Puesta al día
H:
M L
C I
Julieta Ramos Pacheco
Abstract Resumen
Hydatid disease is a frequent parasitic zoonosis and its presentation La hidatidosis constituye una zoonosis frecuente cuya presentación
varies depending on the location and size of the cyst. Ultrasound de- en imágenes varía dependiendo de la ubicación y el tamaño del
tects approximately between 90 and 96% of the hydatid cysts of the quiste. La ecografía detecta aproximadamente entre 90% y 96% de
liver. It is efficient, inexpensive and useful mainly in endemic re- los quistes hidatídicos hepáticos; es eficaz, de bajo costo y útil sobre
gions. It is less precise than computed tomography to detect and de- todo en regiones endémicas. Sin embargo, es menos precisa que la
lineate the extension of the cyst, but it is useful when the diagnosis tomografía computada para detectar y delinear la extensión del
of hydatid disease is uncertain or when complications like rupture quiste pero útil cuando el diagnóstico de hidatidosis es incierto o
or infection of the cyst are suspected. Although radiology diagnosis cuando se sospechan complicaciones como ruptura o infección de
is more globally sensitive and provides more data, the immunolo- un quiste. Aunque el diagnóstico por imágenes tiene mayor sensi-
gical evaluation is necessary for the differentiation of neoplastic solid bilidad global y aporta más datos, la evaluación inmunológica es
lesions from cystic entities. de utilidad en los casos donde se trate de descartar patologías tu-
morales y /o lesiones quísticas que pudiera ocasionar el parásito.
Key words: Hydatid disease, echinococcosis, liver hydatid cyst. Palabras clave: Hidatidosis, equinococosis, quiste hidatídico he-
pático.
Introducción para demostrar la arena hidatídica en lesiones pu-
ramente quísticas así como las membranas flotantes
La Hidatidosis (HD) es una enfermedad parasitaria y las vesículas hijas. La Tomografía Computada (TC)
endémica en muchas regiones del mundo (1). tiene mayor sensibilidad y especificidad para la de-
Puede ocurrir en cualquier sector del cuerpo con tección de calcificaciones y revela la estructura in-
una variedad de hallazgos según su estadio, creci- terna del quiste posterior a la calcificación, mientras
miento, complicaciones y tejido afectado con un es- que la Resonancia Magnética (RM) es especial-
pectro que varía desde lesiones puramente mente útil para evaluar la afección del sistema ner-
quísticas hasta formaciones sólidas. Desde el punto vioso (1).
de vista fisiopatológico resulta importante determi-
nar la etapa de crecimiento en la que se encuentra
el quiste así como también el órgano en el que está Epidemiología
asentando, ya que esto será un factor clave para de-
finir la mejor metodología diagnóstica a utilizar. La La Hidatidosis es una severa y frecuente enferme-
ecografía constituye un método especialmente útil dad endémica en áreas subdesarrolladas donde la
Datos de contacto: Julieta Ramos Pacheco.
Hospital Interzonal Dr. O. Alende - Mar del Plata, Bs. As. Recibido: 30 de abril de 2013 / Aceptado: 15 de septiembre de 2013
e-mail:
[email protected] Received: April 30, 2013 / Accepted: September 15, 2013
Vol. / Nº - Mayo
Hidatidosis: Múltiples Localizaciones
y Características en Imágenes Ramos Pacheco J.
cría animal (en especial ganado ovino) es común forma embrionaria de las tenias, se desarrollan a
pero sin control veterinario (Sudamérica, Cuenca partir de la evaginación de la capa germinal cono-
Mediterránea, Medio Oriente, África y Australia) (1). cida como cápsula de cría. Estos escólices liberados
En América tiene particular importancia en los pa- y su cápsula forman la arena hidatídica (1).
íses del cono sur, donde las áreas endémicas ocu- El espesor de las tres capas depende del tejido
pan el 9% de todo el territorio y la población de donde se localice el quiste. Tienden a ser gruesas
riesgo supera los 14 millones de personas (2). en el hígado, menos desarrolladas en el músculo,
En Argentina la Hidatidosis constituye la zoonosis ausente en el hueso y a veces visible en el cerebro.
de mayor prevalencia. El parásito que origina esta El líquido del quiste es claro; es un trasudado de
enfermedad se encuentra ampliamente distribuido suero con proteínas y es antigénico. Si se libera a
en el territorio argentino y se halla de manera he- la circulación del huésped puede causar eosinofilia
terogénea en casi todo el territorio nacional. El área o anafilaxia, a pesar que la ruptura sea clínicamente
de riesgo abarca casi el 30% del territorio, en el que silente (1).
residen casi 4 millones de personas, de las cuales
más de 400 mil corresponden a niños menores de
5 años. No obstante, pueden distinguirse seis áreas Diagnóstico
o “focos endémicos” donde se produce la mayoría
de los casos: el mesopotámico, el de la pampa hú- Las imágenes y la serología pueden ayudar al diag-
meda, el patagónico, el de alta montaña, el cuyano nóstico de la HD, teniendo en cuenta las localiza-
y el mediterráneo (Fig. 1) (2, 3). ciones inusuales con hallazgos atípicos que pueden
presentarse especialmente en pacientes de zonas
endémicas (1).
Etiopatogenia El diagnóstico puede confirmarse por medio de
los diferentes estudios por imágenes y/o diagnós-
La Hidatidosis constituye una enfermedad provo- tico serológico mediante ELISA, WB o HAI, o por
cada por larvas de Echinococcus granulosus que, a visualización directa mediante microscopía de pro-
menudo, son ingeridos en alimentos contaminados toescólices o ganchos del cestodo, restos de mem-
accidentalmente. El ciclo de la enfermedad conti- branas y/o estudio histopatológico de la pieza
núa con la infección del huésped definitivo (perro) extraída por cirugía (4).
el que ingiere quistes presentes en las vísceras cru- El análisis de laboratorio demuestra eosinofilia
das de un hospedero o intermediario. A su vez, esta pero el test serológico para este parásito es positivo
enfermedad también puede transmitirse al hombre solo en el 25% de los pacientes. Entre las reacciones
cuando ingiere alimentos o agua contaminados por inmunológicas, la Inmunoelectroforesis-Arco 5 tiene
las heces de los perros parasitados (1). una sensibilidad del 94% y una especificidad del
Existen dos tipos de infección por Echinococcus: 100% mientras que la doble difusión Arco 5 (DDA5)
Echinococcus granulosus, el más frecuente, y el es específico para hidatidosis (3).
Echinococcus multilocularis, menos común, más in-
vasivo, que puede simular malignidad (1).
El Quiste Hidatídico tiene 3 capas. La capa ex- Características radiológicas del
terna o periquiste que consiste en células del hués- Quiste Hidatídico
ped modificadas, fibroblastos y eosinófilos, que
juntos forman una capa protectora rígida de pocos Según su apariencia, los quistes hidatídicos se cla-
milímetros de espesor (representa la respuesta del sifican en 4 tipos:
huésped al parásito). La lamina central (albumen) Tipo I (quiste simple): Sin arquitectura interna. Son
es blanca, acelular y de aproximadamente 2 milí- masas bien definidas, con o sin arena hidatídica y
metros de espesor. Permite el pasaje de nutrientes septos. Los uniloculados son considerados estadio
pero es impermeable a bacterias por lo que su rup- inicial del desarrollo del parásito. En la ecografía se
tura predispone a infecciones. La capa interna (ger- presentan anecoicos, con ecos finos y móviles con
minativa) es delgada y translucida. Los escólices, la los cambios de decúbito (también conocido como
Revista Argentina de Diagnóstico por Imágenes
Hidatidosis: Múltiples Localizaciones
y Características en Imágenes Ramos Pacheco J.
“signo del nevado”). En TC son bien definidos y como masas redondeadas u ovales con elevada
muestran densidad líquida (0-20 Unidades Houns- densidad, calcificaciones parcheadas y ocasional-
field). Los septos y la pared pueden realzar con la mente vesículas hijas (1).
administración de contraste endovenoso, diferen- En RM los quistes hijos se presentan iso / hipoin-
ciándose de un quiste simple hepático. En Reso- tensos en T1 y T2 en relación a la matriz materna.
nancia Magnética (RM) muestran baja señal de El “signo de la serpiente” está determinado por la
intensidad en secuencias que ponderan el T1 y alta presencia de membranas parasitarias secundarias a
señal de intensidad en secuencias T2. En esta última daño o degeneración del quiste, presentándose las
secuencia puede reconocerse un anillo periférico mismas con baja señal de intensidad en todas las
de baja señal de intensidad (conocido como “signo secuencias (1).
del anillo”) el que representa a la membrana y al Tipo III (quistes hidatídicos calcificados): Son
periquiste. Sin embargo, constituye un hallazgo in- quistes muertos totalmente calcificados. En ecogra-
específico ya que también puede presentarse en fía se presentan como una imagen hiperecogénica
abscesos amebianos, carcinoma hepatocelular y he- con marcada sombra acústica posterior. En TC,
matomas (1). estos quistes se presentan con elevada densidad
Tipo II (vesículas hijas y matriz): Las vesículas (pueden estar total o parcialmente calcificados)
hijas se han observado dentro del quiste madre. En mientras que en RM las áreas cálcicas presentan
ocasiones puede evidenciarse en el interior del baja señal de intensidad tanto en T1 como en T2
quiste la presencia de membranas “flotantes” y/o (1).
vesículas. Se subdividen en tres grupos. Tipo IIA: Tipo IV (ruptura y sobreinfección): La ruptura se
presentan quistes hijos redondeados en su periferia. presenta generalmente por degeneración de mem-
La TC muestra atenuación mayor en el quiste madre branas del parásito, por edad, reacciones químicas
respecto a los quistes hijos (Fig. 2). Tipo IIB: pre- o defensa del huésped. Pueden ser contenidas
sentan quistes hijos mayores, irregulares, que ocu- donde se reconocen membranas ondulantes de la
pan casi la totalidad del quiste madre. Tipo IIC: separación del endoquiste con el periquiste y/o
representan la degeneración de quistes viejos con rupturas comunicantes. La sobreinfección bacte-
contenido amorfo y denso. En TC se presentan riana es secundaria a la ruptura (1).
Fig. :
Distribución de focos endémicos de hidatidosis en nuestro país.
Vol. / Nº - Mayo
Hidatidosis: Múltiples Localizaciones
y Características en Imágenes Ramos Pacheco J.
Afección orgánica de la hidatidosis con o sin calcificaciones parciales. Raramente vita-
les (en regresión). Debe realizarse diagnóstico di-
El hígado y el pulmón, en orden de frecuencia, ferencial con lesiones sólidas hepáticas (1).
constituyen los órganos más comúnmente afecta- Tipo V: Lesión calcificada, secuelar. Son quistes in-
dos. En orden decreciente, otros sitios que suelen activos (1).
afectarse por el parásito son: peritoneo, riñones, ce- La OMS ha propuesto una nueva clasificación con
rebro, mediastino, corazón, huesos, partes blandas, algunas variaciones en relación a la propuesta por
médula espinal, bazo, pleura, suprarrenales, vejiga, Gharbi (4):
ovario, escroto y tiroides (1). CL: Quiste de características inespecíficas. Unilocu-
lar, pared no visible y contenido líquido homogé-
Hígado, bazo, páncreas y peritoneo neo. Indistinguible del quiste simple. Se lo
Hígado: Es el sitio más común de afección de la hi- considera como un quiste hidatídico de muy tem-
datidosis. La mayoría de los quistes se localizan en prano diagnóstico y es fértil.
el lóbulo izquierdo. El aspecto imagenológico de CE1: (corresponde al tipo I de Gharbi)
los quistes variará dependiendo del estadio del CE2: (corresponde al tipo III de Gharbi)
mismo (1). Gharbi los dividió en 5 tipos: (4). CE3: (corresponde al tipo II de Gharbi)
Tipo I: Univesicular, con contenido líquido homo- CE4: (corresponde al tipo IV de Gharbi)
géneo, de paredes finas, leventemente irregulares CE5: (corresponde al tipo V de Gharbi)
y septos internos. Pueden presentar múltiples tabi- El quiste puede aparecer como una colección
ques, calcificaciones y el “signo del nevado” (focos bien definida con ruptura en la pared y membranas
ecogénicos múltiples que se modifican con cam- flotando en su interior. La calcificación de los quis-
bios de posición). Son quistes vitales (Fig. 2) y tes ocurre en la pared y se puede ver en radiogra-
deben diferenciarse de los quistes simples hepáti- fías en un 20% al 30 % de los casos. Las
cos (1, 4). calcificaciones son curvilíneas o en anillo y se en-
Tipo II: Univesicular, con desprendimiento de cuentran en la capa periquística (1).
membrana y contenido líquido homogéneo. Expre- El compromiso del diafragma y del tórax ocurre
san sufrimiento parasitario. Usualmente fértiles. en el 0,6% al 16% de los Quistes Hidatídicos (QH)
Debe realizarse diagnóstico diferencial con el cis- hepáticos. La migración transdiafragmática desde
toadenoma hepático (1). segmentos posteriores del lóbulo hepático es una
Tipo III: Multivesicular, con imagen típica en panal complicación común (Fig. 3). La ruptura intratorá-
de abeja o rueda de carro. Usualmente fértil, tiende cica del QH en la cúpula hepática es una compli-
a complicarse (en general se abren a la vía biliar). cación seria y puede lesionar pleura, parénquima
Debe realizarse el diagnóstico diferencial con la en- pulmonar y bronquios (5).
fermedad poliquistica (1).
Tipo IV: heterogéneo, predominantemente sólido,
Fig. :
Quiste hidatídico tipo IIA.
TC de abdomen standard en una mujer de 39 años, donde se ob-
serva la presencia de una formación quística comprometiendo
principalmente al lóbulo derecho hepático (flechas largas). Nó-
tese en el interior del mismo la presencia de quistes de menor ta-
maño y menor densidad que el quiste madre los que demuestran
una distribución a predominio periférica (flechas cortas). Nótese
la presencia de calcificación perilesional (*).
Revista Argentina de Diagnóstico por Imágenes
Hidatidosis: Múltiples Localizaciones
y Características en Imágenes Ramos Pacheco J.
Fig. :
Migración transdiafragmática.
Ecografía abdominal en un varón de 19 años donde se observa
una lesión quística anecoica (*), de límites hiperecoicos, con ex-
tensión hacia tórax. La migración transdiafragmática desde seg-
mentos posteriores del lóbulo hepático es una complicación
común.
Bazo: Se desarrolla en casos de hidatidosis sisté- compromiso renal y rotura hacia el sistema excretor
mica o por extensión intraperitoneal de un QH (1).
roto. Los QH esplénicos solitarios son infrecuentes.
Los hallazgos son similares a los hepáticos (1). Ovario
Páncreas: la forma primaria es rara (prevalencia: Generalmente secundarios a compromiso perito-
0,25%) (Fig. 4). neal por ruptura de QH hepáticos. Son asintomáti-
Peritoneo y retroperitoneo: La afección del perito- cos y suelen ser diagnosticados incidentalmente. En
neo frecuentemente es secundario a compromiso ocasiones pueden producir síntomas inespecíficos
hepático en relación a cirugías hepáticas o por mi- como consecuencia de compresión extrínseca a ór-
crorupturas espontáneas asintomáticas. Son gene- ganos vecinos. Deben diferenciarse de otras lesio-
ralmente múltiples y pueden ubicarse en cualquier nes quísticas de ovario más frecuentes como los
lugar del peritoneo. Deben diferenciarse de quistes quistes simples, el cistoadenoma y el cistoadeno-
de duplicación intestinal y quistes mesentéricos (1). carcinoma (1).
Riñones: Generalmente afecta a los polos y sobre
todo a la corteza, pudiendo alcanzar los 10 cm. de Escroto
diámetro y ser asintomáticos (Fig. 5, 6). Las compli- Son muy raros. Pueden presentarse con dolor es-
caciones más importantes son la infección y la rup- crotal agudo y suelen ser secundarios a compro-
tura en el seno renal o tejido perirenal. Se pueden miso peritoneal o hepático (1).
romper hacia el sistema colector ocasionando có-
lico renal e hidatiduria. (1). Pulmón
Los QH uniloculares deben diferenciarse de los Constituye el sitio más común de diseminación he-
quistes renales simples y carcinomas de células re- matógena en adultos y probablemente el más
nales necróticos mientras que los QH multilocula- común en niños. Suele ser más frecuente en seg-
dos deben diferenciarse de los quistes renales mentos del pulmón derecho (60% en lóbulos infe-
complejos, del nefroma quístico y variantes quísti- riores) (5). Quistes múltiples y el compromiso
cas de carcinomas en células renales. Además, los bilateral se presentan en el 30% de los casos. El
QH infectados pueden simular abscesos renales (1). compromiso concomitante con el hígado se eviden-
cia en el 6% de los casos. El tamaño varía de 1 a 20
Glándulas suprarrenales cm. de diámetro. Esto se debe a la compresibilidad
Son extremadamente raros. Se diagnostican quirúr- en los pulmones. La alta prevalencia de QH en
gicamente salvo que se identifiquen membranas o niños se debe a esta característica. El tejido pulmo-
estructura heterogénea en su interior (1). nar y el sistema inmune de niños y adolescentes
permiten el rápido crecimiento del quiste pudiendo
Vejiga encontrarse quistes gigantes en pacientes pediátri-
La afección del tracto urinario y de la vejiga suelen cos. Existe una lista extensa de signos radiográficos
presentarse como complicación secundaria del reportados en relación al quiste hidatídico intrapul-
Vol. / Nº - Mayo
Hidatidosis: Múltiples Localizaciones
y Características en Imágenes Ramos Pacheco J.
monar citando entre ellos al “signo del menisco” los quistes pulmonares son la ruptura hacia el pa-
(ocurre cuando el crecimiento del quiste produce rénquima y la pleura y la embolia pulmonar aguda.
erosión en los bronquiolos incluidos en la periquís- (1, 5).
tica, provocando la aparición de aire entre la peri-
quística y la membrana laminada); el “signo de la Pleura
cáscara de cebolla” (ocurre cuando existe aire entre Secundaria a compromiso pulmonar. Puede de-
la endoquística y la periquística. Si el aire continúa berse a QH del pulmón que se prolapse hacia la
entrando en la cavidad estas capas se separan com- pared del tórax. Raramente primario. Pueden ser
pletamente); el “signo del camalote” (aquí el endo- solitarios o múltiples. Los múltiples se ven en QH
quiste colapsa totalmente y flota en el fluido pulmonares rotos (Fig. 7) (1).
residual); y el “signo de la serpiente” (tras la elimi-
nación parcial del fluido del quiste, las membranas Mediastino
colapsadas caen dentro del mismo dando un as- Se han reportado 108 casos en la literatura. Puede
pecto serpenteante) (1, 6). afectar a ambos sexos y a todas las edades. Los sín-
Las complicaciones más frecuentes vinculadas a tomas dependen del tamaño, la localización y el
Fig. : Quiste hidatídico pancreático com-
probado quirúrgicamente en un
a-b
paciente de 38 años. A) Imagen
ecográfica que muestra, en cabeza
pancreática, imagen oval, anecoica
(*) de aproximadamente 3 cm de
diámetro. B) TC reforzada en el
mismo paciente, donde se observa
la lesión con densidad líquida ho-
mogénea (*) afectando la cabeza
pancreática.
Fig. : Quiste hidatídico renal. Fig. : Hidatidosis renal.
Imagen ecográfica obtenida en plano longitudinal en un paciente TC de abdomen que muestra alteración de la estructura del riñón
de 53 años la que muestra, comprometiendo al riñón izquierdo, la izquierdo , el que se encuentra reemplazado por una gran forma-
presencia de múltiples lesiones quísticas uniloculares (flechas). ción quística (flechas largas). Nótese en el interior de la misma la
presencia de imágenes quísticas de menor tamaño correspon-
dientes a vesículas hijas (flechas cortas).
Revista Argentina de Diagnóstico por Imágenes
Hidatidosis: Múltiples Localizaciones
y Características en Imágenes Ramos Pacheco J.
Fig. : Quiste hidatídico mediastinal.
TC reforzada donde se evidencia, en el mediastino inferior, la pre-
sencia de una imagen oval densa (flechas) la que desplaza al co-
razón y grandes vasos, simulando un seudoaneurisma ventricular.
Fig. : Paciente con tiroidectomía total.
Tomografía computada que muestra derrame pleural izquierdo
(*) asociado a la presencia de un área focal de mayor densidad
(flecha) la que era secundaria a la rotura de un quiste hidatídico
pleural.
compromiso de estructuras adyacentes (tejido co- perilesional y de efecto de masa constituyen hallaz-
nectivo, aorta, etc.) (Fig. 8). Puede ser primario o gos que ayudan al diagnóstico diferencial de abs-
secundario a la ruptura de un QH pulmonar. Pue- cesos y/o tumores quísticos.
den ser únicos o múltiples (1, 7, 8). Los QH próximos a la corteza pueden protruir
hacia las meninges y el cráneo causando en oca-
Corazón y pericardio siones erosión. Los ventrículos, las meninges, los
Son muy raros en corazón y se deberían a disemi- senos cavernosos y el cerebelo también se han re-
nación hemática o ruptura de un QH pulmonar. portado como sitios de localización extremada-
También pueden acceder a la Aorta (6). Afecta co- mente rara (1).
múnmente a las cámaras cardíacas (principalmente Los QH subaracnoideos generalmente aparecen
ventrículo izquierdo y septum interventricular). en el canal espinal como una complicación de un
En la radiografía de tórax pueden presentarse con QH roto que compromete la columna. Es menos
deformación de los contornos cardiacos mientras probable que resulte de la diseminación o ruptura
que con ecocardiografía transtorácica, TC y RM de un QH intracraneal (1).
puede demostrarse la naturaleza de la masa quística
y su relación con las cámaras cardíacas (1, 5). Médula espinal
Menos del 1% de los quistes hidatídicos se presen-
Cerebro tan en la médula espinal (más frecuentemente en
Extremadamente raro, representando el 2% de medula torácica seguida por la lumbar y la cervi-
todas las masas intracraneales (7). La mayoría, su- cal).
pratentoriales, se sitúan en territorio de la arteria Se pueden clasificar en 5 grupos: intramedular,
cerebral media. El lóbulo parietal es el sitio más intradural extramedular, extradural intraespinal, ver-
comprometido siendo más frecuente en niños (1). tebral y paravertebral. Las 3 primeras son raras. Son
En TC generalmente son uniloculares e isodensos típicamente múltiples cuando se localizan en la co-
en relación al LCR. Puede reconocerse realce peri- lumna (Fig. 9) (1).
férico de la cápsula fibrosa. La ausencia de edema
Vol. / Nº - Mayo
Hidatidosis: Múltiples Localizaciones
y Características en Imágenes Ramos Pacheco J.
Músculo diendo asociarse a fracturas patológicas (5).
El QH crece dificultosamente en los músculos por Todas las regiones del organismo pueden estar
la contractilidad y la presencia de ácido láctico. De- afectadas por este parásito. La hidatidosis está pre-
muestran mayor afinidad por los músculos del cue- sente en todos los continentes habitados por el
llo y del tronco debido a la elevada vascularización hombre. En Argentina, los principales focos endé-
y la poca actividad de estos. La forma primaria es micos coinciden con los de mayor producción pe-
rara y puede ser unilocular (tipo 1) con vesículas cuaria. El diagnóstico en terreno de la hidatidosis
hijas o membranas rotas (tipo 2) y calcificaciones. es posible y la ecografía cumple un rol fundamental
La forma múltiple ocurre por ruptura espontánea, para este fin (1-3).
traumatismo o cirugía (1).
Hueso Conclusión
Es raro (0,5% a 2%). Afecta sobre todo a la co-
lumna, la pelvis, el fémur, las costillas y el cráneo Es importante conocer los hallazgos por imágenes
(Fig. 10). No se forma una capa periquística te- especialmente en zonas endémicas para llegar al
niendo una pared mucho más delgada, provocando diagnóstico correcto de hidatidosis en cualquiera
formas no tan esféricas de crecimiento irregular de sus localizaciones. Se debe considerar el com-
hacia donde tengan menor resistencia, reempla- promiso de cualquier parte del cuerpo teniendo en
zando tejido óseo y destruyendo la corteza. Se pue- cuenta el alcance del torrente sanguíneo, sin olvidar
den extender a los músculos y a la médula ósea. localizaciones poco frecuentes, considerando a esta
Las características más comunes son la falta de os- enfermedad ante la presencia de lesiones quísticas.
teoporosis, la ausencia de daño en el espacio discal La TC y la RM son fundamentales para su diagnós-
y esclerosis ósea. Suelen asociarse a áreas de oste- tico y la identificación de complicaciones.
olisis confluentes y adelgazamiento cortical pu-
Fig. : Hidatidosis dorsal. Fig. : Hidatidosis ósea.
TC de columna dorsal en una mujer de 41 años, parapléjica, donde TC donde se evidencia la presencia de una lesión osteolítica com-
se evidencia la presencia de una formación quística parcialmente prometiendo al borde izquierdo del cuerpo vertebral dorsal y el
calcificada (flecha) que compromete a la médula espinal. arco costal posterior, secundario a QH mediastinales y pleurales
(flechas).
Revista Argentina de Diagnóstico por Imágenes
Hidatidosis: Múltiples Localizaciones
y Características en Imágenes Ramos Pacheco J.
Bibliografía
1- Polat P, Kantarci M, Alper F, Suma S, Koruyucu
MB, Okur A. Hydatid Disease from Head to Toe.
Radiographics 2003; 23:475–494.
2- Remis A, Guarnera EA, Parra A. Impacto de la hi-
datidosis. Influencia de factores ambientales y so-
cioculturales en Tucumán, Argentina. Rev Argent
Radiol 2009; 73:303-312.
3- Manejo Sustentable de Ecosistemas Áridos y Se-
miáridos para el Control de la Desertificación en la
Patagonia. Noticias Patagónicas 26/09/201Secretaría
de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
http://www.mapaeducativo.edu.ar/Atlas/Hidatido-
sis. Acceso marzo 2013.
4- Laplumé H, Camera H, et al. Enfermedades in-
fecciosas: hidatidosis. Diagnóstico de Hidatidosis.
Guía para el equipo de salud. Dirección de Epide-
miología - MSN
Marzo/2012http://www.msal.gov.ar/images/sto-
ries/epidemiologia/pdf/guia-medica-hidatidosis.pdf.
Acceso marzo 2013.
5- Pedrosa I, Saíz A, Arrazola J, Ferreirós J, Pedrosa
CS. Hydatid Disease: Radiologic and Pathologic Fe-
atures and complications. Radiographics 2000;
20:795–817.
6- Martinez S, Restrepo CS, Carrillo JA, et al. Thora-
cic Manifestations of Tropical Parasitic Infections: A
Pictorial Review. Radiographics 2005; 25: 135-155.
7- Apaydin AZ, Oguz E, Zoghi M. Hydatid cyst in-
volving the aortic arch. European Journal of Car-
dio-thoracic Surgery 2007; 31:558-560.
8- Dahniya MH, Hanna RM, Ashebu S, et al. The
imaging appearances of hydatid disease at some
unusual sites. The British Journal of Radiology 2001;
74:283–289.
Vol. / Nº - Mayo