Historia Del Ecuador

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PRESENTACIÓN

Las raíces del Ecuador, nuestra Patria, son también las de cada uno de
nosotros. Por ellos nos sentimos comprometidos con el estudio de su historia.
Este es el primer tomo de una Historia del Ecuador, que tiene por objeto
ser un manual de estudio y consulta general. Cubre más de diez mil mios de
nuestra trayectoria en Andinoamérica Ecuatorial, desde el primer
poblamiento del territorio que ahora es nuestro país, diez mil años antes de
Cristo; hasta la disolución de la Gran Colombia en 1830. Está
cuidadosamente preparado como un instrumento de conocimiento ágil, pero
al mismo tiempo riguroso, basado en las más avanzadas y recientes
investigaciones científicas. Combina la exposición didáctica y el diseño
editorial rico y ameno, con la discusión académica y las referencias a las
publicaciones historiográficas más rigurosas.
Esta Historia del Ecuador está organizada a partir de una división del
tiempo que pcnnite su mejor conocimiento. Con este criterio se han
considerado tres grandes épocas (Aborigen, Colonial y Republicana). que a
su vez se dividen en periodos y estos en etapas. Este primer tomo comprende
la Época Aborigen, la Época Colonial y el periodo de la Independencia y la
Etapa Colombiana. El segundo tomo se dedica a la Época Republicana.
Este primer tomo está dividido en tres panes. La primera parte trata de la
Época Aborigen, que va desde los inicios de la vida de las sociedades
humanas en estas tierras que hemos denominado Andinoamérica Ecuatorial,
hasta el fin del imperio inca, en las primeras décadas del siglo XVI. Cada uno
de sus capítulos comprende los cinco grandes periodos en que la época se
divide. Y cada capítulo tiene acápites que enfrentan temas que van desde las
condiciones materiales hasta las manifestaciones culturales y una narración
de los hechos más destacados. Su estructura y desarrollo constituye una
importante innovación en los estudios históricos del país y América.
La segunda pane estudia la Época Colonial, que comienza con la invasión
europea y culmina con los inicios de la Independencia. Su capitulo inicial
enfrenta la cuestión de la conquista española desde una visión critica y
novedosa. Los tres capítulos subsiguientes estudian los periodos de la vida
colonial desde una perspectiva renovada, que ofrece una visión global de los
procesos y los hechos. A partir de un marco mundial y continental, en cada
capitulo se estudian los grandes grupos sociales, sus relaciones y conflictos;
se caracterizan la sociedad y el Estado colonial, las crisis y expresiones de la
culrura. Se recobra por fin, la narración de los eventos y la acción de los
personajes. Se esboza, de esta manera, un cuadro completo, vivo y dinámico
de casi trescientos años de coloniaje.
La tercera parte está dedicada al análisis de la Independencia y de los
conos años en los que los territorios de la antigua Audiencia de Quito
formaron parte de la República de Colombia, la gran creación del Libertador
Simón Bolívar. Estos momentos de la vida de nuestro país se ven a partir de
su inserción en un mundo y un continente en agitado cambio, con un análisis
de sus causas y actores sociales. Una visión de los complejos procesos
independentistas con una buena dosis de critica. una secuencia vivida y una
visión equilibrada de la acción de las grandes figuras, permite una perspectiva
integral de estos temas, que han sido objeto de tergiversaciones en el pasado.
Siguiendo la metodología que desarrolló la Nueva Historia del Ecuador, el
manual destaca como gran protagonista de la historia al pueblo, a los grandes
actores sociales colectivos. En el marco de su papel en el mundo y en
LatinoamCrica, la obra estudia la producción económica, la estructura social,
la vida política, la cultura y sus diversas manifestaciones. También
caracteriza los procesos y ubica en ellos a los protagonistas personales y a los
eventos concretos, que son estudiados como expresiones de la vida de la
sociedad.
Este primer tomo es fruto de un gran esfuerzo académico de Segundo
Moreno, Guillenno Bustos, Rosemarie Terán y Carlos Landázuri, que
trabajaron por años en estrecha relación. en labor de equipo. bajo la
coordinación de Enrique Ayala Mora como editor. En sus páginas no solo se
encuentra la labor de un grupo de quienes se cuentan entre los más notables y
experimentados historiadores del Ecuador, sino también el resultado de
largos años de reflexión colectiva y relación con maestros de historia,
alumnos de bachillerato y universidad, que han juntado en sus experiencias
institucionales la Universidad Andina Simón Bolívar, sus áreas de Educación
e Historia, y la Corporación Editora Nacional. coeditores de la obra y de la
colección en que esta se publica.
Dar a conocer nuestra Patria y su historia es el objeto de este libro y el
compromiso de quienes lo hemos producido. Si los ecuatorianos y
ecuatorianas de todas las edades lo Icen, si los jóvenes lo consideran suyo,
habremos logrado nuestro más caro objetivo.
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Epoca
Aborigen

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CARACTERIZACIÓN DE LA ÉPOCA ABORIGEN

Antes se consideraba a la época anterior a la invasión española como


"Prehistoria", Se decía que la historia comenzó cuando llegó la escritura,
justamente con los invasores europeos. Pero esa visión ha sido superada. La
historia no se inició con la conquista, sino con la presencia de las sociedades
humanas en "Andinoamérica Ecuatorial", un espacio que se extiende en
tierras equinocciales. desde la costa del océano Pacífico a los valles andinos,
hasta las llanuras amazónicas.
La Época Aborigen comenzó con la llegada de los primeros pobladores,
que fueron cazadores y recolectores. En varios milenios, la agricultura se
desarrollo, hasta que se impuso como centro de la vida social. Por ello nos
preguntamos: ¿cuál era la forma de vida de los primeros pobladores?
¿Cu.indo se comenzó a usar el fuego, la cerámica, los metales? ¿Cómo surgió
la agricultura y cómo se transformó en la actividad productiva básica? ¿En
qué creían los aborígenes? ¿Surgió aquí el Estado como organización
política? ¿Podemos considerar como parte de nuestra historia al Imperio
Inca?
Los arqueólogos han utilizado una división del tiempo o periodización para
entender nuestro pasado: Prcccrámico, Formativo (temprano, medio, tardío),
Desarrollo Regional e Integración. Pero una mejor comprensión de la época
se logra con una perspectiva histórica que estudia la secuencia de las formas
de organización de las sociedades. Por ello. esta obra estudia
fundamentalmente el desarrollo de la agricultura, la mayor transfonnación de
toda nuestra historia, cuyas consecuencias duran hasta el presente. El análisis
se centra en la relación entre diversos niveles: condiciones de producción.
organización social, formas de vivienda y manifestaciones culturales.
Esta primera parte se divide en seis capitulos. El primero delimita el
territorio. El segundo analiza las sociedades de cazadores y recolectores que
prevalecieron entre 10000 y 3900 años antes de Cristo. El tercero estudia las
sociedades agrícolas aldeanas incipientes (3900- 1300 aC). El cuarto enfrenta
las sociedades agrícolas aldeanas superiores (1300-500 aC) El quinto analiza
las sociedades agrícolas aldeanas supracomunalcs que evolucionaron hasta
"cacicazgos mayores" y "señoríos étnicos" (500 aC-1470 dC). El sexto está
dedicado al Imperio Inca o Tahuantinsuyo.

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Periodización de la Época Aborigen
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1 EL HOMBRE ECUATORIAL Y SU ENTORNO

El medio geográfico
Las variadas formas sociales no son sino diversas adaptaciones del hombre
a ecosistemas específicos. La conformación de los ecosistemas depende no
solamente de su posición en el globo terráqueo sino que está, además, sujeta a
cambios causados por las variaciones climáticas de larga y mediana duración
y otros fenómenos naturales.
Desde hace unos 600.000 años el clima mundial ha ido cambiando entre
períodos de glaciación y épocas de temperaturas más altas, que influyeron en
el desarrollo de la flora y fauna en diferentes áreas y, por lo tanto, también en
las posibilidades de desarrollo de la vida humana.
Para los asentamientos humanos en el continente americano es de interés
únicamente el último período, la llamada glaciación de Wisconsin. En el
llano y en la zona intertropical la disminución general de las precipitaciones
contribuyó a la merma de las superficies forestales.
La glaciación de Wisconsin
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El macizo forestal amazónico se fragmentó y se redujo a lo largo de los


ríos. al tiempo que una vegetación de sabana cubría las zonas intcrfluvialcs.
Disminuyeron los caudales de los grandes ríos y se redujeron las crecientes
estacionales. En los Andes intertropicales se vuelve a la estacionalidad de las
lluvias. las temperaturas suben y se acercan a las medias actuales. y se inicia
el deshielo de los glaciares. La fusión de los glaciares y las precipitaciones
más abundantes ocasionaron la formación de lagos en las hoyas y
depresiones. Una reconquista forestal se produce en la Amazonia y en las
laderas húmedas de las cordilleras, y el nivel de los océanos alcanza la cota
actual. Se considera que la última glaciación terminó hace unos 10.000 años.1
En resumen, las consecuencias del enfriamiento y posterior
recalentamiento no fueron las mismas en toda América. El mayor impacto se
dio en Norteamérica, donde grandes áreas fueron cubiertas por inmensas
capas de hielo, reduciéndose el espacio para el desarrollo de la vida humana,
animal y vegetal. En Andinoarnérica se formaron grandes glaciares en las
regiones más altas y el páramo cubrió gran parte del callejón interandino,
que, en la actualidad con un promedio más alto de temperaturas, sirve para la
agricultura y la ganadería. También la selva tropical se recuperó recién a
partir de 1550 mios aC.Z

El descenso de los océanos

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Otro fenómeno de gran envergadura son las corrientes marinas. El


movimiento del agua en los océanos es causado por la rotación del globo
terrestre; además impactan en ello la dirección y la fuerza de los vientos. En
el clima de los territorios adyacentes a la ribera oriental del océano Pacífico
se hace sentir el influjo de dos grandes corrientes. Frente a la costa del actual
Ecuador confluyen la corriente fría de Humboldt, que viene desde la
Antártida, y la corriente cálida de El Niño, que se origina en el océano
Pacífico al norte del trópico del Cáncer y que, frente a América, corre de
norte a sur. La corriente de Humboldt se desvía hacia el occidente frente al
cabo Blanco (norte del Perú), aunque una parte alcanza hacia el norte hasta la
altura del cabo Pasado; desde allí también se dirige hacia el occidente y pasa
entre las islas del archipiélago de Galápagos.

Las corrientes marinas

El influjo de la corriente de Humboldt ha determinado que la costa peruana


sea desértica, ya que las nubes que llegan desde el occidente se descargan
antes de llegar a la costa. Lo mismo se observa. en menor medida. en la
península de Santa Elena, que tiene una vegetación parecida a la sabana. La
cálida corriente de El Niño, por su parte, influye en la cantidad de lluvias
durante el denominado período "invernal" de la Costa ecuatoriana y norte del
Perú. La intensidad de las precipitaciones depende del mayor o menor avance
de la corriente hacia el sur y del nivel de temperatura que alcance el agua en
la superficie. El conocimiento de la relación entre esta corriente marina y el
ciclo de lluvias es de vital interés para la agricultura en amplias zonas de
Andinoamérica. La observación del fenómeno era posible a través de la
mayor o menor presencia de la concha spondylus, que adquirió, desde épocas
muy tempranas, gran significado cultural y alto valor comercial)
Cabe mencionar, por último, el volcanisrno como fenómeno natural que
impacta en los ecosistemas y en las posibilidades de vida, especialmente en la
región andina. Se ha dicho, con sobrada razón, que los Andes constituyen
para el Ecuador su columna vertebral y le imprimen su fisonomía.
Desde hace millones de años las placas oceánicas del Pacífico se
introducen por debajo de las losas continentales. Esto provoca plegamientos y
otros fenómenos como el volcanismo y la sismicidad. El choque entre una
placa oceánica y una continental lleva a la formación de una faja típicamente
montañosa. Un ejemplo de ello es el choque entre las placas Nazca y
Sudamérica, cuyo resultado es la formación de la cordillera andina con un
levantamiento general, mucho volcanisrno y enorme actividad sisrnica.é El
nudo del Azuay marca el límite entre el volcanismo de los Andes
septentrionales, más activo y reciente, y el de los Andes australes.
Probablemente esta diferencia se debe a que en el sur el espesor de la corteza
continental es mayor que en el norte. Esto significa que el magma, la masa en
fusión que forma el centro de la tierra, se encuentra a mayor profundidad y no
brota tan fácilmente a la superficie como en las regiones ubicadas al norte del
nudo del Azuay.
Los efectos del volcanismo han sido evidentes a lo largo de toda la historia
de Andinoarnérica Ecuatorial. Gran parte de la fertilidad de las hoyas
interandinas y de los flancos occidentales de la cordillera de los Andes se
debe a las cenizas volcánicas acumuladas hace cientos de años. En el periodo
inmediatamente posterior a una erupción, sin embargo, las grandes capas de
lava, ceniza o lodo causan destrucción y esterilidad en el sucio. Estas
catástrofes obligan a que la población abandone estos lugares y busque otras
zonas de asentamiento)
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Andinoamérica Ecuatorial
Todos los fenómenos arriba señalados iníluyeron e iníluyen en la parte de
Andinoamérica, denominada por Luis Lumbrerass "Área Septentrional
Andina", y que más adecuadamente llamaremos Andinoamérica Ecuatorial,
es decir, aquel espacio de la América Andina que corresponde a la totalidad
del territorio del actual Ecuador. A lo largo de su historia, AndinomCíica
Ecuatorial ha sido ocupada por pueblos que han resuelto su adaptación al
ecosistema con una racionalidad económica específica que integra, en fonna
transversal, la cordillera de los Andes. En esta región ecuatorial ha sido una
práctica constante la relación de una costa tropical marítima, al occidente,
con la sierra andina y con la ceja de montaña oriental compuesta también por
bosques húmedos tropicales.
Andinoamérica Ecuatorial comprende toda la región que se extiende desde
el valle del Patia, en Colombia, todo el actual Ecuador, hasta el norte del
Perú, con el límite en el desierto de Scchura. La existencia de tres regiones
ubicadas longitudinalmente y en forma paralela -Costa, Sierra y Amazonia
alta- ofrece profundos contrastes climáticos y una gran variedad de recursos
naturales que, por su relativa cercanía, permiten, desde épocas remotas, un
constante intercambio de productos. Es importante señalar que
Andinoamérica Ecuatorial, ya desde épocas formativas tempranas. demuestra
diferencias respecto de las otras áreas de Andinoamérica. El hombre
ecuatorial, desde la más remota antigüedad, presenta formas especificas de
adaptación humana al medio ambiente, dentro de las modalidades de
complementariedad ecológica que ofrecen las tres regiones.
Los pueblos de la Costa combinaron el uso de recursos marítimos con la
agricultura: los pueblos serranos pronto complementaron la cacería con la
agricultura y con la posterior ganadería de llamas; mientras las tribus
amazónicas utilizaron los recursos silvicolas de caza, recolección y pesca,
con la horticultura.
Todas esas formas regionales de producción y el medio geográfico
ecuatorial permitieron el intercambio de bienes entre grupos alejados, pero
articulados entre sí por redes y lugares de intercambio, y por grupos de
especialistas en este intercambio, los posteriormente denominados
"mindalacs't.Z
Sobre el desarrollo histórico de Andinoamérica Ecuatorial, desde Juan de
Vclasco,S en el siglo XVIII, González Suárcz? en el XIX, y Jacinto Jijón y
Caamañollt en el XX, varios historiadores han tratado el tema. Nuevas
propuestas de una Antropologia prehispánica del Ecuador se encuentran en
la Historia del Ecuadorll y en los dos primeros volúmenes de la Nueva
Historia del Ecuador.ü Una mayor sistematización ofrece el capítulo "Las
sociedades de los Andes septentrionales", publicado en la Historia General
de América Latina de la Unesco,11 y el texto Crónica indiana del Ecuador
a111ig110,"- cuyos materiales han sido la base de la presente obra.

Fuentes de la Época Aborigen


La información que disponemos sobre la Época Aborigen del Ecuador actual
proviene de diferentes fuentes: - De la tradición oral indigena y de los conocimientos de
los •quipucamauoc·: ambas fuentes recopiladas por los primeros cronistas de la Colonia
como p. ej. Betanzos y Cieza de León. Esta información abarca solamente la última fase
de la historia indígena precok)nial y se centra especialmente en los grupos étnicos
dominantes y en las ciases dirigentes. - De la Arqueología que. para miles de ai\os de
historia de Andinoamérica, es la única fuente de información. Nos pennite conocer la
cultural material de los grupos humanos, los cambios en los ecosistemas y en la forma
de vida. Las dos principales ·revoluciones·, la neolítica con el inicio de la agricultura y la
urbana que significa la transición de las tribus hacia los señorios étnicos, se pueden
percibir únicamente a través de la Arqueología. Nuestros conocimientos son, sin
embargo, todavía muy desiguales, como se puede observar en los mapas que señalan,
para cada período los pimcipales sitios investigados. Cabe señalar que cada
intervención no cientlficaen sitios arqueológicos significa, en forma definitiva, la pérdida
de información que pudiera servir para ampliar nuestro conocimiento de la Crónica
Indiana del Ecuador Angituo. - De la Etnohistoria, la cual tiene mucha importancia en el
análisis de la sociedad indígena inmediatamente anterior a la conquista española,
durante el régimen colonial y en la República.
-,
Chrlsllana Borchart de Moreno
2 SOCIEDADES DE CAZADORES Y
RECOLECTORES

El poblamiento originario
Los datos de la Arqueología nos muestran, cada vez con mayor seguridad,
que la América precolombina fue poblada desde el continente asiático, a
través del estrecho de Bering, hace 40.000 o 50.000 años, en los momentos
de mayor expansión de la glaciación Wisconsin. Los primeros pobladores del
continente americano eran cazadores y recolectores y, como tales, sucesores
de una muy larga tradición cultural y tecnológica que se remontaba en
Eurasia a más o menos 450.000 años. Durante esta larga época se había ya
descubierto el fuego y la fabricación y uso de algunas herramientas
especialmente líticas.
En su lento avance hacia el sur, los pobladores tempranos de Sudamérica
debieron haberse enfrentado con la barrera natural de las selvas de Darién en
el istmo de Panamá, que ofrecían quizá a los grupos migratorios condiciones
más halagadoras, debido a las modificaciones climáticas, originadas en las
variaciones de las glaciaciones, que habrían alterado las formas actuales de
vegetación.
Rutas migratorias del poblamiento americano
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Fuentes: ·Et viaje humano: las rutas de migración·. en Tl'le Genographic pt0je1, NatiOnal
Geographic (hUplwww.NationalGeographic.com]; James Shreeve, "la gran travesía humana·,
en National Geographic Magazine, Washington, o.e., marzo de 2006, pp. 54-61.

En el caso de Andinoamérica Ecuatorial. las actuales evidencias


arqueológicas permiten afirmar que el hombre inició el poblamiento de su
territorio hace unos 13.000 o 14.000 años, es decir, unos 3.000 o 4.000 años
antes del final de la última glaciación. Según Ernesto Salazar,� parece que
pronto fue ocupado el callejón interandino. La Costa, exceptuando la
península de Santa Elena, pcnnaneció largamente deshabitada, pues muy
pocos son los asentamientos preccrámicos descubiertos en el litoral. La
Amazonia. o el Oriente como más comúnmente lo llamamos, quizá fue objeto
de algunas incursiones desde la Sierra, que apenas rozaban la selva tropical.
Se pudo haber dado también alguna migración desde la región amazónica.
En el lapso comprendido entre 14000 y 3900 aC. denominado Palcoindio,
las investigaciones arqueológicas destacan la importancia de los
asentamientos serranos de cazadores y recolectores al pie del volcán llaló, en
la provincia de Pichincha, fechados hacia el 9000 aC Más recientes son los
restos encontrados en la cueva de Chobshi, en la provincia del Azuay, y en el
sitio de Cubilán, en la provincia de Loja, ambas correspondientes al 8000 aC
Una antigüedad parecida presentan los vestigios costeros de Las Vegas en la
península de Santa Elena y la fase prccerámica de Jondachi en el alto Napo.

Período de los cazadores y recolectores


En las faldas orientales del llaló (3. 169 msnm) y en el sitio llamado El
Inga, en un lugar atravesado por quebradas que confluyen a uno de los
afluentes del río Guayllabamba, se han encontrado los vestigios del todavía
más antiguo paleoindio ecuatoriano. Las investigaciones en la zona fueron
iniciadas por el antropólogo norteamericano Bell.lfi y llevadas a cabo
posteriormente, entre otros, por el arqueólogo ecuatoriano Ernesto Salazar (E.
Salazar, 1988b: 73-128).11 Los resultados demuestran que el hombre que
ingresó al territorio del actual Ecuador, como cazador especializado,
desarrolló una tecnología apropiada y formas propias de subsistencia y
asentamiento.
El descubrimiento de las fuentes de obsidiana en los páramos cercanos al
macizo volcánico del Antisana (5.756 msnm) y de los "talleres
prehistóricos", esclarece el modo cómo fue utilizado el páramo alto como un
espacio económico de explotación temporal. Se puede pensar que los
cazadores y recolectores en los altos Andes del Ecuador, además de una
residencia permanente, habrían adoptado una doble estrategia de
sobrevivcncia, La primera consiste en la ubicación, en algunas épocas del
año, de campamentos en zonas más bajas, entre los 2.000 y 3.000 msnm.
Desde ahí podían salir partidas de cazadores hacia el páramo, mientras el
resto del grupo permanecía en los campamentos. La segunda posibilidad es la
dispersión estacional de pequeños grupos humanos, en busca de alimentos,
congregándose posteriormente en zonas más bajas, para explotar otros
recursos, quizá productos vegetales y comestibles en el piso del bosque
montano.
El hombre temprano que pobló lo que hoy es Ecuador, trabajó materiales como la obsidiana,
que, en sus fracturas. presenta aristas tan afiladas como un cuchillo. Las puntas aquí
presentadas se clasifican en: (1) de espiga, (2) arponadas de cola de pez y (3) con formas de
hojas.

Una tradición semejante a la del Ilaló presentan los artefactos de piedra


encontrados en la cueva de Chobshi (2.400 msnm) en la provincia del Azuay,
y en el sitio de Cubilán (3.100 msnm) ubicado en los páramos orientales en el
límite entre las provincias de Azuay y Loja. Además de los artefactos líticos
y, ocasionalmente, de objetos de obsidiana, se encontraron restos de fauna,
correspondientes a especies animales recientes como venados, sacha cuy y
conejo de páramo. En Cubilán, uno de los sitios arqueológicos excavados, se
descubrieron residuos de fogones asociados a raspadores, puntas de proyectil,
perforadores y otros artefactos que demuestran afinidad con los objetos
encontrados en Chobshi y El Inga.
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Se desconoce la época en que ingresaron los cazadores-recolectores a la


Costa ecuatoriana. Quizá bajaron desde la región intcrandina. Otra
posibilidad. con mayores dificultades, es haber atravesado el refugio selvático
del Chocó y de la provincia de Esmeraldas, antes de llegar a la zona
scmiárida de la península de Santa Elena. En esta región, la investigadora
Karcn Stothen encontró 31 sitios ubicados a lo largo de drenajes antiguos,
playas o lagunas secas, correspondientes a la por ella denominada "Cultura
Las Vegas". Su registro arqueológico incluye restos de fauna marina y litoral,
objetos de piedra y concha y una serie de esqueletos humanos. Las fechas de
radiocarbono indican una ocupación preccrámica de Las Vegas entre el 9000
y el 4600 aC
Gracias a las evidencias arqueológicas se puede señalar que sus habitantes
capturaban una variada fauna procedente del mar, de los manglares y de las
zonas interiores de la península de Santa Elena. Se conoce que en su
alimentación usaban por lo menos 30 especies de animales que incluyen
peces, moluscos, reptiles y mamíferos terrestres, entre ellos ratas de campo y
cervicabras. No se han encontrado puntas de proyectil. lo que demostraría el
uso más generalizado de instrumentos de madera, material perecedero y que
no deja huellas para las investigaciones arqueológicas. Gracias al aná]isis de
fitolitos (restos fosilizados de plantas) hay indicios de recolección de plantas,
entre ellas del maíz, o quizá del control de los recursos alimenticios con
formas de horticultura incipiente, y de vida sedentaria.
La estabilidad de los asentamientos comprueba la presencia de estructuras
habitacionales y numerosos enterramientos humanos individuales o
colectivos. Es ampliamente conocida la inhumación de una pareja de jóvenes,
hombre y mujer, conocidos por la prensa como los "amantes de Surnpa", que
yacían con las caras hacia el oriente y estaban protegidos con grandes
piedras, lo cual demostraría una cierta preocupación por el futuro de los
difuntos. Parecida afirmación se puede hacer al constatar la tradición de
enterrar a los muertos bajo las casas (E. Salazar, 1988b: 73-128).
Sociedades recolectoras
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En la cuenca amazoruca de Andinoamérica Ecuatorial las mínimas


diferencias climáticas y el acelerado empobrecimiento del suelo han exigido,
hasta nuestros días, un continuo movimiento humano migratorio y la
preferencia por una economía de subsistencia, basada en la caza, pesca y
recolección, combinada con una posterior horticultura. Según Pedro Porras
Garcés,18: los nómadas cazadores quizá encontraron todavía grandes
mamíferos en la Foresta Tropical Amazónica. Hace varios miles de años
existieron aquí refugios ecológicos, en medio de la selva. Uno de ellos, cerca
del río Jondachi, en el valle del Misagualli (Alto Napo), albergó restos de una
cultura prcccrámica. Porras Garcés encontró instrumental lítico y de
obsidiana casi negra, compuesto de cuchillos, raspadores y buriles, que no
indican especialidad alguna. Parece que estos instrumentos fueron elaborados
por simple percusión, a partir de bloques arrastrados por las aguas de los ríos
Cosanga y Quijos. No se obtuvieron en Jondachi instrumentos de piedra
pulida; tampoco puntas de flecha. Todo el instrumental lítico muestra
similitudes con los utensilios de El Inga y, según los datos obtenidos por
termoluminiscencia, Jondachi tendría una fecha promedio de 10000 años
antes del presente.
3 SOCIEDADES AGRÍCOLAS INCIPIENTES

Cambios fundamentales
Los cambios climáticos que dieron m1c10 a las condiciones ambientales
actuales coincidieron con el uso de los ancestros silvestres de la mayor parte
de plantas y animales domesticados. En la América Andina, en la costa del
actual Perú, gracias al clima seco, es donde se han conservado más
evidencias del cambio del nomadismo de los cazadores al sedentarismo de los
agricultores. Estas evidencias no tienen la antigüedad de las encontradas en la
península de Santa Elena. lo que no significa que en estas regiones de
Andinoamérica fue donde se originó la domesticación de las plantas y de los
animales. Quizá la agricultura incipiente, llamada también .. agricultura de
subsistencia", pudo haberse inventado independientemente en varias
regiones, hipótesis que tiene los mayores visos de probabilidad.
En Andinoamérica Ecuatorial se dieron óptimas condiciones para el inicio
temprano del proceso agrícola, especialmente en la península de Santa Elena.
Esta región fue, desde hace 6.000 años, un importante centro de
domesticación de plantas. Los hallazgos de fragmentos de calabaza en los
niveles más antiguos de Las Vegas y los fitolitos de maíz, en los más
recientes, indican que en esta área se conocía el cuhivo de las plantas 3.000
años antes de que aparecieran las sociedades agroalfareras, que hasta hace
pocos años se consideraban las más antiguas de América.

Sociedades agrícolas aldeanas incipientes


Gracias a las investigaciones de varios arqueólogos se ha conocido más
detalladamente el denominado por los arqueólogos Período Formativo
Temprano (3900-2300 aC) y la más antigua cultura cerámica de América,
descubierta por Emilio Estrada,l'I y llamada, por el lugar de los primeros
descubrimientos, Cultura Valdivia, al norte de la península de Santa Elena.
Los estudios posteriores llevados a cabo por Jorge Marcos, especialmente su
tesis doctoral "Real Alto: la historia de un centro ceremonial Valdivia .. ;2º
ofrecen. sin embargo, una visión mejor estructurada de Valdivia, gracias a las
investigaciones realizadas en Real Alto, cerca del pueblo actual de Chanduy,
lugar que ha sido ocupado desde el 4500 hasta el 2000 antes de nuestra era.
La población de Real Alto estuvo orientada, más que al consumo de
productos del mar, al cultivo intensivo del maíz. La dieta se complementaba
con proteínas animales obtenidas mediante la caza y pesca. Los restos
arqueológicos de Real Alto demuestran, además, que el grupo humano estaba
asentado en un poblado ya desde la época precerárnica (4500 aC), el cual
alcanzó su máxima extensión mil años más tarde. Entonces el lugar, con una
población residente de más o menos 1.500 personas, ocupaba unas 12
hectáreas y comprendía 120 casas elípticas, algunas de ellas asociadas con
entierros de restos humanos. Las viviendas rodeaban una plaza igualmente
elíptica que tenia una estructura oriental más antigua y que fue utilizada para
reuniones festivas o administrativas, y un montículo, situado en el centro de
la plaza y del poblado, que servía de osario para el enterramiento de gente
principal y para ceremonias sacrificiales.
Real Alto, un centro ceremonial Valdivia
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En el osario ocupaba un lugar preeminente el cadáver de una mujer al que


acompañaban ofrendas de figurinas, metates y los restos desmembrados de
ocho hombres colocados al pie del sepulcro. Quizá este santuario simbolizaba
la fuerza de los antepasados, la fertilidad y el poder femenino en la
comunidad.
Durante las últimas fases de Real Alto el montículo oriental, o lugar de
reuniones, se reconstruye y enluce varias veces, mientras se nota una
disminución de la población en el núcleo original y un acrecentamiento
demográfico en otros sitios cercanos al centro habitacional de Real Alto. en
íntima relación con un aumento de la producción y consumo de maíz.
Sociedades agrícolas aldeanas incipientes

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Estos fenómenos responden, quizá, a un desarrollo de la diferenciación


social en dos grupos: los dirigentes, que ocupan el poblado original, y la
mayoría compuesta por campesinos agricultores. quienes se encargan de
producir bienes y servicios no solo para el autoconsumo sino para el
mantenimiento de la casta religioso-administrativa residente en el núcleo
poblacional. Para llegar a esta situación era importante. sin embargo, que
existiera una agricultura con "excedente de producción", la que permitiría
una división social del trabajo entre el sector productor de alimentos y los
especialistas religiosos o administradores.
lo más característico de Valdivia son quizá las figuras de cerámica que, en
su mayor parte, representan a mujeres con diversos peinados y adornos. A
partir de la llamada "fase 3" (21 1 O aC) están presentes figuras sentadas de
ambos sexos, para ser colocadas sobre banquillos zoomorfos: pequeñas
réplicas de los llamados "banquillos de chamanes" o brujos. Con seguridad
las figurinas se relacionaban con el centro ceremonial y, más tarde,
demostrarían la importancia social de los chamanes y de sus actividades
rituales, asociadas quizá al uso de alucinógenos, como el cactus Huachuma o
"Sampcdrito" (Trichocereus pachanoi).
No está lejos de la realidad pensar que con el desarrollo de la agricultura
los chamanes valdivianos se interesaran en elaborar calendarios rituales para
controlar la producción. Dentro de este contexto estarían las ceremonias
propiciatorias de la lluvia. basadas en el uso ritual del .. mullo" (concha
Spondylus princeps) y del caracol marino o "pututo" (Strombus peruvianusy.
Estas ceremonias se desarrollaban gracias a la observación de la mayor
presencia de la concha spondylus, cuando era más intensa la corriente cálida
de El Niño, que afectaba cada cierto tiempo las costas de Andinoamérica
Ecuatorial. En esa época remota los símbolos del agua vivificadora fueron el
"mullo .. y el "pututo .. , las figurinas representaban la fecundidad y los
chamanes sistematizaban estos conocimientos.

Agricultura de excedente
En Real Alto y en los asentamientos satélites del valle de Chanduy, así
como en otros lugares asociados a la cerámica Valdivia, como El Encanto en
la isla Puná. Loma Alta. etc., está presente el desarrollo de la producción
agrícola no solo de subsistencia sino de excedente y, por lo tanto, relacionada
con una mayor estratificación social y la conformación de centros de poder.
Este proceso es palpable durante iodo el llamado por varios arqueólogos
Periodo Formativo (3900-550 aC): ciclo temporal muy amplio y en el que se
manifiesta el lento cambio. dificil de precisar temporalmente. La evolución
va desde una sociedad agroalfarera más o menos igualitaria hacia una
diferenciación social entre la aldea dirigente y la población campesina
cultivadora. Esta última trabajaba en parcelas situadas generalmente en
terrenos de aluvión con un alto nivel de fertilidad.
Lo que los arqueólogos han denominado cu hura Machalilla (2200 aC-1300
aC, correspondiente al período cerámico Fonnativo Medio) no es sino una
evolución del estilo Valdivia con influencias estilísticas de Cerro Narrio
temprano, en la provincia de Cañar, cuya ocupación más antigua data del
2850 aC Su decoración incluye el uso generalizado de pintura roja en líneas
delgadas sobre una superficie pulida de color natural. Esta se encuentra no
solo en Cerro Narrio sino también en Machalilla, a orillas del océano Pacífico
y en la ceja de montaña amazónica, en el valle del Upano y a orillas del río
Pastaza, e incluso en la región norandina del Perú actual. Además se han
encontrado, conjuntamente con los restos de cerámica formativa, conchas
enteras y artefactos elaborados con concha spondylus en Cerro Narrío y
también en la Cueva de los Tayos, en la cuenca del río Coangos. Las
evidencias anteriores demuestran la existencia de una red de intercambio
desde épocas tempranas correspondientes al 2500 aC en Andinoamérica
Ecuatorial: entre la costa del Pacifico, la región interandina y la montaña
húmeda tropical del Alto Amazonas. Las redes orientadas a un intercambio
transversal demuestran, una vez más, que ya en épocas muy tempranas
Andinoamérica Ecuatorial se definía como una región geográfica que incluía
dos regiones cubiertas por bosques húmedo-tropicales situados en las
vertientes orientales y occidentales de la cordillera de los Andes y un
altiplano intermedio, la Sierra, que estaban integradas económica y
culturalmente. Aunque no tenemos evidencias, se puede afirmar que esos
intercambios se fundamentaban en asociaciones gentilicias, conformadas por
vínculos de sangre o sistemas de parentesco, que posibilitaban el
establecimiento de redes de intercambio permanentes y complementarias.

El origen de la agricultura
En términos biok)gicos, la domesticación consiste en inducir en la planta cambios
genéticos a favor de ciertas características de valor económico para el hombre. La
alteración genética se lleva a tal punto que la especie domesticada no se puede reproducir
ni propagar sin la ayuda del agente humano. En el proceso de domesticación se pueden
discernir tres estadios más o menos bien diferenciados: la planta sitvestre. que es aquella
que se reproduce y propaga naturalmente: el cultivar, que es la planta silvestre "cultivada"
por el hombre, es decir, cuidada por este en su desarrollo, y el cultigeno, que es la planta
que de tanto ser "caüivada" sufre mutaciones genéticas que le llevan a una total
dependencia del hombre para su supervivencia.
Paleoindios y arcaicos recoglan y consumían plantas silvestres, pero en los segundos.
la dependencia de los vegetales se acentuó tanto que la caza pasó gradualmente a
segundo plano. Naturalmente. no todas las plantas tuvieron la misma Importancia en la
dieta; las preferidas comenzaron a ser "cultivadas" y luego seleccionadas por ciertas
cualidades (indehiscencia, frutos grandes o menos amargos. mayor número de granos,
etc.) y trasladadas y adaptadas a otros miaoambientes. Muchas especies se quedaron
como cultivares (v.gr. la tuna, ta mora), pero otras se convirtieron en cultígenos.
constituyendo la fuente principal de alimento de las sociedades agrícolas.
Se calcula que los antiguos americanos cultivaron alrededor de 150 plantas. Se han
postulado tres cenlros de domesticación. Mesoamérica, los Andes centrales y las tierras
bajas tropicales, todos los cuales parecen haberse desarrollado independientemente,
aunque no faltan opiniones contrarias. La evidencia arqueológica de Mesoamérica, que
proviene principalmente del valle del Tehuacán (México), permite afirmar que hacia el 5200
aC se consumían varias plantas cultivadas, entre las cuales están presentes la trilogia más
importante de la región: el malz, el fréjol y la calabaza. El registro arqueológico de los
Andes centrales es incompleto. Curiosamente, la evidencia más importante de la
domesticación proviene de la costa peruana (por circunstancias de mejor conservación de
especlmenes) y. en menor grado, del valle de Ayacucho en los Andes. Aqul, a partir de
4200 aC (complejo Chihua), hay evidencia de cultivo de la patata. el mafz. la calabaza, el
fréjol y la quinua, si bien algunas de estas plantas aparecen en otras localidades un poco
más temprano. En la costa peruana hay evidencia de agricultura a partir de 3600 aC, con
un repertorio de plantas mucho más numeroso. aunque notándose el arribo tardío del malz
y de los tubérculos andinos. Paralelo a estos logros fue el proceso de domesUcación de
animales (la llama, la alpaca y el cuy). que se habría iniciado hacia 4000 aC Sin embargo,
ta dependencia completa de animales domésticos no ocurrió hasta 1000 aC
La historia de la domesticación al este de los Andes es poco conocida. Su centro de
desarrollo ha sido ubicado indistintamente en el litoral caribe de Colombia, el delta del
Amazonas y la región del Orinoco inferior y medio, y, generalmente, la evidencia
presentada es Indirecta (presencia de artefactos relacionados con el procesamiento de
ciertas plantas en el presente etnográfico), debido a que los cultivos tropicales se basan en
la vegecultura (reproducción por medio de vástagos o estacas}, que no permite la
conservación de la evidencia arqueológica, Las principales plantas domesticadas en el
trópico son el camote, la yuca, el maní, la achira y el male (lagenaria siceraria).

Ernesto Satazar, •El proceso aillural en el Ewador aborigen y en Américaº,


en EnoqueAyala Mora. eót., Nueva Hiltoria del Ecuador, vol. 1, pp. Sl-55

Los carnc,os elevados de QJftivos o camelones son un sistema agric:ota ancestral en Ecuador cuyos orfgenes
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Plantas domesticadas en América

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Enrique Ayala Mora, edit., Nueva Historia del Ecuador, vol. 1, pp. 55-56
Folos· El manto cle la tierra, flora ele los A.nclel, GTZ

El origen de la cerámica
La mayorfa de las sociedades de cazadores y recciecicree. habitantes de las selvas
tropicales de Sudamérica, se asentaron en las cuencas fluviales, donde subsistieron de la
caza y pesca y de la recolección de vegetales comestibles, cosechados en un bosque
altamente diversificado o en sus huertos caseros. Los pobladores de estos asentamientos
iniciales produjeron cerámica con anterioridad a otros grupos en el Nuevo Mundo. Tal
parece haber sido el caso en los sistemas nuviales de Colombia, Brasil y Ecuador. La
atfarerfa temprana copió el estilo de los recipientes tradicionales de piedra, calabaza,
madera o cestería elaborada con fibras vegetales. Quizás sea esta la razón por la que los
estilos de la cerámica fonnativa tuviera variados elementos en comün, característica que
nos pennite realizar comparaciones estillsticas entre las cerámicas tempranas procedentes
de áreas culturales distantes.
A pesar de que la aparición de la alfarería y de la agricultura no siempre constituye un
suceso simultáneo, su origen en Sudaméfica ecuatorial parece ser parte de un solo
proceso bien articulado, cuyo protagonismo estuvo probablemente en las manos de las
mujeres y cuya culminación en el Ecuador es conocida como la cerámica Va1divia. Su
nombre proviene de la aldea homónima. situada en el litoral marítimo al norte de la
peninsula de Santa Elena. en el suroccidente del Ecuador, donde Emilio Estrada, en la
década de 1950, la descubrió y estudió. ubicándola correctamente al principio de la
cronologla arqu�ica ecuatoriana.
Con el fin de excucer el origen de la cerámica Valdivia, Meggers, Evans y Estrada
{1965) propusieron en los años de 1960 un viaje accidental transpacífico de pescadores
japooeses. llevados por las corrientes desde la isla Honchu, cuya cullura correspondla al
periodo Jomon medio, hipótesis que de pronto fue cuestionada por los americanistas
Lanning. Rowe y particularmente Donald Lathrap (1975). Los hallazgos de cerámica
Valdivia más temprana, ya no a orillas del mar, sino tierra adentro, efectuados por Presley
Norton (1971) en Loma Alta, asl como los descubrimientos de cerámica fonnativa con una
antigüedad similar a la de Valdivia en Puerto Hormiga y Monsü (Cok>mbia), por Reichel•
Dolmatoff (1985), y en La Mina (Brasil) por Simoens, son ciaras evkfencias a favor de un
origen sudamericano independiente para la cerámica del Nuevo Mundo. Ya que las
cerámicas más tempranas de Brasil, Colombia y Ecuador no pueden ser consideradas
antecedentes estilísticos una de otra, Lathrap (1975) propuso la existencia hipotética de
algün lugar al noroccidente de Sudamérica, donde se originó la cerámica, de la cual
posteriormente se desarrollaron todas las restantes alfarerlas tempranas hasta ahora
conocidas. Quizás la hipótesis con mayores visos de probabilidad sea la que defiende un
origen múltiple, fruto de varios desarrollos independientes o tradicionales culturales
heterogéneas. Los asentamientos Valdivia conocidos y considerados hasta ahora como los
más tempranos aparecen hacia et 4000 aC como aldeas en forma de herradura, cuyas
habitaciones estaban organizadas alrededor de una plaza con una estructura central
interpretada por analogías etnográficas como una ·casa de hOmbres·. Tres formas
cerámicas son en esa época las más comunes: un recipiente grande, de cuerpo globulado
y con cuello largo alisado e inciso en el exterior y engobe rojo pulido en el interior del
borde, cuya función era para contener líquidos: una olla de cocina, generalmente de
diámetro mayor o igual a su altura, con borde doblado: y un cuenco para servicio, con
engobe ro;o y decoración incisa. Durante esta época, guijarros alargados, con lineas
grabadas en uno de los extremos, simulando quizás una cabellera, representan las figuras
valdlvias iniciales.

� Moreno YMeZ, 1992


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4 SOCIEDADES AGRÍCOLAS SUPERIORES
Un "horizonte cultural"
Ya Emilio Estrada (1958) denominó a la fase Chorrera por él descubierta:
"cultura" o "civilización". No obstante, los tiestos .. chorrerianos" presentan
diferencias regionales bastante notables, que exigen una definición nítida y
una investigación más detallada. Por esta razón, en años posteriores, varios
arqueólogos abandonaron el modelo de "civilización homogénea" y
propusieron el de "horizonte cultural", entendido como un conjunto de
complejos culturales, que incluye fases o estilos relacionados en "horizonies
espaciales" y, a nivel temporal, dentro de una "tradición cultural". En
relación con la fase Machalilla, y especialmente con la "serie chorreroide",
deben ser considerados algunos complejos fonnativos ubicados en la región
interandina, a saber, las fases Chaullabamba o Narrío temprano en la zona
meridional. Alausí en el centro y Cotocollao en el área norte de la Sierra.
Evidentemente, no hay reglas simples para diferenciar entre difusión e
invención independiente, pero esta dificultad puede ser solucionada con un
análisis sistemático de la totalidad del material arqueológico bajo el marco
teórico del concepto de "cultura", entendida no como la suma mecánica de
rasgos o elementos más o menos estáticos, sino como un proceso en el que
pueden incluirse influjos externos e inventos autóctonos.
Chorrera ( 1300 aC-550 aC) pertenece al periodo cerámico Formativo
Tardío, y se denomina así por el lugar homónimo ubicado cerca del río
Babahoyo, en la provincia del Guayas. Entre sus técnicas decorativas llama la
atención la pintura iridiscente y la decoración negativa. Parece que este
"horizonte cultural'' controló grandes extensiones en las cuencas de los ríos
Guayas y Esmeraldas, en los valles de Manabí y en algunos lugares del litoral
marítimo ecuatoriano. Nuevamente se encuentran semejanzas con Cerro
Narrio, Alausi y Cotocollao en la Sierra, con prolongaciones más hacia el
Oriente, lo que demuestra una vez más la interrelación transversal entre las
tres regiones que constituyen el actual Ecuador.
Cerámica de las sociedades superiore

Nuri o 11100 .c:-soo •CI Cotocolla o 11 soo •C-soo .e,

A pesar de la hermosa cerámica, de las magníficas representaciones en


barro de animales y seres humanos, no conocemos la economía, estructura
social y vida diaria de los portadores de la cultura Chorrera. Por esta razón es
de enorme importancia mencionar los resultados de los descubrimientos
arqueológicos en Cotocollao, al norte de la ciudad de Quito. Marcelo
Villalba21 caracteriza la formación social a la que pertenece Cotocollao ( 1500
aC-500 aC) como un período de transición y de continuo desarrollo de las
fuerzas productivas.
Sociedades agrícolas superiores

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El lugar arqueológico está ubicado en un valle de aluvión que desciende
desde las laderas orientales del volcán Pichincha (4.794 msnm). El poblado
ocupaba tierras fértiles, a orillas de una laguna hoy desaparecida, y alcanzó
una extensión de 26 hectáreas. Su población pudo haber superado los 750
habitantes. Las áreas de habitación estaban conformadas por casas
rectangulares agrupadas irregularmente en función del área de enterramiento:
probable centro ceremonial. Parece que las viviendas estaban construidas con
paredes de bahareque (ramas o cañas revestidas de arcilla) y cubiertas con
techos de paja.

Los cultivos
Los más importantes cultivos agrícolas eran el maíz, la papa, el fréjol y la
quinua, según los análisis de restos de polen. La caza era fuente de
alimentación complementaria, a la que acompañaban actividades artesanales
como la fabricación de objetos de piedra. madera o hueso. También están
presentes la alfarería, la manufactura de cuencos ceremoniales de piedra y la
elaboración de objetos de obsidiana. Completa la actividad económica el
acceso de los habitantes de Cotoccllao a muchos productos "exóticos", como
el ají y la sal, el algodón y posiblemente la coca, provenientes de la montaña
húmeda tropical del noroccidenre de Pichincha.
También son claras las similitudes entre la cerámica de Cotocollao con las
de Machalilla y Chorrera en la Costa, Alausi en la región central intcrandina
y Cerro Narrio temprano al sur del nudo del Azuay. No se puede hablar de
una difusión cultural hegemónica desde la Costa hacia la Sierra, o en sentido
contrario. Es, sin embargo, un nuevo testimonio de interrelación regional que
influirá posteriormente en el desarrollo de formaciones sociopoliticas, a nivel
de "cacicazgos" o jefaturas regionales.

Cotocollao y Cerro Narrío son interesantes ejemplos de centros de acopio y


redistribución de bienes exóticos. A Cerro Narrio se enviaba desde el litoral
marítimo ecuatoriano, el "mullo" o concha spondylus, y desde donde
probablemente se distribuía hacia el sur hasta la parte septentrional del actual
Perú, y hacia las regiones orientales de la foresta amazónica. Cotocollao
aparece, durante mil años, como el centro de distribución de la obsidiana, que
era traída desde sus fuentes situadas entre los volcanes Puntas y Antisana y
enviada hacia la Costa o a través de los valles interandinos. Hacia el año 500
aC, el poblado de Cotocollao desapareció sepultado bajo un metro de cenizas
volcánicas quizá procedentes del volcán Pichincha o del Pululahua (M.
Villalba. 1988; Marcos, 1986).22
Cotocollao: un modelo de población desde el 2000 a.c.

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5 SOCIEDADES AGRÍCOLAS
SUPRACOMUNALES

Hacia el desarrollo de jefaturas étnicas


Los estudios de arqueología demuestran la presencia de una gran variedad
de pueblos indígenas, antes de la incorporación de gran parte de
Andinoamérica Ecuatorial al Tahuantinsuyo. Hasta finales del periodo de las
sociedades agrícolas aldeanas superiores, que corresponde al fin del cerámico
Formativo tardío (550 aC), los ejemplos estudiados no corresponden. sin
embargo, a la totalidad del territorio histórico del Ecuador, y se puede
suponer con sobrada razón que esta gran variedad étnica respondía también a
diferencias en los conocimientos y aplicación de tecnologías, usos del suelo,
formas económicas e incluso configuraciones políticas.
Si se habla de la aparición y desarrollo de la agricultura, desde la de
subsistencia hasta la de excedente, a lo largo del período cerámico Formativo,
entre 3900 aC y 550 aC, en Andinoamérica Ecuatorial, no significa que toda
esa macroregión, en forma unifonne, alcanzó los mismos niveles de
desarrollo. Los estudios arqueológicos evidencian, sin embargo, que núcleos
de avanzada cultura agrícola existieron durante el Formativo Tardío (1300
aC�550 aC) en las tres regiones ecuatoriales: Costa. Sierra y Amazonia, y que
estuvieron relacionados entre si por un intercambio constante de productos,
de conocimientos tecnológicos y. con alguna seguridad, de formas políticas
de organización. La muy temprana red de tráfico del "mullo" o concha
spondylus, que une centros culturales de la Costa con Cerro Narrío y
Cotocollao, en la Sierra, y con la Cueva de los Tayos, en la ceja de montaña
oriental, demuestra además el uso de un emblema simbólico de la fertilidad,
asociado al desarrollo agrícola, lo que respondería a alguna concepción
religiosa común en esos centros de producción agrícola. Todavía son escasos
los conocimientos que tenemos sobre las amplias zonas intermedias entre
estos núcleos de civilización.
Al finalizar la hegemonía del horizonte cultural Chorrera (550 aC)
aparecen en la región litoral de Andinoamérica Ecuatorial. desde la costa
norte del actual Perú, hasta Bahía en la provincia de Manabí, varios
elementos característicos de Cerro Narrío. Entre ellos se deben mencionar los
asientos de arcilla, la pintura blanca sobre rojo y numerosas puntas de
proyectil de piedra tallada. Jorge Marcos ( 1986) tiene razón al señalar que
estas evidencias demuestran que, por lo menos ocasionalmente, Cerro Narria
organizó expediciones armadas hacia la Costa para aumentar su control sobre
el intercambio de la concha spondylus, considerada indispensable en los rilas
ceremoniales asociados al proceso agrícola.
Quizá también el tráfico del "mullo" promovió la creación de una serie de
jefaturas a lo largo de las diferentes rutas de intercambio. Estas jefaturas o
señorios étnicos -"cacicazgos" o, con una palabra más andina, "curacazgos"-
eran modelos de organización social y política basados no en un determinado
territorio sino en la relación de parentesco entre clanes diversos.
Entre ellos existían diferencias socioeconómicas, especialmente entre los
productores directos, por ejemplo, los campesinos, y los especialistas en el
culto y en la administración del grupo étnico. Uno de los clanes, al que
podemos llamar de los "señores", tenía mayor preeminencia política,
autoridad que podía ser hereditaria a lo largo de varias generaciones y que
frecuentemente se justificaba en la relación con algún ancestro divino.
Sociedades supracomunales

o
••

1 La Tol"" • Chaullapamba
2 lllacames 10 Up.,no
3 .JarnKoaque 11 Guim
12 PO&aro
•Baria
13 Cos.w,ga
5 Guangala
14 Napo
• Salango
1 s Cochasqú

--
1 Quevedo
16 Pianal
8 Cerro Narrfo
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a.......-.-...
_..,..
El cacique o curaca, verdadero "señor" en una fonnación "despótico-
aldeana", además de ejercer autoridad política. ostentaba un prestigio
shamánico, al ser considerado como el principal descendiente de los
ancestros reales o míticos del grupo social. Parece que esta amplia autoridad
no era absoluta, sino que los jefes de los diferentes clanes ejercían sobre ella
variadas formas de control. En el caso de un conflicto armado, era quizá
usual la elección de un "cacique de guerra", cuya autoridad militar era
temporal y respondía únicamente a un estado de emergencia.
Durante el llamado período cerámico de Desarrollo Regional (500 aC- 750
dC) aparecen en la costa de Andinoamérica Ecuatorial varias fases
arqueológicas. Turnaco-La Tolita, en el litoral marítimo norte, no es sino una
manifestación cultural de los pobladores que controlaban la región costera
entre los ríos Paría y Santiago. La fase Bahía domina en Manabí central)
mientras Tiaonc y Jarna-Coaquc están presentes en las cuencas de los ríos
Esmeraldas, Atacames y Quinindé. En la planicie costera, al occidente de la
cordillera de Chongón y Colonche, floreció Guangala. El área geográfica
alrededor del golfo de Guayaquil y la costa norte peruana estaban bajo el
control de la denominada fase Jambelí. Durante este periodo las fases
Tumaco-La Tolita, Tiaonc y Jama-Coaque adoptaron decoraciones de
influencia mesoamericana: el viejo dios del fuego. algunos símbolos del dios
de la lluvia Tlaloc, mientras en México se han detectado influencias Bahía.
Las culturas de la cuenca del Guayas muestran, por su parte, gran similitud
con Bahía y Cerro Narrio medio.
En la Sierra ecuatoriana y al norte del nudo del Azuay, el período cerámico
denominado Desarrollo Regional es poco conocido. Con excepción de los
pocos datos que tenemos sobre algunas excavaciones en Cumbayá y La
Florida, cerca de Quito, el vacío cronológico entre el 500 aC y el 959 dC es
significativo. Quizá se debe no solo a la escasez de excavaciones
arqueológicas, sino, posiblemente, a una intensificación de la actividad
volcánica acaecida durante este periodo.
Este fenómeno telúrico, que debe ser estudiado más detenidamente, ruvo
quizá como consecuencia una fuerte disminución de la población que duró
hasta el año 1000 de nuestra era, época a la que corresponden nuevas
migraciones, probablemente desde la región amazónica, que repoblaron una
gran parte de la Sierra central y norte.
--
Sociedades tribales y señoríos
Algunos cambios de estilo en la cerámica de la Costa han servido para que
los arqueólogos hablen del comienzo del Periodo de Integración (750-1530
dC). Efectivamente los decorados rojos se opacaron, los grises fueron
reemplazados por el negro bruñido y se generalizó una mayor sobriedad en
las expresiones artísticas: aspectos que. de algún modo. señalan cambios
culturales. Paulatinamente algunas jefaturas en Andinoamérica Ecuatorial
integraron vastas zonas bajo su control y se llevaron a cabo monumentales
construcciones que, con seguridad, necesitaron mano de obra numerosa y un
considerable nivel de organización del trabajo. Un ejemplo de gran interés
son los complejos de montículos o tolas que se encuentran en todo el Ecuador
actual, especialmente en las provincias de lmbabura y Pichincha, en la cuenca
del río Guayas, al sur de la ciudad de Riobamba y en muchos lugares
subtropicales en los flancos orientales de la cordillera Oriental de los Andes.
También los campos agrícolas elevados o "camellones" se construyeron no
solo en la Costa sino también en Cayambe y cerca del lago de San Pablo, así
como en numerosos sitios de la Sierra y de la Amazonia (Marcos, 1986). La
explotación del oro fluvial, que se inició en el período cerámico de Desarrollo
Regional. continuó en el de Integración. Son conocidos los hermosos objetos
en oro y aun platino correspondientes a las fases Tumaco-La Tolita y Capulí,
Piartal, Tuza, a ambos lados de la frontera actual colombo-ecuatoriana. Los
datos históricos señalan que la isla Lampuna, denominada actualmente Puná,
en el golfo de Guayaquil, fue un importante centro de orfebrería. El territorio
cañari obtuvo, gracias quizá al tráfico de la concha spondylus, cobre y plata,
metales cuyo uso, conjuntamente con el del oro procedente de los ríos
orientales, posibilitó el desarrollo de sofisticadas técnicas de orfebrería como
el procedimiento de la "cera perdida". También entre los pobladores de la
Costa existieron grupos dedicados a la manufactura de tejidos, plumeria y
collares de concha spondylus, productos que se intercambiaban con cobre.
coca, turquesa, plata y otras materias primas o manufacturadas de Perú o de
Chile.

Entre los mercaderes encargados de este intercambio a larga distancia,


quizá los más importantes fueron los Manteños. Hay suficientes datos para
afirmar que ellos controlaron el litoral marítimo desde Atacames, en la
provincia de Esmeraldas, hasta quizá la península de Santa Elena. Los
principales centros manteños estaban entre Puerto Cayo y Ayampe, en la
provincia de Manabí; especialmente ocupaba un sitial privilegiado el poblado
de Salango, que puede ser calificado como la capital de la "Confederación de
Mercaderes" manteños (Marcos, 1986).
Tampoco se puede afirmar que la totalidad de la población de lo que hoy es
el Ecuador, en el período de Integración, tenía el mismo nivel cultural. La
mayor parte de la Amazonía y los bosques húmedos tropicales de la actual
provincia de Esmeraldas y de la región de Tumaco, en Colombia. estaban
poblados por sociedades tribales de cazadores y recolectores que combinaban
estas formas de producción con el cultivo de huertos o chacras que, después
del uso durante pocos años, nuevamente eran abandonadas para ser invadidas
por la selva.
La documentación histórica que corresponde a los primeros contactos entre
estos grupos indígenas de la Costa y los colonizadores españoles hace
referencia, entre otros, a los Aldemes y Sindaguas, indios retirados entre los
ríos Patia y Mira; a los rebeldes Malabas entre los ríos Mira y Santiago. Más
cerca de la cordillera estaban los Lachas, Yumbos, Niguas o Colorados que
tenían muchas relaciones con los pueblos serranos.
Entre los muchos pueblos indios que formaban una amplia faja étnica en
las vertientes orientales de los Andes, además de los Quijos, estaba el grupo
étnico de los Cofanes, una nación guerrera, con asentamientos dispersos
conducida por caciques, con una autoridad basada en el parentesco y en su
personalidad. Parecida era la situación de los denominados por los españoles
"encabellados", quizá antecesores de las etnias actuales de Sienas-Secoyas,
seminómadas que vivían entre los ríos Putumayo y Napo. Su territorio era
compartido por otros grupos étnicos. Ya desde principios del siglo XVII se
tiene noticias acerca de los Abijiras (según algunos autores, los antecesores
de los Aushiris y Huaoranis actuales), habitantes de las regiones situadas
entre los ríos Napo y Curaray. Ellos conformaban entonces pequeñas aldeas
apartadas entre sí, con cuatro o seis casas, en cada una de las cuales vivian
una o dos familias. También en las márgenes de los ríos Napo y Coca vivían
los Omaguas- Y ctés, grupo que se había separado del Gran Omagua asentado
en las riberas e islas del río Amazonas.2..3.
El cuadro etnográfico-lingüístico que se traza al sur del río Pastaza, en el
siglo XVI, presenta también enormes diferencias en la distribución
demográfica. En las estribaciones orientales de los Andes existían, entonces,
algunos emplazamientos de Puruhacs (1-luamboyas) y Cañaris de montaña o.
por lo menos, emparentados con estas etnias serranas. Sus vecinos eran los
denominados "Xibaros", situados entonces entre los ríos Paute y Bomboisa.
También grupos Pallas estaban asentados en la región de Loja y más al
oriente en la ceja de montaña. mientras los Rabona ocupaban la parte oriental
del valle del Zamora. La cuenca septentrional del río Chinchipc era conocida
como la región de los Bracamoros y más al oriente estaban los cacicazgos
altamente organizados de los Maynas, quienes ocupaban las riberas del
Marañón, La mayoría de los grupos étnicos de la Amazonia vivían en
pequeños grupos dispersos controlados por ..jefes de guerra", desprovistos de
privilegios económicos y de autoridad formal. Su autoridad se ejercía
prácticamente solo durante los frecuentes conflictos. Parece que los
Bracamoros del Chinchipe tenían una organización política más
institucionalizada.e
Entre las sociedades tribales de la zona interandina los Pastos y
Quillacingas formaban los grupos más numerosos, asentados a ambos lados
de la frontera actual entre Ecuador y Colombia. Como agricultores, los Pastos
producían excedentes y en las zonas más bajas cultivaban algodón, con el que
tejían telas para realizar intercambios mercantiles. Este comercio estaba
organizado por los .. mindalaes" quienes llegaban con sus productos hasta la
costa del Pacifico. También se da un modelo parecido en el Ecuador
meridional. En esta región se distinguen tres conjuntos diferenciados: los
Cañaris al none, los Paltas en la Sierra sur y los Pacamoros en la ceja de
montaña oriental. El grupo Palla asentado en el valle del Zamora parece que
era el centro de una confederación tribal organizada en forma transitoria y
con fines dcfcnsivos.25

Cacicazgos mayores
Hasta el siglo XV gran parte de Andinoamérica Ecuatorial había alcanzado
un alto nivel organizativo. La autoridad de los caciques mayores era
reconocida a nivel regional por los jefes de las "llajtacuna" locales.
Comúnmente se denomina señorío étnico a aquella fonnación de poder
político todavía no plenamente organizada a nivel de Estado, cuyo acceso
territorial no es estable, y que está compuesta por un escaso número de clanes
o grupos de parentesco. Con frecuencia, a una jefatura o señorío étnico
pertenecen todos los individuos de una sola etnia; entonces el "señor", al
mismo tiempo que ejerce una autoridad política como déspota, es
considerado la cabeza del grupo étnico, por pertenecer, como el miembro más
distinguido, al linaje principal. Los señoríos étnicos que en el mundo andino
se llaman curacazgos, y en nuestro medio más comúnmente cacicazgos. no
son productos de sociedades altamente centraliz. adas, y tampoco llevan
connotaciones de caos y anarquía (behetrías); son más bien sistemas en los
cuales ningún jefe puede ejercer un dominio ilimitado sobre los demás.
La autoridad étnica aparece, casi siempre, con carácter hereditario, provista
de un halo aristocrático, pero carece de un aparato formal y legal de represión
forzada, como sucede en el Estado. En estas "formas prccstatalcs" la
autoridad caeical explota a las comunidades aldeanas, al mismo tiempo que
las protege y dirige. El nivel sociopolítico de un cacicazgo se basa más en las
relaciones de parentesco que en una territorialidad común, lo cual no implica
la existencia de un territorio demarcado con fronteras fijas, que en realidad
son "áreas periféricas" de influjo y sujetas a frecuentes cambios. Aunque son
desconocidas la propiedad privada y la fonna empresarial de un comercio de
mercado, existe un control sobre los medios de producción, una organización
"despótica" de la fuerza de trabajo y es patente una diferenciación social
basada más en la pertenencia a clanes que a clases sociales.
De la comparación entre estos conceptos y el material etnohistórico es
manifiesta una aparente discrepancia, pues los testimonios documentales,
especialmente tempranos, no distinguen con mayor precisión entre los
poderosos señoríos étnicos a nivel regional y los pequeños dominios locales
equivalentes a las "llajtacuna". Además de los señores étnicos a nivel
regional: los caciques mayores o provincianos, se puede inferir, para la época
preincaica, la existencia de tres niveles de autoridad respecto de una "llnjta":
el cacique principal, que residía en el poblado más importante pero que
dominaba sobre otros asentamientos menores; los jefes de las .. llajtacuna"
individuales, dependientes de la sede principal; y finalmente las autoridades
existentes en cada "ayllu" o parcialidad, que juntas conformaban una
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Señoríos y cacicazgos
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Un análisis de Andinoamérica Ecuatorial en la Época Aborigen debe
incluir una breve sistematización de las diferentes fonnas de señoríos étnicos
a escala regional. Parece que en vísperas de la invasión incaica, cienos
señoríos locales habían logrado alguna hegemonía sobre varias "llajtacuna".
quizá por una ampliación de las relaciones de parentesco, o por la
instauración de una forma de control monopólico sobre algunos productos de
intercambio. Aunque una parcial unidad cultural no implica una
incorporación perpetua y sólida a un sistema político superior, pudo haberse
dado alguna integración, incluso de cacicazgos mayores, en confederaciones
con fines de intercambio comercial, como la .. Liga de Mercaderes" manteños,
o con objetivos militares para defenderse de un peligro común externo: tales
serian los casos de las confederaciones bajo caciques de guerra corno el
quiteño Pilla-Guasu y Maxacota Puente de Cayambc, que serán tratados más
adelan1c21 (S. Moreno Yánez, 1981: 95-98). Entre los cacicazgos mayores,
que estaban fonnados por varios señoríos locales, donde un curuca ejercía
alguna fonna de hegemonía sobre otros caciques, puede señalarse la situación
de los señores étnicos de Panzalco, en el valle de Machachi, al cual
pertenecían los pueblos de Machachi, Alóag, y Aloasí. También los caciques
mayores de Sigchos, Angamarca, Molleambato y Píllaro estaban asociados en
un circuito serrano de intercambio, que se prolongaba, al occidente, hasta las
cuencas de los ríos Guayas y Esmeraldas, y. en dirección oriental, hasta la
ceja de montaña cercana a los ríos Napo y Pastaza. Latacunga fue el centro
principal de uno de los señoríos étnicos de la zona, que todavía en la Época
Colonial tuvo un papel importame como cacicazgo mayor. Una vez
anexionada al Tahuantinsuyo, Latacunga fue convertida, conjuntamente con
Tomebamba y Quito, en uno de los tres centros administrativos más
importantes del área que comprende el actual Ecuador; sede del cacique
mayor fue Pujili.
Según varias fuentes documentales, el territorio ocupado por la
nacionalidad de los Puruhaes se extendía desde el río Ambato hasta el nudo
de Tiocajas en el sur. Su principal ocupación era la agricultura, cuya
tecnología se complementaba con amplios sistemas de riego. Gracias al
procedimiento de las colonias de "camayoccunas". tenían los Puruhaes
acceso a las ricas zonas del Tungurahua. donde las familias enviadas como
"camayoc" cultivaban coca y explotaban madera. así como las salinas de
Tomabela. en la actual provincia de Bolívar, la cual. a su vez, era un centro
de colonia multiétnica. El intercambio comercial estaba en manos de los
"mindalaes" y el principal producto de su comercio eran las sogas y tejidos
de cabuya, que se intercambiaban con la sal proveniente del territorio de los
Chonos y 1-fuancavilcas.

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Conocemos los nombres de varios caciques locales puruhaes, Entre ellos


parece que Duchazelan, señor de Yaruquícs, y Paira, curaca de Punín,
Columbe, Pangor y de otros pueblos, ostentaban alguna preeminencia. En
algunas fuentes históricas, el pueblo de Licio, asentado al pie del pequeño
volcán Talabuc, y que fue considerado como importante "huaca .. o lugar
sagrado. es también llamado "Puruhá". Se puede suponer que los Incas
fundaron Riobamba (la antigua), como centro administrativo y militar, para
dividir y controlar los cacicazgos aborigcncs de Paira y Duchazclan. Desde
Riobamba también se podía controlar el territorio de los Chimbos, región
multiCtnica y que en el incario fue poblada por colonias privilegiadas de
"miunajcuna", bajo el gobierno de un cercano familiar del Inca. Más al sur,
en la cuenca del río Chanchán, cada asentamiento tenia su cacique; en el caso
de un peligro externo se aliaban los señores locales y reconocían la autoridad
de un cacique de guerra común.
Aunque podemos considerar a los Cañaris como un grupo étnico con
unidad cultural, no conocemos con seguridad si tuvieron una autoridad
superior reconocida por todos. Quizá el señor de Hatun Cañar era
considerado cabeza principal de la nacionalidad cañari. Otros caciques
mayores fueron probablemente los señores de Cañariabamba en el valle del
Jubones, y de Sigsig al oriente de la hoya del Paute. Los estados de guerra
interétnica, especialmente contra los "Xibaros" para arrebatarles sus mujeres
y, de este modo, conseguir fuerza de trabajo, o contra los Zamoranos. con el
objeto de lograr sal y otros recursos, eran una razón para buscar alianzas entre
varios señores cañaris, sistema que sirvió especialmente para defenderse
contra la invasión incaica. Es posible que su sometimiento al Tahuantinsuyo
no fuera el resultado de victorias militares incaicas, sino de un convenio con
el Inca. para controlar conjuntamente el tráfico y la distribución de la concha
spondylus en la Sierra del Perú y del Ecuador y en la ceja de montaña
oriental. Los Incas edificaron Tomcbamba, en el centro del territorio cañari,
como un nuevo Cuzco; y los Cañaris se transformaron en guardias personales
del Inca y en custodios de una de las "huacas" más importantes del
Tahuanrinsuyo: el santuario de la isla de Copacabana en el lago Titicaca.
La ceja de montaña oriental fue también una región donde existieron
algunos cacicazgos desarrollados. Conocemos que los Quijos, situados al
oriente de Quito. tenían curacas locales, con súbditos que les ofrecían
obsequios, cultivaban sus tierras y construían sus casas. En casos de guerra se
acostumbraba elegir al jefe étnico más poderoso como cacique de guerra,
quien también en tiempos de paz era aceptado como el señor más importante,
como lo demuestra Udo ObcremlS en su estudio sobre los Quijos. Quizá un
caso semejante fue el del grupo indígena que levantó los enormes complejos
arqueológicos en las faldas orientales del volcán Sangay, los cuales están
siendo investigados en estos últimos años (E. Salazar, l 998).22
La cuenca del Guayas estaba habitada por los Chonos, también navegantes
en balsas, mercaderes y constructores de tolas que les servían como
plataformas para sus viviendas y casas comunales. Para regular las
inundaciones en los terrenos agrícolas usaban los .. camellones": un sistema
de canales que bordeaban pequeños terraplenes sobre los que se cultivaban
diferentes productos. Parece que su centro cacical estaba en Daule. La zona
habitada por los Chonos coincide con la región donde se ha identificado la
fase arqueológica llamada Milagro-Quevedo.
La península de Santa Elena y las riberas del golfo de Guayaquil estaban
ocupadas por los Mantcños del sur o Huancavilcas. Estos pueblos, con los
Lampunas en la isla Puná y los Tumbecinos en el continente, estaban
integrados al tráfico del "mullo" que se desarrollaba a lo largo de la costa
pacífica desde Manabí en el Ecuador, hasta Chincha, al sur de Lima en el
Perú.

Confederaciones multiétnicas
A finales de la Época Aborigen los grandes señoríos étnicos se integraron
en confederaciones por razones de intercambio mercantil o para defenderse
de peligros externos. Quizá entonces fue la ocasión para reconocer, por lo
menos temporalmente, una autoridad con un influjo multiétnico. De la
documentación española más antigua se desprende la existencia de un
poderoso cacicazgo regional que dominó la costa marítima desde el río
Esmeraldas hasta Puerto Cayo. Su capital estaba en Salango, lugar muy
poblado y que fue el centro de una "liga de mercaderes" y artesanos. Los
pobladores de esa confederación eran especialistas en la construcción de
balsas y practicaban la navegación y el comercio de la concha spondylus con
otros productos, entre ellos la plata y el cobre que traían desde el Perú y
Chile. La ocupación de varias zonas posibilitaba también a los Manteños de
Salango combinar la pesca y recolección de productos marinos con la
agricultura en laderas y terrazas,
El área de la actual ciudad de Quito y sus alrededores (quizá entre la cuesta
de Santa Rosa, al norte de Tambillo, y el descenso hacia el rio Guayllabamba.
al norte de San Antonio de Pichincha) estuvo ocupada por un "señorío
étnico" o "cacicazgo mayor". Un análisis documental demuestra que, en la
época anterior a la expansión incaica, la importancia de Quito, además de
política, fue especialmente económica y geográfica. Esta situación
privilegiada transformó a Quito en el centro de una red vial y de un amplio
intercambio económico, gracias a su condición de mercado regional (en
quichua "catu" y denominado por los españoles con la palabra náhuatl como
"tiangues"), También era la residencia principal de una colectividad de indios
mercaderes o "mindalacs".
Con Quito estaban asociados los curacazgos de los cercanos valles de los
Chillos y Tumbaco, de diversos tamaños, pero con estructuras sociales
parecidas. Las investigaciones arqueológicas no nos ofrecen todavía datos
sobre el asentamiento aborigen de Quito y muy escasas son las evidencias
sobre el Quito incaico. La documentación española temprana nos ha
conservado los nombres de cuatro "ayllus" que conformaban, probablemente
entre otros, el Quito aborigen, a saber: Quitos, Collahuazos, Pillajes y
Zárnbizas. Desconocemos, sin embargo, en qué situación estaban bajo el
dominio incaico, aunque el cronista Cabello Valboa menciona que el jefe de
guerra quiteño que resistió contra Túpac Yupanqui se llamaba Pilla-Guasu . .lO
No cabe duda, pues, de que el área de Quito fue importante como punto de
intercambio económico, pero eso no significa que fuera el centro o eje de un
.. reino", como la historia tradicional ecuatoriana ha afirmado. La versión que
da el padre Juan de Vclasco en su Historia del Reyno de Quito en la América
Meridional ( 1960), escrita en el siglo XVILI, sobre un estado "scyri" muy
poderoso, con una monarquía estructurada y una gran ciudad capital,
combina magistralmente fábulas, leyendas y mitos, con testimonios
históricos, lo que se comenta más ampliamente en el capítulo: "Algunas
consideraciones sobre la Historia Antigua de Juan de Vclasco" (S. Moreno
Yánez, 198 l: l 23-127). Todas estas afirmaciones deben ser consideradas a la
luz de las nuevas investigaciones realizadas en los campos de la Historia y la
Arqueología.
La mencionada confederación multiétnica bajo Pilla-Guasu no duró mucho
tiempo. Más estable fue la confederación de los Caranquis, Otavalos,
Cochisquies y Cayambis, señoríos étnicos regionales pertenecientes a una
sola nacionalidad y ubicados al norte de Quito. Esta región, gracias a las
alianzas defensivas contra los Incas, estuvo a punto de llegar a la
conformación plena de una Nación-Estado.
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hio Siena none de Ec:u.dor
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Además de un idioma común. el territorio situado entre los ríos


Guayllabarnba-Pisque y Chota-Mira presenta un legado cultural común. Entre
muchos ejemplos, podemos mencionar dos muy llamativos: las pirámides o
"tolas". muchas de ellas con rampas de acceso, y los montículos funerarios
con pozo. El uso de sitios de montículos, como unidades de observación,
demuestra que estos lugares fueron centros de administración politica y de
actividades artesanales y mercantiles. Estas últimas se llevaban a cabo por los
numerosos "rnindalaes" que estaban subordinados a cada señor étnico. Las
tolas eran, con seguridad, plataformas para las viviendas cacicales, para casas
de reunión y especialmente para actividades ceremoniales. El cacique, en la
Sierra norte, no solo era señor étnico que ejercía una autoridad política sino
que también tenia funciones rituales y probablemente chamánicas)l
Se debe mencionar los enormes conjuntos piramidales de Socapamba,
cerca de la laguna de Yaguarcocha; de Cochicaranqui de Zuleta, que quizá
fue la capital aborigen del señorío de Caranqui; y Cochisqui o Cochasquí:
este último complejo tiene quince pirámides de diferentes tamaños y un
número mayor de monticulos funcrarios.ll
Gracias a la documentación histórica es posible conocer que el jefe de la
resistencia de lodos estos pueblos fue el Puente o señor de Cayambe. Él logró
mantener, durante mas de 15 años, una alianza contra la invasión incaica, que
terminó trágicamente en Yahuarcocha. No es posible determinar si algún
señorío étnico tuvo alguna preeminencia sociopolítica sobre los otros
cacicazgos de la zona, aunque durante la conquista española tiene una
importancia especial el cacique mayor o Ango de Otavalo (S. Moreno Yáncz,
1988b: 42-134).

El Reino de Quito y nuestra verdadera historia


La Historia Antigua

Cuenta Juan de Velasco en su Historia del Reino de Quito que el territorio que va entre
las actuales Pasto y Loja fue originalmente ocupado por peque1'os reinos. Hacia el ai\o
980, uno de ellos, el ·pr;mitivo Reino de Quito·. fue conquistado por los caras, pueblo
venido de la Costa, liderado por Carán. Sus sucesores, los scyris o reyes, extendieron sus
dominios, formando un reino cuya capital fue la gran ciudad de Quito. Tenlan un sistema
de cuentas, eran buenos tejedores y curtidof'es de pieles. Adoraban al sol y a la luna,
enterraban a sus muertos en monllculos o tolas. Tenían régimen monárquico.
Hacia 1300. et matrimonio de Toa, hija del Scyri XI, con Duchicela, hijo de Condorazo,
soberano del reino puruha, amplió el reino, que se extendió mediante alianzas con pueblos
adyacentes. luego del reinado de Autachi Scyri XIII, gobernó su hijo Hualcopo Scyri XIV,
que enfrentó la invasión del inca Tüpac Yupanquí. Cacha Scyri XV, sucesor de Hualcopo,
enfrentó al inca Huayna Cápac, pero fue derrotado y murió. Su hija Paccha fue proclamada
scyri. la resistencia caranqul terminó en una masacre en Yahuarcocha (lago de sangre).
Huayna Cápac se casó con Paccha. De la unión nació Atahualpa que, muerto el Inca,
heredó el Reino de Quito y enfrentó a su hermano Huáscar, heredero en el Cusco.
Atahualpa venció, fue proclamado Inca y enfrentó la conquista espai'lola.

La polémica
Vela seo fue un jesuita riobamboi\o, expulsado do Quito en 1767. con los miembros do
su orden. Refugiado en Italia escribió su Historia hasta 1789, pero solo fue editada en
1846. la obra fue vista como base del naciente Ecuador y su versión sobre el Reino de
Quito se consideró historia oficial. Federico González Suárez, nuestro máximo historiador,
tuvo reparos a la versión sobre el Reino de Quito, pero fue su discípulo Jijón y Caamarn>
quien la cuestionó, junto con autores como Jiménez de la Espada. Se inició as/ una
polémica.
Los críticos argumentan que Velasco escribió su obra de memoria, con poca base
documental: que su entusiasmo por destacar al Quito que él vivió le llevó a imaginar un
"reino" que ningün otro historiador o cronista menciona. En excavaciones arqueológicas no
hay rastros de los scyris o de la gran ciudad de Quito que habla Velasco. Las
investigaciones descubren seoorios étnicos de gran desarrollo en el actual territorio
ecuatoriano, pero no un Estado unificado.

Los defensores de la existencia del Reino de Quito dicen que las pruebas fueron
destruidas, que faltan investigaciones arqueológicas, que quizá el ·reino· era una
confederación permanente. Argumentan que la versión de Velasco es base de la identidad
nacional de Ecuador, especialmente para el reclamo territorial ante Perü, pues prueba que
el pals existla antes de la invasión Inca. En la Polémica se ha acusado a Velasco de
falsario y a sus cuestionadores de antipatriotas.
La investigación establece que no pudo existir el reino que describe Velasco. No hay
base histórica para los scyris. Había en tierras de Quito un cacicazgo importante como
centro de intercambio y comercio, pero no era un reino de grandes proporciones. Los
señoríos étnicos del norte andino se aliaron ante la invasión inca, pero eran distintos al
estado que Velasco describe.
Aunque hubiera existido, el Reino de Quito no puede verse como el antiguo Ecuador.
Según el propio Velasco, abarcó solo la Sierra centro norte. No incluyó a los cañaris ni a
los pueblos costeños. El Ecuador está integrado también por otros espacios regionales con
su propia historia.

Una visión positiva


Velasco fue un criollo lúcido que escribió su obra para destacar que el Reino de Quito
del siglo XVIII, su pals, tenla grandes recursos. ralees y personalidad histórica, como otros
del Nuevo y el Viejo Continente. Su Historia fue expresión de la identidad que surgía en la
Hispanoamérica de su tiempo. Entonces Quito se definía como entidad politica y fue eje
del ulterior proyecto ecuatoriano. Pero no fue el único. Teniendo esto en cuenta, la Historia
de veiasco tiene las fortalezas y debilidades de una visión centrada en Quito de una
realidad más amplia.
No se debe soslayar el inmenso mérito de Velasco al historiar nuestro pasado. al
indagar su evolución y sus protagonis1as. Su obra es un aporte amplio al conocimiento del
país e Hispanoamérica. Trata de muchos temas de calidad no discutida, aparte del Reino
de Quito preincásico. No se debe juzgar una obra rica y amplia por falta de base emplrica
de una de sus partes, ni tampoco mantener incuestionada la versión de Velasco. Más bien
se deben apreciar los grandes avances de los pueblos del norte andino en el desarrollo de
la agricultura, el comercio y la constitución de cacicazgos o señorios étnicos con
caracteres políticos avanzados.
Debemos valorizar la versión del Reino de Quito. sus gobernantes y guerras. que
Velasco narra con entusiasmo, por su calidad literaria y contenido mitológico. Esas
hermosas narraciones deben ser leidas como leyendas que alimentan el imaginario
nacional. La Historia de Juan de Velasco es una obra clave de Ecuador. No solo fue el
primer intento de historiar su pasado, sino que, con ello, puso una de las bases de la
identidad de nuestro Estado-nación.

Ennque Ayala Mora


6 EL ESTADO INCA

Los Incas y el Tahuantinsuyo


Dentro de la historia milenaria del Ecuador, el período del dominio incaico
fue breve. pero se notan muchos cambios que se dieron en aquel tiempo y que
han influido hasta la actualidad. llacia el año 14 70 de nuestra era, los
habitantes aborígenes de la Sierra sur del actual Ecuador tuvieron que
defenderse de ejércitos venidos desde muy lejos. Estas tropas eran numerosas
y estaban compuestas por miembros de diferentes etnias obedientes al mando
supremo del J nea o de uno de sus representantes.
Como asevera Udo Oberem,11 varios son los mitos sobre los Incas del
Cuzco. Ellos desarrollaron una visión del mundo que impusieron a sus
conquistados. Según ella el Inca tenía el título de "Intipchurin" (del Sol su
hijo) y era enviado por el dios Sol para sacar de la "barbarie" a tos pueblos
conquistados y enseñarles la agricultura, la construcción de sistemas de
regadío y otras formas de vida civilizada.
Pocos son los datos que conocemos sobre los primeros Incas. El héroe
fundador, Manco Inca, scgün los mitos, salió de la región del Titicaca o de
unas cuevas en Pacaritambo. y con sus compañeros conquistó el Cuzco. Sus
sucesores ampliaron sus dominios en la región.
Bajo el gobierno de Huiracocha Inca, los Chancas de Andahuaillas. al
noroccidente del Cuzco, atacaron la capital, la cual fue defendida
exitosamente por su hijo el Inca Yupanqui. Derrotados los Chancas y
sometidos a su dominio, el vencedor tomó el nombre de "Pachacútec" que
quiere decir el "transformador de la tierra". Efectivamente, Pachacútcc Inca
Yupanqui debe ser considerado el auténtico fundador del Tahuantinsuyo o
imperio incaico. Obra suya fueron la organización interna del Estado y la
expansión de su dominio desde el lago Titicaca, en el sur, hasta las fronteras
del actual Ecuador, en el norte. Su hijo Topa Inca Yupanqui o Túpac
Yupanqui logró avanzar por el altiplano ecuatoriano, probablemente hasta
Quito. pero luego retomó a la costa peruana, donde conquistó los reinos
Chimú, Chincha y Chucismancu.
Este Inca consiguió la expansión del poderío incaico hasta el río Maule en
Chile y hasta la actual Mendoza, en el noroeste de Argentina, pasando por el
altiplano boliviano (U. Obcrem, 1988: 145).
A Túpac Yupanqui le sucedió, hacia 1493, su hijo Huayna Cápac, quien
terminó las conquistas en el norte y puso la frontera en el río Angasmayo,
actualmente denominado Carchi-Guáytara, en el límite internacional entre
Ecuador y Colombia.

Conquista incaica de Andinoamérica Ecuatorial


Toda incorporación de una provincia al Tahuantinsuyo se desarrollaba en
dos fases. Durante la primera, y partiendo de una región ya conquistada, se
motivaba a realizar una alianza política, con el ofrecimiento de promesas
futuras y regalos para los voluntariamente sometidos. Para el Estado incaico,
aceptar estas muestras de buena voluntad era someterse a su imperio, por lo
cual la posterior resistencia aborigen era considerada, desde el punto de vista
incaico, una rebelión que debía ser aplastada por la fuerza de las armas. Estas
acciones de castigo constituían la segunda fase de la conquista. La guerra
podía ser de larga duración, para lo cual basta recordar que el ya mencionado
conflicto bélico contra los Caranquis, Otavalos, Cochisquíes y Cayambes
duró más de quince años.
Como ya se ha dicho, Túpac Yupanqui inició la conquista de los territorios
de lo que hoy es Ecuador en las últimas décadas del siglo XV. Los pueblos
del sur se sometieron muy tempranamente, a tal punto que en pocos años ya
la ciudad de Tomebamba, en tierras cañaris, era una de las más importantes
del imperio inca. Allí precisamente nació, según algunos cronistas, el inca
l luayna Cápac,
Yahuarcocha.
Folo: Wlkimedia Cornmons

A lo largo de los años que tomó la conquista de las tierras del extremo
norte, bajo el mando del cacique de Cayambe, Maxacota Puente, quien fue
cacique de guerra, la confederación iníligió al Inca múltiples derrotas por lo
cual, en una ocasión, los "orejones" o tropas de élite de la nobleza incaica se
negaron a volver al combate, hasta que Huayna Cápac les prometió valiosos
regalos. Parece que la alianza del nonc se rompió por el sometimiento de los
Otavalos, después de lo cual las tropas incas avanzaron desde Cochisqui
(según una narración, defendida por la señora Quilago) y Cayambe, hacia
Pesillo y Cochicaranqui. hasta llegar a Socapamba. a orillas de un lago. En
sus orillas se dio la última batalla, donde fueron definitivamente vencidos los
Cayambcs y Caranquis y debieron sufrir la ira de los Incas. Como las aguas
del lago se tiñeron de sangre, desde entonces se lo llamó Yahuareocha o
"lago de sangre".
Durante esta guerra perecieron tantos hombres caranquis que durante largo
tiempo este grupo étnico fue conocido como "huambracuna", por estar
compuesto por niños, Muchos vencidos salvaron su vida refugiándose en
Oyacachi y otros lugares de las selvas orientales. Los sobrevivientes
Cayarnbes fueron despojados de sus tierras, que se transfonnaron en
propiedad estatal, y la mitad de la población fue desterrada al centro del
actual Perú para cultivar los cocales del Inca, mientras los restantes
pobladores. que permanecieron en su comarca, fueron reducidos al estado de
"yanaconas" y, corno tales, trabajaban en las tierras del incario (S. Moreno
Yánez. 1981: 129-147).
lngapirca.
Foco· El Comemo

El influjo incaico en el Ecuador no es igual en todas las regiones. Al sur del


nudo del Azuay es notoria la influencia incaica que irradiaba desde diversos
centros administrativos. especialmente desde Tornebamba, residencia durante
muchos años del Inca. Parece que en la Costa solo una pequeña parte del sur
y la isla Puná se hallaban bajo dominio directo del incario. Quizá la liga de
mercaderes manteños estaba bajo influjo indirecto, tal vez desde la isla de la
Plata, un probable centro religioso incaico y, al mismo tiempo, controlaba las
rutas marítimas de comercio. La región que actualmente es la provincia de
Esmeraldas nunca formó parte del territorio incaico; como tampoco la actual
Amazonia ecuatoriana, con la excepción quizá del territorio quijo.

Organización del imperio incaico


En la región central y norte de la Sierra ecuatoriana se puede observar que
la ocupación incaica se fundamentaba en una red de centros administrativos
situados a lo largo del "Cápac-Ñan" o camino real. Su ubicación era
estratégica, pues estos centros no solo controlaban comarcas cercanas sino
que eran el núcleo de rutas de comercio que unían regiones lejanas al otro
lado de las cordilleras. De este modo, si se dominaba un lugar importante en
las rutas de intercambio, ese dominio alcanzaba a las otras regiones
articuladas a ese centro rector del comercio. Tal fue el caso de Quito, cuyo
"catu" estaba relacionado con los Yumbos al occidente y con los Quijos al
oriente.
Apoyaban la administración imperial los grupos de "mitrnajcuna" que
fueron trasladados desde los actuales Perú y Bolivia y que ejercían labores de
espionaje, producción de bienes, especialmente maíz, o estaban instalados
como tropas de ocupación, al cuidado de los grandes centros administrativos
como Quito y Latacunga y las fortalezas de montaña o "pucaras" con sus
guarniciones armadas. Cuando los curacas autóctonos permanecían en sus
oficios. ya no estaban libres para disponer de sus bienes y de la fuerza de
trabajo de sus súbditos, pues la administración incaica absorbía una parte de
sus ingresos. Los súbditos, a su vez, debían estar listos para entregar al
Estado incaico a los jóvenes como soldados y a las muchachas como
"acllacuna". Estas eran encerradas en las .. acllahuasi .. o casas comunales,
donde trabajaban en la producción de tejidos para el Estado, hasta que la
autoridad las entregaba como esposas o concubinas a los oficiales civiles y
militares beneméritos.
En el campo económico el dominio incaico produjo algunos cambios. Sin
entrar en detalles se puede mencionar la propagación de los cultivos con
riego y en terrazas, la expansión de la frontera agrícola y el aumento de la
población de llamas y alpacas, cuya lana se utilizó cada vez más en la
producción textil. En su intento de formar un Estado culturalmente uniforme
los Incas se sirvieron de dos medidas: la introducción del quichua o
"runashirni" como lengua general, y el culto al Sol como religión del Estado.
Los grupos autóctonos usaron el "runashimi" como lengua intcrétnica y de
relaciones comerciales, mientras seguían hablando entre sí las diversas
lenguas maternas. La generalización del quichua como lengua indígena
dominante en la Sierra ecuatoriana se debe más bien a los doctrineros
españoles que la usaron durante la Colonia, con fines de evangelización.
Aunque se aceptó el culto al Sol y al Inca, como una forma de expresar su
sometimiento al Tahuantinsuyo, se mantuvieron las divinidades y los cultos
aborígenes a los lagos, volcanes y otras "huacas", pues los Incas tenían
respeto a las particularidades culturales de los subordinados.
Los procesos de aculturización aparecen con más fuerza en el sur del actual
Ecuador. En la cerámica, por ejemplo, los arqueólogos han encontrado
diversidad de estilos: "inca de imitación", .. estilo mezclado" y "estilo de
influencia inca", además de la "cerámica imperial" que quizá fue traída por la
corte incaica o producida por especialistas. Los Incas trajeron también su
estilo arquitectónico característico. Restos de arquitectura incaica se
encuentran, sobre todo, en el centro y sur de la Sierra ecuatoriana, como los
muros incaicos de San Agustín del Callo cerca de Latacunga, las importantes
edificaciones en lngapirca, los restos de Tomebarnba y varios muros en estilo
incaico en el valle del rio Jubones y en Paredones cerca de Mollcturo.
Jerarquía inca
Estructura social
El sistema organizativo del Tahuantinsuyo estaba basado en un modelo de
cacicazgos agrupados bajo la hegemonía de jefes mayores. Los grandes
curacas aceptaron la preeminencia del "Sapa Inca" al reconocer los
requerimientos de reciprocidad mutua. La expansión territorial incaica creó
un vasto grupo de señores con muy distintos rangos y atributos. A esta élite
se añadía la burocracia estatal. La clase sacerdotal formaba, a su vez, una
categoría compuesta por diversas dignidades. También los mercaderes eran
influyentes figuras en el ámbito social inca. En los escalones inferiores se
encontraban las clases populares del Tahuantinsuyo, compuestas por los
artesanos, la mayoritaria población de los .. hatun-runa" agricultores y
pastores; los "mitmajcuna" privilegiados trasladados como tropas de
ocupación, y los condenados a cultivar las tierras del Estado. así como los
"yanaconas", que no dependían de sus comunidades de origen sino que
estaban directamente subordinados al soberano o a sus funcionarios. Los
súbditos del imperio estaban divididos, además de subgrupos según edades,
en grupos de I O, 100, 1.000 y 10.000 miembros. A la escala más baja
pertenecían los .. piñas" y las "pampa-huarmi": individuos destinados a
trabajos forzados en zonas inhóspitas, y mujeres condenadas a la prostitución
y, como tales, a vivir fuera de los centros poblados. Sus posibles
descendientes eran condenados a la misma situación.
La tierra era uno de los bienes más estimados en el Tahuantinsuyo y su
propiedad seguía los patrones andinos de su posesión. Las tierras se dividían
entre las tierras del Inca, de las "panacas" incaicas y del Estado; de los
santuarios; y aquellas adscritas a las comunidades o "ayllus", entre las cuales
ocupaban un lugar privilegiado las destinadas a los curacas. Tanto las tierras
estatales como las adscritas a los señores eran cultivadas con el trabajo
comunitario por tumos, la .. mita", como una prestación de servicios en lugar
de tributos . .H

Plebeyos y nobles orejones


Aunque ta propiedad de la tierra era estatal y comunitaria, en el lncario se dio una
rígida estratificación social. Bajo el Sapa Inca reinante. la más alta jerarqula estaba
formada por las panacas, grupos de parentesc.o formados por los descendientes de los
incas fallecidos. Con la expansión territorial del Tahuantinsuyo -explica W. Espinoza
Soriano (Los Incas. Lima, 1987}- se anexionaron a la nobleza los seOOfes étnicos
conquistados. La gran mayoria de la población estaba conformada por los hatunrunas,
campesinos obligados a los trabajos estatales y colectivos y al servicio de la mita militar.
Otra categoría social eran los yanaconas: prisk>neros reducidos a condición servil, en
favor de las panacas y de altos funcionarios.
En su Historia del Nuevo Mundo (1653). Bemabé Coba distingue nobles y plebeyos.
Del privilegio de nobles gozaban 'todos los Incas de sangre real, que nuestros
españoles llaman Orejones, porque traían las orejas horadadas de extraña grandeza:
estos, con algunos otros caballeros de otros linajes, que por merced del rey se
horadaban también las orejas. componian el orden que podemos decir correspondía a
nuestros caballeros de las órdenes militares·. segun el Vocabulario de la Lengua
Qquichua (1608), ·Rincriyoc runa· signifK:a ·indio de orejas horadadas·. La
documentación demuestra que los Orejones eran los capitanes de las tropas y
constituian los batallones de élite.

Segundo Moreno Yénez

Máscara inca que representa a un noble orejón.


Museo del OtO, Banco de la Repüblica, �-

La invasión incaica de Andinoamérica Ecuatorial, además de


consecuencias en la composición étnica y repartición demográfica, modificó
también la organización política. Antes de la ocupación incaica, las relaciones
entre los señores étnicos y el "común de indios" consistía en un sistema
asimétrico de reciprocidad y retribución de bienes y servicios. La nobleza
cacical, por su parte, gracias al intercambio de bienes y al parentesco
interétnico, establecía alianzas reciprocas como base de las relaciones
sociales, políticas y aun religiosas. Esta estructura, bajo el incario. debió
adaptarse a las nuevas exigencias. El .. Sapa Inca" podía nombrar un curaca
foráneo. pero la regla general era confirmar al cacique autóctono: condición
necesaria para ejercitar el gobierno. Además de la expropiación de tierras en
beneficio del Estado, el incario absorbía gran parte de la fuerza de trabajo a
través de la "mita" y el reclutamiento de hombres para la guerra y de mujeres
para los "acllahuasi". Finalmente, ya se ha mencionado que, en su breve
intento de formar un Estado culturalmente uniforme, los Incas se sirvieron de
la introducción del quichua, como "lengua general", y del culto al Sol y a su
"hijo" el Inca, como religión del imperio (U. Oberem, 1988: 135-166).

El Estado quiteño del inca Atahualpa


La "incaización" de Andinoarnérica Ecuatorial no llegó a su término, pues
fue interrumpida por la conquista española. En 1528 murió fluayna Cápac en
su residencia favorita, Tomebamba. La causa de su muerte fue probablemente
una infección de viruelas, enfermedad que quizá había sido traída a la Costa
por los primeros exploradores españoles. Como el sucesor designado, Ninan
Cuyuchig, murió casi al mismo tiempo que su padre, hubo disputas por la
sucesión, lo cual era usual en la historia incaica. No era el hijo mayor quien
sucedía en el trono sino realmente quien tenía a su favor la mayoría de
"panacas" o clanes incaicos y a los nobles "orejones" partidarios. Un grupo
compuesto por la élite tradicional del Cuzco proclamó a Huáscar como lnca,
mientras en el norte del Tahuantinsuyo los generales y oficiales del ejército
estacionado en el actual Ecuador, y que acababan de vencer a los belicosos
Caranquis y Cayambes, declararon "Sapa lnca" a Atahualpa,
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Monumento al inca Atahuatpa en su natal Caranqui.
FOIO. Pepe Laso

Mucho se ha especulado sobre el origen étnico de la madre de Atahualpa y


su lugar de su nacimiento. Según algunas fuentes históricas, particulanncnte
el P. Juan de Velasco (1960), era originaria de la región de Quito y el lugar
de nacimiento de Atahualpa fue Caranqui. Según los cronistas más tempranos
corno Cicza de Lcónl!i y Juan de Betanzos.Iá el último Inca nació en el Cuzco
y desde muy joven acompañó a su padre en las conquistas del norte del actual
Ecuador.ll

El reasentamiento forzoso a través de los


"mitmaj"
El sistema de los 'rnlime]", migración forzosa de partes de la población de una región a
otra, servia a los Incas no sok> para asegurarse de los territorios conquistados. sino
también para otros fines. Moreno Yánez, siguiendo, sobre todo. a John V. Murra. llega a la
conclusión de que hubo cuatro grupos de ·mitma¡-: a} los colonos enviados desde el centro
del imperio a las zonas recientemente conquistadas, para dvíllzar a los nativos y colaborar
en su control: b) las guarniciones fronterizas que al cesar la expansión imperial tendieron a
convertirse en asentamientos pennanentes; e) los cultivadores, especialistas en técnicas
agrícolas, particularmente del riego. enviados a regiones escasamente pobladas,
particularmente para incrementar de modo especial la producción del mafz; d) finalmente,
los exrebeldes, poblaciones conquistadas y otros sectores excedentes, alejados de su
hábitat original y utilizados en la región nuclear del imperio, en tareas muy variadas.
Naturalmente, tenemos aqul una estructuración con base en una lipologla ideal. En la
práctica, si cabe la posibilidad de varias razones simultáneas. por las cuales un grupo fue
f0t2ado a reasentarse.
Los datos de las fuentes dejan mucho que desear en exactitud. asf que resulta difícil
determinar las razones en cada caso. Sin embargo, se llega a la impresión de que en el
territorio de Ecuador prevalecían razones de tipo político-militar. Esto se explica, talvez. por
et hecho de que en el momento de la llegada de los espa1'oles, la parte central y meridional
del pals habla pasado sok> una temporada relalivamente corta bafo el dominio incaico.
Respecto a los ·mitmaj", no hay que otvidar que ya hablan tenido sus antecedentes en
tiempos preincaicos; p.ej. el cambio de asentamiento de grupos pequeOOs, dentro de la
"verticalidad" tan extendida en los Andes. quiere decir el aprovechamiento de los productos
de diferentes sistemas ecológicos. Aunque este ·sistema de archipiélagos• se habla
conservado -e induso extendido- bafo los 1ncas. tuvieron lugar. sin embargo, traslados de
poblaciones a gran escala por motivos polltk:os. La diferencia esencial entre ambos tipos
consiste en que, en el primer caso, los emigrantes segulan obedeciendo a sus "señores
étnicos", pero-bajo los Incas- como ·mitmat en 1a categoría de "colonos estatales·.

En los relatos del slglo XVI repetidamente se señala que los Incas. inmediatamente
después de la subyugación de Ecuador, habían trasladado parte de su población
autóctona, reemplazándola por grupos ajenos procedentes de territorios con mayor
antigüedad en la conquista. Un caso de traslado por ·razones económicas" es, p.ej., el de
los ·cocacamayoc• en Pelileo, oriundos de la tierra cusquena, que en el Ecuador cultivaron
la coca para el consumo personal del emperador. De la misma región hablan venido los
habitantes de Quero. cerca de Ambato. a su vez especialistas en el trabajo de la madera,
como ya indica el mismo nombre del lugar. El decir, como se dice de ellos, que eran entre
"advenedizos que el Inca trasladó aqul desde el Cu seo por ser frontera·, permite interpretar
que su tarea, originariamente militar, habla cedido campo a favor de su importancia
económica, en el continuo avance de la conquista hacia el norte. Otros "mltmaf, por
razones económicas, se hallaron en el valle de Los Chillos, en Cotocollao, en Chimbo y en
otros lugares. Hablando, por otra parte, de los traslados con fines militares, podemos
señalar a los Huayacuntu. procedenles de la región montal'\osa al este del departamento
peruano de Piura. Aparte de ellos, los Incas los trasladaron a la región del sur de Quito. a
otros a Chimbo. Era bastanle usual, entre los Incas, el asentamiento de los sedados del
ejército victorioso en la tierra conquistada, una vez terminadas las luchas. Asl, de los 6.000
sedados de la provincia de Chucuito, por el lago Titicaca. que habían participado en las
guerras de Tomebamba sok> 1.000 regresaron a su patria, sin que podamos precisar el
lugar definitivo de su asentamiento en Ecuador.
Otros "mitmaj" venlan de Huamachuco, en el altiplano peruano, o de Chachapoyas,
pero en la mayoría de los casos los cronistas sok> nos proporcionan dalos imprecisos
como •milimaes de todas suertes y naciones" o ·gente de Condesuyu· o se habla de "ay1tus
incas·, quedando de nuevo sin aciarar si se trataba de Incas en sentido estricto o acaso de
miembros de otras etnias, trasladados por los Incas. Parece que, a veces, hasta hubo un
intercambio directo. De esta manera, los "mitmaj" del Cajamarca peruano vivfan en
Ecuador y los Canaris en Cajamarca. El Quinche cuenta con una �parcialidad Angara",
viviendo, por otra parte, "mitmaj cayampis en el reino de Aneara·, en el altiplano central
peruano.

El sistema incaico del reasentamiento forzoso a través de los •mitma¡- tenia como
consecuencia que, en el momento de la conquista espai\ola, en muchos lugares del
altiplano ecuatoriano, no solo vivían grupos étnicamente foráneos. en medio de
autóctonos. sino que también en todas las regiones de los Andes centrales habitaban
indios ecuatorianos. lmposi� nombrarlos a todos aqui. Asl vivian, p.ej.. Quitos y
Caranquis en Cusco y su tierra, llegando incluso más al sur, hasta la actual Bolivia; Paltas
y Cayambis vivlan cerca de Huánuco, y Huancavijcas oriundos de la costa norte de
Guayaquil se habian trasladado a la sierra peruana cerca de Abancay; este Ultimo caso, un
claro indicio de la práctica incaica de trasladar a ·mitmaf, induso hacia regiones diferentes
de la patria de ellos por altura y clima.
los más dispersados parecen haber sido los Cal\aris. Sin adelantamos a una decisión
definitiva, por fuentes de la temprana Colonia, parece que eran •mitmaf incaicos más que
traslados por mano espai\ola, salvo excepciones. En mayor nümero vivlan en Cusco y en
el vecino valle de Yucay. AIII. en la capital del imperio. donde segün un cronista contaban
'més de 15.000 hombres con sus mujeres· lo cual daria un total de 50.000 a 70.000
personas. los Cat\aris servían como tropa de élite en la guardia palaciega y. en tiempos de
guerra. como vanguardia y retaguardia del ejército. Sabemos también de Cat\aris
asentados en la sierra peruana. en los territorios de Cajamarca, Huamachuco. Jauja.
Huánuco y Ayacucho. igual que en Copacabana a orillas del 'rlñcace. en Bolivia. En la
costa peruana hubo Cal\aris en la región de lambayeque y en la Montal'ia en Jaén de
Bracamoros, Moyobamba y Chachapoyas. Finalmente los encontramos como ·mitmaf en
el altiplano ecuatoriano. p.ej. en lugares como El Quinche. Cotocollao y Pomasqui. asf
como en Pujill y San Felipe, cerca de latacunga.

UdoOben1m, "El periodo lnallcoen el Ewado(', Enrique Aylllizl Mont, edil., Nueva Hisroria del Ecuador, vol 2,
pJ). t51-15J •

..::...
Mitmaj. Dibujo de Felipe Guamtm Poma de Ayala

Además del testimonio tardío de Juan de Velasco, los cronistas que afinnan
el origen quiteño de la madre de Atahualpa son Pedro Piznrro, Záratc,
Gutiérrez de Santa Clara y otros. Para Guamán Poma de Ayala su origen era
S

chachapoyano. Los Comentarios reales de Garcilaso de la Vega son, sin


embargo. la principal fuente del origen norteño de Atahualpa, llamado ya en
los primeros años de la invasión española el "Inca Quiteño", por haber
asumido en Quito la "mascaypacha" (borla carmesí, símbolo de la soberanía)
y haber avanzado, desde el norte, con sus tropas hacia Cajama rea (M.
Rostworowski de Diez Canseco, 1988: 148-178).
A este propósito se debe tener en cuenta el poco valor que las culturas
indígenas daban al lugar de nacimiento. Mayor importancia tenia la filiación
o derecho de sangre. Lo que sí está comprobado históricamente,
prescindiendo del lugar de nacimiento y del origen de su madre. es la
existencia de un vínculo de Atahualpa con Quito y no con el Cuzco. El último
Inca estuvo unido a las tierras del norte del imperio durante casi toda su vida.
continuando la ligazón establecida por su padre en los últimos años. Huayna
Cápac mantuvo a su hijo en esta región y desde la adolescencia le hizo
formar parte del poderoso ejército que culminó la conquista hasta el río
Angasmayo. La presencia de Atahualpa en el ejército del norte le valdría
posteriormente el apoyo de sus generales y la lealtad de las tropas que lo
formaban.
En relación con la sucesión al trono, es importante poner de relieve que,
antes de morir, Huayna Cápac encargó a su hijo Atahualpa el gobierno de la
región de "El Quito", decisión que ha sido interpretada por algunos cronistas
como una partición del Tahuantinsuyo. Algunos episodios posteriores
parecen indicar algún sometimiento de Atahualpa a Huáscar, quien incluso le
habría nombrado "Incaranti" o su lugarteniente para las provincias de Quito.
Al comienzo, la guerra fue favorable a Huáscar. Las hostilidades se
iniciaron en el territorio de los Cañaris, partidarios de Huáscar, quienes
tomaron preso a Atahualpa. Durante las celebraciones por el triunfo, este
logró escapar de la prisión en Tomebamba y huir a Quito. En esta ciudad,
como una forma de "mestizaje", Atahualpa consiguió el apoyo de las tropas
incaicas acantonadas en Quito, de las guarniciones armadas de "mitmajcuna ..
y especialmente de los señores naturales de los territorios al norte del nudo
del Azuay. Un contingente de gran importancia militar estuvo conformado
por los "huambracuna" caranquis, que ya estaban en edad de tomar las armas
y que encontraron en Atahualpa al líder que podía vengar de la tragedia de
Yaguarcocha. Iniciada la guerra, y después de una sangrienta batalla cerca de
Mollearnbato (actual Salcedo). las tropas de Atahualpa tomaron posesión de
Tomcbamba, que resultó casi enteramente destruida. Los Cañaris sufrieron
entonces la venganza del vencedor, por lo cual posteriormente apoyaron a los
españoles contra los generales de Atahualpa.
En el tiempo siguiente Atahualpa logró extender su dominio sobre una gran
parte del imperio, especialmente cuando sus generales Quizquiz y
Chalcochima conquistaron hasta el Cuzco. Huáscar cayó prisionero y fue
ejecutado. Para entonces Atahualpa estaba, a su vez, prisionero de los
españoles en Cajamarca, donde más tarde lo condenaron a muerte (S. Moreno
Yánez, 1981: 156-162).

Detalle de los retratos de los reyes incas en sucesión cronológica. En la parte inferior. los tres
últimos incas: Huayna Cápac, Huáscar y Atahuatpa. la composición se deriva de un grabado
del artista Miguel de Adame realizado en 1714 según la composición de Alonso de la Cueva
Ponce de León.
Pintura anónima de 1n8, Museo Pedro de Osma. üna, Peru

En el análisis ofrecido a lo largo del presente estudio se ha procurado


descubrir la secuencia histórica de los grupos sociales que poblaron el
territorio de Andinoarnérica Ecuatorial, que corresponde al actual Ecuador.
Es dificil incorporar milenios de Historia humana dentro de un esquema y es
todavía más laborioso tratar de dar una interpretación de la misma. Admira,
sin embargo. constatar que ya desde el Paleoindio la habilidad del hombre
ecuatorial y la experiencia progresivamente acumulada lograron cambiar las
condiciones ambientales. El adelanto tecnológico, no obstante, repercutió en
la estructuración social, hasta llegar a la confonnación de grupos jerárquicos
de poder, paralelos a una diferenciación social cada vez más acentuada. Esta
evolución, bajo el imperio de Huayna Cápac, se transformó en una
integración al Estado inca. Es, sin embargo, Atahualpa, el Inca Quiteño,
quien logró unificar esta porción de América Andina como nuclear en la
constitución de su imperio, propósito que no logró desarrollar por la irrupción
de los conquistadores españoles. La Época Aborigen de Andinoamérica
Ecuatorial termina con el traslado de las nuevas formas de producción
europeas y la articulación del Tahuantinsuyo a la formación económica
mundial del periodo de ··acumulación primitiva de capital".

El enfrentamiento entre Huáscar y Atahualpa


La disputa por et poder entre los dos hermanos y el juego de alianzas que
desencadenó tal disputa, no puede interpretarse oomo un enfrentamiento entre un inca
"peruano" y otro "quiteño". tal como algunos textos de historia han venido sosteniendo. En
realidad, por detrás se encuentra involucrado, por un lado, el complicado sistema de
sucesión inca, y por el otro, una multitud de intereses que llevaron a la adhesión de unos
grupos a Atahualpa y de otros a Huáscar. Las constantes rebeliones dirigidas por varios
jefes étnicos en contra del imperio y las alianzas que algunos establecieron oon los
espanoles cuando llegaron a Perú, diluye la imagen de un Tawantinsuyu monolflk:o, y por
el contrario muestra que el Imperio inca se encontraba todavla en una etapa de
consolidación (Udo Oberem: 1988).
la arremetida inca en el actual Ecuador fue una combinación de múltiples estrategias
políticas y formas coercitivas (Caillavet: 1985; Salomon: 1990: Taylor: 1988). Las medidas
compulsivas de dominio tuvieron como eje fundamental et traslado de población mitmaj a
tas zonas sometidas. La politica de conquista inca tendió a proptciar una congruencia entre
los niveles estatal y autóclono del gobierno, bajo formas disuasivas o privilegios. También
buscaba reducir al mínimo la dependencia económica de los curacazgos respecto al
centro, conservando la explotación comunal de diversos nichos ecológicos (F. Saloman:
1988}, o interfiriendo en la actividad de los mindalaes sin suprimir1os.
Finalmente, lejos de transformar a fondo las culturas que Incorporaba, el Estado inca se
preocupó por mostrarse como una prolongación de las organizaciones locales. Así se
comprende actualmente que la organización comunal apareciera mejor definida donde
hubo una presencia inca mayor, o que los ámbitos de organización local permitidos por el
inca pudieran mantenerse o reconstituirse tras la colonización europea.

Juan Femando Regalado.


en ecuador Las ratees del presente, p 30.

Eh])03El.18j"1úA
1

Huáscar cae prisionero de Ouizquiz y Chalcochima.


Ilustración de Felipe Guamén Poma de Ayala
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3.1. l lay que señalar que Juan de Betanzos estuvo casado con dor1n Angelina Yupanqui. quien antes fue
conviviente de Francisco Pizarro. después de haber sido la "Coya" o principal esposa de
Atahualpa. Según Bctanzos. la madre del úhimo Inca debe haber pcnenecido a la "panaca" inca
fundadn por lo::. descendientes de Pachacútec. el "l lmun Ayllu". l luilscar. en cambio. dcsccndin
ma1riline11lmt:ntt de la panaca de Túpac Yupnnqui, el "Cápac Ayllu·•. el que fue de:.truido casi en
su totalidad por orden del vencedor Atahualpa.
,
Epoca
Colonial

Cuillcn110 Bu_c;fo" Lozano


Rost'111cll"ie 'frrcí11 \'aja�
CARACTERIZACIÓN DE LA COLONIA

A fines de la tercera década del siglo XVI, aventureros españoles


irrumpieron en el imperio inca y lograron conquistarlo, como otros espacios
del continente. La invasión y asentamiento de los conquistadores, la
resistencia de los pueblos indígenas, el impacto de la estructura económica y
la cultura que implantaron los europeos. las nuevas realidades étnicas y
sociales que crearon, marcaron nuestra historia y han influido y aún influyen
en nuestra vida como pueblo.
Luego de la conquista, por casi tres siglos. los territorios del actual Ecuador
fueron colonia del imperio español. Tradicionalmente se ha estudiado la
Colonia como el lapso en que América se incorporó al mundo civilizado, en
un marco de estabilidad. La realidad es que aquí había una civilización
andina muy desarrollada y, si bien los europeos trajeron muchas novedades,
la sometieron y destruyeron varios de sus logros. Y los años de dominación
hispánica no fueron de inmovilidad sino de cambios dinámicos. En esta
perspectiva nos preguntamos: ¿Cuáles fueron las condiciones de dominación
colonial? ¿Cómo se construyó la sociedad? En medio de la compleja realidad
colonial, ¿cuál fue el papel de los pueblos indígenas, los conquistadores, los
criollos y la corona española? ¿Cómo se gestó el mestizaje y cómo se
incorporaron los negros a la sociedad? ¿Cómo fue la cultura colonial y qué
papel cumplieron instituciones como la iglesia?
Lo determinante de esta época es el hecho colonial, es decir, el
sometimiento a la metrópoli, la desigualdad y la explotación. Por ello, este
estudio mantiene la denominación .. época colonial", sin encasillarla como
"esclavista" o "feudal", destacando las complejidades de una realidad inserta
en el mundo. El Quito colonial no estuvo aislado. Se vinculó al resto del
imperio hispánico en América, a España y a Europa. insertándose en un
sistema mundial en ascenso.
Luego de la conquista, se consideran tres períodos coloniales. El primero,
de 1534 a 1593, comprende el poblamiento inicial y estructuración del
régimen colonial. El segundo, de 1593 a 172 l. abarca el extendido lapso en
que el "pacto" colonial tuvo su auge. El tercero, que comenzó en la tercera
década del siglo XVlll y concluyó en 1809, fue de crisis y desestabilización
del régimen hispánico, y desembocó en la Jndependencia. A cada uno de
el los corresponde a un capítulo.

Periodización de la Época Colonial


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7 LA CONQUISTA ESPAÑOLA
Guillermo Bustos lozano

Pensar la conquista
La invasión europea de las sociedades aborígenes asentadas en el espacio
que actualmente ocupa el Ecuador fonna parte de un proceso histórico de
alcance continental, conocido como la conquista española del Nuevo Mundo.
Este proceso se desarrolló en tres fases. La primera se escenificó en el Caribe
a partir de la llegada de Cristóbal Colón, en 1492, y concluyó dos décadas
más tarde, cuando la zona fue expoliada por los invasores. La segunda tuvo
como escenario Mesoamérica y como episodio central la conquista de
México entre 1519 y 1522. Finalmente, la tercera fase comprendió la
exploración de la costa occidental de Sudamérica y, particularmente. la
conquista del Tahuantinsuyo entre 1531 y 1534. La conquista española de lo
que hoy es Ecuador, y que en ese momento se identificó como la región o
"las provincias de Quito", fonnó parte de este proceso.
Los conquistadores buscaron el sometimiento de las sociedades aborígenes
americanas y la incorporación de sus territorios a la autoridad de la
monarquía española. La terminación del secular aislamiento en que las
sociedades originarias americanas se habían desenvuelto, al margen de la
evolución de Europa, Asia o África. tuvo trascendentales e irreversibles
consecuencias.
La conquista ha sido objeto de numerosos estudios, pero sigue suscitando
inquietantes interrogantes: ¿Cuáles fueron sus consecuencias a escala
mundial? ¿Cuál fue el significado de los viajes de Colón en la corta y larga
duración? ¿Quiénes eran los conquistadores y cuáles sus propósitos? ¿Cómo
reaccionaron las sociedades aborígenes ante la invasión? ¿Qué estrategias, o
modos de acción, guiaban las actuaciones de unos y otros? ¿Por qué
finalmente vencieron los españoles? ¿Qué factores explican el triunfo de
Pizarro sobre Atahualpa y de Benalcázar sobre Rumiñahui? Este capítulo está
dedicado a analizar y responder a estas preguntas.

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