Qué Sentido Tiene La Recuperación Del Pasado Visigodo en Los Debates Eclesiales Del S XVIII

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¿Qué sentido tiene la recuperación del pasado visigodo en los debates eclesiales del s

XVIII?

 En el siglo XVIII cristaliza en España el ideal de una Iglesia nacional inspirada en el


galicanismo  no obstante, hay que tener en cuenta dos elementos exclusivos de la
tradición hispana

— la memoria de la Iglesia visigótica  que actuaría como justificación histórica


— que ya en el siglo XVII se había asistido a distintas desavenencias con Roma

 Fue con los novatores con quienes surgió una actitud ensalzadora del pasado
cultural y eclesiástico hispano y la Bibliotheca Hispana de Nicolás Antonio es un buen
ejemplo  y, desde el punto de vista eclesiástico la Collectio maxima conciliorum
Hispaniae et Novi Orbis del cardenal Sáenz de Aguirre va también en esa línea

 El regalismo hispano había surgido con las quejas de las Cortes contra el centralismo
y los abusos de la curia romana  a las que se sumó la influencia galicana que irá
aumentando a lo largo del siglo debido, tanto a las circunstancias políticas como a
las distintas lecturas de los intelectuales

 En 1709 comienzan una serie de tensiones con Roma que darán alas a esta idea de
Iglesia nacional y a la exaltación del monarca, como consecuencia de las cuales,
polemistas y políticos buscaron argumentos a favor de sus criterios  y fue en la
tradición visigoda donde encontraron motivos para la justificación de una Iglesia
nacional que no rompiera con la ortodoxia y la obediencia a Roma

 Es en esa época cuando Francisco de Solís escribirá su Dictamen en línea


episcopalista frente a las injerencias romanas  el episcopalismo partía del supuesto
de que el obispo recibía la potestad de jurisdicción, iure divino, desde el momento
de la consagración, una potestad que había disminuido como consecuencia de las
reservas de Roma

 Frente al centralismo romano, el remedio sólo podía venir de la autoridad soberana


del monarca, dirá Solís  el rey podría consultar a personalidades sabias, convocar
una junta de eclesiásticos y ministros en pro del bien común y, sobre todo, convocar
un concilio nacional a imagen de los de Toledo

 La Iglesia visigoda se convierte, pues, en el modelo a seguir, también para los


antirregalistas  Luis Belluga, obispo de Murcia, señalará que la época de mayor
esplendor de los reyes coincidió con la obediencia y sumisión a Roma (Recaredo),
mientras que la segunda etapa (desde Witiza) se caracterizará por la decadencia

 El tono general es el de la defensa de la ortodoxia visigoda, precisando su


autonomía disciplinar respecto a Roma  y durante el reinado de Fernando VI se crea

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una Comisión de Archivos, para mejor conocimiento de la historia eclesiástica
justificación del Patronato Universal y de una Iglesia nacional

 La idea de Iglesia nacional explica la unidad de los planteamientos regalistas y el


episcopalismo iure divino permite concebir medios unificadores que veían en el
obispo el derecho de convocar concilios y su potestad para controlar a los religiosos
sin recurrir a Roma  si bien conviene precisar que hubo obispos que defendiendo la
jurisdicción episcopal rechazaban la intromisión de la autoridad política

 De ahí que pueda decirse que la postura favorable a la convocatoria de concilios por
parte de los obispos no siempre fue bien vista por los ministros  como tampoco lo
era por parte de Roma, que temía un excesivo poder episcopal

 No hay duda de que la Iglesia visigoda episcopalista-conciliarista era considerada


por los regalistas (Mayans o Campomanes) como el punto de origen del Patronato
Regio sobre la Iglesia española  y la continuidad durante la llamada “Reconquista”
venía a legitimar la actitud de los Borbones en el siglo XVIII

 Para el monarca y sus ministros, no obstante, los hechos del pasado eran solo un
argumento para llevar a cabo un proyecto de Iglesia Nacional  y, en ese sentido, la
actividad gubernamental se centró en una serie de objetivos concretos

 El primer medio de control de la Iglesia era la elección de obispos, considerada una


regalía del monarca y justificada en el Concilio XII de Toledo  y, dado que el Concilio
Ecuménico de Nicea establecía que la elección fuera hecha por el clero y el pueblo,
los regalistas entendían que el monarca representaba al pueblo

 La regalía quedó consolidada en el Concordato de 1753, ampliada con el control de


la práctica totalidad de los beneficios de la Península Ibérica y América 
aumentando así el poder del rey, en consonancia también con las nuevas corrientes
ideológicas europeas de Fleury, Bossuet, Van Espen, Febronio o Pereira

 Otro punto esencial en ese control de la Iglesia fue la expulsión de los jesuitas  fue
una prueba de fuerza contra la orden con mayor grado de obediencia a la Santa
Sede, pero también un mensaje para las congregaciones, ya que el obispo tenía
jurisdicción directa sobre regulares y seculares, siendo, según los regalistas, una de
las razones de la decadencia de monjes y frailes su sujeción a Roma

 Desde esta línea política es posible entender las líneas gubernamentales de


actuación y el interés constante por disminuir las apelaciones a Roma  de ahí que,
tras el fallecimiento del pontífice, el Decreto de Urquijo de 1799, por el cual el rey,
Carlos IV, atribuía a los ordinarios españoles capacidad para conceder dispensas,
supuso la culminación de esta política

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