Retratos Gatunos Benjamin Lacombe

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Libro de poemas ilustrado en el que el dúo Perez y Lacombe retrata la personalidad de

quince gatos cuyos talantes, caprichos y obsesiones los acercan más que nunca al género
humano. Graciosos, afectuosos, testarudos, ladinos, algo maquiavélicos y, por supuesto,
independientes. Los retratos responden al mundo iconográfico habitual de Lacombe:
popular, colorido y sublimador de los volúmenes, con guiños al diseño textil, a la decoración
doméstica, a detalle de época, a otras culturas…
Sébastien Pérez - Benjamín Lacombe

Retratos gatunos
Título original: Facéties de chats
Sébastien Pérez, 2015

Ilustraciones: Benjamín Lacombe


Traducción: Elena Gallo Krahe, 2015

Revisión: 1.0
16/05/2020
A nuestros amigos de 4 pa as Lisbeth y Virgile, que a veces se creen
gatos y nos traen de cabeza.
Y a mi amor, con el que viviría es a vida y las 8 siguientes

Benjamin Lacombe

A mí gatito…

Sébastien Perez
Preámbulo

¡Ah, el gato! ¡Misterioso animal!


Siempre ha suscitado verdadera fascinación, y ha dejado su huella en
todas las culturas. Algunas lo consideran una divinidad. Otros un
demonio. Pero hoy es sin duda el animal de compañía por excelencia.
Es posible ue hayáis sucumbido ya a los encantos de alguna de esas
bolas peludas y ronroneantes. Y seguro ue os ha cautivado hasta tal
punto ue le habéis cedido vuestro sitio en el sofá.
Pero ¿Os habéis preguntado alguna ve ué secretos pensamientos
bullen tras su hipnótica mirada? ¿ ué ideas descabelladas se les pasan
por la cabeza? ¿O si viven aventuras extraordinarias cuando no estáis
delante?
Solo ellos lo saben En este libro hemos imaginado uince jocosas
historias gatunas pon vuestro deleite.
El ascenso
Era Maxwell un felino tocado por la ambición.
No tenía pedigrí del ue estar muy orgulloso
ni tampoco la belleza de los gatos de salón
pero como los de calle era audaz y valeroso.

De su casa estaba harta y era un tanto fatigoso


vaguear entre los tiestos, las butacas y el balcón.
Él uería remontar, contemplar un mundo hermoso,
coronar las altas cimas de un cerezo del Japón.

Desgarrando la corteza, puso en marcho su ascensión


rama a rama piano piano —pero muy voluntarioso—,
y tan solo consintió disfrutar la sensación
culminada ya la copa del esplendido coloso.

Cuando uiso dar la vuelta el asunto fue escabroso.


De repente, tanta altura no le dio buena impresión.
Se uedó paralizado, le entró pánico y nervioso,
imploró ue lo llevasen a su cesto del salón.
Sin complejos
El día en ue su dueña lo trajo en adopción
fue Hipólito el más vivo y alegre de los gatos.
La mujer lo adoraba y tenía arrebatos
de caricias y mimos aun ue fuera pelón.

¡Ah, la vida era hermosa! Hasta ue llegó un día


un bípedo velludo ue le robó su afecto.
El necio criticaba el anormal aspecto
del pobre gato calvo con pér da ironía.

Su dueña lamentaba tan cínico gracejo,


pero se resignaba, por eso del amor.
Hipólito veta con miedo a a uel señor,
y, por si fuera poco, también le entró complejo.

Pero en la ducha un día por n cantó victoria.


Al ver ue el petimetre buscaba con el brazo
champú para lavar su espléndido pelazo,
le procuró otro frasco ¡crema depilatoria!
El desafío
«¡Estoy furibundo!», se indigna Raimundo.
«¡Si entraba hace un año! Esto es muy entraño.
¿Pues ué broma es esta?» El gato protesta.
Las patas traseras y las posaderas
ya están en el cesto, mas no le entra el resto.

Se estira el cachorro de la cola al morro:


suspira se alarga y vuelve o la carga.
Cabeza adelante la espalda ondulante
mete el barrigón de una Inspiración.
¡Así no hay manera la cola está fuera!

Se siente retado, y cambia de lado.


Lo intenta al revés, juntando los pies
y va al tresbolillo, de lado, en ovillo.
«¡ ue no es mi capazo, me han dado el cambiazo!»
Por n da un bu do ¡Raimundo ha cabido!
Tsunami
Arístides tenía una locura
ue ad uirió cuando aún era pe ueño:
hacerse en el colchón la manicura.

Incrustando las unas con vehemencia,


sin poder contener los ronroneos,
se daba a su balsámica apetencia.

De todos los colchones existentes,


—de látex o plumón, propios o ajenos—
amaba los ue fuesen consistentes;

pero uedole corlo el dormitorio


y decidió explorar el barrio entero,
a la con uista de otro territorio

vio un señor encorvado y muy mayor,


y sagaz lo siguió a su apartamento…
Su colchón era de agua, ¡craso error!
Puntero láser
A Ofelia cazadora con estrella
jamás se le escapaba ni una presa.
Pero ese insecto le causó sorpresa
por ue corría cual fugaz centella.

Y eso ue usaba un método infalible.


Se agazapaba y con traidor sigilo
cuando el incauto estaba más tran uilo,
saltaba con un ímpetu increíble.

Pero con ojos vivos y perplejos


veía ue el trofeo había huido,
y se dolía por haber perdido,
mientras el bicho rechi aba lejos.

Aún siguió dando caza al muy tunante


varias horas y no bajo el listón,
agotando el espíritu burlón
de su dueño, ejemplar conferenciante.
Maneki - Neko
Sócrates no aguantaba más pedradas
de modo ue pensó «Si me tiñera
ya no sería blanco de trastadas
ni ata ues por mi traje de pantera»

Tras varios siglas de continuo acoso,


tenía ue rendirse a la evidencia:
«Ser gato negro no es muy provechoso
el hombre te incomoda la existencia».

Dispuesto a poner n a tal locura,


decidió visitar alguna obra
donde encontrar un cubo de pintura.
¡Y audaz acometió su maniobra!

El pobre se uedó petri cado.


Al n lo vio de lejos un viandante,
ue se llevó la estatua ilusionado.
¡Traería la fortuna al restaurante!
Algunas supersticiones.
—El maneki-neko («gato ue invita») es una escultura asiática tradicional
ue se coloca en las tiendas para atraer la fortuna.
—Ver un gato negro alejándose da mala suerte.
Gato niñera
Para calmar al bebé, ue lloraba todo el rato,
Jalabert tenía claro cómo había ue cuidarlo.
¿Por ué dejaban al pobre el día entero gritando?
Va se encargaría él ue era experto en neonatos.
Pero nada más meter el hocico en ese cuarto,
su dueña se transformaba en un ogro despiadado.
El minino suponía ue no había para tanto:
un bebé tan chi uitillo no podría hacerle daño.

Buscó Jalabert mil tretas para acercarse al humano.


Esperaba a ue la madre entrara al cuarto de baño
o ue cayera rendida con su novela en las manos
y entonces se aproximaba, llevado por el olfato,
en busca de a uella leche de olor tan azucarado.
Pero en el acto la madre gritaba para ahuyentarlo.
Al n ueriendo evitar ue hiciera grandes estragos
lo desterraron del cuarto con un sonoro portazo.
Ailurofilia
Todo el mundo sabía ue doña Mónica
sentía por los gatos pasión platónica.
Cada vez ue venía por estos lares,
le hacíamos cucadas y malabares:

frotando la cabeza contra su pierna,


saltando a su entrañable falda materna,
brindando a sus rodillas tiernos masajes,
soltando ronroneos como salvajes.

Sus favoritos eran cosa evidente,


Lucifer y Afrodita también Vicente.
No sabría explicarlo, pero detecto
ue yo no le inspiraba ningún afecto.

Hoy la señora estaba con buen salero,


pero han llamado al timbre y era el cartero,
y no sé exactamente ué ha sucedido,
ue de pronto he empezado a dar ladridos.
Supersticiones
Jamás Kirlee olvidaba ue en su aseo
tenía ue lavarse las orejas
pues ¿cómo puede un gato estar sereno
con tanta suciedad en sus antenas?

Kirlee tenía un método sin par.


Se lamía del codo a la almohadilla
y frotaba la oreja por detrás
con la pata, dejándola muy limpia.

—¡No vuelvas a hacer eso! —le decían—.


¡Va a descargar, si sigues la tormenta!
Intentaban entonces disuadirla
azotando el par ué con contundencia.

Pero esta vez se hartó la dulce gata


ue, lanzando un bu do, fue hacia el fuego.
Bravucona, se colocó de espaldas
y arreciaron de pronto horribles truenos.
Algunas supersticiones.
—Cuando un gato se sienta de espaldas al fuego, signi ca ue se avecina
una tormenta.
—Cuando un gato se pasa la pata detrás de la oreja es señal de ue va a
llover.
El pianista
Desde cachorro ya Mozart demostraba cierto apego
por el sonido ue emite el teclado blanco y negro.
Se convirtió en un experto del arte del pisoteo.
Le gustaba componer improvisados arreglos.
A veces ejecutaba corriendo como un poseso,
o bien pegaba saltitos o lindos pasos alternos.
Y causaba sensación siempre ue daba un concierto-
dejaba con su talento, al publico bo uiabierto.

Mas el maestro no estaba lo ue se dice contento,


por ue cierto personaje no dudaba en distraerlo,
un bichillo ue acercaba el hocico, muy molesto,
aguzaba los oídos y se las daba de experto.
Meneando la cabeza escuchaba muy atento
y, arrancándose a cantar, entonaba con denuedo
una extraña melodía como de blues lastimero.
El precio justo
Al ver sus ojillos y el negro antifaz,
la pe ueña se encandila.
Mirando a su madre. Marión, contumaz.
Le suelta una retahíla.

—Prometo ser buena, tomarme la cena


y no gritar ni una vez,
sacar buenas notas, limpiarme las botas,
y cuidarte en la vejez.

—Oh, míralo, vamos —responde mamá—.


No se aparta de su hermano.
¿Vas a separarlos? ué lástima da.
Y yo para dos no gano.

El hombre intercede, propone un buen trato


con un sensato argumento:
—Tran uila señora verá ué barato.
Por los dos le hago un descuento.
La camada
Allí los tres apiñados en un único montón,
Samuel, Huberto y Gastón estaban, desconcertados.
¡ ué curiosa sensación!
No eran más ue unos cachorros muy poco experimentados
y contemplaban pasmados la inminente inundación.

A uella horrible marea los había entumecido.


Gastón empezó a maullar. Huberto soltó un bu do,
y Samuel ue era el mayor, buscaba en vano una idea.
¡Estaba todo perdido!
La cosa pintaba fea y se hizo pis abatido.

Ahora el agua ya empezaba a caer desde lo alto,


y los gatitos plegaron las orejas hacia atrás.
Samuel intentó un zarpazo en un homérico asalto.
Pero el agua, de repente, dejo de correr y, ¡zas!,
su dueño empezó a frotarlos, ¡y con jabón además!
Buenas migas
Al ver cómo ondeaban las rojizas aletas
sintió curiosidad. «¡Caramba, ué sorpresa!
¡ ué juguete más díver!», y saltó de contenta.
Evi no se esperaba una cosa tan bella.

¿Por ué la guardarían de forma tan compleja


metida en ese envase ue bacía de barrera?
Tendría ue mojarse para jugar con ella.
Al n, se le ocurrió una brillante idea:

sacar del recipiente el agua tan molesta.


Se inclinó y empezó a lamer la pecera.
Tenía buen sabor, ¡y estaba tan hambrienta!
¿Sería a uel regalo el plan de su merienda?

Al tiempo ue lamia, absorta y muy dispuesta,


el pez le plantó a Evi un beso sin vergüenza.
Le gustó tanto a uella carantoña sincera,
ue pensó ue comerlo no valía la pena.
Campeón
«El paso de lado sí ue es elegante»,
se dijo Isidoro al verlo en la tele.
Un gato tan no, con gracia y empa ue,
debía buscar lo artístico siempre.

Dispuesto a ganar algún campeonato,


se puso a entrenar con ansia y empeño:
las patas muy tiesas, el lomo ar ueado,
rotando de lado igual ue el cangrejo.

Mas no le fue fácil guardar la postura


causando, al saltar, algún estropicio.
En su convicción de ue era un gura
creyó ue valdría con dos o tres brincos.

Y entró en el salón ufano y contento,


deseando ofrecer una exhibición,
sin ver ue acababa de poner su dueño
la última cha, del gran dominó.
La gata y el ratón
Buscando la ciudad y el céntrico bullicio,
la gata Nikki osó abandonar su hospicio.
Logró ganar muy pronto sustento alimenticio
colándose en las casas con tiento y maestría.

También abastecía al alma sufridora


ue hallase en su camino, pues era protectora
de todo cachorrillo y su progenitora
ue deambulasen solos por la ciudad sombría.

Merced a su viveza y a su garra severa,


se fue labrando fama de feroz justiciera.
Luchaba contra gatos y chuchos por do uiera,
cortando por lo sano sus viles tropelías.

Retaba a todo a uel ue fuera su adversario,


saltándose la ley en caso necesario.
Al n, se enamoró, de modo involuntario;
era un ratón con alas de ardiente valentía.
Índice enciclopédico
A
Angora (Isidoro)
Origen: Tur uía.
Tamaño: entre 30 y 35 cm.
Peso: entre 2.5 y 5 kg.
Color: todos.
Particularidad: Pelo semilargo, collarín de
pelo largo alrededor del cuello.
Carácter: activo, juguetón y curioso.

Muy utilizado en circos para realizar acrobacias. Es inteligente y le gusta


complacer a su dueño

***

B
Balines (Evi)
Origen: Estadas Unidos.
Tamaño: entre 30 y 35 cm.
Peso: entre 2 y 5 kg.
Color: Colorpoint (pelaje de color oscuro
en los extremos antifaz, orejas, cola y
extremidades de los patas)
Particularidad: cabeza triangular.
Carácter: cariñoso el y parlanchín.

Es fruto del cruce con los gatos persas. Recibió esto nombre por los
movimientos de su cuerpo, tan gráciles como los de las bailarinas de Bali.

***
Bobtail (Sócrates)
Origen: Japón.
Tamaño: unos 30 cm.
Peso: entre 3 y 5 kg.
Color: todos menos chocolate lila y
colorpoint.
Particularidad: rabo corto y enroscado.
Carácter: independiente y curioso.

Gato venerado en los países del Extremo Oriente. Se le suele representar


con la pata delantera derecha levantada para atraer la buena suerte y la
felicidad.

***
Bombay (Nikki)
Tamaño unos 30 cm.
Peso entre 3 y 4 kg.
Color: negro.
Particularidad: pelaje de color únicamente
negro.
Carácter: cariñoso y generoso.

Este cazador innato, con andares de pantera y ojos penetrantes, posee,


además un gran corazón

***

C
Callejero (Maxwell, Samuel Huberto y Gastón)
Orígenes: múltiples.
Tamaño: variable.
Peso: variable.
Color: todos.
Particularidades: diversas.
Carácter: diversos.
También conocido como «gato europeo», es el gato del ue proceden todas
las razas estándar. Sin embargo para su desgracia, se le considera un gato vulgar
y corriente.

***
Callejero afectado de enanismo felino y
maloclusión dental (Arístides)
Orígenes: múltiples.
Tamaño: variable.
Peso: variable.
Color: todos.
Particularidades: diversas.
Carácter: diversos.

Pese a esta desventaja, ue le da un aspecto malhumorado, es tan pizpireto


como cual uier otro gato y está dispuesto a comerse el mundo

***
Carey o tortuga (Kirlee)
Orígenes: múltiples.
Tamaño: variable.
Peso: variable.
Color: manchas oscuras rojizas y blancas.
Particularidad: son hembras casi
exclusivamente.
Carácter: diversos.

Luce un magní co traje multicolor. Tiene reputación de arisco y un


temperamento fogoso

***

D
Devon Rex (Mozart)
Origen: Reino Unido.
Tamaño: entre 30 y 35 cm.
Peso: entre 3 y 4.5 kg.
Color: todos.
Particularidad: grandes orejas triangulares.
Carácter: excéntrico y muy sensible.
Con su aspecto de duende, es todo un acróbata y muy juguetón. Tolera la
presencia de los perros sin enfrascarse en reyertas.

***

E
Escocés (Jalabert)
Origen: Escocia.
Tamaño: unos 30 cm.
Peso: entre 3 y 5 kg.
Color: todos menos chocolate, lila y
siamés.
Particularidad: orejas pe ueñas plegadas
hacia delante.
Carácter: tran uilo y re exivo.
Gato muy adepto a la vida en familia. Su dueño es para él la niña de sus
ojos. Pero ue nadie venga a buscarle las cos uillas…

***
Es nge (Hipólito)
Origen: Canadá.
Tamaño: entre30 y 35 cm.
Peso: entre 3 y 5kg.
Color: todos.
Particularidad: no tiene pelo.
Carácter: cariñoso le gusta vivir en
sociedad.

Busca la seguridad y las caricias. Es una verdadera lapa y no deja a su


dueño ni a sol ni a sombra.

***

P
Pelicorto Inglés (Ofelia)
Origen: Gran Bretaña.
Tamaño: entre 30 y 35 cm.
Peso: entre 4 y 8 kg.
Color todos.
Particularidades: cabeza en forma de
manzana y ojos muy redondos.
Carácter: tran uilo y curioso.

Gato de cuerpo redondo, robusto y fortachón, Es un cazador temible y


posee una voluntad de hierro

***
Persa (Raimundo)
Origen: Reino Unido.
Tamaño: unos 30 cm.
Peso: entre3 y 5kg.
Color: todos.
Particularidad: pelo sedoso y no.
Carácter: tran uilo y pausado.

Su pelaje es tan abundante ue se diría un cojín. Tiene un apego especial


por el confort hogareño

***
S
Shar-Peï (Virgile)
Origen: China.
Tamaño: entre 48 y 59 cm.
Peso: entre 18 y 30 kg.
Color: gris, chocolate o rojizo.
Particularidades: exceso de piel y lengua
blanca.
Carácter: juguetón pero tran uilo, el y
cariñoso.

Orgulloso y delicado, da muestras de cariño comedidas. Es, sin lugar a


dudas el más gatuno de los perros.

***
Siamés (Paul y Gaétan)
Origen: Tailandia.
Tamaño: unos 30 cm.
Peso: entre 2 y 6 kg.
Color marrón, azul, chocolate, lila y
colorpoint de pelo corto.
Particularidad: ojos azules.
Carácter: cariñoso y parlanchín.
Le cuesta tolerar la compañía de otros gatos. Es posesivo y celoso con su
dueño.

***
SÉBASTIEN PEREZ (Beauvais, 1975) es un conocido autor francés. Comienza su carrera como
autor en 2007. En sus textos se mezcla la historia y la ficción; el humor, a menudo, se aproxima al
cinismo para servir mejor a los grandes temas que tanto significan para él, como son la memoria, la
tolerancia y la ecología. En Edelvives ha publicado Genealogía de una bruja, El herbario de las
hadas, Ruiseñor, Los superhéroes odian las alcachofas, Destinos perrunos, Retratos gatunos e Hijo
de dragones.

BENJAMIN LACOMBE (París, 1982) se forma en la Escuela Nacional de Artes Decorativas de su


ciudad natal al mismo tiempo que trabaja en publicidad y en animación, firmando su primer cómic a
los diecinueve años. Su proyecto de fin de curso, Cerise Griotte, del que es autor e ilustrador, se
convierte en su primer libro juvenil al ser editado por Seuil Jeunesse en marzo de 2006. El año
siguiente, lo publica el sello americano Walker Books, que convierte a Benjamin en una celebridad
mundial al ser considerado por la prestigiosa revista Time Magazine como uno de los diez mejores
libros infantiles publicados en Estados Unidos en 2007. Si bien la mayoría de las producciones de
Lacombe conciernen al sector juvenil, también ha publicado libros ilustrados para adultos incluyendo
entre ellos una versión de los Cuentos Macabros de Edgar Allan Poe con la traducción de
Baudelaire, o la historia de Notre Dame de París con el texto íntegro de Víctor Hugo. Sus narraciones
abordan principalmente los temas de la infancia, la nostalgia y el rechazo social. Sentimientos
enfatizados por sus ilustraciones para las que utiliza técnicas variadas como el gouache, el lápiz, la
acuarela y la pintura al óleo. El resultado son creaciones preciosistas, coloristas, melancólicas y
repletas de detalles, como los dibujos originales expuestos en esta muestra que pertenecen a los
libros: Cuentos Macabros, Swinging Christmas, Nuestra Señora de París, Ondina, El herbario de las
hadas, Ruiseñor, Blancanieves, Los amantes mariposa y Madame Butterfly. Anteriormente, Benjamin
Lacombe había expuesto su trabajo en ciudades como París, Roma, Nueva York o Tokio.

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