Revista: Iducac N'
Revista: Iducac N'
Revista: Iducac N'
PFESDENIE DIRECTOR
kahI cOt¿sO Taph GwUdo M ~ o % ~ ~ - B m ~
S8cresaria G d de Educaci6n
y Formacidn Prof&od
SECRETARIA
Carrrisn L a b m d w H d
VXcEPRESmENTE
Jose &as9 mm
s e m a i ~ e n a aTWCO
l JEPE DE REDACCI~N
RqjeIlb Blrmco Marfrarfrm
C ~ ~ ~ b a l
D k m m del Centro de LnEonnaci&n CONSEJO ASESOR
y Publicaciones G m l o A w y u Sapifaii
Jd BeI- lkra
Antonio B o h r Botia
GBmrdo M u ñ w SdncbezBracW C&ar Col1Sabaabr
Dlreañrr del Znsci~itoN a d d AguSrrn D a d M m d r n
de M d g d y ~ u i c i b n H k m m Bakrdi
M.~AW~ S C&lb
Gaiino
W
n Martih MaMisz
MarSaTena~crCr risa* deMigscslDiaz
Dhea~radel Centro de hyegtigaci6n y Jnursh9ünwI M o m O l d i h
Documentación Edumtim J& Luis AQqro M&
R&rnJ#CB
M.u D o h mente
1 . 0 ~~Galkgo ~ a n u emiles
l 3eníázz
Director del Instituto Superior Juan Caria T€&co
de Formtci6n de1 Profesorado M&$ Wco M o f i m h
Rwisla cuarrimesaal
Publi~acionesde la Se-& G e n 4 de Educad611y P o m & n Frofaionai
hs!hto Na.clwiril de Wdad y Evaluaei6n m del Mhkterio de Eduaci6n y Cdmm y Depoite
-
San Femando del Jmma, 14 28002 W d - Tel, 91 745 92 00 F a (j.34191745 92 49
C o m o eleca6nico: revisfa.edu~adonOince.mc.es
Pagina web; www.ince.mec.ea/revedu/
M M I S T E I U O D E ~ C t ~ , ~ ~ Y I ) W K I E
Emm
n GENERAL TÉCMCA. Subdirecci6n General de hformau6n y Publiuciones
NIPO: 176-01-902-5 E N : 00348082 Depósito tegal: M. Si' / 1958
Imprime: Solana e Hijos Artes Gmw, SA.San Alfom, 26I.a Fomina (Legan&) Madrid
(1) Ver, por ejemplo, el eshidio reciente &patfa 2000, mtre el ~~y lagh&dfdad.T¿wcemmaaesta
eruopeada islom.Madrid, Edlcionci SM-Fundación Santa María, Universidad de Deusto, m.
apoyo a Ias famillas con más hijos. De todas formas, el futuro parece cuan& menos pro-
bIemático en ese aspecto. Lo demogrdfico se une a lo social y econ6mico para dibujar
un panorama futuro cuando menos dudoso.
Por otra parte) comienza a surgir con importancia social el nuevo modelo de familia
monoparenmi, no s610 como consecuencia de la viudedad, sino sobre todo por el incre-
mento de las separaciones y las decisiones privadas de muchas mujeres que optan, antes
o &spu6 de1 embarazo, por prescindir & una relacibn .oficial*e incluso estable con el
hombre, superando la anterior mala imagen de madre solteta. y buscando mayor inde-
pendencii personal,tratando a su vez de compaginar trabajo y atención a sus hijos.
Constatando lo anterior, hay que señalar también que el aprecio por el matritnonio
sigue siendo muy alto entre los españo1es & ambos se=. La mayoría & los espairoles 05%)
sigue considerando que el matrimonio es una institución plenamente vigente en la socie-
dad actual, lo que no obsm para que se esth incrementando formas diferentes de vida en
común2, La fidelidad se considera la condición más importante para el éxito en el matnaio-
nio. Sobre todo se ve así por parte & lasmujeres, & Ias personas solreras, casadas o viudas,
y & las que tienen estudios prhmio6. A pesar de esa valorad6n, van en aumento las sepa-
raciones y loB divorcios, que muestran que las infi- también están vigentes. Los j6-
venes, sobre todo, no consideran que el matrimonio sea #paratoda la vida., y son poco
p d s i v o s ante la infidelidad & la pareja. Asi, aunque se valore y desee que existan
cierras caracterlsticas como la fidelidad, la realidad muestra que de hecho a menudo su-
cede lo contrario,siendo los nx4s jóvenes los & radicales en sus posturas3.
Por otra parte, se constata que los hijos son ahora menos dorados como soporte de la
felicidad personal del hombre o la mujer,pues el número & mujeres que estima no necesim
tener hijos para realizarse como personas va en aumento. También las mujeres siguen con-
siderando que a ellas les importa más que a los hombres el tener hijos,aunque ambos coin-
ciden en que para los hijos es necesario un hogar en el que vivan el padre y la madre.
Se van asentando pautas más igualitarias entre hombres y mujeres respecto al trabajo
y al hogar, en general apoyadas por un clima social que considera cada vez mejor el tra-
bajo adarhdo & la mujer fuera de casa, lo que sigue planteando dif~cultadesprácticas
a muchas mujeres para poder compaginar ias tareas domésticas y profesionales.
Los papeles en el hogar se van comparliendo más, pero aún existen diferencias apre-
ciables, e incIuso se da poca importancia a la participadbn del hombre en esas tareas
dom6sdcas. Por otra parte, se apuntan nuevas desigualdades, como d e j a el porcentaje
relativamente alto de personas (40%) que considera al hombre menos apto que la mujer
para manejarse emocionalmente en las relaciones personales4.
En el panorama actual se puede apreciar también que la familia reduce su papel
como tranmborn de valores, a la vez que se constata el no tener suficientemente en
cuenta Ia importancia de aspectos como el autoconml, la abnegad6n o el esfuerzo en la
educaci6n de los hija. En general, los aspectos ceden su impofEmda a caractdxi-
as más relacionalesltiles como los buenos modales, la respoddad o la derancia, con-
sidemdaslascualidades&' que se pueden -llar en el hogar.
&tos son aigunos d a m s z a s que sitúan a ia famiiia e s p o i a en unas coor- .
denadas actuales. Desde esa perspectiva hemos pensado el número de la Revism dedi-
(2) Op.c k
(3) M . ~ S E I R B A N D : H ~ S I O ~ ~ C I & I ~ ~ C ~ ~ ~ ~
riisthto de la Juventud, M n k r b de Asuntos Sociales, 1994, pp. 101.
(4Op. ck
cado a la familia, no conio una visión general de la misma,sino como una serie de artí-
culos cuya t e d t i c a complementar5 los estudios recientes que se ocupan & dar una vi-
si6n m á s general & la institucibn familiar. Por tanto, los temas aquí abordados tratan de
profundizar en algunos aspectos concretos para así complementar los trabajos que ana-
lizan la situación actual de la instituci6n familiar.
Nos hemos centrado, sobre todo, en un primer bloque de contribuciones que abor-
dan los valores, las relaciones y algunas nuwas formas familiares emergentes en nuestra
sociedad.Carmen Valdivia trata directamente los valores y la familia ante eI nuevo mile-
nio, analiaando los cambios acaecidos en los últimos decenios y las consecuencias que
esto tiene en la configuración de los nuevos modelos familiares.
En un segundo artículo, Lluis Flaquer aporta sus interesantes reflexiones sobre la so-
cializacidn familiar desde la perspectiva de la transmisi6n de nuevos valores en un en-
torno doméstico, paradigmático entre lo q u e es igual y lo diferencial, entre el
particularismo y el universalismo, todo ello estudiado en una posible perspectiva de in-
tercambio entre los espacios público y privado.
Las relaciones entre generaciones en el seno familiar las aborda Miguel Requena
desde la perspectiva de los jdvenec españoles, sus opciones de empleo y la ainpliación
de sus procesos de aprendizaje y formación, lo que ha llevado, junto a otros factores, a
una dependencia doméstica creciente de las familias de origen y a una emancipación
más tardía del hogar familiar. Aunque se está produciendo alguna modificaci6n en los
últimos años, el r e m o de la ernancipacibn persiste, creando situaciones familiares q u e
conviene analizar.
Las relaciones de pareja son clave en la consislencia o ruptura & la familia, y estas se-
laciones se han visto tarnbiCn afectadas por diversos fenómenos socdes en las úItirnas d&-
cadas. Diego Ruiz Becmil analiza en su articulo esta problemática, considerando la variación
experimentada en las conductas, valores y normas de la interacción entre varones y mujeres.
Junto a las modificaciones habidas en las relaciones de pareja, está afianzándose el
hecho de u m nuevas for~iiasde pareja, que incluyen las habidas entre personas del mis-
mo género. Teresa Picont6 analiza, desde una perspectiva socio-jurídica,ese fen6meno
considerado como otra forma de vida conyugal cuya regularizaci6n legal plantea no $610
dificultades jurídicas, sino la necesidad de amplios enfoques sociales y psicoscckles para
alcanaar su reconocimiento.
Otro hecho social creciente, aunque cuantitativamente minoritario, es la ruptura fami-
liar, cuyas consecuencias sociales ea511afectando a la opinión pública. Javier Martínez
Cortés revisa el estado de esa mesti611en nuestra sociedad y las características que reviste.
Las mismas rupturas familiares esdn contribuyendo significativamente al crecimiento
del tipo de familia conocido como monopa paren tal- o con un solo progenitor al frente del
grupo familiar. Este tipo de familia se asienta también en nuestra sociedad, bhsicamente
bajo la forma de una mujer soltera o separada con algún hijo a su cargo. Las peculiari-
dades que comporran esas familias ¡as estudia Lourdes Muñoz desde una perspectiva
más generaI, y se complementan con un enfoque mas detallado sobre la socialización de
los hijos en este tipo de familias, perpectiva que rratan Alicia Arroyo Morcillo y Mano Do-
minguez Sinchez.
Nos situarnos en el segundo bloque de contribuciones para analizar a la familia des-
de una perspectiva demo&fica, considerando los efectos mutuos entre las experiencias
y estructuras familiares y la propia drdmica demogdfica. Gerardo Meil trata así la priva-
tización de los proyectos de vida, el aumento de Ia esperanza de vida, la nueva forma de
la red familiar y algunas causas de la actual caída de la fecundidad.
Por su parte, y dentro de este segundo apartado temático, Gerardo Hernández Ro-
dríguez estudia uno de los fenómenos demográf~cosque más caracterizan hoy a la so-
ciedad española: el envejecimiento de su población. Esto implica que las personas
ancianas se vean bajo una nueva imagen social, y sus necesidades y aportaciones en el
contexto familiar y social cobren nuevas perspectivas.
Relacionado también con el proceso demográfico está el hecho de que los nifios em-
piezan a ser un bien escaso en nuestra sociedad, con las posibles secuelas de sobrepro-
teccidn, pero tambign, parad6jicamente, de ser objeto de malos tratos. En este número
monográfico sobre la familia hemos querido detenernos en ese aspecto penoso que qui-
zás siempre existid, pero ante el que hoy se está más sensibilizado por lo que entraña de
injusticia a la vez que de incongruencia en una sociedad donde escasean los niños.
Majos&Díaz-Aguado, desde su especial enfoque de la Psicología evolutiva, ha estudiado
desde hace tiempo ese fen6rneno del maltrato infantil. En el artículo que se incluye en
este número se aportan reflexiones y resultados del trabajo realizado en colaboración
con el equipo & PsicoIogía Preventiva de la Universidad Complutense, en el que se ana-
iiza la conceptualización, las condiciones que afectan el riesgo de los malos tratos, las
consecuencias que afectan a los niños,las formas de kteccidn y su posible prevención.
El .IiIthm bloque temátim, al que se aportan tmbajos en este nfimero monografico
de la Revista, se refiere a los Servicios a la familia y a las funciones de la misma en la
sociedad actual, De& la primera perspectiva, Antonio Gutiérrez Resa analiza la aporta-
ci6n de los Servicios sociales de ayuda a la familia, Ia escasez general de los mismos
-especialmente & las prestaciones de la Seguridad Social- frente a Ias crecientes deman-
das familiares, lo que conduce a las mcultades sufridas por ias propias familias afecta-
das. Sin embargo, dentro de ese panorama general se constata un aumento de apoyo a
la famiIia en los SeNicios sociales & base y desde las Comunidades Aut6nomas con Pro-
gramas de ayuda para los más desfavorecidos o en situaciones de riesgo.
Desde la segunda perspectiva, Manuel Navm'analiza algunas funciones sociales y
economicas que la familia est& asumiendo en nuestra sociedad, compensando en unos
casos -y sustituyendo en otros- insuficiencias & otras instituciones sociales, lo que ha
reforzado el papel de la familia en la complejidad creciente de la sociedad. También se
considera la importancia que las propias economías familiares están alcanzando,tanto en
el consumo corno en los aspectos de financiacidn de la sociedad en la que se insertan.
Finalmente, Juan Gonzáiez-Adeo aporta un análisis bibliográfico sobre dichos cam-
bios acaecidos en las familias españoias, las nuevas famiiias y el papel familiar en la cul-
tura actuai, lo que complementa aigunm trabajos recientes con un enfoque bibliográficos.
(5) Ver, por ejemplo, G. MEIL .Sociologk de la familk en España 1987-199&,en Relr-CIS, 83 119981,
pp. 179-215.
VALORES Y FAMILIA ANTE EL TERCER MILENI0
(3) Cm,
R. A. (1979), p. 43. S P ~R., A.: E1pt'lm.m
En ambientes rurales participaba, Los avances en los reconocimientos de
además, en las labores de1 campo. la igualdad de los derechos del hombre y
En ambientes urbanos la mujer apa- de la mujer han sido posibles:
rece también en actividades socia- Gracias al aumento del nivel cultu-
les, de beneficencia, funciones ral de la sociedad.
recreativas: el piano, pintura, etc. Al esfuerzo de muchos movimientos
Se atribuían a la mujer como cuali- feministas que han irrumpido con
dades positivas: ser buena madre, fuerza en las estructuras sociales.
trabajadora, piadosa, servicial, bue- Al esfuerzo de muchas mujeres, que
na organizadora, fuerte, sacriFicada, han luchado individual y colectiva-
limpia y alegre. mente por Iograr unas metas perso-
La impomncia que se daba a la mujer nales, consiguiendo los mismos
radicaba fundamentalmente en su papel niveles de eficacia que venfa l o p n -
de madre, en su papel de buena esposa, do el hombre,y todo ello unido:
tener hijos,cuidarlos y educarlos. m a una mayor secularizacidn de la
e as jbaciones brkdicionaks del hom- sociedad.
bre, estaban asociadas a la fünción públi- a una exaltación & la personalidad
ca, al trabajo en el campo o profesional y de la mujer vinculada al fuerte dere-
a1 mantenimiento económico del hogar. cho sentido por ella, de lograr su
i En relacidn a la mujer: amarla, pro- propia libertad y realizacibn perso-
tegerla y cuidarla. nal de una forma distinta a la acep-
En relación a los hijos: la ayuda para tada tradicionaImente. Hoy más del
su propio autocontrol, imponer fume- 50% de la poblacidn femenina,
m y rigidez educativa, en conmposi- piensa que el trabajo fuera de casa
ci6n a ia dulzura y condescendencia es la mejor fórmula para ser inde-
que ce ambuía a Ia madre. pendiente y que contribuye fuerte-
sería muy difícil situar el origen y ia mente a su realizaciiin personal.
secuencia de estos cambios en relacien a A pesar de la larga historia de los ino-
la visidn de los papeles del hombre y de la vimientos de liberación de ia mujer, en Es-
mujer: paña las diferencias sociales entre hombres
- Los principios de la democracia li- ir mujeres, han sido aceptadas normalmen-
beral que proporcion6 la ideología te como algo natural; por ejemplo, todavía
irnpulsora para las mujeres de Gran en el c6digo civil de 1958 en el Libro Pri-
Bretaña, los países & su influencia mero, nilo lo Iv sobre el matrimonio, se de-
y EEüü. claraba: #El matrimonio exige una potestad
- El socialismo mamista, con la afir- de dirección que la Naturaleza, la Religibn
mación de Mam de que el progreso y b Historia, atribuyen al marido..
social deberia de ser medido por la En la educación, La ley Moyano, vi-
posici6n del sexo femenino. gente hasta 1945, diferenciaba claramente
- Influye la vida industrial y urbana, la educaci6n masculina de la femenina.
que modifica el hogar, tradicional La Ley de 1945, de Ibáñez Martin,
dominio de Ias mujeres: lavadora, mantenía las escuelas de niños y niñas, en
agua caliente, platos precocinados, locales distintos y a cargo de maestros y
Ia roborización. maestras respectivamente. Por esta ley, se
Funciones en relación a: la salud, el crean las escuelas de iniciación profesio-
ocio y la educacidn formal y religiosa, pa- nal: Agrícola, Industrial y Comercial; y para
san a ser asunros propios de La corniinidad las niñas, además, las enseñanzas de arte-
y de hs iglesias. sanía y labores del hogar.
Todavia en el Decreto del MEC 193 de elementos tradicionales que mante
2 de febrero de 1967, firmado por bra Ta- nían, y que como se ve, mantienen
mayo, en el arc. 11,al hablar & Ia Orienta- hoy a muchas mujeres en el hogar:
ción Profesional Femenina, insiste en que posible sufrimiento del niño peque-
deber2 preparar para la vida del hogar, arte- ño cuando la madre trabaja, reco-
sanía e industria dom%tica. nocer que es mas gratificante el
Hay que esperar a la Ley de Educacidn papel tradicional de la mujer, cen-
de 1970, para encontrar la primera a f i - tra& en el hogar y en los hijos, o,
ci6n en relación a una educaci6n no sexisia: sencillamente, estar de vuelta de lo
Esta ley tiene ya por dad propordonar que veda entendiéndose como una
una formaci6n integral, fundamentaimente liberací6n de la mujer dado que en
igual para todos y adaptada en Io posible a muchos casos se vive de forrna es-
las aptitudes y capacidades & cada u-. tresante al no haberse incorporado
Hoy,s610 los menores de 35 años, han el hombre, sobre todo el mayor de
recibido esta educacidn igualitaria~en los 40 aííos, a las rareas del hogar,
centros escolares; pero aún así, han sido La importancia que se da a la partid-
educados por sus padres y profesores que pación del hombre en las tareas do-
podian vivir las diferencias d e gQnero mésticas ha aumentado muy poco,
como algo bastante normal, en función de sólo el 36% lo qmsidera muy impor-
Ia educacidn recibida por elIos. cante para la felicidad del matrimo-
nio. La sobrecarga para muchas
mujeres del trabajo fuera & casa,
añadido a tener que mantener en
granddaelpesodelasrareasdo-
PosibIemente 10s temas más debatidos du- mbtlcas, supone otra de las dificulta-
rante estas úitimas decadas en relación a la des que la mujer encuentra para
familia son los relacionados con e1 trabajo compatibiIizarambos trabajos e intIu-
de la mujer dentro y fuera de ia acep ye en muchas & sus actitudes.
tacibn del trabajo de las mujeres fuera de Descienden los partidarios del tra-
casa Ileva implícito, un verdadero cambio bajo de la mujer cono ama de casa,
en Ia concepción del genero; o una verda- &el47%qinaqueelseramads
dera revolucidn que va dando paco a una c a s a ~ ~ k l n t o a i r n o ~ a r
mujer distinta, con los mismos deberes y *a, y aumenm la opinión en mntra
derechos que el hombre, dentro y fuera de que la mujer lo que realmente
del hogar; lo que fuerza a su vez al hom- quiereesunhogaryunoshiij.
bre a mover sus posiciones para asumir su Hoy es superior el niImero d e mu-
responsabiiidad en la incorporación plena jeres que piensan que no necesitan
al funcionamiento de ia familia, en la par- el hijo para realizarse, el 4795 fxente
ticipaci6n en las tareas del hogar, y en re- al 44% que piensan que SI, el 9% no
laci6n a la educacidn de los hijos. lo tiene claro; pero también es su-
En este sentido y ateniendonos a los perior el número & las que piensan
datos de la encuesta de vaIores de los es- que para ella el Mjo es más impor-
pañoles, anteriormente citada, pueden sa- tante que para el hombre.
carse conclusiones impmntes: En relacidn al trabajo de la mujer
m La proporci6n & personas que es- fuera de casa hay un acuerdo total
tán a f a v ~del trabajo & la mujer entre los hombres y las mujeres, 10
en casa no sobrepasa el 50%. En cual supone un consistente cambio
esta defensa siguen pesando los social, en la medida en que no es
s61o Ia mujer la que ha cambiado la hogar ni la atenci6n afectiva de los hi-
idea sobre sí misma,sino que tam- jos. S e orientaba a su capacidad para la
bién, y en esa misma medida, ha acción pública, el trabajo profesional y
cambiado la idea del hombre so- en relacibn al Rogar, para ejercer dure-
bre eI1a. za, firmeza, rigidez, pero en relación a
los demas, l o que no le ayudaba a su
propio autocontrol y al desarrollo de estas
habilidades emocionales en la familia. ia
sensibilidad y hs emociones eran consi-
El cambio llevado a cabo por la mujer en deradas cualidades m8s específicas de la
relacidn a su trabajo y a sus funciones mujer.
como madre, etc. ha ido removiendo el E1 movimiento del hombre en el hogar
funcionamiento del hogar, pot lo que el se ha iniciado cuando la mujer llevaba ya
hombre ha debido mover ficha, en parte recorrido un largo &o; por eso, no es
por cambio de mentalidad, y en parte para de excraliar que, así como ias ideas acerca
equilibrar la situaci6n planteada por la mu- del trabajo de la mujer fuera de casa esen
jer. Hoy debe compartir con la mujer las socialmente aceptadas de íorrna mayorita-
responsabilidades que esta mantenla tradi- ria, en relación al mbajo de1 hombre en el
cionalmente dentro de casa, lo mismo que hogar,aunque no se dude de la capacidad
la mujer comparte el trabajo fuera y contri- para cuidar a sus hijos, se tienen muchas
buye con el salario al mantenimiento del &S reservas en la aceptacien de su capa-
hogar. cidad para manejarse con ias emociones,
El nuevo papel del hombre en el ho- aspecto importantísirno para las relaciones
gar se ha estudiado mediante el analisis de sociales y por lo tanto para la vida de la fa-
acuerdo y desacuerdo en relaci6n a dos milla.
cuestiones como: Parece claro que la apritud para cuidar
Si en general, los padres son tan ap- niños se puede percibir muy condicionada
tos para cuidar a sus hijos como las al entrenamiento material y a la práctica,
madres, mientras que en relación a las emociones,
o si los hombres son menos capa- el menor entrenamiento y todavía el peso
ces que las mujeres para manejar tradicional de la emoción como cualidad
las emociones en las relaciones. más femenina, puede estar pesando en el
Son dos aspectos para los que la educa- momento de considerar al hombre menos
ci6n tradicional no preparaba al hombre. apto. En el fondo estaría nuevamente el
Tradicionalmente se preparaba a la debate sobre h igualdad entre el hombre y
mujer para las actividades propias del la mujer.
hogar y para el cuidado & los hijos, se la En &ci6n al trabajo clel hombre en el
educaba en una mayor autodisciplina: hogar las opiniones del hombre y la mujer
espíritu de sacrificio, obediencia, resig- k p a n algo: ellos, en general, se consi-
nacibn, sensibilidad, sometimiento al deran tan aptos como las mujeres para cui-
hombre, etc.; lo que exigia el &sanolb dar a los hijos, y así son considerados
de una mayor fortaleza y riqueza emo- rambien por ellas, pero se sienten menos
cional, etc., por eso tradicionaImente se capaces que las mujeres para manejarse
ha considerado a la mujer dotada de un con las emociones.
*instinto maternal* y de mayor riqueza El afmnzamiento de las actitudes de-
emocional. La educacidn del hombre no rnocrSrticas e n casa entre el hombre y la
atenda las habilidades y destrezas que se mujer, avanza lentamente, pero sobre una
requieren para la atenci6n material del base que augura que, aunque la meta de la
igualdad no esta muy próxima, mantiene hoy, en relación a las familias de los sesen-
una direccidn irreversible. ta o setenta. La tarjeta de crédito supone
también un carné d e identidad en este
cambio.
VACoREs QUE SE TRANSMITEN Hasta los años sesenta, la sociedad
EN LA FAMILIA. se configuraba sobre la base de unos va-
lores tradicionales: personales. sociales v
Una de las funciones fundamentales d e religiosos, apoyado; en modelos educati-
la familia en relaci6n al hijo es la sociaii- vos, propios de la de ese mo-
mento; estos vaIores eran
zación. La familia actúa como mediador niiio de forma clara e indiscutible, desde transmitidos al
entre el niño y la sociedad. Es el prime- hmilip jerprquilpdn y una socic-
ro y más importante configurador cog- una dad sobria.
nitivo y emocional. En la familia el niiio
recibe informaciones acerca de sí mis- Las cosas han cambiado. Las dificul-
mo, inicia la formación de su autocon- tades que plantea ser padres hoy se ha
cepto, va cofligurando su autoestima en convertido. en un tema recurrente, pero
"O Se han planleado tanto 'Omo se debe-
relación a 10s valores que se viven en
ella; aprende a *ver. y a sentir, y confor- rla, las dificultades que el niño y el ado-
me a ella va conformando sus actitudes y Iescente encuentran para madurar en un
configurando sus pautas de comporta- lleno de inconaos, en
miento. La f a d i a contribuye, como ningu- el que puede confundirse la imagen real
na otra i n ~ t i t ~ c i ah ,su preparaudn 'On la digital, en que la Pue-
persona. de no tener fronteras y en el que sin mo-
Las influencias que el niño recibe des- verse de casa puede acceder a toda la
de son &ien muchas: los informacibn y conseguir fficilmente lo
la calle, los reclamos publicitarios, los esti- que quiera.
los de vida de gnipos, los d o r e s de En relaci6n a este mundo de los valo-
=iedades, entran tambiCn a m&s les en Casa, es importante conocer como
de la m,de internet y se asientan en el Se piensa en a las cualidades
cuarto de estar como reclamos. Todo un O que se transmiten o que deberían
mundo de valores contrapuestos, entran transmitirse en la para poder en-
inconexamente a formar parte de la vida tender mejor que está pasando en nueo
cotidiana de1 niño. En este sentido, los va- sociedad.
lores de muchos padres e n m en co&icto En la Encuesta sobre valores se pre-
con 10s valores mdicionales que ellos red- sent6 una lista de cualidades, valores que
bieron. Por otro lado, los padres mmbien se pueden hacer desarrollar a los niños en
van cambiando sus valoraciones, muchas casa; para la elaboracibn de esta lista se tu-
veces tambien se sienten obligados a a & p vieron en Cuenta las investi@ciones de Ro-
tase a las exigencias y necesidades que la keach (197314.
sociedad va imponiendo, y el hijo aceptan- Aunque Rokeach en sus investigacio-
do y exigiendo: necesidades de consumo, nes, presentaba 18 valores terminales y
ocupaciones y tiempo libre, formas y mo- 18 instrumentales, en este estudio s61o se
dos de trabajar. En este sentido el cambio han tenido en cuenta aquellos que pare-
es vertiginoso, facilitado además por el cían más significativos, como son los si-
mayor poder adquisitivo & las familias de guientes:
19
TABLA 1
C u u I i d e s que sepueden hacer desavoIIar a los niños en casa,según
respuestas del año 1999 (m % j 5
Durante los últimos años se aprecia un keach; pero en este caso la aparición de
ascenso en el nivel de valoración de las S estos factores, y sobre todo la asociación
primeras cualidades, destacando el nocable de las variables o cualidades que aparecen,
aumento de: los buenos modales, el senti- hace sospechar que algunos de estos valo-
do de responsabilidad, la tolerancia y res- res corren el peligro de ser entendidos o
peto por los dem5s, la obediencia y la vividos de forma m u y superficial o que la
independencia. Ha disminuido la impor- cualidad que representa cada uno se perci-
tancia del mbajo duro, lo cuaI es preocu- be con una visi6n sesgada, lo que no deja
pante, y viene a coincidir con las de ser preocupante (ver tabla 11).
apreciaciones que hacen muchos cenrros En el polo positivo aparecen las cua-
educativos, en relación al poco esfuerzo y Iidades que se perciben como positivas
falta de interés en el trabajo escolar que se en relaci6n al factor; en el polo negativo
manifiesta hoy en muchos alumnos y en ¡a aparecen aquéllas que, aunque se valo-
observaciiin generalizada de quc hoy el ren positivamente, se perciben en algún
niño consigue fscilmente lo que le intere- sentido opuestas a las primeras; cierta-
sa. Desciende ligeramente la fe religiosa y mente esto viene forzado por la tkcnica
la abnegación o espíritu de sacrificio,que empleada en la encuesta. El encuestado
representaban ya un valor a la baja, cobte debía elegir o priorizar unas cualidades
todo la última cualidad. sobre otras. Aunque todas las cualidades
Con el fin de analizar con mayor pro- se indican en positivo, el resultado real
fundidad el sentido que se está atribuyen- resulta ser ése: en la vida real, elegir unas
do a estas cualidades o la estructura de cosas lleva implícito renunciar a otras a
estos valores, se llevó a cabo un andiisis las que posiblemente no renunciaríamos
f a c t o d , tras el cual aparecieron 4facbores si no se nos pusiese en la disyuntiva:
con un sentido bwbr, que guardan una comprar una cosa y seguir teniendo el di-
cierta relacidn con los citados por Ro- nero, posibIemente elegiríamos las dos,
TABLA 11
lP Indcpcndtncia- Obediencia
Independencia 0,520 14,085
Dtpcndencia Fe re@osa -0,651
Tolerancia y respero 0,695 Trabajo diuo -0,562
2* A p e m -
12,361
Aut~~ontm interior
l Abnegación espíritu -0,482
Sentido de responsabilidad 0,572
msicrífKio
Y Confocrnismo externa- Bumm modales Deterrninacidn y 4,728 11,191
E s p h emprendeda pwstvenncía
4* Espíritu expansive Imaginaci6n
Sentido de econ. y -0,m
Espíritu constictivo espíritu de ahorro
La individualizacion de las relaciones so- bien esto crea una sensación de incerti-
ciales constituye una de las notas m5s dis- dumbre. Al margen de patrones inveterados
tintivas & nuestra era. Esta tendencia no se legados por e1 pasado, p~i.arehaonarst en-
manifiesta como amilo en la esfera pública, tre dos, los actores familiares deben forjar
sino que 1ia penetrado con fuerza en la vida f6rmulas de entendimiento que sean refle-
privada, don& asis- a un inmp m e jo de sus nuevas circunsmcias. Este em-
so de erosi6n de b tradici6n familiar, q t e di- peño puede, sin duda, reportarles un
mana ante todo de ia p W d a & legitiniidad gran enriquecimiento personal, al tiempo
del patiiarcado. que requiere considerables desvelos e
E1 reconocimiento & la igualdad entre inusitadas dosis de imaginaci6n. A veces,
mujeres y varones, ei acortamiento de las también puede sugerir la tenraci6n de la
distancias entre padres e hijos, la acentua- desmovilizacibn .y de la renuncia. En
ci6n del clima emocional en el universo fa- todo caso, crea un caldo de cultivo para
miliar y el relajamiento de los métodos de la anomia.
socialización autoritarios y represivos, con- Una de las grandes lacras de la moder-
Figuran un nuevo panorama en e1 que re- nidad es la pérdida de sentido, 1-lasmahom,
sulta imperativo replantear el sentido & la las sociedades desarrolladas nunca habían
educaci6n. disfrutado de mms de prosperidad tan eleva-
El cuestionamiento de la tradicidn pa- das; en ambio, es en nuestro presenw cuan-
triarcal implica construir relaciona inter- do cunde un mayor desaliento ante un
personales sobre unas bases rernozadas, si futuro incierto así como una postracidn
MIGUEL REQUENA p}
-vencia
. de losEl j6venes
presente trabajo tiene por objeto principal analizar las formas de convi-
españolec a lo largo de los años noventa. Durante gran parte de
dicha d é m d a los jóvenes lm ampliado su nivel formativo y han logrado un aceso
creciente a la educaadn universitaria, pero lo han hecho bajo las condiciones de una
creciente dependencia doméda respea a sus M a s de origen: la proporción de
jóvenes que vivían en a s a de sus padres ha crecido; asimismo, la edad promedio a la
que los j6venes se emancipaban de sus famil'i ha sido cada vez más alta. ia mayor
dediad6n a los procesos de aprendizale no es la única dave que explica su &ente
dependencia famiiiar, la mal hay que interprerar también como un producto del reite-
rado deterioro de la estructura de opomnidades Oabodes, residenciales y relaciona-
les) para la cmncipaci6n en la que se han movido los j6venes espaAoles. Sin
embargo, a partir de 1597 la siniaci6n ha comenzado a variar pan las jbvenes ecpQlie
les: el cambio del cicio econ6mim y el consecuwite crecimiento de las oportunida-
des de empleo,amén del logro de niveles más altos de estabilidad conmcrual en
sus relaciones laborales, parece haber ampliado su capacidad de emancipacidn fa-
miliar en unos momentos en los que la dedicaei6n al esfuerzo formativo da señales
de haber detenido su crecimiento.
A menudo se insiste, con razen, en el he- educativas; nunca hasta ahora la enseñan-
cho de que las nuevas generaciones de j6- za universitaria había acogido a tantos es-
venes españoles son las m& formadas de tudiantes en su seno. ¿En qué condiciones
nuestra historia. En efecto, nunca hasta de convivencia se ha producido ese creci-
ahora hubo en España tal cantidad de jó- miento del nivel formativo & los jovenes
venes con un nivel formativo tan alto; nun- espafioles? Por lo que sabemos, el creci-
~a hasta ahora un nQmerotan elevado de miento del nivel educativo de los jóvenes
jóvenes dedicaba en nuestro país tanto se ha venido combinando en España al
tiempo de sus vidas al aprendizaje formali- menos desde la segunda mitad de los años
zado que proporcionan las instituciones setenta con una señalada prolongación de
0)Dicho de otra manaa, el cowc de pcmecer a un determinado grupo es el Manco enme las w-
doam que el p p o Impone y los b e n e f i que se de:tivan de ser miembro & esc grupo.
tambien fen6menos materiales. Por ejem- que los ancianos vivan solos durante Iap-
plo, a diferencia de lo que era costumbre sos & tiempo cada vez más dilatados y la
arraigada en h s familias espafiolas, son disminuu6n de hogares extensa que inclu-
hoy muy pocos'los cacos en los que los pa- yen parientes ajenos al núcleo constitutivo
dres exigen contribuciones econ6micas a (F¿equenaI 1994; 2001). Todos estos cambios
sus hijos convivientes. De acuerdo con los implican el que las familias ya no tengan que
datos de un estudio sobre la economia de ocuparse, como era habitual, & mantener
los jóvenes, solo un 9% de los j6venes que en el hogar a abuelos, ríos y otros parientes
viven a n SUS padres les entregan íntegra- y que,cuando los mantengan, lo hagan du-
mente sus ingresa, mieneras que casi ocho rante mucho menos tiempo que antes. La
de cada diez (77,646) disponen para sí de creciente independencia doméstica de los
la totalidad o de la mayor parte del dinero andanes libera recuTsos familiares que, entre
q u e ganan (Aivarez, Azofra y Cuesta, otras cosac, se utilizan para hacerle la vida
19991. m& cómoda a los hijj.
En suma, el saldo neto de los inter- En cuanto a las mnsforrnaciones ex-
cambios intergeneracionales dentro de las &damiliaresque inciden en la dependencia
familias favorece claramente a los j6venes. juve* no es novedad señalar que en Es-
Y por 10 que parece, tan cómoda se ha he- paña el coste & los bienes y servicios al-
cho su existencia dentro de ellas, que se- ternativos que proporciona la familia de
@n el análisis & Martínez-Granado y Ruiz origen a los j6venes ha crecido de forma
Castillo a partir de los datos de la Encues&a muy destacada en los últimos años2.La vi-
de P r ~ s t o~amiliures
s (1956, los hijos vienda x o m o capital fisico sobre el que
(& entre 16 y 30 anos) que viven en casa asentar la independencia familiar- y el
de sus padres son uno de los subgrupos de trabajo remunerado -principal fuente de
la pobhcibn con los índices más altos de renta para una inmensa mayoría de la po-
bienestar social en la distribución de los blaci6n- son los dos factores fundamenta-
gastos del hogar. Dicho en otros t&rminos, les. En primer lugar, el alza del precio de la
en tales condiciones independizarse & sus vivienda experimentado desde la segunda
padres es, por lo general,un mal negocio mitad de los afios ochenta ha dificultado
para 10s hijos. sobremanera el acceso a la vivienda de uso
Pero no han sido s610 las transforma- propio a los j6venes3. El aumento de pre-
ciones en el carácter & las familias con- cios ha sido especialmente pronunciado
temporáneas las que han venido a hacer en los períodos 1989-1991y 1996-2000y el
m& confortable la coexistencia prolonga- endeudamiento medio de las familias para
& de los jdvenes con sus padres. También adquirir casa se ha elevado en este perío-
los cambios en la morfología familiar han do. El problema de ia carestía & la vivien-
abonado esta mejoría de ias condiciones da es mnto más peliagudo para los jóvenes
domésticas de vida & los j6venes españo- cuanto que se produce en un mercado in-
les. En la woIuci6n de la estructura de los mobiliario caracterizado por la escasez de
hogares españoles destaca el crecimiento oferta de alquiler y en el q u e la muy gene-
de los hogares de solitarios, el hecho de ralizada propiedad de la vivienda es un
(2) Para Estab Unldos puede verse el traba@de B& Csouter y Sanan (1999).
0) Según datos & la Sockdad & Tasacionesmnsa), el precio de la vivienda nueva en España aument6
un 87% desde 1% hasta 2000, pasando & las 84.200 ptas/m2 en la prlmera fecha a 157.400 ~ m s / r nen~ el
primer trimestre de 2000; en el mismo periodo la vivienda usada aumentó su precio en un 9766, pasando de
63.700 pta%rm2a 125.400 ~ t a (Diario
d El P& 15-09-2000).
signo d e estatus muy potente. Es cierto cas que mas activamente se orientan a p e
que los tipos de interés de los préstamos tenchr la integracidn juvenil son las educa-
hipotecarios han seguido un curso des- tivas. La potencialidad integradora del
cendente muy acusado desde 1992, pero capital humano adquirido durante los.pe-
hay que reconocer que partían de niveles ríodos de formación es evidente, en el sen-
muy elevados (entre el 13% y el 16%a fi- tido de que una mayor cuaIificaci6n
nales de los años ochenta y p r i m o s no- promociona una integracidn laboral mas
venta). S610 después de 1995 s e han sólida, mas estable y mejor remunerada;
situado los tipos de interés hipotecario en pero tiene la peculiaridad de que requiere
un entorno m5s favorable (por debajo del el logro de un trabajo remunerado para
6%) a la constituci6n de nuevas familias. poder ser actualizada convenientemente.
En segundo lugar, son bien conocidos SoIucionados los problemas básicos de la
los reiterados problemas que durante los intendencia domestica gracias a la genero-
Últimos veinticinco años vienen afrontado sa provisión de sus familias, la mejor op-
los j6venes en su intento de incorporarse cidn para los jóvenes mientras esperan su
a1 mercado de trabajo en España. En el pe- acceso al empleo es ampliar su formación.
riodo que aquí se somete a análisis, a la re- Debido al bajo precio relativo de las matrl-
cuperación del empleo d e la segunda alas universitarias, la masiva ampliacidn
mitad de los ochenta sigui6 la destruccidn del acceso a los niveles de la educación su-
de puestos de trabajo de los primeros años perior no ha supuesto una carga muy one-
noventa y una nueva recuperación a partir rosa para las Familias españolas que,
de 1996. Como no puede ser de otro además, en razón & la proliferación geo-
modo, el grado de cierre del mercado de gráfica y de la creciente dispersión de los
trabajo para los jóvenes ha oscilado con el centros, minimizan el coste residencial de
ciclo econdmico, pero cabe señalar que la formación de sus jóvenes rrmnteni6ndo-
hasta la segunda mitad de los años noven- los en casa mientras estudian.
ta Ias coyunturas Iaborales favorables a los A continuacibn -y antes de examinar
jóvenes se han saldado con un aumento de cómo han evolucionado 10s niveles agre-
la temporalidad contractual de los empleos gados de dependencia familiar de los j&
juveniles que han hecho mis dificil esta- venes españoles se analizará con cierto
blecer nuevas unidades fadiares. detenimiento e1 creciente esfuerzo que
Junto a estos dos factores hndamen- tstos han puesto en ampliar su propia
tales, hay que destacar la ausencia de po- formación, así como 10s cambios en su
líticas públicas específicamente dirigidas nivel de participación laboral correspon-
a la integracidn juvenil. Esta ausencia ha dientes a las diferentes coyunturas eco-
exacerbado el fenbmeno de la prolongada nómicas del período 1988-2000. Como es
dependencia familiar de los j6venes espa- natural, no se pretende con ello quitar
ñoles en comparacibn con los de otros valor al resto de los factores que confor-
países europeos (FernBndez-Cordbn, man la estructura explicativa que se aca-
1997; HoIdswoth, 2000) y, en especial, ba de bosquejar; pero hay que reconocer
con los de aquellos países que sí han que s610 se dispone de información se-
puesto en práctica medidas para paliar Ia riada fiable, consistente en la evolucidn
falta de autonoda doméstica de los jóve- & la participacián educativa y laboral de
nes Ourado, 2001). En Espafia, las politi- los jóvenes4.
(4) Se dispone también de información relath a la evahicih del pndo de h vivienda. Pero, a diferen-
cia de lo que sucede eon la educad6n y el trabajo, en Espafta no se suelen pducIr dam que coneaen a e s d a
EL CRECIENTE NIVEL EDUCATIVO DE rante la década de los airos noventa se ha
LOS J~VENESESPAÑOLES debido al simple desarrollo vital de las
muy nutridas cohortes demográficas que
El retraso en el acceso al empleo no es el nacieron a finales de los años sesenta y
dnico (ni seguramente tampoco el princt comienzos de los setenia. Dicho de otro
paU factor que ha impulsado la mejora del modo, aunque durante esos aiíos se hu-
nivel educativo & los j6venes espaiioles. biera mantenido constante la proporcidn
Como bien es sabido (Garrido, 2001), la de jóvenes que optaban por seguir la en-
expansi6n del sistema educativo es uno de señanza superior (lo que de hecho no ha
los correlatos de los procesos de moder- ocurrido, como se vera enseguida), la
nizacibn sociocultural y desarrollo econó- matricula universitaria habría crecido en
mico que han tenido lugar en todas las nuestro pals. En este sentido, y por me-
sodedades avanzadass. Por ello no tiene ras razones de inercia demográfica, la
nada de extraiio el que en estos últimos tendencia en el futuro inmediato d e he-
aiios se haya producido en España, en cho, ya en el presente- es la reducción
concordancia con el acelerado proceso de de la demanda de enseñanza universita-
cambio soda1 y econbmico, un crecimien- ria y la consiguiente disminución del nú-
to generalizado del nivel formativo & sus mero de alumnos matriculados.
generaciones jbvenes. De hecho, a lo largo Pero, como se acaba de señalar, no
de gran parte de los anos noventa ese in- s61o han accedido a la universidad cohor-
cuestionable aumento del nivel formativo tes más numerosas, sino que también ha
de 10s j6venes españoles ha tenido una ex- crecido el ntimero relativo de jbvenes de
presi6n muy clara en la creciente presencia cada generación que ha seguido estudios
de alumnos en la educación universitaria. universitarios. Con objeto de eliminar el
M ,en el decenio que media en* los cursos efecto del tamaiio & las cohortes, se pue-
1987-88y 1997-38,el número de &udiantes de observar c6mo ha ido cambiando la
matriculados en estudios universitarios en Es- proporci6n simple de jóvenes cuya ocupa-
paña pas6 & 969.000 a 1.570.000, habién- ción principal es estudiar entre los 20 y 24
dose multipliado por un factor de 1,66. anos, edades a las que se puede suponer
Como queda patente, una parte del que, aunque no todos los estudios que se
crecimiento del número de estudiantes siguen con de carácter universitario, la en-
presentes en la universidad espaííola du- señanza recibida es de caActer especifico
de los individuos el precio de la vivienda en relaci6n con la situación & dependencia o independencia del jo-
ven. Véase el trabajo &Jurado (2001) para conocer un an6lisis en que se incluye el precio de la vivienda como
variable contextual asf como la opción &l alquiler.
(5) No hay que p m r aqui en una rrusalidad unidirecchd desde el dsamllo económico Iinsta el au-
mento de la formacibn, pues el pmpio ci.Bcimlento del stock d d v o de capitll humano se m i d e n uno de
los motores que eon m&sbrío impulsa esos procesos & modernización n los que nuestro país ha conseguido
finalmente inaorporarse.
(6) El &miento ha si& especialmente intenso en las Arqulrccairas e Ingeniedas Técnicas (q~iehan
multIpiicado sus alumnos por un bcm próximo n 2 3 y en las Arquitecturas e Ingenierías Superiores (cuyo
número & esnidiantes se ha muitiplicado por 2,5), aunque no es en modo alguno despreciableel avance de la
maalniia en diplomaturas (1,8) y licenciaturas (1,351. Asimismo, lo^ estudia de tercer ciclo -en l a que el con-
tingente de esnidiantes es iógicamenir & un orden de mgnitud mucho más reducido- tainbih han experi-
mentado un crecimknm muy destado de su matrícula, que se hm8s que do&& en esos &a.Todos esos
datos proceden del Armardo EWu'sWw Onstituto Nacional de E s ~ W c a 2000)
, y de la pLgina wtb del propio
Instituto Nadonal de Emdhica (www.ine.es1.
y netamente profesionaI. La idormaci6n los 24 Gas ha crecido de forma casi inin-
disponible no deja lugar a la duda: según terrumpida entre 1988y 1998,con una ten-
datos & la Encuesta de Poblad6t~Ac#vu, dencia a estabiiizarsc a partir de esa fecha
la proporcidn & esnidiantes entre los 20 y en un nivel & máximos históricos.
G-co 1
Proporción de eshrdiapztss entre 20 y 24, años,por sexo
0 Naturalmente, no se uatab;i de los mismos jóvenes, porque los da- en que se basa el anailisis son
rnnsvesaie5,nolongiaidmaks.
consiguiente, en la favorable coyuntura m Enm 1991 y 1994, cbincidiendo con
economica de la segunda mitad de los la nueva crisis económica y la intensa
años ochenta, una porción s@cativa & destrucción de empleo asociada, se
los fóvenes españoles no se integró en el produce una importante caída de la
mercado de trabajo, a diferencia de lo que ocupación de los *enes.
era c o m h entre sus predecesores. D e m En 1996 se inicia un nuevo y muy
todo elio se deduce que una parte impor- fuerte proceso de expansi611del em-
tante de la pérdida de empleo joven expe- pleo juvenil que en el segundo almes
rimentada durante los anos de la crisis tre de 2000 ha situado la tasa absoluta
económica la absorbi6, con d c k r estmc- & ocuPQu6n de los jóvenes por enci-
mrd -por así decirlo- el sistema educativo. ma del nivel alcanzado en 1990.
Por lo tanto, el período que aquí se Conviene resaltar que el crecimiento
analiza con más detalle (1988-2000) pasa econ6mico de la segunda mitad de los no-
por tres fases claramente diferenciadas: venta sí ha conseguido recuperar los nive-
m Enrre 1988 y 1990 tiene lugar un cre- les de empleo juvenil previos a la tütima
cimiento del empleo que se corres- crisis, en unos momentos en los que, ade-
ponde con 10s últimos años & la fase m&, comienza a detenerse la capacidad de
ascendente del ciclo económico. atracci6n de la educaci6n superior.
GRÁFICO11
Tasas absolutas de ocupación de losj6mnes m e 16y 29 años,p r sexo
18) De hecho, la tlsl lbsoiuta & ricupación & los jóvenes de 20 a 24 afim (52.4%) seguin estando en
2000 por &tajo de la & 1990 (55,1%).
(9) Desde luego. no t m b los jóvenes cxupab son asalariados. pero el argumento de la tunporjlídad
es válido en túminos genvales &bI& al abduto predominio de esa simaci6n profesional entre la juventud.
Téngase ui menta que, como conisaxienda de la creciente salarización del trabap, en los años nowxita casi
nuevcdecadadiezocupados~esde~scxcrssonasaiarIadoB.
desde el punto de vista conuactual) para que la incidencia de la temporalidad del
los j6venes. Desde 1995 para los varones empleo juvenil sigue siendo todavfa muy
(y desde 1997 para las mujeres) la propor- alta en España, en comparaci6n con la de
ción de asalariados con contratos tempora- otros pafses europeos -en el año 2000 se
-les ha comenzado una pendiente situaba aproximadamente en el nivel de
descendente que, en el primer caso, ha he- 1990, un 57% el cambio de tendencia es
cho aumentar en casi un 10% la tasa de tra- incuestionable.
bajo fijo. En resumen, aunque es cierto
G ~ C IIIO
ProporcGn de a s & a W jóvenes (16-29ar2a)con cmtrcatos temporales, por sexo
(10) Según daras de la Enam& 1Poblaicdbts Aciitm, en el segundo trimestre del aiio 2'000, habia en Es-
p a h poco menw de 50.000 *es de entre 16 y 34 añce de un total de & de 11.000.000 que ocupaban la
posid6n de no w t e s de k persona de &renda de sus es deciu, un O,& del totai de los jóvcnw.
en 10 referente a estabilidad nominal del ciones socioemn6micas acelerando la sali-
puesto, quedando lemingidas sus oportu- da de sus familias y optando en mayor me-
nidades & emancipame de sus @es. dida por la opci6n.de la independencia
Como se ha seiialado más arriba, domestica: el nivel de dependencia fami-
desde 1996 el empleo juvenil comienza a liar de los jóvenes espafioles ha comeriza-
crecer, se reduce la proporcidn de contra- do a disminuir desde entonces. La ganancia
tos temporales y la dedicaci6n educativa agregada de los años 1337-2000es cierta-
comienza a estabilizarse. Una parte de los mente pequeña, pero el cambio & tenden-
jóvenes ha respondido a las nuevas condi- cia no ofrece dudas.
GRkFICO iV
Proporc&jndejóvenes (16-34aGm) Bndépedientes, ~ G sexo
T
La vida de una persona está deteminada vierten las máximas expectativas y anhe-
por las relaciones sociales que sea capaz Ios, por eso es esencial que, una vez in-
& generar y mantener.Esms redes sociales mersos e n una relacidn de pareja, ésta
o su capital social, son uno de los bienes triunfe.
más preciados y representan su integración Todas las investigaciones sobre familia
dentro de la sociedad. Uno es más pardci- y relaciones de pareja describen una alta
pe de su grupo social o de su comunidad valoracibn de la pareja y el matrimonio
e n la medida en que más participa en estas para las personas. La mayoría de la pobla-
redes y reghtra un mayor nivel de interac- ción, que oscila entre el 7WW%según el
ción, Incluso por encima de la integracibn estudio, cree que es muy o bastante impor-
social, las ~ l a c i o n e scon otras personas tante este aspecto en su vida. Tal acepta-
determinan y construyen la identidad so- ción no & refiere s6Io al matrimonio como
cial del individuo. No es tan relevante lo institución sino a la pareja en si, ya sea rna-
que una persona cree que es, como lo que trimonio o pareja de hecho. La equipara-
le reconocen en su interaccidn cotidiana. ci6n del matrimonio con otras formas de
Dentro de las relaciones sociales, las relaciones & pareja ha sido muy rápida y
de pareja representan un tipo muy especí- excensa,característica que es propia de los
fico y primordial. Cuando aparecen, se cambios sociales que se producen en Es-
convierten e n las relaciones m á s signi€ica- paña. Esto permite que incluso en un tema
tivas de la vida de un individuo. En ellas se tan tabd hace años, como eran las parejas
Pl Universidad de Granada.
(1) la divisi611entre j6venes sln o con reladones dectiws serias est.5 basada en b pmpia definici6n que
el CIS plantea en su estudio 2302. ia jóvenes sIn ninguna relación suiz son aquellos que, con independemii
de su estado civil, tlenen una relacih pero sin intcneidai & convertirse en nada serio o especial. Quienes de-
ciaran tener noviola f d en reiadón estable y qutems sin n w l d a f-1 tienen una relaci5n considerable
como rmviazgo se definen como @enes con reladanes afeetivas serlas.
social, entienden que deben tener prepon- por su mayor formación, que le permite
derancia en la relación, desean ejercer un desempeñar puestos de dirección y control
modelo patriarcal y no entienden otra for- a los que antes no accedía. En segundo lu-
ma. Si están abiertos a consenso son en te- gar, para la mujer el trabajo no es un as-
mas de relativa importancia y delimitan pecro secundarjo que abandonará cuando
claramenw los aspectos rnascuhos de los fe- se case o tenga un hijo, conducta frecuente
meninos. Cualquier intmrnisidn en un terre- en el pasado. La mujer trabaja y desea tra-
no u otro, especialmente del femenino al bajar como vía d e realización e inde-
mascuiino, es entendida como una falta de pendencia, no es un asunto temporal o
respeto y un cuestionar la figura masculi- secundario.
na. Ante estas acciones y con falta de habi- Todas estas características configuran
lidades y capacidades sociales, ciertos una mujer que demanda unas relaciones
varones pueden acudir a los malos tratos de pareja cualitativamente distintas. Cada
como forma de asegurar un modelo de pa- parte es m95 independiente y libre frente a
reja asimétrico. la otra.Se buscan unos objetivos y una re-
lacidn en común, debatiendo y consen-
NUEVOS T I N O S , NUEVAS PAREJAS suando los aspectos comunes.
Para los j6venes es posible conocer la
Un factor fundamental en la generación de situacidn afectíva que el CIS divide en cua-
las actuales relaciones de pareja es la nue- tro categorías: sin relaci6n afectiva seria;
va situación social de la mujer. Este cambio con relación afectiva seria; conviviendo y
se asienta en tres aspectos fundamentales: casado/a. Los j6venes sin relación afectiva
ideolegico, formativo y laboral. seria representan el sector mayoritario
Desde hace ya varias décadas, la ideo- (47%), que coincide con las personas de
logía de la mujer española se ha uansfor- menos edad, para quienes es pronto pen-
mado radicalmente. No es preciso que se sar en una fomalizaci6n de la pareja. En el
milite en una organizacidn feminista para otro extremo, un 36% de jbvenes tienen
identificar nuevas ideas, actitudes y com- una relaci6n afectiva seria. Por Ultimo,
portamientos en las mujeres actuales. Pau- existe un 5% de jóvenes conviviendo con
latinamente la defensa de una nueva mujer sus parejas y un 11%de casados.
ha calado en todos los sectores sociales, Los resulmdos muestran que la prácti-
una mujer que quiere autorrealizarse, igua- ca totalidad de jdvenes tienen una relación
larse con el varón y conseguir todas las de parcja con independencia de su serie-
metas que hasta ahora no había alcanzado. dad. Incluso un 16% ha formalizado ya su
Esta situación está asociada a la incorpora- relaci6n en pareja de hecho o matrimonio.
ción de la mujer a los ciclos formativos su- Una situación que parece cambiar
periores. Si en el pasado la mujer obtenía poco son los temas de convercacir5n que
una formaci6n básica y en muy contadas pueden afectar a las relaciones de pareja
ocasiones podía acceder a la educaci6n su- de la juventud. Así entre los temas d e los
perior,en la actualidad la presencia de mu- que se habla ocupa un lugar miiy bajo el
jeres en la Universidad ha superado a h de de la sexualidad. Cuando se les pregunta a
los varones. los j6venes con qué frecuencia se habla de
La~formaciónsuperior de la mujer se sexualidad, s6Io el 21% afirma que con
refieja en e¡ mercado laboral: la mujer tra- mucha o bastante frecuencia. En principio
baja cada vez más fuera del hogar. Esta ca- puede parecer un porcentaje significativo
racterística de trabajo extradoméstico no es pero comparativamente no lo es. Se ha de
nueva, siempre ha existido, lo novedoso tener en cuenta que, según la misma inves-
son sus rasgos peculiares. En primer lugar tigación, en familia se habla mas de reii-
@Ibn a&), de poiitica (26%) o de drogas mujer (59%) (Estudios CIS-Instituto de ia
06%)que de un aspecto tan determinante Juventud 2262,1997).
como es la sexualidad en generai. Los te- Esto signiF1ca que la mayoría de las pa-
mas mas habituales son los asuntos fami- rejas pueden verse sin dificultad e incluso
liares (77%) y los de ocio (S@%]. permanecer en los hogares de los padres
La explicación de estos resultados qui- sin que se generen problemas. No obstante
zás pueda encontrarse en Ia coincidencia y a pesar de los fuertes cambios, todavía se
d e opiniones. Los jóvenes y sus familias detecta una ligera mayor permisividad en
coinciden más en estos otros temas que en casa & los varones que en la de las muje-
los de sexualidad, que vuelve a ocupar el res. Perdura cierta idea de proteger a la
Último lugar. Eso no evita que la mayoría mujer en las relaciones & pareja.
& jdvenes 62%) declaren que casi siem- Paradójicamente y como consecuencia
pre o alguna vez tienen las mismas opinio- de la rapidez de los cambios sociales, mu-
nes que sus padres (Estudia CISInstituto chas de las generaciones que hoy tienen a
de la Juventud 2262, 1997). esms parejas en casa son personas que ni
* Sin embargo, por encima de los temas siquiera en el ambito público estaban solas
acerca de los que se hable o de Ia coinci- con sus parejas. Hasta no hace mucho la fi-
dencia en Ias opiniones, lo que se detecta gura de la carabinas era usual en las pare-
en los j6venes contemporáneos es una ma- jas de jdvenes, donde un hermano, primo
yor libertad en sus relaciones de pareja y, o familiar cercano acompafiaba a la pareja
concretamente, en su actuaci6n con ellas con la misión de que no quedaran a solas.
dentro del propio hogar. Hasta no hace de- Otro indicador que describe la impor-
masiado tiempo,e incluso todavía en deter- tancia de la pareja es la actitud de búsque-
minados 6mbitos sociales, existía la tradición da de consejo o alivio ante los problemas.
de *pedirla puermc. *Pedir la puem consis- Del 63% que recurren a la ayuda de otras
tia en solicitar permiso al padre de 1a pare- personas cuando tienen problemas perso-
ja para poder visitarla y verla en su casa, nales, en primer lugar se acude a un ami-
poder traspasar ia puerta, lo que no impli- go/a (24%) seguido de la madre o de la
caba que las conversaciones de pareja se pareja (ambos con un 22%). Recurrir a la
desarrollaran dentro del hogar & forma in- pareja se sitúa por encima de acudir a un
tima.O bien muchas veces era un permiso hermano (10%) o al padre (S%), a otro fa-
para recoger a la pareja en casa o para ha- miliar de ia misma edad (1%)o mayor (1%)
blar con ella en presencia de otros miem- (Estudios CIS-Instituto de la Juventud 2262,
bros de la familia, que desempeñaban con 1997). La pareja desempeña un papel fun-
más o menos diligencia las labores de vigi- damentai en la resolucian habitual de pro-
lancia. Eso en el mejor de los casos que el blemas.
padre diera permiso al novio, si no si-
pie quedaba la oportunidad de pelar la RELACIONES DE PAREJA EN EL SIGLOxxr
pava* en los portales o a traves de alguna
ventana. Plantear el futuro de la pareja como rela-
Esta situaci6n contrasta con la mayor ci6n social siempre es algo incierto. La si-
libertad & las relaciones de pareja actua- metría en las relaciones de pareja, la nueva
les. Ha desaparecido cualquier tipo & pe- posici6n social de la mujer y los condicio-
ticion de puerta y la cotidianeidad de las nantes sociales son rasgos con múltiples
parejas en el mismo hogar es un hecho. El interacciones y consecuencias. De momen-
44% de los jóvenes afirma que puede estar to lo que.ha provocado es una inmensa
en casa con su pareja, algo más consensua- transfomiacidn de las relaciones alterando
do en casa &l varón (69%) que en la de la muchas de las dinamitas tradicionales.
Una vez se asienten estos cambios, el re- impuestos por el propio círculo social, no
sulmdo s e d una configuración ír&, adap- juega un papel exclusivo la autoridad pa-
tada a los ritmos sociales actuales. terna ni los intereses econ6micos, familiares
Las prdximas décadas no pienso que o religiosos. Es la persona quien escoge pa-
aporten nuevas formas o actitudes ante la reja como decisión propia. Pero,a la vez que
pareja, en este sentido e1 futuro es el pre- se abre el abanico de posibilidades, hay un
sente. Será un periodo de asimilación so- aumento de las exigencias en cualidades,
cial y & ajuste & papeles, en especial los virtudes o determinadas caracm'sticas que
referidos al vardn, que en la actualidad se deseen en la pareja. La disponibiiidad am-
debe redefinir sus papeles tradicionales. pliada de1 mercado matrimonial es una ven-
Las relaciones de pareja se configuran taja positiva a Ia vez que un riesgo, lo que
en un sentido paraddjico en la actual so- IIma muchas parejas, quizás por miedo a la
ciedad. Son las relaciona más ~ i g ~ a t i r n libertad,
s a relacionarte en los marcos sociales
para la amplia mayorla de las personas, don- convencionales a su propia generacidn.
de m& tarde o más temprano se tiene pare- De hecho, puede discutirse si en mu-
ja. Pero, a la vez, las transformaciones en el chos sentidos no se está volviendo a pautas
interior han generado una mayor fragilidad tradicionaIes en las nuevas generaciones.La
de la pareja. La iguaidad de papeles, la desa- valoraci6n de la pareja ha demandado fideli-
parici6n de presiones exteriores y la reduc- dad y dedicaci6n exclusiva. Se aprecia la es-
ci6n & loc motivos econ6micos-pat1iardes tabilidad que se desarrolla en noviazgos de
como causa del mamimonio generan mayor larga duración por la imposibilidad de
vulnerabilidad. El principal motivo por el emancipaci6n juvenil. Son paum similares
que las parejas se mantienen unidas, sea al pasado pero no puede hablarse de re-
en matrimonio o no, es por el amor, cariño gresi6n pues son muy distintos los compo-
y respeto entre las partes. El componente nentes actuales de la pareja. Así por
afectivo y la comunicaci6n mutua de la pa- ejemplo, aunque lo sean y prueba del re-
reja es esencial, el pilar básico que sustenta chazo al pasado, en las relaciones de pare-
la relación. En este setuido, los compromi- ja se prefiere no hablar de noviazgo.Es un
sos entre personas pueden ser rornantica- termino no aceptado, demasiado tradicio-
mente más puros pero, si el amor desaparece, nal que muy pocos j6venes utilizan.Desde
el resto & fundamentos son secundahs y la otra perspectiva, el futuro de Ias parejas
salida hacia la separación est5 abierta. La fra- parece ser cada vez mas individualista.
@Edadde los sentimientos es mayor que la Cuando se examinan sus relaciones p&í
de los intereses económicos. identif~carseuna cierta reivináicación indivi-
En cualquier caso, creo que esta wl- dual a la auronomía, a la realizaciór? personal
nerabilidad de la pareja ha& que se reva- en pareja, algo con un aparente contrasenti-
Iorice la relacien e n sl y no dependiendo do. En realidad, si bien se valora la pareja se
& otros factores. La pareja se centra en su desea un cierto espacio personal, concervar
propia interacción, en sus dinámicas inter- una parte no necesariamente compartida.
nas y no tanto en las presiones o contextos En la modernidad o postmodernidad
exteriores (que no por ello desaparecen). de estos primeros años del siglo a,sí se
Las personas e n sus relaciones de pa- detectan pautas absolutamente nuevas de
reja, y ca& vez más, son libres de desarro- relacionarse las personas, de buscar y estar
llarlas como convengan entre las partes. La en pareja. Son las relaciones que se gestio-
evolución del siglo xx ha conducido a una nan por internet, los noviazgos virtuales y
progresiva desregularizaciende las relacio- a distancia, donde liegan a casarse perso-
nes, donde existe un menú abierto a infrni- nas sin apenas haber tenido contacto físi-
tas posibilidades. Se flexibilizan los límites co. Estas parejas tienen más implantaci6n
en otros paises que en España,pero es de incluso que no tengan las habidades para
esperar un desarrollo & estas dinámicas a hacerlo. La aparición de agencias y organi-
nivel nacionaí. No ser5 una tendencia fuer- zaciones que buscan pareja al individuo
te, por Ia idiosincrasia de1carácter español, serla un indicador de esta hipótesis.
pero, para ciertas edades y sectores, puede Las relaciones de pareja son la salva-
suponer una nueva forma de tomar un pri- guardia frente a esm dinámicas. La mayor
mer contacto con posibles parejas. parte de los individuos buscan pareja por
Internet y su significaci6n del indivi- la necesidad de compartir su vida con otra
duo solo físicamente, pero con un mundo persona y por buscar sentido a su vida. Es-
entero abierto ante él, puede ejemplitlcar tas son las razones fundamentales que des-
ia soledad de Ios individuos en el próximo criben, seguidas del deseo d e formar
miknio. Las sociedades avanzadas han ge- familia y tener hijos y e1 temor de estar
nerado menos espacios afectivos y menor solo el día de mañana. Puede variar el or-
tiempo para dedicarse. Todo esta impreg- den pero no el tipo de razones que se re-
nado de unos ritmos vertiginosos y de un gistran. Todo esto hace pensar en una
estrés creciente. h e d e que muchas perso- omnipresencia de las relaciones de pareja,
nas no estén lo suficientemenle insertas en fundamentaks para el individuo y, en gran
la sociedad como para encontrar pareja o medida, para la vida social.
TERESA PICOI.TTÓ N O V ! (*)
RESMEN. El rnatdmonio h dejado de serd d n r i d o por -res cada vez más am-
plios de la mckdad espafíola como la vfa de emada d u s i v a en la vida conyugal.
Ahora bien, ello no implica que haya sido regulado por el derecho como un modelo
alternativo al matihonio. Han sido primero los tribunales y, &pu&, el legisiador,
quienes, sin liegar a fomlar un ü a w global y homogéneo a hs parejas de he-
cho, han ido conigiendo algunas de las injusticiasa que daba lugar la aplicacidn de las
leyes vigentes. No obnre, no existe una regulaa6n gloM al respedo. El pi.atamento
regulativo de las parejas homosexudes no s610 precisa un enfoque jwídico sino tam-
bién sociol6gi~0y psico16gico que evite caer en tsereotipos y dé cierta racionalidad
a la aomoversia en temas como la adopción por parte de ese tipo de parejas. En el
centro & este debate y como uno de los principies esoollos para alcanzar una solu-
ción general, se encuentra la exigenaa del pleno jutidico de las pare
jas h o d e s .
r) Universidad de Zmgoza.
(1) 1)G. MEUIANMIPT8UN:?
,a- de lafat?&a e$dda Madrid, CESUA, 1999, pp. 13-33.
(2) D d c una perspectiva m á s amplia, acerca de las tmmhcmd- sociales, poliíiais y furídius de la
fiunlia en &pah puedenconsukarse, entre oeos:1. A m : hgknemke Ea M ó n 1lafawifhm w.
Madrid, Ministerio dc Asuntos Sociaies, 1995;S. CAWro: k qbaMa.hhdrid, EUDEMA, 1891;11.
PLAQw +Hopres sin fardia o famillas sin bgad Un w si d ó g l o o de las familias de hecho en Espfia-,
en ~apms. & Sac- i% (19911,pp. V-78; J. IGLB~AS DE - ~ familia
d y el cambio político en ES-
W a - , m Revista & e S W ~~ 67 119901, pp. 247-256; ID:*lologia de la fnmiim,en L. M o m y S.
C m (comp.): hb@h en espaP2a.Madrid, CIS, pp. 183-1&9;T. hwmd N o v m Socioiogüi jurldlca de la
r
I
farnllla: cambio Iegislam y p d í t h s socid-, en M. J. A M N ñ al.: - y Sacdgdad Valencia, Tirant lo
Blanch, 1998, pp. 6554%; TD: G a d y Law and Pamüy P o l i in Spaln.. en M M n m y J. Ceds.1:
Wmiiy U w mad Famí& Micy ía &hW Bu* W t h Publlshing 1997,pp. 1W124.
TABLA 11
Opinión de los esparioles sobre la mqor forwaa de relmih
para ~inaparejaestable (%)
Puentes: 3 bt~tudi
C1S-Instituto de la Juventud, 2 . 2 ~ 2 ~ .
b) Estudio QS 2.283,m n ?1998.
Por lo que respecta a España, los datos Ahora bien, lo anterior contrasta con el
referidos se correspondefian con la evolu- comportamiento matrimonial real; vül y
ción & la opinión de los españoles sobre conio ha sucedido en aIgunas ocasiones,
la mejor forma de relaci6n para una pareja podriamos encontrarnos con una diferen-
estable. Si contrastamos los datos del Esttd- cia considerable entre las preferencias ex-
dio GIS-Institutode Iw Juvenad 2.262, so- presadas y lo que realmente ocurre en la
bre la opinión de los jdvenes al respecto, práctica4. En España, los cambios señala-
con los del Estudio CIS 2.283 (Bwrómtro dos no obvian el hecho de que los con-
de m m o de 1998),la tendencia que refle- portamientos familiares efectivos y más
jan los datos mencionados m á s arriba coin- singularmente, Ia entrada en la vida fami-
cidirí con la evoluciiin de h opinión de liar y la forrnacidn de una pareja estable
los más jdvenes, cada vez más partidaria continúan, sin embargo, estando sujetos a
de recurrir a la relaciiin de heclzo como ia las normas institucionales, esto es, tienen lu-
mejor forma de relación pan una pareja e s gar a través del matriinonio. La dimensi6n
table. Como puede apreciarse en Ia tabla 11, aducida a favor del matrimonio está inás
el 18% de los jóvenes son partidarios de vivir presente en España que en otros paises. Se-
juntos sin estar casados, frente a un porcen- gún evidencian datos del CIS, la opción por
taje del 11%si consideramos la totalidad el nlatrimonio continúa teniendo en Espa-
de 1a población con más de 18 años. Este ña más componentes públicos que priva-
dato resulta más significativo si tenemos en dos.Especificamente, puede &&e que las
cuenra que para otro 35% de 10s jdvenes, presiiones lamiliares y sociales e incluso reli-
la relaci6n de hecho es una opcidn teinpo- giosas continúan siendo razones impoitantes
ral a tener en cuenta antes del mauimonio para la opción en favor del matrimonio5. Al-
eclesiástico o civil, frente al 17%e n el caco gunos han señalado que se combina el fac-
de la población mayor de 18 anos. cor religioso, que es determinante e n la
(6) vid. L1. F~AQUEK! iNcgam simfamilia o famflias sin bogar? :7aatadlists s ~ ~ ~ ' o i O g& i c olas fomiibas &
hecho en cit., p. 62.
(7) Vid. G.HeiwilMoaa RODK~GUEZ: A d i F F ypfsp?ctimsmiDdemogTCPcas& dB uniones & h ~ bcit., ,
pp. 25-26.
(8) Vid. 1. ALDERDI: Z?#orme sobre .hsitu#ció*i de h fam'iia en Esparia, cit., pp. 89, 108. 167;ir.. Flnpuu,
¿Hogares sinfamilia o familias sin hogar? Un socloIógfco de las fainilim de becho en -tia, cit., pp.
66-67; G.M E ~L~NDw~uN:
L Lapartmo&rniwcldn 1LafnmdM eipfida, cit.. pp. 15, 19.
(9) Vid. FOBCA:.Iníorme socioldgico &re k sirnación s i a l en Espah ((síntesis)-, en D o c u ~ c i 6 i Social a
101 (lwg, p. 163; MP V.CAWMRO Sukm: =Unionesde hecho y conflictividadmtrhm$al=. en J. IuI. FV~AI~I.INELLy M&
T.Amas P ~ o LXiJonwahJurídfqua.
: üniows da Herho.Lleida, Uniwrsitat de Lleida. 1998,pp. 152153.
(10) Vid. L. ASSIEP-Arr~~~sv: *Politique, science er droit namrel-, en L, Assren-ANDR~EUet al.: Poli#fqucdpJ
Lo13m E u w . París, LGDJ, 1995, p. 88.
(11) Vid. 1. ALBLRDI:Informe sobre In siwracidia & ialafaiiia m Espana. Madrid, Ministerio de Asiintos Se
cialts, 1995, p. 382. Sobre el planteamiento constitucional de la hrdIa puede msulurse, entre otros, E. ROCA
Tnhs:.Familia, l a d i a s y derecho de la famLilia-,en A n u a r i o & ~ b o C i v i 1 ( 1 9 pp.
~ ) 1072 y SS; t. F. Snrriin Unin-
n a librasy la c e u r a c i 6 t a dd n w & ~ h &&ilia.
o Valencia, Tirant lo Blanch, 1W5, pp. 62-67y 70-n.
En Mnitiva, podÁa decirse que está te- do, la sentencia del Tribunal Constitucio-
niendo Iugar un proceso de qluraiizaci6nn nal 222/1992,de 11 de diciembre, afirmó
de los modeIos o pautas de constitucibn o que deben atribuirse los mismos dere-
& entrada en Ia vida en parejat2.Pluraliza- chos a las parejas de hecho y a los rnatri-
ci6n que pardelamenre se está traduciendo monios en los casos de subrogacidn
en una pluralidad de formas ck vida familiar, arrendaticia; haciendo extensivo los be-
asl como en la emergencia de distintos p neficios no s610 al cónyuge viudo Cart. 58
yectos conyugles en los que el lugar del in- de la entonces vigente Ley de Arrenda-
dividuo en e1 noso otros-pareja* ocupa un mientos urbanos) sino a quien convive
Iugar cambiante que afecta directamente a de hecho y de modo estable con el titular
las relaciones & autoridad, a la definicibn de del arrendamiento14.La relevancia de esta
los roles y a las dimensiones de la individua- sentencia llevó al legislador estatal a intro-
lidad sujetas a1 control comÚnl3. ducir esa realidad Familiar, basada en la
Esta ~pluralizaci6n~ se ve reflejada en convivencia estable de la pareja, en Ia
el &bate ideoldgico y politia que vienen nueva Ley 29/1394, de 24 de noviembre,
suscitando las parejas de hecho estables en la que se conceden iguaIes derechos a
con su recIamaci6n de un reconociiniento los malrimonios y a las parejas no casa-
jurídico, al cuestionar la exclusividad del das en el arrendamiento de la vivienda
modelo matrimonial del tradicional dere- por fallecimiento del inq~ilino'~.
cho de familia. A este r a p t o , debiera su- En terminos generales, el legislador
perarse lo que ha sido hasta ahora tendencia contempla a las parejas de hecho en cier-
constante en las reformas jurídicas y en las tas disposiciones legales y les reconoce
poiíticac socides surgrdas tras la entrada en determinados efectos jurídicos. En este
vigor de la Comtinicidn Española de 1978; senrido, puede afirmarse que el ordena-
todas ellas mucho & volcadas en proteger miento jurídico español regula de modo
la libertad de las personas pam organizar su fragmenmrio y disperso únicamente algu-
convivencia que una igualdad de tratamien- nos de los efectos jurídicos de las parejas
ra de la diversidad de núdeos de conviven- de hecho. La ausencia de un régimen
cia exictentes en nuestra sociedad. normativo propio que regule esta- reali-
dad familiar, ha propiciado que el reco-
M R E G U M C I ~JUR~DICA
N DE LAS nocimiento de derechos y efectos a las
P ! J A S DE HECHO parejas estables no casadas haya venido
y siga viniendo de normas legales con-
En el caso español, han sido primero los cretas, que equiparan en ciertos aspectos
tribundes y después el Iegislador quienes, esta forma de convivencia con Ia matri-
sin llegar a formular. un tratamiento genen- monial o, en su caso, de Ia jurispmdencia
co & las parejas de heclio, lm venido co- de los tribunales. Específicamente, como
rrigiendo algunas de las injusticias que la ya se ha sugerido más arriba, la jurispru-
legislación vigente provocaba a asra nueva dencia españoIa ha jugado un papel de
y creciente realidad familiar. En este senti-- gran relevancia politica, social y juridica
(16) vid. C. MESA MnRnaao: Las undones do be&. And#rls de h s ~~ecotidmfcasy sus qkms.h-
drid, Ammtdl, 1999, p. 74.
(17) L o s supuestos excepdomIes en la que hay deredio a penslon & viudedad en hs parejas de hecho
aparecen recogida en h D.A. 101de la ley 30/191, de 7 de julio. Espeáfkamente la citada disposici6n rece
~ x elxderedio a tal pnsmci6n nl superstlte de una unión de hecho o pareja no casada cuando Iiubkm con-
currido imposibllldad Iegal de oonrmer mtrlmonb por vinculo oonyugd ilndimluble con otra persona.
(18) En ese apamdo dnicmmte he recqido &unos de los &jurídicos que las lm d*ers3s cona
den a Ins pm+s de hedaq sin pretensh de ser e h u s t h y dejando sin recogerlos de m5ue.r negativo reagkia
m el Cúd@ penalo en mas leyes. En cualquier c;iso,un d i s i s más dc~lhdotanto de los efectos posidvos como
de h negxiwx que d ordeii3miento j u r í d i espiiol hace m v o a las parejas de hecho, puede ocwisultme,
entie w. V. REINA y J. ML MMTIMU h m m m ~ n h do k k~b a Mdrid, Mzu&l Pcm, 1996,pp. 64-79;
C. MESA MAR^ ~ ~ l ~ u ~ & k b o . A ~ I l a cit, s pp.6468.
~ ~ y s u s ~
(19) Vid. E. Rbcn T ~ ~ A.Re&atlon
s: of SameSex Partnerships from a Spnlsh Perspcaiva, en M. MACLMN:
M&% Luwfwi5amillss. Oidord, M r t Pubiishing, 20013,p. 96.
(20) Particularmente, el Gobkmo Valenciano apmb6 en ohibre de 2000, el Proyeao & ley por la que
se regulan las uniones de hecho y el ParlamentoVasca nprobo el 22 de diciembre de 2000 h toim en conside-
ra& de la prcpwición de ley sobre @nidad juñdim de Las was de h& formula& pw el grupa parla-
mcncarlo SociiW %Euskal SoElnllsmk.
El legislador catalán justificd su inicia- La reacci6n frente a la iniciativa par-
tiva parlarnenmria para regular las parejas lamentaria navarra no se ha hecho espe-
de hecho precisando que esta ley se ajusta rar, apenas aprobada la ley, el 6 de
al marco de las competencias autonómi- octubre de 2000, ochenta y tres diputa-
cas, razón por la que se ha abstenido de dos del Grupo Parlamentario Popular
regular otras cuestiones que les afectan por presentaron un recurso de inconstitucio-
ser de ámbito estatal (Derecho laboral, Se- nalidad contra la misma. Se trata de un
guridad social, etc.I2l.En este sentido,esta recurso que impugna la totalidad de la
ley desarrolla las competencias de derecho Ley foral. Las razones q u e se alegan
civil que corresponden a la Generalitat y, como fundamento del recurso tienen
por tanto, se respeta la competencia exclu- que ver, fundamentalmente, con .la
siva del Estado en cuanto a las formas del pretensión central de esta Ley de esta-
matrimonio, ya que la regulacidn legal de blecer la más completa igualación con
las parejas de hecho no implica su equipa- el matrimonio C...) en orden a otorgar a
raci6n con las parejas casadas. Por su par- .
los grupos correspondientes (. .) idéntica
te, los legisladores aragonés y navarro, proteccion jurídica, como constitutivas
dadas las peculiaridades de su derecho fo- de auténticas familias (...) sin distinci6n
ral, han considerado oportuno regular la alguna a toda protección que la Constitu-
realidad de las parejas de hecho. ciSn garantizar ala familia en el art. 39".
En el caso de las legislaciones arago- Más específicamente, se alega que da ley
nesa y navarra, se trata de leyes que otor- irnpiignada se limita a trasvasar de una
gan a las parejas de heclio estables un forma sistem5tica el régimen jurídico bá-
estatuto jurídico propio que pretende re- sico del matrimonio a las parejas estables
solver las principales cuestiones que vie- por razón de la igualdad.. Además, aso-
nen planteando estas formas no maricales bre la creacien de la legislaci6n de una
de convivencia. Estas leyes, aragonesa y nueva forma de matrimonio (...) podrá
navarra, contemplan una Única figura, la comprobarse (.. .) la subrogación de las
de la pareja estable con independencia posiciones de los cdnyuges en el de la
de la orientación sexual de la misma; pareja tsiable, sin diferenciar además lo
mientras que la ley catalana contempla q u e constituye una aporía insalvable de
dos regímenes distintos segdn la homo- la ley foral (...) al regular al mismo tiem-
sexualidad o heterosexualidad de la pa- po dos realidades distintas, las de las
reja y distingue entre ellas los efectos uniones more ztxorio y la de .matrimonio
sucesorios (favoreciendo a los homose- de homosexuales=. En definitiva, todo
xuales) y h posibilidad de adopci6n (ii- ello lleva a que, según el impugnante, .si
mitada a las parejas homosexuales). En el resultado final es que las parejas esta-
relacien con esto último, se hace necesa- bles sean consideradas como si de u n
rio precisar que la Iey aragonesa rompe matrimonio se tratara, parece cIaro que
el planteamiento global en el tratamiento quien tenga competencia para decidir
unitario de ambos tipos de pareja estabIe quC es matrimonio tendrá competencia
al incluir un articulo en el que se estable- para regular el régimen jurídico de aqué-
ce que únicamente pueden adoptar las lla (...l.De forma que la reserva del Es-
parejas heterosexuales (art. 10). tado de la exclusividad de la regulación
-
un5& cbviIpresentada por el Grupo Popu- reclamar efectos es & un aiio. L. proposi-
lar (Bao.de Ias Cortes Generales de 29 de ci6n de ley del Partido Popular, por su par-
septiembre de 1997). Las tres primeras pro- te, establece un complejo contrato privado
&siciones de ley se caracterizan por de convivencia (contrato de unidn civil), el
ger un concepto de pareja de hecho cual se otorgará ante notado y deberá ins-
basado fundamentalmente en la existencia cribirse en el Registro civil correspondiente a
de muna relacidn & afectividad similar a la d a uno de los contrata- (m. 1.3). Este
conyugal*c o n independencia de su orien- contrato de uni6n civil habita a los contra-
taci6n semial- (art. 1 & la groposici61-1del tantes para re- sus relaciones emnómi-
Grupo Sociaiista; art. 1.F de h propid6n cas escogiendo uno de los regímenes
de Izquierda Unida-Iniciativa per Cadun- econbmico matrimoniales previstos en el
ya; arc. 1 de la proposici6n de Coalición Cddigo Civil, asf como producirá los efec-
Canaria]. Todas ellas fundamentalmente tos jurídicos antes referidos después & un
extienden determinados efectos iurídicos año &S& su formalizaci6n (art. 1.6).
del matrimonio a lis parejas & hecho Cbe- Al no haber sido aprobadas ninguna
neficios fiscales, laborales, administrativos, & las proposiciones presentadas en la le-
asistenciales, pensidn & viudedad). Por su gisiatura anterior, a lo largo del año 2000,
parte, la proposicibn de ley del Partido Po- en el Ambito estaral, tstas se han renovado
pular no es propiamente una ley para ias y ha aparecido alguna nueva. Así, pueden
parejas de hechon sino que más bien po- mencionarse: Propmkión de i q p o r h que
dría decirse que pretende recunocer cier- SS rec#wGm &mi& efeciwju&!~lX
tos efectos iurfdicos a cualquier relaci6n a hspwrqfas de hecho, presentada por el
que se de &tre dos mayores de C r u p Parlamenmio Socialista (12 de a b d
edad que mediante un contrato, que es de 2000); Proposicidn de L e y de Medidas
p 4 la i@adjutuiiccr de lasparq'm de ve sobre las que ha girado el resto de su ju-
hecho, presentada por el Grupo Parlamen- rkpnrdencia y que han constituido la base
tario de Izquierda Unida (14 de abril & de la fundamentaci6n tanto de los tribuna-
2000); P r o ~ i ó den Ley & tcnitmes esta- les como de gran parte de Ia docuina jurí-
bles de pareja, presentada por el Grupo dica. Estas dos sentencias son, por un hdo,
Parlamentario Catalan (3 de mayo de 2000) la Sentencia Tribunal Constitucional (STC)
y BqosiciÓn ds L g presentada por el gm- 184/1990,& 15 de noviembre, y por otro,
po mixto,a instancias de Iniciativa per Ca- la STC 222/1992, de 11 de diciembre. En
talunya-Els Ver&. Lo más destacado de ellas aunque el Tribunal Constitucional
estas tres proposiciones es que todas ellas (TC) considera que no existe igualdad de
extienden sus efectos juildicos tanto a las situaciones entre el matrimonio y las pare-
parejas de hecho he terosexuales como a jas & hecho, por lo que no cabe en nin-
las homosexuales. Las propuestas de Iz- gún caso la equiparacidn entre las dos
quierda Unida y de Iniciativa per Catalun- figuras,como se ha apuntado al comienzo
ya-Els Verds sí recogen claramente la de este apartado. Ello no obsta a que se
posibilidad de adoptar de las parejas ho- pueda conceder a la pareja de hecho algu-
mosexuaies. Estas cuatro proposiciones de nos efectos propios del matrimonio, dado
ley han si& rechazadas & nuevo a finales que la convivencia more w r l o merece
del año 2000. una protección jurídica y constitucional^.
Ante la ausencia normativa de un dgi- M& particularmente, ia jurisprudencia
men propio y es-co que regule la si- de1 Tribuna! Constitucional viene auibu-
tuacibn de las parejas de hecho en España, yendo consecuencias distintas a la convi-
como ya ha ocurrido con otras realidades y vencia & las personas no casadas según se
situaciones constitutivas de la familia, han trate de pensiones de la Seguridad Social o
ido por delante no s61o las insistentes de- de arrendamientos urbanos29. En materia
mandas. sociales sino también la labor de de pensioneP, subyace la idea & que las
la jurisprudencia que si bien ha sido osci- personas que deciden no contraermatri-
lante, ha ido creando un cuerpo jurídico monio no pueden esperar beneficiarse au-
que ha permitido dar respuesta, al menos, temáticamente de todas las consecuencias
a parte & la problemática y a algunas de jurídicas que la ley atribuye a las personas
las cuestiones planteadas por las parejas que cidden casarse, porque existe una ra-
& hecho. En este sentido, la jurispruden- 2611objetiva que jusGm el trato desigual
cia constitucional tiene dos sentencias cla- (ATC 156/ 1987, de 11 de febrero; SS del
(28) Un e a t e d o ni6s m$io sakae cstas sentencias puede mnsulrJRe en: P.A.T A W V FERNANDEZ:
~ Amda-
mmmpam al ~ m ~ p U r S d i c o d e unfones h s dc tcg&cM=en oyrrnkr m-
d a Universidad Cado5 Iii-Dykinson, 1999,pp. 378.
(29) Vid. X. OICAUAGAN: &nxmencias jurídii & las uniones de hecho-, en Cuaclafizar dol m
Judfcfal XX (lw), HWmmidw Rormmxuh y u-
pp. 35-36; N. P t a n CKNOVAS: bomxauales en ei
&e&o aipatial G m h , íbnares, 1996,pp. 173 y ss,J. R de V m y B E M O ~.Frinciplo : de libre desmdlo
de la personalidad y 'ius connubi' (a própoetto & la A X 22211994)., en J. M. MARTINELLy W T.A R ~ PIAOL S
(Eds.): HJommksJUtWqua.Ihrbw deHecbo. Lleida, Univcrsirat de U d ,1998, p. 480;L. F. SAUUA:ünioms
ilbresy la m g u r a c a' ei wem k b o defhm&, cit., p. 91.
~
m) No obstante,hay alguna sentencia del TC que SI cancede la puisi6n de viudedad. Así, p o ejemplo,
~
h STC 2&/1%, de 22 & cüdmhe, m cuyo Fundamenta Juridiao 4P dice el TC:-nose Incluyen pues, en el
ámbito de apiicdción del precepto toda Im supuesros de convlvenda exeramatrlmonial, sino tan sólo quélbs
que tengan su causa en la citada impiblidad, esto es, aquellas uniones cmbles que no pudeion t r a n s f m -
se en vinculo conyugai*.
TC: 29, 30, 35, 38, de 14 de febrero de de los convivientes, el Tribunai Supremo
1991; STC 77/ 1991, de 11 de abrü; STC (TS) ha desestimado la pretensidn de la
66/1944,& 28 de febrero; ATC 222/1994, mujer basada en la convivencia con su pa-
de 11 de juIio). En materia de arrenda- reja (STS de 21 de octubre de 1992; STS de
mientos urbanos, el TC entiende que el 22 de julio de 1993;STS de 27 de mayo de
ejercicio del derecho constitucional al rna- 1994;STS & 4 & marzo de 1997). En algu-
trimonio no es por si mismo razón sufi- na de las sentencias de este grupo, por
ciente para justificar el no aplicar los ejemplo, en la de 18 & marzo de 1995, el
beneficios previstos para el cdnyuge del Tribunal Supremo @S) ha ¡legado a estimar
arrendatario a la persona conviviente no parciaimente la &manda & la mujer supérs-
casada (STC 222/1992,de 11 de diciembre, tite. En d a t i v a , si bien la jurisprudencia
S K 6/1993,de 18 de enero; STC 47/1993, del TS ha sido contundente en negar la falta
& 8 & febrero). & semejanza entre el rnatrinmN0 y la pareja
La firlsprudencia de1 Tribunal Supre- de hecho, ha matizado en dgún caso con-
mo ha conocido, en casadbn, varios tipos aeto esta afirmacibn admitiendo la aplica-
de situaciones que afectaban a las parejas d6n analógica de algún efecto concreto
de hecho, entre ottas, aquellas en ias que del matrimonio a la pareja & hechos.
la mujer plantea una reclamacion como Por otro lado, la jurisprudencia dd TS,
c o n s e c u d de la ruptura de la pareja o al exigir en casi todas sus sentencias el re-
bien, de la muerte de uno de los convi- quisito & la heterosexualidad para el mo-
viente$'. En el primer grupo de sentencias, nocimiento de ciertos efectos jurfdicos a
el TS reitera que no se puede aplicar a la las parejas de hecho ha dejado fuera a las
pareja & hecho las nomas del maüimo- parejas homosexuaies~. N o obstante en al-
nio ni directamente ni haciendo una inter- guna & sus sentencias, el TS omite esta
pretacidn analdgica de las mismas; exigencia de la heterosexualidad al de&&
apeaalmente las normas que regulan los la convivencia more uÑot.lo (por ejemplo,
regímenes económicos del matrimonio STS de 18 & mayo de 1992). Por lo que
(sentencia del Tribunal Supremo (SE) 18 pudiera entenderse que en algún caso el
de mayo dc lm, STS 18 de febrero 1993, TS deja abierta la posibilidad a que en esta
STS. 11 de octubre de 1994; STS de 24 de convivencia se puedan incluir a las parejas
noviembre de 1%). No obstante, otras ve- hornosexuales54.
ces ante la ruptura de la pareja de hecho, En definitiva, el Tribunal Constitucio-
concede la reclamaci6n hecha por la mujer nal, atin reconociendo en la pr(ictica.totaii-
de la vivienda y & una pensi6n (STS de 11 dad de las sentencias aquí recogidas que
de diciembre de 1992; STS & 16 de di- las relaciones permanentes de afectividad
ciembre de 1996). En el segundo grupo & son dignas de protecci6n juridica y consti-
sentencias, que versan sobre la disolución tucional, no considera que sean realidades
& la pareja de hecho por muerte de uno equivalentes. Por lo que no cabe plantear
-
En este grupo de cidistas se enoontratfan, entre otros, la siguientes R BEacovnz Ro~~r~rrez: .las
parejas de hechor, en A m z w d OkrY 1 (19921, pp. 1823 y SS; R. N A v m V w -Y Dm&. Madrid,
Tecnm, 1994; F. YffiG~.Ids niatilmgnins de hecho contra el dcrseho y 4 sentido común del ~ e g i s l ~ ,
m Rsulsta 45 (19973, pp. 339 y sr; C. ~ N E mZA G ~ R RD@pt%tieo
E &d k b de ~
familia Madrid, Rialp, 1996.
m) En ese sentido, pueden consultar, entre o- A. -A A16P(SO:Las uniones t ~ ~ h a m u w i m o n ~
m el aaecboddesp&d Madrid, Civirns, 1991;V. Fmtam Cotami: .El principio de iguddad y el derccim a
no casarse- (a propósito de la STC 222192) (l)~, en RsYlsra Espaiida & Dtmcb Consiítucbtal, 42 (19941,
pp. 163-196;R. CALm SOIPB y J. L. PBm TBN1190: Jguaidad, discrhnkmcióny parejas & hecho-, en SIsamur, 142
(19981,pp. 47-61;S. Uwí~ SAMm:H a d a laf d i a mm&&mrcll. Barceiona, Cedscs, 1997;C. MBA MARW
BO: Las ufffona & bsdjo.AnáíW rIs las rehdmes sconóm1ca.s y sur e l o s , cit.; A. W P&EZ VAWO: Autwre
g u l a c M n a n . w ~ & k s c b o f a ~ & l a s ~ t s s & ~ ~ & y ~ ~
más -). ALmerIz, Universidad de Almería, 2000; V. REINA y J. W ~~,?mu *
n a mMmoniah
~ de b d o . Madrid, Marcial Pons, 1996;E Rocn TaiAs: &milla, familias y derecho de hdh,
r u n Conskkraciies de principio en tomo a la unión U h , en Ra>lsta &m
ct, M. W Z ~ ~ o ~ i tRu~z: judkfal,
45 (lm,PP.339414.
09) vid. entre otros: A. ESIRADAAro- ias undonac bxhaniarrlm~&L~~ m
en el Derrecbo c i d cit.,
p. 52; S. Lumnh SAMPBR:H & h f~ tu> maMmcnekrl, cit., pp. 87-88;A. hP PaRBZ V-O: -A
m l a ~ d e k e c s o r u ~ d d k z r r ~ d ~ ~ l a # m y ~ -
IQt unlO*ISFm l a h bekbo, cit. pp. 34-35.
te más dípx#m),cit., pp. 25-2i; V. R s n j y~J;W MA~TTNELL
parejas de hecho con independencia de te conseguibles, las cuales si se reivindica-
cuál sea la orientación sexual de quienes ra el matrimonio pasarlan a un segundo
forman la pareja. Para estos, el hecho de plano y depría a las parejas homosexuales
que puedan, en el caso de los heterose- en una situación de vacío legal. Por ello,
males, o no puedan casarse (los homose- conseguir un régimen jurídico propio de
xuales) no afectaría al carácter more &o las parejas de hecho es mucho más que
de la relaci6n40. Si bien, algunos de dos, nada para Ia mayoría de los homosexuales,
haciéndose eco & las demandas sociaies confiando en que la n o d z a c i ó n social y
de los grupos de defensa de derechos de juddica que d o produciría, pasado cierto
gays y lesbiana, consideran que los ho- tiempo, podría llegar al Gobierno a institu-
mosexuales tienen derecho a casarse. Ante cionalimr la realidad de las parejas homo-
las dificul~desque presenta su aceptación sexuales43.
social, acaban por concluir que habrá que Por su parte, la Iglesia Cat6lica se ha
resolver la problemática de las parejas km- visto tambien interpelada por la realidad
mosexuales de algún modo. La mejor for- de las parejas & hecho. Por ello, el Ponti-
+
ma seria la de aplicar a aquélias régimen ficio Consejo para la Familia ha elaborado
juddim que se diseñe para las parejas de un documento que recoge su pasnira fren-
hecho heterosmaIedl. te a este fenomeno ~ c c i a lEn ~ ~él
. se insiste
Pardculamiente, casi todos los grupos en:
de defensa de derechos para.10~homose- La necesidad socia1 de distinguir fen6me
xuales piden la igualdad & una u otra for- nos diferentes en sl mismos, en su aspecto
ma. Por razones pragmaticas y de legal, (...), y de tratarlos adecuadamente
oportunidad las reivindicaciones se estan como distintos(...). En este sentido, el va-
canalizando a través de la demanda de lor institucional del matrimonio debe ser
iguales derechos que 10s heterose~uales~~. reconocido por Ias autoidadespil>blicas;la
Así, consideran que &te no es ei momento situación de las parejas no casadas no
&be ponerse al mismo nivel ue el matri-
oportuno para convertir la cuestión del monio debidamente contraido1 5.
matrimonio en una reivindicación central
porque lo Iinico que se conseguirla de Se hace preciso distinguir entre lo que
esta forma sería demiar la atencibn públi- sería una dlmensi6n subjetiva d& la pareja
ca de cuestiones importantes y fficilmen- no casada, esto es, la reandad existencia1
(46) I w p . 5.
(47) hídm p. 8.
(48) bfdem, p. 14.
149) Cifras maneja& rcs~vamcnte por d Partido Popuhr y el PSOE en el .debate sobre hs últimas
ha htcho déremh. mas a m h .
1niciarhm.s legisiaths a las que se
que está teniendo lugar una convivencia homosexual no es myoritariameme perci-
wiwe um>rlo entre dos personas, al igual bÍda en nuestro entorno cultural como una
que ocurre en e1 ámbito matrimonial. En convivencia familiar comparable a la pare-
definitiva, lo que se echa a faltar es *iza ja heterosexual y ello se ha visto reflejado
una intervencih legislativa más orientada en las diversas leyes. En dad611 con éstas,
a configurar un modelo convivencia1 alter- podría decirse que no se mararia tanto de
nativo al matrimonio, dado que en estos concederles una determinada y parcial re-
casos se da una aut6ntica convivencia gulaci6n legal como & determinar con da-
equiparable a Ia marital en términos juridi- ridad si entre ias personas del mismo sexo
cos. Al respecto, habrla que significar puede o no establecerse, juddicamente ha-
c6mo es precisamente esta instihicionaliza- blando, una verdadera convivencia more
ción de un modelo convivencia1 alternati- mrfoy, en úitima instancia, si la heterose-
vo lo que viene siendo rechazado por xuaiidad define o no de modo absoluto y
muchos juristas, políticos e importantes definWo la convivencia familk.
sectores sociales. El tratamiento de las parejas de hecho
Tanto la normativa auton6mica cada- homosexuales precisa no s610 un enfoque
M como la aragonesa y navarra & parejas jurídico sino también sociológico y psico-
de hecho establecen un marco regulador lógico, que evite caer en estereotipos y re-
para esta realidad social, el del c o m o de ducciones además de atender, entre otras
convivencia. Pero al mismo tiempo que lo cosas, a cual sea su reconocimiento social,
establecen, io m a n fuera del h b i t o instiai- a si ambos tipos & uniones son o no equi-
cional del derecho & familia; salvando de parables. Esto es, si además de su recono-
esta manera la exclusividad del matrimonio. cimiento constitucional de la mano de
Sin que por d o pueda dejarse de valorar deíechos f u n d a m d e s como los & la li-
muy positivamente el avance que supone bertad, igualdad y no á i m h b c i 6 n , libre
que estas leyes reconocen &S derechos y dsam110 de la personatidady dignidad hu-
efectos jurídicos a las uniones extramati- manas y derecho a la intimidad, menta con
moniales de las que venían teniendo en una aaepmci6n social.
nuestro ordenamiento jurídico. . La opci6n & los legisladores catalán y
En otro orden & cosas, las parejas de aragonés ha sido la de esmblecer una regula-
hecho homosexuales como realidades de ci6n juñdica distinta entre las parejas estables
convivencia afettiva y familiar tambikn vie- hewrosexuales y las homosexuales. Muy
nen exigiendo un pleno reconocimiento probeblemenxe,&hayahayaasíaslpsi.aevicar
juddioo. Los cambios Iegislativos que afec- la d 6 n de un estatus ju&iico unificado
tan a ia moral implican concepciones so- paraambostipdeconvIvenciafámüiar.So-
bre la vida q u e pueden y deberían ser luci6n que pretende, ante todo, evitar que las
anaIizadas y discutidas racionalmente pero uniones de hecho hetememales y honme+
que, por lo general, ocultan sensaciones males tengan unas mismos efectos.
inmediatas de agrado o de rechazo muy En definitiva, creo insuficiente ofrecer
arraigadas en la persona que impiden en- una solucidn juridica a las parejas homo-
trar en el terrero de lo discursivo. De ahí sexuales únicamenw encaminada a buscar
que los grupos pollticos se resistan mucho un estatus jurídico con el mlnimo de interfe-
a la hora de conceder derechos que nor- rencias @les en la actual regulación dvid
malizarÍan la vida de muchisimas personas, de la fmdia. Porque,entre otras cosas, su-
porque las razones electorales les aconse- pon& dejar sin resolver el verdadero nú-
jan ser precavidos a la hora & regularizar cleo del problema, bdhnternente recogido
estas situaciones. Además, desde una pers- por Talavera Fernández, a través de tres
pectiva sociol&gica,hoy todavía la pareja cuestiones esencides:
¿Puedeo no existir una auténtica 08 hasta el momento no ha tenido lugar en
fectio mu&alis entre personas del España, tanto en el ámbito social como en
misma sexo? el legislativo, atendiendo a los criterios
pueden o no constituir una unidad fa- m6s expertos de psic6logos, pedagogos,
miliar dos m n a s del mismo sexo, educadores especializados,etc., sin perder
lncluso con menores en el hogar? el norte de que no hay un derecho de
¿Esla heterosexualidad un requisito adoptar en ninguno de los casos (parejas
esencial de toda convivencia en pa- casadas, no casadas hetero u homosexua-
, reja para que pueda ser reconocida les, etc.). El argumento es justamente el
por el derechoP contrario:son los niños los quc ticnen de-
Mas al15 de los problemas jurídicos recho a crecer en un &&ib familiar ade-
que pudieran darse, la distinción entre es- cuado, el suyo propio u otro alternativo.
tos dos tipos de convivencia y su diversa Por tanto, debe ser el superior interés del
regulaci6n responde m& a motivos ideoI6- nlHo y no otra cosa o criterio el que, ca-
gicos que & otro tipo, ral y como lo sugie- suísticamente, aconseje que ese niño o
re el revueIo social y politico que niña concreto con sus derechos y necesi-
desencadenó Ia aprobacibn de la Ley ,Foral dades, sea acogido o adoptado, con inde-
Navarra 6/2000,al recoger la posibilidad pendencia de que lo sea por una pareja
de las parejas homosexuales de adoptar, casada, una pareja de hecho heterosexual,
actualmente recurrida ante el Tribunal una pareja homosexual o por una persona
Constitucional. Normativa que, por otro individual. En este sentido, de igual mane-
lado, estarla en la línea de iduencia de la ra que la normativa de proteccidn de me-
Resoluci6n del Parlamento Europeo, de 8 nores viene siendo aplicada en los casos
de febrero de 1994,sobre igualdad de 10s en que un niño o nuia o varios hermanos
derechos para homosexuales y lesbianas. son solicimdos en acogimiento o en adop-
La cual en aras & evitar la discrirninacidn ci6n por parejas heterosexuales, casadas o
de la que por raz6n de sexo pudiera existir no; debiera existir ia posibiidad legislativa
en las parejas homosexuales,sugiere la po- de que las parejas homosexuales pudieran
sibilidad.de *ser padres., dciopm o .criar acoger o adoptar, dejando en manos de los
niñosdi. expeaos sociales, como ocurre en el resto
No cabe duda cle que el terna de la & los supuestos,que valoren y decidan en
adopu6n de menores por parejas homose- el caso concreto si van a quedar garantiza-
xuales es y seguir5 siendo objeto de con- dos, en ese concreto ámbito [amiliar susti-
troversia. Por mi parte5*,considero que en tuto, el superior interés del niño, así como
el a s o de las parejas homosexuales debie- sus necesidades de afectividad, su derecho
ra darse un debate abierto y plural que a la educación, su desasoiio y madurez
(1) Para esas comparaciones, asi como en h anteriores, hemos utiluado datos pmed«i~csde h Esta-
dirWjWi&d~~, anejas a las Me- m1 Cowfi GsnsraldslWJudkiai; y otros del I3uyasrat. Slatisiiqms
d~base ab la GammarnmtB.
(2) Cfr. ROJASMARCOS: Lapa* rok~ Madrid, Espasa Calpe, 1994 @p. 79 y SS).
queesiáenelmigendelpmcesodehomi- padres; Cstos educaban a aquellos prepa-
nhacibn; cultural porque está sometida a rándolos para el mundo del trabajo en el
las variaciones (ch&&as) & la evohia6n seno de la familia (o casándolas, si eran
h i s t 6 a i c a y ( c i n a o n i c a s ) ~ ~ & d e m mujeres); por su parte, los hijos mantenían
~ ~ e n l a s d R r Q s a sy cuidaban ~ a los padres en su vejez. Estas
Lo que indican los datos empincos, en funciones familiares, salvo algunas excep-
Occidente,es: dones, han desaparecido en la actualidad:
Una modif1caci6nde los papeles en entre padres e hijos se establecen relacio-
el seno de la familia nuclear (ten- nes menos estereotipadas tradicionalmente
dencia a la familia simétrica: mayor por la necesidad, pero probablemente más
igualdad en el reparto de los pape- intensas, inspiradas cada vez más en las
les familiares y crisis de la imagen afinidades o el afecto reciproco, y menos
tradicionaldel padre). '
en el sentido del deber derivado de los
Un proceso de flexibilizacidn del vínculos de sangre; En un pasado todavía
modelo matrimonial indisoluble reciente era habitual que estos víncuios
(expansidn del divorcio). contribuyeran, más que hoy, a plasmar la
La aparición de nuevos modos de identidad personal y el sentido de perte-
convivencia (familias reconstituidas> nencia de los individuos.
o bien otro tipo de uniones que pug- Por otra parte, es evidente que los hijos
nan por lograr el reconocimiento so- suponen hoy una carga económica que an-
cial: uniones de homosexuales, o tes no tenían. Tampoco se espera habitual-
parejas h e t e r o s d e s de hecho, sin mente de elios que constituyan el apoyo
víncuios jufdicos ni reiigiosos. para la vejez & los padres. T & estos ras-
Desde la perspectiva sociológica, y en gos de las sociedades modernas hacen me-
el área de la familia, estos cambios conlle- nos atractiva la idea de paternidad en el
van los modernos procesos de seculariza- Occidente desarrollado: un indicador evi-
ci6n y heterogeneidad valorativa (el dente es la caída de la tasa de natalidad
-politeísmo de valmes- weberiano), propios (aunque no se deba solamente a esta causa).
& las modernas Soaeclades pluralisms. De este fendmeno se han hecho diver-
E1 aspecto m5s visible es la resistencia sas evaluaciones. Algunos autores sostienen
-más clara en Ias generaciones j6venes- a que Ias motivaciones son predominante-
aceptar el compromiso conyugal como un mente econ6micas y claramente e@&. EL
acto definitivo e irreversible. Pem no es el envejecimiento -ya paten* de las socieda-
único: Hay que conceder su importancia al des desamiladas seria un simple síntoma ex-
signifcado social que tiene la evoluci6n en temo de su decadencia moral. La educaci6n
el interior de la pareja de los papeles entre es L primera respmsabiidad de la familia y
los progenitores; No s61o en el sentido de debe cumplirse al abrigo de la convivencia
una mayor simetría en el reparto de los po- con ambos progenitores. La propia disminu-
deres y las tareas en el interior de la fami- ción & la impomncia del papel de padre di-
lia, sino tambikn en lo que afma a la crisis ficultaría la construcción social de la identidad
de la imagen del padre recibida de con- de los futuros miembros de la sociedad.
cepciones más patriades. O m esliman que el juicio anterior está
condicionado por una visi6n patriarcal de la
sociedad:el hecho de ser progenhres bioló-
¿HACIAUNA NUEVA CONCEPCI~N DE LA
PA~RNIDAD?
gicos no gaxmtiza que cumplan su misi6n
educadora. Y la menor dependencia de los
En el mundo moderno ha perdido impor- vUlculos meramente biol6gicos puede per-
tancia el contrato social que unta a hijos y mitir un mayor espacio para el desarrollo indi-
vidual. En patticu1arl consideran positivo, riables individuales. 'pero la inestabilidad
incluso para los hijos, ci hecho de que se de la pareja no es un mero hecho de rela-
separen las parejas mal avenidas: la con- ciones interpersonales dificiles. Es un he-
flictividad de la pareja impeduía el cumplí- cho social (en el sentido d e Durkheim)
miento & su misi611educadora. que ha de ser +cado por causas d e s ,
Los p t i d a i a del primer phteamiento oomo un productode múltiples facmes. Pero
piensan que sólo un hogar estable g a m n h ia tambik es posible una aprdmaa6n de .so-
continuidad necesaria para el crecimiento ciologfa comprensiva. Weber) que pretenda
adecuado de los hijos, y subrayan la conve- acercarse al sentido que dan a sus acciones
niencia del sacrificio de los p h , si fuera ne-
los actores sociales.
cesario. Quienes apoyan la segunda posaira La crisis de la pareja contemporánea
+enen que la estabiiidad, por sí sola, no tiene su -nicho ecol6gico*.La transforma-
--
implica (en casos de infeiicidad pernmnente ción & la famiiia patriarcal y extensa en la
delapmjao&viokncia,porejemplo)una famüia nuclear moderna, como resultado
situación familiar hvorable al sano dsam110 de 10s procesos de industrialización y ur-
de Ios hijos. La desgracia vital & una pmeja banización; Ello implica consecuencias: En
desunida bajo wi mismo techo tramnitih a lo que afecta a las relaciones psic016gicas
de la pareja, la familia nuclear cs un
la siguiente generad611sentimisentimientosde ansie
dad e insegurPdad La qmación es pr&ibIe to reducido donde las disidencias afectivas
al menos crmw .malm,tanto para los hi- adquieren especial resonancia.En este &m-
j como para l a padres.
a bito reducido de relaciones, bajo presiones
Quien pretenda, en esta controversia, y confiictos de cualquier tipo (externos o
buscar algún tipo de orientación empinca- internos) la intensidad de las desavenen-
mente funda&, antes & generalizar tendria cias se acentaa y produce tensiones que
que p h m m e inmmgantes sobre la situaci6n perfdan el tono de la a l t u r a de la pare*
subiguiente a la sqmad6n: la sinración p en nuesm época. Esta cultura de la pareja
via, ,jmplicaba una dais de violencia fisica o gravita fundamentalmente sobre la gratifi-
psicd6gica en grado notable?,¿quérepresenta cación afectiva: Desprovista de otras fun-
ser educado por un solo progenitor, o por ciones sociales, propias de otras edades, la
uno que ha encontrado una nueva pareja?, vida familiar se centra en la ueaci6n de un
ic6mo es h relación entre l a hijos y el nuevo
ambiente cálido,refugio de altas expectati-
miembro de la -a (si lo hay)?, p%mes la
vas emocionales. Pero la vida sentimental
relación con el cónyuge ausente por parte del de la pareja puede resultar una liase &ma-
niño y del otro cónyuge?, se crece con-
siado frágil para las altas expectatims que
viviendo con h ~ t r o so ,con niños que sobre ella se depositan.
no son^ Así,el Ideai de felicidad en la esfera pri-
En consecuencia, parece un a prior? va& se ha convertido en la utopía de las
empíricamente poco fundado el pretender, m&- sociedades liberaies. Estimamos
en todos los casos, y *porei bien de los hi- que es faisa la caracterizaci6n que suele ha-
jos*, que es preferible la separaci6n o la no cerse de la modernidad tarda como etapa
separaci6n & los padres biol6gicos. cultural que ha perdido sus utopías. Lo que
ocurre es que la utopía parece haber cam-
jCRISiS DE MoTIVACI~N Y LEGITMACI~NDEL biado & l u p soaal y haberse refugiado en
MATRIMONIO INDISOLUBLE? lo priva&-afectivo: El Qcito pilblico -otra
forma de feliudad en el imaginario humanw
Las propias parejas, cuando una crisis in- no esta al alcance de todos.
terna se manifiesta, priman (al igual que 10s Por su parte, los sujetos de esta pareja
psicoterapeutas y gsicologos cllnioos) las va- contemporánea, en un contexto de socie-
dad exterior competitiva y relativamente apunta hacia una ideaiización de la fami-
inh6spita, se toman especiahente sensi- lia), sino la crisis -parcial- de un modelo
bles a la frustracibn de sus expectativas familiar basado en el matrimonio indisolu-
emocionales. En especial, experimentan ble. La acepmcibn, social y jurídica, del
una seria dificultad para acepmr como de- matrimonio como *instituciónMgib parece
finitivo e1 fracaso de sus esperanzas de gra- constituir una valvula de escape para que
tificación afectiva -lo que sin dificultad cl sistcrna basado en la familia nuclear, a
puede ir unido a una ciem banalización largo plazo, siga funcionando.
de las relaciones sentimentales: esta vida
sentimental concebida como felicidad
compensatoria no deberá exigir demacia-
dos sa&cios-. Tal imagen idealizada de
la relaci6n puede ser el caldo de cultivo de Pese a la multiplicidad de situaciones que
la desilusión; más aún del resentimiento y pueden darse, seria ingenuo tratar de igno-
h ruptura. rar que los procesos de desvertebraci6n fa-
Pero si no es posible el logro de la fe- miliar son dolorosos la mayoria d e las
licidad en el primer intento, de mayor o veces, y que producen costes sociales, es-
menos duraci6n, ipor que excluir la posibi- pecialmente para los hijos: jes posible cali-
lidad de un segundo ensayo, antes que re- brar en qué condiciones la ruptura famüiar
nunciar a la utopía de la felicidad posible? implica menos costes para las generacio-
Así, la concxpá6n tradicional del matri- nes siguientes?,¿hasta d6n& se extiende el
monio indisoluble experimenta una erosión influjo de los padres biolbgicos?, ¿dicen
en las modenas sociedades occidentales, se- algo a este respecto las investigaciones
cularhdas y constitui& bajo el ideograma empuicas, de tipo clínico o s o U o l 6 g i ~
de la libertad en la vida privada. El proceso El conocimiento del desarrollo infantil
& flexibilhci6n de h modelos de familia es reciente y se ha orientado especialmen-
(divocio, mmtituci6n Eamiliar) aparece y te por la noci6n del co~nplejode Mip.
tien& a extenderse en el marco social de las Esta teoría está cimentada casi exclusiva-
sociedades pkiralistas. Lo mismo puede de- mente en el impacto que los padres ejer-
cirse&lasensayosdeotrostiposde=hoga- cen sobre los hijos: particularmente en la
resa que buscan un nuevo reconmimiento relación triangular de amor intenso, atrac-
social (uniones de hecho, parejas homose- ción sexual, rivalidad, hostilidad y celos
xuales). que se establecería en la infancia entre el
U
Con vocabulario prestado (de Haber- hijo o la hija y el padre o la madre. La su-
mas, en diferente contato) podriamos decir peraci6n saludable de la dinámica edipica
que la cricis & la conoepcidn tradicional y se convierte en la piedra angular de la con-
religiosa del matrimonio es no 5610 de moti- figuración sexual del niño, así como de la
vación (entre las parejas en d c t o ) , sino formaci6n de los sentimientos de confian-
también de Iegitimaci6n sociai: la legislación za e iniciativa. B buen desenlace de este
no hace sino ratificar un cierto consenso drama depende, en buena medida, de que
social. Los cambios de actitud hacia las exista una relación personal armoniosa en-
rupturas de la pareja -incluso por parte de tre el padre y h madre, y de la afectuosa
quienes no son favorables a la ruptura- disposición de éstos hacia sus hijos. Sin
constituyen uno de los indicios & la ten- embargo, esta teoría presta nula atención a
dencia general a sustituir valores tradicio- la reciprocidad entre el nifío y los padres,
nales de referencia. o el medio sacial en que vive. Al utilizar un
Ahora bien, sociológicamente ello no modelo causdefecto estrictamente unidi-
implica una crisis & la familia (más bien reccional se ha orientado el pensamiento,
con una cierta exclusividad, hacia la idea clínicas, y por otro, Ios estudios sociol6gi-
de que los padres son los -únicos* respon- cos sobre el tema.
sables de1 sano desarrollo psicoldgico de Los estudios clíícos subrayan los re
Ios hijos. suItados negativos y problem&ticosque la
Lo cual puede ser un buen punto de separaci6n de las @es ejerce sobre los hi-
partida para una necesaria terapia, o para jos. Sus concitisiones, en general, son pesi-
la investigacibn clínica. Pero los nuevos mistas. Sin embargo, la atención que
modeIos de familia (rota o reconstituida) múltiples estudios sociolúgicoshan prestado
en las sociedades modernas, desafían en al tema, e q m i d m n t e desde los años sesen-
algunos casos la validez universal de los ta, muestran consecuencias más positivas.
modelos apuros* psicodinámicos, funda- Una explicacidn inicial de esta dispari-
mentados en la familia biolbgica intacta dad se puede encontrar en el hecho de
(padre, madre e hijos). Pese a ello, cabe que la investigación clínica esta necesaria-
sospechar que la presencia de otras perso- mente sesga& por e1 tipo del material sobre
nas importantes para su vi& pueda ser tan el que trabaja. Analiza casos particulares (o
relevante en la constitución psicológica del experiencias obtenidas en pequefios gru-
pequeiio como la relaci6n edípica trIangu- pos) de hijos de separados, enviados al
lar. Una perspectiva psicol6gica que nie- psicoterapeuta familiar precisamente por-
gue (o eluda) los efectos & la relacidn de que se estima que 10 necesitan.
los niños con su entorno personal (consti- Las investigaciones de la sociologia
tuido o no por sus padres biológicos), ig- empírica, en cambio,comparan el desame
nora el papel de los niños como actores lio psicológico de grupos mas vastos de ni-
sociales: El niño está lejos & ser un ente nos o adolescentes, hijos de separados,
pasivo; por otra parte, los padres no son con el de sus coetáneos, hijos de parejas
los únicos actores capaces de conf~gurarla unidas (teniendo en cuenta factores como
personalidad del niño: Es preciso un an& la edad, sexo, condiciones ambientales,
sis detallado de la realidad (lejos de las etc., que hagan los casos homologables).
condiciones de la *familia ideal*) y de la
pluralidad de las situaciones subsiguientes.
HWERIENCIAsNUA
;mASQUE ATESTIGUA LA
INWTIGACI~N CL€MCA
RESIMEH. Las guerras y las plagas han sido durante afios las causantes de la creación
de Eamilias monoparemies, con un =lo progenilor al frente. En los alhiw del siglo
m,sin -o, el perfiI del cabeza de familla monoparental es el de una mujer se-
parada con uno o dos hijos a su cargo. Las viudas y madres solteras han pasado a ocu-
par el segundo y tercer puesto mpedvamene. L transición no h sido del todo
pacífica. a l a evoluci6n ha sido tan ápida que la familia no ha podido a d e c u m a las
nuevas realidades. Atiende mal a muchas de las demandas que se le &n haciendo
d e d e la &edad &m, critica Emique González Duro,estudioso de las v e r -
cusiones e l e s en Ia salud. El punto & mira & los sociblogos y l o psiquiatras
~ son
los nifios, la parte más débil de la familia. @no viven dos estos cambios?
TABLA 1
Hogores manoparmtrales europeos
TABLA 1
Estructura & la redfamiliar s8tI.n el n t i m m degeneracionesde los neiclem
c m p g a k (&m-&& y cónyuge) de rsna PniLeStra represmtatfvade los hogares
de la Comnidccd de Madrid y &'pos de bogaves m ¡os que uim el entr&ado según
el n J m de generaciones que conviven en el mismo bogar. En porcentajes
Visto desde la pmpedm horizontal & retrasado también cada vez m& en el tiem-
las dadones .familiarec,h prolongaci6n & po, por lo que en 1991 la proporcidn de
la vida y la d& de la natalidad que han hermanosvivosquetenEanquienesseencon-
acompaildo a la tmnsici6n demogdica han traban en sus 70 años era, cumo media, la
tenido como consecuencia una reduccih misma que los que se encontraban en la
del número medio de hija habidos, lo que treintena. No obstante, las generaciones pos-
significa, como se ver5 m& adelante, una r e teriores han visto reducir sistemáticamente
ducci6n del número de famüias numerosas y su número de hermanos,aunque la inmensa
un aumento del número de #familiasreduci- mayoría de la poblaci6n tiene,al menos,un
~ ~ 0 3 ~ 0 s ) , ~ ~ e r o n 0 & d e ~ a s . f ahermano m i - o hermana (ver tabla n).
lias mlnimasm (solamente 1 hijo). Pero, al El efecto combinado de la caída de la
prolongarse cada vez m h la vida, la e q e natalidad y la prolongación de la vida ha
r i e n c i a & l a ~ d a d e u n h e r m a n o s e h a hecho que la estructura de las redes fami-
iiares, utilizando un símü vegetal, haya pa- estructuras de las redes familiares (no así
sacio de tener una estructura en forma de de los hogares, ni de las formas familiares),
-berenjena-a tener una estructura en forma al reducirse drásticamente el número de fa-
& -guisante- entre las nuevas familias es- milias numerosas y desplazarse la inciden-
pañolas. Este proceso ha comportado ade- cia de la mortalidad a edades cada vez más
m á s una reducci6n en la variedad de las tadas.
TABLA 11
Indicadores sobre el tamaño de la red cwiicaly cola&raldeparentesco
s@n la e h d y el seim, del enh-aiiskzdo en 1991
GR~ICO
I
Evolución de la e& media a i p r i m matrimonio de hombres y mujeres
dicranfi d siglo xx.Medias quinqueptaks
.. " - .
m---m-----
- - -1
--
1901- 1906. 1911. 1911. 192i. 1828. tal. 1WS. 1841 1816. 1851. 1-
-
1981. 1 m - 1871- 187& 1gBI- l B & l S 1 -
iem iaio ieis i g a 1 8 s 1 8 3 iw isto rw5 im im iwo $985 1870 i w ~tgen 1985 1990 1 9 s
- 1
1mE W ~ A T(varia a->:
Pumtt:J. Diu NICOLAS. Statiswuw; dBmqmphiqs68s.Luxemburgo.
TABLA 111
Porcentaje deparejas que ytm m una unidn de h ~ b o
se@n tramos de edad, 2954
Leyenda: El 31% & Las cuyo I n h n t e iicnc entre 16 y 29 aka mn UM u n i h de heclia en 1994 E1 63%resiantc esin
unidos por el vinulo mauimonhl.
Fuente: Eumn S o c l a l P o W VWcrops. Iiaernbugo, 1W.
M&m &toa del Pmicl ak H-S da la ü n h Eutq&a y
W M ~ S u n s y o 1995
n h&&.
~
GRÁFICO 11
Porcentaje de mI&mde m&sde 40a- en 1991
La razOn de este proceso, como ha e+ e s t a b i h s e a continuaci6n alrededor de
denciado Cabré (1993), se debe ante todo este valor, mientras que la media de la
a la relativa escasez de mujeres (o abun- Unión Europea se situaba en 1995 e n 1,43.
dancia de varones) derivada del mayor nfi- Dado que el ISF se calcula a partir de la fe-
mero de nacimientos de niños varones que cundidad por edades (ntimero de naci-
ya no se ve compensado por la sobremor- mientos según la edad de la madre) en un
talidad masculina, por lo que Uega un ma- año determinado, este indicador no refieja
yor número de varones que de mujeres a la biografía reproductiva real de las muje-
Ia edad matrimonial, así como par la caída res, sino, a imagen y semejanza de la espe-
de 1a natalidad, quc ha venido acompaña- ranza de vida, qué es lo que pasaria si .el
& de un aumento & la relación de mascu- comportamiento reproductivo no cambiara
linidad & los nacimientos (de 105 varones en el tiempo. En este sentido la evolucidn
por cada 100 niñas a 107, a partir de la caí- en el tiempo del índice sintetico de fecun-
& de la nataiidad en la segunda mitad de didad refieja tanto la caída & la fecundi-
los setenta), y por un deficit de mujeres al dad como el retraso en el calendario de la
tender los varones a casarse con mujeres misma, fenomenos ambos, junto con la
alrededor de tres años menos d e edad. concentración del periodo en el que se tie-
Este déficit, lejos de traducirse en un au- nen hijos, que caracterizan el comporta-
mento & la nupcialidad y una reducción miento reproductivo en la actualidad. Las
& la mhabitacidn, como predecía Cabré, mujeres están optando en la actualidad por
se está traduciendo en un aumento siste- formar pareja más tarde y tener un menor
mático de la soltefia. nfimero de hijos, tenerlos más tarde y mas
juntos. Pero, iswca esta caída de la na-
LA O P C I ~ NPOR LA PROCREACI~N talidad que una proporción cada vez ma-
yor de parejas renuncian a la formación de
Como es sobradamente conocido, la nata- una familia?gignifica que las nuevas gene-
lidad ha descendido hasta niveles no sblo raciones ya no quieren tener hijos?
&sconocidos en el pasado,sino que junto Si atendemos a las representaciones
a Italia y Hong Kong es la más baja de ideaies, podemos observar que la renuncia
todo el mundo, situandose, por tanto, por a la tenenda de hijos no es un vaIor que se
debajo & todos los demás países & la UE. haya extendido a lo largo de la sociedad y
El indicador demográfico mas habitual el ideal de tener dos hijos está firme y uni-
para medir este proceso es el fndice Sinbé- versalmente establecidÓ en la sociedad es-
tfco de Fecundidad, expresado en térmi- pafiola y no solamente entre los mayores,
nos d e p ú m e r o d e hijos por mujer e n sino tambien entre los jóvenes. Más aún,
perlodo fertil, y que mide el número de hi- lejos de disminuir el número ideal & hijos
jos que una cohorte determinada & muje- que debe tener una familia, éste ha au-
res tendria si a lo largo d e su periodo mentado, tanto desde un punto d e vista
reproductivo alumbrara el número de hijos abstracto como desde el punto de vista
que nacen en un aiio determinado, tenien- personal (número deseado) y la propor-
do en cuenta la edad & la madre a la ,que ci6n de los que declaran no desear tener
lo hacen. Así, si a comienzos de los años hijos ha disminuido igualmente. Así, si a
ochenta el número medio de hijos por mu- comienzos de los ochenta el número ideal
jer se situaba en torno a 2,1,nivel necesa- de hijos de una familia entre quienes eran
rio para garantizar a Iargo plazo el potencialmente padres (18-45 años) era de
remplazo generacional y la estabilidad de- 2,35, sin diferencias significativas entre
mográfica, e n 1996 este indicador habia los sexos y poco apreciables según la
descendido hasta un mhimo de 1,15 para edad (Toharia, 1987,p. 47), a mediados de
los mverita dicho número ideal *para una taban ligeramente su peso -del 31 al
familia en este p a b había aumentado has- 36,5%- (Eurostat, 1999, pp. 110 y SS.).
m 2,64,mientras que la proporci6n de los Esta tendencia tan clara hacia la .familia
que declaran no desear tener hijos se eleva reducida* no es ni muclio menos común
sólo a1 55% entre quienes tienen 18 a 29 a los demás paises de la Unión Europea,
años y no tienen hijos, aumentando con la a pesar de conocer tambMn una natali-
edad, sobre todo entre Ias mujeres, cuanto dad muy baja. Así, los nacimientos d e
m& se acerca el fin del periodo reproduc- primer orden s610 ganan peso en los pai-
tivo sin haber tenido hijos (CIS, 1999. ses del sur (España, Portugal, Italia y
En el plano d e los comportamientos Grecia) así como en el Reino Unido, Ir-
redes, de la opci6n efectiva por la forrna- landa y Paises Bajos, esto es, e n 7 de los
ci&nde una familia, la realidad queda lejos 15 paises de la Union y s610 en Portugal,
del ideal, pero los datos disponibles evi- Italia y E s ~ ~han
M llegado a representar
dencian claramente que la renuncia a la te- más de la mitad de los nacimientos. Por
nencia de hijos no es una nueva tendencia otro lado, los nacimientos d e tercer y
que esté cmergiendo con fuerza en la so- cuarto orden no disminuyen ni mucho
ciedad española, por más que el número menos en todos los países y así s610 Ita-
medio de niños que tienen las nuevas fa- lia y Espafia d e entre los grandes países
milias este disminuyendo. Tal como puede d e la UE conocen una disminucion (y
observarse en la tabla V, las opciones de muy acentuada) de los hijos de estos ran-
las nuevas familias españolas se decantan gos, aumentando su peso incluso en Ale-
daramente a favor & una familia ~reduci- mania (0,2 puntos porcentuales e n los
da*, renunciando, sobre todo, a tener un noventa) y el Reino Unido (0,l puntos
mayor número de hijos. En la última déca- porcentuales) e incluso muy por encima
da, e1 número de familias con tres o más del punto porcentual en los países escan-
niños ha descendido & forma sistemática dinavos (1,5 e n Dinamarca, 2,7 en Suecia
y acentuada hasta representar s610 un y 9,4 e n Finlandia) (Eurostat, 1999, pp.
10% de las familias con niños (menores 110 y SS).
de 14 anos), mientras q u e el ntinlero de La extensión del modelo de -familia
parejas con un hijo ha conocido el proce- reducida. y *familia mínima. entre las
so contrario llegando a representar un nuevas familias españolas no significa,
43% de las familias con niiios. Las fami- sin embargo, una renuncia a la procrea-
lias con dos hijos sigue siendo no s610 el cidn por parte de las nuevas generacio-
modelo ideal más extendido, sino tam- nes, pues a pesar de que el ndmero d e
bien e1 m5s frecuente en Ia realidad Fami- hogares formados por parejas sin niños
liar del pasado reciente así como de la está creciendo rápidamente, detrás d e
actualidad, aunque su prevalencia parece esta categoría se encuentran realidades
estar disminuyendo. Estas mismas ten- muy diferentes. Dado que se trata de es-
dencias pueden observarse tambien si se tadlsticas de hogares y no d e familias,
analizan las series históricas sobre la na- esta categoría recoge tanto a las parejas
talidad según el rango. Así, la proporcidn que no tienen hijos, bien porque han op-
de nacimientos d e primer rango ha au- tado por no tenerlos, bien porque estan
mentado de forma continuada (del 43% postponiendo la formaci6n de una fami-
e n 1980 al 51% e n 1995) al tiempo que iia, como aquellas familias en las que los
disminulan de forma particularmente in- hijos ya se han emancipado. De acuerdo
tensa los nacimientos de rango tercero o con los datos proporcionados por el Pa-
superior (de1 26 al 12% en igual período) y nel de hogares de 1393,la mitad de estos
los nacimientos de segundo orden aumen- hogares estarla formada por parejas en
las que al menos uno de los miembros cie- SS.).Estas condusiones seven confirmadas
ne 65 o m b años, por lo que es de supo- también si comparamos el tamaño de las
ner que una parte importante de estos familias de las mujeres en período f e d (15 a
hogares esta. formada por parejas de ma- 49 años) enlre 1987 y 199, como figura en
yores cuyos hijos se han emancipado. la tabla MI: la proporción de mujeres al-
Más aún, si se analiza la descendencia guna vez casadas que han renunciado a
final de las generaciones, la proporción la maternidad se encuentra claramente
de mujeres q u e no ha tenido hijos es por debajo del 10% y ha disminuido in-
baja (alrededor de 4 a 6 puntos porcen- ciuso en la última década y media, perío-
tuales por encima de la proporción de do precisamente en el q u e la natalidad
solteras de dichas generaciones, que si ha descendido tan acusadainente. La re-
además se toma en consideración la es- nuncia a la tenencia de hijos por parte de
terilidad fisiológica significa que la op- las parejas no es, por tanto, un rasgo ca-
ción por no tener hijos es muy rara) y racterístico de los nuevos proyectos de
apenas si Iza variado entre la generaci61-1 vida en pareja, ni u n fenómeno social
de las nacidas en 1940 y las nacidas en emergente, como tainpoco lo lia sido en
1960 (del 8 al lW), una proporcion muy el pasado reciente (Muñoz Pérez, 1995,
inferior a las de otros paises de la Unión p. 521, aunque hay ciertos datos q u e
Europea con mayor natalidad y mayor apuntan en dirección contraria (véase ta-
número de nacimientos de orden tercero bla VI), que es preciso, no obstante, inttr-
o superior alrededor de1 22 al 26% de pretar con cautela. La caída de la natalidad
las nacidas entre 1955 y 1959 en Alema- deriva así mayormente de la- extensi611 de
nia, del 17 a1 19% en el Reino Unido, los la =familia reducida. y de Ia postposición
Países Bajos y Finlandia o 13% en Dina- de la edad a la que se comienza la biogra-
marca y Suecia- (Euroctat, 199, pp. 120 y fía de pareja y se forma una familia.
TABLAV
Evo!ttc~nde Ios hogares espafiolessegtín su cumcte~6tcmfwmfI&t&s
La emergencia de 1% uniones no ma- cuente era tener un solo liijo (55% de las
trimoniales como forma de vida en pareja que tenían hjos, más de dos (2i%) o nlis
apenas ha influido en d descenso de la na- (18%) (INE, 1993, p. 3601. La Encuesta. de
talidad, en primer término,por su escaso Feci~~zdidad y Familia del CIS también
alcance; por otro lado, porque una parte confirma esta conclusi6n: el 51,5% de las
importante de quienes iniciaron su biogra- personas que conviven en una uni6n no
fia de pareja mediante una uni6n de hecho matrimonial n o han tenido hijos y de las
se casaron con la llegada del primer hijo y que los han tenido, lo más frecuente es ha-
por último porque tampoco entrañan ne- ber tenido un hijo (51%) mas que dos
cesariamente la renuncia a la procreación, (26%) o mas (CIS, 1995). Por otro lado, a
por más que esta sea la simacien más fre- medida que la convivencia se consolida en
cuente. Así, en 1 9 1 e1 51,5% de las unio- el tiempo y es la forma en la que se inicia
nes consensuales no tenlan hijos y entre la biografía de pareja, este tipo de parejas
las que tenían hijos, la situación más fre- tienden tambien a optar por tener l-iijos.
TABLA VI1
Ndtnero de hijos nacidos u i m de Iws mzqeres de entre 14y 49 aHos*
segJn sti estado civil en 1985y 1999
GERARDO HER-EZ (9
RODR~GUEZ
(3 Universidad de h b - m h .
(1) MAYORZ m ~ o mF.:
, mabs pdía?m. G&(axfa G W n k t g Cfmh de k t o t p i s , lW,
130
Es nuevo y hay que partir de planteamien- en adelante] conlleva una serie de proble-
tos innovadores Para eSt~~cmrar social- mas derivados de la precaria situación de
mente las nuevas tendencias de la muchas mujeres, que esth o solte-
pobhci6n. ras y, al no haber participado en el merca-
d o laboral, carecen de los recursos
En cualquier caso, cada vez í~abráun suficientes para hacer frente a su más que
nfimero mayor Pasons con edades su- probable situaci6n de dependencia.
periores a 10s 65 afios las cuales, habiendo
Superado su etapa de actividad laboral, de-
mandarán una integración plena, más ser- IMAGEN SOClAL DE LA ANCIANIDAD.
v i c h asistenciales y el respeto y disfrute & Lejos están ya los tiempos de la Guerra Eum
sus derechos. En definitiva, un amplio hori- pea o Primera Guerra Mundial, en que po-
zonte para la intervencibn socioeducativa. dia leerse con naturaiidad la noticia de que
ia considerabie supremacía cuantitati- un tranvía & mulas habh atropellado a un
va de las mujeres sobre los hombres en el anciano de 40 años en la Puerta del Sol de
peso demograSico es nota aracterfstica co- Madrid, o que en las noveIas de Armando
mtín en todos los datos es~&cos referi- Palacio Valdés o Juan Valera encontrára-
dos a 1215 e&& r& avanmdas; tratándose mos frasescomo *Habíacumplido 55 años,
de &es avanzadas, el Cetaro & P o ~estaba ya en la edad provecta. o .Era un
de 1991 presentaba un panorama en que las mairimonio ya mayor, él 60 y ella 50, que
mujaes & más de 80 aiios doblaban en nú- estaban ya en los umbrales de la vejea, o
mem a los varones de esa misma edad. En que el Dr. DanieI Sgnchez de Rivera, en un
eI presente año 2001 y se@n las previsio- manual de divulgau6n escribiera en el año
nes, el nfirnero de mujeres mayores en Es- 1924 (entonces se consideraba que la vejez
paila superará en más de 1.000.000 al de llegaba a los 50 años) y refiriéndose a las
los hombres. nuevas nupcias entre personas de esa
Por lo tanto, esa diferencia en la mor- edad, que:
talidad M u y e negativamente en las muje-
res, pues multiplica sus posibilidades de Los matrimonios en la vejez... no son sino
pasar viudas los últimos aiios de sus vidas, torpes maquinaciones de la senilidad o lla-
maradas,prQrimas a extinguirse, de una se-
ya sea solas o dependiendo de sus hijos. xualidad en loB linderos de lo patológico?
De este modo, el sistema de uansmisidn
patrimoniai, la escasa participación fuera O finalmente, que el higienista Angel
del hogar cuando estaban en la edad acti- Nonmeneu fijara en 1927 una curiosa regla
va, la menor cuantla & las pensiones & sobre la frecuencia en lo que se liamaba el
viudedad respecto a las de jubilacion, la uso del matrimonio:
mayor morbilidad, etc., presentan un cua-
dio muy diferente de la vejez para 10s sec- A los 50 arto5 deben reducirse a dos los
tores masculino y femenino. acoplamientos por mes, a los 60 una vez,
la feminizaci6n & la ancianidad y so- para recomendar el silencio completo de
bre todo,& ia ancianidad eleva& (80aiios la p i 6 n amorosa en pasando esa edad4.
(13) R ~ D R ~ GCADRERO,
U H Z G.(cmrd.1: Laprotec& social de ka deprmukncia.hIadrid, Ministerio de T n h -
jo y Asuntos SocIale~-I~RSO-Uniwr~id3d de A I d 5 de Henares, 2.000.
(14) F M I G H ~M., A.: .Undersianding h e family coping witli Alzheimer's disease., en Clinialgei-ontc-
lo#. A A-& to asasWandin&nmztion.T.L. Brink Ed., 1p!&.
edad. Lo que subjetivamente puede contri- y de la sociedad es el amor: el amor con-
buir al p m s o & envejecimiento psicolb- yugal, el amor filial, el amor humano.. . la
gico es la forma que tengamos & vivir o creación de un medio afectivo favorable
ejercer nuestra abuelidad. Los mayores en todos los brdenes; competencia ésta, en
han & acomodarse a un continuo proceso definitiva, & la familia, las instituciones y
de adaptacidn ante cambios cada vez mais la sociedad, las cuales no pueden ni deben
frecuentes y vertiginosos; ya no s61o en lo eludirla, para finalmente poder caminar
tecnoldgico, sino también e n los usos y hacia una ancianidad, que será la nuestra,
'costumbres, e incluso e n las palabras y ex- nueva y mejor.
presiones.
Hemos & tener muy presente que la
figura y funci6n & los abuelos tiene una
influencia decisiva tanto en las relaciones
del conjunto de la famüia y & sus miem-
bros, como e n las formas y sistemas de
educación d e los hijos. Lo que nosotros ADROI-IERBIOSCA,S. (cood): Mapres y Fa-
hagamos con nuestros mayores será un milia. Madrid, Universidad Pontificia
ejemplo que nuestros hijos seguirán. Jnclu- Codlh-Ministerio de Trabajo y Asun-
so, en los cuentos tradicionales infantiles, tos Sociales, 2000.
la figura del abuelo o de la abuela, cuando B m ROYO, M P T.: -La familia como ele-
aparece, lo hace siempre con rasgos y mento fundamental en la salud y en el
comportamientos bondadosos, cariñosos, bienestar de las personas ancianas., c n
entraiiables, en tanto que, frecuentemente, Revista Española de Geriawiáy G m n -
otros miembros de la familia, o no apare- tologh 1 (lwl), pp. 47-52.
cen o lo hacen de forma indiferente, au- Dfez NICOIAS,J.: Las mayores en &a Comu-
sente o negativa. nidad de Madrid Madrid, Fundaci6n
Caja & Madrid, 1.996.
H E R N M E z RODR~GUEZ,G.y MILLAN W K
n,J . C.: Andanidcsd, Familia y enfer-
En el ambito & la ancianidad -al igual que medad de Alzhetmer. La Corufia,
en tantos otros- y según el profesor Díez Universidad de La Coruña,2000.
Nicolss, la familia lo es todo; no existen las IGLESIAS DE UCSEL,J.: Iufamilia y el cambio
llamadas hienas u organizaciones interme- polftico en España. Madrid, Tecnos,
dias. Del Estado se espera todo, pero todo 1998.
se resuelve en las familiac. La familia, y en RODR~GUEZCABRWO,G. (coord.): Lca pro-
el tema que nos ocupa los ancianos, tanto teccidn social de Ira akpendencia Ma-
en lo afectivo como en lo económico cons- drid, Ministerio de Trabajo y Asuntos
tituyen el colch6n amortiguador de no po- Sociales-IMSERSO-Universidad de Al-
cos problemas d e s . caiá de Henares, 2000.
Tras el largo recorrido realizado por RODR~GUEZ RODR~GUEZ,P. eb d.: Las perso-
sus predecesores, lo que Ios mayores de nas Pnayores en Espa&a. Perws. Red-
hoy anhelan & la sociedad y de la familia procedad farniikzr.Madrid, Ministerio
en una esperanzada reciprocidad es, fun- de Asuntos Sociales-IMSERSO,1995.
damentalmente, algo que ellos han hecho - Cuidados en la vejez. El apFIY0 infor-
o dado antes.Lo que el mayor espera y m& mal, Madrid, Ministerio de Asuntos So-
profundamente desea en y de la familia, en ciales-IMSERSO, 1995.
EL MALTRATO I N F .
(9 U n i d a d Complutense de Madrid.
E Zp)
ANTONIO G ~ ~ R RESA
~ d AEduc-
m n 6 a 325 Wl),pp. 161-1SO
Fecha de envada: 01-06-2001
TABLA 1
Tipologk de los Seruich Sociala en Espafia
S~Socialesgaides
ScrvidosMales Prestadones
econ6w
Prsstaciones bdsicas y Espedfw csp*s hdMd"d3zdas
Dirigidos a determi-
Dirigidas a d a la Menor peco que
Mdos C O l e f f l v ~ premcionts en
poblacih Dirigidas a detetini-
-tia
, p, -a
propio doinicilto
del M ~ O S COICCIIYOI sc prestan icjm del
dwniciiio en Centros
esp"ie
m dirigidas a deter-
Se prestan cerca del especialidos
domicilio minados individuos/
OFpcndm dc entes colectiva en siniaci6.1'1
ptiblicos locales Dtpenden de de txtmw necesidad
públiaos y privados
Pensiones de asistencia
Infmrrtacih y
social
orientación
Rehabflltación mBdi-
mfuncionai Subsidio de movilidad
Prevención e inserción
y compensaciim
Prevención e InsercicTn
Atenci6n psicosocial
Prestadones racial Ayuda a domicilio
Penciones no contri-
F o m i ó n y/o recu- butivas
Ayuda a domicilio Convivencia familiar y peradon profesional
social Prognma de Rentas
Prtstacioncs de aloja- Estimulaci6n precoz Mínimas de Inserci6n
miento y convivencia (Comunidades Autó-
nomas)
Fuente: Jc& Barea b eje d.
papel de la mujer en casa y en el trabajo, Los servicios sociales de ayuda a la fa-
lo que supone una visión diferente del milia, sin pretender ordenar ni directa ni
hombre en el conirno familiar. indirectamente la vida privada, pretenden
colaborar en la solución de los problemas
Este conjunto de cambios que se vienen comunes, & las dificultades que padecen
experimentando de forma sensible en la la mayoría de las familias. En definitiva,
familia española desde la década de los se-
tenta,y que algunos ya entonces llegaron nos estamos refiriendo a familias con hijos
a interpretar como una crisis, temiendo a cargo, dn olvidarnos & aquellas familias
que pudiera poner en peligro incluso su que padecen especiales dificultades por al-
supervivencia, no ha tenido ni mucho me- bergar en su seno a personas enfermas o
nos esos efectos catastróficos. La familia dependientes, hijos con disminuciones físi-
representa hoy para el de los espano- cac o psíquicas, o familiares con otros pro-
les uno de los valores mñs importantes, blemas (ludopatias, drogodependencias,
por encima del trabajo, amigos y tiempo li- alcoholismo, esc.).Tambien mencionaremos
bre, religi6n y política3.
(2) JosE BAR^ TEJE~RO (direaci6n): El gasto público en seroicios S& en Ecpaha. Madrid, Ministerio de
Trabajo y Asuntos Smiales, 1597,p. 83.
(3) FRN.rctsco ANDE% ORIZOy JAVLER km (Directores): Epafia 2000, entre e¡ l ~ a l i s myo h gbbalidad, La
EtuimtW EwOpea & V a h eia SU terara @icaci6n, 1981-1999. lvladrid, Fundacidn Santa María-Universidad
de Deusto, 2.000, pp. 14 y 107-156.
la violencia en las unidades familiares, asi hablar de proteccibn a la inisrna por parte
como la atención a las familias desfavore- del sistema podía considerarse un eufemis-
u d a s y en siniación de riesgo social. mo. Con la citada Ley 26/1985 de 31 de ju-
lio, no mejoran las prestaciones familiares,
EL PASADO DE LOS SERVICIOS se contemplan prioritariamente las pensio-
SOCIALES DE APOYO A LA nes y el desempleo, y se ajusta el gasto de
FAMILIA EN ESPMA tal m& que las prestaciones familiares se
ven afectadas muy negativamente. En 1985
En el pasado los servicios sociales de apo- se suprime la asignacibn mensual por es-
yo a la familia fueron primero subsidios fa- posa y se continúa con la congelación des-
miliares (19381,Plus familiar (19451, y de 1971 & asignar 250 pesetas mensuales
prestaciones familiares con cargo a la Segu- por hijo.
ridad SociaI (196@, sin faltar ayudas no pe- Se manriene el criterio de que las pres-
riódicas y aportaciones de arácter fmlista a taciones familiares se contemplen e n el
famihas par* atender diversas necesidades, sector contributivo de la seguridad Social y
vinculadas a la Asistencia Social y gestio- no se hagan extensivas al resto. En conse-
nadas por el Instituto Nacional de Asisten- cuencia no se cumple el objetivo de la uni-
cia Social. En otros términos, en 1767 un versalización. Tampoco se tienen e n
trabajador con cónyuge y un hijo podía re- cuenta las llamadas cargas familiares que
cibir unas prestaciones equivalentes al generan necesidades y gastos añadidos, y
17,8% del salario m'niino interprofesiona14. que podrPdn encontrar acomodo fuera de
Con la Ley 26/1985 en el campo de las la Seguridad Social, financiándose con car-
prestaciones familiares se suprime la asig- go a los recursos fiscales.
naci6n periódica por c6nyuge a cargo. Lo El retraso en la universaIizaci6n de las
que sucede es que se imponen los criterios prestaciones familiares respecto de otros
económicos provocando una vez rnás que países era difícilmente superabIe. Las pres-
la historia de las prestaciones familiares taciones familiares no so10 debían ser uni-
siga .su marcha inexorable hacia la inefica- versales sino q u e se debía elevar s u
~ . el año 1985 el mismo trabajador cuantía hasta niveles inás satisfactorios.
c i a ~ En
cirado antes tenía unas prestaciones q u e -De ahí que las propuestas de universaliza-
suponían el 1,7% del salario intetprofesio- cien se completen con la limitación de los
nal. En consecuencia las prestaciones fami- beneficiarios, en funci6n de no sobrepasar
liares se encontraban casi al borde de ¡a un cierto nivel de renram6. De este modo se
desaparición. Es más, e n e1 mismo ano hace caso omiso de los problemas de las
(1985) el porcentaje de las prestaciones fa- familias, acentuando la consideración indi-
miliares sobre el total de gastos de la Segu- vidualizada de los participantes en el sistc-
ridad Social era de 1,42% cuando en 1972 ma contributivo. Los expulsados del
se alcanzaba el 19,90%. sistema contributivo eran atendidos por
La conclusión que podemos adelantar obsoletas tecnicas asistencides,como es ei
cs que las prestaciones de protecci6n a la caso de Ia vejez. e invalidez no cubiertas
familia son insignificantes en Espaiia y que por la Seguridad Social y sí por el Fondo
14) Sin ernb*rgo el compleincnto del subsidio de masrnldad establacido por el D e m 2310/1970,de 20
& agosto, con urgo a1 Fondo N a c i m l de Proteccidn al Trabajo a favor de las trah~a.donsmadres de familia
numerosa, no lo habh obtenido ninguna potencial kneficiaria, cinco años mSs tarde (1975).
(5) D ~ L T R ICnsn~o
O PCREZ: ti^ de la Seguridad SocialEspaPZda.Madrid, Accbo, 1 W , pp. 96-38.
(6) Cfr. Nora anterior: p. 97. En el afio 1987 las cifras de paro suponían alrededor del 2 M de la pobla-
ci6n activa.
Nachal&~ciaSocialyhsprestaco- polltico precedente puso en la Wtuci6n
nesqueestabkelaLey13/15i82&7&abril w1im7.
a favor de las pemnas minusválidas. Iniciada la última década del siglo m,
Las prestaciones familiares no cum- la Ley 26/1990 de 20 de diciembre y el
plen una funcidn de sustitucidn, sino de Real Decreto 356/1991 de 15 de marzo,
compensaci6n por las necesidades y gas- establece, que las asignaciones familiares
tos añadidos que suponen las cargas fami- por hijo a cargo se concedan en función
iiares. Es lo que acabamos de exponer por de los recursos, al mismo tiempo que au-
no haberse planteado la universalizacibn menta la cuantia de las mismas. Se trata
de las citadas prestaciones en e1 marco del de prestaciones econbmicas, en la moda-
sector no contributivo. Sin embargo y en- lidad contributiva y no contributiva, por
tonces se contemplaba que tambi6n po- cada hijo menor de 18 años o mayor de
dían cumplir una funcidn demográfica. No esa edad si está afectado por una dismi-
obstante, los hechos nos sacan de dudas nucidn de grado igual o superior al 65%
porque 250 pesetas mensuales por hijo y y que esté a cargo del beneficiario. La
1.050 pesetas complementarias no iban a Ley no considera hijo a cargo cuando
lograr traer más hijos al mundo. éste trabaje por cuenta propia o ajena o
Los cambios en la famüia parecen ha- perciba una pensi6n contributiva, proce-
berla fortalecido y no debilitado. Diríamos dente de un régimen páblico de protec-
incluso que, han sido los problemas del ci6n social, distinta de la pensión de
Estado de Bienestar los que han hecho re- orfandad. Los nietos y hermanos del cau-
accionar al grupo familiar fortaleciendo sus sante, titulares de pcnsidn a favor de fa-
mecanismos de apoyo mutuo, cuando no miliares, quedan equiparados, a estos
han existido alternativas por parte de las efectos, a pensionistas de orfandad. La
instituciones pdblicas. Luego no es fácil asignación económica por hijo a cargo
explicar porqué ha sucedido asl, aun cuan- menor de 18 años, se@n el nuevo siste-
do en 1985-88 la familia no gozara de bue- ma, asciende a 36.000 pesetas anuales
na prensa. QuMs .algo tenM que ver,
R.. (3.000 pesetas al mes por hijo) desde el
sin duda, el excesivo énfasis que el régimen aflo 1991.
TABLA II
Importe d de la prestación famiiiur
(son 12 m e m u z l w sin pagas e x t r a ~ ~ d i ~ ~ ( ~ r i a s )
(8) Jm AGUINAGA ROwrm: .El precio dc un h l p , en Ei Fa&, 9 & enero & 2001.
(9) LesFw C. Tnuaow: -Lafamilia tradicional está en proceso de exrindónm, en UPaCr,3 ¿e febrero & 1 9 4
(Opinión).
(101 BI Paij, 4 & n h d de 1997.
(ID Heraldo r28 Amgdn, Zi de mayo dc 2000.
familia, se dedica en nuestro país el 0,4% sesiones aprobando una renta mínima de
del Producto Interior Bruto, mientras otros 61.845 pesetas al mes C75% del salario mí-
países europeos sobrepasan el 20% del nimo interprofesional) para las familias
PIB. Y eso sin contar con que el 1%de los más pobres15.
mayores espaiioles reciben servicios socia- Los breves comentarios que hemos en-
les & ayuda a domicilio (SAD). tresacado de la prensa, ponen de manifies-
La urgencia de las subvenciones para to los principales problemas existentes en
apoyar ia natalidad ha sido objeto & con- materia de servicios sociales d e apoyo a la
troversias en el año 2000. Quien gane 50 familia. Y aunque recientemente se han
millones de p e m al año recibirá del Es- aprobado medidas & protección familiar,
tado un cuarto de mil1611 si tiene gemelos, tales como el decreto ley de conciliaci6n
y medio millbn si tiene trillizos, mientras laboral familiar, las reducciones en el IRPF
que el humilde matrimonio de aámhistra- y en el impuesto de matriculaci6nl6, son
tivos que, con un sueldo de dos millones, s61o medidas puntuales que no desarrollan
decida tener su primer hijo, no recibirá un conjunto de servicios sociales integra-
nadad2. En semejante situaci611, con 1,07 dos de protecci6n a la familia.
hijos por mujer en edad f6rtil se ha recor-
dado que el incremento de la población Lh FAMILIA EN LA HBIJOGRAFfA E S P E ~ Z A D A ~ ~
depende de los inmigrantes. Mientras unas
familias pueden estar preocupadas por el Cuy Ausloos en sias capacidades de la fa-
llamado síndrome del hijo único, otras fa- miliaJ8 y como terapeuta familiar,reflexio-
milias numerosas ni tienen televisión por- na sobre catagorias como el tiempo, que
que a l a fiesta,o la noticia, son cada día sus
necesitan las familias para observar, expe-
niñ0s13. rimentar, cambiar. Posiblemente le crisis
#La familia: pariente pobre de la pro- que hayan padecido las familias, les ha
teccibn española=.Si como hemos dicho obligado a auto-gestionar el tiempo para
gastamos en la funcibn familia el 0,4% del adaptarse. El resultado para algunos es
PIB frente al 2,2% de media en la UE, la que la familia no ha cambiado porque ape-
distancia que nos separa es grandeM.En tal nas si nos manifiesta cambios visibles im-
sentido la escasa atención que se presta a portantes. Sin embargo han solucionado
la familia en materia de servicios sociales los probIemas con sus capacidades. Natu-
hace comprensibles algunas medidas to- ralmente, nos referimos a problemas in-
madas por las Comunidades Autono- ternos y no aquellos q u e se imponen a
mas. Precisamente el Parlamento Vasco ellas como el paro, la enfermedad, un
cerraba e1 27 de diciembre su período de accidente, u n incendio, una quiebra,
k
(12) ~ r c m 0wx.í~~~&hvencioms de u,- en I ~ n u15 , de enero de 2000 y 2 de
Febrero de m.
(13) EI P& 15 de f e b m & 2000.
(14) CANDIDOM-EZ (Seaemio General de UGT): -lafamilia: pariente pobre & L pmteccih espabh,
enP1Pafr,3&manode2000.
05) Ei PaLr,jueves 28 & dkkmbre de 2000.
(16) Las fiimili numerosas (de o más hijos) que compren d q u k r tipo de vehículo, a exoepci6n
de 106 biplap y de bs jeep o todotemno, pagad el 6% en concepto dc impuesto de matriculación y no el 1296
como es la norma general, teniendo que cumplimentar una sede & requisitos &ididos.
(ln PresenMmos una d c d ó n de estudios que tratan sobre la fadh y sobre la incidencia en los servi-
cios d e s & apoyo a la funilh.
(18) Gw Aus~ooaLas c a p ú m d e lafamilia Rardona, Herdcr, 1998,pp. 2i,30,40,53,67 y 127.
etct9. Ahora bien h capacidad para resol- de los dependientes: si la familia o cada
ver los problemas internos, puede propor- uno individualmente. Subraya el habitual
cionar cierta disposición y hasta recurso a la ayuda W a r en nuestro país
competencia para afrontar los que le vie- cuando plantea el cuidado de los niños:
nen impuestos de fuera, -hay dos razones que lo srpUmn, una es la
Vlctor Wrez Dlaz-Díaz y otro* plan- escasez de guarderias y centros de aten-
tean en FamUia y sistema de bimmtrn, la ción para h infancia y otra es Ia opomni-
contribucibn de aquélla al bienestar. Aun- dad del cuidado de las abuelas.: Se hace
que el estudio se gmita al anáiisis & la in- eco de la escasa ayuda estatal a la familia y
tervencidn pública y priva& en las cuatro más cuando el empleo femenino plantea
áreas & protección social m4s importantes cambios en el seno de aquella. Las repercu-
como dkrnpleo,pensiones (de vejez), sa- siones se h b n notar en el futuro de los cui-
nidad y educacidn, se centra entre otros dados & la vejez en las famiüas actuales
sectores en Ia Wia. La contingencia dei añadiendo la pérdida del sentido de obliga-
paro lleva consigo un aumentode su de- ci6n respecto de las personas mayores.
pendencia respecto de la familia; en el Lola Simón M o m o y hP.Montserrat Re-
caso de los pensionistas h dependencia de jada Corcuera en Familias y Bheskar So-
apoyo y compañia de la Eamilia sigue sien- subrayan que ambos conceptos han
do &terminante2'. Y no olvidemos que: esta& unidos. Y para demostrarlo hacen un .
La U i a imerviene de una u otra fama en recorrido desde finales del siglo wr hasta
C& t d C 4 10s PiüoesOS de ~aflh- nuestros días, acerca & la pteccibn a la fa-
nos, desde el acompñamiento del puente milia en E w p a (Salarlo Famiiiar, Subsidios
en sus v i s i i a l médico de atenci6n primaria Familiadprestaciones fahihes y subven-
hasta la averiguación de informaci6n relativa ciones) diendo al paso de los diversos mo-
al enfermo y su dolencia, pasando por la delos de familia en Europa (familias de
atención al afeado cuando éste se haila en hecho, familias monoparentales, hogares
baja labofal, bien en su domicilio,bien en al- unipersonales, familias reconstituidas), sin
guna instaU6n hospiialana. olvidar la exciusión y pobre= que padecen
In&s Alberdi en ia nwvafamdW va- numerosas Edmilias. En los inicios del siglo
ticina nuevas demandas de la familia y xxr indica que es necesaria la actualizaci6n
más y nuevos senricios sociales de apo- de recursos y prestaciones complementa-
yo a la familia, aunque se plantea quien rios para las familias además de dar pri-
y cbmo debemos hacemos responsables macía al derecho social del individuo,
(24) Iiuip Pu
gmiapo&ica fatnibw en unapmq$e&wa cmpwadz BQialona, Fundación .lo Gi-
m, m,
pp. 50-n.
(25) Cfr. G Q GWuAmmw
~ -dos de Biaaestar y Famillaé, en SAMIA00 MUlPOZ MACHADO, JostL m
G w D ~ ~ ; ~ ~ L M ~ S B ~ ~ U @ ~ K C S ) : ~ ~
Libro, 1999.
(26) -ve m 16m &miUa y&chbd. Meirid, Insthto do Ciendas dc la ~amilia,W,m,
pp. 281-284.
(n)h ~ ~ 1 5 i 1 8 ~ ~ ~ ; ~ ~ ~ B ~ ~ 1 ~ ~ : d ~ & d e l a s f ~ m i l 1 a s ~ , c n ~ d
pp. *v.
(28) ~&mTezANDs(cd):~iloenarbsdel~evoslgb.Madrld,Slsarm,1999;~~eiarDuR6NenOp~
pp. 413 y41& ~RashRIoSAKñgZMOIWGSenOp.Ut.p.455; &mmMmllnmmo enOp.Cft.p.483.
una de las prioridades m L inmediata. que ella misma sigue siendo pieza funda-
Sus perceptores deben ser los distintos mental del bienestar de sus miembros.
modelos de familas y su diseño debe re-
alizarse desde una perspectiva globaiiza- LOS SERVICIOS SOCIALES DE AYUDA A
da. En nuestro país deben incrementarse LA FAMILLA
los servicios sociales en cantidad y cali-
&d. La sociedad demanda nuevas presta- Comenzaremos por decir en este apartado,
ciones que permitan compatibilidad del que la estnictura ministerial & ayuda a la
trabajo, familia y ocio.. familia en Esparia tiene el rango que mos-
La sintesis bibliografica que hemos tramos a continuaci6n,y que se correspon-
presenmdo nos indica claramente que el de con la escasa importancia que cobra eI
contQrto social de la familia ha cambiado y apoyo a ia familia.
TARIA III
Apurtacimes de las ires Adnatnistraciopzes
m-dn w W.1 w
W I X U 265.332204 67.12
Mli4S 130.000.OOO 32.87
Totales 395.382s 100
TABLA W
Datos giobales de pvogramaspara familias m situaciones eqmu&. Año 20C#)
TABLA V
3g3999 de 5 de nmkrnbe de conciliación laboral y fapniiar
I E G I S I A ~ ~ANTERiOR
N LBY 39/1999DE 5 DE NOVIEMBRE
Suspensión tempod del contrato de trabajo con sub
sidio p b b h , por pam o adopci6n de menor de 6 a h
y por riesgo durante el e m h a í m . L duraci6n ser5 de
16 semanas ininterrumpidas, nmpllables en c m de
parto múltiple en dos semanas nds por cada hijo a
pmIt dcl segundo. En caso de que el padre y k madre
tnbajcn, éste, al inldme el período de demmo por
maternidad, podrá optar porque el padre db h t e de
PamIsomareddWpaternidnd itna parte determinada e Inlntemimpida del período
de descanso posterior al parto bien de forma
Ley j/1993. simultanm o sucesiva c m el de la madre. Ten& d a
Ley 42/1994 de la Seguridad Sodal. rccho al suMdio k trabajadora o trahjador cuya di-
Iiad6n a la Seguridad Social sea de al menos 9 meses
Art. 4 5 6 y 48.4 Estatuto de Tmbnjahm y T m h j d m s . anws del parto y que haya corizodo 180 días en los 5
años intncdlammentc posluiores.
hir. 10S. t 122 ley & p r d l m i e n t o Laboanl. En reladón con las cnwas de extinción del atmto de
trabajo, no se computarán como falras dc asistencia ks
debidas a mtemidad,riesgo durante el embanzo, en-
fermedades musadas por el e h z o , puto o Iaaan-
da.Se16 nulo el despido o la extinci6n del contrato de
trabajo durante e[ período de suspensión del ccntnto
por osusa de enfermedad, riesgo durante el embarazo,
adopción o ncogunicnto y desde ia fecha de1 emhra-
20 hasta h dtl comienzo del período de suspenslbn.
Aunque la Ley 39/1999 establece un que entre las presraciones de los servicios
claro progreso en las medidas de apoyo a comunitarios o de base, la Prevención e In-
Ia conciliaci6n familiar y laboral se puede sercidn Social que alcanza a 1.151.013
ampiiar la variedad de los permisos paren- usuarios, una cuarta parte de los mismos
tales; flexibilizar la modalidades de organi- pertenece a personas mayores y un 22% a
zaciirn tanto en Ia elección del período, infancia; familia, mujer y juventud supo-
como en la alternancia del beneficio para nen el 1Wo. En la prestación básica de alo-
el padre o la madre; desarrollar mecanis- jamiento alternativo concedido a 97.508
mos de continuidad de carrera concebidos personas, un 38% ha ido destinado a per-
para mantener los conocimientos profesio- conas sin hogar y el 27% a familia. La pres-
nales y las perspectivas de promoción de taci6n de Apoyo a la Unidad Convivencia1
carrera durante el permiso, remunerado o y Ayuda a Domicilio de la que sc han be-
no, o el recidaje para la incorporaci6n. neficiado 203.414 usuarios, se concentra
Los servicios de apoyo a la familia de- por sectores en familia con el 2 1 , W y en
ben progresar permitiendo ver ias ventajas mayores con el 49,09%. Y finalmente la
de su existencia más que el coste de los prestacibn & Información de sewicios so-
mismos. Las ventajas de los servicios socia- ciales o de recursos del sistema que ha
les de apoyo a la familia encuentran el má- atendido a 2.451.997personas, se concen-
ximo argumento en que la familia y la tran por sectores en la f a d i a con el 37% y
mujer con responsabilidades familiares, en el sector de las personas mayores con el
son importantes colaboradores del bienes- 21%.
tar y calidad de vida de hombres y muje- Se trata & prestaciones modestas por
res. No pueden por tanto enfocarse los ser prestaciones básicas. No obstante, iia-
servicios sociales d e apoyo a la familia ma la atenci6n el hecho de que desde la
para que la mujer trabajadora siga asu- red & prestaciones básicas & serviciosso-
miendo responsabiiidades familiares mien- ciales el conjunto total no adquiera rnas
tras el hombre continúa sin asumidas. importancia.
Se deben añadir una serie de equipa-
mientos complementarios basicamente
destinados a personas mayores: comedo-
Lo cierto cs que no &ten en cuanto tales res sodales, pisos tutelados, rniniisiden-
los servicios sociales comunitarios de apo- cias, oficinas o servicios de infomacidn y
yo a la fa&. Sin anbaqp, conviene saber centros & estancia diurna.
TABLA VI
afam&
Apoyo a l desde laspreta&nes bt3.ska.sde los
Semkios S e de Base en BpaEspaiua
TABLA VI1
Presbacbtzes Básicas de Smuich So* y~~mZentos
PREsTACiONES EQmmMImrog
- Inforrnaci6n y orientaa6n: para acceder - Cenirm de Servicios Sociales, centros de
y usar los recursos sociales y prevenir de- acogida y albergues
-S en su UQ se dirige a individum, - Centros de Servicios Sociales: son de ca-
grupos e instituciones sobre los derechos dmt comunitario,dotados de
que les corresponden; asesoramiento so- equipamientos i&mic06, induidas las
bre problemas &es ala demais mvicios U n i c I d s & Tmbp Social, y de los medios
sociales existentes. necesaios que dan wpwte a las prestacio-
- Ayuda a domicilio: a individuos y/o fardias nes mas.
en su domicilio que no pueden realizar sus - Centros & acogida: establecimienlo~mi-
dvidades h W e s o padecen situaciones c i e r h h no permanentes que acogen con
canfiictivas pico-- d a e r de urgencia a personas con graves
- A1ojamienta y convivenck es una dterna- cmIlium~&om&de&
tiva para quienes arecen de ambiente fami- fmdi~
liar adeaado.
' - A 1 i m - p ~eguiprnienms
: de c a r á a e r t m p d
- Prwenciiin e herci6n Social: atiende a p- para l m w h t e s c8i mediw m y cnris
sonas y grupos en siaiadn de riesgo o mar- perconas ~ @ z & s .
gimcidn, m n neaxidades de seririrse aoep
tados e integrados.
PRESTACIONES F)B LA SEGURIDAD SOCIAL enero de 1999 cuando se revisan las asig-
Y V A S naciones emn6micas de la Seguridad So-
cial por hijo a cargo menor de 18 años.
Sin reuotraernos & nuevo al arti'culo 39 de Deben añadirse dos nuevas presta-
la Constituci6n Española donde se con- ciones de pago único dirigidas, la primera
templa la proteccidn social, economica y de ellas, a los casos de nacimiento de1 ter-
jurídica & la familia, así como de ks pres- cer o posterior hijos (tabia Vm), y la segun-
taciones econdmicas por hijo a cargo des- da, para los supuestos de parto múltiple33
de 1991 (RCI. 19911752 y 8741,es desde (tabla m.
(33) Real Decreto Ley lm,14 de entro, sobre determinadas medidas de m e p de la protección fa-
millar de la Seguridad Social (BOE núm. 14 & 17 de enero de 2030 y uimcfl6n de errores en BOE núm. 17,
de 20 de enero de 2000).
'CABLAvm
LfmW de ingresa de laprestmf6nfamiliar a menores de 18 añar no m i n d u m
TABLA IX
Prestmión ecmdmica por p ~ r t ornúkiple
TABLA X
Importe m e d de la prestación famiiiar
(12 mensualidades ai año sin pagas extraordinarias)
TABLA XI
Porcentajes defamilia con m w e s discupacitados (0-6años)
reciben bs siguwtes servicios
(34) Frase del profesor y catedMtico de sociología julio Iglesias de Ussel, c i d a por D m o CASADO:
Antecedentes liistócioos de Ia política wcial en Espaiia-, en B ~ n c y~ J.o GAR& FEUREY Pdftim S&l
Madrid, Mac Graw-Hi, 198,p. 3.
(35) WIS: iWc&dades, demandas y situacidn de lasJamilias con m o r e s (0-6 años) discapacitadas.
Madrid, Ministerio & Trabajo y Asuntos Sociales, Secretaria General de Asuntos Sociales, Instituto de Migracio-
nes y Servicios Sociaics, 199,p. 246.
Las familias con menores discapacita- elevados porcentajes de insatisfacción por
dos (0-6años) que reciben algunos de 10s los servicia recibidos.
servicios citados son minoritarias y supo- Haciendo ahora referencia a las pen-
nen ia cobertura de menos del 30% del to- siones de viudedad y orfandad en los dos
tal de las que lo necesitan, en promedio. últimos afios (1999-2000) comprobamos
Podríamos añadir que Ias familias alcanzan las escasas diferencias que existen.
TABLA XII
peprriones de Viudedad (aiio 1949-20UOo)
Para recibir estas cunmias, ks iqmos & caphal O del i h j o del pcrccpor m pueden supciar la caniidad & 837.635 plas.
TABLA XíII
P e m i m s & Orfandad
TABLA XIV
Pensi6n af m r BefamUhres
Es proposito de las paginas que siguen &S u n i v d , presente en todas las cultu-
aportar un conjunto de sugerencias cobre ras conocidas, aunque adopte formas dis-
el papel que el grupo familiar, entendido tintas. Por otra parte, la idea m& difundida
en un sentido amplio, incluyendo 10s pa- en las ciencias socides es que la familia o
rentescos mais pr6ximos, está adquiriendo el gmpo de parentesco ha sido el eje de
en ias sociedades emergentes, a partir de toda vida social y económica en las socie-
algunas observaciones emplrims fgcilmen- dades más antiguas, pervMendo en gran
te constatables y partiendo de una línea ar- medida esa situaci6n hasta bien entrada la
gumental divulgativa de algunos lugares denominada sociedad industrial, en la que,
comunes de la Sociología de la f a d . Se como consecuencia de una especiaiización
trata, por tanto, de exponer algunas ideas funcional, habrían aparecido instituciones
que incluso podrían parecer heterodoxas, complejas que vaciarlan de contenido las
sin una mayor pretensión, ni formal ni in- actividades sociales y econ6micas que an-
tema, de academicismo. tes ejercía la familia1.
Así, podemos p m i r del acuerdo esta- La teorla funcionalista, en particular,
blecido por los antropdlogos sociales so- ha sido la impulsara & este análisis & la
bre la idea de que la es la institución famiIia que es aceptado & forma generica
Cg UnhemidadGmpheme.Madrld
(1) Wase un trabajo redate que abunda en esa Haea Mrica de divulgsci6ai:J A Goo~v;
~ l;a&& m-
q e z . Barcelwia, Ed.critica, 2001.
como obvio. En efecto, según d funciona- vida con escasas alternativas, aunque mm-
lismo la familia es una instituci6n social a bikn con un importante valor de cohesion
la que se le habrian arrebatado progresiva- social, a pesar de la centralidad en todo
mente funciones coino la educacibn, la ese período de la lucha de dase+ se pasa a
asistencia sanitaria, la iwrci6n laboral, hs una d e n t e ciiferenchci6n & los modelos
actividades prcducrivas, el ocio activo y to- famihares, como producto & cambios s d a -
das aquellas que formaban la totalidad de les que ocasionm transformationes diversas
la vida de las personas en otros tiempos. en el interior de la familia y en la forma en
De taI modo, quedaría como el reducto que las personas establecen sus relaciones
casi único de las relaciones primarias y de de parentesco y convivencia.
la expresidn de la personalidad completa Qui& el cambio más importante ha
de los individuos. sido el proceso de dernocratizacidn de las
En el otro extremo, se sittian corrientes relaciones internas de sus miembros, que
& pensamiento detractoras de la familia primero protagoniza el movimiento de li-
como institucidn social, que en la posicidn beracidn de la mujer, y después la meta-
más radical llevó a pensadores coino Wil- morfosis del papel de los padres y de la
heim Reich a pedir la abolici6n de la insti- legitimidad de la autoridad paterna. Tales
tuci6n para consuuir una sociedad mas cambios, pese a ser decisivos, han tenido
racional y humana, aunque & forma más diferentes grados de difusión, originando
sutil que todas aquelias posiciones teóricas la coexistencia de distintas formas de lazos
y poIíticas defensoras del detrimento del familiares. Lo mismo sucede con el otro
espacio privado de los individuos, y por gran proceso de cambio, procedente del
tanto de las reIaciones familiares, en favor aumento de la edad media de vida y de los
de1 5mbito público. c o m t e s al respecto entre hombres y mu-
En la actualidad, la realidad & la fami- jeres, que se resuelven con la multiplica-
lia no esta cuestionada, pero se mantiene cidn del ntimero de personas que viven
la lectura de observaciones empíricas en la solas.A ello se añade la explosi6n de vías
dirección apuntada por el funcionalismo, alremauvas de relación afecriva: parejas de
si bien distanciandose & las implicaciones hecho, hogares monoparentales, paiejas
ideologicas de &te, y estableciendo una homosexuales, matrimonios sucesivos,pa-
pluralidad & formas y comportamientos rejas sin hijos,etc.
que transforman ampliamente el concepto El resultado de todos esos procesos y
cl5sico de familia. En el límite se tiende a cambios ha llevado a profundizar más en
esbozar una shtesis de los planteamientos la familia como reducto cle las relaciones
te6rico-ideológicos descritos, al establecer intimas entre las personas, cuando no en
como intqxetacibn única de la infomu6n su contingencia como institucibn social.
empirica d debilitamiento creciente & los Aparentemente, y a la vista de esas obser-
lazos familiares,el predominio de la socie- vaciones, la famiiia tiene cada vez menos
dad de los individuos, la focalizaci6n hacia relevancia desde el punto de vista funcio-
las instituciones secundarias y la centrali- nai para la sociedad. Sh embargo, hay que
dad & la vida profesional y del trabajo. contrastar esas observaciones y sus conclu-
No vamos a discutir los procesos con- siones con otros hechos que nos pondrian
cretos de transformacibn operados en la de d w e perspectivas altemativas. En pri-
familia occidenral a lo largo de la segunda mer lugar, es cierto que estadísticnmente el
mitad del siglo xx. Frence a cierta homoge- número de personas en tal situacidn ha au-
neidad de la vida familiar, que podríamos mentado y tiende a crecer la generalidad
considerar predominante en la sociedad -de la población que aún convive en una
industrial -Ia cual implicaba un estilo de farnilh tradicional. En segundo lugar, esos
cambios son, en la mayorla de los casos, similares, que no suelen ser el centro de
adaptaciones al medio social, rupturas de los analisis sociol6gicos sobre la familia
normas sociales sobrepasadas, que permi- -precisamente porque la concepción do-
ten adecuar las reiaciones familiares a las minante así lo planteaba- son cada vez
peculiaridades y necesidades de cada indi- más relevantes. Y aquí es donde, por otra
viduo, para que la familia no se convierta parte, la valoración de la familia posible-
en una convivencia opresiva. Por otra par- mente nunca haya flaqueado en las con-
te, hay que superar las apariencias de las ciencias de los sujetos reales.
constnrcciones estadísticas: el hecho de la Es precisamente desde el punto de vis-
residencia independiente, por ejemplo, es ta individual, en que la familia es valiosa
más una expresión de calidad de vida q u e para sus componentes en erminos de re-
de desaparici6n & las relaciones familia- soluci6n de necesidades básicas, donde la
res, pues éstas siguen siendo intensas y sociedad parece ser incapaz de afrontar su
frecuentes, aun sin mediar la convivencia totalidad, por más que e1 Estado de Bie-
física, nestar haya ahondado en esa dirección. La
Si bien es cierto que los individuos familia asume todavía un apreciable papel
cada vez tienen más requerimientos & re- en la educación, la salud, la proteccidn y la
laciones sociales fuera del parentesco, esas seguridad económica de sus miembros. Y
relaciones tan solo restan tiempo para los esas funciones, lejos de ser residuales, pa-
contactos familiares, sin sustituirlos. Por el recen adquirir una mayor importancia con-
contrario, pueden estar haciendolos más forme la sociedad plantea problemas que
necesarios ante la competitividad creciente no termina de resolver, teniendo que ser
demandada por el mundo social. los sujetos quienes superen esas deficien-
De este modo,lo que puede estar acon- cias en el Gmbito familiar.
teciendo es una revalorha6n social de di- Como hemos seiialado, la visidn pre-
cha institucidn o una raiisibn de su papel dominante de la familia y del parentesco
real en la sociedad Así, frente a una d e - sitúa las rdaciones afectivas en el origen y
dad cada vez más ininteligible y exigente el centro & la misma. Segán esto, las re-
con sus miembros, la familia se manifiesta laciones tanto de la pareja, como de los
como el primer referente para las individuos, padres con los hijos o con otros parien-
como el punto de referencia y apoyo en los tes, esmrían marcadas por los lazos afec-
momentos criticoc, no solamente en el ámbi- tivos y altruistas y por la convivencia per
to emocional2. Las funciones psiquicas y se, en Ia que las motivaciones o factores
afectivas juegan un incuestionable papel en de otro tipo serfan secundarios. El vlncu-
esa evaluación, como prueban multitud de lo mas funcional sería el de los hijos que
datos de encuesta en los que se recogen las generarían un afecto hacia los padres por
opiniones y actitudes hacia esta institución los cuidados recibidos a lo largo de su in-
que es,con gran diferencia, la más valorada fancia. Bsta es una visión romantica y, en
por la mayoiía, al menos en las sociedades el mejor de los casos, parcial. La familia
más próximas a Ias mlces latinas, ya sean eu- ha cubierto otros campos de interés para
ropeas o americanas. los individuos en el pasado y sigue ha-
Sin embargo,Ios factores funcionales, ciéndolo en e1 presente, aunque con otras
utiiitarios, econbmicos, de soporte físico y características.
(2) Por ejemph, un primer d e d o de esta ohseniaclón se encuentraen M. NAVANU): üklaclones de pa-
mresc+y m A . G m m : ~ R s d e s ~ , a m b o c e n S n r m ~ ~ C n w l o ( e
?d' b)&:m W s o c k a I s s m ~
(196(2IW). Bilk, Amdadan BBV,vól. 1 (1993).
La concepci6n de una sociedad basa- 106 que no parecen existir soluciones alter-
da en el individuo estada sustentadi en la nativas o preferibles, tal como hemos visto.
creencia de que la sociedad del bienestar, De forma paralela, muchas de esas res-
aI sadsFacer por otras vias las necesidades puestas subsanan situaciones que, de otro
materides, permitirla desligarse de los la- modo, ia sociedad tendría que afrontar. Y
zos Eamiliares a voluntad. Sin embargo,la no solamente estamos hablando de las re-
sociedad del bienestar ha tomado derrote- des de seguridad y cohesión social, de las
ros menos confortables y la familia casi se cuales es prototipica la relativa al paro,
ha convertido en el dnico refugio para el sobre la que hablaremos m8s adelante,
individuo en situaciones límite, aun cuan- La familla como grupo ha desarrollado
do no todas las personas cuenten con ese comportamientosy actuaciones que resul-
cobijo. En este sentido, cuanto más com- mn básicas para la sociedad en muchas di-
pleja es una sociedad y más ha diversifica- mensiones. Se puede decir que, conforme
do y especialido sus instihicbnes, mayor las instituciones sociales son m á s com-
es el papel de la fhmilia como compiemeri- plejas y especializadas, m b parecen n e
to o sustiaici6n de la ineficiencia o fnsufl- cesitar subsidiariamente de la iniciativa
ciencia & esas Instihidones. individual, vía familia en la mayorfa de los
La alta valoración que la gente cunce- casos. Y sorprendentemente, la familia y
de a ia f a d a , según las encuestas, esta sus miembros siempre encuentran recursos
gravitando en la apreciación que realizan para las insulldcncias de aquéllas.
los individuos de todas esas aportaciones M ,por ejemplo, cuanto más sofistica-
brindadas por la familia, no solamente de d o y~ u n i v d e s son los sistemas educati-
afecto y apoyo moral, sino tarnbih econ6- vos, más importancia adquiere la famflia a
micas o fisicas y de duci6n de hlhidad través de los procesos & socialización pri-
de problemas cotidianos, sin que en la so- maria y como condicionante de Ea educa-
ciedad existan alternativas váWs para d e s ción formai. El apoyo y colaboracián del
Anes, incluso cuando la familia tampoca los grupo M a r , como soporte material, cui-
satisface o lo hace & forma deficiente. Basta t u d y como estímulo, se hace presente a
pensar en siaradones amenm~que obligan, lo Iargo de todas las etapas formativas, co-
por ejemplo, a una mujer dtratada a per- rrigiendo la eficacia de las instituciones
manecer unida al marido simplemente por educativas., Mas aún, cuando el papel de la
dependencia económica; o, en otro orden f a d a resulta ser pasivo o 6 t a actúa de
de cosas, d caso de los j6venes que no m e r a negativa, tales actitudes se genera-
pueden abandonar su famiiia de origen lizan, y los centros educativos se enfren-
por h carencia de iibertad económica o te- tan, como empieza a ser frecuente, con
mor a la flrcii& de seguridad en este te- problemas de disciplina y de eficiencia
rreno;o las iniciativas de la mayorfa de los que son incapaces de solucionar.
ancianos a permanecer al abrigo de los Cabe una tarea similar de complemen-
cuidados famíliares frente a los & las resi- tariedad, cuando no & abierta sustitución,
dencias especiahadas. en relacion con las instancias sanitarias de
un país, pues hay que reconocer la actua-
EL PAPEL SOCIAL DE LA FAMILIA ción decisiva de la familia no solamente en
el caso & enfermedades leves o crónicas,
Desde el punto de vista colectivo, es decir, , sino tambien en el de las enfermedades
desde el conjunto de la sociedad, es aún terminales, sin cuyo concurso la eficacia
más interesante el anáiisis de1 papel que & aquelias se verla serlamente mermada.
han adquirido las familias. h a s no sblo re- En los hospitales, el apoyo moral y mate-
suelven problemas a sus miembros, para riai de 10s familiares sigue siendo compo-
nente importante para Ia actuación sanita- que, de no existir, provocaría graves pro-
ria, pero esa función se potencia en los ho- blemas de cohesi6n social, al mantener un
gares donde se solucionan problemas ejército de parados sin viabilidad de sub-
menores & manera cotidiana; y este con- sistencia. Se ha destacado menos, sin em-
curso está implícito en las organizaciones bargo, la función econbmica que implica
sanitarias que operan bajo el supuesto de este hecho, en tanto que, como soluci6n
que, con frecuencia, los hogares se con- alsernativa, se tendría que habilitar gasto
vierten en pequeños hospitaIes o centros público para obtener subvenciones que
d e rehabilitación o urgencias, tanto en el paliasen esa situación. Ese coste es asumi-
plano físico como en el psíquico, hasta el do por Ias familias, con una motivación
punto de que la sanidad quedaría bloquea- evidentemente no económica, pero con el
da si no contase con los grupos familiares3. resultado de permitir la permanencia del
M5s significativa resulta, e n las socie- problema y a la postre reducir los costes
dades más desarrolladas, la problemática laborales y de formaci6n a cargo de las
abierta por la decadencia de una de ¡as empresas. Se trata, así, de una redistribu-
funciones más pritnigenias de la familia: Ia ción inversa de rentas.
reproducciiin física, consecuencia de deci- Podemos encontrar ouos caiilpos e n
siones tornadas por 10s individuos inás j6- los que diversas instituciones sociales per-
venes concernientes, primera a la formación initen satisfacer las necesidades de los indi-
de una familia o a una relación de pareja y, viduos, apelando a las tareas o sduciones
una vez tomada, a la decisi6n de tener hijos que se desarrollan en d grupo familiar, sin
o no. Evidentemente, se trata de decisiones que parezca vislumbrarse opciones empíri-
asumidas como respuesta a unas condicio- cas validas. No se trata con esto de hacer
nes prevalecientes en las sdedades con- ningún panegírico moral o funcional de la
temporáneas derivadas de los probIemas familia, sino de exponer unas observacio-
de inserción social a los que se enfrentan nes que no parecen llevar a otra conclu-
los jóvenes. La consecuencia es que, al me- siSn que la del papel plural de la familia,
nos e n las sociedades europeas, ninguna frente a una sociedad que deteriora cada
ha aportado hasta el momento una fórinu- vez m& el espacio público, desistiendo de
la que sea mínimamente satisfactoria, bien Ias funciones que de modo incoinpleto ve-
creando las bases para que los grupos fa- nía deseinpeñando en la resolución de las
miIiares cambien sus pautas al respecto, necesidades colectivas o individuales. Por
bien suprimiendo los escollos que han lle- otra parte, consiste en corregir o coinple-
vado, en definitiva, a una caída de la tasa mentar el niundo teórico que las ciencias
de fecundidad. . sociales han venido construyendo sobre
A cabaiio entre la aportacibn econ6mi- dicha institución.
ca y la social se encuentra en la actualidad
el apoyo que ejerce la familia ante el de- LAS FUNCIONES ECON~MICAS
sempleo juvenil y la postergación de la in- DE LA FAMILIA
dependencia residencial de los hijos. Éste
es quizás uno de 10s fendn~enosmás seña- Probablemente el aspecto menos conside-
lados en los trabajos recientes a1 presentar rado acerca de la influencia de la familia
a la familia como una red de seguridad en las sociedades avanzadas s r el~ papel
(3) Una invtstigacidn cmpírim detallada y completa del papel de las familias en el tcireno sanitario acor-
de con esta argumentación se encuentra en el trnbaio de Ma~ G E L E SD U L ~ h
N : COS&S i&bh da ia mfenm
dad.Biibao, Fundaci6n BBV, 1939.
econdmico que desempeña, hasta el punto señaló en su momento G. Katona4, el con-
de que las familias como grupo organizado sumo se hace discrecional, de forina que
se lzan convertido e n pieza clave.del sise- las decisiones de millones de consumido-
rna socioeconórnico actual. La Sociologia res pueden ser determinantes p a n la de-
de la familia parece no haber considerado manda de un producto o de una marca. En
este fenhmeno, salvo de forma tangendal, este sentido, las familias han sido objeto de
aunque la economía lo está incorporando interés creciente para los economistas y
a su análisis progresivamente. para los empresarios a través de los estu-
Ciertamente, la actividad productiva dios de mercado y la publicidad. Y cabe
familiar constituyd en la mayoría de hs so- decir lo mismo, o aiÍn mhs, dcsdc la pcrs-
ciedades el núcleo de la economía; hasta pectiva de la macroeconomía, como ele-
que el advenimiento de la economía indus- mento cada vez más decisivo d e la
trial desplaz6 el centro hacia las unidades demanda global, y su capacidad para in-
productivas especializadas y, consecuen- fluir en variables como la demanda agrega-
temente, Ia ciencia de la econoinia se da, el índice de precios o los desequilibrios
encamin6 al estudio de las empresas, ¡as productivos según las variaciones en la
instituciones financieras y los grupos eco- composición & los gasms familiares.
nómicos de mayor peso. La econoinía de Por otra parte, las fanulias de alto po-
la familia perdió importancia e interés der adquisitivo, cuyo número es creciente
como objeto de estudio, pues era una re- en las sociedades más avanzadas, están ad-
sultante del resto de fuerzas econ6micas quiriendo un protagonisino especial en el
-su destino final, a lo sumo- y por tanto su campo financiero por su capacidad para
papel era residual y pasivo. generar el ahorro, más sus repercusiones
En la actualidad las economías familia- correspondientes sobre la estrategia de Ia
res han alcanzado progresivamente una inversi6n econdmica y a la postre, de todo
funcibn económica que se puede calificar el sistema productivo. Asistimos, de este
como estrategica y que tiene bisicamente modo, a la aparici6n de dos feniimenos
dos aspectos fundameniales: el consumo y nuevos e incerrelacionados. Primero, el
el ahorro, junto a otros menos estudiados y surgimiento de decisiones de inversidn
que pueden denominarse rediscributivos, grupales o condicionadas por el grupo fa-
del tipo que hemos apuntado en relación miliar, que involucran búsqueda de infor-
con e1 desempIeo de los jóvenes. En e¡ pri- mación y despliegue de una cultura
mer caso, las familias se convierten en cen- econdmica y financiera. Segundo,el de la
tros de consumo complejos, sofwticados y envergadura econ6mica alcanzada por las
decisivos en términos macroeconómicos, familias, en términos contables, en virtud
con un peso que no h a b í í tenido nunca de sus propiedades y de su posibilidad de
en toda la historia, hasta calificar a la socie- generar recursos económicos.
dad como asociedad de consumo.. Las de- De esta forma, percibimos q u e las fa-
cisiones de compra que se toman en e¡ milias han dejado de ser un objetivo se-
ámbito famiIiar tienen progresivamente cundario de las instituciones financieras
una repercusión primordial para Ia pro- como clientes cautivos y homogéneos: an-
duccidn econdmica y pam e1 equilibrio y tes los grandes clientes de los bancos eran
crecimiento de la econoda global. Como las empresas, ahora tambien lo son mu-
(4) Aquí Ektona no hizo mas que =sociologizar.los planteamientos ktynesianos y retoinar urw -1 n-
dici6n de socidlogos y economistas ernpirlcos que desde el siglo XDI venían csuidiando b evolución del con-
sumo y los niveles de vida en las familias, tradci6n desconocida, d parecer, por algunos practicantes actuales
del marketing metidos a sociiiiogos.
chas famiüas. De ahí que su capacidad de vestigacidn abiertas o por abrir. En primer
generar ahorro y su libertad para definir e1 lugar, se encontraría la vaioraci6n econ6-
destino del mismo las hayan convertido en mica de la pioducci6n realida en el ho-
una pieza estratdgica de la economía y de1 gar o del trabajo doinéstico, donde se
marketing financiero: cuentas nómina, tar- pueden cuantificar algunas de las funcio-
jetas de crkdito, préstamos al consumo, hi- nes sociales de la familia enunciadas ante-'
potecas, fondos de inversión, planes de riormente6. En segundo lugar, tambien
pensiones y un irnumerable conjunto de desde el punto de vista productivo, el pa-
productos que hoy en día constituyen una pel emprendedor de dgunos grupos fami-
parte importante & 10s negocios bancarios liares continuado a trav6 del tiempo se
y del sector financiero. resume en el concepto acuñado d e -em-
Baste seiíalar que los movimientos & presa familiar., si bien más desde una pers-
la Bolsa dependen cada vez más & las deci- pectiva sociológica que bajo los recovecos
siones de millones & individuos y famiUas de problemas, falsos problemas, ventajas y
(por lo que respecta a la sociedad española otras gabelas que oculta la perspectiva
y según un reciente estudio de la Bolsa de econ6mica. En tercer lugar, la funci6n de
Madrid, las familias poseen m5s del 40% de redistribucion econdmica inversa que se
Ia capitalizacidn burshtil, cuando al co- hace desde hs familias hacia otros sectores
mienzo de los años noventa tan s610 repre- en términos de trasvase de flujos riloneta-
sentaban aproximadamente el 22%Y. rios, de los que citaremos a tírulo de ejem-
Es decir, hay un crecimiento importan- plo, los relativos a iinpuestos, a precios
te de la capacidad financiera de las hnilias diferenciales en servicios regulados como
y esa capacidad se ejerce directamente en electricidad, agua o gas; a tasas de servi-
los mercados financieros. No del modo pa- cios pi5blicos, a la asunción de riesgos Ia-
sivo que ha caracterizado tradicionalmente borales, a la formacidn profesional y otros
al ahorro familiar, centrado en depositos cuya explicacibn rebasa aquí y ahora el
bancarios o renta fija, sino de un modo prop6sito de este artículo.
cada vez mfis activo e informado y, por
consiguiente, con capacidad de decisibn y
de influir en el conjunto de los mercados,
convirti6ndose de esta manera en sujetos
activos & la economía más dinámica, in- Hemos examinado algunos campos donde
cluida la denominada -nueva econodas. la famiIia, en contra de la tesis funcionalis-
Bajo otras perspectivas menos formali- ta consistente en la cesión de parcelas de
zadas en las ciencias sociales, a h podrla- acción en beneficio de las instituciones es-
mos señalar otras dimensiones en las que pecializadas, ha desarrollado un papel cre-
las famiiias desempeñan un papel econó- ciente y esencial, precisamente por la
mico decisivo, aunque tan sólo vamos a ineficacia o deterioro de sus prestaciones. La
formular muy someramente algunas que percepcibn & este fenómeno comienza a
constituyen,en todo caso, las líneas de in- abrirse paso y por do, tanto sus miembros
(5) Según un -Estudio sobre el Ahorro y los Memdos Financieros en Esph-, citado en Eqmuih
(OM7-2#0), las acciones mantenidas por inversores in&idunles serían del 3096, por delante de países
como el Relno Unida a Alunanh. Om com u k dimibudon de esa riqueza entre hs famüins eapndns. A
Ynbao fenómenos no es @cmla imporpnd3& la empresa f3milbr n Ia que nos referirnos mrís dehnte.
(6) Esta línea hn sido ernpmdkla por alguna autores pcin W r la mncibn especllmente s o k el m-
bajo dd ama & casa. Por ejemplo, Mi k m D W :.hOdualón dom&ium, en WMNO DEL CAMPO (Bd):
7h&mf& m d a k m & p i t a (f%LE.IPBOB. B h o , Fundadh B W ,d. i L i (19931.
como el resto de las instancias sociales, dad o amistad. Probablemente, los pro-
han vuelto los ojos a esta kistituci611, cn un blemas a los que se enfrentan las f a m a s
giro radica1 respecto a la valoracibn perfi- son superiores a los de otros tiempos7.
lada de la misma en épocas anteriores. Las presiones del mundo circundante so-
No obstante, debemos serlalar que la bre la familia, cada vez mayores y más
tesis de la sociedad de individuos y, sobre frecuentes, asi como las producidas enm
todo, la del deterioro & los lazos familiares su interior a consecuencia de las decisio-
tiene un apoyo emplrico sustentado en ten- nes también m%s difíciles y complejas
dencias claramente observables. Cierta- que se deben adoptar, ponen cada vez
mente, los requerimientos del mundo más a prueba la solidez de la institucibn,
social y profesional, del consumo, de la que por eso mismo y a pesar de tales tra-
informacidn y del ocio, e s t h debilitando bas, está resultando esencial y dXciI de
los vlnculos familiares; pero tambien los sustituir en las sociedades emergentes.
sociaies, como por ejemplo los de vecin-
(7) véase, por ejemplo, l a mies ef- de las t&cniasde reproducción en MPROSARIOS h c n ~ MO-z
~nm: .irnpwtm sociales de las tecnicas& repruducct6n asLiada en la esmicnira familiar., en 7kmmpcrm el &-
bate, 38 1199)-
BIBUOGR&ICA DE ESTUDIOS
REVISI~N
SOBRE LA FAMILIA 1990-2000
Los estudios sociol6gicos sobre- la familia de los estudios pubIicados encara el futuso
espaiíola en la década 1990-2000 no han próximo de la familia una vez cancelados
supuesto ninguna variaci6n importante, ni 10s temores, los presagios o, incluso, los
un avance especmcular en relación con la deseos mal disimulados de la *muertede la
literatura sociolbgica de la d h d a anterior. familia. tradicional.
Los estudios se centran de nuevo en: los A diferencia de las estructuras familia-
cambios que se estan produciendo en la res & la mayoría de las países occidenta-
famiiia espafiola; la creciente, aunque muy les, sobre todo de los Estados Unidos y los
lenta, diversidad de las formas o tipos de países nórdicos, en España la familia nu-
convivencia h &, y el futuro de la fami- clear -padres heterosexuales, hijos biol6gi-
lia espafiola en un entorno social caracteri- camente relacionados con ellos, padre en
zado por el envejecimiento demográfico, el mercado de trabajo y madre predoini-
Ia incorporacibn de la mujer a roles nuevos nantemente en el hogar; aunque cada vez
-especialmente en el mercado & trabaj*, es más frecuente compatibilizar ambas co-
la secularizacibn de Ia moral familiar, y la sas, sobre todo en las parejas j6venes- si-
precariedad de la polftica social familiar. gue siendo la forma preponderante. Se
De una f o m o de otra, una buena parte ajustaban a este modelo en torno a un 65%
(1) SUSSMAN,M. B.et al.: Ha- ojMarndgeandFamily. New York, Plenum Press, (Za d., 1W9, p. 8.
(2) IGLESIAS
Da Ussa~, R &milia y análisis soziológiw. El caso de Espana-, en M.S.6 (193).
J.; F U Q ~L.:
(3) MEIL,G.:-La Sociologia de la familia española-, en RUS,83.
La sexualidad en las reIaciones de una tesis en la pluma del autor: ninguna
pareja y en los miembros adoles- sociedad civilizada puede subsistir si tolera
centes de la familia. un deterioro sustandal de las instituciones
la revisión bibliografía objeto de este del matrimonio y la Famtlla. Esta hipótesis
trabajo se limita a los trabajos sociol6gicos es contrastada a lo largo de seis capltulos
más relevantes -por su envergadura o su con 10s modelos ciásicos de la familia y
originalidad- de los bIdmos allos, y tiene con datos y anáiisis empíricos pertinentes.
en cuenta las aportaciones abn recientes Tres aiios después, Enrique Martln L6pez
de Julio Iglesias Ussei y de Gerardo Meil. A publicó una introduccidn a la Sociología
fin de wiwx una enojosa fragmentaci6n y de la familia titulada Farnlh y SockdGuP
desorientaci6n se ha seguido un procedi- articulada en tres partes: la familia como
miento no cronológlco y se han agrupado instituci6n comunitaria,ei matrimonio y la
los eshidios en siete grandes areas: familia, y la familia y la sociedad. El autor
Manuales, imoducciones y trabajos adopta un enfoque rigurosamente sistemá-
sobre aspectos teóricos y metodoló- tico y aborda temas menos tratados por
gicos. otros sociólogos españoles como: la insd-
Irifonnes generales, estudios siste- tucionabción & la familia; la Influencia
máticos y recopiladones. de los medios en la familia; los cuatro tipos
Aspectos demográficos de la fami- de familia según el esquema parsoniano
lia: nupcialidad, fecundidad y nata- (Familia arm6níca, represiva, perrnisiva y
lidad. mbtica); y plantea, al final de su trabajo,
+ Cambios en Ia familia espaííola: ti- un interrogante infrecuente en Ia mayoría
pos, formas y futuro de la familla. de los estudios españoles sobre el tema
Dinámica famiiiar: pautas, relacio- ihay relad6n entre la crisis de la familia y
nes y papeles. las conductas desviadas? De ser as5 esta re-
Conflictos y rupturas de la familia. laci6n permitiria valorar m5s adecuada-
Familia, entorno e instituciones so- mente las consecuencias de detenninadas
ciales. medidas jurídico-pollticas indirectamente
contrarias a ia familia.
MANUALES, INTRODUCcIOPlES Una escueta pero valiosa contribuci6n
Y TRABAJOSSOBRE ASPECTOS a las problemas metodol6gicos del estudio
TE~RICOSY METODOL~GICOS biográfico del grupo Eamillar puede encon-
m e en eI trabajo de Eva Ldhm y Cathe-
La precaria presencia de la Sociología de h rine Bonvalet -investigadoras del INED-
Famüh en la universidad española explica tituiado u i a constmcci6n de principios para
en parte la escasez de manuales, introduo el málisis biográñco del grupo familii6.
ciones y libros de texto de nivel unlversita-
rio sobre esta materia. En 1937,Gerardo INFORMES GENERALES,ESTUDIOS
Pastor Ramos,de la Universidad Pontificia SI-ICOS Y RECOPILACIONES
de Salamanca, pubiicó la 2a edición, total-
mente reelaborada, de su Sociologia de la Con motivo del Año internadonal & la Fa-
Familfu. B n f w ip~stitaccionaly grupd. miiia, en 1994, la Revista Espaiíoia de In-
Su hipbtesis central se convierte casi en vestigaciones Socioldgicas W S ) publicó
-
cia que establecen las conclusiones entre en 1998 con el título: laf t i a y el cam-
la tradicional o premodema, cuyas biopoí&co en EspMO.Los trabajos inclui-
reladones famiIiaresestarEan bgsadas en la dos e n este volumen ofrecen algunas
@) 8). Atemm, I @ir.); y &m, F.; A4 Dmh,W A,; 011 Ciu,vo, E. (coard.):~~la si-
riracsaff de ICZjhnüia m Madrid, Mbhaio ¿e AwinOos Sofiales, 1994.
(9) G m -M, L; Ga C ALm E,: ~ ~ tMadrid, Alianza
n EdltorW,
~ 1993. .
(101 IGL~SUP Usser,f. (coordS: I a m y ei car~~bbopdE#co en BptMa Madrid, Tecnos, 1998.
novedades & interés, especiahente en lo producido en la familia espailola aparecen
referente a los cambios recientes en la fa- referencias, a veces incluso analisis valio-
milia española, h ruptura de la familia y sos sobre &tos secundarios,que tienen re-
sus tipos, las familias momparendes y, hdbn con los a s p a o s demográficos de la
sobre todo,el máiisis crítico de la p0Utic-a familia española. Pero hiera de este tipo de
social & la familia en España durante el aproximaciones indirectas, el trabajo de
mandato s o d s t a . Pero .los datos disponi- Margarita Deigado y Teresa Castro Martín,
bles permiten sostener que pese a la inten- Encuesta de Pecundtdad y Pamifza 1999
sidad de sus transformaciones y del es uno de los pocos relevantes que han
con- donde se inserta, h familia goza aparecido en esta década. Las razones de
de buena saiud Más afin que en el pasado la baja fecundidad en Espaiia y del modelo
es un escenario muy vivo de solidaridades &o & formaci6n & la famiiia quedan
e instnimento exmordirmriamente impor- estaáísticamente establecidas en el estudio
tante para Ia cohesibn s d m (p. 317) La de Delgado y Castro: Las dificultades para
reflexi6n de Julio Xglesias sobre la solidez lograr la independencia econ6mica y los
de la familia espaila pese a cambios y problemas para compatibiiizar lai respon-
desprotecciones había si& precedida por sabIlidades familiares y laborales; sin olvi-
' un trabajo de Salustiano del Campo Famh dar un tema, el desigual reparto de las
lias:s&logtizypoI~ticdl, en el que el pro- tareas domésticas y de la educación de los
fesor contrasta la continuidad de la hijos entre los dos miembros de la pareja,
instituci6n de la familia espaiioh en su es- sobre el que es necesario realizar investi-
mctura y en sus funciones con la profun- gaciones monográficas.
da ruptura que ha sufrido la política
W a r tras la crans1d6n democrática. Pa- CAMBIOS EN LA FAMILIA E S P ~ O L A :
radójicamente, sostiene el autor, el Eracaso TIPOS, FORMAS Y FUTüRO DE LA
de los gobiernos para reducir el paro y lu- FAMILIA
char contra la droga ha fortalecido la insti-
tucidn familiar al convertula en la fuente Como en el eplgrafe anterior y aún con
& apoyo moral y materiai para j6venes y m& insincia, la gran mayoría & las pu-
parados; Esta tesis ya ha sido sostenida por blicaciones, iibros sobre todo, que en la
otros autores en otros trabajos. Ei estudio ddcada pasada se han publicado sobre la
de la deconstrucción de la f a m i b y de la familia española han tocado el tema del
&mW SlmMcam es una aporradón d i o - cambio y de las transformaciones que ésta
sa, ya que estos son temas poco tratados ha experimentado en las dos Ci1timas déca-
por otros sd6logos españoles. das,que en ei transcurso de esos procesos
ha demostrado una capacidad & persis-
A S F ~ D E M O G R A F NLPQAmAD,
I~ tencia y de adaptacidn asombrosas. David
FECUNDIDAD Y NATALZDAD S. Reher con su La Familia en E$a5a. Pa-
sado y presmte'3 pretende expicar, desde
En prácticamente todos los estudios de una perspectiva hist6rica algo determinis-
hdole general -idomes, textos, recopila- ta, la complejidad de las formas W a r e s
ciones, introduccione...- y en los trabajos y de sus variaciones a lo largo del tiempo
que abordan el tema del cambio que se ha -del s. XVII a mediados del s. XX-. Su
(3 Universidad de Ovi«lo.
En la gesti6n de la enseñanza partici- titulado superior. Por bltimo, dado que
pan activamente a d e m á s & todo el per- participa activamente en el proceso d e
sonal d e administracibn y servicios- produccidn e influye en él, es considerado
profesores y alumnos. Los profesores, por por algunos como un productor.
lo general, se consideran los gestores del Según la Norma ISO 9004-2,cualquier
proceso, ya que dirigen y organizan toda proceso de mejora dcbe partir de la per-
su ejecuci6n. El problema surge a la hora cepcidn que los clientes tienen del servi-
de delimitar el papel del estudiante. Para cio, por lo quc el primer paso ser6 el
algunos autores, es el consumidor o clien- delimitar el papel que le toca jugar a cada
te, que recibe un producto nial -las dases una de las partes que intervienen en el
y suscontenidos- con eI que debe quedar proceso. Es necesario idenacar quién es
tan satisfecho como cualquier otro consu- el cliente o usuario para, en función de sus
midor de un producto industrial o de ser- exigencias, diseñar y definir el producto a
vicio. Para otros, es el producto, y los entregar. Los papeles que pueden asumir
usuarios son los empleadores que deman- las diferentes partes implicadas e n el pro-
dan un producto que, en este caso, es un ceso son recogidos en el cuadro 1.
CUADRO I
En este contexto, los profesores tienen e k r un cliente nítido en todos los as-
la mision de dirigir y fomentar la mejora de pectos no académicos de los que es
la preparación acadgmica de los futuros usuario.
profesionales. De esta forma, los ac~uaIes v Ser el valor añadido al alumno, que
alumnos IIegar5n al mercado de trabajo se aprecia en el estadio ulterior &
con los conocimientos, capacidades y apti- su vida profesional.
tudes necesario6 para alcanzar el éxito. La
responsabilldad del cambio recae sobre el
profesorado, que debe intentar mejorar la
calidad de la ,docenciauniversitaria. Por su Chizmar considera al estudiante como el
parte, el alumno puede desempeñar distin- consumidor del producto, en este caso el
tos papeles según se definan los procesos curso.Los profesores deben tratar de obte-
en la enseñanza superior (Lacunza, 1998, ner el fmdbackde los estudiantes como un
p. 179): medio para determinar sus necesidades, 2s
Ser copartícipe del proceso ense- decir, que las evaluaciones del alumnado
ñanza-aprendizaje. les deben servir de medida de su propio
trabajo. La información asi obtenida debe interés del alumno. Los procesos actuales
guiar, dla a &a, las decisiones relativas al se alejan mucho & estos objetivos, ya quc
proceso & enseiianza y aprendizaje. Para utilizan el cisterna inümidatorio de la eva-
cumplir este cometido el feedback ha de luaci6n para que el alumno estudie.
ser conciso, simple y reguIar (Chizmar, Ahora bien, en cualquier caso, la
19%). La b6squeda de la calidad total no adopción de estos criterios debe motivar
diferirá, por tanto, del proceso seguido en también al profesor; Para que se sienta in-
cualquier otra empresa que busque satisfa- centivado a responsabilizarse cid éxito del
cer a los consumidores de sus productos o proceso de enseilanzaaprenáizaje es nece-
seivicios. sario que se produzca la remdmentaa6n.
Esta postura es compartida por otras En este caso, para la utilización de los
instituciones y autores, como es el caso de principios de la calidad toml es necesario
la Oregon State Univedty, que recoge en- que se cumplan tres condiciones:
sus principios básicos que los alumnos son
a Toda la actividad tiene que girar en
sus cli- mas hpoftmks (Coaee, 1990). torno al estudiante, porque su satis-
También Bo&gl (&do en Lewh y Smith, facción es la meta a alcanzar. Hay
1994), plantea que el alumna es el principal que obtener cuanta infomción sea
cüente de la univeridad. posible acerca del alumno, y proce-
En estas condiciones, se considera que sarla para utilizarla conveniente-
el estudiante se comporta como el usuario mente con e1 fin d e lograr este
& un servicio y que su nivel de saticfac-
objetivo.
ci6n va a depender de parámetros equiva- No es suficiente con ofrecer una
lentes a 10s de cualquier otros servicio: el
diseño del producto, el nive1 de cumpli- buena educacidn, sino que es nece-
miento & las e ~ p ~ c a c i o n eias ,forma de sario que 6sta sea la mejor, para
su presentación, etc. Por ello, es necesario que pueda ser vista como un ele-
conocer, en este caso, qué piensa el estu-
mento diferenciador frente a la
diante de la enseñanza que esta recibiendo competencia.
y cuales son sus quejas, reclamaciones y Todos los miembros de la institu-
sugerencias.De esta forma,se podrán rea- ci6n educativa tienen que estar in-
lizar las modificaciones oportunas, que volucrados en el proceso destinado
permitirán satisfacer sus necesidades ac- a aumentar su valor para el alumno.
tuales y futuras,y desarrollar una estrategia Es más fácil conseguir que &te esté
competitiva diferenciadora, basada en el satisfecho si los profesores están sa-
logro de la calidad total y la excelencia. tisfechos y realizan un trabajo de
calidad. Esa nueva cultura de la ca-
Dentro de esta poiícica de acniaci6n es lidad hace que se valore la necesi-
fundamental fomentar la relacion aiumno- dad de una implicacián colectiva e
profesor. Para d o , será necesario compre individual para alcanzar las metas
meter al alumno en su proceso de de la universidad, mejorar la efi-
aprendizaje mediante la creaci6n de equipos ciencia y destacar los beneficios
de u;ibQjo y el establecimiento -a través de que de ella se derivan.
las evaluaciones de los cursos y de la do-
cencia por parte de los alumnos- & una No obstante, para algunos autores esta
mejora continua mamen y Jackson, 1996). clasScaci6n no es del todo evidente. Na-
La mejora del proceso d e enseñanza- chlas (1999) afmna que los estudiantes no
aprendizaje deberá basarse en el trabajo son consumidoresdel pmeso de aprendi-
que, como promotor del aprendizaje, desa- zaje, ya que participan en €1. Por su parte,
mlia el profesor con vistas a despertar el Shvmci rebate ese planteamiento y afirma
que existen diferencias enbe los estudian- Estos condicionantes, que a simple
tes y los consumfdores tradicionales que vista puedan parecer simplistas, eviden-
dificultan que los estudianm sean idenclF1- dan que los estudiantes no pueden ser
cados cwno consumidores en este proceso considerados como consumidores natos de
( S M , 1996): un producto que se ofem en un mercado
Libertad de seIecci6n: Los consumi- determinado. Si tenemos en cuenta estas
dores tienen libertad para seIeccio- particularidades,resulta evidente que a to-
nar los productos que adquieren de dos nuestros alumnos del sistema educativo
una determinada empresa, pues los superior no se les puede dar t n d i s c w d a -
empresarios no &gen la obten- mente la categoría de cliente. No obstante, sf
ci6n & dichos productos al cumpli- pueden ser considerados consumidores-se-
miento de unas atributos personales. gún el criterio tradiaonal y mercantil-deter-
Por el contrario, los centros univerci- minados estudiantes, es decir, aquellos que
tarios no estan abiertos a todos los reciben formación no regíada o cursan titu-
estudiantes de manera indiscrimina- laciones propias de cada institucibn. En es-
da, sino que estos tienen que pasar tos casos, salvo excepciones, la aceptacidn
una seleoci6n y cumplir unos están- de los estudiantes no esta. determinada por
dares y restricciones para poder te- un proceso de seleccion, ya que los cursos
ner acceso al producto que aili se son de libre acceso y, por lo general, los
oferta. Si el estudiante no cumple alumnos no tienen que pasar constante-
dichos requisitos, tiene que acudir a mente pruebas que condicionen su perma-
la educación privada para poder nencia en la institución.
ver cumplidas sus expectativas. Los cursos de extensi6n universitaria,
~es~ohsabilidad por pago de un postgrados, cursos de verano, cursos de
precio: Los consumidores normal- lenguas modernas,etc., que se imparten a
mente pagan los productos que re- lo largo del curso académico en nuestras
ciben con sus propios medics. En la organizaciones, si pueden considerarse
educaci6n superior ptiblica esto no productos ~convenaonale~ y sus consumi-
sucede, pues el esnidiante solo paga dores clientes anvendonalesl.. ios ingre-
una parte & sus estudios. La mayorla sos de estos cursos deben provenir del
delosmeriiosconquecuentanestas pago de las rasas de matriculación que
insthcionesparaeídesarroiiodesus abonan directamente los alumnos, y -tal
actividades provienen de subvencie como se estabIece en los respectivos regla-
nes y, en instanda, & impues- mentos sobre estudios & postgrado desti-
tos pagados por todos los ciudadanos. nados a la obtenci6n de títulos propios y
Cumplimiento de determinados ouas enseñanzas de extensión universi-
requisitos, cuaiidades y m6ritos: En taria- deben cubrir los gastos que ocasio-
el libre mercado, los empresarios na impartirlos. En este caso, se puede
no examinan constanwmeke a sus hablar perfectamente de estudiantes-dien-
clientes para determinar si pueden tes, puesto que se cumplen los requisitos
beneficiarse de los productos. Los definidos: libertad de seleccion, pago del
consumidores no tienen que cum- producto por quien recibe sus beneficios,
piir unos mfnimos y mucho menos y ausencia de evaluaciones que restrinjan
demostrarlos, mientras que los estu- la permanencia en el centro.
diantes tienen que pasar constante- El tener en cuenta esto favorecerá la
mente por pruebas que determinan mejora de la enseñanza. Es de esperar que
si pueden seguir recibiendo el pro- la supefvivenúa de nuestras universidades
ducto ofertado. pase por el desamllo de este tipo de cues-
tiones que, además, se de- tener en gencia que ya fue recogida en la Ley, de
cuenta para el disei'io d e estrategias de ac- 1983. En este sentido, Almela Dlez (2000)
tuaci6n y la captación de recursos. destacaba que la sociedad actual exige que
la prepwci6n universitaria capacite para
las exigencias d e la vida profesional de
hoy en &a, cuyo ritmo de cambio obliga -
si no se quiere entmr en una dinámica de
Bailey y Bennett introducen este modelo desfase profesional- a un proceso & reci-
en la sociedad. Consideran que el profesor claje continuo. Este proceso requiere, por
ocupa ci papel CMproductor, mientras que tanto, que Ia universidad forme titulados
e1 estudiante es un producto, y el emplea- con la capacidad creativa necesaria para
dor es d futuro consumidor de ias habili- afrontar condiciones y situaciones diferen-
&des y conocimientos adquiridos por el tes & aquellas paca las que ha Asido prepa-
alumno. Nuestro cliente es, por lo tanto, el rado.
empleador (Bailey y Bennett, 19%). Las instituciones universitarias han de
Esto exige mirar al empleador -que es afrontar un cambio profundo que elimine
quien va a ofrecer un empleo al estudian- Ia brecha abierta entre la práctica y la for-
t e y ofrecerle un producto que se adecue mación. En nuestro país el cambio educa-
a sus necesidades y expectativas. En última tivo se ha centrado en la elaboración d e
instancia, serán los empleadores los que, nuevos planes de estudio, que han &jado
con su valoración del producto-alumno insatisfechos tanto a los estudiantes como
que reciben, deteminen el éxito o fracaso a los profesores, las universidades y los or-
de los m6todos educativos. Para diferen- ganismos p6biicos y profesionales. Esto se
ciarse de la competencia Ios alumnos de- debe a que en su diseiío se olvidó que la se-
berán reunir una serie de requisitos: mjUa debe dar frutos, y no se @ron pufdes
m Mayor facilidad de comunicacibn pr&sicmaies que mpodiezan a las deman-
oral y escrita. dasdelasociedadyabarcaranmntoconoci-
Capaddad & adaptación aI cambio. mientos t&cnicos como una serie de
Deseos de superaci6n. capacidades y habilidades profesi& (Ar-
m Más habilidades ardticas. quero Montaño y Donoso Anes, 19%).
Capacidad para resolver problemas Este posicionamie~tose basa en anali-
sofisticados utilizando equipos in- zar las semejanzas existentes entre el pro-
fodtico6. ceso de aprendizaje -por el que pasa el
m Disposición para trabajar en equi- alumno hasta convertirse en un producto
po, tanto como líder corno en cali- terminado (titulado> y el que tiene lugar
dad de seguidor, en cualquier industria para obtener una
En este sentido se pronunciaba la pro- unidad de producto final. En una analogía
pia Ley de Reforma universitaria que, en el con el proceso productivo industrial, se
apartado b del primero del Tinilo plantea que el alumno entra en 1a universi-
Preiiminar, destacaba que entre las Funcio- dad como si fuera una materia prima, se
nes de la universidad esta: #Lapreparacidn transforma durante el proceso de produc-
para el ejercicio de actividades profesiona- ción e n este caso proceso educativ* y,
les que exijan la aplicaci6n de conocimien- cuando se gradtía, es un producto termina-
tos y metodos cient&- o para la creacibn do que ha de ponerse a prueba en el mer-
artísticas. Dicho esto, no parece que el es- c w b el mercado & trabajo.
fueno por adecuarse a la demanda de la CuaIquier materia prima pasa, antes de
sociedad sea un hecho aislado ni una ten- ser adquirida, por un período de seleccidn
dencla redente, sino que ha sido una exi- en el que -en funcidn de las exigencias,
especjñcaciones y objeüvas & la empm armlrildo deseado está disponible para la
sa- se tienen en cuenta criterios de di- ventz Del mismo modo, el estudhnh no
dad, preclo, etc. De igual manera, el puede considerarse un producto termina-
alumno, anca & ser admitido en cualquier do hasta que no ha logrado superar cada
centro, debe pasar unas pruebas. No todos una de las asignaturas que conforman el
los centros tienen los mismos niveles de programa docente,y obtiene el &la&
exigencia en cuanto a notas & acceso y que lo aadita para el ejercido de la pro-
demás aptitudes. En este apartado d a ne- fcsión. Tal y como ocurre en la industria, si
cesario llamar la atencibn acerca & las el alumno abandona los esnidios antes de
funciones que han venido ejerciendo los terminar se le considera un producto e m l -
,
CUADRO 2
S~~
Educacidn superh
lh?&hmaSeni&
(Simnct, I9%, p. IPg)
Proveedor
MmiaFrima
Productos en proceso
Cursos Fares del proaso
Graduados Pductasarminados
Esnpleadorcs Consumidores
NSmero & graduadod empleados Venparr
N h w o de graduadoB daempleados P d u c & ssin vender (Invenmio)
Wa& de salida Preclo del producto
I Mucaci6n Superior
I
n1
Programas AcadCmicos
Bibliotecas
Resldenctas
Gimnasios
De igual forma, a la universidad, como De este modo, el estudiante es el respon-
a cualquier otra empresa, le compete valo- sable de su propio aprendizaje, circunstan-
rar el proceso productivo al que ha some- cia por la que algunos autores concideran
rido al alumno para determinar qiié más difícil aplicar los principios de GCT al
actividades añaden valor al producto y proceso que se desarrolla e n las aulas,
cuáles son los costes de los diierences pro- dada la gran diferencia que existe con res-
cesos. Los estudiantes entran en el sistema pecto al proceso industrial (Schonberger,
con ciertos conocimientos y se espera que 1995). Para poder aplicar con rigor estos
lo abandonen con un valor añadido deri- principios en la universidad, los estudian-
vado del aprendizaje (Peiia, 1997). Todo tes deben estar en condiciones de manifes-
este proceso puede ser analizado en el gd- tar al profesor las correcciones que
fico 1. entiendan oportunas. El profesor podría
Este planteamiento debe llevarnos a así realizar los cambios necesarios para
reflexionar acerca del cambio en nuestro que el proceso de enseñanza se adaptase a
modelo educativo. La reforma tendría que las expectativas del alumno.
ser profunda, pues, liasta ahora, nuestra Las acciones, en este caso, vendrían
enseñanza no se ha centrado en la prepa- condicionadas por las aportaciones de De-
ración para la inserci6n en el mercado de ming, quien proponía un cambio en la filo-
trabajo y, con ello, ha olvidado o dejado sofía del control de calidad. La idea básica
de lado la integracidn de los aspectos te6- es muy simple: en vez de controlar #pos-
ricos con los prácticos. Como bien mani- tetaori los defectos de la producción y co-
fes~abaRafaeI Anes en la conferencia rregir el proceso cuando éste se desvía de
pronunciada con motivo de la Jornadas los limites de tolerancia admitidos, el con-
=Universims'99~,hay que enseñar lo que la trol se efectuaría en cada uno de los pasos
sociedad demanda, pues, si bien nadie del proceso, con lo que se reducirían las
duda de la preparación teórica de nuestros posibilidades de error: El proceso de ense-
aIumnos, la forrnaci6n práctica resulta to- ñanza-aprendizaje que se lleva a cabo en
talmente deficitaria. la universidad es interactivo, y en él el
usuario aparente -el estudiante- es en rea-
lidad un coproductor del servicio (Álvarez
Alday y Rodríguez Vidarte, 1997).
En opinión de Ray, el profesor cede su pa- En cualquier caso, al asumir este com-
pel de productor al alumno. Desde este portamiento-se pretende mejorar del pro-
punto de vista, el profesor es el gestor en- ceso de enseiianza-aprendizaje a través de
cargado de controlar la calidad y definir el la estimulaci6n del alumno, que es respon-
producto en su concepcidn general, es de- sable de su propia formación y participa
cir, se ocupa del proceso de aprendizaje. A activamente en el proceso CMel-irezy otros,
la vez, actúa como Bnput de dicl-io proceso 1997). LaEuropean Foundationfor @aHty
y produce enseñanza, que puede combi- Managmen t (I3Q.M) (19951, que conside-
narse con otros medios -libros, ordenado- ra que el producto es el proceso de apren-
res- y las Merentes habilidades que puede dizaje,. - . este criterio.
apoya
desarrollar para generar el proceso apren- La aceptación de esta filosofía llevaría
dizaje para configurar el producto final. a cenmr el proceso de reformas en el de-
Pero, en última instancia, quien combinad sarrollo y la modificación del curriculum
todos los elementos será el alumno, que en función de la infomcián proporuoriada
dará forma al producto definitivo que de- por los distintos segmentos de clientes, in-
manda la sociedad; será ésta la que se be- cluidos alumnos y empleadores. Esta posibi-
neficiará del servicio ofrecido (Ray, 1992). lidad no ha sido tomada en consideración
en la mayoría de Ias iniciativas de mejora
de la calidad que se han efectuado hasta la
actualidad, pues en ningcui caso se han en- Se han calificado como uno de los mejores
caminado a atacar el centro mismo del haiiazgos del Seminario de Evaluación de
pmceso de la educacidn (Engelkemayer, la Universidad de HarvaKL, donde se esbo-
1995). zaron como una herramienta que, aunque
La información necesaria para llevar a muy simpIe, puede mejom el proceso de
cabo e1 cambio puede ser obtenida a tra- ensefianza-aprendizaje y Ia partidpacidn
v& de una serie de técnicas, que, a su vez, de los alumnos en chse mght, 1990). Con
ayuden a los estudiantesa producir -con k el objetivo de obtener el f e e d k k de los
calidad que la institudbn y los propios alumnos, se les pide que -en los filtirnos
aIumnos desean- el tipo de producto que minutos de clase- respondan a dos interro-
los consumidores quieren *comprar*.Al- gantes:
gunas de estas técnicas son las que se
e ¿Qué es lo más importante que han
analizan a conrinuaci6n. Las dos prime-
ras son adaptaciones de rn&t&os que po- aprendido hoy?
4 iQuC puntos siguen estando confu-
drfan utilizarse tanbien en el modelo del
estudiante-consumidor y la tercera es una sos al final & la clase?
nueva estrategia relacionada con el mo&- Con la primera cuestión se trata de
lo del estudiante-productor@ay, 1996): cenaar a los estudiantes dentro del marco
en que está siendo desarrollado el procesa
de enseñanza para, a continuaci611, deter-
minar cómo ha sido llevado a cabo el pro-
ceso y cómo ha sido transmitido a 10s
alumnos. El profesor anima a los alumnos
Estos grupos -llamados en la actuaiidad a reflexionar y a responder de manera sin-
equipos de mejora continua- son diseña- cera a sus preguntas, explic4ndoles que,
dos para ayudar al productor a mejorar la con sus opiniones, se puede mejorar el
eficiencia y calidad del producto, En el proceso de ensefianza no solo para futuros
modeIo estudiante-consumidorestos drcu- alumnos, sino para ellos mismos.Ei anfili-
los esdn formados por estudiantes, con el sis & las respuestas provee al profesor de
propbsito de mejorar el trabajo del profe- informaci6n acerca de los puntos que han
sor. La principal limitaY6n de este tipo de quedado dudosos a los alumnos y que de-
círculos es que se! centran en un solo as- ber8 aclarar en la p d x h a clase. Lo más in-
pecto & la producci6n: ei profesor. teresante de esta técnica es el hecho de
En el modelo del estudiame-productor que el profesor demuestra respeto e inte-
los equipos de caldad se formarán para rés por Ia opinión de sus alumnos,además
ayudar a los estudiantes a evaluar y mejo- de alentar la participaci6n y fomentar la
rar el proceso de aprendizaje. En dios se implicacibn activa en el proceso & apren-
incluirán profesores, especialistas en edu- dizaje (Ctoss y Angelo, 1988).
cicidn, dumms, representantes de las ins- Esta técnica puede ser puesta en pPac-
tiniaones & enseñanza y empresarios. El tia de muy diversas formas, inciuidas las
trabajo del equipo consiste en examinar to- más modernas y actuales: ia informática y,
dos Ios input. incluido el profesor, para en especial, mediante Internet. Se sugiere
determinar cual es Ia calidad de la ense- a los alumnos que a1 final de cada clase en-
ñanza. Este uso de la GCT amplía el objeta víen sus opiniones y dudas a través del co-
de los círculos de calidad e inuementa su rreo electrónico para poder contestarles
efectividad potencial. inmediatarncnte y de manera personaliza-
da. Otra forma puede ser sugerir a los podrian utilizar esa informacidn para des-
alumnos que, al final de las clases, deposi- cubrir los problemas. Aprender a interpre-
ten en una urna un papel con sus opinio- tar elfeedback es una habilidad importante
nes, dudas y sugerencias. Esta forma de q u e muchos estudiantes nunca consiguen
poner en práctica esta técnica está ptnsa- desarrollar. Enseñar a los estudiantes a
da, fundamentalmente, para grandes gru- descubrir cuál es el material más importan-
pos de alumnos en los que escuchar en te o qué área les presenta m á s dificultades
clase Io que cada uno tiene que decir pue- de comprensión constituye un uso adicio-
de ser más complejo. nal de esta iécnica que dota a Ios estudian-
Con independencia del mecanismo de tes de nuevas responsabilidades y
aplicación que se seleccione,los profeso- capacidades.
res que lo han puesto en practica han com-
prendido que su utilización mejora la
participación y la motivación en el proceso
de enseñanza. Esta técnica provee al pro- Las mblas de control de calidad son mblo-
fesor de la informaciiin necesaria para sa- nes de competitividad,en los que se expo-
ber lo que los alumnos han aprendido y ne la situaci6n de cada parte en el proceso.
cómo lo han hecho; establece, a&&s, un En general, los estudiantes no saben asu-
feedúack sobre una base regular; y con- mir responsabilidades sobre su propia
vierte a los estudiantes en una fuente im- educaci6n, ya que en pocas ocasiones se
portante de input, a la vez que permite, al les ha enseñado cómo hacerlo, y cuando
mejorar Ia motivaci6n, controlar mejor el aparecen los problemas, en lugar de hacer-
proceso de aprendizaje (Chizmar y 0 s - los frente esperan una intervención divina.
trosky, 1998). Aceptan el fallo en un examen o una clase
La efectividad de esta técnica ha sido como algo inevitable -o culpan al profe-
contrastada a través de experiencias pdcti- sor, a las circunstancias, etc.- en lugar de
cas (Chiniar y Ostrosky, 1998) que eviden- perseguir mejoras en el proceso educativo.
cian 10s buenos resultados que se pueden Hay que reconocer que aquellos que no
obtener con su utilizacidn. Esto sugiere alcanzan el nivel deseado necesitan ayuda
que todos los estudiantes y profesores, a para identificar qué procesos mejorar y
pesar de sus diferentes niveles de habili- q u é soluciones implementar, y es aquí
dad, pueden beneficiarse de su empleo. donde la GCT y el profesor pueden ayu-
El resultado positivo de la experiencia lle- dar. Centrarse en el proceso de aprendizaje
va a pensar que, en un futuro no muy leja- -más que en la inteligencia o la ética de
no, figurará entre las t&cnicasy pdcticas trabajo del estudiante- puede orienbr al
docentes habituales. alumno a la hora de resolver el problema y
Como decía Chizmar (19941, el feed- ayudarle, no $610 a mejorar su formación,
back de este ejercicio puede ser usado por sino también a desarrollar un sentido de
el profesor para *identificar problemas y responsabilidad y control sobre su propia
sugerir soluciones, sin acudir al reprochen. educacibn.
Aunque esta informacidn es Útil para el Este método -que permite detectar los
profesor, ya que puede ayudarle a desem- problemas potenciales y buscar posibles
peñar mejor su trabajo, se limita a un solo soluciones- puede ayudar a los estudian-
aspecto del proceso productivo. Si el mis- tes a analizar el proceso de producci6n.
mo tipo de feedback contemplara otras Existe Ia posibilidad de que los alumnos
cuestiones sería más útil. P.ej., si los esni- deseen trabajar m5s y mejor pero no sepan
diantes plantearan al profesor cuestiones cómo hacerlo. Con la introducci6n de este
relativas a la enseiianza impartida, estos tipo de técnims se estaría dando un primer
paso para crear uria siniacibn en la que 1cs dos y recursos CRivero Menendez y otros,
profesores sean consuItores, en lugar de 20001:
jueces encargados de determinar el éxito o MuddCestPoFnt*
el fracaso de sus alumnos. Esbs deben sentir- One smtence summary.
= ~ ~ ~ p e i q i a e d e s e m p a i a n ~ B a c & m u t t d / ~ e p t i o nCM.
ser~ultes&queIo6prof~sonCi~ ~frectedparapbrasing.
ynecefmiospamobtenerelmjorredacb midi---ir-sbare.
crxilos~másbeps.
Algunas cuestiones que se les puede
plantear a ¡os estudiantes para aportar so- ~ P U B D E D ~ ~ ~ ~
luciones son: DOBLE PAPBI,COMO CONSüMDOR INTERNO
Y O M O ~ R ?
+bistec a clase?
¿Leeslas lecturas recomendadas?
flomas apuntes completos? Por dtimo, pkkamos la posibiiidad de que
¿Planteas cuestiones en clase (o las el aiumm desempeAe un M e papel,y sea,
apuntas para discutirlas despub] si a k vez, productor y un consumidor espe-
no has comprendido algo? cial. Para ello, nos basamos en las similitudes
¿Hacesel -bajo recomendado para que d s t e n entre los estudiantes y los em-
casa? pleadores, pues ambos son, en algún m e
;Dispones & algún tipo de ayuda si mento del proceso, consumidores. La
tienes probbrnas con el trabajo en diferencia es que el estudiante 4 encontrar-
casa? se dentro del p r o c e es un consumidor in-
&cu&s a realizar consultas a Ia bi- terno y directo, mientras que el empleada
bbteca? -que recibe el producto acabado sin poder,
lTTienes un compaiiero o grupo de por tanto, uifluir en su formacibn- es un
estudios? consumidor externo e indueao. Como bien
pianreah Mendiiuce (19961 el estudiante es
Las soluciones parecen evidentes si e1 un diente singular que participa activamente
alumno responde ano- a alguna de las en su propio proceso f~nnativo,por lo que
cuestiones. Es importante identacar c6mo se convierte en coproductor (Di& 1995).
aprenden.mejor los estudiantes, pues cada Engelkemeyer (1995) considera a los
uno es diferente. En función de cada caso estudiantes el principal cliente Interno y a
se puede recomendar ver aigún vídeo, uti- los potenciales empleadores el principal
Hzar un iibro especEco, hacer simuhcio- cliente externo. No deben, por lo tanto,
nes por ordenador, realizar un mayor quedar dudas acerca de que ambos son
n h e m de ejercicios o crear un grupo de clientes claves de la educacibn superior:
discusi6n. Si el alumno responde LsE. a idas los estudiantes lo son del proceso & ense-
las cuestiones es necesario plantear otras ñanza y de las asignaturas del curso; y los
más específicas. En casos,es particular- empleadores, del conjunto de conocimien-
mente importante la labor del profesor, ya tos, capacidades, destrezas y habilidades
que pueden mediar problemas de aprendi- acumuladas por los estudiantes (titula-
zaje o drcunstancias pusonaIes que aconse- dbn). Es decir, se comportan como clien-
jen que el profesor actúe cono inermedíario tes de productos diferentes.
entre el estudiante y ows aptos. Dentro de esta corriente podemos in-
Las W c a s antes mencionadas no son ciuir a Van Vught y Westerheijden (19931,
ias dnicas que pueden estimular y mejorar quienes, desde un enfoque técnico, identi-
el proceso & aprendizaje a través de la va- ficaron el producto & la ensefianza supe-
loración de las clases. Existen otros méto- rior con el graduado y el proceso con el
programa. De este planteamiento se des- confiere una ventaja considerable sobre
prende que el estudiante no es un produc- cualquier consumidor nato. Esta situaci6n
to, pues el producto sería la educaci6n del adquiere una especial relevancia si se per-
estudiante y, más concretamente, lo que el mite al alumno convertirse en su propio
alumno sabe y lo que es capaz de hacer productor y, en caso de que la enseñanza
(conocimientos y habilidades). no se adapte a sus expectativas, detectar
Este criterio también es apoyado por los errores cometidos en el proceso para
el documento Gzstdelines on Q d i t y AW- que puedan corregirse antes de que el pro-
rance, elaborado en el Reino Unido. En di- ducto salga al mercado. Hay que tener en
cho documento se señala que e1 esnidiante cuenta que cuando el producto sea recibi-
es un cliente eonsumidot interno-, y que do por ese cliente externo e indirecto al
es necesario utilizar técnicas de naarketittg que corresponcleA determinar la calidad
para descubrir lo que realmente quiere del producto, y rechazarlo o aceptarlo, ya
(Nigber Education Qicality Council no podrá, al menos a corto plazo, ser perfec-
(HEQC) (1994). También se afirma que cionado. De cualquier modo, la inversi6n
mientras que hay alumnos que estudian hecha, tanto por la sociedad como por el
para mejorar sus conocimientos, la inmen- propio interesado, no podrá ser recuperada.
sa mayorla quiere asegurarse un trabajo Esto podra dar lugar a problemas de falta de
que proporcione un buen nivel de vida. eficiencia que, junto a los originados por la
por GntÓ, las titulaciones universitarias de- falta de calidad, deberán ser ehinadcs. Para
ben estar pensadas para permitir obtener el empleador el estudiante constituye un pro-
las competencias requeridas por los em- ducto con unas caracterlsticas especEcas,
pleadores -consumidores externos-, que pues tiene poder de decisibn sobre el pro-
son, al fuiy al cabo, los que han de valorar pio proceso que lo genera.
la formaci6n de los alumnos. Hacemos esta rnatizacidn porque con-
Por su parte, Wallace (1%) considera siderar ai aiurnno como un producto tradi-
al estudiante como un consumidor prima- cional resulta demasiado simplista en las
rio pero, en ningirn caso, como un consu- actuales condiciones de formaci611, a la
midor pasivo, sino que, dadas las vez que es obvio que esta materia prima
caractcristicas del servicio que recibe, lo tiene capacidad de a d i s i s y siuto-evalua-
considera responsable del proceso, pro- ci6n. Nos parece inadecuado comparar al
ducto o servicio. Para ello, distingue entre alumno con un simple trozo de madera al
el producto o servicio de la educaci6n y que se da f o m en un torno hasta obtener
los demás servicios que se ofertan a los es- la pieza &sea&. El alumno -dada la b i d
tudiantes a b largo de sus estudios en los que existe en nuestro modelo educativo-
diferentes campus universitarios. puede, una vez cumdas las asignaturas tron-
Se&n esta filosofía, el estudiante no cales u obligatorias, adaptar su formau6n a
es un itaputa transformar,sino un cliente al sus objetivos, expectativas o simples deseos
que se &be escuchar (Wolverton, 1999, personales siguiendo diferentes vías. Una
puesto que es partícipe o coproductor del materia prima industrial no tiene poder para
proceso. Al estudiante no puede conside- decidir su futuro, por lo que creemos que
rársele como un mero comprador o recep- el concepto tradicional de materia prima
tor pasivo de un producto, es necesario no es aplicable a los alumnos y preferimos
contemplar su participaci6n en el proceso considerar los un ama^ prima especial o un
de enseñanza-aprendizaje (Hancen y Jack- c o ~ d ointerno,
r es decir,la siguiente per-
son, 1996). sona de la cadena productiva.
El hecho de que e1 estudiante se en- Si bien el estudiante es recibido en
cuentre dentro de la propia organizacibn le nuestras aulas como una materia prima es-
pedal,que se procesa durante su vida uni- sus problemas que e1 que las ensefianzas
versitaria para convertirse -una vez que que acababan de recibir les permitiesen re-
adquiere ia timiación deseada- en un pro- solver con eficacia cualquier desafío que
ducto terminado, si debe ser claramente se les pudiera presentar (Hau, 1991).
considerado como consumidor de deter- Cuando Hau estudio este comportamiento
minados productos o servicios -colegios conduyó que el estudiante es el consumi-
mayores, comedores, librerías,bibliotecas, dor primario de los materiales del curso,
etc.. En estos casos, cabe d t a r -ai igual pero no del contenido del curso. El con-
que se hada con los alumnos de enseñan- sumidor del contenido del curso es al-
zas no regladas en el planteamiento del es- gulen externo a la organizaci6n, alguien
tudiante como consumidor- su s W m d que recibe los valores aiíadidos del alum-
con un consumidor aconvencional o tradi- no cuando &te obtiene la titulación -una
cional*. Ahora bien, ya dentro de ia clase, apreciación del mercado que se puede de-
el alumno, cuando está recibiendo los co- morar en el tiempo.
nocimientos impartidos por los profesores, Por lo que, concretando, los aspectos
se comporta como un consumidor interno. que caracterizan a los estudiantes del siste-
El comportamiento humano influye ma & ellseiíanza superior son:
tambien en la definición de consumidor. El estudiante es un producto en
En Ia mayoda de los casos, los alumnos se proceso.
sienten felices cuando una clase es a m e - El estudiante es un consumidor in-
h& o termina antes de hora. Algo muy di- temo de todas las facilidades que se
ferente ocurre cuando adquirimos un dan en los campus udversimrios y,
producto y nos lo entregan sin terminar, u por tanto, debe ser tratado como
olvidan una parte esencial de &te. Aquí in- tal.
tervienen tanto el grado de madurez del e El estudiante es un trabajador en el
alumno, como el hecho de que no sea éste proceso de aprendhajj pues parti-
quien abone el importe total del curso que cipa activamente del proceso, no es
recibe. Los mismos alumnos se comportan un participante pasivo.
& disdnm manera cuando es& pagando Ef estudiante es un consumidor in-
un curso en su totahhd, y sea en la ense- terno & los materiales del curso.
ñanza privada o en cursos & postgrados. Los papeles que asumen profesores y
De igual forma, el alumno se siente estudimm dentro del proceso educativo, en
más satisfcho cuando recibe poco mate- este caso,quedan refiejados en el gráfico 2.
rial y d nivel de exigencia del profesor es
bajo. Cuando se Ie exigen d s trabajos y
actividades -que a la larga redundarán en A MODO DE CONUUSI~N
beneficio propie el alumno, en la mayoría
de los casos, se siente Insatisfecho con el Sea cual sea el papel asignado al alumno
profesor. En este caso, poco o nada tiene -que estará en función del tipo de ense-
que ver Ia ectItud de un consumidor tradi- ñanza al que nos refiramos-, la GCT exi-
-
cional con la actitud del estudiante como ge a los miembros de la organizaci6n
consumidor. Paradójicamente, en un esni- trabajo en equipo, motivaci6n, evaluación,
dio que se realizó en la Universidad de y mejora constante. Lo fundamental de
w ~ ~ n s I n - ~ t e m a tlas
e r respuestas
, que este anUsis debe ser que fund6n de
dieron los alumnos a Ias preguntas que se la actividad, producto o servicio que se
les plantearon evidenciaron que, para oferte se desarrollen, mediante las he-
ellos,era más importante que el profesor rramientas e instrumentos comen8dos,
se mostrará amable y se preocupara por las estrategias adecuadas.
Profewr Estudiante Estudiante Profesor
Transmlsi6n Asimilnci6n Deniostr;lci¿n
del del del
conocimiento conocimiento conocimiento
Servldor O y proceso
Consumidor Trabajador Evaluador,
fwiliradot asistencia interno 0 Y Partícipe inspector
del proceso receptor en el b
)
de proceso de
esellama
ensefianza
Si por doquier se habla de empresas (interesa mucho más lo que los chicos han
que han de estar regidas por el principio aprendido que el proceso seguido hasta
de competitividad, so pena de su derrum- ese punto). Es por ello que la visión holís-
be o socavamiento letal, es porque la diná- tica consistiría e n favorecer un equilibrio
mica económica ha impuesto ese lenguaje, entre aprendizaje y evaluación, sin conce-
que ha llega& a funcionar incluso a modo siones ni hiperb6licos privilegios para nin-
de aviso para navegantes dentro de una 16- guno de los dos aspectos.
gica social que alcanza, con inquietante En segundo Iugar, la vertebracidn ho-
eficacia, los muros de la escuela y los crite- lística del aprendizaje se corresponde con
rios para enjuiciar o valorar la mrea de la una escuela que favorece la incIusi6n y no
la exclusidn derirro & sus recinios; una escue- nere wm a cbild wentforth amy
la que respeta la diversidad cultural y aprove- day,
cha sus ventajas para fortalecer un sentido de And the first obect he lmkd upon,
comunidad y & civiiidad. En ese contexto, tbwt obyect be became,
ampliar y adaptar la gama de estrategias de And dbad olipecb becwmepap-tof bim
enseihuaaprencüzajeno es algo ajeno a una for the day ~r w cmtain part of tke
pedagogfa de la equidad (Nieto, 19931, si te- day
nemos en cuenta los factores que afectan a la Or for many yeais or siretcbing
disuibuci6n del QUto en las escuelas. @es of years
La iínca de avance, en el sentida holisti-
co, exige mayores dosis de equilibrio entre He ahí una bella manera de expresar
rres clases & aprendizaje, uno que podemos ia esencia del aprendizaje holistico, nos
liarnar .de flujo informativo en una única di- comenta el estudioso canadiense. E1 niño
rertidn., otro =dettarisac~idn~ que, aunque conecta con su ambiente de modo que el
más interaciivo, corre el riesgo de hipertro- aprendizaje deviene integrado. La virtuali-
fiar el desarrollo cognilivo y la resolucidn de dad de la conexión apunta a la relaciona-
problemas, y uno llamado ~transformaciomi~bilidad de temas y materias, que se da en
en el que el centro no es sólo el desarroiio diferentes niveles. Un docente puede unir
intelectual sino también el desarrollo emo- sin problemas una novela a su período liis-
cional,esetico, moral, etc. tórico, incluso integrar materias en torno a
Se trataría, por lo tanto,de situar otro temas principales.
tipo de aprendizaje, m á s consonante con La identidad personal, sin ir más lejos,
el poder de auro-determinación que regula es explorable uniendo, al menos, historia,
el auténtico crecimiento humano. A dife- literatura, arte y música. Es un modo de
rencia de &pocaspasadaq, es posible ahora expresar, en parte al menos, lo que Dewey
extender paulatinamente sus beneficios en bautizó como .unidad del conocimienton
la misma medida en que la cualiiicación de (ver Dewey, 198. Original 1933), o lo que
los procesos educativos ha ido pareja con Wilson (1933) acaba & rotular, originalmen-
el estudio y rcconoumienco de la vida in- te, como aconsilienm, cuyo ~ i g ~ c a lite- do
terna del alumno. ral es el de saltar juntos del conocimiento
Importa sobre todo el contexto de in- mediante la c o n d d n de sucesos y de teo-
clusividad, que acoge el uso de distintos rías basadas en hechos de diversas discipli-
enfoques, el conveniente a la ocasión, al nas para crear u n terreno comúii d e
problema o a la circunstancizi del sujeto explicacien.
agente, sea niño,adolescente o adulto. Ex- Ya esiA bien de no admitir con sentido
clusivizar un tipo de aprendizaje es contri- critico que buena parte del curriculum y otra
buir a la frustración del desarrollo infantil. nada despreciable de nuestras prácticas de
Conviene que el docente haga uso de la enseñanza, lanzan un mensaje propicio a la
mejor combinación de enfoques,marcan- comprensión del sujeto como separado de la
do un buen ritmo entre dichas formas de realidad. Lo peor es que responde bastante
aprender, haciendo del aula una estancia bien a lo que pasa en los recintos escolares.
en la q u e es posible encontrar interés y Porque,efectivamente, allí encontramos ma-
educar la motivacidn. terias separadas, destrezas separadas, objeti-
Finalmente, además de equilibrio e in- vos separados,m&& lineales, evaluacionec
clusión, hemos & buscar conexión. En el separadas, etc. por no hablar del aislamiento
trabajo antes citado, Miller (19991 acompa- e n el que desenvuelven su vida muchos
ña su mención a este concepto del siguien- agentes de la comunidad educativa (Santos
te fragmento poético de Walt W h i m n : m, 1995).
Intentamos simpIemente rdejar una cognitiva, desde la afectIvd6tica a la &ti-
pieo~paci6nidéntica a h de Cap= (1982) ca y social; y siempre en sintonla con las
cuando signifid los profundos desequill- exigencias culturales ya que, al fin y a la
brios &tenm en nuestra cuIclrra y que m- postre, los procesos implicados son pioce-
to afectan a nuestros pensamientos y cos adaptativos.
sentimientos, nuestros valores y actitudes, La preknsidn de educar al ser humano
nuestras esrrucniras sociales y poiíticias. He- como un todo sitúa una de las esencias de
mos hecho prevalecer, deda, el a d h h so- la educaci6n en el holismo y Ia sbtesis. E1
bre la sinte&, la au-ci6n sobre la proyecto educativo, si es ml, ansía siempre
htegracidn, la competición sobre la aoope- fa máxima integmción de las ciimensiones
ración, la expansión sobre la comermci6n, y del ser en orden a su mejor crecimiento y
así sucesivamente hasta encontramos con expresi6n. Esa tendencia integradora tiene
una crisis social, &@ca, moral y espiritual en la investigaci6n sobre la hemisfericidad
de enomies dimenstones. ceretxal uno de sus pwlros de apoyo más
Om implicaci6a des&cada es la posi- reconocidos (cfr. Doval Salgado y Santos
bU&d de que los alumnos vean su escue- Rego, 1998).
la y su aula como una comunidad de Y al margen & lo que desconozcamos
aprendizaje y & indagaci6n (Santos Rego, adn sobre el cerebro, que es mucho, hay
1990,1991) en la que no s61o se fomenta coincidencia plena en que se trata del 6r-
Ia interdependencia positiva, la aumegu- gano central en la organización del conoci-
lación y el trabajo cooperativo con los miento, de1 comportamiento y de la
otros sino que se favorece tambitn la cons- acción. Es un centro de competenda estra-
micci6n de sujetos con sentido de respon- tégico-heurísticay debemos considerarlo,
sabilidad y solidaridad comunitaria. apunta Morin (2000,p. 155) no $610 como
Pocas veces se ha vinculado esta di- centro organizador del organismo indivi-
m d 6 n a nuestra estructura nwrol6gica; dual propiamente dicho,sino como el cen-
pero hoy son pocos 10s especialistas re- tro federativo-integradoi entre las diversas
acios al aserto de que el nuestro es un ce- esferas (genetica, culmral y social) cuya in-
rebro s o d . Hay que impulsar y fortalecer, terreiación constituye el universo antropo-
por tanto, las disposiciones rekcionaIes lógico. Se entenderá fáciirnente asi nuestra
dentro y fuera de las aulas, residenciando posición proche a no disociar educaci6n
en la calidad de la interacción una parte de hobtica de htegraci6n bio-socio-antropo-
Ia respuesta a quienes, como Wolfe y ldgica en el marco & la intervenci6npeda-
Brandt QW) piden mayor nitidez en los g4gica posible.
detalles de lo que significa h d a r de am- En los thnhos de Rinkle (1982), la edu-
biente enriquecido en las aulas. caci6n W c a es un modelo funcional, in-
tegrado y genedkado & educad6n, que se
CONCEPCI~NHoL~STICA Y NUEVO centra en toda la situaci6n de enseñanza-
PROYECTO EDUCATIVO apren-je y que varía la estrategia sobre
esta para tomar en cuenta las necesidades
Al margen de origenes e influencias,la de- del alumno, del profesor, y de la lasi-
tivadon conceptual que esta perspectiva tuaci6n, en un esfuerzo por lograr resultados
arroja no se aleja demasiado de aquellas educativos $e alcance global.
que entienden la educacibn cono desarro- Para Sonnier (1982, 1989,educacián
llo intencional de ias potendalidades del holísdca es dn6nirno de conjunto de estra-
individuo.Tendría que ver con un desarro- tegias de ensefianza que se diseñan para
iio asistido de todas sus dimensiones de abarcar la más amplia gama de necesida-
personalidad, desde la biokId6gia a la des individuales, fundamentalmente deb-
das a las diferencias en la lateralizacidn traidos de la investigación sobre estilos
cerebral. Es por ello que tiene como su cognitivos, los que han propiciado el 6n-
principal objetivo formar individuos de fasis pedag6gico en la educacibn holísti-
pensamiento completo sin preocuparse en ca, cuyo interés prioritario se nuclea en
principio & si se trata de un sujeto visual torno a la compensaci6n de las carencias
O que lleva en si una escuela & corte tradi-
Fue el avance experimentado por cog- cional. La propuesm, entonces, no es otra
nitivismo y neurociencia a partir de los que la de introducir en el proceso educati-
años sesenta e1 que plante6 este desafío en vo acciones pedag6gicas equilibradoras,
la 6rbita educativa, si bien las formalizacio- adecuadas a la diversidad, en el procesa-
nes teóricas sobre lo que ahora llamamos miento cognitivo de los alumnos, promo-
perspectiva hoiística no fueron inmediatas. viendo la iniemcci6neficaz entre rnotivaci6n
Al estudiar la asimetría, la especificidad y y cornpeeencia potencial para el aprendimje.
la dominancia funciod de los hemisfeda El verdadero dnfasis de la educación
cerebrales se fue poniendo & relieve, en hollstica es la reflexi6n sobre la conve-
una derivacidn extensiva, que la escuela niencia y oportunidad de adecuar el esti-
convencional, primando el verbalirno lo docente a las preferencias y necesidades
(lenguaje), Ia secuenciaci6n lineal, y el cognitivo-afectivas del p p o de alumnos,
control estricto de la conducta, dejaba fue- tratando de crear situaciones facilitadoras
ra de su atenci6n el desarrollo funcional de un clima de aprendizaje desinhibidor,
dei potencial humano ligado, básicamente, canto de los bloqueos en los procesos
al cerebro derecho. mentales como M sentimiento de autoes-
En el proceso educativo, además de la tima.
16gica formal hay que saludar la eJtistenaa Es así que el profesor de tendencia
& una 16gica distinta, m&s -a, que tie- personal analítica y normativista ha de
ne que ver con percepciones, idgenes, aprender a introducir y practicar en su es-
cuaiidades, sensaciones, emociones o apre- tilo docente determinados elementos ca-
cios estiIticos, y que hemos podido descubrir racterísticos de una tendencia más visual e
en el perfil de sujetos v h a f i p r a c 4 d e s inhiitiva. Y también al revés, el profesor de
(Dova1 Salgado y Santus Rego, 1995, 1998; tendencia más visual h&r5 de introducir
Doval, Santos, Jorge, Y Crecpo, 1883;SQntos pautas más propias & una tendencia ana-
Rego y Doval Salgado, 1993;Santos Rego, lítico-reflexiva (ver Doval Salgado y Santos
Doval SQlgado, y Sobrado Femíndez, 1W).Rego, 1995, Santos Rego y Doval Salgado,
Sin embargo, Ia percepción de deter- 1993). El prop6sito & esa dinámica opera-
minadas conFigur;iciones complejas como riva es que los aIumnos tengan similares
las relaciones espaciales, las emociones, oportunidades para desarroiiar, lo más hn-
los inipulsas cteatlvos, funciones asociadas cionalmente posible, todo su potencial.
por los haliazgos & la neurociencia al he- Estamos ante un enfoque que solicita
misferio derecho, no se respetan lo que dei profesorado un reconocimiento de la
merecen en la escuela, lo mismo que la ca- rigidez y ~ni~mensionalidad de su ten-
pacidad de síntesis, la simultaneidad o la dencia docente. Se puede entender como
conectabilidad, muy próximas a 10 que una-especie de condición hacía la progre-
Castillejo y Colom (1987) llamaron gpensa- siva flexibilizaci61-1de su modas docendf,
mienta sistémico-. Es urgente, por ello, ref- tratando & ajustarlo a ias exigench bási-
erenciar con dedsibn y rigor la simbiosis cas del estilo perceptivo en el grupo de
cognición-afectoen la tarea educativa. alumnos. En el fondo, este enfoque estaría
Fundamentalmente, han sido estos ha- próximo a una perspectiva de educacidn
llazgos, a los que habría que sumar los ex- dptativa en un &tema abierto cuya consis-
tencia fundamental radica en Ia dialéctica como podrá reconocer ciertas iimitaciones
de la eq~Ubrad6ncogMvo-afectiva, fwi- y empemr a estar en condiciones de modi-
damend y decisiva para un adecuado fun- ficar su status guo docente. Ahora bien, se-
aommiento en todas ias esferas de la vida. ria ingenuo dejar d e tener presente Ia
Conrinuando con el razonamiento an- notable resistencia del profesorado a la
terior, se puede entender que el aiumno mentada autoidentifkaci6n, que se debe
que no recibe estirnulaci6n y entrenamien- en buena medida a los prejuicios deriva-
to pluridimensional de ambos hemisferios, dos de una mal entendida relación estilo
uno anaiítico/auditivo y el otro globaVvi- cognitivo-mgo de personalidad.
sual, se abandone progresivamente a la ley En segun& lugar, también ha de preo-
del mínimo esfuerzo, con e1 peligro de cuparse de pensar y disponer estrategias
atrofiamiento, al menos parcial, del poten- ~Mlapensatorkzsen un diseño ponderado
cial de uno de ellos. de actuación hollstim, factor este que in-
Esto no s i w ~ c a obviamente,
, que la troduce la máxima varianza con respecto a
acci6n pedagógica deba tender hacia un la situación de partida. El profesor que se
puro ambidextrismo hemisfgrico, de la reconoce en una de las dos tipologías cui-
misma manera que no se tiende a un am- d a d de introducir en su programa de me-
bidextrismo manual cuando se entrenan jora pautas y estrategias de la otra, con la
ambas manos a Ia búsqueda de su comple inequívoca intención de conseguir optimi-
memiedad funcional. Se pretende, única- zar la acaón.
mente, que dominancia y subalternación Y, finalmente, lo que no puede es ocu-
se hallen y encuentren en la proporción parse exclusivamente del rendimiento ob-
debida. jetivo m términos discretos. Ha & procurar,
De hecho, puede decirse que e1 cere- precisamente, que ese rendimiento no
bro comprende y recuerda mejor la infor- eclipse otras facetas, más cualitativas, de
maci6n y los propios conceptos (no falta los alumnos. Nos referimos, desde luego,
quien prefiere la mencibn de comtmctas) al plano de 10s sentimientos, al grado de
cuando logra insertarlos en los esquemas disfrute posible en un proceso de aprendi-
espaciales Iatentes en su memoria. En po- zaje, y a la mejora actitudinaI & los alum-
cas palabras, siendo el cerebro humano un nos en un contexto gengrico o ante una
procesador pluridimensional que integra a disciplina concrera.
un tiempo procesos visuales y auditivos, Lejos de asentarse aquí una especie de
requiere actuaciones pedag6gicamente conocimiento estandarizado cabe la posi-
congruentes. bilidad del conocimiento innovador si ins-
Importa, en ese sentido, pergeñar un talamos nuestro anlisis en una propuesta
marco de prevenci6n primaria basado en de pedagogía, que hay que entenderla, no
la pluridimensionali&d del estilo docente, s610 pero rambi&n,como una tecnología
a trav6s del cuaI se pueda procurar una mí- para el desarmlio cognitivo-afectivo. Des-
nima satisfaccidn a todos los receptores. Y de luego, la utilización de1ordenador inau-
es en esa dirección en Ia que entendemos gura nuevas perspectivas intelectuales y
que la actuación del profesor debe tener a c t u a h otras capacidades hasta ahora no
en cuenta determinados aspeceos. Los re- desarrolladas.
sumiremos a continuaci6n. Ha sido un pedagogo español el que
En primer lugar, el docente debe au- ha sabido expresar adecuadamente la rela-
toidentificarse, con la ayuda precisa, como ción entre nuevas tecnologías y la ggnesis
perteneciente a una tipoIogh impulsivo-vi- de nuevas perspectivas. Ante nuevas situa-
s u d o a otra & sujetos caracterizados por ciones, el hombre ensaya siempre nuevas
una tendencia reflexiva-auditiva. Es asf soluciones, con lo que el ordenador y la
nueva situación de interacción que supone acerca & la unidad y la integración del co-
su manjeo, obliga a producir nuevas estra- nwhiento, un profesor de la Universidad
tegias cognitivas y, a la larga, nuevas pers- norteamericana de Wisconsin sostiene que
pectivas de utilización de los recursos tal empeño precisa & profesionales dis-
mentales (Colom, 1997). Es así como la puestos a recuperar una mera f u n d a d ,
educaci6n acaba convertida en una tecno- la de educar a toda la persona sproviding
logía de la constnicci6n humana. more d a liberd-meducationm Cutke, 1998).
Ei mismo investigador de la Universi- Se necesitan muchos más trabajos y
dad de las Islas Baleares supo entrever las bfisquedas intelectuales acerca de los be-
ventajas & este enfoque al reconocer las neficiosque para alumnos y profesores
aportaciones de ia ncwociencia. La utiliza- puede suponer una comprensi6n holística
cidn del ordenador codeva toda una serie de la realidad. No hemos de permanecer
de estrategias cognitivas, en cuya relaci6n pasivos o esperando simples fogonazos de
no tienen por que marginarse las capacida- luz que pueden deslumbrar pero no llegan
des, ya mencionadas, de mayor awciaci6n a iluminar. Creemos que el conocimiento so-
y control por parte del hemisferio derecho. bre esm cuestión correrá parejo con el que
Es posible referir, por lo tanto,entre se vaya avanzando en tomo al cerebro.
otras, la representación visual, la capaci- Pedagogos y educadores en general
dad interactiva, la simultaneidad, el enfo- podemos y debemos contribuir al magno
que global,y la perspectiva relacionante y esfuerzo desplegado en torno al conoci-
conectiva. Con esto, la conexion entre miento de nuestro 6rgano central & pro-
neurociencia y los estudios sobre estilos cesamiento. A diferencia de Breuer (1997)
cognitfvos permite albergar esperanzas y su radical escepticismo sobre las posibili-
fundadas sobre nuevos haUazgos de gran dades & acotar el puente entre cerebro y
utilidad a una pe&gogia sistémicamente educación, son muchos los especialistas
holística (perd6n por la redundancia). que se afanan, desde ambas orillas, en se-
guir mostrando vías de colaboraci6n.
PARA TERMINAR: COMPRENSI~N
Una cosa es que neurociencia y peda-
HoL~STICAY G E S T I ~ NDE í A gogía sean campos de estudio ciertamente
COMPLEJIDAD EN EDUCACI~N no equiparables, y otra, muy distinta, es
cerrar los ojos a las ventajas de sus mútuas
Integrar las dimensiones del conocimiento implicaciones. Existen ya, afominadarnen-
proyectandolas &S& la totalidad del ser te, equipos multidisciplinares que colabo-
humano que aprende, cognitiva y afectiva- ran en programas de investigación cuyo
mente hablando, es plantear otro modo de propósito es ahondar en el conocimiento
entender la constnicción de bs sujetos en de lo que llamamos *funcionescerebrales
su mundo, y por ello la educacidn debe superiores.. Estamos plenamente & acuer-
contar con resortes epistemológicamente do con Sierra Paredes y Sierra Marcuño
precisos en esa dirección, depurando sus (2000) cuando afirman que la pedagogía
enfoques explicativos y abriendo nuevas obtendrai m á s provecho Litegrlndose en
vías al conocimiento. esos grupos que tratando de aplicar direc-
Somos partidarios de explorar todas m e n t e en su práctica profesional los in-
las daves que pueden favorecer una ver- suficientes conocimientos neurobiológicos
dadera reuniFicaci6n del conocimiento,m- de que disponemos hoy en día.
rea a la que estamos llamados y en la que La rdexibn a la que conducen mu-
tenemos que jugar un papel importante los chos e importantes descubrimientos ha de
pedagogos y educadores en general. En un orientar la acci6n pedagdgica de carácter
reciente volumen sobre las perspectivas hollstico, superando incluso el plantea-
miento ~ é R c o de , un lado o del o m , -es la auténtica complejidad de los sis-
y de ahí la elocuente llamada en favor de temas {Gros, 1996). No podemos obviar la
una pedagogia y una educaci6n esféricas, CircuIaridad de los procesos o los grados
no simplemente hemisféricas. de Incertidumbre que caracterizan a la
De una forma o de otra, reaparece el educaci6n y al sistema educativo.
vedadeso sentido de una pedagogIa sist& La interaccibn y la interconectividad
mica. Es 10 que sostiene Vázquez Gómez de las partes son rasgos & una pedagogh
(2000, pp. 359-360), con el que tambien consciente de que trata con problemas no
acordamos que la pedagogía hoiistica lineales. Disponemos & conociniienm di-
debe ocuparse de un diferencial muy sig- fusos peto tambign podemos presumir de
nificativo en educación, el hiato entre pen- con-- concrekxy e s m e so-
samiento tacita y el pensamiento q r c s o , bre muchos ambit~s& trabajo e interven-
a & d s de no pasar por alto la necesaria cibn educativa. Los lindes que sepamos
conjunci6n del mundo de Ios hechos y del marcar para cada tiempo y situación abrirán
mundo de los valores. swcos a una razón fronteriza en pedagogh,
Un tema que no se puede descuidar es la que puede alimentar un auténtico enfo-
el de la formación de los maestros.Tenga- que holísrico, swqxible & mostrar modos
mos en cuenta que su toma de decisiones y maneras de hacer posible una gestibn sufi-
sobre lo que procede hacer en el aula se cientemente efectiva, al tiempo que estimu-
asienta en un modelo m td acerca de la lante, de la complejidad en educación.
enseñanza y el aprendizaje.Y lo m6s im- '
(9 El estudio s o b la~ cuestión del &sorden en ks aulas es un aabpp & campo que se lleva n cabo gn-
cias a la oeslán de una licencia de d 0 1-en su modalidJ& proyecro 6 hvtdtigad6n cducath- por priru
de la ConselUf9& Eduadón, CSun y Deporta del W e m o de la Riop.
("1 Profesor¿e seaidaria.
(1) El estudia es&% eooildlnndoy supervisado por Rafael Feito, pdemr üt&r & hcbiogíia de la Educa-
dón de Ia k a b d & Cienebs Pokkas y Soclologka de h Universidad Complutaise de Madrid.
&
&
:a da Ediacbbn, nSm 325 (20011, pp. 235-252
Fecha de entrada: ~~ Fecha de acepmclón: 12-O%aOOl
calles adyacentes, sino de una mna maS repetidor~pro~&comportamien-
céntrica de k ciudad en la que se lomlizan to. Cuando tienen que Impgltir clase a un
dos colegios de primaria. grupo &terminado, se fijan en el. n h e r o &
El alumnado muestra cierta hete- -resquehay, powvenensu p
neiciad social, aunque procede, en su ma- senda la posibiiidad latente de que sujan
yoría, de familias de clase trabajadora, problemas de discipiina en d aula.
media y algunas de clase media alta2. Hay Pero este temor, aunque puede tener
que descartar, por mnto, que los estudian- cierta base, tiene su contrapeso en la con-
tes proceden, por lo general, de familias ducta disciplinada de muchos de ellos.
socialmente desfavorecidas. Sin embargo, Además, cuando hablamos de este tipo de
hubiera sido necesario abordar el tema con estudiantes,tendemos a simpiificar una reaii-
detenlmiento, medhte un estudio esta& dad mucho d s plural y compleja, tanto
Elco, para conocer la realidad sodoecond- como la de los alumnos que siguen su
mica de los mi 700 alumnos que acuden marcha acad&nica con normaiidad Pode-
a diario al instituto. mos enoomar repetidores dwjphcbs, re-
La investigación -con más de cien jor- beldes u ocasionalmente indisciplinados;
nadas de trabaje se centró en dos grupos muctmoS con pobiemas de apmdkaje; otros
de la ESO, un 2Qy un 39. Lo que aquI se de gran capacidad intelectual que decidieron
presenta se refiere al grupo de Y y, con- tomarse un año de descanso, etc. El número
cretamente, a tres dupmos repetidores+n & combinaciones que podría formarse con
este grupo & treinta alumnos habla un to- estas subdivisiones es muy ampiio.
tal & s+ a los que se les realizaron tres Aunque pueda parecer insuficiente
entrevistas formales: la primera a comien- el estudio del caso de tres alumnos repe-
zos & curso, la segun& al iniciarse el se- tidores para establecer algún tipo de ge-
gundo trimestre y la úitima al finalizar el neralización +osa que no se pretende
curso escoh. Tambih fueron observados sí que puede resultar valioso. La exposi-
dentro del aula durante algunas clases y se d6n de estos casos nos M a , si dispu-
mantuvieron algunas conversaciones de siéramos & un mayor número & dos, a
tipo i n f d Asimismo, se reoogi6 la opl- poder establecer concludones más gene-
nibn de parte del profescmdo. ralizables. Abundando en esto, es una lis-
Los dumnos de este grupo procedían tima que en Espaiia, a diferencia de lo que
de f d a s de ciase trabajadora y m&. m e en ouos países de nuestro entorno,
Obreros sin cuaMicar, obreros especializa- como Gran Bretaña, no sean frecuentes
dos, funcionarios, aut6nomos, auxiliares los estudios & caso.
de enferme&, empleados de banca, agen- El testimonio de e s t a alumnos repeti-
tes de seguros y profesores confonnah dores sobre la educaci6n puede resultar in-
el abanico iaborai de las famüias & estos teresante, dado que suelen hablar con
alumnos. En la mayoría de ellas sólo tra- menos prejuicios y & manera más crítica
bajaba uno & los c6nyuges, por lo gene- sobre lo que les parece la ensefianza, qui-
ral el hombre. xá por su mayor rechazo hacia el modelo
El hecho de presentar este ardculo escolar.Eso no quita para que otros alum-
bajo el iítulo de .Esos chicos malos lima- nos más adaptados al sistema educativo
dos repetidores. se debe a que la mayor puedan e~presarsecon igual s o h y reali-
parte de los profesores asocian la paiabra zar una vaioraci6n critica.
A mediados de octubre, apenas tres nes al pasar de primer ciclo de la ESO al
semanas después de1 inicio dc curso, se segundo, respoildie~onlo siguiente:
realizó la primera entrevista con estos Jose: El ambiente de clase... No, bab,
alumnos repetidores de 3P. El hecho de porque te qrtedas sin ganas de e s d i a r . Es-
que el entrevistador no fuera un docente tds un dik esiudiandoy d dfa siguiente ya
de1 centro facilitú la toma de contacto y la esth...
acepción de Ia propuesta. A uno de ellos, Gerardo: Harto.
José,ya se le había planteado días antes la José: Te sale el humo por las orejas.
posibilidad de la entrevista y se había mos- P:~Cudndo empieza ese cansancio, ese
trado receptivo. Con el fin de crear un am- hartazgo, en 14 .m291
biente distendido y de confianza, se eligió José: NoI en 1* y 24 pws, hdeno, como
para el estudio a tres repetidores que man- no hace falta esiudiarparw aprobal; pzres,
tenían una relación de cierta amistad, que no te entra cansancio. Te entm cansamio
se remontaba al coIegio en que esmdiaron cfmndohacefalta ... En tercero ya, que em-
primaria. No pusieron ninguna objeción al pieza a bacwfalta estudiar tanto.
hecho de que la entrevista fuera recogida P: ¿Piensas que m 2 * y Sono hay gnte
en una cinta magnetofónica. esforzarse #m&?
Una profesora permitid que en la hora José:NoIyo no hice nada en 2*y &pro-
de actividades de estudio se pudiera entre- bé todo.
vistar a dos de ellos,a los que ce unió o m P: Y los exdmenes, c.ctddndo estt~dda-
que se jug6 la clase de religión. Los tres bm?
alumnos eran, además del nombrado José, José:El día de andes o nada,y aproba-
Gerardo y Paco. Procedían de familias de bu aún m-, En IQy 2*con estdr atento m
clase trabajadora y clase media. El padre y la clase, apruebas. En 39 a u n ~ estés
e atento
madre de José ttabajaban, respectivamente, en clwse o como no e s s wbmto y aptebes
de peón de fábrica y cocinen; el padre de las exámenes, si no haces los trabajos, ssi no
Gerardo era funcionario y su madre ama de haces los deberes,p~esbe srtspenden.
casa; finalmente, el padre de Paco trabajaba La exigencia que plantea el P ciclo de la
de operario especializado en una empresa ESO, mayor que la del 1" ciclo, era una de
de automdviles y su madre, como la &I an- las claves que explicatan lo negativo de lo
terior, era ama & casa. recultados que habían obtenido al pasar a 3*.
La necesidad de dedicar tiempo y esfiierw
se les antojaba un precio demasiado alto,
LA TRAYECTORIA ESCOLAR que no estaban dispuestos a pagar. Al hilo
de esto p d m o s plantearnos que quizá no
De los tres, Gerardo era quien arrastraba $610 sea la mayor exigencia 10 que ocasiona
un mayor historial de suspensos,que co- estos resultados. Habría que pensar si el he-
menzaba ya en l9 de la ESO y continuaba cho de que no haya una gradación en los
en 29 y 3Q;José sólo había suspendido una distintos cursos de la ESO induce al fracaso
en lQ y ninguna en 2Q;Paco había aproba- y motiva el rechazo que sienten los alumnos
do todo en los cursos anteriormente cita- hacia los estudios. La soluciiin estaría en
dos. Al llegar a tercero, hablan repetido los apostar por una gradación de los conteni-
tres. José había suspendido siete asignatu- dos, sin que haya saltos bruscos; efectuada
ras,Paco ttes y Gerardo todas. Como se ha de tal manera que se reflejeen las aulas, y no
mencionado antes, se conocían desde que sólo en la programación. No tiene mucho
eran estudiantes de primaria, ya que pro- sentido, dentro & una enseñanza obligato-
cedían del mismo colegio. Al pregunhrles ria, un segundo ciclo de la ESO con una fi-
por el cambio tan brusco de sus calificacio- nalidad selectiva.
Cabe plantearse si detrás de todo no mismo curso, l a alumnos promocionan al
está el fantasma del bachillerato. Es decir, siguiente incluso si han suspendido todas
los profesores del segundo ciclo & la ESO, las materias. Esta medida disgusta al profe
especialmente los & 4, sufren la c o n a sorado.
dicción de tener que preparar a alumnos Tras haber suspendido todo en el pri-
con horizontes de futuro distintos: unos mer trimestre y ante la pésima marcha del
c u r s a bachiIIerato, otros la nueva for- segundo, Gerardo opt6 por dejar los estu-
maci6n profesional e, incluso, algunos se dios antes de que éste fuializara. Con d i e
incorporarh al mundo laboral. Surge en- cistis aíios cumplidos, abandon6 la
tonces en el docente la duda acerca de escuela para entrar al mundo laboral. Con-
c6mo debe enfocar sus conknidos y a que sigui6 trabajo en una empresa de la ciudad
alumno debe dirigirse: ¿A un alumno me- dedicada al etique~dode boteiias de vino.
dio, aunque eso suponga dar una forma-
ci6n mciente al fumo baMcr? ¿A un EL SISTEMA DISCIPLINARTO
alumno de rendimiento más dto, olvidán- Y LA RESISTENCiA
dose de los que optar411por la fomci6n
profesional de grado medio? Se supone Estos tres alumnos estudiaron juntos pri-
que la atención a la diversidad tendría que maria en uno de los colegios de los que
solucionar estos problemas o,por lo me- procede ia rnayofí de los alumnos de ESO
nos, esa es Ia respuesta de los pedagogos & este instituto. En la enseñanza pública,
y & Ia adrninistraci6n, los alumnos dejan el colegio al terminar la
Pero la realidad de las aulas se aleja educación primaria y pasan al instituto
cada vez más & los postuiados teóricos, al de secundaria. Sin'tmbargo, en la con-
tiempo que crece el escepticismo del profe certada o privada se integran en el mis-
sorado hacia la oginidn de los expertos, m o edificio las dos etapas educativas.
puesto que el docente tiene una mentaiidad esto favorece una mejor coordinación
más pragmatica que la del investigador y del profesorado (Marchesi, 2000) y, prt-
busca soluciones con- para el día a día. sumiblemente, una mayor homogenei-
El divmw entre el pmfesorado y la t&- dad en lo disciplinario, puesto que se
cos de la educacidn es d a vez mayor, aun- mantiene el mismo reglamento de régi-
que eso sería tema para otro artículo. m e n interno. Por ello, al conversar so-
Dejando a un lado esta digresión, con- bre cuestiones relativas a la disciplina
vendda referirse al caso de Gerardo a-escolar, se les preguntó por las diferencias
m ú n a muchos otros alumnos que ya que encontraban entre el grado de control
encuentran serias dlfmlta&s en el primer que &tía en el instituto y el que había en
ciclo de la ES&, que se diferenciaba del el colegio en el que estudiaron primaria.
de sus compañeros. Para éstos el paso a Gerardo: AIil(en el colegio) no tepo-
segundo ciclo habÍÍ sido determinante en n i h ni faltas leues ni fdtus de asirtenda.
la merma de su rendimiento, pero para A p i g cm el d o del alumno.
Gerardo d problema había empezado mu- Jos& A K m teponíanfaltm leves por-
cho antes. Quid la situación tenía sus an- qw no huchfa.
tecedentes en primaria. El lastre que G e m d o : No había cuaderno del
suponen los suspensos acumulados curso decmno, quisi~qw hay.
tras curso llega a ser demasiado pesado José: S( es verdad, aqu; te controlun...
para el alumno. La LOGSE permite una Paco: Como una Gdrml.
sola repeticidn por ciclo en la educación P:¿Crees que aquíbcsy m& cantrol que
secundaria y, excepcionalmente, una se- el cdegb?
gunda. Al no poder repetir dos veces el Todos:si
JasC: Esto es como una ccindicional dir la sanción correspondiente, que solía
CRIsas). ser Ia expulsi6n por un periodo máximo
Pt ¿De qud m w a os corafrdan? de tre!3 dlas lectivos.
Josk Pues,e l c ~ d d a k c n a n o e s Cuando a un alumno se le imponla
uncuaa'rk.noqwloiJenenqw~ar~ wia amonestaci6n escrita, podía alegar en
padres~hs&ouraamzalasetna- su defensa; para hacerlo debía rellenar un
na.Alliteapunfa9asitedeJasbl~,siteimpreso que se le facilitaha en co-da.
ecban & claseItequntan ailfy,@%e, h Los alumnos entr&srados, sin embargo, se
profesores Wnm unas bojUas en h qus te mostraron esc+ticos sobre su utilidad y
pnsn mrmso*falta, &upuwn. desconfiaban de la imparcialidad de los
P t ¿ T e n & q w t r a e r e s e ~ a c k a - profesores:
se Eoctoslosdiizs? ñpue&s alegar?
Psco: si. Facd; S( p e r ~no drwpara nada.
Josk Todos los dias. JosbIvb, iepo?mf altaigual.
' P:40s lo ban peáido ya3 Paco: T e í a ~ p o n e nmaunque-
Pacm A H Nenen qwpedirtsb ya. a@$ m te h quftmr.
Jo&Psqiieenp~quenobetrai- Jd: YsiietepMzetDfresf*h?S,pr
dolosmatwjales,T?Mqu~powlasires ? n u c b ~ ~ a l e g u e s , a U n q w ? ~ ~ , s i
fd#as. Qmitando con burla su voz:) Si no & la b m puesioya, no te la quitan.
bastr&elmaterlal, nobasrmf&elma- P: ¿?Ubus becBo &unu CJegcuMn en
teriul. Bab. hquspensabasqwtsnkzsr&ynote
El dudo cuadernillo lo haodujo en el b m becbo m?
-
centro d a d director, que se inspiró en Joset Sf, mepudmm unafaúa Ieue el
lo que babía o& - durante una visim añopasado por me&- un &que& en clase
a un centro & secundaria europeo. Conte- de infbnnütka.
nía, aparte & infomiacibn Cid1 sobre el re- Psrcor iDUe q d dfiquekw misl@.
glamento de régimeninterno y un extracto J& B h , mepasaron un dialrete.
de1 proyecto curricular y del l=mnWW~).
del instituto, unas hojas azules donde el J& HZ disquete PK) era mh, otro lo
profesor p d a anotar los retrasos,el segui- trajo a clase y yo lo melr: No rne dijem
miato del trabajo personal y las faltas de otra mete esto y no sé qué...jAbl, bfen. Yo
asistencia & los alumnos. Los dumnos t e lo~;Codoy,bciewvydiceum:neiralo
nlan que llevarlo t o d a los días a clase y el que ba metkio &e. Elprofesor no vfo lo que
profesor podía pedirselo en cualquier mo- babúlmstfdo, mg~eldr';squeteyseloUad.
mento. Algunos profesores pensaban que S a l i ó a U á , e n e s s t s ~ ~ ~ ~ i é t a l o
era mejor hacer un uso mochado del cua- babfCz aatao, de q&n enayyo, que loba-
derno porque, de no ser asl, podía perder bh r p ~ e t i d b .Luego, mpusiemn a mifalta
valor e importancia como elemento de ~ y a h o i m d o s n o l e s b ~ n n a c i a .
control de 106 alumnos. HaMarwimsuspad~yyaestd,tnada.Y
Ademas del cuadernillo, los profesores a má mepwiemnfalta h e y me ecbaron
tenfan a su disposlcibn unas hojas & amo- &l co@b 6emporaImente).
nestaciones en las que podlan reflejar por Gaaido: ¿&o erafalkrgraue ent&
escrito el comportamiento indisciplinado JoQé:~,esqw.?üeuaba&leuesp
de las alumnos. En ellas se anotaban tanto Ilsgm tm& y cosas d.
las faltas graves como las leves, que son las P: d.cuantotJsmpo te &m?&?
más frecuentes. Por regla general, la acu- JOdS m d h .
muiaci6n de tres faltas motivaba la reuni6n Orros alumnos de este curso que fue-
& la Comisión de C o m c i a para ded- ron entrevistados 4 0 s & ellos eran repe-
tidores- W é n cunfirmaron que no sirve un profesor, que refleja las tensiones surgi-
de nada alegar, puesto que los profesores das en las relaciones entre pmfesor y alum-
no hacen caso. Juan Carlos, el jefe de es- no. También puede h t q m t m e como una
tudios adjunto de 2n ciclo & la ESO,co- ~ e s t a c i b de
n la llamada violencia sic6
mentó que 41 suponfa que se tenían en mica o del sistema escolar W s s y Watkin-
cuenra las alegaciones, pero que a veces son, 1999) en sus distintos grados, que
los alumnos podan barbaridades. Otros genera reacciones de agresividad o ven-
tutores comentaron que si se tenían en ganza en 10s alumnos.
cuenta las alegaciones y mostraron algu- Gerardo: No,pero bace dos años,
nas pruebas de ello. Al finai del primer tri- cuando le r@ el cocbe a un profesor. Es
mestre,no hubo alegaciones en 2Q ciclo; que estabu elprofesw todos d htdn-
mienvas que en 1- ciclo se presentaron dome los cojones, asi de clam. Se est~~ba
tres y una de ellas fue acepmda. m e W o stempre conmigo el pmfexw, $a-
De todas formas, hay q u e tener en b&Comos~cpemhaciizlos&beres,
cuenta -como deda el jefe de estudios de me sacaba a la pizarra y me .faba en r f -
primer ciclo & Ia ES& que es el tutor el df& delante & La c h e . Cogi un día y le
que se encarga & estudiar las alegadones raye' el cozbe. Y el Miguel se iuw gue cbi-
y esto puede ocasionarle algunos proble- wr, tb.
mas. Aceptar la alegacion presentada por Jo& jQ& YalMiguel no se chivó. ¿Ttí
el alumno puede provocar un enfrenta- m di&? MQwI no se ch&-.
miento con el profesor que Ie ha puesto la Gerardo: Si no nai vio nadte...
falta, que se sentirá desau@riza&; por otra José:Miguel también rayó el coche.
parte, si la rechaza, el alumno puede per- Gersrdo: YelJd.
der h confianza en su imparcialidad. Así ñ ¿De qué manera se me& contigo?
pues, el tutor se ve sometido a diversas Gaardo:Me sacaba a lapizarray me
presiones en el ejercicio de esta función. d a b a y & todo.
Algo común a los alumnos & ambos P:2Cdmo te mcflabcx?
ciclos es su rechazo a firmar la hoja de Gerordo: Jodq pus^, ~ J Ow- .d.(Imi-
amonestaci6n. Es un acto de rebeldía tándole:) ¿Hastraiao h d e h ? No. jAb!
que lleva a cabo el alumno como protes- ¿Por qué no los bas traido? Empezaba a
ta ante la falta y que es preferido a la ale- montármela allf en clase, delante & todos.
gacibn, en la que no conña. Si recurrir a Que BabEe cmmigo enprivado, si tiene que
la alegaci6n supone aceptar las normas kablar algo conmigo, que no lb baga de-
de rdgimen interno y hacer uso de sus lantedeoodakzclase,Esgueweso.
derechos como alumno, no firmar la hoja i? ¿Y eso duraste todo el año?
de amonestaci6n muestra un rechazo Geramh: No,en elp't'mw tn'mesire, en
frontal del reglamento de régimen inter- el segirndo...
no. Es, por decirlo de alguna manera, Jo& Nasa que le rayaste el coche.
una rebelión contra el sistema escolar. P; ¿Hablaste &@u& con elpfesor?
Como el acusado q u e no reconoce's un Gerardo: E d m Ee tuve quepediryo
tribunal que lo va a juzgar, el alumno d i s ~m y S+ q d . hablando con
tampoco reconoce la validez de una el y m& me pidió élperdon. Claro, se
amonestacidn que, consecuentemente, petzsaba que no me bacia nada en clase. Le
no esta dispuesto a f m , dqe que sisíy eso.
Aunque durante ese año todavía no La tendencia & algunos psicólogos de
había recibido ninguna falta ieve, Gerardo la educación a individualizar estos hechos
recordaba que en un curso anterior habla y a tratarlos exclusivamente como proble-
tenido un incidente & cierta gravedad con mas & conducta hace que se tenga una vi-
si6n unidimensional de la realidad edu- amonesWMP oral o escrita corno condz~-
cativa y que no se profundice m6s en si ta contrmia a kas normas de convfvenda.
existen razones de otro tipo, ya sean so- Así, acumular tres retrasos daba lugar a
ciolbgicas, culturales o ideolbgicas. Los una amonestaci6n escrita. Sirva conio
profesores tambiCn suelen caer en ello. Un ejemplo que José fue amonestado por esta
docente que había impartido clases a Ge- raz6n el segundo trimestre: Faltas reitera-
rardo se refería a él como una persona das de ptsnh&aiidad a clase para provocar
mala y traicionera. Lo más negativo de esto deliberahmnte el q ~ d a p s e f i ~delr a aula
es su influencia en el profesorado, un co- y no hacer caso aljefe c h estndios qide le ba
lectivo que apenas se cuestiona h propia advePfido mrias veces sobre esta sittbc1cfón.
estructura organizativa e ideol6gica del sis- El niencionado artículo también señda
tema educativo. Esta forma de analizar la daramente que en ningún caso se sancio-
vida educativa es superficial y elude obser- nará con la prohibicidn de ennaf a la clase,
var Ia escuela como un mecanismo de po- pero la rearidad es ciemmente otra. Unos
der en el que se establecen unas relaciones enseñantes lo cumplen y otros no, de tal
jer&rquicas,como un espacio en e1 que se modo que los estudiantes saben perfecta-
libra una batalla entre dos bandos enfren- mente con quienes conviene legar tarde a
tados:profesores y alumnos. cIase. Los profesores conocen esta estrate-
Cada grupo utilza las estrategias ade- gia de los alumnos y algunos les dejan en-
cuadas para sobrevivir y adaptarse al me- trar, pero no por cumplir lo que ordena el
dio. Todo ello favorece la liipocresia y reglamento, sino para frusmr el deseo del
supone una dificultad a la hora de estable- alumno: jugarse la clase.
cer relaciones interpersonales con un ~níni- Respecto a la decision, aprobada en
mo exigible de autenticidad. En el incidente un claustro del curso anterior,de colocar a
que narraba Gerardo, más aliá de un con- los alumnos individualmente y por orden
meto entre dos personas, se manifiesta la aifabético en filas de 6, con la finalidad de
relación de poder que se establece en la evitar problemas disciplinarios, los adoles-
escuela. E1 profesor utiliza, en ocasiones, centes entrevistados se manifestaban clara-
la realizacidn de mreas con finaiidad disci- mente en contra:
plinaria; Unas veces funciona como casti- P:¿Preferir estar con Ias mesasjuntas?
go, otras como recurso para reducir el Jd Hombre,S( estds mejor.
desorden. El incumplimiento de estas ta- Gerardo: Eso si: das mdsglcew4 eso lo
reas se entiende como un acto de desobe- reconocemos,porqta hablas.
&encia que debe ser amonestado.Se opta José:Pero, es q~a si quiero bablar con
entonces por una amonestaci6n pública y re- jestís (Imita que habla a lo lejos:) Jmh, bbl,
petida, que sirva de escarnio ante sus com- &la, &la.Si estamos los das al lado, no se en-
pañeros. Finalmente, el sentimiento de tera ni d h .
h d c i 6 n del alumno explota, con la cola- P: ¿Osrsstnlta m@orestar juntos pura
boraaón & en un acto de r e p d a . rrabajmy ayudaros?
Del mismo modo, otros de su grupo Gerardo: SP;mejor.
tambign desafiaban las normas al llegar Josi: V i super bien.
tarde intencionadamente, para que el pro- Gerardo: Tenian que jt~ntarnas,iió.
fesor no les permitiera entrar. Conside- Lo rlraico sn IQSexámenes.
raban que &a era la manera más eficaz & Esta decisibn, tomada en el claustro a
no asistir a una clase sin que el profesor lo comienzos del curso anterior, fue impulsa-
anotase como falta de asistencia. El art. 8 & por un profesor que había tenido pro-
del regiamento de &gimen interno contem- bIemas disciplinarios con sus alumnos y
plaba que la impunnialidad sería molSvo de vio en esta medida una solución adecuada.
En el claustro de W &curso intemho man que no 9610 reconoclan las relaciones
p0ra aplaudir lo efectivo de dicha medida. de poder en que estaban Ilunersos, sino
El control del espacio se había revelado que disponían de las reglas de realización
como un instrumento eficaz contra el d e para producir el texto legítimo esperado
sorden. Del espacio disciplinario ya nos Bemstein, 1998). Cualquiera de elios PO-
habI6 Foucault en Wj@r y Gzt&ac Como día usar formas & realizacidn apropiadas
-elmfranoés,lawE@=- o inapropiadas.
dóndeunespuoserialfueungrancambio
técnico en la enseñatiza.Con la asignad6n de
lugares indiviáuah, se c o n t r o b eI trabap
decadaaialyeishuitáneode&. El aburrimiento, unido a la obligatoriedad
Pero no basta con W b u i i el espacio, de estudiar, crea un sentimiento de agobfo
t;imbi&nhayquedk&uiralaspersonas,a que para algunos alumnos se torna Inso-
los alumnos en este caso, dentro de unos portable. Si en el ámbito f a d a r esta mez-
grupos y segijn unos criterios que vadan de cla produce la ruptura con las normas &
unos centros a otros. Es,pues, una clasifica- casa, en la escuela conduce al absentismo,
c i h que establece orden y quién es el &e- a la alternación de las normas de orden o
ño & ese orden Gkmstein, 1990). al enfrentamientocon los profesores (Giné
Los alumnos repetidores enttwistados y otros, 19%).
valoraban que no se hubiera creado un Durante las entrevisias, se preguntó a
grupo específico & repetidores en tercero los alumnos sobre el aburrimiento o tedio
aunque sí habh un grupo al que acudían escolar, fuente, muchas veces, de los pro-
los alumnos de diversiFicaci6n en ciertas blemas disciplinarios. Estos se producen
asignaturas-, &do que eso sí habría sido cuando el alumno h p r a un papel activo en
una fuente constante de ddrdenes. Qui- lugar de mirar por ia venrana, domiir la sies-
Za como una expresión & la necesidad & ta, o dibujar en Ia mesa o en el cuaderno:
identidad gnipal, tenían conciencia de per- P:¿osabur773 m las clases?
tenecer o,por lo menos, haber pertenecí- -Depende.
do en el pasado a Ia categoria & alumnos P:1Hay clases que as resulten entrete-
eonfiiaivos;por d o consideraban un error ntdas?
reunir a muchos alumnos de ese tipo en Paco: A mi temologúa me g W @has
un mismo grupo. de todos).
Jd ~ ~ é n d o asotro e instituto). Sf J& Nos lo p s a m pipa flrándonos
las montanpardas alld... no ves que todas go?nus, no tefasttdiu.
los malos Imponen m una dase....No es Paco. Con lengucyi? me a h m .
como aquc g2de a ios repetidores y asr; la JOS& Bab, y n ~ ~ t % d t Eh,
i~m .
y Socia-
gmtsqwseportaunpticormal, msepa- les esta hbaw bien, la wiiad.
ran entre &&S las ckíw para que haya Genrdo: Te aburres, tio, a tiporque te
mmosgtcerra. Aunque baygtima evi todas saca a laparra.
IllF clases. Alli h p o n e n m la misma c h e JosbNo, amiaunque mesaqueala
paraquedenrnucbagtcertwensuclase. przawa me da iguul, asi rne entretengo,
Gerardo: Pzres a nosotros m p o m porque es que d o 10 que bemar hecho ya
todosJuntosy fripan b s p r o ~ e s . io9é,porquelotpeesrapnarkacPendoakma
Jost:Joder que si. l o d ~ e l a ñ o p a s a d o y e s q w e & E toiÓ~,
~ : ' i a b i ? n p u c l n r o d m d p s l - ytebaik3ndWéndoomn~~ymenrya.
qulafricoReina So@ (Risas). Esta dltima respuesta d e j a una carac-
Las observaciones y entrevistas hechas terística especifica y obvia de los repetido-
a estos alumnos repetidores permiten afir- res: el retorno a contenidos ya impartidos.
Sus &ros de temo cuntienen los subraya- La reaiidad de nuestras aulas es que
dos y las anomdones que realizaron el aiio sigue imperando una pedagogía transmi-
anterior; sus oidos tienen que volver a es- siva, que contradice la metodologia de la
cuchar lo ya escuchado; y su boca debe LOGSE (Feito, 2000). Sin embargo,frente a
responder a las mismas preguntas. Ce en- esta ensefianza uansmisiva, los psicólo-
dende que ello produzca abummiento. gos de la educacidn señalan quela auto-
La mayoría de las clases que r e c i b h nomía, la responsabilidad personal y los
se limitaban, según sus paiabras, a dictar, sistemas d e trabajo cooperativo favore-
expIicar y hacer ejercicios3. Mencionaban cen la motivación dd du&& (Aionso %-
que solamente en las clases de Música y pia y García Celan, 1990)- El punto cuarto
Tecnología trabajaban en grupo. Pero lo del art. 20 de la LOGSE (MEC, 1990), res-
cierto es que también había otras materias pecto a la educacion secundaria obligatoria,
(Francés, Cultura Clásica, Inglés, Educa- apuesta por esos principios: *Lametodología
ción Plsica ...) e n las que los profesores didáctica en la educad611secundaria obliga-
apostaban por dar mas participación al toria se adaptará a las características de cada
alumno.Esto qui& de deba a que los alum- alumno, favorecer5 su capacidad para
nos insisten en nombrar m& aquellas asig- aprender por SI mismo y para trabajar en
naturas cuya metodología no les gusta equipo y se le iniciara en el conocimiento
-casi siempre las llamadas -tradicionales. o de la realidad de acuerdo con los princi-
>
&ásicas- (Lengua, Matemáticas... y se ol- pios básicos del m6todo CienW~co~.
vidan de aquellas en las que tienen m á s En relaci6n con esto, los alumnos re-
protagonismo4. Esta opinión respecto a la petidores entrevistados recordaban con ca-
metodologia & las dases, era también ex- riño a un profesor de Sociales, que les
presada por otros alumnos del mismo gru- imparti6 dase en 2Qde la ESO. Su actitud
po que, sin ser repetidores, pedían algo hacia ellos y su manera & dar clase, aleja-
m& de creatividad al profesorado: da del rutinario d o , impidieron que se
Ps ¿Os resultan interesantes algunos desarrollaran episodios de indisciplina y
contenidos de hs m@mturas? fomentaron que estos alumnos tuvieran in-
Laum Algunos sl; pero otras son un terés h c i a la asignatura que impartia:
poco &#wfdos, y h f o m m fa los losdan José:Ei & segasdo de socides, ¿cómo
tambih. Te desermes en slpm clases. se llamaba.?El que nas dio historia.
Esther:Hay &unas que se te bacen... Gerardo: El Romero ese.
m d i cincuenta minutos p e c m una Jost:Slj ese daba las cIsses bien dadas
mñana. y ademds con ese a p r d h y no te abic-
R ¿Pero se debe al cmtenido o a Isfor- m-CIS nada en cEass y era m j o .
ma ds impartirlo? Paco: Eran las clases divertida.
Esther: Por las das cosas. Jos€: HacCamos trabajos en grupo y
Laura: P m aprender una cosa, hay cosas d. No se daba las clases biu, bka, bia,
qwe algo & creatidad y Ualapnauts h todo el rato, como la de lmguje, bla, bla,
aknci&z. Pero empiezan a mete?-&mlio y bla. Y Iuego todos h demás,prdcticammte
no paralz, y no paran y te duemzes. iguales. A cqpiary ftcera.
O) Sin embargo, b s alumnos viven en una s o c i d de la imagen y del especdculo, donde las cosas su-
ceden a un riuno m& variado y difiamloo que el que Impera en hs auh. C o n s ú h b oba & J ~ yFe&, l
M ~ s n U M ~ d i ~ PaidbP,
eBarcelona, ~ . U]OO.
(4) Dcsafortunadamuitt, d o fue -e o b s e m aIgunas clases & determinadas Prtas, curioamence
Ias menm exposttivas.Por do,la aplni6n & dumms y profemes, asl corno la obeiervnción de &ses de otms
áreas (Tecnología. Educación Flsica. Sociales), son el fundamento de e m s afirmaciones.
Pero,como contrapunto, manifestaban C..) A1 final, dices$bueno, con estos... vas
su rechazo hacia un profesor que no des- a 10 bhsico, a que entiendan la mayor parte
pertaba sus simpatlas. Surgia entre ellos de los chavales lo que tú quieres transmitir
entonces, una especie de solidaridad o ca- y no complicarte con...a ver, hoy vamos a
maraderia & grupo, que tenia como fmali- hacer un trabajo en grupo. Porque sabes
dad eIaborar una estrategia con la que que ese dia los que no hacen nada apro-
hacer frente ai modo predominantemente vechan las circunstancias para dar gue-
exposJtivo en que este profesor impartía rra; los demás, que suelen ser majos, se
sus clases aprovechan también. Los chavales son
Gerardo: AI de hguuje bkay que ba- así. Y entonces iaguanta el profesor?
jarle el pfstdn, %. No puede estar todo el ¿Esta con ganas de aguantar ese tiron?
ctrrso mi; m b o . ¿Qiquieres
& que te diga3 L..) En el momento que cstás con grupos
Josi: Mira, igold que toreábamos al que son mas complicados de lo normal,
Arada, sepuede torear al de lmgwje. el efecto para el profesor es catastrófico.
Gexardo: Es que no es torearlo, tia$ Bueno, para mí es mucho peor, yo así lo
pero es que no se teponga, no se ponga fa- veo. Y, entonces, ¿qué intentas? Sobrevi-
m a por nada. U preguntas & m e s ha vir. Entras a clase a decir: bueno, voy a
mima cosa, porque m Ea ensPePrdesy se te explicar el clima. Bien, les voy a dar todo
pone... bkz, bkz, bla...y I q o toda la &ora el material que pueda, pero cuanto me-
bablatardo de bS: se z . q a mandar esto, m, nos provoque que uno tenga que rozar
pn?gutata aquf. A &d d no con el que le va a dar un pescoz6n, con
sécudntas ejercicciq más Ius que m n d 6 el que le va a insultar, me va a hacer
para rn0soCros. Bs que se pasq y eso que bs esto, mejor. Porque, en definitiva, si evi-
llegado ate d o . ms la provocacibn, has evitado que den
El temor a que surjan episodios & in- guerras.
disciplina provoca que muchos profesores Otra profesora de estos qxtidores de
opten por una pedagogía tmmmhiva y de- Y contaba que este curso había Uwado al
jen a un lado la posibilidad de ensayar me- grupo al laboratorio en varias ocasiones por-
todología~mas participativas, salvo en que su conducta le animaba a hacerlo;pero
algunas asignaturas optativas. En el caso si se hubiese tratado de otro glupo mas le-
de los profesores de estos alumnos tam- voltoso, no io habría hecho.En las o -
bién se vela reflejado esto. Juan Manuel, aones realizadas a este grupo en algunas
uno de los docentes del grupo, confesaba dases de laboratorio, se puede ratif~carlo
que se habia vuelto m5s conservador al expuesto por la profesora. Los alumnos se
pasar & dar clases en la antigua EGB a im- mamaban interesados en estas claces y no
partirlas en segun& ciclo de secundaria. causaban desorden, a pesar de ser un gru-
Ahora arriesgaba menos en sus clases y no po amplio para un espacio tan reducido
reaiizaba actividades tan participativas, ni que la profesora tenla problemas para des-
salidas a1 m o r como, por ejemplo, visi- plazarse por las mesas & trabajo y atender
tar un museo. Tuvo experiencias negativas a las consultas de sus alumnos.
en el pasado que no le animaban a hacer-
lo. El comportamiento revoltoso de los EL HORIZONTE LABORAL
chavales en estas salidas le hacía replan-
tearse volver a hacerlas. Durante una en- Dejando aparte la cuestión disciplinaria, se
trevista, volvia a insistir en este aspecto: les interrogó acerca de sus expectativas de
4uando un pmfemr, aunque tengas expo futuro. Ei mundo del trabajo aparecia
rienda, tienes que entrar en una clase don& como una reaiidad bastante cercana si no
has tenido permanentemente problemas llevaban bien el curso. Los adolescentes no
perciben el trabajo como explotación u siempre quedaba la posibilidad de q u e
obligacidn penosa, sino como algo que unos padres g+memosIes prometiesen la
proporciona iibemd e independencia res- moto a cambio de aprobar el curso:
pecto al control familiar (Cine y otros, P:¿Qué mtajas le m a trabaja??
1998). Estos alumnos conocían el tipo de Geratdo: Qwte da dinero.
trabajo al que podían acceder, pero mm- P: ~Qdpiensas bacm con ese d w o ?
bién reconocían las ventajas & quien po- Gerardo: Ikía moto.
see un titulo: P:¿Ti%& moto?
P: Y m elfitscm, ~ q w ém& pmado Paco: No.
bace:QPens&is terminar ka ETO? Jwt:jw-va!
Jose: Ptses, si cueIa, cuela. ¿Quéno? Gerardo: A m i me ban dicbo qru? si
P:¿Y Be-? apruebo este curso entero me compran la
Paco: Tpabajar. moto que yo quiera.
Get.ardo: Funcionario. Paco: A empollaq ?@o.
Paco; Como Eu*, g w d a civil, tiü. Gtrardo: Luego, me pongo a trabajar
Jos& Trshjap; ya esta. en veranopara ponerle tubo a la moto y de
P:¿En qué %o de trabajo? todo, la fruto.
J-6: EI que salga. José: Para conaprarlegasoIina, m b o
P: ¿Quétyio & h-abajopp~cdescome- (Risas).
gufr? Para muchos alumnos, abandonar el
José: Puss de aprendiz en una fábri- sistema educativo es una forma de libera-
ca. Eso es lo naásfricil. ción. Aunque sea un mal empleo, con 61
Gerar&: Entras de soldador, chico, te adquieren su condici6n de adultos y ob-
bacen oficial de tercera... tienen esos bienes que no podrían con-
José: Ganasperras ...y también d e re- seguir estando en la escuela (Fejto,
psrpldor & l a s p ~ z ~y ttodo e ~esto. 1990). Los 16 años, la edad limite de Ia
Gerar&: SI;tepagas una mierda. escolaridad obligatoria, aparece como el
Jos4: $6 pagan poco, pero a un amgo momento en q u e pueden ejercer como
por dos dim a la m n a , sólo dar ??mira-adultos; la ocasion para decidir sobre su
nas, la del siibadoy la &¡ domingo, le van futuro, para asumir Ia responsabilidad en
cuasro milpelas. lo que respecta a su porvenir y decidir si
Geramlo: Y y o 150.000 me S- en abandonan definitivamente los estudios y
todo el ms,chico. comienzan a trabajar. Alguno de ellos se
José:Jd, chico, pero él triaba@ba seis planteaba la opci6n de cursar formaci6n
horas. profesional al teminar la ESO.
Get.ard0: Y y o 11, todas h &as, m- José: En cuanto mga 16 años, ucy a
nos sábado y domingo. bexrcam...
Jost:Pues, ¿@pido, no?55 horas a la P..¿No piensas seguir estidiaado?
semana. Gerardo: Yo, si saco m d este primer
Gerardo: A 700 la hora, qm era una trfmstre, despuár de navidad no vuelvo.
mPerda, encima era una fdbrica & metal Cumplo dieciséis el d e de enero.
de éstas. Me mt9 en el m n o di;stn cim- P:¿Te irás a trabajw?
fmto ni d a . Gerardo: Si saco este primer h.tmestre
El mundo laboral ofrecía a estos ado- mal, ya pns my. Como no lo voy a sacary
lescentes de 15 afios -algunos a punto de no puedo repetir otra vez...
cumpk 1 6el auauivo del dinero, de esas P: ¿T h2, Paco?
pelas necesarias para hacer realidad uno m.No S&, o un ciclo formtivo de
de sus sueños preferidos: la moto. Si no, grado medio.
Jd, al igual que GerarQ, veh más cer- A estos alumnos no les gustaba estu-
ca la posibilidad de trabajar que la & seguir diar y no encontraban alicientes en ello;
esmdiando, aunque teda que vencer la re- les resultaba dificil o carecían del suficien-
sistencia de su madre, que no aceptaba que te interes y de la motivacidn necesaria
SU hijo quisiera ponerse a trabajj para dedicarle su tiempo. Eran conscientes,
J o s b Yo a mi d r e t& no le be sin embargo, de que los estudios permitian
dicho & que &fe a% estudiar. Se cogiiz un acceder a trabajos mejor considerados so-
cabreo que fl@a(Esas). Me ecba unas cialmente:
broncas. BuenoI m m d , qtse uqy dejar de P:¿No m gusta estudiar?
estudiar, que vogi a meterme & aprendiz Jose: A mf no.
en un taller a wr si me Eo curro. Bla, bh, Gerardo: No es que no me guste.
bla... bronca. Cuando no huya mis r m - PaC0:hblew.
&, Zo ffene que asumir y@ra. Gerardo: Hay que estudiar si p&res
Después & la primera evaluación, una ser a@ en es& uida.
vez conocidas las notas del primer thestre, P:¿No encmtras alidentes m ello?
bastante malas para dos de d o s , que sus- Gerardo: Es C d a j W , pava mí es d i f i l
pendieron el 90% de las asignaturas, se les estudiar.
preguntó de nuevo sobre sus expectativas: J& Yo,es que m aburro mucbo es-
P:Si s t g w las cosas m; ¿ a s p d r é i s a tudiando. Es lo que es ponerte delante de
trabajur al m i n u r el curso? un libro... Yo,por @mpIo,cojo un labro de .
w: @U¡ ni t e r n a i d o , d w - lectura y me puedo tirar clMtro bora~le-
de de c6mo vaya la segunda. Si me ua p-ndok.
yla w. Gerado: S( pero mirate cuando seas
José: YO,si suspendo este curso, me mp,que un capuEloI un amigo que es
ttmgtno que el at?oque viene mi &re me m&dicoy tu abí no rienes op*Ón,y el otro
pondrci a trabajw. en sed o w n a y ya esba.
P:iYhi, P m ? Como se ha mencionado anteriormen-
Pacm Yo, e s d i a r . Intentar sacar este te, Gerardo abandonb definitivamente los
curso y el siguiente también. estudios a principios de marzo y empezd a
Paco era el único & los tres que había trabajar, Su falta de motivacidn y ia certeza
pasado con exito la primera evaluaci6n. de que en la segunda evaluacidn iba a ob-
Tan sólo había suspendido una asignatura. tener tan malos resultados como en la pri-
Sus caüficaciones habían sido buenas, con mera preapitaron la decisidn.
algunos notables. En cambio, Gerardo y
José acumulaban numerosos suspensos, T~PICOSSOBRE LOS REPEIlDOñES
que podían llevarles a continuar con la ac- Y LA DISCIPLINA
timd mantenida hasta la fecha. Sin embar-
go, confiaban en que las cosas irían algo En cuanto a la disciplina, en una entre-
mejor en el segundo trimestre y podrian vista se les coment6 que los profesores
aprobar, por lo menos, dos o tres asignatu- suelen asociar con frecuencia el hecho
ras. La desmotlvacibn y la falta de alicien- de ser repetidor con problemas discipli-
tes -presentes desde el inicio del curso-, narios, pero ellos no compartían nece-
junto a las malas calificaciones de la prime- sariamente esta afirmacibn. La prueba
ra evaluacibn, hacían pensar que iban a estaba, para ellos, en que el curso ante-
faltar m á s a clase. Eso fue lo que ocurrió rior habían tenido muchos incidentes en
en el caso de José.Al comenzar el segundo sus grupos & tercero y ellos no eran repe-
semestre no acudía ya algunos d a s a las tidores. Esto contrastaba con la tranquiü-
primeras cIases de la maiiana. dad con la que se estaba desarrollando el
aiio academico en el que si lo eran.Recor- misividad de la profesora como factores
daban con nostalgia y risas compartidas determinantes de lo que sucedi6, y que
aquellos desórdenes: no inspiraba ningún tipo de respeto a sus
P: El ser r@etidor se suele asociar a alumnos:
proeiIenaas, ¿esto es &en la muyorla de Paco: No sé, es que t#ak una cara...
lcas O C C I S ~ ~ O ~ ~ ~ S ? misas).
Jo& Paco no es unproblePna. Paco es JoeQ Porque era tonta, ¿no?
trabajador. Pnco: Es que...por los menas algunos
Getardo: Yo no causo problemas. pmfmres iimpottian re@to. h ba&s al-
J4 Yo no causoprobkmmI lo Unico gunajugada o algo y no S&, te mandaban
que no es&b y no bogo nada en clase; trabaps o teponh una falta h.Pero esta
pero probkmas, no... p q h r a . . . Buaio, nopchíaba cle ti, pero le
Geratdo: Sk??npretie?t%q¶¿ehaberd- declasuna cawy C O ~ O$1no bzcbfesepasado
gtcien en clase que b prepare m poco, es nada.Y e m m m p le cogesgustoy empiezas
que si no, para estar todo el rato mirando a h a c e r l o t o d a r h d ~ . ~ , m d e c i á r a a d a ,
alprofesor... se~abacauadayesoesloquenoenasn-
José: Pero en bptl&tera clase que te- d K s & a a p m ~ m . B ~ r ~ m- p 1 0
nemos dora no huy W z e que ik prepare nos, k b& una cosay ce kaglaBa de clase.
un poquito boy en d k . Venga, que & largo. Te ababa.
Gerardo: NosonwS,tío. Quizá estas afimaciones reflejan tam-
J& Y encCmporqzce laprqaras un bién el echo & que la disciplina se ha con-
pocplfto, enstigukh ¡e C e n aljefe de es- vertido en algo externo a l alumno,
tudios o te d a n de clase. Me d a r o n de impuesto desde fuera. Por tanto, espera
c h p o r bacet- ~eb?@aIanceandoIa si- que sea el profesor el que se encargue de
h.Risas de todos). Oys, que que eskás m- mantener el orden. Eso provoca que el
remdo. Pero si sdh be hecho &. Pues te- alumno no desarrolle el concepto de auto-
vas a kacerloftma disciplina y no asuma ninguna responsabi-
Habia en ellos un sentimiento de año- lidad sobre el desorden en las aulad.
ranza del curso anterior. Este era una balsa Paco describia como eran algunas de
& aceite en m m p a c i 6 n con el anterior, las cIases que tuvo el año pasado con dife-
cuando estaban separados en diferentes rentes profesores, en las que surghn con
grupos pero vivían situaciones de desor- facilidad los problemas de disciplina,
den similares. Durante dicho curso una como contraste con la aparente calma de
profesora habla tenido que sufrir la indis- este aiio aca&mico:
ciplina de algunos de estos alumnos y & Paco: ihdiiaest&mnla~a.l&a-
sus compañeros. La situaci6n llegó hasta rnosaclase, vimevievaepro~. Esaprofesma
el extremo de que le arrojaran tizas a la sólosacubaell~broydecrix, wmaleertal
cara o le propinasen empujones. Se pro- ~mynodecúlPladamcís.m4?s~uesnasotras
dujo incluso algún conato & agresión. La ni i e h m nf nada, ni sac- los l i b .
profesora no pudo resistir mas tiempo ~ Q u ~ ~ e l ~ ? Q unasequéy e n o ,
aqueüa situación y se vio obligada a pedir nosreicImde&todoel~.Luegoconkzs
Ia jubilacibn anticipada. Cuando se les tizas, a tirh&s a e& asítoda la hora. Ya
pregunto por que motivo se dieron situa- ff,et-& kmf-a, Y
ciones de desorden & esa gravedad, Paco seguian%artirdndok tizas,i+émbntlsde ellay
y f os6 se refirieron a la debilidad y la per- kxb, haSraqueseambabayseibyaW
(9 En reIación con este as-, re& recomendabIe el capítulo dedicado a la disciplina en la obra de
SANiDS GUEXRA
U.Entre-.
: Ardiidona 0, Bdidonu Aljlk, 1994,pp. 229.255.
su&m&. Cm el Aranda; tmn&W, cada PBdTO: E.Fo esfundamentalsiempre. Es
t e z q u e k a b l s b a , a ~ W l a s c a m . Q u e t e deci~e l ~ m e l q u e l o s 1 á d % r e s s í m l o s
c* que llqy a k q ~ m , se'qué. A%- chicos de notable y sobresaliente, si son
d o n a de di, que si meria la cabeza en h además iicteres, el grupo marcha, oblfga a
taza A l cdterpara peinarse. thdaw marchar al resto. En cambio, cuando los Ei-
de todo y eran a s í a s i todas.Bn P W a no deres son kx cbicos de...puss los repettdo-
iba casi d i e . En PIastCca, cuando t e n b res y tal... normalmente, el grupo va a
m q u e s u b i ~ p w s m x ~ ~ E a r e g l menos...
ao siempre, baja el rendimiento.
algo. ~Nabéistraido el naaiw~izl3Pues no. Aparte de qtra son ttsás dijkiles de h r en
Pues, fhmgwnga,&a.Y m hz?ms. c h e , el reíadimientogeneral baja.Pero eso
El hecho de que estas cosas no pasaran no solanaenfe este a b j stm todos los años.
en el grupo de tercero en que se encontra- Bto 8s unu noma, se da siempre.
ban en esos momentos lo achacaban, por Respecto a lo dicho por el profesor, la
una parte, a que los alumnos causantes del consulta de los documentos administrati-
d d e n se fueron del centro o pasaron a vos que recogen las amonestaciones escri-
diversificaci6n, don& sonpmos en clcaFs y tas y las expulsiones de los alumnos
estdn controldos; y, por otra parte, a la mostraba que, a lo largo del aíío acad6m.i-
cantidad de aempollonesm de su clase. co, tan s610 uno & los repetidores, José,
Muestra & ello era que s610 habla habido habla si& amonestado. Esto ocurrió en
dos falms lwes el primer trimestre, un nCi- cuatro ocasiones, lo que motivó que fuera
mero mínimo comparado con lo que pasa- expulsado durante dos días por acumula-
ba el curso anterior: ci6n de infracciones. El absentismo era la
Jost: Pero porque es una clase todo causafundamemi de estas amonestaciones.
empolEones, j&. TtZ M e s el año pasado Durante la sesi6n de evaluaci6n del primer
q u i ; aestamimachse, acwLp&rterce- trimestre, la tutora ínform6 al resto de los
m yfripas. Faltas EeLles an'@íace un gesto profesores del grupo & que este alumno ha-
cuantitativo con la mano). En MJ curso bla acumulado 28 faltas de asistencia, mu-
hubo... sdlo mtre dos se hicieron mbs de chas de ellas a primera hora de la mañana.
diezfaitas levesen todo el curso,pero mds... Al tratar de determinar si el liderazgo
Y luego, p utdnpar de ellas. de los alumnos con buen rendimiento y
Un profesor de este grupo & tercero buena actitud podía ser la causa por la que
a n a b b a las razones de la aparente calma se reducía la aonfiictiviciad & los repetido-
de este p p o y la relacionaba con el M e - res, lo observado en el grupo & 2Q4 n &
razgo & un grupo de alumnos con buen no existía ese tipo de liderazgo- mostraba
rendimiento a c a W c o : que tampoco en ese gmpo los alumnos re-
Pedro: Y m el caso de este grupo hay petidores eran los principales responsables
mús repetihres. Tenemos seis r@eMdores de los desórdenes en el aula. S610 uno de
en este grirpo 00 comparaba con otro), te- los tres repetidores del grupo de 2Q había
nemos el doble. Pero son repetibbres rnris sido amonestado por escrito y expulsado
covfrictiwx, aqui sf que ten- de naás un día a causa de un incidente en el patio.
guerra en c h ; pero, vamos, como tam- El resto & las amonestaciones correspon-
bién hay, digamas, un grupo qese i n t e k - día a otros alumnos. No obstante, de las
Cualmeriie es meJwy,de m o m i o , s m los observaciones hechas en el aula sí se PO-
1füet-a de la h e , etatvnces s q m que ~ la día concluir que José,Gerardo y Paco so-
dase Hra. Lo maloes cuando los repetidores iían causar algunos desordenes en el aula,
son los lt¿d4wes. pero no relevantes, ya que de lo contrario
P:E n m e s , ¿lapmp&aa cw d e l p - habrían sido reflejados por escrito. Los
po in$uye en el orden? orros repetidores -dos de eiios eran chicas-,
observaban, salvo incidentes ocasionales, vamos hechas, pekm con los Pq!4&, con
una conducta bastante disciplinada. Como los AS ~amaicanos).Me parto de risa cada
medida prwentiva algún profesor mante- vez qsle me acuerdo de ieigzmnws cosas que
nía separados a Pedro,Jost y Gerítrdo du- les hemos hecho ca los profes Willis, 1988).
rante sus clases. Al final del curso escolar, José había
De los tres, José era quien mostraba en suspendido todas las asignaturas y no tenía
su conducta un mayor rechazo escolar, nada claro lo que iba a hacer despu6, tal
como ponían de manifiesto sus frecuentes vez Garantía Social, aunque tampoco le
retrasos y faltas de asistencia. La orientado- preocupaba en exceso.
ra consideraba q u e su actitud se debía a P:~ D q m el centro?
que recibia mensajes contrapuestos de sus José: Yo creo que g.Mi madre plae ha
padres, separados desde que tenla tres dicbo que me va w cambi&r de centro, pero
años. Su madre le animaba a estudiar; pero no sé lo que Riabrd hecho. Me ha dicho mi
su padre -quizá por pertenecer a la cultura madre: *¿Qué vas a hacer?^ d o que quie-
gitana, en la que la escuela no es valorada ras.. Pero ha elegido elh.
en la misma medida que en el mundo P: ¿Va w Garantf'aSocial?
payo- le transmitía, por el contrario, la José:No tengo ni dea. No se lo be pre-
idea de que la escueta no servía para nada. gunbado. .Haz lo ~ I qukrmy
E ya estás* El
Ante la situacidn de liderazgo de alum- ano que vieneproczdr~réir a clase.
nos con buen rendimiento de la que se ha- Finalmente, no fue a Garantía Social,
616 antes, Joséopinaba que su clase estaba sino que p~omocionba de la ESO con
compuesta en su mayoría de ~empollonesn, todas las asignaturas de 3* suspendidas.
de gente que se comportaba bien en el Sin embargo, no continuó en el mismo
aula y sólo pensaba en estudiar. Hablaba centro; se trasIad6 a otro instituto público
despectivamente de ellos e incluso pensa- de secundaria de la misma ciudad.
ba que se estaban perdiendo lo mejor de Las cosas fueron niejor para Paco,
su vida. Sus palabras recordaban el escep- que aprobó todo el curso y pensaba ter-
ticismo de los alumnos que estudió WiIIis minar cuarto y, posteriormente, cursar
respecto al valor de los títulos en relaci6n bachillerato. Algunos profesores ya ha-
con sacrificio necesario para obtenerlos. bían hablado de la capacidad de este
Existe -como pude observarse a continua- alumno. Habían comentado lo misino
ción- una gran similitud enue la opinión respecto a José, pero &te no había res-
de Jose respecto a los .empoUonesn o ~prin- pondido a sus expectativas.
gaosn y la de uno de los alumnos del estu-
dio del autor británico: CONCLUSIONES
José:Joé, pero si se van a perder los
naqores tsfios de su vida. Cuando tengan Los alumnos repetidores objeto de este ar-
treinta afiosy sepongan a mmr en un m- tículo no eran tan diferentes del resto de
vo que ganen pelas, no va a servirles de los alumnos y coincidían con muchos de
nada, m& quepara acumuhr dinero ypo- sus compañeros e n su percepcidn de la
nenegordos sebonesy que mcim luego ks enseñanza. Como ellos, se aburrían en
odie todo el mundo por ser m& gordos y unas clases que ya no son arriesgadas ni
m& ricachoms. creativas. Los profesores optan por la dase
Spansky: O se4 i p - 8 u#n a recordar expositiva, la clase al dictado o los ejerci-
de su época & estdianbes? iQ& uQn a te- cios del profesor ~machacam-parafrasean-
ner como recwdos? Sentados en una cla- do a Lázaro Carreter cuando decía que e1
se, sudándoles J a s pelotas, ¿no?Mientras profesor de Lenguaje debía ser eso, un
que nosotros... O sea, mira h cosas que /¡e- profesor que machaca y machaca a sus
d u m n o s con ejercicios hasta que apren- cuela y hacia los contenidos que imparte,
den, Es el miedo a que se produzcan pro- y la negativa a sacrificar tiempo & sus vi-
blemas & disciplina lo que esta detrás de das a cambio de un titulo son rasgos co-
esta forma de actuar. Como consecuencia, munes a todos dos.Además & la falta de
lo pedagógico se subordina a lo disciplina- i n t d por los contenides que se enseiian
rio. en la escuela y, especialmente, por el
Conviene romper algunos tópicos so- modo en que se enseñan, aparece -en ese
bre los alumnos repetidores. No creemos momento de la adolescencia- el sentimien-
que d o s sean 10s principdes causantes de to de estar dando demasiado a cambio de
los episodios de indisciplina en ías aulas, un título. Como los *colegas*de &en-
aunque se ven afectados por el fuerte diendo a tdqiar de Paul Wlllls, algunos
arraigo de este clichd en el profesorado. de estos alumnos eran escepticos acerca
Serla necesario reahar un estudio compa- del valor & los títulos en relaci6n con sa-
r a d sobre
~ la conducta & los alumnos re- d c i o necesario para obtenerlos.
petidores en varios centros & ensefianza EI rechazo & estos alumnos repetido-
secundaria para extraer unas conclusiones res hacia la escuela se manifestaba de una
generaihbles. Los docentes asocian a los manera muy simüar a la que se recoge en
repetidores con absentismo y desinter& d libro anteriormente citado. Faltar a algu-
hacia el estudio, lo que equivaie a riesgo nas clases y llegar intencionadamente tar-
de conflicto en el aula; pero olvidan que & a otras para que no les dejen entrar;
los alumnos pueden repetir curso por mu- intenpar -mediante burlas o juegos colecti-
chas causas. Hay, por ejemplo, alumnos vos- que el profesor pierda la paciencia;
que repiten a causa de dificultades de negarse a firmat la hoja de faitas leves; o el
aprendizaje y son escasamente confiicti- escaso uso de la hoja de alegaciones son
vos. Por otra parte, un alumno que ha formas & expresar su &U, a la escuela
sido problemático el curso anterior pue- como institución y de combatir el aburri-
de cambiar su conducta al curso siguiente. miento. Gran parte de esas manifestacio-
Son, en definitiva, temores surgidos de una nes de rechazo son comunes a otros
tendencia a la simplificación y a la da&- alumnos, m b acomo&dos al sistema es-
cación del alumnado en categorías fácii- colar, que observan las arbitrariedades del
mente manejables por eí docente. mismo y comprueban que, como alumnos,
El rechazo de los alumncrs repetidores SUS posibiltdades de participar en la -ti611
ha& los que ella llaman .empolIoms no de cualquier centro educativo son mlnimas,
es exclusivo & ellos,sino que se extiende ya que su opinión apenas tiene valor.
a otros estudiantes con caiiflcaciones me- Reducir la mirada ciitica de estm alumnos
dias, que observan con antipath a los com- repetidores mbxe la edudón simplemente a
pañeros que reciben puntuaciones altas. p b i e m s de cmducta, esto es,afirmar que
ESW alumnos son, para elios, los adapta- elloBsonlosInadaptadoB,eselmejorcaiilwo
dos, los que siempre serán reconwidos y para el Inmovilismo; pero es un camino
estimados por el profesorado, El hecho de que en la enseñanza se recorre a menudo.
no conseguir notas brillantes hace que Si tuviéramos en cuenta su opini6n y la de
adopten una actitud de rebeldía frente a oaos alumnos, quizá enoontrahnus las da-
un sistema e s d a r que ha hecho de las ca- ves para acabar con algunas & las rutinas
lificaciones su máxima expresidn. que lastran la educaci6n. Esta tendencia a
En los alumnos repetidores es hcuen- pensar que es el alumnado el que debe cam-
te 4 y como ocurria con Gerardo y José- biar y m la hstituci6n hace ditrcil que en-
que el rechazo al sistemay el fracaso es- mntremm en el profesorado una crítica al
lar vayan unidos. El desinterés hacia la es- modelo escolar en su conjunia aunque esta
sea necesaria. La autocritica deberia ser clos de la educacidn secundaria obligato-
constante para ser reaimente creativa y ge- ria. No puede existir al pasar de un ciclo a
nerar nuevas propuestas educativas. otro un corte selectivo basado en contenidos
EI caso de estos alumnos algunos, más exigentes. Eso provoca el fracaso &
como Gerardo, con en el estu- muchos alumnos de segundo cido. No se
dio desde el primer ciclo de la ES& plan- ma de bajar b niveles, sino de hacer que
tea el problema d e la atención a la el aprendizaje sea progresivo.
diversidad. Con más medidas de diversi- Finalmente +mno cierre & estas con-
dad que nunca (adaptaciones curriculares, cIusiones y apelando a la autonomia de los
diversificaci611, aulas & compensatoria, centros que predica la LOGSE- habría que
etc.), se exigen aún más. Asl, se crea la la- pedir a los institutos de secundaria que in-
mada prediversifrcaci6n dirigida a alum- vestiguen y arriesguen en sus propuestas
nos menores d e 16 años con retraso educativas para poder, as, enfrentarse con
educativo y graves problemas & conduc- sus propios medios -no siempre hay que es-
ta-, como ocurre en la comunidad autono- perar que la administraci6n solucione los
ma donde se desarro116 este trabajo. Si e1 problemas- a las dificultades de aprendizaje
centro hubiera dispuesto de esta medida, de sus alumnos, a los contlictos que surgen
quid alumnos como Gerardo habrían ido en las aulas, etc. El recham de muchos estu-
a parar alií. Luego, el horizonte estaría cla- diantes hacia la escuela s6lo se puede com-
ramente definido: Garantía Social. batir con mayores dosis de creatividad,
La extensión de la enseñanza obligato- autonomía y riesgo. Deben desarrollarse
ria hasta los 16 años ha supuesto que los proyectos de centros experimentales que
medios para atender a la diversidad se 9i- puedan alejarse de lo marcado por las direc-
crementen constantemente.Esto,en muchos trices oficiales, más ailá de polémicas refor-
casos,cumpIe una funci6n segregadora y no mas y contrarrefmmas. No se puede creer en
recuperadora. Una medida como la predi- un modelo & enseñanza único. Para mu-
versif~cacidnprovoca que la selecci6n del chos alumnos, como algunos de los entrevis-
alumnado se anticipe a los 14 años. El ries- tados, el modelo oficial resulta poco
go esaiba además en que 10 que es un pro- atractivoy las medidas de diversidad pueden
grama para unos alumnos específicos ser parches que impidan el desarrollo de
pueda extender su radio de acción a otros. propuestas maS arriesgadas.Habría que pe-
A las administraciones educativas compete dir a la escuela pública que opte por la plu-
el control sobre eiío. ralidad frente a la uniformidad, no 9610 en
En definitiva, cuantas más medidas de los contenidos que imparte, sino en la p m
diversidad se crean a u n q u e se haga con pia concepción de la enseflanza. Aunque
la mejor intencibn- mas segregacibn se haya un marco general de aplicación -la
produce en los centros educativos. Pode- MGSE- hay suficiente espacio para desano-
mos imaginar ahora una situaci6n hipotéti- liar nuevas propuestas educativas o, por lo
ca en la que estos tres alumnos estudiaran menos,eso seda lo deseable. L06 centros de
en el mismo centro,pero formaran parte secundaria tienen que atreverse a ello.
de tres programas distintos: Paco del pro-
grama estándar -por llamarlo así-, Josédel
de divedcaci6n y Gerardo del de Garan-
tía Social, tras pasar por prediversificacibn.
De Ia trayectoria escolar de algunos de
estos alumnos repetidores se puede ex- ~ N S TAPIA,
O J. y MONTEROGAR~A--N,
traer una reflexión acerca de la necesidad 1.: Motivaci6n y aprendizaje escolar-,
de establecer una graáaci6n en los dos ci- en COI& C.; PUQQS, J. y MAXHSI,A:
y e d k z k h , VolJ. FOUCAULT,M.:Wgihry camgcar. Madrid, Si-
PsZcobgíu &la edeccac*. Madrid, Aliak gio m, (lad.1976) y C201ed. 1992).
za Editorid, (1m),pp. 1831%. CINE,M.;M A R m , LL.y M ~ o zE.:, Qtd opZ-
BERNSTEIE~,B.:W ,duceccaci y cvmim- taan los alumnos sohe la ESO. Madrid,
c b EarceIona, El Roure Editorial, 1990. Síntesis/ ICE-UAB, 1998.
- Pedugogk, conmi simbdliw e &ti- - i2y Orgh~icaOrden- G e w a l del
dad.Madrid, Morata, 19%. S i s w Bucatim. Madrid, MEC, 1990.
F m , R.: Naddospraperdm un andisis MARCHESI, A.: Controvefsias en ia educa-
socioiógico del m b m y el a b a P a h ción espa&I#. Madrid, Alianza Edito-
escobres. Madrid, MEGCIDE,1990. rial, 2.000.
- Los retos ds Ea escohw'&d u b l i g m . Ross,J.; WATKMSON, A. M. (ed.): la violen-
Barcelona, M,2000. c h en el s f s t m educa##. Madrid, La
FERNANDEZ ENGUITA,M.:,bp$&jn docetz- Muralla,1999.
ley la.comunidd es cola^ crbnica h un WUS, P.: App.edlepah a trabcafir.Madrid,
&encmnlm. Madrid, Morata, 1993. Akai,1988.
EVUCI~N DE LA CUI,XUM~AQ~N
DE LA FOBLACI~N:EL PROGRAMA DE APQUA
ciedad- hace que sea considerado uno & ci6n por la formación UentIFca de la po-
los pocos proyectos educativos & ciencias blacibn, el intergs por mostrar el valor
del Estado espafiol con un enfoque Cien- social de la ciencia y su utiiidad en la vida
cia-Tecnología-Sociedad (CTS) (Caamaño, diaria, y el deseo de hacer la enseñanza de
1994;Membiela, 1995, 1997). la ciencia más atractiva y estimulante. Pero
Los autores de APQUA matizan un la caracterlstica que lo hace diferente es su
poco mas el enfoque CTS del proyecto voluntad de desarrolhr una comprensi611
que, debido a su f o m particular de acer- & la ciencia y de los procesos de resolu-
car y mostrar la ciencia a la población, es ci6n de problemas a partir de temas de alto
lo que ilaman un enfoque Issue-Oricnted- interés social y sin abogar nunca por nin-
Suence 40s)(Thier y Nade, 1994; Medir, guna opci6n.
Ecta forma de tratar la ciencia lleva im- rada simplemente como un área de cono-
pIicito un modelo de ciencia humano, cimiento, sino como un conjunto de instru-
abierto y evolutivo. Este modelo de cien- mentos y actitudes que nos ayudan a
cia, accesible, Qrii, cambiante y cuestiona- comprender e interpretar el mundo y a de-
ble, convierte el aprendizaje en un proceso senvolvernos libremenle en tl. Así pues,
continuo en el que hacerse preguntas es no es de extrañar que APQUA hable en sus
importante que memorizar un conjun- objetivos de acercar a la población n o 5610
to de respuesms. La ciencia no es conside- los conocimientos ciendficos, sino tambien
los procesos y las actitudes que acompañan objetivos globales del proyecto, aunque
a la ciencia en su búsqueda de nuevos cono- esta dirigido a la poblacldn adulta (Gaval-
cimienm y respuestas que puedan ser útiles da,Medir y Girait, 192;Abell&,1995;Abe-
para la vida diaria. Este punto de vista indica 116 y Medir, 1996). Para alcanzarlos,
sin duda una actitud ambiciosa respecto a la plantea la discusión razonada de temas de
culturizaci6n científica, como la que a& actualidad relacionados con cl uso de los
mente han adoptado autores como Ruther- productos químicos y su interaccidn con el
ford y Ahlgren (1990), Fourez (1994), Nomis medio.
(1999, Bybee (19951, Lagowski (19951, SQez Las actividades & enseñanza-aprendi-
y Carretero (1W y Toharia (1999). zaje del programa APQUA (1993 y 1995)
Es de esperar que el modelo & ciencia están organizadas en unidades didacticas
y de difusi6n que presenm APQüA se mani- d e una horahora y media de duración
fieste plenamente no s6Io en cus enunda- cada una, y pretenden aportar a la persona
dos,sino también a través & sus estmegh una formación complementaria.
educativas. M pues, cabe esperar que &sa- El programa va dirigido a toda la po-
mlle una concepción del aprendimjp como blación que forma parte de algún grupo
proceso hteractivo, aeativo y continuo y, en comunitario organizado asociaciones de
consecuencia, significativo y cambian& de vecinos, colectivos de mujeres, asociacio-
acuerdo con los modelos cognitivos actuales nes de padres y madres de alumnos, cen-
(Gunsbne, 1991; Driver, 19911, y una estra- tros socioculrurales, hogares de jubilados,
tegia educativa que provoque y promueva sindicatos, escuelas de trabajo social,cursos
este proceso de aprender a aprender universitarios, e t c , al que se pueda acceder
{Check, 1992; Osborne, 1946). Efectimmen- fgcilmente, independientemente de que su
te,APQUA plantea un modelo de aprendiza- fmciaci6n sea piíblica o privada.
je cambiante y constructivo, al que añade, Estas caracteristicas particulares del
además, un componente social. En lugar de programa público son las que lo convier-
plantear una estrategia de enseñanza-apren- ten, sin duda, en una iniciativa singular en
dizaje deteminada, propone un conjunb de Camluna y en el mundo.
técnicas que facilitan, mediante la interac-
ci6n y el debate social, el proceso de apren-
der a aprender y proporcionan un
aprendizaje no puntual sino significativo El programa pfiblico de APQUA, debido a
WQUA, 1991). Para APQUA, el aprender sus singulares características, puede en-
ciencias no significa leer un libro, sino reali-
marcarse en dos contextos formativos dis-
zar acrividades, hacerse preguntas, participar
tintos: El de la culturizaci6n científica de la
en discusiones e involucrarse en debaks poblaciOn, en el ámbito no formal & la edu-
(Medir, 1995) Su enfoque se basa en el con-
cación de adultos -tal y como lo define
cepto de que la ciencia es una forma de ha-
(1W> y,el de la diwlgaci6ncientítica, cuan-
cerse preguntas m& .que un conjunto de do esta sobrepasa su activkbd meramente in-
respuestas a aprender (SEPUP, 1993; Thier y
formativa para c o n v m en formariva.
Nagle, 1994). En las dltimas décadas los esfuerzos
para acercar la ciencia a la población han
EL PROGRAMA P ~ L I C DE O APQUA ido sucediCndose y multiplic~ndoseen
todas partes. Estos esfuerzos se han mate-
rializado principalmente en reformas edu-
cativas para el área de ciencias, del tipo
El programa público de APQUA se inició el Ciencia-Tecnoloe-Sociedad, con la finali-
ano 1989. Sus objetivos coinciden con los dad de formar a las generaciones futuras
(Rutherford y Ahlgren, 1W; Departament m Fumar y mi salud.
d'Ensenyment, 1991;Yager y Tamir, 1993; Transporte de mercancías peligro-
Solomon y Aikenhead, 1994). En cuanto al sas.
resto de la poblacidn, las acciones empren- Aditivos alimentarios.
didas se han limitado a aplicar la reforma Todas ellas se encuentran ya en su
educativa de las ciencias a la educaclbn versibn definitiva, pero solo se ha pubUca-
b h i a & adultos @epartament & Benes- do la guía del forinador de las cuatro pri-
tar Social, 1993) y a fomentar actividades meras CAPQUA, 1993). El resto de las guías
aisladas de educacan m formal o de di- existe so10 como documento interno (AP-
vulgaci6n (Ciba Foundation Conference, QUA, 19%).
1987; Lucas, 1994; 1 Congreso Comunica- Cada gula consta dc los siguientes
ci6n Social & la Ciencia, 1994). Esta Iabor apartados:
se ha llevado acabo sobre todo en el área Visidn general.
de la naturaleza y el medio ambiente, y, Objetivos.
m& recientemente, en la de desarrollo sos- Material y preparación.
tenible @scaias, 1996). Informaci6n previa.
Descripción de las actividades.
Conciusiones.
EI programa ptíblico de APQUA se empe-
26 a desarrollar una vez establecido e1con- SESIONES
DE TRABAJO
venio d e colaboraci6n con el proyecto
CEPUP y a partir de su material (Thier y Las sesiones de trabajo e n las que se apli-
Davis, 1988, 1989). A lo largo de los años, can las diferentes unidades didscticas-
este material ha sido adaptado, inodificado suelen dumr entre una hora y hora y me-
y considerablemente ampliando.
dia, y se realizan en el local social donde
el colectivo desarrolla habitualmente sus
actividades, es decir, en su propio medio.
La temática es escogida por cada colectivo
Las unidades didácticas del programa pú- segilin sus intereses y necesidades.
bIico d e APQUA se diseñan dentro del
marco teórico del propio proyecto, y te-
niendo en cuenta d contexto social y cul- Las sesiones de trabajo estln dirigidas
tural d e la zona. Durante el proceso de siempre por algún miembro d e APQUA
diseño cada unidad pasa por una serie de acompañado de algún otro miembro del
pruebas y revisiones, hasta que el equipo equipo -a partir de ahora acompañante.
APQUA considera que cumple los objeti- ios formadores suelen distribuir las sesio-
vos previstos y da la conformidad para su nes según su conocimiento del tema y su
edici6n y publicaci6n (Departament &En- disponibilidad.
ghyeria Química, 1988).
El programa consta actualmente de 9
unidades didaicticas:
Los productos quimicos. El formador cuenta, en sus sesiones de tra-
Residuos domésticos peligrosos. bajo, con una gula de instrucción para
m Contaminación del agua s u b t e h e a . cada unidad didgctica, hojas de trabajo
Los productos tóxicos. para los asistentes y transparencias que
m Toma & decisiones. plasman gráficamente todas y cada una de
El riesgo de vivir. ias actividades de la unidad. Además, a&
unidad contiene material especzfico -re-
cortes de prensa, utensilios cotidianos, ma-
terial para la experimentación y folletos La difusi6n de1programa público & AFQUA
informativos. El programa también propor- ha venido,pues, reaüzándose principalmen-
ciona a cada persona participante un so- te en la comarca del Tarragones Melló,
porte para escribir y un boiígrafo, y aporta, 1995). Los grupos sociales que colaboran
para facilitar y garantizar siempre unas con el programa pueden agruparse en 4
condiciones de trabajo cómodas y favora- grandes categorías: centros socioculturales,
bles para el aprendizaje, un proyector & asociaciones de vecinos, colectivos de mu-
transparencias y una pantalla. jeres y otros colectivos de composición
inestable en el tiempo.
El número de personas que anualmen-
te participa en alguna sesi6n de trabajo de
APQUA fluctua, ya que depende de la di-
mensión social y del grado de convocato-
Hasta el momento de iniciarse el diseiío ria del colectivo al que pertenecen. Eso
experimentaí de la evaIuaci6n -comienzos hace que la media de las medias anuales
de 1997- se habían realizado un total de de asistentes por sesión sea de 29 perso-
205 sesiones de trabajo del programa pú- nas, con una desviad611estándar de 6,4.
blico & APQUA, a las que hablan asisti& El programa púbiico de APQUA,tal y
5.700 personas (APQUA,1997). Dichas como se observa en Ia figura 2, ha centra-
personas pertenecían a 74 colectivos, prin- do sus esfuerzos educativos en Tarragona
cipalmente de la comarca del Tamgones, ciudad, en sus barrios, y en aquelias pobla-
aunque tambi6n se había cohborado con ciones situadas en el área de influencia de
colectivos del Baix h p , del Alt Cmp, de los dos poiígonos petroquímicos ubicados
Ribera d'Ebre y & brcelona y Lieida. en la comarca.
FIGURA 2
Z o w de apIica&h delprogrunaap2bItco&AFQLt4 m el T a w m s
estos taxis, viene dekmbada por el
mayor dinamismo de los colectivos
Tal y como se ha planteado la investiga- en los que se desarrolla y por la reali-
ción -cuyo principal objeto & estudio es dad socioculairal que los caracteriza
un programa educativo y la evaluaci6n de @en&&z, G&ín y Tejada, 1990;Fe-
su impactw se ha optado por una metodo- rraradez, 1993). Es necesaria,pues, una
logía & investigación basada en la evalua- atenci6n especial para conseguir que
ción de programas (Municio, 1992), y la evaluación se adapte perfectamen-
soportada por tkcnicas descriptivas, casi te al contexto, si lo que se pretende
experimentaies y etnográficas, según el as- es captar y comprender la realidad de
pecto del programa a esnidiar. la acci6n educativa.
La evaluación de programas combina Para tener credibilidad la investiga-
las ventajas de los dos tipos de enfoques ci6n evaiuativa ha & cumplir, ob-
metodol6gicos -4 cuantitativo y el cualita- víamente, las exigencias & rigor y
tivo- para poder anaIizar los resultados de cientificidad que son propias de
conseguidos,dotarlos & una mayor repre- ia investigaci6n y la &tan de credi-
sentatividad y, al mismo tiempo, darles bilidad. Es necesario aplicar slste-
sentido y una mayor relevancia dentro del máticamente criterios de veracidad,
contexto educativo en el cual se producen aplicabilidad, consistencia y neum-
@sales, 1990; Perreres, 1997). lidad a lo largo & todo el proceso
Esta mezcla de cnfcqucs -procedentes de evaluacibn, tanto en el marco
de disciplinas tan diversas como las cien- experimental o racionaiista & la in-
cias experimentales (cuantitativas) y las vestigacibn, como en del marco M-
ciencias sociales o del comportamiento . turalista o e t n ~ ~ (Cuba,
c o 1983;
(cualitativas)- es un hecho cada vez más Goetz y Xompte, 1988; De Ketele
k u e n t e en la iirvestigaci61-1educativa y en y Roegiers, 1995; Femeres, 1997).
la evaluación CAndemn, 1990; Mdier, 1W;
Jimdnez, 1993; V k , 11994; Whice, 1987; Te- LA EVACUACI~NDEL PROGRAMA
jada, 1997). Si bien el d o q u e -tal P-LIGO DE APQUA
es muy fitii en otro6 con-, las posibilida-
des de aplicarlo en el ámbito de la educa-
ci6n son bastante limitadas, ya que no ~ ~ S ~ S A ~ ~ P I L G
resulm muy fitii para explicar lo que ocurre DEL PñOGIMMh m C O
en este campo.Es por ese motivo que, para
ganar en profundidad y calidad de compren- Antes de pladcar y diseñar la estrategia
si6n en la ilwestigaci6n educativa,es necea- de evaluaci6n del impacto del programa
rio acompafiarlo de tCcnicas cualitativas público de APQUA,ha sido necesario rea-
(Cook y Reichardt, 1995). lizar un analisis descriptivo del programa
A lo largo de todo d prooeso de investi- para conocer su realidad actual y determi-
gaci6n se ha prestado especial atencibn a nar en que medida se ajusta al marco psico-
dos factores metodoI6gi~0~ hdamentaie, pedagógico previamente esMb1ecido W 6
En el dm&& de la eYaIuadón d e y Medir, 1997). Este anáiisis ha permitido
programas la complejidad aumenta profundizar en el conocimiento de1 progra-
cuando Csta se realiza en el campo ma y establecer que objetivos, contenidas,
social no formal, como es el caso metdoiogía y organizaci6n faditan el dise-
de la educacion de adultos y, m5s ilo de una estrategia de evaluaci6n adecua-
concretamente, del programa M - da al contexto educativo que se quiere
QUA público. La complejidad, e n estudiar.
El anaisis descriptivo se ha planteado ciencia para decidir sobre cualquier
a parrir del contraste entre aqueiio que ya situaci6n o hecho de nuestra vi&
esraba hecho -documentación escrita- y lo (aprender a convivir con la ciencia).
que se estaba Inciendo -equipo APQUA y
sesiones & trabajo. Una vez determinada El analisis descriptivo ha permitido
la realidad del programa había que obser- también observar como el programa pre-
var si sus fundamentos encajaban en el senta una estructura clara y uniforme que
marco teórico del proyecto. A partir de di- lo caracteriza y lo fundamenta,tal y como
cho anáiisis, ce ha podido observar que los se desprende & cada una de las unidades
descriptores del programa encajan perfecta- didácdcas que lo componen. Asi pues, la
mente denm de los principales objetivos del estrategia de enseñanza-aprendizaje utili-
proyecto APQUA y su enfoque Ciencia-Tec- zada por el programa es Sinica, aunque
nologla-Sociedad (Ci'S). Estos descriptores este sometida a las variaciones necesarias
quedan perfecmmente categorizada en dos para el desarrollo eficaz del tema de cada
grandes Sxeas & contenido: la de las interac- unidad didáctica. Esta estrategia educativa
cionp Productos Químicos-UsosSociedad responsabiliza al alumno de su aprendizaje
(PQUS) y la de h c u l a i ~ u 6 cientítlca,
n en- e intenra hacerlo consciente & los proce-
tendida como aprender ciencia, aprender sos y actitudes que lo hacen posible. No
sobre ciencia y aprender a convivir con la hay duda de que APQUA no considera a la
ciencia. persona que aprende como un consumi-
dor pasivo de la información, sino todo lo
Asl pues, los grandes bloques de con- contrario. Cada persona -a partir de sus
tenido del programa inuesm la preocupa- propias ideas o representaciones, de sus
ci6n del proyecto APQUA por proporcionar percepciones, del lenguaje cotidiano, etc.-
a la poblacidn un condmiento, una mm- construye de manera activa sus interpreta-
prensi6n y una conciencia de las interaccio- ciones de la información que recibe. Des-
nec entre los productos quimicos (Ciencia), pués, si encuentra estas interpretaciones
sus usos (Tecnología) y nosotros mismos útiles para explicar mejor algunas de las si-
(Sociedad). APQUA pretende informar de tuaciones habituales o para aplicarlas a
cómo pueden afectarnos dichas interaccio- otras de nuevas, las interioriza.
nes y de cuáI es -en cuanto miembros &
una sociedad deinocrática- nuestra papel El programa piibllco de APQUA pro-
en ellas. T d K n se observa que los blo-
tnueve la participaci61-1e implicacion del
ques de contenido engloban los concep- que aprende -imprescindibles para la asi-
tos, procediinientos y actitudes que -según
milacidn efectiva & nuevos conocimientos
APQUA y k bibliografía (Solomon, 1934% y para la predwposicidn a adoptar nuevos
S6ez y Carretero, 199% ayudan a que nos comportamientos y actitudes individuales
desarrollemos no &lo en los contextos y sociales (Cheek 1992;Shrigiey y Koballa,
PQüS o CTS, sino también en las demas si- 1992;Aikenhead, 1994). Para elio se traba-
tuaciones & nuestra vi&. Son contenidos ja con problemáticas sociales que están re-
que favorecen: lacionadas con los productos qufmicos
provocan interes, como p.ej.: el uso de los
e El acceso al conocimiento cientlfico aditivos alimenmrios, la conmminaci6n del
y a su constmcci6n (aprender cien- agua de consumo, la peligrosidad de los
cia y sobre ciencia). residuos domésticos, etc. Las t€cnicas utili-
La capacidad de opinar y decidir,
zadas para motivar este interés e implicar
aclivanlente a la persona son:
razonada y Iibremente, en cuestio-
nes relacionas con la ciencia y/o Aproxirnacidn de la problemática a
utilizar contenidos propios de la la poblacidn a travCs de la prensa,
de materiales d e consumo diario, jada {cit. en Ferrández, 19931,es necesario
de la experimentaci6n, etc. tener presente -sntes y durante el proceso
Contartualizaubn de la problemáti- de diseno- el referente principaI & la in-
ca mediante simulaciones, visiones vestigaci6n que es, en este caso, la educa-
históricas, ml playing... cidn no formal de personas adultas del
Pianteamiento, con la ayuda de pre- Tarragonb dentro del proyecto educativo
guntas abiertas, de situaciones con- APQUA. Dicho referente tiene que deter-
trovertidas, problemas y confiictos minar y condicionar cada una de hs dife-
que precisan d e interacci611, discu- rentes dimensiones que estructuran el
sibn, colaboraci6n e informacibn proceso de evaluación, si lo que se quiere
para ser comprendidos y resueltos. es captar la realidad educativa objeto de
ConclusMn a partir &I dehate argu- estudio de la forma m á s eficaz posible.
mentado, responsable y demodti- Según Gairín (1993) y Tejada (cit. en
co del propio grupo. Ferrández, 1993),toda evaluaci6n puede
Todas estas t4cnIcas son las que sue- planificarse a partir de las respuestas a las
len caracterizar tanto la educaci6n de adul- siguientes preguntas, siempre dentro del
tos Qerrández, Montan6 y Gairín, 1990; marco referenciai adoptado:
Puente, 1992; Sarramona, 1989), como ¿Para que? ( R n a l M ) .
cualquier proyecto CTS basado en proble- ¿Qué?(Objeto).
maticas o conflictos (Solomon, 1992; Zi- ¿Corno?(Yodebo d&eñol.
rnan, 1994). En este caso, seria interesante iQuiéd (Rqmsablesy prozagonis-
destacar que la base constructivista de la tm).
adquisición es fundamenta1 tanto para el ¿Cuando?( M ~ m ~ n t o ) .
conocimiento de uno mismo como para el ¿Con que? ( I n s h m t o s ) .
conocimiento científico, que sustenta di-
chas técnicas en el programa ptíbiico de
APQUA, y organiza y fundamenta las dife-
rentes situaciones de aprendizaje que se
crean. La seria fundamentaci6n psicopeda- La Finalidad & la presente investigaci6n es
gógica cid proyecto APQUA como proyecto conocer y comprender cuál ha sido el im-
educativo CTS es algo a resaltar. Desde el pacto del programa público del proyecto
propio movimiento CiS se critica el hecho educativo APQUA en la población sobre la
& que a menudo los proyecta CTS carez- que ha incidido, y que resi& mayoritaria-
can de esta hndamentaci6n, ya que se con- mente en la comarca del Tarragones. Esta
sidera que ata es Ia causa de la escasez de definición contempla, a su vez, dos propó-
sitos diferenciados:
resultados y estudilos de evaluación posterio-
res (Cheek, 1992;Solomon 1994b). Conocer y comprender el proceso
de enseñanza-aprendizaje que se
está llevando a cabo, para que el
equipo de APQUA pueda introducir
las modificaaones que crea oportu-
La planificacidn de [o& proceso de eva- nas o continuar oon las mismas estra-
luacibn se compone de un conjunto & pa- tegias, convencido de su adecuación
sos a seguir y de factores a determinar, y utiiidad
previos a la consmcci6n de los instrumen- Conocer y comprender los resulta-
tos para la recogida de los datos. Siguien- dos conseguidos hasta el momento
d o el proceso de planificacidn en la por el programa, tanto a nivel de re-
evaluacibn de programas que propone Te- sultados esperados (eficacia inter-
na) y no esperados, como cbe su in- nalidad de disminuir la qulmiofobia de la
cidencia o bansferencia m á s aiiá de pobhcl6n. El programa público adopta
la situacibn formativa (eficacia ex- para d o la vía de la fomiadión cientIfica de
terna o impacto). la poblacidn 4esde las interacciones Pro-
duclos quImicods&&d PQUS) y la
EL OBJETO DE LA EVAI.UAU~N propia culturimdón c i d c a - para dotar a
la sociedadde herramientas que le permitan
Una vez definida la finalidad & la investi- tornar decisiones y ayuden a disminuir las
gaci6n sobre evaIuadi6n, los segmentos o reacciones sociales de tipo emocional. Así
partes del programa susceptibles & con- pues, las tres cuestiones principales a res-
vertirse en objetos de la evaluaci6n que- ponder, en cuanto a productos esperados
dan perfectamente establecidos. As1 pues, del proceso formativo,son las siguientes:
en este c m los dos aspectos del programa ¿Hace el p m p m público de APQUA
que cabe considerar como objetos de eva- consciente a la poblacidn de las re-
luaci6n son: la ejecucidn y los efectos. El laciones CiS que se establecen con
primero, abarca ia evaluacidn del proceso los productos qulmicod
& aplicaci6n y pretende valorar b calidad ¿Mejora el programa público de
de la ejecuci6n del programa de acuerdo APQUA la iormacibn científica de
con el &eiio establecido, es decir, detec- la poblacidd
tar discrepancias entre lo previsto y lo re- m iDisrninuye la quimiofobia de la po-
alizado, identificar obstaculos y elaborar bladbn?
alternativas. El segundo, engloba la eva-
luación & los productos del programa y Una vez establecidos la finalidad y el
pretende i&nficar y valorar la calidad de objeto de la evaIuaci6n del programa pú-
los efectos directos e inckctos del mismo. blico, se han ido concretando las variables
significativas para el estudio en curso y
susceptibles de ser evaluadas,es decir, las
La ejecución del programa distintas categofias & análisis. Dichas cate-
El programa público de APQUA s610 se gorías se han esc>ogidoen funcidn de las
apIica por medio de sesiones de trabajo posibiiidades & ser medidas y estimadas,
con los diferentes colectivos de personas así como de su relevancia en cada uno de
adultas que coiaboran con el proyecto. En los dos aspectos considerados para la w a -
consecuencia, la evaluaddn sobre la ejecu- luación del programa. ia relación final de
ci6n del programa púbfim se ha centrado las mismas, es la siguiente:
en las propias sesiones de trabajo, tal y m La ejecución del programa:
como se desarrolh en la Comarca del Ta- - Las sesiones & trabajo.
rragods. - Las personas asistentes,
ins efectos del pmgramri
- Las personas responsables: for-
madores y acompañantes.
- El contexto.
Los efectos que el programa público espe- - El desarrouo.
ra obtener se han deRnldo a partir de los - Las temáticas.
objetivos globales del proyecto APQUA y - L a recursos.
de los específicos del propio programa. - La metodología,
Para establecerIos, se ha reconsiderado
todo el estudio contextual y descriptivo
- La eRcacia formativa.
c re vi amen te realizado.en el aue se obser- LOS efectos del programa:
que el proyecto ~ U k cAe con ia fi-
262
- La actitud respecto a los produc- & este modeIo es la eleccidn de indicado-
tos quMcos. res precisos y pertinentes para el estudio a
Las interacciones PQUS-CTS: realizar. Tambih hay que tener en cuenta
- Actitud frente a los temas rehdo- la dificuitad para mnstruir instrumentos 10
suficientementeconsistentes y conseguir la
nados con los productos qulmi- experiencia necesaria paq una buena re-
cos y la ciencia.
- Actitud hacia la relevancia de los colección de los datos. Este modelo se tia
utilizado preferentemente para el estudio
productos quimicos en la vida de de la ejecuci6n del programa y, tarnbikn,
las personas.
- Actitud respecto a h responszibill- para organizar el.estudio de sus efectos y
mejorar su comprensi6n. Los &tos recogi-
dad social en las interacciones
PQUS-CTS. dos han sido, como es habitual en este mo-
delo, detalladamente prefijados en funci6n
a Conoeptos relacionados cxin la aencia: de su interés para la evaluación.
- Percepci6n del concepto de pro-
ducto químico.
- Fercqci6n del cormcepto de riesgo.
Actitudes respecto a la ciencia:
- Actitud respecto a las límitacio- El modelo experimental -generaliza-
dor- se ha utilizado para conocer y com-
nes del conocimiento cienfico.
prender cómo y en qué sentido afecta la
La adopción de actitudes y proce- reiteración del programa p~biico& AP-
sos propios & la ciencia: QUA a sus destinatarios. Sus características
- Objetividad. principales son la posibiIidad de comparar
- Espíritu crltico. grupos sometidos a diferentes tratamientos
y el requerimiento de datos estadisticos
EL MODELO DE EVALUACI~N para &terminar ia validez y fiabilidad de
los instrumentosutilizados.El modelo con-
El diseño de la evaluacibn se ha desmila- creto utilizado ha sido casi experimental -
do a partir de diferentes modelos de inves- sin que la muestra sea aleatoria- debido a
tigacibn, con la fntencibn de combinar y la propia idiosincrasia del programa. El m
aprovechar las ventajas de lps enfoques delo casi experimental es el que se utiliza ha-
cuantitativo y cualitativo en la investiga- bituahente en investigaci6n evaluativa para
ci6n waluativa. Para la recogida de datos el estudio de los efectos de un programa. Se
se han utilizado varios modelos de Investi- emplea, m& concretamente, el diseño ex-
gación -tanto cuantitativos como cualitati- postkto, en el que se observan los efectos
vos-: el descriptivo, el experimental y el de un tratamiento determinado sin datos
etnogrhfico CAnderson, 1990; Colas y previos 4 u a c i b n diagnóstica o inicial-,
Buendh, 1994; Sierra, 19%; Tqa&, ;'%1 como sucede en el caso del programa púbii-
Gottz y LeCompte, 1988; Guba, 1983). COdeAPQUA.
FIGURA 3
13
A1 Anal de la sesión de ANZ]lsic
-C de valoraeibai lN 24) -io Oiovlembre 95- AngUsIs & -tenido
d* 96)
-
Pemnas usuarias del
prognrm (N 1821
En el propio odecti~o
Anáiisis estadlstico
APQUA (N 11)-
Grupo & relerenda
PeisoMsusuarias del
Análrsis & contenido
rrtmmmo ~EscmPcm
LOG alumnos fueron escolarlzadas por primen vez m el centro entre 1980 y 1985, sin
Ianerarlo A habrr pasadopor escuelas hfantiies. k escolarizacI6n en el mtmse cfeau6 antes de
ios 6 años,es decir, durante la edad cronol6gh que correiponde a la etapa infancü.
Itinerario
Itinerario
'
estado escolarizados en un cenm ordinario. Esta situación se da n partir de 1990.
Ia e s d a r h a n en el centro mvo lugar entre ios 12 y 16 niaos, es decir, dunnte la edad
cronol6gica que corresponde a la etapa de secundaria obiigamh. Antes h h n estado es-
aaiarizados en un teas haber pasado, en un principio, pai un centro ordinario.
aiad6n se da a partir de 1991.
L a ~ 6 n e n e l c e n t r o s e r r a l l z ó a p a r r & d e16 años, tnshakpemmc&benun
-
si-
entiro odnario hasta la edad m h i m quc pernilre la ley. E% sltuadon se da a patlr de 1993.
ses para el entendimiento, formato tos & heterogéneos y las actividades coo-
interaccibn. mmner, 1988), que constitu- perativas; y se impulse el soporte
yen la primera oportunidad para los niños interactivo del profesor, el desarro-
& acceder a la cultura. Mas mide, niños y iio de programas personalizados &
adultos aprenden a realizar conjuntamente apoyo y el uso de materiales auxi-
actividades en las que cada vez tiene más liares de apoyo.
protagonismo el niiío y menos el adulto Se haga una utilizaci6n flexible y di-
(mediador). Es muy importante generar a vedicada de espacios,niateriales y
través de estrategias cooperativas, p. ej.- si- tiempos, en funa6n de los requeri-
tuaciones que favorezcan la h u 6 n so- mientos del proceso de enseñanza-
cial entre los niños. La sociaiizaci6n de los aprendizaje.
niños pasa por el desamiio de interacciones i Se articulen los recursos del centro
CU4DRO II
I~~ postescolares
~N~ARIO D-d~
Personas que han hkhdo el perBodo esdar en una escuela wdinarla y que en dgún mo-
Itln-
mento del procesoescolar so han adscrito a un centro & educaciónespecial. No han tuitdo
un puIodo de formad& y actualmente trabajan en una entrdaci en el hbim hbonl
P ~ Q .
Perso~ ~ han estado Pdacrltls, ai inicio de su vida e
que &
, a un centro ordharlo; han
Itinerario 2 íhiiizado la edaddad en una e m d a ordinuin; no han recibido fmmción; y, actualmen-
te, trabajan en una entidad en el ámbito hbonl prote@o.
Imerailo Personas que han estado &bdm en una escueia ordlnari? y, tras un período de for-
mación adaptada, aabafan en una entidad del gmbh laboral prcegido.
Per- que, dcsputs de porsar por una escuela ordinaria, han inidado el período de for-
macibn en un Instituto de educacidn ordinaria, que en aigún momento del proceso de
Itinernrio 5 forma-
dón, han accedido a un cmm de formación adaptada; y trabajan en el ámbito hbcnl pro-
tegido.
PePSO"BS que han iniciado su etapa esedar m una escucln ordinaria y auuaimcnte la conti-
Xilnmuio 6 d a n un c m de educaci6n especial.
Itinernrfo
Fersoms que mis acudir a un cenrro &ario están, acaialnaente, en un centro de forma-
ct6n proícsiond adaptada.
Personas que han inldado el periodo de w o h h c i d n en una escuela ardInarla; han pa-
ItintrarIo 9 sado, en aigún momento del proceso, a un centro de edu& cspcci& y. actualmente,
triihjan en &na empresa dd Bmb1l0 odinario.
(1) Hemos optado por una ~akgwizadáaiconcep~ida ptlori fundamnada en al opini6n de jueces, en
lugar de axisiniir el c u e s t b w b tomado como h n s c . una de las acciones que ejcmpMcan competencias
o cualidades para luego dcmmhr los factores a posterlori. Dada b considerable cantidad de iums a reducir
la rnu- & alumnos debiera ser mucho m l s amph que la que se dispone en este esaidio pon ser didos
a ~ s u i t a d o edei an8usls fncrorial.
i
en que se producla mayor acuerdo entre En general se da una fuerte correla-
los jueces. En algún caso se selecdon6 un d6n entre todas las variables: del totai de
tercer ejemplo para completar plenamente 190 interacciones (casillas de la matriz, ex-
la amplitud & signifiado que otorgan06 a cluidas las de valor l), 123 (64,7%) son sig-
la denominacibn de la competencia. Así, nificativas al nivel de significación d e
varios ítems de la iista inicial no se incor-
poraron a la propuesta presentada. (7,4%) al nivel a=0,05, y s610 se ckin 7 co-
En la cumplimentacibn del cuestiona- rrelaciones no simativas @,&l.
rio, los alumnos debian Iiacer tres valora- Entre las competencias de un misnio
ciones para cada competencia y cualidad bloque se dan correiaciones altas; no obs-
en una escala tipo Likert de 1(dnima) a 5
tante, se detectan algunas competencias que
(máxima): a) En qué grado poseen h com-
correlacionan en aib gracio con otras de No-
petencia o cualidad, b) La tmpottmcira que ques o c h t e n distintos (4omunicacibn-,
le atribuyen en relacidn al ejercicio & ocu- =Trabajoen equipe, ~Autodirecci6ny auto-
paciones propias del perfd profesional del formacióm y Adaptabilidad al cambie).
Diplomado en Ciencias Empresariales,y c)
La ayuda o i ~ j l ~ m crecibida
ia de h uni- Las intercor~elacionesentre las siete
versidad pan favorecer o mejorar la pose- cualidades personales son elevadas, pero
si6n & la competencia o cualidad. también se dan correlaciones altas entre
Los profesores debían hacer s61o dos éstas y algunas de las competencias gene-
valoraciones: a) La irnporfcznckz que le atri- ticas conio =Relacióninterpersonal=,~Adap-
buyen en relacibn al ejercicio de ocupcio- tabilidad al cambio. y .Autodirección y
nes propias del perfil profesional del
Diplomado en Ciencias Empresariales, y b) El cálculo de las correlaciones a partir
la i n o incidencia
~ a través
~ de las de las valomciones del grupo de profeso-
clases de su assignatura o en las sesiones res, -no se reproduce la matriz p a n evitar
de tutoría para favorecer o mejorar la po- una sobrecarga de tablas-, permite consta-
sesi6n de la competencia o cualidad en los tar también que se danaltas m ~ c i o n een-
s
estudiantes. fre las siete cuali* personales, igualmente
Una primera redacción provisional se se dan codaciones altas entre ésta y d@na
apiicd a un grupo de aiumnos & 29 curso de ias competenciasgenéricas, espchhente
de Ciencias Empresariales para detectar *Adaptabilidadal cambicr. Asimismo, en el
posibles problemas & comprensi611en.la subgrupo & hs m~npecnciasgenericas, las
redacción & los ítems.Se efectuaron lige- que o k n correladones más destacadas son
ras correcciones lingüísticas y de estilo. *Adaptabilidad al d o - ,a A u t u 6 n y
La versidn definitiva del cuestionario autofomaciónm y .cOmunicaci6n~.
incorpora una prhncm pPagina de presenta- Se han sometido las valoraciones de
cián, motivacidn e instrucciones. Se aplico los alumnos a la prueba de componentes
en el último trimestre del curso 98-99. idknticos obteniendo los factores que se
indican en las tablas 11y Iii: (No se ha rea-
lizado el análisis Factorial con las valoracio-
nes de los profesores puesto que la mues-
tra es demasiado reducida para las
El d i s i s de im correiacionesentre las va- variables que se pretende simplificar).
loraciones que los alumnos atribuyen a h s El subgrupo de competencias de ca-
competencias y cualidades atendiendo a la rácter instructivo *Habilidades de pensa-
iniportancia en su perfii profesional se pre- miento., eComprensi6n de sistemas- y
senta en la tabla 1. 4elecci6n y uso de la información*se ubi-
cm en un mismo factor en el que también en el primer Eactor. En el primer factor se
se ubica #Relacionesinterpersorililes si bien incluyen las otras dos variables de carfiaer
a.d con el mismo codaente de sanirad6n social,~~ y *Trabajo en e q u i p .
TABLA 1
Matriz de intercím-elacdo12wmtre sodas las cmpetsnckxsy ardidades
que coinpom el c~cestiotpario
TABLA TI
A n d M Jactorbwl. C o ~ ' a s g m & c m ,Alumnos.
V#ddlOruckh i??@rtanc&
lk&r 1 F-2
Honestidad, inkgridd ,836
Atribuci6n ,749
Respomablladad,fwrnalidad ,600 ,409
Aseitlviw '
-.
DB M-
m I oD~ --
VALORAUONES OTORGADAS EN US D
I-
TABLA V
Esta&tí~os ds las vahaciaraes de ius alumna yprofesv-es.
i bmnd k x m e lczs doradones de importaPzcra e influencia
C o ~ m r a c zde
--
" slgnirmción i 1 nivcl0,Ol
signiflcicilkr al nin10.05
JOAQU~NMORA-MERCHAN (*)
ROSARIO ORTEGA (*)
FERNANDO JUSTIQA
JUAN L. BEN~TEz(U)
RaruMmw. Eieshidioyla~ndclaviol~escdardebe~defotma
~~la~yd&defenómenosmddeld~rabenerelgua-
les~ir~da&medidasdein~nabneducativa.paraelloecnecesano queb
i n s e n i m c n b o s d e m c d i d a ~ a d c e u a d a m e m c l ~ e n i a , e s t e n b i eY-n-~
lioaiio6datos(an rigurosidad. EIaiestionariode expioncióngeneralesuno&losins-
tnimentns más utiliz;idoa,pero la exkmda de gran variedad de este tipo de aitstkonarios
h a & M a 9 n p a r a r l o s & b ~ b e n ~ ~ y a w i ~ e e ~ t i ~
de nwest~asD&tm del grupo de aabajo del pioyeao and- ofbirllyb.lg
a n d d exzhúm (Smith v CQDS en web: www/noldacuk) hemos ccadimdo el aiia-
lisisdelo~~i~aimcntos~&medi&~--existentes, y p r a d u c i d o u n ~
delo de aiestionario aitamen~cmsemdo por loB expam que pod& ser dtil a toda
clasederriwstrasde~aseuropeos.EL~quepiesatramoses$~apidia
qlueserealizacrni~~t~.Uiramestrade~asandahiceshasido~da
coneste~o.Ias~~~elproblemaddabusayh~6n
em~ennwsaasesaielasnoesmuyp~autaquesIlo~den~pffocu-
pantecomopatomarmedidasprwentlv;is,yaquepdemosafharqueapmxhada-
m ~ u n 5 % & n ~ ~ ~ s s e w ~ ~ p o r e s c e ~ m e n o , e s
decir,sonvídmasoagmoresdesusiguales.
(1) Este trabajo forma parte del Proyecto hWm andpmmW?z of b@y¡lng andsocW QXU:~&% (ERB-
FMRX-CT-97-139 Comjsión Xii de la W 6 n Europea). A g d ~ i e m o sa h iJE su ayuda econóinlca y ri ios restan-
tes micmbm del equipo wropco su daboracMn.
(*) UUn~ytrsIciadde Seviiia.
(m) Univurddad de G r a d a .
ras (Moij, 1997) y democriiticas (Ortega, sión Física injustificada, o acciones negati-
1999). Sin embargo, éste no es un probk- vas, de forma repetida y durante un tiem-
ma sencillo ni, mucho menos, fácil de es- po, por otro/s cornpañeros/as que lo
tudiar. Son muchas las aristas y caras del convierten así en víctima de sus iguales.
fenbmeno. Por una parte, la necesidad de Desde los primeros estudios (Heine-
considerar la autopercepci6n de los impli- inann, 1972) hasta hoy se ha realizado un
cados a la hora de ser víctima del otro o de conjunto muy extenso de trabajos,que han
ser agresivo con el otro, no siempre se co- ido precisando m5s el fenómeno al que
rresponde con su percepci6n externa. Por nos referirnos cuando liablamos de malos
ouo lado, el fen6meno del acoso, la intimi- tratos entre iguales en el Ambito escolar.
daci6n y la victimhci6n transcienden, en Sin embmgo, al tiempo que aumenta y se
sí mismos, la conducta individual para hace más preciso el conocimiento que te-
convertirse en un complejo prweso & re- nemos sobre este problema, ckubrimos
laciones inrerpersonales en d que, aunque la dificultad que encierra s i l investigacióny
el peso recae &E los pro~gonlsms-vi& la necesidad de aunar criterios sobre los
mas y agresom participan otras personas aspectos que conviene explorar.
que, con su interpretaci6n y actitudes aña- Tradicionahente la exploración sobre
den factores & riesgo o de cambio,decisi- la presencia de problemas de nxdos tratos,
vos para el inantenimiem o la disoluci6n abuso y violencia entre iguales en el ílmbi-
del problema. Por todo ello, la niecodologla to escolar ha utilimdo cuestiomrios an6ni-
que se emplee e n su estudio resulta de mos en los que se pide a los escolares que
gran relevancia, ya que no siempre esta- expresen su percepción del problema y se
mos hablando del mismo fenómeno, ni autonominen como víctimas, agresores,
éste tiene la misma gravedad. ambas cosas a la vez, espectadores o aje-
Sin embargo, aunque muchos exper- nos a los malos tratos entre compafie-
tos mencionan esta dificultad, hasta muy rodas. Es Csta una vía d e acceso a la
recientemente no se ha intentado efectuar informaci6n que hay que completar con
un análisis y hacer una propuesta de unifi- otras, ya que no siempre la autopercepción
cacion & procedimientos, estrategias e del papel social que se ocupa coincidc con
instrumentos. Este trabajo representa un la que tienen otras personas, o incluso con
primer esfuerzo en la unificación de insm- los liechos reales. Se hace necesario no
mentos de medida, y una ejempucacibn s610 preguntar a terceros -el profesorado,
en nuestra comunidad del estudio del pro- las fainiiias y los conipafieros, entre otros-,
blema & los malos tratos entre escoiares; sino explorar con m&odos directos -entre-
para ello se utilizan metodo1ogia.s previa- vistas individuales, tareas cognfdvas...-
mente consensuadas con un niTimero con- hasta qué punto la percepcidn de ser vícti-
siderable & expertos en el problema de la ma o agresor se corresponde con los pro-
violencia entre escolares (ver el sitio web: blemas redes q u e tienen estos escolares.
www.go1d.ac.u~. Sin embargo, los cuestionarios, cum-
do están bien disefiados y anaiizados, tie-
nen muchas ventajas, sobre todo si se
aplican a un número inuy amplio de suje-
tos, se analizan rigurosamente y se inter-
Olweus (1993) ha &fAdo el maltrato en- pretan con k prudencia que requiere un
tre escolares, en la propuesta más acepca- proceso exploratono que es, por defini-
da para delimitar el problema, como la cibn, poco sofisticado, pero del que se
situación en que se encuentra un chico/a pueden obtener índices y tendencias i l ~ i s
que es sometido a a-, amenaza, agre- trarivas sobre el fen6meno que se estudia.
Cuando,además, se cuenta con Ia opinión contenidos e incluido otros para ajustarse a
experta de un gmpo amplio de investiga- lo que actualmente conocenios sobre el
dores con una hrga trayectoria de trabajo problema. En relación con los instmmen-
en el tema, las posibilidades de que el ins- tos u W d o s previaniente por los autores
trumento sea de fiar aumentan. En este (Ortega y Mora-Merchsn, 1997) se ha in-
sentido, hemos trabajado -dentro del pro- cluido h evaluación di: aspectos referentes
yecto NaCscre and prwntdon of h~Uring a los impiicados en la siruacion de c d i c -
(Smith, Cowie, Ortega, Smorti, Neto, Al- to como son los sentimientos, k aaibuci6n
meida, del Barrio y Costahile, 1997)- en de causas sobre lo que sucede, las estrate-
coordinaci6n con nueve equipos de inves- gias de afrontamiento que los implicados
tigaci6n de cinco paises europeos, para utilizan y la valoracidn de &as. A1 mismo
tratar de unir y analizar Ias distintas varia- tiempo, junto a las pregunm que sihhn al
bles que se han considerado relevantes alumno que responde en el papel de vlcti-
para el diefio de un instrumento que in- mo agresor, ta~nbiénse incluyen otras pre-
cluya todos aquellos aspectos importantes guntas destinadas ai alumno en situación de
para medir la presencia de problemas de espectador del conflicto 4rcunstancia esta
violencia interpersonal en las escuelas eu- no contempIada en instn~inentosprevios,
ropeas. Disponer de un instrumento Único, pero & gran importancia pan obtener una
consensuado entre expertos,y que aspira a visi6n m5is completa de lo que sucede-.
ser validado para un inlportante nQmero En sus aspectos formales, el cuestiona-
de países y culturas, nos parecid a&& rio se compone de 22 preguntas de opci6n
de interesante, 6til y hncionai. Nació así e1 múltiple que recaban informacion sobre
Gensral sr~nieyqicestionnaire XMü (Orte- contenidos relacionados con las situacio-
ga, Mora-Merchán, Singer, Smith, Pereira y nes de malos tratos entre escolares. Las
Menesini, 20001, como una propuesta for- preguntas que se han incluido han tratado
muladora de un conjunto de preguntas de identificar a las victimas y determinar Ia
que parecen describir bien el fenomeno de frecuencia de pdcipación en este papel.
los inalos tratos entre iguales, sin aislar el Se pretendía averiguar: la duración de las
fenómeno de otras estructuras sociales y experiencias como víctima (dos pregun-
acontecimientos comunes en el ámbito es- tas), las características de los agresores y Ia
colar. frecuencia de participación (una pregun-
Dicho cuestionario ha tomado como ta), las formas de maltrato (dos pregunm),
base algunos de los anteriores *ntre los los Iugares de riesgo (una pregunta), la es-
que destaca el propuesto por Dan Olweus tructura y composición de los grupos de
(1989)- pero ha incorporado innovaciones agresores (tres preguntas), las actitudes ha-
presentes en las adaptaciones culturales e cia el maltrato (unsi pregunta), las reiacb
instrumentos especüicos que Ios investiga- nes interpersonales (una pregunta), la
dores del proyecto TMR (Smith y otros, comunicación con otras personas sobre las
1997) habían diseñado anteriormente. experiencias de intimidacion y victinliza-
cibn (dos preguntas), los sentimientos ha-
cia las situaciones de maltrato (tres
preguntas), Ias causas de maltrato (una
Este instrumento ha sido diseñado respe- pregunta), las estrategias personales em-
tando Ia tradici6n previa sobre la evalua- pleadas para combatir el proMema (una
ción del problema (Olweus, 1989; Ahmad pregunta) y la valoración de la efectividad
y Smith, 1990; Ortega y Mora-Merchsn, de las intervenciones desarrolladas por pa-
1997; Whiuiey y Srnith, 19931, pero al mis- dres, profesores y/o compañeros para so-
mo tiempo se han modificado algunos lucionar el problema (tres preguntas). La
elección de estos contenidos, como ya he- tuaciones & maltrato entre escolares. En
1110s apuntado anteriormente, se hizo por este debate se aportaban y comentaban
consenso entre un grupo de expertos reco- ejemplos de episodios que suponían mal-
nocidos dentro & este 5inbito de esnidio. trato y otros que no lo eran. Esta decisidn
Junto a estos aspectos, se incluye una pre- se tomó para aumentar la validez de las
gunta sobre el sexo de los aluinnos,y en la respuestas de los aiumnos. De hecho, du-
portada se codifica la edad y curso d e rante el tiempo en que se realizó el cues-
quien contesta el cuestionario, que es anó- tionario (entre 15 y 30 minutos) el n h e r o
nimo para favorecer la sinceridad en las de preguntas sobre el concepto de maltra-
respuestas. to se redujo considerablementeen compa-
Construida cl instrumento, era necesa- raci6n con aplicaciones anteriores.
rio empezar a aplicarlo y evaluar su rendi-
miento en el estudio del problema. Es lo
que hemos hecho en el estudio que ahora
presentamos.
Con el Fin & exponer los resultados obte-
~ O D PRIVADO
O nidos con la mayor claridad posible, al
tiempo que intentamos otorgarles valor
psicol6gic0, analizaremos los datos airede-
dor de seis canipos de contenido q u e
El cuestionario se aplic6 a 423 alumnos de abarcan las cuestiones incluidas en el
entre9y16ahos&lasproWiciasdeSevilla cuestionario. Este sistema, que ya hemos
y Granada,procedentes de un centro & pri- utilizado previamente (Ortega, 1994a y b;
maria (49 y 9de primaria) y otro de G n - Mora-Merchan y Ortega, ,1995) nos per-
daria (le, 29,Py 4& ESO) de cada una de mite agrupar las respuesas de los escola-
ellas. Todos pmcedhn & áreas urbanas de res en unidades con un significado común
clase socioeon6mica baja. La composici6n que dan sentido a Ios análisis realizados.
& la muestra se r e W con ñnes de valida- En este trabajo, organizaremos los datos al-
ción, ya que es&amos especialmente inte- rededor de los siguientes campos: implica-
resadas en conocer el comportamiento del ci6n en el problema; tipos de maltrato y
inmmento en el espectro de edades para el lugares de riesgo; dimensidn social del
que estaba disefiado. Los centros elegidos fenómeno (redes de apoyo y agresión);
fueron seiedonados por haber mostrado al respuesta de los alumnos/as promgonis-
equipo & investigadores interés en ser ex- tas ante el problema (emociones, con-
plorados. De los cuestionarios aplicados se ductas y comunicación); la reacción de
eliminaron por inconsistenciaen las respues- los demás ante el problema (intervención y
ms 27 (6,Wdel W.La muestra resultante comunicaci6n); y atribuci6n de causas. To-
quedo, por tanto, en 396 alumnos (201 dos los campos serán analizados al mismo
alumnas y 195 alumnos) repartidos de igual tiempo teniendo en cuenta el género y la
forma entre los diferentes cursos. edad de los escolares.
TABLA 1
amdas& i p n p l m - n en elproblema
IMPmc~cr6NCOMO ViCTlMA
PRIVADO
No hay Ocdonnl mdermia G m
Intimldndorrs Intimidadora
vlaimixldce
severos91%)
scvcros (0,8%)
TABLA 11
Redes de amistad
TABLA LII
SenNmdentos que experimentan los i&'miwores
--
Se lo rnei.~oen 28,646 - -
25%
Me premupa que
los adultos 37%
MI*,
me pueden - 1 2 3 - 333
haoerlomtsmo
al 14.3% - - 66.7%
Pena por dios 28,696 - - 333%
También se preguntó a los alumnos/as los alumnos aparecen a continuaci6n en la
qu& hacian cuando presenciaban una si- tabla iV.
tuaci6n de ineimidaci6n. Las respuestas de
TABLA TV
Actitud & los q@ec.&hresante elprobhma
las conductas de ayuda a los que rnal- La segunda de ias preguntas sobre las
tratan, O en su caso, de d m t o directo es- conductas que desarrollan los alumnos
taban agrupadas fundamentalmente en el ante el problema se centra en las estrate-
grupo de intimidadores e intiinidadores gias que ponen en marcha para resolver la
victimizados severos; aunque tainbitn se situación cuando están implicados como
apreciaban, de forma muy reducida, en es- víctimas. Entre todas las opciones, las res-
pectadores. Por el contrario, en las con- puestas m5s comunes son ignorar a los
ductas que tienen como objetivo detener Ia agresores (10,4%) y defenderse & los ata-
situacidn, la mayoría de las respuestas se ques (lO,l%). Menos utilizadas son: inten-
aglutinaban en el lado de las vlctirnas y los tar no pensar en lo sucedido C6,1%), decir
especbdores, y eran poco represenmtivas que les dejen C2,7%), pedir ayuda a un
o inexistentes en los intimidadores e inti- adulto (2,4%), llorar (1,6%), huir (l,6%) y
midadores victimizados. pedir ayuda a un amigo (l,l%). En la tabla
La influencia del curso adquiría parti- V aparece la distribuci6n de respuestas en
cular importancia en fac opciones i#bmto funci6n del perail de los alumnos/as.
pdarmefiwa Ep<O,O», ya que el el nií- A h vista de estos resultados, podría-
mero de eIecciones aumentaba con la mos entender que las estrategias utilizadas
edad hasta lIegar a los últimos cursos de b por las víctimas deben ser nienos efectivas,
ESO;y se lo cuento a un adulto para que si bien se & la circunstancia de que éstas
&tenga la situacibn (p<0,00001), que dis- son también seleccionadas por los especra-
minuye claramente con la edad. El género dores, que son chicos/as que suelen tener
también afecta a la disrribuci6n de algunas Wto en eludir las situaciones & intimida-
respuestas: el desarrollo de conductas de ci6n. También es interesante observar el
maltrato o coIaboraci6n es el preferido por hecho de que, excepto las vlctirnas, los de-
los chicos, mientras que la opciiin de avi- mas alumnos/as suelen acudir a los ami-
sar a los adultos es la seleccionada por las gos/as y apoyarse e n ellos para defenderse
chicas principalmente. de las intimidacionts de otrodas. Dado
TABLA V
EstPategfasde los alu.mnosi q l i c d o s como v í c E I m
-
pularidad es la raz6n más apuntada, y
&tenci6n del problema de los malos tratos consthye el 21%de lsic respuestas. Otras ra-
(según I o s kiformes el 18,Wactúa para ata- zones somporquemn& J ; ~(13,4%), por
jar los episdos de violencia). No obstante, bacerunu broma (11,6%), porque ius uiktímas
al igual que en los casos antenores, esta ac- son d@renmw h s co~rapañem C6,5%),
niaci6n no siempre es considerada positiva. p0rqm.k b m p m m m b (4%), pw
El 13,4% informa una recluoción o desapari- sm&e wpfma 0,1%) pwqlde
, hv k m
u6n del problem, mientras que d 33% a h - = lb merecen (1,4%), por m a i u (O,%), y
ma que no se han qerhentado cambios, was r m m a I;r,l%).
y el 1,& cree que la sicuacibn fue a p o r . El tipo de implicacidn de los alumnos
También se encuentra un 12,4%de dumos introdujo diferencias significativas en la
distribución de las respuestas (p<O,OS). La escolares es uno de los nds complejos pro-
búsqueda de la popularidad se señal6 fun- blemas con el que nos encontramos en los
damentalmente por víctimas y espectado- centros educativos. las investigaciones in-
res. La idea de debilidad en las víctimas forman & manera pertinaz sobre la exis-
es un rasgo característico de las victimas tencia de un cierto nivel de violencia entre
sweras (30%). Sin embargo, la idea de la escolates m toda clase & m e l a s 4 e las
victimizaci6n como broma es marcada so- públicas a las privadas, de las urbanas mar-
bre todo por los intimidadores (un tercio]. ginales a las rurales unitaIias (Smith et d.,
Los especiadores son quienes suelen pensar 1999h.Se trata, por tanto, de un fenómeno
que las características diferenciales de las que en alguna medida está generaIuado y
víctimas son las que provocan los malos tra- que, seguramente, se ha producido siempre
ta; sin embargo, ésta es una idea que no se allí donde se han concentrado chicodas de
ve apoyada por los intimidadores. Es curioso edad escolar y han organizado sus propias
ver cómo las víctimas severas e intimidado- normas de convivencia. Sin embargo, la sen-
res victimizados severos son quienes más se- sibilidad moral que lioy manifestamos ante
ñalan que la intimidacidn surgid conio los fen6menos de violencia y el avance en Ia I
resultado de una provocaci6n por su parte. investigacjbn en el área de la Psicología de la
Sin embargo, estos alumnos no creen que se Educación nos han ayudado a conm con-
lo hayan merecido, esta causa sólo es seña- ciencia de un problema complejo que piiede
lada por lo intimidado~smoderados. Los es- dañar de forma importante y quizá irre-
pectadores son los únicos alumnos que versibe a algunos & nuestros escolares.
creen que los intimidadores inician las agre- Según los resultados de nuestro estu-
siones por sentirse superiores. dio, el porcentaje de víctimas y agresores
También ei curso rnostc6 diferencias sig- severos no alcariza índices muy altos (alre-
nificativas @<0,001). El primer aspecto que dedor de un 5%), lo que no es alarmante
h a la atención es el descenso en el niime- en términos estadkticoc, aunque sin duda
ro de alumnos que dice no conocer las cau- es una verdadera aueldad en témnos rea-
sas de los problemas de malos tratos. Este les. A pesar de que son las víctimas y los
dab nos indica que los escolares progresan agresores severamente implicados 10s que
en la construcción de una representación más nos deben preocupar, no deja de ser
m& precisa & este tipo de episodios. Otra ' un motivo de desasosiego saber que hay
opción que disminuye con la edad es ¡a que otro 5% de chicodas que están viviendo
hace referencia a las provocaciones de ¡as las situaciones de malos tratos de forma
víctimas. Las causas que aunlentan en e¡ ní~- moderada, alumnos y alumnas que quiz.5
mero & decciones son:por hacer u m bm- no todos los días,pero si frecuentemente
ma y por ser m& popuhres. Por último, el tienen contacto con e1 probIema. Estos nú-
género mostr6, a su vez, infiuencias signifi- meros nos vienen a decir que en cada cla-
mtivas (p<0,005).Las diferencias mCis impor- se hay dos o tres chicodas que están siendo
tantes aparecen en las opciones porqm víctimas de uno de sus compañeros/as o &
PiePtmz mdrjmzw y p a hacer una hnaq un grupo de dos. Esta participación, inde-
más elegidas por los chicos; y para ser Putas pendientemente de cuál sea el lado en el
p o ~más, elegida por las chicas. que uno se involucre, lleva consigo un mai
prondstico en cuanto al equilibro psiooliigj-
DISCUSIÓM Y CONCLUSIONES co del escolar y a la edumú6n que ce supo-
ne debemos proporcionar en nuestras
Et estudio del fen6meno de la agresión escuelas.
gratuita, el acoso, la inciniidacidn, la ame- Estos datos suponen un significativo
naza y, en general, los malos tratos entre descenso en relacidn con estudios previos
realizados por nuestro grupo (18,3%;Orte- do, tanto por escrito como verbalmente, en
ga y Mora-Merchh, 1997). No obstante, que el acolar diaulmine el abuso de cual-
entendemos que estas diferencias se de- quier otro tipo del coflcto entre iguales.
ben m á s a un logro en el perfeccionamien- Las condiciones internas del fenómeno &
to del sistema de medida y a los avances abuso: desequilibrio & poder psicológicci,
en la conceptualizaci6n del problema y el físico o social; ítgresi6n injustificada y gra-
rigor en su definicibn. En los primeros es- tuim; y prolongada situación de maltrato,
tudios, hemos utilizado el cuestionario prepotencia o abuso han sido insistente-
dar^ OEweus (1989), a partir del cual no re- mente explicadas conm tres requisitos que
sulta f5cii hacer una buena discriminación separan el abuso entre escolares de cual-
entre presencia severa del fenbmeno y quier otro tipo de conclicto. Esto, unido al
presencia menos severa. El instruinento riguroso a&is de las respuestas de auro-
que hemos utilizado aquí, nos permite &- mmhaci6n como víctima o agresor de sus
tinguii sin ambigüedad entre tres catego- iguaies, ha proporcionado datos mas de-
rías de maltrato en términos de la purados. Este m h j o - r a b d o para redu-
frecuencia con la que este ocurre. La pri- cir el número de falsos positivos- puede
mera de ellas supone la ausencia de mal- haber disminuido el número de alumnos
trato,y se incluye en este grupo a aquellos que afrmaba ser v í a h a s o imhiidadores
alumnos que afrman no haber sido nunca & sus compaiíeros, lo que sin duda debe
maltratados o que lo kan sido únicamente ser entendido como un aspecto positivo.
-
una o dos veces en los últimos tres meses Los datos que ofrece este cuestionario
(ya que uno de 10s criterios para poder ha- son iguaimenie imeresantes & cara a las im-
blar & malos tratos entre escolares es una plic;~aOneseducahsque posee.En especial,
participacidn frecuente). La segunda cate- querernos desmar, por su novedad en rela-
goría engloba a l a alumnos que informan ci6n con otros instrumentos de medida, el
una participación moderada (entre tres y aceramiento que se hace al papel & los es-
seis veces en el último trimestre, es decir, en el problema, grandes oIvidados
entre una y dos veces al mes). Dentro de la en instrumentos anteriores; una mejor com-
dltima categoría se incluye a los afectados p m i 6 n del papei que desempeñan m per-
de forma severa (con implicación al menos mite diseñar modelos de Intervtnci6n
una vez a la semana o d s frecuentemen- preventivos en los que Ios cllimdas no impli-
te). El d l i s i s de la consistencia de las res cadm puedan desarrollar acritudes y mpor-
puestas también Iia reducido el número de t a i n i m disuasorio5 para 10s agresores, y de
alumnos implicados, en este caso debido a ayuda real y efectiva hacia las víakms. La in-
la eliminaci6n de aquellos estudiantes que clusi6n de preguntas dirigidas a evaluar ditec-
han aiirinado de forma no fiable -inconsis- tamente las estrategias utilizadas por los
tente en las distintas preguntas del cuestio- alumnos y los demas agentes del entorno
nario- estar afectados. Entendemos que para afrontar el problema nos permite apoyar
esta nueva distribución de papeles & par- las iniciativas & intervemi6n de los @OS
ticipación ayuda a clarificar la gravedad o esp- que ya son utilizados de forma
levedad del problema. efectiva por los eccolares para detener estos
Por otro lado, en ese nuevo estudio ex- fenómenos de violencia injustificada.
ploratorio, se ha puesto un especial tnfasis en Una informaci6n clara y bien definida
que los wolarec distingan muy claramente el sobre quihes son de forma pertinaz vícti-
coinportamientoy las actitudes que se requie- mas de sus compañeros y quiénes son
ren para categoizar el problema como veda- agresores nos orienta positivíuiiente hacia
da0 rnalmto o alsuso entre cornpaíiem. Los el empleo de procesos de intervenci6n
e n a p d o s & realizar el estudio han insisti- que, además de los generales basados e11
la atención a la convivencia, permitan M- ter of Association for Cbild Psycology
gir el trabajo concreto hacia la reeducaci6n m d Rspzbiahy, 1990.
de chicos y chicas que estan en riesgo de COWE, H.: dhildren in need: the role of
sufrir un serio deterioro de su vida social: peer support~,en M. WOODHEAD, D.
las vlctimas y los agresores. En este senti- FAUKNER Y K. -0N (eds.): MA-
do, hemos propuesto programas específi- king s m e of social devehpnaent.Lon-
cos de educacibn para que las víctimas dres,Roudedge, 1999.
puedan autoafirmarsey 10s agresores desa- HEINEMAWN, P. P.: Mobbing-gnqpmzM blant
rroIlar su empatla (Ortega y otros, 1938); bawt och vlcmza. Stockliolni: Natur o c l ~
sin olvidar los interesantes modelos de Kultur, 1972.
prevencibn, basados e n la ayuda entre Moor~,T.: *Por la seguridad en la escuela.,
iguales (Cowie, 1999; Ortega y del Rey, e n Revista de Ediacación, 313 (19971,
2001). pp. 2 9 5 2 .
Por otro lado, este esrudio españo1 -pri- MORA-MERCHAN,J. A-: El m&-& entre es-
mero de los trah'p de indagación sobe el colares: &dio sobre la intirnidacio'n-
problema del maItrato que se realiza con el victimizacidn a partir &Z ctdesfloniario
cuestionario e u r o p e e arroja una informa- O Z m . Trabajo de Investigación no
ci6n coherente con los estudios anteriores publicado. Universidad de Sevilla,
(Ortega, 1994a y b; Ortega y Mora-Merchh, 1997.
1997; Olweus, 1993; Smith y Sharp, 1994) en MORA-MWcHAN, J. A. y ORTEGA, R.: Inti-
lo básico: tipos de abuso m5s frecuentes, midadores y tn'cNnaas: un problema
tendencias evolutivas y de genero. Desde de maltrato entre igidales. Coniunica-
el punto de vista metodolbgico, nos queda ci6n presentada en el IV Congreso
claro que estamos todavía algo lejos de ha- estatal sobre Infancia Maltratada. Se-
ber encontrado 10s instrumentos y p r d - villa (19951, pp. 271-275 de1 libro de
mientos & medida precisa, pero no cabe actas.
duda de que el camino a seguir está en O L m , D.: ~PrevaIenceand incidence in
esxa línea: en la elaboración de hernmien- the study of antisocial behavior: Defi-
tas adecuadas al problema, y en hacer de nition and measuremenrsn, e n M.
ellas un uso intercultuíal que nos permita KLEIN (Ed.): Cross-national research
ponderar el fenómeno en su verdadera di- in seíf-reported crime and deiin-
mensión social y cultura. E1 cuestionario eu- qwncy. Dordrecht, The Netherlands:
mpeo TMR (Oitega, Mora-Merchfin y otros, Kliiwer, 1989.
19991 que aquí henms u W d o nos parece - Bzsllying aa Scbool. Wbat we Know
un paso importante. Ciertamente, éste no a n d Wat we Can Do. Oxford: Black-
es más que un estudio piloto con una well, 1993.
muestn pequeña, pero las tendencias que OmGA, R.: Molencia interpersonal en los
han aparecido confirman que esmmos en centros educativos de Educacibn Se
buen camino para lograr una comprensidn cundaria. Un estudio sobre inaltrato e
mas precisa del fenomeno de los inalos intimidación entre compafíeros~,en
tratos entre escolares. Revista de Edtdcación, 304 (1994a),
pp.253-280.
- -Las malas relaciones interpersonales
e n la escuela. Estudio sobre la vio-
lencia y el maltrato entre compañe-
ros de Segunda Etapa de EGB., en
AHMAD, Y.;S m , P. K.: d3ehaviounl mea- Infancia y Sociedad, 27-28 (1994b1,
sures: bullyiiig in scliooIcl, en NmEef- pp. 191-216.
- Liscueiu c o m p r y~c o r $ f s k # i ~ .ORTEGA, R.; MORA-MERCH~, J. A.; SINGER,
EE desgo de id indtrcsplina escolar y la M.; S m , P. K.;PEREIRA, B.;MEMESINI,
viola&#. Conferencia pronunciada E.: ?Iw Gamd S ~ r c ~ Qzsestionnafres
ey
en las Jornadas sobre Escuela com- w d Nwninathn Metbodr ConcmZng
prensiva: La diversidad, Sevilla. (FETE B d y t q . Find Report presented at iV
UGTB,1999. Meeting of TMR project: Nature and
ORTEGA,R.; DEL REY, R.: *El programa de Prevention of Bullying and Social Ex-
ayuda entre iguales en el contexto del dusion. Munich, 1999.
proyecto S w i l h antivio1encia escolar*, S m , P. K.; MOIUTA,Y.;JUMGER-TAS, J.; OL
en Raisda de E ~ ~ ~ L :2001. Lzc~, WEUS, D.; CATAUNO, R;SLEE, P.Ceds.): irhe
ORTEGA, R,;MORA--, J. A: Agresivi- m 0 f M h m . A ~ -
dad y violencia. El probiema de la victi- pqaxtiw. b d r e s : Routledge, 3939.
mimci6n enue escolares, en Revfsta $e Smm, P. K.; SHARP,S.: School Bul@ng. 178-
313 clssn,pp.7-n. S@& msdpmpecctws. Londres, Rout-
- En P.K. S m , Y.MORITA,J. JUNGER- lege, 1994.
TAS,D.OLWEUS, R. CATMO y P. S m WHITMY, 1. y Smw, P.K.: .A survey of the na-
(eds.): í%e taature of school hdlyít~g. A ture and extent of bullying in ju-
cross-ncattonalperspecbieie, Londres: niodmiddle and secondary schooislren
Roudedge, 1999, - m h , 1 (19331, PP. 3-25.
GLORIA PÉREZ SERRANO m
m.
Esta invesdgaci6n pretende acercarse al mundo &la mqhad6n social y
dsrv0~a10~quenola tienen P~lavidacoridianadelosintemosenloscenaos
-
bi&dsy,alavez, exigeunmyornivelde conseguir gratificaciones inrne-
competencias criticas, sociales y culmdes diatas, sin ninguna expectativa del futuro.
para~~.Notodaslas~nases- Vivirán cieprfsa, disfrutarán de la noche,
cada una de las situaciones
tan preparadas para seguir tl ritmo que se do aprovecharán que se les presenten, y desarrollarán, en
manda Y tampoco m
- muchos casos, conductas al margen de la
paca responder a ias exigewh que e s pian- ~
ley. Se encontrarán asl sumergidos en un
tea.La consecvencia es a l e : grupos y per- torbellino vertiginoso de respuestas a si-
sonas hdaptados que se apartan de la
noma en su relación con los demás y en tuaciones imprevisib1es, en las que la dro-
su compommtento externo. Cuando este ga suele ser protagoniso. La búsqueda &
nuevas sensaciones Ies llevará a consumir
alejamiento de la norma se -esta en un
comportamiento discrepante, se habla de de todo, en un intento de huir de sus múl-
inadapaci6n social; si Ia mnsgresi6n de Ia tiples fmstraciones. Pero mrde o temprano
norma supera los códigos legales, nos en- llegará un momento en que la droga no
contramos con la dehcuenda. Los jbvenes serii ya un medio para obtener placer,
quevivenenuncmtexto&marginaciony como ocurrla al principio, sino que domi-
aciusión, cuando oomparan su realidad con naráEste sus vidas.
Iaquelespropone~lasoci~ tipo de personas -inadaptados so-
dad a tmv& & 10s medios de comunicación, ciales, delincuentes o, incluso, los que no
e n t r a n m u c h a s v e c e s e n c o n f l i ~ c o n ~precisa una educaciónnormal
pueden seguir el ritmo del grupc+
diferencial, que
r r i i s m o s y a ~ s u s h a c i 6 n ~ E l m o d o e npreste atendon a las necesidades educati-
queeljovenreaodonaanteestopuede,u>mo vas especiales. Se han realizado diversos
señala Vaiverde (1998), dar hgar a tres tipos
estudios sobre la delincuencia juvenil, sus
de situaciones no d u y e m s entre sí:
causas, la personalichd & los delincuen-
- Conformismo pasiw: aceptaci6n tes, los efectos del grupo en el ciehcuen-
implícita & la imposibilidad de ac- te, etc. No obstante, existen pocos vabajos
sobre las posibiiidades de reinserción de pilares fundamentales: la formacion instru-
los internos y su tratamiento. ];os pedago- mentaI, académica, ocupacionnl y socio-
gos tienen que aEronm el reto de ofrecer a cultural. Se pretende que los internos
la sociedad una solud6n, no 5610 pedag6- superen las carencias de conocimientos
gica, sino tambign social y jurídica. básicos que puedan tener y eleven su nivel
Somos conscientes & que en España en aquellos que posean; todo ello d e
se esta potenciado la educaci6n social des- acuerdo con el programa Individualizado
de diferentes ángulos. Una & estas ópticas de tratamiento que se determine para cada
es la educación especializada. Centrare- uno. La educaci6n que se ofrece es, por lo
mos nuestra reHexi6n en una iínea prome- general, presencial en los niveles básicos y
tedora, la pedagogía penitenciaria, a la que a distancia en las enseñanzas no obhgato-
hasea ahora, por diferentes motivos, se ha das. Existen varios establecimientos donde
dedicado poca atenci6n. En el momento ac- se imparten ciclos & Fomci6n Profesio-
tual se considera que, a través de la educa- nal en la modalidad presencial. La f o m -
ci6n, el recluso puede acceder a otra visión ción Msica, que se imparte a analfabetos,
de la sociedad; capacitarseprofesional y d- extranjeros, jovenes y personas con pro-
turalmente; y, a i mismo tiempo, tener la blemas para acceder a la educaci6n, tiene
oportunidad & presenciar conductas alter- carácter prioritario M.123.1 de RP CBOE
nativas que, al ampliar sus horizontes, le 15/2/96)).
motiven al cambio personal. En casi todos El nuevo Reglamento Penitenciario
los centros penitenciarios se fomenta la -como subraya V e q p (1998)- ~ concibe la
cultura y se organizan actividades en las prisión como un auténtico servicio piriblico
que pueden participar los internos. Asimis- dirigido a resocializar a los reclusos. Esto
mo, se potencia la enseñanza reglada y no requiere un tratamiento ainplio y com-
reglada en todos los niveles educativos. prensivo del tema por parte de la adminis-
Podemos afirmar que el concepto de pri- tración penitenciaria y u n sistema d e
sidn ha evolucionado mucho en los últi- prestaciones abierto, cuyos objetivos prin-
mos años. La prisión ha pasado de ser un cipales +n línea con las recomendaciones
lugar de redenci6n y cusmüa a considerar- del Consejo de Europa- sean: reforzar las
se como un problema que afecta a toda la relaciones & los internos con sus familia-
sociedad, es decir, una tuestibn social. res y con la sociedad en general, así como
Este cambio & óptica trae consigo, ne- fomentar la colaboraci6n y participación
cesariamente, un cambio radical en la consi- & la sociedad en la actividad penitencia-
derac6n del i w n o dentro & h institución ria. En defdtiva, #ha & consi&rarse al re-
penitenciaria. Esta idea está presente en el cluso cono un miembro de la comunidad a
m.25.2 de la Constitución Espafiola (19781, la que pertenece y la prisi6n como un lugar
que habla CMderecho del interno a tener ac- normal & actuación de los agentes sociales.
ceso a la c u l w y al ciesarroiio integrai de su Es evidente que las acciones educativas que
personalidad; asi como en la Ley Orgánica plantea la acaial legislaa6n intentan abrir el
General Penitenciaria (1979)y en el Regia- centio peniknciario al entorno, con el fm &
mento Penknciario (BOE 15/2/96), que in- que el interno pueda, poco a poco, irse inte
dican que el tratamiento penitenciario grando en h sociedad Este es el objetivo de
consiste en un conjunto de actividades diri- la ama1 legislación penitenciaria que -como
gidas a la consecución de la reeducaci6n y apunta el Regiamento de la Ley Penitenciaria
reinserción social de los penados (Art. 59.1 ( 1 wtrata de procurar la inserci6n laboral
de la LOGP). del recluso.
La educacibn que proporcionan los Existen diversos modelos de interven:
centros penitenciarios ha de tener como ci6n en los centros penitenciarios, con sus
ventajas e inmenienees; Son modelos & las dificultades reales con que ca& cüa se
control clínico y humadtico. En ellos, la enfrentan los internos para llevar a cabo
echcadón tiene un papei más o menos im- sus estudios. Presentaremos también los
portante según el concepto de persona imewtms para el estudio en este tipo de
que subyace en cada uno. Se considera la instituciones.
educación, des& el punto de vista legal,
comounammp8mordialynecesarhen
csteamb~yaqueatrav&&dIaeire
cluso puede mejorar su percepción de si
mlsmoydelasociedadiasmetasqitese En los centros penitenciarios existen más
pers@en mediante un programa de edu- ob&cuios que fadidades para el estudio,
caci6n en c a r a pitendarbs son, en ií- si bien se intenta cambiar la mentalidad del
ricas gcneraies y se@n el Model Educadon colectivo de la pisi6n hacia una valora-
Program (MEP), las @ u i m U6n más positiva de la cuitura y el estudio.
La m u 6 n de un so* ambien- El proceso & cambio de actitudes siempre
tal de cambio que facilite el desa- es lento en cualquier tipo de institución y,
rrollo perscmai. de manera muy especial, en las institucio-
El uso del programa de desarrollo nes penitenciarias. Hay que tener en cuen-
como un proceso de aprendizaje y ta que estos cambios, tal y coino podh
SoCiaIlzacibn. apreciarse a contlnuad6n, afectan a r d -
la intioducci6n del autogobierno y dades muy diversas.
la racionalizacion de los procedi-
mientos admhimativos.
La creación -para los internos, los
funcionarios de vigiiama, los admi- La personalidad del intcrno se caracteriza,
nkadores y la direcci6n & la pri- en iíneas generales, por los siguientes ras-
si6n- de un acceso a las nuevas gos psicol6gicos:
. oportunidades educativas y profe- - Falta de interés. Las ofertas deben
sionales. ser muy concreías y permitir una
La creaci6n de nuevos papeles de adquisici6n a corto plazo.
los funcfonarfos de vigilancia: - FaIta de motivación.
maestros, supervisores y adminis- - Fragilidad del ánimo.
tradores del programa. La prepara- - Reacd6n a todo tipo de eshieno.
ci6n & funcionarios.de vigiiancia En los estudios & Clemente y Sancha
para *mar estos papeles. (1989, 141) sobre la vida de los internos y
Ia inaoducci&nen la comunidad de sus condidonamientos en la percepción
la prisi6n de l a recursos disponi- del ambiente se dice: *El interno vive en
b l e , a través & las empresas, ios un mundo don& se relaciona y comunica
Individuos y las rinstitudones. con internos,y ata comunicacidn, a veces
El acceso a los programas de la pri- dnica, le restringe la informaci6n sobre la
si6n para los internos puestos en ii- totalidad & la prisión, con lo que su peroeg
bertacl d6n del medio en que se damoiia sufre
Estas son metas muy ambiciosas para amputaciones importantes.. Lo restringido
alcanzarlas en un plato & tiempo breve. de la comunicacibn que se establece en
Sin embargo, es deseable tenedas presen- lugares cerrados como 6ste incide en el
tes como algo a lo que debemos tender, en concepto que los internos tienen de sí
todos los centm penitenciarios. Con ellas mismos y en el modo en que construyen
como base analizaremos los obstbcirlos y sus mapas cognitivos. Esto repercute de
forma decisiva en su éxito o fracaso en ¡os obrera, al mundo del trabajo manual y, a
estudios. Como lian señalado tanto Moos veces, al del subproletariado. En general,
(1971) como Gie y Prestan (1985) la con- la motivación, la actitud hacia el estudio y
ciencia del propio yo se relaciona con el las expectativas de futuro de estos j6venes
estudio y la creaci6n de amistades. Un in- suelen ser escasas. Diversas investigacio-
terno que tenga una buena pcrccpdiin de nes han puesto de relieve que tienden ha-
su yo tenderá a organizar su situación, y cia lo inmediato, pActico y utilitario. Los
tendrá una mejor disposición hacia sí mis- estudios a largo plazo, como las carreras
mo y hacia su rehabilitacidn. En este senti- universitarias, suelen representar para ellos
do, se puede aFrrmar que la capacidad para un obstáculo difícil de salvar, ya que la ma-
conocerse a uno mismo es uno de los fac- yoría de los internos no tienen una perso-
tores m& importantes en el tratamiento. nalidad d e base q u e les capacite para
Existen algunos rasgos diferenciales superarlos. ia posibilidad de estudiar p a n
según el sexo, coma pone de manifiesto el dEa de mafiana no forma parte de su es-
Ferrández (1989, 29) que afum que: .Los quema referencia1 de vida. Este tipo de j6-
hombres centran su interes en disponer de venes busca, predominantemente, el
más riempo libre para sus estudios; las mu- resuItado inmediato, lo tangiMe, el mundo
jeres tienen más interes por el aspecto FÍsi- de las cosas y no el de los símbolos y su
co de la celda, ya que consideran que éste manipulación abstracta, que exige el siste-
es el factor más determinante para la eficacia ma educativo.
en los estudios. Todos coinciden en s d a r , Sin embargo, existe una minoría de
como mencionan Ríos y Cabrera (13381, que alumnos que cursa una carrera universita-
el miedo es algo inseparabk de la vida en ria y en la que se pueden apreciar rasgos
prisión: miedo a ser golpeado, a no salir muy diferentes. Estos alumnos suelen te-
nunca, a volverse loco... o eI miedn a uno ner un origen social mfis elevado y perte-
mismo. La ansiedad en la que viven,junto a necen, sobre todo, a grupos como ETA,
la inseguridad fííica y psicológica, dificulta GRAPO, etc. Sus motivacionec e intereses
cuaIquier intento & normalizaci6n de con- son diferentes de los del resto, ya que
ductas. El efecto psicológico, aSirrna un in- cuentan con estudios previos: Bachillerato,
terno, es muy fuerte:.Se vive la inseguridad, COU,e incluso, a veces, una carrera univer-
insomnio,pesadumbre, culpabilidad, inesta- sitaria. Aden~ác,muchos de ellos pertenecen
bilidad emocional, impotencia, presión psi- a una clase social media o media alta.
colbgica, temores y rriiedos, agotarriienro
mental, depresión, angustias, ansiedad, CONDICIONESIViATERIALES Y DE RÉGIMEN
tensiona, desolaci6n...B. La cárcel no con- DE LOS CEMROS BEMTENUARIOS
siste únicamente en estructuras fííicas, sino
en todo aquello que supone estar encerra- Los centros penitenciarios constituyen un
do y, por ello, adquiere una especial im- hábitat que, por su carácter coercitivo,
portancia la vi& diaria. transmite al recluso gran cantidad de vio-
lencia y favorece el desarrollo de agresivi-
dad y frustracidn. Estas circunstancias no
son nada propicias para el estudio.
Conviene destacar que la mayor parte de
la población reclusa española son varones. El régimen de la prisi6n
Las mujeres, como en el resto de los paises
europeos, no superan tí 5% del total. El interno ha de someterse -en contra cte
Asimismo, puede decirse que la mayo- su voluntad- al &gimen de vida de la pri-
ría de los internos pertenece a la clase sidn, en su conjunto m u y rígido y, a veces,
de estilo autoritario, con elevados niveles se están haciendo en esta línea, apenas
de violencia institucional y desatencidn ha- existen celdas individuales y varias perso-
cia los internos -aunque no puede genera- nas, a veces con intereses muy diferentes,
lizase-. Por ello, tiende a rechazar todo lo han de compartir un mismo espacio.
que oferta la institucidn penitenciaria, in- Rios y Cabrera (1998) señalan que aun-
cluso el estudio. que d tamaño de la celda, como declaran
Por otra parte, faltan medios materia- los entrevistados, está en torno a nueve
les en casi todos los centros. Los alumnos metros cuadrados, lo cierto es que niuy
se hallan muchas veces masificados, po- pocos privilegiados disponen de un "c1i;i-
dría decirse que hacinados, con los proble- bolo" particular. La medida de metros por
mas de todo tipo que este hecho genera. persona y celda es de cinco metros cuadra-
Aunque se han hecho esfuerzos para mejo- dos.Esto significa que niuchos presos dis-
rar esta situación, resultan todavía insufi- ponen de bastante menos espacio de
cientes. Estos alumnos, ya de por si poco hecho, no llegan al 30 % los que dicen dis-
motivados para aprender, no disponen de poner de mas de cinco metros cuadrados
aulas independientes para el estudio. Ade- para vivir..
mfts, tanto el personal coiiio el profesora- Las celdas se suelen consuuir para uso
do son escasos, por 10 que u n mismo individual. No obstante, para convertirlas
profesor debe atender a gran variedad de en celdas dobles se suelda una cama a otra
alumnos y niveles. Las condiciones no fa- a modo de litera. Tan $610 una tercera par-
vorecen a aquellos internos que desean es- te de la población reclusa dispone de celda
tudiar. E n ocasiones, se produce la individual. Se puede hablar, por tanto, de
suspensión, temporal o definitiva, de los un doble hacinamiento: físico -el espacio
cursos motivada por: disponible al que el peso tiene acceso- y
- El traslado para la celebraci6n de psicol6gco -ya que la imposibilidad de es-
juicios o diligencias. tar solo convierte la prisión en un lugar as-
- El traslado de establecimienro por fixiante-. El espacio de intimidad, de
progresión, regresidn o clasifica- sermidad, que todos necesitamos es más
ción de grado al recaer la sentencia.importante aún en la cárcel, donde el re-
- El cumplimiento de sanciones en cluso se halla sometido permanentemente
r&girnende aislamiento por la comi- a una gran tensidn.
si6n de faitas. Respecto a las condiciones para el es-
- Las libertades definitivas, etc. tudio, el informe que se incluye esd elabo-
rado por una comisión de infraestructura
Problemas de tipo material encargada de estudiar el talla. En 61 se ex-
ponen cuales son las condiciones miniilias
Los problemas de tipo material, que son que debe reunir un aula de estudios uni-
los que podrían solucionarse con más faci- versirarios en los centros que nos ocupan:
lidad, no se han solventado todavía. Pocas
prisiones disponen de lugares adecuados - Un aula independiente, con mobi-
para el estudio;y en las que hay biblioteca liario adecuado y suficiente, que
los internos, en vez de empIearIa para es- reúna unas condiciones mínimas
tudiar, aprovechan el hecho de que liay ca- de habitabilidad (luz, electricidad,
lefacción para reunirse y hablar o jugar. .La calefacci6n), a disposición del
celda*, en el lenguaje fornial de la prisión, alumno. El material impreso y au-
o el ~chabolo-,según el argot penitenciario, diovisual necesario. Bibliografía
tampoco es un lugar apto para el estudio. general para consulta y lectura en
En la amatidad, y pese a los esfuerzos que tiempos de ocio.
- En la medida de lo posible, libertad portante es, sin duda, el presupuesto que
de acceso y un horario aceptable. se Ie dedica. En política la veracidad de las
- Una persona (interno o personal afirmaciones se mide por su correspon-
del centro) responsable p e m n e n - dencia en los presupuestos. Hasta 1988 no
te del local. ha existido un presupuesto especifico de
- El alumno debe disponer d e los las instituciones penitenciarias dedicado a
materiales citados lo antes posible, cultura. Si el dinero se destina a Io que se
nunca con el curso ya comenzado. valora, no parece que la educación y la cul-
- La biblioteca &be estar actualizada, tura se valoren iiiucho en los centros peni-
disponer de un sistema de lectura y tenciarios. Aunque dicho presupuesto se ha
& prestarno ágil y facilitar orienta- ido incrementando paulatinaniente, nunca
ciones de lecturas al usuario. ha sido suficiente para satisfacer todas las
- Supuesta una infraestructura & vf- necesidades. Las instituciones, tanto públicas
deo, los internos deben visionar siu- como privadas, deben implicarse en esta ta-
diovisuales didácticos cuando las rea,& m a n a que puedan W r s e hacia
exigencias de los estudios así lo re- ellas los recursos personales y materiales ne-
quieran. cesarios para desarrollar tales propinas.
- Por último, &be establecerse -con Esto no sólo obedece a razones de subsidia-
caacter general en todas las prisio- riedad ante la falta de medios, sino que es
nes con internos estudiantes- la fw- la única forma de aplicar la Constitucibn,
ra del coordinador o representante que entiende la prisión como #una cues-
& los alumnos, que será el respoma- ti6n social*.
ble en rcdo lo referente a k actividad Si se destinan mas recursos a este tipo
estudiantil dentro de la c á r d (infor- de centros, será posible:
mad6n cultud y académica, peticio- - Dotarlos de más profesorado.
nes, reclamaciones, actividades..,). A - Disponer d e una infraestructura
este coordinador se le motivará por más adecuada.
medio de becas, redenciones u otra - Flexibilizar e individualizar, en la
compensacidn adecuada. medida de lo posible, la ensefianza.
Por el momento, estos requisitos no se - Dotar las bibliotecas con mayor can-
cumpIen en casi ninguno de los centros tidad de libros y material didáctico.
penitenciarios. Sin embargo, conviene re- Hay que reconocer, no obstante, que
cordar que en lo material se han realizado con muy pocos recursos se están haciendo
esfuerzos tendentes a propiciar que en los esfuerzos para mejorar las condiciones de
centros las condiciones favorezcan el estu- 10s centros penitenciarios;tanto en lo que
dio; pero todavía no se ha conseguido se refiere al aspecto físico de las prisiones,
todo 10 que se pretendía y el camino que- el ambiente y ia sanidad, como a la educa
da abierto. Si d e verdad las autoridades ción y el clima de los centros. Pero tam-
quieren fomentar la prornoci6n cultural de bién es cierto que, en todos estos campos,
la población reclusa, propiciando as: una queda todavía mucho cainino por recorrer.
verdadera educación Dermanente, es nece-
sario que cada &a s e preste más' atencibn
EXCESIVA MOWDAD DEL INTERNO
a este asunto.
Alumnos que estudian en un determinado
FALTADE RECURSOS ECOPIÓMICOS c e m penitenciario son, por razones que
se nos escapan, trasladados a otros cen-
La tarea educativa & las prisiones es poco &os. Los rasl lados aparecen coiiio [orina
valorada por Ia sociedad. Un indicador im- de sancibn encubierta, lo que produce un
efecto de indefensi6n legai, a la vez que de suficientemente el tema, ni se le da la im-
inseguridad personal. Esto dificulta la par- portancia que tiene.
ticipación de los internos y, sobre todo, la A pesar de todo convendh subrayar
consoIidad6n de los programas culturales; que, a tmvds de la educación, se intenta
que exigen tiempo para su preparacidn, dar respuesta a un problema social concre-
acepmcidn y consolidaa6n. Muchas veces, to que es, ante todo, un problema huma-
Ia nmviiidad, no 9610 de los internos, sino no; Es decir, Impiica a personas de carne y
también de los funcionarios, constituye um hueso que viven una realidad muy pecu-
dificultad. En estos casos, se producen au- liar, ya que se encuentran privadas de un
se& y vados din& de mnedh a causa aspecto esencial $el ser humano: la liber-
& la falta & personal cuaUcado. Ca movili- tad. La praxis de la educacibn penitenciaria
dad de los internos fomenta la desmotiva- parte del supuesto -expresi&n de un con-
cibn, la participacibn irregular e n las vencimiento democr5tico- de que no se
activiclades organizadas, ia burocntizad6n, puede negar nunca a nadie la posibilidad
la clcsconcxi6n con el entorno y, en Miniti- de aprender.
va, provoca más inconvenientes que ven&
jasdedeh pmpectiva&la&caci6n.
AUSENCIA DE UNA P O ~ C A
C U L W Según indican diversos especialistas en la
materia, el principal problema de1 interno
Los expertos en temas culturales de los es c6mo pasar el rato, el tiempo. El uso
centros penitenciarios coinciden en afirmar que de1 tiempo hacen los internos causa
que, en los dltimos años, se ha podido graves preocupaciones a los encargados
apreciar una mayor preocupaci6n por los de estas instituciones.
aspectos sociocultumles y educativos en
estos centros. Ahora bien, junto a esto, TIEMPO OCUPADO
puede &irse que no se ha definido una
poiítica de actuacibn: No se ha expresado En las prisiones españolas hay actualmente
cuales son los objetivos a conseguir,ni que poco trabajo, por lo que s6Io un escaso
medios y recursos han & ser destinados a porcentaje & los internos puede alcanzar-
estos programas. Es imprescindible definir lo. un excelente modo de enriquecerse
la polltica cultural en el marco del trata- humanamente y ocupar a h vez el tienipo
miento del interno. Existen acciones indivi- podría ser estudiar. El estudio proporcio-
duales en cada prisidn, pero es nec&o naría a los internos una serie & ventajas;
que tambien se defina, expresa y pública- además de la ya indicada, les reportriña co-
mente, una polltica sobre este aspecto. Es nocimientos que podrían aplicar al salir de
mucha la dspersibn, y poca o ninguna la la prisión. En estos centros es muy impor-
coordinación entre los diferentes centros tante estar ocupado. El primer beneficio
penitenciarios. Con una polltica culturai sería apartarlos del patio. E1 tiempo que
definida, los centros podrían coorclinarse pasan en el patio es, por lo general, un
unos con otros y enriqueerse mutuamen- tiempo vado, un tiempo para no hacer
te con sus aportaciones. Pero, como indica nada o maquinar. No es, en ningún caso,
Arananz (19881,d a ausencia de una poilti- tiempo formativo. Los internos, fonados a
ca sociocultural penitenciaria no es un he- pasar un tiempo en la prisibn, pueden
cho casual. Revela, a pesar de las aprovecharlo si lo desean para obtener de-
declaraciones teóricas en contra,que e n terminadas cai3caciones personales y pro-
las instituciones penitenciarias no se d o r a fesionales. En este sentido,las autoriciades
penitenciarias deberian tomar medidas - Labor administrativa destinada a
destinadas a hacer mzís atractivo el estudio proporcionar los beneficios que
en las prisiones; y, motiv6ndolos, despertar correspondan.
el i n t d de gran número de internos, que El interno necesita incentivos para lle-
no están capacitadas para elegir. var a cabo su tarea; necesita disponer de
un esquema estnicturado para poder apre-
ciar que existe una determinada correla-
Si todos necesitamos ser estimulados para ci6n entre el tipo de actividad que realiza,
estudiar, la motivaci6n es mucho más nece- sus condiciones objetivas y los beneficios
saria aún en instituciones cuyas Urcunstan- que le corresponden. En la actualidad, los
Uas ambientales no favorecen precisamente beneficios penitenciarios que obtiene son a
el trabajo intelectual. Según lo dicho por todas luces insuficientes. En suma, lo que se
Bay6n (1984), sefíalarnos cuales son los pide es que se valore inás el esfuerzo q u e
tres pilares sobre los que debe basarse el realiza el interno estudiante. No hacerlo su-
proceso de motivaci6n de los internos p a n pone potenciar, aunque sea ináimtamente,
el estudio: una vida anodina, en la que la máxima preo-
cupación de las autoridades y los funciona-
1. El estudio, como actividad que in- rios es cuidar de que nadie escape.
tegra la formación cultural y la
creaci6n de hábitos de trabajo, es
parte del tratamiento y debe pro-
cederse a su realizaci6n como tal El tipo de educación que se procure a los
actividad. internos &be conectar con su mundo, con
2. En los internos aparecen limitacio- sus intereses.Lo que aprendan ha de estar
nes cognitivas y condiciones so- de acuerdo con su vida y tener una aplica-
ciorrelacionales que influyen en el ci6n concreta en ia realidad. Por eso, en la
establecimiento & su orden vital educaci6n que se ofrece al interno deben
espaciotemporal. predominar los aspectos concretos y prác-
3. Sin estimulación ninguna, o e n ticos. Para los que opten por cursar una ca-
presencia de estimulación no ade- rrera universitaria esto no seA viable, pero
cuada, las posibilidades de que los sí existe la posibilidad de que el profesor
internos elijan espontáneamente procure utilizar ejemplos y recursos didác-
el estudio son mínimas. ticos cercanos al mundo y los intereses del
Un programa de motivacidn para el es- interno.
tudio debe desarrollarse de acuerdo con Si tenemos en cuenta cuales son los
dos modos & actuacidn: rasgos generales que definen los intereses
del recluso, podría afirmarse que suele in-
teresarse, sobre todo, por la formación de
- Labor de diagn6stico y prestaci6n tipo profesional, que le prepara para de-
al interno del hfom~epersonal. sempeñar un oficio al salir de la prlsibn.
- Facilitar la toma de conciencia y la Esto no significa que el recluso no pueda
respuesta del interno. cursar una carrera universitaria si le intere-
sa, pero este nivel será siempre una opción
minoritaria. A muchos reclusos ies falta
- Control programado del trabajo y preparación de base, y carecen de medios
el rendimiento en funci6n de las y motivación para afrontar una carrera uni-
posibilidades de dilad6n del re- versitaria. Existen, sin embargo, otras ofer-
fuerzo. tas ya que, por ejemplo, la UNED añade a
los esr~diosuniversitarios progmms de m- nente o fase de investigacidn reali-
trícula abiem y & mensidn universitaria, que zada con el metodo B.
hacen referencia a aspectos muy d i v e y
A continuaci6n, se muestra de una ma-
(lUe jnteresara de nera gráfica el proceso de investigación se-
Son -P *
Ien tener una duración de un
'*=' we '-
luhiro'
guido e n el trabajo, que coincide e n
muchos aspectos con los pasos estableci-
menos- ias metas quedan asi a corto plazo.
dos por Cohen y Manion (1390).
metodología utilizada en esta inves-
tigación fue, por exigencias de la misma,
predominantemente cídifatim. Se acudió
de forma combinada y simultáneamente a
Con el fin de dar respuesta al objetivo de diversos procedimientos de aproximación
este trabajo: acercarnos a la vida cotidiana de
a Ia realidad, entre ellos la rapraxmxión et-
los centros penitenciarios,y profundizar en mgr@ta. En nuestra irrV&gaci6n, el estu-
los elementos que pueden faciütar u obsta- d i o d e c a s o s s e h a ~ ~ s i g u i e n d o u n a
culizar el estudio de l a internos, hemos di- oientaa6n ~rietdddgicacualitativa: la erno-
señado el plan que se indica a continuación. gr@ motida.
La aproximación a los fenómenos edu- Cuando el investigador comienza su
cativos, &da la riqueza de 10s mismos, re- o k w m i d n etnográfica, ya ha selecciona-
comienda la utilizaci6n de un enfoque do la situación social en la que se quiere
m u l t i p a r a ~ t i c oque facilite la informa- centrar; y su selección que esta influencia-
ci6n nececaria para dar respuesta a los ob- & por sus creencias acerca del fen6meno
jetivos del estudio. L a p r c c e c h i m de que le ocupa. Esto Ueva, en este caso, a re-
acceso a esta compleja redidad han sido la copilar todos los datos posibles sobre la
triangulación de pers- y la trianguIa- identidad cultural de los internos. La incor-
ción & métcdos (enmhtas, rehtos biomi- po~aci6nde esta perspectiva hoWca exige
cm, obsewaci6n ~ ~ cc o nav m,n e s la búsqueda de una coinprensibn de las
informales...). las raz0m-sque justifKwn un di- cuestiones phnteadas e n la investigación,
seño de hvest@ción en el que se utilicen di- que ha de desarroliarse a tres niveles el del
versidad de instrumentos y perspectivas se sujeto, el nivel mim q u e atañe a Ias in@
pueden resumir en ares tipus de ~~ de racciones en la biblioteca y en ei aula- y el
nivel de contexto social y cuiturai.
h r q p u ó n (Bexicat, 1498X
La c o q Z ~ S a & ~tiene n su ori- Hemos procurado acercarnos a la vida
gen en la creencia de que cada cotidiana & los internos tal y como ellos k
metodología revela zonas o pers- interpretan y construyen habitualmente.
pectivas diferentes de una misma Desde esta perspectiva, la observación 010-
realidad, que permiten obtener tas de campo,conversaciones informales...)
datos independientes. constituye una fuente determinante para &
La rrlrat~g~lacidn se fundamenta tecm e identiticar diversas d e s t a c i o n e s
en que varias metodologfas pue- del comportamiento. En esta investigación
den captar idgnticos aspectos de se plasma el resultado de la propia experien-
una misma realidad, lo que posibi- cia +nsecuencia de haber examinado, a lo
lita la convergencia de resultados. largo de una decada, a los alumnos en los
Lacornbs'nc~cl~ónse b a s a e n la centros penitenciario+ y de obsemuones
idea & que el resultado obtenido semiestructuradas-en las que se 1x1procura-
en una investigacidn de tipo A do plasmar una visidn de la realidad sin
puede perfeccionar algtin compo- descartar cierta carga subjetiva-.
+
Decidir la infmacidn necesaria
instrumentos:
Entrevistas semiestnicturadas
Relatos biográficos
Conversaciones informales
Observaci6n etno@~ca
Análisis de contenido
1 Analisis textual
ANEXO:
DISTRIBUCI~NPOR COMUNIDADES AUT~NOMAS
DE LA POBLACI~NRECLUSA (199)
J O S MANUEL
~ BOLADO SOMOLlNoS C)
P> UNED.Madrid
(1) ia obra forma parte de la colección Bibllotea del h,
dentro & In que ya se había pubiicado otra
abra dirigida por Agustin Escolano: * y emtbfrenWña.m a- de a$zk@&& >~.Madrld,Fun-
dación G e m h Sandiez R u l m 1992.
(2) La.nparician de h HLstoria iI11strdado1 IUxv acdar mi Espoiia esrj rehcionada con h puesta en mar-
clm de un ainpllo pioyeno de Invest&ici6n, con sede en la Universidad Macloml de Eduación a Distancia
(UNED)I en Madrid, denaninado Pmyecto h m t cuyo objetivo no es dinente el estudio de los textos es-
colmes, sino rnubi6i-iel de poner a disposición de los investigadores um h e de &tos de los textos escolares
ecpafioies de& 1808 (Base de datos AiANES), así isiteda ¡a legislación que 1 ~afecwdoi a los textos escdnres
desde h comItucibn del sisrem'~educativo espalo1 a principios del siglo XIX En este proyecto, dc a15cter inrer-
universitario. esdn integrados gmn patte de los invest@&es que Iwn colabomdo en h Hislorirr ilifs!i& dd lihv
d r lnt &mi#. %se d respecto: TW& FCHRWAA.:.El Proyecto h W y la investig3ci6n Iiist6rDcn sobre los
manuales d 1 w (siglos M y X X Osswnncri
~ t u i v ~G.:
, -iaInvestigacih sobre tos i m u h eseohres en Amé-
rica h h h cwitrihiciini del Proyecto LUNES, em HlsMa dela Edi~uldOir.Revisla hilu~71ii~msitailí7 &Iininan-
a), NP 19 0 1 , PP. 179-19 y 135-203. El Eüi COngresO de h Sxiedd Intemchal de Historia de la Edumción
OSCHE), d e h a d o en septkihre de 2000 en h Univershd & A l a M de H e m e s , eligi6 COIIU) ~ 1 xr1n o n o H h
del u m g ~a ~piropuma
~ , de1Proyeao híAM3, -ElLibro y ia Eclucacibi~.
lescentes y los jóvenes, cuando no por la de los libros escolares que se utilizaron en
pura doniinación de la poblacion instrui- 10s dos últinms siglos.De notable interes
da$. Teniendo en cuenta las distintas eta- resultan, a nuestro parecer, h s interpreta-
pas en la apansidn del sistema educativo ciones que hace sobre la pervivencia de
español, Puefles organiza su exposición en ciertos nlodeIos arcaicas de textos escola-
torno a tres ejes sobre los que va a gravitar res en las décadas de los años 50 y 60 del
sucesiva y alternativaniente la polltica del siglo m, tales co~llolas enciclopediasesco-
Wro escoIar durante los dos últimos siglos lares o los libros de lectura, así como sobre
en E s p W *imposicióndel texto ónico por la transición hacia los textos adaptados a
el poder político, libertad completa del cada una de las materias y cursos de In en-
profesor a la llora de elegir libro de texto y señanza oficial a partir de finales de los
libertad de elección docente dentro de una aAos 60. Quereinos destacar la iinportancia
lista eiabonda por un órgano del Estade4. que el estudio de los gCneros textuales
A la liara de explicar cada uno de los pe- tiene pan conocer las corrientes pedng6gi-
ríodos y las &tintas políticas &tima al m- cas que circularon durante el franquismo,
to escolar, PuelIes rinsIiza, lógicamente, teina que apenas Imbfa recibido liasm en-
también las corrientes ideologicas que per- tonces atención por parte de los investiga-
niearon los libros eccoiares, las innuencias dores y, sobre el cual, Escolano ya Iiabla
ecksjástias y otros elenlentos que condicio- avanzado algunos trabajos pionwos5. El es-
naron es& importante producto culturaL tudio que se hace en esta obm de algunas
M5s originales son, si cabe, coino con- instituciones coino el CEDODEP (Centro
tribucian pan elaborar el contexto históri- de Orientacibn y Documentación Didacti-
co general d e este nuevo campo de ca de Enseñanza Primaria), creado e n
investigación, los criterios que establece 1958,o de algunas personalidades destaca-
Agustln Escoiano para clasificar los libros das como el pedagogo Adolfo Maíiio, re-
escolares. Escolano distingue en un princi- sulta inlprescindible pan hacer la historia
pio dos p n d e s categorías, que denomina d s reciente de la educación en Espaila.
qxirnern- y *segunda*generación de im- Adenxís de los dos grandes tenm e n
nuales escolares. Aunque para definir ain- torno a los cuales se construye el contexto
bas categorías toma tan~bienen cuenta el general de 13 historia del libro escolar en
influjo de la evolución de las tecnicas de España (la política del libro escolar y las
impresión y edicidn, sus aportaciones más grandes categorías textuales), quereiiios
interesantes est5n en Ia diferenciaci6n que destacar tan1bi6n k novedad que supone
esmbiece de acuerdo a la organización pe- el estudio de la evolucibn tecnológica del
dagógica de la educaci6n. Así, ofrece un libro escohr, a cargo de Antoni Petrus, así
importante inventario de tipos y géneros cotlio 10s trabajos sobre la producción y di-
(31 Vd. 1, p. 47. A g w h Escd;uiq por su -, habla cid manual de enseñnm c o m o p c d ~irrbcm~itdck
c~
d I I h d a r fue comxhido deide el arigen misma & nuestro s h m a n n d w n l de cduución como una medir
ción c u h d que e n h que ser ~ ~ políticamente,
d iodarvez que a través de él se ilxn a tmnsmitlr h s i m $ p
nes y valom q~ i h n a Imcer @He h h p h m i ó n en las i n e m del tejido sachl del nuevo orden que
posnihlxi la Wogh literal, así como hc&& de tDdo el cuerpo de la mcih-(Voitimen 1, p. 38).
(4) Volumen 1, p. 51.
(53 V&nse, entre otros mhjm del eliimr, Escowo BENITO, A.: .Discurso ideológico, modernizacióntéc-
nica y pedagogía dtiu dumte el fmnqulsine, em aI:fston<n<a de la Educacíbn. Rou.&kz Inmt~1frnsffnr7a(S&-
manca), NP8 (lw), pp. 7-28;4.0s comienzos de la inodeminclbn pedagógica en el fnnqufsmo (1951-1964)-,
en: RniWa Eparlola da Pwkgcgfah* 192 (19921,pp. 289-310; .Ias cullons escolvw del siglo XX. Encuennos
y deseneuentrw, en: &uista de i%umciÓti &idid), N cxmordinario W),pp. 201-218.
fusion de los manuales escolares en las di- Centrándonos en el primer volumen, des-
ferentes tpocas, que incluye, entre otros de el punto de vista cronolbgico, hay capi-
temas, el estudio de las distintas casas edi- tulos específicos para el Antiguo Régimen,
toriales y las políticas comerciales específi- la primera mitad del siglo x ~ x así
, como so-
cas de este sector. Bernat Sureda estudia bre la España de entresiglos (mx-m). Por
este Último tema en el primer volumen owa parte, se estudian diversos géneros
(hasta la Segunda República) y Miguel textuales (cartillas, silabarios, catones, ca-
Beas y Soledad Montes lo hacen para el tecismos, Quijotes, manuscritos, enciclope-
periodo posterior a la Guerra Civil. Igual- dias y libros de lecciones de cosas, por citar
mente, ambos tomos dedican un capitulo algunos de elios, ademh de otros materia-
específico al estudio del papel del libro es- les como los carteles y las muestras caligrá-
colar como instrumento didáctico, reco- ficas), o libros dedicados a determinadas
giendo el debate pedagdglco que se materias (lectura, escritura, c4lcul0, geo-
produce en las diferentes épocas sobre el metría, sistemd mCuico ciecitiial, urbani-
lugar que debe ocupar el libro escolar en dad, educación femenina y educación
la tarea docente. JosC Marfa Hernández religiosa). De esta forma, el adlisis que se
analiza esta cuestin en el primer volumen hace de 10s textos escolares va más allá del
y Alejandro Tiana lo hace para el período anllisis ideol6gico y de contenido, p a n in-
más reciente. En estos capftulos, tiene ca- dagar cn los métodos de enseñanza y sus
bida, naturalmente, el estudio de diversos fundamentos sociales y pedag6gicos. En
movimientos opuestos al predominio del este sentido, abren un caniino muy nove-
texto escolar, reivindicando un myor pro- doso los trabajos de F. Gimeno Blay y León
tagonismo de1 maestro o de otros recursos Esteban sobre los orígenes y desarrollo de
didácticos en la escuela. Ese debate, corno la enseñanza de la escritura*en cuyo a d -
es sabido, tuvo un espacio significativo en lisis se tomnn iainbién en cuenta ciiestio-
Ios círcuIos de la renovación pedagdgica nes técnicas e insmmentales para dicha
españoIa de finales del siglo m y princi- ensefianza. Par otra parte, destacamos, en-
pios del siglo XX, y volvería a c&rar Yerta tre otros temas estudiados, la pervivencia
fuerza en 10s niovimientos renovadores de de la oralidad a través del género catequé
los iTiltimos años del franquismo. tico utilizado tanto para enseñanzas reli-
Al tema de Ia evolución tecnol6gica giosas como laicas, que estudia Bernabé
del libro escolar, se añade, en el segundo Bartolomt5, así como los trabajos que inda-
volumen, un sugerente estudio de AgustEn gan sobre la adecuaci6n de los textos esco-
Escolano sobre la iconom en los textos, lares a las innovaciones pedag6gicas que
la cual se estudia no 9610 desde el punto se producen a lo largo de los siglos xrx y
de vista de Los avances en las técnicas de m.Por ejemplo, en el caso de los diferen-
ilustración, sino también desde la perspec- tes niodelos de textos para la enseñanza
tiva del surgimiento & nuevas teorías so- ailica, se pone de manifiesto cómo estos
bre la imagen didáctica y su integración en textos vinieron a defmir el currículo de la
la estructura de la textualidad. escuela primaria, a falta de programas es-
Aparte de las cuestiones y temas ya colares oficiales, adaptándose a la gradua-
destacados, el estudio de las diferentes ción de la enseñanza establecida por la
modalidades de textos escolares se aborda legislacidn escolar del primer tercio del si-
en cada uno de los volúmenes entrecru- glo xx. Por su parte, los libros de Lecciones
zando diferentes enfoques: el estudio cro- de Caim obedecen al método intuitivo de
nológico, el análisis de distintos géneros origen pestalozziano, mientras que los
textuales y el tratamiento en función de las Centros de Interés o Concentraciones son
distintas materias del currículo escolar. libros que ofrecen recursos para aplicar el
método de los centros de interés a n d i d o la educacibn especial y, naturalmente, el
dentro del movimiento de la Escuela Nue- nueva sojkmre educativo. Todas estas
va por 0. Decroly. transformaciones dieron origen a un nue-
E1 segundo volumen, como ya expusi- vo tipo de empresa editorial, que respon-
mos m& d a , apom numerosas contribu- di6 tanto al aumento cuantitativo como a
ciones al estudio de las transformaciones la diversificación de los materiales esco-
pedag6gicas del franquismo. En d o se nota lares. Paralelamente, se inicid una esna-
espeaalmente la impronta de Agusrín Esco- tegia instmmentalista del poder y de los
Iano, no solamente por sus anteriores traba- tCcnicos para canalizar la reforma educa-
jos sobre el tema, sino también por los tiva a través de los textos, minusvaloran-
cinco capítulos de este volumen que son do con ello el papel del maestro en la
de su autoría. Aunque e1 analisis de los modernización.
contenidos ideol6gicos de los textos es tra- Una mencibn especial merecen, final-
tado, evidentemente, en varios capftulos, mente, dentro de este segundo volumen,
debemos insistir en que Ia mas importante los trabajos específicos sobre la evolucibn
aportación de este voIumen es el estudio de los textos y mktodos para la enseñanza
de la modernizaci6n pedagógica que se de la lectura y la escritura, entre los que
Uev6 a cabo en la época, aunque ésta no hay que estacar el estudio que hacen An-
cuestionara los fundamentos poiiticos del tonio Viña0 y Pedro Luis Moreno MartInez
r e m e n . Así pues, a d e d de las innova- sobre las cartilas y materiales para la aifa-
ciones materiales que se observan en los Ii- betizacibn, la ensefianza y la promoción
bros escolares, se esrudia Ia progresiva cultural de adultos, en e1 contexto de las
incorporacibn a los textos de nuevos es- campañas aifabetizadoras y otras políticas
quemas de la enseñanza activa, de la tec- dirigidas a la población adulta que se ini-
nología conductista o de la cultura de ia ciaron a partir de la década de los años 50.
imagen, entre otros aspectos a destacar. Consideramos interesante detenernos
Por otra parte, se pone de manifiesto la en los capítulos dedicadas, en cada uno de
forma en que se implanta una nueva orga- los voliimenes, a los libros escolares en ga-
nizaci6n de la cultura escoiar, rompiendo llego, euskera y catalb, incluyendo, en
con el modelo enciclopédico que aún per- este último caso, a los Iibros en valenciano
vivh y disponiendo los textos por cursos y y mallorquín6. El estudio de la evoluci6n
materias, d e acuerdo a una organbaci6n de los libros de texto en estas lenguas pe-
más fragmentada del saber. ia moderni- ninsulares ofrece, a nuestro parecer, una
zaci6n pedagbgica, junto a la expansión perspectiva & gran interes no s61o para el
escoIar que supuco la Ley General d e conocimiento de la evolucion de la escola-
Educaclon de 1970, dio pie a la prolife- rizatifin, las corrientes pedagógicas y la
ración d e nuevos géneros textuales, enseñanza específ~cade la lengua en los
que son estudiados en diversos capítulos distintos territorios, sino también como
de este segundo volumen, tales como las contribuci6n al debate general sobre los
unidades didgcticas, los libros de trabajo, nacionalismos en Espaiia, en el cual han
los materiaIes autoinsuuctivos, los libros tenido mayor visibilidad otros argumentos
de consulta, los .paquetes#didacticos, Ias de tipo político,social o cultural. Aunque
guías para el maestro, los materiales para queda, claramente, de manifiesto que la
(6) Btos capítuim han corrí& a carg.o de JosepGdez-Ag&pitoy Sal& Maqués iSureda (Ifbrosen
Manuel Bragado Rodrigucz (librosen pkgo), PauU Davila 8alsera y Lq! Errion-
cataan), A n a CoLsta RIoo y
doKorosiolaaibroeeneuakera).
realidad específica de cada una de las co- corta experiencia de la Segunda Repdblica
munidades Iingüísticas tiene importantes supuso, en todos los casos, el iiionlento
características diferenciales, podemos ob- donde más abiertaniente circularon y se
servar algunos aspectos comunes que apa- produjeron estos textos.
recen e n la evolución d e los textos GaIicia es la regi6n donde es nlás es-
escolares en los tres casos. casa Ia produccidn de textos en lengua
Son especialmente relevantes los es- vern5cula en el periodo anterior n la Gue-
tudios incluidos en el prinier volumen, rra Civil. En este heclio confluyen, entre
que abarcan sobre todo los siglos XWII y otros, la ausencia de niotivaciones religio-
m, y en los que se aprecia el papel que sas antes mencionada, la debilidad de la
jugó la Iglesia en la difusión del cata1911 y escolarizacibn, la fuerte influencia de la
el euskera a través de los catecismoc y emigración y las necesidades de aprendi-
otros textos destinados a la catequesis, zaje del castellano que ésta generaba, así
como una vía para penetrar nlas F5cil- como la ausencia de una industria editorial
mente en los sectores populares rurales. propia. Para el País Vasco, es de destacar 1u
Esta realidad no se &o en el caso de Ga- importante presencia de libros para la mte-
licia, donde la Iglesia utiliz6 sieliipre el quesis en euskeia, incluso durante el fran-
castellano para la catequesis. Ptir otra quismo, asi como la presencia d e
parte, queda patente, en todos los I .isos, denlbros del clero y de las órdenes reli-
que la existencia, sobre todo en cl 4glo giosas conlo autores de libros escolares
xy de libros en las lenguas autiicicinns en dicho idioma, poniCndose de niani-
tuvo ademis una motivación pedagdgica fiesto, en los textos, los valores católicos
para atender a las dificultades de la alfa- que son parte d e la identidad nacional
betizacion en el medio rural, donde estas vasca. Finalmente, en el caso de Cataiu-
lenguas eran las que circulaban oralmente ña, hay que resaltar, de forma especial,
en e1 medio famiiiar y en el extmscolar adenias de la potencia de la industria edi-
en general. Esto es importante recalcarlo, torial catalana, la importante relación entre
con el fin de poner en evidencia que la el niovimiento de renovación peáagbgica
existencia de iibros biiingUes o en lenguas que tuvo bnta fuerza en diclu región en el
vernáculas no fue siempre producto de primer tercio del siglo y el desarrollo
una reiviridicaci&ncultural o polftica regio- de la enseñanza y los textos en catalán.
nalista o nacionalista, sino niuchas veces Esta realidad no se explica entonces, sola-
s6b una exigencia pedagbgica, con el fin mente, como reivindicacion cultural y polí-
& facilitar a los niños la adquisición de la tica, de Ia que participaba gran parte del
lecto-escritura en un icüoina distinto al ma- movimiento renovador de la escuela, sino
terno. Es por ello por lo que estos libros tambien como una exigencia pedagdgica
s d n sieinpre destinados a la enseñanza de adecuar la enseñanza a las necesidades
primaria. En los tres casos estudiados hay, infantiles, principio fundaniental de toda la
pues, que situar el origen de Ia ensefianza renovación pedagdgica de la época. En
y & los textos escolares en lengua v e d - Galicia y en el Pds Vasco también encon-
cula en un conjunto de motivaciones reli- tramos experiencias escolanovistas relacio-
giosas, pedagógicas, cuiturales y politicas, nadas con el uso de la lengua vernácula en
apareciendo 6sms en últinio lugar, a partir la enseñanza, aunque la fuerza del movi-
de finales de1 sido wc, cuando empieza a miento renovador de ia pedagogía catala-
surgir e1 nacionalismo poIitico y cuando na contrasta claramente con las demic
a d d s de la lengua aparecen otros moti- realidades.
vos (historia, tradiciones, valores) de mar- IA evoluci6n de los libros y materiales
cado c d c t e r nacionalista en 10s libros. La de ensefianza en lenguas vernaculas corre
por das muy similares en ias tres comurii- peciaüadas en temas educativos, literatura
dades Hngüísticas a partir de1 franquismo. infantil y juvenil, suplementos en los dia-
Tanto en el Pals Vasco como en Cataiuila rios, etc.
siguen editzíndose oficialmente algunos ca- Es preciso hacer niencibn de las pe-
tecismos e n euskera y catalán, mientras culiaridades y dificultades de todo este
que otras ensefianzas, en las lenguas ver- proceso e n e1 País Vasco, donde la ense-
naculas, se llevan a cabo vinculadas a mo- ñanza en euskera lia debido pasar por la
vimientos claramente nacionalistas y de unificación del propio idioma frente n los
oposici6n al regimen, en el contexto de diversos dialectos (vizcaíno, guipuzcos-
movimientos niagisteriales y escuelas de no), proceso aprobado a partir d e 1968
verano, entre otras estrategias. Aunque en por la Academia de la Lengua Vasca. Por
las primeras decadas del franquismo estas otra parte, el propio nacionalismo vasco
experiencias se realizan en escuelas priva- se ha transformado significativamente
das, a partir de la Ley General de Educa- desde los aiíos 60, eliminando connota-
ción d e 1970 se abrirán algunas ciones religiosas en sus contenidos sinl-
posibilidades para la enseñanza de las len- bblicos (y, consecuenteniente, e n los
guas vernáculas e n las escuelas públicas, contenidos escolares) y reivindicando
posibilitando, así, la aparición de un cre- claramente lo lingüístico, aspecto que en
ciente núniero de textos escolares en di- períodos anteriores era solaniente testi-
chas lenguas. E110 ir5 permitiendo una monial. Es así conio el euskera, que Iia-
apuesta mas clara por la nornulizacit5n lin- bía sido un idionia *minorizado=,Iia
güística, frente a otras posturas más bien debido iniciar un proceso paulatino d e
nbilingüistas., coino las que adoptb, por expansión. De esta fornia, las tradiciona-
ejemplo, el movimiento Rosa Sensat en Ca- les gramáticas y diccionarios en euskera
talufia, conio forma de atender a las nece- han debido evolucionar drasticnmente
sidades de la poblacibn inmigrada. hacia nuevos inétodos d e enseñanza de
La n o r ~ c i ó lingüística
n que se ini- la lengua basados en la comunicación y
cia en Caduiia, Valencia, Baleares, Galicia y el aprendizaje sigdfkativo.
el País W o a partir de la tnnsición.denlo- Al destacar la relevancia del nuevo
&tia y de los respectivos estatutos autont can~pode investigación que se abre a tra-
niicos, que transfirieron las competencias en vés del estudio de los textos escoIares,
educacibn a las distintas autono-, supone debemos llamar la atención sobre las
el inicio de una aceIenda expansión de los fuentes que sirven de fundamento a este
libros en las lenguas propias. Con ello, se tipo de trabajos. La Historia ilt~stradadel
desarrollan importantes industrias editoria- libro escolar en España nos revela nue-
les en cada comunidad autónoina, a la vez vas estrategias de investigación que lian
que las editoriaIes de 5nlMto general espa- debido ponerse en marcha, así, conio el
ñol reaccionan a la nueva realidad, al prin- análisis de documentos antes apenas ex-
cipio, simplemente, traduciendo sus plorados. Hay que señalar que el acceso
propios textos a las distintas lenguas y, a los propios libros escolares utilizados
muy pronto, adecuando, además sus con- e n los distintos períodos históricos e s
tenidos a las realidades de cada región, con frecuencia una tarea ardua y llena de
con adaptaciones e interpretaciones no peripecias, si tenemos en cuenta que los
exentas de poléniica. Junto a la creciente libros de texto son un tipo d e literarura
publicación de textos escolares, surge tam- a e n o r a que na ha merecido la misma
bien, en las distintas lenguas, una enorme consideracidn que otros libros a la hora
cantidad de iitemua de apoyo a la labor d e guardarse y catalogarse e n los arclii-
escolar, materiales didficticos, revistas es- vos, en las bibliotecas públicas, e n las
propias escuelas o en las bibliotecas fanii- estudio de 10s textos para la escuela prima-
liares7. Asi, Ia consulta de cokcciones par- ria. Aunque los libros para la enseñanza
ticulares, librerias de anticuario, listas secundaria habían sido ya con cierta fre-
oficiales de textos emitidas por las autori- cuencia objeto de investigación, su estudio
dades competentes, catálogos de libreros, ha estado circunscrito a determinadas dis-
casas editoriales y establecimientos pro- ciplinas o asignaturas, liaciéndose sobre
veedores de material escolar, son con fre- todo an5lisis de su contenido ideoldgico o
cuencia los caminos q u e han debido científico8. La obra que ha dirigido Agustín
recorrer los investigadores. Ademas, otro EscoIano abre, pues, como hemos querido
tipo de objetos materiales, tales como plu- mostrar en estas páginas, nuevas perspec-
mas y otros instrumentos para la escritura, tivas de analisis también para estos libros.
tipos de papel y phegos de caligrafía, car- Posteriores trabajos de investigacibn, mu-
teles, etc. constituyen un conjunto de fuen- chos de ellos surgidos en el seno del ya
res, antes apenas explotadas que han sido mencionado Proyecto MANES9, han empe-
reunidas para la ehboracibn de los estu- zado a dar sus frutos y a ofrecer nuevos es-
dios comprendidos en esta obra. tudios sobre 10s textos escolares. Todos
Quisiéranios aclatar, finalmente, que la ellos, evidentemente, han debido hacer
Historia ólusirluda del Bbro escolar en Bpa- referencia obligada a esta magna obra
ña se ha limitado, casi exclusivamente, al concebida por Agustín Escolano.
Ol De ahi la Impmmda que tlene la localimcI6n y utalognci6n de los textos escolares iniciada por el
proyecto MANES a través de su base de datos.
(8) Una rempilacibn de trabajos que han cstwdhdo la historia de 1- textos escolares puede consularse
en la =BibliografííMANES., en: Hfstorfa de la Educacfótn.Revista I ~ n W i u r i (Salixnanca),
a NQ19 (U300),
PP. 431649.
(9) D e m & la *Serie Proyecto MANES. (Madrid, UNED), se han editado los siguientes titulos: LLBRERO
BAENA, M.a P.: WbrOS u%fni&&n a la ktura y a la escritura, 1936-1994 (1997)) VI-, J. L.: Manuales a-
C&ES mE sm .T~lbfti1.
oL@hd&, 1812-1939 (1997); V W ,J. L.: M~TWUI~S ~SE&WS m Esph. Tomo
II. L i h de tex& aumtxaaby censurador, 1833-1874(1999); ANA FERRER, A. (d.) :libm escolar, mJe& de
El
inbm&mspolí#cas e f ~ p e d a g 6 (2g 000)~; RUMZAS ROMERO,T.: Los manwIes depeahgogiay la@-
madbrr dslproyksodo m kas escuelar tmwmks de E.patla. 1-901 H y, SOMOZA.
(en prensa); O ~ N B A CG.
M. (&3: h manuales escolara c o m o j m t e p m fa HCstwla & la M w f 6 n m Am&ca Lalfna <en prensa).
O m producm de las actividades del b y e a hiíANi33 han d o el libm de Gdmz GARC~A, M. N. (ed.): tar
noanuades 6e IP;iFID eti Il;l B n s e f Z a m SenmdarIcl(1812-19991, SevSwlla, Ed.ICronm, 2000, así como e1 mono&
fico -Losmanuales escolares en la histM'im, inichiido en la miwa H~&T&de h l a d n (Sal-), N* 19
(2000) y el ndrnero de la Rn>fsta C o t n p i u ~&Educucibrr
~~e (Madrid), vol.10, nQ2 (1939).
W.AA.: Jornadas en gogia, en psicología Social y por el Delegado
LIBROS dgenra ás la infan- del Movimiento de Adolescentes y Niños
cia. I&inoama*cana. Trabajadores e Hijos de obreros Cristianos.
Madrid, Ed. El Defen- La dificultad de dar cifras torales, rela-
sor del Menor en la tivas al volumen de Ia cuestidn de1 niño
Coniunidad de Ma- ven siniacj6n de riesgo- no impide que las
drid, 2000, 108 pp. informaciones expuestas en Ias Jornadas
de los libros despierten fume inquietud. En ocasiones, la
carga de sensacionahmo, inevitabIe en estos
casos, puede desviar la atenci611, sin e m h -
Se trata de unas Jornadas en las que coia- go, es necesario pararse en la considerau6r1
boran la Oficina del Defensor del Menor & lo que se esta denunciando en las Jorna-
de la Comunidad de Madrid y la ayuda de1 das y por parte de quicnes llega esta dar-
Comité español de UNICEF. macidn, para valorar la profundidad del
La recopiiaci6n de textos ha convertido probIema. Javier Una dice, con claridad,
el libro en un trabajo con varias contribucio- hay que tomar partido por el oprimid*.
nes para la investigaci6n, sin una unidad, En estos eccriros se lanzan &tos cuanti-
como es obvio, pero permite adentrarse en tativos y cualitativos con relación al tema
originaIes búsquedas temáticas que, sin que no dejan impasible a quien los lee. Aún
embargo, n o pierden Ia coherencia de con- más grave, se declara el hecho de que crece
junto del problema relativo a la infancia. el número de Fsonas -niños y adolescen-
Toda b actividad consta de Conferen- tes- sujetas a todo cipo de degradación.
cia y mesas redondas que buscan concien- Quiero entender que al vernir la infor-
ciar a la opinidn pública de la situación mación por vía del periodismo, en algunos
que padecen muchos niños y de esbozar casos, cabe hacer un juicio menos abultado
posibIes vías de solución. de los d o n e s que se citan.Aún así, no va-
El elenco de participantes en las Jorna- ría el grado de gravedad de la cuesti611,ni la
das y su procedencia, así como la diversi- parte de responsabilidad que tenemos toda
dad de aspectos tramdos -en coherencia- h sociedad, como todos los participtes de
relativos a ala infancia excluida., parecen las Jornadas tratan de transmitimos
avalar la consecución de los objetivos que Hugo Alberto Lupiañez, Decano de la
se proponen los participantes. Tambitn la Facultad de Psicología de la Universidad
convergencia, dentro de las opiniones ver- de Aconcagua en Mendoza (Argentina),
tidas, constituye unos Iogros que podemos presenta un estudio en Latinoamérica sc-
atribuir a la selecci6n de las aportaciones, bre el fen6meno de la uexclusi6n social*
tanto por su profur~didadreflexiva como que se est5 produciendo por efecto de la
por la autoridad de 10s componentes de orientaci611, puramente, economicista en
los debates. veinticuatro naciones.
Los trabajos estAn hechos por especia- Compara, en estos países, la relación
lisms en derechos humanos, en psicopeda- entre el produm Bruto Interno con la mor-
2. Todos los originales debecan ser presentados en hojas d e cama& DIN-A4por una c a n , n
dos espneios. Ln extensl6n de los trabajos,que siempre s d n inéditos, no sobrepasar6 las 25 p5ginas.
3. El original del mbap deber6 ir acompañado de una copb en soporte infom15tico (disque-
te) en cuaiquler procesador de texto (word o wordperfea, eK.1 p a n PC o compatible y especificando
clarnmente el proaruma y versih.
4. Se deber5 acompufiar con un h v e -en del trabajo -10 6 m5 limas-, tambiCn en sopora
informática (disquete). Opcionalniente pob;l adjuntarse la vmión ingba del resunien.
5. El trabajo y el resumen p&n ser enviados por correo electr6nico a la dirección revis-
ta.educlcionlnce.mec.cs.
6. A1 final del irabajo s e incluid In lista d e referencias bibliogrdficis, por orden aiiabCcico, que
debedn adoptar la forma siguiente.
a) libros: Apdiido/s e inicidcs del nombre del auior/er sepando por c a n a y en versalira,
dos puntos, titulos del libm en cursiva, punto. lugar de tdtclón, coina, editorial, coma, y
ano d e edición. SI Iiay dos a u r a o más. esros irdn separudos e n m si por punto y comn.
Ejempla
GCRiaUmmam, M. y otrmdli BIw fdircatap m8 la tmtvmJkiad s p u f i : roi madl&is bls-
tórlco. Wdrid, &nao de Ribiicnciones del Ministerio de Edumción y Ciench. 1%.
b) Revism ApeIIidds c IniciaVa del nombre del autor/es separados por conm y en versallci,
dos puntos, firulo del aniculo, entre coinillas, coma. en, seguido del nombre de k rcvisra
en cursira, comn, número d e lo revlsm, ano de publicación entre pwénresls, coma, y p&
ginas que comprende el trabalo denwo de la revisu. edieiái. Si hay das nUMim o mis,
cacos frAn separadas entre á por punto y coma. Ejemplo:
G A R ~ A R O ~ ~ ~ R AFi?ñW,AtliM,
A.; C.: -El slstema educativo en la nueva refornia-. en Re
&la de Ed11cacIbri, 309 (1996), pp. 498789.
7. l
a notus se numerndn cofisccutivnmentc y su rexro se recoger5 al final de ca& piginn.