Amor Verdadero de IKEDA SENSEI

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Amor verdadero.

~Sensei Ikeda
"Naturalmente, el amor genera toda clase de inquietudes y reacciones. Cada
persona tiene su propio carácter y temperamento, pues el medio en que ha
crecido y sus circunstancias son diferentes. No existe una regla universal que se
aplique a todos los problemas y personas. Que dos seres humanos deseen
relacionarse afectivamente es algo tan personal, que, en principio, ningún tercero
debería inmiscuirse. Sin embargo, como predecesor en la vida y como persona
que ha podido acumular más años de experiencia, quiero recalcar un punto clave:
nunca se aparten ni se desvíen de la órbita fundamental, que es su propio
desarrollo como seres humanos."

"El amor tiene que ser una fuerza que los ayude a desarrollarse, a expandir su
vida y a hacer surgir ese potencial innato que todos poseen, ese hermoso caudal
de vitalidad, frescura y dinamismo. Claro que esto sería lo ideal. Como bien reza
el dicho: ‘El amor es ciego’… Y ya sabemos que cuando uno se enamora, pierde
toda objetividad. Si la relación de pareja que entablan causa preocupación a sus
padres, los lleva a descuidar los estudios o a tener inclinaciones autodestructivas,
ese amor sólo servirá para hacerse daño mutuamente. Cada uno actúa como
influencia negativa para el otro, y de esta manera, a la larga, ambos se condenan
a la infelicidad."

"Si una relación de pareja les hace olvidarse de lo que deben llevar a cabo, si
los aleja de su objetivo en esta existencia, creo que está mal encaminada.
Una relación sana es aquella que los impulsa a alentarse mutuamente, a
compartir sueños y esperanzas para que ambos logren sus metas. Es una
fuente de inspiración que brinda alegría, emoción y esperanza en la vida."

"El amor es un tema muy complejo, profundamente relacionado con la actitud y


las ideas de cada uno hacia la vida. Por eso, siempre digo que una relación no se
debe concebir ni tomar a la ligera."

"Cuando en una pareja no existe respeto mutuo, es muy difícil que el amor
perdure o que estimule el desarrollo de ambas personas."
"En lugar de sucumbir a la pasión superficial y encerrarse en un mundo donde no
entran más que dos, es mejor buscar un vínculo que los enriquezca con las
virtudes del otro y los lleve a ser mejores personas. Antoine de Saint-Exupéry,
autor de El principito, escribió una vez: ‘Amar no significa mirarse el uno al
otro, sino dirigir la mirada hacia una misma dirección’. En tal sentido, si hay
algo que ayuda a que la relación perdure y se fortalezca es compartir las mismas
creencias y valores."

"Por favor, tampoco caigan en el error de pensar que el amor lo es todo. No


crean que mientras su noviazgo funcione bien, el resto del mundo es
indiferente. Tampoco pretendan vivir una historia de amor enfermiza y
obsesiva, que acabe hundiéndolos en las profundidades del dolor y en el
‘dulce sufrimiento’ de una relación tortuosa."

"Muchos amores, que en su momento creímos ser una pasión eterna, resultaron
ser, a su término, una simple ilusión. El estudio es algo diferente: lejos de
alucinarnos, brinda enseñanzas perdurables y enaltecedoras. Por eso, aunque se
enamoren, nunca permitan que se apague en ustedes la sed de aprender."

"Hay un retoño lleno de promesas, que anuncia flores extraordinarias para el día
de mañana. No lo arranquen de raíz yendo detrás de un amor ciego, como les
sucede a tantas personas que truncan su potencial por un capricho."

"La vida cotidiana es muy simple y sencilla. No tiene nada de


extraordinario. Para lograr lo que uno se propone hay que hacer un
esfuerzo tremendo; lógicamente, no siempre hay momentos felices y
divertidos. Pero, a diferencia de la realidad cotidiana, en el amor hay mucho
de emoción y de ilusión. Es como una novela, donde uno se siente
protagonista. Sin embargo, si uno recurre al amor tan sólo porque la vida lo
aburre y se desvía del camino que debe transitar, convertirá un sentimiento
tan noble en un pobre medio de escape. El amor será un espejismo, un
refugio para no ver la realidad. Pero por más que uno busque amparo en el
amor, es imposible que la euforia de los primeros tiempos dure eternamente.

Cuando una pareja es ilusión, lo más probable es que el tiempo multiplique las
horas da amargura y de vacío. ¿Por qué? Porque uno podrá huir de las
situaciones, pero nunca escapar del encuentro consigo mismo. Si no vencen la
debilidad íntima, el sufrimiento los perseguirá dondequiera que vayan. No
esperen hallar la dicha verdadera si no empiezan por realizar un cambio interior.

La felicidad no es algo que pueda darnos otra persona ni una relación de


pareja. Es uno quien debe cultivar la capacidad de ser feliz, en forma
autónoma y libre. Para ello, el único camino está en desarrollarnos como
seres humanos. Si por ir atrás del amor se olvidan de crecer y sacrifican su
propia capacidad, nunca conocerán la auténtica dicha. La verdadera
felicidad tiene una sola receta, y ésta no es más que el propio esfuerzo."

"Además, quiero señalar que buscar el amor como una evasión de la realidad es
una falta de respeto, tanto hacia nuestra pareja como hacia nosotros mismos."

"Cada uno de ustedes tiene una misión que cumplir y que nadie más puede llevar
a cabo en su reemplazo. Es muy egoísta pasar la vida centrado en las propias
preocupaciones y sólo en busca de la satisfacción personal."

"Por otro lado, sólo cuando uno ama de verdad a otra persona podrá desarrollarse
y ampliar su corazón. El verdadero amor nos permite amar a la humanidad
entera. Así que toda relación debería prestarse a fortalecer, enriquecer y elevar
nuestro estado de vida. A fin de cuentas, el estado de vida se refleja en la clase de
amor que uno es capaz de dar. Y lo mismo puede decirse de la amistad. Todo lo
que hagan ahora para perfeccionarse como seres humanos les permitirá crear
lazos de amistad sincera el día de mañana."

PARTE 2

Una vez que la relación comienza, uno piensa que negarse o rechazar a la pareja
es una suerte de ‘deslealtad’, de ‘desinterés’. Por eso alguien ha dicho que, en
cierto sentido, enamorarse es subirse a un auto sin frenos. Una vez que el
vehículo arranca, es difícil bajarse porque no hay cómo detenerlo, aun cuando
uno se arrepienta de haber subido. A veces uno se lanza al amor creyendo que
actúa con total libertad o independencia, pero luego cae en la cuenta de que su
elección estuvo condicionada por muchas presiones internas.
Todos ustedes son personas valiosas e importantes. Aprendan a valorarse. No
vayan por caminos tortuosos y enfermizos. Siempre escojan la ruta de la
honestidad. El amor auténtico sólo puede establecerse entre personas que tienen
madurez y autonomía individual. Por eso, es tan importante el desarrollo de uno
mismo."

"Pero buscar todo el tiempo la aprobación de la pareja es rebajarse demasiado.


En una relación así, no hay muestras de consideración ni señales de un corazón
profundo, ni, mucho menos, amor. Si la voz de su corazón les está diciendo: ‘Tú
no mereces una relación como ésta’, espero que tengan la valentía y la dignidad
de decir lo que sienten, aun a riesgo de ser rechazados por la otra persona. Pero,
por favor, no se resignen pasivamente a una relación desdichada…

El verdadero amor no tiene nada que ver con la dependencia; por el


contrario, sólo existe cuando ambos son individuos independientes. Cuando
una persona sólo tiene sentimientos superficiales, lo único que pude esperar
es formar una relación frívola y ligera. Así que, si ustedes quieren una
pareja de verdad, primero deben construir una firme y sólida identidad.
Para amar de verdad no hace falta ser complaciente con la otra persona, ni
aparentar lo que somos. Por otro lado, cuando existe verdadero amor, nadie
fuerza a la pareja a hacer algo que el otro no desea ni sea presura a hacer cosas de
las que, luego, uno mismo no podrá hacerse cargo."

"De todas formas, aunque ahora crean estar viviendo momentos muy agradables
y sientan: ‘Lo nuestro va en serio’, si descuidan su desarrollo personal, todo
terminará siendo un pasatiempo sin trascendencia. No olviden que un juego, por
interesante que parezca, nunca deja de ser un juego. Si multiplicamos diez
millones por cero, el resultado da siempre cero. No desearía que tuviesen una
relación así. Sería muy penoso que, en nombre de un amor superficial, su vida
perdiera los valores que la vuelven valiosa y profunda."

"Por favor, tengan la confianza y la fortaleza de pensar: ‘¡Pobre! ¡Qué lástima


que no haya podido apreciar mi valor como persona’. Esta clase de flexibilidad
ante las circunstancias es muy provechosa."
"No dejen que un desengaño amoroso les haga perder las esperanzas de la vida.
En cambio, díganse a sí mismos, que no son personas débiles ni frágiles para
dejarse aplastar por un revés del amor. Podrán pensar que nadie hay en el mundo
tan importante como el ser amado, que es totalmente incomparable… Pero
reflexionen un instante. Entre las cien personas que conocerán de aquí en
adelante, ¿es ésa la mejor? Entre las mil o diez mil personas que la vida les
pondrá por delante, ¿no habrá nadie mejor? Si uno va creciendo como ser
humano, también modifica su forma de ver a la gente. Hay quienes sufren
desengaños amorosos; hay quienes sienten que no valen nadad. Pero, por mucho
que sufran y sufran, nunca piensen que su vida no tiene valor. Nunca crean que
son inservibles. Aunque pongan en una torre todos los tesoros del universo,
nunca llegarán a compararse con el valor de su vida."

"¡Deben ser fuertes! Cuando un ser humano posee fuerzas suficientes, hasta la
tristeza se convierte en alimento y el dolor pasa a ser un combustible. La
verdadera esencia de la vida suele manifestársenos cuando pasamos por los
abismos más oscuros del sufrimiento, cuando creemos que su peso nos aplastará.
Por eso, justamente porque han conocido grandes angustias, es imperioso que
sigan viviendo, creciendo y avanzando, siempre hacia adelante. Si toman las
amarguras como impulso para crecer, podrán adquirir mayor profundidad y
amplitud como seres humanos; esta será la cosecha de su sufrimiento y de su
dolor."

Para la gente joven, es tan natural enamorarse como lo es para las plantas florecer
en primavera. Y sin embargo, los sin sabores y dolores provocados por el amor
son innumerables.

Aunque considero que cada uno es libre de enamorarse o de sentirse atraído por
alguien, y que nadie tiene derecho a inmiscuirse en sus asuntos privados, siento
que es importante que no pierdan de vista su propio desarrollo personal por ese
motivo. Por supuesto, no hay reglas en el amor o en el matrimonio, y nadie puede
restringir a los demás de ninguna manera. Pero me apena ver que los jóvenes se
involucran en relaciones fútiles y superficiales, que luego solo les provocan dolor
y angustia, cuando tendrían que sentirse felices y plenamente satisfechos.
Mi mentor en la vida, el señor Toda , con frecuencia afirmaba que cuando una
mujer actuaba con dignidad en sus relaciones, podían evitar muchos problemas.
Las mujeres, decía, no debían actuar despreocupadamente ni tomar el amor a la
ligera, pues, a la larga, eso solo les acarreaba lamentaciones y sufrimientos.

Si bien lo que escribo está destinado a las jóvenes, gran parte de lo que digo se
aplica también a los muchachos.

En mi opinión, el amor debería ser la fuerza que nos ayude a expandir nuestra
vida, que haga brotar nuestro potencial con fresca vitalidad. Esa sería la situación
ideal. Sin embargo, lo que suele ocurrir es que al enamorarse, las personas
pierden la objetividad.

Habría que hacerse entonces algunas preguntas: "¿Esta persona me estimula a


trabajar con más ahínco o me distrae de lo que tengo que hacer? ¿Su presencia
me permite dedicar más energía a mis actividades y me ayuda a mejorar como
persona? ¿Es alguien que me inspira a luchar para hacer realidad mis metas
futuras? ¿O es una luz cegadora que opaca todo lo demás?".

Si por causa de una relación comienzan a descuidar sus obligaciones y a perder


de vista el rumbo que se han trazado en la vida, me temo que se encuentran mal
encaminadas. Una relación sana, desde mi punto de vista, es aquella en que
ambos se brindan aliento mutuo para alcanzar sus respectivos objetivos, al
tiempo que comparten los mismos anhelos y sueños. Una relación debe ser
motivo de inspiración, vitalidad y esperanza.

En lugar de permitir que el amor las subyugue de tal manera, que las lleve a
construir un mundo donde nadie más tiene cabida, donde solo existen ustedes
dos, es mucho más sano que cada uno aprenda de los aspectos que admira y
respeta del otro, y que ambos continúen haciendo esfuerzos por mejorar y
desarrollarse. Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944), autor de El principito,
escribió: "Amar no significa mirarse el uno al otro, sino dirigir la mirada hacia
una misma dirección".

Sé que gran parte de nuestra vida cotidiana tiende a volverse rutinaria y poco
estimulante; y que realizar esfuerzos sostenidos para mejorar puede resultar toda
una prueba. Entonces, cuando se enamoran, la vida de pronto les parece algo
lleno de drama y de emoción, que las hace sentir protagonistas de una novela. Sin
embargo, si se entregan totalmente al sentimiento amoroso solo porque se
aburren o porque no encuentran su camino en la vida, el amor no será otra cosa
que un escape. Espero que no sucumban ante la idea de que ese sentimiento lo es
todo y el final de todo, ni caigan en el engaño de que, mientras estén enamoradas,
nada más importa en este mundo.

Cuando alguien usa el amor como escape, la euforia, definitivamente, le durará


poco. En rigor, se topará con más problemas y deberá enfrentar numerosos
momentos de dolor y de tristeza. Por mucho que lo intente, no logrará huir de sí
mismo. Si ustedes son débiles en su interior, el sufrimiento las perseguirá
dondequiera que vayan. Nunca encontrarán la felicidad si no cambian desde lo
profundo de su vida. La felicidad no es algo que otra persona, ni siquiera el ser
amado, puede otorgarles. Ustedes tienen que ser las artífices de su propia dicha.
Y la única manera de lograrlo es desarrollar su carácter y sus aptitudes, para
manifestar al máximo su auténtico potencial. Si sacrifican su crecimiento y su
capacidad en nombre del amor, jamás encontrarán la felicidad.

Sé que ahora puedo parecer un padre estricto, pero digo todo esto solo por el bien
de ustedes, especialmente de las jovencitas, que con frecuencia se muestran
demasiado vulnerables a la persuasión de los muchachos. El embeleso les impide
pensar con claridad y, en consecuencia, les cuesta enormemente tomar decisiones
serenas y racionales. Puesto que son las jóvenes las que más a menudo resultan
heridas, estas tienen como nadie el derecho de hacer valer su dignidad y de
proteger su propio bienestar. Por esa razón, me parece de suma importancia que
ellas desarrollen la fuerza interior y el respeto por sí mismas.

Buscar constantemente la aprobación de los demás es algo que atenta contra la


propia dignidad. Si dentro de una relación sentimental no se las trata como
ustedes sienten que se merecen, espero que tengan la valentía y la altura de
decidir que es mejor arriesgarse a estar solas por un tiempo que mantener una
relación que las hace desdichadas.

El amor verdadero no implica dos personas que se aferran la una a la otra; todo lo
contrario: solo puede nutrirse y crecer entre dos seres humanos fuertes, seguros
de su individualidad. Alguien superficial solo podrá entablar relaciones
superficiales. Si desean experimentar una relación de amor realmente genuina, lo
más importante, antes que nada, es que desarrollen una sólida identidad. El amor
verdadero no yace en hacer lo que el otro desea que uno haga, o en aparentar ser
alguien que uno no es. El amor ideal se desarrolla y crece solo entre dos personas
sinceras, maduras e independientes.

~Daisaku Ikeda

OTRO ENSAYO DE SENSEI PARECIDO:

Si sacrifica su propio crecimiento y talento por amor, usted nunca encontrará la


felicidad. Es tan natural sentirse atraído, estar interesado y enamorarse durante la
juventud como lo es para las plantas florecer en primavera. Y más aún, las
agonías por amor son muchas y variadas.

Mientras todos son libres de enamorarse o sentirse atraídos por alguien y nadie
tiene el derecho de inmiscuirse en sus asuntos privados; como un viejo amigo,
me gustaría explicarles cuán importante es, desde mi punto de vista, no perder la
visión de luchar por su propio desarrollo personal. Por supuesto, no hay reglas en
el amor ni en el matrimonio y nadie tiene derecho de restringirle de ninguna
manera. Pero no me gusta ver a jóvenes envueltos en relaciones frívolas
sufriendo y agonizando por ellas cuando deberían estar plenos y felices.

Mi maestro con frecuencia decía que cuando una mujer actuaba con dignidad en
sus relaciones, los problemas podían resolverse. Las mujeres, decía, no deberían
tener actitudes facilistas, actitudes que tomen el amor a la ligera, ya que ello les
llevaría a lamentaciones y sufrimientos.

Mientras escribo estas palabras con las jóvenes particularmente en mis


pensamientos, mucho de lo que digo también se aplica a los jóvenes.

Para mi, el amor debería ser la fuerza que nos ayude a expandir nuestras vidas,
hacer brotar nuestro potencial con una fresca vitalidad. Esto es lo ideal, pero muy
a menudo, las personas pierden la objetividad al enamorarse.
La pregunta es: “¿Esta persona le inspira a trabajar más duro, o le distrae de
aquello que tiene que hacer?. ¿Su presencia le determina a entregar más energía
en sus actividades, a ser una mejor persona?. ¿Le inspira a realizar sus metas
futuras y trabajar por ellas? o, ¿Es esa persona su foco central, opacando todo lo
demás?”.

Si usted está siendo negligente en relación a lo que debe hacer, olvidando su


propósito en la vida debido a la relación que tiene, me temo que se encuentra mal
encaminado. Una sana relación, desde mi punto de vista, es aquella en la cual las
dos personas se animan para conseguir sus respectivos objetivos, a la vez que
comparten sus anhelos y sus sueños. Una relación debe ser motivo de inspiración,
vitalidad y esperanza.

En vez de convertirse en una pareja cerrada, creando un mundo en el cual sólo


ustedes dos existen, es mucho más sano aprender de aquellos aspectos de su
pareja que usted admira y respeta, y continuar haciendo esfuerzos por mejorar y
desarrollarse usted mismo. Antoine de Saint Exupery, autor de El Principito, una
vez escribió: “El amor no son dos personas mirándose una a la otra, pero sí dos
personas mirando juntas hacia la misma dirección”.

Sé que gran parte de nuestra vida cotidiana tiende a ser rutinaria y poco
emocionante y por eso hacer esfuerzos sostenidos para mejorarnos a nosotros
mismos, puede ser difícil, pero entonces cuando usted se enamora, la vida parece
estar llena de drama y emoción y sentirá que es el protagonista de una novela.
Pero si usted se pierde en el amor porque se aburre y pierde todos sus caminos en
la vida, entonces el amor no es otra cosa que un escape. Espero que no sucumba a
esta visión de que el amor es el todo y el final, creyendo que mientras esté
enamorado, nada más importa.

Incluso si usted intenta usar el amor como un escape la euforia, definitivamente,


no durará mucho. Como si fuera poco usted sólo se encontrará con más
problemas, dolor y tristeza. Por más que lo intente, no podrá escapar de sí mismo.
Si se mantiene débil internamente, el sufrimiento lo perseguirá donde quiera que
vaya. Nunca encontrará la felicidad si no cambia desde su interior. La felicidad
no es algo que otro, como su ser amado, pueda brindarle. Usted tiene que
conseguirla por sus propios medios. La única manera de hacerlo es desarrollando
su propio carácter y capacidades como ser humano, maximizando totalmente su
potencial. Si sacrifica su propio crecimiento y talento por amor usted nunca
encontrará la felicidad.

Sé que ahora puedo parecer un padre estricto, pero sólo digo esto por el bien de
los jóvenes, particularmente aquellas jóvenes que muy frecuentemente son tan
vulnerables a la persuasión de los jóvenes. Ellas actúan como si estuviesen
aturdidas y pierden la habilidad de tomar decisiones calmadas y racionales.

Debido a que las jóvenes son las que más frecuentemente salen heridas, ellas
tiene todo el derecho de darle valor a su dignidad y buscar su propio beneficio.

Es por esa razón que yo siento lo importante que es para las jóvenes desarrollar
fuerza interior y auto respeto.

Es degradante estar buscando aprobación constantemente. Si usted se encuentra


en una relación donde no es tratada como demanda su corazón, espero que tenga
el coraje y la dignidad de decidir que es mejor correr el riesgo de estar sola por
un tiempo a mantener una relación infeliz.

El amor verdadero no son dos personas dependiendo la una de la otra, sólo puede
ser alimentado entre dos personas fuertes, seguras de su individualidad. Una
persona superficial, tendrá sólo relaciones superficiales. Si usted desea
experimentar el amor verdadero, es importante primero, desarrollar una fuerte
auto-identidad. El amor verdadero no es hacer aquello que el otro desea que
haga, o pretender ser alguien que usted no es. El amor ideal se consigue solo
entre dos personas sinceras, maduras e independientes.

~Daisaku Ikeda

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