La Sobrecarga Laboral en La Vida Personal y Familiar de Los Trabajadores
La Sobrecarga Laboral en La Vida Personal y Familiar de Los Trabajadores
La Sobrecarga Laboral en La Vida Personal y Familiar de Los Trabajadores
TRABAJADORES
Asesor
MARIA ALEJANDRA GÓMEZ VÉLEZ
Magister en ciencias sociales
“Declaro que este trabajo de grado no ha sido presentado con anterioridad para optar a un
título, ya sea en igual forma o con variaciones, en esta o en cualquiera otra universidad”. Art.
92, parágrafo, Régimen Estudiantil de Formación Avanzada.
CONTENIDO
RESUMEN ............................................................................................................................................ 5
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................... 6
MÉTODO.............................................................................................................................................. 8
RESULTADOS ....................................................................................................................................... 9
Conciliación y conflicto trabajo – familia ........................................................................................ 9
Estrés generado por sobrecarga laboral ....................................................................................... 17
Trabajo emocional en la vida laboral ............................................................................................ 22
El trabajo remoto: beneficios y riesgos cuando no se regula ....................................................... 31
CONCLUSIONES ................................................................................................................................. 39
REFERENCIAS ..................................................................................................................................... 43
RESUMEN
Palabras clave: Conciliación, conflicto, trabajo, familia, estrés laboral, sobrecarga laboral,
trabajo emocional, trabajo remoto.
ABSTRACT
The present research addresses how work and family, being closely linked, role overload,
remote work and emotional work, are sources of pressure that lead to a work-family conflict
and affect the health of the worker when there is no balance between the demands of work
and family. The method of this research was carried out through a bibliographic review in
databases, based on 62 references with the aim of developing a systematic analysis of the
existing bibliography on work overload in the personal and family life of workers. As results,
the following four thematic blocks were obtained: Work-family conciliation and conflict,
which describes the different interactions between work and family; Stress generated by work
overload, where work and family stress is identified as a serious danger to physical and
mental health; Emotional Work, describes how emotional work requires that desired
emotions be expressed both at work and in the family without feeling them as superficial
actions, which can lead to emotional dissonance or burnout; and Remote work, mentions
what is the impact of distance work modalities on the work-family relationship. As the main
conclusion, it was possible to discover that organizations need to find a coordination between
work and family life, since an adequate work-family relationship and good emotional
regulation can be conducive to well-being both in face-to-face and remote work.
Keywords: Conciliation, conflict, work, family, work stress, work overload, emotional work,
remote work.
INTRODUCCIÓN
MÉTODO
Por lo anterior la conciliación trabajo- familia significa conseguir una vida lograda en
la que el trabajo fuera de casa no impida con las responsabilidades familiares como padres y
madres de familia o responder por padres y hermanos dependientes , por tal razón se han
tomado medidas para abordar la situación y buscar las maneras de conciliar la vida laboral y
familiar, pues se ha encontrado que el ser absorbido por el trabajo genera diversas
consecuencias en el ámbito o entorno familiar y en la salud. Las organizaciones deben
contribuir a encontrar una coordinación entre el trabajo y la familia, para no descuidar
ninguna de las dos, se trata de complementar el trabajo con la vida familiar para alcanzar un
bienestar integral, pues también si se quiere dar un buen futuro a los hijos, cubrir necesidades
básicas y de ocio, se debe trabajar, pero también es importante el tiempo que se dedica en
familia, por ello las empresas deben enfocarse en crear estrategias que complemente estos
dos ámbitos y generan colaboradores más productivos y felices.
Jiménez y Gómez (2015) igualmente indican, que crear una conciliación apropiada
por parte de las organizaciones entre el trabajo y la familia de los colaboradores a través de
políticas, genera diversos beneficios que impactan positivamente la vida de las personas y
también el desempeño de las empresas, viéndose reflejado en la capacidad para enfrentar
cambios, reducción de costos debido a un gran impacto en la retención de empleados,
obteniendo cambios significativos en los índices de ausentismo, rotación y clima laboral, ya
que los empleados siente reducción en los niveles de estrés y más motivamos en cuanto a su
trabajo cómo en sus hogares y las empresas mejoran su rendimiento y productividad.
Las TIC’s pueden resultar un instrumento muy útil para conseguir crear dinámicas de
conciliación, ya que resuelven dos de sus principales problemas: el tiempo y la
distancia; permitiendo deslocalizar el trabajo y hacer las tareas más rápidamente,
restando así tiempo al ámbito laboral y facilitando más tiempo para otros aspectos de
la vida (la familia, el ocio, el propio cuidado, el asociacionismo…). Es en este
contexto, ya en los años 90, cuando se empieza a hablar del teletrabajo como una
posible solución para una mejor articulación del tiempo de trabajo remunerado y el
resto de los tiempos de la vida cotidiana (Pérez y Gálvez, 2009, p.62).
El conflicto trabajo familia, Jiménez y León (2010) lo señalan como uno de los riesgos
psicosociales que más atención está recibiendo en los últimos años, esto se debe a que
resultados de estudios muestran que existe relación estadísticamente significativa entre la
facilitación familia-trabajo y las intenciones de abandonar la organización (Aguirre y
Martínez, 2006), motivo por el cual los interesados en gestión humana se han enfocado en el
estudio y evaluación de dicho riesgo a fin de brindar una conciliación entre trabajo y familia,
y existe evidencia anecdótica de que los programas de trabajo y familia aumentan la lealtad
y el compromiso con la empresa, reducen el absentismo y la rotación, reducen el conflicto
entre el trabajo y la familia y, como resultado, aumentan la productividad (Thompson,1999).
Entendiendo que una persona trabaja en promedio como lo resalta Estrada, Gutiérrez
y Lagos (2016) en promedio un tercio del día, sin considerar horas extras, y los otros dos
tercios los trabajadores lo dedican a su vida familiar o personal, estas esferas posee relaciones
estrechas y muchas veces conflictivas, debido a la influencia que puede ejercer el ámbito
laboral en la vida personal o familiar y viceversa además que un mundo como el actual en
que el mercado se mueve velozmente le exige al trabajador esforzarse para cumplir con las
metas organizacionales establecidas, lo cual puede desencadenar en un riesgo psicosocial
mencionado.
Guerrero (2003) señala que el conflicto trabajo-familia se explica por tres
dimensiones: conflicto inter-rol, que surge cuando el comportamiento de un rol impide el
desarrollo del otro, es decir que el rol familiar es incompatible con el laboral; un ejemplo
puede ser cuando la jornada laboral se extiende cruzándose lo laboral a lo familiar; el
conflicto inter-rol se refleja en el que los comportamientos a realizar en un determinado rol
laboral son incompatibles con expectativas propias del rol familiar o viceversa. Otra
dimensión explica el conflicto del trabajo-familia como una acumulación de roles, contraria
a las otras dimensiones, se define como el ejercicio de múltiples roles, permitiendo mayor
interacción social y desarrollo personal. La tercera dimensión se refiere a la sobrecarga de
rol, es decir, cuando tanto el rol laboral como el familiar poseen las mismas y exigencias
haciendo que se compita por los recursos personales, éste tiene que ver con las limitadas
energías con que se cuenta para cumplir con el rol, un ejemplo puede ser cuando la carga
laboral fue tanta en la jornada laboral que el trabajador solo desea llegar a descansar y no
comparte tiempo con su familia. El ámbito familiar como laboral requieren, para el ejercicio
de roles, dos aspectos vitales: tiempo y energía, por lo tanto, las exigencias de uno y otro
pueden afectar negativamente la persona, cuando las demandas de uno no sean compatibles
con las del otro; este aspecto hace que se entre en contradicción y que se haga difícil
responder de la misma manera al trabajo como a la familia.
En este orden de ideas, el análisis del conflicto trabajo-familia se puede concluir que
puede derivar de la teoría de roles; debido a que el desempeño del rol surge como reflejo de
las exigencias que las expectativas de “los otros” ejercen sobre la posición de cada individuo
(García, 2015) estás expectativas de un rol harán que el desempeño en otro rol se dificulte y
que, de esta manera, la persona experimente un conflicto (Montenegro, 2007), Gómez y
Álvarez (2011) hace uso de un ejemplo de esto, corresponde al estudio de estrés
organizacional en Michigan, realizado por Kahn en 1964; el estudio muestra que cuando un
rol se sobrepone a otro, se obtienen efectos negativos sobre el bienestar de las personas, esto
se debe a que hay una relación entre la calidad de vida laboral y el conflicto trabajo familia.
Está relación se da debido a que el trabajo es visto hoy en día según Estrada, Guti érrez y
Lagos (2016) como una fuente de salud, pues mediante éste que las personas pueden acceder
a un salario, actividad física y mental, contacto social, desarrollo de una actividad con
sentido, producción de bienes y servicios necesarios para el bienestar de otros individuos y
grupos, sin embargo, puede llegar a presentar riesgos psicosociales si no hay una conciliación
con las exigencias de laboral con las exigencias del hogar.
La calidad de vida laboral, por tanto, es el sentimiento de bienestar que se deriva del
equilibrio que el individuo percibe entre las demandas o cargas de la profesión y los recursos
psicológicos, organizacionales y relacionales de que dispone para afrontar estas demandas, y
la familia es un ámbito crucial que se debe conciliar con el trabajo, como base del equilibrio
y ajuste psicológico del individuo. Sin embargo, esta calidad de vida puede ser desigual entre
hombres y mujeres debido a la sobrecarga física y emocional que presentan las mujeres por
el constructo de género asociado, al igual que variables sociodemográficas como pareja con
convivencia y presencia de hijos, influyen en la dimensión carga de trabajo (Estrada,
Gutiérrez y Lagos, 2016), dentro de este constructo de género asociado Grandey y
Cropanzano (1999) que la expectativa que la sociedad deposita de que las mujeres cuiden de
la familia puede ocasionar que las demandas familiares interfiera con el trabajo más que para
los hombres. Sin embargo, a pesar de la influencia de ideas tradicionales, la sociedad no
reducirá ninguna expectativa sobre el compromiso laboral de los hombres, incluso si ellos
contribuyeran mucho más al trabajo doméstico, por lo cual los hombres también están
propensos a manifestar un conflicto entre el trabajo y la familia (Zhang y Liu, 2011).
Esta diferencia de género puede verse en igual condición con relación a los factores
de riesgo psicosocial, puesto que tanto hombres como mujeres pueden estar expuestos a sufrir
lesiones por la carga mental a la que son sometidos/as durante su jornada laboral, sin dejar
de lado las situaciones extralaborales que son parte de la vida de cada individuo, sin embargo
en el ámbito extralaboral es que se evidencia algunas diferencias puesto que las mujeres
deben ejercer la doble jornada laboral, entendido éste como el salir de su hogar para unirse a
la fuerza laboral y mejorar sus condiciones de vida y las de su familia; o el abrirse a nuevas
oportunidades de trabajo y estudio pero sin desligarse de sus labores domésticas ni de sus
responsabilidades con respecto al cuido, crianza, protección y sustento de su familia. De ahí
que muchas mujeres afirman tener un recargo de actividades que generan en ellas estrés,
fatiga y agotamiento. En el caso de los hombres, el trabajo puede ser desgastante pues este
género se interesa más en los resultados, la consecución de objetivos, el poder, la
competitividad, la lógica, la eficacia en todo lo que realizan; además de lidiar con la
preocupación de que siempre haya sustento para su hogar, aunque sus esposas trabajen de
forma remunerada fuera del hogar; también les preocupan algunas situaciones sociales
propias de estos tiempos, como son las drogas, los asaltos, la delincuencia en general que
afecten a sus hijos e hijas (Charpentier, 2009).
Algunos estudios en este sentido han demostrado que los mejores predictores del
conflicto trabajo-familia son las demandas laborales y la sobrecarga, y el conflicto de rol se
asocian de forma positiva también con el conflicto trabajo-familia (Sanz-Vergel, 2013), esto
se debe a que la sobrecarga laboral es un estresor significativo asociado a una variedad de
reacciones de deterioro psicológico, incluyendo el síndrome de quemarse en el trabajo
(Jiménez y Toledo, 2018), dicho estresor se manifiesta en estudios de identificación de los
factores de riesgo psicosocial en los cuales lo más frecuente en la relación conflicto trabajo–
familia, se evidencia que las condiciones laborales indican sobrecarga laboral y condiciones
estresantes (Caballero, 2017). Ya que las personas que ocupan puestos de trabajo en los
cuales perciben que su carga de trabajo es más de lo que pueden manejar, suelen experimentar
emociones negativas, fatiga y tensión, y estos sentimientos tendrían efectos positivos en el
conflicto trabajo-familia (Ahmad, 2008). Así mismo otras investigaciones sobre este tema
sugiere que la tensión entre los roles familiares y laborales puede convertirse por tanto en
una fuente de estrés, demostrando cómo los trabajadores expuestos a agentes estresantes se
convierten en un costo para la organización en términos de lesiones, ineficiencia y reducción
de la productividad (Colombo y Ghislieri, 2008).
Es importante tener presente que las investigaciones para brindar a profundidad a este
problema “sugieren la existencia de tres tipos de conflicto trabajo/ vida o trabajo/familia:
conflicto debido al tiempo; conflicto basado debido al estrés; y conflicto debido al
comportamiento de rol” (Gastañares, 2008, p. 21). La mayor parte de las investigaciones
están enfocadas a la investigación del conflicto debido al tiempo de trabajo visto como
jornada laboral, por esto en el presente artículo se esbozó brevemente a lo largo del texto el
conflicto debido al comportamiento del rol y se profundizó en conflicto basado debido al
estrés causado por sobrecarga laboral.
El estrés laboral es un fenómeno frecuente, que aumenta debido a que tenemos que
enfrentarnos constantemente a nuevos retos o desafíos en nuestra vida profesional y personal;
a continuación, se pretende describir diferentes conceptos de estrés que han aportado en la
literatura de diversas investigaciones. Iniciamos con la definición de Cárdenas (2015),
manifiesta que “el estrés laboral y familiar es un grave peligro para la salud pudiendo generar
diversos síntomas importantes que van a deteriorar la salud física y mental de las personas y
van a influir negativamente en las condiciones de vida de las mismas” (p.1).
Adicional se encontró, que, “el número de roles que debe cumplir una misma persona
tiende a ser una fuente de estrés, especialmente cuando las expectativas en uno de ellos
obstaculizan el cumplimiento de las expectativas en otros. En este sentido, el rol laboral y la
falta de equilibrio o no conciliación en la relación trabajo-vida personal ha mostrado ser una
fuente de estrés para los trabajadores” (Lemos et al, 2019, p. 62).
Según Posada (2011), define “el estrés como un proceso sostenido en el tiempo y en
donde de manera regular un individuo percibe desbalance entre las exigencias de una
situación y los recursos con que él cuenta para hacer frente a dicha situación” (p.68). El estrés
está relacionado con el trabajo, debido a que su reacción aparece cuando los trabajadores
confrontan las exigencias laborales, y aumenta un poco más, cuando la exigencia es superior
al nivel de responsabilidad de la persona y lo retan a hacerse cargo de esta situación, entonces
se presenta situaciones en las que el sujeto responde con respuestas fisiológicas como
aumento del ritmo cardiaco o de la presión arterial, hiperventilación así como como secreción
de las hormonas del estrés (adrenalina y cortisol), respuestas emocionales como sentirse
nervioso o irritado, respuestas cognitivas como disminución en la atención y percepción, falta
de memoria y reacciones conductuales como agresividad, impulsividad, etc. Cuando esto
ocurre es porque la persona puede estar preocupada, tensa y se vuelve menos eficiente.
Existen labores que pueden conllevar con facilidad a un conflicto trabajo- familia y
familia-trabajo, puesto que las personas se ven con la obligación de cumplir
satisfactoriamente con la responsabilidad de ambos roles, por lo tanto, se comprende de los
textos que han sido citados en el desarrollo de este bloque, que, ambos roles se encuentran
relacionados con el cansancio emocional y con la necesidad de sacrificar otros aspectos que
suelen ser importantes para las personas.
Se evidenció además que algunos artículos mencionan el impacto que el estrés tiene
con el bienestar físico y mental, así como impacta en el rendimiento laboral, aunque los
episodios de estrés pueden afectar de múltiples formas a las personas y se evidencia cuando
presentan síntomas como por ejemplo, ansiedad, apatía, depresión, fatiga, frustración,
irritabilidad, baja autoestima, tensión y nerviosismo, entre otros(; también se han reportado
alteraciones cognitivas, como la falta de concentración, irritabilidad y percepción de
descontrol; estos cambios afectan la salud de la persona y lo predisponen aún más a que
padezca altos niveles de estrés.
Para concluir se encontraron hallazgos puntuales en los cuales se demuestra que los
síntomas que menos influyen en los factores para sufrir un nivel alto de estrés, son por
ejemplo dolores de espalda y algunas enfermedades respiratorias; “También hay que destacar
que, aunque estas probabilidades de sufrir estrés para estas variables no sean altas, no quiere
decir que afecten negativamente a otros aspectos de la vida laboral y familiar” (Cárdenas,
2015, p.12).
En otras investigaciones se menciona que aún no se tiene precisión sobre cuál género
puede ser más susceptible al estrés, pero describen que si hay diferencias en los aspectos
generadores de estrés de los hombres de las mujeres. “En la universidad Porto consideraron
que en mujeres como factor estresante externo, está el hecho de cumplir un rol del hogar en
paralelo de actividades laborales, en cambio, los hombres presentan más estrés por la
organización y el reconocimiento laboral” (Mejía et al, 2019, p. 209).
Es importante conocer el origen de este concepto por ello, Morris y Feldman (1996)
definen trabajo emocional como “el esfuerzo, la planificación y el control necesarios para
expresar las emociones deseables durante las transacciones interpersonales” (p. 988).
Hochschild citada por Ramos y Moliner (2014), describe también que el bienestar de
los trabajadores puede sufrir un deterioro como consecuencia de lo demandado por la
organización de fingir sus emociones y en ocasiones ajustando su experiencia emocional a
una serie de pautas y normas. Además de la relación entre el trabajo emocional y el bienestar
de los individuos, indica que existen otras razones que justifican su estudio. El trabajo
emocional predomina en sectores como el de los servicios y actividades como el
telemarketing, es precisamente en las organizaciones que operan en esos ámbitos en las que
se ha generalizado una “cultura del cliente” (Gay y Salaman 1992, p.132) y en las que el
trabajo emocional es considerado un elemento decisivo para la calidad del servicio y para
obtener ventaja competitiva.
Marx citado por López, González y Blandón (2018), expone la diferencia entre los
términos: control de emociones, el cual define como aquel control que las personas ejercen
voluntariamente sobre sus emociones para sentirse bien consigo mismo o con los demás y el
trabajo emocional es controlar las emociones que se están sintiendo, sean positivas o
negativas para reflejar una conducta requerida en una situación determinada.
Así también Gracia, Ramos y Moliner (2014), exponen que dentro del desempeño
laboral existe la actuación superficial que comprende la regulación de expresiones y hace
referencia al esfuerzo de expresar una emoción sin sentirla. Por su parte, la actuación
profunda comprende la regulación de emociones e implica modificar incluso pensamientos
para cambiar los estados emocionales (p.1520).
Martínez (2001), define el trabajo emocional como: “la acción de expresarla emoción
apropiada, entendiendo por apropiada aquella que prescriben las normas de expresión” (p.
132). En la definición del trabajo emocional y de sus normas los autores se centran
exclusivamente en los aspectos observables de la emoción, es decir, en la expresión. Para los
autores la alteración de la expresión emocional es una condición suficiente pero no necesaria
para que se dé el trabajo emocional. Además, consideran que es la expresión, no la
experiencia, lo que se puede observar directamente, lo que afecta realmente a la calidad del
servicio y lo que exige las normas emocionales.
En este sentido Herbert Freudenberger (1974), acuñó por primera vez el término
burnout, para referirse a la respuesta del organismo antes la presencia prolongada de los
factores estresantes emocionales e interpersonales que se presentan en el trabajo, que
incluyen fatiga crónica, ineficacia y negación de lo ocurrido (Mukiur, 2012), también
Perlman y Hartman después de encontrar cuarenta y ocho definiciones de término burnout
formularon una nueva definición que consideraron como la respuesta emocional al estrés
crónica que conlleva entre otros componentes el agotamiento emocional; baja productividad
en el trabajo, y una despersonalización excesiva, y en respuesta a lo que significa el primer
y último componente Mukiur (2012) manifiesta que el agotamiento emocional se refiere a
los sentimientos de no poder dar más de sí a nivel emocional y a una disminución de los
propios recursos emocionales y la despersonalización se refiere a una respuesta de distancia
negativa, sentimientos y conductas cínicas respecto a otras personas, que son normalmente
los usuarios del servicio o del cuidado.
Teniendo en cuenta lo anterior y que los cargos en que la interacción con otras
personas requiere que el trabajador tenga la obligación de expresar emociones deseadas
implica no solamente el cansancio psicológico o físico sino también un proceso de regulación
de las emociones que tienden a generar el burnout (Mukiur, 2012), puesto que el hecho de
expresar o demostrar las emociones no sentidas y la supresión o inhibición de las emociones
sentidas porque no son deseadas por la organización (disonancia emocional) conduce como
se viene argumentando al desgaste emocional o síndrome de burnout (Mukiur, 2012).
Por esto el Trabajo Emocional puede producir principalmente dos consecuencias que
son el desgaste profesional, o la satisfacción y el engagement, que teniendo en cuenta que es
el mismo tiempo el papel que se desempeña en estos cargos de interacción con el otro las
variables moderadoras como la autonomía del puesto, la cultura y la estrategia que la
organización pone en marcha para alcanzar sus objetivos, y evitar que se presenten
disonancias emocionales o desgaste ocupacional (Mukiur, 2012).
Teniendo en cuenta que el mundo del trabajo es una parte esencial del ser humano
que influye en su salud y en su calidad de vida, tanto de forma positiva como negativa
(Gómez, 2010) y que al igual que otro tipo de demandas del trabajo, las demandas
emocionales, suponen la gestión de las emociones y el aprendizaje de competencias
emocionales por parte de los trabajadores, como elementos que podrían minimizar los efectos
negativos sobre la salud (Gómez, 2010) es importante que bajo la perspectiva de los factores
de riesgo psicosocial de que uno de los focos de interés ha sido comprender y relevar la
importancia y consecuencias de las nuevas demandas emocionales que supone el trabajo de
servicios y que el “trabajo emocional” expone a quien lo desempeña al riesgo de
experimentar disonancia emocional entre la emoción vivenciada y aquella que debe mostrar
(Ansoleaga y Toro, 2014) debido al hecho de tener que gestionar sus estados de ánimo y
producir las emociones correctas para interactuar con el usuario, se impone al trabajador
como una carga adicional a las demandas cognitivas y comportamentales, se hace necesario
pesarse en un constructo de regulación emocional en el trabajo.
Es por esto que los estudios de regulación emocional en el trabajo han crecido de
manera constante y sostenida, debido a que existe una vinculación entre la satisfacción
laboral y la regulación emocional. El constructo de regulación emocional entonces hace
referencia al conjunto de procesos, mediante los cuales los sujetos ejercen influencia sobre
las emociones que experimenta y el modo como las expresa, por tanto, la satisfacción laboral
desempeña el rol mediador entre los recursos psicológicos y las estrategias de regulación
emocional implementadas por los trabajadores (Salessi y Omar, 2017).
En este sentido los estados emocionales positivos según la teoría incrementan los
recursos psicológicos y amplifica las posibilidades de atención, cognición y acción,
traduciéndose en un espiral ascendente de emocionalidad positiva, la satisfacción se asocia
intrínsecamente al estado emocional placentero, por lo tanto, el componente afectivo que la
satisfacción conlleva potenciar los recursos psicológicos (Salessi y Omar, 2017).
Esto quiere decir que la satisfacción laboral actúa como un rol mediador entre los
recursos psicológicos y las estrategias de regulación emocional, y de acuerdo a los resultados
de investigación de Salessi y Omar (2017) es posible “aseverar que la satisfacción actúa como
mecanismo explicativo subyacente a las relaciones entre el CapPsi y las estrategias de
regulación emocional siendo, precisamente, la satisfacción (o insatisfacción) la principal
promotora de actuaciones profundas o superficiales, respectivamente” (p. 95).
Se encontró en algunos de los estudios sobre el tema, una investigación sobre los
aspectos laborales de las azafatas de vuelo, observando que su principal tarea era el
trato con el cliente y que en esta interacción era fundamental expresar emociones que
en ocasiones no se sienten realmente. Aunque la definición de Hochschild se refiere
específicamente a aspectos observables públicamente, el autor considera los procesos
internos que conllevan. Por otro lado, también supone que el comportamiento
emocional en ocasiones aparece esporádicamente y de forma natural, pero otras veces
puede ser forzado para adecuarse al rol y a las expectativas que la organización tiene
respecto a un puesto concreto (Gracia, Martínez y Salanova, 2000, p.2).
Por otra parte se encuentra cuáles son los efectos del trabajo emocional sobre la
persona y sobre la organización, una de las consecuencias a las que se asocia generalmente
el Trabajo emocional es al síndrome de burnout o síndrome de "quemarse por el trabajo",
sobre todo con las dos dimensiones consideradas corazón del burnout (agotamiento
emocional y distancia mental -despersonalización y cinismo) ya que el agotamiento
emocional se refiere a cierto desgaste en este sentido y la despersonalización supone actitudes
frías y distantes hacia las personas receptoras del trabajo o con las que el trabajador interactúa
en el trabajo (Gracia, Martínez y Salanova, 2000).
Por otra parte, los trabajos revisados, se encontró que son escasas las investigaciones
realizadas sobre el trabajo emocional, y en las pocas investigaciones realizadas se encontró
un trabajo común y es la elaboración de cuestionarios, “el TÉ es considerado como una forma
operativa de evaluar una de las posibles formulaciones teóricas”(Moreno, Gálvez, Rodríguez,
Garrosa, 2009, p.65), esto se realiza por medio de análisis de pruebas psicométricas:
homogeneidad y capacidad de discriminación de los ítems, validez de constructo (mediante
análisis factorial exploratorio y consistencia interna) así como la validez de criterio (mediante
el estudio de su relación con el desgaste profesional).
Por esto se concluye que el trabajo emocional es asumido como parte del propio rol
de la labor, y esto trae consigo una obligación a exponer emociones positivas y a controlar
las negativas, está relacionado con la percepción que el profesional desea demostrar a los
demás profesionales. Además, sucede con el mecanismo de requerimientos emocionales del
puesto y su relación positiva con la eficacia profesional, de la manera en cómo conoce y les
da sentido a los aspectos emocionales de este mismo.
Las modalidades de trabajo a remoto han tomado mayor fuerza a raíz de la emergencia
de salud pública que se vive actualmente a nivel mundial, por la pandemia del COVID-19,
la cual ha generado un gran impacto en la economía de las empresas , ya que, debido al cese
en operaciones en los distintos sectores económicos, las empresas se han visto obligadas
reinventarse en sus procesos, migrar al mundo digital y a las modalidades de trabajo a
distancia, lo que ha significado transformación y una adaptabilidad al cambio en la manera
de trabajo parte de las empresas y de los trabajadores, para estos últimos además un reto en
su vida personal, pues la situación ha generado que se recupere el concepto de familia,
convivir, aprender a respetar espacios, pues la mayor parte del tiempo los integrantes de la
familia se encuentran cumpliendo con sus responsabilidades fuera de casa y llegan a dormir
y se repite la rutina, llegando al punto de vivir más tiempo en el trabajo que en el hogar,
perdiendo en muchas ocasiones la comunicación y el verdadero significado de familia. Para
las personas indiscutiblemente este cambio repentino en la manera de trabajar ha
representado grandes ventajas y beneficios como el no tener que soportar el caos de tráficos,
las horas que representa en desplazamiento hasta el lugar de trabajo y el desgaste que esto
representa, las personas que tienen hijos pueden tener un mayor acompañamiento con ellos,
pero así también se encuentran grandes desventajas, cómo los problemas intrafamiliares, las
empresas han tomado medidas en las condiciones laborales como disminución de sueldos,
despidos, lo que genera cargas emocionales, por estos factores y por el encierro y la
sobrecarga no solo de funciones laborales, ya que las jornadas laborales se hacen más
extensas porque se pierde el control de las horas y se terminan laborando más de lo
establecido, al no tener la obligación de ir a casa porque ya se está en ella, en ocasiones los
jefes, compañeros, clientes, no respetan las horas de desconexión laboral, el rol familiar se
complica al tener que dedicar tiempo en las tareas y necesidades de los hijos, mascotas y
otros familiares, en reuniones se vuelve tedioso manejar la situación con el ruido de las demás
personas que conviven.
Mejía (2020), indica que el teletrabajo ha sido uno de los grandes ganadores de la
pandemia, pero trae consigo una serie de costos, dentro de los más evidentes es la posible
carga laboral, pues indica que “los hogares están diseñados para vivir, no para
trabajar”(párr.4), Pues las empresas invierten mucho dinero en espacio que maximicen las
productividades de los trabajadores, pero muy pocas personas cuentan en sus casas con
espacios adecuados y esto representa que las labores realizadas en teletrabajo sean más
pesadas. Otro de los costos que menciona Mejía, es el capital social de las personas, pues
como bien sabemos los seres humanos somos seres sociables por naturaleza y las empresas
son escenarios únicos donde se crean lazos sociales, los cuales son fundamentales para el
crecimiento profesional de las personas y el teletrabajo impide la formación de estos lazos,
limitando las oportunidades que nacen a partir de estos relacionamientos como ascensos,
creatividad, conseguir mejores oportunidades laborales, pues siempre se va a estar
relacionando con personas con condiciones, pensamientos y comportamientos similares,
evitando que se explote la riqueza que se encuentra en la diversidad, lo que probablemente
influya en que la sociedad se vuelva menos empática y más polarizada, ya que al limitar el
relacionamiento, será más difícil entender porque otros piensan y sienten diferente.
“Todas estas exigencias combinadas pueden hacer que la persona que deba realizar
teletrabajo manifieste problemas físicos (dolores o lesiones músculo-esqueléticas) y mentales
(estrés, ansiedad, irritabilidad), entre otros” (Humanos, 2020, p. 1) por lo cual está situación
de emergencia también se ha significado un desafío para la gerencia en seguridad y salud en
el trabajo, ya que deben de movilizar sus esfuerzos hacia la gestión de nuevos peligros y
riesgos mediante la actualización de su matriz de riesgo identificando como el nuevo modelo
de trabajo puede generar otro tipo de exposición de riesgos al estar en casa (Henao,
Hernández y Rodríguez, 2020).
Cabe resaltar, que las nuevas opciones de las empresas, las hacer caracterizar por
poseer estructuras flexibles, por tener que redefinir los procesos que ya tenías establecidos y
dar una nueva orientación, en muchas organizaciones la virtualidad se comienza a ver como
un tema a favor aparentando ser muy modernas y ser sostenibles basadas en la tecnología, al
respecto, Lucanera citada en García, Wilmer Rafael (2013), “considera que las estrategias de
las empresas han evolucionado en búsqueda de la competitividad internacional de una
manera importante. La competitividad tradicional de las empresas se basa en la tecnología y
el mercado juega un rol central para asegurar a los participantes el acceso a los diferentes
recursos. Aquí, el éxito se mide por los resultados de los más eficientes” (p.92).
Además de los hallazgos que se encontraron de la implementación del teletrabajo se
encontró que se pretende seguir utilizando esta modalidad en diferentes empresas o en
diferentes situaciones que se presentan cotidianamente en las organizaciones. Debido a que
las empresas tuvieron que cambiar sus métodos de trabajo con una parte de su personal, en
especial el administrativo, esto permitió que la empresa desarrollará nuevas habilidades de
afrontamiento de trabajo. Por esto surgen nuevas hipótesis como extender la licencia de
maternidad, haciendo uso del teletrabajo, el teletrabajo, definido en el artículo 2 de la Ley
1221 de 2008 como una “forma de organización laboral, que consiste en el desempeño de
actividades remuneradas o prestación de servicios a terceros utilizando como soporte las
tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para el contacto entre el trabajador y
la empresa, sin requerirse la presencia física del trabajador en un sitio específico de trabajo”.
(Martínez, Betty, Cote, Dueñas, Zulma, Camacho, Adriana 2017, p.5)., Esta opción es
contemplada para suplir la necesidad de extender la licencia, sin necesidad de aumentar
costos, sin dejar al trabajador sin remuneración.
Debido a que en interés principal de este texto es descubrir si existe o hay un impacto
entre trabajo-familia, se encontró que:
Greenhaus y Beutell (1985) citados por Martínez, Betty, Cote, Óscar, Dueñas, Zulma,
Camacho, Adriana, definen este tipo de conflicto como “una forma de conflicto entre
roles en el cual las presiones de los roles del trabajo y la familia son mutuamente
incompatibles en algún aspecto. Esto es, que la participación en el rol laboral/familiar
se hace difícil por razón de la participación del rol familiar/laboral. Este tipo de
conflictos genera dificultades en el rendimiento laboral, abstencionismo, reducciones
en la moral y se ha propuesto una correlación entre el teletrabajo y el desarrollo de
problemas mentales y físicos para el trabajador derivados principalmente del estrés y
el trabajo con TIC” (p. 8).
Por dicha sustentación se encontró que, si existe algún grado de impacto entre la
familia y el trabajo, y en la actualidad con la implementación del teletrabajo, posiblemente
se haya incrementado el conflicto que existe entre ambas partes, siendo esto consecuencia
por el estrés, puesto que el colaborador ya no solo debe cumplir con su rol dentro de la
familia, sino que debe cargar con los aspectos físicos y laborales, esto como conclusión de
algunas investigaciones, pero se han encontrado otras en las que sustentan que los problemas
que se dan en la familia no están directamente relacionados con la implementación del
teletrabajo o con la carga laboral, sino que están relacionados con los conflictos ya existentes
dentro de la familia de forma general, como son las dificultades de pareja, relación con los
hijos o desempeño laboral.
CONCLUSIONES
Es de anotar, que las emociones son realmente importantes para las personas, porque
están directamente relacionadas con el desempeño laboral y las relaciones familiares, es por
esto que se resalta la intención que tienen las organizaciones al crear estrategias para lograr
equilibrio entre la carga familiar y laboral, con el fin de lograr que las personas no sientan
que es una carga tener que responder en estos dos ámbitos par que puedan estar saludables,
tener bienestar y ser productivos. Por el contrario, que sientan que los dos ámbitos se
compensan y se perciben como aspectos positivos y que permiten amortiguar la carga que
genera la una con la otra.
Además, otro aspecto que se descubrió, y que es una posible razón para que se genere
conflicto entre el trabajo y familia, es que las organizaciones confunden la racionalidad con
la carencia de emoción, puesto que la sensación de emociones y sentimientos, son de gran
influencia e impacto en el funcionamiento óptimo de las ejecuciones de labores y cargos.
Otra variable a tener en cuenta es que la satisfacción laboral actúa como fuente de un
rol mediador entre los recursos que posee la persona, tales como la regulación emocional y
la actitud frente a las relaciones familiares y personales. Por esta razón, es significativo
mencionar que en la actualidad las organizaciones se encargan de implementar diferentes
estrategias con el objetivo de disminuir las cargas laborales, los conflictos familiares,
personales, esto con el fin de transformar a sus procesos y poder recolectar incluso
trabajadores con altos nivel de productividad, algunas de las estrategias que sirven de aliadas
es la implementación del trabajo remoto, esto es positivo para las organizaciones que tienen
cargos que puedan condicionarse a esta modalidad, de esta forma se garantiza una integración
entre lo laboral, familiar y personal, pero en el caso de las personas que no pueden
condicionarse a esta metodología, y deben hacer trabajo físico y presencial, se debe mejorar
aspectos como condiciones y beneficios laborales para equilibrar los ámbitos mencionados,
cabe que aclarar que aunque se haga trabajo presencial o remoto, se deben mejorar las
condiciones para todos los colaboradores; estas alternativas resultan ser eficientes para
optimizar algunos procesos organizacionales, pero contraproducentes, puesto que las
personas, comienzan a sentir la sobrecarga, debido a que comienzan a tener jornadas
laborales más extensas debido a que se pierde el control de las horas y laboran más de lo que
se tiene establecido, y como el colaborador ya está en la casa, los jefes o compañeros no se
acomodan a las horas fuera de lo laboral.
Para concluir, es relevante mencionar que el apoyo social es importantes y radica en
la percepción de la persona e interfiere en su relación, esto indica la calidad de vida de los
sujetos; el estrés laboral es unos de los mayores problemas a los que se enfrenta el mundo,
casi un 35% de la población lo padece, y de forma específica se encontró en entre un 50% y
60% de las bajas laborales están relacionadas con el mismo, esto es un aspecto importante
para prestarle atención y crear estrategias que permitan disminuir, puesto que si se sigue
dejando avanzar va a repercutir en los costos, de esta forma traerá sufrimiento humano y
perjuicios económicos.
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