Relajacion Niños
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Relajacion Niños
RELAJACIÓN DE MANDÍBULA:
Imagina que tienes un enorme chicle en tu boca, es difícil de masticar, está muy
duro. Intenta morderlo, deja que los músculos de tu cuello te ayuden. Ahora
relájate, deja tu mandíbula floja, relajada, fíjate qué bien te sientes cuando
dejas tu mandíbula caer. Muy bien, vamos a masticar otro chicle, mastícalo
fuerte, intenta apretarlo. Muy bien, lo estás consiguiendo. Ahora descansa, deja
caer la mandíbula, es mucho mejor estar así, que estar peleando con ese
chicle. Intenta relajar tu cuerpo entero, quédate flojo, lo más flojo que puedas.
RELAJACIÓN DE ESTÓMAGO:
Imagina que estás tumbado sobre la hierba. Pero mira, viene un elefante. No
está mirando por dónde pisa, no te ha visto, va a poner un pie sobre tu barriga,
¡no te muevas! No tienes tiempo de escapar. Trata de poner la barriga dura,
aguanta así, espera, parece que el elefante se va por otra dirección. Relájate,
deja la barriga blandita y relajada. Así te sientes mucho mejor. ¡Oh! Por ahí
viene otra vez. ¿Estás preparado? Pon duro el estómago, como una roca. Si te
pida y tu barriga está dura no te va a hacer daño. OK, parece que nuevamente
se va. Puedes relajarte. Siente la diferencia que hay cuando pones dura la
barriga y cuando está blandita. No te lo creerás pero ahí viene otra vez y no
parece que vaya a cambiar de camino. Viene derecho hacia ti. Pon dura la
barriga, fuerte, lo tienes casi encima, va a poner una pata en tu barriga. Parece
que se va. Puedes relajarte completamente, estás seguro, todo está bien, te
sientes seguro, tranquilo y relajado.