Desarrollo de La Oclusion Dental

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Universidad de Carabobo

Facultad de Odontología
Programa de especialidad en Ortopedia Dentofacial y Ortodoncia
Neurofisiología de la oclusión

Integrantes:

María Angelica, López

José, López

Stephanie, Di modugno

Profesor:

Dr. Ybrahim Rodríguez

Naguanagua, 06 de diciembre de 2022


DESARROLLO DE LA DENTICIÓN

Del nacimiento hasta la madurez, y después de esta, la oclusión dental


sufre cambios importantes. A veces, esos cambios son drásticos, como en la fase
de la dentición mixta y en estos momentos, más útiles (ejemplo, después de la
erupción completa de la dentición permanente, entre la madurez temprana y la
tardía). Para poder diagnosticar cualquier desarrollo anormal, es importante que el
clínico entienda y reconozca el alcance de los cambios que son normales en la
dentición.

Ahora bien, para simplificar la descripción del espectro de cambio que


ocurren en la relación dental durante las diferentes fases de la dentición, dicho
espectro se divide en forma arbitraria en 4 fases: primera fase de almohadillas
gingivales, dentición primaria, dentición mixta dentición permanente.

La fase de la dentición primaria se extiende desde el momento de la


erupción de los dientes primarios hasta la del primer diente permanente, alrededor
de los seis años de edad.

La dentición primaria presenta funciones fisiológicas como: mantener el


espacio en los arcos dentarios para la dentición permanente y el mantenimiento de
la distancia vertical. además de la preparación mecánica del alimento para digerir
y asimilar, es decir prepararlo para la digestión. Adicionalmente, el desarrollo de la
fonación, porque da la capacidad para usar los dientes para pronunciar (F, S, V; Z,
TH) y por último y no menos importante la estética, mejoran el aspecto del niño.

Por otra parte, están las funciones biológicas, estimular el crecimiento de la


mandíbula por medio de la masticación, especialmente en el desarrollo de la altura
de los arcos dentarios, relación de proximidad con los permanentes. Además, de
actuar en el proceso de erupción de los permanentes, actuando como guía de
erupción.

ANATOMÍA DE LA DENTICIÓN PRIMARIA

Corona. El diámetro mesiodistal es de mayor longitud que si se compara con el


cérvico incisal, es decir es más ancho que alto, aumentando esta diferencia a
medida que los años pasan debido al desgaste fisiológico que presentan los
dientes deciduos por efecto de la masticación.

Las superficies vestibulares y linguales son más acampanadas


convergentes hacia la cara oclusal, es decir, más ancho en el tercio cervical y
disminuyendo hacia el tercio oclusal. Estas características se acentúan más en los
molares superiores e inferiores que en los incisivos. Sus zonas de contacto son
amplias y aplanadas debido a la presencia de los espacios fisiológicos
interdentales.

En cuanto a los incisivos y caninos superiores, la corona es de apariencia


plana, su ángulo mesiodistal es recto, el distoincisal más obtuso y redondeado, el
cíngulo está muy marcado es su superficie palatina. Por otra parte, los incisivos y
caninos inferiores son los más pequeños de todos los órganos dentales. Su cara
lingual es lisa y tiene un cíngulo pequeño y no muy marcado; son unirradiculares,
su raíz es de forma cónica y con el ápice inclinado hacia distal.

Ahora bien, los surcos cervicales o la delimitación cérvico radicular o cuello


de los dientes, son bastantes acentuados sobre todo en los primeros molares, por
lo que la constricción cervical es más visible. Por otra parte, la terminación del
esmalte es muy marcada en el cuello, tanto así, que se puede observar de forma
clínica la terminación del esmalte y el inicio del cemento radicular. El esmalte y la
dentina son muy delgados. El espesor del diámetro del esmalte sobrepasa 1 mm,
siendo este desgastado al pasar los años por efecto de la masticación fisiológica
del niño.

Estos dientes tienen un color característico blanco leche, debido al poco


tiempo de maduración que es más corto y por ende tiene menos tiempo de formar
la capa dentinal, obteniendo un diente con menos dentina.

Porción Radicular. En cuanto a la longitud de las raíces, son más largas y


delgadas si se comparan con las coronas clínicas de los molares, ahora bien, el
grosor de las raíces de los incisivos y caninos es más estrecho, en sentido mesio
distal. y con respecto a los molares también son estrechas en sentido mesio distal,
pero son muy anchas en sentido vestíbulo lingual. las paredes de las raíces tanto
anteriores como posteriores presentan un grosor delgado, es decir, presentan
poco tejido dentario y un espacio grande para la pulpa radicular.

Los dientes anteriores en su tercio apical a nivel de su raí tiene una


disposición hacia vestibular y distal, eso con el objeto de darle espacio al germen
dentario permanente para su formación dentro de los maxilares, estando este
diente en formación en la parte palatina de la raíz de los dientes anterosuperiores.

Igualmente, las raíces de los dientes posteriores, tiene una disposición muy
divergentes y acampanadas, presentando una curvatura enorme la cual inicia muy
cerca del cuello del diente, denominada esta curva como cinodoncia. esta
curvatura está exactamente después de la furcación radicular.

la pulpa de estos dientes es muy amplia, tanto así, que es mayor que el
tejido duro del diente. La pulpa sigue el contorno del diente, la cámara pulpar de
los molares inferiores son de mayor volumen que los molares primarios
superiores. y presentan una marcada diferencia entre la pulpa radicular y la pulpa
cameral. observando claramente la constricción del cuello del diente. Por último,
los dientes anteriores no presentan esta diferenciación entre las pulpas cameral y
radicular, haciéndose imposible determinar las fronteras pulpares. Los cuernos
pulpares son muy delgados y extensos, se encuentran por debajo de cada
cúspide.

PERÍODOS DEL DESARROLLO DE LA OCLUSIÓN DENTAL.

Para poder entender mejor el desarrollo de la oclusión dental en el período


pos – natal, se divide en los siguientes períodos:

1. Período pre – dental o de las almohadillas Gingivales


2. Período de la dentición primaria. o Postnatal
3. Período de la dentición mixta
4. Período de la dentición permanente.
1.PERÍODO PRE - DENTAL DE LAS ALMOHADILLAS GINGIVALES

Es el período que se extiende del 4° mes de vida intrauterina hasta el inicio


de la erupción de los dientes, por lo general en el 6° mes de vida pos - natal, es
también llamado período de los rodetes gingivales que se caracteriza por algunas
transformaciones fisiológicas en los seis meses subsiguientes.

2. PERÍODO DE LA DENTICIÓN PRIMARIA

Por lo general, hay gran variación de la época en que surgen los primeros
dientes primarios de los arcos, sin dimorfismo sexual en cuanto a cronología de
erupción. Se observa una fuerte influencia genética en relación a la cronología de
erupción, a nivel del 80%, quedando el otro 20% por cuenta de los factores
ambientales. No se debe confundir cronología de erupción con la secuencia más
favorable de erupción de los dientes primarios, para el buen desarrollo de la
oclusión.

La secuencia más favorable es aquella que va a permitir la ocurrencia de


diversos eventos necesarios para el desarrollo de la oclusión. La fase de la
dentición primaria se extiende desde el momento de la erupción de los dientes
primarios hasta la del primer diente permanente, alrededor de los 6 años de edad.

CRONOLOGÍA DE LA ERUPCIÓN DE LOS DIENTES PRIMARIOS.

La cronología de la erupción de los dientes primarios está sujeta a


influencias genéticas, de forma más acentuada que en la dentición permanente, y
tanto la cronología como la secuencia tienen márgenes de variabilidad mucho más
estrechos. El proceso de erupción se realiza en tres períodos un primer grupo,
hacen erupción los centrales inferiores a los 6 meses, centrales, laterales
superiores y finalmente laterales inferiores. El intervalo de separación cronológica
de cada par de dientes homólogos suele ser de 2 a 3 meses. Una vez que han
hecho erupción los incisivos hay un período de descanso en la salida dentaria de 4
a 6 meses.

Por otra parte, al salir los dientes anteriores se produce cierto


adelantamiento posicional en el patrón eruptivo, ellos hacen erupción en forma
vertical y adelantando hacia labial; permitiendo agrandar el arco ganando espacio
para el alineamiento. El micrognatismo mandibular se va compensando por su
crecimiento relativo durante el primer año de vida con respecto al superior. Al
completar la erupción de los 8 incisivos, se establece un tope anterior para la
función mandibular.

En un segundo grupo erupcionan los primeros molares hacia los 16 meses


y a los 20 meses los caninos, el período de erupción es de 6 meses y le sigue un
período silente de 4 - 6 meses. en esta fase de desarrollo de la dentición primaria,
la boca se ´prepara para el cambio de dieta líquida a sólida, el máximo crecimiento
se concentra en la parte distal de la apófisis alveolar y así queda lista para la
erupción de las unidades dentarias posteriores en el cual un tercer grupo, hacen
erupción con los cuatro segundos molares, que tardan unos 4 meses.
aproximadamente a los dos años y medio ya se debería haber completado la
dentición primaria.

Secuencia de Erupción.

Los dientes primarios inician su calcificación entre el tercero y 4to mes de


vida prenatal. Los inferiores por lo general comienzan la calcificación antes que los
superiores. Los incisivos centrales casi siempre son los primeros a iniciar la
calcificación y los segundos molares son los últimos. Por lo general, ningún diente
está presente en el nacimiento. El primer diente primario a irrumpir es el incisivo
central inferior, alrededor de los 6 ó siete meses de edad; el último es el segundo
molar primario superior, alrededor de los 2 o 3 años.

La secuencia usual de erupción comunicada por Moorres es: incisivo


central, incisivo lateral, primer molar, canino y segundo molar.
1er. año de vida maxilar: casi siempre los incisivos centrales y laterales primarios
ya han irrumpido. Las coronas de todos los dientes primarios están calcificadas en
su totalidad. Las cúspides de los primeros molares permanentes se encuentran
unidas y los demás dientes permanentes, hasta el primer molar, presentan sus
coronas en este estado de calcificación con excepción de los premolares.

1er. año de vida mandíbula: los incisivos centrales y laterales primarios han
irrumpido todos, estando la corona de los demás dientes primarios formadas por
completo y sus raíces en estado de desarrollo coronario, con excepción de los 2
dos molares primarios. Todos los dientes permanentes hasta el primer molar se
encuentran en estadíos de desarrollo coronario, con la excepción de los
premolares.

2do. año de vida maxilar: todos los dientes primarios se encuentran irrumpir. las
raíces de los incisivos ya están calcificadas por completo. los dientes
permanentes, hasta los primeros molares, presentes sus coronas en estadío de
desarrollo, excepto los premolares. La corona de los primeros molares
permanentes está bien calcificada. (estadio 4 - Nolla).

2do año de vida mandíbula: todos los dientes primarios han irrumpido las raíces
de los incisivos ya están calcificadas por completo. Las raíces de los demás
dientes se encuentran en las fases finales de clasificación los incisivos, caninos y
primero molares permanentes se presentan con sus coronas en estadios de
calcificación más acentuados en los primeros molares. (estadíos 4 y 5)

3er año de vida Maxilar: todos los dientes primarios están en oclusión con los
inferiores. sus raíces están enteramente calcificadas. Las coronas de los primeros
molares están casi totalmente calcificadas y los demás dientes permanentes
presentan sus coronas en estadío de calcificación, inclusive los premolares y
segundos molares.

3er año de vida mandíbula: todos los dientes ya están formados y en oclusión. las
coronas de los primeros molares permanentes están casi formadas. (estadío 5) y
los demás dientes permanentes presentan varios estadíos de desarrollo hasta el
segundo molar.

4to año de vida Mandíbula y maxilar: toda la dentadura primaria, ya se completó.


Las coronas de los dientes permanentes se presentan en estadíos bien avanzados
de desarrollo y el primer molar inferior se encuentra en el estadío de desarrollo
radicular y localizados en el cuerpo de la mandíbula. Las cúspides de los
segundos molares permanentes se encuentran bien calcificadas. En esta edad, las
raíces de los incisivos centrales primarios presentan un tercio de reabsorción.

5 to año de vida: tanto el maxilar como la mandíbula hay diversos estadíos de


desarrollo radicular para, los incisivos y primeros molares permanentes y
desarrollo coronario para los demás dientes permanentes hasta el segundo molar.
las raíces de los incisivos centrales y laterales superiores e inferiores presentan
2/3 y 1/3 de reabsorción, respectivamente.

CARACTERÍSTICAS DE LA DENTICIÓN PRIMARIA.

Después de la erupción de los dientes primarios, que se establece de forma


completa alrededor de los 30 meses de vida, la dentición primaria presenta
algunas características que participan del desarrollo de la oclusión de los dientes
permanentes. Son las siguientes:

1. Inclinación axial de los dientes primarios.


2. Relación antero – posterior de los segundos molares primarios.
3. Espacios fisiológicos
4. Espacios primates
5. Tipos de arco en la dentición primaria
6. Forma de arcos en la dentición primaria
7. “leeway space” o espacio libre de Nance;
8. Traspase horizontal
9. Traspase vertical
1.Inclinación axial de los dientes primarios. Una de las características es el
paralelismo entre sus raíces, demostrando ausencia de inclinación axial. Los
incisivos forman entre sí un ángulo próximo a 180 °, ocluyéndose con frecuencia
en el borde (tope). Las modificaciones que ocurren durante el cambio de dientes
en relación al grado de inclinación axial entre dientes primarios y permanentes son
importantes para el desarrollo de la dentición. Ahora bien, en el área de los
caninos y molares primarios, se observa el mismo paralelismo entre sus raíces, no
habiendo inclinación axial en el sentido mesio – distal o en el sentido vestíbulo –
lingual.

2.Relación antero – posterior de los segundos molares primarios. Las


relaciones terminales de las caras distales de estos dientes, son de importancia
fundamental cuando se estudia el desarrollo de la oclusión sobre todo en relación
a la erupción del primer molar permanente. Las caras distales de los segundos
molares primarios y sus raíces funcionan como verdaderos guías de erupción para
los primeros molares permanentes. Estas relaciones se describen a continuación:

● Relación terminal de los molares primarios en plano terminal recto.


● Relación terminal de los molares primarios formando un escalón
mesial
● Relación terminal de los molares primarios formando un escalón
distal.

Ahora bien, de acuerdo al plano terminal recto, los molares permanentes pueden
irrumpir y entrar en relación oclusal normal. No hay movimiento mesial fisiológico
de la mandíbula o ajuste anterior de los dientes mandibulares antes de los 4 años
de edad.

3. Espacios fisiológicos o de desarrollo, estos espacios están presentes con


frecuencia entre los incisivos primarios desde el inicio, sin embargo, se vuelven un
poco mayores, en cuanto el niño crece y los procesos alveolares se expanden.
Estos espacios son indispensables para el alineamiento adecuado de los incisivos
permanentes
4. Espacios Primates, Baume registró dos tipos de espacios con frecuencia
observados entre los incisivos laterales y caninos primarios superiores, y entre
caninos y primeros molares primarios inferiores, los cuales fueron denominados
espacios primates de la dentición primaria humana. Estos diastemas, no son
resultado de adaptaciones funcionales, son más bien consecuencia de un patrón
inherente en el momento de la erupción de los caninos primarios.
5. Tipos de arcos, según Baume, hay dos tipos fundamentales de arcos pueden
ser encontrados en la dentición primaria. Los arcos Tipo I: los cuales presentan
además de los espacios primates, espacios generalizados entre los incisivos
superiores e inferiores. Y los Arcos Tipo II: presentan sólo espacios primates, sin
espacios generalizados entre los incisivos, o hasta sin espacios primates. Es
posible que en el período de cambio de los dientes primarios a los dientes
permanentes, estos últimos irrumpa de manera regular, sin problemas de espacio
o posicionamiento, en los Arcos Tipo I, lo contrario ocurre en los Arcos Tipo II.
Aunado a lo anterior, los arcos sin espacio son, en promedio, de 1,5 y
1,7mm, respectivamente, más reducidos que aquellos con espacios. Es importante
saber que la ausencia de espacios puede ocurrir a causa del ancho mesio distal
de los dientes primarios o por la falta de crecimiento alveolar suficiente, o una
combinación de ambas. Por lo anterior, la mayoría de los casos de arcos tipo II
pueden estar asociadas a las maloclusiones de clase II de Angle.
6. Forma de Arcos en la Dentición Primaria: el arco maxilar se puede presentar
de varias formas, sin embargo, es su aspecto normal, se muestra parabólico y el
paladar es bien plano. El arco mandibular en su forma normal acompaña de
manera discreta la forma del arco superior, y es en forma de “U”.
7. Leeway Space o Espacio Libre de nance, se refiere a la diferencia entre la
sumatoria de los diámetros mesiodistales de los caninos, 1° y 2° molares
primarios, y la sumatoria de los diámetros mesiodistales de los caninos 1° y 2°
premolares. Esta diferencia, según Nance, en el arco inferior el promedio es igual

a 1,7 mm para cada lado.


8. Traspase Horizontal: es la relación horizontal u overjet, que expresa en
milímetros la distancia entre el incisivo central superior más vestibularizado y el
incisivo central inferior. Esta distancia normal en la dentición primaria es de 0 y 4
mm, respectivamente.
9. Traspase Vertical: sobremordida u overbite, es la cantidad en milímetros, de
sobrepase vertical entre los incisivos centrales superiores e inferiores. Y en la
dentición primaria varía entre 0 a 4mm.

DESARROLLO DE LA OCLUSIÓN DENTARIA

Estadio de los rodetes gingivales, se extiende desde el nacimiento hasta la


erupción del primer diente primario, por lo general, el incisivo central inferior,
alrededor de los 6 a 7 meses de edad. Los rodetes gingivales de los arcos
maxilares y mandibulares muestran elevaciones y surcos que indican la posición
de varios dientes primarios que todavía están desarrollándose en los rebordes
alveolares.
Erupción de los incisivos centrales y laterales superiores e inferiores. En
esta fase no hay sentido de oclusión, observándose sobremordida profunda y la
posibilidad del niño de realizar grandes excursiones mandibulares.
Erupción de los primeros molares primarios superiores e inferiores: aquí
ocurre el primer levantamiento de la oclusión, es decir, el primer sentido de
dimensión vertical, modificándose la sobremordida profunda inicial para una
mordida de borde a borde. Aquí se inicia el primer sentido de la oclusión y la
primera definición de la articulación temporomandibular.
Erupción de los caninos primarios superiores e inferiores. En esta fase se
forma la guía canina que es importante en el establecimiento y mantenimiento de
los espacios primates.
Erupción de los segundos molares primarios. en está fase las características
principales son las relaciones distales que pasaron a tener gran influencia en la
futura erupción de los primeros molares permanentes, y que puede ser: en plano
vertical - 76%, en plano mesial - 14% y en plano distal - 10%.
La determinación de las relaciones del plano terminal en la dentición de los
primeros molares permanentes es orientada por las superficies distales de los dos
molares deciduos, hasta alcanzar el plano oclusal.
A partir del establecimiento de estas cuatro fases hasta el inicio de la
dentición mixta, cuando los primeros molares permanentes inician su erupción,
ocurren pocas modificaciones en la dentición temporal. Los traspases vertical y
horizontal y la relación sagital entre los arcos dentarios no sufren cambios
significativos, a menos que factores ambientales como traumatismos, hábitos o
caries estén presentes. Al final de la dentición primaria el maxilar y la mandíbula
abrigan el mayor número de dientes de toda la vida del individuo, incluyendo 20
dientes primarios y un mínimo de 28 dientes permanentes que no irrumpirán ya
que están en formación.
Sólo a partir del inicio del cambio de dientes, esto es con la erupción de los
dos incisivos, puede ocurrir un nuevo ciclo de modificaciones.

Desarrollo de la dentición de transición: Se puede llamar de período de


transición, aquel que corresponde a la erupción de los primeros molares
permanentes. Es un período que presenta algunas características peculiares, en
las cuales está el inicio de la formación de la curva de Spee y de la curva de
Wilson. Con la erupción de los primeros molares, permanentes, ocurre también lo
que se llama el segundo levantamiento de la oclusión, esto es un nuevo aumento
en la dimensión vertical del individuo.
Los primeros molares permanentes irrumpen guiados por la cara distal de
los segundos molares temporales; de ahí la importancia de la relación de la
relación de esos dientes que como ya fue esclarecido, puede ser: En escalón
mesial inferior; en plano vertical o en escalón distancia inferior

RELACIÓN CON EL CRECIMIENTO Y DESARROLLO CRANEOFACIAL

El primer indicio de la formación del diente primario aparece precozmente, a


la sexta semana de la vida prenatal, cuando las arcadas han adquirido su forma
inicial; sin embargo, en este momento, las arcadas son pequeñas comparadas con
la bóveda craneal y las órbitas. la altura facial inferior es pequeña sí se relaciona
con el neurocráneo. El arco mandibular es mayor que el arco maxilar, y las
dimensiones verticales de las arcadas están poco desarrolladas.
En esta fase de desarrollo, cuando se juntan las arcadas contactan con la
lengua y ésta a su vez, con las mejillas. La forma prenatal de la cabeza varía
considerablemente, pero las diferencias relativas entre la bóveda craneal, las
órbitas y la altura facial inferior permanecen constantes. Durante este período, en
ambas arcadas se producen todos los estadíos del desarrollo dental.
Por otra parte, después del nacimiento se produce un crecimiento
considerable del neurocráneo. Normalmente al nacer no hay ningún diente visible,
en este período continúa el desarrollo de ambas denticiones y la arcada crece
según las necesidades de espacio posterior para los futuros dientes. Además, la
altura del hueso alveolar aumenta para acomodar los dientes. Sin embargo, el
crecimiento de la porción anterior de la arcada se frena hacia el primer año de
vida. postnatal.
Finalmente, el movimiento mandibular controlado por un mecanismo
neuromuscular maduro, precisa de la aparición del primer diente, de su
articulación, y de la información propioceptiva que proporciona el periodonto. Así,
como del contacto de los primeros molares con sus oponentes, comienza el
desarrollo de la oclusión y del sustrato neuromuscular necesario para las
funciones más complejas de la lengua y la mandíbula.

IMPORTANCIA DE LA DENTICIÓN PRIMARIA


Es de gran importancia el orden en que se efectúa la erupción de los
dientes primarios porque ayuda a determinar la posición de los dientes
permanentes, en el arco. Por lo que la época de aparición o erupción de los
dientes primarios no es importante a menos que se desvíe mucho el promedio de
aparición.
Ahora bien, la falta de espacio por pérdida prematura de dientes de
primarios es un factor significativo que determina la aparición de maloclusiones.
Además, el incremento de espacio necesario es esencial, para que el desarrollo
de las relaciones oclusales de la dentición permanente sea normal.
Por otra parte, los arcos dentarios primarios, presentan unas características
propias de las diferentes etapas de desarrollo y que es importante tener en cuenta
si queremos conocer o saber cuándo se está instalando algún problema de
maloclusión que debamos interceptar. es decir, algún problema en las tres
dimensiones: vertical, antero - posterior o transversal.
Por todo lo anterior, es necesario la prevención y el tratamiento a tiempo de
los dientes primarios cuando así lo requieran, porque algún daño en los mismos
impide el normal desarrollo de la oclusión y su función.
Por último y no menos importante, la dentición primaria, es fundamental
para el adecuado desarrollo de la fonación y la evolución del lenguaje, la
respiración nasal, dar confianza al niño desde el punto de vista estético y así
desarrollar sus habilidades de socialización. además, de hacer de guía para la
erupción de los dientes permanentes, guardándoles el espacio para su correcta
alineación y oclusión dental.

DENTICIÓN MIXTA

La segunda parte de la infancia, desde los 5-6 años hasta la pubertad, se caracteriza por
importantes cambios sociales, de conducta y por una prolongación del patrón de
crecimiento físico del período anterior. Sin embargo, conviene tener presente las
diferencias normales en la velocidad de crecimiento para los diferentes órganos y tejidos.
En esta segunda parte de la infancia se observa la mayor disparidad en el desarrollo de los
distintos órganos y tejidos. Hacia los 7 años de edad, el niño ha completado prácticamente
su desarrollo neural. El cerebro y su cubierta han alcanzado el mayor tamaño que pueden
alcanzar. Él tejido linfoide de todo el cuerpo ha proliferado, superando los niveles
habituales en los adultos, y son frecuentes las amígdalas y adenoides de gran tamaño. Por el
contrario, el crecimiento de los órganos sexuales apenas se ha iniciado y el crecimiento
corporal general sólo está moderadamente adelantado. Durante la primera parte de la
infancia va disminuyendo gradualmente el ritmo de crecimiento corporal general, en
comparación con el ritmo tan rápido de la lactancia, y se estabiliza en un nivel más
moderado durante la segunda parte de la misma. Tanto la nutrición como la salud general
pueden influir en el nivel al que se produce esa estabilización.

Movimientos eruptivos:

Durante el período en el que se está formando la corona de un diente se produce una deriva
labial o bucal muy lenta del folículo dental en el seno del hueso, aunque esta deriva no
puede atribuirse al propio mecanismo de la erupción. De hecho, el cambio en la posición
del folículo dental es cuantitativamente muy pequeño y solo puede apreciarse en los
experimentos de tinción vital; es tan pequeño que se puede utilizar el folículo como
referencia natural en los estudios radiológicos del crecimiento.

El movimiento eruptivo comienza poco después de empezar a formarse la raíz. Esto


respalda la idea de que la actividad metabólica en el seno del ligamento periodontal es una
parte importante de la erupción, si no el único mecanismo de la misma.

La erupción antes de la salida requiere dos procesos:

1. Se debe producir una reabsorción del hueso y las raíces de los dientes primarios por
encima de la corona del diente emergente

2. Un mecanismo de propulsión debe desplazar el diente en la dirección del camino


abierto

Reabsorción radicular:

Como se ha referido, los osteoblastos son derivados de las células madres del mesénquima
con un potencial único para diferenciarse en adipocitos, condrocitos y células del estroma.
Los osteoclastos, en cambio, son derivados de las células madres hematopoyéticas. Estos
dos tipos de células, de diferentes orígenes, cooperan entre sí para mantener la hemostasia
del tejido óseo.

La exfoliación de los dientes primarios, fenómeno fisiológico propio del ciclo vital de la
fórmula primaria, se manifiesta con una progresiva reabsorción radicular que termina con la
caída del diente, las células responsables de la reabsorción fisiológica de tejido dental son
los odontoclastos.

Estructuralmente los odontoclastos poseen similares características que los osteoclastos, sin
embargo, son más pequeños que los osteoclastos
La diferenciación odontoclastica tiene varios aspectos y funciones muy característicos; los
odontoclastos mononucleares se adhieren firmemente al hueso y se fusionan con otros para
formar odontoclastos multinucleados

Los odontoclastos son células multinucleadas, viven alrededor de 2 semanas y desaparecen


por apoptosis (muerte celular programada por la fragmentación en partículas con membrana
que permite su fagocitosis sin inflamación). Son los responsables de la destrucción de las
partes orgánicas e inorgánicas del hueso, estando activos en los procesos de renovación
fisiológica del hueso como en las pérdidas patológicas

Las propiedades metabólicas y enzimáticas de los Odontoclastos son también similares a la


de los osteoclastos,la principal diferencia en biología dental y ósea es que el hueso sufre
constantemente remodelación fisiológica mientras el diente sufre reabsorción normal solo
en el caso de dentición primaria.

Estudios in vitro de la misma época han demostrado que la pulpa temporal al colocarla
sobre geles de colágeno presentan una actividad colagenolítica,pero esta actividad no se
constató en pulpas permanentes; para los autores este hecho podría indicar la posibilidad
de que existe un factor difusible en forma activa en la pulpa de los dientes temporales ( la
colagenasa)

Se puede entonces suponer que la función de la colagenasa no es necesariamente igual en


pulpa de dientes temporales que pulpa de permanentes y que el primer caso puesta no
asociada a la reabsorción fisiológica y en el segundo a proceso de renovación y reparación.

El proceso de reabsorción se puede dividir en cuatro etapas

● Pre reabsorción, donde la pared de la cámara pulpar es cubierta con una capa
Odontoblástica y ningún osteoclasto multinucleados pudo ser detectada en dicha
cámara
● Reabsorción temprana, donde Odontoclastos multinucleados se detectan en la
cámara pero el resto de la superficie pulpar sigue aún cubierta por la cara la capa
Odontoblástica
● Reabsorción tardía, donde los odontoblastos desaparecen de la cámara pulpar y
domina la presencia de Odontoclastos multinucleados alineados
● La reabsorción final, donde la superficie de la dentina de la cámara pulpar ha sido
parcial o totalmente reabsorbida

La reabsorción fisiológica de las raíces de los dientes primarios, es un proceso intermitente


en el que se alternan periodos de reabsorción activa con otros más prolongados de reposo,
durante los cuales se ponen en marcha procesos reparadores que restablecen la inserción
periodontal de la zona reabsorbida. Durante estos periodos de reparación sobre la superficie
radicular, se deposita cemento radicular ordinario, y si estos procesos de reparación superan
por algún motivo a los de reabsorción, el resultado puede ser una anquilosis, con la
consiguiente infraoclusión del diente.

El proceso de reabsorción por sí mismo puede describirse como bimodal, comprometiendo


la degradación de la estructura inorgánica del cristal de hidroxiapatita y la estructura
orgánica de colágeno del hueso. El proceso resortivo comienza cuando el Odontoclasto se
adhiere a la matriz del hueso.

Patrón de reabsorción:

Articulando con los dientes permanentes, la reabsorción radicular del diente primario se
inicia en el sitio de la raíz que está más cerca del sucesor permanente. En los dientes
anteriores por ejemplo la corona completa del sucesor permanente se encuentra lingual al
tercio apical del diente primario. El movimiento eruptivo del diente permanente tiene una
dirección incisal y vestibular, esto causa la resorción de la superficie lingual del tercio
apical de la raíz del diente primario. Una vez que hay reabsorción de la superficie
vestibular, el diente permanente es encontrado debajo de la raíz del diente primario. Desde
aquel momento, la reabsorción sigue adelante horizontalmente en una dirección incisal,
hasta que el diente primario se exfolie y el diente permanente erupciona en la cavidad oral.

En estudios recientes de revisión sobre eventos moleculares e histológicos en la reabsorción


fisiológica de la raíz en dientes primarios, se sostuvo que la reabsorción de la raíz parece
ser iniciada y regulada por el retículo estrellado y el folículo dental de los dientes
permanentes subyacentes por medio de la secreción de moléculas estimuladores, es decir,
citoquinas y factores de transcripción

Patologías asociadas: Aunque lo normal es que ambos mecanismos actúen


coordinadamente, hay circunstancias en las que no ocurre así.

Se puede producir una ausencia de erupción en los seres humanos, como consecuencia de
un fallo en la reabsorción ósea, como sucede, por ejemplo, en el síndrome de displasia
cleidocraneal. En los niños que padecen este síndrome no solo está alterada la reabsorción
del hueso y los dientes primarios, sino que existe una intensa fibrosis gingival y numerosos
dientes supernumerarios impiden también la erupción normal. Todas estas alteraciones
bloquean mecánicamente la erupción de los dientes sucedáneos (los que reemplazan a los
primarios). Si se eliminan las interferencias, los dientes suelen erupcionar y se puede lograr
la oclusión.
En el síndrome humano conocido como fallo primario de la erupción (poco frecuente, pero
perfectamente documentado), los dientes posteriores afectados no llegan a erupcionar,
debido presumiblemente a un defecto en el mecanismo de propulsión. Ya se ha identificado
una mutación en el gen del receptor de la hormona paratiroidea (PTH R1) que da lugar a
este trastorno (también pueden intervenir otros genes). En las personas afectadas se observa
una reabsorción ósea aparentemente normal, pero los dientes implicados no siguen la vía
que ha quedado despejada. No responden a la fuerza ortodóncica y no pueden desplazarse a
su posición. Por consiguiente, parece bastante evidente que el factor que limita la velocidad
es la erupción preemergente. Normalmente, el hueso superficial y los dientes primarios se
reabsorben, y el mecanismo de propulsión empuja al diente hacia el espacio dejado por la
reabsorción. La conclusión de la corona es la señal que activa la reabsorción del hueso
situado sobre la corona del diente, y que también anula la inhibición de los genes necesarios
para que se formen las raíces.

Mecanismo de erupción:

Una vez que el diente emerge, erupciona rápidamente hasta aproximarse al nivel oclusal y
verse sometido a las fuerzas de masticación. En ese momento, su erupción disminuye de
velocidad y continúa hasta alcanzar el nivel oclusal de otros dientes, empezando a
funcionar plenamente. La fase de erupción relativamente veloz, desde el momento en que
perfora inicialmente la encía hasta que alcanza el nivel oclusal, se denomina acelerón
postemergente, que contrasta con la fase posterior de erupción, que es muy lenta y a la que
se conoce como de equilibrio oclusal juvenil.

En los humanos se ha demostrado que la erupción de los premolares que se mueven de la


emergencia gingival hacia la oclusión se ve afectada por los cambios en el flujo sanguíneo
en la zona apical. Esto sugiere que el flujo sanguíneo es al menos un factor contribuyente
en el mecanismo de erupción.

Los mecanismos de erupción pueden ser muy diferentes tras la erupción (los enlaces
cruzados de colágeno del ligamento periodontal son más prominentes una vez que el diente
empieza a participar en la oclusión, de manera que el mecanismo más probable parece ser
un acortamiento de las fibras de colágeno) y el mecanismo de control varía. Parece obvio
que cuando el diente se ve sometido a las fuerzas de masticación que se oponen a la
erupción disminuirá el ritmo general de la misma, y así es como sucede exactamente. En
los seres humanos, una vez que los dientes alcanzan el nivel oclusal, la erupción continúa
de forma casi imperceptible, pero indudable.

Durante el equilibrio juvenil, los dientes que están en función erupcionan a un ritmo que se
corresponde con el ritmo de crecimiento vertical de la rama mandibular. Al seguir
creciendo la mandíbula, se aleja del maxilar, dejando un espacio hacia el que erupcionan
los dientes. No obstante, se ignora el mecanismo exacto de control de la erupción para
adecuarla al crecimiento mandibular, y dado que algunos de los problemas ortodóncicos
más difíciles aparecen cuando la erupción no coincide con el crecimiento.

Dado que el ritmo de erupción se corresponde con el de crecimiento mandibular, no debe


extrañarnos que el acelerón puberal en el crecimiento mandibular vaya acompañado de un
acelerón puberal en la erupción dental.

Una vez que un diente llega a la boca, las fuerzas que se oponen a su erupción son la
masticación y tal vez también la presión de los tejidos blandos de los labios, las mejillas o
la lengua en contacto con los dientes. Si la erupción solo se produce durante los períodos de
reposo, es probable que las presiones ejercidas por los tejidos blandos (p. ej., por la
posición de la lengua durante el sueño) tengan una importancia en el control de la erupción
mayor a la de las presiones más intensas que se producen durante la masticación.

Secuencia de erupción:

El orden más frecuente es la erupción inicial de los incisivos centrales inferiores, seguida
muy de cerca por la de los primeros molares inferiores permanentes y la de los primeros
molares superiores permanentes. Sin embargo, estos dientes suelen erupcionar casi al
mismo tiempo, por lo que es una variante habitual que los primeros molares emerjan
ligeramente antes que los incisivos centrales inferiores o viceversa.

Por lo general, los molares inferiores emergen antes que los superiores. El comienzo de la
erupción de este grupo de dientes corresponde a una edad dental de 6 años.

En la segunda fase de la erupción, a la edad dental de 7 años, erupcionan los incisivos


centrales superiores y los incisivos laterales inferiores. Los primeros suelen emerger 1 año
después que los inferiores, pero erupcionan al mismo tiempo que los incisivos laterales
inferiores. A una edad dental de 7 años, la formación de la raíz de los incisivos laterales
superiores está muy adelantada, pero todavía queda 1 año para su erupción, mientras que
los caninos y los premolares aún están en la fase de terminación de la corona o justo al
comienzo de la formación de la raíz.

La edad dental de 8 años se caracteriza por la erupción de los incisivos laterales superiores.
Tras la aparición de estos dientes en su arco pasan 2 o 3 años antes de que emerjan más
dientes permanentes. Dado que a las edades dentales de 9 y 10 años no erupciona ningún
diente, esas edades deben distinguirse por el grado de reabsorción de los caninos y
premolares primarios y por el grado de desarrollo de las raíces de sus sucesores
permanentes.
A la edad dental de 9 años están presentes los caninos y los primeros y segundos molares
primarios; se ha completado aproximadamente un tercio de la raíz de los caninos inferiores
y de los primeros premolares inferiores, y acaba de empezar (si lo ha hecho) el desarrollo
de la raíz del segundo premolar inferior.

En el arco maxilar ya ha comenzado a desarrollarse la raíz de los primeros premolares,


pero apenas se ha iniciado (si es que lo ha hecho) el desarrollo de la raíz de los caninos y
los segundos premolares.

La edad dental de 10 años se caracteriza por un mayor grado de reabsorción de las raíces de
los caninos y molares primarios, así como por un mayor desarrollo de las raíces de sus
sucesores permanentes. A esta edad dental se han completado aproximadamente la mitad de
las raíces de cada canino inferior y de los primeros premolares inferiores y casi la mitad de
las raíces de los primeros premolares superiores, y se han desarrollado notablemente las
raíces de los segundos premolares inferiores, los caninos superiores y los segundos
premolares superiores. Los dientes suelen emerger una vez que se han completado tres
cuartas partes de sus raíces. Por consiguiente, cuando el desarrollo de una raíz se aproxima
a este nivel, es una señal de la erupción inminente del diente.

Las raíces necesitan de 2 a 3 años para completar su desarrollo, una vez que el diente ha
llegado al contacto oclusal. Así pues, otro indicador de la edad dental de 10 años sería la
conclusión del desarrollo de las raíces de los incisivos inferiores y la casi conclusión de las
raíces de los laterales inferiores.

Hacia la edad dental de 11 años deben haberse completado las raíces de todos los incisivos
y de los primeros molares permanentes.

La edad dental de 11 años se caracteriza por la erupción de otro grupo de dientes: los
caninos inferiores, los primeros premolares inferiores y los primeros premolares superiores,
que erupcionan más o menos simultáneamente. En el arco mandibular, los caninos suelen
aparecer justo antes que los primeros premolares, pero lo importante es la coincidencia en
el momento de la erupción, no los detalles sobre el orden de aparición. Por otra parte, los
primeros premolares suelen erupcionar en el arco maxilar mucho antes que los caninos.

A la edad dental de 11 años, los únicos dientes primarios que quedan son los caninos, y los
segundos molares superiores y los segundos molares inferiores.

A la edad dental de 12 años erupcionan los restantes dientes sucedáneos permanentes. El


término sucedáneo se refiere a los dientes permanentes que reemplazan a los predecesores
primarios; por consiguiente, un canino es un diente sucedáneo, mientras que un primer
molar no lo es
A esta edad dental se acerca el momento de la erupción de los segundos molares
permanentes en ambos arcos.

Aunque la mineralización suele comenzar más tarde, se pueden observar los inicios de los
terceros molares hacia los 12 años de edad. Las edades dentales de 13, 14 y 15 años se
caracterizan por el grado de culminación del desarrollo de las raíces de los dientes
permanentes. Hacia la edad dental de 15 años, la formación de un tercer molar se
visualizará en las radiografías, y deben haberse completado las raíces de los restantes
dientes permanentes.

Como sucede en las demás edades de desarrollo, la edad dental guarda relación con la
edad cronológica, aunque la correlación entre la edad dental y la cronológica es una de las
más débiles. En otras palabras, los dientes erupcionan con una variabilidad considerable
con respecto a las edades cronológicas que se emplean como referencia. Sin embargo, sigue
siendo cierto que los dientes erupcionan por etapas, tal como acabamos de describir. En un
niño con un desarrollo dental precoz, los incisivos centrales y los primeros molares
inferiores pueden erupcionar a los 5 años, alcanzando la edad dental de 12 años a la edad
cronológica de 10.

Un niño con un desarrollo dental lento puede alcanzar la edad dental de 12 años a la edad
cronológica de 14, lo cual está dentro del intervalo de variación normal.

Los cambios en el orden de erupción constituyen un signo mucho más fiable de que existe
un trastorno en el desarrollo normal que una demora o una aceleración generalizada.
Cuanto más se aparta un diente de su posición prevista en el orden de erupción, más
probabilidades existen de que haya algún tipo de problema.

Tamaño de las arcadas y de los dientes

El crecimiento de las arcadas proporciona a los dientes espacio para erupcionar y emerger
en el interior de la boca. El desplazamiento anterior del complejo maxilomandibular, que es
el patrón habitual, influye en la erupción dentaria, así como la posición anteroposterior de
los incisivos. La posición lingual de los incisivos mandibulares se acompaña
frecuentemente de un desplazamiento anterior, durante el cambio es mayor en la mandíbula
que en el maxilar y como además existe una tendencia pronunciada a que los molares
inferiores se desplacen hacia mesial, las relaciones oclusales se mantienen niveladas
durante los últimos períodos de la dentición mixta.

Cuando existe una discrepancia entre la dimensión mesiodistal total de los dientes y el
tamaño del hueso de soporte de las arcadas, se puede producir un apiñamiento o una
protrusión. La discrepancia puede deberse al tamaño grande o pequeño de los dientes, las
bases óseas pequeñas o grandes, o una combinación de ambos. No parece existir relación
evidente entre el tamaño total de los dientes de la arcada mandibular y los apiñamientos, ni
entre el tamaño individual de un diente y su apiñamiento. Howe y cols.* demostraron que
la anchura de la arcada y las dimensiones de su perímetro pueden establecer diferencias
entre denticiones apiñadas y denticiones no apiñadas.

Ancho de la arcada:

Con relación al incremento en anchura de los arcos dentarios hay hechos importantes que
considerar:

1. El incremento depende básicamente del crecimiento de los procesos alveolares


conjuntamente con la erupción dentaria.

2. El aumento en el ancho está estrechamente relacionado con el desarrollo dentario


y menos con el crecimiento esquelético.
3. Las diferencias anatómicas relacionadas con la orientación de los procesos
alveolares.

La anchura de la arcada se mide entre puntos linguales homólogos (es decir, intersección
del surco lingual con el margen gingival) de los dientes de la misma arcada (es decir,
anchura palatina entre los segundos molares). La anchura entre los molares maxilares, por
ejemplo, puede ser, como mucho 6 mm menor en las denticiones con apiñamiento que en
las que no lo presentan.

La anchura palatina aumenta de 2,5 a 3 mm entre los 7 y los 15 años en personas que no
han recibido ningún tratamiento. En condiciones normales la anchura intermolar en dentición
mixta es de 34-35 mm y en la dentición permanente de un adulto de 36 a 39 mm .De acuerdo con
estudios practicados por Spillane y MeNamara, si en una arcada dental se aprecia que la
anchura palatina es estrecha (menos de 31 mm) en la primera dentición mixta, es poco
probable que el niño alcance las dimensiones adecuadas solamente por la actividad de los
mecanismos de crecimiento normales

La distancia (perimetro) alrededor de la arcada dental se mide desde las caras mesiales de
los segundos molares maxilares derecho e izquierdo, y es manifiestamente mayor en las
denticiones sin apiñamiento. Otros investigadores han obtenido resultados similares. Los
ortodoncistas Intentan prevenir y tratar las discrepancias entre el tamaño de los dientes y de
las arcadas; sin embargo, para proteger mejor los intereses de sus pacientes, el profesional
debe conocer la importancia que tienen las diferencias de tamaño entre los dientes
temporales y los permanentes, así como la diferencia de tamaño entre dientes y arcadas
Diferencias en el tamaño de los dientes:

La relación entre el tamaño de las arcadas dentales, y las diferencias de tamaño entre los
dientes de la dentición temporal (deciduos) y la dentición definitiva, es especialmente
importante para el desarrollo de la dentición permanente. Por ejemplo, el conjunto de los
dientes permanentes posteriores generalmente tiene un diámetro mesiodistal menor que el
de los dientes temporales, o dicho de otra forma, que los dientes posteriores de reemplazo
(dientes permanentes) son mesiodistalmente más pequeños que los dientes temporales. La
diferencia es el espacio libre disponible, o espacio que se gana por la diferencia entre las
dimensiones mesiodistales de los molares temporales y de los premolares permanentes. La
distancia mesiodistal promedio de la primera dentición es de 47 mm, que, comparados con
los 42,2 mm de la dimensión del grupo de dientes de reemplazo, da una ganancia de
espacio libre disponible de 4,8 mm. Esta diferencia de tamaño entre los dientes posteriores
de reemplazo (permanentes) y los temporales permite el movimiento mesial de los molares
permanentes.

De esta manera, comparando simplemente el tamaño de los dientes de las dos denticiones
podemos ver la necesidad de obtener un espacio adicional para las arcadas, tan pronto como
se pierden los incisivos temporales, excepto cuando en la dentición temporal exista una
separación suficiente.

Parte del espacio se emplea para el espacio disponible (diferencia de tamaño entre los
premolares y los molares temporales), pero puede servir para la alineación de los incisivos
inferiores con apiñamientos de una media de 1.6 mm.

El molar mandibular utilizara el espacio restante; Este movimiento de los molares


mandibulares puede corregir una situación de relación borde a borde (normal en la
dentición mixta) en una relación molar normal en la dentición permanente (es decir, la
cúspide mesiolingual del primer molar maxilar ocluye en la fosa central del primer molar
mandibular, y la cúspide mesiovestibular del primer molar maxilar ocluye entre las
cúspides vestibulares mesial y distal del primer molar mandibular

Labilidad incisal:

Si los segundos molares erupcionan antes de que los premolares hayan erupcionado
completamente, se produce un acortamiento importante de la arcada y es probable que se
presente una maloclusión. Debido a la discrepancia en las dimensiones mesiodistales de
las coronas entre la dentición temporal y la definitiva, puede aparecer un cierto grado de
apiñamiento transitorio (labilidad incisal) alrededor de los 8 o 9 años, que persiste hasta la
emergencia de los caninos, cuando el espacio entre los dientes vuelve a ser el adecuado.
Factores ambientales que pueden influir en el patrón del arco dental

El principal determinante de una maloclusión es la predisposición genética.

Por otro lado, hay factores secundarios del medio ambiente que pueden influir en forma
drástica en la disposición de los arcos dentales, entre ellos: pérdida temprana de los dientes
primarios, caries interproximales,un cuadro patológico, anquilosis de los dientes primarios,
hábitos bucales y traumatismos.

Los factores ambientales que afectan con mayor regularidad el nivel del arco dental es
probable que sean las caries y la pérdida prematura de los dientes primarios. Según
Northway, Wainright y Demirjian,las caries tempranas, así como la pérdida temprana del
primero o el segundo molares primarios, producen una disminución de la longitud del arco
dental.

Características anatómicas de la dentición permanente:

Incisivos permanentes y caninos:

Si examinamos un cráneo seccionado, podremos ver que en ambos arcos dentales los brotes
de los incisivos permanentes se encuentran en una posición lingual y apical con respecto a
los incisivos primarios. Como consecuencia de ello, los incisivos inferiores permanentes
tienden a erupcionar en dirección ligeramente lingual y algo irregular, incluso en niños que
tienen arcos dentales normales y espacios normales dentro de los arcos. En el arco maxilar
es probable que el incisivo lateral emerja en posición lingual y permanezca así en caso de
apiñamiento en el arco.

Los caninos permanentes se sitúan más en línea con los caninos primarios. Si hay
problemas en la erupción, estos dientes pueden desplazarse en sentido lingual o labial, pero
lo habitual es que se desplacen labialmente, si es que no existe sitio suficiente para
acomodarlos en el arco.

Los incisivos permanentes son considerablemente mayores que sus predecesores


primarios. Por ejemplo, el incisivo central inferior permanente tiene unos 5,5 mm de
anchura, mientras que su predecesor primario tiene unos 3 mm. Dado que los demás
incisivos y caninos permanentes son cada uno 2-3 mm más anchos que sus predecesores
primarios, el espaciamiento entre los incisivos primarios no solo es normal, sino que es
importantísimo , ya que en caso contrario no habría espacio suficiente para que los
incisivos permanentes erupcionan. El espaciamiento en la región de los incisivos primarios
se distribuye normalmente entre todos los incisivos, no solo en los puntos de los «espacios
de primate

Premolares:

A diferencia de los dientes anteriores, los premolares permanentes son más pequeños que
los dientes primarios a los que reemplazan . Por término medio, el segundo molar inferior
primario es 2 mm mayor que el segundo premolar, mientras que en el arco maxilar el
segundo molar primario es 1,5 mm mayor. El primer molar primario es solo algo mayor
que el primer premolar, pero deja libre 0,5 mm más en la mandíbula. Como consecuencia
de ello, existen a cada lado de la mandíbula unos 2,5 mm a los que se denomina espacio de
deriva, mientras que en el arco maxilar hay 1,5 mm por término medio. Cuando se pierden
los segundos molares primarios, los primeros molares permanentes se adelantan
(mesialmente) con una relativa rapidez, utilizando el espacio de deriva. Esto reduce la
longitud y la circunferencia del arco, los cuales están relacionados pero no son lo mismo, y
suelen confundirse entre sí .

Incluso en caso de que los incisivos estén apiñados, es habitual que los molares
permanentes empleen el espacio de deriva para su desplazamiento mesial. En ese momento,
existe una gran oportunidad para proceder al tratamiento ortodóncico, ya que se puede
aliviar el apiñamiento utilizando el espacio de deriva

Oclusión en dentición mixta:

Las relaciones oclusales de la dentición mixta son similares a las de la dentición


permanente, pero los términos empleados para su descripción son algo diferentes.

● Una relación normal entre los molares primarios es la del plano terminal de
encajado o recto.
● El equivalente a la clase II de Angle en la dentición primaria es el escalón distal
● El escalón mesial corresponde a la clase I.

En la dentición primaria no suele verse un equivalente de la clase III, debido al patrón


normal de crecimiento craneofacial, en el que la mandíbula queda retrasada con respecto al
maxilar. Al perderse los segundos molares primarios, los molares inferiores y superiores
tienden a desplazarse mesialmente hacia el espacio de deriva, pero normalmente los
molares inferiores se desplazan mesialmente más que sus equivalentes superiores. Este
desplazamiento diferenciado contribuye a la transición normal desde la relación de plano
terminal de encajado en la dentición mixta a la relación de clase I en la dentición
permanente.

El crecimiento diferenciado de la mandíbula con respecto al maxilar también contribuye


notablemente a la transición de los molares. Como hemos comentado anteriormente, el
patrón de crecimiento a esta edad se caracteriza por un mayor dimensionamiento de la
mandíbula que del maxilar, de forma que la primera (relativamente deficitaria) va
alcanzando gradualmente al segundo

CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS E IMPORTANCIA DE LA DENTICIÓN


PERMANENTE PARA EL DESARROLLO DE LA OCLUSIÓN DENTARIA

LA ALINEACIÓN Y LA OCLUSIÓN de los dientes permanentes son muy importantes


en la función masticatoria. Las actividades básicas de la masticación, la deglución y la
fonación dependen en gran medida no sólo de la posición de los dientes en las arcadas
dentarias, sino también de la relación de los dientes antagonistas cuando entran en oclusión.
Las posiciones de los dientes no están así por azar, sino por numerosos factores que las
controlan. También influyen en ello diversas fuerzas de control, como las que crean los
tejidos blandos circundantes.

FACTORES Y FUERZAS QUE DETERMINAN LA POSICIÓN DE LOS DIENTES :

Al finalizar la erupción de los dientes, éstos toman una posición en la que las fuerzas
antagonistas están en equilibrio. Las principales fuerzas antagonistas que influyen en la
posición de un diente proceden de la musculatura circundante. Vestibularmente respecto de
los dientes se encuentran los labios y las mejillas, que proporcionan unas fuerzas de
dirección lingual bastante leves, pero constantes. En el lado contrario de las arcadas
dentarias se encuentra la lengua, que produce fuerzas de dirección labial y bucal sobre las
superficies linguales de los dientes. Ambas fuerzas son lo bastante intensas como para
desplazar a los dientes en las arcadas.

Hay una posición del diente en la cavidad oral en la cual las fuerzas labiolinguales y
bucolinguales son iguales. Ésta es la denominada posición neutra-espacio neutro, en el
que se consigue la estabilidad de los dientes. Incluso después de la erupción, cualquier
cambio o alteración de la magnitud, dirección o frecuencia de estas fuerzas musculares
tenderá a desplazar el diente hacia una posición en la que las fuerzas de nuevo se
encuentren en equilibrio.

Algunas fuerzas que no derivan directamente de la musculatura oral, sino que están
asociadas con hábitos orales, también pueden influir en la posición dentaria. La corrección
de la posición de los dientes probablemente fracasará si no se elimina la causa de la mala
posición..

El contacto proximal entre dientes adyacentes ayuda a mantener los dientes en una
alineación normal. Parece que hay una respuesta funcional del hueso alveolar y las fibras
gingivales que rodean a los dientes, lo que da lugar a un desplazamiento en sentido mesial
de éstos hacia la línea media. Durante la masticación se produce un ligero movimiento en
dirección bucolingual y vertical de los dientes que a lo largo del tiempo también da lugar a
un desgaste de las áreas de contacto proximales. Cuando estas áreas están desgastadas, el
desplazamiento en sentido mesial ayuda a mantener el contacto entre los dientes adyacentes
y estabiliza la arcada. El desplazamiento en sentido mesial se pone de manifiesto más
claramente cuando la superficie de un diente posterior está destruida por la caries o cuando
se ha extraído el diente. Con la pérdida del contacto proximal, el diente en una situación
distal al lugar de la extracción sufrirá un desplazamiento mesial hacia el espacio edéntulo,
que, especialmente en el área molar, hará que este diente adopte una inclinación marcada
respecto de este espacio.

Otro factor importante que ayuda a estabilizar la alineación dentaria es el contacto oclusal,
que impide la extrusión o la sobreerupción de los dientes, al mantener la estabilidad de la
arcada. Cada vez que se cierra la mandíbula, se refuerza un patrón de contacto oclusal
concreto y se mantiene la posición dentaria. Si se pierde o se altera una parte de la
superficie oclusal de un diente, la dinámica de las estructuras de soporte periodontales
permitirá un desplazamiento del diente. Es probable que los dientes que no encuentran
ninguna oposición sobreerupcionen hasta establecer contacto oclusal. Por tanto, cuando se
pierde un diente es probable que el diente distal se desplace mesialmente, pero también es
muy probable que el diente que se ha quedado sin oponente erupcione hasta encontrar un
contacto oclusal

Así pues, se pone de manifiesto que los contactos proximal y oclusal son importantes para
mantener la alineación dentaria y la integridad de la arcada. El efecto de la falta de un
diente puede ser muy importante en términos de pérdida de estabilidad de las arcadas
dentarias.

ALINEACIÓN DENTARIA INTRAARCADA


La alineación dentaria intraarcada hace referencia a la relación de los dientes entre
sí dentro de la arcada dentaria. El plano de oclusión es el que se formaría si se trazara una
línea a través de todas las puntas de las cúspides bucales y los bordes incisivos de los
dientes inferiores y después se ampliase con un plano que abarcase las puntas de las
cúspides linguales y continuase a través de la arcada incluyendo las puntas de las cúspides
bucales y linguales del lado opuesto. Las dos articulaciones temporomandibulares (ATM),
determinan en gran medida el movimiento que se detecta. Dado que la mayoría de los
movimientos mandibulares son muy complejos, con una variación constante de los centros
de rotación, un plano oclusal liso no permitiría un contacto funcional simultáneo en más de
una zona de la arcada dentaria. Por tanto, los planos oclusales de las arcadas dentarias se
curvan de un modo que permite el máximo aprovechamiento de los contactos dentarios
durante la función.

La curvatura del plano oclusal se debe fundamentalmente al hecho de que los dientes se
localizan en las arcadas con un grado de inclinación variable. Al examinar las arcadas
dentarias de perfil puede observarse la relación en sentido axial-mesiodistal. Si se trazan
líneas siguiendo los ejes largos de las raíces en dirección oclusal, a través de las coronas,
puede apreciarse la angulación de los dientes respecto del hueso alveolar. En la arcada
mandibular, tanto los dientes anteriores como los posteriores tienen una inclinación mesial.
El segundo y el tercer molar están más inclinados que los premolares.

la arcada maxilar existe un patrón de inclinación diferente. Los dientes anteriores


generalmente presentan una inclinación en sentido mesial y los molares posteriores, una
inclinación en sentido distal. Si en una vista lateral se traza una línea imaginaria a través de
las puntas de las cúspides bucales de los dientes posteriores (es decir, molares y
premolares), se obtiene una línea curva que sigue el plano de oclusión que es convexa para
la arcada maxilar y cóncava para la mandibular.

Estas líneas convexa y cóncava coinciden perfectamente cuando las arcadas dentarias
entran en oclusión. Esta curvatura de las arcadas dentarias fue descrita por primera vez por
Von Spee, por lo que se denomina curva de Spee.

Cuando se observan las arcadas dentarias en una vista frontal puede verse la relación axial-
bucolingual. Por lo general, los dientes posteriores de la arcada maxilar presentan una
ligera inclinación bucal. En la arcada mandibular los dientes posteriores tienen una ligera
inclinación lingual. Si se traza una línea imaginaria que pase por las puntas de las cúspides
bucales y linguales de los dientes posteriores del lado derecho e izquierdo, se observa un
plano de oclusión curvo. La curvatura es convexa en la arcada maxilar y cóncava en la
mandibular. De nuevo, si las arcadas entran en oclusión, las curvaturas dentarias coinciden
perfectamente. Esta curvatura del plano oclusal que se observa en una vista frontal se
denomina curva de Wilson.
ALINEACIÓN DENTARIA INTERARCADA

La oclusión de los dientes maxilares y mandibulares se da de una manera precisa y


exacta. La línea que empieza en la superficie distal del tercer molar, se extiende en sentido
mesial por todas las áreas de contacto proximales de toda la arcada y termina en la
superficie distal del tercer molar del lado opuesto es la longitud de la arcada. Las dos
arcadas tienen aproximadamente la misma longitud, pero la mandibular es ligeramente más
pequeña (arcada maxilar, 128 mm; arcada mandibular, 126 mm). Esta ligera diferencia se
debe a que la distancia mesiodistal de los incisivos mandibulares es más estrecha que la de
los incisivos maxilares. La anchura de la arcada es la distancia que hay a su través. La
anchura de la arcada mandibular es inferior a la de la arcada maxilar; así pues, cuando las
arcadas entran en oclusión, cada diente maxilar tiene una posición más facial que el
correspondiente diente mandibular en oclusión con él.

Dado que los dientes maxilares tienen una posición más facial (o al menos
presentan una inclinación más facial), es habitual que la relación oclusal normal de los
dientes posteriores permita que las cúspides bucales mandibulares ocluyan a lo largo de las
áreas de la fosa central de los dientes maxilares. De igual manera, las cúspides linguales
maxilares ocluyen a lo largo de las áreas de la fosa central de los dientes mandibulares. Esta
relación oclusal protege los tejidos blandos circundantes. Las cúspides bucales de los
dientes maxilares impiden que la mucosa bucal de las mejillas y los labios se coloque entre
las superficies oclusales de los dientes durante la función. Asimismo, las cúspides linguales
de los dientes mandibulares ayudan a evitar que la lengua se sitúe entre los dientes
maxilares y mandibulares.

El papel de la lengua, las mejillas y los labios es importante durante la función,


puesto que continuamente reemplazan el alimento que hay sobre las superficies oclusales
de los dientes para que la fragmentación sea más completa. La relación bucolingual normal
ayuda a optimizar la eficacia de la musculatura, al tiempo que reduce al mínimo los
posibles traumatismos del tejido blando (mordedura de la lengua o las mejillas).

A veces, como consecuencia de las diferencias en el tamaño de las arcadas óseas o


de los patrones de erupción dentaria, la oclusión de los dientes se realiza de tal forma que
las cúspides bucales maxilares entran en contacto con el área de la fosa central de los
dientes mandibulares. Esta relación se denomina mordida cruzada.

RELACIÓN DE CONTACTO OCLUSAL BUCOLINGUAL


Cuando se examinan las arcadas dentarias desde el plano oclusal, pueden
visualizarse algunos puntos de orientación que son útiles para comprender la relación
interoclusal de los dientes.

1. Si se traza una línea imaginaria a través de todas las puntas de las cúspides bucales de
los dientes posteriores mandibulares, se forma la línea buco-oclusal (B-O). En una arcada
normal, esta línea tiene un trayecto suave y continuo, que muestra la forma general de la
arcada. También indica la línea de demarcación entre las caras internas y externas de las
cúspides bucales.

2. Si se traza una línea imaginaria a través de las cúspides linguales de los dientes
posteriores maxilares, se observa la línea linguo-oclusal (L-O). Esta línea muestra la forma
general de la arcada y representa la línea de demarcación entre las caras externas e internas
de estas cúspides céntricas.

3. Si se traza una tercera línea imaginaria por los surcos de desarrollo centrales de los
dientes posteriores maxilares y mandibulares, se forma la línea de la fosa central (F-C).
Una vez establecida la línea, conviene señalar una importante relación de las áreas de
contacto proximales. Estas áreas generalmente tienen una situación bucal respecto de la
línea F-C, lo que permite un espacio interproximal lingual mayor y un espacio
interproximal bucal más pequeño. Durante la función, el espacio interproximal lingual
mayor constituye un importante camino de salida del alimento que se mastica. Cuando los
dientes entran en contacto, la mayor parte del alimento se desvía hacia la lengua, que es
más eficaz que la musculatura buccinadora y perioral para devolver el alimento a la tabla
oclusal.

RELACIONES FRECUENTES DE LOS DIENTES POSTERIORES

Las cúspides bucales de los dientes mandibulares posteriores y las cúspides


linguales de los dientes maxilares posteriores ocluyen con las áreas de la fosa central
antagonistas. Estas cúspides se denominan cúspides céntricas o de soporte, y son las
principales responsables del mantenimiento de la distancia existente entre el maxilar y la
mandíbula. Esta distancia mantiene la altura vertical facial y se denomina dimensión
vertical de la oclusión. Estas cúspides también desempeñan un papel importante en la
masticación, puesto que se lleva a cabo un contacto tanto en su cara interna como en su cara
externa. Las cúspides céntricas son anchas y redondeadas. Cuando se examinan desde el
plano oclusal, sus puntas están situadas aproximadamente a un tercio de la distancia de la
anchura bucolingual total del diente. Las cúspides bucales de los dientes maxilares
posteriores y las cúspides linguales de los dientes mandibulares posteriores se denominan
cúspides de guía o no céntricas. Son bastante puntiagudas, con unas puntas bien definidas,
y se encuentran aproximadamente a un sexto de la distancia de la anchura bucolingual total
del diente.
Hay una pequeña área de las cúspides no céntricas que puede tener importancia
funcional. Esta área está situada en el plano de inclinación interno de la cúspide no céntrica
cerca de la fosa central del diente, y está en contacto con una pequeña porción de la cara
externa de la cúspide céntrica antagonista o cerca de ella. Dado que esta área ayuda a
desgarrar los alimentos durante la masticación, también se ha denominado a las cúspides no
céntricas cúspides de desgarro o de corte.

RELACIONES OCLUSALES FRECUENTES DE LOS DIENTES ANTERIORES

La inclinación labial de los dientes anteriores maxilares y la forma en que se


produce la oclusión con los dientes mandibulares no favorece la resistencia ante fuerzas
oclusales intensas. Si durante el cierre mandibular se producen fuerzas intensas sobre los
dientes anteriores, hay una tendencia a un desplazamiento labial de los dientes maxilares.
En consecuencia, en una oclusión normal, los contactos que se llevan a cabo en los dientes
anteriores en la posición intercuspídea son mucho más leves que los de los dientes
posteriores.

Es frecuente la ausencia de contacto en los dientes anteriores en la posición


intercuspídea. Por tanto, la finalidad de los dientes anteriores no es mantener la dimensión
vertical de la oclusión, sino guiar a la mandíbula en los diversos movimientos
laterales. Los contactos de los dientes anteriores que proporcionan esta guía de la
mandíbula se denominan guía anterior. La guía anterior desempeña un importante papel en
la función del sistema masticatorio. Sus características las da la posición exacta y la
relación de los dientes anteriores, que pueden examinarse tanto horizontal como
verticalmente. La distancia horizontal por la que los dientes anteriores maxilares se
superponen a los dientes anteriores mandibulares, conocida como sobremordida horizontal
(denominada a veces resalte) , es la distancia existente entre el borde incisivo labial del
incisivo maxilar y la superficie labial del incisivo mandibular en la posición intercuspídea.
La guía anterior también puede examinarse en el plano vertical, en lo que se denomina
sobremordida vertical (denominada a veces sólo sobremordida). La sobremordida vertical
es la distancia existente entre los bordes incisivos de los dientes anteriores antagonistas.
Como se ha indicado antes, la oclusión normal tiene una sobremordida vertical de
aproximadamente 3-5 mm.

EDAD DENTARIA EN NIÑOS

En general se considera que la edad dental puede ser evaluada desde dos puntos de
vista
- Considerando la emergencia de cada diente

- El estado de formación de su raíz

La emergencia dentaria: un indicador de madurez. Su evaluación se basa en un


momento preciso y específico de un diente (máximo 1/4 de su corona visible). Sin embargo
se ha demostrado que cuando la raíz alcanza un 50% de su longitud el diente entra en una
fase activa de erupción, de lo que resulta que para evaluarla se parta de la cantidad de raíz
presente para el momento del examen inicial. Hasta que entre en la cavidad oral cuando
tiene aproximadamente el 75% de la longitud radicular. Por otra parte una vez que el diente
emerge puede estar influenciado por factores ambientales o exógenos como pérdida
prematura de dientes primarios que al causar una disminución del perímetro de arco
obstaculizan la via de erupción con un consiguente retardo.

Estado de formación y calcificación de la raíz: maduración dental. Ha sido estudiada


mediante radiografías seriadas, que permiten evaluar cada diente en particular, a la vez que
podemos comparar con patrones preestablecidos. Por otra parte esta evaluación tiene la
ventaja de no estar sometida a la acción de los agentes exógenos como en el caso de la
emergencia.

Con el propósito de determinar la maduración dental en niños varios investigadores han


propuesto ciertos esquemas de los diferentes períodos del desarrollo para compararlos con
los del paciente y con ello estimar la edad de maduración de cada diente para ese momento.
Dividen la l proporción de formación de la corona y raíz en cuartos, comenzando en el
inicio de la calcificación de la corona y finalizando con el cierre del ápice.

La determinación de la edad dental basada en el desarrollo del germen dentario es el


procedimiento utilizado con mejores posibilidades de acertar en el momento en que se debe
actuar en la toma de decisiones. Se basa esencialmente en la comparación, mediante la
utilización de radiografías panorámica de los diferentes dientes sin erupcionar con escalas
de maduración previamente establecidos En realidad la mayoría, sino todos los esquemas
propuestos para comparar los diferentes estadíos de maduración dental son bastantes
similares.

Procedimiento de Shourr y Masler: Posiblemente uno de los primeros publicados


proviene de la universidad de Illinois en 1940. Para la determinación de la edad dental de
un paciente dado utilizaremos una radiografía panorámica y en ella observaremos el grado
de desarrollo, tanto de la corona como de la raíz. Luego considerando la edad cronológica
comparamos la imágenes con las correspondientes de la tabla y asi observaremos si se
corresponde o por el contrario se le debe atribuir una edad diferente ya que la edad dental
puede presentarse adelantada o atrasada con respecto a la cronológica. Con estos resultados
podremos decidir la conveniencia de la terapia planteada.
Estadíos de Nolla: En 1960 la Dra Carmen Nolla presenta sus tablas y divide el
proceso del desarrollo dental arbitrariamente en 10 estadíos, indicando el tiempo de
calcificación promedio en cada edad. En el estudio se observo que las niñas son más
adelantadas que los varones en la calcificación de los dientes permanentes, especialmente
hacia el final de la formación radicular.

En los 10 estadíos descritos se debe señalar la importancia de los estadíos 1 y 2, de utilidad


para presenciar cualquier ausencia congénita. El estadío 6 cuando comienza el movimiento
y se ha completado la formación de la corona y ha comenzado el de la raíz. El estadío 8
cuando la mayor parte de los dietes perfora la cresta alveolar presentando el diente con
aproximadamente 2/3 de la raíz ya formada.

BIBLIOGRAFIA

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TEMPOROMANDIBULARES 7ma edición. 2013. PARTE I ANATOMÍA FUNCIONAL,
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Torres C., Martha. "DESARROLLO DE LA DENTICIÓN. LA DENTICIÓN


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Bezerra, L. Tratado de Odontopediatria. 2008. 2da. edicion. Amolca Brasil.

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