1998 Diag - soccul.T.B.
1998 Diag - soccul.T.B.
1998 Diag - soccul.T.B.
Los hechos sociales no son cosas, son procesos y como tales tienen una direccionalidad
determinada, una tendencia que es posible predecir. Es también posible intervenir en esta tendencia,
ya sea para acelerarla o para dirigirla hacia un fin determinado. Todos los proyectos de desarrollo se
basan en esta posibilidad de cambio y movilidad social.1
Las culturas diferenciales en Bolivia son culturas vivas, en contacto, y por tanto entes constitutivos
de la nacionalidad. Así lo establece la Constitución Política del Estado que en su Artículo 1º reza :
“Bolivia, libre, independiente, soberana, multiétnica y pluricultural, constituida en República
unitaria, adopta para su gobierno la forma democrática representativa, fundada en la unión y la
solidaridad de todos los bolivianos”
Empecemos diciendo que toda cultura en contacto se asienta en tres pilares teóricos inamovibles
que, para el caso que nos ocupa, deben contener al Marco Doctrinario explicitado en el docu-
mento “Desarrollo con Identidad”3 del Viceministerio de Asuntos Indígenas y Originarios
(VAIPO).
1
RIOJA BALLIVIAN, G. y M. DE LUCCA. 1994. "Prospección Etnológica preliminar en San José de
Uchupiamonas, Provincia Iturralde, Departamento de La Paz", en EDUCACION BILINGÜE E
INTERCULTURAl, Reunión Anual de Etnología, Serie Anales de la Reunión Anual de Etnología, Tomo I, Museo
Nacional de Etnografía y Folklore. La Paz.
2
“La lucha de los pueblos indígenas contra el colonialismo, la discriminación, el desconocimiento de sus derechos
fundamentales, ha llevado al sistema de las Naciones Unidas, mediante la organización Internacional del Trabajo,
a modificar el Convenio 107 y a redactar el Convenio 169 que prevé una serie de derechos y garantías a los pue-
blos indígenas. Estas mismas luchas hicieron posible que el Estado Boliviano introduzca modificaciones a la Cons-
titución Política del Estado declarando que Bolivia es un país multiétnico y pluricultural, la misma que se encuen-
tra en letra muerta.” TAMBO, Ricardo, Secretario Ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Campesinos
“Tupac Katari”. “Propuesta sobre Territorios desde la Federación Campesina de La Paz - Tupac Katari” en
COORDINADORA DE SOLIDARIDAD CON LOS PUEBLOS INDIGENAS, REGIONAL LA PAZ. 1997.
SEMINARIO, PUEBLOS INDIGENAS ORIGINARIOS Y DESARROLLO SOSTENIBLE, CSPI, La Paz
3
MDSP, VAIPO. 1998. DESARROLLO CON IDENTIDAD, Política Nacional Indígena y Originaria, La Paz.
1
Ethos Technos Ethnos
Hasta aquí podemos constatar que la dimensión multiétnica y la pluricultural a la que hace refe-
rencia el Artículo 1º de la Constitución está articulada al Marco Doctrinario del VAIPO. Sin em-
bargo, lo multiétnico, que parecería ser fruto de una inmediata observación de la sociedad boli-
viana en su conjunto, sólo puede ser entendido en el ámbito de las relaciones interétnicas. De
igual manera, lo pluricultural surge inteligible sólo al interior de esta imbricación relacional :
2
I.1 Relaciones Interétnicas
Relaciones Interétnicas
Igualdad Desigualdad
Siguiendo a Petrosino4 partimos del supuesto de que en toda relación interétnica se dan espacios
reales de igualdad y desigualdad, permeados por el reconocimiento o no de las diferencia cultu-
rales. Así podemos colegir que la dimensión pluricultural explicitada imperativamente en el Ar-
tículo 1º de la Constitución es un ideal donde la igualdad de derechos y oportunidades viene apa-
rejada al reconocimiento de las diferencias culturales, es decir al reconocimiento de la multietni-
cidad. Al otro extremo tenemos la realidad factual : el reconocimiento de las diferencias en un
plano de desigualdad que provoca desde la segregación pasiva, marginalizadora, hasta el más
obscuro racismo discriminatorio. Efectivamente entre estos dos extremos del continuum se pro-
ducen actitudes societales diversas que apuntan tanto a la consecución del ideal imperativo cons-
titucional como a la perpetuación de relacionamientos culturales asimétricos.
Los planos de fusión y asimilación, sin dejar de ser importantes, serán desestimados por el mo-
mento para continuar la construcción discursiva que nos ocupa.
Tenemos hasta el momento, y gracias al análisis realizado hasta aquí, que el Artículo 1º de la
Constitución Política del Estado Boliviano está conformado de ideologemas que pueden ser lle-
nados de contenido diverso. Sin embargo, la política nacional indígena y originaria definida co-
mo “Desarrollo con Identidad” por el VAIPO asume el ideario de dicho Artículo y lo intenta
operacionalizar a través de un marco doctrinario correcto y plausible. Las políticas sectoriales e
instrumentales y los criterios de acción del “Desarrollo con Identidad” se desprenden lógicamen-
te de ese marco doctrinario. Lo multiétnico y lo pluricultural asumen así corpus teórico dentro de
las relaciones interétnicas y se visualizan operativamente como categorías dinámicas de acción
política.
Volvamos por un momento al interior de las relaciones interétnicas para dilucidarlas más clara-
mente a través de la teoría del control cultural desarrollado por Bonfil Batalla.5
4
Cit. en TERREN , Eduardo. 1998. EL REDESCUBRIMIENTO DE LA ETNICIDAD.
http://www.cica.es/aliens/dflus/sc11terr.html
5
BONFIL BATALLA, Guillermo. 1989. “La Teoría del Control Cultural en el Estudio de Procesos Etnicos” en
ARINSANA, Año V, Nº 10, Caracas
3
Esta teoría asume que el control cultural es un sistema y un proceso que, según la coyuntura
histórica, gana o pierde espacios en beneficio o detrimento de la existencia cultural de un grupo
étnico dado. El control cultural representa así el conjunto de niveles, mecanismos y formas de
decisión sobre los elementos culturales existentes en una sociedad diferencial dada. Tanto los
elementos culturales como las decisiones culturales pueden ser propios o ajenos, dándose la
posibilidad de cuatro ámbitos culturales: autónomo, apropiado, enajenado e impuesto. Los
elementos culturales son todos los componentes de una cultura determinada, que son puestos en
juego a la hora de realizar todas y cada una de las actividades culturales precisas para mantener la
vida cotidiana: satisfacer necesidades, definir y solventar problemas, formular y cumplir
aspiraciones, etc. Estos elementos culturales pueden ser: materiales, organizativos, cognitivos,
simbólicos y emotivos. El control cultural sobre todos ellos es de fundamental importancia para la
subsistencia cultural y por ende para la identidad étnica, es decir, para solventar teóricamente las
dimensiones multiétnica y pluricultural del Artículo 1º
I. 2 Control Cultural
Control Cultural
Elementos Culturales
Propios Ajenos
Propias Autonomía Apropiación
Decisiones
Culturales
Ajenas Enajenación Imposición
El plano de la Autonomía es el ideal que debe ser alcanzado con las políticas de intervención
estipuladas por el VAIPO, sin embargo, este ámbito de autonomía puede producir entendido en
sentido lato, procesos de autosegregación si no está íntimamente ligado al de Apropiación de
elementos culturales ajenos que están constantemente en juego en la periferia y al interior mismo
de las culturas diferenciales. Esta apropiación basada en decisiones culturales propias es funda-
mental para la pervivencia cultural diferencial o lo que es lo mismo de la diferencia en el plano
de la igualdad, es decir, de la pluriculturalidad.
En el segundo eje matricial se nos presenta un problema que debe ser abarcado desde una pers-
pectiva más abierta que la asumida por Bonfil Batalla. La Enajenación entendida como des-
apropiación de elementos culturales propios a causa de decisiones ajenas debe necesariamente
cambiar de signo y pasar a engrosar las posibilidades de inmersión autogestiva de los PIOs en los
mercados regionales, nacionales e internacionales. Esto sólo se puede conseguir con la apropia-
ción de elementos culturales económicos ajenos basada en decisiones propias de los PIOs. Es
imperativo, para la supervivencia diferencial de estos grupos humanos, transformar algunos de
sus bienes materiales y espirituales en mercancías, es decir trocar algunos valores de uso por
valores de cambio. Esta actitud, que no debe estar basada de ningún modo en la Imposición,
permitirá la apertura necesaria a políticas estatales de intervención hacia la plena estructuración
multiétnica y pluricultural de la Bolivia fundada en la unión y la solidaridad de todos los bolivia-
nos.
4
I. 3 Primeras Conclusiones
• La Bolivia multiétnica y pluricultural es un ideario que debe ser llenado de contenido teórico
preciso, con categorías unívocas de análisis e intervención. Para esto los avances teoréticos de
Petrosino y Bonfil Batalla marcan un hito conceptual adecuado.
• El Marco Doctrinario del “Desarrollo con Identidad” del VAIPO apunta en esa dirección y se
operacionaliza en políticas concretas, sectoriales, instrumentales y criterios de acción afines.
• La dinámica autocivilizatoria de los Pueblos Indígenas y Originarios en Bolivia avanza en dos
sentidos opuestos : a) hacia la apertura pluricultural canalizada por el fortalecimiento de sus
economías tradicionales, con importante presencia en el mercado interno y posibilidades
reales de globalización y b) hacia la perpetuación ideológica de economías cerradas basadas
en la autonomía cultural.
La anteriores conclusiones surgidas de la construcción del marco teórico referencial nos llevan a
intentar un ejercicio diagnóstico sociocultural basado en el Marco Doctrinario del “Desarrollo
con Identidad” del VAIPO.
II. Diagnóstico
En una arista de la realidad están las profundas brechas sociales que impiden una ver-
dadera competitividad, y en el otro vértice, anidan precarios niveles de competitividad y
productividad junto a abismales diferencias estructurales entre regiones que limitan
grandemente las posibilidades de una mayor integración social.
5
capital social, un bien público fundado en la capacidad de adaptación de la sociedad al
cambio, en el uso de normas, en la autoestima y en la solidaridad colectiva.6
La propuesta de “Desarrollo con Identidad” del VAIPO apuntala la primera postura alentando el
fortalecimiento de la autogestión indígena y originaria a través de alianzas estratégicas con los
otros actores del desarrollo local, regional y nacional. El Consorcio de Desarrollo Local con Par-
ticipación indígena y Originaria (CODELO), como instrumento o política de intervención se
perfila en ese sentido :
(Los CODELOs) son una forma de política instrumental para alianzas estratégicas entre
organizaciones e instituciones de nivel local y microregional, adaptable a las necesida-
des y posibilidades de los diversos tipos de municipios y mancomunidades, orientadas al
desarrollo de iniciativas sostenibles en actividades económicas, sociales y comunicacio-
nales de interés público.
Los CODELO atenderán tanto a las vocaciones sistémicas de desarrollo propias de cada
área, como a las voluntades políticas, capacidades de gestión e iniciativas de inversión
de los actores, procurando articularlas en torno a los criterios del Desarrollo con Identi-
dad.
Dichos consorcios deberán contextuarse en los Planes de Desarrollo Municipal, así co-
mo en otros instrumentos de gestión pública, tales como planes de ordenamiento territo-
rial, uso del suelo, etc.7
6
PNUD. 1998. DESARROLLO SOSTENIBLE HUMANO EN BOLIVIA.. http://guf.pnud.bo/Idh98/IDH98.htm
7
MDSP, VAIPO. 1998 OP. Cit.
6
II. 2 Cultura y servicios sociales
En esto, desde diferentes vertientes doctrinarias, todos estamos de acuerdo. Encontrar respuestas
para esta problemática divide polarmente los campos de intervención:
1. por un lado se pretende optimizar la prestación de servicios al interior de los PIOs, sin tomar
en cuenta sus culturas diferenciales y por otro
2. se lanzan anatemas contra la “occidentalidad”, promoviendo la etnicidad a ultranza en los
procesos de socialización y reproducción cultural.
Así, siguiendo esta última postura, se dice que los PIOs, en especial los de tierras bajas, tienen
capacidades intrínsecas que les permiten resolver sus problemas de servicios de salud a través de
la medicina tradicional, de educación gracias a sus ancestrales conocimientos y manejo de su
medio ambiente y de reproducción económica gracias al uso sostenible de sus recursos naturales.
Si bien es verdad que los conocimientos ancestrales no sólo son motivo de curiosidad científica,
gracias a su efectividad circular cerrada, sino también formas paradigmáticas de conservación y
uso sostenible de los recursos naturales, no presentan al momento muchas alternativas viables al
momento de enfrentarse a los retos de la modernidad. A causa de esto, es preciso promover al-
ternativas intermedias y novedosas que tomen en cuenta la pluriculturalidad a través de planes
concretos de cogestión hacia la autogestión indígena y originaria. Para Charles David Kleyme-
yer :
La cuestión no es si una manifestación cultural debe mutar o si se le debe dar otro uso,
sino quién controla el proceso de cambio. La adaptación cultural crea oportunidades
cuando los pobladores locales tienen voz (...)8
Así, está claro que la participación indígena y originaria en planes y proyectos que los involucran
debe ser efectiva y tender a asumir el control del proceso de cambio. Esta apropiación de ele-
mentos culturales ajenos debe respetar el tempo de apropiación9 y no imponerlos a causa de la
necesidad de resultados inmediatistas. (Cfr, supra p.4)
8
KLEYMEYER, Charles D. en A NATURAL CONNECTIONS: PERSPECTIVES IN COMMUNITY-
BASED CONSERVATION, David Western y R. Michael Wright (Comp.), Island Press
9
“la cultura en la medida en que recibe elementos de otras culturas va creciendo y en la medida que se cierra mue-
re” PARTICIPANTE ANONIMO en COORDINADORA DE SOLIDARIDAD CON LOS PUEBLOS
INDIGENAS, REGIONAL LA PAZ. 1997. SEMINARIO, PUEBLOS INDIGENAS ORIGINARIOS Y
DESARROLLO SOSTENIBLE, CSPI, La Paz
7
Un avance en este tipo de formulación intermedia, aunque sin vislumbrar un fin autogestivo y sin
definir claramente el control del proceso, está plasmado en el documento “Desarrollo con Identi-
dad”:
Para intentar en este tema una articulación conceptual, debemos volver a referirnos al ámbito de
la asimilación de la construcción de Petrosino (cfr. supra p.3) Este ámbito se establece cuando
las desigualdades coinciden con el no reconocimiento de las diferencias culturales. La premisa de
políticas integracionistas que propugnan justamente la asimilación del indígena y el originario a
la nacionalidad siempre en cierne, está situado en este ámbito analítico.
Como se puede apreciar, esta política contradice radicalmente la opción pluricultural y por ende
el enunciado imperativo del Artículo 1º de la Constitución Política del Estado Boliviano.
10
cfr. MDSP, VAIPO. 1998. Op. Cit.
11
RIOJA BALLIVIAN, Guillermo. INDIGENISMO, INDIANISMO Y KATARISMO: Tres Visiones sobre el
Indio y lo Indio en Bolivia, en preparación.
12
cfr. MDSP, VAIPO. 1998. Op. Cit.
8
indigenistas de estado o, por el contrario, apuntalado por políticas de intervención adecuadas al
marco referencial imperativo del Artículo 1º. Como se puede apreciar analizando las interpela-
ciones discursivas del documento “Desarrollo con Identidad” del VAIPO estas políticas de inter-
vención surgen efectivamente de hipótesis acordes con lo planteado aquí. Sin embargo es preciso
apuntar que, en el proceso de llenado de contenidos de los conceptos enunciados en el Artículo
1º, se debe tomar muy en cuenta los derechos propuestos internacionalmente por los propios
Pueblos Indígenas y Originarios, tales como :
II. 4 Lo intercultural
13
ALIANZA MUNDIAL DE LOS PUEBLOS INDIGENAS-TRIBALES DE LOS BOSQUES TROPICALES.
1996. “Resultados de la Reunión Internacional de Pueblos Indígenas y Otros Pueblos Dependiente de los Bos-
ques sobre el Manejo, Conservación y Desarrollo Sostenible de Todos los Tipos de Bosques”, Leticia. Estos dere-
chos fueron apropiados por los Pueblos Indígenas en 1977 durante la Conferencia Internacional de ONGs sobre la
Discriminación de los Pueblos Indígenas en las Américas realizada en Ginebra, en la ONU. En realidad surgen un
año antes, el 3 de enero de 1976, cuando entra en vigor el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Crf. GOMEZ ARROYO. Maria. Elena. ANALISIS DEL PROYECTO DE DECLARACION UNIVERSAL
SOBRE LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDIGENAS.
http://sociolan.politicas.unam.mx/amei/30.txt
14
“Lo que vamos a restituir es la soberanía, por cuanto nosotros somos pueblo. Y esa soberanía se ejerce sobre la
autodeterminación, que quiere decir ser nosotros mismos. El ejercicio de la autodeterminación es inseparable del
ejercicio del derecho territorial.” MAMANI, Carlos (Historiador y miembro del Taller de Historia Oral Andina
THOA). 1997. “Propuesta sobre Territorio desde la Perspectiva de la Confederación de Ayllus” en
COORDINADORA DE SOLIDARIDAD CON LOS PUEBLOS INDIGENAS, REGIONAL LA PAZ. 1997. Op.
Cit.
9
Las relaciones interétnicas en un país declarado multiétnico y pluricultural deben pasar, como lo
apuntamos más arriba, por diferentes planos de relacionamiento. El ideal propuesto es el de la
pluriculturalidad que podría resumirse en la frase “vivir la diferencia cultural con derechos y
oportunidades iguales”. En el otro polo encontramos la segregación y en el extremo, el racismo.
Hemos visto también que la asimilación provoca la política indigenista de estado, el integracio-
nismo.
Otro ámbito de las relaciones interétnicas que no hemos analizado hasta ahora es el de fusión
(cfr. supra p.3) Este plano analítico surge del cruzamiento conceptual de la igualdad de derechos
y oportunidades y el no reconocimiento de diferencias culturales. Este ámbito sólo se puede re-
frendar empíricamente en relaciones interétnicas horizontales y, probablemente, de grupos étni-
cos pequeños pertenecientes a la misma familia lingüística.15 Es obvio que para mantener impe-
rativamente los conceptos de pluriculturalidad y multietnicidad no son deseables las relaciones
interétnicas que tiendan a la fusión cultural global de una formación económica social determi-
nada.
Curiosamente, el ideario nacionalista revolucionario surgido el 52 cruza por esta última posición,
es decir la “amalgamación” de las culturas diferenciales en una sola “cultura nacional”. Si esta
postura tuviera viabilidad histórica su consigna sería “salvemos lo indio (cultura) desapareciendo
al indio (objeto de la política integracionista)” 16. La evidencia empírica inmediata nos demuestra
que por el contrario a lo “previsto” por el indigenismo las culturas diferenciales se fortalecen en
el tiempo a través de inmersiones periódicas, cada vez más continuas, en todos los ámbitos de la
reproducción societal global ya no sólo como fuerza de trabajo sino como contenido diferencial
multiétnico y pluricultural.
Se entiende consensualmente como "indígenas de las tierras bajas” a las culturas diferenciales
que habitan las regiones amazónica, chaqueña y oriental del país; en los Departamentos de Beni,
15
Ejemplo claro y actual de este proceso lo encontramos en la fusión del Pueblo Pacahuara con el Chacobo, ambos
de la familia lingüística Pano.
16 “Los Q´aras que siempre nos habían visto como enemigos e incluso como animales se propusieron hacernos
olvidar nuestra condición de pueblo oprimido. Mediante decreto establecieron `ya no son indios, son campesinos y
bolivianos´, entonces nos extendieron carnet de identidad para que votemos por sus candidatos..."”TAMBO, Ricar-
do. Op. Cit.
10
Pando y Santa Cruz y parte de los Departamentos de La Paz, Cochabamba, Chuquisaca y Tarija.
Los pueblos indígenas que componen este conglomerado son los siguientes:
(*) Es notoria la ausencia del Pueblo Canichana, que cuenta con una población de 582 habitan-
tes dispersa en varias comunidades alrededor de San Pedro Nuevo en el Municipio de San Ja-
vier de la Provincia Cercado del Departamento del Beni ; por el contrario, el Pueblo Paiconeca que
aquí figura con 3.708 habitantes no es tomado en cuenta en el Primer Censo Indígena Rural de
Tierras Bajas (CIRTB)18. Riester, 199419 lo considera un pueblo en extinción. Oporto, 199620
asegura que el Pueblo Paiconeca se asimiló a los Ayoreo y traspasaron la frontera con el Para-
guay.
El concepto “tierras bajas” abarca una multitud de culturas diferenciales que van desde las más
arcaicas de recolectores, cazadores y pescadores con agricultura itinerante, hasta las más desarro-
lladas de agricultura sedentaria con vinculación directa al mercado interno de productos semi -
elaborados y elaborados, pasando por el uso extensivo e intensivo de productos maderables.
17
Para efectos de este estudio tomamos estos datos como oficiales aunque al respecto existen diversas y contradicto-
rias apreciaciones. Cfr. CEDOIN/SIDMI, CIPCA, MUSEF. 1996. PUEBLOS INDIGENAS DE LAS TIERRAS
BAJAS DE BOLIVIA, Catálogo Etnológico, La Paz ; LEMA, A.M. (Comp.) 1998. PUEBLOS INDIGENAS DE
LA AMAZONIA BOLIVIANA. TCA, PNUD, FIDA,. La Paz. SAE. INE, UDAPSO, ASDI, CIDOB. 1994.
PRIMER CENSO INDIGENA RURAL DE TIERRAS BAJAS. Versión Electrónica.
18
PRIMER CENSO INDIGENA RURAL DE TIERRAS BAJAS. Op. Cit.
RIESTER, Jürgen. 1994. “Ubicación y Población de Pueblos Indígenas en las Tierras Bajas de Bolivia” en
19
“Cuadro Comparativo de Pueblos Indígenas de las Tierras Bajas de Bolivia” en CEDOIN/SIDMI, CIPCA,
20
Esta situación desestructurante ha provocado durante los últimos diez años importantes movi-
mientos reivindicativos de la “dignidad y el territorio” que han culminado, en algunos casos, en
dotaciones territoriales importantes, en los Departamentos del Beni, La Paz, Cochabamba Santa
Cruz y Tarija :21
• Territorio Indígena Chimane consistente en 3.922 Km2 con una composición de 70% de
bosques y un 30% de sabanas, con una población aproximada de 6.000 habitantes, D.S. Nº
22611
• Territorio Indígena Multiétnico, con una extensión de 3.520 Km2, compuesta por un 80% de
bosques y un 20% de sabanas. Los grupos étnicos que lo habitan son, en diferentes proporcio-
nes, Moxeños, Yuracarés, Movimas y Chimanes, D.S. Nº 22611
• Territorio Indígena - Parque Nacional Isiboro Sécure con una composición de aproximada-
mente el 70% de bosque y 30% de sabanas, D..S. Nº 22610
• Territorio del Pueblo Indígena Araona, con una extensión de aproximadamente 92.000 Has.
en la Provincia Iturralde del Departamento de La Paz, D.S Nº 23110
• Territorio del Pueblo Indígena Yuqui, 115.000 Has. en la Provincia Camacho del Departa-
mento de Cochabamba, D.S. Nº 23108.
• Territorio Indígena Chiquitano en la Provincia Ñuflo Chávez del Departamento de Santa
Cruz.
• Territorio Indígena y Reserva de la Biosfera Pilón Lajas, con una extensión de 400.000 Has.
ubicadas entre los Departamentos del Beni y La Paz y habitado por indígenas Chimanes y
Mosetenes, D.S Nº 23111.
• Territorio Indígena Sirionó, en el Departamento del Beni, D.S. Nº 22609
• Territorio Indígena Weenhayek, en Tarija, D.S. Nº 23500
21
(cfr. MICHEL,1992 “Pueblos Originarios”, inédito. LEMA, A.M. (Comp.) 1998. Op. Cit.
13
Percepción errónea. En realidad, las culturas ancestrales asentadas en la Amazonia bo-
liviana han desarrollado formas de adaptación que trascienden por mucho el concepto
de inmovilidad indígena por caducidad histórica. Las culturas vivas amazónicas no sólo
son herederas de una sabiduría adecuada al medio, sino que con sus hábitos culturales
han establecido modelos de manejo idóneos que deben ser asimilados por las políticas de
intervención estatales.22
El basamento físico para la perpetuación de estas culturas diferenciales es, como es lógico supo-
ner, el territorio. En este sentido, además de los territorios dotados por Decretos Supremos con-
signados más arriba, en la Amazonia boliviana existen las siguientes demandas con resoluciones
administrativas de inmovilización :
22
RIOJA BALLIVIAN, Guillermo. 1995. "Sobre lo Ecológico y lo Indígena en la Amazonia Boliviana" en TEXTOS
ANTROPOLOGICOS Nº 7, UMSA. La Paz.
23
LEMA, A.M. (Comp.) 1998. Op. Cit
14
Los tiempos tienden a cambiar, sin embargo. En los últimos años se han suscitado acon-
tecimientos que marcan hitos históricos en el tratamiento de lo étnico en Bolivia; las de-
mandas territoriales amazónicas han culminado en dotaciones y el mundo ecológico ha
despertado a los conocimientos de los indígenas respecto a su medio ambiente. Se tiende
ahora a una interlocución entre científicos e indígenas - propietarios de zonas de gran
interés biológico y ecológico - hacia la conformación de alianzas duraderas de mutuo
conocimiento y enriquecimiento conceptual y práctico.
A pesar de estos avances, estamos aún lejos, en Bolivia y en general en todo el ámbito
amazónico, de comprender cabalmente la importancia de las culturas indígenas y origi-
narias en el manejo y la conservación de los bosques. Los pocos trabajos académicos
realizados en este sentido proponen al momento más preguntas metodológicas que res-
puestas contundentes, pero aún así muestran insospechados caminos de investigación y
de praxis conjuntas. Al fin y al cabo la ciencia, para serlo, debe estar abierta a nuevas
posibilidades y debe revisar constantemente sus logros para no caer en prejuicios dog-
máticos.24
24
RIOJA BALLIVIAN, Guillermo. 1995. Op. Cit.
15
dón, sombre-
ros, jasayés y
sopladores de
fibras vegeta-
les). Ganadería
incipiente.
Canichana Subcentral Indígena Ca- Agricultura Arroz, frijol, Caza, pesca, Comercialización
nichana afiliada a CPIB. de productos maíz, plá- recolección de individual a es-
comerciali- tano. Venta productos sil- tancieros.
zables, gana- de fuerza de vestres, plantas
dería en pe- trabajo a medicinales.
queña escala. ganaderos.
Cavineño Subcentral Cavineña afi- Recolección Castaña, Caza, pesca, Comercialización
liada a CIRABO. de castaña. cítricos, yu- recolección de individual a ba-
ca, arroz, productos sil- rracas castañeras
Venta de vestres, cría de y gomeras.
fuerza de animales do-
trabajo a mésticos, agri-
castañeros y cultura en pe-
gomeros. queña escala
Cayubaba Subcentral Cayubaba afi- Agricultura : Venta de Caza, pesca, Comercialización
liada a CPIB. arroz, yuca, charque de recolección de individual a es-
maíz, plátano pescado y productos ma- tancias ganaderas
caña de azú- harina de derables, gana- y eventualmente
car, frijol, yuca. Produc- dería familiar. en Santa Ana del
zapallo, ca- tos agrícolas. Yacuma y Gua-
mote, maní, yaramerín.
papaya, taba-
co, cítricos,
frutas. Harina
de yuca.
Chacobo Capitanía Grande Chacobo Castaña, Castaña, Caza, pesca, Las comunidades
(influida por Misión Sui- palmito, agri- palmito. recolección de aledañas a Alto
za). cultura fami- productos sil- Ivon tienen una
Subcentral de Pueblos liar. vestres, agri- Cooperativa que
Chacobo - Pacahuara afi- cultura fami- intermedia la
liada a CIRABO. liar. comercialización
de la castaña y el
palmito y compra
alimentos y otras
mercancías para
vender.
EsseEjja Sin instancia organizativa Recolección Castaña, Caza, pesca, Comercialización
explícita, sin embargo de castaña, maíz, arroz, recolección de directa en Ribe-
están afiliados a CIRABO. insectos, miel yuca, cítri- productos sil- ralta.
de abejas cos, plátano. vestres, agri-
silvestres, cultura de roza
huevos de y quema.
peta. Agricul- Crianza even-
16
tura familiar. tual de cerdos,
patos y galli-
nas. Crianza
incipiente de
ganado ovino
introducido por
Misión Suiza.
Itonama Subcentral Indígena de Agricultura, Maíz, yuca Caza, pesca, Venta directa e
Magdalena afiliada a ganadería a arroz. recolección de individual en los
CPIB. pequeña es- productos fo- mercados de
cala. restales, manu- Magdalena, Bau-
facturas en res, San Ramón y
goma. San Joaquín.
Joaquiniano Subcentral de San Joaquín Agricultura Madera, Caza, pesca, Comercialización
afiliada a CPIB. familiar, caza maíz, arroz, recolección. individual en San
y pesca. plátano, ca- Joaquín y San
cao, goma, Ramón.
castaña, pal-
mito.
Leco Comité Indígena del Pue- Cultivo de Arroz, cacao, Cultivo de Venta directa a
blo Leco de Apolo arroz, cacao, cítricos. Ven- hualusa, yuca, colonizadores y
(CIPLA) afiliada a la Cen- cítricos. ta de fuerza frijol, maíz, en el mercado
tral de Pueblos Indígenas de trabajo a tomate. local.
de La Paz (CPILAP), afi- cooperativas
liada a CIDOB. auríferas.
Machineri Subcentral Indígena de los Recolección Castaña, Caza, pesca, Comercialización
Pueblos Machineri afiliada de goma y goma, pro- recolección de individual en
a CIRABO. castaña. ductos agrí- productos sil- Bolpebra y Cobi-
Agricultura colas. vestres, plantas ja.
familiar. medicinales.
Uso de madera.
Moré Consejo Indígena Moré Agricultura. Castaña, Caza, pesca, Venta de Castaña
afiliado a CPIB. Recolección palmito, recolección de y palmito media-
de productos arroz, maíz productos sil- da por el sanita-
no madera- frijol y yuca. vestres. rio de Guaya-
bles. ramerín hacia las
empresas de la
zona.
Mosetén Organización del Pueblo Agricultura. Arroz, yuca, Caza, pesca, Venta directa a
Indígena Mosetén (OPIM), cítricos, ca- recolección de colonizadores
Consejo Regional Chimán- cao, madera. productos sil- andinos y empre-
Mosetén del Territorio Venta de vestres. sas madereras.
Indígena de Pilón Lajas fuerza de
afiliado a CPIB. trabajo a
madereros.
Movima Subcentral del Pueblo In- Agricultura. Arroz, plá- Caza, pesca, Venta directa e
dígena Movima afiliada a tano, yuca recolección de individual en los
CPIB caña de azú- productos del mercados de
car. monte, Agri- Santa Ana, Exal-
17
cultura de sub- tación. San Joa-
sistencia, quín y San Igna-
Crianza de cio.
animales do-
mésticos.
Moxeño Subcentral de Cabildos y Agricultura Arroz, plá- Caza, pesca, Centro Cultural
representantes del TIPNIS de roza, tum- tano maíz, cría de anima- Moxos, en Trini-
(Territorio Indígena y Par- ba y quema yuca, made- les domésticos, dad comercializa
que Nacional Isiboro Sécu- en bosques ra. aprovecha- artesanías.
re). de galería. miento de re-
Subcentral Indígena de Crianza de cursos foresta-
San Ignacio de Moxos. ganado va- les maderables
Subcentral Indígena de cuno y caba- y no madera-
San Lorenzo de Moxos. llar. bles.
Subcentral Indígena de
San Francisco de Moxos.
Afiliadas a CPIB.
Pacahuara No tienen organización Castaña, Castaña, Caza, pesca, Comercialización
autónoma. Participan de la palmito, agri- palmito. recolección de individual en
organización Chacobo cultura fami- productos sil- Riberalta.
afiliada a CIRABO. liar. vestres.
Sirionó Consejo del Pueblo Sirio- Agricultura Maíz, arroz, Caza. Pesca, Equipos y comi-
nó afiliado a CPIB. de roza, tum- miel de abe- recolección tés de comercia-
ba y quema. jas. Venta de lización.
Ganadería fuerza de
incipiente. trabajo a
Recolección ganaderos.
de miel sil-
vestre.
Tacana Consejo Indígena del Pue- Agricultura, Arroz, yuca, Caza, pesca, Las organizacio-
blo Tacana (CIPTA), ganadería, cítricos, recolección. nes locales asu-
afiliado a CIDOB. recolección maíz, pláta- men el rol de
Organización Indígena de castaña y nos, castaña intermediarios
Tacana (OITA) afiliada a palmito. y palmito. con el mercado.
CIRABO.
Tsimane´ Gran Consejo Tsimane´. Tejido de
Jatata, made- Caza, pesca, Comité Tsimane´
Consejo Regional del Te- jatata, made-
ra, artesanía, recolección de de Gestión.
rritorio Indígena de Pilón ra, artesanía.
arroz. productos del
Lajas, ambos afiliados a Cultivo de bosque, agri-
CPIB. arroz. cultura fami-
liar.
Yaminahua Consejo de Pueblo Yami- Agricultura y Castaña, Caza, pesca y El jefe grupal
nahua afiliado a CIRABO. recolección goma. Yuca, recolección de (tushawa) asume
de goma y arroz, plá- productos del el rol de interme-
castaña. tano. bosque. diario entre las
comunidades y lo
compradores.
Yuqui Consejo Yuqui afiliado a Caza, pesca, Artesanías, Caza, pesca y Comercialización
CIDOB. recolección carne de recolección. individual en
18
de productos monte, pes- Puerto Villarroel.
del bosque. cado, huevos
Artesanías. de peta, ma-
dera.
Yuracaré Consejo central del Pueblo Agricultura. Plátano, Caza, pesca, Comercialización
Yuracaré afiliado a maíz, arroz, recolección, directa a comer-
CIDOB. yuca. Venta agricultura de ciantes y coloni-
de fuerza de subsistencia. zadores.
trabajo a
colonizadores
comerciantes
e incluso a
narcotrafican
tes.
Fuente : Elaboración propia en base a LEMA, A.M. 1998.25
Como se puede apreciar, los pueblos indígenas amazónicos de Bolivia a pesar de ser pueblos de
alto desarrollo cultural endógeno (manifestado principalmente en el uso y distribución del uso de
los recursos naturales del bosque) aún se mantienen como pueblos cazadores, pescadores, reco-
lectores y horticultores de pequeña escala. Su acceso al mercado, esporádico, está condicionado
por la distancia que los separa de los mercados locales y los productos que esos mercados de-
mandan. Además, es necesario tomar en cuenta otros factores que aluden a la cultura diferencial
de estos pueblos indígenas. En la mayoría de los casos la inmersión al mercado se realiza de ma-
nera compulsiva por parte de la sociedad local, regional y nacional, trayendo como efecto la ten-
dencia desestructurante de la cultura diferencial en cuestión. En ese sentido, las políticas de in-
tervención estatal deberían apuntar hacia la introducción de elementos culturales ajenos en pleno
consenso con los pueblos indígenas y no imponiéndolos, como es el caso. Este logro de consenso
permitiría que la propia cultura diferencial enfrentada se vaya apropiando paulatinamente de es-
tos elementos culturales ajenos y los vaya sumando a su ethos y technos, sin detrimento de su
propia identidad.
Por otro lado, vemos en el anterior cuadro cómo el nivel organizativo se desarrolla impetuosa-
mente gracias al fortalecimiento de las organizaciones matrices, representadas por la Central de
Pueblos Indígenas del Beni (CPIB) y la Confederación Indígena del Oriente, Amazonia y Chaco
de Bolivia (CIDOB) que han logrado con éxito articular las demandas de base manifestadas prin-
cipalmente en la territorialidad indígena.
Por su importancia veamos más de cerca a la CPIB ; sus formas organizativas y las demandas
que articulan en la actualidad.
25
LEMA, A.M. (Comp.) 1998. Op. Cit
26
Tomado de CPIB. 1998. Hoja electrónica.
19
La Central de Pueblos Indígenas del Beni es una Organización de Segundo Nivel, con Personería
Jurídica en tramite y cuya sede se ubica en el Cabildo Indigenal de Trinidad, calle José López s/n
Teléfono - Fax: 21575. Casilla de Correos # 58. Trinidad, Beni , Bolivia.
La CPIB, que originalmente se creó para aglutinar a todos los pueblos indígenas del departamen-
to del Beni, actualmente se ha extendido también a atender e incorporar en su seno a los Mosete-
ne, del departamento de La Paz (provincia Sud Yungas). Por otro lado, en el proceso de mejor
organización, ha surgido en el departamento el CIRABO, que reúne a pueblos indígenas neta-
mente amazónicos del norte de Bolivia.
En cuanto al alcance geográfico de la CPIB se caracterizan cinco zonas de ocupación real del
territorio, sin existir una jerarquización de los centros poblados, estas zonas son:
1) Zona Subcentral (Trinidad, San Ignacio, Loreto, San Javier, San Pedro)
2) Zona Norte (Riberalta, Guayaramerín)
3) Zona Occidental (San Borja, Reyes, Santa Rosa, Rurrenabaque)
4) Zona Oriental (San Ramón, San Joaquín, Magdalena, Huacaraje, Baures, Bella Vista)
5) Zona Central (Santa Ana de Yacuma)
Es preciso recordar que estas zonas casi no tienen vínculos entre sí debido a la falta de vías ca-
mineras, lo que significa que la CPIB, se constituye en una entidad que promueve, a través de sus
tareas de unificación de los pueblos indígenas, la ampliación futura de las diferentes zonas.27
La CPIB se origina en los Cabildos Indigenales Moxeños que tradicionalmente han sido la forma
básica y generalizada de organización social de las comunidades desde la época de la creación de
las Reducciones Jesuitas. El Cabildo, modalidad organizativa y de autoridad, respetaba las cos-
tumbres y normas tradicionales nativas, incorporándolas a un vasto conjunto de acciones socio-
religiosas, que a pesar de la expulsión sufrida por los jesuitas en 1767, quedó en la memoria co-
lectiva y en muchas de las prácticas étnicas, modificándose en varios aspectos pero conservando
su esencia de solidaridad orgánica indígena. Los cabildos tenían y aún tienen acción propia y
funciones especificadas por la propia comunidad y existencia independiente respecto de los otros
cabildos.
En las décadas de los años 1970 y 1980 se produjo un fenómeno de pérdida de identidad étnica,
de autoridad y de objetivos tradicionales de organización propia debido a la injerencia de la poli-
tización y campesinización buscada por las clases dominantes casi siempre con fines electoralis-
tas. Podría decirse que esto llevó a los Cabildos Indigenales, y en especial al de Trinidad, a una
27
Al respecto son datos importantes a tener en cuenta : Existen unos 3000 Km. de camino construidos, pero todos
son de tierra (excepto el tramo asfaltado Trinidad - San Pedro) y por tanto su uso se restringe a la época seca. La red
fundamental de caminos (1400 Km) une: Yucumo - Rurrenabaque - Guayaramerín ; Yucumo - San Borja - San
Ignacio - Trinidad ; Trinidad - San Pedro. Existe una red complementaria de 700 Km. y la red vecinal de 900 Km.
La red fluvial, pese a su enorme importancia natural, no es objeto de atención sistemática por parte del Estado y
cuenta con múltiples problemas (palizadas, desbordes, canalización, contaminación, envenenamiento de aguas, etc.).
Los principales ejes fluviales son: Río Beni - Río Madre de Dios - Río Orthon ; Río Ichilo - Río Mamoré ; Río
Iténez. En el actual tipo de uso productivo del territorio departamental del Beni (desordenado y aún no planificado ni
concertado), se identifican ejes camineros de desarrollo orientados hacia los ejes vertebradores del país: Yucumo -
Rurrenabaque - Cobija ; Trinidad - San Ignacio - San Borja - Yucumo - La Paz ; Rurrenabaque - Riberalta - Guaya-
ramerín ; Trinidad - Santa Cruz - Yacuiba ; San Ignacio - Villa Tunari - Cochabamba. CPIB. 1998. Ibid.
20
situación de anarquía. Los indígenas Moxeño fueron perdiendo su libertad y derecho a elegir a
sus propias autoridades, teniendo que aceptar corregidores oficialistas impuestos por el Prefecto
del Departamento. Inclusive se intentó formar facciones de división al interior del pueblo Moxe-
ño. Hubo tiempos en que existieron simultáneamente dos Corregidores en el mismo Cabildo In-
digenal de Trinidad.
Una Comisión de la CCIM logró tener una audiencia con el Presidente de la República de enton-
ces, Dr. Víctor Paz Estenssoro, en la que el Primer Mandatario decidió emitir una Resolución
Suprema ordenando la “Inmovilización del Bosque de Chimanes” y la formación de una Comi-
sión Técnica socio-económica, para hacer un estudio en el Bosque de Chimanes y verificar la
existencia o no de comunidades indígenas. El CCIM apoyó plenamente el trabajo de la Comi-
sión, que a la postre, informó hechos reales de existencia y derechos consuetudinarios de propie-
dad del Bosque de Chimanes que luego fueron ampliados y profundizados por un “Diagnóstico
del Bosque de Chimanes”, elaborado por CIDDEBENI y un Seminario de la Madera realizado en
Trinidad, en el que participaron empresarios, autoridades políticas y administrativas nacionales y
regionales, técnicos, ONGs y los nuevos dirigentes indígenas Moxeños
28
El año 1986, un grupo de Moxeños de Trinidad (también de algunos otros pueblos), entre los cuales se encontra-
ban Ernesto Noe, José Gabriel Guasebe, Damián Poma, Jerónimo Poma, Francisco Huaje y otros más, empezaron a
reunirse en casas particulares, primero ocasionalmente y luego con continuidad, para analizar la situación de los
Cabildos, del Pueblo Moxeño en su postergación perenne, y la desestructuración y cambios negativos y forzados que
se estaban sucediendo. En estas reuniones se produjo una profunda reflexión y autovaloración de la identidad social
y cultural moxeña, y se fue entendiendo que era necesario y vital retomar la antigua organización tradicional, aunque
aun no sabían como hacerlo. Este grupo decidió llamar y realizar una reunión de todos los Corregidores de las dife-
rentes comunidades . Por esa época ya habían tomado algún conocimiento y contacto esporádico con el CIDOB, de
Santa Cruz. CPIB, Op. Cit.
21
carácter departamental, sobre la base de la ratificación del directorio anterior para dar continui-
dad a las labores organizativas generales.
A principios de 1990, la CPIB, esperando en vano respuestas del Gobierno a los serios proble-
mas relacionados con la usurpación de bosques y tierras, decidió realizar la histórica “Marcha
por el Territorio y la Dignidad” (15 de agosto a 17 de septiembre de 1990) que culminó en la
emisión de una serie de Decretos Supremos, que en la letra, otorgaban territorios indígenas a
diferentes pueblos.29 La prioridad para CPIB, una vez aprobada la Ley INRA, es la titulación de
los territorios otorgados. Después de eso vienen las prioridades de educación, Salud, etc. Todas
son importantes pero la cuestión de territorios es lo principal.30
A propósito, en una interesante investigación realizada por CPIB y CIDDEBENI31, podemos
apreciar una síntesis de definiciones sobre lo que entienden los pueblos indígenas amazónicos
(habitantes de base y no dirigentes) como Territorio Indígena :
29
“Desde entonces se inició el trabajo de la delimitación de los territorios del Beni. Sin embargo, los problemas
técnicos, el elevado costo de la operación y la ausencia de un marco jurídico de referencia dificultaron este proce-
so. La Marcha Indígena de 1996 reclamó la aprobación de una Ley sobre tierras en discusión desde el año anterior,
que pudiera dar un nuevo marco legal a los territorios existentes y dar cabida a las nuevas demandas de territorios.
Tras una larga negociación, se promulga el 18 de octubre de 1996 la Ley 1715 del Servicio Nacional de Reforma
Agraria.” LEMA, A.M. 1998. Op. Cit.
30
“En cuanto al otro espacio de realización importante en la Ley INRA, el referido a las disposiciones transitorias
dirigidas a la Titulación de Territorios Indígenas, la versión del Gobierno es haber comprometido la titulación de
15 millones de hectáreas, algo sin precedentes históricos. El compromiso estatal está planteado en términos muy
claros, se trata de la titulación de más de 20 Territorios Indígenas...” ALMARAZ, Alejandro. 1997. “Situación
Actual de los Territorios Indígenas a la Luz de la Ley INRA : Avances y Dificultades” en COORDINADORA DE
SOLIDARIDAD CON LOS PUEBLOS INDIGENAS, REGIONAL LA PAZ. 1997. Op. Cit.
31
CIPB-CIDDEBENI. 1995. HACIA UNA PROPUESTA INDIGENA DE DESCENTRALIZACION DEL
ESTADO, Proade, Ildis, La Paz.
22
• Es un área de tierra donde todos nosotros habitamos.
• Nos proveemos de madera, carne y pesca.
Riberalta • Es una extensión amplia de tierra, donde podamos multiplicarnos y
desarrollarnos, que está respaldada por un Decreto o una Ley.
San Joaquín • La seguridad de tierra donde nos sintamos dueños y tengamos todos
los recursos y posibilidades y podamos ya vivir seguros y sin proble-
mas.
Magdalena • Es la parte donde nuestros antepasados vivieron, donde estuvieron
presentes sin dañar el medio ambiente y que sus recursos quedaron
para nuestras generaciones.
San Pablo • Donde nuestros abuelos han vivido y quedaron sus hijos y nietos,
debemos conservarlo, que busca la santa tierra.
• Indígena es un palabra muy dulce que dice que estamos viviendo,
cuando no queremos ser indígenas estamos muriendo.
San Borja • Es un espacio de tierra que es nuestra, por otorgamiento del gobierno.
Es el lugar donde podemos cazar, hacer chaco y buscar los recursos :
madera, fruta y otros.
TIPNIS • Sin respuesta.
Fuente : CPIB-CIDDEBENI. 1995. Op. Cit.
Significativamente ninguna de las respuestas apunta hacia una ampliación de la frontera agrícola
o la intensificación de uso del suelo con fines de mercado.
La problemática indígena de esta región está también vinculada a las reivindicaciones territoria-
les y al uso de recursos naturales. En la zona chaqueña se suma a esto la demanda por la obten-
ción de agua potable a través de tuberías y tanques, dada la contaminación de las pocas fuentes
naturales y en muchos casos la desaparición de esas fuentes en época de seca.. Al momento es
típica la construcción de “atajados” (“ojos de buey” o “jagüeyes”) que solucionan en parte la
carencia de agua. En el poblado de Eyti, por ejemplo, los atajados permiten en pequeña escala la
producción agrícola especialmente de maíz. El crecimiento vegetativo de la población hace cada
vez más difícil el acceso al agua, produciéndose situaciones de tensión social por el recurso.
Además de esto en el Chaco Guaraní la vegetación suele cubrir en poco tiempo las obras de sis-
temas de riego, tanques de almacenamiento de agua, desarenadores e inclusive los atajados. Es
necesario conocer o mirar con atención pues en lugares donde parece no haber más que arbustos,
hierba o arena puede haber una bocatoma, una galería filtrante, un acueducto o un desarenador
de tierra.32
Es la cuestión de territorio, sin embargo, la más sentida demanda Guaraní. Tomemos el caso del
Chaco Chuquisaqueño que es el más extremo. A partir de la década del 90, se inicia un proceso
32
VAN DIXHOORN, Nico. 1996. MANEJO DE AGUA EN EL CHACO GUARANI. CIPCA, SNV-Bolivia.
23
reorganizativo que conduce a la recuperación de tierras por diversos medios y a la consolidación
del Consejo de Capitanes de Chuquisaca (CCCH) como organización departamental.33 Es impor-
tante resaltar que la población Guaraní de Chuquisaca ha sido la más desestructurada en su orga-
nización a causa de la guerra de conquista realizada por la sociedad republicana y que culminó
en la derrota guaraní de Kuruyuqui en 1892.
Con esta guerra de conquista lo que logró la sociedad republicana fue la desvinculación de la
tierra y la creación de haciendas. Muchos de los Guaraní que perdieron sus tierras comunitarias
de origen terminaron viviendo en éstas, convertidos en “indios apatronados”, es decir en siervos
adscritos a las haciendas. Esta situación no ha cambiado substancialmente hasta nuestros días.
En la actualidad, la realidad de un total de 2.247 familias (de las que 431 no son Guaraní pero
comparten las tierras comunitarias de origen, por arrendamiento) que hacen una población de
11.235 habitantes es la siguiente :
En una primera lectura podemos apreciar que en las 92.670 Has. de las comunidades libres vive
una población, más o menos estable, de 2.247 familias (1.428 Guaraní estable, 431 no Guaraní
estable y 388 Guaraní flotante), lo que hace una relación de 41 Has. por familia. Si consideramos
un término medio de 5 habitantes por familia tendremos una población de 11.235 habitantes ha-
bitando dentro de 92.670 Has. con una densidad aproximada de 1 habitante por Hectárea. Esta
que parecería una extensión razonable para la agricultura comunitaria se ve disminuida sensi-
blemente a causa de las características topográficas y agroecológicas de la zona. 34 No es enton-
ces casual que el CCCH y la APG hayan entregado al - en su momento - Vicepresidente de Boli-
via, Víctor Hugo Cárdenas una propuesta, al momento no escuchada, que reza como sigue :
Proponemos
33
CCCH. 1998. ROIPOTA TEKOVE (Queremos Vida). Propuesta de los Guaraníes de Chuquisaca al Go-
bierno. Monteagudo.
34
CCCH. 1998. Ibid.
24
• Que el gobierno, a través de sus instancias pertinentes, expropie por justicia, el área
actualmente ocupada por las familias guaraníes dentro de las haciendas, porque his-
tóricamente y por tiempo de permanencia les pertenece.
• Que el gobierno, a través de sus instancias pertinentes, canalice recursos para la
compra de tierras en una extensión total de 40.000 Has. destinadas a asentamientos
que satisfagan las expectativas de los guaraníes sin tierras y de las comunidades con
mayor densidad poblacional.
• Que avalúos y transacciones de compra de estas tierras sean responsabilidad del
CCCH, que es la instancia organizativa de los guaraníes de Chuquisaca con el cono-
cimiento suficiente de la región para efectuar este trabajo.
• Que se estudie la situación de las haciendas con extensiones mayores a 10.000 Has y
aquellas que no estén trabajadas por sus propietarios, para ser revertidas en favor del
pueblo guaraní.35
El diagnóstico realizado permite apreciar que muy pocos de estos promotores, que per-
manecen en sus comunidades, prestan servicios de utilidad al no existir un plan de traba-
jo posterior, acompañamiento institucional y menos recursos económicos comunales pa-
ra su movilización. La frustración de los comunarios y promotores es evidente.
Ante esto no es posible dejar de pensar en lo cierto de que “el camino al infierno está empedrado
de buenas intenciones”. Aquí las instituciones de desarrollo, con buen ánimo y mal criterio, pro-
mueven una aberrante desestructuración de las comunidades indígenas introduciendo impositi-
vamente elementos culturales ajenos, sin ni siquiera plantearse la continuidad de este proceso
(“un plan de trabajo posterior”). La multietnicidad y la pluriculturalidad sólo serán plenamente
alcanzables si se respetan las decisiones culturales propias de los Pueblos Indígenas ; si son ellos
los que promuevan, gestiones, ejecuten y den seguimiento a sus propios proyectos de desarrollo.
35
CCCH. 1998. Ibid.
36
CCCH. 1998. Ibid.
25
Nadie quita aquí la importancia que tienen las agencias de desarrollo en este proceso, pero antes
de actuar libremente y con las consecuencias descritas, deben asumir profunda y conciencial-
mente la realidad de que la pluriculturalidad de Bolivia parte del respeto absoluto a las diferen-
cias culturales brindando igualdad de derechos y oportunidades, promoviendo la Autonomía (cfr.
supra p.4). El tiempo del paternalismo debe pasar pues con buenas intenciones o no es una forma
de humillación.37
En la zona central, entendida como “Oriente” por la Confederación Indígena del Oriente, Chaco
y Amazonia de Bolivia (CIDOB), la problemática actual pasa por el uso intensivo de los bosques
chiquitanos. En ese sentido las demandas se articulan en un discurso claramente progresista : la
posibilidad del uso comunitario del bosque hacia el mercado internacional, el Proyecto Sello
Verde que se ejecuta en Lomerío es prueba de ello. Sin embargo, contradicciones en cuanto a las
decisiones culturales y la apropiación de elementos culturales ajenos (cfr. supra pg. 4) provocan
actitudes encontradas respecto a la inmersión cultural diferencial en la economía formal (local
regional, nacional e internacional). En efecto, cuando elementos culturales promotores del cam-
bio sociocultural son impuestos (elementos culturales ajenos y decisiones culturales ajenas) la
dinámica de aproximación formal al mercado se desacelera y tiende, luego de un tiempo autore-
flexivo, a su neutralización e inclusive al retorno de posiciones autonomistas que conllevan una
nueva circularización de sus relaciones de producción. En otras palabras, un sistema cultural pre-
sionado hacia la innovación, sin el tiempo necesario de apropiación de elementos ajenos, tiende a
distensionarse reasumiendo posturas autoctonistas regresivas.
A menudo se describe al Proyecto Sello Verde como paradigmático de la inmersión de los Pue-
blos Indígenas al mercado internacional, veámoslo de cerca :
Partamos del hecho de que la Certificación de Madera o Sello Verde es un reconocimiento inter-
nacional a aquellas empresas madereras que cumplen ciertos requisitos de conservación y mane-
37
“La expoliación, la violencia y exclusión solo son posibles a través de una estrategia ideológica de humillación
permanente de los originarios. Esta estrategia es desarrollada desde el insulto, el menosprecio, hasta el paterna-
lismo jovial : “compañero”, “hijo”, “compadre” son algunas de sus expresiones” TAMBO. 1997. Op. Cit.
38
APCOB. 1998. “Certificación de la madera Sello Verde” http://latinwide.com/apcob/espanol/madera.html
26
jo sostenible y sustentable del recurso forestal. La solicitud es voluntaria y antes de la certifica-
ción, la empresa se compromete a cumplir estos requisitos. Una vez certificada, la producción
maderera consigue acceso a mercados que están preocupados por la conservación de los bosques
y que están dispuestos a pagar buenos precios por la madera certificada.
CICOL (Central Intercomunal Campesina del Oriente Lomerío) es una organización indígena
afiliada a CIDOB y reúne a 26 comunidades, de las cuales 25 participan en el programa de mane-
jo y aprovechamiento forestal sobre 35 mil ha. de las 52 mil ha. de bosques comunitarios que se
manejan en forma coordinada bajo la supervisión de técnicos de APCOB y promotores de
CICOL. Desde 1984 CICOL recibe asistencia técnica, administrativa y social de APCOB y a
partir de 1987 también del Servicio Holandés de Cooperación al Desarrollo, y desde hace dos
años BOLFOR complementa el trabajo en los aspectos de investigación forestal, la transforma-
ción de la madera y la comercialización39
Para CICOL y APCOB, la defensa de las tierras y de los recursos naturales de las comu-
nidades es parte fundamental del manejo sostenible de bosques que debe conducirlos a
lograr sus derechos territoriales. Para CICOL es muy importante haber obtenido el Sello
Verde porque así demuestra al Estado Boliviano que su negativa para otorgarle derechos
de concesión forestal y derechos territoriales no tienen justificación técnica, económica o
social alguna. En realidad es una paradoja que el único proyecto de Bolivia y uno de los
pocos del mundo que tiene una experiencia de manejo de bosques sostenible no haya po-
dido obtener el permiso para el aprovechamiento forestal a largo plazo, viéndose obliga-
do a utilizar hasta la fecha el recurso del aprovechamiento único o autorización anual de
corte. 40
Otros problemas del aserradero son la baja producción, poca eficiencia laboral, falta de
liquidez, pérdida de confianza de las comunidades, nivel alto de deudas.41
39
ZOLEZZI, Graciela. 1997. "El Mérito de la Certificación de un Proyecto Forestal en Manos Indígenas: Ma-
nejo Forestal Sostenible en Territorio Chiquitano de Lomerío". http://latinwide.com/apcob/espanol/madera.html
40
ZOLEZZI, Graciela. 1997. Ibid.
41
ZOLEZZI, Graciela. 1997. Ibid
27
Resaltemos la “poca eficiencia laboral” y la “pérdida de confianza de las comunidades” y nos
encontraremos conque la afirmación expuesta más arriba y referida a que la Apropiación de ele-
mentos culturales ajenos, sino respeta el tempo propio de la cultura en cuestión, se troca fácil-
mente en Imposición. De esta manera la innovación no es un elemento autogestivo sino más bien
un elemento cultural ajeno que se introduce a marchas forzadas. Algo de esto está ocurriendo en
Lomerío con el Proyecto Sello Verde.
La CIDOB es una organización indígena de primer nivel con Personería Jurídica: Resolución
Suprema No. 207346, del 16 de marzo de 1990 y cuya sede se encuentra ubicada en la Villa Pri-
mero de Mayo, Barrio San Juan , detrás del Colegio Los Ángeles Teléfonos: 468437 - 460714.
Santa Cruz de la Sierra - Bolivia.
Hace sólo una década y media no existía organización alguna que pudiera representar a ningún
pueblo indígena étnico de la Amazonia, el Oriente o el Chaco bolivianos. La condición socio-
política de estos pueblos era absolutamente negativa, pues se asentaba en un grave deterioro y
proceso de extinción etnobiológico y etnocultural, bajo la condición determinante de un aban-
dono secular en lo económico, lo jurídico, lo educativo, a lo que se sumaba el característico ais-
lamiento geográfico que sufrían por igual pobladores indígenas, mestizos y blancos de las tierras
bajas.43
42
Tomado de CIDOB. 1998. Hoja electrónica.
43
“Muchos de los pueblos indígenas se habían atomizado, repartiéndose para sobrevivir en unidades familiares,
como peones en haciendas, estancias, propiedades rurales latifundistas, donde la mano de obra indígena seguía
siendo objeto de explotación feudal y semiesclavista. La Reforma Agraria jamás llegó a beneficiar al indígena de
estos vastos territorios de las tierras bajas, que les pertenecieron ancestralmente. Por otro lado, la perenne falta de
comunicación igualitaria con el Estado nacional y sus representantes locales, se agravaba con la inexperiencia de
contactos interétnicos en las regiones y microrregiones: los pueblos étnicos se desconocían e ignoraban entre sí,
factor que era aprovechado por los mestizos y blancos de la sociedad nacional para ahondar las desigualdades y
propender a su desaparición. El indígena no-andino estaba así condenado a convertirse en proletario rural, mano
de obra barata en las zafras de caña de azúcar del departamento de Santa Cruz, de Tarija o en el norte argentino,
así como en las cosechas de algodón, soya o maíz de gran escala. Otro aspecto que es necesario considerar en
profundidad y tomarlo en cuenta a la hora de hacer análisis del abandono en la pobreza extrema de los indígenas
orientales en general, es que las organizaciones campesinas politizadas del occidente del país, nunca, hasta muy
recientemente, (1987 - 1991) incluyeron en sus plataformas de lucha reivindicaciones y defensa de los derechos
etnosociales y etnoculturales de los pueblos indígenas, a no ser en tímidas o retóricas frases alusivas, impropiamen-
te, a “los grupos tupiguaranis”. La carencia de un interés genuino de parte de la sociedad global, de los centros de
poder, de los estamentos gubernamentales, de los partidos políticos y de los sindicatos obreros y campesinos, por la
realidad plurilingüe y multiétnica del país, compuesta en las tierras bajas por 30 etnias que agrupan a unas 1200
comunidades tradicionales, con una cobertura de 300.000 personas, tenía como fundamental causa un acendrado
andinocentrismo, al mismo tiempo que una supina ignorancia de la antropología real que hacía considerar a los
28
Por lo expuesto anteriormente podrá comprenderse que la organización matriz de los indígenas
del Oriente, Chaco y Amazonia de Bolivia - CIDOB - nace como consecuencia de la acumula-
ción de demandas sin respuestas satisfactorias, en un momento de la historia nacional en el que
ya se habían producido grandes transformaciones, aunque desiguales, y que mostraba las posibi-
lidades de un despertar de la conciencia sobre la dignidad humana, por haberse instaurado la de-
mocracia, venciendo un largo y nefasto período de dictaduras. El proceso organizativo del
CIDOB ha llevado hasta el presente catorce años, y podemos decir que aún no ha concluido,
puesto que esta entidad se encuentra en crecimiento, y requiere todavía dar pasos de autofortale-
cimiento, capacitación y consolidación, lo que no le ha impedido realizar importantes avances en
cuanto a la aglutinación de la totalidad de los pueblos indígenas de las tierras bajas, con logros
irreversibles en estos últimos meses en la lucha por la tierra y el territorio y la obtención de la
promulgación de la Ley INRA.44
En cuanto al área geográfica y político administrativa de CIDOB se constata que esta organiza-
ción aglutina a todos los pueblos indígenas no andinos de Bolivia. Esto cubre los departamentos
de Santa Cruz, Beni, Pando, La Paz (provincia. Iturralde y Sud Yungas), Tarija (Provincia
O`Connor y Gran Chaco), Cochabamba (provincia Carrasco). Actualmente y saliéndose de los
cánones fundacionales CIDOB está examinando solicitudes de incorporación a su estructura or-
gánica por parte de los indígenas andinos Uru-Chipaya (Provincia Atahuallpa, Oruro); de la Fe-
deración de Ayllus del Sur de Oruro (FASOR) y de la Federación de Ayllus originarios del Norte
de Potosí (FAO-NP), medida que podría afectar severamente la identidad organizacional consti-
tuida hasta ahora.
pueblos nativos como “tribus primitivas”, “grupos salvajes”, “selvícolas”, “indios incivilizados”, “rémora de la
sociedad boliviana”, etc CIDOB.1998. Op.Cit.
44
La ideología de la Reforma Agraria del gobierno revolucionario del MNR, ejecutada en 1953, tuvo como finali-
dad la campesinización total de los indígenas, en un abortado y anacrónico intento de borrar las odiosas diferen-
cias entre blancos e indios, atravesando un supuesto proceso de mestización general. Se planteaba predominante-
mente una conversión total del indígena comunitario tradicional, en campesino minifundista, bajo la indudable
postulación revolucionaria de que “la tierra es de quien la trabaja”, pero creando con ello la especie sociológica
del campesino minifundista. Esta ideología de la parcelación de las tierras, que habían sido poseídas antes, y en
algunos casos también después de la llegada de los españoles, como tierras y territorios colectivos, choca frontal-
mente contra la cosmovisión nativa de que la naturaleza, el hombre y lo sobrenatural conforman una unidad armó-
nica, inseparable. A pesar de la brutal invasión española los indígenas mantuvieron hasta hoy una ideología autóc-
tona, traducida en prácticas consuetudinarias de alta solidaridad social, que estuviera netamente expresada un
rebeliones indígenas, como las de Pedro Ignacio Muiba y José Bopi en Moxos, 1810, o la batalla de Kuruyuki en
1892 (y en la larga historia de postergación y desprecio de estos pueblos y sus personas. No obstante, desde el fin
de la guerra del Chaco - en la que participaron guaraníes, mojeños, chiquitanos y de otras etnias - buscaron una
integración con la sociedad nacional, un entendimiento con los poderes del Estado, para preservar y garantizar sus
vidas y poblaciones diezmadas. En algunos casos, y esto recientemente, se intentó la formación de sindicatos cam-
pesinos indígenas, pero ninguno de ellos llegó a cuajar, por ser del todo ajenos a las prácticas organizativas de las
etnias, pues la sindicalización campesina resultante de 1953 tenía como esencia la parcelación de las tierras y la
partidización política, dentro de una visión andinocentrista dominante en la que no tenían cabida las aspiraciones
étnicas. CIDOB. 1998. Ibid.
29
A.P.G. - ASAMBLEA DEL • 12 Capitanías Guaraní en sus diferentes situa-
PUEBLO GUARANI
• 7 zonas ciones socioeconómicas y cultu-
• 257 comunidades rales
C.P.I.B. - CENTRAL DE • 19 Subcentrales Moxeño, Tsimane´, Yuracaré,
PUEBLOS INDIGENAS DEL
BENI
• 270 comunidades Movima, Cayubaba, Sirionó,
Baure, Itonama, Canichana, Mo-
ré, Mosetén, Joaquiniano, Leco.
C.P.E.S.C. - COORDINADORA • 5 organizaciones étnicas Chiquitano, Guarayo, Ayoreo,
DE LOS PUEBLOS ETNICOS DE mayores Guaraní Zona Cruz.
SANTA CRUZ
• 16 organizaciones en 20
zonas
• 426 comunidades
C.I.R.A.B.O. - COORDINADORA • 8 Subcentrales Tacana, Cavineño. EsseEjja,
INDIGENA DE LA REGION
AMAZONICA DE BOLIVIA
• 80 comunidades Araona, Yaminahua, Chacobo,
Pacahuara, Machineri.
ORCAWETA - ORGANIZACION • 2 Subcentrales Weenhayek (Mataco Noctene) y
DE COMUNIDADES
AUTOCTONAS WEENHAYEK -
• 19 comunidades Tapiete (guaraní).
TAPIETE (*)
Fuente : Elaboración Guillermo Rioja Balliván en base a CIDOB. 1998.45
(*) Actualmente los Tapiete se están desafiliando de ORCAWETA para incorporarse a la APG,
siguiendo su filiación etnolingüística y no más su cercanía geográfica con los Weenhayek.
Las demandas orgánicas de CIDOB pasan por las siguientes comisiones :
Comisión 1.
• Secretaría de Tierra y Territorio
• Secretaría de Fortalecimiento organizativo
• Secretaría de Economía y Desarrollo
Comisión 2.
• Secretaría de Educación y Cultura
• Secretaría de Salud
Comisión 3.
• Secretaría de Comunicación
• Secretaría de Investigación y Estudio
Así como CPIB, CIDOB enfatiza la demanda territorial, su saneamiento y titulación como prio-
ridad.
En Las Tierras Bajas de Bolivia, en las regiones amazónica y chaco-oriental, brindan servicios a
los pueblos indígenas numerosas organizaciones no-gubernamentales, en diversos sectores de
desarrollo. El siguiente cuadro da cuenta de este hecho.
45
CIDOB. 1998. Ibid.
30
REGION SUBREGION SIGLA SECTORES (*)
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
ORIENTE - Norte CEPAC
CHACO
CIDCRUZ x x x
CONADE x
APCOB x x x x x
FUNDESIB
Sur CEMPODER x
CER-DET x x x
IICCA x x
AMAZÓNICA Norte IDSA x x
Sur CEPREPAB
CIDDEBENI x x x x x
ANDINA - Norte-Sur CIEC x x
AMAZÓNICA
Norte-Norte COI x
CSRA x
DESOCA x x
Norte - Sur ADIS x
ANDINA - Sur-Sur CIAC x x x x
ORIENTE
CHACO
ANDINA - Norte - Norte CIPCA x
AMAZÓNICA
ORIENTE - Sur
CHACO
TOTALES 18 1 1 6 9 3 3 5 0 0 6
(*) SECTORES
1. Pequeña industria y artesanía 6. Educación/cultura
2. Crédito 7. Salud
3. Agropecuaria 8. Vivienda
4. Medio ambiente 9. Saneamiento básico
5. Comunicación 10. Fortalecimiento institucional
A pesar de que el cuadro no es lo detallado ni completo que se desearía (no se muestra el apoyo a
la territorialidad ni a las cuestiones de género, por ejemplo), es posible advertir las tendencias de
apoyo de las ONGs ubicadas en Tierras Bajas. Así tenemos que en su mayoría se dedican a reali-
zar proyectos en relación al medio ambiente (9), situación seguida por el apoyo a la agropecuaria
y el fortalecimiento institucional (6). Luego está el apoyo a la salud (5) seguido por la comunica-
ción y educación (3). Al final se cuenta el apoyo al desarrollo de la pequeña industria y la artesa-
nía y el crédito (1).
Entre todas estas ONGs - y otras no consignadas en el cuadro - se destacan APCOB, en la región
chaco-oriente y CIDDEBENI en la Amazonia.
46
VAIPO. 1998. “ONGs - Depurado”, Documento interno.
31
III. 7. 1 APCOB
A nivel legislativo tiene dos instancias; una Asamblea de Socios conformada por sus fun-
dadores que define las políticas globales y, la Junta Consultiva, fiscalizadora, que reúne
entre sus seis miembros a profesionales reconocidos y activos en el campo de desarrollo
y a un representante de la organización indígena del departamento de Santa Cruz.
APCOB tiene su sede central en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, y oficina y vivien-
das en la zona de sus trabajos.47
En sus casi veinte años de presencia en la zona, APCOB (Apoyo al Campesino Indígena del
Oriente Boliviano) ha servido como importante catalizador del movimiento indígena que culmi-
nó en la creación de CIDOB.48
47
APCOB. 1998. “Estructura de APCOB” http://latinwide.com/apcob/queesapcob/estructura.html
48
El comienzo de este proceso puede situarse en 1978, cuando por iniciativa y acción del Capitán Grande del Izozo,
el Mburubixa Guazu Dn. Bonifacio Barrientos Iyambae, y de algunos dirigentes Ayoreo, se realizó el Primer En-
cuentro de los Ayoreo - Izoceño, en Santa Cruz de la Sierra, reunión en la que participaron “una delegación Ayoreo
de Bolivia, una delegación Ayoreo de Paraguay, una delegación de los Izoceño-Chiriguano, una delegación Aymara
y observadores de instituciones que trabajan con los grupos indígenas del Oriente” (ver: Boletín del Campesino
Indígena del Oriente Boliviano - APCOB - Nº1, enero, 1981). Esta primera aproximación interétnica tuvo enorme
importancia sociológica, pues dio lugar al inicio y continuidad de visitas entre delegados de los diferentes pueblos
étnicos de Santa Cruz, contándose para ello con la original cooperación de la organización no gubernamental
APCOB (Apoyo al Campesino Indígena del Oríente Boliviano), dirigida por el antropólogo alemán Jürgen Riester.
CIDOB. 1998. Op. Cit.
32
PROYECTO "MANEJO Y APROVECHAMIENTO FORESTAL SOSTENIBLE Y
CONSOLIDACION TERRITORIAL" DEL PUEBLO INDIGENA CHIQUITANO DE
LOMERIO
Son tres los componentes técnicos del proyecto: manejo de bosques, agropecuaria y em-
presa aserradero que sirven de base de consolidación económica del territorio. Las lí-
neas de defensa territorial, fortalecimiento organizativo y capacitación social y de géne-
ro, complementan el proyecto.49
49
APCOB. 1998. PROYECTO "MANEJO Y APROVECHAMIENTO FORESTAL SOSTENIBLE Y
CONSOLIDACION TERRITORIAL" DEL PUEBLO INDIGENA CHIQUITANO DE LOMERIO.
http://latinwide.com/apcob/queesapcob/lomerio.html
50
APCOB. 1998. PROYECTO "MANEJO FORESTAL SOSTENIBLE Y CONSOLIDACION
TERRITORIAL" DEL PUEBLO INDIGENA CHIQUITANO DE CONCEPCION
http://latinwide.com/apcob/queesapcob/concepcion.html
33
PROYECTO AYOREO
III. 7. 2 CIDDEBENI
III. 8. 1 PRODESIB
Cuenta con una estructura participativa entre el sector estatal y los representantes indí-
genas a nivel de su consejo directivo el cual es responsable de la definición de las políti-
51
APCOB. 1998. PROYECTO IZOZOG "SOMBRA GRANDE"
http://latinwide.com/apcob/queesapcob/izozog.html
52
APCOB. 1998. PROYECTO AYOREO http://latinwide.com/apcob/queesapcob/ayoreo.html
53
Cfr, CPIB. 1998. Op. Cit.
34
cas generales del proyecto, asesora y fiscaliza a la unidad ejecutora y aprueba los planes
anuales operativos; así mismo el PRODESIB contempla la participación de las comuni-
dades en la definición, ejecución y fiscalización de las actividades puntuales a través de
las Unidades Gerenciales y la Unidad Ejecutora.
General:
Apoyar el desarrollo autosostenible de los pueblos indígenas del Beni ubicados en las
áreas del TIPNIS, TICH y zona norte del CIRABO
Específicos:
Metas propuestas :
54
PRODESIB. 1998. PLAN ANUAL OPERATIVO, Hoja Electrónica
55
PRODESIB. 1998. Ibid.
35
SEGURIDAD CAPACITACION Y ASISTENCIA INICIATIVAS PRODUCTIVAS
TECNICA (Benefician a 4.186 personas)
TERRITORIAL
1. Demarcación y titulación de 1. Jurídica 1. Reforestación de jatata
las comunidades de la zona 2. Administración de recursos 2. Reforestación de maderas
norte y del TIPNIS y TICH. 3. Promotores en salud preciosas
2. Asistencia legal. 4. Sanitarios 3. Talleres artesanales en tejido y
5. Artesanos madera
4. Talleres de reparación de mo-
6. Técnicos tores y equipos de comunica-
7. Profesionales ción
8. Asistencia técnica (partici- 5. Transformación primaria de
pativa) yuca y harinas
6. Talleres de carpintería y eba-
nistería
7. Crianza de animales menores
8. Transformación primaria y
comercialización de cúrcuma,
jatata, cacao, castaña, etc.
9. Financiamiento de iniciativas
sociales comunales
* NOTA: La elaboración de la evaluación ex ante se realizó, previo a las reformas estructurales del estado como ser:
ley INRA, Participación Popular, Descentralización, etc. Por lo que algunas metas planteadas, se readecuaron en la
propuesta de POA 97.56
Por otra parte se apoyará a las organizaciones indígenas para la realización del segui-
miento del proceso de saneamiento y demarcación que realice el INRA por parte de diri-
gentes y un equipo técnico indígena capacitado que garantice la transparencia de sus re-
sultados; así mismo se ejecutarán actividades complementarias como asistencia legal,
capacitación, ocupación de tierras demandadas, etc.
56
PRODESIB. 1998. Ibid
36
La ejecución del componente se la realizará mediante la implementación del sistema de
servicios técnicos en apoyo a los pueblos indígenas del Beni, cuyo objetivo principal es
organizar la provisión de información y conocimiento dirigido a las poblaciones usua-
rias de PRODESIB, a fin de contribuir al desarrollo de sus iniciativas económicas, al re-
forzamiento de sus organizaciones y comunidades y a la preservación de su patrimonio
cultural.
La intervención busca:
• Activar el desarrollo del mercado de servicios técnicos indígenas en las áreas de
ejecución del Proyecto PRODESIB (capacitación, asistencia técnica, etc.), me-
diante un enfoque progresivo de transferencia directa de los recursos financieros
a las comunidades y organizaciones indígenas para su administración y gestión.
• Apoyar la identificación y solución de las demandas y necesidades de información
y conocimiento de las comunidades y organizaciones indígenas;
• Articular dichas demandas con las mejores ofertas técnicas e indígenas disponi-
bles local, nacional y/o internacionalmente;
• Aumentar la calificación técnico-profesional del actual mercado de oferentes de
servicios técnicos indígenas mediante la solución co-financiada de sus demandas
y necesidades de capacitación;
Las actividades del sistema se organizan en los siguientes componentes: i) Servicios Téc-
nicos a Organizaciones y Comunidades; ii) Capacitación a Oferentes Técnicos; iii) In-
formación para el Desarrollo del Mercado de Servicios; iv) Capacitación Transversal; v)
Formación básica y vi) formación profesional.
Para el presente año se definió como campos de acción: aspectos legales y gestión de re-
cursos naturales tomado como formas de intervención en capacitación:
• Formal (estudios universitarios y/o técnicos, tesis de grado),
• Itinerante (a nivel de los equipos itinerantes de capacitación)
• Superación (cursos, talleres, alfabetización, etc. a nivel organizacional y perso-
nal)
La asistencia técnica prevé una identificación clara de las demandas de servicios y la sis-
tematización y fomento de la oferta de servicios, destinadas a la gestión y administración
de recursos para la contratación de servicios y solución de problemas productivos pun-
tuales.
Los responsables directos de los recursos son los comité de gestión los cuales son desig-
nados por la comunidad y avalados por la organización del área; los recursos son trans-
feridos en calidad de préstamo, debiendo ser devueltos según cronograma acordado con
las UGs, para ser utilizados en una nueva fase o zafra.
Hemos visto in extenso este programa porque nos parece que es ejemplar en cuanto a la interven-
ción en el desarrollo de Pueblos Indígenas. Aquí encontramos el elemento de asociación de la
oferta privada con la estatal, con el consenso y la participación real de las organizaciones indíge-
nas involucradas.
Las Políticas Sectoriales e Instrumentales y los Criterios de Acción del “Desarrollo con Identi-
dad” se desprenden consecuentemente del Marco Doctrinario desarrollado por el VAIPO y asu-
men una lógica de intervención acorde con éste. Algunos de los grandes rubros vinculados a los
procesos de globalización planetaria y regional como la agroindustria liviana, la biotecnología y
el etnoecoturismo, son objeto de intervención hipotética operativa de este acápite.
Para las Tierras Bajas de Bolivia es necesario entender la agroindustria liviana como agroecolo-
gía, a causa de la determinación ambiental que promueve procesos de aprovechamiento indígena
dentro de la racionalidad de la sustentabilidad.
57
PRODESIB. 1998. Ibid
38
miento y la gobernabilidad, podemos inferir que es necesario impulsar políticas de intervención
que contemplen lo siguiente :
• Propiciar e impulsar el manejo sustentable de los recursos naturales por las comunida-
des indígenas
• Fortalecer la organización social indígena, impulsando programas piloto en comunida-
des indígenas considerando la estrategia regional y el enfoque de sustentabilidad
• Promocionar, capacitar y dar asistencia técnica en el uso de insumos orgánicos y de
tecnología alternativa y/o complementaria con el fin de potenciar los procesos produc-
tivos y el rendimiento de los mismos, bajo un esquema que permita un desarrollo sus-
tentable
• Apoyar y propiciar las tareas de rescate y conservación de material genético de espe-
cies de flora y fauna en peligro de extinción y endémicas, de interés para las comuni-
dades indígenas, y estimular la formación de bancos de germoplasma58
Los proyectos que se desprendan de las anteriores premisas deben ser elaborados y gestionados
por organizaciones y comunidades indígenas. En este programa participarán de manera coordi-
nada con el VAIPO, dependencias del gobierno central y departamental e instituciones no guber-
namentales.
IV. 2 Biotecnología
Hasta 1992 el acceso no estaba regulado ; la información genética estaba al alcance de quien
tuviera medios para obtenerla. En la actualidad la demanda de recursos genéticos a nivel global
es creciente y ha hecho surgir la necesidad de crear mecanismos que normen este tipo de activi-
dad.
Estos mecanismos aún no están claramente establecidos. Ante este vacío legal, muchos países
están considerando establecer sus propios regímenes nacionales sobre la forma de acceder a los
recursos genéticos. Pero apenas existe experiencia sobre cómo llevar a cabo estos propósitos.
Los gobiernos están reclamando asesoramiento y, por ello, los responsables de la formulación de
políticas y los expertos de diferentes países se han visto en la necesidad de intercambiar puntos
de vista y conocimientos a fin de suministrar a sus gobiernos información óptima en la cual estos
puedan basar sus decisiones sobre esta cuestión.59
58
Cfr. INSTITUTO NACIONAL INDIGENISTA. 1998. AGROECOLOGIA PRODUCTIVA , Hoja elctrónica,
México.
59
cfr. EL CRUCIBLE GROUP, CIID. 1994. GENTE, PLANTAS Y PATENTES, El impacto de la propiedad
intelectual sobre la biodiversidad, el comercio y las sociedades rurales.
http://www.idrc.ca/books/740/index.html
39
A pesar de que en el biocomercio están en juego muchos intereses económicos, las comunidades
locales y los pueblos indígenas raramente perciben una porción justa de los beneficios que pro-
duce la explotación comercial de esos recursos. Por esta razón, resulta vital garantizar que los
pueblos indígenas y las comunidades locales de las tierras bajas de Bolivia se involucren en la
toma de decisiones sobre cómo proteger sus recursos. Son ellos quienes han estado desarrollan-
do, conservando y usando de manera sostenible los recursos naturales en sus tierras durante mi-
lenios. Para que este estado de cosas se mantenga, es necesario contar con el consentimiento pre-
vio e informado de las comunidades antes de acceder y recolectar sus recursos naturales.
IV. 3 Etnoecoturismo
60
cfr. “PROPUESTAS DE LA COICA SOBRE PROPIEDAD INTELECTUAL INDIGENA”, Quito - Ecua-
dor, Noviembre 17 de 1997. [email protected]
40
El concepto de etnoecoturismo fue acuñado en Bolivia por la Secretaría Nacional de Turismo del
anterior gobierno y hace referencia a un tipo de turismo ecológico con participación indígena y
originaria, donde las culturas diferenciales pueden (y deben) mostrarse como atractivo comercia-
lizable.
Si se toma en cuenta que para el año 1995, 997.491 turistas habían arribado al país dejando 146
millones de dólares de ganancia, se comprende cabalmente por qué Bolivia está interesada en
potenciar esta industria llamada “sin chimeneas”.61
Analizando el problema desde el punto de vista de las poblaciones indígenas locales ligadas a las
áreas de visita turística, se evidencia una situación inequitativa, especialmente si estos pobladores
carecen de capital, experiencia y estructura de operación. En estos casos, el beneficio para ellos es
mínimo.
Por otra parte, existe con desarticulación entre los programas de etnoecoturismo y los planes
globales de desarrollo de las áreas o regiones en las cuales operan o esperan operar.
Por último, en este recuento de la problemática en cuestión, ciertos ingresos adicionales que se
podrían generar en beneficio de una determinada población indígena pueden tener un impacto
negativo en las economías locales no acostumbradas a él, sino se planifica conjuntamente con la
población el destino de tales beneficios en términos de elevar realmente el bienestar y brindar
posibilidades de capitalización para un mejoramiento sostenido. Así mismo, eventualmente, se
podría fomentar la migración interna nacional hacia las zonas más visitadas y sus alrededores, con el
consiguiente incremento en la demanda de recursos y la presión sobre la tierra. Al fin, la actividad
puede convertirse en una fuente de contaminación cultural y ambiental y en una amenaza para la
conservación de la biodiversidad, si los impactos negativos no son adecuada y oportunamente
prevenidos.
En base a la anterior reflexión, políticas de intervención adecuadas en este rubro podrían ser :62
61
SECRETARIA NACIONAL DE TURISMO. 1995. EL TURISMO EN CIFRAS, ANUARIO, La Paz.
62
FIERRO, Carlos. 1994. "El Ecoturismo: ¿Econegocio o Ecorriesgo?" en WWF Noticias, No.30 Sep/Oct, Quito
41
• Usar los recursos naturales, sociales y culturales de manera sustentable, previniendo
toda clase de impactos negativos de carácter ambiental, social, económico y cultural.
• Reducir el consumo innecesario y la producción de desechos por parte de los
visitantes, los operadores y otro personal relacionado.
• Mantener y promover la diversidad natural, social y cultural y fomentar su
comprensión integral y su plena valoración.
• Integrar el etnoecoturismo a la planificación del desarrollo a escala nacional,
regional y local.
• Generar oportunidades económicas para elevar sustentable y equitativamente el
bienestar de las poblaciones locales.
• Contribuir económicamente para la conservación de las áreas naturales y los bienes
culturales, bajo la premisa de internalizar todos los costos y valores ambientales en
las operaciones.
• Incorporar plenamente a las comunidades indígenas locales a los procesos de gestión
del etnoecoturismo y apoyarlas para que disfruten de todos sus derechos.
• Consultar y hacer participar a todos los interesados en las operaciones.
• Integrar un concepto adecuado de etnoecoturismo en las acciones de capacitación de
personal y favorecer el empleo de personal local siempre que sea posible.
• Comprender y emplear el ecoturismo como una forma efectiva para promover el
entendimiento y la fraternidad entre todos los pueblos del mundo y en particular para
elevar el aprecio de los visitantes por nuestro país y nuestras poblaciones indígenas.
• Ofrecer a los turistas un servicio responsable y de alta calidad, con respeto a su
cultura y a su dignidad y con una elevada ética profesional
REFERENCIAS
42
• APCOB. 1998. “Estructura de APCOB”
http://latinwide.com/apcob/queesapcob/estructura.html
• APCOB. 1998. PROYECTO "MANEJO Y APROVECHAMIENTO FORESTAL
SOSTENIBLE Y CONSOLIDACION TERRITORIAL" DEL PUEBLO INDIGENA
CHIQUITANO DE LOMERIO. http://latinwide.com/apcob/queesapcob/lomerio.html
• APCOB. 1998. PROYECTO "MANEJO FORESTAL SOSTENIBLE Y
CONSOLIDACION TERRITORIAL" DEL PUEBLO INDIGENA CHIQUITANO DE
CONCEPCION http://latinwide.com/apcob/queesapcob/concepcion.html
• APCOB. 1998. PROYECTO IZOZOG "SOMBRA GRANDE"
http://latinwide.com/apcob/queesapcob/izozog.html
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44