Comprension Lectora-Estrategias
Comprension Lectora-Estrategias
Comprension Lectora-Estrategias
una toma de decisiones sobre la selección y uso de procedimientos de aprendizaje que facilitan una
lectura activa, intencional, autorregulada y competente en función de la meta y las características del
material textual (Trabasso & Bouchard, 2002). Así, las estrategias hacen referencia habilidades bajo
consideración dirigidas a una meta (Bereiter & Scardamalia, 1989; Paris & Paris, 2007; Paris, Lipson & Wixson,
1983; Afflebach, Pearson, & Paris, 2007). Estas incluyen estrategias cognitivas, metacognitivas,
Las estrategias cognitivas se refieren a procesos dinámicos y constructivos que el lector pone en marcha
de manera consciente e intencional para construir una representación mental del texto escrito (Dole, et al.
construcción representacional a partir de los niveles de procesamiento (por ejemplo, Block & Pressley,
2007; Escoriza, 2003; van Dijk & Kintsch, 1983). Por ejemplo, Block & Pressley (2007), han elaborado un
palabras; ii) procesos de comprensión para interpretar frases y párrafos; iii) procesos de comprensión para
comprender bien el texto; iv) procesos de comprensión para compartir y usar el conocimiento.
Los procesos mencionados son considerados estrategias cuando están gestionados y supervisados
intencionalmente por el lector bajo el control de la metacognición y con el propósito de alcanzar una
Los procesos de conocimiento se refieren a la activación de los conocimientos sobre la tarea, la persona y
Myers & Pires, 1978); mientras que los procesos de regulación en tareas de comprensión lectora, requieren
planificar, determinar objetivos, supervisar, reconocer aciertos y errores, así como evaluar el nivel de
Las estrategias metacognitivas pueden clasificarse en función del momento de uso (Block & Pressley, 2007;
Schmitt & Bauman, 1990): i) antes de iniciar la lectura, para facilitar al lector la activación de
contenido textual, y en efecto, qué tipo de discurso deberá comprender y planificar el proceso lector; ii)
durante la lectura, para facilitar al lector el reconocimiento de las distintas estructuras textuales, construir
una representación mental del texto escrito y supervisar el proceso lector; y iiii) después de la lectura, para
facilitar al lector el control del nivel de comprensión alcanzando, corregir errores de comprensión,
elaborar un representación global y propia del texto escrito, y ejercitar procesos de transferencia o dicho
Para este momento, priorizamos cuatro acciones importantes: i) identificar y determinar el género
discursivo al que nos enfrentamos, ii) determinar la finalidad de su lectura, iii) activar conocimientos previos
y iV) generar preguntas que podrían ser respondidas con la lectura del texto.
En base al género discursivo, los textos pueden ser clasificados en: narrativos, descriptivos y expositivos
(Brewer, 1980). Ser capaz de reconocer las diferentes estructuras textuales (narrativa, descriptiva…) facilita
al lector interpretar y organizar la información textual durante la lectura (Sánchez, 1998; Meyer 1975). En
ambiente, evento inicial, respuesta interna, acción, consecuencia, reacción. Asimismo, los textos narrativos
pueden ser clasificados en otros subtipos en función de la intención del discurso (Brewer, 1980), por
ejemplo, recetas, con la intención de informar o fábulas, para persuadir. Identificar y determinar
previamente esta estructura, permite al lector predecir el tipo de información que pretende ser
comunicada (Kintsch, 1998; van Dijk & Kintsch, 1983). Por tanto, es adecuado y conveniente que los
escolares desarrollen capacidades para detectar el tipo de texto que van a leer y qué tipo de
Además de identificar la finalidad del género, para leer de manera estratégica los escolares deben
comprender que tanto su atención como las estrategias a emplear no siempre perseguirán un mismo
Baumann, 1990). Por ejemplo, en unas ocasiones lo escolares tendrán que leer un texto para detectar una
información relevante e integrarla con otra similar de otro texto o para tener una visión general del texto y
Por tanto, es importante que los lectores sepan cuáles son las características de la demanda en una tarea
determinada de lectura y sean capaces de responder a cuestiones como, ¿Para qué leo? ¿Quién lo
La importancia de reconocer y activar los conocimientos previos se origina a partir de la teoría de los
esquemas (Leahey & Harris, 1998). Según Mayer (2002, p. 68), un esquema es “la estructura general de
conocimiento del lector que sirve para seleccionar y organizar la nueva información en un marco
integrado y significativo”. Según Leahey & Harris (1998) un esquema afecta a cómo procesamos la nueva
información y a cómo recuperamos la información antigua de la memoria. Por otro lado, si partimos de
una concepción del proceso lector como un proceso simultaneo de extracción y construcción de
escrito, que es posible a través de la transacción entre las experiencias y conocimientos del lector con el
texto escrito (Rossenblatt, 1978), es lógico pensar que la construcción representacional del texto está en
función de la <<calidad>> de los conocimientos previos que el lector activa durante la actividad
(Schaller, 1991 citado, en Bruning, Schraw, & Bronning, 2002). Los estudios que han analizado la
importancia del conocimiento previo en los procesos de lectura han señalado su influencia en la
realización de inferencias y predicciones (Marr & Gormely, 1982), si bien en este momento previo a la
lectura, dicho conocimiento puede ser activado para facilitar a los escolares la comprensión textual
(McKeown, Beck, Sinatra, & Loxterman, 1992). Para ello, los estudiantes pueden usar preguntas similares a
las siguientes:
¿Cómo se relaciona este texto con otros que ya he leído y tratan la misma temática, presentan similitudes,
Reflexionar sobre lo que ya saben del texto y predecir la información textual, como, por ejemplo, que le
sucederá a un personaje, a partir del título y de las ilustraciones, es otra estrategia estrechamente
vinculada a la anterior, que facilita la comprensión lectora. La activación de unos u otros conocimientos
Del mismo modo, provocar que los escolares generen preguntas de las que les gustaría obtener respuesta
facilita la comprensión lectora (Schmitt & Baumann, 1990). Además de lo dicho, estas acciones
(predicciones o inferencias predictivas y generación de preguntas) facilitan una mayor implicación del
En este momento, el lector debe ser capaz de construir una representación mental adecuada del texto
escrito, recordarla y supervisar dicho proceso. Para ello, tal y como señalan Block & Pressley (2007) y Kintch
(1998), es crucial el uso de estrategias para realizar con efectividad procesos de reconocimiento de
palabras, interpretación de frases y párrafos, comprensión del texto y supervisar dicha comprensión. El
comprensión lectora (Sánchez, 1998). Pueden servir a tal fin, las apuntadas por Palincsar y Brown (1984): i)
contestar preguntas que se planteó al principio del texto, y generar nuevas preguntas que son
respondidas por el texto; ii) identificar palabras que necesitan ser aclaradas; iii) parafrasear y resumir
entidades textuales; iv) realizar nuevas inferencias y predicciones, así como evaluar las predicciones
previas a la lectura.
Otros trabajos han enfatizado la importancia de usar representaciones visuales mentales de los textos
como una estrategia que permite la comprensión textual (Kim, Vaughn, Wanzek, & Wei, 2004) y los
procesos memorísticos (Pearson & Fielding, 1991). Las estrategias de generación de preguntas, realización
dedicado a las estrategias previas a la lectura, con la salvedad que en este momento el
lector tiene, además de realizar nuevas preguntas y predicciones, verificar las previas, por ello, a
Aceptando que los lectores noveles precisan de cierta efectividad en los procesos de reconocimiento de
patrones visuales, decodificación… que no limiten la memoria operativa (Anderson & Freebody, 1981), en
este punto hacemos referencia a aquellas estrategias que podrían facilitar al lector el acceso al
lectora (Cain, Oakhill, & Lemmon, 2004; Seigneuric & Ehrilch, 2005).
reconocer la información visual o fonológica para recuperar información de la memoria a largo plazo. Los
familiaridad del lector respecto al vocabulario comprendido en el texto, son aspectos cruciales en la
comprensión del mismo (e.g. Beck & McKeown, 2007; Cain, Oakhill, & Lemmon, 2004; Seigneuric & Ehrilch,
2005). En general y para todos los niveles educativos, es importante que los escolares desarrollen
niveles iníciales deben aprender a construir un diccionario propio que recoja definiciones de las palabras
que utilizan, información contextual relacionada con cada nueva palabra, ejemplos, sinónimos y palabras
relacionadas semánticamente (Blachowicz & Fischer, 2007; Coyne, McCoach, Loftus, Zipoli, Kapp, 2009;
Silverman, 2007).
Cuando los estudiantes no tienen integrado un amplio vocabulario, se les puede instruir a detectar fallas
de comprensión y también, cuando sea necesario, se les puede instruir a usar la estrategia de pistas
Diferentes estudios instruccionales sugieren la importancia de enseñar a los escolares a usar estas pistas
al lector acceder al significado de palabras (Bruning, Schraw, & Ronning, 2002; Nagy, Diakidoy, &
Anderson, 1993; Qian & Schedl, 2002). En suma, sabemos que la mejora del vocabulario es crucial en la
comprensión de texto, pero es conveniente que, además, los lectores noveles usen estrategias que le
permitan utilizar el contexto o la morfología de las palabras para deducir el significado de una palabra.
Releer una parte confusa del texto, es una estrategia de corrección adecuada cuando el lector es
consciente de alguna falla de comprensión. Hacerlo, es apropiado por escolares ya que en algunas
esa información con sus propias palabras, con el propósito de simplificarla, facilita su retención y procesos
El uso del resumen tiene más justificación en el desarrollo de la capacidad para comprender una gran
❖ Representación visual
El uso de representaciones gráficas en jóvenes lectores, está justificado al menos, por estas cuatro razones:
i) induce y entrena a los estudiantes a usar representaciones mentales visuales, en lugar de palabras y ello
permite sintetizar información en la memoria operativa, en mayor medida que sin el pensamiento visual; ii)
habitualmente obviado en el proceso lector quizá, por el legado conductista (Leahey & Harris, 1998), las
❖ Realizar Inferencias
La comprensión lectora está supeditada a la calidad de los procesos inferenciales (Anderson & Pearson,
1984; Cain & Oakhill, 1999; Cain, Oakhill, Barnes, & Brian, 2007; Dewitz, Carr & Patberg, 1987). Las inferencias
facilitan al menos dos procesos relevantes en la comprensión lectora (Warren, Nicholas & Trabaso, 1979,
establecen conexiones entre el conocimiento previo y el texto; también, realizar conexiones entre la
información expuesta en el texto; dicho de otro modo, establecen relaciones texto texto y texto-
conocimientos previos; ii) permiten al lector completar información explícitamente omitida en el texto
pero necesaria para obtener una representación mental de la estructura global más elaborada. Varios
son los trabajos que muestran que el uso de interrogaciones para clarificar relaciones entre diferentes
aspectos textuales facilita la mejora en la realización de inferencias y la comprensión lectora (e.g. Israel,
2007; Woloshyn, Paivio & Pressley, 1994; Wood, Pressley & Winne, 1990).
Dicho de otro modo, no toda la información de un texto es relevante para su comprensión; algunas ideas
son principales, otras son secundarias y otras son irrelevantes. Por ello, los escolares deben aprender a
seleccionar la información relevante de un texto y descartar la irrelevante, este proceso les facilitará
relacionar un conjunto de proposiciones claves y construir una representación global del texto (Escoriza,
En este momento podemos distinguir tres finalidades: una, relacionada con la revisión del proceso lector y
consciencia del nivel de comprensión alcanzado; otra, dirigida a elaborar una representación global del
texto, es decir una finalidad expresiva; y por último una finalidad comunicativa.
En este momento es oportuno enseñar a los escolares a revisar las preguntas, inferencias y predicciones
que realizaron antes de leer y durante la lectura, usando para ello toda la información del texto. También
deben aprender a constatar su grado de satisfacción con el propósito que establecieron antes de
comenzar la lectura, así como reflexionar para valorar el nivel de comprensión que consideran que han
El lector debe usar estrategias que le faciliten crear una idea global del texto, mediante representaciones
visuales, resúmenes completos y jerarquizados y síntesis (Schmitt & Baumann, 1990). Como se ha
comentado, el uso de representaciones visuales mentales de los textos, como estrategia, facilita la
comprensión textual (Kim, Vaughn, Wanzek, & Wei, 2004) y facilita los procesos memorísticos (Pearson &
Fielding, 1991). Si bien en este momento, es adecuado que los escolares representen la información global
textual en una o varias ilustraciones conectadas. También el uso de mapas conceptuales (Novac, 2002)
puede ser una estrategia valiosa para organizar y conectar la información (Escoriza, 2003), aunque en el
caso de textos narrativos, tales representaciones deberían respetar la estructura y secuencia propias del
género discursivo. Este proceso permite al lector comprobar si realmente ha comprendido el texto o tiene
❖ Finalidad comunicativa
Dentro del enfoque transaccional es crucial permitir a los escolares explicar y discutir con sus compañeros
sus visiones sobre el texto ya que, además de facilitar a los escolares experiencias para el desarrollo de la
competencia comunicativa, favorece a los escolares comprobar hasta qué punto han comprendido la
historia, si han obviado algo, aclarar dudas con sus compañeros, ser más conscientes sobre los procesos
autorreguladora, en suma una redescripción mental (Salmerón, Rodríguez, & Gutierrez-Braojos, 2009). Se
justifica así la necesidad de atender a la función comunicativa (Block & Pressley, 2007; Escoriza, 2003).
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