0% encontró este documento útil (0 votos)
51 vistas91 páginas

Buena Botella - Haciendo Cerveza en Casa (Spanish Edition), La - Jan Colombini

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1/ 91

La buena botella

Haciendo cerveza en casa

Jan Colombini
Copyright © 2012
Todos los derechos reservados.

Copyright © por Jan Colombini2013

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede


ser reproducida de cualquier forma y por ningún medio, incluyendo
escaneo, fotocopia, u otros sin el consentimiento escrito previo del portador
de los derechos de copia.
La buena botella

Haciendo cerveza en casa


Tabla de contenido
Introducción
La historia de la cerveza
Tipos de cerveza: los dos tipos principales
Lagery ale
Ingredientes
La cerveza es beneficiosa para tu salud
Agua
Malta
Levadura
Lúpulo
Equipos
Absolutamente esencial
Muy útil
Lujos extra
Técnicas de preparación
Kit de cerveza
Extracto de malta
Preparación todo grano
Breve proceso de preparación
Fermentación
¡A preparar!
Sirviéndola
Temperatura
¿Necesitas vasos?
Pistas y consejos
Glosario
Conclusión
Introducción

Este libro es una guía de preparación de cerveza completa


paso a paso para principiantes. Se asume que no tienes
conocimiento previo, habilidades o equipos. ¡Harás un viaje de
descubrimientos a través de diferentes técnicas y argumentos para
elaborar la caña perfecta!
Después de leer este libro serás capaz de impresionar a tus
amigos con tus habilidades adquiridas como cervecero, mostrarles
el proceso completo de preparación, comentar los distintos estilos e
impresionarlos con el sabor de tu producto final: ¡una delicia
ambarina y fresca!

Aviso:
No nos hacemos responsables por los daños causados en la
relación con tu esposa/esposo/novio/novia por el tiempo que pases
preparando cerveza, en lugar de atender las necesidades de los
compañeros antes mencionados; o por el tiempo que pases ebrio
recostado en el sofá, ya que la cerveza que preparaste era
«simplemente demasiado buena para detenerse en la primera».
Los fondos gastados en ingredientes de cerveza/equipos de
preparación no serán reembolsados, incluso si se suponía que eran
«para la boda» y han dado como resultado que duermas
permanentemente en el sofá.
Las quejas recibidas de esposas/esposos/novios/novias con
respecto a que la casa literalmente huele como una fábrica de
cerveza serán completamente ignoradas e inmediatamente borradas
o quemadas.
Botellas que explotan, derrames de cerveza, cerveza de sabor
extraño y «un desastre pegajoso en la cocina» son peligros que
corre el cervecero casero y no se admite ninguna responsabilidad;
pero sí queremos hacer una de advertencia: preparar cerveza en
casa es altamente satisfactorio, una gran diversión y un tanto
adictivo.
¡Comprar este libro puede ser el catalizador que inicie un muy
largo y fructífero pasatiempo, que puede acompañarte durante
muchos de los años venideros!
La historia de la cerveza

La cerveza fue la primera bebida alcohólica conocida por la


civilización antigua. Los historiadores creen que la afición del
hombre por la cerveza (y otras bebidas alcohólicas) fue un factor en
el cambio evolutivo de una sociedad de cazadores y recolectores
nómadas, a una sociedad que se estableció para cultivar. Aunque es
imposible saber exactamente cómo comenzó a elaborarse la
cerveza, una cosa es segura: la cerveza ha estado aquí durante
muchos miles de años.

Antes del 1000 a. C.


Algunas jarras antiguas encontradas en lo que ahora es Irán
fueron examinadas por científicos expertos que demostraron que
contenían rastros evidentes de que habían servido como recipientes
para fermentar. Se determinó que estas jarras tenían más de 7000
años de antigüedad.
La cerveza (o más específicamente la ale) fue una parte vital
de la civilización en muchas culturas antiguas, que se remonta
incluso a las fechas de la temprana Babilonia (2300-1650 a. C.), e
incluso más lejos aún, como a la era egipcia (3100-330 a. C.).

Egipcios
La cerveza era muy importante para los egipcios, tanto que
crearon un jeroglífico específico para «preparador de cerveza» —
personaje normalmente tenido en muy alta estima dentro de la
población— y se exhibía en muchos de sus murales.
Los egipcios se reunían en una «casa de cerveza» al
anochecer (¡es divertido ver como algunas cosas nunca cambian!), y
cuando un egipcio adinerado iba a una taberna o a un banquete de
cerveza, no era raro que viajara con dos esclavos y una hamaca. Si
se emborrachaba mucho podía pasar su resaca durmiendo mientras
era cargado a casa. Era bebida tanto por jóvenes como ancianos,
ricos y pobres. Aunque era una bebida icónica para la gente pobre,
la realeza obtenía su cerveza preparada comercialmente y servida
en hermosas copas de oro.
La cultura egipcia le daba otros muchos usos a la cerveza, se
usaba por ejemplo tanto para curar enfermedades como para su
prevención. Existe un documento médico escrito en el segundo
período egipcio intermedio (fecha alrededor del 1600 a. C.) que
incluye cerca de setecientas prescripciones, de la cuales unas cien
contenían cerveza entre sus ingredientes. También era necesaria en
las provisiones de los entierros para el viaje al más allá.
Los egipcios solían preparar su pan con masa rica en levadura,
que también se usaba como el ingrediente principal para elaborar la
cerveza. El pan ligeramente cocinado se desmenuzaba y
posteriormente se colaba a través de un tamiz con agua. La cerveza
dulce se conseguía entonces usando miel o jengibre, y se
condimentaba después con dátiles u otras frutas, para ser
finalmente guardada en grandes potes de arcilla.

Babilonios
Sentían tanta pasión por su cerveza que un preparador
incompetente podía ser ahogado en su propia mezcla si no cumplía
con los estándares. Afortunadamente, la preparación en casa es
mucho menos peligrosa actualmente.
Los babilonios aprendieron a preparar veinte tipos diferentes
de cerveza. Todos eran bastante oscuros y opacos, ya que no
filtraban la cerveza, y como resultado el residuo era espeso y muy
amargo. Para que al consumir la cerveza este residuo no llegara a
sus bocas utilizaban pajitas.
Un rey babilonio decretó un conjunto de leyes, una de las
cuales otorgaba raciones diarias de cerveza a los individuos
basándose en su posición social. Los obreros básicos obtenían un
promedio de 50 litros viejos (poco menos de un litro actual) por mes,
un pastor obtenía 80 litros e incluso los bebés tenían su propia
ración de cerca de 10 litros por mes.
Los babilonios incluso usaban la cerveza como moneda. En
sus inicios, se pagaba a los trabajadores tanto con cerveza como
con moneda, incluso se aceptaba como pago para impuestos.

1000 a. C.-año 0
Griegos y romanos
Los egipcios enseñaron a los griegos el proceso de
preparación de la cerveza. Los griegos, siendo bebedores de vino,
no estaban muy impresionados. Sin embargo, la cultura siguió
adelante y finalmente los griegos enseñaron a la civilización romana
el proceso de preparación, que a su vez pasó los secretos a las
tempranas tribus anglosajonas. Los antiguos griegos y romanos sí
preparaban cerveza, pero para ellos, el vino era civilización y la
bebida de los dioses. Tanto es así que calificaron a todos los
bebedores de cerveza como bárbaros y gente «incivilizada».
Aunque siempre se consignaba en segundo lugar tras el vino,
la cerveza fue sin duda consumida dentro del Imperio romano. Los
romanos dedicaron sus esfuerzos a producir más vino y plantaron
más viñedos. En áreas donde las viñas no podían crecer,
normalmente por la calidad del suelo o el clima, cultivaban cereales
con los cuales se hacían las mezclas para fabricar cerveza. La
cerveza solo se preparaba en las áreas externas del Imperio romano
donde el vino era difícil de obtener, la mayoría de la cerveza
producida era entregada a las legiones romanas.
Probablemente, la preparación de cerveza en Bretaña ya
estaba bien establecida cuando los romanos llegaron en el 54 a. C.,
y ciertamente continuó con ellos.

Alemanes
Ánforas de cerveza (grandes contenedores en forma de vasija)
encontradas cerca la ciudad de Kulmbach, en Alemania del Este
(unas doscientas millas al este de Fráncfort), probaron que la
cerveza de trigo llegó a tierras alemanas alrededor del 800 a. C. Los
habitantes locales se referían al estilo de cerveza como weissbier,
que simplemente significaba «cerveza de trigo». Las mujeres fueron
las primeras preparadoras de cerveza en Alemania, y esta se
elaboraba solo con agua fresca calentada y con los mejores granos.
La popularidad de esta bebida se incrementó y decreció
durante este tiempo debido a un empeoramiento de los cultivos, lo
que condujo a períodos de escasez. La cerveza se elaboraba con
cualquier trigo sobrante después de hacer suficiente pan para
satisfacer las necesidades de las personas. Por lo tanto, en tiempos
de escasez, en los que había una gran reducción del trigo
disponible, también se reducía su producción. La cerveza de
aquellos tiempos no se podía conservar mucho antes de que se
estropease; era una cerveza turbia y lisa, muy distinta a las
cervezas de hoy.

1-500 d. C.
Cristianismo
El proceso de preparación de la cerveza y su popularidad
crecieron muy rápido durante el ascenso del cristianismo gracias al
rol desempeñado por los monjes en su producción. La elaboración
de cerveza para su comercio se inició en los monasterios por
monjes, construyeron cervecerías con el fin de brindar los medios
necesarios a los viajeros y peregrinos para alimentarse y refugiarse.
El cultivo de cebada empezó a expandirse, viajando
lentamente al norte y oeste y, como era de esperar, la preparación
de cerveza también.
Los monasterios se convirtieron en centro de agricultura,
negocios y conocimiento. A medida que este aumentaba, sus
métodos de preparación evolucionaron y mejoraron su proceso, lo
cual les produjo mayores ganancias. Eran capaces no solo de
financiar a peregrinos y otros viajeros, sino a comunidades enteras.
La cerveza y su preparación se convirtieron en valiosos bienes
dentro de la comunidad y la vida monástica. Finalmente, la riqueza
generada hizo que los viajeros nómadas se establecieran en las
villas, con los residentes ganando salarios por sus establos y a
menudo siendo pagados con la cerveza misma.

Edad Media: 500-1500 d. C.


Durante la Edad Media, las bebidas alcohólicas eran muy
populares. Dado que la pureza del agua podía variar, parte del
proceso de preparación involucraba su hervido, lo cual eliminaba la
mayoría de las impurezas. Durante este tiempo, una vez más fueron
los monjes los que consiguieron todos los avances en la preparación
de la cerveza. Fue durante el inicio del siglo VI cuando las
cervecerías para comercio a gran escala comenzaron a llevar esta
bebida al siguiente nivel, de nuevo gracias al entusiasmo y
dedicación de los monjes de esta época. Ellos preparaban cerveza
con propósitos nutricionales; bebían hasta 8 y 9 litros por día
durante los largos períodos de ayuno. Los monjes continuaron
experimentando con distintos estilos e ingredientes, capitalizando la
industria de la cerveza de este tiempo.
También se les atribuye la adición de lúpulo en el brebaje y el
descubrimiento de sus cualidades preservativas y su sabor amargo.
Esto hizo más fácil almacenar cerveza de calidad durante períodos
mayores de tiempo y le dio a su producto ventaja sobre otros
también destinados a la venta. Pero esta técnica fue adoptada con
mucha lentitud y no fue popular durante un tiempo debido a la
dificultad de añadir las proporciones correctas.
Se cree que durante la Edad Media existieron hasta 500
cervecerías monásticas solo en Alemania.
Fue al final de la Edad Media (1400) cuando se introdujo la
fermentación baja a las cervezas y se almacenaron a temperaturas
más frías en lugares como cuevas en los Alpes. Aunque esta
técnica no fue muy popular durante un largo período de tiempo, este
fue el comienzo de lo que ahora conocemos como lager.
En Inglaterra, por otro lado, la receta clásica de fermentación
alta era la preferida, y la ale continúa siendo extremadamente
popular hasta hoy en día.

1501-1600
Para el siglo XVI, el uso del lúpulo como conservante en la
cerveza se había expandido enormemente. Era mucho más efectivo
(y daba mejor sabor) que los conservantes de hoja o corteza usados
anteriormente.
La excepción principal era Alemania, donde el 23 de abril de
1516 se decretó el Reinheitsgebot. También conocido como la «Ley
de Pureza Bávara» o la «Ley de Pureza de la Cerveza Alemana», el
Reinheitsgebot era una regulación que prohibía la adición de
ingredientes en la producción de cerveza. El texto original declaraba
que solo se permitían cebada o trigo, agua y lúpulo en el proceso de
preparación. La levadura también estaba permitida, dado que era
considerada un ingrediente clave en el proceso de elaboración, pero
sus funciones eran desconocidas en aquel el momento.
Seguidamente, el precio de la cerveza se fijo a 1-2 peniques por
Maß (1 Maß equivale a 1,069 de un litro moderno).
El Reinheitsgebot fue introducido principalmente para prevenir
la competencia por los precios del el trigo y la cebada con los
panaderos.

1601-1700
Fueron los primero años del siglo XVIII los que vieron la
llegada de diferentes clases de cerveza; stouts y porters (cerveza
negra). Antes de esta fecha, en Londres era típico de los
elaboradores despachar sus cervezas muy jóvenes (¡la cerveza, no
los cerveceros!) y cualquier añejamiento era hecho bien por el
tabernero o bien por el comerciante. La porter fue la primera cerveza
añejada en la cervecería y luego despachada lista-para-beber. Poco
después, otra popular cerveza negra empezó a elaborarse en los
muelles del sur de Dublín. En 1759, Arthur Guinness empezó a
preparar ales en la cervecería St. James’s Gate, Dublín, y el 31 de
diciembre de 1759 firmó un contrato de arrendamiento de 9.000
años a £45 anuales por la cervecería abandonada. El siglo XVIII
también vio la llegada de la India pale ale.
En 1691, John Lofting, un inventor holandés, ideó un
mecanismo para bombear la cerveza. Anteriormente, la cerveza
normalmente se vaciaba en jarras en la bodega y luego se llevaban
al bar principal. La invención de este motor permitía al usuario
bombear manualmente la cerveza desde un contenedor en la
bodega de la taberna, lo que hizo que su despacho fuera mucho
más eficiente. Posteriormente, el motor fue desarrollado por Joshep
Bramah en 1785. La bomba de manija montada en el bar, con su
presilla mostrando la cerveza en oferta, se mantiene como una vista
familiar e icónica en la mayoría de las tabernas inglesas hasta
nuestros días.

1701-1800
Durante el final del siglo XVIII, muchos otros avances
tecnológicos surgieron de las grandes cervecerías de porter en
Londres, tales como el uso del termómetro (cerca de 1760), el
hidrómetro (1770) y atemperadores (cerca de 1780) (un
atemperador, en su nivel básico, es una bobina de tubo a través de
la cual corre agua caliente o fría, se usa para regular temperatura).

1801-1900
El Acto de la Casa de Cerveza de 1830 fue decretado con la
intención de incrementar la competencia entre cerveceros, y
permitía a cualquiera elaborar y vender cerveza, ale o sidra, ya
fuese en un establecimiento público o en casas particulares. Todo lo
que tenían que hacer era obtener una licencia por el modesto precio
de dos guineas (poco más de £2). Esto dio como resultado que
cientos de nuevos locales públicos, casas de cerveza y cervecerías
fueran abiertas por todo el Reino Unido.
Uno de los mayores descubrimientos para la preparación de
cerveza se hizo a mediados del siglo XIX. Louis Pasteur fue el
primero en proponer una explicación de cómo funcionaba la
levadura. Según sus investigaciones, el proceso de fermentación a
temperaturas más frías no permitía sobrevivir a las bacterias que
normalmente cubrían la cerveza. Esto terminaba por darle un sabor
mucho más limpio y fresco.

1901-2000-presente
En los inicios del siglo XX, preparar cerveza era todavía una
operación a pequeña escala. Para que su elaboración diera el
siguiente paso se necesitaba la refrigeración moderna.
La refrigeración vino como cortesía de muchos inventores
diferentes a medida que las técnicas de enfriamiento cambiaron y se
desarrollaron. El primer método conocido de refrigeración artificial
fue inventado por William Cullen en 1756. En 1842, un físico
americano, John Gorrie, diseñó el primer sistema de refrigeración
que utilizaba agua para producir hielo.
El primer uso de la refrigeración mecánica a escala industrial
en los EE. UU. fue para preparación de cerveza, para 1891 casi
todas las cervecerías estaban equipadas con maquinas
refrigerantes. La Compañía Cervecera de los Hijos de S. Liebmann
en Brooklyn, New York, fue la primera en usar máquinas de
absorción en 1870.
En los Estados Unidos, donde la industria cervecera estaba
bien establecida para este tiempo, estaban experimentando la edad
dorada, ya que la cerveza era un brebaje altamente popular
entonces. La introducción de prohibiciones alcohólicas y su
reforzamiento lo cambiaron todo. Durante este período, las
cervecerías tenían que sobrevivir de sus ventas de productos no
alcohólicos tal como la leche malteada, el helado y cervezas no
alcohólicas; pocos establecimientos sobrevivieron.
La prohibición duró hasta 1933. Poco después tuvo lugar la
siguiente innovación de importancia: en 1935 la cerveza en lata
hace su debut.
Antes de las latas, la cerveza solo estaba disponible en
botellas de vidrio o en barriles. La introducción de las latas ahorró
una asombrosa cantidad de peso y espacio para las exportaciones
en tiempos de guerra. Las latas tenían también otras ventajas,
podían apilarse y eran más resistentes que las botellas de vidrio,
que normalmente se tenían que devolver para rellenarlas.
La popularidad de la cerveza cambio rápida y constantemente
desde los 50, 60 y 70. La draught media fue la cerveza preferida a lo
largo de la mayoría de los 50, pero le seguía de cerca la pale ale
como la bebida alcohólica número uno del Reino Unido. Los 60
vieron el ascenso en popularidad de la draught amarga, que fue
luego superada por la lager en los 70. Esta creciente popularidad de
la lager disparó reacciones tan fuertes de los bebedores puristas de
ale que cuatro de ellos formaron una organización llamada CAMRA
(Campaña para la real ale, siglas del inglés original Campaign for
Real Ale).
La CAMRA realizó un excelente trabajo llamando la atención
sobre la real ale, pero aun así, desafortunadamente, este tipo de
cerveza sufrió durante muchos años un descenso de su popularidad
a lo largo de los 70 y los 80.
Actualmente, por primera vez en cincuenta años, la venta de
lager, que parecía tener una popularidad sin límites, ha disminuido
sus ganancias. Aún se mantiene como la variedad de cerveza más
bebida con diferencia, sin embargo, las ventas de lager bajaron un
11,5 % desde 2006 hasta 2012. En contraste, el volumen de ventas
de la sidra ha crecido un 24 % en el mismo período. Mientras que la
disminución también afecta las ganancias de la venta de ale, ha
habido un auge masivo en las cervezas más oscuras y de alto
resultado condicionadas en barril, lo que ha ocasionado que el
número de microcervecerías se llegue hasta 880 el Reino Unido.
¿Podríamos estar asistiendo a la decadencia/debilitamiento del
consumo de lager y al inicio del auge en el de los ales de
especialidad y buenas sidras? Solo el tiempo lo dirá.
Tipos de cerveza: los dos tipos principales
Lagery ale

¿Cuál es la diferencia entre lager y ale?


Nunca deja de sorprenderme cuántas respuestas pueden
darse a esta pregunta. Parece haber mucha confusión entre los
factores que hacen que una cerveza sea una lager o una ale. Esto
puede ser debido a que hay tantas variaciones en los ingredientes y
procesos de elaboración de ambos tipos de cerveza que la línea
parece unirse. El contenido alcohólico, claridad, color y dulzura no
son factores decisivos en la catalogación del tipo de cerveza. La
única diferencia entre una lager y una ale es la levadura que se usa.
La lager se hace con levadura de fermentación baja. Esta cepa
de levadura fermenta a temperaturas más bajas que la levadura de
la ale y se deposita en el fondo del tanque durante el proceso.
Por otro lado, para la ale se usa levadura de fermentación alta,
la cual sube a la superficie durante la fermentación, lo que crea una
cabeza de rica levadura muy espesa.
Esta diferencia conlleva otras entre los dos tipos de cerveza
que necesitan ser establecidas. La temperatura de fermentación
óptima para la levadura de la lager es menor que la de la ale,
normalmente entre 7° y 15 °C (de 46 a 59 °F). Es además menos
activa, produce menos espuma y tarda más tiempo en completar el
proceso de fermentación. Esta fermentación más fría permite a la
malta y al lúpulo aportar sus sabores distintivos y producirá una
cerveza con un sabor mucho más limpio y claro, no tan complejo
como la de una levadura de ale. Además, la levadura de
fermentación baja apenas añade sus propios sabores a la cerveza, y
las temperaturas frías también impiden el desarrollo de los
caracteres frutales que distinguen a muchas ales. Esto mantiene un
sabor limpio y refrescante en la lager, ideal para esas perezosas
tardes de de verano en la terraza de tu cervecería favorita.
Curiosamente, la mayor cantidad de tiempo que se emplea en
la producción de esta cerveza más ligera puede haber tenido algo
que ver con los orígenes del nombre mismo. La palabra lager viene
de la palabra alemana para «guardar».
Ingredientes
En su nivel más básico, la cerveza es una bebida de cebada
malteada, fermentada y con gusto de lúpulo.
La cerveza es beneficiosa para tu salud
La cerveza es rica en vitaminas, minerales, y antioxidantes
esenciales, contiene gran cantidad de vitamina B6 y considerables
cantidades de otras vitaminas del tipo B, incluyendo B1, B2, B9 y
B12. También está llena de carbohidratos, los cuales le dan un valor
energético. Es baja en calorías y no contiene grasa o colesterol.
Hay cuatro ingredientes básicos que constituyen la cerveza,
pero se puede añadir una amplia gama de ingredientes adicionales
o remplazar algunos por otros (tal como el azúcar por miel).
Agua

Puede parecer un tanto trivial, pero el agua, pero el agua es el


ingrediente principal en la cerveza. Incluso en las cervezas más
fuertes constituye más del 90 % de lo que estás bebiendo.
No es solo cantidad lo que agua brinda a la cerveza,
contribuye de manera fundamental al sabor (el agua dura y el agua
blanda saben distintas) y a la fuerza (la fermentación es más
efectiva con agua de mejor calidad) general de la mezcla final.
El contenido mineral del agua usada también tiene efecto en la
cerveza debido a la forma en que la levadura reacciona con estos.
Básicamente, cuanto mejor sea el ambiente que brindes a tu
levadura para prosperar, mejor funcionará. Una levadura fuerte y
sana, con una gran antigüedad, convierte más azúcares en alcohol,
y por lo tanto produce una cerveza más fuerte y con gusto más
lleno.
La razón de que algunos lugares, pueblos o ciudades sean
asociados con buena cerveza es porque tienen una excelente fuente
de agua. La Guinness es una de las principales, pero aunque se
rumora en Irlanda la Guinness se hace con agua del cercano río
Liffey, esto es en realidad falso, ya que el agua que usan se extrae
de unas montañas al sur de Dublín.
Generalmente, se prefiere el agua dura para la preparación de
la Light Ale y Bitter, mientras que el agua blanda es mejor para la
lager o cervezas negras.
Malta

La cebada es un ingrediente tan esencial para la cerveza como


la uva lo es para el vino. La cebada (Hordeum vulgare), es un cereal
cuya espiga es la inflorescencia y se considera la prolongación del
tallo. Brinda el azúcar y la mayoría del sabor y color de la cerveza.
Sin embargo, los azúcares fermentables de la cebada están
atrapados en una fuerte red de paredes celulares. Para liberar estos
azúcares es necesario un proceso llamado malteado.
El proceso de malteado desarrolla enzimas en el grano que
convierten el almidón del grano en azúcares que brindan nutrición
para la levadura. Para ello, los granos de cebada se bañan en agua
tibia y se mantienen en condiciones húmedas hasta el comienzo de
la germinación. Luego son rápida pero cuidadosamente secados en
un gran horno, que sella los azúcares dentro.
El productor de malta tiene entonces la decisión de vender la
malta como está o tostarla más, hasta que tenga un color más rico y
profundo. Esto varía desde color miel a marrón muy oscuro o negro,
lo que ofrece una variedad enorme al preparador final con respecto
al color, sabor y aroma.
Levadura

La levadura es probablemente el ingrediente más importante


en cualquier tipo de cerveza. Se malentiende y subestima a menudo
como contribuidor al estado final de la cerveza.
Como de malta y de lúpulo, existen muchas variedades
distintas de levadura, pero se pueden agrupar en dos categorías
básicas: ale o lager. Esto se explica con más profundidad en el
capitulo anterior, «Tipos de cerveza».
Hay cientos de variedades y tipos diferentes de levadura, pero
solo se pueden comprar en dos formatos: levadura líquida o
levadura seca. La diferencia principal es la variedad de levaduras
disponibles: hay más opción en las líquidas que en las secas.
Lúpulo

El lúpulo se usa para condimentar o sazonar la cerveza,


¡aunque hace mucho más!
En la preparación de la cerveza se usan solo las flores de la
planta de lúpulo (Humulus lupulus), ignorando las hojas. El lúpulo es
un miembro de la familia del cáñamo. Las plantas pueden crecer a
grandes alturas, ¡a menudo excediendo los cinco metros!
En la cerveza, el lúpulo contribuye al aroma, amargura, aporta
propiedades conservativas (es un conservante natural) y ayuda a
equilibrar los sabores dulces de la malta. De otra forma, tu cerveza
tendría un sabor dulce como el jarabe. La amargura del lúpulo
depende de la cantidad de ácidos alfa que contenga.
Hay muchas variedades de lúpulo, todas con un sabor y
cualidades ácidas diferentes, pero normalmente se dividen en dos
categorías: amargo y aromático. El lúpulo amargo tiene un mayor
porcentaje de ácidos alfa que el aromático, mientras que el
aromático acentúa el aroma más que el sabor.
Los diferentes lúpulos se añaden en momentos distintos
durante la preparación de la cerveza. Los saborizantes se suelen
añadir entre 10 y 30 minutos antes de que hierva la mezcla, los
aromáticos normalmente se añaden en los últimos minutos de
hervor o cuando ya ha dejado de hacerlo (véase el capítulo
«Técnicas de preparación»).
El lúpulo que se añade antes tendrá tiempo para descomponer
los ácidos y contribuye principalmente a la amargura de la cerveza.
Los aceites del que se añade más tarde en el proceso tendrán
menos tiempo de hervir (normalmente se evapora entre 10 y 30
minutos) y variarán los resultados en la amargura, sabores, y
aromas.
El lúpulo añadido en los últimos minutos no descompondrá sus
ácidos, sus aceites se mantendrán en el mosto y esto contribuirá
principalmente al aroma, pero también dará un poco sabor a
lúpulo.La cerveza no sería cerveza sin los lúpulos: estos son los que
proporcionan el equilibrio.
Equipos

Absolutamente esencial
(No puedes elaborar cerveza sin ellos)
· Cubo de fermentación
· Botellas, tapas y una tapadora – si usas botellas de
vidrio (las mejores son las botellas de vidrio, pero las
plásticas con tapa de rosca funcionan también)
· Tubo trasvasador de líquidos
· Olla para hervir (una cacerola grande también
funcionaría)

Muy útil
(Altamente recomendado, hacen la vida mucho más fácil,
así que trata de no escatimar si es posible)
· Termómetro(s) (esencial si no estás trabajando con un
kit)
· Hidrómetro
· Borboteador
Lujos extra
(No son necesarios, pero su uso facilita mucho la tarea)
· Espátula oxigenadora
· Cepillo de botella
· Llenadora de botellas
· Tubo rígido de embotellado
· Enfriador de mosto
Absolutamente esencial

Cubo de fermentación

Un cubo de fermentación es solo un contenedor grande, y se


comercializa en una miríada de tamaños diferentes, desde 5 l a 60 l.
Los puedes encontrar específicos para la preparación de cerveza
bastante costosos, pero también puedes usar cualquier contenedor
de calidad apto para uso alimentario, de plástico y que tenga tapa.
Hay algunos en el mercado que cuestan sobre 15 € con grifo y
borboteador. Por ese precio, puede que no duren mucho, pero sería
una gran forma de empezar.

Botellas, tapas y una embotelladora


Las botellas de plástico son mucho más baratas que las de
vidrio, pero ambos materiales tienen sus ventajas:
Ventajas de las botellas de vidrio
Los contenedores de vidrio protegen mejor el sabor natural de
la cerveza. El plástico es ligeramente poroso y con el tiempo el
dióxido de carbono pasará a través del plástico de la botella dejando
que entre oxígeno, lo que dará como resultado una cerveza sin gas
y oxidada.
Las botellas de plástico también permiten que la luz ultravioleta
llegue a la cerveza, mancillando el sabor. Tendrías por lo tanto que
guardarlas lejos de la luz solar directa y, si es posible, en un lugar
oscuro.
Esto significa que con las botellas de vidrio podrás almacenar
tu cerveza durante mucho más tiempo, ya que el sabor no se
perderá tan deprisa (lo cual no es un problema para mí; ¡mi cerveza
desaparece demasiado rápido!).
Puede que tengas que invertir más dinero en botellas de vidrio,
pero superarán por mucho incluso a los mejores contenedores de
plástico. El vidrio es más resistente, deja ver mejor su contenido y
es, simplemente, más placentero que el plástico.
Se ha documentado que las botellas de vidrio verde dejan un
sabor particular en la cerveza si permanece mucho tiempo en la
botella, aunque personalmente no lo he comprobado.
Ventajas de las botellas de plástico
No hay nada malo en el plástico siempre y cuando estés
usando botellas de plástico aptas para uso alimentario y diseñadas
para resistir el esfuerzo de líquidos carbonizados y presurizados.
Los contenedores plásticos de cerveza son mucho más
baratos que los de vidrio, y son perfectos y accesibles para la
mayoría de los cerveceros primerizos.
Las botellas de vidrio pueden desgastarse y rajarse con el
tiempo, lo cual puede ser peligroso si no se examinan
cuidadosamente antes de cada uso. Una botella que tenga un
rasguño profundo o una grieta puede que no soporte las presiones
considerables a la que es sometida por la carbonación, y podría
explotar causando daños. Una botella de plástico puede causar un
desastre, pero no habrá fragmentos de vidrio voladores.

Tubo trasvasador de líquidos


Si estás preparando una cantidad pequeña de cerveza y
necesitas transferir el mosto de un contenedor a otro, puedes tener
la tentación simplemente de vaciar uno en el otro. Esta no sería la
mejor técnica, ya que necesitas proteger el mosto de las bacterias
exteriores y tratar de mantener la temperatura tan constante como
sea posible. Para ello usarás un tubo trasvasador de líquidos;
cuanto más muevas el mosto, o si le añades algo, mayor es la
posibilidad de que las bacterias lo arruinen.

Olla para hervir (una cacerola grande también funcionaría)


Una buena olla para hervir permitirá que el calor circule
uniformemente, lo que evita que se queme el mosto. Asegúrate de
no llenarla completamente, con esto evitarás posibles derrames que
pueden ser difíciles de limpiar.
Tienes dos opciones principales:
Ollas de aluminio
La ventaja principal de utilizar ollas de aluminio es que son
mucho más baratas que las de acero inoxidable.
Son más livianas que el acero inoxidable, y por lo tanto más
fáciles de transportar.
El aluminio es un mejor conductor del calor, así que calentará y
enfriará el mosto con más velocidad. Sin embargo, el aluminio se
oxida más fácilmente, por lo que necesitarás ser más cuidadoso con
los productos químicos que usas para limpiarlo.
Ollas de acero inoxidable
El acero inoxidable tiene una calidad mayor que el aluminio, y
por lo tanto es más caro. Con las ollas de este material puedes usar
una variedad mucho más amplia de limpiadores ya que, a diferencia
del aluminio, no se oxidan, son más resistentes y durarán más. Son
un poco más pesadas que las de aluminio, así que puede ser más
incómodo trasladarlas de un lado a otro si estás preparando grandes
cantidades de cerveza.
Muy útil

Termómetro

Hay montones de termómetros diferentes disponibles: desde


digitales a analógicos, de mango corto o largo. Mientras puedan
soportar temperaturas que varíen entre 10° y 150°, te serán útiles.
Adquiere uno básico que se vea sólido y seguro que será el
correcto. Si tienes oportunidad, trata de conseguir uno que registre
tanto temperatura mínima como máxima, tiene sus ventajas, pero no
es necesario.

Hidrómetro
Un hidrómetro se parece un poco a un termómetro analógico
(el tipo usado para tomar temperatura corporal), pero tiene una
punta bulbosa que flota. Se usa para medir la densidad del líquido
en el que se sumerge. Cuanto más denso sea el líquido, menos se
hundirá el hidrómetro en él. En la parte más estrecha hay una
escala que te permitirá saber exactamente cuánto se hunde o flota
el hidrómetro.
¿Cómo funciona?
Cualquier objeto que se sumerge en líquido se mantendrá a
flote por la misma fuerza del peso del fluido que esté desplazando.
Cuanto más pesado sea el volumen del líquido, menos cantidad
necesita ser desplazada para que iguale el peso del hidrómetro, por
lo que este se hunde menos.
¿Qué relación tiene con la preparación de cerveza?
Cuando el mosto está fresco (antes de añadir levadura)
contiene gran cantidad de azúcares de la malta y cualquier otro que
pudieras haberle agregado. El azúcar es más denso que el agua, y
por lo tanto la mezcla de ambos pesará más. Una vez que la
levadura haga su trabajo, se empezarán a transformar los azúcares
en alcohol por el proceso de fermentación (véase el capítulo
«Fermentación»). El alcohol pesa menos que el agua (alrededor del
20 % menos) y por lo tanto, cuantos más azúcares sean convertidos
en alcohol, más ligero será el mosto y menos de hundirá el
hidrómetro.
Al final de todo el proceso, usando la primera medida de
densidad del mosto, densidad inicial o DI (conocida también como
gravedad original u original gravity en ingles), comparándola con la
última medida, la densidad final o DF (gravedad final) y haciendo un
simple cálculo, podemos averiguar cuánto azúcar se ha
transformado en alcohol y saber el porcentaje de alcohol por
volumen de cerveza.
DI - DF x 131 = alc./vol. %.
Realiza mediciones regulares de la gravedad de tu mosto y
cuando veas que las cantidades se mantienen iguales durante un
par de días, y veas que están cerca de la gravedad final de tu
receta, sabrás que está listo.

Borboteador
Una borboteador es básicamente una válvula de una sola
dirección. Su propósito es permitir la salida los gases producidos por
la fermentación, mientras que previene que oxígeno entre al
contenedor de la mezcla y potencialmente arruine tu cerveza. Hay
dos tipos principales que puedes comprar, pero ambos hacen
exactamente el mismo trabajo:
· Borboteador con forma de S
· Borboteador de tres piezas
No hay muchas diferencias entre los dos tipos en precio o
facilidad de uso. La esclusa de tres piezas es más fácil de limpiar,
aunque que yo he usado casi siempre la que tiene forma de S.
Ambas funcionan bien y son poco costosas, así que su elección es
cuestión de gusto personal.
Lujos extra

Espátula oxigenadora

Una pieza de equipamiento simple para la preparación de


cerveza, normalmente hecha de plástico o madera, y que se usa
para mezclar el mosto y eliminar cualquier bola de malta seca. Es
como una cuchara grande. Personalmente yo uso una simple
cuchara grande de madera.
Cepillo de botella

Su uso es bastante intuitivo: es un cepillo que se usa para


limpiar las botellas.

Llenadora de botellas
Una llenadora de botellas es básicamente un tubo rígido con
una válvula en la punta que cuando se presiona permite que el
líquido fluya al interior. Su uso es muy sencillo: introduces la
llenadora en una botella, la empujas y ves como la botella se va
llenando. Cuando esté completa retira el tubo, y quedará justo la
cantidad correcta de de aire hasta el tope.

Tubo rígido de embotellado

Es un tubo de plástico doblado en un extremo. Se utiliza para


pasar cerveza de un contenedor a otro (lo que se conoce como
racking). Facilita el trasvase de líquidos entre recipientes sin que
caigan todos los sedimentos que se asientan en el fondo.
Enfriador de mosto
Un enfriador de mosto (como el nombre sugiere) se usa para
enfriar rápidamente el mosto hirviente. Mientras que el mosto hierve,
las bacterias no se reproducen por efecto de las altas temperaturas,
pero empezarán a hacerlo a temperaturas más bajas. Por lo tanto,
necesitas enfriar el mosto tan rápido como sea posible para reducir
el riesgo de infección y oxidación. Hay dos tipos principales de
enfriadores de mosto.
· Enfriadores de inmersión
· Enfriadores de contraflujo

Enfriadores de inmersión

El mejor para empezar es el enfriador de mosto por inmersión,


que no es más que una bobina de metal (normalmente cobre). La
bobina entera se coloca directamente en el mosto y se bombea
agua fría a través de la tubería. A medida que atraviesa la bobina,
esta absorbe y se lleva el calor hasta que el mosto se haya enfriado.
Es un diseño simple y básico que podrías recrear fácilmente en casa
en lugar de comprar uno.

Enfriadores de contraflujo

Un enfriador de contraflujo tiene un diseño similar al anterior,


pero trabaja de una forma ligeramente distinta. En lugar de
tener un solo tubo hay dos, uno dentro del otro. El mosto
hirviente se pasa por el tubo interno mientras que al mismo
tiempo se alimenta constantemente de agua fría el otro tubo
(normalmente en direcciones opuestas). La ventaja de este
diseño es que puedes (en teoría) enfriar una cantidad ilimitada
de mosto sin parar.
Técnicas de preparación

Hay tres métodos principales para preparar cerveza en casa


1. Kit de cerveza
2. Extracto de malta
3. Todo grano
Haré un breve resumen de los tres procesos, pero este libro es
una guía para principiantes, así que la técnica que usaremos es
preparación con kit; y de esta a la de extracto de malta no hay un
paso muy grande.

Pros y contras para cada técnica


Kit de cerveza
La forma más rápida y sencilla de preparar cerveza en casa es
con kits. Traen todo lo necesario y lo único que necesitas hacer es
pasar un rato en la cocina, revisar unas pocas veces y luego puedes
dejar que la fermentación haga su trabajo.
A favor:
o Cantidad mínima de equipos requeridos.
o Casi siempre obtendrás una cerveza decente.
o Buen entrenamiento.
o Rápido y fácil.

En contra:
o Los ingredientes cuestan más.
o Menos control sobre la receta.
o Otros métodos proporcionan mayor de satisfacción.
Extracto de malta

El extracto de malta es un gran compromiso entre el kit de


cerveza y la preparación todo grano. Acorta mucho el trabajo
necesario para extraer los azúcares de la malta cruda y es
necesario menos equipo que en la preparación todo grano, pero aún
tienes la libertad de seleccionar los ingredientes que quieres usar
(malta, lúpulo y levadura además de otros sabores, desde frutas
secas hasta chocolate; ¡tu imaginación es el límite!).
A favor:
o Ahorra tiempo comparado con la preparación todo grano,
ya que la malta ya está lista.
o Puedes preparar la cerveza usando los ingredientes que
quieras y diseñarla para que se ajuste a tus gustos.
o Cantidad mínima de equipos necesarios (no mucho más
que con el kit de cerveza).

En contra:
o Comparado con la preparación todo grano, los
ingredientes cuestan más.
o Si se sigue una receta, puede ser algo difícil encontrar los
ingredientes correctos (pero siempre puedes adecuarlos).
Preparación todo grano

Esta opción es para personas que han usado los métodos


anteriores y quieren una sensación de crear cerveza desde el inicio.
La técnica de todo grano involucra numerosos pasos extra. Primero
necesitas conseguir los granos enteros y partirlos para lograr que
germinen. Después los carbohidratos se descomponen en azúcares,
el grano es lavado de estos azucares, el mosto resultante es hervido
y se agrega el lúpulo, el cual podría ir añadiendo en intervalos
distintos para crear sabores y aromas variados.

A favor:
o Completo control sobre todos los ingredientes.
o El saber que has creado una cerveza de forma auténtica y
honrada, como antiguamente. ¡Igual que un profesional!
o Los ingredientes son más baratos.
o Produces la cerveza exactamente a tu gusto.

En contra:
o Los equipos que necesitas son más costosos.
o Puedes necesitar más espacio que simplemente tu cocina.
o Necesitas mucho más tiempo para la preparación todo
grano.
Tienes muchas más posibilidades de equivocarte y de que tu
cerveza tenga un sabor extraño.
Breve proceso de preparación

Empezaré con una breve descripción general del proceso todo


grano y luego podemos ir con la guía paso a paso para preparar tu
primera cerveza usando un kit.
El método todo grano consume mucho tiempo e involucra más
equipos que los otros métodos, pero eres tú quien diseña
completamente la cerveza que produces.

Molido
1. Si el grano está entero necesitarás partirlo con un
molino.
Mashing (remojado)
2. El remojado consiste en mojar el grano en agua caliente
para permitir que las enzimas descompongan el almidón y los
carbohidratos, convirtiéndolos en azúcar.
El líquido que se extrae después de este paso es normalmente
oscuro y rico y se llama mosto.
Lautering (separar mosto y grano)
3. Lautering es el proceso de separar el mosto obtenido
en el paso 2 del grano, dejando los granos en el fondo del
contenedor donde se haga la mezcla.
Sparge (enjuague)
4. Consiste en lavar el grano resultante del paso anterior
con agua para obtener el azúcar restante. El líquido que se
obtenga se añadirá al mosto
La técnica de extracto de malta empezaría en este paso
(dependiendo de la receta exacta), ya que lo anterior vendría ya
hecho.
Hervir
5. Después del sparge, el líquido resultante (mosto) se
hierve y se añade el lúpulo.
Los lúpulos darán diferentes resultados en función del
momento en el que se añadan. Cuanto antes se añada el lúpulo en
el proceso, más amargo será sabor general de la cerveza. Al
añadirlo más tarde, se incrementará el sabor y aroma del lúpulo y se
obtendrá menos amargura.
Desde aquí es el proceso básico para el kit de cerveza, ya
que los saborizantes y el lúpulo normalmente están incluidos
en el kit.

Enfriamiento
6. En el proceso todo grano este paso es un poco más
complicado, ya que el mosto necesita ser enfriado rápidamente.
Mientras aún esté caliente, las bacterias no proliferarán, pero a
medida que se enfríe es susceptible a la oxidación. Por lo tanto se
ha de utilizar un equipo especial para enfriar el mosto. Si estás
utilizando extracto de malta, sin embargo, necesitarás agregar agua
adicional al mosto. Al añadir la cantidad correcta de agua fría al
mosto, lo estarás enfriando rápidamente y también conseguirás la
cantidad final necesaria de líquido.

Pitch (añadir la levadura)


7. Una vez que el mosto esté a la temperatura correcta,
normalmente a temperatura ambiente para la ale (18°-22 °C) y un
poco más fría para lagers (7°-15 °C), puedes transferirlo al
fermentador y añadir la levadura.
Fermentación
8. Deja que fermente (el período de fermentación puede
variar mucho, desde un par de días a tres o cuatro semanas), esto
se explica en el siguiente capítulo.

Segunda fermentación
9. Mi opinión es que no es necesaria, y yo nunca fermento
una segunda vez (a menos que añada sabores adicionales o esté
probando con una cerveza mucho más fuerte). Hay argumentos a
favor y en contra que se explican en el siguiente capítulo.

Embotellamiento
10. Transfiere la cerveza de tu recipiente de fermentación a
las botellas individuales y añade un poco de azúcar para provocar la
carbonación; ¡es lo que produce las burbujas!".

Deja que madure en las botellas


11. Según la receta necesitará más o menos tiempo para
madurar, pero el envejecimiento puede variar desde una o dos
semanas a varios meses.

Abre y disfruta
12. No estoy seguro de si en verdad necesito entrar en
detalle para este paso.
Fermentación

¿Qué es esto?
La fermentación es un proceso natural en el cual un organismo
convierte carbohidratos (almidón o glucosa) en alcohol (o ácido). En
el caso de la cerveza, la levadura descompone la glucosa en el
mosto en dióxido de carbono y alcohol etílico (gas y alcohol).
Esto también sucede en otros productos además de en la
cerveza, tal como el vino, queso, yogur y sidra.

Técnicas de fermentación
Como se comenta más abajo, algunos cerveceros optan por
una segunda fermentación en un nuevo recipiente justo después de
la primera parte de la fermentación inicial. Hay argumentos a favor y
en contra, pero personalmente yo siempre opto solo por la primera
fermentación, a menos que esté preparando una cerveza con un
contenido alcohólico particularmente alto, o usando sabores
adicionales o frutas en la cerveza.

Argumentos para dos fermentaciones:


La fermentación rápida que habitualmente sucede una vez
incorporada la levadura al mosto dejará mucho sedimento de
levadura que se hundirá hasta el fondo del envase de fermentación.
Este sedimento está compuesto por el gluten, la malta y otros
componentes de la cebada, así como también por levadura muerta y
otros elementos. La segunda fermentación filtra estos extras
muertos que pueden mancillar el sabor de tu cerveza si se dejan por
un tiempo. Se dice que el resultado es un sabor más limpio (aunque
personalmente no noto diferencia).
También dará como resultado color más claro, ya que la
mayoría de los desechos se eliminan antes de que puedan
oscurecer la cerveza. Esto acentuará los colores del grano que se
haya usado, incluso si estás haciendo cerveza oscura.

Argumentos para una sola fermentación:


La levadura debería considerarse más positivamente, no solo
fermenta la cerveza sino que, una vez terminado el proceso,
también y limpia cualquier producto residual que haya creado. Son
estos productos residuales los que pueden causar sabores
repugnantes en tu cerveza, y esta acción de la levadura permite que
los sabores raros sean eliminados y proporcionen una cerveza de
sabor más fresco y limpio.
También está la cuestión de los equipos extra, costo y tiempo
consumido en cambiar la cerveza a un segundo envase.
Necesitarías desinfectantes y limpiadores adicionales, un segundo
contenedor y espacio extra. Además existe la posibilidad de que
puedas infectar la cerveza si le entra suciedad y hay más
posibilidades de oxidación. Incluso aunque todo salga bien,
realmente no hay garantía de que la cerveza sea mejor sí de que
sea peor.
Aunque hay excepciones. Cuando añadas fruta, sabores
artificiales o lúpulo adicional (dry hopping) puede que lo mejor sea
hacerlo en un envase secundario. Sin embargo, incluso estos
procesos ocasionalmente se hacen en el recipiente primario de
fermentación.
En cervecerías grandes, no obstante, se hace una segunda
fermentación. Esto es porque el volumen de la cerveza en el
fermentador ejerce una gran presión en la levadura, lo que causa
sabores indeseados al no haber eliminado la levadura.
¡A preparar!

Ahora viene la parte buena. ¡Es hora de empezar! La mejor


forma de empezar a preparar es con un kit, ya que es la manera
más directa y fácil de hacerlo. La mayoría de los kits de cerveza
vienen ya sea en paquetes de una lata única o de latas gemelas. La
diferencia principal en la preparación es que solo tienes que añadir
azúcar (o brew enhancer/extracto de malta
deshidratada/dextrosa/maltodextrina, véase más abajo la fase
«Añadir azúcar») si estás usando los kits de lata única.
Necesitarás seguir las instrucciones tan fielmente como sea
posible. Sin embargo, hay unos puntos más adelante con respecto a
pasos adicionales o cambios que sugeriría; son solo sugerencias y
pueden ser ignoradas, pero detallaré razones para cualquier cambio
a las instrucciones y te dejaré tomar la decisión final ya que, en mi
opinión, experimentar es la mitad de la diversión de elaborar
cerveza (¡la otra mitad es beberla!).
Prepara los equipos, enciende el quemador y sigue estas
instrucciones:

Revisa que tienes todo el equipo necesario


No hay nada peor que llegar a un paso crucial en el proceso y
que te des cuenta de que no tienes las herramientas adecuadas
para el trabajo. El pánico atacará e inevitablemente «revolverás»
con algo que no fue limpiado apropiadamente. Los equipos sin
esterilizar podrían arruinar la cerveza, así que haz un ensayo sin
ningún ingrediente; ¡quizás te sientas tonto revolviendo una olla
vacía, pero puede salvarte de tirar a la basura docenas de pintas de
cerveza!

Revisa que todo esté limpio


Todo tiene que estar bien desinfectado, y recuerda limpiar
cualquier cosa que entre en contacto con tu cerveza. Fallar en la
desinfección adecuada significará que los organismos vivos le darán
un sabor terrible y arruinarán tu cerveza (la bacteria normal que está
ahora mismo en tus manos la que causará el daño, no ningún tipo
especial destruye-cerveza) dando como resultado una pérdida de
tiempo, esfuerzo y dinero.
¡NO TE SALTES ESTE PASO!
Hay dos términos utilizados cuando se habla de limpieza
profunda:

Esterilización
La esterilización involucra matar completamente cualquier ser
vivo de tus equipos y no suele ser necesaria para propósitos de
preparación casera.

Desinfección
La desinfección es el proceso en el cual se destruirán la
mayoría de los microorganismos de tus equipos. Muchos de los
métodos de desinfección para la preparación casera matarán a la
mayoría de los organismos activos que causarían problemas a tu
cerveza.
Hay muchos tipos diferentes de desinfectantes efectivos. En
cualquier kit de iniciación se incluye uno, pero todos hacen el mismo
trabajo. Solo asegúrate de seguir las instrucciones del kit particular y
usa las cantidades correctas.

Elimina la etiqueta y calienta la lata de malta


Una vez que todos los equipos hayan sido revisados y
preparados puedes iniciar el proceso.
Lo primero es quitar la etiqueta de tu lata. Esto evitará que se
desprenda y caiga en tu mezcla o haga que la lata se te resbale de
la mano mientras la viertes. Pon la lata en agua caliente, ciérrala y
déjala reposar unos 10 minutos (o un poco más si tienes paciencia).
Esto aflojará la etiqueta y disolverá el extracto de malta en el interior
haciendo mucho más fácil verterla.

Hierve agua
Mientras tanto hierve 3 litros de agua. Esta será parte de tu
cerveza, así usa agua embotellada y no hiervas más cantidad.

Añade malta
Añade la malta (la que ha estado esperando en agua caliente)
a tu cubo de fermentación o contenedor principal. ¡No la derrames!
La malta es muy pegajosa y difícil de limpiar, ¡si cae en la alfombra
estarás durmiendo en el sofá durante una semana! Una vez que
hayas vertido toda la malta posible dejándola caer, echa un poco del
agua hirviente del paso anterior a la lata y bátela de lado a lado
tanto como puedas.

Añade 3 l de agua hirviendo


Añade el resto del agua hirviendo al cubo de fermentación y
mezcla bien para combinar el agua y la malta.
Añade azúcar (variaciones sugeridas a las instrucciones)
En este punto (si estás usando un kit de una sola lata) la
receta normalmente te dirá que añadas 1 kg de azúcar (si estás
usando un kit de dos latas puedes añadir la segunda lata, ya que
esta contendrá malta). Yo sugiero añadir o extracto de malta
deshidratada o brew enhancer (normalmente una mezcla de
dextrosa, maltodextrina y en algunas, extracto de malta
deshidratada también) en lugar de azúcar, ya que le dará un sabor
más profundo y fuerte. El extracto de malta deshidratada mejorará el
cuerpo y la cabeza de la cerveza, puede aumentar el precio total de
la cerveza que estás preparando, ¡pero repartido entre los 23 litros
resultantes creo que definitivamente vale la pena!
Sin embargo, el resultado de la cerveza también será correcto
si decides añadir azúcar.

Azúcar
El azúcar es completamente fermentable, esto significa se
convertirá en alcohol en su totalidad, pero que no incrementará el
cuerpo de tu cerveza. Dado que el alcohol es más ligero que el
agua, tu cerveza será un poco más ligera y fina, pero con un toque
alcohólico más fuerte.

Extracto de malta deshidratada


Es malta secada y reducida a un polvo fino. El secado se logra
por el uso de un secador que rápidamente elimina la humedad de la
malta y la convierte a una forma de polvo sólido.
El extracto de malta mejorará la calidad de cualquier kit de
cerveza cuando se use en lugar del azúcar. La cerveza será menos
seca, más rica, y tendrá mejor contextura, pero puede que le falte un
poco del contenido alcohólico, ya que tiene menos azúcar que
fermentar.
También puedes obtener extracto de malta con lúpulo, que le
añadirá un toque «lupuloso» extra a todas las cervezas que hagas.

Brew enhancer
El brew enhancer está básicamente entre el azúcar y el
extracto de malta. Es una mezcla de dextrosa seca (azúcar simple)
y extracto de malta seco. En la etiqueta deben aparecer los
porcentajes de cada uno. Recuerda, cuanto mayor sea el contenido
de dextrosa, mayor será el porcentaje de alcohol final; cuanto más
extracto de malta, mejor contextura tendrá.

Mezcla
Asegúrate de mezclar bien hasta que todos los ingredientes se
hayan disuelto por completo.

Añade agua fría


Añade suficiente agua fría para llenar el tu cubo de
fermentación hasta el límite indicado. Deberías necesitar poco
menos de 20 l (si estás usando una receta de 23 l, algo bastante
común ya que son 5 galones), ya que usaste un poco para limpiar la
lata, pero recuerda que tendrás que revisar la cantidad total
cuidadosamente. El cubo de fermentación debería tener una escala
en un lado que mida su capacidad.

Mide con el hidrómetro


Este sería un buen momento para hacer una medición con el
hidrómetro, instrumento que no puede ser más fácil de usar. Todo lo
que necesitas hacer es dejarlo caer (suavemente) en la cerveza y
tomar la medida de la profundidad a la que flota.
Normalmente en los kits con el hidrómetro viene un tubo de
prueba que puedes llenar con cerveza. Esto significa que no tendrás
que sacar una gran cantidad de ella o introducir el hidrómetro en el
fermentador. ¡Asegúrate que todo está limpio y desinfectado! Llena
el tubo de prueba con mosto e introduce el hidrómetro. Una vez que
deje de hervir se quedará quieto a una profundidad específica de
acuerdo a la densidad del mosto. Deberías ver una serie de
números a lo largo del hidrómetro, toma nota de la medida y
guárdalo con tu receta. A esto se le llama tu gravedad original o de
inicio.

Añade la levadura (variaciones sugeridas a las


instrucciones)
Lo primero a tomar en consideración cuando trabajas con
levadura (de cualquier tipo) es que la levadura está viva. Necesita
ser cuidada y debes asegurarte de que haces todo lo que puedes
para hacerla prosperar. Si la introduces directamente en agua
hirviendo, lo más seguro es que tus pequeños amigos no sobrevivan
mucho tiempo.
El problema principal de los kits es que la levadura viene en un
paquete pegado en la lata. Esto no sería problema a no ser que el
kit haya estado colgado en las estanterías de la tienda durante un
par de años. Lo primero que hay que comprobar es que la levadura
tenga una fecha de caducidad; no el kit, sino el propio paquete de
levadura. Si no la tiene, corta la parte de arriba del paquete, abre
cuidadosamente la bolsa y echa todo su contenido a la basura. No
uses levadura caducada o una que no especifique una fecha de
caducidad. La levadura es una parte MUY importante de tu cerveza
y una mala levadura puede convertir toda tu mezcla algo indigerible,
desperdiciando tu tiempo y dinero. En caso de duda compra
levadura fresca, ¡cuesta solo unos pocos euros y te ahorrará
muchos dolores de cabeza!
La levadura se puede comprar en dos formas: líquida y seca.
Si estás usando levadura seca siempre es mejor rehidratarla:

Rehidratando levadura seca


Calienta una taza de agua (preferiblemente hervida) a 30-40
°C y mezcla con la levadura.
Cubre la taza con un plástico y déjala reposar unos 10
minutos. Ahora necesitas ver si la levadura que tienes está viva y
saludable. Hierve un poco de agua, añádele una cucharada de
azúcar y revuelve hasta que se haya disuelto. Deja que la
combinación de agua y azúcar se enfríe.
Añade la mezcla anterior a la taza de levadura. Cúbrelo y
colócalo en un área cálida. Después de media hora la levadura
debería estar espumando y burbujeando suavemente y ya está lista
para añadir al mosto.
Vierte tu levadura en el mosto.

Cubre con la tapa


Pon la tapa a tu cubeta de fermentación.
Ajusta el borboteador
Si tienes uno, ahora es el momento de ajustar tu borboteador.
Son fáciles de configurar y debería venir con instrucciones básicas,
pero todos funcionan con el mismo principio.
Llena hasta la mitad el borboteador con agua (debería haber
una marca para que sepas dónde detenerte).
Fuerza con cuidado el bitoque en el cuello de tu cubo de
fermentación.
De vez en cuando revisa si el agua se ha evaporado o ha sido
succionada en el cubo. Si esto pasa, pon un poco más de agua.

Deja el cubo de preparación en un lugar frío


Ahora tendrás que dejar la mezcla reposar para que fermente.
Asegúrate de que la temperatura del ambiente está dentro del rango
que debería (si se prepara lager tiene que ser mucho más fría que
para ale).

Comprueba después de unos días que la mezcla está


fermentando
Unas pocas preguntas que deberías hacerte:
¿Cómo sé si está fermentando?
Una señal de que lo está haciendo es que se ve actividad en el
borboteador, sin embargo, si esta se detiene no significa que NO
esté fermentando.
Esto podría ocurrir porque la esclusa solo te dice que el CO2
está escapando del fermentador, y la levadura puede estar
transformando el azúcar en alcohol durante la fermentación tanto si
el borboteador se mueve como si no.
¿Cuánto dura la fermentación?
El tiempo de fermentación puede variar enormemente. Esto
puede ser desde unos pocos días a muchas semanas, no hay un
tiempo fijo para cuánto debería tardar.
¿Cómo sé cuándo ha finalizado la fermentación?
La única forma de saber con seguridad que tu cerveza ha
terminado de fermentar es tomar las lecturas del hidrómetro en días
consecutivos; si la lectura se mantiene, entonces está listo.

Prepara el azúcar para la carbonación


Una vez que obtengas dos lecturas idénticas en el hidrómetro
durante dos días consecutivos, sabrás que tu levadura se ha comido
lo último del azúcar y es el momento para el siguiente paso:
¡embotellamiento!
Lo que hacemos ahora es agregar un poco de azúcar, ya que
tu cerveza ahora tendrá alcohol pero no gas. La cantidad de azúcar
que añadimos brinda la efervescencia, así que es muy importante
seguir las instrucciones con respecto a las cantidades. Seguro que
no quieres minibombas en tus manos.
La mayoría de los kits necesitan ¾ de una taza de azúcar por
cada lote de 23 l. A continuación indico una tabla de equivalencias
que te podría servir como guía, se refiere al azúcar blanco
granulado:
1 taza = 200 g
1 onza = 28 g
1 cucharada = 12,5 g
1 cucharadita de café = 5 g
Por lo tanto, ¾ de taza equivalen a cerca de 150 g, los cuales
normalmente sirven para 23 l de cerveza. ¡Pero revisa la receta!
Añade el azúcar a alrededor de 2 tazas de agua y lentamente
haz que hierva durante 5 minutos, revolviendo suavemente mientras
lo haces. Añade otra taza de agua fría a la mezcla (para enfriarla),
revuelve un poco y luego viértelo directamente a tu cubo. Remueve
la cerveza durante un minuto o dos asegurándote de que el azúcar
se haya mezclado bien con la cerveza y está lista para embotellarla.

Pasa la cerveza a botellas


Asegúrate de que todo el equipo está limpio (pido disculpas
por la repetición, pero es importante). Necesitarás poner tu cubo de
fermentación en alto para que la gravedad pueda ayudarte con este
paso. Llena ¾ del tubo trasvasador con agua embotellada y bloquea
un extremo con tu pulgar. Toma el extremo que bloqueaste y llévalo
a tu primera botella antes de soltarlo. Pon el extremo vacío del tubo
en la cerveza (ten cuidado de que no se derrame en ella).
Baja el otro extremo hacia del fermentador y recoge que el
agua que salga en un vaso o jarra. Esto también halará la cerveza
en el tubo, así que asegúrate de tapar el extremo de nuevo antes
que toda la cerveza fluya. Ahora pon el extremo en la primera
botella y desbloquea.
Trata de no cortar el proceso, ya que se mezclaría aire con tu
cerveza y dejaría solo un par de centímetros de espacio de aire en
el cuello de la botella.
Repite hasta llenar todas las botellas.

Tapa y sella las botellas


Tapa las botellas con la tapadora o, si son de plástico,
enróscalas. Coloca todas las botellas en un lugar oscuro y frío para
que maduren.
Deja que madure
Asegúrate de que sigues la receta con respecto a cuánto
tiempo tiene que añejar. Podría ser de 1 a 6 semanas. Este es el
paso más difícil para mí, ya que no tengo mucha paciencia, pero
créeme, trata de aguantar porque vale la pena la espera. Recetas
diferentes tienen necesidades diferentes, porque algunos
ingredientes tardan más tiempo para madurar.

¡Bébela!
Cuando la cerveza haya añejado lo suficiente, todo lo que
tienes que hacer es poner las botellas en el refrigerador y, cuando
estén frías, ¡están listas para beber!
Sirviéndola
Temperatura

Puedes pensar que no hay mejor forma de servir la cerveza


que a temperaturas muy frías y en un vaso congelado. Por
refrescante que pueda ser, una cerveza servida a temperaturas muy
frías perderá mucho de sus sabores naturales y aromas sutiles. Si
se sirve a una temperatura ligeramente más cálida revelará un sabor
más completo y aromas que de otra forma se esconden. Esto ocurre
porque las temperaturas frías entumecen el paladar haciendo que
saborear sea mucho más difícil. Además, mientras más fría esté la
cerveza, menos CO2 libera, y por lo tanto también menos aromas.
La mejor temperatura para servir la cerveza en realidad
depende de la cerveza misma.
0-6 °C – Cualquier cerveza donde el sabor no sea un factor
primordial, quizás un lager baja en alcohol o lager pálida. Sin
embargo, no habrá muchas cervezas que estén a tope a esta
temperatura.
7-9 °C – Las lager que se fermentan a temperaturas más bajas
también se servirán a temperaturas más bajas. Cualquier cerveza
ligera, la mayoría de las lager, pilsner y algunas cervezas de trigo
también se pueden servir a esta temperatura.
10-12 °C – India pale ale, pale ale, lager más oscura y brown
revelan su sabor mejor a estas temperaturas.
13-16 °C – Cualquier ale normal, cervezas amargas y stouts se
pueden servir a esta temperatura.
16-+ °C – Cualquier ale de alta gravedad, barley wines y stouts
añejadas en barril se servirán a una temperatura cercana a la
ambiental.
Aunque al final, estas no son reglas fijas y por las que tengas
que regirte. Cada uno tiene gustos diferentes, y si te sientes con
ganas de una ale fría como el hielo en la terraza del bar, la decisión
es tuya. ¡No dejes que nadie cambie tus preferencias personales!
¿Necesitas vasos?

Los vasos específicos para las cervezas son más importantes


de lo que pensarías. Aunque ciertamente hay un componente de
mercadeo en las colecciones de vasos, también contribuyen a
mejorar el sabor y olor de tu cerveza.
Estudios científicos han demostrado que la forma de un vaso
impactará en el desarrollo de la espuma y en su retención. Las
diferentes cervezas necesitan diferentes niveles de retención de
espuma. La espuma creada al servir la cerveza actúa como un tipo
de aislante que previene que los volátiles escapen. Estos son
compuestos como el lúpulo, la levadura y más aditivos que hayan
sido añadidos a la cerveza, que pueden evaporarse perdiendo los
sabores para crear los cuales el cervecero ha trabajado tan duro.
El vaso con la forma correcta puede incrementar el flujo de
volátiles indeseados o reducir la velocidad a la cual los favorables
escapan.
Hay literalmente cientos de vasos distintos para cerveza y se
podría escribir un libro solo sobre ello (de hecho, hay muchos
disponibles), pero más abajo están los más populares.

Vasos de pinta (pint glasses)


Un vaso de pinta es el clásico vaso para cerveza que se suele
utilizar en la mayor parte de Europa. En el Reino Unido contiene 568
ml, mientras que en los Estados Unidos contiene poco menos de
473 ml y normalmente solo se usa para cerveza.

Vaso de pinta imperial


El vaso de pinta imperial (imperial pint glass) es probablemente
el más común en el RU y es usado para servir todo tipo de
cervezas. El vaso tiene un borde notablemente ancho, se cierra al
bajar y se ensancha ligeramente al llegar al fondo.

Pinta nónica

El vaso nónico es otra de las opciones más comúnmente vistas


en vasos de cerveza en el RU. Este recipiente tiene una
discontinuidad más corta pero más abrupta que el vaso imperial, la
cual permite apilar los vasos fácilmente sin que se atasquen.
Vaso de pinta americano

El vaso de pinta americano es más común para cerveza en los


EE. UU. Tiene una ligera forma de cono y su tamaño puede variar
de pinta americana a la pinta imperial.

Vaso weizen
El vaso weizen o de trigo está diseñado para contener medio
litro de cerveza de trigo y la gran espuma que produce. Tiene una
base delgada y se achica ligeramente antes de ensancharse en la
punta, esto se hace para ayudar a atrapar el sedimento en el fondo
del vaso y detener su ascenso cuando se inclina el vaso. La punta
ancha ayuda a retener la copiosa espuma tan típica de esta cerveza
y ayuda a mantener el aroma y su sutil sabor.

Vaso pilsner

El vaso pilsner es, como el nombre sugiere, propuesto para


cerveza pilsner, pero es genial para cualquier lager de contextura
ligera. Es similar al vaso weizen, pero es todo uniforme.
Normalmente tiene menos capacidad que el vaso de cerveza
promedio, con capacidad de 250 ml o 330 ml, pero se levanta
bastante desde su base presumiendo el color y claridad de la
cerveza.
Vaso pokal

Un vaso pokal es ligeramente redondeado en la base y luego


se levanta casi verticalmente desde su pie y tallo. Esto significa que
pone de relieve la apariencia de la cerveza que descansa en el
vaso, ya que los aromas no se verían distorsionados en su camino
de subida. Es perfecto para servir cualquier cerveza con un color
vívido porque acentuaría el tono de la cerveza.

Copa o cáliz
Hay muy poca diferencia entre los estilos de las copas y
cálices, pero los cálices son normalmente más pesados y tienen un
vidrio más grueso, mientras que las copas son más delicadas.
Ambos tienen forma de tazón, tienen tallo y son usualmente
utilizados para la abbey belga y otras ales pesadas. Normalmente
son estriados en el fondo para concentrar la carbonación y mantener
una espuma uniforme en la cerveza.

Snifter
El snifter normalmente se usa para servir brandy y coñac.
Tiene una capacidad aproximada de medio litro cuando se llena
hasta el borde. Tiene un tallo corto y un pedestal ancho. Concentra
los aromas y los volátiles de la cerveza y los envía directamente a la
nariz del bebedor. Es por lo tanto ideal para cualquier cerveza
aromática y normalmente se usa para cervezas fuertes y complejas
como las barley wine y cervezas de trigo con alta graduación
alcohólica.

Vaso thistle

El vaso tiene la forma de una flor de cardo, y por lo tanto se le


llama así (thistle significa «cardo» en inglés). Ayuda a intensificar el
aroma de la cerveza, pero se usa casi exclusivamente para servir
ales escocesas.

Vaso tulipán
El vaso tulipán tiene la forma de esta flor, de ahí su nombre.
Estéticamente este vaso comparte algunas características con el
vaso thistle y el weizen, y por lo tanto también comparte las mismas
ventajas de ayudar a que se perciba el aroma de las cervezas y a
mantener una espuma fuerte. El tallo también ayuda a prevenir que
la cerveza se caliente prematuramente debido a la temperatura de la
mano. El vaso tulipán es perfecto para la barley wine, las ales
belgas y otras cervezas aromáticas.

Krug
Esta opción altamente popular de vaso de cerveza (o jarra)
deriva del pichel antiguo originalmente hecho de plata o estaño. Se
hace con vidrio ancho y es popular en los bares y tabernas dado
que es resistente y de larga duración.

Vaso stange o tubo

El vaso stange tiene una forma más básica y deriva de la


palabra alemana para «palo», es cilíndrico y se eleva verticalmente
desde su base y se utiliza usualmente para servir pilsner, bock y
cervezas más delicadas.

Vaso de vino oversized


Como su nombre sugiere, este vaso es simplemente un vaso
de vino muy grande, pero se puede usar para servir cervezas
fuertes o de alta gravedad y ales belgas.
Pistas y consejos
Limpia tus equipos
Sé que lo he mencionado muchas veces a lo largo de este
libro, pero es realmente importante, ya que incluso la más mínima
contaminación puede arruinar un lote perfectamente bueno. No
limpiar los equipos adecuadamente probablemente es causa del
90 % de los lotes arruinados o de sabor extraño de la cerveza de
nuevos cerveceros.

Hazlo tu lema: EN CASO DE DUDA, ¡LIMPIA DE NUEVO!

Sabores extraños
Hay muchas, muchas razones por las que tu cerveza pueda
tener un sabor extraño. Estas son las más comunes para los kits de
cerveza, y excluiré algunas de las causadas por el proceso de todo
grano y extracto.

Sabor a manzana verde agria


Si al probar tu cerveza notas un desagradable sabor a
manzana verde, lo más seguro es que sea el acetaldehído.
Durante el proceso de fermentación, como he mencionado, la
levadura convierte azúcares en etanol (alcohol), pero hay unos
procesos intermedios que no mencioné. La levadura en realidad
convierte el azúcar en acetaldehído primero y seguidamente en
alcohol. El acetaldehído tiene el sabor a manzana verde agria que
algunas veces notarás si la levadura aún está en el proceso de
convertir esos azúcares en alcohol. En este caso, solo te estás
apresurando y necesitas dejar que la fermentación termine antes de
beber tu cerveza. Deja que añeje un poco más en su botella.
Sabor a cartón o papel mojado
Ten mucho cuidado de no chapotear cuando cambies el mosto
a otro contenedor o cuando lo estás embotellando, si entra mucho
aire en la mezcla puede causar oxidación. Esto le dará a tu cerveza
un sabor a cartón o papel mojado. También el acetaldehído (véase
más arriba) puede ser modificado por oxidación (no solo si la
levadura no ha terminado de hacer su trabajo), lo que significa que
también por la oxidación puedes obtener el sabor a manzana agria
anteriormente citado.

Sabores metálicos
Si tu cerveza tiene un sabor metálico o a moneda, puede ser
causado por las ollas de hervir que hayas usado. Asegúrate de que
no hierves tu agua/mosto en ollas viejas que puedan estarse
desgastando. Asegúrate también de que no las estás limpiando con equipo que
sea muy abrasivo. Si usas agua de grifo, puede ser que el agua que llega a tu
casa tenga una alta concentración de depósitos de hierro.

Sabores agrios
La causa principal de sabores agrios en la cerveza son las
bacterias. Estos sabores son normalmente el resultado de una
pobre desinfección. Recuerda que «cualquier cosa» que entre en
contacto con tu cerveza, directa o indirectamente, podría estar
esparciendo bacterias. Este problema se puede incrementar por el
uso excesivo azúcar refinado, ya que la bacteria se multiplicará más
eficientemente. Además, si tienes un fermentador plástico que ya
hayas usado varias veces, revisa que aún esté en buen estado;
raspones diminutos en el plástico pueden alojar bacterias que son
increíblemente difíciles de eliminar e infectarán tu cerveza. Si estás
seguro de que tu equipo está bien desinfectado, los sabores agrios
se podrían desarrollar si esperas mucho tiempo antes de incorporar
la levadura o si la temperatura de fermentación es muy alta.

No dependas de un borboteador
¡Esta es otra regla de oro! Puedes estar bastante seguro de
que la cerveza está fermentando cuando veas burbujas en tu
borboteador, pero si no aparecen no significa que no esté
fermentando. Puede que el CO2 esté escapando por otro lugar, o
que la levadura, aun estando activa, no produzca mucho gas.
Pueden pasar hasta tres días antes de que la fermentación se inicie;
así que, aunque la solución sería echar más levadura si compruebas
que no está funcionando, espera SIEMPRE tres días y asegúrate de
que no tienes un derrame.
Si la esclusa estaba burbujeando pero se ha detenido, y han
pasado un par de semanas desde que incorporaste la levadura, no
asumas que ha terminado la etapa de fermentación. Espera siempre
un día más y empieza a tomar medidas con el hidrómetro. Cuando
durante dos días consecutivos obtengas el mismo resultado, sabrás
que está listo.
¡No te fíes del borboteador!

La fermentación no empieza o termina pronto


Una falta real de fermentación solo puede ser causada por la
levadura. Si el proceso ni siquiera ha empezado, puede ser que tu
levadura estuviese muerta porque estuvo pegada en la lata de tu kit
durante mucho tiempo. O puede que simplemente esté inactiva
debido a que la temperatura sea muy fría o muy cálida.
Cerveza sin gas
Las causas más comunes para un principiante serían:
· Que ha olvidado añadir azúcar o no añadió el suficiente
en la etapa de embotellamiento.
· Que las botellas tienen una fuga o no fueron tapadas
apropiadamente y se está escapando el CO2.
· Que la temperatura en la que las botellas se
almacenaron y añejaron era muy baja y por lo tanto no se
formó CO2.

No se espera lo suficiente
¡Esto es difícil incluso para mí! Soy un poco impaciente, pero la
verdad es que hay que aguantarse. Si transfieres tu cerveza a tus
botellas demasiado pronto y la levadura aun está fermentando
podrías tener problemas. Puede causar unos sabores y olores raros
debido a la producción de acetaldehído. O podrías tener una
minibomba en tus manos. Cuando embotelles tu cerveza tienes que
añadir más azúcar para lograr la carbonación, si lo haces antes de
que la levadura haya terminado significa que aún estará
produciendo CO2 que queda almacenado en cada botella. En casos
extremos podrían explotar.

Mis botellas están explotando


Si tus botellas explotan significa que se está desprendiendo
mucho CO2. Esto podría ser, como se explicó antes, porque
embotellaste tu cerveza antes de que la levadura tuviese tiempo de
terminar. O porque añadiste mucha azúcar a cada botella (o al cubo
de preparación). Si esto te ocurre no puedes hacer nada, salvo
ponerlas en el refrigerador. La temperatura fría detendrá la continua
producción de CO2, pero aún estarán carbonadas. Una vez que
estén frías puedes intentar quitar las tapas «cuidadosamente» para
liberar algo de gas.

Sigue las instrucciones


Cuando estés empezando trata de seguir las instrucciones en
su totalidad, aunque sé que sugerí algunas alternativas en mis
capítulos anteriores: son procedimientos que he probado con éxito.
Una vez que hagas unos pocos lotes empezarás a familiarizarte (y a
hacerte más atrevido), hasta entonces sigue las instrucciones tan
fielmente como sea posible.

Ingredientes caducados/pasados
La preparación casera se está volviendo un pasatiempo muy
popular y hay muchos lugares en línea para comprar productos.
Asegúrate de seleccionar un lugar popular con ingredientes frescos.
Revisa todas las fechas de caducidad antes de abrir cualquier
paquete o lata y contactar con la compañía si sospechas que tu
producto no es lo suficientemente fresco.

Cuida de que tu cerveza no se oxide


Cuando mueves la cerveza/mosto de cualquier forma, ya sea
moviéndola de la olla de preparación al cubo de fermentación, a un
envase secundario o en el embotellamiento, estás incrementando el
riesgo de que aire se filtre en tu mosto, esto incrementa las
posibilidades de que tu cerveza se oxide. Solo tienes que tener
mucho cuidado de no chapotear y de mantener los envases
cubiertos tanto como sea posible siempre que puedas.
Almacenar cerveza a temperaturas incorrectas
Cada levadura tiene una temperatura correcta a la que le gusta
fermentar. La de la lager necesita temperaturas más frías que de la
ale para fermentar apropiadamente, así que planifica con antelación.
Asegúrate de que tienes la cantidad correcta de espacio a la
temperatura correcta antes de empezar, o te estarás buscando
problemas.

Si sabes que es algo que continuarás haciendo, invierte en


calidad
Siempre es mejor mantener tus gastos bajos cuando
empiezas, pero pronto sabrás si esto es algo con lo que quieres
continuar o no. Si puedes ver un largo y próspero futuro, considera
comprar equipos de mejor calidad. Son más agradables de usar y te
durarán mucho más. En el transcurso del año podrías comprar hasta
tres cubos de plástico para fermentación o un hermoso garrafón de
vidrio de 23 l por el mismo precio. Y el garrafón durará mucho más
tiempo.

Sedimento en la botella
Es imposible producir cerveza casera sin sedimento al fondo
de la botella a menos que la filtres. No te obsesiones tratando de
reducir la cantidad de sedimentos: siempre habrá un pequeño resto
final en las botellas de un cervecero casero y esto no perjudicará tu
cerveza final.
Glosario

Aditivo
Ingredientes que se añaden para simplificar el proceso de
preparación o prolongar la vida en los estantes.
Adjunto
Ingredientes fermentables adiciones tales como maíz, arroz,
centeno, avena, cebada, y trigo.
Alcohol
Etanol o alcohol etílico. Es un producto producido por la
levadura cuando actúa sobre los azúcares de la malta durante la
fermentación.
Alcohol volumétrico
Es la cantidad de alcohol medida en porcentaje del volumen de
alcohol por volumen de cerveza. Esto es aproximadamente 20 %
más que el alcohol por peso.
Ale
Cervezas producidas con levadura con una fermentación alta.
Barley wine
Un tipo de ale muy fuerte con mucha dulzura debido a
azúcares residuales sin fermentar. Su nombre se original se debe al
hecho de que el contenido de alcohol de la barley wine es más
cercano al del vino que al de la cerveza.
Condicionamiento
Es un período de maduración que crea carbonación natural.
Puede tardar desde 1 a 6 semanas dependiendo de la cerveza.
Condicionamiento en barril
Segundo período de condicionamiento y fermentación en un
barril.
Condicionamiento en botella
Segundo período de condicionamiento y fermentación en
botellas individuales.
CAMRA
CAMRA es la Campaña por la real ale (Campaing for Real
Ale). Una organización de Inglaterra fundada en 1971 que apoya los
derechos de los consumidores del Reino Unido y Europa con
respecto a la industria cervecera.
Cebada
Cereal granulado, la cebada es la semilla de la planta de
cebada que necesita ser malteada antes de usarse para preparar
cerveza.
Densímetro
Instrumento usado para medir la densidad de los líquidos.
Véase también Hidrómetro.
Dióxido de carbono
El CO2 es producido por la levadura durante el proceso de
fermentación.
Enzimas
Proteínas que actúan como catalizadores.
Extracto de malta
Mosto condensado en la forma de polvo o jarabe consistente
de dextrinas, maltosa y otros sólidos disueltos.
Extracto de malta deshidratado
Mosto al que se le ha extraído toda el agua, hasta convertirlo
en polvo.
Fermentación
Conversión de azúcares en alcohol y dióxido de carbono.
Fermentación alta
La fermentación de esta levadura se desarrolla en la superficie
del mosto y crea una ale.
Fermentación baja
La fermentación de esta levadura se desarrolla en el fondo del
mosto y crea una lager.
Fermentación secundaria
Transvasar la cerveza a otro contenedor, dejando atrás los
sedimentos que se encuentran al fondo del fermentador. Esto puede
durar desde varias semanas a varios meses.
Fermentador
El recipiente en que se produce la fermentación.
Floculación
El agrupamiento y asentamiento de la levadura durante o
después de la fermentación.
Gravedad/Gravedad específica
Una medida de la densidad de un líquido con respecto al agua.
Gravedad final (densidad final o DF)
La medida de la densidad de un líquido tomada al final de la
fermentación.
Gravedad original (densidad inicial o DI u original gravity
en ingles)
La medida de la densidad de un líquido tomada antes del inicio
de la fermentación.
Hidrómetro
Instrumento usado para medir la densidad de los líquidos.
Véase también Densímetro.
Levadura
Microorganismos de la familia de los hongos.
Lúpulo
Hierba añadida al mosto que añade un sabor y/o aroma
amargo.
Lúpulo pellets
Lúpulo triturado y en la forma de píldora.
Lúpulo flor
Es la flor hembra de la planta (Humulus lupulus).
Conos de lúpulo
Es la flor hembra de la planta (Humulus lupulus) a veces
llamado flor.
Lagering
Deriva del término alemán para almacenamiento. Es el
añejamiento de la cerveza durante varias semanas o meses a
temperaturas frías.
Lauter
Es el procedimiento de separar el mosto obtenido después del
macerado.
Malteado
El proceso de malteado desarrolla enzimas en el grano que
comienzan a convertir el almidón del grano en azúcares que
brindarán nutrición a la levadura.
Mashing (macerado o remojado)
Proceso de mezclar el grano molido con agua para extraer los
azúcares fermentables.
Maltosa
Un azúcar fermentable en la malta.
Microcervecería
Cervecería pequeña que produce un número limitado de
barriles al año.
Malta base
La malta base es el cimiento desde el cual comienzan todos
los preparadores de grano. Contiene azúcares fermentables y
enzimas a partir las cuales puedes iniciar el proceso de preparación.
Mosto
Los azúcares, malta y cualquier ingrediente adicional obtenido
del macerado.
Oxidación
El resultado de que entre mucho aire al mosto en el momento
equivocado. Produce un sabor a cartón o papel mojado.
Oxigenación
Es la introducción de aire a la cerveza o mosto. La oxigenación
del mosto o cerveza durante la mayoría del proceso de preparación
o fermentación es perjudicial, ya que puede causar oxidación, pero
es beneficiosa cuando se incorpora la levadura, ya que ayuda a que
se reproduzca.
Pitch(ing)
Añadir levadura al mosto.
Racking
El sifoneo de la cerveza a las botellas o el barril.
Rehidratación de levadura
Introducir agua adicional a la levadura seca con el fin de
«despertarla» y activarla.
Retención de espuma
La habilidad de mantener una capa de espuma sobre la
cerveza.
Sparge (lavado)
Enjuagar los azúcares restantes del grano después del
lautering y la adición del líquido resultante al resto del mosto.
Trub
La capa de sedimento que aparece al fondo del fermentador
después de que la levadura haya completado la fermentación.
Wort (mosto)
Los azúcares, malta y cualquier ingrediente adicional obtenido
del macerado.
Conclusión
Bien, este es el fin de mi pequeña introducción a la
preparación casera de cerveza. Sinceramente espero que te haya
sido útil y que pases muchos días felices mezclando diferentes
recetas e inventando grandes cervezas. Recuerda que la
información contenida en este libro es para principiantes; una vez
que hayas preparado tus primeros lotes, puede que quieras probar
con la preparación con extracto de malta. Hay montones de
información allí afuera para ayudarte a dar este pequeño paso, así
como foros asombrosos que han sido invaluables para mí en mi
viaje a través de la preparación de cerveza.
¡Lo principal es divertirse y no rendirse nunca si un lote sale
mal, pues el siguiente será mejor gracias a la experiencia!

Agradecimientos especiales a:
Quiero hacer una mención especial a todas las personas que
me ayudaron con este libro. Particularmente a Heather, cuyo apoyo
fue invaluable en su creación, y a Esther, quien soportó mis
divagaciones sobre cervezas noches enteras y cuya paciencia con
los olores extraños y los derrames pegajosos durante años ha sido
vital para mi disfrute y éxito en este maravilloso pasatiempo.
Además, muchas gracias a Manel de TocaRetoc
(www.tocaretoc.carbonmade.com) por el gran retoque de imágenes.

También podría gustarte