dio forma a la oposición a las
nombre de sus derechos, que quien ocupa el lu- En Cuba, pero no solo allí, América Latina
tica de la irrupción histórica de los derechos dictaduras y, a la vez, estuvo recubierta de un
gar del poder no puede atribuirse el conocimien- exhibe la deriva de la utopía hacia el mito de
humanos como utopía; luego, argumentaré discurso humanitario más amplio, entendido
to último en materia de juicios, verdades y opi- la sociedad reconciliada o la “comunidad fu-
sobre la afinidad entre utopía y democracia este como una narrativa moral, extra o suprapo-
niones, y que, no estando por encima de la Ley sional” (Abensour, 2003), deriva de una Revo-
(con los derechos humanos como trasfondo); lítica, de empatía con las víctimas de los críme-
ni poseyendo un saber omnisciente, también la lución antidictatorial hacia un régimen totali-
finalmente, analizaré la tensión entre ciertos nes perpetrados desde el Estado. En la Argentina
investidura del poder resulta precaria, divisible, tario en el que el Derecho, el Poder y el Saber
populismos de izquierda, de un lado, y la uto- de la transición a la democracia, por ejemplo, la
desencarnada y temporaria. Tal es la revolución encarnan en una sola persona, Fidel, luego en
pía y la invocación de los derechos humanos, identificación de la sociedad con las víctimas de
democrática, que se abre así a un debate inter- su hermano, Raúl, y finalmente en el partido
del otro, para concluir poniendo de relieve la la dictadura permitió ignorar las posiciones po-
minable sobre los fundamentos del orden social único (Hilb, 2010). Allí, la voluntad de “mol-
asociación entre estos últimos dos términos líticas del pasado –las de las víctimas, muchas de
y que avanzó con el impulso de la invocación de dear la arcilla humana”, de tomar lo humano
para evitar la caída de la utopía en el mito y las cuales habían tomado la opción armada, y las
los derechos humanos. como material, esto es, el deseo de terminar
el terror. de quienes habían brindado algún tipo de adhe-
En este preciso sentido ‒nutrido, insisto‒ de con la complejidad de lo humano, con la alte-
sión a la represión de los “subversivos”– y forjar
nuestra experiencia histórica, podemos disentir ridad insondable a la que se abre la pregunta
Derechos humanos, política y utopía de ese modo un consenso ecuménico que solo
con la tesis de Moyn y afirmar que la reivindi- por lo humano, esa voluntad, ese deseo, “sólo
excluía al actor militar, responsable del crimen.
En su libro The last utopia: Human rights in cación de los derechos humanos irrumpió en puede realizarse bajo la forma de un régimen
Los propios revolucionarios, por su parte, se vol-
history, el profesor Samuel Moyn (2012) afir- América Latina (pero lo mismo podría afirmar- de dominación total y de terror, que obliga a
caron hacia el activismo de los derechos huma-
ma que los derechos humanos, tal como los se de Europa oriental y de África) como un ele- los hombres y mujeres modernos a ser lo que
nos, pues era ese el lenguaje y sus instituciones
conocemos hoy, hallan su origen en los años mento político distintivo de las nuevas democra- ellos no son, pero deberían ser” (Hilb, 2013,
y organismos internacionales, el lugar en el que
setenta, y no, como han argumentado otros cias. ¿Podemos, sin embargo, hablar de utopía? p. 49).
sus acciones hallaban mayor –o única– eficacia,
autores, en la inmediata posguerra o acaso Ese ideal de fabricación de una sociedad
como muestra Vania Markarian (2004, 2006)
antes. Fuente de una retórica antiautoritaria y en plena armonía, impuesta desde una mi-
para el caso uruguayo.
motor de una crítica moral de la política, los rada omnisciente y un poder omnímodo, la
Pero entre su faceta moral –inevitable en la
derechos humanos inspiraron un nuevo uni- realización de un Pueblo Uno, de una socie-
medida en que los dictadores habían perpetrado
versalismo y la solidaridad internacional, y al- dad igual a sí misma, sin división ni resto, se
el Mal– y la faceta estratégica de quienes se vol- 1. Sobre la revalorización de la política y la democracia en el
canzaron así su apogeo a la par de la crisis de campo intelectual latinoamericano, ver: Lesgart (2003); para una encuentra entre las primeras prevenciones de
lectura lefortiana enfocada en los derechos humanos, ver: Cheres-
ky (1999) y Lechner (1988/1990). los utopistas. Ya en el texto inaugural del gé-
* Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur.
Universidad Nacional del Sur. Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas.
222 | Calibán - RLP, 20(1), 222-226 - 2022 Utopía, democracia y derechos humanos en América Latina, Lucas Martín | 223
nero, Utopía, Tomás Moro (1516/2009) opo- ¿Es posible una utopía sin derechos aquello que parece caracterizar a los populis-
ne, a la escolástica –dogmática en su tono, mos de izquierda. Esto es, la familiaridad con
humanos?
que profesa soluciones aplicables a todas las la utopía allí donde se inscriben en la tradi-
sociedades2–, una filosofía “más política”, una ción revolucionaria o enuncian una promesa
El 13 de mayo de 2016, el presidente de la Repú-
filosofía “que reconoce el escenario, se adapta de transformación radical de la sociedad. Por
blica Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro,
al libreto” y que no debe “forzar a las personas cierto, de acuerdo con lo dicho anteriormente,
declaraba el “estado de excepción y de emergen-
a que acepten ideas nuevas y extrañas, opues- esta familiaridad termina allí donde el poder
cia económica” en “cumplimiento del mandato
tas a sus convicciones” (p. 60) porque, de otro es incorporado en la persona del Líder, los de-
constitucional que ordena la suprema garantía
modo, “sería necesario que todos los hombres rechos son enunciados exclusivamente desde
de los derechos humanos” (Decreto 2323, 13 de
fueran buenos” (p. 60). el poder y se produce una figuración de una
mayo de 2016)3. En septiembre de 2017, el Tri-
Del mismo modo que la revolución de- sociedad plena, de un Pueblo Uno, que vuelve
bunal Constitucional Plurinacional de Bolivia
mocrática pone en escena la separación entre a tomar lo humano como material y fuera de
también invocaba los derechos humanos, en esta
sociedad y Estado, entre la fuente inagotable cuya idea solo quedan los enemigos del pue-
ocasión para habilitar al presidente Evo Morales
de enunciación de derechos y la forma es- blo, de la patria o de la revolución.
a competir por un cuarto período por encima de
tructurada del poder, y se abre a la aventura Pero me interesa en particular, antes de con-
las restricciones constitucionales y de la volun-
de lo indeterminado, al debate incesante so- cluir, recuperar la crítica de una concepción (de
tad popular, que había rechazado la propuesta
bre lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo, la) política –la del populismo– que ha encon-
en un referéndum en febrero de 2016 (Sentencia
lo correcto y lo incorrecto (Lefort, 1983/1985; trado un robusto sustento teórico en la obra del
084, 28 de noviembre de 2017)4.
Abensour, 2003), así también la imaginación filósofo argentino Ernesto Laclau. Sin pretender
Me interesa detenerme en estos ejemplos,
utópica reconoce su esencia en la aventura profundizar en una obra compleja, querría ape-
por un lado, porque los derechos humanos
de la alteridad y en la lucha contra la mito- nas recurrir a la notable crítica, a un argumento
aparecen allí invocados desde el Poder para
logización, contra “la conciencia inspirada específico en verdad de la notable crítica, que
justificar medidas autoritarias (en el marco de
que pretende sustituir al movimiento social” Emilio de Ípola dedica al trabajo de Laclau bajo
la dictadura de Maduro) o personalistas (en la
(Abensour, 2003, p. 4) y la “intersubjetividad el título de “La última utopía” (2009). Allí, en el
democracia populista de Morales). Y, por otro
política” (Abensour, 2010, p. 91). En ambas marco de un análisis de La razón populista (La-
lado, porque estos episodios se enmarcan en
hay, ya sea por la hospitalidad de la separa- clau, 2005), de Ípola consagra un apartado a la
un problema mayor, que excede a nuestra re-
ción, ya sea por el acogimiento de un debate revisión del concepto gramsciano de hegemo-
gión: el modo en el que los populismos han
interminable o por el impulso hacia lo abso- nía5, concepto recuperado de manera magistral
tomado nota de la historia del movimiento in-
lutamente otro, un respeto de lo humano –de por Ernesto Laclau y Chantal Mouffe en Hege-
ternacional de derechos humanos con el fin de
su condición inmaterial, simbólica (Abensour, monía y estrategia socialista (2004), y también
socavar, deslegitimar y reprimir su activismo
2003; Breaugh, 2006)‒. concepto que ha traspasado el ámbito académico
(Rodríguez-Garavito y Gómez, 2018).
Si advertimos la solidaridad entre el im- y se ha diseminado en la opinión pública al calor
Sin adentrarme en la larga discusión aca-
pulso hacia lo absolutamente otro del utopista de la retórica populista. A la luz de la teorización
démica en torno del populismo, sin tampoco
y la aventura democrática hacia lo indetermi- de Antonio Gramsci, de Ípola deja ver cómo la
asumir un juicio peyorativo a priori de los
nado, y si reconocemos en ambas el respeto pretensión de hegemonía comunista no puede
gobiernos así denominados, querría simple-
por el elemento humano (en los derechos, en ceñirse a terminar con la explotación capitalista,
mente retener, a los fines de mi argumento,
la alteridad), entonces tal vez debamos pre- sino que conlleva, además, el deseo de domina-
guntarnos en primer lugar si es posible con- ción, de una dominación suprapolítica que, a
cebir utopía política alguna sin dar un lugar imagen y semejanza de la Iglesia cristiana, some-
esencial a los derechos humanos. 3. Las medidas de excepción serían renovadas, con variaciones, te todo juicio sobre lo bueno y lo malo, lo justo
periódicamente hasta el día de hoy (v. gr., en razón de la pande-
mia de Covid-19). Ver: Provea (2021). Sobre el desplazamiento en y lo injusto, a los designios de un único órgano,
Venezuela desde una propuesta democrática (¿utópica?) hacia un
régimen de dominación total (¿mito de la sociedad fusionada?),
ver López Maya (2016a, 2016b).
4. El fallo sería confirmado por el Tribunal Supremo Electoral en
diciembre de 2018. Una reciente opinión consultiva de la Corte In- 5. La crítica principal, que puede interesar al lector, está dedicada
teramericana de Derechos Humanos (Opinión consultiva 28, 7 de al uso que hace Laclau de la tesis freudiana del origen de la socie-
junio de 2021) echa por tierra la interpretación de la Convención dad y de la notable omisión allí –con importantes consecuencias
2. Sigo de cerca aquí a Abensour (2010, pp. 87-88). Americana sobre Derechos Humanos en que fundaba la sentencia. argumentativas– del parricidio.
224 | Calibán - RLP, 20(1), 222-226 - 2022 Calibán RLP, 20(1), 16-17 - 2022 Utopía, democracia y derechos humanos en América Latina, Lucas Martín | 225
Ípola de, E. (2009). La última utopía: Reflexiones sobre Calibán -
el Partido Comunista, y desconoce la legitimidad RLP, 20(1),
Marlova Jovchelovitch Noleto*
la teoría del populismo de Ernesto Laclau. En C. Hilb
de cualquier relación humana que no se despren- (comp.), El político y el científico: Ensayos en homenaje 227-232
2022
da de este. En este sentido, es la invocación de a Juan Carlos Portantiero. Siglo XXI.
derechos humanos desde la sociedad civil, y no Laclau, E. (2005). La razón populista. Fondo de Cultura
Económica.
Anticipando futuros: La necesidad
desde el Poder, lo que permite imaginar una soli-
daridad entre utopía y derechos humanos.
Laclau, E. y Mouffe, C. (2004). Hegemonía y estrategia
socialista: Hacia una radicalización de la democracia. de pensar la educación de forma
Fondo de Cultura Económica.
Querría concluir por fin abogando por una
inversión del sentido del sintagma “la última
Lechner, N. (1990). De la revolución a la democracia. En
N. Lechner, Los patios interiores de la democracia: Sub-
prospectiva**
utopía” en el que coinciden Moyn y de Ípola, el jetividad y política (pp. 17-38). Fondo de Cultura Econó-
mica. (Trabajo original publicado en 1988).
primero para dirigir una crítica al movimiento Lefort, C. (1985). El problema de la democracia. Opcio- Hace más de un año, la pandemia de Covid-19 palmente a las poblaciones marginadas y vulne-
de derechos humanos, el segundo para hacer nes, 6, 73-86. (Trabajo original publicado en 1983). causó la mayor interrupción de los sistemas rables (Unesco y IDB, 2021).
Lesgart, C. (2003). Usos de la transición a la demo-
lo propio respecto de los populismos. Querría educativos de toda la historia. Ni siquiera du- En octubre de 2020, la Unesco convocó a
cracia: Ensayo, ciencia y política en la década del ’80.
subrayar que, contra las derivas mitologizantes Homo Sapiens. rante las Grandes Guerras el mundo vivió algo un Encuentro Global de Educación1, en el que
hacia la idea de una sociedad reconciliada, la López Maya, M. (2016a). El ocaso del chavismo: Vene- semejante. En el ápice de la crisis, los datos de líderes e interlocutores mundiales expresaron
zuela 2005-2015. Alfa.
utopía posee un impulso que le permite evadirse López Maya, M. (2016b). La crisis del chavismo en la
la Organización de las Naciones Unidas para el compromiso de proteger el financiamiento
de la fijación en lo real sin por ello pretender la Venezuela actual. Estudios latinoamericanos, 38, 159-185. la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, de la educación y salvaguardar el aprendi-
dominación o la hegemonía. Y una democracia Markarian, V. (2004). De la lógica revolucionaria a las por sus siglas en inglés) mostraron que más zaje del impacto devastador de la pandemia
razones humanitarias: La izquierda uruguaya en el exilio
que reconoce en la invocación de los derechos y las redes transnacionales de derechos humanos (1972- de 1,6 billones de estudiantes en más de 190 (Unesco, 22 de octubre de 2020). Desde el
humanos uno de sus pilares puede cobijar ese 1976). Cuadernos del CLAEH, 27(89), 85-108. https:// países estaban fuera de las escuelas y que más inicio de la crisis, la Unesco y sus más de 160
publicaciones.claeh.edu.uy/index.php/cclaeh/article/
movimiento dentro de la propia sociedad (eva- de 100 millones de profesores y empleados de miembros, por medio de la Coalición Global
view/130
sión imaginaria, pero con acción ciudadana aquí Markarian, V. (2006). Idos y recién llegados: La izquierda escuelas fueron afectados por el cierre repenti- de Educación, se movilizaron en torno a tres
y ahora, sin huida). Resulta imposible decretar uruguaya en el exilio y las redes transnacionales de dere- no de las instituciones de enseñanza (Unesco, temas centrales (conectividad, género y pro-
chos humanos, 1967-1984. Correo del Maestro.
la clausura de la imaginación utópica, pero creo Moro, T. (2009). Utopía. Colihue. (Trabajo original publi-
2021b). Hoy, una parte considerable de la po- fesores) para garantizar que el aprendizaje no
que es posible afirmar que la última utopía, la cado en 1516). blación estudiantil del mundo aún está afecta- se paralizara durante la crisis. Sea para mante-
que habremos de defender y predicar, eleva los Moyn, S. (2012). The last utopia: Human rights in history. da por el cierre total o parcial de las escuelas, y ner las escuelas abiertas, reducir la exclusión
The Belknap, Harvard University.
derechos humanos como barrera contra su caída Opinión consultiva 28, del 7 de junio de 2021, sobre la muchas generaciones sentirán los impactos de digital, actuar para evitar la deserción escolar
en el mito y el horror. figura de la reelección presidencial indefinida en el con- la pandemia en la educación. y las pérdidas de aprendizaje o pedir más fi-
texto del Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
En este contexto, los países de América Lati- nanciamiento para educación, la Unesco lide-
Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos na y el Caribe, como Brasil, emprendieron enor- ró el camino por medio de alianzas y medidas
Referencias Humanos (Provea) (2021). Informe anual: Situación de los mes esfuerzos para promover la continuidad de innovadoras con vistas a evitar una catástrofe
derechos humanos en Venezuela, enero-diciembre 2020.
Abensour, M. (2003). Utopía y democracia. Polis, 6. https://provea.org/publicaciones/informes-anuales/infor-
la enseñanza y del aprendizaje. No obstante, las generacional y construir sistemas de educa-
http://journals.openedition.org/polis/6417 me-anual-situacion-de-los-derechos-humanos-en-vene- enormes desigualdades ya existentes en los sis- ción más sólidos e inclusivos (Unesco, 2021b).
Abensour, M. (2010). L’homme est un animal utopique: zuela-enero-diciembre-2020/
Utopiques 2. De la Nuit. temas de enseñanza de la región se hicieron aun Además, en el ámbito educativo, la Unes-
Rodríguez-Garavito, C. y Gómez, K. (ed.) (2018). Rising
Benhabib, S. (2013). Moving beyond false binarisms: On to the populist challenge: A new playbook for human rights más presentes. Condiciones desiguales de in- co ha trabajado en un ambicioso proyecto
Samuel Moyn’s The last utopia. Qui Parle, 22(1), 81-93. actors. Antropos, DeJusticia. fraestructura escolar, bajo acceso a equipamien- que moviliza varias formas de ser y conocer
Breaugh, M. (2006). Le lien social entre utopie et demo- Sentencia 084, del 28 de noviembre de 2017, por la cual se
cratie. En A. Kupiec y E. Tassin (dir.), Critique de la poli- tos de informática y conectividad en escuelas y en todo el mundo para reflexionar y producir
autoriza la repostulación de Evo Morales a la Presidencia.
tique: Autour de Miguel Abensour. Sens & Tonka. Sentencia Constitucional Plurinacional, Sucre. viviendas, combinados con déficit en el desa- diálogos sobre el modo en el que debe repen-
Cheresky, I. (1999). La innovación política: Política y de-
rechos en la Argentina contemporánea. Eudeba.
rrollo de habilidades de profesores y estudiantes sarse la educación para enfrentar los desafíos
Decreto 2323, del 13 de mayo de 2016, por el cual se de- en tecnologías de comunicación e información de la actualidad, incluyendo la crisis de Co-
clara el estado de excepción y de emergencia económica. (TIC), son algunos de los factores significativos vid-19. Liderada por la presidenta de Etiopía,
Gaceta extraordinaria de la República Bolivariana de Ve-
nezuela. que profundizaron las lagunas preexistentes en Sahle-Work Zewde, la Comisión Internacio-
Hilb, C. (2010). ¡Silencio, Cuba! La izquierda democrática el acceso y en el aprendizaje, lo que afecta princi- nal sobre los Futuros de la Educación reúne
frente al régimen de la Revolución Cubana. Edhasa.
Hilb, C. (2013). Moldeando la arcilla humana: Reflexio-
nes sobre la igualdad y la revolución. En H. Hilb, Usos del * Directora y representante de la Unesco en Brasil.
pasado: Qué hacemos hoy con los setenta (pp. 43-51). Siglo 1. Edgar Faure (1908-1988) fue un político y pensador francés.
** Este texto fue escrito basándose en Fundamentos da nova
XXI. Ocupó los cargos de Primer Ministro y Ministro de Educación en
educação (Werthein y da Cunha, 2000/2005), de la Unesco. El
Francia.
encuentro contó con la participación del secretario general de las
Naciones Unidas, António Guterres, además de 11 jefes de Estado
y 64 ministros de Educación de 97 países.
226 | Calibán - RLP, 20(1), 222-226 - 2022 Anticipando futuros: La necesidad de pensar la educación de forma prospectiva, Marlova Jovchelovitch Noleto | 227
a pensadores líderes de las áreas de política, En un mundo cada vez más interconectado, cimiento hasta la muerte, definiéndose como
universidades, sociedad civil, educación y em- el concepto de aprendizaje a lo largo de la vida un proceso dialéctico que comienza por el
presas privadas, y tiene como objetivo lanzar –preconizado por el Informe Faure– demostró conocimiento de sí mismo para abrirse, ense-
el informe Los futuros de la educación (Unes- ser fundamental. El crecimiento exponencial y guida, a la relación con el otro. (Noleto, 2008,
co, 2021a). la velocidad de la información en la era digital, p. 29)
Este informe es el más reciente de una se- la dificultad de prever los conjuntos de habili-
rie de informes globales encomendados por dades necesarias para las economías basadas
El Informe Delors no solo reafirma una de
la Unesco para enfrentar los desafíos que el en el conocimiento, los cambios demográficos
las principales líneas y los principios del Infor-
futuro reserva, inspirar cambios y emitir re- y la mayor movilidad, la creciente preocupa-
me Faure, sino que también amplía la impor-
comendaciones sobre políticas para la edu- ción por los patrones insostenibles de consumo
tancia de ese postulado. Se debe preparar a
cación. También demuestra la tradición y el y producción, todo ello refuerza la relevancia
todo ser humano para la autonomía intelectual
compromiso de la organización para perfilar del aprendizaje a lo largo de la vida como una
y para una visión crítica de la vida, de modo
una agenda para el diálogo y la acción sobre estructura conceptual y un principio organiza-
de poder formular sus propios juicios de valor,
políticas educativas en distintos ámbitos, con- dor de todas las formas de educación en el siglo
desarrollar la capacidad de discernimiento y los
siderando que las decisiones tomadas hoy, XXI (Unesco-UIL, 2021).
modos de actuar en diferentes circunstancias
en el contexto del Covid-19, tendrán conse- Entre 1993 y 1996, una segunda comisión
de la vida. La educación precisa proporcionar
cuencias de largo plazo para el futuro de la internacional –bajo el liderazgo de Jacques
a todos fuerzas y referencias intelectuales que
educación. Diseñadores de políticas, educa- Delors2– preparó un informe con el objetivo
les permitan conocer el mundo que los rodea
dores y sociedades deben efectuar elecciones de reflexionar sobre los desafíos que la edu-
y proceder como actores responsables y justos.
importantes, y esas decisiones deben guiarse cación enfrentaría en los años subsiguientes.
En este sentido, la educación es antes que nada
por principios compartidos y por visiones de Ese informe, que se conoce como Informe
un viaje interior, cuyas etapas corresponden a
futuros deseables. Delors (Delors et al., 1996/1998), titulado La
las de la maduración continua de la personali-
El primer informe encomendado por la educación encierra un tesoro [Learning: The
dad. Es urgente que esa concepción de educa-
Unesco con la finalidad de pensar la educa- treasure within], enfatizó la importancia de
ción sea trabajada por todos, por la escuela, por
ción y trazar objetivos para el futuro fue pu- un abordaje humanístico de la educación y
la familia y por la sociedad civil, que juntas se
blicado en 1972. El informe titulado Aprender estableció los “cuatro pilares” de la educación:
dispongan a explorar y descubrir las ricas po-
a ser: La educación del futuro [Learning to be: aprender a ser, aprender a saber, aprender a
tencialidades que se esconden en todas las per-
The world of education today and tomorrow] hacer y aprender a vivir juntos. Cabe destacar
sonas. La dimensión de aprender a ser también
fue preparado por una comisión presidida por que esos cuatro caminos son interdependien-
responde a un principio ontológico, destacan-
Edgar Faure1 (Faure et al., 1972/2013) y reco- tes y se fundamentan en una concepción de
do la idea de que estamos en formación y en
noció que la educación no es el privilegio de totalidad dialéctica del sujeto, de forma que
permanente proceso de desarrollo.
una élite o una cuestión exclusiva de una fran- no es posible pensarlos de manera aislada.
El segundo pilar es aprender a saber/co-
ja etaria. En lugar de ello, debe ser universal a El primer pilar, aprender a ser, pre-
nocer. Dados los rápidos cambios provocados
lo largo de la vida. coniza el desarrollo de la personalidad para
por el progreso científico y las nuevas formas
El aprendizaje a lo largo de la vida consiste en que el individuo sea capaz de actuar con más
de actividades económicas y sociales, el én-
la integración entre aprender y vivir, de modo de autonomía, sentido crítico y responsabilidad
fasis debe ponerse en la combinación de una
abarcar actividades de aprendizaje para perso- personal. Para ello,
educación general suficientemente amplia
nas de todas las edades (niños, jóvenes, adultos y
con la posibilidad de un trabajo profundizado
ancianos, niños y niñas, mujeres y hombres) en
es imprescindible una concepción de de- en un número determinado de asuntos. Este
todos los contextos a lo largo de la vida (familia,
sarrollo humano que tenga por objetivo la encuadramiento general proporciona, por así
escuela, comunidad, lugar de trabajo, y así suce-
realización plena de las personas, desde el na- decir, el pasaporte para la educación a lo lar-
sivamente) y por medio de varias modalidades
go de la vida, en la medida en que utiliza las
(formal, no formal e informal) que, juntas, atien-
bases de ese tipo de aprendizaje (Delors et al.,
den a una amplia gama de necesidades y deman-
1996/1998).
das de aprendizaje (Unesco-UIL, 2021). 2. Jacques Delors es un político y pensador francés que ha ocu-
pado los cargos de Presidente de la Comisión Europea y Ministro
de Economía y Finanzas de Francia.
230 | Calibán - RLP, 20(1), 227-232 - 2022 Anticipando futuros: La necesidad de pensar la educación de forma prospectiva, Marlova Jovchelovitch Noleto | 231
Calibán - Mara Mourão*
La pandemia exigió mucho de todos noso- queryId=125e96de-88c2-4418-aae7-00da888e3755
RLP, 20(1),
Sobe, N. W. (2021). Reworking four pillars of education to
tros, tuvimos que convivir con nosotros mis- 233-235
sustain the commons. Unesco Futures of Education Ideas 2022
mos de forma más intensa y revisitar certezas Lab. https://en.Unesco.org/futuresofeducation/ideas-lab/
y modos de vida. En la educación, los desafíos sobe-reworking-four-pillars-education-sustain-com-
mons
son inmensos, y lo mismo ocurre en otras es-
feras de la vida y de las políticas públicas.
Unesco Institute for Lifelong Learning (Unesco-UIL)
(2021). Technical note lifelong learning. https://uil.Unesco.
La humanidad es como alguien
Precisamos repensar los patrones de con- org/fileadmin/keydocuments/LifelongLearning/en/UN-
232 | Calibán - RLP, 20(1), 227-232 - 2022 La humanidad es como alguien que madura, Mara Mourão | 233
toria de Canadá, la sede de Google en Palo prendimiento social, y yendo más allá. Su culos, bicicletas, servicios, talentos y conoci- en que vivimos. En definitiva, “la mayor de
Alto y muchos otros. En más de treinta festi- instituto fomenta un movimiento de trans- miento. Donde los jóvenes no buscan solo el todas las innovaciones reside en nuestra con-
vales de cine alrededor del mundo, con seis formación de la conciencia, de la economía auto del año, sino un propósito. ciencia” (p. 363).
premios internacionales y una carta de reco- y de la innovación para impactar positiva- Tal vez nuestros jóvenes quieran vivir de Cuando en 2008 yo tocaba a la puerta de
mendación de la Organización de las Nacio- mente en el mundo; un “movimiento trans- forma más trivial. Un modo de vida más sim- innumerables empresas en busca de patro-
nes Unidas para la Educación, la Ciencia y la formador masivo”, él no podría haberlo de- ple, en el que entraremos en contacto con la cinio para un filme sobre emprendedores
Cultura (Unesco). finido mejor. belleza del mundo y nos colmaremos inter- sociales, la dificultad era enorme. Mis inter-
El filme se desdobló en una serie de TV y Bill Drayton, fundador de Ashoka, dice namente a través de las artes, las ciencias, la locutores no conocían ese concepto; veía un
también en un programa de educación para que la democracia no es solo el derecho de espiritualidad, el contacto íntimo con la natu- enorme signo de interrogación en las caras de
jóvenes de la enseñanza media –Sementes de votar y de hablar libremente; la culminación raleza, y no un mundo basado en el consumo empresarios, amigos y hasta parientes. Y yo,
Transformação [Semillas de Transformación]–, de la democracia llegará solo cuando todos exacerbado. como un loro, siempre explicaba el concepto
en el que, con varios compañeros, creamos el seamos ciudadanos proactivos. La visión ¿Qué sucederá con el sistema económico pacientemente.
primer campamento de Emprendimiento So- de Drayton, everyone a changemaker world actual en caso de un colapso del consumo tal Poco más de una década pasó, y nunca
cial de Brasil. Con esta iniciativa, entramos en (“cada uno es un transformador del mundo”), como lo practicamos hoy? ¿Y cómo será ese más tuve que explicar qué es un emprendedor
escuelas y ONG respondiendo una pregunta encaja perfectamente con la de Marins cuan- mundo si las personas detienen la tentativa de social, un changemaker, un transformador.
recurrente de los jóvenes: “Quiero cambiar el do este describe que, aunque estemos viviendo sublimar su vacío interno consumiendo bie- Por todo eso, creo que el nivel de conciencia
mundo. ¿Por dónde empiezo?”. problemas colosales, tenemos la capacidad de nes superfluos y comienzan a consumir valo- está aumentando y que estamos evolucionan-
En fin, la repercusión fue grande. Quem se enfrentar esos desafíos, individual y colectiva- res, educación, bienestar y relaciones? do. Y, quién sabe, tal vez algún día escojamos
importa fue tornándose un movimiento, el tipo mente. Él propone que nos responsabilicemos Por primera vez en la historia de la hu- madurar definitivamente.
de película que mueve a las personas a invitar o, mejor, cocreemos esa nueva sociedad, afir- manidad, tenemos un enemigo en común: la
a casa a grupos de amigos para verla o a las es- mando que, en esta era de hiperconexión, solo degradación ambiental, el agotamiento de los Referencias
cuelas a recomendarla como tarea escolar. nos resta impulsar problemas o coconstruir recursos; nuestra propia supervivencia en tan- Marins, J. (2019). A era do impacto: O movimento trans-
Una de las historias que más me tocó, y que soluciones. Nada más exacto. to especie nos une. Por increíble que parezca, formador massivo da liberdade, das novas economias, dos
empreendedores sociais e da consciência da humanidade.
demuestra cómo una pequeña acción puede Estamos realmente viviendo algo nuevo hasta la pandemia nos une. Y esa unión es algo Voo.
transformarse en un enorme impacto, es la y disruptivo. Y me atrevo a decir (intuitiva- nuevo en la breve historia de la humanidad. Mourão, M. (directora) (2005). Doutores da alegria: O
filme [película]. Grifa Cinematográfica, Grifa Filmes,
trayectoria de James Marins, autor del libro A mente) que todo comenzó con algunos líderes De forma profunda y amplia, James Marins
Mamo Filmes.
era do impacto: O movimento transformador sociales que fomentaron la creación de orga- (2019) propone: “En esta nueva era, el Homo Mourão, M. (directora) (2013). Quem se importa [pelícu-
massivo da liberdade, das novas economias, nizaciones sociales que, a su vez, inspiraron el economicus, criatura ya anciana a sus 250 la]. Grifa Filmes, Mamo Filmes.
dos empreendedores sociais e da consciência surgimiento de los primeros emprendedores años, debe ceder territorio a los más jóvenes,
da humanidade [La era del impacto: El movi- sociales que influyeron en una nueva cultura como el Homo solidarius, el Homo noeticus o
miento transformador masivo de la libertad, las en el sector privado. el Homo empathicus” (p. 225). Y la mejor de
nuevas economías, los emprendedores sociales y Hoy vemos la aparición de los intraem- las utopías: “Crear un mundo de posibilida-
la conciencia humana] (2019). Solo pensar que prendedores sociales, los negocios del impac- des: un mundo donde los días de todos se em-
esa bellísima y profunda obra tuvo su chispa to social, los negocios inclusivos y de valor pleen en sueños y realizaciones, no en la lucha
inicial en mi película me da escalofríos. compartido, las Empresas B, el Movimiento por la supervivencia” (p. 270).
Marins es un abogado de Curitiba y hasta Capitalismo Consciente, las startups (muchas
ver el filme no conocía el concepto de empren- nacen ya con valores éticos en su ADN), co- ¿Somos demasiado optimistas?
dimiento social. Profundizó en el tema y sus lectivos, monedas sociales, bancos éticos y
Creo que él está en lo cierto cuando percibe
estudios culminaron en la creación del Insti- todo un nuevo ecosistema creando un ciclo
una “sociedad masivamente más saludable,
tuto Legado, una de las organizaciones más virtuoso del que viene emergiendo un postca-
más libre, más democrática, autoinnovadora y
serias de Brasil. pitalismo, más justo y sustentable.
capaz de acceder a un nivel de libertad post-
Y ya que estamos hablando de una uto- Nunca hemos vivido en un mundo tan pa-
convencional, un estado de conciencia más
pía –la de que un día la humanidad madu- radójico. Intolerancia, terrorismo, fanatismo,
elevado” (Marins, 2019, p. 166). Y cuando se
rará–, nada mejor que la lectura del libro de polarización, desigualdad, falta de empatía
propone combatir la apatía y la ignorancia, y
James, que consiguió reunir los principales y además la pandemia se contraponen a un
llevarnos a entender la potencialidad de la era
temas de la actualidad partiendo del em- mundo en el que compartimos casas, vehí-
234 | Calibán - RLP, 20(1), 233-235 - 2022 La humanidad es como alguien que madura, Mara Mourão | 235
Tratándose de Sergio Blanco, la entrevista con un psicoanalista ‒y el requerimiento de una
palabra verdadera que este entraña‒ se convierte casi en parte de su obra. Una obra drama-
túrgica fértil en la que el haberse escuchado en un diván ocupa un lugar no menor. Pero
quizás por eso mismo, por esa gimnasia desde la que cultiva la autoficción ‒el género en el
cual se reconoce y que practica como pocos‒ se permite decir más y a la vez menos de lo que
parecería. Experto en lo que puede y no puede decirse, se muestra allí donde se escabulle y
se oculta aun allí donde más se exhibe. Y eso es lo que hace fascinante su trabajo y sus ideas,
una cantera de mineral precioso para el psicoanalista.
Blanco, uruguayo residente en Francia por fidelidad a su deseo de “vivir en francés”,
hombre de una cultura europea y entrañable tonada sudamericana, interlocutor curioso de
nuestra disciplina que ha montado sus obras por medio mundo, nos ofrece aquí esquirlas
de su pensamiento. Un pensamiento vivo que rehúsa anquilosarse y se sacude la modorra
mediante la provocación, siempre fértil cuando es inteligente. Así, desfilarán por esta en-
trevista temas como el porno ‒del cual se revela también un consumado guionista‒ o la
escritura, el diván, el totalitarismo, el cine y el teatro, la mentira y el carácter ficcional de eso
que conocemos como “yo”.
Conversamos cuando la pandemia aún era inimaginable, en medio del bullicio de un
bar histórico de Buenos Aires, Los Galgos, y también entre correos y mensajes de texto, en
ese lugar etéreo, virtual, donde suceden tantas cosas hoy en día. El siguiente es el testimonio
intertextual, mestizo, de esas conversaciones fragmentarias.
Mariano Horenstein
Textual
236 | El análisis es una posibilidad de tramarse para no traumarse, Sergio Blanco | 237
237
Lacan traza una diferencia interesante entre significante y letra. El significante siempre tiene
algo evanescente, encadenado, asimilable a cuando uno teclea. Pero hay algo de la letra, de la
encarnadura de la letra, que está bien captado en esa forma de escribir...
238 Calibán - RLP, 20(1), 237-251 - 2022 El análisis es una posibilidad de tramarse para no traumarse, Sergio Blanco | 239
¿Cómo entendés la autoficción? ¿Se pretende un pacto con la realidad más lábil que en la Me acordaba de ese chiste cuando escuchaba tus ideas sobre la autoficción porque me parece
autobiografía? Desde el psicoanálisis, hay algo de lo ficcional que atraviesa de algún modo una barrera delicada. Hay autobiografías donde el pacto de verdad estaría supuesto, y sin
todo… y el yo es fundamentalmente un producto ficcional… embargo son un ejercicio de mentira y autocomplacencia por donde se las mire... Y en el
espacio analítico uno se confronta con sus propias mentiras...
La autoficción se refiere a una forma de escritura que asocia elementos autobiográfi-
cos con elementos ficcionales. De alguna manera es lo opuesto de una autobiografía, Sin lugar a dudas. El espacio analítico es un espacio en donde la mentira es fundamental.
ya que el emprendimiento autobiográfico exige un pacto de verdad, puesto que lo Un gran profesor de literatura antigua siempre decía que hay dos lugares en donde uno
que cuento debe ser verdadero, mientras que el emprendimiento autoficcional exige miente como un beduino: los curriculum vitae y el diván. El análisis es un espacio en
lo que yo llamo un pacto de mentira: lo que cuento no tiene que ser verdadero, sino donde la verdad factual no tiene ningún interés.
todo lo contario, tiene que ser una ficción. Si bien la autoficción parte de un vivido,
lo va a poetizar, lo va a fabricar, lo va a ficcionalizar. Todo relato autoficcional será La autobiografía es entonces también un género ficcional.
finalmente falso, ya que la puesta en lenguaje hace que la realidad de la cual partimos
se vuelva una ficción. La escritura –la puesta en relato– aleja, por lo tanto, lo real. Absolutamente, podemos contar que todo es autoficción. Toda escritura es ficción de la
Lo ahuyenta. En cierta manera, lo convoca, pero para alterarlo. Toda escritura es realidad. Para mí la autoficcion es la forma.Yo creo que el que miente es el que escribe
un acto de alteración de la realidad por la simple razón de que los mecanismos de la autobiografía, por eso la autobiografía le interesa tanto a los políticos. El germen de la
poetización cambian, alteran, perturban, transforman. La autoficción es infiel al do- autoficción está en conocerte a ti mismo. La autoficción siempre existió. Yo diría que lo
cumento vivido, es decir que los mecanismos de poetización se tienen que encargar que aparece como moda del siglo XX son las autobiografías, es decir, ser hipócrita. Decir:
de desprender el relato de la realidad. La autoficción engaña, traiciona, miente, falsi- “Yo voy a contar mi vida”, pretendiendo tener un pacto de verdad. La autobiografía es la
fica, adultera. Quizás es por esto por lo que es algo que, al mismo tiempo que está de hija bastarda de la autoficción.
moda, también está condenado. De alguna manera, la autoficción es poder ser infiel La autoficción aparece en el ’76, con Doubrovsky, quien dice: “Bueno vamos a poner un
a uno mismo, es decir, serse infiel a uno mismo con uno mismo. Y esto es lo que hace nombre a esto”. Y le pone autoficción, que es un juego de palabras. ¿Sabías que él venía del
que finalmente todo lo que escribo sobre mi vida termine siempre siendo mentira: a psicoanálisis? Sí, él se psicoanalizaba lejos de París y tenía cuarenta minutos de trayecto
medida que la escritura va surgiendo, la verdad va siendo proscrita. en el auto. Entonces dice: “Cada vez que salga del psicoanálisis, voy a empezar a contar
En cuanto al yo en tanto que producto ficcional, es algo que me resulta una evidencia. mi vida. Voy a hacer un libro de mi vida y, como lo estoy haciendo en mi auto, va a ser
Siempre insisto en que la única fórmula válida en lo que respecta al yo es la siguiente: una autoficción”.
“yo no soy yo”… Solo allí puede residir el espacio de libertad necesario para elaborar-
se: en la inconsistencia del yo… O sea que acuñó ese término al calor de sus sesiones.. .
No he podido ver ninguna de las puestas tuyas, pero sí he leído tus obras... Quizás a mis oídos, Exactamente. La autoficción va muy ligada al análisis. Es muy raro que alguien que tra-
muy intoxicados por la clínica psicoanalítica, la distinción entre pacto de verdad y pacto de baje la autoficción no tenga una experiencia psicoanalítica fuerte. Lamentablemente, al
mentira suena a una distinción artificial... Hay un chiste que contaba Freud, no sé si alguna final del siglo XX todo eso cae en manos de la sociedad del espectáculo, de la cultura del
vez lo escuchaste... Dos judíos se cruzan en una estación de trenes y uno pregunta: “¿Adónde mercado. Terminamos en lo que terminamos…, en algo peligroso.
vas?”. “Voy a Cracovia”, le responde el otro. Y entonces su interlocutor le dice: “Me dices que
vas a Cracovia para que yo piense que vas a Lemberg, pero en realidad vas a Cracovia”. Las Me decías que todos los que trabajan con la autoficción tienen alguna relación con el análisis
relaciones entre verdad y mentira son complejas... de alguna forma...
[risas]
Yo creo que sí, porque me parece que la experiencia analítica es un momento con-
Se dice la verdad simulando mentir. Hay muchos animales que son capaces de simular, fesional. Cada vez más, es como hablar del yo y del no yo. No hay un yo, sino que
mentir... hay una multiplicación de yoes, como hablar del yo después de Foucault, después
de esa deconstrucción. El yo es una idea absolutamente fascista. La autoficción se
La mayoría. presta a esto, puede multiplicar yoes.
Pero el único animal que miente como modo de decir la verdad es el hombre.
Claro, claro…
240 | Calibán - RLP, 20(1), 237-251 - 2022 El análisis es una posibilidad de tramarse para no traumarse, Sergio Blanco | 241
Es como si fueran dos territorios apareables: el de la escena analítica y el de la Entiendo que en las obras en las que aparecés vos, y de un modo muy íntimo, no se trata de
autoficcióncomogénero,¿no? Son coordenadas que permiten contar más de lo que se cuenta caer en el qué de lo que contás es cierto y qué no...
habitualmente.
Es una de las cosas que genera atracción en el espectador de autoficción. Es un
Exactamente, por eso el terreno del psicoanálisis no es la autobiografía, es la autoficción. mecanismo que atrapa mucho. ¿Qué es verdad? ¿Qué es mentira? Increíblemente,
Porque trabajas con el lenguaje. Todos sabemos que el lenguaje del momento es la repre- es una de las bases que erotiza al espectador. ¿Es cierto? ¿Esto es verdad? Ese meca-
sentación de algo que utiliza mecanismos ficcionales... nismo el espectador lo tiene desde que empieza hasta que termina la obra. Qué es
verdad y qué es mentira se lo pregunto permanentemente al espectador… Y cuanto
Has dicho, irónicamente quizás, que hay dos temas básicos para la dramaturgia: “estoy más vos vas a cosas obscenas, cosas que nunca pueden ser dichas en escena… La
enamorado” y “tengo miedo a morirme”… Siempre el amor/sexo y la muerte, los grandes ira de Narciso es un ejemplo clarísimo de eso, es: vos estas en una habitación de
temas, con infinitas variaciones… hotel, por excelencia el lugar más privado del mundo (mucho más que la casa de
uno). El hotel es, en términos de espacio, el colmo de la privacidad.
Son los únicos dos temas que existen. Todo gira en torno a eso. No es algo irónico. Des-
conozco la ironía, es algo que me irrita mucho. La gente se empecina en buscar ironías Lejos de ser un “no lugar”, aparece como el lugar más privado de todos…
en donde no las hay. Estamos hechos de Eros y Thanatos: el tiempo es el trayecto que los
une a los dos. Exactamente. El que uno se diga “¿Es o no es?” es la pregunta base que empieza a
problematizar el arte y la representación. Esto es verdad, esto no es verdad… El
Quiero preguntarte por la pornografía. ¿Qué aparece a través del porno? tema es que es la base esencial del arte. La autoficción toca la raíz: ¿Esa es verdad?
¿Es mentira? Desde el principio hasta el fin, están tocando la raíz medular de lo
El porno se rinde a una instancia de autogestión e individualidad que está castigada por que siempre ha debatido toda persona que ha querido abordar el tema del arte, el
esta sociedad. Porque, obviamente, el porno apela a la masturbación, que es un acto to- simulacro, la copia, la realidad, la reproducción, el mapa o el territorio.
talmente solitario, y todo acto solitario está penalizado. El celibato está penalizado, como Este mecanismo, además de estar tocando lo más intelectual del arte, está tocando
si la fuente de placer tuviera que ser colectiva, el encuentro con el otro..., esas estupideces lo más erótico, que es estar todo el tiempo entre dos cosas. Eso es el erotismo para
que salen ahora. Yo creo que, por un lado, molesta del porno que revindica siempre una mí…, la pornografía, el striptease. El acto máximo erótico: quiero que la persona
belleza excepcional. A la que no accedemos todos y que puede generar, en muchos, frus- se desvista del todo, pero tampoco quiero que se desvista del todo porque si no, se
traciones. Porque el porno es una representación de la sexualidad, no es la realidad. La termina. Dice Kristeva que cuando se saca la última prenda, se acabó el juego, ¿no?
gente pierde la capacidad de entender que no toda parte representa al todo. Y el porno no La pornografía es algo que hay que resolver en veinte minutos. Cuando yo hago un
tiene por qué representar al todo; eso irrita. Sí, por supuesto, cuando uno ve esos cuerpos guion pornográfico, en el set de pornografía sabemos que tenemos veinte minutos
maravillosos que aparecen en la pornografía… Pero uno no tiene por qué frustrarse. Si porque, fisiológicamente, es el tiempo de masturbación masculina, a quien está
uno toma la pornografía como una excepción a la regla, es una fuente de placer extraordi- dirigida. La pornografía de las mujeres es entre quince y veinticuatro minutos.
naria. Yo defiendo el porno porque además el sujeto pasa a ser objeto, y eso es interesante.
La pornografía tiene eso… El cuerpo pasa a ser un objeto. Y eso irrita. Eso genera mucha ¿Y vos escribís guiones y los firmás? ¿O van con seudónimos? ¿Son parte de tu obra?
molestia en la gente: la desnudez del cuerpo, el placer, el tabú. No soy de los que piensan
que todo se tiene que mostrar o todo se tiene que decir. No, soy un defensor a muerte de No. No se firman los guiones en la industria pornográfica… Es tan pacato. Pero yo
retener lo que no tiene que ser dicho. he pedido que se firme, que yo aparezca.
Además, no hay posibilidad estructural de que todo pueda ser dicho. Aunque existen distin- Por momentos, el diálogo entre tus protagonistas de Tebas land parece un diálogo analítico,
tas formas de preservar lo no dicho... en contraposición al diálogo vacío que el protagonista tiene supuestamente con su psicólogo.
Aparece claramente el diálogo analítico atrás, en tu propia experiencia... ¿Registrás alguna
Por eso hay algo que tiene el análisis: la palabra va a ser allí aceptada, pero no todo va a ser influencia de tu análisis en tus obras, en el modo de concebirlas, de escribirlas?
dicho. El día que pueda contar todo en mi análisis, el análisis fracasó. Porque ese perifé-
rico de esto lo puedo decir, y cómo lo digo es lo que me va construyendo como paciente, Me analizo hace años. Sin lugar a dudas, la experiencia del análisis ha influenciado
a partir metáforas, pensamientos, conversaciones que empiezan con los sueños, los actos mi obra. Lo contrario sería imposible. El análisis es un trabajo de elaboración de sí
fallidos. Uno no puede decir todo... a partir del lenguaje. La escritura es algo similar.
242 | Calibán - RLP, 20(1), 237-251 - 2022 El análisis es una posibilidad de tramarse para no traumarse, Sergio Blanco | 243
¿Cómo es tu relación con el psicoanálisis? caso del análisis, en la escritura literaria ese encuadre protector desaparece por
completo. La experiencia literaria es el poder prescindir de ese encuadre. Creo que
Yo creo que el psicoanálisis tendría que ser una obligación, yo detesto las obliga- la literatura es un espacio de exposición en donde, cuanto menos protegidos esta-
ciones, pero en principio, sí… mos, mejor es. En el análisis, el lenguaje está para construirnos, mientras que en la
literatura el lenguaje está para disolvernos, para desaparecer, para diluirnos. En el
Mejor que no lo sea... análisis el lenguaje es sanador y salvador; en la literatura, no necesariamente. En
el análisis yo no desparezco; en la literatura, sí. La literatura es el lugar en donde
Es imprescindible. Mirá, yo me psicoanalizo desde los catorce años. Empecé en el lenguaje aparece para que en su lugar nosotros podamos ausentarnos, podamos
Montevideo, y tengo cincuenta años. desaparecer.
¿Y no has parado? ¿Cómo funciona el análisis en relación con tu trabajo? Como una cantera de ideas, como un
laboratorio formal, como un espacio de ocurrencias… o de otro modo…
Y, es un ejercicio semanal. Siempre tengo la misma respuesta cuando la gente me
dice “¿Te seguís psicoanalizando?”. Nadie le dice a alguien “¿Seguís nadando? ¿Se- El análisis es un lugar en donde lo que funciona es el ejercicio de trabajar el lengua-
guís haciendo el mismo deporte?”. Pienso que hasta el último día de mis días se- je sin que necesariamente esté en relación con mi trabajo de escritura.
guiré haciendo psicoanálisis.
Wittgenstein escribió que los límites del mundo son los del lenguaje… Entiendo que escribís
¿Te analizas con un analista con tiempos fijos o variables? en español… ¿Cuál es la lengua en la que te analizás?
Con tiempos fijos. Escribo en español, que es mi lengua materna, pero me analizo en francés, que es
mi lengua paterna. Siguiendo la lógica de Wittgenstein, como el lenguaje es infini-
Elegiste un analista “ortodoxo”… to, por lo tanto el mundo también lo es…
Sí, muy ortodoxo. Un gran psicoanalista francés, un hombre ya de cierta edad. ¿Y qué lugar ocupa el psicoanálisis en tu vida?
Sí, con 45 minutos, con días fijos, con diván, pero también momentos en donde
el diván se suspende, y pasamos a un frente a frente. El diván no está solamente Un lugar fundamental: el espacio en donde busco palabras para nombrar y decir in-
para que la gente se recueste en él. El diván tiene que estar como presencia. En un cluso aquello que puede parecer indecible. Lo que hace que el análisis sea esencial para
momento necesité pasar a algo más vertical, no tan horizontal. Necesitaba verlo, mí es justamente esa capacidad que tiene como espacio en donde toda palabra di-
necesitaba un frente a frente. Buscaba ser mirado, no solamente oído. Y también cha es acogida. El análisis es la hospitalidad del verbo, por lo tanto, el recibimiento de
yo necesitaba mirar el diván. El diván no solamente es un lugar para recostarse, es todo lo vivido. En cierta forma, es lo que me permite ir del trauma a la trama, ya que
algo mucho más, tiene que estar como presencia. el espacio analítico es un lugar en donde, por medio del relato, se pueden construir
tramas. El análisis es una posibilidad de tramarse para no traumarse.
¿Te has analizado con muchos analistas o con la misma persona desde hace mucho tiempo?
Eso es maravilloso como definición de un análisis: del trauma a la trama… Pero hacés una
Yo he tenido en Uruguay mi primer analista: una mujer, durante diez años. distinción entre relato y trama…
Después, cuando me fui a París, estuve un tiempo sin análisis. Y después, este psi-
coanalista… Soy el típico paciente que me enamoro de mi psicoanalista, que sufro, Relato y trama son dos cosas distintas. El relato es una fábula en el sentido griego,
también me inscribo en lo que es el común del paciente y miento muchísimo, como la trama es la manera de organizar esa fábula. El análisis lo que hace es organizar
te decía, por eso yo tengo la experiencia. Uno miente muchísimo, y el analista tra- los episodios: articular nuestra fábula para que seamos capaces de autonarrarnos
baja con esa mentira también, no importa qué es verdad o mentira, importa que el por medio de esa trama.
discurso está.
Indudablemente existe una afinidad entre escritura y análisis… Ahora bien, ¿qué los diferen-
cia, aun siendo ambos modos de elaboración de sí a partir del lenguaje?
244 | Calibán - RLP, 20(1), 237-251 - 2022 El análisis es una posibilidad de tramarse para no traumarse, Sergio Blanco | 245
¿Qué entendés por realidad? lante de la escucha del otro, por medio de discursos que no responden a máximas
de claridad y precisión. En el relato analítico, toda violación del discurso social o
Creo que la realidad es la manera en que cada uno vive y comprende su tiempo. De lingüístico está autorizada. Y eso lo hace performático: hay una ausencia de cor-
alguna manera, la realidad es una construcción que hace cada uno. Finalmente, la pus normativo, el único corpus es nominativo. Pero además hay todo un ritual de
realidad no es más que una forma de ficción, es decir, el relato que cada uno hace encuentro que hace al análisis muy performático.
de su vínculo con el tiempo que le toca vivir.
¿A qué llamás corpus normativo y nominativo?
En un escenario, en una película o en un libro, puede desenvolverse una trama ficcional o
puede también montarse una ficción dentro de la misma ficción, una escena dentro de la Corpus normativo es un conjunto de normas que están para contenernos y de esa
escena… ¿A qué propósitos, a tu criterio, serviría? ¿Qué puede decirse de ese modo que no manera lograr sujetarnos. El corpus nominativo es un conjunto de posibles voca-
podría ser dicho desde una puesta más convencional? blos que están para nombrar y, de esa manera, desujetarnos. Los dos son esenciales.
Siempre ejemplifico con el uso del lenguaje que hace Sancho Panza y el que hace
La metateatralidad es lo que nos confirma el carácter abismal de la experiencia. Don Quijote: el primero sujeta la experiencia por medio de un lenguaje normativo
Estamos inmersos en un mundo de senderos que se bifurcan al infinito. El me- que ata las cosas a lo que son, mientras que el segundo desujeta toda experiencia
canismo de las cajas chinas o de las muñecas rusas nos aporta la calma –un tanto vital por medio de un lenguaje que desata las cosas de lo que son. El quijotismo es
perturbadora– de que todo está contenido por todo en una especie de laberinto en una experiencia lingüística que busca desatar al lenguaje y producir poesía. Sancho
donde hay que prestarse al juego de perderse en lugar de querer salir. es incapaz de producir poesía porque para él lo que es debe ser. El Quijote viene a
suspender todo corpus normativo para habilitar toda posibilidad de lenguaje.
¿Entendés la vida como un escenario o hay una división tajante entre un espacio y el otro?
Como ritual performático, entonces, se repite una y otra vez, con cada sesión… Cualquiera que
La vida y el escenario están delimitados por una frontera que, más que separarlos, haya atravesado un análisis sabe lo que puede suceder de nuevo en una sesión, aun después de
los une. Siempre me fascinó la noción de frontera como un fenómeno que no se- años de análisis…, pero podría haber cierta contradicción ‒o un oxímoron, de algún modo‒ entre
para, sino que une. Por eso defiendo las fronteras. Por eso me fascinan los mapas un ritual repetitivo y lo sorpresivo y habitualmente impactante de una performance…
y la cartografía. Por eso soy un admirador del Imperio Romano. Para mí no hay
nada más saludable que una frontera. Este soy yo y ese eres tú gracias a que existe Esto tendría que pensarlo. No me siento capaz de poder responderlo. Es hermoso
una frontera que, al mismo tiempo que nos delimita, nos acerca. El escenario y la carecer de respuesta. Es la base de la curiosidad.
vida no son un mismo espacio, pero se rozan gracias a la frontera que los delimita.
Susan Sontag ha llamado la atención sobre algunos aspectos estéticos de la sesión analítica,
El espacio del análisis es un espacio de frontera, el psicoanálisis mismo como disciplina tam- casi como si fuera una instalación de arte contemporáneo. ¿Acordás con eso o no?
bién lo es… Quizás por eso siempre está presente su difícil ubicación entre las ciencias y a la
vez su interlocución fértil con infinidad de discursos: el arte, el teatro, la literatura, la políti- Acuerdo totalmente: hay una organización del encuentro que lo aproxima a una
ca… Hasta con la misma ciencia, incluso… ¿Podríamos pensar que hay ciertas verdades que experiencia estética. Si consideramos que la estética es una forma de organizar lo
solo aparecen en las fronteras? sensible, entonces es innegable que toda sesión analítica, desde el momento que
trabaja sobre la gestión de lo sensible, tiene una vocación estética.
Una de las verdades más importantes y más tempranas de nuestra existencia es
gracias al reconocimiento de una frontera, y es cuando el recién nacido, gracias a la No siempre las obras de teatro, las novelas o las películas que explícitamente muestran una
frontera de la piel, poco a poco va comprendiendo que su cuerpo y el de su madre situación analítica son las más fieles, a veces priman allí estereotipos y una visión que puede
no es el mismo cuerpo. Esa primera verdad, que es fundamental para empezar a ser pueril. Por otra parte, hay obras de teatro, novelas o películas que, aun sin pretenderse
construirnos, nace del reconocimiento de una frontera. Estoy convencido de que psicoanalíticas, resultan miradas lúcidas y fértiles en relación con nuestra disciplina… ¿Qué
muchas verdades nacen gracias a la frontera. obras, qué autores son más lúcidos, a tu criterio, en mostrar esa extraña disciplina del análisis
o esa ‒también extraña y fugaz‒ presencia del inconsciente?
Sabés que el análisis ha sido descripto –de un modo justo, para mí– como una performance.
¿Qué pensás de eso? La experiencia del análisis es intransferible. El análisis es imposible de decir fuera
del encuadre. Por eso siempre se fracasa a la hora de querer filmarlo o narrarlo o
Es un espacio absolutamente performático desde el momento que hay un proto- teatralizarlo. Un análisis no se cuenta ni se representa. El análisis es algo obsceno,
colo que estipula un encuentro en donde el relato de uno se va desarrollando de- es decir, es algo que no puede tener lugar en ninguna escena. En Tebas land yo le
246 | Calibán - RLP, 20(1), 237-251 - 2022 El análisis es una posibilidad de tramarse para no traumarse, Sergio Blanco | 247
quise rendir un homenaje en una escena precisa en que el personaje de Martín está es empático. Esta defensa de la distancia entre dos personas es lo que le permite a
tirado en el banco y detrás de él se encuentra sentado el personaje de S. Es como San Martín ayudar al otro. Y esta distancia es lo que le permite al analista escuchar
una escena de diván. De fondo, se oye Mozart, que reenvía a Viena. Los dos están y sanar a su analizado. Y esta misma distancia es la que le permite a S. darle las
en silencio. Hablan poco. El espacio verbal no está saturado. Y entonces, en un mo- palabras a Martín para que pueda nombrar su dolor. Todo lo que desconfío de la
mento el personaje de S. le habla de Freud. Y, unos segundos después, Martín gira simpatía, que responde a mecanismos histéricos de complicidad, me confío de la
la cabeza y en la pantalla gigante vemos su oreja con uno de los auriculares: es un empatía, que consiste en la capacidad de comprender al otro sin buscar complici-
homenaje a la escucha como dispositivo de cura. Hay veces que pienso que lo que dad, sino un encuentro.
cura y sana no es tanto la palabra dicha, sino la palabra escuchada.
Hay en lo que decís un cuestionamiento implícito a lo histérico, con lo cual lo teatral se ha
Es la promesa de una escucha la que permite que haya una palabra dicha… No sé si alcanzo a relacionado siempre. ¿Es la histeria una parodia del teatro, o cómo se vinculan ambos dis-
entender la distinción que hacés… cursos?
Lo que permite que haya una palabra dicha no es tanto la promesa de una escucha, Relacionar el teatro a lo histérico es fruto de un profundo desconocimiento de
sino la certeza de que esa escucha está allí. Sin una escucha que sea capaz de recibir, ambas cosas. Esa condena viene de la Roma antigua, a raíz de un diferendo y una
no hay palabra. Hablo porque sé que hay un silencio que me está escuchando. El perversión del vocablo latino. Histeria y teatro son dos opuestos. Explicarlo me
silencio del analista es el que convoca la palabra y quien poco a poco la va estruc- obligaría a una clase de historia del teatro. No es este el lugar de hacerlo.
turando y articulando. Por ello la posición horizontal es fundamental.
Un viejo prejucio reza que un artista no debería analizarse, pues eso amenazaría la fuente
Por otra parte, es absolutamente cierto ese rasgo intransferible del análisis…, la pérdida que de su creatividad… Es claro que eso no es así, aunque en tu caso, en razón de lo que contás,
inevitablemente acontece incluso cuando alguien quiere relatar una sesión propia… Ha ha- sucede quizás lo inverso… Analizarse te potencia, pareciera…
bido ‒con afán investigativo, pero a la vez quizás como modo de remediar lo irremediable‒
intentos por registrar al detalle lo dicho en una sesión, grabarlo, incluso filmarlo…, como si Ese prejuicio demuestra no solo una total ignorancia de lo que es el psicoanálisis,
se pudiera retener algo inevitablemente destinado a perderse… Pero contame más acerca de sino también de lo que es la creatividad. Y además de ignorancia, ese prejuicio –
lo obsceno, por favor… que nunca había oído– demuestra una total insensibilidad.
No puedo escribir sin el análisis. En el medio artístico, muy ignorante a veces,
Lo obsceno es lo que no puede estar en escena. El análisis no puede ser escenifi- existe el miedo de tratarse. Gente maravillosa y extraordinaria de creadores como
cado. Por eso utilizo la expresión de obsceno. Cada vez que alguna película o una nunca vi, pero que nunca han leído, que no les interesa nada. De una histeria por
obra de teatro quiere reproducir el espacio del análisis, siempre fracasa por esta hacer, de una rivalidad. Es un mundo terrible, yo padezco mucho el mundo del
misma razón. El éxito del dispositivo del análisis es que es irrepresentable. Y es teatro. Es un disparate. Yo vivo separándome de gente, de actores de mis equipos,
justamente en esa incapacidad a ser figurado fuera de su lugar que reside su fuerza, muchas veces, porque no está bien.
su intensidad y su eficiencia.
¿Has notado diferencias en su recepción en los distintos contextos geográfico-culturales en
Las referencias freudianas en Tebas land desbordan. Si bien el tema es universal, está eviden- que la obra ha sido puesta en escena?
temente cribado por el pasaje a través de Freud. Me interesa que me cuentes la reacción de
los espectadores ‒en caso de que tal cosa pudiera generalizarse‒, cómo llega la obra a quienes En India, lo interesante y sorprendente para mí fue que la recepción de mi trabajo
la han visto. Cómo impacta la representación del parricidio en un público de parricidas po- fue como en los demás lugares. Pese a las diferencias culturales y religiosas, las
tenciales… personas tienen las mismas inquietudes que tenemos todos. También ellos están
enamorados y tienen miedo a morirse. Una tarde les pedí a quienes se ocupaban
La gente en general queda impactada en cualquier parte del mundo por el encuen- de organizar mi estadía que me llevaran a ver una cremación, y en el momento de
tro de los tres personajes. Yo creo que Tebas land habla de eso: de lo sanador del encender la hoguera, pude presenciar cómo todos quienes estaban allí presentes
encuentro de tres mundos tan ajenos el uno del otro, y que de pronto se encuen- se pusieron a llorar al igual que aquí lloramos cuando enterramos o incineramos
tran. El episodio de San Martín, que cuando ve a alguien con frío le da la mitad de un ser querido. Otra tarde, uno de mis estudiantes durante el curso miraba el cielo
su capa, es para mí representativo de esta obra. Es un episodio que narra la empa- por la ventana del aula con ojos risueños, cuando en la pausa lo convoqué y le pre-
tía: soy empático con lo vivido del que tengo enfrente. Y esto es también lo que lo gunté qué le pasaba, me contestó que estaba enamorado. En donde sí constaté una
aproxima al vínculo analítico: el analista es empático con el analizado. No se trata diferencia muy grande fue cuando, al abordar la autoficción, tuvimos que trabajar
de ser simpático con él –lo que podría desvirtuar y pervertir el vínculo–, sino que
248 | Calibán - RLP, 20(1), 237-251 - 2022 El análisis es una posibilidad de tramarse para no traumarse, Sergio Blanco | 249
con la noción del yo. En India es muy difícil hablar del yo, no solo por el asunto
de la densidad demográfica que los obliga a desparecer en medio de multitudes,
sino por el tema de lo religioso, en donde toda la experiencia vital consiste en un
camino de desintegración del yo para fundirse con un todo mayor y superior. A
la mayoría de los estudiantes les costó mucho utilizar la primera persona porque
el sujeto debe diluirse permanentemente en un plural colectivo. Esto me permitió
enriquecer mucho todo mi trabajo de investigación académica acerca de lo que
es la escritura de sí mismo, y por eso pienso regresar el año que viene para poder
ahondar en todo este tema junto al equipo de investigadores que estoy dirigiendo.
250 | Calibán - RLP, 20(1), 237-251 - 2022 El análisis es una posibilidad de tramarse para no traumarse, Sergio Blanco | 251
Clásica & Moderna
252 | | 253
Calibán - Jeremías Ferraz* Hélio Pellegrino nació en Belo Horizonte, Minas Gerais, en la mañana del día 5
RLP, 20(1),
254-261 de enero de 1924. Era el segundo y último hijo del médico Braz Pellegrino y de As-
2022
sunta Magaldi, brasileño e italiana, respectivamente, casados desde 1921, el mismo
Hélio Pellegrino año en el que emigraron de Italia a Brasil.
Sobre los padres y su infancia, Hélio escribió:
254 | Calibán - RLP, 20(1), 254-261 - 2022 Hélio Pellegrino, Jeremías Ferraz | 255
centro del mundo. Lo veo, pequeño, encorvado hacia delante, intentando esconder Según Hélio, para que se confirmara el pacto social traído de la infancia, la
con las manos la humedad ultrajante. Su pudor, sin embargo, no tenía nada que ver cultura debía proveer de los subsidios mínimos. Sin embargo, en una sociedad
con la ciencia neurológica. Esta vio en aquello una marca de triunfo y el síntoma excluyente, como era Brasil durante la dictadura, sin garantías de derechos básicos
fue saludado con gritos de alegría, como un gol decisivo en la partida que se estaba para los ciudadanos, no existía la base necesaria para la nueva renuncia, con lo cual
jugando allí contra la sífilis nerviosa. se rompía el pacto social anterior (hecho en la infancia).
El viejo quedó olvidado en el lugar, como un atropellado en la noche. La clase pro- El padre es el primer y fundamental representante de la ley de la cultura. Si
siguió, brillantemente ilustrada. Los reflejos y la sensibilidad cutánea del paciente tiene lugar una ruptura, se destruirá el significante paterno en el mundo interno, y
fueron investigados con maestría. Agujas y martillos golpeaban su carne, esa carne en consecuencia, también el Nombre del Padre, el lugar de la ley.
revestida de infinita dignidad que un día resurgirá en la Hora del Juicio. Mi colega La ruptura con el pacto social en virtud de una sociopatía grave, como era el
Elói de Lima percibió junto conmigo el acontecimiento espantoso. “El marinero está caso brasileño, puede implicar la ruptura a nivel inconsciente del pacto edípico.
llorando”, me dijo. Fuimos tres los que lloramos. Tal desastre psíquico implica la fractura de la barrera que impide, en nombre de la
Entre lágrimas y orina nació mi deseo de dedicarme a la psiquiatría. (H. Pellegrino, ley, la emergencia de impulsos delictivos preedípicos, predadores, parricidas, homici-
2004, p. 25) das e incestuosos.
Esta formulación de Pellegrino, que fuera ampliamente difundida a causa de
su consistencia teórica, remite al padre como primer representante de la ley en la
Cuenta la leyenda que al día siguiente de su elección por psiquiatría, apareció
cultura. La misma, además, permitió frecuentemente reflexionar acerca de las cau-
en las afueras de Belo Horizonte: “Solo un loco se atendería con el Dr. Hélio Pelle-
sas de la infracción en la adolescencia, puesto que muchos adolescentes no fueron
grino”. Claro que eso fue atribuido al grupo de amigos mineros que lo acompañaba.
criados por sus padres.
En 1947 inicia su práctica psiquiátrica en el manicomio Raúl Soares, en Belo
La reflexión de Hélio Pellegrino, hecha en relación con la dictadura brasileña
Horizonte.
de 1964, se actualiza absolutamente en el Brasil de 2021, que vive un gobierno que
Participante activo de la vida y la historia política del país, es uno de los funda-
tiene nostalgia de la dictadura e impulsos golpistas, instaurando permanentemente
dores de la Unión Democrática Nacional (UDN) del Partido de los Trabajadores
la amenaza de una ruptura institucional del orden democrático.
(PT), así como también editor del combativo diario clandestino Libertad.
Según él, la sociedad solo puede ser preservada y respetada por el individuo en
En 1948 se casa con Maria Urbana Pentaga Guimarães, compañera de sus si-
la medida en que ella lo respete y lo preserve a su vez. Si el individuo fue despre-
guientes cuarenta años y con la que tendrá a sus seis hijos: Maria Clara, Pedro,
ciado y agredido por la sociedad, también tenderá a despreciarla y agredirla hasta
Hélio, Clarice, Tereza y João.
provocar un punto de ruptura.
En 1952 la familia se muda a Río de Janeiro, y Hélio inicia su incursión en el
Nada más actual que las ideas de Hélio Pellegrino. Este artículo es absoluta-
psicoanálisis, comenzando un análisis didáctico con Iracy Doyle. Por ese tiempo
mente claro para demostrar su compromiso en la articulación del psicoanálisis con
Hélio atiende en su consultorio particular y trabaja como redactor del diario O
la cuestión político-social.
Globo.
En 1956 muere Iracy Doyle, y Hélio retoma el proceso de análisis didáctico con
Su obra poética jamás sería publicada en vida. El libro Minérios domados recién
Catarina Kemper, en 1958, y termina con ella su formación psicoanalítica en 1963.
fue publicado en 1993. Los poemas de este libro habían sido guardados en un gran
De estos seis años de análisis didáctico con ella, Hélio recordaría, emocionado:
baúl que estaba en su casa. Tuve la oportunidad de verlos en cierta ocasión. Eran
textos, con o sin fecha, dactilografiados en su Remington semiportátil, manuscri-
tos en servilletas de papel, probablemente de restaurantes o de bares que frecuen- Doña Catarina, por su conducta terapéutica, amplió mi convicción
taba, papeles de pan, en fin, una infinidad de soportes materiales para esas raras de que el análisis, más que un proceso técnico interpretativo, es la
joyas que después fueron publicadas por iniciativa de Humberto Werneck. construcción de un encuentro humano para el cual el conocimiento
Hélio fue en realidad médico, psicoanalista, escritor y poeta. No tenía dificultad científico es necesario, pero no suficiente. No basta interpretar al pa-
para escribir y publicar en revistas y diarios sus crónicas de opinión, las cuales fue- ciente: es preciso salvarlo, convertirlo en realidad, darle la profunda
ran editadas en forma póstuma en el libro A burrice do demonio, en 1989. aceptación que necesita para asumir la responsabilidad existencial
En lo que respecta al psicoanálisis, su monografía “Pacto edípico e pacto so- de ser sí-mismo. (Pellegrino, citado en Pires, 1998, p. 35)
cial” (Pellegrino, 1983/1987) es un ejemplo de su reflexión como psicoanalista en
el campo social.
Su camaradería con Doña Catarina fue más allá del análisis personal. Hélio era
Este trabajo fue publicado en 1983, en primer lugar en el diario Folha de São
consciente de que el psicoanálisis debía ampliar sus límites más allá de los consul-
Paulo y empezaba con una revisión del recorrido de Edipo en la obra Edipo Rey, de
torios particulares. Decía que un trabajador solo iría a su consultorio si tuviera que
Sófocles. Allí relataba los procesos psíquicos que posibilitan la vida social, a partir
arreglar algo.
de la interdicción que se da en el pasaje por el complejo de Edipo.
256 | Calibán - RLP, 20(1), 254-261 - 2022 Hélio Pellegrino, Jeremías Ferraz | 257
Convencido de esta idea de ampliar el alcance del psicoanálisis a un público En 1969, la represión del régimen dictatorial instaurado en Brasil decidió in-
mayor y menos favorecido económicamente, organizó con Doña Catarina la Clíni- tensificar el cerco en torno a Hélio, lo que lo llevó a cambiar de casa, pasando a
ca Social de Psicoanálisis, que se disponía a atender a precios bajos a las personas hospedarse en casa de amigos.
de menores ingresos que necesitaban tratamiento psicoanalítico. Su teléfono particular estaba intervenido, lo cual se volvía muy difícil para sus
Junto con la Clínica Social de Psicoanálisis, organizaron en la facultad Candido pacientes, que tenían que recurrir a códigos y estratagemas para marcar las con-
Mendes un evento denominado Encuentros Psicodinámicos, dirigido por Hélio y sultas.
Doña Catarina. En cierta ocasión, su casa fue invadida por policías que se retiraron al no en-
En estos encuentros se atendían parejas que exponían sus problemas frente a una contrarlo, después de horas de búsqueda. En ese momento, Maria Urbana decidió
platea cada vez más numerosa de legos y psicoanalistas, y contaban con intervenciones irse con sus hijos y mudarse a Belo Horizonte, manteniendo solamente contacto
puntuales de Hélio o de Catarina. telefónico con Hélio.
En el auge de su éxito, los encuentros llegaron a reunir cerca de 120 personas, A finales del año 1969, Hélio estuvo preso dos meses. En esta ocasión le pi-
en casi dos horas de sesión. Se extendieron hasta 1973, aproximadamente cuando dió a la Sociedade Psicanalítica do Rio de Janeiro (SPRJ), a la cual estaba afiliado,
los esfuerzos fueron destinados a la Clínica Social de Psicoanálisis. un documento que dijera que su encarcelamiento podía generar ansiedad en sus
Esta clínica, reproducida hoy en todas las sociedades psicoanalíticas brasileñas, pacientes. La SPRJ respondió cínicamente que, dado que su posicionamiento era
cobraba precios al alcance de los consultantes y contaba con un “banco de horas” apolítico, no le podía extender ese documento.
creado por Hélio, a través del cual cada analista donaba a la clínica dos horas se- Hélio quedó muy abatido por la prisión; no admitía que una persona fuera
manales de su tiempo. privada de su libertad a causa de ideas y posiciones políticas. El alejamiento de
En los años setenta, la editorial Global quiso incluirlo en una colección titu- su rutina de trabajo como psicoanalista y de la actividad intelectual le resultaba
lada Los mejores poemas de… Hélio rechazó esta iniciativa con un argumento, no dramático.
solamente gracioso, sino irrefutable: “Si aceptara, los poemas no incluidos en la En cierto modo, mantuvo allí su actividad poética, puesto que escribió Soneto
antología serían ‘los peores poemas de Hélio Pellegrino’” (Pellegrino, 1993, p. 22). (Pires, 1998, p. 72) en la cárcel. Al salir de prisión, gracias a la injerencia de Nelson
Sin embargo, en una entrevista de 1979, admitió: “Quedé dividido entre mi Rodrigues y de Maria Urbana, se dirigió a una cafetería próxima al regimiento
identidad de escritor, que nunca llegué a realizar, y la de psicoanalista, que asumo” donde estaba preso, llamó a su secretaria, le pidió que fuera a su casa a buscar una
(p. 12). Esa tal vez sea la justificación que más se acerca a su bibliofobia, según Otto muda de ropa para él y le pidió, incluso, que llamara a sus pacientes, diciéndoles
Lara Rezende (Pires, 1998, p. 88). que iba a volver a atender.
De hecho, tal como me reveló en una charla, creía que en los textos publicados Se dirigió, entonces, directamente a su consultorio, donde se bañó, se cambió
en los diarios, expresaba su opinión en forma racional, mientras que en los poemas de ropa y volvió a su actividad psicoanalítica. Me dijo que en aquel momento ne-
iba más profundamente a su intimidad, lo que le podría causar problemas en la cesitaba un retorno a la normalidad de la rutina diaria para combatir la abrupta
clínica psicoanalítica. ruptura en su vida causada por la prisión y restablecer su dignidad.
Participó con varios intelectuales de la famosa “Marcha de los cien mil” y habló En 1970, Hélio sufrió un infarto al miocardio, lo que debilitó su salud.
junto con Vladimir Palmeira, carismático líder estudiantil de la época. En 1980, la Clínica Social de Psicoanálisis patrocinó una mesa redonda en la
Dado su compromiso político, después de varias gestiones, Hélio integró una Pontificia Universidad Católica de Río (PUC-Río) sobre el tema El psicoanálisis
comisión para ir a Brasilia a sostener una audiencia con el dictador de la época, el y su inserción en el modelo capitalista. Participaron de esa mesa redonda Hélio,
general Costa e Silva, en el intento de lograr la liberación de los presos políticos. Eduardo Mascarenhas y Wilson Chebabi. Hélio comentó en esa mesa que la postu-
Luego de un primer impasse, puesto que los estudiantes no llevaban saco y cor- ra apolítica de la SPRJ fue un dispositivo ideológico de mala fe que se utilizó para
bata, el general los recibió. En un intento de descalificar la comisión, el presidente negar el documento que solicitó en ocasión de su encarcelamiento.
les preguntó cómo era que se había conformado la misma, a lo que Hélio respondió: En otra reunión de la PUC-Río, el profesor de Educación Física Rómulo Noro-
“Por elección libre y directa, señor presidente”, y enseguida agregó, preguntándole nha de Alburquerque pidió la palabra y relató las torturas que padeció. Contó que
a su vez: “¿El señor va o no va a soltar a nuestros compañeros?” (Pires, 1998, p. 63). la psicoanalista Helena Besserman Vianna ya había denunciado, anónimamente,
Costa e Silva, irritado, cerró la reunión y abandonó la sala. en la revista argentina Questionamos, a Amilcar Lobo, candidato en formación psi-
En 1968, la actuación de Hélio, para la gran mayoría de sus amigos, sonaba coanalítica en la SPRJ y miembro del equipo de tortura que atendía a los presos
temeraria, principalmente para un amigo especial, comensal de los almuerzos de torturados como “Dr. Carnero”.
todos los sábados en su casa. Dos semanas después de estas denuncias, el Jornal do Brasil publicó un artículo
Se trataba de Nelson Rodrigues, célebre dramaturgo y periodista brasileño, que titulado Los barones del psicoanálisis (Mello, 1980), que versaba sobre el contenido
a pesar de las innumerables diferencias que sostenía con Hélio, era una presencia de las reuniones en la PUC-Río.
continua y frecuente en torno a la mesa del sábado de la familia Pellegrino.
258 | Calibán - RLP, 20(1), 254-261 - 2022 Hélio Pellegrino, Jeremías Ferraz | 259
Inmediatamente, Hélio Pellegrino y Eduardo Mascarenhas fueron expulsados
de la Sociedad, y Wilson Chebabi recibió una advertencia. Tal crisis se extendió por
dos largos años, con muchas discusiones entre las partes, además de la formación
del Forum de Debates, y culminó con la victoria en la Justicia de Hélio y Eduardo,
defendidos por el jurista Sergio Bermudes, con la tesis de que no se estaba aten-
diendo el derecho a la defensa de los acusados. Hélio y Eduardo fueron reintegra-
dos a los cuadros de la institución.
En 1981, formó con Carlos Alberto Barreto el núcleo antiburocrático del PT,
partido que ayudó a fundar, en 1980, el llamado núcleo Mario Pedrosa.
En 1986, conoció y se casó con la escritora Lya Luft, con quien vivió hasta su
muerte, en la madrugada del 23 de marzo de 1988, víctima de un infarto fulminan-
te en el hospital en el que estaba internado.
La grandeza de este hombre y su historia trascienden el espacio de estas notas,
pero espero haber contribuido al recuerdo de su legado para el psicoanálisis brasi-
leño y para todos los colegas sudamericanos.
Referencias
Mello, R. (1980). Os barões da psicanálise. Jornal do Brasil (anexo B), 168, 4.
Pellegrino, A. (org.) (2004). Lucidez embriagada. Planeta.
Pellegrino, H. (1987). Pacto edípico e pacto social. En L. A. Py (org.), Grupo sobre grupo (pp. 195-205). Rocco. (Trabajo
original publicado en 1983).
Pellegrino, H. (1989). A burrice do demônio. Rocco.
Pellegrino, H. (1993). Minérios domados: Poesia reunida. Rocco.
Pellegrino, H. (2004). Autobiografia. En A. Pellegrino (org.), Lucidez embriagada. Planeta.
Pires, P. R. (1998). Hélio Pellegrino. Relume Dumará.
Sabino, F. (1956). O encontro marcado. Civilização Brasileira.
Sabino, F. (2002). Cartas na mesa: Aos três parceiros, meus amigos para sempre. Record. (Trabajo original publicado en
2000).
260 | Calibán - RLP, 20(1), 254-261 - 2022 Hélio Pellegrino, Jeremías Ferraz | 261
Ciudades Invisibles
262 | | 263
Calibán -
RLP, 20(1),
Yolanda de Varela* fracasó y las obras cesaron en 1889. Todavía en
264-267 la catedral de la ciudad de Panamá encontra-
Panamá: Enlace, senderos,
2022
mos dolorosas lápidas donde reposan los restos
de familias francesas que sucumbieron a las vi-
264 | Calibán - RLP, 20(1), 264-269 - 2022 Panamá: Enlace, senderos, intercambio, Yolanda de Varela | 265
La Patria son los viejos senderos retorcidos menterios y en las iglesias donde fue bautiza- La paleta de colores también describe el cri- “casas brujas”, viviendas hechas con materiales
que el pie desde la infancia sin tregua recorrió do, hizo la primera comunión, fue confirmado sol de las razas instaladas en Panamá, partiendo de desecho de las construcciones. La pandemia
en donde son los árboles, antiguos conocidos y celebró su boda. de los pueblos originarios, que hoy representan y la consiguiente cuarentena pusieron aun más
que al paso nos conversan de un tiempo que pasó. Siguiendo un impulso transgeneracional, más del diez por ciento de la población pana- en evidencia dicha pobreza, la falta de recursos
Ricardo Miró el panameño busca ricas especies extranjeras, meña, y siguiendo con la inmigración española, y los abusos, tanto institucionales como fami-
al igual que hicieron nuestros conquistadores, europea, caribeña y de muchas otras partes del liares. Aumentó la cifra de violencia doméstica,
para enriquecer la economía, lo profesional y mundo. Construcción y desarrollo parecieran así como de los que huían de su realidad fami-
Panamá, tierra de senderos. En España,
la salud. En este modelo, la semilla del interés ser las metas de esta nación. Sin embargo, de- liar o personal mediante conductas maníacas,
añorando la patria de sus ancestros, escribe el
por el psicoanálisis se siembra en nuestro ist- trás de esta belleza, también se esconden dolo- como uso de drogas, sexo, infidelidades, com-
poeta panameño Ricardo Miró: “Quizás fuis-
mo gracias a psicólogos que estudiaron en el rosas y vergonzosas realidades. Dentro de una pras, viajes, etc., quedando a merced de la rea-
te tan chica para que yo pudiera llevarte toda
extranjero e importaron la palabra de Freud, tierra de oportunidades, hay una escisión in- lidad angustiosa de sus vidas privadas.
entera dentro del corazón”. Desde nuestra his-
por un lado y, por el otro, la experiencia di- mensa en la distribución de la riqueza. Aunque A diferencia de los demás países de la re-
toria geográfica, política y psicoanalítica, pa-
recta con miembros destacados de la escuela esta ha disminuido, los pobres se instalan en las gión, los panameños tenemos una entrada
reciera que nuestra república aparece cuando
británica, como Hanna Segal, John Steiner, afueras de la ciudad, lejos de la mirada de los millonaria a través de las cuotas pagadas por
ya todo está hecho. Precisamente por ser pe-
Ronald Britton y Christopher Bollas, entre citadinos y turistas, construyendo las llamadas los barcos que atraviesan el Canal. Queda una
queña y angosta, desde el tiempo de los con-
otros muchos. huella social y política detrás de una idea de
quistadores españoles se utilizó el Camino de
hacer dinero fácil, de tener poder al adquirirlo
Cruces, sendero que atravesaba el istmo desde
y de no darles la importancia que merecen al
el Pacífico hasta el Atlántico. Este fue seguido
trabajo y el estudio.
por el ferrocarril y finalmente por la construc-
ción del Canal. De esta forma, Panamá quedó
Quién es lo suficientemente invisible para verte.
abierta como sendero de tránsito, ahora de
Paul Celan
norte a sur y de este a oeste.
A una hora de distancia se puede atravesar
La Panamá que no se ve ha hecho aun más
el istmo desde el Pacífico hasta el Atlántico. La
importante nuestro trabajo psicoanalítico.
ciudad de Panamá está construida bordeando
Luchamos contra una cultura de dependen-
el océano Pacífico. Este mar que atraviesa y re-
cia de las inversiones extranjeras que dificulta
presenta lo indescriptible, lo impredecible, la
la autorreflexión y el desarrollo cultural. La
ternura y la violencia.
pandemia y la cuarentena que la acompañó
deshicieron muchas defensas omnipoten-
En vez de esas soberbias torres con áurea flecha, tes y maníacas, y provocaron una sensación
en donde un sol cansado se viene a desmayar, de indefensión ante el enemigo invisible del
dejadme el viejo tronco, donde escribí una fecha Covid-19. APAP, a través de su Servicio de
donde he robado un beso, donde aprendí a soñar. Atención Psicoanalítica (SAP), asistió las
Ricardo Miró necesidades de personas de bajos recursos
económicos, quienes requerían de una inter-
vención rápida. De igual forma, se realizó un
Es un país rodeado de una paleta de mati-
entrenamiento, a diversas asociaciones en-
ces azules y verdes, y con una de las mayores
cargadas del cuidado de niños abandonados,
biodiversidades del planeta. Aún en las selvas
sobre prevención de abuso sexual, como res-
del Darién se puede apreciar la majestuosa
puesta a una situación específica en los alber-
imagen de la selva tropical que recibió a los
gues de menores.
conquistadores. El mar y lo verde sirven de
marco a una continuidad “del ser”, a lo Win-
nicott. El panameño, un pueblo de fe diversa,
aunque mayoritariamente cristiano, se queda
en su tierra, encuentra su historia en los ce-
266 | Calibán - RLP, 20(1), 264-269 - 2022 Panamá: Enlace, senderos, intercambio, Yolanda de Varela | 267
na a las playas, las reuniones familiares y de
¡Oh mis vetustas torres, queridas y lejanas: amigos, los jóvenes poco a poco retornan a la
yo siento la nostalgia de vuestro repicar! escuela. El recién remodelado Teatro Nacio-
He visto muchas torres, oí muchas campanas, nal vuelve a abrir sus puertas para hacernos
pero ninguna supo, ¡torres mías lejanas! disfrutar con sus diversas artes.
cantar como vosotras, cantar y sollozar. Nuestra sociedad psicoanalítica también
Ricardo Miró se yergue, desafiante, ante la adversidad. Con
solo once psicoanalistas y doce analistas en for-
mación, pudimos ofrecer alivio psicológico y
Nuestra historia de destrucciones y recons-
también mantener un espacio abierto para que
trucciones se remonta hasta el tiempo del saqueo
la población disfrutara de la cultura. Nuestras
a Panamá la Vieja. La nueva urbe soportó dos
actividades mensuales de Cine y Psicoanáli-
importantes terremotos que casi la destruyeron.
sis, y bimensuales de Psicoanálisis y Literatura
La ciudad, sin embargo, volvió a reconstruirse,
aumentaron significativamente en número de
y hoy día nuestra vista puede deleitarse con lo
seguidores. En lo interno, mensualmente te-
que queda de ella en el Casco Viejo, favorecida
nemos los Miércoles Científicos. Con una alta
por los citadinos, quienes buscan deleitarse con
motivación al trabajo psicoanalítico, nuestros
la comida de fusión que abunda en el área, favo-
miembros también se han ofrecido a formar
recida por los turistas que recorren sus calles de
parte de los diversos comités de API y Fepal. Los
adoquines disfrutando la arquitectura colonial,
analistas en formación nos acompañan en este
la francesa y la caribeña. La Catedral Metropo-
recorrido, extendiendo ellos también importan-
litana aún se yergue altiva, desafiando el tiempo,
tes enlaces con sus colegas de la Organización
frente a la Plaza de la Catedral.
Internacional de Estudios Psicoanalíticos (IPSO,
por sus siglas en inglés) y de la Organización de
Revuelvo la mirada, y a veces siento espanto
Psicoanalistas en Formación de América Latina
cuando no veo el camino que
(Ocal).
a ti me ha de tornar...
Quizás esta sociedad psicoanalítica de
Ricardo Miró
Panamá pueda convertirse en un puente de
enlace analítico entre el norte y el sur. Siendo
El peligro de contagio nos obligó a cerrar la primera sociedad psicoanalítica de Centro-
fronteras. La bendición de ser un lugar de paso, américa y del Caribe, y estando sus miembros
un centro de intercambio, se convirtió en mal- afiliados a API, Fepal y varios a la Asociación
dición y amenaza. Llegó un momento en el que Psicoanalítica Estadounidense (APSaA, por
Panamá se encontraba entre los primeros diez sus siglas en inglés), podríamos favorecer un
lugares en las listas de mayor número de con- diálogo entre instituciones.
tagios per cápita. Los psicoanalistas nos vimos ¿Podremos superar las diferencias? ¿Sere-
en la necesidad de guardar las brasas ardientes mos capaces de aceptar al “otro” sin tanto re-
de nuestros temores personales para apoyar al celo? ¿Ayudará el Covid-19 a aceptar nuestra
personal médico, que se desorganizaba emo- vulnerabilidad humana y nuestra mortalidad?
cionalmente ante la experiencia de tantas pér- ¿Podremos los panameños recuperarnos y vol-
didas y de la terrible realidad de su incapacidad ver a construirnos, como lo hicimos tantas ve-
para ganarle la carrera a la muerte. ces? Estamos apostando a que sí… El tiempo
Poco a poco, los panameños hemos ido nos lo dirá.
retornando a las actividades usuales, aunque
aún con la precaución que nos impone la pan-
demia. Regresan los paseos de fin de sema-
268 | Calibán - RLP, 20(1), 264-269 - 2022 Panamá: Enlace, senderos, intercambio, Yolanda de Varela | 269
De Memoria
270 | | 271
Calibán - Cláudio Laks Eizirik*
RLP, 20(1), sidente y secretaria general electos. Por dos años, acompañamos a Daniel Widlo-
272-277 cher y a Don Campbell en todas sus actividades y reuniones, y fuimos aprendiendo
2022
lo que deberíamos hacer.
Dos nostalgias: Mónica Armesto Esos dos años fueron muy útiles para ampliar nuestro conocimiento mutuo,
reconocer las características de cada uno y establecer cómo trabajaríamos a partir
de 2005. Se creó una forma de comunicación muy sutil; por ejemplo, intercambio
y Marlene Araújo de notas durante cada reunión, miradas que decían algo que no era posible men-
cionar en voz alta, algunos desencuentros, una búsqueda de sintonía, una futura
división de tareas.
El Congreso de 2005, en Río, fue un momento de mucha emoción para noso-
¿Cómo haremos para vivir juntos? A medida que las condiciones objetivas como tros y para los amigos y colegas latinoamericanos. Era la segunda administración
la vacunación mejoran y comenzamos a arriesgar más pasos hacia afuera de nues- latinoamericana y, como siempre, había cierta resistencia basada en un preconcep-
tra casa-refugio en este terrible período pandémico y a volver –poco a poco– a to muy antiguo en relación con nuestra región. No era posible equivocarse, y pre-
nuestros consultorios, continuamos con la enorme y difícil elaboración de los paramos con mucho cuidado nuestra primera reunión del Board. Años después,
traumas y las pérdidas que todos sufrimos, junto con el descubrimiento más am- nos reíamos al recordar cómo entramos con una fuerza total y prácticamente
plio (que algunos ya conocían) de que es posible hacer análisis online, así como conseguimos aprobar todos nuestros planes e indicaciones. Nuestra primera reu-
supervisión, seminarios, vida institucional y un enorme intercambio internacio- nión ya en el cargo fue con el presidente de una de las sociedades alemanas, Franz
nal. Pero, en esta nueva etapa, tendremos que aprender a convivir con la falta de Wellendorf, a quien Mónica conocía, y el hecho de que ella hablara alemán hizo
muchos colegas y amigos. más fácil este comienzo (y muchas situaciones posteriores).
¿Cómo haremos para vivir juntos sin la presencia de Mónica Siedmann de Fueron cuatro años de trabajo y relación constantes, encuentros en innumerables
Armesto y de Marlene Silveira Araújo? ciudades, articulaciones para enfrentar cada situación nueva, cigarrillos fumados en los
Imagino que muchos de los lectores de Calibán han conocido a estas dos co- intervalos, cenas en noches sin compromisos, encuentros en su casa, largas llamadas
legas y amigas, pero que muchos otros no tenían noción de sus vidas y de su pre- telefónicas, preocupaciones compartidas, muchas iniciativas logradas, victorias inol-
sencia, tan relevante en nuestro mundo psicoanalítico. Para intentar bosquejar un vidables, como la aprobación de los tres modelos de formación, el Comité de Práctica
retrato de ambas, además de algunos datos de sus trayectorias, recurriré también Analítica y Actividades Científicas de la Asociación Psicoanalítica Internacional (CAP-
a nuestra relación a lo largo de las décadas. SA), el Instituto Latinoamericano de Psicoanálisis (ILaP), el inicio de la formación ana-
lítica en China, y algunas frustraciones inevitables.
Conocí más de cerca a Mónica Armesto en julio de 2001, cuando ella, Álvaro Siempre me acuerdo de Mónica sentada a mi lado en todas las reuniones, del in-
Rey de Castro y yo nos convertimos en vicepresidentes de la Asociación Psicoa- tercambio de notas y del cuarteto efectivo y afectivo con Nadine Levinson y Piers Pen-
nalítica Internacional (IPA, por sus siglas en inglés). En los dos años siguientes, dred. Mónica fue una compañera, una amiga, una hermana: atenta, solidaria, generosa
estrechamos nuestra relación, formando un trío bastante afinado y unido en e incansable.
nuestras posiciones y en las relaciones con los demás vicepresidentes y con los Un día, luego del comienzo, ella empezó a llamarme “jefe”, y yo desde ese día la lla-
entonces presidente y secretario general, Otto Kernberg y Bob Tyson. Recuerdo mé “socia”. Había en ese apelativo, pienso ahora, un cierto reconocimiento de jerarquía,
muy bien nuestros encuentros antes de cada reunión del Board y cómo discutía- pero al mismo tiempo su buen humor inyectaba ironía en cosas que parecían serias.
mos y preparábamos las posiciones que presentaríamos y defenderíamos, cada Por mi parte, así era como la sentía: una socia, una hermana, una compañera.
uno con sus características. Había una afinidad natural y, desde aquella época, En los últimos años, manteníamos contacto por teléfono o en los congresos, y en
me impresionaban el buen criterio, la inteligencia, la integridad y la capacidad cada encuentro, lejano o cercano, la conversación siempre empezaba así: “¿Hola, jefe”;
de organización de Mónica, junto con su afectividad y su buen humor. “¿Qué tal, socia?”. Y no terminaba nunca.
Cuando, a fines de 2002, varios colegas me convencieron de candidatearme Mónica nació en Buenos Aires, en 1942. A lo largo de los años, siempre me im-
para la presidencia de la IPA, la idea de invitar a Mónica como secretaria general presionaron sus recuerdos de los padres y de la infancia, su amor por Luis, su marido,
surgió naturalmente. Tras una larga conversación, franca, afectuosa, detallada y por sus hijos Alejandro y Lorena, sus nietas Violeta y Renata, su análisis con Betty
alegre, estábamos ya en una lista para la elección de la IPA. Garma, el psicoanálisis de niños y adolescentes, la Asociación Psicoanalítica Argentina
Nuestra campaña fue intensa, la movilización de colegas y amigos muy grande, (APA), en la que tuvo intensa participación como directora del Instituto y directora de
los planes detallados y de gran alcance, y en julio de 2003 fuimos nombrados pre- Niños y Adolescentes, sus muchos amigos y amigas, la música clásica y los conciertos
en el Teatro Colón, su hermosa y hospitalaria casa en Avenida de los Incas, y los viajes.
Ahora me viene a la memoria un correo electrónico de 2013, cuando yo estaba por ir
* Sociedade Psicanalítica de Porto Alegre.
272 | Calibán - RLP, 20(1), 272-277 - 2022 Dos nostalgias: Mónica Armesto y Marlene Araújo, Cláudio Laks Eizirik | 273
al Congreso de Praga, pasando por Dresden, y ella insistía en que no dejara de ver en la Después de hacer su residencia médica en Psiquiatría en la Clínica Pinel,
Galería de Pinturas de los Maestros Antiguos el maravilloso cuadro Madonna Sixtina, Marlene se casó con Jairo Melo Araújo, asistente social y profesor de la Pontifícia
de Rafael, mencionado por Freud en El caso Dora (Freud, 1905 [1901]/2016). Uno más Universidade Católica do Rio Grande do Sul (PUC-RS), con quien tuvo dos hijos,
de sus sabios consejos. Gustavo y Tiago, y más recientemente, los nietos Lorenzo y Martín. Así como con
Mónica era una excelente analista, con una sólida cultura teórica y una amplia los hijos, se dedicaba, encantada, a los nietos. Como hija mayor, Marlene era una
experiencia clínica. A partir de 1980, publicó regularmente de forma individual hermana y tía amorosa, y la vida familiar y las amistades eran motivo de su cuidado
o con grupos de colegas, especialmente en la revista de la APA, pero también en y de su afectuosa dedicación.
otras revistas y libros, sus reflexiones teóricas y sobre la clínica psicoanalítica, entre Marlene hizo su formación analítica en la Sociedade Psicanalítica de Porto Alegre
las cuales se destacan: “Mesa redonda: El psicoanálisis como método terapéuti- (SPPA), donde se hizo analista didacta y contribuyó de forma decisiva en la forma-
co (Abadi et al., 1980), “Mesa redonda: El proceso terapéutico en el psicoanáli- ción de innumerables nuevos analistas, que fueron sus pacientes, supervisandos o
sis de niños” (Garma et al., 1981); “El ajedrez y el complejo de Edipo en el psi- alumnos. Fue la primera mujer en presidir la SPPA y en ser directora del Instituto de
coanálisis de niños” (Siedmann de Armesto, 1981), “Aportaciones al proceso de Psicoanálisis. Con otros colegas, creó el Curso de Formación de Psicoanálisis de la
separación-individuación en la adolescencia femenina” (Siedmann de Armesto y Infancia y la Adolescencia, al que se dedicó con mucho entusiasmo. Esta formación
Luraguiz, 1990), “Génesis del fetichismo: Una conferencia de Freud que se había era uno de sus grandes orgullos, y como con toda nueva iniciativa, Marlene tuvo
extraviado (Freud, 1909/1990); “El psicoanalista enfrenta el horror” (Alizade et que ser firme con sus colegas para obtener el pleno reconocimiento de su relevancia
al., 1993), “Tras la puerta cerrada: Vicisitudes del análisis del duelo en la tempra- psicoanalítica, lo que sucedió como resultado de su trabajo calificado junto con las
na infancia” (Siedmann de Armesto y Luraguiz, 1993), “El origen de la realidad demás compañeras comprometidas en el mismo objetivo.
psíquica en el niño” (Siedmann de Armesto, 1995), “Mesa redonda: Re-análisis, A la par de sus innumerables actividades, Marlene publicó trabajos relevantes,
autoanálisis, análisis del analista” (Siedmann de Armesto et al., 2003), “Breve co- individualmente o con otros colegas, cuyos títulos ilustran sus principales intere-
mentario sobre ‘La bella y la bestia’ o la metamorfosis del adolescente” (Siedmann ses dentro del psicoanálisis, entre los cuales se destacan: “Sociedade Psicanalítica de
de Armesto, 2003), “Psicoanálisis en América Latina” [“Psychoanalysis in Latin Porto Alegre” (Araújo, 1988), “O que é desenvolvimento em psicanálise” (Araújo,
America”] (Eizirik y Siedmann de Armesto, 2005), “El campo transferencial múlti- 1995), “Sexualidade e prática psicanalítica: Identidade de gênero e sua influência no
ple en el psicoanálisis de niños” (Siedmann de Armesto et al., 2017). Estos trabajos processo psicanalítico” (Araújo, 1996), “Compreensão e manejo da transferência em
publicados y sus innumerables participaciones en congresos ilustran sus principa- supervisão de análise de adultos” (Araújo y Eizirik, 1997), “A família na virada do
les intereses y las áreas a las que más se dedicó. milênio: Modernidade e paternidade” (Araújo, 1998), “Comentário sobre o material
clínico de Margaret Rustin: Questões de identidade na psicoterapia de um adolescen-
te adotivo de origem racial mista” (Araújo, 2001), “Transgeracionalidade e ressignifi-
Mi primer encuentro institucional con Marlene Silveira Araújo fue en una remota
cações; A propósito do filme A colcha de retalhos” (Araújo y Wolff, 2003), “Memória
noche del siglo pasado, cuando presenté mi trabajo para convertirme en miembro
e morte severinas: Duas abordagens de João Cabral de Melo Neto” (H. V. Araújo y M.
asociado de la Sociedade Psicanalítica de Porto Alegre (SPPA), y Marlene hizo el
S. Araújo, 2013), “Sobre o destino das pulsões sexuais nos jovens atuais: Vicissitudes
comentario oficial para introducir la discusión. A pesar de la inevitable ansiedad
da latência à adolescência” (Araújo et al., 2014), “Gênero e psicoterapia” (Araújo y
de aquel momento de pasaje, recuerdo con nitidez su forma de discutir el traba-
Silveira Campos, 2015), y junto con Alcira Mariam Alizade y Mauro Gus, editó en
jo, en el cual vio cualidades, pero al mismo tiempo señaló otras posibilidades de
Buenos Aires el libro Masculino-femenino: Cuestiones psicoanalíticas contemporáneas
entender el material y formular interpretaciones. La sensación era la de oír a una
(Alizade et al., 2004).
especie de hermana mayor (acogedora, pero justa) indicando posibilidades y ma-
Desde su adolescencia, Marlene desarrolló una clara sensibilidad para las cues-
neras de pensar. Una persona cuya presencia hacía bien, en ese y en los innumera-
tiones sociales de nuestro país, el que nunca abandonó. Su trabajo clínico como
bles encuentros de las décadas siguientes.
analista, supervisora y profesora no le impidió participar en otros niveles y llevar
Nacida el 3 de junio de 1940 en Alagoas, Marlene vivió su infancia y su juven-
su experiencia y su mirada psicoanalítica al Servicio de Psiquiatría de la Infancia
tud en Recife, y se formó en Medicina en la Universidad Federal de Pernambuco
y la Adolescencia del Hospital de Clínicas de Porto Alegre, a la Associação de Psi-
(UFPE). Incluso viviendo en Porto Alegre desde mediados de los años sesenta,
quiatria do Rio Grande do Sul y a las actividades del Observatório Psicanalítico
Marlene siempre mantuvo un estrecho vínculo con Recife, donde vivía parte de su
da Federação Brasileira de Psicanálise (Febrapsi), a la Federación Psicoanalítica
familia de origen y donde, siempre que era posible, recibía a colegas y amigos en la
de América Latina (Fepal) y a la IPA, a través del Comité de Psicoanálisis de Ni-
hospitalaria y generosa casa de sus padres. Muchos de nosotros conservamos be-
ños y Adolescentes de la IPA (Cocap), del Comité de Mujeres y Psicoanálisis de
llos recuerdos de esos encuentros, regados por la deliciosa cocina pernambucana y
la IPA (Cowap, por sus siglas en inglés) y del Comité de Nuevos Grupos Inter-
al son de la irresistible música nordestina.
nacionales (ING, por sus siglas en inglés) de la IPA ‒estimulando, con Fernanda
Marinho, el desarrollo del Grupo de Estudos Psicanalíticos de Goiânia (GEPG)‒.
274 | Calibán - RLP, 20(1), 272-277 - 2022 Dos nostalgias: Mónica Armesto y Marlene Araújo, Cláudio Laks Eizirik | 275
Marlene siempre fue una persona alegre, generosa, aglutinadora, dotada Referencias
de una profunda identidad psicoanalítica y de una gran capacidad de em- Abadi, M., Baranger, W., Cesio, F. R., García Badaracco, J., Rascovsky, A. y Siedmann de Armesto, M. (1980). Mesa redon-
da: El psicoanálisis como método terapéutico. Revista de Psicoanálisis, 37(6), 1305-1332.
patía. Como muchos colegas de Brasil y de otros países, tuve el privilegio
Alizade, A. M., Aptekmann, M. P., Gerst, W., Siedmann de Armesto, M., Weissmann, F. y Weissmann, J.-C. (1993). El
de colaborar de cerca y compartir con Marlene las direcciones de la SPPA y psicoanalista enfrenta el horror. Revista de Psicoanálisis, 50(4-5), 767-780.
de la Fepal. En esa relación tan próxima, enfrentando los desafíos y crean- Alizade, A. M., Araújo, M. S. y Gus, M. (ed.) (2004). Masculino-femenino: Cuestiones psicoanalíticas contemporáneas.
Lumen.
do iniciativas codo a codo y con otros colegas, sentí siempre con Marlene Araújo, H. V. y Araújo, M. S. (2013). Memória e morte severinas: Duas abordagens de João Cabral de Melo Neto. Revista
aquella sensación fraternal que ya mencioné, de confianza absoluta y de de Psicanálise-SPPA, 20(2), 369-387.
una solidaridad que iba más allá de cargos y obligaciones.Marlene era una Araújo, M. S. (1988). Sociedade Psicanalítica de Porto Alegre. Revista Brasileira de Psicanálise, 22(4), 673-677.
Araújo, M. S. (1995). O que é desenvolvimento em psicanálise. Revista Brasileira de Psicanálise, 29(3), 571-581.
persona que transmitía solidez, esperanza y una capacidad casi infinita de Araújo, M. S. (1996). Sexualidade e prática psicanalítica: Identidade de gênero e sua influência no processo psicanalítico.
no desistir, y siempre resistir. Después de enfrentar algunas situaciones ins- Revista Brasileira de Psicanálise, 30(4), 1071-1079.
Araújo, M. S. (1998). A família na virada do milênio: Maternidade e paternidade. Revista de Psicanálise, 5(2), 195-200.
titucionales difíciles, encontraba la manera de terminar nuestra conversación
Araújo, M. S. (2001). Comentário sobre o material clínico de Margaret Rustin: Questões de identidade na psicoterapia de
con una frase que acabamos adoptando a lo largo de los años: “Pero, a pesar de um adolescente adotivo de origem racial mista. Revista de Psicanálise-SPPA, 8(1), 127-131.
todo, ¡vamos muy bien!”. Y soltaba su deliciosa carcajada. Conversando con varios Araújo, M. S. y Silveira Campos, C. (2015). Gênero e psicoterapia. En C. L. Eizirik, R. W. Aguiar y S. S. Schestatsky (org.),
Psicoterapia de orientação analítica: Fundamentos teóricos e clínicos. Artmed.
colegas que también sentían el dolor de su partida, supe que ella también usaba esa Araújo, M. S. y Eizirik, C. L. (1997). Compreensão e manejo da transferência em supervisão de análise de adultos. Revista
fórmula, mezcla de esperanza y buen humor, con varias personas. de Psicanálise-SPPA, 4(1), 13-20.
Marlene Silveira Araújo y Mónica Siedmann de Armesto compartían el amor Araújo, M. S. y Wolff, M. (2003). Transgeracionalidade e ressignificações: A propósito do filme A colcha de retalhos. Re-
vista de Psicanálise-SPPA, 10(2), 345-351.
por sus familias, por el psicoanálisis, por sus pacientes, por sus supervisandos, por Araújo, M. S., Brunstein, C., Menegat, M. C. de B., Vasconcellos, M. C. G.; Wenzel, M. P., Vasconcellos, N. A. de. y Gol-
sus alumnos y colegas; una gran dedicación al estudio y al desarrollo del análisis bert, S. I. (2014). Sobre o destino das pulsões sexuais nos jovens atuais: Vicissitudes da latência à adolescência. Revista
Brasileira de Psicanálise, 48(3), 143-151.
de niños y adolescentes, y a la transmisión del psicoanálisis, una lealtad inque-
Eizirik, C. y Siedmann de Armesto, M. (2005). Psychoanalysis in Latin America. En E. Spector Person, A. M, Cooper y G.
brantable con sus instituciones locales, como la APA y la SPPA, con la Febrapsi O. Gabbard (ed.), The American Psychiatric Publishing textbook of psychoanalysis. American Psychiatric Pub.
(en el caso de Marlene), con la Fepal y con la IPA, a las que dedicaron lo mejor Eizirik, C. L. (2021). A presença de Marlene Araújo. Observatório Psicanalítico da Federação Brasileira de Psicanálise, 227.
https://febrapsi.org/publicacoes/observatorio/a-presenca-de-marlene-araujo/
de sus capacidades. Tanto una como otra eran personas de gran coraje y firmeza, Eizirik, C. L. (2021). Homenaje a Mónica Siedmann de Armesto. Revista de Psicoanálisis, 78(1), 111-114.
que enfrentaron situaciones difíciles en sus vidas con valentía y resiliencia. Ambas Freud, S. (1990). Génesis del fetichismo: Una conferencia de Freud que se había extraviado. Revista de Psicoanálisis, 47(5-
tenían la capacidad de posicionarse con claridad y de expresar lo que pensaban 6), 827-837. (Trabajo original publicado en 1909).
Freud, S. (2016). Três ensaios sobre a teoria da sexualidade, análise fragmentária de uma histeria (“O caso Dora”) e ou-
sin la necesidad de agradar o de destruir a los interlocutores. Por esas razones, tros textos (1901-1905). En P. C. de Souza (trad.), Obras completas (vol. 6, pp. 173-307). Companhia das Letras. (Trabajo
fue conmovedor observar el torrente de manifestaciones lamentando sus muertes, original publicado en 1905 [1901]).
Garma, E. G. de, Hagelin, A., Lustig de Ferrer, E. S., Pérez, A. y Siedmann de Armesto, M. (1981). Mesa redonda: El pro-
provenientes de sus países, del resto de América Latina y del mundo.
ceso terapéutico en el psicoanálisis de niños. Revista de Psicoanálisis, 38(5), 981-1008.
Mónica enfrentó con coraje, hasta el final, la enfermedad que la llevó. Marlene Guimarães Rosa, J. (1968). O Verbo e o logos: Discurso de asunción en la Academia Brasileira de Letras. Pronunciado
fue una de las casi seiscientas mil personas abatidas por el Covid-19 en Brasil, un el 16 de noviembre de 1967. En J. Olympio (ed.), Em memória de Guimarães Rosa (pp. 55-87). José Olympio. (Trabajo
original publicado en 1967).
país que enfrenta dos virus: el de la pandemia y el del autoritarismo y el negacio- Siedmann de Armesto, M. (1981). El ajedrez y el complejo de Edipo en el psicoanálisis de niños. Revista de Psicoanálisis,
nismo de un gobierno criminal y corrupto, cuya necropolítica sigue ocasionando 38(5), 889-897.
pérdidas en todos los niveles imaginables: al nivel de la economía, al de la salud y Siedmann de Armesto, M. (1995). El origen de la realidad psíquica en el niño. Revista de Psicoanálisis, 52(3), 845-854.
Siedmann de Armesto, M. (2003). Breve comentario sobre “La bella y la bestia” o la metamorfosis del adolescente. Revista
al de la cultura. de Psicoanálisis, 60(3), 607.
El gran escritor brasileño Guimarães Rosa (1967/1968) escribió una vez: “las Siedmann de Armesto, M. y Luraguiz, L. M. (1990). Aportaciones al proceso de separación-individuación en la adoles-
cencia femenina. Revista de Psicoanálisis, 47(4), 614-622.
personas no mueren, quedan encantadas” (p. 87). Siento que es este el caso de
Siedmann de Armesto, M. y Luraguiz, L. M. (1993). Tras la puerta cerrada: Vicisitudes del análisis del duelo en la tempra-
Marlene Araújo y de Mónica Armesto, cuyo legado –la capacidad de amar, cuidar, na infancia. Revista de Psicoanálisis, 50(4-5), 1029-1041.
analizar, enseñar, compartir y transmitir su gran experiencia humana y psicoana- Siedmann de Armesto, M., Baranger, M. de., Basch, C. A., Marucco, N. C., Rosas de Salas, C., Suárez, J.-C., Fainstein,
A. M. y Margulis, L. (2003). Mesa redonda: Re-análisis, autoanálisis, análisis del analista. Revista de Psicoanálisis, 60(1),
lítica– seguirá iluminándonos, estimulándonos y sirviendo como ejemplo para no 141-170.
desistir nunca y siempre resistir. Siedmann de Armesto, M., Zimerman, A. B., Ekboir, A. S. y Sahovaler, J. R. (2017). El campo transferencial múltiple en el
psicoanálisis de niños. Revista de Psicoanálisis, 74(2-3), 103-112.
276 | Calibán - RLP, 20(1), 272-277 - 2022 Dos nostalgias: Mónica Armesto y Marlene Araújo, Cláudio Laks Eizirik | 277
Bitácora
278 | | 279
Autores en este número
Cíntia Xavier de Albuquerque Psicología de la Salud y Clínica Alberto Cabral Arquitetura. Colaboró con Lina Psicanálise do Rio de Janeiro Mirta Goldstein
Psicóloga por la Universidade Infantil. Docente universitaria y Miembro de la Asociación Bo Bardi en todos sus proyec- (SBPRJ). Profesor adjunto del Miembro titular de la Aso-
de Brasília (UnB). Miembro en posgrados de Clínica Mental. Psicoanalítica Argentina (APA). tos de 1977 a 1992. Dirigió el Instituto de Psiquiatría de la ciación Psicoanalítica Argen-
titular y expresidente (2005- [email protected] Exdirector del Instituto Ángel Instituto Bardi de 1992 a 2001. Universidade Federal do Rio tina (APA) y la International
2006) de la Sociedade de Garma (2013-2016). Autor Enseñó en Washington Univer- de Janeiro (UFRJ). Doctor Psychoanalytical Association
Alejandro Beltrán
Psicanálise de Brasília (SPBsb). de Cuestiones en psicoanálisis sity en Saint Louis y es profesor en Psicoanálisis por la UFRJ. (IPA). Directora de la publica-
Presidente de la Sociedad
Exdirectora de Relaciones (Letra Viva, 2000), Lacan y el de Escuela de la Ciudad. Autor de Psicanálise do dinheiro ción online La Época, de APA.
Psicoanalítica de México (SPM).
Internacionales (2008-2009) de debate sobre la contratrans- [email protected] (Mauad, 1996) y Pulsão e libido: Coordinadora de Formación
Psicoanalista didacta, supervisor
Federação Brasileira de Psicaná- ferencia (Letra Viva, 2009) y Uma comparação de teorias em Permanente. Miembro del
y docente en el instituto de for- Wania María Coelho
lise (Febrapsi). Exdirectora de El perdón y sus límites (Teseo, psicanálise (Mauad, 2000). Equipo Científico (2020-20022)
mación de la SPM. Premio Ty- Ferreira Cidade
Comunidad y Cultura (2016- 2021). Compilador, con Abel [email protected] de la Federación Psicoanalítica
son al capítulo latinoamericano, Miembro efectivo y expresiden-
2017) de Febrapsi. Expresidente Fainstein, de On training de América Latina (Fepal).
Premio Internacional Avelino te de la Sociedade Brasileira de José Enrique Galeano
(2019-2020) de Febrapsi. analysis-Debates (APA, 2020). Exvicepresidente y secretaria
González y Premio Federación Psicanálise do Rio de Janeiro Psicólogo clínico. Psicoanalista,
[email protected] Coautor, entre otros, de Iti- científica de APA. Ha publicado
Psicoanalítica de América Latina (SBPRJ). Directora de Comu- miembro titular de la Asocia-
nerari del perdono (Unicopli, Xenofobia, terror y violencia
Lucía M. de Almeida Palazzo (Fepal) de Niñez y Adolescen- nidad y Cultura de la Fede- ción Psicoanalítica de Asun-
2010) y Actualizando la clínica (Lugar, 2006) y Las enfermeda-
Psicoanalista. Presidente de la cia. Es, además, sociólogo. ração Brasileira de Psicanálise ción (APdeA), miembro de la
lacaniana (Lugar, 2012). des de la cultura (OSA, 2007).
Sociedade Brasileira de Psicaná- [email protected] (Febrapsi). Coeditora de la International Psychoanalytical
[email protected] [email protected]
lise do Rio de Janeiro (SBPRJ). sección Vórtice de la revista Association (IPA). Formó parte
Exdirectora de Publicaciones Luis Bibbó Calibán. Miembro del comité de la Comisión de Comunidad Silvana Hernández Romillo
Fernando Calderón Gutiérrez
y Comunicación de la Federa- Médico psiquiatra, psicoana- Psychoanalytic Assistance in y Cultura (2018-2020) de la Miembro en funciones didác-
Director de Investigación de la
ción Psicoanalítica de América lista en función didáctica de la Crises & Emergencies (PACE) Federación Psicoanalítica de ticas de la Asociación Psicoa-
Universidad Nacional de San
Latina (Fepal). Exdirectora de Asociación Psicoanalítica del de la International Psychoa- América Latina (Fepal). Enlace nalítica del Uruguay (APU).
Martín (UNSAM), en Buenos
Publicaciones y extesorera de la Uruguay (APU). Integrante nalytical Association (IPA). del Committee of Women Exdirectora (2008-2010) del
Aires. Profesor del Doctora-
SBPRJ. Exeditora de la sección del Laboratorio de Pareja y [email protected] and Psychoanalysis (Cowap), Centro de Intercambio de APU.
do en Ciencias Sociales de la
Vórtice de la revista Calibán. Familia de APU. Exdirector Maurice Corcos Paraguay. Trabaja en consulto- Docente del Instituto Lati-
Facultad Latinoamericana de
Exeditora de Intervalo Ana- del Instituto Nacional de Profesor universitario, médico rio con niños, adolescentes y noamericano de Psicoanálisis
Ciencias Sociales (FLACSO).
lítico, publicación de la SBPR Criminología del Uruguay. hospitalario en Psiquiatría, adultos. Docente universitario. (ILaP) desde 2008. Integrante
Coordinador y asesor senior
[email protected] Múltiples experiencias con Université de Paris; jefe de [email protected] de tribunales de informes
en Informes de Desarrollo
equipos e instituciones desde el servicio del Departamento de de supervisión de ILaP.
Humano en varios países Ariel Goldstein
Sandra Bear lugar de miembro integrante, Psiquiatría del Adolescente y del [email protected]
de América Latina, Europa Doctor en Ciencias Sociales
Psicoanalista titular en función psicoanalista y supervisor. Adulto Joven, Institut Mutua-
y África. En 2000 y 2002, el por la Universidad de Buenos
didacta de la Asociación [email protected] liste Montsouris. Psicoanalista,
Informe de Desarrollo Humano Aires (UBA) e investigador del
Venezolana de Psicoanálisis especialista en adolescencia
Jorge Bruce en Bolivia, que coordinó, fue Consejo Nacional de Investi-
(Asovep). Miembro de la Inter- y sufrimientos narcisísticos
Licenciado en Psicología por la premiado a nivel mundial. gaciones Científicas y Técnicas
national Psychoanalytical Asso- identitarios, y en particular
Pontificia Universidad Católica [email protected] (Conicet), en el Instituto de
ciation (IPA) y de la Federación trastornos de las conductas
del Perú (PUCP). Magíster en Estudios de América Latina y el
Psicoanalítica de América Marcelo Carvalho Ferraz alimentarias y borderlines.
Psicopatología y Psicoanálisis Caribe. Es docente de la cátedra
Latina (Fepal). Psicoanalista de Arquitecto formado en la [email protected]
por la Université de Paris. Política Latinoamericana en
niños y adolescentes. Exdirec- Faculdade de Arquitetura e
[email protected] Ciencia Política de la UBA. Se
tora (2017-2021) del Instituto Urbanismo da Universidade de Jeremías Ferraz Lima
especializa en el estudio de la
Asovep. Especialización en São Paulo (FAU-USP), socio Psicoanalista, miembro efectivo
sociedad y la política de Brasil.
fundador del escritorio Brasil de la Sociedade Brasileira de
[email protected]
Marlova Jovchelovitch Noleto y Alternativas (GENA). Es de México (COLMEX). Clases Sandra Press Alexandre Socha Marly Terra Verdi
Directora y representante de la autor y coautor de numerosos y ponencias en México, Europa, Doctora, magíster, médico Psicoanalista, miembro Psicóloga. Miembro efectivo,
Organización de las Naciones libros dedicados a las formas Centro y Sudamérica. Premio psiquiatra pediátrico. Miembro asociado de la Sociedade didacta y docente del Institu-
Unidas para la Educación, la de dominación neoliberal y las de la Organización de las Nacio- titular en funciones didácticas Brasileira de Psicanálise de to de la Sociedade Brasileira
Ciencia y la Cultura (Unesco, protestas que se oponen a ella. nes Unidas para la Educación, de la Asociación Psicoanalítica São Paulo (SBPSP) y magister de Psicanálise de São Paulo
por sus siglas en inglés) en [email protected] la Ciencia y la Cultura (Unesco, del Uruguay (APU). Excoor- en Psicología Clínica por la (SBPSP). Presidente del Grupo
Brasil, de enero a abril de 2021. por sus siglas en inglés) al mejor dinadora de comisión local Pontifícia Universidade de de Estudos de Psicanálise de
Ha sido coordinadora residente Adrián Liberman L. posgrado. Premio Sigourney, de Congreso de la Federación São Paulo (PUC-SP). Orga- São José do Rio Preto e Região.
de la Organización de las Nacio- Miembro titular en función 2020. Autor de diez libros y Psicoanalítica de América nizador, entre otros, del libro Miembro del Núcleo de Estudos
nes Unidas (ONU) en Brasil. didáctica de la Sociedad Psi- coautor de 35 volúmenes. Latina (Fepal), Montevideo, Melanie Klein: Autobiografia em Saúde Mental e Psicanálise
Fue miembro de la Fundación coanalítica de Caracas (SPC), [email protected] 2020. Excoordinadora de comentada (Blucher, 2019). das Configurações Vinculares
Kellogg, de Eisenhower Exchan- miembro de la International Laboratorio de Niños de APU. [email protected] e do International Symposium
Mara Mourão
ge y también de la Federación Psychoanalytical Association Ha publicado en la Revista Uru- for Psychoanalytic Interregional
Cineasta, guionista y directora Gustavo Sogliano
Sueca de Asistentes Sociales. (IPA), la Federación Psicoanalí- guaya de Psicoanálisis y otras Research on Autistic Disorders.
de largometrajes, series y docu- Psicólogo. Psicoanalista, miem-
[email protected] tica de América Latina (Fepal) y publicaciones sobre autismo, [email protected]
mentales. Ha realizado cuatro bro asociado de la Asociación
el Instituto Latinoamericano de psicosis, depresión infantil.
Claudio Lakz Eizirik largometrajes y cuatro series de Psicoanalítica del Uruguay Yolanda de Varela
Psicoanálisis (ILaP). Miembro [email protected]
Analista didacta de la Sociedade televisión. Utiliza el cine como (APU). Ha participado activa- Psicoanalista didacta, actual
de los Consejos Editoriales de
Psicanalítica de Porto Alegre herramienta de impacto social. mente en distintas interven- presidente de la Sociedad
la Asociación Psicoanalítica Carlos Fernando dos Santos Motta
(SPPA). Profesor emérito de [email protected] ciones en la comunidad desde Provisional de la Asociación
de Buenos Aires (APdeBa) Médico psiquiatra, miembro
Psiquiatría de la Universidade el Centro de Intercambio Pola Panameña de Psicoanálisis
y la Asociación Psicoanalí- Ignacio A. Paim Filho asociado de la Sociedade Bra-
Federal do Rio Grande do Sul Hoffnung, de APU. Ha sido (API). Fundadora del Instituto
tica de Córdoba (APC). Psicoanalista. Miembro sileira de Psicanálise do Rio de
(UFRGS). Expresidente de la docente en la Facultad de Psi- Internacional de Psicoterapia
[email protected] titular con función didáctica Janeiro (SBPRJ) y participante
International Psychoanalyti- cología de la Universidad de la de Panamá. Escribe artículos
de SBPdePA. Autor del libro de la Escola Letra Freudiana.
cal Association (IPA) y de la Lucas Martín República (Udelar). Es docente sobre psicoanálisis indivi-
Racismo: Por uma psicanálise [email protected]
Federación Psicoanalítica de Doctor por el Instituto de Inves- invitado en los cursos de forma- dual y de parejas publicados
implicada (Artes & Ecos, 2021).
América Latina (Fepal). Tiene tigaciones Económicas y Socia- Tiago da Silva Porto ción permanente de la Udelar. por las editoriales Routledge,
[email protected]
publicaciones sobre formación y les del Sur – Universidad Nacio- Médico por la Universidade de [email protected] Karnac y Jason Aronson Inc.
técnica del psicoanálisis, y rela- nal del Sur y Consejo Nacional Paloma Porraz São Paulo (USP). Psicoanalista. [email protected]
Claudia María Tapia Muñiz
ción del psicoanálisis con la cul- de Investigaciones Científicas y Fue curadora jefe del Museu Miembro del Departamento de
Licenciada en Psicología.
tura. Premio Sigourney, 2011. Técnicas (IIESS-UNS/Conicet). Universitário del Chopo, di- Psicanálise del Instituto Sedes
Analista en formación del
[email protected] [email protected] rectora fundadora del Labora- Sapientiae y de la Socieda-
Instituto Ángel Garma de
torio Arte Alameda, directora de Brasileira de Psicanálise
Christian Laval Helí Morales la Asociación Psicoanalítica
ejecutiva del Antiguo Colegio de São Paulo (SBPSP).
Profesor emérito de Socio- Máster por la Université de Argentina (APA). Especialista
de San Ildefonso. Dirigió el [email protected]
logía de la Université Paris Paris. Máster por el Centro en Abordaje Psicoanalítico de
Museo Kaluz y actualmente
Nanterre. Actualmente, es de Investigación Económica Familia y Pareja, APA - Uni-
integra el equipo curatorial de
cocoordinador del Grupo de y Presupuestaria (CIEP) de versidad Caece. Psicoanalista
la Bienal Internacional de Arte
Estudio sobre Neoliberalismo México. Doctor en Filosofía de niños y adolescentes.
Contemporáneo de Oaxaca.
y Ciencias Sociales, École clau_tapia_muniz@
[email protected]
des Hautes Études en Scien- yahoo.com.ar
ces Sociales (EHESS), París.
Postdoctorado por el Colegio
A) Artículo original con nombre del autor, institución a la que pertenece, di-
rección de correo electrónico (al pie de la primera página) y breve descripción
curricular de 45 palabras.
B) Versión anónima con seudónimo y sin menciones bibliográficas que per-
mitan eventualmente identificar al autor. Deberán eliminarse referencias en las
Calibán es la publicación oficial de la Federación Psicoanalítica de América Latina
propiedades del archivo digital que identifiquen al autor.
(Fepal), organización vinculada a la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA).
Ambas versiones deberán tener el siguiente formato: documento Word, hoja
Se ha editado en forma regular desde 1994, antiguamente bajo el título Revista
A4, fuente Times New Roman tamaño 12, interlineado a doble espacio. Ningu-
Latinoamericana de Psicoanálisis.
na de las versiones deberá exceder las 6.500 palabras. Secciones específicas de
Su propuesta editorial tiene como finalidad favorecer la divulgación y el desa-
la revista podrán incluir un número menor de palabras.
rrollo del pensamiento psicoanalítico latinoamericano en su especificidad, y pro-
mover el diálogo con el psicoanálisis de otras latitudes. Busca estimular la reflexión 6. La bibliografía, que no será tenida en cuenta en la extensión máxima permitida,
y el debate a través de la inserción de las cuestiones pertinentes al psicoanálisis en deberá ser la imprescindible y ajustarse a las referencias explícitas en el texto.
los contextos científico, cultural, social y político contemporáneos.Su periodici- Se incluirán todos los datos de referencia de las publicaciones citadas, con especial
dad es semestral. Cada número incluirá en su contenido artículos en formato de cuidado en aclarar cuándo se trata de citas de otros autores y en que sean fieles al tex-
ensayo, artículo científico, entrevista, reseña u otros que los editores consideren to original. La bibliografía y las citas bibliográficas se ajustarán a las normas interna-
pertinentes. cionales de la American Psychological Association, disponibles en https://normas-apa.
Las opiniones expresadas en cada trabajo (incluidas las de las personas entre- org/wp-content/uploads/Guia-Normas-APA-7ma-edicion.pdf
vistadas) son de exclusiva responsabilidad de su autor. Su publicación en Calibán 7. Se adjuntará también un resumen en el idioma original del artículo redactado
- Revista Latinoamericana de Psicoanálisis no implica de modo alguno que sus edi- en tercera persona y de aproximadamente 100 palabras, junto con su traducción
tores compartan los conceptos vertidos. al inglés.
8. Deberán agregarse descriptores del listado alfabético de términos del Tesauro de
1. Los trabajos que se publiquen en Argumentos deberán ser inéditos. Sin em- Psicoanálisis de la Asociación Psicoanalítica Argentina, en el idioma original del
bargo, si a juicio de los editores son considerados de especial interés, podrán artículo y en inglés, que está disponible en https://www.apa.org.ar/Media/Files/
editarse trabajos que hayan sido publicados o presentados en congresos, mesas alfabeticosimple.
redondas, etcétera, con la especificación del lugar y la fecha en donde fueron En caso de que el trabajo sea aceptado para la publicación, el autor deberá firmar
expuestos originariamente. un formulario de autorización por el cual cede legalmente sus derechos. Por dicha
2. En caso de incluir material clínico, el autor tomará las más estrictas medidas cesión, quedará prohibida la reproducción escrita, impresa o electrónica del traba-
para preservar absolutamente la identidad de los pacientes, y es de su exclusiva jo sin la autorización expresa y por escrito por parte de los editores.
responsabilidad el cumplimiento de los procedimientos para lograr tal finalidad o
bien para obtener el consentimiento correspondiente.
3. Los trabajos presentados serán objeto de una evaluación independiente con ca-
racterísticas de “doble ciego” por parte de al menos dos integrantes del Comité
Revisor de la revista, quienes podrán hacer recomendaciones tendientes a la even-
tual publicación del artículo. La evaluación se hará con criterios parametrizados y
Revista Latinoamericana
la resultante aceptación, rechazo o solicitud de cambios o ampliaciones del trabajo de Psicoanálisis
www.calibanrlp.com
.com
1 2012-2022
Revista Latinoamericana
de Psicoanálisis
288 |