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ECONOMÍA AMBIENTAL

RESUMEN: CÓMO EVITAR UN DESASTRE CLIMÁTICO

KEYLA ESTER ÁLVAREZ JOVE


MELISSA IRENE OTERO ANGEL
LUZ DEY SUÁREZ ZÚÑIGA
HAROL VELÁSQUEZ AGÁMEZ

DOCENTE: LILIANA JUDITH JIMÉNEZ MONTOYA

UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
FACULTAD DE INGENIERÍAS
INGENIERÍA AMBIENTAL

MONTERÍA-CÓRDOBA
2022
CÓMO EVITAR UN DESASTRE CLIMÁTICO

(RESUMEN)

El libro elaborado por el reconocido multimillonario y filántropo estadounidense Bill Gates


(2021) titulado “Como evitar un desastre climático” es un escrito que asienta al lector en una posición
bastante reflexiva y decisoria sobre la realidad en la que se vive, en torno hacia los cambios que se están
presentando en la Tierra y no para bien; por ejemplo su deterioro, el calentamiento global a raíz de las
acciones y el modo de vida que llevan los seres humanos hoy día y cuyas repercusiones están alterando
desorbitadamente los ciclos biogeoquímicos que mantienen el equilibrio en el planeta.

Este escrito consta de doce (12) capítulos que tejen y explican las problemáticas que
actualmente padece este sistema del siglo XXI, todos con una causa en común “el calentamiento global
“ por el aumento de las emisiones de los Gases de Efecto Invernadero (GEI); de allí en adelante la
creación y el aumento de los escenarios nefastos para la humanidad, que poco a poco van agravando el
pervivir de las personas, especialmente de aquellas de escasos recursos, quienes son las que menos
aportan a esta situación y son los que mayormente se ven afectadas por aquellas naciones pudientes y
empoderadas.

El primer capítulo emboza una narrativa sopesada en “¿Por qué cero?”; el tema protagónico en
esta sección se encala en los efectos generados por los GEI; se precisa una cifra de 51.000 millones de
toneladas de emisiones de dióxido de carbono (CO2); y en el paso a paso de los siguientes capítulos, se
estarán señalando los porcentajes que cada una aporta al monto principal y claramente la importancia
que demanda el trabajar, para que estas lleguen a un cero absoluto a más tardar en 2050; año en el que
las potencias mundiales, seguido de los demás países, deben haber cumplido esta meta, con el fin de
alcanzar la estabilidad atmosférica y la dinámica terrestre.

Apremiar a que los países insten en disminuir sus descargas de gases nocivos a la atmosfera, es
una idea alarmante y necesaria en realidad, ya que estos gases de efecto invernadero, procedentes en
mayor medida de la quema de los combustibles fósiles, de la industria automovilista, de las industrias,
provenientes de los agroquímicos, etc.…; tienen como fin último llegar a la atmosfera, donde se
mantienen largos periodos de tiempo, reteniendo calor e incidiendo en el incremento de la temperatura
en la tierra; acarreando la disminución de la humedad de las tierras de cultivo, menor productividad, la
presencia de plagas en lugares indeseados, el aumento de enfermedades en zonas donde antes no se
pensaba, el incremento e intensidad de las tormentas debido al calentamiento de los mares, el aumento
de la temperatura en uno y en casi poco, a los dos grados centígrados (°C) a nivel mundial. Si continua,
las catástrofes sin lugar a duda aumentarán.

Dichos altercados, no son para nada alentadores, ya que históricamente han frenado e inclusive
retrocedido el crecimiento económico en los lugares de los hechos, por ejemplo, caso reciente se
evidencia con el huracán Iota, incursionado en mayor medida en las Islas de San Andrés y Providencia,
donde según el periódico La República (18 de noviembre de 2020), se vio afectada la economía de las
Islas, debido a que esta dependía del 57% del turismo y que por causa del fortuito acontecimiento,
aumentó el desempleo en una tasa mayor del 16%.

Renglón aparte, actualmente también se lucha por los agraviantes de la Covid-19, que en este
caso sacudió la economía mundial, dejando a países sumidos en una economía vertiginosa y en deuda,
destinada a una lucha incesante por una nueva estabilidad, así como se encuentra la economía
latinoamericana, con una cifra de diez (10) años de retroceso, de acuerdo a la CEPAL citado por el canal
informativo BBC New Mundo (21 julio 2020). Entonces, este hecho trae a colocación la una cruda
verdad, atribuidos a los fenómenos climáticos y de virulencia que acarrean consigo pobreza y trabajo
incesante para volver a la condición más o menos similar a la inicial.

Por otra parte, en el segundo apartado, señalan que el mastodóntico problema no se combate a
la ligera, es decir, “No será fácil” porque si se analiza, desde lo más mínimo como un cepillo de diente
hasta elementos gigantes como un automóvil, cual sea su procedencia, rudimentario o eléctrico, en
definitiva casi todo lo que se usa en la cotidianidad, tiene un origen de fabricación a base de materiales
fósiles (el petróleo, el gas natural, el carbón), los cuales se adquieren con facilidad, por su fácil
extracción y transporte. De acuerdo con las declaraciones del autor en el que: “un litro de gasolina es
inclusive más económico que una Coca-Cola light”, por lo que es sorprendente lo barato que llega a ser
esta materia prima; por tal motivo el sustituir esta fuente que genera energía, no es fácil; el suplantar o
sustituir esta materia por orígenes más amigables con el medio ambiente como la energía solar, eólica, o
inclusive la energía nuclear, aún no tiene comparación. De lo anterior se cree que la única forma en que
dicha sustitución alcance un nivel significativo, debe incitar o estar respaldado por grandes industrias y
países, los cuales brinden beneficios, en el que se abarate lo ecológico y lo sostenible con el medio
ambiente; de modo que las emisiones de GEI, que están en la atmosfera y los que se están produciendo,
sean reducidos con aparatos o equipos innovadores, empleados en mayor medidas por los países ricos y
los no tan favorecidos (que apenas están surgiendo), sin empeorar aún más la situación.
En el tercer capítulo, el autor indica “Cinco preguntas que plantear en toda conversación sobre
el clima”, hablar de ello, es complicado y muchas veces no se alcanza a imaginar a nivel global la
dimensión de los problemas, por tal motivo, se propone formar una idea en general, a partir de un
esquema, que proporcione un contexto para interpretar los datos. Este esquema consiste en:

¿De qué parte de los 51.000 millones de toneladas estamos hablando?: Se trata de convertir
cualquier cifra de emisiones de gas, a una más asimilable por las personas, como por ejemplo en
millones y a su vez, hacer una estimación de cuanto equivale o aporta esa cantidad a los 51.000 millones
de toneladas de emisiones de dióxido de carbono, que es el total de emisiones anuales en la actualidad.

¿Qué planeas hacer con el cemento?: no es más que un recordatorio abreviado de que si alguien
intenta formular un plan exhaustivo contra el cambio climático, debe considerar muchas otras cosas
aparte de la electricidad y los coches. Se deben eliminar las emisiones, de tal manera que se lleguen al
cero en las categorías de fábrica (cemento, acero, plástico, 31%), consumir energía (electricidad, 27%),
cultivar y criar (plantas, animales, 19%), viajar (aviones, camiones, cargueros, 16%), calentar o enfriar
(calefacción, aire acondicionado, refrigeración, 7%). Aunque de este esquema, la electricidad, solo
representa el 27% de las emisiones de CO2, esta podría representar el 27% de la solución, ya que el usar
electricidad limpia, implica el uso de menos hidrocarburos como combustibles y menos emisiones, lo
que supone un paso fundamental.

¿De cuánta energía estamos hablando?: Esta sección asemeja un poco la cantidad de energía o
vatios que consumen dependiendo de la dimensión que se esté comparando, por ejemplo: El mundo:
5.000 gigavatios, Estados Unidos: 1.000 gigavatios, Una ciudad media: 1 gigavatio, Una población
pequeña:1 megavatio, Un hogar estadounidense medio: 1 kilovatio. Estas categorías claramente varían
dependiendo del lugar y de la estación del año, debido a que en estas se consume más o menos energía
que otro.

La capacidad efectiva es otro factor que se debe tener en cuenta, la energía generada por
ejemplo de una central nuclear, es más efectiva que la energía proveniente de parques eólicos o
solares, ya que la primera siempre va estar en funcionamiento, mientras que las otras, están en función
o dependen de condiciones climáticas, por lo que tiende a variar en el trascurso del día y por lo tanto su
correlación de un 30% de gigavatios que se necesitan para una ciudad media en este caso (Bill Gates,
2021).
¿Cuánto espacio necesitarás?: En este caso, se tienen en cuenta la densidad de potencia
generada por la extensión de terreno o el agua (si se trata de turbinas eólicas instaladas en el mar); las
más representativas producen: Combustibles fósiles (500-1000), Nuclear (500-1000), Solar (5-20),
Hidráulica (5-50), Eólica (1-2), leña y otras biomasas (menos de 1) W/m².

¿Cuánto costará?: El cambiar o abandonar el uso de tecnologías sucias a tecnologías de cero


emisiones, requerirá un coste debido a que su utilización en gran medida, se debe a la fácil y barata
disponibilidad, lo que indica por el momento mínima competencia, he aquí la inclusión de las primas
verdes, que no es más que la sustitución de las formas contaminantes en que se producen las cosas a
unas más limpias y amigables con el medio ambiente (solución verde ), lo que significa, una disminución
o alza de los costes por el cambio, dependiendo en el lugar que se viva y de la tecnología que se
implemente. Estas primas verdes, si se quieren utilizar a gran escala, se debe trabajar constantemente
hasta el punto en que su coste, resulte asequible para países con renta media porque actualmente las
que se encuentran son muy costosas y pocos países adinerados tienen la posibilidad de pagarlas, y ellos
tan solo no pueden descarbonizar al mundo, sino que tiene que ser una labor en conjunto donde los
más y menos favorecidos económicamente puedan acceder a ello.

El cuarto capitulo centra la temática de “Cómo nos conectamos”, retomando la cifra que
representan los 27% de 51.000 millones de toneladas al año de emisiones de CO2. Como ya se había
mencionado, el sector energético es el responsable de este, ya sabido aquello, se está buscando la
manera de obtener una electricidad más barata y fiable sin emitir gases de efecto invernadero; por lo
tanto, si se logra generar electricidad neutra en carbono, se podrá utilizar para descarbonizar muchas
otras actividades, como el desplazarse, el fabricar productos, entre otras cosas. Por otra parte, también
urge la necesidad de sustituir las fuentes de energías convencionales por otras fuentes de energía más
limpias. La intención de este apartado es dar a conocer las formas o las maneras en que se puede
adquirir la energía eléctrica para todos, de forma barata, asequible y de fuente limpia.

No es raro escuchar que la energía barata de la que se hace uso, provenga de los combustibles
fósiles, y debido a los métodos desarrollados e inclusive más eficientes para extraerlos, es que se ha
hecho posible su transformación a energía eléctrica; sumado a ello, el gran respaldo que tiene su
producción por parte del Estado hace que los precios se mantengan de esa manera. Según cálculos de la
Agencia Internacional de Energía (AIE) “los subsidios gubernamentales al consumo de estos combustibles
ascendieron a 400.000 millones de dólares en 2018, lo que explica hasta cierto punto por qué forman
una parte tan estable del suministro eléctrico en los Estados Unidos, y muchos otros que también están
empleando mecanismos de subvención para que estos no encarezcan” (AIE, citando por Bill Bates, 2021).
Entonces, obtener toda la electricidad del mundo de fuentes limpias no será fácil, solo por empezar a
analizar los dos tercios que representan los combustibles fósiles en la generación de electricidad para el
mundo, representa una tarea titánica.

Otro factor en contra de las energías limpias, radica en la disponibilidad de recursos y el coste
que tienen la energía en transportarse, por ejemplo en el mundo existe logares más prometedores para
adquirir energía limpia, las que encuentran cerca de las costas, las que cuenta con aguas superficiales
que pueden ser aprovechables con la construcción de embalses, las que la radiación solar o los viento,
son abundantes en casi todo el trascurrir del año, etc.…; en segundo lugar se halla el transporte de estas
energías a otros lugares alejados de la zona in-situ de producción, donde el cableado, los permisos
transfronterizos, los estudios medioambientales, entre otras cuestiones, representan irrisorios costes e
imposibles de pagar.

Lo anteriormente planteado, pinta un panorama muy desalentador, pero aún existen y están
surgiendo otras formas un poco estrambóticas de generación de energía, que poco a poco van tomando
cancha en el mercado; unas de ellas, consisten en la fisión y fusión nuclear, que no es más que el
contraste, una en la separación de átomos y la otra en la unió de estos a grandes presiones y
temperaturas, las cuales son técnicas prometedoras de producción de energía, con fuente neutra de
carbono. En comparación con las energías fósiles, su degradación se da en menos tiempo, de miles de
años, no millones.

De acuerdo a Bill Gates (2021), varios países como EE.UU y Francia implementan en gran medida
la centrales nucleares (20 y 70% respectivamente) para la obtención de su energía, pero su producción
y desarrollo a gran escala (a nivel global), no es bien vista por su alta peligrosidad y alternados como el
de Three Mile Island en Estados Unidos, Chernóbil, en la extinta URSS, y Fukushima, en Japón, que han
marcado la historia de la humanidad, donde los saldos de muertos y acumulación radiactiva en las
zonas, ubican en recelo su utilización. Aunque la innovación y la investigación rigurosa va a ser entre
poco que estos proyectos dejen de estar en papel y se materialicen en pocas décadas.

La geotérmica por su lado, consiste en el aprovechamiento del magma del subsuelo haciendo
que salga por un orificio, de modo que haga girar una turbina o produzca electricidad de alguna otra
manera; desafortunadamente esta técnica presenta inconvenientes ya que la cantidad de energía que se
obtiene por metro cuadrado es más bien baja y para su aprovechamiento, se deben excavar pozos que
de antemano no se sabe si producirán el calor necesario y durante que tiempo.

En cuanto al almacenamiento de energía se hallan las baterías, instrumentos que, aunque


eficientes, no alcanzar a superar su capacidad de almacenamiento; puede que su rendimiento se
multiplique por tres, pero no por cincuenta, sea cual sea el material de fabricación (Bill Gates, 2021).
Actualmente existen baterías de bajo costo que pueden acumular energía suficiente para una ciudad, lo
que comúnmente se conocen como «baterías a escala de red», diferentes a aquellas más pequeñas con
las que funcionan los teléfonos o los ordenadores; también existen otras denominadas «baterías de
flujo» que consisten en unos líquidos depositados separadas, cuyo bombeo para juntarlos generan
electricidad (mientras más grandes los contenedores, más energía puede almacenarse).

Otra forma es el almacenamiento térmico, cuyo funcionamiento consiste en calentar materiales


con electricidad, siempre y cuando esta sea más barata. Se utiliza aquel calor para generar mayor
electricidad (eficiencia de 50 a 60%). Existen materiales que conservan la energía durante mucho
tiempo; un elemento prometedor es la sal fundida, que logra almacenar gran cantidad de calor en las
horas del día para ser utilizada esta en forma de energía durante las noches.

El hidrogeno barato también es otra forma de almacenamiento, ese hace parte de un elemento
esencial en las pilas de combustibles. Al almacenar el hidrogeno como gas comprimido, y luego
introducirlo en una pila de combustible para generar electricidad, en función de la demanda de cada
momento, resultaría buena idea ya que se estaría usando electricidad limpia para crear un combustible
neutro en carbono que podría guardarse durante años y transformarse de nuevo en electricidad en el
instante en que haga falta.

Como otras innovaciones se halla la captura de carbono, que no implica más que absorber el
dióxido de carbono, de los combustibles fósiles que normalmente se utilizan, es decir, no requiere el
cese de su uso. Estos sistemas de «captura in-situ» ya existen desde hace décadas, pero tanto su compra
como su funcionamiento resultan costosos, por lo general capturan solo el 90 por ciento de los gases de
efecto invernadero correspondientes, y las compañías energéticas no obtienen beneficio alguno por
instalarlos. Así pues, son muy pocos los que están operando.

El quinto capitulo desarrolla la idea “Como fabricamos”, la fabricación de infraestructuras y


objetos de uso cotidiano, útiles para la vida humana, se muestran en un gran crecimiento debido al
avance de la humanidad. un ejemplo claro de avance es el puente flotante Evergreen Point en EE. UU, la
construcción de esta magnífica infraestructura, de debe a un material milagroso, el hormigón, el cual
dependiendo de su fabricación puede brindar diferentes usos, principalmente su dureza, resistencia o
maleabilidad en el caso de la construcción anterior.

Este material es muy importante e indispensable hoy día para las construcciones de muchos
tipos de infraestructuras. No solo hormigón destaca en estos avances de infraestructuras, también cabe
mencionar el acero y el plástico. Debido ha estos materiales el campo de las construcciones de
infraestructuras humanas a progresado en gran medida en estos dos últimos siglos, pero, todo bueno
viene con un precio.

En el caso del acero, un material magnifico debido a su resistencia y fácil manejo en su


fundición. Para la elaboración de este, se requiere dos materiales esenciales, Carbono y Hierro, los
cuales son muy sencillos de conseguir, pero el problema no es por la obtención de los materiales, sino
de la fabricación del producto, el hierro que se encuentra mezclado con oxígeno en la corteza terrestre,
se requiere fundir con los demás materiales a altas temperatura, dando resultado al Acero, pero
trayendo en gran medida un subproducto no deseado, el Dióxido de Carbono (CO2), el cual representa
una gran amenaza al clima. Por cada tonelada de acero fabricado, se emiten a la atmosfera 1,8
toneladas de CO2. En la fabricación de este material destaca tres países, China, India y Japón. Según
estudios se espera que antes del 2050 la producción mundial alcanzara los 2800 millones de toneladas
año, los cuales significan 5000 millones de toneladas de CO2 arrojadas a la atmosfera.

Por otra parte, tenemos el hormigón, para su fabricación se necesita grama, agua, arena y
cemento, el problema al clima viene del último mencionado. Para la fabricación del cemento se requiere
la quema de la piedra caliza y como subproducto de esta el CO2, este trae una relación uno a uno, es
decir, por cada tonelada de cemento fabricada, se genera una tonelada de CO2. La cuestión es, ¿Por qué
los seguimos fabricando? O ¿Por qué este método de fabricación? Bueno la respuesta es sencilla y clara,
porque es fácil estos métodos y son de bajo costo la producción.

El ultimo material a mencionar es el plástico (etileno), pero hablamos del plástico industrial el
cual tiene de material principal para su fabricación a los combustibles fósiles o petróleo, del cual se
deriva diferentes tipos del etileno. El problema de la fabricación de este material a diferencia de los dos
anteriores afecta en menos medida la atmosfera por parte del CO2, debido que el 50% de este
subproducto queda fijado en el producto final, debido a esto lo hace un material de difícil degradación,
afectando los lugares donde terminan llegando, por ejemplo, los océanos afectando al ecosistema
marino.

El problema destaca en mayor proporción en el cemento. El cual se puede disminuir con


productos que mitiguen el impacto, con fijaciones de carbono, pero ahí es donde viene el problema, la
fijación de carbono trae un valor agregado al material. Constructoras prefieren comprar cementos
económicos que no vengan con este valor agregado, debido a la competencia o facilidad de obtención.

¿Cómo arreglamos este problema? Esto se puede solucionar tomando medidas políticas, como
la creación e implementación de leyes que obliguen o consideren el uso de productos verdes, es decir la
compra o uso de cementos o aceros neutros en carbono.

El sexto capítulo titulado “cómo cultivamos y criamos”, trata La cría de animales para la
alimentación es una de las principales actividades emisoras de gases de efecto invernadero; ocupa el
primer puesto en el sector que se conoce como “agricultura, silvicultura y otros usos del territorio, que a
su vez abarca una variedad enorme de actividades humanas, desde la ganadería y el cultivo de la tierra
hasta la tala de árboles.

En el caso de la agricultura, el principal gas emitido no es el dióxido de carbono, sino el metano


(que ocasiona un calentamiento por molécula 28 veces superior a lo largo de un siglo) y el óxido nitroso
que calienta 265 veces más. En total, las emisiones anuales de metano y óxido nitroso equivalen a
bastante más de 7.000 millones de toneladas de dióxido de carbono, o sea, más del 80 por ciento de
todos los gases de impacto invernadero del sector de la agricultura, la silvicultura y otros usos de la
región. numerosa y rica. Si deseamos aproximarnos a la meta del cero, poseemos que hallar un modo de
cultivar plantas y criar animales de tal forma que los usos de la región, que en términos generales
aportan 1.600 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, además de eliminar hábitats
naturales mundial. Además, estudiaremos en detalle el estiércol de los cerdos y los eructos de las vacas,
la química del amoníaco y la conjetura de que sembrar árboles puede contribuir a prevenir un desastre
climático.

En 1968 Paul Ehrlich, un biólogo estadounidense hablo de lo que el llamo la explosión


demográfica en el que pintaba un panorama sombrío hacia el futuro de la alimentación en el mundo.
Nada de lo que el planteó ocurrió realmente, En el tiempo transcurrido desde la publicación de su
escrito muchas cosas permitieron que este futuro alarmista que el creo se diera. Esto paso porque no
tuvieron en cuenta el poder de la innovación, por ejemplo, los descubrimientos de Norman Borlaug, un
brillante botánico que desencadeno una revolución en la agricultura al lograr modificar plantas de trigo
para que soportaran granos de mayor tamaño; a medida que el trigo de Borlaug se extendió por el
mundo otros criadores realizaban labores parecidas con el maíz y el arroz haciendo que la productividad
se triplicara en todas las regiones

La población global alcanzara 10,000 millones de personas en 2100, y se necesitara más comida
para alimentar a todas, aunque parezca lógico creer que como la población aumentara un 40% también
se necesitara un 40% más de alimentos, pero no es así.

A medida que el poder adquisitivo de las personas aumenta, también aumenta la cantidad de
calorías que consumen, el problema viene dado que los productos más consumidos son los cárnicos y
lácteos y estos presentan un desbalance de productividad calórica; por ejemplo, una gallina debe
consumir dos calorías de grano por cada caloría de carne que se obtiene de ella, o las vacas que
necesitan 6 calorías de pienso por cada caloría de carne. Entre más calorías de carne consumamos más
plantas tendremos que cultivar para alimentarlas.

El dilema que se presenta es: necesitaremos producir más comida que en la actualidad, pero los
métodos que se usan actualmente no son para nada sostenibles y si esa tendencia sigue así estaremos
provocando una catástrofe climática.

Pensando en todo lo que implica la alimentación, como la competencia de tierras para el cultivo,
la gran cantidad de metano producida por la digestión de rumiantes o las practicas que se usan existe
una manera de recudir las emisiones procedentes de todo el sector alimentario: derrochando menos
alimentos.

Solo en estados unidos se desecha el 40% de la comida, esto es malo para la economía y para el
ambiente, pues aproximadamente la descomposición de residuos de alimentos produce una cantidad de
metano equivalente a 3,300 millones de toneladas de dióxido de carbono al año

La solución más importante recae en el cambio de hábitos, en aprovechar mejor aquello que ya
tenemos. Pero la tecnología también puede ayudarnos. Por ejemplo, Una compañía ha estado
desarrollando una “cesta inteligente” que se vale del reconocimiento de imágenes para medir la
cantidad de alimentos que se están desperdiciando, creando informes sobre lo que se ha desechado,
junto con costes y la huella de carbono correspondiente; información que puede ayudar a la gente a
tomar mejores decisiones y hábitos más sostenibles
La revolución de los fertilizantes también fue vital para que el panorama de Ehrlich no se hiciera
realidad. Desde que se descubrió la manera de como sintetizar amoniaco en 1908 cambio toda la
dinámica de la agricultura que se conocía hasta la época.

El problema de este hallazgo es que los microrganismos dejan de producir nitrógeno cuando
sienten que en su medio hay suficiente, por lo que fertilizar los suelos hace que el nitrógeno no se
genere de manera natural como debería hacerlo según su ciclo.

El fertilizante sintético adolece de otros inconvenientes. Empezando que por la fabricación y


transporte de generan gases de efecto invernadero de manera indirecta y que menos de la mitad del
nitrógeno agregado a campos de labranza es aprovechado.

En total los fertilizantes fueron responsables de aproximadamente 1,300 millones de toneladas


de emisiones de gases de efecto invernadero en 2012 y la cifra aumentara hasta los 1,700 millones para
mediados de siglo. Lo que Haber-Bosh y Borlaug da, Haber-Bosh y Borlaug quita.

Pronto tendremos que producir 70% más de alimentos y a la vez reducir las emisiones con vistas
a eliminarlas por completo, para ello faltan muchas nuevas ideas sobre maneras distintas de fertilizar
plantas, criar ganado y desperdiciar menos alimentos y los habitantes de países desarrollados cambiar
hábitos de alimentación, como por ejemplo comer menos carne.

El séptimo capitulo denotado como “Cómo nos desplazamos”, Hay que tener presente 2 datos
acerca de la gasolina: pega fuerte y es barata. La confusión es comprensible: si bien el transporte no
constituye la causa primordial de las emisiones a escala mundial, pues esta de 4ta después de la
industria, la electricidad y la agricultura. En estados unidos si es la primera causa de emisiones, los
estadounidenses conducen y vuelan mucho.

En todo caso, si se quiere que las emisiones se acerquen a 0 se tendrá que eliminar todos los
gases de efecto invernadero emitidos por los medios de transporte; tarea que es difícil, pero no
imposible.

Las estadísticas sugieren que la producción de alimentos, impulsada por la ganadería, es en


realidad peor que el transporte hablando en términos de emisiones a la atmosfera. Dicho esto, las
emisiones de los coches por sí solas siguen siendo el 17% de las emisiones de gases de efecto
invernadero. También se emiten cantidades significativas de gases de efecto invernadero debido a que
esperamos tener ciertos alimentos todo el año. El abandono de los alimentos locales de temporada
significa que utilizamos fuentes de energía insostenibles para enviar alimentos a todo el mundo.

A través del tiempo la tecnología y la aceptación de nuevas maneras de combustibles para los
vehículos surgen, se ve la solución clara; se puede mejorar el transporte mientras los coches eléctricos
sean más comunes y más baratos. Actualmente se puede decir que al menos cada marca de vehículos
nos puede ofrecer uno eléctrico así que gracias a la competencia por llenar ese nicho económico que
cada vez parece más necesario lleva a las empresas a innovar cada vez más en autos más eficientes y
menos contaminantes. Uno de los problemas más grandes que tienen los autos eléctricos en
comparación a los convencionales es que el tiempo de carga de los eléctricos limita su aceptación, pues,
en un mundo en el que el tiempo es dinero literalmente tener que esperar horas para así poder usar tu
auto luego de que se descargo es una situación que no todos están dispuestos a soportar.

Por desgracia la autonomía que ofrece un vehículo eléctrico no es suficiente para camiones,
autobuses y camiones de 18 ruedas. Cuanto mayor es el vehículo y más largo es el trayecto, mayor
distancia es la que se tiene que recorrer sin carga, y agrandar o instalar más baterías no es una solución
ya que sería más peso haciendo que el consumo de energía necesario sea mayor. En otras palabras,
obtener la misma cantidad de energía que aporta un litro de gasolina requeriría baterías que pesaran 35
veces más que el carburante.

Es raro que se pueda resumir la solución a este problema en una sola frase, pero, en lo que a
transporte se refiere, el futuro libre de emisiones de carbono se reduce, en esencia, a a lograr que el
máximo número posible de vehículos funcione con electricidad, y el resto, con combustibles
alternativos.

En el primer conjunto figuran los turismos y todoterrenos particulares, los camiones de bajo y
medio tonelaje, y los autobuses. En el segundo conjunto permanecen los camiones que recorren
distancias largas, los ferrocarriles, los aviones y los buques portacontenedores. Por lo cual respecta al
coste, los turismos eléctricos rápido resultarán tan económicos para sus propietarios como los de
gasolina, lo que es bastante bueno. Sin embargo, los combustibles alternativos siguen siendo bastante
caros, lo que no es tan bueno. Requerimos creaciones que hagan descargar aquellos costos.

El octavo capitulo llamado “como calentamos y enfriamos” nos cuenta como poco más de un siglo
después de la invención del aire acondicionado el 90 % de los hogares estadounidenses cuentan con un
aclimatador en sus casas, pues ya los aires acondicionados no son un mero lujo pues toda nuestra
economía básicamente depende de ella; un ejemplo son las grandes granjas de servidores que están
compuesta por millones de ordenadores que nos dan la posibilidad de navegar por internet y guardar
cosas en la nube, estos aparatos todos dependen de grandes enfriadores pues generan gigantescas
cantidades de calor y sin un enfriamiento se fundirían.

Para todos aquellos que viven en una casa promedio de los estados unidos, el aire acondicionado es el
electrodoméstico que más energía consume, esto convierte a la refrigeración de los espacios en una
actividad emisora importante. Esto no se limita a estados unidos, ya que, en todo el mundo hay 1,600
millones de aparatos de aire acondicionado en funcionamiento, pero repartidos en forma no equitativa,
en países ricos como estados unidos se encuentran un 90% de ellos, y el 10% restante en el resto de
países

Esto quiere decir que se instalaran muchos más aires acondicionados a medida que la población crezca.
Surge otro problema, irónicamente lo que nos ayudara a no sentir el calentamiento lo va a empeorar
por la demanda de energía que nos va a pedir

Para remediar esto podemos tomar acciones desde ya, por ejemplo, usar equipos de baja eficiencia
suele ser más barato en el momento, pero más costoso a la larga ya que el uso de energía es mayor,
usualmente no es común comprar equipos que sean más amigables con el medio ambiente
principalmente debido a que los consumidores no suelen tener toda la información necesaria para
tomar la mejor decisión antes de comprarlo.

En el noveno capitulo nos dice que hay que “Adaptarnos a un mundo más caluroso” ya que, el cambio
climático ya está afectando personas de todo el mundo, es casi un hecho de que tendremos que
adaptarnos a un mundo más caluroso y a medida que cambien los niveles de mar y los terrenos
inundables cambien, tendremos que replantearnos la ubicación de las viviendas

A medida que el clima se vuelve más caluroso, las sequias y las inundaciones se vuelven más
frecuentes y arruinan las cosechas más a menudo. Para quienes ya viven al límite, como personas
en extrema pobreza, cualquier cambio en el clima puede resultar desastroso. Si a alguien que
carece de ahorros se le arruina la cosecha, no tiene oportunidad

A medida que escaseen los alimentos, la monumental diferencia entre ricos y En la actualidad,
una niña que nace en Chad tiene que una que nació en Finlandia. Gracias a la creciente escasez
alimentaria, menos chicos obtendrán todos los nutrientes que requieren, lo cual debilitará las
defensas naturales de su organismo e aumentará las probabilidades de número de fallecimientos
involucrados con el calor podría rayar en los 10 millones anuales antecedente de fin de siglo (una
cifra de muertes parecido a la que causan las patologías infecciosas en la actualidad), y casi todos
se Sin embargo, la posibilidad de que los chicos que no fallezcan vean perjudicado su desarrollo
físico e intelectual va a ser

Esto nos lleva a indagar en el CGIAR, entidad investigadora en la agricultura, que a lo largo del
tiempo siempre ha recibido menos fondos de los que requiere. De hecho, duplicar la financiación
del CGIAR para que pueda ayudar a más agricultores es una de las principales recomendaciones
de la Comisión Global de adaptación

Además de ayudar a pequeños agricultores a aumentar el rendimiento de sus cultivos, para


adaptarse al cambio climático se recomiendan unas medidas relacionadas: Facilitar a los
agricultores la gestión de los riesgos derivados de un clima más caótico, centrarse en las personas
más vulnerables, Contemplar el cambio climático en las políticas públicas, además las ciudades
deben cambiar su forma de crecimiento y reforzar nuestras defensas naturales, por ejemplo los
bosques que almacenan y regulan el agua. Pues necesitaremos mas agua potable de la que
podemos suministrar.

En estos momentos cuesta imaginar que todos los países del mundo se puedan poner de acuerdo
para regular de forma artificial la temperatura del planeta, o de llevar a cabo actividades de
mitigación y adaptación, sin embargo, va a llegar el día en el que no tengamos más alternativa y
será tarde para cambiar algo. Y en ese momento no tendremos otra opción que recurrir a medidas
modernas de transformación de clima como puede ser la geoingeniería, que nos presenta ideas
que son relativamente baratas en comparación con la magnitud de los problemas existentes pero
muy complicadas de llevar a cabo por todos los obstáculos políticos con los que se puede topar.

En el décimo capitulo se trata de conocer “Por qué son tan importante las políticas
gubernamentales” El esmog fue un producto de la contaminación del aire que afecto en gran medida
muchos lugares del mundo, como a la ciudad de los Ángeles en el 1943 y el 1952 en Londres,
paralizando el tráfico de vehículos, trayendo consecuencias graves, una de esas la muerte de al menos
4000 personas.
Debido a esto muchos estados de todo del mundo han estado emitiendo la reglamentación y
creación de leyes con respecto a la contaminación del aire, y asignando grandes fondos con respecto al
estudios y desarrollo de soluciones de este problema. Creando leyes como: La Ley Aire Limpio en EE. UU,
esta ley ayudo con la mitigación de gases venenosos que se encontraban en el aire. 1990 el nivel de
dióxido de nitrógeno descendió un 56% y le monóxido de carbono en un 77% y el dióxido de azufre en
un 88%, el plomo ha desaparecido prácticamente de las emisiones en el país (EE. UU).

2014 países como China, el cual puso en marchas políticas contramedidas de este problema,
dejando en claro la construcción de centrales de carbón, cerca de comunidades pobladas y leyes con
respecto a la circulación de vehículos no eléctricos en las grandes ciudades, trayendo cambios positivos
como la reducción del 36% en diferentes tipos de contaminantes en Beijing y Baoding con un descenso
del 38%. La contaminación del aire no ha dejado de ser unas de las causas de muertes y enfermedades
a nivel mundial, matando alrededor de 7 millones de personas al año. Las políticas gubernamentales
tienen un papel muy importante a cumplir, para llegar a la meta de cero emisiones, creando planes, los
cuales puedan llegar a ser un camino para llegar a la meta, pero las empresas y los particulares deben de
poner de su parte para cumplir este objetivo. En los capítulos XI y XII se expondrá un plan para llegar al
cero. Como los gobiernos son los principales influyentes en estos planes, se propone 7 metas de alto
nivel a la que se deben aspirar.

1. cuidado con el déficit de inversión: Lo que se requiere en esta meta son políticas y
financiación pública para reducir diferencias de inversión en el caso de tecnologías neutra en carbono,
un ejemplo claro, las compañías energéticas invierten 0,3 en promedio en I+D energía, por otro lado, las
industrias farmacéuticas y electrónicas destinan casi el 13 y 10 %, respectivamente. En fin, es
responsabilidad del gobierno invertir en I+D cuando el sector privado no lo hace, porque consideran que
este no trae ningún beneficio. una vez que queda claro que una empresa puede obtener ganancias, el
sector privado toma las riendas. De hecho, fue justo, así como se consolidaron productos que muchos
usamos a diario, como internet, los medicamentos que salvan vidas y el Sistema de Posicionamiento
Global que utiliza nuestro teléfono móvil para ayudarnos a orientarnos por la ciudad.

La inversión en investigaciones presenta una ventaja: como la creación de negocios en otro país
que exporta sus productos a otros. Ejemplo. Un país 1 crea un electro combustible barato y venderlo no
solo en su población, sino también a un país dos (2). Se tiene claro que el I+D trae beneficios, pero sería
mejor cuando se emplea en productos de alta demanda.
2. Igualar el terreno de juego: Es muy claro lo que se debe implementar aquí, en pocas palabras
reducir el costo de los productos sin huella de carbono, es decir, volverlos baratos (necesario la
innovación técnica) o hacer que los productos con alta huella de carbono sean más caros (requiere
innovación en las políticas) o realizar una mezcla de ambas. No se trata de castigar por las emisiones de
gases de efecto invernadero, sino de crear incentivos para que los inventores ideen alternativas verdes.

3. Superar las barreras no relacionadas con el mercado: ¿Por qué se resisten los propietarios de
viviendas a sustituir las calderas de combustibles fósiles por las eléctricas, que producen menos
emisiones?

Porque desconocen las alternativas, no hay suficientes vendedores e instaladores cualificados, y


de hecho estas calderas son ilegales en algunos lugares. Estas barreras expuestas, no se debe al costo, se
debe a la falta de información, personal cualificado o incentivos. Las cuales las políticas
gubernamentales pueden influir de manera activa.

4. Mantenerse al día: Esta depende mucho de las políticas gubernamentales, ya que el


consumidor no quiere algo defectuoso, por ejemplo, el hormigón utilizado en una construcción trae
consigo el código de edificación establece con pelos y señales las características que debe poseer: su
resistencia, el peso que debe soportar, etcétera. También es posible que describa la composición
química exacta del hormigón que podemos usar. Estas normativas suelen rechazar algunos tipos de
cemento con baja huella de carbono, incluso aunque cumplan todos los criterios de calidad.

5. Planear una transición justa: Se plantea, que no se debe por términos socioeconómicas a
realizar un cambio a gran escala de a una economía neutra en carbono, debido a que trae unos
perdedores y unos ganadores, por ejemplo, en Texas y Dakota del Norte, que su principal economía es la
extracción de petróleo, tendrán que crear empleos tan bien pagados, como los que se perderán.

6. Abordar las tareas difíciles: Una gran parte del combate contra el cambio climático se basa en
los autos eléctricos u obtener energía del sol y viento. Es así y no se ha podida realizar ni una pequeña
fracción de las partes sencillas, y hoy día que las políticas de cambio climático están en su punto mayor,
también hay que abarcar retos difíciles, almacenamiento de la energía eléctrica, combustibles limpios,
los fertilizantes, acero y el acero. Generando nuevas políticas que puedan abarcar estos retos, agrando
en mayor proporción las inversiones en I+D.

7. Aunar las políticas y tecnologías con los mercados: Se trata de unir o armonizar estos tres
componentes, los cuales conforman tres niveles que pueden desvincular los combustibles fósiles. Esta
vinculación se debe realizar de manera sincronizada para obtener mejores resultados. Crear una política,
ejemplo una política para ceros emisiones con combustibles fósiles en automóviles, sino hay tecnologías
que pueda lograr estas cero emisiones o un mercado donde se pueda crear y comprar estos
automóviles, la política no funcionara. Y como este caso hay muchos otros ejemplos. Aquí es donde el
ente gubernamental entra, concordando un acuerdo con las tecnologías y las empresas empeñadas en
invertir en productos de alta demanda, esta meta se puede lograr de manera sencilla, utilizando o
realizando de manera adecuada las 6 anteriores. Cumpliendo esta ultima la humanidad entrara buenos
cambios con respecto a los ceros emisiones.

El onceavo capitulo desarrolla la idea “Un plan para llegar a cero”, en este apartado se mostrará
una forma para evitar un desastre climático, centrándome en las medidas concretas que pueden tomar
los gobernantes y responsables políticos. La ciencia indica que, para evitar una catástrofe climática es
necesario llegar a los ceros emisiones en el 2050, algunas personas argumentan que se puede llegar a
esta meta en el 2030, pero debido a lo mostrado anteriormente, es casi imposible. Adoptar políticas de
manera apresurada, no solo, no se llegará a cumplir la meta, sino también puede alejarnos más de esta.

Esto se trata de una labor urgente, hoy en día se encuentra en el mismo punto, con respecto al
cambio climático de hace años con respecto a las pandemias. Los expertos avisaron sobre brote masivo
era prácticamente inevitable, no se preparó de manera adecuada, hasta que se tuvo que apresurar todo
y recuperar el tiempo perdido, no hay se debería hacer lo mismo con el cambio climático. Se precisa
avances antes de finalizar el 2050 y debido el tiempo de desarrollo e implementación de nuevas
tecnologías se deben empezar ya.

la innovación y la ley de la oferta y la demanda.

Desde el principio se sostiene que; cualquier plan exhaustivo referente al clima tiene que beber
de muchas disciplinas distintas. La climatología nos explica por qué debemos abordar este problema,
pero no cómo. Para ello, necesitamos recurrir a la biología, la química, la física, las ciencias políticas y la
ingeniería, entre otras disciplinas. Se debe innovar tecnologías con base a la oferta y demanda, para
llegar a una implementación masiva, suena como una acción o método empresarial, pero es un
concepto básico y practico. Otra cosa para tomar en cuenta es que innovar no solo se trata de software
o crear nuevos inventos, también se puede innovar en el campo de nuevos modelos de negocios, etc.…
La innovación se basa tanto en aparatos nuevos como en maneras nuevas de hacer las cosas.
Todo esto se argumenta o se agrupa en dos categorías. La oferta de innovaciones y la demanda
de innovaciones. Sin demanda de innovación, los inventores y responsables políticos carecerán de
alicientes para elaborar ideas nuevas; sin una oferta constante de innovaciones, los productos verdes
que el mundo necesita para lograr el objetivo del cero no llegarán a manos de los compradores.

Ampliar la oferta de innovación: el trabajo se centra en la investigación y el desarrollo clásicos, y


científicos e ingenieros eminentes idean las tecnologías que necesitamos. Si bien en la actualidad
contamos con varias soluciones competitivas en cuanto a costes y bajas en carbono, aún no disponemos
de todas las tecnologías que se precisan para alcanzar las cero emisiones en todo el mundo.

Para que los gobiernos logren el avance de estas tecnologías a tiempo, es necesario seguir las
siguientes recomendaciones.

1. Quintuplicar la energía limpia y la I+D relacionada con el clima durante la próxima década. La
inversión pública directa en investigación y desarrollo es una de las herramientas más importantes en la
lucha contra el cambio climático, pero los fondos que destinan los gobiernos son de todo punto
insuficientes. ¿Cuánto se debe invertir? Se trata de un gran modelo y un ejemplo de la ambición con que
debemos afrontar el cambio climático.

2. Apostar más por proyectos de I+D de alto riesgo y alta rentabilidad. Lo importante no es solo
cuánto dinero gasta el estado, sino también en qué lo gasta.

3. Adaptar la I+D a nuestras mayores necesidades. Existe una diferencia de orden práctico entre
la investigación creativa de conceptos científicos novedosos (también denominada «investigación
básica») y los esfuerzos por dar una utilidad a los descubrimientos científicos (lo que se conoce como
«investigación aplicada o traslacional»).

4. Colaborar con la industria desde el principio. Otra distinción artificial con la que he topado es
la idea de que las primeras fases de la innovación corresponden a los gobiernos, y las últimas, a la
industria. En la vida real, las cosas simplemente no funcionan así, sobre todo en el caso de los
complicados retos técnicos que plantea la energía, cuyo indicador de éxito más importante es la
capacidad de extenderse a escala nacional o incluso global.

Estimular la demanda de innovación: El lado de la demanda es un poco más complicado que el


de la oferta. De hecho, se compone de dos fases: la de prueba y la de expansión. Es decir, la primera
fase se trata de todos los efectos que pueden generar el producto, tanto a corto, mediano y largo plazo,
es necesario una experimentación a fondo con el producto. Y después de eso lograr que los resultados
obtenidos en le experimentación den

resultados en condiciones reales. Se agrega la reducción de los costos y riesgos por la adopción
temprana del producto, desarrollar cadenas de suministro, poner a prueba el modelo de negocio y
ayudar a los consumidores a acomodarse a la nueva tecnología. Los gobiernos (y las grandes empresas)
pueden ayudar a las empresas energéticas emergentes a salir con vida del valle, pues son grandes
consumidores. Si priorizan la compra de productos verdes, ayudarán a lanzar muchos más al mercado al
generar certidumbre y reducir costes. Los gobiernos tienen un arma poderosa, que es el
aprovechamiento del poder la contratación pública, por ejemplo, los departamentos de defensas
pueden optar por comprar combustibles líquidos bajos en carbono, para barcos y aviones.

Crear incentivos para reducir costes y riesgos. Aparte de adquirir los productos en sí, los
gobiernos pueden ofrecer varios alicientes al sector privado para que opten por las alternativas neutras
en carbono. Las deducciones fiscales, las garantías de crédito y otros instrumentos pueden ayudar a
reducir las primas verdes e incrementar la demanda de nuevas tecnologías.

Construir la infraestructura que incorpore las nuevas tecnologías al mercado. Ni siquiera las
tecnologías bajas en carbono más competitivas lograrán alcanzar una cuota de mercado si para empezar
no cuentan con una infraestructura adecuada que ayude a lanzarlas al mercado. Las administraciones de
todos los niveles deben colaborar para construir esa infraestructura.

Cambiar las reglas para que las nuevas tecnologías puedan competir. Una vez construida la
infraestructura, necesitaremos nuevas reglas de mercado que permitan que las nuevas tecnologías sean
competitivas. Los mercados eléctricos, diseñados en torno a tecnologías del siglo XX, a menudo sitúan
las del siglo XXI en desventaja.

Examinemos ahora la fase de expansión: una implementación rápida y a gran escala. Solo se
puede pasar a esta fase cuando se han minimizado los costes, las cadenas de suministro y los modelos
de negocio están bien desarrollados y los consumidores han demostrado que adquirirán el producto. La
energía eólica terrestre, la solar y los vehículos eléctricos se encuentran todos en la fase de expansión.
Fijar el precio del carbono. Ya se trate de un impuesto sobre el carbono o de un sistema de comercio de
derechos de emisión que permita a las empresas comprar o vender el privilegio de emitirlo, esta es una
de las medidas más importantes que cabe tomar para eliminar las primas verdes. Estándares de
electricidad limpia. Veintinueve estados de EE. UU. y la Unión Europea han adoptado una serie de
normas de valoración denominadas «estándares de cartera renovable». La idea consiste en exigir a las
compañías eléctricas que obtengan cierto porcentaje de electricidad de fuentes renovables. Estándares
de combustibles verdes. Esta idea de establecer normas de valoración menos restrictivas puede
extrapolarse a otros sectores, para así reducir las emisiones procedentes de las centrales eléctricas y
también de los vehículos y edificios. Por ejemplo, una normativa de combustibles verdes aplicada al
sector del transporte aceleraría la difusión del vehículo eléctrico, los biocarburantes avanzados, los
electros combustibles y otras soluciones bajas en carbono. Estándares de productos verdes. Las normas
de valoración también pueden contribuir a fomentar el uso de cemento, acero y plástico bajos en
emisiones, así como de otros productos con baja huella de carbono. Los gobiernos pueden iniciar el
proceso estableciendo requisitos en sus programas de contratación pública e implantando normativas
de etiquetado que proporcionen a todos los compradores información sobre cómo de «verdes» son los
diferentes proveedores.

Adiós a lo viejo. Además de lanzar nuevas tecnologías lo más rápido posible, los gobiernos
habrán de retirar los equipos ineficientes alimentados por combustibles fósiles —desde automóviles
hasta centrales eléctricas— a un ritmo más acelerado de lo que lo harían en otras circunstancias. Cuesta
mucho construir las plantas generadoras, y la energía que producen solo resulta económica si el coste
de construcción se distribuye a lo largo de su vida útil.

¿Quién va primero?: Lanzar nuevas tecnologías lo más rápido posible, los gobiernos habrán de
retirar los equipos ineficientes alimentados por combustibles fósiles —desde automóviles hasta
centrales eléctricas— a un ritmo más acelerado de lo que lo harían en otras circunstancias. Cuesta
mucho construir las plantas generadoras, y la energía que producen solo resulta económica si el coste
de construcción se distribuye a lo largo de su vida útil.

En lo que concierne al doceavo capítulo titulado “Lo que cada uno de nosotros puede hacer”,
Como Ciudadanos: Al margen de los recursos con los que cada uno pueda contar, siempre podemos
utilizar nuestra voz y nuestro voto para conseguir cambios. Hacer llamadas, escribir cartas y asistir a los
plenos municipales. Podemos ayudar a los gobernantes a entender que es tan importante que piensen
en el problema a largo plazo del cambio climático como en el empleo, la educación o la sanidad. Al
margen de los recursos con los que cada uno pueda contar, siempre podemos utilizar nuestra voz y
nuestro voto para conseguir cambios. Hacer llamadas, escribir cartas y asistir a los plenos municipales.
Podemos ayudar a los gobernantes a entender que es tan importante que piensen en el problema a
largo plazo del cambio climático como en el empleo, la educación o la sanidad.
Presentarse a cargos públicos. Aspirar a llegar al Congreso de Estados Unidos es una meta muy
ambiciosa. Pero un ciudadano no tiene por qué apuntar tan alto de entrada. Puede presentarse a las
elecciones del estado o el ayuntamiento, donde, en cualquier caso, es probable que sus iniciativas
tengan mayor incidencia.

Como Consumidores: El mercado está dominado por la oferta y la demanda, así que, como
consumidores, tenemos la posibilidad de ejercer un impacto enorme en el lado de la demanda de la
ecuación. Si cada uno de nosotros modifica sus costumbres respecto a lo que compra y utiliza, podemos
conseguir grandes avances, siempre y cuando nos centremos en cambios trascendentales. Si puedes
instalar paneles solares que pueden ayudar con la reducción de uso de energías con alta huella de
carbono, estas ayudando.

Como empresarios o empleado: Ya sea como empleados o como accionistas, podemos presionar
a nuestra empresa para que ponga su granito de arena. Aunque, como es lógico, las acciones de las
multinacionales son las que más repercuten en muchos de estos campos, las empresas pequeñas
también pueden contribuir mucho a mejorar las cosas, sobre todo si colaboran a través de
organizaciones como las cámaras de comercio locales.

Establecer un impuesto interno sobre el carbono. Ya existen grandes compañías que imponen
un tributo a cada una de sus divisiones. Estas empresas no se limitan a la palabrería en torno a la
reducción de las emisiones. Priorizar la innovación en soluciones bajas en carbono. Casi todas las
industrias solían preciarse de invertir en ideas nuevas, pero la época dorada de la I+D empresarial ha
quedado atrás. En la actualidad, las empresas de los sectores aeroespacial, energético y de materiales
reinvierten menos del 5 %de sus beneficios en I+D (las de software emplean más del 15%). Practicar la
adopción temprana. Al igual que los gobiernos, las compañías pueden aprovechar que compran muchos
productos para acelerar la adopción de nuevas tecnologías. Involucrarse en el proceso de elaboración de
políticas. Las empresas no pueden tener miedo de colaborar con el gobierno, del mismo modo que los
gobiernos no deben tener miedo de colaborar con las empresas. Conectar con la investigación
financiada por el gobierno. Las empresas deberían asesorar los programas de I+D para que la
investigación tanto básica como aplicada se centre en las ideas con más números para convertirse en
productos.
Referencias

Organización de la Naciones Unidad. (ONU, 30 de octubre de 2019). Llegar a cero emisiones netas e
carbono para 2050, ¿es posible? https://news.un.org/es/story/2019/10/1464591#:~:text=Olas
%20de%20calor%20m%C3%A1s%20intensas,de%20no%20actuar%20a%20tiempo.

La República. (18 de noviembre de 2020). Huracán Iota impactó más de la mitad de la economía de San
Andrés y Providencia. https://www.larepublica.co/economia/huracan-iota-impacto-mas-de-la-
mitad-de-la-economia-de-san-andres-y-providencia-3090140

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